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CONSTITUCIONES Y COMPROMISO: LA EVOLUCIÓN DE LAS

INSTITUCIONES PÚBLICAS GUBERNAMENTALES EN LA INGLATERRA DEL


SIGLO XVII

En el artículo denominado CONSTITUCIONES Y COMPROMISO: La evolución de las


instituciones públicas gubernamentales en la inglaterra del siglo XVII, el economista
estadounidense y premio Nobel de economía Douglas Cecil North, (1920-2015) ofrece una
interesante discusión acerca de los factores políticos que permitieron el crecimiento
económico y el desarrollo de los mercados, haciendo hincapié, en la importancia de las
instituciones públicas inglesas del siglo XVII, y que favorecieron dicho crecimiento. De
manera que el texto aborda una discusión histórica, que explica cómo fue la evolución de las
instituciones en Inglaterra, la importancia de estos cambios y su relación con la expansión
económica de la isla. Para ello, North hace una revisión de los principales hechos históricos
desde los que comenta, algunos aspectos de la forma de gobernar en Inglaterra, desde que la
familia real de los Estuardo, llegaron al poder hacia 1603 y, partiendo desde aquí, explica
las distintas circunstancias que llevaron al país ya sus instituciones, a una transformación
total y claro, los beneficios que eso implicó para los intereses de los mercantilistas. Es
preciso mencionar que, el detonante de este cambio, para North, se dio a través de la
denominada “revolución gloriosa”, la cual le quitó algunos privilegios a la corona y generó
un mayor compromiso dirigido a asegurar los derechos privados en pro del crecimiento
económico, mediante leyes, que aseguraron dichos derechos. Un aspecto que cabe recalcar
del artículo, es el modo en que North, emplea ejemplos históricos que vienen muy al caso
para sustentar su teoría.

En primera instancia, el artículo plantea de forma directa la idea de que el desarrollo


económico de un país tiene una relación muy estrecha con las instituciones del estado, por
las cuales está compuesto. En un texto ameno y de interesante lectura, North sostiene que la
estructura política y económica del estado inglés, se vió obligada a serias modificaciones en
la época del derrocamiento del Rey Jacobo II y la ascención al trono de Guillermo de Orange,
destacando el rol de las instituciones políticas y la constitución al colocar restricciones al
estado para que no se le permitiera hacer a los gobernantes lo que les diera la gana, nisiquiera
el rey estará por encima de la ley de aquí en adelante.
De aquí, se desprende la importancia de la celebración de acuerdos bilaterales que otorgue a
los miembros cierta seguridad que va a llevar al estado a incrementar sus ingresos
sustancialmente y favorecer su crecimiento económico. Ciertamente, un punto importante
que identifica North en esta sección introductoria, y el cual trata a lo largo del texto, es sobre
las implicaciones que tiene que el soberano en turno no respete los acuerdos trazados. Por
ejemplo, cuando el soberano acuerda un préstamo que debe retornar con intereses e ignora
los términos del acuerdo se están violando los derechos privados que son un elemento
primordial para el crecimiento, esto genera que la reputación y confianza de la corona caiga
y que se puedan presentar dificultades futuras para celebrar nuevos acuerdos de, por ejemplo,
préstamos. Por tal motivo, la importancia de unas instituciones políticas sólidas que
prevengan los incumplimientos y que regulen y protejan los derechos para que los individuos
tengan incentivos que provean de crecimiento al país.
Tras exponer su punto de vista sobre el tema, North empieza su defensa mediante ejemplos
que muestran la forma en que un gobierno autoritario conlleva a muchos más problemas que
cuando no lo es. Es por esto, que a partir de la descripcción del gobierno de los Estuardo
desde 1603 y la forma en que percibían sus ingresos de forma indolente y sin tener en cuenta
al parlamento, el laureado economista demuestra cómo, las malas decisiones y el exceso de
autoridad por parte del rey, fueron la principal causa de su fin.
Para North, la búsqueda de nuevas fuentes de ingreso siempre fue una prioridad bajo el
gobierno de los Estuardo y un método de aumentar el flujo de ingresos fue el de los préstamos
bajo amenazas, “Empréstitos forzosos”. Lo cual, con el pasar del tiempo empezó a ser visto
por la gente más que como préstamos como impuestos, sin embargo, no fue solamente esta
medida la que resultó controversial entre los ciudadanos: también la incautación de
propiedades, la implementación de monopolios por parte de la corona y la ruptura de
relaciones con el parlamento. De hecho North destaca los tres motivos fundamentales que
llevaron a hacer a la corona su voluntad: primero, la prerrogativa real, por la cual la corona
emitía ordenanzas reales sin tener que recurrir al parlamento; segundo, la “Star Chamber”,
la cual combinaba poderes ejecutivos, legislativos y judiciales para modificar las
resoluciones que perjudicaran a la corona; y tercero, la influencia de las coronas sobre los
jueces a quienes pagaba y servían a sus deseos.
Como se ve, esta serie de eventos no generaban en absoluto una armonía para todas las
facciones inglesas, sino solamente al rey. Esto conllevó a muchas discordias, pérdidas de
incentivos, irrespeto a los derechos privados y, según North, no favoreció a que en Inglaterra
hubiera un crecimiento económico mayor como el que hubiera habido con instituciones
políticas que regularan los poderes de la corona.
Sin embargo, North prosigue su argumento diciendo que la suma de todas estas posturas
totalitarias de la corona derivó en “La revolución gloriosa”, la cual se dio a partir una fuerte
oposición en contra del rey cuyo resultado representó la conformación de nuevas
instituciones, de políticas sólidas, que se encargaron de hacer respetar los derechos privados
y promover el crecimiento económico, suprimiendo algunos poderes absolutistas de la
corona. A partir de esta revolución todos los casos relativos a la propiedad fueron resueltos
bajo el “Common Law” de forma imparcial. Esta modificación favoreció el desarrollo de
mercados privados y generó una era de “Supremacía” parlamentaria, dándole un rol central
en materia financiera de forma que, para que la corona alcanzara algunos objetivos, debía
establecer relaciones exitosas con el parlamento. Toda esta serie de eventos condujo a nuevas
libertades económicas y derechos de propiedad más seguros, que promovieron un mayor
crecimiento económico, como se evidenció en siglos posteriores.
En este mismo orden de ideas, North resalta dos nuevos factores que reforzaron esta serie de
medidas que creó el parlamento: en primer lugar la amenaza de un derrocamiento y en
segundo lugar los intereses de los parlamentarios de colocar al gobierno en una posición
financiera sólida para así conseguir más poder. Como consecuencia de esto, los derechos de
los particulares, en definitiva, se volvieron más seguros. Además de esto, la coalición “Whig
gobernante”, que tenía grandes inclinaciones comerciales también prefirió y luchó por
gobiernos con poderes limitados. El argumento central de North se hace mucho más evidente
cuando provee cifras concretas de los efectos fiscales que implicaron los cambios
institucionales, lo que North explica es que tras la revolución gloriosa los gastos
gubernamentales crecieron al cuádruple y que la capacidad del gobierno para emplear los
recursos de la sociedad se incrementó notablemente. Esta nueva capacidad del gobierno para
financiar gastos, puntualmente gastos relacionados con la guerra con Francia, se explican por
la predictibilidad del nuevo régimen y la estabilidad que ahora tenía. El hecho es que ahora
el riesgo asociado con la conducta del gobierno disminuyó el riesgo considerablemente y esto
hizo que los préstamos al gobierno se incrementaran. Las instituciones que lideraron este
cambio de un mercado estable para la deuda pública fue el Banco de Inglaterra, que a su vez,
sirvió para el desarrollo paralelo de un mercado de deuda privada y como consecuencia los
mercados de capital de la nación florecieron y representaron un factor importante para el
crecimiento económico, todo esto en gran medida por la consolidación de instituciones que
estuvieron a la batuta de este cambio.
Para terminar, vale indicar que el texto hubiese sido más enriquecedor si incorporara una
mayor evidencia de datos contables de la época anterior y posterior a la revolución gloriosa.
No obstante, cabe reconocer que un aporte muy grande a la argumentación historiográfica de
North es la utilización de registros contables aproximados del gasto gubernamental, nivel de
deuda y nivel de precios. Pese a que hay una gran limitación en la obtención de datos de este
tipo, la cual North reconoce y que le llevó a consultar los registros de diversas fuentes,
ciertamente estos fueron buenos indicadores, que aunque no son del todo precisos, si
sirvieron para reforzar mucho más el argumento central del artículo. Más allá de esto, lo que
vale la pena rescatar de éste, es que plantea consideraciones novedosas y muy bien
explicadas que dan lugar a la generación de nuevos estudios más complejos y elaborados
como el de Acemoglou, que por medio de un análisis econométrico demuestra, la importancia
de los cambios institucionales en el patrón de crecimiento de Europa occidental. Por ello,
como complemento a la argumentación de North, Acemoglou demuestra con pruebas
estadísticas que los países donde se eliminaron las monarquías absolutistas por medio de
cambios institucionales presentaron un mayor crecimiento económico, citando el caso de
Holanda e Inglaterra. Este es sólo un ejemplo de cómo el artículo de North sirve como base
para la generación de nuevos conocimientos en el escenario Colombiano, de ahí su
importancia.

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