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Análisis de la pregunta que interroga por el ser en el Ser y Tiempo de Martin Heidegger

Josias Sosa Araoz

Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco

182792@unsaac.edu.pe

Resumen

La búsqueda por el sentido del ser, emprendida por Heidegger, entendida aquí como
ontología, puede darse solo con la guía, primero de un hilo conductor el cual le dará la
dirección a la investigación, y luego mediante un replanteamiento radical de la misma
pregunta, que necesita ser vista “a través” de esta misma. Solo en este sentido el término
ontología puede cobrar su “verdadera” noción, en la comprensión de esta como des -
ocultamiento, no como una disciplina ya establecida, desde la cual se parte previamente
por sus “conceptos fundamentales”; veremos en este articulo cual es dicho hilo conductor
y las consecuencias intrínsecas a esta.

Palabras clave: Ontología, ser, tiempo, óntica, tradición, fundamento, pregunta.

Abstract

The search of the meaning of been, take on by Heidegger, undesrtood here as ontology
Can only be done with the guide, first with the director thread, wich will give the direction
to the investigation, and then through a radical reraising of the same question, that needs
to be seen “throughout” it self. Justo in this sense the term ontology can acquire its “true”
notion, in the comprehension of it as an – hide, not as an actual discipline already
established, from wich we prevously start for its “fundamental propositions”, We will see
in this paper wich is the director tread and the intrinsic consecuences to it.

Key Words: Ontology, been, time, ontic, tradition, foundation, question.


La necesidad fundamental de preguntar por el ser, ¿es esta tan originaria y fundante como
se dice ser? o es solo una conversación infructuosa que se da en las mas altas antípodas
de todo lo sensible siendo así inútil y de ningún provecho para el desarrollo de la filosofía
en general. Heidegger nos muestra que esta pregunta ha sido por excelencia la pregunta
fundante de toda la tradición filosófica, necearía para las demás doctrinas y de donde estas
sustraen su total sentido.

Ya tratada como problema fundamental en los griegos antiguos en forma de metafísica


(Heidegger, 1971), la pregunta por el sentido del ser posterior a estos había sido
fácilmente resuelta y luego totalmente olvidada por la tradición que ha encubierto todo
rastro de los fundamentos de dicha resolución, Heidegger atribuye esto a los prejuicios
acarreados desde el paso de la ontología antigua a su recepción medieval casi dogmática
hasta nuestro tiempo. El primero de estos es El ser como concepto universal, donde todo
ente es comprendido, ha sido una definición generalizadora, pero nada aclaradora de su
sentido en absoluto, es más su universalidad no puede ser para el autor solo de genero por
sobre otros conceptos, sino que tiene que trascender dicha generalidad. Esta su
universalidad es lo que crea el siguiente prejuicio, la indefinibilidad del ser, al ser el
concepto universal no se puede sino solo decir el ser “es”, sin poder predicar nada de este;
y por ultimo su comprensibilidad, todos nos movemos en una comprensión del ser
sabiendo lo que este menta; pero justamente por tener esta comprensión y no poder definir
que es ser, todo pensar y actuar parte de algo desconocido y que necesita ser investigado.

La pregunta

Es de esta manera que se inicia poniendo en realce la importancia y lo fundamental de


preguntarnos por el sentido ser. Que la pregunta que necesita volver a hacerse como una
“investigación efectiva”. Es mas no solo es necesario volver a preguntar sino también
analizar la misma pregunta “ver a través” de esta, para mostrar si esta misma no está mal
planteada. La pregunta por el sentido del ser se convierte en el “hilo conductor” que guiara
la investigación

La pregunta reza así ¿Qué es ser?, toda pregunta nace con una dirección, que proviene de
esta misma dicha dirección nace de una determinada comprensión de lo que se busca, en
la pregunta que se interroga por el sentido del ser la dirección nace de esa misma
comprensión que Heidegger denominara “de término medio” (Heidegger, 1971, pág. 15).
Además, en toda pregunta se necesita manifestar un aquello de que se pregunta, un
aquello que se pregunta ultimo todo es preguntar es un preguntar a alguien o algo que se
le pregunta.

Aquello de lo que se pregunta en cada caso es el ser; el que determina a los entes en
cuanto entes, pero que de este no se puede predicar ningún ente, de ahí la dificultad para
su definición, todo el lenguaje está destinado a hablar de los entes, entonces es necesario
usar conceptos no de la forma significativa, ya que este tiene una forma diferente de
mostrarse; es necesario retorcer el lenguaje y crear términos ontológicos.

en la pregunta ¿Qué es el ser? Aquello de que se pregunta es su sentido, el que señala en


una pregunta cualquiera que pregunta por un ente una inmediata conceptualización de
correspondencia lógica, que contenga el genero al que pertenece y la especie que lo
diferencia, en la pregunta por el ser, el sentido que se busca es el de la interpretación
trascendente del ser y de como hace que los entes sean entes su significado más allá del
lenguaje.

Además existe una preeminencia ontológica de la pregunta por el ser; sobre la pregunta
del ser de los entes de las ciencias; estas crean conceptos fundamentales que para su
desarrollo es necesario que sean constantemente revisadas y puestas a prueba, pero
duchos conceptos fundamentales funcionan como fundamento solo en una interpretación
del ser de los entes; la ciencia en si solo es un modo de ser del ente que es el hombre; no
es único ni mejor para conocer los demás entes; la preeminencia se da cuando nosotros al
sondear el ser de lo entes nos encontramos frente a un análisis existencial mas no
“existenciario” definido este como aquel en el que se revisan las estructuras del ser que
existe. (Heidegger, 1971, pág. 22)

Por lo tanto, se dilucida ya la importancia de no solo la búsqueda de la interpretación del


ser de los entes, sino también la del ser en general, ya que cualquier disciplina ontológica
que haya olvidado la pregunta fundamental por el sentido del ser, pierde lo que le hace
propiamente ontológica y propiamente olvida su dirección ultima de acción.

A quien se pregunta la pregunta fundamental.

“ser es en todo caso ser de un ente”. (Heidegger, 1971, pág. 18) si toda pregunta es un
preguntar a algo o alguien entonces la pregunta por el ser tiene que escoger su lugar de
llegada, el que responderá verídicamente; en el sentido de descubrir, cual es el sentido del
ser, ser es siempre ser de un ente, se le interrogará a los entes por el sentido de su ser; es
decir, la estructuras fundamentales de su existencia, se buscara traer en presencia lo que
de ellos esta oculto para ellos mismos en nuestra percepción de estos, pero entonces surge
el problema; ¿a que ente se le interroga por su sentido? Ciertamente no es a cualquier ente
sino el ente que somos en cada caso nosotros mismos, el hombre.

El preguntar es un modo de ser del ente que es el hombre, el preguntar por el ser lo pone
sobre los demás entes como aquel ente en el que descansa tanto la procedencia de la
pregunta por el ser como su destino final pero siempre transitorio; en la intención de ver
a través de la pregunta que interroga por el sentido del ser se dilucido que es necesario
también ver a través del ente que pregunta y que responde.

Ser ahí

Para continuar en el camino que seguimos del cual el hilo conductor es la pregunta por el
sentido del ser es necesario hacer una exegesis del hombre, como ente que tiene la
posibilidad de preguntarse por el ser, pero diferenciándose ontológicamente de una
interpretación perteneciente al campo de la antropológica filosófica en que dicha exégesis
se realizara a partir de su composición óntica, su existencia, para luego proceder a analizar
su “existenciarieidad”.

El hombre tiene en su constitución la pregunta, el hombre se pregunta por su ser; pero en


este preguntar está implícita la pregunta que interroga por el ser, porque tiene como modo
de ser mismo de este la comprensión de “termino medio” que ya se mencionó, en este
sentido se puede decir que dicha comprensión de su ser deja de ser óntica para convertirse
ontológica; pero no en el sentido de crear una ontología, sino simplemente “ser en el
sentido de comprender el ser”. entonces es necesario dilucidar el sentido de este ente que
es el hombre.

El ser al que el hombre en todo caso esta relacionado o se puede relacionar es la existencia,
definir la esencia del hombre en todo caso no se puede dar diciendo de esta un que
material, sino que “su esencia consiste en que no puede menos que ser en cada caso su
ser como ser suyo” (Heidegger, 1971, pág. 22) por el cual Heidegger denomina al ser del
hombre como “ser ahí” que es una expresión que puede según el expresar puramente el
ser.

Este ente el “ser ahí” tiene ante si su ser abierto a si mismo esto es que el “ser ahí”
comprende claramente en su ser, está por más decir que dicha comprensión del su ser es
de término medio; “para cada uno de nosotros ser es este irnos nuestro propio ser, este
jugárnoslo, al ser o no ser en que consiste radicalmente nuestra vida, nuestro vivir, a cada
instante de él” (Gaos, 1971, pág. 23) pero por término medio no se quiere decir anti -
ontológico,; sino preontologico que quiere decir que al poseer en si la pregunta que
interroga por su ser sabe que esta suya existencia puede ser autentica o no; además para
comprender el “existenciario” de su ser es necesario un analítica existencial que descubra
de qué manera se conectan las estructuras de este ente en su ser.

El “ser ahí” no representa una concepción subjetiva del mundo de los entes, es decir, un
asumir que solo se entiende el mundo desde el hombre, por ser este el ente señalado, por
su preeminencia con respecto a los otros entes incapaces de hacerse la pregunta por el
sentido del ser; la preeminencia no implica una manera unidireccional de entender el
mundo, por el contrario el “ser ahí” es en un mundo, solo puede entender su ser en un
mundo solo mediante la completa relación con otros entes y la ciencia es su forma de
acceso a estos.

Realizar una ontología del ser del “ser ahí” es considerada por Heidegger como la
ontología fundamental, que pones las bases para toda ontología general; cualquiera que
sea la tradición que acompañe a esta siempre es necesario regresar al ante que tiene la
preeminencia óntico – ontológica. (Heidegger, 1971, pág. 23)

El tiempo

El “ser ahí” comprende e interpreta su ser desde la temporalidad; o al menos es la primera


respuesta que se da al sentido del ser, el ser solo puede encontrar su sentido en la
temporalidad; esta respuesta es la primera que se da al sentido del ser en la investigación
que sale del mismo modo de ser del hombre, que a su vez se guía por el hilo conductor
de la pregunta misma que interroga por el sentido del ser, esta primera respuesta es
importante porque abarca la interpretación más antigua del sentido del ser lo que la pone
más cerca el origen que a la novedad pero tratar al tiempo como ha sido normalmente
entendido solo hace la tarea de entender como el tiempo le da su significación al ser más
oscura. Es necesario hacer un nuevo análisis de lo que significa propiamente el tiempo.

En este sentido nace un nuevo término: la “temporariedad” que incluye propiamente los
modos y derivaciones del ser en el tiempo. Estos son lo temporal, que es lo que es siendo
en el tiempo; lo intemporal lo que propiamente no es en el tiempo y por ultimo lo supra
temporal que se refiere a lo que está más allá del tiempo; lo eterno. Ya que estos tienen
también el carácter temporal; es decir que sus derivaciones y modos se entienden en el
tiempo. Por ser temporal un término perteneciente a la interpretación vulgar del tiempo,
esto es desde Aristóteles “Porque ser en el tiempo significa una de dos: o 1)ser cuando el
tiempo es, o 2) ser en el sentido en que decimos que son en número, a saber, como una
parte o como una propiedad de un numero y en general como algo perteneciente al
número, o bien en el sentido de que el numero es de ellas” (Aristóteles, 1995, pág. 159)
hasta Bergson Heidegger los denomina con carácter temporario.

Un claro ejemplo de cómo esta comprensión del sentido del ser se da en el tiempo es la
denominación de los griegos antiguos a todo lo existente, como parousia o ousia que se
puede traducir como lo presente, lo ente (Aristóteles, 1994, pág. 29); que comparte y
encuentra su significación en el tiempo presente.

Así comprendido el ser del “ser ahí” también se interpreta en su temporalidad; así que es
necesario hacer una exegesis de la temporalidad de este ente, esta es condición de
posibilidad de la historicidad que no es una historia del ente sino un nacimiento o caída
del “ser ahí” mismo, que luego posibilita la historia, como historia de la humanidad.
Dicho pasado o generación del “ser ahí” esta tanto a sus espaldas como a su delante; el
pasado que en este sentido forma el tiempo en donde el “ser ahí “cae, le da su dirección,
condiciona su modo de ser, abre posibilidades y regula el ser de este ente.

Heidegger menciona que una de las tareas principales que surgen de la misma pregunta
por el sentido del ser es la investigación de esta tradición ontológica dada al “ser ahí”, o
en la que este ha caído; mediante una destrucción positiva, de la historia de la ontología,
es así que el preguntar por el ser solo cobra sentido cuando es un preguntar histórico.
Destrucción quiere decir positivamente, descubrir los fundamentos que la tradición a
encubierto y que se consideran comprensibles de suyo, es más buscan omitir una pregunta
por el sentido del ser, no se trata de una desvalorización de toda la historia ontológica,
sino de una recuperación de esta; busca devolver la “historicidad” al “ser ahí”. Para lo
cual es necesario dar una mirada a donde ser y tiempo se han tratado expresamente como
temas de investigación, relacionándolos como entrelazados en su de interpretación.

Ontología como indagación

Para hacer efectiva la investigación, que presupone el modo de ser del “ser ahí” es
necesario que el termino de ontología aquí descrito se vea y muestre así mismo como
como una “indagación temática del ser” (Heidegger, 1999, pág. 17), no al contrario como
una doctrina filosófica ya establecida que busca desde sus conceptos fundamentales
responder a una pregunta ya respondida de antemano gracias a estos mismos, simples
conexiones proposicionales que dirigen una investigación de antemano donde no se vera
real progreso. Parte de esta visión da como resultado por un lado la destrucción de la
historia de la ontología, para el des - encubrimiento de dichos conceptos fundamentales
y por el otro la creación de nuevos conceptos “ontológicos” el juego de torcer el lenguaje
que solo puede hablar de los entes, para hacerle expresar nociones del ser. seguir el hilo
conductor de la pregunta que pregunta por el sentido del ser es fundamental, aun mas
seguir las consecuencias de esta; las condiciones de posibilidad que genera una pregunta
bien hecha.
Referencias

Aristóteles. (1994). Metafísica. (T. Calvo, Trad.) Madrid: Gredos.


Aristóteles. (1995). Física. (G. De Echandia, Trad.) Madrid: Gredos.
Gaos, J. (1971). Introduccion a EL SER Y EL TIEMPO de Martin Heidegger. Mexico
D.F.: FCE.
Heidegger, M. (1971). El Ser y el Tiempo. (J. Gaos, Trad.) Mexico: FCE.
Heidegger, M. (1999). Ontologia, hermeneutica de la facticidad. (J. Aspiunza, Trad.)
Madrid: Alianza Editorial.

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