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Ministerio del Poder Popular Para la Educación Universitaria

Instituto Universitario de Tecnología Agro-Industrial

Región los Andes. Zona Norte Michelena.

Esfuerzo en el Suelo

Integrantes:

Alviarez carlos
C.I: 18.716.784
Franceschini cesar
C.I:
Rosales alondra
C.I:

Michelena, Junio 2019


Esfuerzo del Suelo

Para explicar el comportamiento ingenieril de los suelos es necesario entender el


concepto de esfuerzo en una masa de suelo y, en particular, la manera como el esfuerzo que
actúa sobre el suelo.

Para resolver problemas de ingeniería, es necesario entender como evaluar los


esfuerzos que actúan en un punto de la masa del suelo debido a su propio peso y así mismo el
cambio de esfuerzos que se induce en el suelo debido a la acción de carga externa producto de
la construcción de obras de ingeniería.

Resistencia al esfuerzo cortante

Los suelos, como cualquier material, bajo ciertas solicitaciones, se comportarán como
materiales elásticos, pero en muchas veces tendrá deformaciones mayores de las normales,
por lo que será un factor predominante el considerar la plasticidad del suelo. El suelo puede
presentar diversos tipos de fallas tales como: disgregamiento, deslizamiento en líneas de rotura
o fluencia plástica. La resistencia al esfuerzo cortante está representada por la ecuación de
Coulomb.

τ=c+σ0tanϕ

En la que:

τ= Resistencia al corte del suelo.


c= Cohesión del suelo.
σ0= Esfuerzo normal intergranular.
φ= Ángulo de fricción interna del suelo, el cual se supone que es constante.

La cohesión puede ser definida como la adherencia entre las partículas del suelo debida
a la atracción entre ellas, producidas por sus fuerzas intergranulares. El ángulo de fricción
interna es función de la uniformidad de las partículas del suelo, del tamaño y la forma de los
granos y de la presión normal.

La utilización de la ecuación de Coulomb no condujo siempre a diseños satisfactorios de


estructuras de suelo. La razón para ello no se hizo evidente hasta que Terzaghi publicó el
principio de esfuerzos efectivos σ=σ´+u. Pudo apreciarse entonces que, dado que el agua no
puede soportar esfuerzos cortantes sustanciales, la resistencia al corte de un suelo debe ser
resultado únicamente de la resistencia a la fricción que se produce en los puntos de contacto
entre partículas; la magnitud de ésta depende sólo de la magnitud de esfuerzos efectivos que
soporta el esqueleto de suelo. Por tanto, cuanto más grande sea el esfuerzo efectivo normal a
un plano de falla potencial, mayor será la resistencia al corte de dicho plano. Entonces si se
expresa la ecuación de Coulomb en términos de esfuerzos efectivos, se tiene:

τf=c´+σ´tanϕ´

En la cual los parámetros c´ y φ´ son propiedades del esqueleto del suelo, denominadas
cohesión efectiva y ángulo de fricción efectiva, respectivamente. Puesto que la resistencia al
corte depende de los esfuerzos efectivos del suelo, los análisis de estabilidad se harán
entonces en términos de esfuerzos efectivos. Sin embargo, en ciertas circunstancias el análisis
puede hacerse en términos de esfuerzos totales y por lo tanto, en general, se necesitará
determinar los parámetros de resistencia al corte del suelo en esfuerzos efectivos y en
esfuerzos totales. Es decir, los valores de c´, φ´ y c, φ. Estos se obtienen, a menudo en
ensayos de laboratorio realizados sobre muestras de suelo representativas mediante ensayo
de corte directo (ASTM D-3080-72) o el ensayo de compresión triaxial (ASTM D-2850-70).

Desde el punto de vista de la relación esfuerzo-deformación, debemos tener en cuenta


dos tipos de resistencia.

Resistencia máxima o resistencia pico.

Es la resistencia al corte máxima que posee el material que no ha sido fallado


previamente, la cual corresponde al punto más alto de la curva esfuerzo-deformación. La
utilización de la resistencia pico en el análisis de estabilidad asume que la resistencia pico se
obtiene simultáneamente a lo largo de toda la superficie de falla. Sin embargo, algunos puntos
en la superficie de falla han alcanzado deformaciones mayores que en otros, en un fenómeno
de falla progresiva y asumir que la resistencia pico actúa simultáneamente en toda la superficie
de falla puede producir errores en el análisis.

Resistencia residual

Es la resistencia al corte que posee el material después de haber ocurrido la falla.


Skempton (1964) observó que en las arcillas sobreconsolidadas, la resistencia calculada del
análisis de deslizamientos después de ocurridos, correspondía al valor de resistencia residual y
recomendó utilizar para el cálculo de factores de seguridad, los valores de los parámetros
obtenidos para la resistencia residual φr y cr. Sin embargo, en los suelos residuales la
resistencia pico tiende a ser generalmente, muy similar a la resistencia residual.
Otro factor que determinan las diferencias entre la resistencia pico y la residual es la
sensibilidad, la cual está relacionada con la perdida de resistencia por remoldeo o la
reorientación de las partículas de arcilla.

Imagen esfuerzo-deformación y presión cortante presión normal


En arenas, gravas y limos no plásticos que se denominan como suelos granulares, la
cohesión es muy baja y puede en muchos casos considerarse de valor cero y el ángulo de
fricción depende de la angulosidad y tamaño de las partículas, su constitución mineralógica y
su densidad. Generalmente el ángulo de fricción en suelos granulares varía de 27° a 42°,
dependiendo del tipo de ensayo que se realice. Por ejemplo, en un ensayo triaxial drenado el
ángulo de fricción es 4° a 5° medido en un ensayo de corte directo. En arcillas normalmente
consolidadas y limos arcillosos se puede considerar la fricción igual a cero y la cohesión como
el valor total del esfuerzo de resistencia obtenida. En suelos residuales generalmente,
predominan las mezclas de partículas granulares y arcillosas y el ángulo de fricción depende de
la proporción grava-arena-limo y arcilla y de las características de cada tipo de partícula
presente.

Parámetros de presión de poros.

El análisis de esfuerzos efectivos requiere del conocimiento de las presiones de poro en


el campo. Estas presiones de poro pueden ser estimadas si los cambios de esfuerzo dentro del
suelo se puede determinar. Para esta estimación se pueden utilizar los parámetros de presión
de poros A y B propuestos por Skempton (1954) para calcular las presiones de poro en exceso.

Δu=B Δσ3+A Δσ1−Δσ3


Donde

Δu: Exceso de presión de poros B:Parámetros de presión de poros B A:Parámetros de presión


de poros A Δσ1:Cambio de esfuerzo principal mayor Δσ3:Cambio de esfuerzo principal menor

Los parámetros A y B deben ser determinados de ensayos de laboratorio o


seleccionados por experiencia. Para suelos saturados B se acerca a 1.0 pero su valor
disminuye drásticamente con la disminución en el grado de saturación. Los valores del
parámetro A dependen de las deformaciones y generalmente, alcanzan valores máximos en el
momento de la falla. Suelos normalmente consolidados tienden a agregar excesos de presión
de poro positivos durante el corte, en contraste los suelos sobreconsolidados pueden esperarse
que generen presiones de poro negativas. El valor de A está muy influido por el nivel al cual el
suelo ha sido previamente deformado, el esfuerzo inicial del suelo, la historia de esfuerzos y la
trayectoria de esfuerzos, tales como carga y descarga (Lambe y Whitman, 1969)

Ensayos de compresión triaxial de resistencia al esfuerzo cortante

Resistencia al esfuerzo cortante en suelos cohesivos-friccionantes. Se atribuye a Arthur


Casagrande la idea de utilizar un aparato triaxial para medir la resistencia al corte de los
suelos. Construyó en 1930 el primer aparato de este tipo en el Instituto Tecnológico de
Massachusetts, sobre el modelo de un aparato de consolidación triaxial que había visto en
Alemania en 1929. El aparato triaxial es hoy un elemento fundamental en todo laboratorio de
Mecánica de Suelos.

El aparato de compresión triaxial o triaxial simple, tiene forma de un cilindro esbelto, a


continuación se muestra la ilustración con sus componentes.
Imagen: aparato de compresión triaxial o triaxial simple

Se somete a lo que se denomina una compresión triaxial que debería llamarse con
mayor precisión campo cilíndrico de tensiones. La muestra se coloca en una célula que
contiene un fluido a presión, generalmente agua, y se aplica sobre una superficie lateral una
tensión radial σ, igual a la presión que existe dentro de la célula. Por otra parte, un pistón que
atraviesa la parte superior de la célula, permite cargar verticalmente la muestra que de este
modo queda sometida también a una tensión longitudinal σ1.

Estas dos tensiones tienen oblicuidad nula; son pues, las tensiones principales.
Actuando separadamente sobre la presión de la célula y la fuerza transmitida por el pisón
pueden conseguirse una amplia gama de combinaciones tensiónales.

Los diferentes tipos de ensayos los podemos distinguir en:

* Ensayos de compresión en los que la tensión longitudinal σ1 es superior a la tensión radial σr.
* Ensayos de estricción en los que σ1<σr.
* Ensayos de tracción o de extensión en los que la tensión longitudinal es una tracción (este
tipo de ensayo requiere de unos dispositivos especiales).

El ensayo de compresión es con mucho el más utilizado y el que dispone de más


resultados experimentales. En general, se obtiene la rotura de la muestra manteniendo
constante la tensión radial σr y aumentando la tensión longitudinal σ1. En ocasiones se trabaja
con tensión longitudinal constante y tensión radial decreciente. De esta forma simple se aplica
a la muestra un desviador σ1-σr creciente.
En cada ensayo se miden las dos tensiones principales σ1 y σr en el momento de la
rotura, lo que permite trazar el círculo de Mohr correspondiente. Para obtener la curva de
resistencia intrínseca del material, se ejecutan una serie de ensayos y se determina entonces la
envolvente de los diferentes círculos de Mohr. Es una medida indirecta de la resistencia al
corte.

Descripción del triaxial

Existen aparatos de compresión triaxial de todas dimensiones, alcanzando alguno de


ellos incluso dos metros de altura. Biarez ha perfeccionado en Grenoble un triaxial de grandes
dimensiones para estudiar el comportamiento de gravas de gran diámetro destinadas a la
construcción de presas de tierra. Sin embargo, existen dos tipos de células que son las que con
mayor frecuencia se utilizan. En primer lugar, citemos las células de pequeñas dimensiones
que permiten ensayar muestras de 3.5 cm de diámetro. Este aparato se adapta bien a arcillas y
arenas. También se emplea una célula mayor para muestras de 10 cm de diámetro. Este
aparato es recomendable para estudiar mezclas de arcillas y gravas en las que los elementos
más gruesos superan los 3 cm. En estas dos células la esbeltez de las muestras (relación de la
altura al diámetro) de del orden de 2 y puede variar entre 1.5 y 3 según los materiales y
costumbres locales.

Hay que destacar especialmente el dispositivo de drenaje construido por una piedra
porosa y unas conexiones con el exterior de la célula. Gracias a este dispositivo puede
drenarse la muestra que se está ensayando y medir las variaciones de volumen por la cantidad
de agua expulsada cuando la muestra está saturada; cuando la muestra sólo está parcialmente
saturada, un dispositivo que no está representado en la figura permite igualmente, le medida de
variaciones de volumen (una canalización suplementaria permite recoger en la parte superior el
aire expulsado).

También es posible, gracias al dispositivo de drenaje, determinar la presión intersticial.


La figura representa el esquema de la instalación. No debe utilizarse, salvo precauciones
especiales, un manómetro ordinario situado sobre la muestra, pues este tipo de aparatos
necesitan para funcionar una cierta cantidad de agua. Se provocaría una circulación parásita
que daría como resultado una variación de la presión intersticial. Además, en medios de débil
permeabilidad, la estabilización de las indicaciones del manómetro sería demasiado lenta.
El método “del cero” debido a Rendulic permite evitar esos inconveniente. Una de las ramas del
tubo en forma de U que contiene mercurio está unida al circuito de drenaje de la muestra y
sometida a la presión del agua en ese circuito; es decir, casi a la presión intersticial. La otra
rama está unida a un manómetro y a un husillo de control que permite hacer variar la presión
de esta parte del dispositivo. Cuando los niveles de mercurio en las dos ramas del tubo están a
la misma altura, la indicación del manómetro mide la presión intersticial. Basta, pues, con
mover el husillo de control para mantener los dos niveles a la misma altura y medir así la
presión, sin que el circuito de drenaje sea modificado, ya que el nivel del mercurio no debe
variar durante la operación.

Determinamos así la presión en la base de la muestra. En medios poco permeables hay


que esperar un cierto tiempo antes de que la presión sea uniforme en el conjunto de la muestra
(es un problema totalmente análogo a la consolidación) y que la medida efectuada represente
la presión intersticial en el seno de la muestra de la zona donde debe producirse la rotura. La
cadencia de aplicación del desviador desempeña desde este punto de vista un papel
importante.
Limitaciones del aparato triaxial.

Una de las ventajas más importantes del triaxial reside en la posibilidad de modificar las
condiciones de drenaje de la muestra y medir la presión intersticial. Este aparato presenta, sin
embargo algunas limitaciones. En primer lugar sólo permite la aplicación de campos de
tensiones cilíndricas, lo que impide explorar toda la superficie del material y no se adapta a los
numerosos casos prácticos que implican deformación plana. La principal dificultad experimental
proviene del efecto del zunchado que las dos cabezas ejercen sobre la base de la probeta.
Numerosos investigadores han estudiado este problema y parece que la influencia de este
fenómeno en la resistencia al esfuerzo constante es pequeña cuando la esbeltez de la probeta
es grande. Pero es inexacto afirmar que el aparato triaxial permite ejercer un campo de
esfuerzos uniforme. Bajo cada una de estas cabezas se forma una zona de equilibrio
superabundante y la probeta se deforma como un tonel al ser sometida a compresión.

Sin embargo, el desviador se calcula a partir del esfuerzo transmitido por el pistón y de
la superficie de la sección recta de la probeta. En esta operación debe considerarse una
superficie media que se determina en función de las variaciones de volumen de la probeta y de
la deformación axial. Esta corrección es indispensable.

Debemos hacer una última observación en relación con la duración de los ensayos.
Está íntimamente ligada a la consolidación de la muestra y la disipación de las presiones
intersticiales. Pero en la naturaleza se observan también movimientos debidos a la fluencia que
duran meses incluso años. Es imposible reproducir en los aparatos triaxiales clásicos
velocidades tan pequeñas y de esta forma no se pueden estudiar determinados fenómenos
importantes como, por ejemplo, la deformación lenta de las capas de agua adsorbida.

Cuando la velocidad de carga en el laboratorio difiere demasiado de la velocidad real, la


trayectoria seguida en el espacio de tensiones por estado de la muestra estudiada, puede no
tener ninguna relación con la trayectoria real y, como el comportamiento mecánico de los
suelos naturales, depende en cierta medida de la historia tensional, esta discordancia puede
ser origen de grandes errores.

La prueba triaxial estándar (es decir, con presión lateral constante y esfuerzo axial
creciente) proporciona una medida del módulo de Young. El modulo disminuye al aumentar el
esfuerzo axial y para el máximo de la curva esfuerzo-deformación el módulo tangente se hace
cero. Cuando se cita valor del módulo de Young de un suelo, se trata generalmente del módulo
secante a partir de un esfuerzo desviador nulo hasta un esfuerzo desviador igual a ½ ó 1/3 del
esfuerzo desviador máximo. Esta es una gama habitual de esfuerzos de trabajo en los
problemas de cimentaciones reales, ya que en estos casos se suele adoptar un factor de
seguridad de dos o tres.

Kondner y Zelasko (1963) sugieren que las curvas deformación en la arena en


compresión triaxial estándar pueden ajustarse a una ecuación hiperbólica del tipo.
σ1−σ3=ε1a+bε1

Donde a y b son constantes.

Al aumentar la presión lateral de confinamiento, el módulo aumenta. En el caso en que


el esfuerzo inicial σ0 es isótropo, el módulo aumenta proporcionalmente a σ0n, donde n varía
de 0.4 a 1. Un valor razonable es n=0.5. Los mayores valores del exponente tienden a
aplicarse a arenas sueltas. En la mayoría de los problemas prácticos, los esfuerzos antes de
aplicar la carga no son isótropos. La influencia del estado real de esfuerzos sobre el módulo no
es clara pero la mejor regla disponible es que el módulo depende de la media de los esfuerzos
principales; es decir.

E= σ01+2K03

Donde K0 es el coeficiente de presión lateral de suelos en reposo.

La ecuación anterior sólo es aplicable cuando 1/2<K0<2 y el factor de seguridad respecto a la


falla es de 2 ó más. La influencia de la relación de vacíos, composición, historial de esfuerzos y
velocidad de carga sobre E es la misma que sobre D.

El coeficiente de Poisson puede calcularse como coeficiente entre las deformaciones


laterales y axial en una prueba triaxial con carga axial. En la primera fase de deformación,
donde se pueden utilizar los conceptos de la teoría de la elasticidad, el coeficiente de Poisson
es variable con la deformación.

Los conceptos de la teoría de la elasticidad sólo son aplicables con carácter aproximado
a los suelos. Sin embargo, la influencia sobre los módulos es más marcada. Es difícil estimar
valores del módulo con gran precisión, siendo necesarios datos de laboratorio para cada suelo
en particular, siempre que se requiera una estimación precisa.
Como el módulo depende de la relación de vacíos y es difícil obtener muestras inalteradas de
suelos granulares, resulta extremadamente difícil medir el módulo de estos suelos con
precisión.

En general se pueden llevar a cabo dos tipos de pruebas, a saber: pruebas “rápidas” y
pruebas “lentas”. En las primeras se permite que el espécimen de prueba se consolide bajo una
presión hidrostática y después se aplica la carga axial a una velocidad tal que no puede
registrarse consolidación apreciable hasta el momento de la falla. Estas pruebas rápidas en las
cuales no se permite que la muestra se consolide antes de añadir el incremento siguiente.
Generalmente para cada prueba se realizan entre tres o cuatro especímenes bajo presiones
confinantes distintas. La representación de los resultados en un diagrama de Mohr está
constituida por una serie de círculos, cuya envolvente permite obtener los parámetros del
material estudiado. Las pruebas consolidadas-no drenadas se realizan generalmente saturando
previamente la muestra: se reproduce en esta forma la inmersión de la estructura o del estrato
estudiado. La saturación permite que la segunda etapa de la prueba se desarrolle a volumen
constante, y facilita eventualmente la medición de las presiones de poro. Este estado se logra
aplicando una contrapresión al fluido intersticial de material, con el fin de comprimir o disolver el
aire no disuelto.

En muchas aplicaciones se han encontrado correlaciones satisfactorias entre las


pruebas de laboratorio y las observaciones en campo. Para que exista tal correlación, es de
suma importancia elegir para el estudio en el laboratorio el tipo de prueba que mejor represente
las condiciones que determinan la resistencia en el campo.
La prueba no consolidada-no drenada permite, determinar la resistencia de una arcilla saturada
sometidas a cargas o descargas aplicadas a una velocidad tal que no haya disipación de las
presiones de poro generadas. Esta prueba se presta, por tanto, al estudio de la estabilidad al
final de una construcción.

La prueba consolidada-drenada permite, determinar a resistencia después de la


disipación de la presión de poro, lo que corresponde a suelos cohesivos a la estabilidad a largo
plazo en el campo.

La prueba consolidada-no drenada es la más adecuada para determinar la resistencia


de suelos consolidados sometidos a cargas rápidas, como es el caso de un vaciado rápido de
una presa o sismos.

El equipo empleado para las pruebas triaxiales debe adaptarse al tipo de material
ensayado y a la finalidad de las pruebas.

La etapa de consolidación de una prueba triaxial se realiza en un banco de


consolidación. La ruptura debe llevarse a cabo en este mismo banco, aplicando las cargas por
medio de pesas (control de carga) o de una máquina de compresión que permita aplicar al
espécimen una velocidad de deformación constante (control de deformación). El uso de un
sistema de control de carga o de deformación depende de la finalidad de la prueba. El control
de carga tiene más flexibilidad y se presta a pruebas en suelos muy blandos; sin embargo, el
control de deformación es generalmente preferible para pruebas de rutina en suelos de
resistencia media o alta, especialmente con cámaras triaxiales en las que la carga se transmite
por medio de un vástago. Es conveniente que la máquina de compresión empleada tenga un
amplio intervalo de velocidades de deformación y que dé una precisión que no sea inferior al
1% de la resistencia media.

Las cámaras usuales se han descrito anteriormente. Como fluido confinante para las
pruebas triaxiales se emplea comúnmente agua. El pedestal y el cabezal de la probeta son de
material más ligero y no corrosivo, como la lucita. Aunque las piezas de lucita absorben una
cantidad importante de agua, son satisfactorias a condición de saturarlas previamente en agua
destilada. Para pruebas drenadas, es recomendable emplear discos porosos incrustados en el
pedestal y el cabezal para permitir un montaje satisfactorio de la probeta. El sello de la
membrana se hará con una liga de hule.

El espécimen se aísla del fluido confinante con una membrana de hule, a cual debe ser
prácticamente impermeable y no interferir en forma apreciable con la resistencia de la probeta.
Para pruebas de corta duración, las membranas comerciales, cuyo espesor varía de 0.008 cm
(para suelos blandos) y 0.025 cm (para arenas o arcillas arenosas), son generalmente
satisfactorias. En pruebas de larga duración, es imposible evitar que se presenten fugas a
través de la membrana, pero pueden reducirse sobreponiendo dos membranas.
La colocación de la membrana debe hacerse con mucho cuidado para evitar que quede
arrugada o que dañe a la probeta.

En pruebas drenadas en suelos blandos, es conveniente colocar discos de papel filtro


entre la probeta y las piedras porosas, para evitar que éstas se obturen y para permitir la
recuperación del espécimen completo después de la prueba. El uso del papel filtro colocado
lateralmente para acelerar el proceso de consolidación solo se justifica para suelos de muy baja
permeabilidad (inferior a 10-7 cm/s).

Las deformaciones volumétricas en pruebas drenadas en suelos saturados se miden


por medio de una bureta de vidrio, cuya sección depende de la cantidad de agua expulsada por
la probeta, y puede variar de 0.1 a 0.7 cm2. Es conveniente que su capacidad sea suficiente
para evitar frecuentes ajustes de nivel que conducen a errores y pérdidas de precisión.
En pruebas de corta duración es suficiente contar con una línea de presión de aire, de un
tanque de almacenamiento y de un recipiente de transmisión de presión del aire al fluido
confinante. La superficie libre del fluido en este recipiente debe encontrarse al mismo nivel que
el del centro de la probeta, en caso contrario, el valor de la presión confinante debe corregirse
por la diferencia de niveles.

Para presiones confinantes bajas, los manómetros de mercurio son los más precisos,
son imprácticos para presiones altas; los manómetros de carátula de precisión son
generalmente preferibles. Para pruebas de larga duración, es necesario disponer de un sistema
de control de la presión confinante.

La contrapresión necesaria para saturar las probetas puede encontrarse en forma


similar a la presión confinante, debe poder mantenerse prácticamente igual a ésta. Para
controlar con precisión la diferencia entre ambas presiones, es recomendable emplear un
manómetro diferencial. La medición del volumen de agua agregado a la probeta durante la
saturación y de los cambios de volumen del espécimen durante la consolidación debe hacerse
por medio de una bureta con precisión mínima de 0.1 cm3.

La saturación de la probeta debe realizarse con agua desairada. Para evitar que el agua
de saturación disuelva cantidades excesivas de aire durante la prueba, es conveniente tomar
ciertas precauciones. El contacto agua-aire debe reducirse a un mínimo interponiendo un
líquido adecuado o un diafragma entre ambos; por otra parte, es recomendable colocar un tubo
relativamente largo entre la bureta y el espécimen.

La medición de la presión de poro (presión neutral) puede realizarse por medio de un


sistema de control de flujo o de una celda de presión (transducer) conectada al drenaje de la
probeta. No debe existir flujo apreciable del agua intersticial hacia el aparato de medición; sin
embargo, este debe ser suficientemente preciso para detectar pequeños cambios de presión.
Las celdas de presión eléctricas dan una presión satisfactoria y permiten obtener directamente
los resultados en graficadores. Las cedas pueden usarse, además, para medir la presión
confinante y la contrapresión, a condición de emplear llaves sin cambio volumétrico en las
conexiones. La calibración de las celdas se realiza empleando un manómetro de mercurio de
precisión. Los sistemas de control de flujo se emplean también con éxito, pero requieren la
atención continua de un operador.

Para preparar probetas compactadas se utiliza un molde partido. La compactación la


hacemos por medio de un pisón transmisor de energía, simulando una prueba Proctor, método
de compactación más común en los laboratorios. Las probetas se formarán con material que
pase la malla #10, el contenido de agua el cual ya sabemos al realizar la prueba Proctor,
tratando de emular el contenido de agua a partir de optimo Proctor, colocadas en la forma
descrita anteriormente.

El procedimiento para llevar a cabo la prueba es el siguiente:

1. Colocar la probeta debidamente preparada, medida y pesada en la cámara, cerrando la


cámara herméticamente.
2. Si la prueba se va a realizar con control de deformación, instalar la cámara en una máquina
de compresión con el vástago centrado bajo el marco de carga, el cual se baja hasta punto de
hacer contacto. Si se emplea control de carga, colocar la cámara bajo el marco de carga de un
banco de consolidación.
3. Disponer de un micrómetro en el soporte de la cámara, apoyado sobre el marco de carga,
procurando que quede en posición vertical.
4. Llenar la cámara. Después del llenado, el agua en el tanque de control debe encontrarse
aproximadamente al mismo nivel que la probeta.
5. Con el vástago asentado sobre a cabeza de la probeta y el marco de carga sobre el vástago,
tomar la lectura inicial del micrómetro.
6. Ajustar el regulador al valor de la presión confinante en a cual se va a ensayar el espécimen.
Si la presión requerida es menor a 3.5 kg/cm2, y no se dispone de un manómetro mecánico de
precisión suficiente, conectar el sistema a un manómetro de mercurio.
7. Aplicar la presión confinante con la cual se va a ensayar el espécimen. Colocar una pesa en
el marco de carga para compensar el empuje vertical que actúa sobre el vástago. Anotar la
presión inicial confinante σc.
8. Poner en marcha el dispositivo reductor de fricción del vástago.
9. Al poner nuevamente en contacto el marco, el vástago y la cabeza de la probeta y volver a
tomar la lectura del micrómetro. Esta operación, es necesaria si la probeta está parcialmente
saturada y se deforma apreciablemente al aplicar la presión confinante.
10. Proceder a la etapa de ruptura de la probeta.
Al emplear control de deformación, se fija la velocidad a la cual se va a someter el espécimen
durante el ensaye, la que generalmente es de 1 mm/min. Tomar lecturas simultáneas de carga
y deformación axial con la frecuencia necesaria para definir la curva deformación unitaria-
esfuerzo; las lecturas deben suspenderse cuando la deformación corresponda al 25% de la
altura inicial.

En caso de emplear control de carga, aplicar un incremento cada minuto. Los primeros
deben ser aproximadamente 10% de la carga de falla estimada y reducirse a la mitad o a la
cuarta parte de este valor al acercarse a la falla. Dibujar una gráfica cargas aplicadas-lecturas
del micrómetro conforme se obtienen los datos, para vigilar el desarrollo de la prueba y decidir
si la magnitud de los incrementos es adecuada. Las lecturas deben hacerce inmediatamente
antes de aplicar cada incremento sucesivo.

11. Cerrar el regulador de presión, vaciar la cámara.


12. Secar el exterior de la membrana y el pedestal de la membrana.
13. Señalar el plano de falla (en caso de ser visible).
14. Pesar la probeta
15. Introducir la probeta al horno. Después de 18 horas, se deja enfriar y se vuelve a pesar.

Ensayo de compresión simple

El ensayo de compresión no confinada, también conocido con el nombre de ensayo de


compresión simple o ensayo de compresión uniaxial, es muy importante en Mecánica de
Suelos, ya que permite obtener un valor de carga última del suelo, el cual, como se verá más
adelante se relaciona con la resistencia al corte del suelo y entrega un valor de carga que
puede utilizarse en proyectos que no requieran de un valor más preciso, ya que entrega un
resultado conservador. Este ensayo puede definirse en teoría como un caso particular del
ensayo triaxial. Es importante comprender el comportamiento de los suelos sometidos a
cargas, ya que es en ellos o sobre ellos que se van a fundar las estructuras, ya sean puentes,
edificios o carreteras, que requieren de una base firme, o más aún que pueden aprovechar las
resistencias del suelo en beneficio de su propia capacidad y estabilidad, siendo el estudio y la
experimentación las herramientas para conseguirlo, y finalmente poder predecir, con una cierta
aproximación, el comportamiento ante las cargas de estas estructuras. Debido a la compleja y
variable naturaleza de los suelos, en especial en lo referido a la resistencia al esfuerzo
cortante, existen muchos métodos de ensayo para evaluar sus características. Aun cuando se
utilizan otros métodos más representativos, como el triaxial, el ensayo de compresión simple
cumple el objetivo buscado, sin tener que hacer un método tan complejo ni usar un equipo que
a veces puede ser inaccesible, lo que significa menor costo. Este método de ensayo es
aplicable solo a materiales cohesivos que no expulsan agua durante la etapa de carga del
ensayo y que mantienen su resistencia intrínseca después de remover las presiones de
confinamiento, como las arcillas o los suelos cementados. Los suelos secos friables, los
materiales fisurados, laminados, los limos, las turbas y las arenas no pueden ser analizados por
este método para obtener valores significativos dela resistencia a la compresión no confinada.
Este ensayo se realiza con el fin de determinar la resistencia o esfuerzo último de un suelo
cohesivo a la compresión no confinada, mediante la aplicación de una carga axial con control
de deformación y utilizando una muestra de suelo inalterada tallada en forma de cilindro,
generalmente con una relación alto/diámetro igual a 2.

El ensayo de compresión simple Tiene por finalidad, determinar la resistencia a la


compresión no confinada (qu), de un cilindro de suelo cohesivo o semi-cohesivo, e
indirectamente la resistencia al corte (qc), por la expresión. qu * kg * qc = 2 * cm 2. Este cálculo
se basa en el hecho de que el esfuerzo principal menor es cero (ya que al suelo lo rodea sólo la
presión atmosférica) y que el ángulo de fricción interna (Φ) del suelo se supone cero. Debido a
numerosos estudios, se ha hecho evidente que este ensayo generalmente no proporciona un
valor bastante confiable de la resistencia al corte de un suelo cohesivo, debido a la pérdida de
la restricción lateral provista por la masa de suelo, las condiciones internas del suelo como el
grado de saturación o la presión de poros que no puede controlarse y la fricción en los
extremos producidas por las placas de apoyo. Sin embargo, si los resultados se interpretan
adecuadamente, reconociendo las deficiencias del ensayo, estos serán razonablemente
confiables. El ensayo de la compresión simple es un caso especial del ensayo triaxial, en el
cual solamente se le aplica a la probeta la tensión longitudinal. Puesto que no es necesario el
dispositivo para aplicar la presión lateral, y como, además, la muestra no necesita estar
envuelta en una membrana de caucho, este ensayo se ha convertido en un ensayo sencillo de
campo. El aparato es tan solo útil para ensayos rápidos sobre suelos predominantemente
arcillosos que están saturados o casi saturados. Se podrá realizar de dos maneras, mediante
un control de deformación o bien, mediante un control de esfuerzos. El primero, es
ampliamente utilizado, controlando la velocidad de avance de la plataforma del equipo. El
segundo, requiere ir realizando incrementos de carga, lo que puede causar errores en las
deformaciones unitarias al producirse una carga adicional de impacto al aumentar la carga, por
lo que resulta de prácticamente nula.
Como el ensayo de compresión simple en arcillas relativamente impermeables se
efectúa cargando la probeta con bastante rapidez, resulta que, en definitiva, constituye también
un ensayo sin drenaje si dicha arcilla está saturada. Como el ensayo de compresión simple es
extraordinariamente fácil y barato de realizar, resulta que muy pocas veces se hacen los
ensayos triaxiales en suelos saturados. Según el valor de la resistencia máxima a compresión
simple, una arcilla se puede clasificar del modo que se indica a continuación (Terzaghi y Peck,
1955).Consistencia Carga última del suelo (kg/cm2)Muy blanda <0,25Blanda 0,25-0,50Media
0,50-1,00Firme 1,00-2,00Muy firme 2,00-4,00Dura >4,00Tipos de rotura En un ensayo de
compresión simple se pueden producir distintos tipos de rotura, los cuales son la rotura frágil y
la rotura dúctil. En la primera predominan las grietas paralelas a la dirección de la carga, y la
rotura ocurre de un modo brusco y bajo deformaciones muy pequeñas, presentándose después
de ella un desmoronamiento de la resistencia. En la segunda la muestra se limita a deformarse,
sin que aparezcan zonas de discontinuidad en ella. De forma intermedia, la rotura se produce a
través de un plano inclinado, apareciendo un pico en la resistencia y un valor residual. En
arcillas blandas aparece la rotura dúctil en el ensayo de compresión simple, mientras que en
suelos cementados se suele registrar rotura frágil en este tipo de ensayos. Las teorías de rotura
frágil fueron iniciadas por Allan Griffith en 1920, al atribuir la reducida resistencia a la tracción
de muchos materiales a la presencia de diminutas fisurasen su interior, en cuyos extremos se
produce concentración de tensiones. La rotura se produce debido a la propagación de las
microfisuras existentes bajo dicha concentración de tensiones. En una probeta sometida a
compresión simple también se pueden producir tracciones locales en el contorno de las fisuras,
especialmente sobre planos paralelos a la dirección de la compresión. Esto explica la aparición
de grietas verticales. En suelos blandos sometidos a presiones no muy altas, la rotura dúctil se
presenta bajo la forma de un ensanchamiento sólo por el centro, ya que por los extremos lo
impide la fricción entre el suelo y las placas de carga.

Materiales.

Los materiales utilizados en el ensayo de compresión no confinada son los siguientes.1.


Aparato de compresión: El aparato de compresión puede ser una báscula de plataforma
equipada con un marco de carga activado con un gato de tornillo, o con un mecanismo de
carga hidráulica, o cualquier otro instrumento de compresión con suficiente capacidad de
control para proporcionar la velocidad de carga. En lugar de la báscula de plataforma es común
que la carga sea medida con un anillo o una celda de carga fijada al marco. Para suelos cuya
resistencia a la compresión no confinada sea menor de 100 kPa (1kg/cm2) el aparato de
compresión debe ser capaz de medir los esfuerzos compresivos con una precisión de 1 kPa
(0,01 kg/cm2); para suelos con una resistencia a la compresión no confinada de 100 kPa
(1kg/cm2) o mayor el aparato de compresión debe ser capaz de medir los esfuerzos
compresivos con una precisión de 5 kPa (0,05 Kg/cm2).

Deformímetro

El indicador de deformaciones debe ser un comparador de carátula graduado a


0,02mm, y con un rango de medición de por lo menos un 20% de la longitud del espécimen
para el ensayo, o algún otro instrumento de medición, como un transductor que cumpla
estosrequerimientos.3. Instrumentos de medición: Micrómetro, u otro instrumento adecuado
para medir las dimensiones físicas del espécimen dentro del 0,1% de la dimensión medida. Los
pie de metro o calibradores Vernier no son recomendados para especímenes blandos que se
deformarán a medida que los calibradores se colocan sobre el espécimen.4. Cronómetro: Un
instrumento de medición de tiempo, que indique el tiempo transcurrido con una precisión de 1
seg. para controlar la velocidad de aplicación de deformación prescritaanteriormente.5.
Balanza: La balanza usada para pesar los especímenes, debe determinar su masa con una
precisión de 0,1% de su masa total. 6. Equipo misceláneo: Incluye las herramientas para
recortar y labrar la muestra, instrumentos para remoldear la muestra, y las hojas de datos.

Método

El ensayo de compresión simple se realiza siguiendo el método dado a continuación: 1.


Obtención y preparación de muestras. 1.1 Se extrae muestra del suelo lo más inalterada
posible de un tamaño suficiente para poder trasportarla al laboratorio sin que ésta se desintegre
y no se produzcan grietas internas que puedan alterar los resultados del ensayo. 1.2 Se deben
manejar las muestras cuidadosamente para prevenir cualquier alteración, cambios en la
sección transversal y evitándose cualquier cambio en el contenido de agua del suelo.2.
Preparación de la probeta. 2.1 Los especímenes deben tener una sección transversal circular
con sus extremos perpendiculares al eje longitudinal de la muestra. Además deben tener un
diámetro mínimo de 30 mm y la partícula mayor contenida dentro del espécimen de ensayo
debe ser menor que 1/10 del diámetro del espécimen. La relación de altura a diámetro debe
encontrarse entre 2 y 2,5. 2.2 Se talla la muestra de tal manera que la altura sea el doble del
diámetro, este tallado se realiza de forma muy cuidadosa, en lo posible tratando que el material
no se agriete en el tallado, realizado con un cuchillo. 2.3 El tamaño de la probeta se mide con
un molde, de esta manera se llega a una probeta bien tallada cumpliendo con la condiciones
anteriormente mencionadas, y se determina la altura promedio y el diámetro de la muestra para
el ensayo utilizando los instrumentos especificados anteriormente.3. Procedimiento. 3.1 Se
coloca el espécimen en el aparato de carga de tal manera que quede centrado en la platina
inferior. Se ajusta el instrumento de carga cuidadosamente de tal2 Método basado en la norma
ASTM Standard D2166-91: Test Method for Unconfined Compressive Strenghtof Cohesive Soil.

8. manera que la platina superior apenas haga contacto con el espécimen. Se coloca en cero el
indicador de deformación. 3.2 Se aplica la carga de tal manera que se produzca una
deformación axial a razón de 0,05 plg/min. 3.3 Se registran los valores de carga, deformación y
tiempo, del anillo de deformaciones y del anillo de cargas (0,0001”) a intervalos suficientes para
definir la curva esfuerzo-deformación. 3.4 Se continúa aplicando carga hasta que los valores de
carga decrezcan al aumentar la deformación o hasta que se alcance una deformación igual a
0,2. 3.5 Finalmente, se confecciona un croquis de la probeta posterior al ensayo.

9. RESULTADOS Los valores obtenidos en el laboratorio se muestran a continuación en la


tabla de cálculos y resultados. Tiempo Deformación Carga Deformación Área Esfuerzo Probeta
Anillo unitaria 1-ε corregida σ (seg) (plg) 0,0001" (kg) ε (cm2) (kg/cm2) 15 0,0125 12 4,19
0,0030 0,9970 22,13 0,19 30 0,0250 31 7,02 0,0059 0,9941 22,20 0,32 45 0,0375 53 10,30
0,0089 0,9911 22,26 0,46 60 0,0500 80 14,32 0,0118 0,9882 22,33 0,64 75 0,0625 126 21,17
0,0148 0,9852 22,40 0,95 90 0,0750 211 33,84 0,0177 0,9823 22,46 1,51 105 0,0875 275 43,38
0,0207 0,9793 22,53 1,93 120 0,1000 300 47,10 0,0236 0,9764 22,60 2,08 135 0,1125 410
63,49 0,0266 0,9734 22,67 2,80 150 0,1250 495 76,16 0,0295 0,9705 22,74 3,35 165 0,1375
500 76,90 0,0325 0,9675 22,81 3,37 180 0,1500 450 69,45 0,0354 0,9646 22,88 3,04Además
se muestran en las tablas siguientes los diámetros, áreas, el área media de cálculo, la altura y
las medidas principales después del ensayo. DIÁMETRO (cm) Superior Central Inferior 5,20
5,35 5,30 2 ÁREA (cm ) Superior Central Inferior 21,24 22,48 22,06D medio (cm) 5,30A media
(cm2) 22,06 ALTURA cm plg 10,75 4,23DESPUÉS DEL ENSAYO Diámetro Altura 5,50
10,55Los valores se obtuvieron con las siguientes fórmulas. Áa re s p rio ue r +( 2 × re Á a c n l)
e tra +Á a re in rio fe r Áa re md e ia = 4 Df r a ió e omc n po e r b ta Df r a ió e omc n u ita n ria
= L n itu og d in ia ic l po e r b ta

10. Á a md re e ia Áa re c rre id o g a = 1 −D f rmc e o a ió n u ita n ria Ca ar g = tr ( eu L a c ×)


04 , 9 1 +2 ,4 [g ] k Carga kg Esfuerzo = cm 2 Área corregida Con los datos
anteriores obtenemos el gráfico esfuerzo-deformación. GRÁFICO ESFUERZO -
DEFORMACIÓN 4,00 3,50 3,00 2,50 2,00 1,50 1,00 0,50 0,00 0,0030 0,0059 0,0089 0,0118
0,0148 0,0177 0,0207 0,0236 0,0266 0,0295 0,0325 0,0354 Def ormac ión unitaria

acomodación de la probeta enuno de sus extremos o en ambos, que podrían no haber quedado
perfectamenteperpendiculares al eje. En resumen los resultados muestran un comportamiento
que se aleja un poco delcomportamiento típico de un suelo arcilloso, ya que el esfuerzo de
rotura es bastante alto encomparación a otros suelos, a pesar de mantener bajas
deformaciones, es por esto que

13. concluimos que la rotura del suelo es de tipo frágil, tesis que queda avalada por las
grietascasi verticales que se produjeron al final, y que se veían claramente luego de terminar
elensayo (ver fotografías). La resistencia del suelo o esfuerzo de compresión último es 3,37
kg/cm2, valor quesegún la clasificación de Terzaghi mostrada en la sección Apoyo Teórico
corresponde a unsuelo de consistencia muy firme. También podemos obtener una
aproximación de laresistencia al corte, simplemente diviendo este valor por 2, con lo que
obtenemos 1,69kg/cm2 de resistencia al corte.

Parámetros de resistencia al corte del suelo

Los parámetros de resistencia al corte del suelo son muy utilizados en el análisis de
problemas geotécnicos que impliquen fenómenos de interacción suelo-estructura. Sin embargo
el estudio de parámetros de cortante en interfaces suelo - estructura ha sido poco estudiada,
siendo la aproximación más común el uso de correlaciones en el ángulo de fricción de estos
para el diseño en obras de ingeniería. Como ejemplo, para el diseño de muros de contención,
se acostumbra tomar el ángulo de fricción como 𝛿=12 ∅ 𝑜23 ∅ sin llegar a un análisis verídico
de este factor.

Resistencia al Corte del Suelo y Criterio de Falla

La resistencia al corte de una masa de suelo está definida como la resistencia interna
por área unitaria que la masa de suelo ofrece para resistir la falla por los esfuerzos y el
deslizamiento a lo largo de cualquier plano dentro de éste.
Un material falla debido a una combinación crítica del esfuerzo normal y esfuerzo
cortante, la aproximación del esfuerzo cortante sobre, el plano de falla como una función lineal
del esfuerzo normal (Coulomb, 1776). Se escribe como:
𝜏𝑓=𝑐+𝜎 𝑡𝑎𝑛 ∅ Ec. (1)

Donde
c = cohesión
∅= ángulo de fricción interna

Aplicación del Criterio de Falla en Interfaces Suelo-Concreto

Como ejemplos de la interacción de concreto con el suelo en la aplicación de la


ingeniería, se tiene el caso de los muros de contención y los pilotes. Los muros de contención
son aquellas estructuras encargadas de soportar el esfuerzo horizontal de una masa de suelo
retenida, la fricción que apoya las fuerzas resistentes del muro dependerá del tipo de suelo
sobre el cual se soporta. Estos muros de contención en realidad son rugosos y desarrollan
fuerzas cortantes en un ángulo 𝛿 entre la cara del muro y el relleno, que para fines prácticos en
suelos granulares sueltos se toma igual al ángulo de resistencia al corte del suelo.
Dependiendo de los parámetros de presión lateral activa o pasiva de la estructura la fuerza
cortante en el muro será una fricción positiva o negativa (Das 2010). En la teoría el estudio de
las presiones activas de Coulomb está basado en el análisis del comportamiento de la
estructura en un relleno sin cohesión, donde la teoría de cortante en las arenas se abarca con
amplitud.

En el desarrollo de la ingeniería, principalmente en las cimentaciones profundas como


los pilotes, se encuentra que la interacción de la estructura con capas de materiales diferentes
es inevitable y la posibilidad de encontrar estratos de arena es elevada, en base a estos
estratos y a parámetros de carga de la estructura a soportar se procede a diseñar estos
elementos. Cada capa de suelo desarrolla fricción sobre el pilote (Qs) obteniendo la resistencia,
dicha fricción se puede generar de manera positiva o negativa dependiendo del tipo de material
y su ubicación en la estratificación del suelo, trabajando el pilote por fuste. Si la punta del pilote
llega a una profundidad donde se encuentra un suelo compacto adecuado el pilote trabajara
por punta (Qp) (Das 2010).

Antecedentes de Parámetros de resistencia al corte en interfaces arcilla-concreto

En esta investigación, se analizaron los parámetros en los problemas de estructuras


geotécnicas en el medio lacustre de Bogotá (Pineda y Colmenares, 2011), los parámetros se
obtuvieron por medio de ensayos de corte directo en condiciones consolidadas drenadas,
analizados en paralelo con el coeficiente de rugosidad (R) con el fin de estudiar su influencia
sobre los parámetros de resistencia al corte. Se encontró que los ángulos de pico y resistencia
residual en las interfaces son casi independientes de esta variable, y su incidencia sobre los
mismos.

En síntesis, en esa investigación se mostraron los resultados experimentales que


demostraron los parámetros de resistencia al corte pico y residual de la arcilla blanda y las tres
interfaces en sus diferentes rugosidades (R1=2, R2=1.65, R3=0.25), para su comparación.
Imagen: Parámetros de resistencia al corte en la arcilla

Imagen: Parámetros de resistencia al corte en la interface.R1


Imagen: Parámetros de resistencia al corte en la interface. R2.

Imagen: Parámetros de resistencia al corte en la interface R3.

Dentro de los resultados en los parámetros de las rugosidades R1 y R2, se encuentra


que el ángulo de resistencia pico son similares a los de la arcilla, pero la cohesión es mayor.
Por otra parte en los parámetros encontrados en R3 siendo la menor de todas por sus
características disminuye el ángulo de resistencia pico. A la luz de los resultados
experimentales se encuentra que la relación δ= (2/3) ∅ no se cumple para los materiales de las
interfaces usadas si no que varía entre 0.85 y 1.00, teniendo en cuenta que el principal
mecanismo de las interfaces es la adhesión. Finalmente se encuentran diferentes relaciones
para las interfaces concretó arcillas blandas que son: 0.8 <(δ𝑝∅𝑝)< 0.95
∅𝑅~ δ𝑃~ δ𝑅
(δ𝑅∅𝑅) = 1
Dónde:

δP: es el ángulo de la resistencia a los picos de interfaz


δR :es el ángulo de la resistencia residual de interfaz
∅P: es el ángulo de la resistencia máxima del suelo
∅R: es el ángulo de la resistencia residual en la tierra
El estudio determina que las cohesiones de las interfaces suelo-concreto eran
superiores a la cohesión de la interfaz suelo-suelo, donde se ratifica la relación entre la
cohesión y el ángulo de fricción interna generando una relación inversamente proporcional. Los
resultados obtenidos de la investigación arrojaron que el ángulo de fricción interna en las fases
mixtas varia 7.470 menos que el ensayo en la muestra de la interfaz suelo-suelo y que la
cohesión en la interfaz suelo-concreto es del orden de 0.33 kg/cm2 por encima del resultado
obtenido en la interfaz suelo-suelo. También se determinó que existe una función proporcional
entre la rugosidad y el ángulo de fricción interna, e inversamente proporcional entre la
rugosidad y la cohesión (Montoya G 2013)

Capacidad de carga del suelo

La capacidad de carga del suelo no es más que la resistencia que ofrece el suelo a
deformarse, debido a la fuerza de fricción y cohesión entre sus partículas. Por capacidad
portante de un suelo se interpreta el estado tensional límite más allá del cual se produce la falla
por corte del mismo. Esto se puede visualizar por medio del análisis del modelo mecánico
desarrollado por Khristianovich, quien desarrollo una balanza ordinaria, cuyo desplazamiento
está restringido por fricción en las guías de los platillos, de tal forma que si un peso
suficientemente pequeño se coloca en un platillo, la balanza permanece en equilibrio, pues la
fricción en las guías puede neutralizarlo; en cambio, si el peso colocado es mayor que la
capacidad de las guías para desarrollar fricción, se requerirá un peso suplementario en el otro
platillo, para alcanzar el equilibrio. Se entenderá por equilibrio crítico de la balanza, la situación
en la que esta pierde el equilibrio con cualquier incremento de peso en uno de sus platillos.

Los métodos que se utilizan para resolver los problemas de ingeniería civil referentes a la
capacidad de carga del suelo como cimiento se fundamentan en las matemáticas aplicadas y
en la mecánica del medio continuo, contando esta última con dos disciplinas: la teoría de la
elasticidad y la teoría de la plasticidad. El estudio de la capacidad de carga del suelo es
necesario debido a que Las obras de ingeniería civil descansan, de una u otra forma, sobre el
suelo, y muchas de ellas, además, utilizan la tierra como elemento de construcción para
terraplenes, diques y rellenos en general, en consecuencia, su estabilidad y comportamiento
funcional y estético, estará regido por la conducta del material de asiento situado, o por la del
suelo utilizado para conformar los rellenos, y si se sobrepasan los límites de la capacidad
resistente del suelo, o si aún sin llegar a ellos las deformaciones son considerables, se pueden
producir esfuerzos secundarios en los miembros estructurales, quizás no tomados en
consideración en el diseño, productores a su vez de deformaciones importantes, fisuras,
grietas, alabeo o desplomos que pueden producir, en casos extremos, el colapso de la obra o a
su inutilización y abandono.

Concepto de estabilidad y falla

Estabilidad: es la capacidad que tienen los cuerpos de mantenerse en equilibrio ante la


aplicación de cargas externas. Es la seguridad de una masa de tierra contra la falla o
movimiento.
Falla: es un deslizamiento o una discontinuidad que se forma por el movimiento del suelo
cuando pierde su estabilidad.

Fallas por capacidad.

Las fallas por capacidad se producen cuando el terreno tiene una capacidad de carga
inferior a las cargas impuestas. Este tipo de fallas sucede cuando se construye sobre rellenos
no compactados o con un nivel bajo de compactación, cuando se colocan fundaciones
superficiales en un terreno de baja capacidad de soporte, cuando las fundaciones son pilotes
que no alcanzan terreno firme, entre otros.

Falla general por corte: la superficie de deslizamiento es continua desde un borde de la


cimentación hasta la superficie del terreno en el lado opuesto. Es una falla súbita y catastrófica,
con una inclinación substancial del cimiento y una expansión del suelo a los lados del cimiento.
Es característica de las arenas compactas.

Falla local por corte: se produce hinchamiento y asentamiento del suelo. Se forma una cuña
debajo de la cimentación como en la falla general por corte pero las superficies de falla no son
completas.

Falla por corte punzonado: se produce movimiento vertical de la cimentación, mediante la


compresión del suelo debajo de ella. La rotura del suelo se produce por cortante alrededor de
la cimentación. La superficie del suelo en torno al cimiento casi no se altera por lo que no se
observan movimientos previos a la rotura. NOTA: Cuando el suelo es incompresible, bajo el
cimiento se desarrollará una falla por corte general, y cuando el suelo es compresible, se
desarrollará una falla por punzonado.

Las teorías actualmente utilizadas se fundamentan en la Teoría de Elasticidad y la Teoría


de Plasticidad, siendo la última la más utilizada por tener mayor correspondencia con la
realidad y abarcar un número mucho mayor de problemas de importancia en los suelos. Las
hipótesis de la Teoría de Plasticidad son:

El suelo es homogéneo e isótropo (hipótesis común a la Teoría de la Elasticidad). Esta


hipótesis busca la simplicidad matemática y física; en la práctica, algunos suelos se acercan
más a esta hipótesis que otros; los suelos estratificados o aquéllos cuyas propiedades en
dirección vertical y horizontal difieren mucho, son los que se separan más de esta suposición.

No se consideran efectos en el tiempo (hipótesis común a la Teoría de la Elasticidad). En


las arenas esta hipótesis es bastante satisfactoria, tanto en lo referente a compresibilidad como
a resistencia y aún en lo referente a las curvas esfuerzo – deformación. En las arcillas el efecto
del tiempo es de mayor importancia y a la fecha existen muchas incertidumbres al respecto. Sin
embargo, en las aplicaciones prácticas el estudiar las condiciones más desfavorables de la vida
de la estructura, para tomarlas como criterio de proyecto, proporciona una norma que permite
superar sin peligro mucho de la ignorancia que se tiene.

No se consideran fenómenos de histéresis en la curva esfuerzo – deformación. El aceptar


esta hipótesis en los suelos conduce, aparentemente a fuertes desviaciones de la realidad; sin
embargo, en la práctica, la situación se arregla considerando en una curva esfuerzo –
deformación que contenga tramos de carga y descarga, una ley particular para el primero y otra
diferente, para el segundo. Lo anterior es posible y aceptable dado que los casos prácticos más
frecuentes, en la Mecánica de Suelos aplicada, corresponden o bien a un problema de carga o
bien a uno de descarga, bien definidos.

No se consideran efectos de temperatura. Dada la pequeña variación de temperatura que


afecta a los suelos reales, se considera hoy que esta hipótesis no introduce ninguna desviación
seria en los análisis. Casos especiales como la acción de helada, se estudian en la Mecánica
de Suelos actual.

Teoría de prandtl: Prandtl determinó en el marco de la Teoría de la Plasticidad, que el valor


de la carga límite (qmax) que no es más que la máxima presión que se puede dar al elemento
rígido sin que penetre en el medio semiinfinito, está dada por el valor siguiente qc = (π + 2) c
Se supone que el medio semiinfinito es rígido plástico perfecto, plano, homogéneo e isótropo.

Teoría de hill: obtiene el mismo valor que la de Prandtl, haciendo notar que si la superficie
del medio semiinfinito no fuese horizontal, la presión límite (qc) toma el valor: qc = 2c (1 + θ). qc
= 2c para θ = 0 qc = (π + 2) c para θ = 90º (superficie horizontal en medio semiinfinito)

Teoría de terzaghi: estableció que la presión máxima es: qc = c Nc + ϒ h Nq + 0.5 ϒ B Nϒ


Donde Nc , Nq y Nϒ son los “factores de capacidad de carga” coeficientes adimensionales que
dependen de Φ, Φ es el ángulo de fricción interna del suelo, h es la altura de desplante de la
cimentación y ϒ es el peso específico del suelo. La resistencia del suelo a las cargas aplicadas
depende en gran medida de la capacidad de la zona C a oponerse al empuje de la zona B y al
asentamiento de la zona A. El esfuerzo admisible será qc dividido por el factor de seguridad
(FS), el cual es de 3 para la mayoría de las normas vigentes y no debe ser menor que ese
valor. qc tendrá diferentes expresiones según la geometría de la fundación y el tipo de suelo.
Terzagui descubrió que la falla general se produce en arcillas duras y arenas densas y el corte
local se produce en arcillas sensibles o blandas y arenas sueltas.

Otras teorías:

Skempton: dijo que Nc crece al aumentar la profundidad de la cimentación, por lo que no


siempre valdrá 5.7 en suelos cohesivos (Φ = 0) como dice Terzagui sino que dependerá de la
relación D/B.

Meyerhof: toma en cuenta los esfuerzos cortantes desarrollados en el suelo arriba del nivel
de desplante del cimiento, a diferencia de Terzagui que dice que es una sobrecarga
permanente flexible.

Factores que afectan la capacidad portante de un suelo

 Retracción y expansión del suelo.


 Proximidad del nivel freático.
 Defectos o fallas del subsuelo.
 Acción de heladas y deshielos.
 Erosión y corrosión en el suelo.
 Aplicación de cargas inclinadas o excéntricas.
 Proximidad de las bases a laderas.
 Excesiva cercanía entre bases o en linderos.
 Licuefacción por la acción de cargas dinámicas.

Cimentaciones superficiales y profundas

Cimentaciones superficiales: son aquellas fundaciones que se apoyan en toda o casi


toda el área de la base sobre el terreno, en un estrato no mayor de 5 m de profundidad,
medido desde la cota superior del predio a construir, y donde el suelo ofrezca la suficiente
capacidad portante para soportar las cargas impuestas por la superestructura, con
moderados asentamientos.

Aisladas: Resultan del ensanchamiento del extremo inferior de las columnas o pedestales
en el plano de apoyo del suelo de modo de disminuir la magnitud de presiones de contacto con
éste y asegurar la estabilidad de la superestructura.

Continuas: se conocen como corridas y son las que transmiten al suelo de fundación las
cargas de los muros de concreto, las paredes de mampostería, o una fila de columnas
alineadas próximas entre sí.

Combinadas: Son las que sirven de apoyo a dos columnas muy cercanas, evitando así la
superposición de sus bases aisladas. La forma y dimensiones de la planta debe adaptarse para
que la resultante de sus cargas y momentos de las columnas coincida con el baricentro de la
base, de modo de poder obtener una distribución uniforme de presiones en toda el área de
contacto con el suelo.

Conectadas: soportan cargas excéntricamente aplicadas en las columnas, y al unirlas


mediante tensores o vigas rígidas, se anula el efecto de volcamiento y se otorga estabilidad al
conjunto.

Placas de fundación: son las que reciben las cargas de un grupo de columnas y muros. Se
las utiliza cuando el área en planta de las bases aisladas resulta prácticamente la misma que la
superficie del terreno bajo la construcción. Presentan por lo general un espesor considerable y
en algunos casos tienen nervios o vigas de entramado conectando las columnas y los muros,
que cumplen la función de disminuir el espesor de las placas y aumentar la rigidez de la
fundación.
CIMENTACIONES PROFUNDAS: son cimentaciones que se utilizan cuando los estratos
superficiales del suelo no son lo suficientemente resistentes para soportar las cargas impuestas
por la superestructura, evitando los problemas de asentamientos locales excesivos y fallas del
suelo por superar su capacidad portante. Los pilotes son miembros estructurales de gran
esbeltez, con sección transversal circular o poligonal, que penetran en suelos de baja
capacidad portante a fin de transmitir las cargas a niveles más profundos del subsuelo. Se
clasifican en prefabricados y vaciados en sitio.

Consolidación

Es un proceso de disminución de volumen del suelo en un tiempo dado por la aplicación de


una carga, produciéndose un asentamiento por la disipación del exceso de la presión intersticial
debida a la expulsión del agua a través del suelo. Suelo Saturado Por lo tanto, cuando un suelo
se consolida ante la aplicación de una carga, se produce una disminución de la relación de
vacíos y un incremento del esfuerzo efectivo.

Compresibilidad

Es que la propiedad que tiene el suelo para de reducir su tamaño ante la aplicación de una
fuerza de compresión. Cuando a un suelo se le aplica una fuerza de compresión, con la
finalidad de reducir su tamaño, lo que en realidad se reduce son los espacios vacíos por
reacomodo de sus partículas, por lo que si se trata de un suelo saturado, la compresión
producida es debida a la expulsión del agua de los vacíos, y como el agua fluye lentamente, es
un proceso diferido con el tiempo. Si por el contrario se trata de un suelo parcialmente
saturado, la compresión producida es debida a la expulsión del aire, por lo que el fenómeno
ocurre de forma casi instantánea, es decir que toma poco tiempo.

Suelos no cohesivos como las gravas y arenas, se comprimen en un tiempo relativamente


corto debido a que su permeabilidad es relativamente alta, por lo que los asentamiento en este
tipo de suelos ocurre durante la fase de construcción de la estructura (horas o días).  Suelos
cohesivos, como las arcillas, presentan alta compresibilidad, pero como tienen baja
permeabilidad, se comprimen en un tiempo más largo que los no cohesivos, por lo que el
fenómeno puede durar años, e incluso siglos.

Fases de la consolidación

Compresión inicial: Deformación inmediata producto de la aplicación de una carga, sin


ningún cambio en el contenido de agua del suelo.

Consolidación primaria: Resultado de un cambio de volumen en suelos saturados


cohesivos debido a la expulsión del agua que ocupa los espacios vacíos.

Consolidación secundaria: Resultado del ajuste plástico de la estructura de suelo.


Deformación plástica de las partículas que componen el suelo. El estudio de las relaciones
esfuerzo – deformación de los suelos ha dado como resultado un comportamiento elasto –
plasto – viscoso, muy alejado de las hipótesis de ser un material linealmente elástico o
linealmente plástico, y debido a esa naturaleza se ha determinado que cuando a un suelo se le
aplica una fuerza, la deformación que se produce es función del tiempo.

Suelo está totalmente saturado y es homogéneo. Tanto el agua como las partículas de
suelo son incompresibles. La Ley de Darcy aplica para el flujo de agua. La variación de
volumen es unidimensional en la dirección del esfuerzo aplicado. El coeficiente de
permeabilidad en esta dirección permanece constante. La variación de volumen corresponde al
cambio en la relación de vacíos. Hipótesis de la Teoría de Consolidación Unidimensional

El movimiento de las partículas de suelos ocurre sólo en dirección vertical. Analogía de


Terzaghi (Transmisión de los esfuerzos externos a esfuerzos efectivos) Orificio Pistón sin
fricción Cilindro de sección A Resorte
𝜕𝑢 𝜕𝑡 = 𝐶 𝑣 𝜕2 𝑢 𝜕𝑧2 Define que la variación de la presión de poro en el tiempo va a ser una
función de un valor constante (Cv) afectado de la variación de segundo orden de la presión de
poro con respecto a la posición dentro del estrato compresible. 𝐶𝑣 = Coeficiente de
Consolidación 𝐶𝑣 = (1 + 𝑒) 𝑎 𝑣 𝛾 𝑤 k = Permeabilidad e = relación de vacíos 𝑎 𝑣= Coeficiente de
compresibilidad (mide la razón de variación de la relación de vacíos con la presión) 𝑎 𝑣 = 𝑑𝑒 𝑑𝑝
𝛾 𝑤= Peso específico del agua destilada a 4 ºC 𝑢 = 𝑓 𝑧, 𝑡 Presión neutra y es función de la
profundidad z y el tiempo t

Es una gráfica que relaciona el grado de consolidación U(%) con el tiempo(t). En las
ordenas en escala aritmética y en las abscisas en escala aritmética o semilogarítimica,
respectivamente. U(%) es la relación entre la consolidación que ya ha tenido lugar a esa
profundidad y la consolidación total que ha de producirse bajo el incremento de carga impuesto.
La curva es asintótica debido a que llega un punto en que a medida que pasa el tiempo, el
grado de consolidación permanece constante.

Es una curva que establece la relación de presión – relación de vacíos. En las abscisas en
escala natural o logarítmica y en las ordenadas en escala natural. Se obtiene una de cada
prueba de consolidación completa. Generalmente una curva de compresibilidad tiene 3 tramos,
el A es un tramo curvo que comienza en forma casi horizontal y cuya curvatura es progresiva,
alcanzado su máximo en la proximidad de su unión con el tramo B. El tramo B es generalmente
un tramo recto y con él se llega a la etapa final de carga de la prueba de consolidación, al
aplicar el máximo incremento de carga, que corresponde a la máxima presión sobre la muestra.
A partir de ese punto es común someter a la muestra a una segunda etapa, ahora de descarga,
en la que se sujeta al espécimen a cargas decrecientes, dejando un tiempo prudencial hasta
que la velocidad de deformación se reduzca prácticamente a cero; en esta etapa se tiene una
recuperación del espécimen, sabiendo que este nunca llega nuevamente a su relación de
vacíos inicial; el tramo c corresponde a la segunda etapa, con el espécimen llevado a carga
nula. El tramo A se llama tramo de recompresión, el tramo B tramo virgen y el c tramo de
descarga.

El tramo A recibe ese nombre porque en experimentos realizados a muestras a las que se
les ha aplicado ciclos de carga y descarga consecutivos, una vez que culmina la descarga del
primer ciclo y empieza la carga del segundo, a una presión mayor que la máxima alcanzada en
el primer ciclo, el tramo A del segundo ciclo se extiende hasta la máxima presión a la que se
cargó el suelo en el primer ciclo, mientras que el tramo B se define como una prolongación del
tramo virgen del ciclo anterior y el tramo c resulta similar al del primer ciclo. De esto se
concluye que el tramo A se produce cuando a una muestra de suelo se le aplican presiones
que ya ha soportado en épocas anteriores, mientras que el tramo B resulta de aplicar presiones
que la muestra nunca antes ha soportado, de manera que los nombres asignados para cada
tramo es lógico.
Cálculo de asentamientos

Ejercicio: En una prueba de consolidación de una muestra de arcilla inalterada se obtuvieron


los siguientes resultados: 𝑝1 = 1,65 𝐾𝑔 𝑐𝑚2 ; 𝑒1 = 0,895 𝑝2 = 3,10 𝐾𝑔 𝑐𝑚2 ; 𝑒2 = 0,732
Determine el asentamiento total de un estrato de esta arcilla de 10 m de espesor. ∆𝐻 = ∆𝑒 1 +
𝑒1 𝐻 ∆𝐻 = 0,163 1,895 10 𝑚 ∆𝐻 = 0,86 𝑚

Existe otro método para el cálculo de asentamiento 𝛿 basado en el parámetro de


compresibilidad 𝑚 𝑣 obtenido del ensayo de consolidación, 𝛿 se define mediante la ecuación 𝛿
= 𝑚 𝑣∆𝜎

Es la relación entre la tensión capaz de generar una penetración de una placa rígida
(cuadrada de 30,5 cm de lado o circular de 30,5 cm de diámetro) en el terreno de 0,05” (0,127
cm). Generalmente se identifica con la letra k. k = q/y Donde, k = módulo de reacción del suelo
q = tensión aplicada por la placa. y = penetración o asentamiento de la placa

Ensayo de Penetración Estándar

El Ensayo de Penetración Estándar o SPT, es un tipo de prueba de penetración dinámica,


empleada para ensayar terrenos en los que queremos realizar un estudio geotécnico. Es el
ensayo más empleado en la realización de sondeos, y se lleva a cabo en el fondo de la
perforación.

Consiste en medir el número de golpes necesario para que se introduzca una determinada
profundidad una cuchara (cilíndrica y hueca) muy robusta (diámetro exterior de 51 milímetros e
interior de 35 milímetros, lo que supone una relación de áreas superior a 100), que le permite
tomar una muestra en su interior, naturalmente alterada. El peso de la maza y la altura de la
caída libre, están normalizados, siendo de 63'5 kilopondios y 76 centímetros respectivamente.
Procedimientos del Ensayo de Penetración Estándar

Cuando en la perforación del sondeo se alcanza la profundidad donde se efectuará la


prueba, sin avanzar la entubación y viendo limpio el fondo del sondeo, se desciende el toma
muestras SPT unido al varillaje hasta apoyar en el fondo con suavidad. Luego se eleva
repetidamente la maza con una frecuencia constante, dejándola caer libremente sobre una
sufridera colocada en la zona superior del varillaje. Se contabiliza y se anota el número de
golpes necesarios para hincar la cuchara. Seguidamente se realiza la prueba en sí,
introduciendo otros 30 centímetros, anotando el número de golpes requerido para la hinca en
cada intervalo de 15 centímetros de penetración.

El resultado del ensayo es el golpeo SPT o Resistencia a la Penetración Estándar:

NSPT = N15 − 30 + N30 − 45

Si el número de golpes requerido para profundizar en cualquiera de estos intervalos de 15


centímetros, supera los 50, el resultado del ensayo deja de ser la suma anteriormente indicada,
para convertirse en rechazo (R), debiéndose anotar también la longitud hincada en el tramo en
el que se han alcanzado los 50 golpes.

Hasta aquí, el ensayo SPT se considera finalizado cuando se alcanza este valor. (Por
ejemplo, si se ha llegado a 50 golpes en 120 mm en el intervalo entre 15 y 30 centímetros, el
resultado debe indicarse como N0 − 15 / 50 en 120 mm, R).

La cuchara SPT suele tener una longitud interior de 60 centímetros, por ello es frecuente
hincar mediante golpeo hasta llegar a esta longitud, por lo que se tiene un resultado adicional
que es el número de golpes N45 − 60 . Proporcionar este valor no está normalizado, no
constituye un resultado del ensayo, solo tiene una función indicativa.

Ventajas del ensayo

Al ser la cuchara SPT un toma muestras, permite visualizar el terreno donde se ha realizado
la prueba y realizar ensayos de identificación, y en el caso de terreno arcilloso, de obtención de
la humedad natural.

Aplicaciones

Este ensayo SPT es de uso extendido, muy útil en la caracterización de suelos granulares
(arenas o gravas arenosas), donde es difícil obtener muestras inalteradas para los ensayos de
laboratorio.

Por otra parte existen correlaciones en el caso de los terrenos cohesivos, pero al ser un
ensayo prácticamente instantáneo, no se produce la disipación de los incrementos de
presiones intersticiales producidos en estos suelos arcillosos por efecto del golpeo, lo que por
cierto debe influir en el resultado de la prueba.
Por esta razón, los resultados del ensayo SPT (y por extensión, los de todos los
penetrómetros dinámicos) en ensayos cohesivos no son muy fiables para la aplicación de
correlaciones. Actualmente este criterio está cuestionado, siendo cada vez más aceptado que
las pruebas penetrométricas pueden dar resultados igualmente válidos en todo tipo de suelo.
En cualquier caso, al margen de la validez o existencia de correlaciones, el valor del golpeo
obtenido en ensayo de penetración simple es un dato indicativo de la consistencia de un
terreno susceptible de su utilización para la caracterización o el diseño geotécnicos.

Cuando se intenta atravesar un terreno de grava, la cuchara normal no puede hincarse,


pues su zapata se dobla. Con frecuencia se sustituye por una puntaza maciza de la misma
sección (no normalizada). El ensayo SPT no proporciona entonces muestra. El golpeo así
obtenido debe corregirse dividiendo por un factor que se considera del orden de 1'5.

Grupos de pilotes

Como corrientemente debajo de las cimentaciones los pilotes se colocan en grupo,


relativamente con poca separación entre ellos, es necesario considerar la acción del grupo de
pilotes. Esto es esencialmente importante cuando se usan pilotes de pura "fricción" y cuando
los suelos subyacentes al estrato resistente, en que descansan las puntas de los pilotes
resistentes por la punta, son más compresibles.

Figura: Arreglos básicos de grupos de pilotes


Izquierda, se tienen pilotes verticales, luego pilotes verticales e inclinados, y por ultimo pilotes verticales e inclinados de forma
simétrica.
Capacidad de carga del grupo de pilotes

La capacidad de carga del grupo de pilotes se calcula suponiendo que el grupo de


pilotes forma una cimentación gigantesca, cuya base está al nivel de las puntas de los pilotes y
cuyo ancho y largo son el ancho y largo del grupo de pilotes. La capacidad del grupo es la
suma de la capacidad de carga de la base de la "cimentación", más la resistencia a esfuerzo
cortante a lo largo de las caras verticales del grupo que forma la "cimentación".

La capacidad de carga del grupo de pilotes se calcula usando la formula general de


capacidad de carga (3). Se usan los factores para cimentación profunda cuando la longitud del
pilote es por lo menos diez veces el ancho del grupo y cuando el suelo homogéneo; en todos
los casos, se usan los factores para cimentaciones poco profundas. El esfuerzo cortante
alrededor del perímetro del grupo de pilotes, es igual a la resistencia del suelo, determinada sin
tener en cuenta ningún aumento de presión lateral debido al desplazamiento producido por el
pilote, multiplicada por él arrea de la superficie lateral del grupo. Aunque los ensayos en
modelos indican que la verdadera capacidad del grupo es siempre ligeramente menor que la
calculada, la diferencia está ampliamente comprendida dentro del factor de seguridad de 2.

Eficiencia Del Grupo De Pilotes

La eficiencia del grupo de pilotes eg es la relación entre la capacidad del grupo Qg, y la
suma de las capacidades de número de pilotes, n, que integran el grupo:

eg = Qg
nQo

Aunque se han deducido muchas fórmulas empíricas para determinar la eficiencia del
grupo de pilotes, ninguna ha demostrado ser verdaderamente valida. En vez de esto, la
eficiencia se debiera evaluar por la capacidad del grupo, usando la definición de la ecuación
(11). La capacidad del grupo aumenta con la separación entre pilotes, mientras que la
capacidad individual del pilote, en arcilla, no aumenta. Si se traza la curva de la eficiencia
teórica contra el esparcimiento, sé vera que la capacidad del grupo es igual a la suma de las
capacidades individuales para el esparcimiento optimo y una eficiencia de 1. El esparcimiento
optimo, So, para pilotes largos en arcilla y la eficiencia del grupo para el esparcimiento optimo
están dados por las siguientes formulas:

So = 1.1 + 0.4n0.4

e= 0.5 + 0.4
(n - 0.9)0.1

La distancia centro a centro de los pilotes, So, típica, es de dos a tres diámetros. Los
ensayos de modelos en arcilla indican que la verdadera eficiencia con el espaciamiento optimo
es algo menor que 1(0.84 a 0.9) y que aumenta lentamente a mayores espaciamientos. Como
al proyectar se usa corrientemente un factor de seguridad de 2, el error que se comente al
considerar que la eficiencia real es 1 con el espaciamiento óptimo, no tiene consecuencias
graves.
Para los pilotes en suelos no cohesivos la capacidad del pilote individual aumenta al
reducirse el espaciamiento, debido al aumento de resistencia del suelo por la compactación. El
espaciamiento optimo, es muy pequeño y tiene una eficiencia mayor que 1 pero no se pueden
hincar los pilotes tan próximos unos de otros. El espaciamiento usual es de 2.5 a 4 diámetros
centro a centro.

Asentamiento Del Grupo De Pilotes

El asentamiento de un grupo de pilotes se produce por la consolidación de los estratos


de suelo situados debajo de las puntas de los pilotes. Este asentamiento excederá al de un
pilote aislado que soporta la misma carga que cada uno de los del grupo, a menos que los
pilotes se apoyen en roca o en un estrato grueso de suelo incompresible. El asentamiento del
grupo se puede calcular suponiendo también que el grupo representa una cimentación
gigantesca.

Cuando los pilotes son de resistencia por la punta, la base del cimiento imaginario se
supone que está al nivel de las puntas de los pilotes, y los esfuerzos se calculan sobre esa
base. Cuando los pilotes se sustentan por fricción, los esfuerzos por debajo del cimiento se
calculan suponiendo que la carga del grupo entero se introduce en el suelo a una profundidad
que varía entre la mitad y las dos terceras partes de la longitud de los pilotes. La carga se
distribuye a este nivel en el área total que ocupan el grupo de pilotes. El asentamiento de los
estratos de suelo situados debajo de las puntas de los pilotes se calcula partiendo de estos
esfuerzos.

Estos cálculos son aproximados en el mejor de los casos y suelen dar asentamientos
mayores que los observados; sin embargo pueden indicar cuando es probable que se
presenten dificultades debidas a este problema.

La distribución exacta de los esfuerzos para una carga que tenga un ancho apreciable,
aplica muy por debajo de la superficie de un sólido elástico, no ha sido resuelta todavía. Se
pueden calcular los esfuerzos, aproximadamente, por los análisis de Boussinesq o
Wastergaard para cargas superficiales, reduciéndolos después. La base para la reducción es el
análisis de Mindlin, que demuestra que los esfuerzos debidos a la carga en un punto situado
profundamente por debajo de la superficie son, aproximadamente, la mitad de los hallados por
el análisis de Boussinesq.

Figura: Comparación de la zona de esfuerzo debajo de un pilote sencillo y un grupo de pilotes


Nivel freático en cimentaciones

La existencia de un nivel freático alto constituye un factor de gran importancia en el


proyecto y ejecución de cimentaciones cuyos efectos están asociados al tipo de terreno y sobre
todo a su permeabilidad. La consecuencia más directa se traduce en empujes hidrostáticos
sobre muros, pantallas o entibaciones y subpresiones sobre las obras de cimentación.

Como más frecuentes pueden considerarse los casos siguientes:

a) Suelos arcillosos blandos

La saturación del terreno por el agua freática hace que tenga una consistencia blanda o
fluida y, por tanto, una resistencia baja. Permite bajas presiones admisibles (enlace), elevados
asientos, problemas de estabilidad de taludes y fondo de excavaciones.

b) Suelos arcillosos duros y consolidados

La presencia del nivel freático se traduce en pequeños caudales de agua hacia las
excavaciones, generalmente a través de fisuras pero sin afectar a taludes moderados o a la
capacidad portante del terreno.

Cabe prestar atención a la zona de fluctuación del nivel freático ya que suele presentar una
menor resistencia. Debe evitarse esta zona en la medida de la posible bien cimentando por
encima o por debajo de la misma. Otro caso peculiar es el de las arcillas expansivas que se
verán menos afectadas si la capa freática se encuentra muy alta y sin variaciones estacionales.

c) Suelos arenosos

Debido a su elevada permeabilidad debe evitarse tener que cimentar bajo el nivel freático.
Si ello resulta imprescindible debe construirse recintos estancos como pantallas de hormigón,
tablestacas, entre otros. Y realizar un rebajamiento del nivel freático. El abatimiento del nivel
freático puede hacerse mediante arquetas de bombeo y well-points.

Las variaciones de la napa freática suelen ser importantes en este tipo de suelos por lo que
se recomienda medir el freático en distintas épocas del año. La cimentación debería
emplazarse siempre que sea posible por encima del nivel máximo para evitar la inmersión
posterior y dar lugar a fenómenos de colapso o asientos bruscos, tanto más bruscos cuanto
más flojo esté en su estado natural.
Conclusión.

Los procesos que se utilizan para resolver los problemas de ingeniería civil referentes a la
capacidad de carga del suelo como cimiento se basan en las matemáticas aplicadas y en la
mecánica del medio continuo, contando esta última con dos métodos: la teoría de la elasticidad
y la teoría de la plasticidad. El estudio de la capacidad de carga del suelo es necesario debido
a que Las obras de ingeniería civil descansan, de una u otra forma, sobre el suelo, y muchas
de ellas, además, utilizan la tierra como elemento de construcción para terraplenes, diques y
rellenos en general, en consecuencia, su estabilidad y comportamiento funcional y estético,
estará regido por la conducta del material de asiento situado, o por la del suelo utilizado para
conformar los rellenos, y si se sobrepasan los límites de la capacidad resistente del suelo, o si
aún sin llegar a ellos las deformaciones son considerables, se pueden producir esfuerzos
secundarios en los miembros estructurales, quizás no tomados en consideración en el diseño,
productores a su vez de deformaciones importantes, fisuras, grietas, alabeo o desplomos que
pueden producir, en casos extremos, el colapso de la obra o a su inutilización y abandono.

Es conveniente aclarar que un suelo no tiene una capacidad de carga, si por ello
entendemos que habrá un valor de capacidad de carga para cada tipo de suelo, únicamente.
Para tener un planteamiento adecuado del problema, debemos aceptar que lo que llamamos
Capacidad de Carga de un suelo, es una respuesta que nos dará dicho suelo en relación con el
valor de algunos factores específicos que deberemos tomar en cuenta. Es decir que la
capacidad de carga no es un valor único e invariable de ese suelo, sino que dependerá también
de cómo vayamos a transmitirle dicha carga. Un suelo nos responderá con una capacidad de
carga que se encuentra en función de parámetros tales como la geometría de, por ejemplo, una
cierta zapata de cimentación y su capacidad de carga variará (como lo indicó en su momento y
entre otros investigadores, K. Terzaghi), si dicha zapata es de forma cuadrada, circular o
rectangular, así como también de la profundidad a la cual pretendamos desplantarla.

También podemos aprender de dicho trabajo que el esfuerzo es la fuerza que actúa sobre
un cuerpo para deformarlo. En este sentido, el comportamiento de la materia variará
dependiendo de cómo se aplique esta fuerza. Así, esta puede causar diferentes deformaciones
en los cuerpos: estirarlo (esfuerzo de tracción), aplastarlo (esfuerzo de compresión), doblarlo
(esfuerzo de flexión), cortarlo (esfuerzo cortante o de corte), o retorcerlo (esfuerzo de torsión).

Cada material posee cualidades propias que definen su comportamiento ante la tracción.
Algunas de ellas son: elasticidad, plasticidad, ductilidad, fragilidad.

Carlos Alviarez.
Todos los suelos poseen características diferentes dependiendo de la ubicación en que se
encuentren, para cada tipo de construcción desde una simple casa hasta una gran empresa o
industria se debe tomar en cuenta todos los estudios que se deben realizar y pruebas
necesarias, para obtener el 100% de seguridad viable de la superficie en que se va a construir
(elasticidad, plasticidad, ductilidad y fragilidad).

Referente al estudio de la capacidad de carga del suelo, aspecto fundamental para la


construcción de obras de gran magnitud en donde todo el peso de maquinaria, cargamentos
depósitos, estructuras entre otros van a descansar directamente en el suelo, deberíamos saber
si el terreno está libre de deformaciones, fisuras, grietas, que puedan causar desplome o
derrumbes, debido a la aplicación de grandes cargas sobre el en un futuro. Existen muchos
instrumentos para cada tipo de estudios de los suelos (laboratorio) el aparato de compresión
triaxial de resistencia al esfuerzo cortante que lo pudimos conocer por medio de este trabajo en
donde observamos que se pueden realizar varios ensayos muy completos y complejos
(tensión, compresión, estricción, tracción) de los suelos a traes de estos resultados sabremos
en qué tipo de terreno podremos construir dando seguridad al futuro proyecto.

Observamos los diferentes tipos de zapatas, fundaciones, cimentaciones (pilotes) que se


pueden utilizar en suelos inestables, elementos muy importantes que se aplican en las grandes
obras de ingeniería civil del día a día actualmente.

Cesar Franceschini
Es necesario entender el comportamiento de los suelos, se pueden comportar como materiales
elásticos y muchas veces tendrán deformaciones mayores de las normales, un factor
predominante es considerar la plasticidad del suelo, el suelo puede presentar diversos tipos de
fallas.

Para el estudio de fuerzo cortante esta representada por la ecuación de coulomb donde se
toma la resistencia al corte de suelo, la cohesión del suelo, esfuerzo normal triangular y ángulo
de fricción interno del suelo, la cual se supone que es constante, pero en general para
determinar los parámetros de resistencia de corte de suelo a menudo es por ensayo de
laboratorio o por el ensayo de compresión triaxial, también se puede conocer cómo influyen las
cargas unidimensionales en consolidación de los suelos mediante incrementos de esfuerzos.
se mantiene hasta que el exceso de presión de poros de agua se haya disipado
completamente.

Los parámetros de resistencia al corte del suelo son muy utilizados en el análisis de problemas
geotécnicos que impliquen fenómenos de interacción suelo-estructura. Sin embargo el estudio
de parámetros de cortante en interfaces suelo - estructura ha sido poco estudiada, siendo la
aproximación más común el uso de correlaciones en el ángulo de fricción de estos para el
diseño en obras de ingeniería. Como ejemplo, para el diseño de muros de contención, se
acostumbra tomar el ángulo de fricción

Las fallas por capacidad se producen cuando el terreno tiene una capacidad de carga inferior a
las cargas impuestas. Este tipo de fallas sucede cuando se construye sobre rellenos no
compactados o con un nivel bajo de compactación, cuando se colocan fundaciones
superficiales en un terreno de baja capacidad de soporte, cuando las fundaciones son pilotes
que no alcanzan terreno firme, entre otros.

Alondra Rosales

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