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SOBRE EL ORIGEN DEL ESCAPULARIO DEL CARMEN.

“In hoc Habitu moriens salvabitur”.

Simón Stock nace probablemente en Aylesford, Inglaterra, en torno a 1165. Las primeras fuentes
documentales sobre su vida son posteriores: Johannes Grossi escribió su “Viridarium” sobre 1430,
compilando tradiciones orales y las crónicas de la propia Orden Carmelita. Por Grossi sabemos que de
adolescente Simón empezó a hacer vida eremítica dentro de un tronco de roble, hasta profesar en 1212
como ermitaño carmelita junto a los primeros llegados a Inglaterra de mano de los cruzados. Su vida de
mendicante le lleva a él mismo a Tierra Santa, retornando a su patria donde es elegido General de la
Orden ya anciano en 1247. Acomete como General la transformación de los Carmelitas de eremíticos
(vida solitaria) a cenobíticos (vida en comunidad). Funda monasterios, entre ellos el de Cambridge en
1253,

Vista aérea del primitivo monasterio fundado junto al río Cam. En el centro “White Friars”.

donde ante las reticencias del clero regular y las otras Órdenes monásticas, suplica a la Virgen. La
venerable tradición dice que en su celda en Cambridge el 16 de Julio 1251 apareció la B.V. María,
haciéndole entrega de la vestidura espiritual: El Santo Escapulario, afirmando lo que en expresión
española ha pervivido como “todo aquel que muera revestido del Santo Escapulario no padecerá las penas
del infierno”.
Muy venerable es la sana tradición, más en un mundo descreído y sin norte, pues no en vano,
como afirma Gensio Darci “las leyendas contienen la verdad oculta de los hechos empíricos”.
Desde Enrique II al más sencillo pueblo fiel visten y mueren llevando sobre sus escápulas el
precioso don de la Virgen, al tiempo que la devoción y la prenda se difunden por toda Europa.
Tras la violenta disolución de los monasterios, de manos de Enrique VIII, en el edificio de la
aparición se instala una fundación regia anterior: las reinas Margarita de Ajou, iniciadora, e Isabel de
Woodville, continuadora, habían creado el St. John´s College, que encuentra en los tiempos anglicanos
sede en el edificio monacal, siendo ampliado y transformado.
En la actualidad, el edificio conserva muros de la fundación primitiva de S. Simón,
especialmente en la zona de la actual biblioteca, coincidente según los vestigios arqueológicos con las
celdas monacales

https://queenslib.wordpress.com/2014/10/22/d-20-21-the-life-and-afterlife-of-a-manuscript/

San Simón Stock, tras ver extenderse la maternal protección de María mediante el Santo
Escapulario, continúa su labor apostólica viniendo a morir centenario en el Carmelo de Bourdeaux el 16
de Mayo de 1265, no sin antes haber compuesto dos himnos inmortales: “Flos Carmeli” y “Ave Stella
Matutina”. Es festejado con memoria libre en el día de su tránsito desde 1435, siendo pues su santidad por
culto inmemorial.
Sus reliquias se pierden casi en su totalidad durante la revolución francesa, excepto su cráneo,
que tras la total normalización de la libertad religiosa en el Reino Unido pasada la segunda guerra
mundial, fue solemnemente trasladado al recuperado monasterio Carmelita de Aylesford, su localidad
natal, donde se veneran y es objeto de peregrinaciones.

Relicario turriforme que contiene el cráneo de S. Simón Stock en Aylesford. Reino Unido.

Linares, Julio 2015.


Alfonso González Palau.

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