Journal of South American Earth Sciences 22 (2006) 1–21

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Levantamiento plio-cuaternario de la península de Manta y la isla de La Plata y la

subducción de la cresta de Carnegie, costa central de Ecuador
K. Pedoja a,b, J.F. Dumont b,*, M. Lamothe c, L. Ortlieb d, J.-Y. Collot b, B. Ghaleb e,
M. Auclair c, V. Alvarez b, B. Labrousse b
a
Key Laboratory of Marginal Sea Geology, South China Sea Institute of Oceanology and Guangzhou Institute of Geochemistry,
Chinese Academy of Sciences, Guangzhou, PR China
b
IRD, UMR 6526-Géosciences Azur, Observatoire Océanologique, 06235 Villefranche sur mer, France
c
Département des Sciences de la Terre et de l’atmosphère, Université du Québec à Montréal, CP 8888, Succ. Centre-Ville,
Montréal, Canada H3C 3P8
d
IRD, PALEOTROPIQUE, 32 Av. Henri Varagnat Bondy Cedex F93143, France
e
GEOTOP Université du Québec à Montréal, CP 8888, Succ. Centre-Ville, Montréal, Canada H3C 3P8
Received 1 June 2004; accepted 1 February 2006

Abstract

Este artículo cuantifica la elevación de la península de Manta y la isla de La Plata (Ecuador) mediante terrazas marinas. Estas terrazas marinas son parte de un
segmento más extenso de costa edificante que se extiende a lo largo del arco de Talara, desde 6.5 ° S hasta 1 ° N. A lo largo de este arco, las terrazas más altas se
observan en la península de Manta con cinco terrazas marinas de hasta 360 ± 10 m. En la isla de La Plata, se elevan cuatro terrazas marinas hasta 170 ± 10 m. Las
terrazas están fechadas utilizando métodos de luminiscencia estimulada por infrarrojos (IRSL) y U – Th. Los levantamientos calculados oscilan entre 0,3 y 0,5 mm año –
1 para los últimos 300 ka. Las terrazas más antiguas muestran una transición a los depósitos de Plio-Plequisteno aumentados de forma sintética de la Formación Canoa.
En comparación con las tasas de levantamiento más bajas documentadas en la península de Santa Elena al sur y en el área de Esmeraldas al norte, el levantamiento de la
península de Manta da cuenta del efecto de la subducción de la cresta de Carnegie desde el Plioceno tardío. El levantamiento costero termina hacia el norte fuera del
punto de proyección de la frontera de la cresta de Carnegie, pero se extiende hacia el sur a lo largo del margen norte del golfo de Guayaquil, fuera del efecto de la cresta
de Carnegie, lo que sugiere que otros elementos deben considerarse para el levantamiento en esta área. Se observa un patrón de escaneo débil de la cresta Carnegie a lo
largo de la costa, pero en lugar de un movimiento de escaneo verdadero, el contexto sugiere la posibilidad de una cresta segmentada y la introducción frontal en la zanja
de un nuevo segmento con una tendencia frontal biselada paralela A la zona de fractura de Grijalva. El inicio de la subducción de Carnegie Ridge parece estar
relacionado con un cambio en la deformación tectónica de la costa, desde las condiciones de compresión antes del plioceno medio-tardío hasta las condiciones de
extensión durante la subducción de la cresta.

Keywords: Marine terrace; Luminescence; Ridge subduction; Coastal uplift; Pleistocene; Ecuador

1. Introduction Crestas (Schnu rle et al., 1998), y su estudio permite la cuantificación e

El levantamiento costero tectónico combinado y las fluctuaciones
cuaternarias del nivel del mar dan como resultado la formación de
vuelos de terraza marina. A lo largo de los márgenes activos, las
terrazas marinas se observan favorablemente a lo largo de las costas
frente a la subducción de asísmica
*
Corresponding author. Fax: +33 0 4 93 76 37 66.
E-mail address: dumont@geoazur.obs-vlfr.fr (J.F. Dumont).
interpretación de la mejora en relación con el estilo y la estructura de la zona
de subducción (Johnson y Libbey, 1997). A lo largo del norte de Sudamérica,
las terrazas marinas se reportan de manera más o menos continua desde 1 ° N
(norte de Ecuador) hasta 6.5 ° S (norte de Perú) (CERESIS, 1985) a lo largo de
la costa de vanguardia que bordea el Arco Talara (Pedoja, 2003) ( Figura 1).
Esta área se adapta a una amplia plataforma continental y un margen costero en
la posición de la cuenca del antebrazo.

0895-9811/$ - see front matter © 2006 Elsevier Ltd. All rights reserved.
doi:10.1016/j.jsames.2006.08.003
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Fig. 1. Structural sketch of the North Andean margin around the Talara Arc. (A) North Andean Block and Carnegie Ridge, (B) main structures from coastal Ecuador. GG, Gulf of Guayaquil;
ZFZ, Zambapala fault zone; YF, Yanayaca fault; SL, San Lorenzo depression. The open arrow for plate motion refers to NUVEL-1 (De Mets et al., 1990) and the black one to GPS (Kellogg and
Vega, 1995); the northward motion of the North Andean Block refers to Trenkamp et al. (2002).
El Golfo de Guayaquil divide el Arco Talara en dos partes (Fig. 1).
Varios estudios destacan la presencia de terrazas marinas en al menos
tres áreas principales de la costa ecuatoriana: la península de Santa
Elena al sur, el área de Esmeraldas al norte y la península de Manta y
la isla de La Plata en el centro de Ecuador, donde se encuentran las
terrazas más altas son observados. La península de Manta y la isla de
La Plata se enfrentan a la parte media de la subdivisión de Carnegie
Ridge. Se ha sugerido que Carnegie Ridge es responsable del
levantamiento de la costa ecuatoriana (Daly, 1989; Gutscher et al.,
1999), pero hasta ahora, no se han presentado tasas exactas de tiempo
o levantamiento, y por lo tanto no está claro si las terrazas elevadas
son representativas de la arista de subducción o involucran otras
características del Arco de Talara. Los principales objetivos de este
documento son (1) definir las tasas de elevación de la costa en la
península de Manta y la Isla de La Plata y (2) analizar los resultados
relativos a la subducción de la cresta de Carnegie.
2. Antecedentes Geologicos y Geodinamicos
La frontera de la placa sudamericana en Ecuador se caracteriza
por un margen costero de 200 km de ancho en el sótano oceánico
acorde al margen andino durante el Eoceno (Jaillard et al., 1990,
1995). Este sótano oceánico incluye basaltos del Cretácico
inferior (formación de Pin˜on) cubiertos por Sedimentos
volcánicos del Cretácico Superior y del Paleoceno (Formación
Cayo) (Bristow y Hoestetter, 1977; Baldock, 1982) y constituye
la columna vertebral de la península de Manta y la Isla de La
Plata (Sheppard, 1937; Baldock, 1982). Según Daly (1989), la
historia del Paleógeno y Neógeno del margen costero de Ecuador está
representada por las cuencas del antebrazo llenas de sedimentos
marinos durante períodos de rápida convergencia (alrededor de 200
mm año, 1 entre 48 y 37 Ma) y erosión o deposición continental.
durante períodos de convergencia lenta (alrededor de 44 mm año, 1
entre 37 y 20 Ma). La convergencia de la placa actual es de
aproximadamente EW con una tasa media de 70–80 mm año -1,
según la estimación del posicionamiento de la placa estructural por
NUVEL 1A (De Mets et al., 1990), y 50–70 mm año — 1 según a
mediciones de GPS entre las placas de Nazca y Sudamérica (Kellogg
y Vega, 1995; Trenkamp et al., 2002). Kendrick et al. (2003)
interpretan la diferencia entre los dos métodos como una disminución
de la convergencia de las placas en los últimos tiempos.
Desde el golfo de Guayaquil hasta la frontera con Colombia, el
el ángulo entre la convergencia de la placa y la tendencia de la zona de
subducción disminuye de ortogonal a aproximadamente 40 °, evidencia
de una subducción oblicua. Esta subducción oblicua es coherente con el
movimiento hacia el norte del Bloque Norte Andino a lo largo del
Guayaquil Megashear de Caracas (Ego et al., 1996) (Fig. 1A) a una tasa
de 6 ± 2 mm año, 1 según-
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a la discrepancia entre las mediciones NUVEL 1A y GPS (De Mets et al., 1990;
Kellogg y Vega, 1995; Trenkamp et al., 2002), así como los análisis de
movimientos de falla en el norte (Schubert, 1980; Aggarwal et al. al., 1983) y sur
(Dumont et al., 2005a) partes de la mega-cizalla (Fig. 1B). La placa de Nazca es
el resultado de la ruptura de la gran placa de Farallón hace aproximadamente 25
Ma (Pennington, 1981). La zona de fractura de Grijalva (Fig. 1B) representa la
cicatriz sur de esta ruptura, limitando la corteza oceánica recién formada (más
joven que 25 Ma) al norte de la parte restante de la placa anterior de Farallon (más
vieja que 25 Ma) al sur (Pennington, 1981).
Carnegie Ridge es una meseta volcánica asísmica formada
durante el movimiento hacia el este de la nueva placa de
Nazca sobre el punto caliente de Galápagos (Hey, 1977;
Lonsdale, 1978). Se extiende W – E a lo largo de más de 1000
km desde las islas Galapagos hasta la zona de subducción del
centro de Ecuador. La parte oriental de Carnegie Ridge se
amplía de 200 km a más de 280 km, con una tendencia de
N60E hacia el norte y W – E hacia el sur. Sin embargo, la
frontera sur está afectada por estructuras de tendencia NE-
SW, paralelas a la zona de fractura de Grijalva, que se
encuentra a 130 km al sur. Frente a Ecuador, Carnegie Ridge
es una meseta maciza de 280 km de ancho a una profundidad
de 1000–1500 m, con vistas al lecho marino circundante a una
profundidad de 4000 m al sur y de 2500–3000 m al norte (
Fig. 2A). Una sección batimétrica de —la cresta —este de
Carnegie muestra una meseta central de 1500 m / 1250 m y
dos
— crestas fronterizas a una profundidad — — de 750 m al norte y
1250/1000 m al sur (Collot et al., 2002). La parte inferior de la
zanja entre la cresta de Carnegie y el Ecuador continental se
eleva unos 2000 m en relación con la profundidad de la zanja
en el norte de Perú (Collot et al., 2002). Los perfiles sísmicos
de gran angular en Carnegie Ridge evidencian una corteza de
18 a 19 km de espesor frente a la trinchera ecuatoriana
(Sallares et al., 2002). La subducción de la cresta de Carnegie
debajo de la frontera de la placa sudamericana presenta una
losa moderadamente empinada (Gutscher et al., 2000; Guillier et
al., 2001).
3. El área de la costa of Ecuador
La costa de Ecuador presenta en su mayoría una costa rocosa con
10-150 m de altura a lo largo del segmento edificante desde la falla
de Zambapala hacia el sur hasta la falla de Yanayaca hacia el norte
(Fig. 1B), así como un litoral bajo de manglar y estuarios en las áreas
de subsidio, el Golfo de Guayaquil al sur y el área de San Lorenzo
(CER-ESIS, 1985; Dumont et al., 2005b, 2006). El levantamiento es
evidenciado por los vuelos o secuencias de terrazas marinas
observadas principalmente en los tres promontorios principales, de
sur a norte: Península de Santa Elena, Península de Manta y Punta
Galera (Figs. 1B and 2A).
3.1. Terraza Marina secuencia de la Costa Ecuatoriana
Las terrazas marinas de la península de Manta se presentan en
detalle aquí. Para establecer comparaciones con la Manta.
En la península, resumimos las terrazas de la península de Santa
Elena hacia el sur y Punta Galera hacia el norte a partir de la literatura
(Olsson, 1942; Hoestier, 1948; Marchant, 1961; Iriondo, 1994) con
tasas de elevación de Dumont et al. (2005b), Pedoja (2003), y Pedoja et
al. (2003).
3
Se observan terrazas marinas a lo largo de la frontera norte del golfo
de Guayaquil a lo largo de más de 100 km desde la isla Puna al este hasta
el cabo Salinas al oeste. La mejor sucesión de escaleras de tres terrazas
marinas descritas en la literatura se observa en Cabo Salinas (Bosworth,
1922; Brown, 1922; Murray, 1925; Sheppard, 1930; Olsson,
1942; Hoffstetter, 1948; Tschopp, 1948; Marchant, 1961; Iriondo,
1994). De acuerdo con Pedoja (2003), la más baja es la de Punta Salinas,
que presenta un ángulo de la línea de la costa a una altitud que varía de
15 ± 5 a 18 ± 2 m. Las edades mínimas obtenidas por U – Th en las
conchas son 111 y 136 ka, lo que lleva a los autores a correlacionar la
terraza marina más baja con el subestadio isotópico marino 5a o 5e,
respectivamente. Las tasas de levantamiento calculadas respectivas varían
de 0.13 ± 0.01 a 0.21 ± 0.01 mm año -1.
La segunda terraza presenta un ángulo de la línea de costa que va de
35 ± 10 a 48 ± 2 m, y la terraza superior culmina a 60 ± 10 m. La
extrapolación de la tasa de elevación determinada para la terraza inferior
conduce a dos hipótesis. La primera correlaciona la segunda y tercera
terrazas con las etapas isotópicas marinas 7 (220 ka) y 9 (330 ka),
respectivamente. La segunda hipótesis relaciona las terrazas segunda y
tercera con las etapas isotópicas marinas 9 y 11 (440 ka). La primera
hipótesis enfatiza la importancia de la Etapa Isotópica Marina 7, pero esta
etapa generalmente está representada por una terraza relativamente
pequeña (Bull, 1985; Hearty and Kindler, 1995; Trenhaile, 2001), que es
la razón por la cual Pedoja et al. (2003) favorecen la segunda hipótesis.
En la isla Puna, una edad U – Th mínima en una concha de la terraza
inferior T1 conduce a una correlación con el último máximo intergla-
cial, lo que da una tasa de elevación que varía de 0.15 ± 0.08 a 0.23 ±
0.05 mm año, 1, dependiendo de si se considera el soporte alto isotópico
marino 5e o 5a (Dumont et al., 2005a). Por lo tanto, se considera una tasa
media de elevación que varía de 0,15 a 0,20 mm año – 1 para el margen
norte del Golfo de Guayaquil. Este levantamiento se observa desde la
etapa isotópica marina 9 u 11, y no hay evidencia de un levantamiento
anterior de la costa. Los depósitos del Plioceno tardío exponen facies
marinas poco profundas en una elevación que no supera los 20 m,
excepto en la Cordillera de Zambapala, una estructura emergente
relacionada con el reciente movimiento de la zona de falla de Zambapala
(Dumont et al., 2005b).
En Punta Galera, las terrazas marinas cubren un área de 3 a 5 km de
ancho y 15 a 20 km de largo. Las terrazas marinas T1, T2 y T3 presentan
ángulos costeros elevados a elevaciones de 46 ± 2, 65 ± 3 y 101 ± 3 m,
respectivamente (Pedoja, 2003; Pedoja et al., 2003). Los escasos
remanentes de terrazas están presentes al este de Esmeraldas (Pedoja,
2003; Pedoja et al., 2003). En esta área, las pequeñas fallas en las terrazas
marinas determinan una caída progresiva hacia el noreste, hasta la falla
de Yanayaca (Fig. 1B) (CERESIS, 1985; Dumont et al., 2006). Las
terrazas inferiores T1 e intermedias T2 se correlacionan con las etapas
isotópicas marinas 5e y 7 sobre la base de la datación IRSL de,
respectivamente,
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Fig. 2Margen ecuatoriano. (A) Batimetría de la cresta de Carnegie en la costa ecuatoriana y estructuras principales del margen costero. BB, Cuenca Borbon; PG, Punta
Galera; CP, Cabo Pasado; BC, Bahía de Caráquez; MP, península de Manta; PI, Isla de La Plata; CS, Cabo Salinas; SEP, penínsul a de Santa Elena; PU, Isla de la Puna;
GG, Golfo de Guayaquil; ZFZ, zona de falla de Zambapala. Las fallas principales son: 1, Jama; 2, Portoviejo; 3, Montecristi; 4, Colonche; 6, Carrizal. (B) DEM de la
península de Manta, la isla de La Plata y la plataforma continental superior. MFZ: zona de fallas de Montecristi, RSF: falla de Rio Salado.
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98 ± 23 y 220 ± 42 ka. En conclusión, podemos calcular una tasa de
elevación promedio de 0.13–0.38 mm año – 1 para el área de Punta
Galera (Pedoja, 2003; Pedoja et al., 2003). La extrapolación de una
tasa de elevación media de 0,30 mm año — 1 correlaciona la terraza
T3 con la etapa isotópica marina 9 (330 ka).
3.2. Morfologia y estructuras de la Manta Peninsula
La península de Manta, llamada así por el puerto de Manta en la
costa norte, constituye un promontorio masivo que sobresale de la
costa del centro de Ecuador aproximadamente 30 km hacia el mar
(Fig. 2A). La isla de La Plata se encuentra a 25 km de la península de
Manta al suroeste. La península de Manta y la isla de La Plata
pertenecen a la zona estructural Manta – Bahía de Caráquez
(CODIGEM y BGS, 1993), con tendencia NE-SW y limitada al SE
por la falla de Portoviejo (Figs. 2A y B) y el sur. extensión de la falla
de capa Jama – Pasado al NW (Fig. 2A, fallas 1 y 3). La península de
Manta aparece como una estructura masiva con tendencia E-W, con
la amplia cúpula de El Aromo al oeste a una altura de 360 m y la
aislada y aguda montaña de Montecristi al este, que culmina a 600 m
(Figs. 2B y 6B ). Las laderas del norte son empinadas y se convierten
en depósitos de eoceno y sótanos volcánicos. Las laderas del sur son
suaves y están cubiertas por depósitos de plioceno que se acercan a
las terrazas marinas superiores.
La falla Montecristi con tendencia E-W se extiende a lo largo de
la columna vertebral de la península de Manta, a más de 44 km desde
Cabo San Lorenzo hacia el oeste y Cerro de Hoja hacia el este (Fig.
2B), incluida la Montaña Montecristi en la zona de falla ( DGGM,
1970b). Los datos microtectónicos del sótano y la cubierta de
Neogene evidencian una red de fallas, que incluyen fallas W-E
sinistrales y NE-SW dextral a casi fallas con tendencias N-S, que
definen aproximadamente el acortamiento de tendencias ENE-WSW
(DGGM, 1970a ,segundo). Estas fallas son anteriores al depósito del
Plioceno. Los datos estructurales sugieren que la Montaña
Montecristi es una estructura emergente a lo largo de la zona de falla
de Montecristi sinistral. Las fallas normales de tendencia NW-SE
relacionadas con un evento de extensión cortaron los depósitos de
Plioceno y establecieron las terrazas marinas (DGGM, 1970b). Estas
fallas documentan un evento de extensión de tendencia N-S a NNE-
SSW que claramente marca la fecha del movimiento de
deslizamiento de la falla Montecristi.
3.3. Transicion Pliocene–Pleistocene
Los mapas geológicos (DGGM, 1970a, b) presentan las
formaciones de Canoa (Plioceno) y Tablazo (Cuaternario) como
dos unidades diferentes (Bristow y Hoestetter, 1977). Estudios
recientes (Tsuchi, 1997; Di Celma et al., 2002) dan una perspectiva
diferente.
Los depósitos marinos poco profundos de 70 a 75 m de espesor de
la Formación Canoa discordan sobre los depósitos del Mioceno
correlacionados con las formaciones de Tosagua (Whittaker, 1988;
Di Celma et al., 2002) o Angostura (Alvarez, 2002). La Formación
Canoa incluye dos miembros atribuidos por Pilsbry y Olsson (1941)
al Plioceno inferior y superior en las Bases de la bioestratigrafía
molusca. Más recientemente, Bianucci et al. (1997) identificaron
los ensamblajes foraminíferos de la biocrononozona N21 (zona de
Globigerinoides fi stulosus) en ambos miembros, lo que los llevó a
asignar la Formación Canoa al Plioceno Tardío (2.9–2.0 Ma). Esta
5
asignación estratigráfica se apoya en la aparición de la fauna de los
peces (de la provincia de Panamic), que se desarrolló después del
cierre de la vía marítima de América Central entre 3.7 y 2.9 Ma
(Ibaraki, 1997; Tsuchi, 1997; Landini et al., 2002). En la parte
superior de la península de Manta en la cúpula de El Aromo (Fig.
2B), la Formación de Tablazo, que incluye originalmente todas las
terrazas marinas pero que se consideran aquí solo para las terrazas
más altas, se sobrepone a la Formación de Canoa y presenta capas de
transición de gris. Arenisca marrón arenisca con numerosas
madrigueras de cangrejo y pellets Debido a las capas de transición,
Whittaker (1988) considera que el depósito de la Formación de
Tablazo es un miembro superior de la Formación Canoa, de acuerdo
con la disposición espacial de los afloramientos y facies de
deposición. Según Tsuchi (1997), el miembro superior de la
Formación Canoa (parte de la antigua Formación de Tablazo) incluye
microfauna de la biocrononozona nanofósica NN19 (Pleistoceno
inferior). Por lo tanto, la nueva Formación de Canoa de fi nida
comprende tres miembros para un espesor total de 85 a 90 m,
incluidos los dos miembros (70 a 75 m) de la anterior Formación de
Canoa (Álvarez, 2002; Di Celma et al., 2002) y 15 m de la antigua
Formación de Tablazo (Di Celma et al., 2002). Los tres miembros de
esta "nueva" Formación de Canoa se componen de ciclos de
sedimentos llanos marinos y costeros poco profundos con evidencia
de tectónica sinedimentaria (Alvarez, 2002; Di Celma et al., 2002).
Los ciclotemas son típicos de sedimentos depositados bajo
fluctuaciones de alta frecuencia en el nivel del mar y pueden estar
correlacionados con variaciones glacioeustáticas del nivel del mar
inducidas por períodos relativamente cortos de 41 ky y representan la
deposición cíclica y la discordancia interna observadas en las tres
partes de la Formación Canoa ( Di Celma et al., 2002). Según lo
declarado por Naish et al. (1998) para otras partes del mundo, la
aparente discrepancia del Plioceno-Pleistoceno observada en Ecuador
y el norte de Perú no representa un límite estratigráfico y tectónico,
sino que subraya la recurrencia del período de 41 ky de ciclotemas
que ocurrieron independientemente de este límite durante el período
de transición . De acuerdo con estos datos, la deposición de las
terrazas marinas superiores (El Aromo, T5 en este documento) puede
considerarse una continuación del ambiente depositario del Plioceno.
4. Metodo de estudio
Se ha aceptado ampliamente que las terrazas marinas pueden formarse
durante las etapas superiores separadas de las etapas interglaciales
correlacionadas con las etapas isotópicas y / o subestaciones de oxígeno
marino (James et al., 1971; Chappell, 1974; Bull, 1985; Ota, 1986;
Jouannic et al., 1988; Muhs et al., 1990). Cada terraza marina se
caracteriza por un ángulo de la línea de costa, o el ángulo entre la
plataforma de abrasión marina y la paleosea asociada. El ángulo de la
línea de la costa representa la transgresión máxima registrada durante una
etapa interglacial, así como
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Como nivel de paleosea. Por lo tanto, cualquier variación
lateral de la elevación a lo largo de esta línea puede
interpretarse como una deformación tectónica desde la
formación de la terraza. Pero en general, el movimiento
vertical total de la línea de la costa en relación con la edad de
la etapa interglacial asociada indica una tasa media de
elevación. Para estimar el levantamiento vertical, la posición
eustática de los niveles de paleosea considerados en relación
con el presente se debe conocer con la mayor precisión
posible. Los datos disponibles a nivel mundial muestran que
los niveles de paleosea fueron en elevaciones similares a las
del presente durante el subestadizo isotópico marino 5a y la
etapa 9 del isopático marino, +6 m durante el subestadizo
isotópico marino 5e (Chappell y Shackleton, 1986; Hearty and
Kindler, 1995; Neumann, 2001), y 2 m durante el estadio
isotópico marino 7 (Shackleton, 1987). Según nuestro cálculo,
el nivel máximo del mar de la Etapa Isotópica Marina y las
Subestaciones 5e, 7 y 9 son el máximo de insolación, con
fecha de 130, 220 y 330 ka, respectivamente (Chappell, 1974;
Cappell y Shackleton, 1986; Shackleton, 1987; Zazo, 1999).
Las altitudes de los ángulos de la línea de la costa se han
medido usando altímetros digitales calibrados en la última
marca de marea alta observada en la costa. El nivel del mar
preciso de 0 m se determina luego utilizando las tablas de
mareas del indicador de marea de Manta (INOCAR, 1999).
Suponemos que las terrazas marinas se formaron en
condiciones de marea similares a las actuales. La deriva
barométrica se registra utilizando otro altímetro que se
muestra en una posición estable en o cerca del punto de
referencia trazado en la costa. Todas las altitudes se dan en
metros sobre el nivel medio del mar (a.m.s.l.). El rango de
error para el altímetro es de ± 1 m, pero el mayor error
proviene de la calidad de conservación del ángulo de la línea
de costa. La erosión y / o los coluvios tienden a reducir la
precisión de la medición. Para el 25% de los casos, utilizamos
un mapa de variación de pendiente derivado de un modelo de
elevación digital (DEM) del área para fijar un valor superior
para la altitud de ángulo de la línea de costa de las terrazas.
Los mapas batimétricos (INOCAR, 1989, 1997) y la posición
del interruptor sugieren que la plataforma en tierra real no se
extiende por debajo de 10 m (Fig. 2B). En los peores casos de
observación incierta del ángulo de la línea de costa, se puede
estimar una elevación máxima, ya que su posición no puede
ser más de 10 m más alta que la elevación de la plataforma de
abrasión que constituye la parte principal de la terraza marina..
5. Datos de terrazas marinas
La edad de una terraza marina está determinada por la de la
cumbre superior asociada con el ángulo superior de la línea de
costa. A menos que el material para la datación se recupere cerca
del ángulo de la línea de costa, la datación de la terraza debe
corregirse, especialmente si el material proviene de depósitos
ubicados en la parte media o inferior de la terraza. Debido a los
límites de edad del método de datación, podemos determinar solo
la edad de las terrazas marinas más bajas y debemos extrapolar la
edad de las superiores. Utilizamos dos métodos de datación
absolutos: la luminiscencia estimulada por infrarrojos (IRSL)
aplicada a los granos de feldespato y el método de desintegración
U – Th en las conchas. Ambas citas, U – Th e IRSL, se realizaron
en la Université du Que´bec a` Montre´al (UQAM) en los
laboratorios Lux y Geotop, respectivamente. Las muestras utilizadas
para la datación se recolectaron lo más cerca posible del ángulo de la
línea de costa, pero en algunos casos, se encontraron a varios
kilómetros de distancia..
5.1. Infrared-stimulated luminescence (IRSL)
La datación por luminiscencia (Aitken, 1998) se ha aplicado
recientemente a arenas marinas poco profundas desde terrazas
elevadas (Wood, 1994). Para determinar la dosis equivalente (De),
utilizamos una versión modificada de la regeneración de alícuotas
individuales (Murray, 2000) de feldespato, como informaron
Lamothe y Auclair (1999). El desvanecimiento anómalo de la
luminiscencia del feldespato se corrigió utilizando la ecuación
recientemente propuesta por Huntley y Lamothe (2001). Los
parámetros dosimétricos y la dosis anual para las muestras de la
Península de Manta aparecen en la Tabla 1, y las edades estimadas y
corregidas se encuentran en la Tabla 2. Las edades citadas en este
documento se derivan de la media de 16 alícuotas, medidas
aproximadamente 1 h después de la irradiación. El parámetro de
desvanecimiento ‘g’ ’se evaluó durante varios días para cada
alícuota, y se utilizó la media g de la distribución de las 16 alícuotas
para corregir el desvanecimiento anómalo (Auclair et al., 2002). Este
enfoque implica dos limitaciones. Primero, la corrección desarrollada
por Huntley y Lamothe (2001) es confiable solo para muestras de
sedimentos jóvenes, o aquellas para las cuales la señal de
luminiscencia se encuentra en la parte lineal de la curva de respuesta
de la dosis. La luminiscencia natural de las muestras de Manta es
ligeramente superior a la linealidad, por lo que la edad IRSL
corregida debe considerarse más joven que la edad de deposición.
Segundo, se asumió que todos los granos en las muestras de
sedimento se habían blanqueado completamente antes del
enterramiento. Este supuesto parece razonable de acuerdo con la
coherencia del conjunto de datos de luminiscencia. Se verificó la
reproducibilidad de la datación IRSL en tres muestras de la misma
terraza marina (T2, San Mateo) y la correlación entre los resultados
de la datación IRSL y U-Th en dos terrazas (T1 y T2, Golfo de San
Mateo). Las fechas de IRSL son reproducibles, y U – Th e IRSL dan
resultados similares (for the precise values, see Tables 2, 3; for
comparison, see Table 4).
5.2. U–Th
El método de desintegración del uranio se ha aplicado a las
conchas marinas durante más de tres décadas (Herbert Veeh, 1966;
McLaren y Rowe, 1996). En este estudio, los datos U – Th no
contradicen la estratigrafía y son concordantes con las edades IRSL
(Tablas 2, 3). La reproducibilidad del proceso analítico se probó
utilizando una medición repetida de un coral de la Isla Timor (Último
Interglacial Máximo, Subestadios Isotópicos Marinos 5e) y un
estándar de uraninita. El error es rutinariamente inferior a ± 0.5%.
Todos los errores se reportan como 2r de la media..
6. Terraza Marina de Manta Peninsula
Ocho terrazas marinas en elevaciones de 25–360 m cubren la
parte principal de la península de Manta (Fig. 3). El más alto
 K. Pedoja et al. / Journal of South American Earth Sciences 22 (2006) 1–21 7

Table 1
Dosimetric parameters and annual dose for the samples of the Manta Peninsula
Sample Abundances Water a dose External Internal c dose Annual dose
U (ppm) Th (ppm) K (%) content (Gy ka—1) b dose b dose (Gy ka—1) (Gy ka—1)
(D) (%) (Gy ka—1) (Gy ka—1)
C5 1.6 1.3 0.85 14.3 0.03 ± 0.02 0.71 ± 0.07 0.09 ± 0.05 0.38 ± 0.05 1.36 ± 0.10
C7 1.5 2.1 0.88 14.3 0.04 ± 0.03 0.75 ± 0.09 0.09 ± 0.04 0.42 ± 0.06 1.45 ± 0.13
C8 1.2 1.4 0.61 12.0 0.04 ± 0.02 0.53 ± 0.06 0.11 ± 0.05 0.30 ± 0.04 1.13 ± 0.11
C12 1.0 1.2 0.78 10.5 0.04 ± 0.02 0.65 ± 0.07 0.12 ± 0.06 0.34 ± 0.05 1.29 ± 0.12
C13 1.5 1.2 0.73 10.1 0.04 ± 0.02 0.66 ± 0.07 0.12 ± 0.06 0.37 ± 0.05 1.35 ± 0.12
C23 1.3 1.2 0.85 12.7 0.04 ± 0.02 0.68 ± 0.07 0.11 ± 0.05 0.36 ± 0.05 1.33 ± 0.12
Grain size: 125–250 lm. U, Th, and K abundances determined by instrumental neutronic activation (INAA). a values estimated at 0.10 ± 0.01 and cosmic dose at 0.15 ± 0.03 Gy ka—1. b dose
corrected for attenuation and absorption. c dose calculated with INAA and thick source alpha counting.

Table 2
IRSL ages (ky) obtained from the marine terraces deposits of the Manta peninsula
Manta Equivalent dose (Gy) Dose rate (Gy ka—1) g value (% per decade) IRSL ages (ka)
Measured Correctedb
C5 76 ± 11 1.36 ± 0.10 3.5 ± 0.8 56 ± 8 76 ± 18
C7 230 ± 26 1.45 ± 0.13 4.0 ± 1.8 158 ± 15 232 ± 35
C8 190 ± 9 1.13 ± 0.11 4.8 ± 1.1 168 ± 17 272 ± 38
C12 169 ± 9 1.29 ± 0.12 4.3 ± 1.4 131 ± 20 212 ± 38
C13 195 ± 30 1.35 ± 0.12 4.0 ± 1.4a 138 ± 15 203 ± 32
C23 112 ± 22 1.33 ± 0.12 3.4 ± 1.7 84 ± 17 115 ± 23
See the text.
a
For sample C13, an average g value is used due to the loss of grains during measurements.
b
Corrected age corresponds to minimum age.

Table 3
U–Th contents and estimated ages of samples from the Manta Peninsula and La Plata Island
Sample Const. 230Th Const. 234U 230
Th/234U ±230 Th/234U 234
U/238U ±234U/238U Age (ky) + —
Costa-4 0.009195 0.002835 0.6565 0.0073 1.9205 0.0145 104.146 1.8727 1.8409
Manta-10 0.549 0.0048 1.1168 0.009 85.060 1.2219 1.2026
Manta-6 0.834 0.0054 1.0664 0.005 187.967 3.7222 3.5775
See the text.

Table 4
Cross-results of IRSL and U–Th dating methods and estimated Marine Isotopic Stage (MIS) or Substage (MISS) for the marine terraces
Marine terrace sequence Marine terrace Age (ka) Dating method Outcrop position relative to shoreline angle (km) Guessed MIS or MISS
San Mateo Paleogulf T1 (Jaramijo) 76 ± 18 IRSL 10 5e (shoreline), 5a (deposit)
85 ± 1.2 U–Th 10
T2 (San Mateo) 232 ± 35 IRSL <2 7 (shoreline)
203 ± 32
212 ± 38
187 ± 3.7 U–Th <2
T3 (Montecristi) 272 ± 38 IRSL <4 9 (shoreline)
Pile Paleogulf T10 (Bravo) 115 ± 23 IRSL <5 5e (shoreline)
La Plata Island T100 (Machete) 104 ± 1.8 U–Th <1 5e (shoreline)
See the text.

Las terrazas describen círculos alrededor de la alta El Aromo, que
aparece como una isla emergente progresivamente vinculada al
continente. Presentamos las terrazas marinas más bajas que definen dos
paleogulfos al norte (San Mateo) y al sur (Pila) (Fig. 3C), así como las
terrazas marinas de la parte superior de la península..
6.1. Terrazas del Paleogolfo San Mateo
Las terrazas marinas de Jaramijo (T1), San Mateo (T2) y Montecristi
(T3) (Figs. 3B y C) describen el Paleogulf de San Mateo en el lado norte
de la Península de Manta. La terraza marina del Jaramijo inferior (T1)
cubre una erosión
8 K. Pedoja et al. / Journal of South American Earth Sciences 22 (2006) 1–21

Fig. 3. Marine terraces on the Manta Peninsula. (A) Overview of Manta Peninsula. (B) Shoreline angles, numbers refer to the elevations: 1, 43 ± 2 m; 2, 77 ± 3 m; 3, 110 ± 5 m; 4, 130 ± 10 m; 5, 30 ±
2 m; 6, 25 ± 3 m; 7, 67 ± 1 m; 8, 110 ± 2 m; 9, 113 ± 2 m; 10, 203 ± 10 m; 11, 57 ± 2 m; 12, 300 ± 10 m; 13,
340±10 m; 14, 360± 10m. (C) Reconstructederosion-free surfaces covered bymarine terraces. San Mateo Paleogulf T1, Jaramijo; T2, San Mateo; T3, Montecristi. Pile Paleogulf T10, Bravo;
T20, Pile; T30, Montesolitario; T4, Chispas; T5, El Aromo. (D) Position of dating samples sites.

El área libre de 45 km2 (Fig. 3C) tiene un ancho de hasta 10 km y se
extiende más o menos continuamente a lo largo de 20 km desde la
parte oeste de la ciudad de Manta hasta Jaramijo (Fig. 3A y B). La
morfología muestra que T1 es una terraza compuesta que incluye dos
plataformas unidas entre sí (Fig. 3B, línea discontinua), con una
visibilidad intermedia de 2–3 m en la vecindad de Jaramijo´ a una
elevación de 15–20 m. Este pequeño cli ff se interpreta como el
ángulo de la línea de costa de la plataforma inferior. La arena de la
costa poco consolidada cubre la plataforma inferior cerca de Jaramijo
y proporciona 18 especies de bivalvos y 16 gasterópodos. El ángulo
de la línea de costa de la plataforma superior aparece en elevaciones
de 43 ± 2 m (punto 1), 30 ± 2 m (punto 5) y 25 ± 3 m (punto 6) (Fig.
3B, Tabla
4). La diferencia de casi 20 m entre los puntos 1 y 5/6 se interpreta
como un conjunto o ff debido al movimiento de la falla de Río Salado
después de la formación de la terraza (Figs. 5–7). Se recolectaron dos
muestras para la datación en la parte distal de la plataforma T1
inferior a una altura de 5 m, a unos 10 km del ángulo superior de la
línea de costa. La muestra C5 para la datación por IRSL proviene de
arena estuarina y la muestra Manta 6 para la datación U – Th de una
concha (Anadara grandis). La edad corregida por IRSL es de 76 ± 18
ka (Tabla 2), y la edad de decaimiento U – Th es de 85 ± 1.2 ka
(Tabla 3).
La terraza marina de San Mateo (T2) cubre un área de 40 km2, entre
el pueblo de San Mateo (oeste) y el sur del pueblo de Jaramijo (este)
(Figs. 3A a C). Esta terraza se cortat
 K. Pedoja et al. / Journal of South American Earth Sciences 22 (2006) 1–21
extensamente por la carretera circular de Manta. La macrofauna es
abundante, incluyendo 51 especies de gastrópodos y 46 bivalvos. La
altitud del ángulo de la línea de costa se encuentra en una elevación
de 77 ± 3 m (punto 2) y 67 ± 1 m (punto 7) (Fig. 3B, Tabla 4). La
diferencia de 10 ± 4 m entre la elevación de los puntos 2 y 7 está
relacionada con el conjunto de fallos de Rio Salado (Figs. 6 y 7).
Para comparar ambos métodos de datación, obtenemos tres edades
IRSL de la terraza T2 (muestras C7, C12, C13; Fig. 3D) y una
datación U – Th de un Ostrea iridescens (muestra Manta 10, Fig. 3D)
. Los resultados de la datación por IRSL son 232 ± 35 ka (C7), 212 ±
38 ka (C12) y 203 ± 32 ka (C13) (Tabla 2). El método de
desintegración U – Th da una edad de 187 ± 4 ka (Manta 10, Tabla
3).
La terraza marina de Montecristi (T3) es la terraza más alta del
paleogulf de San Mateo, cubriendo un área total de aproximadamente
80 km2 entre el pueblo de La Traversia (oeste) y los cayos del este de
la Montaña de Montecristi (este) (Fig. 3A). Los depósitos de marea
de hasta 4 m de espesor incluyen 57 especies de gasterópodos y 69
bivalvos. En La Traversia, depósitos muy gruesos que incluyen
guijarros y conchas grandes erosionadas de Melegena patula y Conus
sp. Sugerir la proximidad de una costa rocosa. El ángulo del litoral de
esta terraza se ubica de oeste a este a 110 ± 2 m (punto 8), 113 ± 2 m
(punto 9), 110 ± 5
(punto 3), y 130 ± 10 m (punto 4) (Fig. 3B, Tabla 4). La diferencia de
casi 20 m de elevación entre los puntos 3 y 4 repite las diferencias de
elevación observadas para T1 y T2 en ambos lados de la falla de Río
Salado (Figs. 6 y 7). La muestra C8 (Fig. 3D) recolectada al sureste
de Manta a una altitud de 95 m en una posición distal de la terraza T3
proporciona una edad IRSL de 272 ± 38 ka (Table 2).
6.2. Terrazas del Paleogolfo Pile
Las terrazas Bravo (T10), Pila (T20) y Montesolitario (T30) cubren
un área de unos 280 km2 y definen la Paleogulf de pila en el margen sur
de la península de Manta (Fig. 3C). La numeración subraya la
correlación entre las terrazas respectivas de los paleogulfs de San
Mateo y Pile, verificadas con visión retrospectiva sobre la base de
facies y datación. La terraza marina de Bravo (T10) cubre
aproximadamente 150 km2 y constituye las laderas más bajas del sur de
la península de Manta (Fig. 3C). Esta terraza es compuesta e incluye al
menos dos plataformas de abrasión (Fig. 3B). El ángulo de la línea de
costa entre las dos plataformas es bastante impreciso debido a las La correlación entre las terrazas marinas de las partes norte y sur de la
pendientes muy bajas desarrolladas sobre un sótano hecho de península de Manta es obvia para las dos terrazas superiores T4 y T5
sedimentos suaves y arenosos sensibles a la erosión (Formación
Canoa). El ángulo de la línea costera superior se ubica a casi 10 km
tierra adentro desde la costa a una altitud de 57 ± 2 m (punto 11) (Fig.
3B, Tabla 4). La muestra de C23 recolectada de un depósito construido
por olas ubicado a 2 km hacia el mar del ángulo superior de la línea de
costa (Fig. 3D) proporciona una edad óptica de 120 ± 18 ka (Tabla 2).
Cerca de San Jose´, Cantalamessa et al. (2001) describen un conjunto
de megafauna asociado con depósitos aluviales glaciares tardíos
discordantes que recubren la terraza marina T10, que es coherente con
la edad IRSL de la terraza.
La terraza marina de Pile (T20) cubre un área de aproximadamente
55 km2 (Fig. 3C). Depósitos sedimentarios relacionados con Esta
terraza marina es escasa o difícil de diferenciar de los depósitos marinos
poco profundos subyacentes de la Formación Canoa. El análisis
morfológico nos lleva a determinar la altitud del ángulo de la línea de
costa a 110 ± 10 m.
La terraza marina Montesolitario (T30) es la terraza marina más alta
del Paleogulf Pile, con una superficie de 70 km2 (Fig. 3C). Esta terraza
9
marina corta la Formación Canoa de manera inconforme y se asocia con
parches de sedimentos. El ángulo de la línea de costa se encuentra a una
altura de 170 ± 10 m con una tendencia casi paralela a la de T20..
6.3. El aromo Paleoisland
Las terrazas marinas de Chispas y El Aromo son las más altas de la
península de Manta (Figs. 3B y C). Su posición alrededor de la alta El
Aromo describe la emergencia inicial de la península de Manta, al oeste,
como una isla. La terraza más alta de El Aromo se observa solo cerca de
la cima de la alta, pero la terraza inferior de Chispas inicia un vínculo con
el continente.
La terraza marina de Chispas (T4) cubre un área de aproximadamente
200 km2 y se extiende en dos áreas: alrededor de El Aromo hacia el oeste
y en las laderas oeste y sur de la montaña de Montecristi hacia el este
(Fig. 3C). El patrón de drenaje y la morfología muestran que la terraza de
Chispas se compone de varias plataformas sucesivas y muy imbricadas.
Los sedimentos de la terraza oriental de Chispas, observados al pie de la
montaña de Montecristi, incluyen una secuencia regresiva de 10 m de
arena de marea y costa que proporcionó 26 gastrópodos y 56 bivalvos, la
mayoría de ellos (por ejemplo, Tagelus sp., Chione sp. ) en posiciones de
vida. El ángulo de la línea costera más alta se sitúa en 203 ± 10 m (punto
10) al norte y 240 ± 10 m 8 km al sur (Fig. 3B, Tabla 4). La diferencia de
casi 40 m está relacionada con el movimiento de la falla de Montecristi.
La terraza marina de El Aromo (T5) cubre un área de 220 km2 en la
parte superior de la cima de El Aromo (Fig. 3C). Surge en tres lugares
que van desde 300 hasta 360 m. Las fotografías aéreas sugieren que los
tres afloramientos forman parte de una única terraza desorganizada y
colocada a lo largo de la falla de Montecristi (Figs. 6A y 7). Esta
hipótesis está respaldada por similitudes en facies y contenido fósil de 57
especies de gastro-pods y 37 bivalvos. El elemento de la terraza más baja
se encuentra al norte de El Aromo, con una elevación del ángulo de la
línea de costa de 300 ± 10 m (Fig. 3B, punto 12, Tabla 4). En El Aromo,
otro afloramiento de esta terraza consiste en 2 m de arenisca bioclástica
gruesa discordante que cubre el sótano a una altura de 340 ± 10 m (punto
13, Fig. 3B, Tabla 4). El remanente más alto de esta terraza cubre la cima
de la colina al sur de la aldea a una altura de 360 ± 10 m (Fig. 3B, punto
14, Table 4).
6.4. Correlacion entre norte y sour Manta Peninsula
10 K. Pedoja et al. / Journal of South American Earth Sciences 22 (2006) 1–21
. Diferencias significativas de elevación de 37 ± 20 m para T4 (203 m al
norte y 240 m al sur) y 60 ± 20 m para T5 (300 m al norte y 360 m al sur)
(Tabla 4) aclarar el efecto de la falla de Montecristi, que subraya un
levantamiento más rápido de la parte sur de la península.
Las terrazas inferiores T1 – T3 al norte y las terrazas T10 – T30 al sur no
presentan continuidad entre el norte y el sur de la península. Sin
embargo, patrones similares permiten la correlación del complejo T1 y
T10, el T2 y T20 más pequeños, y finalmente los T3 y T30 grandes como
terrazas marinas equivalentes a ambos lados de la península de Manta.
Con un rango menor, se observan diferencias similares de elevación: 32 ±
5 m entre T1 y T10 (punto 11– punto 6), 32 ± 11 m entre T2 y T20
(altitud T20 – punto 7), y 60 ± 15 m entre T3 y T30 (altitud T30 – punto
3). A pesar del rango de error, estos datos documentan un movimiento
continuo de la falla de Montecristi y un levantamiento más rápido de la
parte sur de la penínsul.
6.5. La Isla Plata
La Isla de La Plata presenta cuatro terrazas marinas en
elevaciones que van desde 47 hasta 160 m (Fig. 4). Estas terrazas
marinas se cortan en los basaltos y doleritas de la Formación
Pinón y presentan una morfología de terraza bien conservada. Los
depósitos sedimentarios son muy escasos y están hechos de
conglomerados y se remodelan cantos rodados desde el sótano.
Una plataforma continental poco profunda (<50 m) separa la
península de Manta de la isla de La Plata (Fig. 2B), y la isla se
unió al continente durante el Último Máximo Glacial, porque el
nivel del mar estaba 120 m por debajo del nivel actual por 20 ka
(Chappell y Shackleton, 1986). La terraza de Machete (T100)
cubre la parte sur de la isla (Fig. 4) y una pequeña parte de la
parte norte, al este de la Bahía de Drake. El ángulo de la línea de
costa se ubica a una altitud de 47 ± 2 m en la parte sureste de la
isla (punto 15, Tabla 4). La muestra de Costa 4 (Fig. 4B)
proporciona una edad de 104 ± 2 ka por U – Th que data en una
concha de Strombus galeatus (Tabla 3).
La terraza marina de Escalera (T200) se observa cerca de Punta
Escalera (Fig. 4). Esta superficie de erosión está cubierta
localmente por hasta 1 m de conglomerado y cantos rodados; Sin
embargo, casi no hay concha. El ángulo de la línea de costa tiene
una altitud de 73 ± 3 m (punto 16, Tabla 4).
La terraza marina de Piqueros (T300) caracteriza la morfología
de las partes central y occidental de la isla en una elevación
media de 140 ± 5 m. El ángulo de la línea costera está bien
conservado al sur del faro (Fig. 4B, punto 17) a una altitud de 145
± 5 m (Tabla 6).
La plataforma marina de El Faro (T400) representa la superficie
de cultivo de la isla a una altitud media de 160 m (Fig. 4B).
Algunos parches delgados de conglomerado cubren la superficie.
El ángulo de la línea de costa no se observa porque no hay una
elevación más alta que esta superficie. La relación morfológica y
de elevación entre las plataformas de corte de onda relativamente
planas y los ángulos de la línea de costa observados en
las terrazas más bajas de la isla de La Plata sugieren que la altura
que corta la terraza marina de 160 m de altura probablemente no
sea más alta que 170 ± 10 m, un valor considerado aquí como la
elevación del ángulo de la línea de costa virtual de esta terraza.
7. Uplift velocities of lower terraces
The calculated uplift rate is based on the dating of the lower terraces,
as summarized in Table 5, which assigns these terraces to a Marine
Isotopic Stage. Uplift rates are graphically represented in Fig. 5, and data
are presented in Table 6. The raw IRSL ages are younger than the corre-
sponding shoreline angle. As a result, they cannot automat- ically be
attributed to the next Marine Isotopic Stage or Substage and must be
discussed relative to the pattern of the paleosea level considered
regionally or globally.
7.1. Terraza Marina T1, T1 0 , and T100
Las muestras C5 y Manta 6 proporcionan edades U – Th e IRSL de 76 ± 9
ka y 85 ± 1.2 ka, respectivamente, lo que sugiere una correlación con el
subestadio isotópico marino 5a (85 ka) (Tabla 5). Sin embargo, estas
muestras están ubicadas a 10 km hacia el mar del ángulo de la línea de la
costa de la terraza T1, lo que sugiere una correlación de la posición alta
correspondiente con el subestadio isotópico marino 5e (130 ka). Esta
interpretación está respaldada por la estratigrafía mundial de terrazas
marinas, que muestra que el subestadio isotópico marino 5e es la mejor
representada de las terrazas de la última etapa interglacial (Johnson y
Libbey, 1997). Además, la reocupación de una plataforma anterior es
posible en una zona de crecimiento moderado, como lo sugiere la
morfología de la terraza T1 en el Paleogulf de San Mateo y T10 en el
Paleogulf de Pile. La muestra de C23 obtenida de T10 (Piles Paleogulf,
Manta Peninsula) proporciona una edad IRSL de 115 ± 23 ka, que parece
correlacionar la terraza con el Último Máximo Interglacial (Isolatema
Marino Subestadios 5e, 130 ka). La muestra U-Th de Costa 4 de T100 (Isla
de La Plata) da una edad de 104 ± 1.8 ka y soporta la misma correlación.
Por lo tanto, atribuimos esta terrazas al Último Máximo Interglacial
(Subestadística Isotópica Marina 5e, 130 ka) (Tablas 5 y 6), que es
coherente con la interpretación de Cantalamessa y Di Celma (2004)
7.2. Terraza Marine T2, T2 0 , and T200
Tres muestras de datación IRSL, C7, C12 y C13 de T2, dan datos
de 232 ± 35, 212 ± 36 y 203 ± 32 ka para una edad media de 216 ky;
Un U – Th que data de la misma terraza produce una edad de 187 ka
(Tabla 5). Estas edades se adaptan a un ángulo de la línea costera
relacionado con la Etapa Isotópica Marina 7 (220 ka). Las terrazas
T2, T20 y T200 son más angostas que las terrazas T1, T10, T100 y
T3, T30, T300, lo cual es consistente con la observación mundial de
que la extensión de terraplén de Marine Isotopic Stage 7 es menor
que la de Etapas isotópicas marinas 9 o 5 (Hearty and Kin- dler,
1995).
 K. Pedoja et al. / Journal of South American Earth Sciences 22 (2006) 1–21 11

Fig.4. Marineterraceson La PlataIsland.(A)DEM; (B) position ofthe marine terrace;(C) photo fromthe southeast. Notethatperspectiveand distance give a false succession of relative
altitudes.

Table 5
Altitude of shoreline angles and correlation between marine terraces from different sequences
Point number Sequence Terrace number and name Altitude Error range
1 I San Mateo Paleogulf East T1 Jaramijo 43 2
2 I San Mateo Paleogulf East T2 San Mateo 77 3
4 I San Mateo Paleogulf East T3 Montecristi 130 10
5 II San Mateo Paleogulf West T1 Jaramijo 30 2
6 II San Mateo Paleogulf West T1 Jaramijo 25 3
7 II San Mateo Paleogulf West T2 San Mateo 67 1
3 II San Mateo Paleogulf West T3 Montecristi 110 5
8 II San Mateo Paleogulf West T3 Montecristi 110 2
9 II San Mateo Paleogulf West T3 Montecristi 113 2
10 II San Mateo Paleogulf West T4 Chispas 203 10
11 III Pile Paleogulf T10 Bravo 57 2
12 II San Mateo Paleogulf West T5 El Aromo 300 10
13 II San Mateo Paleogulf West T5 El Aromo 340 10
14 III Pile Paleogulf T5 El Aromo 360 10
15 IV La Plata Island T100 Machete 47 2
16 IV La Plata Island T200 Escalera 73 3
17 IV La Plata Island T300 Piqueros 145 5

Correlation of marine terrace from different sequences T1 (Jaramijo, sequence I) = T1 0 (Bravo, sequence III) = T100 (Machete, sequence IV)
T2 (San Mateo, sequence I) = T20 (Pile, sequence III) = T200 (Escalera, sequence IV) T3 (Montecristi,
sequence I) = T30 (Montesolitario, sequence III) = ? T300 and T400 ? (Piqueros and el Faro, sequence
IV)
Correlations are based on dating results and chronostratigraphic interpretation.

7.3. Terraza Marina T3, T3 0 , and T300
La muestra C8 de la terraza T3 produce una edad IRSL de 272 ± 38
ka. Si bien la muestra se ubica a 4 km hacia el mar desde el ángulo de
la línea de la costa, la atribución del punto alto correlativo a la etapa
isotópica marina 9 (330 ky) es realista y está respaldada por el gran
desarrollo de esta terraza. La corrección por desvanecimiento
anómalo para la muestra C8 puede ser mucho mayor que la sugerida
por el valor de g medido
. Las interpretaciones cronoestratigráficas anteriores también
corresponden a las terrazas T30 y T300 con la Etapa 9 isotópica marina.
Sobre la base de estas atribuciones de edad, se puede calcular una tasa
media de elevación para las tres terrazas inferiores (Fig. 5 y Tabla 6). El
resultado es una tasa media de elevación de
0.27 ± 0.01 mm año — 1 para la terraza T1 (Subestadística isotópica
marina 5e), 0.29 ± 0.03 mm año — 1 para la terraza T2 (Etapa isotópica
de Marte 7) y 0.40 ± 0.04 mm año — 1 para T3 ter. Raza (etapa isotópica
marina 9). También observamos que la
12 K. Pedoja et al. / Journal of South American Earth Sciences 22 (2006) 1–21

Fig. 5. Uplift rates from the Manta Peninsula. (A) Location of marine terrace sequences and topographic cross-section. MFZ, Montecristi fault zone; RSF, Rio Salado fault. (B) Altitude
repartition of marine terraces correlated with Marine Isotopic Stage or Substage. (C) Graphic representation of uplift rates.

Table 6
Uplift velocities (mm yr—1) for the three ultimate interglacial periods in the Manta Peninsula and La Plata Island
San Mateo Paleogulf Pile Paleogulf La Plata Island Mean
Marine Isotopic Substage 5e Pt 1:0.29 ± 0.01 Pt 10: 0.40 ± 0.01 Pt 15: 0.32 ± 0.01 0.27 ±0.01
Pt 5: 0.19 ± 0.01
Pt 6: 0.15 ± 0.02
Marine Isotopic Stage 7 Pt 2: 0.35 ± 0.02 0.50 ± 0.08 Pt 16: 0.30 ± 0.02 0.29 ±0.03
Pt 7: 0.31 ± 0.02
Marine Isotopic Stage 9 Pt 4:0.39 ± 0.08 0.51 ± 0.08 Pt 17: 0.43 ± 0.04 0.40 ± 0.4
Pt 3: 0.33 ± 0.04
Pt 8: 0.33 ± 0.01
Pt 9: 0.33 ± 0.01
Mean uplift 0.30 ± 0.02 0.47 ± 0.05 0.35 ± 0.02

la parte sur de la península de Manta aumenta más rápidamente
(elevación media de 0,47 ± 0,05 mm año -1) que la parte norte (0,30
± 0,02 mm año 1) o la isla de La Plata (0,35 ± 0,02 mm año)).
8. Estimacion del levantamiento de las terrazas
Las edades de las terrazas superiores se estiman suponiendo que la
tasa de elevación ha sido relativamente constante y el
0.30 mm año — 1. La extrapolación de esta tasa de elevación
proporciona edades comprendidas entre 643 y 710 ka para T4 (Chispas,
elevación 203 ± 10 m) y 966 a 1066 ka para T5 (El Aromo, elevación 300
± 10 m) (Figs. 3 y 5 ). Sobre la base de la Etapa Isotópica Marina mejor
marcada de plataformas estables (Hearty y Kindler, 1995), sugerimos
correlacionar la

El nivel del mar fue similar al presente durante la formación de cada

una de estas terrazas. Para la península del norte de Manta y la isla de
La Plata, consideramos una tasa media de elevación de
 K. Pedoja et al. / Journal of South American Earth Sciences 22 (2006) 1–21
Terraza de T4 compuesta y ancha con los Estamentos isotópicos
marinos 15 y / o 17 y las terrazas de El Aromo con los estadios isotópicos
marinos 31, 35 y / o 37 (Fig. 5C).
Entre 1,5 y 0,6 Ma, la periodicidad de las glaciaciones fue de
aproximadamente 41 ka (período de oblicuidad de la Tierra), en
comparación con los ciclos de 100 ka observados más tarde, debido al
período de excentricidad orbital de la Tierra (Rutherford y D’Hondt,
2000). Por lo tanto, las terrazas T4 y T5 de la península de Manta se
habrían formado durante 41 ka ciclos glaciares / interglaciales, dando
como resultado terrazas compuestas y recurrencias más cercanas, que
favorecen la reocupación de las terrazas anteriores.
9. Correlacion entre La Plata Island and Manta Peninsula
La correlación estratigráfica entre las terrazas marinas de la isla de La
Plata y la península de Manta debe considerarse con cautela, ya que los
diferentes sótanos, basaltos en la isla de La Plata y los sedimentos
marinos relativamente blandos en la península de Manta conducen a
extensiones diferentes y preservación de la terraza marina. La datación de
las terrazas inferiores T1 y T100 (C5, C23 y Costa 4; Tablas 2, 3 y 5)
sugiere atribuir las terrazas marinas de ambas áreas al Último Máximo
Interglacial. Las terrazas marinas inferiores T1 (península norte), T10
(península sur) y T100 (isla de La Plata) se elevan a 43 ± 2 (la altitud más
alta para el ángulo de la línea de costa de esta terraza en esta zona), 57 ±
2, y 47 ± 2 m, respectivamente. Las tasas de elevación calculadas están
en el mismo rango para T1, T10 y T100, lo que proporciona una base
para extrapolar las edades y correlaciones entre las terrazas marinas más
antiguas de la Isla de La Plata y la Península de Manta. Las altitudes del
segundo conjunto de terrazas (T2, T20 y T200) son 77 ± 3, 110 ± 10 y 73
± 3 m, lo que sugiere la misma tasa de elevación en la isla de La Plata y
la parte norte de la península de Manta. Por lo tanto, las terrazas T1 y T2
en la península norte de Manta se pueden correlacionar razonablemente
con las terrazas T100 y T200 en la isla. La correlación de las terrazas más
altas es más difícil. En la isla de La Plata, hay una brecha de altitud de 72
m entre T200 y T300, que es la sucesión de terrazas más cercanas en la
península de Manta. Se puede debatir si las terrazas T3 / T30 de la
península no tienen un equivalente en la Isla de La Plata o si permanecen
cubiertas bajo la gran pendiente de los taludes del sur de la isla. Sin
embargo, las terrazas T300 y T400 en la isla están probablemente
correlacionadas con las terrazas marinas T4 y / o superiores en la
península de Manta.
10. Levantamiento de la Canoa Formation
La aplicación del método de estudio utilizado para las terrazas
marinas de cuarentena (identificación del ángulo de la línea de
costa) a los depósitos de la Formación Canoa no es posible debido a
la ausencia de restricciones en el nivel de paleosea en ese momento.
Sin embargo, podemos intentar estimar las tasas de levantamiento
registradas desde el depósito de la parte superior de la Formación
Canoa, teniendo en cuenta el rango de deposición de paleo.
Las profundidades y la variación máxima del nivel del mar desde
ese período. La tasa de elevación U puede expresarse como sigue
:
13
U ¼ ðA — De — EÞ=T ;
donde A es la elevación máxima de los depósitos superiores de
Canoa, 350 ± 10 m; De es la profundidad de depósito paleo en
una plataforma continental superior, estimada entre 0 y 100 m
(Di— Celma et al., 2002); E es la amplitud potencial de la
variación del nivel del mar durante el Plioceno superior y el
Cuaternario, 125 m (máximo) a 25 m (mínimo) (Chapell y
Shackleton, 1986; Lambeck et al., 2002); T es el intervalo de
tiempo considerado, desde el Pleistoceno inferior (2.0–1.5 Ma).
Teniendo en cuenta los datos disponibles, la tasa de elevación
calculada de la Península de Manta para los últimos 2 Ma varía de
0.08 a 0.38 mm año – 1. Este resultado encaja dentro del rango de
tasas de elevación promedio observadas para las terrazas marinas. La
elevación relativamente moderada de la Formación Canoa y el grosor
limitado de los depósitos sugieren que el levantamiento durante el
Pleistoceno temprano probablemente fue más lento que el
levantamiento registrado durante el Pleistoceno medio superior. Este
resultado es coherente con la baja elevación interpretada a partir de
los procesos sedimentarios observados en la parte inferior de la
Formación Canoa (Di Celma et al., 2002). De acuerdo con estas
observaciones, la península de Manta ha experimentado un aumento
desde el inicio de la deposición de la Formación Canoa, hace
aproximadamente 2.9 Ma., Y la elevación ha sido relativamente
estable a lo largo del tiempo, aunque probablemente más lenta al
principio.
11. Evidencia de la falla Pleistocene
Las terrazas marinas cuaternarias son aproximadamente horizontales
y su continuidad hacia el mar se observa fácilmente. Por lo tanto, una
variación sorprendente de la elevación de un ángulo de la línea costera se
interpreta generalmente como un conjunto o due debido al movimiento de
una falla (Fig. 6A), en la medida en que esta interpretación es coherente
con otras observaciones de lineamiento en fotos aéreas o una falla en El
mapa geológico o en el campo.
11.1. Zona de falla Montecristi
El movimiento de la falla de Montecristi se evalúa por la diferente
elevación de las terrazas correlacionadas observadas al norte y al sur
de la península de Manta (ver Tabla 4).
Los respectivos juegos o are son 14 ± 4 m entre T1 y T10 (punto 11 –
punto 1), 22 ± 13 m entre T2 y T20 (altitud T20 – punto 2), 40 ± 20 m
entre T3 y T30 (altitud T30– punto 4 ), 37 ± 20 m dentro de T4 (altitud
de T4 al sur, punto 10), y 60 ± 20 m dentro de T5 (punto 14 – punto
12) (Fig. 3, Tabla 4). El máximo total de o-set observado a través de la
terraza marina T5 más alta oscila entre 40 y 80 m (Fig. 7A). De
acuerdo con estos datos, las tasas de verticalidad establecidas a lo largo
de la falla de Montecristi son
0.10 ± 0.03 mm año — 1 desde el subestadio isotópico marino 5e,
0,10 ± 0,05 mm año: 1 desde la etapa isotópica marina 7, y
0,12 ± 0,06 mm año, 1 desde la etapa isotópica marina 9.
14 K. Pedoja et al. / Journal of South American Earth Sciences 22 (2006) 1–21
Fig. 6. (A) Quaternary tectonics from the Manta Peninsula inferred from the sharp altitude
change of marine terraces (in thick black lines). (B) Oblique view from the north showing
the relation between these faults and morphology. Sun: azimuth 40°, inclination 20°.
Camera: azimuth 180°,
inclination 40°.
11.2. Falla del Rio Salado
La falla de Río Salado ha sido identificada por una fuerte
elevación de la terraza marina en la parte este del golfo de San
Mateo. Las fotos aéreas y las imágenes de spot y radar indican
una falla que cruza la península de Manta de norte a sur (Fig. 6).
Las terrazas de Jaramijo (T1, Subestadios isotópicos marinos 5e),
San Mateo (T2, Etapa isotópica marina 7) y las terrazas de
Montecristi son más altas en 13 ± 4 m (punto 1– punto 5;
utilizamos la altitud del punto 5 porque es más apoyo - ed que el
punto 6), 10 ± 4 (punto 2 – punto 7) y 17 ± 12 m (punto 4 – punto
9), respectivamente, en el lado este de la traza de la falla de Rio
Salado (Figs. 6 y 7B). La tendencia de la falla sugiere un plano de
inclinación hacia el oeste y un movimiento normal.
con una extensión áspera E-W-tendencia. El o ff set de la falla de
Rio Salado se remonta al subestadio isotópico marino 5e. El
promedio mínimo de la tasa establecida de esta falla es 0.1 ± 0.03
mm año — 1.
11.3. Falla en la terraza marina San Mateo (T2)
El material blando y mal cementado de las terrazas marinas no es
favorable para el registro de planos de falla a pequeña escala. La única
evidencia microtectónica proviene de la terraza T2 cerca de San Mateo
(Figs. 3 y 6A) con un plano de falla N035E con tendencia, inmersión de
65 ° W y 20 cm de la capa estratigráfica de la terraza marina. Esta
pequeña falla subyace a la tendencia estructural del borde este del norte
de San Mateo Paleogulf.
12. Discussion
12.1. Levantamiento de los rangos de la Manta Peninsula
La península de Manta presenta una elevación relativamente constante
desde al menos el Plioceno tardío. Algunas variaciones se identifican en
el espacio y el tiempo. La variación de espacio indica la actividad de la
falla de Montecristi. La tasa más alta de levantamiento proviene de la
parte sur de la falla de Montecristi (0,47 ± 0,05 mm año -1) y la más baja
del borde norte (0,30 ± 0,02 mm año -1). Se observa un valor intermedio
en la isla de La Plata, ubicada al sur de la falla de Montististi, pero más
alejada de ella que el área de mayor elevación. Estas variaciones sugieren
el movimiento de la falla de Montististi durante el levantamiento, pero el
movimiento lateral no está documentado. Este conjunto vertical se
interpreta como una reactivación de la falla de deslizamiento que precede
al Cuaternario. La longitud de onda corta de la variación de elevación
sugiere el efecto de las estructuras locales. La zona de subducción se
encuentra debajo de la parte sur de la península de Manta a una
profundidad de 15 a 17 km y se sumerge con un ángulo de 10 °
(Graindorge et al., 2004). Gutscher et al. (1999) notan la flotabilidad de
Ridge Ridge durante el proceso de subducción. Estas características
sugieren un contacto relativamente cercano entre la subdivisión de
Carnegie Ridge y la parte inferior del margen continuo, con las
estructuras continentales más profundas que presentan un contacto más
cercano y una mayor sensibilidad a la tendencia al alza. En la parte norte
de la península de Manta, el sótano cretáceo oceánico crece en varios
lugares, pero es mucho más profundo al sur de la falla de Montecristi,
donde los depósitos del Eoceno y Plioceno lo cubren.
A través del tiempo, la tasa de elevación disminuye desde la parte
superior
a la terraza marina inferior (T3: 0,40 ± 0,04 mm año -1; T2: 0,29 ± 0,03
mm año 1; T1: 0,27 ± 0,01 mm año 1). La tasa actual de elevación es
probablemente también baja, ya que no hay evidencia morfológica o
sedimentaria de elevación durante el Holoceno. Se puede esperar un
levantamiento máximo de aproximadamente 1 m desde la transgresión
postglacial, pero los procesos de erosión húmeda, seca y biológica de la
plataforma costera actual probablemente compensen el levantamiento
bajo. Además, el nivel del mar de 40–50 cm más alto durante los
períodos El Niño no
 K. Pedoja et al. / Journal of South American Earth Sciences 22 (2006) 1–21
Fig. 7. Diagram representation of the offset of marine terraces by the Montecristi fault (A) and Rio Salado fault (B).
No favorece la preservación de la plataforma de abrasión aislada del
Holoceno de baja elevación (Espinoza, 1996). La pregunta no es
simple, y Muhs et al. (1990) destacan la falta de evidencia de
elevación del Holoceno a lo largo de las costas que presentan
elevación durante el Pleistoceno. Sin embargo, el levantamiento
comenzó durante el Plioceno tardío y ha durado hasta ahora, y el
Pleistoceno mediano parece haber sido un período de levantamiento
más activo.
12.2. El efecto de la Carnegie Ridge
Estos datos determinan una tasa media de elevación de 0,30–
0,50 mm año, 1 para la península de Manta. Este valor es más alto
que la tasa de elevación observada hacia el sur (Península de Santa
Elena) o hacia el norte (Punta Galera).
La península de Santa Elena se encuentra a 140 km al sur de la
península de Manta y se enfrenta a las laderas del sur de la cresta de
Carnegie. Se documenta una tasa de elevación de 0.15–0.20 mm
año — 1 desde el Último Máximo Interglacial, y aunque existen
elevaciones anteriores, su tasa (ya sea la misma
15
o diferente) no está restringido (Pedoja, 2003; Pedoja et al., 2003), y
ningún elemento admite una elevación iniciada durante el Plioceno
tardío-Pleistoceno temprano. Ubicada a 240 km al norte de la
península de Manta, Punta Galera se enfrenta a un área ubicada a
unos 50 km al norte de las laderas del norte de la cresta de Carnegie.
Se documenta una tasa de elevación media de 0,30 mm año -1 desde
el Último Máximo Interglacial (Pedo- ja, 2003; Pedoja et al., 2003).
Las secuencias de turbidita del Plioceno superior se depositaron
inicialmente en la parte media-superior de la pendiente de la zanja
(Aalto y Miller, 1999) y ahora están aflorando en los climas costeros,
lo que indica una elevación significativa que es posterior a 2.9 Ma
(Evans y Whittaker, 1982). El levantamiento total desde el Plioceno
tardío es difícil de definir con precisión, pero alcanza al menos 500
m, considerando una profundidad de depósito de 200-200 m para los
turbiditis del Plioceno tardío, la elevación actual de 200 m de la parte
superior de estos depósitos, y el mínimo Momia de 100 m de
elevación de las terrazas marinas del Pleistoceno. En resumen, el
levantamiento de la Península de Manta desde el Último Máximo
Interglacial es de 0.20 a 0.30 mm año, 1 más alto que el
levantamiento de la Península de Santa Elena y hasta
16 K. Pedoja et al. / Journal of South American Earth Sciences 22 (2006) 1–21
0.20 mm año, 1 más alto que el de Punta Galera. La diferencia es
pequeña pero geométricamente coherente con los bordes de la cresta
de Carnegie, y el levantamiento más alto se observa en la península
de Manta, frente a la posición axial de la cresta. Estos resultados
sugieren que la elevación de la costa del ecuador central estaba
estrechamente relacionada con la subducción de Carnegie Ridge.
Hacia el sur, la elevación de la costa involucra un área más grande
que los límites de la cresta de Carnegie, porque incluye la península
de Santa Elena que se extiende hacia el este hasta la isla de Puna, a
unos 100 km de los límites de la cresta de Carnegie. El levantamiento
homogéneo observado a lo largo del borde sur de la península de
Santa Elena es paralelo al sistema de fallas normal que abre el Golfo
de Guayayuil (Deniaud et al., 1999), lo que sugiere un efecto positivo
y una elevación del hombro. El segmento elevado termina
precisamente contra la falla de Zambapala, una falla de llave inglesa
responsable de la apertura activa del Golfo de Guayaquil (Dumont et
al., 2005a, b). La zona de fractura de Grijalva, con una escarpa de 700
m al sur, limita el papel reciente de la placa de Nazca y el área de la
cresta de Carnegie (Gutscher et al., 1999; Spi- kings et al., 2001), ya
que se extiende por debajo de la mitad Parte de la costa levantada de
la península de Santa Elena. Por lo tanto, la elevación relativamente
homogénea de la Península de Santa Elena no presenta una relación
geométrica con la cresta Carnegie subducida y probablemente esté
relacionada con la apertura de
El Golfo de Guayaquil durante el Cuaternario.
Hacia el norte, la proyección de la línea fronteriza de Carnegie Ridge
en la costa encaja bien con el punto de cambio de la deformación
costera de elevación (sur) a la subsidencia (norte) (Dumont et al.,
2006), así como con la zona lagrimal sugerida por Gutscher et al.
(1999). Esta imagen apoya una comparación con el borde norte de la
cresta de Nazca en el Perú, según lo descrito por Machare´ y Ortlieb
(1992) (Fig. 8D). Sin embargo, en el norte del ecuador, la proyección
de la línea fronteriza de la cresta de Carnegie Ridge es casi paralela o
presenta una baja oblicuidad con la línea de costa, así como una alta
oblicuidad con el movimiento de la placa, lo que favorece la partición
y la deformación por extensión (Gutscher et al. , 1999; Dumont et al.,
2006). La extensión se acompaña de una elevación de
aproximadamente 0,30 mm año: 1 sobre el borde de la cresta
Carnegie subducida y un hundimiento de 0,60 mm año, 1 durante el
Holoceno al norte de la cadena Carnegie. (Dumont et al., 2006).
12.3. Introduccion frontal frente a la exploracion de la Subduccion
Carnegie Ridge.
No hay razón para mantener una elevación constante de la
costa sobre una cresta subducida durante un tiempo prolongado si
no hay cambios en la geometría o el estilo de subducción de la
cresta. Dicho cambio generalmente se produce al escanear la
cresta a lo largo de la zona de subducción o la introducción de un
nuevo segmento de la cresta que puede cambiar la flotabilidad del
segmento subducido.
El efecto de escaneo depende de varias características
geométricas: la tendencia de la cresta, la tendencia de la
convergencia de la placa, la tendencia de la zanja y el
movimiento relativo de
El margen continental. La imagen a gran escala de la cresta de Caregie
muestra una introducción casi frontal en la trinchera, pero la zona de
fractura de Grijalva y las estructuras locales del sureste de la cresta de
Carnegie sugieren la posibilidad de un borde con tendencia NE,
siguiendo la interpretación Gutscher et al. (1999) y Spikings et al. (2001).
Una parte este de 280 km de ancho del NE de Carnegie Ridge explorará
la costa del centro de Ecuador en aproximadamente 2–4 Ma.
Se puede hacer una comparación con otras crestas de subducción de
sistemas de subducción similares, como Cocos Ridge al norte y Nazca
Ridge al sur (Tabla 7). La cresta de Cocos representa una dependencia
del norte del punto caliente de Galápagos (Hey, 1977), 200–300 km de
ancho y 2000–2500 m sobre el suelo marino circundante (von Huene et
al., 2000) (Fig. 8B). Su subducción comenzó hace aproximadamente 1
Ma de acuerdo con Lonsdale y Klitgord (1978) o de 5.5–3.5 Ma de
acuerdo con Gra¨fe et al. (2002). El barrido de Cocos Ridge está
documentado por la elevación diacrónica en tres penínsulas del antebrazo
(Corrigan et al., 1990; Gardner et al., 1992), pero también por
deformación en el backarc de Panamá (Collins et al., 1995). . Este barrido
se ha estimado en 35–65 mm año — 1 (Kellogg y Vega, 1995). Las tasas
de elevación que van desde 2.1 a 6.5 mm año-1 están documentadas en la
Península de Osa (Gardner et al., 1992). Los sedimentos turbidíticos del
plio-pleistoceno expuestos en la península de Burica llevaron a Corrigan
et al. (1990) para sugerir una tasa de elevación de solo 1 mm año — 1. A
pesar de las incertidumbres, la elevación más rápida de la costa frente a
Cocos Ridge en comparación con Manta parece estar relacionada con una
exploración más rápida a lo largo de la costa.
La Cordillera de Nazca en Perú presenta características similares.
A los del Carnegie Ridge. Se encuentra a 1200–1500 m sobre el fondo
marino, tiene aproximadamente 250 km de ancho y las tendencias NE –
SW (Machare´ y Ortlieb, 1992). La tasa de convergencia de la placa
nazca-sudamericana es de aproximadamente 70–80 mm año –1 tendencia
N80 ° E, casi perpendicular a la tendencia de la zanja (De Mets et al.,
1990; Cochrach et al., 1993) . El grosor de la corteza es de
aproximadamente 11 km (Couch y Whitsett, 1981). La cresta de Nazca
explora la costa a una tasa media que va desde 60 mm año, 1 (Machare´ y
Ortlieb, 1992) a 43 mm año, 1 para los últimos 4.5 ma (Hampel, 2002), y
el levantamiento más alto se produjo hacia adelante. de la proyección
sobre la costa de la cresta de Nazca, no frente al eje de la cresta. La tasa
media de elevación varía de 0,5 mm año -1, según Hsu (1988), a mm año
1, según Machare´ y Ortlieb (1992). La disminución de la tasa de
levantamiento es más rápida que hacia atrás, lo que da un patrón
asimétrico. El efecto de la elevación se limita al segmento de la costa que
se enfrenta a la cresta de Nazca, y la costa parece estable o incluso
desapareciendo del límite de la cresta. En comparación, el Carnegie
Ridge presenta características similares pero con un patrón de escaneo
más débil. El efecto de escaneo relativo puede deberse también a la parte
frontal biselada de Carnegie Ridge.
Se han propuesto varias hipótesis para el inicio de la subducción de la
cresta de Carnegie, que van desde
 K. Pedoja et al. / Journal of South American Earth Sciences 22 (2006) 1–21 17

Fig. 8. Comparative bathymetric maps of the three subducting ridges from South America and related coastal uplift, located as squares on (A). The uplift rates are represented by the letter V and
apply to the area in the frame. All uplift rates in mm yr—1 or m ka—1. (B) Cocos Ridge. NP, Nicoya Peninsula; OP, Osa Peninsula; BP, Burica Peninsula. (C) Carnegie Ridge. GP, Galera point;
MP, Manta Peninsula; PI, La Plata Island; CS, Cape Salinas. (D) Nazca Ridge and uplifted zone on the forearc. SJM, San Juan de Marcona.

b). Estos datos de diferentes fuentes sugieren que una primera

1 Ma (Lonsdale y Klitgord, 1978; Gutscher et al., 1999) a 9–15 Ma
colisión de Carnegie Ridge o de una estructura asociada pudo haber
(Spikings et al., 2001). Analizando lavas de tres volcanes alineados
ocurrido entre los 15 y los 9 días de la mañana, aunque todavía no
E – W de Ecuador, frente a la cresta de Carnegie, Bourdon et al.
hay evidencia clara de un levantamiento tan temprano de la costa
(2003) propusieron que el alisado de la losa subducida inducida por
norte de Ecuador. El inicio de otro evento se produjo a los 5–1 Ma,
la reciente subducción de la cresta de Carnegie ya que menos de 5
relacionado con la subducción del segmento actual de Carnegie
Ma permitió el calentamiento progresivo de la corteza oceánica y su
Ridge. El sistema Galapagos – Carne- gie Ridge presenta una
fusión parcial desde aproximadamente 1,5 Ma.
estructura segmentada, con dos segmentos de cresta de 400–500 km
Considerando otros tipos de datos, Spikings et al. (2001) sugieren de longitud separados por una altura de 200–250 km, al menos 1000
un efecto más antiguo. El cálculo de la tasa de convergencia de m por debajo de la elevación de los segmentos altos. Los eventos 15–
placas (Pardo-Casas y Molnar, 1987) sugiere que Carnegie Ridge 9 y 5-1 ma (2.9 ma según este estudio) pueden reflejar la
chocó con la trinchera de Ecuador a las 15 de la mañana, lo que introducción de segmentos sucesivos de la cresta de Carnegie.
provocó que las provincias costeras preexistentes se desplazaran
hacia el noreste. De acuerdo, los datos proporcionados por Spikings 12.4. Levantamiento Costero y deformacion Neotectonicas
et al. (2001) registran tasas elevadas de enfriamiento a
aproximadamente 15 Ma y desde las 9 Ma en la Cordillera Andina La evolución neotectónica del margen costero del ecuador se
occidental que enfrenta la Cordillera Carnegie. caracteriza por un acortamiento de la tendencia aproximadamente W-E
Estos datos también son coherentes con el levantamiento de los observado en los depósitos de Miioceno-Plioceno temprano, seguido por
Andes del sur desde 10–9 Ma y el inicio correlativo de la apertura los eventos de extensión observados en los sedimentos del Plioceno-
del Golfo de Guayaquil (Steinmann et al., 1999). El conjunto de 60 Pleistoceno tardío (Dumont et al., 1997). Esta observación es válida.
km al pie del piedemonte de la cordillera occidental a lo largo de la
zona de falla de Pallatanga desde el levantamiento de la Cordillera
Andina en 10–9 Ma permite el cálculo de un

tasa media fija de 6–7 mm año – 1, comparable a la tasa variable

calculada para el Cuaternario y el Holoceno (Dumont et al., 2005a,

Table 7
Comparison of various parameters of the subducting South American ridges
A B Cocos (OP, BP)
Convergence rate (mm yr—1) 79 (mm yr—1) (De Mets et al., 1990)
Obliquity and sweeping 35–65 mm yr—1 (Kellogg and
Vega, 1995)
Trench Uplift of 2500m and erosion
(von Huene et al., 2000)
Subduction angle 30° (Gräfe et al., 2002)
Width of the ridge 200–300 km
Maximum ridge elevation ridge near 2500 m (von Huene et al., 2000)
the trench
Thickening ofthe crust 19 km (Sallares et al., 2002)
Distance between uplifted area and the 25–40 km
trench
Time and duration of the uplift Fast Pliocene subsidence (basin infilling)
followed by Quaternary uplift and
deformation. Coastal Cordillera up to
1500 m.
Uplift velocities (mm yr—1, 1 since 1 My in Burica Peninsula
kmMa—1) and terraces elevation (Corrigan et al., 1990). Between
2.5 and 6 since late Quaternary in Osa
Peninsula (Gardner et al., 1992)
Local deformation Strike slip (Collins et al., 1995)
Regional deformation Coastal uplift over 200 km
(A) Main location, (B) Cocos Ridge, (C) Carnegie Ridge, (D) Nazca Ridge.
C Carnegie (MP, PI)
50–70 (mm yr—1) (De Mets et al., 1990;
Kellogg and Vega, 1995) Southward
sweeping of
28 mm yr—1 (Pedoja, 2003) Uplift
of 2500 m and erosion (Villamar,
2001)
moderately steep slab (Guillier et al.,
2001; Gutscher et al., 2000)
200–300 km
2500 m (Collot et al., 2002)
19 km (Sallares et al., 2002)
20–30 km
Moderate uplift since Late Pliocene
(present study). Coastal Cordillera
reaches 700 m (80 km North of Manta).
Mean uplift of 0.3 for M.I.S. 5e to 9.
Similar uplift since late Pliocene
(present study) Terraces up to 360 m
Tertiary strike-slip duplex
Coastal uplift over 800 km all over
the Talara Arc
18
D Nazca (SJM)
78 (mm yr—1) (De Mets et al., 1990)
Southward sweeping of
43 mm yr—1 (Hampel, 2002) Uplift
of 1500 m, small accretionary
K. Pedoja et al. / Journal of South American Earth Sciences 22 (2006) 1–21
wedge under tectonic erosion (Li and
Clark, 1994)
Flat slab (Gutscher et al., 2000)
200–300 km
1500 m
11 km (Couch and Whitsett,
1981)
about 100 km
Quaternary uplift Coastal Cordillera
reaches 1000 m in elevation (Hsu, 1988;
Machare´ and Ortlieb, 1992)
Uplift of 0.47 for 5e on Amino acid
razemization on sea shells (Hsu, 1988)
uplift of 0.7 since Marine Isotopic Stage
(Machare´ and Ortlieb, 1992) on
geomorphologic evidence.
Terrace up to 800 m
Open folds, flexures and high
angle reverse fault (Machare´ and Ortlieb,
1992)
Coastal uplift over 300 km
 K. Pedoja et al. / Journal of South American Earth Sciences 22 (2006) 1–21
para Galera Point y la península de Santa Elena, probablemente
con algunas diferencias en el tiempo preciso, que no se ha
determinado con precisión en todas las áreas. También es válido para
la Península de Manta, pero nos faltan los depósitos Mioceno y
Plioceno temprano en el área para determinar el momento del cambio
de acortamiento a extensión con precisión.
La extensión tectónica parece estar correlacionada con la
elevación de la costa, lo que sugiere que el cambio tectónico de la
compresión a la extensión en el margen costero puede estar
relacionado con el inicio de la subducción de la cresta de Carnegie.
El efecto de flotabilidad ejercido debajo del margen costero por la
arista de subducción puede haber desencadenado el cambio técnico,
una subducción acelerada que favorece el levantamiento y la
extensión en el borde de la corteza continental superior, cuando una
losa de inmersión más abrupta provocó eventos de acortamiento
episódico. Se observa un cambio tectónico similar a lo largo de la
costa de Perú en asociación con la subducción de la cresta de Nazca
(Machare´ y Ortlieb, 1992). Esta observación es coherente con el
inicio de la subducción de la cresta de Caregie en el norte de Ecuador
después del Mioceno y probablemente durante el Plioceno tardío.
13. Conclusion
La subducción de Carnegie Ridge da cuenta de la elevación del
margen costero del Ecuador desde el Plioceno tardío. La tasa de
elevación es más rápida en la parte axial, alcanzando
0.5 mm año — 1, comparable con el levantamiento de la costa
peruana frente a la subducción de la Cordillera de Nazca. La tasa de
elevación en la península de Manta parece más baja durante el
Plioceno tardío y el Pleistoceno tardío que durante el Pleistoceno
medio temprano.
El levantamiento costero observado hacia el sur en la península de
Santa María, a lo largo del margen norte del golfo de Guayaquil, está
fuera del efecto potencial de la cresta de Carnegie. Por lo tanto, se
deben considerar otros elementos para el levantamiento en esta área,
probablemente relacionados con la apertura del Golfo de Guayaquil.
Hacia el norte, la proyección de la línea fronteriza de la cresta de
Carnegie en la costa encaja bien con el punto de cambio de la
deformación costera de levantamiento (sur) a hundimiento (norte).
Sin embargo, ambas áreas están sujetas a extensión tectónica.
Se observa un patrón de escaneo débil de la cresta de Carnegie a
lo largo de la costa. En lugar de un verdadero movimiento de
escaneo, un nuevo segmento de Carnegie Ridge pudo haberse
introducido en la zanja con una tendencia frontal biselada paralela a
la zona de fractura de Grijalva.
Finalmente, la subducción de la cresta de Carnegie se asocia con
un cambio en la deformación tectónica de la costa, desde la
compresión hasta las condiciones de extensión.
Acknowledgements
This work was partially funded by IRD (French Insti- tute for
Investigation and Development) and is based on Kevin Pedoja’s
doctoral thesis at Paris University, UMR
19
Geosciences Azur, and scientific cooperation with CIG-G
Petroproduccion (Ecuador). The finalization of this work was enabled
and supported by CAS (The Chinese Academy of Sciences) Hundred
Talents Program and funding from Key Laboratory of Marginal Sea
Geology, South China Sea Institute of Oceanology. The authors thank J.
Kellogg and V.A. Ramos for their comments, which helped im-
prove the interpretations. Ben Yates is thanked for revi- sions of the
final text. This study participates in the IGCP 495 ‘‘Quaternary
Land-Ocean Interaction’’ and is publication N°775 of Geosciences
Azur.
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