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Ensayo nº1 Pensamiento crítico: Ética y eutanasia dentro de la práctica médica

Desde el comienzo de los tiempos, la búsqueda de la curación de las enfermedades

ha acompañado al hombre. Durante un buen periodo, solo fue una práctica rudimentaria

empleada por unos pocos, pero a medida que fueron pasando los siglos, esta actividad se

fue desarrollando, desde una concepción mágico-religiosa hasta convertirse en la

medicina actual, basada en el conocimiento científico. Es así como hoy, la ciencia médica

se caracteriza por incorporar, día a día, nuevos conocimientos y tecnologías, para ser

aplicados en beneficio del paciente y así lograr la “prevención, diagnóstico y tratamiento

de las enfermedades humanas” (Real Academia española, 2019). En este contexto ha

surgido una controversia en torno a la eutanasia, término definido por la OMS como

aquella “acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente” (ACEB)).

Por lo anterior se puede señalar que, no deben ser los médicos quienes realicen y

apliquen la eutanasia. Esta afirmación se basa en el rol que debe cumplir el doctor con su

paciente, en las consecuencias que la eutanasia trae para los profesionales de la salud y en

el papel que cumplen los familiares en esta situación. El juramento hipocrático y un

estudio desarrollado en Bélgica permiten respaldar lo mencionado anteriormente,

mientras que palabras de Immanuel Kant han servido para contrarrestar esta idea.

En primer lugar, el rol del doctor, quien posee un enorme saber, debe ser poner en

práctica la aplicación de ese conocimiento y velar por el bienestar y la salud de su

paciente. El profesional debe eliminar el dolor y el sufrimiento, y no al enfermo. Por lo

tanto, el quitar la vida a un paciente, no se ajusta al compromiso adquirido por el médico.

Lo anterior se confirma al leer el juramento hipocrático, promesa que hace todo médico al
titularse: “Llevaré adelante ese régimen, el cual de acuerdo con mi poder y discernimiento

será en beneficio de los enfermos y les apartará del perjuicio y el terror. A nadie daré una

droga mortal aun cuando me sea solicitada, ni daré consejo con este fin”. (Chile C. m.,

2018)

En segundo término, debe considerarse que los pacientes,a quienes se podría aplicar

la eutanasia, son un gran desafió para los médicos, quienes se esfuerzan constantemente en

buscar soluciones para estas personas que tanto sufren. El hecho de que los profesionales de

la salud empleen esta praxis, que finaliza con la muerte del enfermo, genera un

estancamiento en el progreso de la medicina. Los químicos farmacéuticos, los laboratorios

y los doctores perderán la motivación e, incluso, podrían llegar a sentir indiferencia por

buscar curas a las diversas patologías, y optarán por la solución más fácil.Lo dicho se

evidencia en una investigación que fue publicada en la revista de CurrentOncology, en la

que se muestra el disgusto de la Asociación Belga de Cuidados Paliativos, por la falta de

apoyo que estaban recibiendo para tratar de ayudar a los pacientes a tener una mejor

calidad de vida. La investigación demuestra, que en Bélgica – país que legalizó la eutanasia

en el año 2002 - en lugar de aumentar las donaciones de órganos, la cantidad de personal

y de equipo médico, que era lo que la Asociación requería para cumplir su labor, se generó

una facilitación de los procesos de eutanasia. (Pereira, 2011).

Sin embargo, hay otros que piensan que el doctor tiene que aceptar la voluntad del

paciente y debe satisfacer su deseo de morir. Esto en el caso de quese encuentre en un

punto crítico de su enfermedad, no quiera seguir adelante con los intentos de salvar su

vida o no vea otro camino posible además de la muerte.Esta corriente de pensamiento


plantea que es el médico, principal conocedor de su ciencia, quien debe aliviar el dolor del

ser humano en sus últimos momentos de vida y evitar que éste se extienda, ayudándolo

en el proceso de muerte. Esta doctrina, encuentra apoyo en las palabras empleadas por el

filósofo prusiano, Immanuel Kant: “La autoperfección personal y la felicidad del prójimo

son fines deberes que necesariamente la voluntad debe perseguir” (Maestre, 2007) .Es

decir, todo individuo debe velar por el bienestar del prójimo y es por esto que los doctores

tienen que responsabilizarse de la realidad de su paciente y deben colaborar con poner fin

a su existencia si se encuentra en una situación terminal e inevitablemente dolorosa.

No obstante, no necesariamente deben ser los doctores quienes cumplan con la

voluntad del enfermo, sino que los familiares tienen un papel fundamental al minuto de

tomar esta importante decisión. Son ellos, y no el médico, las personas más cercanas al

enfermo y por lo tanto, quienes deben hacerse cargo del acto eutanásico de su relativo.

Se puede afirmar que el juramento hipocrático y la investigación citada

previamente, demuestran que la práctica de la eutanasia se contradice con la función que

cumplen los facultativos en la sociedad, a pesar de que el pensamiento del filósofo

prusianopareciera apoyar lo contrario.

Es indudable que la eutanasia es un tema muy controversial y complejo. ¿Se puede

generalizar al momento de decidir si la eutanasia es o no un procedimiento permitido, o

debe analizarse caso a caso? ¿Es necesario tomar en consideración la religión tanto del

médico como del paciente, al momento de emplear la praxis? ¿Los familiares tienen un rol

en la toma de decisión, o se trata únicamente de un tema legal? Más allá de las diferentes

posturas y cuestionamientos que surgen en este difícil tema, la eutanasia no es una práctica
que deberían llevar a cabo los médicos. Estos últimos no sólo tienen como función velar

por la sanidad y bienestar de sus pacientes, tal como se menciona en el juramento

hipocrático, sino que también deben estar constantemente investigando y buscando

nuevas soluciones a las distintas enfermedades existentes y al sufrimiento del ser

humano. La eutanasia genera una desmotivación al avance científico y a la búsqueda de

curas para el dolor generado por las enfermedades. Son los familiares quienes deben

responsabilizarse del acto eutanásico de su paciente.

Referencias

(ACEB), A. C. (s.f.). Razones del “no” a la Eutanasia. España .

Chile, c. m. (2018). Colegio médico de Chile. Obtenido de

http://www.colegiomedico.cl/documentos/juramento-hipocratico/

Española, R. a. (2019). Real academia española . Obtenido de

https://dle.rae.es/?id=OkukRhl

Maestre, B. R. (2007). El concepto "vida" en la etica Kantiana: algunas consecuencias para

la bioética. En B. R. Maestre, El concepto "vida" en la etica Kantiana: algunas

consecuencias para la bioética (pág. 79).

Pereira, J. (2011). Biblioteca nacional de medicina de los EE.UU. Legalizar la eutanasia o el

suicidio asistido: la ilusión de salvaguardas y controles: Obtenido de

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3070710/

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