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EL APIO

¿Qué es?
El apio (Apium graveolens) pertenece a la familia de las Um-
belíferas. Posee tallos estriados que forman una gruesa pen-
ca con hojas acuñadas.
Es una planta que crece de forma espontánea en las zonas
pantanosas y cercanas al agua, en toda Europa. Su nombre
viene del celta, “apon”, que significa «agua», lo cual es una
referencia a los lugares en los que crece.
Su uso como alimento viene de la Antigüedad, pues ya los
egipcios y los griegos lo consagraban a las divinidades. Los
romanos lo consumían en los banquetes funerarios, y se de-
positaban manojos de apio en las tumbas, como homenaje.
Pero sería en la Edad Media cuando se iniciara su cultivo para
uso alimentario.

e f m a m j j a s o n d Estacionalidad
Su temporada de recolección y mejor época de consumo se
produce de de noviembre a marzo. A veces, también en abril,
mayo, septiembre y octubre.

Propiedades nutricionales
• Alto contenido en agua (95%).
• Minerales como potasio, sodio, calcio y magnesio.
• Vitaminas: vitamina E y discretas cantidades de vitamina C
o ácido ascórbico y niacina.

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EL APIO

¿Cómo prepararlo
y disfrutarlo?
El apio se consume fresco (eliminando los hilos del tallo) y
hervido.
Si las hojas y pencas están verdes se utilizan en caldos. Si las
pencas son blancas o doradas, resultan tiernas y crujientes
para consumirlas crudas, en tiras o ralladas, como un com-
plemento ideal de las ensaladas. El jugo fresco elaborado
con los tallos y las hojas, mezclado con zanahoria y manzana,
suaviza su sabor.

¿Cómo elegirlo y
conservarlo?
Un apio fresco de calidad es aquel de apariencia lustrosa,
tallos o peciolos gruesos, compactos, firmes, crujientes y de
color verde claro; con las hojas verdes, frescas o levemente
marchitas. Deben descartarse los apios blandos, con man-
chas y puntos secos, con tallos o ramos superiores de color
blanco.
El apio se conserva durante 2 ó 3 días en el frigorífico, mejor
envuelto en papel húmedo, y también sumergiendo la parte
inferior de su tallo en agua. Se puede congelar si se escalda
previamente durante unos 3 minutos, aunque al desconge-
larlo pierde su textura crujiente.

¿Sabías que…?
• Era considerado en su origen como una simple planta aro-
mática, sin aprovechamiento culinario ni medicinal, hasta
que Hipócrates, médico griego del siglo V a.C., lo elogió.
• Fue en la Edad Media cuando se inició su consumo.

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