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Acoso laboral u hostigamiento psicológico en el trabajo: "Mobbing"

Síndrome de desgaste profesional: "Burnout" o "estar quemado"


Términos a los que los laboralistas deberemos acostumbrarnos a utilizar por su
creciente frecuencia en el medio social.
Por Víctor
Alena

Debemos entender por hostigamiento psicológico o "Mobbing" a ciertas situaciones


en que una persona o un grupo de ellas ejerce un comportamiento caracterizado
por una violencia psicológica, de forma sistemática sea diariamente o una vez por
semana, durante un tiempo prolongado, que puede ser varios meses, sobre otra
persona en el lugar de trabajo.

Las formas de manifestarse este hostigamiento psicológico, adquiere las mas


diversas modalidades que uno se pueda imaginar. Abarca desde acciones contra la
reputación o la dignidad, comentarios injuriosos contra su persona, reírse
públicamente de él, de su aspecto físico, gestos, voz, convicciones personales,
religiosas, estilo de vida, política y cuanta modalidad exista de manera de zaherir la
dignidad de la persona que resulta víctima. En otras ocasiones ante cualquier tipo
de trabajo colocarlo en inferioridad de condiciones, negarle el conocimiento del rol
que va a desempeñar, o manipular comunicación e información falsa para que esa
persona cometa errores, diferencia en el trato ante superiores o subordinados,
distribución no equitativa del trabajo.

La manera de ejercer este tipo de acoso laboral reconoce múltiples formas en


cuanto a su materialización en hechos concretos y pasan desde ataque a las
victimas mediante restricciones a la forma de hablar, cambios de ubicación en los
puestos de trabajo, obligar a alguien a hacer tareas contra su conciencia,
cuestionar decisiones de una persona, no asignarle labores, asignarle quehaceres
actividades sin sentido o por debajo de sus capacidades, ataque a las relaciones
sociales impidiéndole hablar con determinadas personas, ataques a la vida privada
interfiriéndole o interrumpiéndole comunicaciones telefónicas, mofarse de
determinada discapacidad que tenga una persona, agresiones verbales y físicas,
oferta sexual y violencia sexual, especialmente cuando la víctima sea un menor de
edad, en fin una múltiple variedad de actitudes degradatorias que conducen a los
trabajadores afectados, a que tengan consecuencias psíquicas, como ansiedad,
miedo profundo, y otras formas de manifestar su impotencia, hasta llegar a un
estrés laboral, que puede ser de distinta gravedad y que se puede probar de
diversas maneras.

Desde el punto de vista médico, existe un verdadero catálogo de medidas que


puede tomar el profesional en bien de la víctima.
Además, todo ese abanico de medidas y prescripciones van constituyendo la
prueba imprescindible, para demandar la reparación económica, en juicio laboral,
que se iniciará en el momento oportuno.

Digamos brevemente que existe en la Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos


Aires la ley 1.225 sobre la Violencia Laboral, y en la Provincia de Buenos Aires, la
ley 13.168 que igualmente tutela todo lo relativo a la misma. Con el mismo objeto,
existen leyes en las provincias de Tucumán, Jujuy, Misiones y Santa Fe, pero aún
no están reglamentadas.

En el orden nacional, por su parte, existe un complejo de leyes y decretos que en


conjunto y armonizando sus normas, tienden a la protección del trabajador que es
víctima del llamado "Mobbing", palabra de raíz inglesa, pero que en buen
castellano significa hostigamiento psicológico.

Sin embargo, no existe una ley nacional que regule el acoso laboral, hasta el
momento.

Síndrome de desgaste profesional: "Burnout"

Recientemente, la Cámara Laboral de Bariloche, ha considerado al síndrome de


desgaste profesional o "Burnout", como una enfermedad y ordenó a una
Aseguradora de Riesgos de Trabajo (ART.) a cubrir médicamente a esa patología,
considerada moderna.
Fundamentalmente el fallo en cuestión no cuenta con precedentes en el país.

El caso contempla a una psicóloga y agente de policía de Río Negro, llamada Lidia
Maldonado, de cuarenta y dos años, que trabajó dieciocho y que comenzó a
manifestar síntomas de dicha enfermedad en el 2006. Según los especialistas, el
Burnout puede aumentar el nivel de glucosa en sangre, lípidos e hipertensión
arterial y con el tiempo aumentar el riesgo de infarto al miocardio y accidentes
cerebro vasculares (A.C.V.). El Tribunal consideró que las tareas diarias de la
mujer, en relación a casos de violencia familiar, abuso sexual, asistencia a los
internos, provocaron episodios frecuentes y característicos de la enfermedad, que
según el criterio de dichos jueces existe una especie de "resistencia cultural" a
reconocer la mencionada enfermedad.

El síndrome de Burnout es una enfermedad laboral moderna que comenzó a ser


estudiada a mediados de la década del ’70 como un estrés crónico. Su
manifestación más notable es la de un cuadro caracterizado por el agotamiento
emocional, que provoca en el individuo la despersonalización y que la baja
realización individual que se da en quienes trabajan con otras en áreas de
servicios.
Una médica psiquiatra, nos dice que "no tiene burnout quien quiere, sino quien
puede, tiene que haber una serie de situaciones que faciliten la llegada a este
cuadro", influenciado por la naturaleza del trabajo, que realizan el tipo de
instituciones en el cual presta servicio. La Organización Mundial de la Salud (OMS)
según una nota periodística aparecida sobre el particular, no tipificó la enfermedad
como tal, sino que la encuadra en la categoría de agotamiento y problemas
laborales. La falta de comodidad o elementos necesarios para la tarea cotidiana, la
contaminación acústica y el trabajo en turnos rotativos constituyen factores
necesarios mínimos para que sean disparadores del burnout.

Como vemos la tarea es mucha ante los nuevos desafíos que nos propone la
ciencia para lograr mejores seres humanos.

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