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Este material ha sido elaborado con propósitos didácticos, sin fines lucrativos.
Índice
Introducción IX
Características del curso X
Organización de los contenidos XI
Relación con otras asignaturas XII
Orientaciones didácticas XIII
Sugerencias para la evaluación XIV
Propósitos generales XIV
Organización por capítulos XV
Capítulo 1. Introducción a la Core Energética XV
Objetivo general XV
Objetivos específicos XV
Contenido XV
Bibliografía XVI
Capítulo 2. Amor, Eros y Sexualidad XVII
Objetivo general XVII
Objetivos específicos XVII
Contenido XVII
Bibliografía XVIII
Capítulo 3. Niveles de personalidad humana XIX
Objetivo general XIX
Objetivos específicos XIX
Contenido XIX
Bibliografía XX
Capítulo 4. Niveles de conciencia XXI
Objetivo general XXI
Objetivos específicos XXI
Contenido XXI
Bibliografía XXII
Capítulo 5. Caracterología XXIII
Objetivo general XXIII
II
3.1 Cuerpo 58
3.2 Emociones 61
3.3 Mente 62
3.4 Voluntad 65
3.5 Espiritualidad 66
Conclusiones 67
Resumen 67
Cuestionario 69
Ejercicios reflexivos 69
Dinámicas corpo-energéticas 70
Sugerencias para el facilitador 70
Bibliografía 72
4. Niveles de conciencia 73
Introducción 73
Objetivo general 73
Objetivos específicos 73
Mapa conceptual 74
4.1 Máscara 75
4.2 Ser Inferior 80
4.3 Ser Superior 88
Conclusiones 91
Resumen 91
Cuestionario 92
Ejercicios reflexivos 93
Dinámicas corpo-energéticas 94
Ejercicio I 94
Ejercicio II 94
Sugerencias para el facilitador 95
Bibliografía 96
5. Caracterología 97
Introducción 97
V
Objetivo general 97
Objetivos específicos 97
Mapa conceptual 98
5.1 Caracterología 99
5.2 Carácter esquizoide 104
5.2.1 Etiología 104
5.2.2 Energía y conciencia 105
5.2.3 Cuerpo 106
5.2.4 Emociones 108
5.2.5 Mente 109
5.2.6. Voluntad 110
5.2.7 Espiritualidad 111
5.2.8 Máscara 111
5.2.9 Ser Inferior 111
5.2.10 Ser Superior 112
5.2.11 Core 112
5.2.12 Tarea de vida 112
5.3 Carácter oral 112
5.3.1 Etiología 112
5.3.2 Energía-conciencia 113
5.3.3 Cuerpo 114
5.3.4 Emociones 115
5.3.5 Mente 117
5.3.6 Voluntad 118
5.3.7 Espiritualidad 119
5.3.8 Máscara 119
5.3.9 Ser Inferior 120
5.3.10 Ser Superior 120
5.3.11 Core 120
5.3.12 Tarea de vida 120
5.4 Carácter masoquista 121
VI
Resumen 167
Cuestionario 169
Ejercicios reflexivos 169
Ejercicios corpo-energéticas 170
Sugerencias para el facilitador 170
Bibliografía 171
7. El proceso en Core Energética 172
Introducción 172
Objetivo general 173
Objetivos específicos 174
Mapa conceptual 174
7.1 Etapas del proceso 174
7.1.1 Penetrando la máscara 175
7.1.2 Liberando al Ser Inferior 177
7.1.3 Centrándose en el Ser Superior 180
7.1.4 Plan de vida 181
Conclusiones 182
Resumen 183
Cuestionario 183
Ejercicios reflexivos 184
Sugerencias para el facilitador 184
Bibliografía 184
IX
Introducción
La Core Energética, método psicoterapéutico con enfoque corporal y
transpersonal, es un sistema de enseñanza-aprendizaje que abarca al ser humano
en su totalidad: su cuerpo físico, su mente, su alma y su espíritu, en lo más
interno de su esencia. Esta propuesta, desarrollada en Estados Unidos a partir de
los años 70 por el Dr. John C. Pierrakos, se ha expandido a diferentes países del
mundo en un proceso de evolución constante. Es así como en 1989 Pierrakos
inicia en México el primer grupo de entrenamiento, coordinado por la Mtra. Ilse
Kretzschmar, quien más tarde se convirtió en la Directora del Instituto Core
Energética de México.
3. Toda existencia forma una unidad que se dirige hacia una evolución
creativa. En la entidad humana, dicha evolución consiste en la transformación
profunda de los aspectos negativos de la personalidad hacia una totalidad
creativa, a ser uno con su propio Ser interno. En un movimiento de trascendencia
que parte de lo individual para, finalmente, abarcar la conciencia de unicidad con
el todo.
El capítulo siete, “El proceso en Core Energética”, busca que los alumnos
integren, incorporen y asimilen toda la información recibida y puedan contar con
pistas, estrategias y recomendaciones para conocer paso a paso el proceso en
Core Energética. Es importante resaltar que esto no les autoriza a ser llamados
terapeutas en Core, pero sí les permite que conozcan el procedimiento que se
sigue durante el trabajo corporal.
Orientaciones didácticas
El curso se apoya en el presente libro de texto, que al final de cada capítulo ofrece
las respectivas referencias bibliográficas que pueden servir de guías, tanto para el
facilitador como para los participantes, para lograr profundizar en cada uno de los
temas. Incluye, además, cuestionarios, actividades reflexivas y ejercicios
vivenciales, que favorecen la apropiación de los conceptos y prácticas de la Core
Energética.
Propósitos generales
A partir del desarrollo de los temas y los ejercicios propuestos en el contenido del
presente trabajo, se pretende que los estudiantes:
Objetivo general
Dar a conocer los antecedentes, fundamentos teóricos y los conceptos básicos de
la propuesta psicoterapéutica corporal y espiritual de la Core Energética.
Objetivos específicos
Que el estudiante:
Contenido
• Introducción
• Core Energética
• El Core
• Antecedentes
• John. C. Pierrakos
• Conclusiones
• Resumen
• Cuestionario
• Ejercicios reflexivos
• Dinámicas corpo-energéticas
• Sugerencias para el facilitador
XVI
Bibliografía
Boyesen, G. (1984). Entre psyché et soma. Francia: Payot.
Objetivo general
Contribuir a la reflexión, comprensión y reconocimiento de las fuerzas del Amor, el
Eros y la Sexualidad.
Objetivos específicos
Que el estudiante:
Contenido
• Eros: la fuerza de la transformación
• Sexualidad: La fuerza creativa
• Amor: La fuerza unificadora
• Conclusión
• Resumen
• Cuestionario
• Ejercicios reflexivos
• Dinámicas corpo-energéticas
• Sugerencias para el facilitador
XVIII
Bibliografía
Buber, M. (2002). Yo y tú. Argentina: Nueva Visión.
Objetivo general
Conocer, aprender e integrar al conocimiento previo la visión holística en los
fundamentos y la intervención psicoterapéutica de la Core Energética.
Objetivos específicos
Que el estudiante:
Contenido
• Introducción
• Cuerpo
• Emociones
• Mente
• Voluntad
• Espiritualidad
• Conclusiones
• Resumen
• Cuestionario
• Ejercicios reflexivos
• Dinámicas corpo-energéticas
• Sugerencias para el facilitador
XX
Bibliografía
Reich, E. (1999). Bioenergética suave. España: Abraxas.
Objetivo general
Obtener, a partir de este mapa de la conciencia, los elementos teóricos y la guía
para lo vivencial y terapéutico, que permitan reconocer y trabajar la falsedad, la
negatividad y asumir la belleza y poder interior.
Objetivos específicos
Que el alumno:
4.4 Conozca las formas de trabajo del método terapéutico en Core, para
acompañar a otros en su autoconocimiento, sanación y transformación.
Contenido
• Introducción
• Máscara
• Ser Inferior
• Ser Superior
• Conclusión
• Resumen
• Cuestionario
• Ejercicios reflexivos
• Dinámicas corpo-energéticas
• Sugerencias para el facilitador
XXII
Bibliografía
Baumgardner, P. (1982). Terapia Gestalt: teoría y práctica. México: Árbol.
Pathwork. “La conexión entre el ego y el poder universal”. Conferencia No. 152.
Pierrakos, J. (1997). Eros, love and sexuality. U.S.A.: Life Rhythm Publication.
Capítulo 5. Caracterología
Objetivo general
Ofrecer una guía de caracteres que permita, desde el exterior de la persona,
introducirlo en los patrones de vida que se han observado desde el trabajo
psicocorporal de W. Reich, de la Bioenergética y las aportaciones de la Core
Energética.
Objetivos específicos
Que el estudiante:
Contenido
• Introducción
• Carácter esquizoide
• Carácter oral
• Carácter masoquista
• Carácter psicopático
• Carácter rígido
• Conclusiones
• Resumen
• Cuestionario
• Ejercicios reflexivos
• Dinámicas corpo-energéticas
• Sugerencias para el facilitador
XXIV
Bibliografía
Brennan, B. A. (1993). Manos que curan. México: Roca.
Objetivo general
Dar a conocer los recursos básicos corporales y energéticos que se utilizan en el
contexto psicoterapéutico de la Core Energética.
Objetivos específicos
Que el estudiante:
6.3 Aprenda cómo usar las técnicas a través del modelaje que realice el maestro-
facilitador de la materia.
6.4 Practique en parejas y/o subgrupos los ejercicios y la lectura corporal, con el
fin de desarrollar estas habilidades para su trabajo como psicoterapeuta.
Contenido
• Introducción
• Lectura corporal
• Movimiento
• Respiración
• Repiración de stacatto
• Arraigo
• Rodillo
• Masaje
• Raqueteo
• Meditación
• Sanación espiritual
• Conclusiones
• Resumen
• Ejercicios reflexivos
• Dinámicas corpo-energéticas
• Sugerencias para el facilitador
XXVI
Bibliografía
Lowen, A. (1983). Bioenergética. México: Diana.
Objetivo general
Que el estudiante de la Maestría en Psicoterapia Humanista conozca e incorpore a
su formación las fases del proceso psicoterapéutico de Core Energética.
Objetivos específicos
Que el estudiante:
7.1 Conozca los aspectos que involucran cada fase del proceso y el compromiso
del terapeuta involucrado en ello.
7.3 Realice un reporte personal que integre tanto lo teórico como lo vivencial y dé
cuenta en él de los conocimientos teórico-prácticos que haya adquirido.
Contenido
• Introducción
• Penetrando la máscara
• Liberando el Ser Inferior
• Centrándose en el Ser Superior
• Plan de vida
• Conclusiones
• Resumen
• Cuestionario
• Ejercicios reflexivos
• Dinámicas corpo-energéticas
• Sugerencias para el facilitador
Bibliografía
Horney, K. (2003). El proceso terapéutico. España: La Llave.
Introducción
A lo largo de la historia, la humanidad ha buscado los medios que le ayuden a
evitar, eliminar o suprimir el sufrimiento, para alcanzar el bienestar, la salud, la
felicidad y así entender el sentido de la vida y de la conexión con el todo; de este
modo, el siglo pasado ha sido relevante en el desarrollo de diversas corrientes
psicológicas como el conductismo, el psicoanálisis, el humanismo, el análisis
transpersonal, etcétera.
Objetivo general
Dar a conocer al estudiante los antecedentes, fundamentos teóricos y conceptos
básicos de la propuesta psicoterapéutica corporal y espiritual de la Core
Energética.
Objetivos específicos
Que el estudiante:
Mapa conceptual
Nosotros mismos creamos nuestras vidas a través del uso que le damos a nuestra
energía: hacia dónde queremos ir con ella, hacia dónde la dirigimos. Una persona
es vulnerable a las circunstancias únicamente cuando la sobrevivencia dependa
de ella, como durante la infancia. En la madurez, tenemos la capacidad de elegir
entre fusionar nuestra energía internamente o bloquearla o moverla desde adentro
u obtenerla del mundo externo (Pierrakos, 1986, p.246).
amor que yace en su interior, lo cual fue posible para algunos transgresores de la
antigüedad, que se convirtieron en santos posteriormente.
1.2 El Core
Aquello que pulsa expansiva y concentradamente en nuestro interior es más que
un “yo” interno, un sí mismo, es lo que los budistas llaman la naturaleza intrínseca
de la mente, la mente natural, la naturaleza profunda y vacía de la mente, es lo
que llamamos Core, núcleo, centro esencial del que fluye nuestro misterioso
potencial, el vacío de totalidad desde donde emergen todas las posibilidades para
ser, es el lugar del Ser. Es lo que los físicos cuánticos, con sus estudios
microscópicos, llaman el vacío fértil de infinitas posibilidades (Gribbin, 2004).
Ahora bien, lo que Core Energética llama Ser Superior es uno de los
conceptos del Pathwork con el que se designa la expresión positiva e
inherentemente buena de nuestra esencia, de nuestro core: las expresiones
generosas, sanadoras, bondadosas, de inteligencia emocional e intelectual, la
fuerza y capacidad de poder mirar y tratar las fuerzas negativas de nuestro interior
y las fuerzas amenazantes del exterior, la capacidad de asimilar las experiencias
de la vida, dolorosas y gratas; es conciencia expandida, la expresión de sentido de
vida que se manifiesta en un sí a la vida tal como viene.
1.3.1 Psicoanálisis
Esta disciplina es difundida por Wilhelm Reich, expsicoanalista, quien fuera uno
de los más jóvenes colaboradores de Freud, promotor importante del Primer
Movimiento Psicoanálitico de Viena y de Berlín y presidente de la Sociedad
Psicoanalítica de Viena. Su visión e intervención psicoterapéutica unificadora del
ser humano como mente-cuerpo lo llevan a ser considerado el Padre de la
psicoterapia corporal.
Las psicoterapias que emergen con Carls Rogers, Fritz Perls y Maslow,
propusieron, como base del trabajo psicoterapéutico, la relación entre terapeuta-
paciente como un encuentro muy vivencial que privilegia el trabajo emocional de
las personas, el sentir humano y la expansión de la conciencia, recuperando
valores universales y espirituales de amor y aceptación incondicional, empatía,
compasión, confianza en la humanidad, en su ser esencial.
este sentido, puede afirmarse que la relación terapéutica viene a ser, en realidad,
un encuentro de almas.
Una vivencia de lo transpersonal, una sensación del Misterio profundo, algo que
trasciende la sensación de identidad separada, que nos afecta a todos y a cada
uno de nosotros y que nos libera de nuestro yo angustiado y perecedero, de
nuestra reducida espiral; que nos emancipa de nosotros mismos y nos deposita
amablemente en las manos de lo atemporal y lo Divino, un lugar en el que la
apertura funde las defensas y las relaciones se asientan en la cordura, en donde la
compasión enternece el corazón endurecido y el cuidado eclipsa la esperanza
(1997, p. 32).
Ying y Yang representan la ley del cielo y la tierra, de todas las cosas
vivientes, y son la base del cambio. Están expresadas en la inhalación y
exhalación, en el dormir y el despertar, en la buena o mala salud, según sean las
Por otro lado, para realizar sus trabajos con auras, Pierrakos emplea
algunas de las técnicas de Walter J. Kilner (1847-1920) para lograr mirar las
emanaciones de energía del cuerpo, el color, la textura, el volumen y apariencia
general del campo energético, hasta que pudo observarlos sin ayudas visuales.
Asimismo, estudia el trabajo de Eeman, referido a la curación de grupos, que
evidencia el movimiento de la energía vital de una persona a otra. Analiza el
trabajo de Edgar Cayce, que era capaz de leer la naturaleza de la enfermedad,
basándose en la apariencia del aura. Revisa los trabajos de Pierre Teilhard de
Cardín, que sostiene que el movimiento de la materia es espiral en todas las
etapas de la evolución y que la masa cósmica, agitándose en un vórtice, ha
reproducido cada cosa viviente y considera que la torsión involutiva da por
resultado el despertar de la conciencia (la conciencia es co-extensiva con la vida).
Cardín concluye además (lógica y empíricamente) que la energía universal debe
ser una energía pensante.
Kun camino que va de lo conocido hacia las regiones desconocidas del ámbito del
alma humana en una búsqueda similar a la que se narra en los cuentos de hadas.
El héroe o heroína abandona ingenuamente el mundo familiar de todos los días
motivado por el anhelo de encontrar una vida más rica que la rutina ordinaria de
una existencia limitada. En el camino se encuentra con situaciones amenazantes y
pruebas de todos los tipos. Si pasa las pruebas encuentra la felicidad. La
búsqueda interior, si se toma de manera seria, requiere de valor, ya que atraviesa
regiones oscuras y lleva a la madurez (“El guía”. Comunicación personal.
Conferencia No. 204).
Los niveles de conciencia con los que solemos relacionarnos en la vida -la
máscara, el ser inferior y el ser superior, así como la esencia divina- son los
fundamentos elementales que provienen del proceso Pathwork y se aplican
también en Core Energética.
compuestos por una energía radiante, una energía tan poderosa que emana un
aura visible alrededor del cuerpo. Esta energía no se puede destruir, pero se
puede acelerar, desacelerar, alterar o distorsionar (Pierrakos, 1997, p.18).
1. Receptividad.
2. Expresión o asertividad.
3. Asimilación de la experiencia.
Cuando uno conecta los movimientos de las emociones a través del cuerpo
puede restablecer la realidad interna, esto es, liberar las emociones percibidas
como negativas (coraje, rabia, hostilidad) que resultan en llanto y dolor. Este dolor
liberado se encarga de restaurar el movimiento pulsatorio de la fuerza vital.
más elevados de campos aurales sutiles hasta el cuerpo físico. Estas energías son
utilizadas por el individuo para crecer, realizando elecciones espontáneas en su
proceso vital y de crecimiento. Al crecer, el individuo amplía su capacidad a niveles
más altos de vibraciones/energía/conciencia hacia y a través de sus vehículos, sus
cuerpos aurales y sus chakras (Brennan, 1993, p.89).
Chakra es una voz sánscrita que significa rueda, los chakras son vórtices y
conductos de energía. Funcionan como órganos de toma de energía vital
universal. La energía absorbida y metabolizada por estos centros es enviada a las
distintas partes del cuerpo. En la tradición oriental, esa energía recibe el nombre
de prana o chî. Si un chakra deja de funcionar correctamente, la toma de energía
se resiente, debido a que los órganos no reciben un suministro necesario. En el
primer chakra, la conciencia está fundamentalmente ligada a la supervivencia. En
el segundo, la conciencia está orientada hacia el sexo y las relaciones
personales. En el tercero, ubicado en el plexo solar, está asociada al poder. Estos
tres niveles, que implican niveles de realidad cada vez más abarcadores, pueden
concebirse respectivamente como conciencia “yo”, conciencia “tú y yo” y
conciencia “nosotros”.
El cuarto chakra, ubicado a la altura del corazón, está asociado con el amor
y el despertar de los valores espirituales; en este:
Los centros o chakras volitivos son: el 5º, ubicado en la base del cuello (el
yo social), el 4º, entre los omóplatos (la voluntad hacia el mundo), el 3º, posterior
al diafragma (de curación), el 2º en el sacro (es energía sexual), el 1º, coccígeo,
es la energía física y la voluntad de vivir.
1.3.10 La espiral
Cuando nos adentramos en el mundo espiritual nos encontramos con elementos
que lo representan: los símbolos. Del latín simbolum, el símbolo es la forma de
exteriorizar un pensamiento, concepto o idea más o menos abstracta, que es
perceptible por medio de al menos uno de los sentidos. En las religiones
semíticas, asirias, fenicias, hindúes, grecolatinas, prehispánicas, impera el símbolo
como representación de los fenómenos de la naturaleza, que muchas veces
terminan encarnando los valores morales de la sociedad: la estatua de la
K el símbolo no es ni una alegoría ni un simple signo, sino más bien una imagen
para designar lo mejor posible la oscura naturaleza, apenas sospechada del
espíritu, una imagen que concentra las producciones religiosas, éticas y estéticas
del hombre, y que confiere vivacidad y dinamismo a las actividades intelectuales,
imaginativas y emotivas del individuoK el símbolo no explica, sino que se
proyecta mas allá de sí mismo, hacia un sentido aún en el más allá, inasible,
apenas presentido, que ninguna palabra de la lengua que hablamos lo expresar de
forma satisfactoria (p. 48).
Kel triple camino druídico, el camino de la ascensión celta, viene dado por estos
elementos: Naturaleza, Verdad y Conocimiento. A través de estas tres nociones
podemos acercarnos al corazón del camino druídico, cada uno de esos conceptos
se relaciona con un símbolo, así pues, podemos relacionar a la Naturaleza con la
espiral, el Laberinto con la verdad y el conocimiento con la triple espiral, con el
Triskel (Bele, 2006, párr. 4).
Él era un patriarca, muy serio y muy disciplinado; nunca jugó conmigo, nunca me
dijo que me quería. Yo le tenía miedo, temía que se diera cuenta de mi creciente
interés por el sexo con algunas de las chicas que me rodeaban. En cambio mi
madre era totalmente lo opuesto, me abrazaba y expresaba su amor (1997, p.139).
Kme sentí intimidado por su autoridad, por su gran cara y su gran voz –era como
la de mi padre-. Me sentí inferior y esto provocó que sacara mi enojo y todos mis
problemas con la autoridad masculina. Durante las sesiones, él hacía que
estuviera sólo en shorts y acostado en el sillón y me decía “¡No estás respirando!”
Claro que no respiraba, estaba muerto de miedo. Luego me preguntaba de mi vida
sexual mientras observaba mi cuerpo. De vez en cuando ponía su mano sobre
alguna zona de bloqueo –en el abdomen o en el pecho- y me decía que respirara
rápido o me hacía mover la energía poniéndome a patear o sacudir los brazos
(Pierrakos, 1997, p. 140).
Mi terapia con Pierrakos duró casi tres años. Su calidad era completamente
distinta de mi trabajo con Reich. En la primera mitad de la sesión trabajaba yo
conmigo mismo, describiendo a Pierrakos mis sensaciones corporales. En la
segunda, él operaba con sus manos calientes sobre mis músculos tensos,
masajeándolos y relajándolos para que pudiesen producirse las corrientesK Él y
yo teníamos similitudes, pero nuestras personalidades eran opuestas de
muchas maneras. Aunque éramos de la misma altura, él tenía un cuerpo más
fuerte y sólido, característico del hombre griego. Yo necesitaba estar más
arraigado y procuré alcanzar una conexión con la tierra. Él necesitaba una
conexión con la luz y los aspectos del aire en la vida y alcanzar el cielo (2004, p.
38).
De este modo, el encuentro con Broch fue mucho más profundo. Ambos se
casaron, no tuvieron hijos. Junto con sus seguidores fundaron el Centro de
Pathwork en Phoenicia, cerca de la ciudad de Nueva York.
En los 70, Pierrakos es fundador y director del Institute for New Age Man,
que más tarde se convierte en el Institute of Core Energetics de Nueva York, el
primero en establecerse. Viaja por todo el mundo enseñando su terapia y poco a
poco se van creando más institutos que transmiten las enseñanzas de Core
Energética.
Qué sorpresa, qué felicidad, qué responsabilidad, que bien tomé, asumí y sigo
asumiendo. Después de un ir y venir apasionado en el amor y desamor, en el
encuentro y desencuentro, en cerrarme y abrirme, entre la transferencia y la
contratransferencia, la negatividad y el ser superior, la verdad amorosa nos
reconcilió. Pude atravesar mi idealización hacia él y ver su humanidad, su ser real,
su ser sólo mi maestro.
John nos inspiró y nos sigue inspirando con su incansable vitalidad, con su
constante empuje a entrar en el ser inferior y con su voluntad amorosa de no
dejarse vencer por las negatividades más escondidas y espantosas. Su lema era
el amor, que prende el fuego en el corazón, que confronta las diferencias, que
pelea por los más altos valores y que es compasivo donde hay inconsciencia,
ignorancia e inmadurez (Comunicación personal, 2007).
Conclusiones
La Core energética es una forma de psicoterapia que tiene antecedentes
históricos lejanos y cercanos a nuestra época, y si bien atiende el proceso
psicodinámico de una persona, pareja o familia, en orden de atender una
problemática existencial y ayudarlas a fortalecerse e identificarse con ella (os)
misma (os); va más allá, proponiendo una filosofía y un camino de encuentro
espiritual con la propia esencia y con la de otros seres humanos, la naturaleza y el
cosmos. Su tarea es apoyar la expansión de la conciencia de un individuo,
reconociendo que es energía, una unidad psicosomática espiritual, una vida sana
que pulsa armoniosamente en un ritmo de expansión-contracción-asimilación,
respetando la ley de mutualidad de dar y recibir en todas las experiencias de vida
y en todos los encuentros humanos.
Resumen
La Core Energética es una psicoterapia corporal y espiritual que se enfoca en el
core del individuo, en sus cualidades únicas y positivas. Es un proceso evolutivo
que nos permite, a través de una labor profunda y energética, reconocer nuestra
individualidad y nuestra unicidad con el todo.
Cuestionario
1. ¿Qué es la Core energética?
2. ¿Qué es el Core?
Ejercicios reflexivos
Haz una pausa en silencio y reflexiona mirando hacia atrás cómo has ido
desarrollando tu individualidad, cómo has pretendido verte como alguien separado
de los demás, desde cuando y qué y a quienes has necesitado para ello. Haz una
pausa en silencio, mira cómo es tu experiencia como un ser individual, con una
identidad personal y separada y observa si has tenido alguna experiencia de
unicidad o de estar conectado con el todo y ser uno con todos. Reflexiona si has
tenido, en momentos de enfermedad, de conflicto, de dificultades en diferentes
áreas de tu vida, la experiencia de sentir que la fuerza de sanación o de
búsqueda de soluciones está dentro de ti o si esto es nuevo para ti, crea un nuevo
paradigma para responder a la vida. Permítete unos momentos en silencio, cierra
los ojos y sé un buen observador de ti mismo, de tus pensamientos, de tus
sensaciones, de tus emociones, de tu cuerpo.
Dinámicas corpo-energéticas
Ejercicio I
Camina por el espacio lentamente, tomando conciencia de tu cuerpo, qué siente,
cómo camina, cómo se siente energéticamente, anímicamente. A continuación,
camina más rápido, corre, brinca, detente y sacude el cuerpo, con menos control,
sin control, con los pies bien pegados a la tierra, liberando la voz.
Ejercicio II
En parejas:
Bibliografía
Boyesen, G. (1984). Entre Psyché et soma. Francia: Payot.
Objetivo general
Contribuir a que los estudiantes reflexionen, comprendan y reconozcan las fuerzas
del amor, el eros y la sexualidad.
Objetivos específicos
Que el estudiante:
Mapa conceptual
Eros es una fuerza que hace vibrar nuestro cuerpo. La sangre fluye, los
movimientos son gráciles, los ojos brillantes. Cambia las imágenes del pasado,
los pensamientos rígidos. Llegan nuevas ideas, nuevas percepciones, para, por
algún tiempo, contar nuestra historia de otra manera; es la chispa, las llamaradas
de la fogata que ilumina momentáneamente la posibilidad de cambios importantes
y de abrirnos al amor. Es el puente entre el amor y la sexualidad donde el
encuentro íntimo se potencializa en éxtasis. Nos inspira a revelar nuestra verdad y
escuchar la del otro. Es alegría y gratitud de existir:
Eros entra con tal fuerza que rompe las defensas más rígidas. De repente, sin
aviso, sacude las defensas y proporciona movimiento, vida y esperanza; la
manifestación última, fundamental del eros es la de ponernos en contacto con la
fuerza de la creación (sentimos a Dios en nosotros). El eros nos transforma de
débiles a fuertes, de duros a suaves (Pierrakos, 1997, p. 52).
pareja y con otras relaciones interpersonales, con más claridad de qué es lo que
nos toca dar y qué merecemos recibir. Ahora bien:
El problema es que eros tiene corta duración; para que no se apague hay
que mantener un actitud de aventura y curiosidad, una intención de ir hacia el
amor, una apertura a aprender a amar y a revelarse al otro. Cuando falta el eros,
la relación sexual sufre eventualmente, y eso ocurre frecuentemente en los
matrimonios. ¿Cómo desaparece? La respuesta son los hábitos, la familiaridad,
que se han convertido en un círculo vicioso: “En el momento en que piensas que
ya has descubierto todo lo que se puede encontrar, y que has revelado todo lo que
tienes que revelar, el eros se irá” (Pierrakos, 1993, p. 50).
paisajes en él o ella. Mientras más suceda esto, más feliz será el matrimonio
(Pierrakos, 1997, p .61).
Por su parte, Ken Wilber (1998) resume que Eros: “Kopera en el dominio
de lo biológico como responsable de la unión de los cuerpos; en el dominio de la
mente como responsable de la unión de las personas y las ideas mediante la
comunicación y en el ámbito de lo espiritual como responsable de la búsqueda de
la unidad con el universo” (p.58).
El nivel emocional expresa “no quiero amar”, lo cual indica la presencia de un odio
negado. El nivel mental puede decir “debo amar, y si no lo hago soy malo y no
obtengo placer. Así que debo forzarme a amar”. Otro nivel mental puede estar
diciendo al mismo tiempo “no me sirves para nada, eres malo”. El nivel físico-
sexual puede decir: “quiero poseerte para obtener placer” (Pierrakos, 1990, p.
243).
A continuación, desde este estado, analiza lo que tienes que hacer y con
toda seguridad tendrás una actitud más amable contigo y con la circunstancia que
estás viviendo, resistiéndote menos a la situación. Se debe considerar, con base
en este ejemplo-experiencia, que si pudiéramos permanecer más tiempo en ese
estado, enfrentaríamos la vida de una manera diferente, aceptándola y haciendo lo
mejor posible en cada momento.
Si bien no se tuvieron las condiciones para ser libre de expresar el amor por
estar vivo, expresarlo a los padres como emergía, lo que enferma no es el haber
carecido de esas condiciones, sino el amor que esta atrapado aún sin expresar.
Generalmente, en este proceso de sanación y búsqueda, giramos en círculos
viciosos alrededor de la imagen de lo que no fue, o de la condición excesiva: “lo
que me hicieron”, “lo que no me hicieron”, “lo que dejaron de hacer”; pero tanto
terapeutas como pacientes pierden de vista que el mal está en no expresar el
amor que guardamos en nuestro interior.
Kes tan poderosa, que una persona que ama, permanece en un estado de salud,
excitación, vibración. Los músculos están entonados y la respiración se abre, las
mejillas están sonrosadas, la circulación sanguínea corre sin obstáculos, el
corazón late armoniosamente. Todas estas reacciones biológicas son obviamente
diferentes en un rostro con odio. La persona que odia luce pálida, ojerosa, sin
energía, gris, acobardada o contrafóbica (p. 239).
Para recobrar el sentimiento amoroso hay que ser honestos con nosotros
mismos, mirar el patrón de desamor, la coraza, las máscaras que usamos para
protegernos y trabajar el oscuro ser inferior que se resiste a confiar en el amor;
sanar el dolor de haber sido heridos para conectar con el anhelo de amar, con la
fuerza del core. Se necesita creer que la fuente de sanación y amor está dentro de
nosotros. A través de Core Energética activamos profunda y enérgicamente el
cuerpo, para conectar al final con las sensaciones y emociones cálidas que yacen
en nuestro interior. Trabajar los recuerdos negativos, las imágenes del pasado,
las creencias que vienen de una conciencia infantil, es darnos cuenta de que
percibimos el mundo distorsionadamente, a través de los filtros que otros dejaron
o que nosotros creamos en el pasado.
Conclusiones
Recuperar las tres fuerzas vitales: amor, eros y sexualidad, es un compromiso
existencial, personal, familiar, social, con la naturaleza y el planeta. Compromiso
con nuestros niños, con las generaciones presentes y con las que vienen. Si
podemos reflejar la alegría de nuestro eros, el placer de nuestra sexualidad y la
comunión y compasión de nuestro amor, nuestros niños sabrán que estamos con
ellos, con la verdad de su ser erótico, sexual y amoroso, y no tendrán que buscar
Resumen
En Core Energética, energía y conciencia son dimensiones de la fuerza de la vida,
que se manifiestan en tres corrientes diferentes: amor, eros y sexualidad.
Cuestionario
1. ¿Cuáles son las fuerzas internas de una persona, que integran su fuerza de
vida? Describe cada una de ellas.
Ejercicios reflexivos
Analiza qué tanto conoces tu eros, qué tanto te permites vivirlo, expresarlo.
¿Cómo lo sientes en tu cuerpo? ¿Hacia qué cosas, personas o experiencias lo
diriges? ¿Recibes el eros de los demás? ¿Recuerdas si en algún momento
dejaste de expresarlo o a no reconocerlo en ti? ¿Admites algún dolor o resistencia
a vivirlo?
Por otra parte, ¿has experimentado las vibraciones elevadas del amor?
Recuerda cuando eras pequeño (a): ¿A quién amabas tan libremente que podías
expresar con tu cuerpo, tus abrazos, tus palabras, tus canciones, tu amor?
¿Sientes amor por ti? ¿Permites que te amen? ¿Sientes amor por alguien?
¿Expresas tu amor? ¿Recibes el amor que se te da? ¿Das amor sin poner
condiciones para ello? ¿Crees en el amor? ¿Puedes reconocer que el amor sana
y nos une?
Dinámicas corpo-energéticas
Ejercicio I
Para el grupo:
Bibliografía
Buber, M. (2002). Yo y tú. Argentina: Nueva Visión.
Objetivo general
Que el estudiante conozca, aprenda e integre a su conocimiento, la visión
holística en los fundamentos y la intervención psicoterapéutica de la Core
Energética.
Objetivos específicos
Que el estudiante:
Mapa conceptual
3.1 Cuerpo
Toda nuestra existencia se manifiesta en nuestro cuerpo, vehículo a través del
cual se expresa el alma y la mente, espacio por donde discurren las emociones y
pulsan las sensaciones, donde se observan nuestras integraciones biológicas. En
él se refleja toda nuestra historia, la heredada, la captada, la vivida para bien o
mal; ningún momento está fuera de su registro, cada una de sus células posee
toda esta información. En él habitan nuestras más grandes satisfacciones, y en él
podemos perpetuar nuestras carencias. Puede ocultar nuestras más excelsas
virtudes y nuestras más tremendas aberraciones.
3.2 Emociones
Los sentimientos negativos son los que provocan más problemas en nuestra
existencia. La energía y la conciencia, asociadas y apegadas a dichos
sentimientos, poseen una naturaleza opuesta a la vida. Empeoramos las cosas
manteniendo esa energía-conciencia inmóvil, al no permitir el flujo de nuestras
emociones negativas –patrón que aprendimos de pequeños-. Esto rebaja la
frecuencia vibratoria a una vibración inferior a la que sostiene la salud, provocando
un estancamiento de energía en los primeros niveles áuricos, bloqueando más
tarde el flujo de energía vital del cuerpo físico.
Las emociones son uno mismo, nuestra energía básica y las motivadoras de
nuestra conducta. Los sentimientos estimulan el movimiento corporal, las
emociones tienen componentes musculares. Cuando se permite el proceso
natural, la experiencia interna y la emoción ocurre y moviliza los músculos, lo que
lleva es a una conducta observable. Ese movimiento se vuelve parte de la
experiencia de otros y conduce a tomar elementos del mundo (Baumgardner,
1982, p. 41).
Dejad que el miedo sea vuestro aliado. El miedo tiene mucho que enseñaros. El
miedo es la experiencia de estar desconectado de quiénes sois en realidad; es lo
contrario del amorK “tengo miedo” se convierte en “siento miedo”. Esos
sentimientos se basan en un gran número de supuestos de lo que podría ocurrir.
La mayor parte del miedo no procede de lo que ocurre ahora. Así pues, cuando
vosotros tenéis miedo no estáis en la realidad. Si sois capaces de permanecer en
el momento presente, el miedo no os encontrará (citado en Brennan, 1994, p.69).
3.3 Mente
A medida que vamos creciendo, nuestra psique se va desarrollando. Las
experiencias vividas, que son lo que vamos mirando y escuchando, así como la
demandas de quienes nos dicen cómo debemos de ser, van configurando nuestro
pensamiento, nuestras creencias acerca de nosotros mismos, del mundo, de
nuestra relación con él, de lo que merecemos o no merecemos, de lo que
debemos ser, hacer, de lo que debemos o podemos recibir y dar, de qué aspectos
vitales podemos a manifestar y cuáles no.
Los bloqueos físicos y emocionales tienen qué ver con creencias que son
parte de un ego desconfiado, no sano. Una persona puede pensar que la vida es
injusta, quejarse, pelear, provocando reacciones agresivas, que le servirán para
confirmar sus falsas creencias. Otra persona puede pensar que tiene que
esforzarse mucho para prosperar, pues así es como se mueve el mundo; su
percepción de la realidad está alterada y no recibirá nada fácilmente, ya que su
ego se adapta de forma negativa.
Pierrakos (1990) propone contemplar al ego tan sólo como una partícula de
la gigantesca conciencia del universo de la persona, a menos que se integre con
la gran conciencia. Convirtiéndose en sirviente en vez de amo, el ego perdería su
grandiosidad excelsa, quedando disminuido, sin dar lugar a su ser interno, a sus
necesidades. En ese cambio, se reconoce que no se trata de forzarse a amar,
sino que cuando surja el afecto, el amor, el ego oriente su voluntad hacia acciones
positivas que le beneficien.
3.4 Voluntad
Cuando hablamos de voluntad, nos referimos a la dirección de nuestras
intenciones, hacia dónde dirigimos nuestras energías y qué pretendemos lograr
con ello. Las intenciones del corazón o intenciones del ego no miran al interior,
pues el ego es voluntarioso, y ha de querer que las cosas se hagan a su manera:
“Que me ame, como yo quiero que me ame, quien yo quiera que me ame, cuando
yo quiera que me ame”. Va por sobre el logro que mantenga en alto la imagen
idealizada de sí mismo. La voluntad del ego usa en exceso las energías
masculinas y tiende a negar las energías femeninas.
Obviamente, es una expresión del ser superior, que dirige su movimiento en pro
de la vida, de la búsqueda de los recursos que nutran al organismo, de los afectos
que alegren el alma, de los pensamientos que den entendimiento, significado y
sentido profundo a nuestra existencia, en todas las circunstancias, gratas y no
gratas. En la intencionalidad positiva prevalece la intención de amar, de cultivar
relaciones de amor con otros y todo lo que nos rodea. Cuando nuestra voluntad
emerge del corazón, podemos dar y podemos recibir, entonces es fácil respetar la
ley de mutualidad, ser asertivos y receptivos.
3.5 Espiritualidad
La espiritualidad es un paso más allá de la individualidad que nos conecta con lo
divino, con lo sagrado, y al mismo tiempo con lo más simple de la vida. Nos
permite descubrir lo más sutil de nuestra existencia, la esencia espiritual que nos
circunda y está en el interior de nosotros:
Kes un viaje hacia los recursos internos del ser humano, que se propone
comprender quiénes somos en el sentido más profundo de nuestra existencia y
descubrir cómo debemos vivir de acuerdo con el ideal más elevado posible. Aquí
también se trata de la unión de la sabiduría con la compasión (Dalai Lama, 2006,
p.243).
Conclusiones
La Core Energética trabaja de forma sistemática con los cinco niveles de
personalidad del ser humano, que son el cuerpo, las emociones, la mente, la
voluntad y la espiritualidad. Cada nivel representa un espectro del conocimiento
sobre el uso de la energía y la toma de conciencia; el proceso psicoterapéutico
comienza trabajando intensamente con el cuerpo, a partir de ejercicios corporales
y musculares que ayudan a poner en evidencia la estructura de carácter o sistema
de defensa.
Resumen
Las cinco dimensiones de la personalidad que nos plantea la Core Energética
permiten llegar a una comprensión más amplia de todo lo que interactúa en cada
individuo, y que hace que cada persona sea única e irrepetible. Mente, cuerpo,
emociones, alma y voluntad se conjugan e interrelacionan para conformar la
identidad total del ser humano. No sólo somos cuerpo, no sólo somos mente, no
sólo somos espíritu: somos un todo que se armoniza y que nos sirve de vehículo
para manifestarnos como alguien que siente, anhela, sueña y ama.
Al dejarnos llevar sólo por lo que creemos que es ”lo correcto”, nuestra
conciencia queda muy reducida, y con ello la capacidad de deleite y placer en
nuestra vida. La mente, que tiene como aliado al ego, tiene una función esencial:
discriminar; puede decir: “esto en negro”, “esto es blanco”. Sin embargo, cuando
se emplea para afirmar que una categoría es mejor que la otra, se hace un mal
uso de ella y de su función divina.
cierta manera, porque así es como se necesita, pues todo corresponde a un plano
superior y divino.
Cuestionario
1. ¿A que se refieren los niveles de la personalidad según la Core-Energética?
Ejercicios reflexivos
Toma un tiempo para considerar: ¿En qué momentos sientes más presente tu
cuerpo? ¿Qué sensaciones puedes experimentar con claridad en tu cuerpo?
¿Puedes notar temperaturas, vibraciones o espasmos? ¿Hay partes de tu cuerpo
que no puedes percibir o que necesitas tocar para reconocer que ahí están?
Elabora una lista de cuáles son las emociones que más frecuentemente
experimentas en tu vida diaria. Menciona qué tipo de emociones rechazas,
desapruebas o niegas en ti. ¿Has podido establecer una relación o conexión entre
los mensajes de tu cuerpo y sus estados emocionales?
Analiza cómo afectan estas creencias la forma en que te relacionas con los
demás, como usas tus emociones para recrear estas ideas y cómo terminas
actuando conforme a ellas, sin darte un espacio para pensar diferente.
Dinámicas corpo-energéticas
Retoma las frases más comunes con que te
críticas o recriminas, tales como: “No
debería haberK” o “Debería haber
hechoK.”
expresando en voz alta todas aquellas ideas que les vengan a la mente, para así ir
escuchando las falsas creencias, distorsiones, negaciones o ideas locas, que el
facilitador pondrá a trabajar corporalmente para ajustarlas con el principio de
realidad, verdad y sabiduría. Durante todo el trabajo psicoterapéutico, el facilitador
deberá incluir la conciencia de todos los niveles de la personalidad y ayudará de
forma compasiva y comprensiva a sus alumnos a identificarlos.
Bibliografía
Reich, E. (1999). Bioenergética suave. España: Abraxas.
4. Niveles de conciencia
Introducción
El fundamento teórico de los niveles de conciencia de la Core Energética nos
ofrece una guía para comprender desde qué perspectiva se relacionan los seres
humanos con ellos mismos, con el mundo físico y el mundo espiritual, con la
naturaleza y con el cosmos, y al mismo tiempo establecer las consecuencia o
efectos de vivir desde esa conciencia. Los niveles de conciencia son tres: la
máscara, el ser inferior y el ser superior, que en su centro pulsa el corazón del
mismo Core, mencionados de afuera hacia adentro. La conciencia de la periferia
puede estar muy enfocada al exterior y poco conectada con el interior.
Objetivo general
Que el estudiante obtenga, a través de este mapa de la conciencia, los elementos
teóricos y la guía para lo vivencial y terapéutico, los cuales le permitirán reconocer
y trabajar su falsedad y negatividad, para lograr asumir su belleza y poder interior.
Objetivos específicos
Que el estudiante:
4.4 Aprenda las formas de trabajo del método terapéutico Core, para poder
acompañar a otros en su proceso de autoconocimiento, sanación y
transformación.
Mapa conceptual
4.1 Máscara
Es la periferia de nuestro ser, la cara que generalmente mostramos al mundo, que
esconde aspectos positivos y negativos, conscientes e inconscientes de nuestra
personalidad, de nuestra psique y cuerpo. Es nuestro ser falso, exageración de lo
que alguna vez fue natural y se perpetuó en sonrisas, gestos, actitudes,
pensamientos, conductas caducas ante situaciones nuevas de la vida, que
sabotean las expresiones auténticas y frescas de nuestro ser real, y que se va
conformando desde que somos pequeños:
El niño o niña vulnerable se siente herida por agresiones directas o indirectas por
el ambiente conflictivo en el que vive, se siente herido en su autoestima y si intenta
rebelarse es rechazado. Concluye, distorsionadamente, que hay alguna falla en él
o ella y, así, para evitar vivir el dolor y el rechazo busca una pseudo-solución, se
construye una imagen ideal, perfecta de sí mismo, una manera de ser que le
brinde una pseudo-confianza y pseudo-autoestima que presenta ante los demás
(Pierrakos, 1990, p. 83).
Con la máscara que va desarrollando el niño (a) cree que no será lastimado
y podrá ganar aceptación, aprobación y amor. Su energía estará enfocada a no
cometer errores, a evitar a toda costa las expresiones espontáneas; puede
actuarlas, pero no sentirlas. Su objetivo es estar en control, ser perfecto, pues
cree que sólo así puede evitar el sufrimiento, ese que vivió en algún momento o
que percibió a su alrededor: “El miedo al dolor crea un problema básico. El método
más importante al cual recurre la gente en la falsa creencia de que podrá evitar la
infelicidad, el dolor e incluso la muerte, es la creación de una imagen idealizada de
uno mismo” (Pierrakos,1990; p. 43).
Las defensas nos protegen de tomar conciencia del conflicto, de modo que
vivimos entumecidos, anestesiados. Por ejemplo, la persona que dice: “Mi forma
de ser es la mejor”, necesita que así sea; de otra manera, se derrumbaría su torre
existencial. Y por supuesto que la vida, como es, confrontará nuestras máscaras.
Aparecerán personas que no caerán seducidas, que no permitirán que las
controlemos, las que nos negarán su aprobación. El resultado será un berrinche
fenomenal, trataremos de exigir, los criticaremos o los ignoraremos, los
responsabilizaremos de nuestro sufrimiento.
Cada vez más, las personas que llegan a consulta, por el problema que
sea, invocan la frase: “Quiero ser yo mismo”; esto es porque intuyen, saben que
hay algo, alguien más adentro. Dentro de esa máquina hay un ser vivo, que
anhela emerger. Y por supuesto que lo hemos visto, con aspectos luminosos y
también oscuros, que cuando se asoman asustan, y cuando se dejan ver, liberan
parte de la verdad del ser. Sí, porque ocultamos aquello que consideramos
indeseable para nuestro egocentrismo. Asimismo, la máscara:
Al vivir desde la máscara nos negamos a enfrentar la realidad tal como es.
A través de una imagen idealizada pretendemos perpetuar la vida en el principio
del placer, con la fuerza del ser inferior, tratamos de forzar a la vida a que nos dé
Claudio Naranjo (2004) analiza los falsos amores y cómo estos representan
una interferencia para el amor verdadero, pues constituyen una malversación de
la energía psíquica, comparable al fenómeno que ocurre en la nutrición y la
energía biológica: el de un organismo alimenta a un parásito, pues el que “ama”
sólo a costa de permanecer ciego a su autoengaño, perpetúa su propia mentira y
su inconsciencia, que son obstáculos para que goce una vida amorosa auténtica.
Para salir de esta situación necesitamos ir a las causas, sanar las heridas
del pasado, enfrentar nuestro ser inferior, permitirnos sentir el dolor y aceptarlo, no
aferrarnos a obtener a cualquier precio todo lo que deseamos, reconocer que la
vida tiene un 50/50 de dolor y de placer, de felicidad y de infelicidad, que morimos
a cada momento en lo que hemos sido y que renacemos en el siguiente instante.
Y ¿qué observamos? que actuamos esta negatividad no sólo con quien nos
lastimó, sino con otros, principalmente con los que están más cerca de nosotros.
Vivimos detrás de la máscara defendiéndonos, desconfiando en la vida y de los
demás, en una resistencia a aceptar el mundo espiritual, empeñados en no creer
que existe realmente algo bueno en el interior.
Tarde que temprano, según sean las resistencias a soltar el apego a esta
negatividad, que ha sido compañera en su soledad, el individuo tocará la herida
original, el dolor primario que originó su falta la fe en el amor de los que cuidaban
de él, y su llanto y sus lágrimas irán limpiando sus pecados, su enajenación de sí
mismo, del daño que hizo y se hizo; le dolerá el dolor no dolido que ha traído a su
presente, irá sanando sus heridas; enfrentará el duelo de la ilusión de ser alguien
despreciable, de seguir en ese pasado.
Kahí donde hay orgullo, donde hay voluntarismo y donde hay miedo, tiene que
haber un estado de tensión. La estructura del ego se aprieta y se vuelve rígidaKel
ego no tendría tanta importancia si no existiera la falsa creencia de que el ser
aniquilado en cuanto deja de ser el único gobernante de la vida humanaKdice sólo
mi ego cuenta. Es todo lo que tengo, así que no puedo abandonarlo, pues si lo
hago dejaré de existir (Pierrakos, 1986, p. 106).
Sólo enfrentando cara a cara a nuestra sombra, sin dejarnos hechizar por la
sensación de poder que nos ofrece, al darle voz y movimiento, sacarla a la luz de
la conciencia en un espacio seguro, es posible transformarla y regresarla a su
naturaleza original, recuperando la enorme cantidad de energía vital que posee y
dirigirla hacia la vida. Originalmente fue un sentimiento, un impulso, una emoción
que no fue bien vista por quienes nos cuidaban. Fue enojo, frustración, dolor,
placer, alegría, fue la rebeldía a entrar en el principio de realidad, reconocer que el
mundo era imperfecto. Esa imperfección es la que aún en el presente nos
resistimos a tolerar, crecidos en la arrogancia, nos resistimos a reconocer que la
vida es un camino de desengaños; construimos ilusiones que se tendrán que
eliminar hasta que seamos capaces de soportar la verdad de nosotros mismos.
Cuando el orgullo dice: “yo soy mejor que tú” puede haber un
individualismo extremo. En el caso contrario: “soy peor que todos, no valgo”, crea
un abismo entre el individuo y los demás y hay una elevada importancia personal,
sentirse muy especiales, a través de la razón, ponerse por encima de los otros
manifestando prejuicios y discriminaciones severas.
El miedo dice: “no voy a confiar”, “si no soy especial y no logro que las
cosas se hagan a mi modo, entonces, algo terrible sucederá”. Como el individuo
quiere protegerse, justifica defenderse, no puede confiar en nadie y no puede
abandonarse y disfrutar.
1. En los sentimientos exagerados respecto de los demás. “¡No puedo creer que
hicieras tal cosa!” “¡No comprendo cómo puedes llevar esa ropa!”
2. En el feedback negativo de quienes nos sirven de espejo: “Es la tercera vez que
llegas tarde sin decírmelo”.
6. En los enfados desproporcionados por los errores cometidos por los demás:
“¡Nunca haces las cosas a su debido tiempo!” “Realmente no controlas para nada
tu peso”.
c) Confusión.
El ser espiritual reconoce que la única realidad es este presente, tal como
es, tal como somos en este momento. La espiritualidad es el Eterno Presente que
acoge para su transformación las ilusiones del pasado y el futuro.
Kes el centro del amor. Todas las manifestaciones del amor se pueden percibir
como la conexión con nuestra espiritualidad. Cuando le abrimos las puertas, el
ritmo y la energía ilimitada del Core impregnan nuestro ser por completo. Aquí en
nuestro ser radiante, es donde se lleva a cabo la unificación completa de la
dualidad de la vida; aquí es donde residen la omnisciencia, la continuidad y la
sabiduría. Nuestro trabajo en Core Energética es transformar y superar los
obstáculos que nos impiden experimentar nuestro Core (Pierrakos, 1997, p. 22).
Todos los opuestos, todas las alternativas mutuamente excluyentes que causan
tanto sufrimiento al hombre empiezan a tomar su legítimo lugar cuando el ego se
conecta con la vida universal. Cuando hablo de soltar el ego, no me refiero a su
aniquilamiento, restarle importancia o desecharlo. Lo que quiero decir es que
aquello que se ha formado como parte separada de esa vida universal que ha de
encontrarse en lo más profundo del ser, se conecta ahora con su origen. Cuando
el ego se vuelve lo suficientemente fuerte para correr el riesgo de confiar en otras
facultades y no sólo en las conscientes y limitadas, encuentra una nueva
seguridad que hasta ahora ni siquiera había soñado (Pathwork. Conferencia no.
152).
Conclusiones
De acuerdo al nivel de conciencia con el que nos relacionemos con el mundo,
será nuestro estado de satisfacción, de bienestar o sufrimiento en la vida. La
conciencia de la máscara, de la imagen idealizada, es estrecha; se mueve en el
mundo de la ilusión, del samsara, desde una conciencia infantil, se evalúa la vida
interna y externamente con creencias y respuestas viejas. El ego aquí ilusamente
quiere controlar la naturaleza humana y la del mundo.
Lleva tiempo (a veces mucho) mirar, reconocer, trascender las corazas, las
resistencias, las fijaciones mentales y los torbellinos o congelamientos
emocionales. Lo real y auténtico detrás de las máscaras conlleva lo que mucho
habita en la sombra, lo oscuro y nefasto de nosotros, así como muchos aspectos
luminosos, generosos e inteligentes.
Resumen
El fundamento teórico de los niveles de conciencia de la Core Energética nos
propone una guía para comprender desde qué nivel de conciencia se relacionan
los seres humanos con ellos mismos, con el mundo físico y el mundo espiritual,
con la naturaleza y el cosmos, y al mismo tiempo, reconocer las consecuencias o
efectos de vivir en alguno de los niveles de conciencia, que son: la máscara, el ser
inferior y el ser superior. La máscara es exactamente nuestro ser falso, que
sabotea las expresiones auténticas de nuestro ser real y se va conformando desde
que somos pequeños. Existen tres tipos:
• Máscara de amor.
• Máscara de poder.
• Máscara de serenidad.
Cuestionario
1. Con base en lo aprendido explica qué es un nivel de conciencia.
2. ¿Cuáles son los niveles de conciencia con los que trabaja la Core Energética?
Define cada uno de ellos.
Ejercicios reflexivos
1. Escribe quince demandas perfeccionistas que cotidianamente te haces,
iniciando la frase con “tengo queK” o “debería deK”. Escoge de esa lista cinco
demandas que sean similares y luego busca un título que las represente y dé una
idea de qué personaje vas representando en la vida. Revisa qué esperas lograr
con ello y qué evitas vivir. Observa cuando fallas cómo te tratas, cómo te sientes
y cómo impacta esto en tus relaciones. Observa más profundamente qué ocultas
detrás de estas pretensiones. Analiza si esas demandas son las mismas que te
exigieron tus padres. Observa tu dificultad para ser espontáneo.
Cuando eso sucede es más difícil cambiar, pues hay apego a cierta
experiencia excitante de vida. Observa cómo te provocas y provocas sufrimiento
por eso. Hacer esto ya es conectar con parte de tu ser superior, atreverte a mirar
ese aspecto de ti. Descubre qué hay detrás de la defensa dominante de tu ser
inferior, qué necesidad no se atreve a admitir y busca si puedes sentir el potencial
de transformación e ir a sanar lo que duele y salvar la cualidad oculta de tu ser
superior.
expresión tuya, de alguno de tus padres y ve qué tan dispuesto estás a abrir tu
corazón, a aceptarte con esas cualidades y a compartirlas con los que te rodean.
Dinámicas corpo-energéticas
Ejercicio I
Haz una lista de por lo menos diez demandas perfeccionistas. Ahora ve
leyéndotelas en voz alta, de manera exigente y demandante, poniendo al principio
la frase “debo o tengo que”. Siente qué experimentas en tu cuerpo, tu respiración,
tus sentimientos. Ahora repite la demanda exigente hacia ti mismo con mayor
énfasis y mayor volumen en tu voz. Revisa otra vez qué experimentas en todos los
niveles. Ahora ponte de pie, empieza a caminar e imagina que a cada paso te vas
convirtiendo en todas esas demandas perfeccionistas. Observa como caminas
ahora, que postura muestras y empieza a establecer contacto visual con los
compañeros. Empieza a caminar más rápido mientras vas repitiendo en voz alta
las demandas. Ve haciendo pruebas de ir aumentando la velocidad y el ritmo
hasta que corras por todo el salón persiguiéndote a ti mismo para cumplir con el
“deber”. En cada pausa, date tiempo para observar que va sucediendo en tu
cuerpo, tu respiración, tus emociones, tus emociones, tus pensamientos.
Reflexiona cómo es vivir intentando satisfacer siempre estas exigencias.
Ejercicio II
Con base en la experiencia del ejercicio anterior, a continuación, sobre una hoja
de cartulina, plasma la representación de tu imagen idealizada o tu máscara.
Píntala, dale color, forma y diséñala para que puedas colocártela en la cara. Ya
con la máscara elaborada y puesta, interactúa con los demás y contesten en pares
las siguientes preguntas: ¿Qué aparento? ¿Qué pretendo lograr? ¿Qué oculto?
Se sugiere que los estudiantes compartan al grupo con qué tipo de máscara
se identifican, que la hagan y revisen cómo viven con ella en su cotidianidad. De
la misma manera, se ha de promover el movimiento corporal, con el fin de que
este ayude a desbloquear los segmentos o áreas bloqueadas, para luego
intencionar el movimiento hacia la expresión de sentimientos, emociones y
pensamientos negativos reprimidos. No se trata sólo de catarsis, se necesita saber
qué retroalimentar cuando están tocando realmente su ser inferior y trabajar con
ello. De la misma manera, es necesario saber retroalimentar, recibir y dar espacio
a la expresión del dolor, del anhelo y del ser superior, promoviendo afirmaciones
que den solución, luz y una nueva manera de mirarse y de mirar y tratar el mundo.
Bibliografía
Baumgardner, P. (1982). Terapia Gestalt: teoría y práctica. México: Árbol.
Pathwork, “La conexión entre el ego y el poder universal”. Conferencia No. 152.
Pierrakos, J. (1996). Comunicación personal. Formación de Core Energética.
México.
Pierrakos, J. (1997). Eros, Love and Sexuality. U.S.A.: Life Rhythm Publication.
5. Caracterología
Introducción
El estudio de las estructuras caracterológicas es una importante guía en toda
intervención terapéutica que se precie de ser psicocorporal, y por ende, esta guía
le compete a la Core Energética.
A principios del siglo pasado, Sigmund Freud, con base en sus estudios de
psicoanálisis, venía configurando algunas clasificaciones caracterológicas, pero
es a través de W. Reich que estas se van definiendo más claramente en su
contrapartida psicológica y corporal. Posteriormente, Alexander Lowen y John
Pierrakos aportan observaciones y puntos de vista que enriquecen la visión y
comprensión de estos patrones defensivos caracterológicos que todos creamos
en nosotros mismos para defendernos del dolor, de la angustia, y que nos hacen
pagar un precio muy alto: vivir alejados de nuestra verdad, de nuestro ser interno,
de nuestra esencia.
Objetivo general
Ofrecer una guía de caracteres que permita, desde el exterior de la persona,
introducirla en los patrones de vida que se han observado a partir del trabajo
psicocorporal de W. Reich, la Bioenergética y de la Core Energética.
Objetivos específicos
5.1 Explicar, exponer y detallar la formación del carácter según la teoría del
análisis bioenergético.
Mapa conceptual
Que el alumno pueda descubrir los rasgos de carácter con los cuales se identifica
mejor y así conocer y ampliar la conciencia de sí mismo.
5.1 Caracterología
John Pierrakos (1990) explica que durante la infancia y la niñez cada ser humano
desarrolla estrategias para evitar el dolor y el sufrimiento y ejercer su voluntad,
esto para tratar de lograr lo que considera que no puede obtener siendo lo que
realmente es. Desarrollamos un carácter, una manera fija de ser en el mundo. El
carácter es una estructura organizada por el sí mismo de la persona, que se inició
con una respuesta natural e instintiva del organismo para protegerse del dolor y
terminó configurándose como un patrón defensivo psicológico, un sistema de
creencias, un complejo de imágenes del pasado y una coraza muscular, que
terminan siendo contraproducentes para la libre expresión de la energía vital del
organismo, la expresión de la esencia.
Freud en 1908 postulaba que en cierto modo es posible dar una composición de
un carácter dado a partir de sus rasgos constitutivos. Los rasgos de carácter son la
perpetuación inalterada de los impulsos originales, la sublimación de estos o bien
las reacciones contra ellos. Más tarde, Reich, como psicoanalista dentro de la
Sociedad Psicoanalista de Viena, investiga profundamente las resistencias del
paciente en el proceso psicoanalítico, descubriendo que además de las
resistencias al material inconsciente estaban las resistencias constantes y
formales del carácter, llamándoles “resistencias caracterológicas”, es decir,
repetidas expresiones de cordialidad, sonrisas, complacencia, excesiva educación,
altanería y seriedad entre otras (p. 25).
Los siguientes factores, tomando en cuenta el conflicto implícito esencial entre los
padres y el niño (a), determinarán el resultado de la formación caracterológica:
De este modo, Reich nos hereda una línea de trabajo respecto a la génesis,
dinámica y clínica del análisis del carácter y de la intervención terapéutica
psicosomática, así como una visión clara de que somos una entidad mente-
cuerpo. Es claro que los cambios sociales, climatológicos, tecnológicos,
científicos, etc., que actualmente vivimos están aportando nuevas características a
los patrones caracterológicos y hemos de estar atentos a observarlos para
acompañar de mejor manera a las personas a recuperarse a sí mismas.
esencia, el ser humano vive enajenado del amor real y profundo hacia sí mismo y
hacia el mundo.
El ser humano es mucho más que una manera fija de pensar, más que un
comportamiento habitual o compulsivo, que una manera estereotipada de
reaccionar emocionalmente, mucho más que una configuración de bloqueos y
tensiones en su cuerpo. Hay mucho más que un ¡no! a las corrientes plasmáticas
y amorosas de la vida. Hay un misterioso potencial de ser, que existe para ser
descubierto.
5.2.1 Etiología
La reacción defensiva puede surgir antes del nacimiento, en el vientre materno,
durante el parto o poco después del nacimiento. El niño (a) vive una experiencia
primaria de miedo, inseguridad, amenaza a su integridad física, una experiencia
de muerte, ya sea porque la madre no lo deseaba, porque intentó impedir que
naciera, porque tuvo sentimientos de odio hacia la criatura, por un nacimiento
traumático en el que estuvo entre la vida y la muerte, porque fue separado
violentamente de la madre o puesto en una incubadora o por nacer en
circunstancias externas de gran violencia.
La madre pudo ser muy hostil, fría, abusiva, cruel: “El mundo entonces es
percibido peligrosoK el bebé, que espera ser acogido en un ambiente simbiótico,
Queda una memoria corporal y energética que parece decir “Hay algo malo
en mí”, “no soy bienvenido, no quiero estar aquí”. El vínculo energético madre-hijo
no se establece. La experiencia de sentirse odiado, rechazado, rompe con su
unidad mente=cuerpo. El yo biológico no encuentra apoyos para crear una
identidad psicosomática, por lo que el individuo se fragmenta, su yo es muy débil,
entonces se mantiene junto a sí mismo, protegiéndose del quiebre a todos los
niveles. Se defiende primitivamente contrayendo y congelando su energía vital en
el centro de su ser, negando con ello su necesidad de contacto, desde la mirada
hasta el abrazo, el toque que nos lleva a reconocer nuestra corporeidad y la del
otro. Su tema de vida será la seguridad, encontrar sentido a su presencia en este
mundo, a pertenecer a la familia humana.
Kla baja energía del aura frontal se puede ver por el aspecto inexpresivo y
“huidizo” que frecuentemente se aprecia en el esquizoide. Por lo general dirige su
energía hacia arriba de la espina dorsal para salir por la parte posterior de la
cabeza, en la región occipital, creando el bulto energético hacia la parte posterior
de ésta. Es una forma de evitar el contacto aquí y ahora en el plano físico
(Brennan, 1993, p. 114).
5.2.3 Cuerpo
Estas personas tienden a ser delgadas y altas, con un cuerpo estrecho y
contraído, aunque algunas pueden tener cuerpos gruesos. El tono muscular es
pobre y el tejido conectivo es flácido. La musculatura tiende a compactarse,
tensarse y hacerse fibrosa, manteniendo un estado de entumecimiento y
congelamiento del cuerpo para evitar sentir sus sensaciones.
Alrededor de los ojos persiste una fuerte tensión que impide ver la realidad
con claridad; la expresión facial como máscara, pálida y sin emotividad. Su
lenguaje es despersonalizado. La persona es débil en su estructura física genera.
El cuerpo, visto en totalidad o por segmentos, es asimétrico.
Las articulaciones son rojas, débiles, con falta de vitalidad; no unen las
partes del cuerpo con eficiencia ni permiten la conducción adecuada de energía
entre el tronco y la periferia. La piel es fría, sin vida, opaca, con falta de calor.
Los hombros tienden a estar uno más arriba que el otro y parecen estar
pegados hacia adentro del cuerpo. Los brazos están colgados y no se mecen
libremente, tienen fuerza, pero el movimiento para golpear se haya escindido. Las
manos están frías. El cuerpo no interviene en la acción. Hay una profunda
contracción en el pecho que está expandido en la garganta. Tienden a tener voz
aguda e infantil. El diafragma tiene una fuerte contracción, así como severa
tensión alrededor del abdomen, que crea una escisión en el cuerpo, superior e
inferior. La pelvis esta contraída e inmóvil. La sexualidad se usa para hacer un
poco de contacto. Generalmente las piernas son largas y flacas. Las muñecas,
tobillos y pantorrillas son débiles. Los pies también, con arcos altos, fríos y
contraídos, con poco arraigo y contacto con el suelo. Viven en un estado de
entumecimiento corporal, desconectados de sus sensaciones. Cuando las
perciben, lo cual hacen muy sensiblemente, les da temor. El apoyo terapéutico
estará basado en acompañarles con gran sensibilidad y conocimiento a que poco
a poco las toleren y las integren como parte de sí mismos.
nulo, pues cualquier intercambio energético con la tierra amenaza con desintegrar
al individuo. Con todo y la presión de la gravedad, jala hacia arriba, como
aspirando ir hacia el cielo. Al caminar, sus pies parecen estar despegados del
suelo.
5.2.4 Emociones
Las personas con defensa esquizoide son seres hipersensibles, con una fuerza
vital emocional intensa, genuina, brillante guardada en su interior. Poseen
sentimientos primorosos de amor y de ternura que no encuentran caminos de
seguridad para ser expresados. Sus emociones, tanto negativas como positivas,
están congeladas dentro de sí mismos. No saben cómo manejarlas, no las
conocen bien.
Su queja al llegar a terapia es: “Me siento con miedo y ansiedad”. Vienen en
estado de depresión, con incapacidad de sentir a profundidad su cuerpo y sus
sentimientos, con dificultades para manejar la intimidad en la relación de pareja.
No se sienten unidos e integrados. No sienten seguridad básica y temen al
fracaso, a “no hacerla en la vida”. Esta crisis representa un camino de conexión
consigo mismo, de trabajar para aterrizar, arraigarse en sí mismo y en el mundo,
de paulatinamente experimentar, integrar, arraigar en su yo sus sentimientos y
emociones negativas y positivas. Aceptarse como un ser muy sensible. Aprender
a tocar y ser tocado.
5.2.5 Mente
Las personas con carácter esquizoide han desarrollado el “yo” más débil de todas
las estructuras. La herida temprana afecta el desarrollo biológico, fisiológico,
energético y psíquico del niño y no le permite configurar un ego que integre las
experiencias vividas en la infancia, las expresiones de su ser, sus sensaciones,
emociones, sentimientos, impulsos, su presencia en el espacio cotidiano y las
interacciones con su mundo. No logra una identidad biológica adecuada.
5.2.6. Voluntad
En este carácter, la voluntad o fuerza del ego para ir hacia lo que se quiere en el
mundo terrenal, es precaria. Aunque estas personas pueden ser constructivas y
creativas, la falta de contención de su yo, así como la dificultad de mirar la realidad
como es, les impide alcanzar lo que quieren: “A veces el esquizoide actúa con
gran determinación, pero no es un comportamiento duradero. La agresividad no
queda atrapada en un atolladero emocional, simplemente desaparece” (Lowen,
1985, p. 373).
5.2.7 Espiritualidad
La experiencia de no querer pertenecer a su propio cuerpo y su rechazo a
pertenecer al grupo humano es un ¡no! a ser uno con todo y todos. El afán común,
dado los dones que poseen, es que buscan integrarse a las grandes fuerzas de la
intelectualidad o espiritualidad, a Dios, sin haber aceptado su humanidad y su
camino por el mundo con humildad.
5.2.8 Máscara
La máscara o apariencia con la que se presentan es la de seres aislados,
miedosos, que no se relacionan, la de superioridad moral, intelectual o espiritual.
Imagen idealizada de estar más allá del bien y del mal que prevalece en este
mundo, de recato y timidez. Acentúan su presentación ante el mundo como
alguien raro. Su ideal del yo o imagen idealizada es Ser Especial, que espera ser
descubierto por sus talentos. Se identifica con la máscara de la serenidad. Desde
el aspecto culpabilizador de la máscara, la persona dice: “Te rechazaré antes de
que me rechaces”.
5.2.11 Core
La sabiduría, la razón con corazón.
5.3.1 Etiología
Es posterior al nacimiento, hasta los dos años, cuando el bebé necesita ser nutrido
física, emocional y energéticamente. Son los brazos, el calor, la mirada, la leche
materna, los aspectos esenciales para la nutrición y el crecimiento de una criatura.
La persona con carácter oral no recibió lo que necesitaba, o no recibió lo suficiente
de su mamá porque ella falleció, porque trabajaba, porque había otros hermanos
que atender, etc. La simbiosis necesaria en esta etapa se da insatisfactoriamente,
el vínculo con la madre se establece débilmente. La necesidad del individuo de ser
cuidado, atendido en sus necesidades, no fue cubierta. Lo deja con una memoria
de carencia, de vacío, de soledad, con una herida de abandono y privación. La
ansiedad más grande es de separación: ha conocido el paraíso y lo ha perdido.
Queda en un duelo que puede arrastrar toda la vida, una desilusión y frustración
5.3.2 Energía-conciencia
Con base en la experiencia de haber
sido privado de la satisfacción y
placer de llenar sus necesidades
físicas y emocionales, la persona
parece desarrollar la conciencia-
energía de que este mundo (madre)
no tiene para él, para ella. “El mundo
es un lugar donde no se recibe lo que
se necesita” “No hay suficiente para
mí, para que logre madurar”. La
persona con este carácter presenta
una energía baja, su cuerpo y su campo de energía están subcargados, débiles.
La energía principal está en la cabeza, inflando la energía 8 en la parte superior.
5.3.3 Cuerpo
La persona con carácter oral tiene un cuerpo poco desarrollado, con rasgos
infantiles, delgado, con una musculatura con poco tono y flacidez, como dejándose
llevar por la debilidad. La energía fluye débilmente a lo largo del cuerpo. El
principal segmento bloqueado es el oral, que comprende la musculatura del
mentón, garganta, zona occipital, boca y lengua, a través del cual se recibe el
alimento, que carga de energía y es el medio para expresar y recibir la verdad de
otros. Habla mucho y no recibe. La cabeza, muy desarrollada, está echada hacia
adelante, buscando el alimento. El cuello es largo y tiene fuertes tensiones. Los
ojos del oral colapsado son de anhelo y súplica; en el oral compensado la mirada
vuelve a decir: “No te necesito”.
5.3.4 Emociones
La persona con defensa oral vive con desilusión y frustración, con dolor por la
privación y el abandono vividos. El vacío y la soledad son muy profundos, por lo
que trata de evitar experimentarlo acercándose a otras personas. Vive con mucho
miedo a ser abandonado. El oral colapsado se apega a la pareja y el oral
compensado mejor no se involucra. Guardan un profundo resentimiento y
amargura en su interior.
sean satisfechas, arremete con ira hacia los demás y también lo hace contra sí
mismo, devaluándose y viéndose más incapaz de lo que es, se hace más triste y
amargo.
5.3.5 Mente
En el ego del carácter oral:
K los límites tenues se colapsan o se inflan fácilmente a los largo del organismo.
El core está debilitado debido a las privaciones de la infancia. El ego oscila
violentamente entre la grandiosidad y el colapso. Como le falta habilidad para
movilizar el core, esta persona cae con frecuencia en la rabia culpable o en el
optimismo sin límites. El ego no está suficientemente desarrollado para lidiar con la
energía del interior y las del exterior (Pierrakos, 1990, p.122).
Por supuesto que el ambiente contribuyó a esto. Son familias con muchas
carencias económicas y/o afectivas, que se quejan de no recibir lo suficiente de la
vida, que Dios o el universo no es abundante para ellos. O en el que para los
padres, en un tiempo, el individuo era alguien maravilloso y en otro fue olvidado,
descalificado o lastimado, en el seno familiar de un progenitor que elogiaba y el
otro disminuía o en el que uno de los padres vivía engrandecido y el otro
disminuido. La niña, el niño internaliza en su psique esta dinámica y se identifica
con ella. Esta representa, a su vez, el desafío a trascender.
Para el oral colapsado, lo difícil será que comprenda que no sabe pedir, y
que su demanda es una acción agresiva exagerada, que provoca que los otros le
abandonen. Que está tan enfocado en exigir, que no ve cuáles son sus
necesidades reales, y que por lo tanto, lo que demanda generalmente no es lo que
necesita en el presente. Que es el niño interno necesitado y rabioso que exige que
le salden la cuenta pendiente.
La persona adulta con carácter oral vive dominada por una conciencia
infantil, no mira la realidad presente, se mueve con la conciencia de un pasado
continuado, la de un niño con carencias, tan resentido que no sabe pedir,
demanda que le sean satisfechas sus necesidades infantiles, entonces no puede
ser llenado, satisfecho, porque está enganchado en una ilusión del pasado y el
pasado no puede ser cambiado, sino aceptado. Sólo pueden ser cubiertas las
necesidades del presente. El dolor de lo que fue o no fue puede ser tratado,
sanado con el amor del presente. Hay que fortalecer al adulto para se haga cargo
de nutrir, cuidar, sanar su niño (a) interior.
5.3.6 Voluntad
El ego de estos individuos no tiene una fuerza sostenida para lograr lo que
quieren, para pedir con claridad lo que necesitan. Aunque son competitivos, les
cuesta sostenerse en la batalla. Viven con miedo de no poder y de fracasar. Su
conciencia y energía se mueven hacia el contacto humano, que les ayude a evitar
conectar con su vacío, su soledad y su necesidad real, para que les refuerce su
imagen idealizada.
El temperamento oral: “Tiene más abierto el corazón y por lo tanto está más
abierto a la relación y al intercambio amoroso. Promete una conexión más
sensible consigo mismo y con los demás. Los límites de autoconciencia y
5.3.7 Espiritualidad
Está más abierto a su corazón, a las fuerzas de su core, sabe, intuye el poder de
sanación del amor; es más sensible a sí mismo que el carácter esquizoide, pero
debe mirar que la vida es abundancia y que puede tomar lo que necesite de ella.
Despertar la conciencia de que no está solo en el presente. Es necesario que no
se abandone y aprenda a acompañarse con el espíritu cálido que lleva en su
interior, a acercarse a la esencia amorosa que lleva en su interior, que aprenda a
dar sin esperar.
5.3.8 Máscara
En este aspecto, Molina (2007) explica que:
El ideal del yo, o imagen idealizada, en el primer caso es: “Soy amoroso y
generoso”; en el segundo caso es: “Soy un ser muy sensible y necesitado”.
5.3.11 Core
Traducen la esencia de su ser en un amor-razón con corazón, inteligencia y
compasión.
5.4.1 Etiología
El carácter masoquista se crea alrededor de los dos y tres años, cuando el niño
está en la fase de separación e individuación y requiere autoafirmarse e
independizarse. Es un periodo trascendente, pues está desarrollando el ejercicio
de su voluntad, decidiendo qué hace, cómo, cuándo, con quién, según lo que
necesita. Es también el tiempo en que los padres introducen el control de
esfínteres, normas, reglas, pautas de comportamiento y creencias, tanto familiares
como sociales.
El vínculo con la madre está muy presente y desde allí se hace difícil la
individuación. La persona se somete externamente y resiste internamente: “K uno
debe tener una identidad suficientemente desarrollada y el orgullo correspondiente
para producir la respuesta masoquista, tiene que haber una sensación consciente
de la integridad del ser, que necesita ser defendido de manera masoquista”
(Johnson, 1985, p. 96).
La energía interiorizada se
halla en ebullición, y atrapada
adentro produce ansia, pero dejarla
salir significaría la muerte. Es
preferible retroflectar el movimiento
energético que ser dañado por el
exterior. Y el mayor daño es perder el
amor de la madre. El objetivo es
aguantar y mantener su autonomía
en el interior. La persona con
carácter masoquista deja salir hilos
de energía a través de una
quejumbrosa voz, por la cual sabemos que existe alguien en el interior que parece
pedir auxilio.
El centro del corazón está activo pero ocluido, porque el centro de la garganta está
cerrado. Este último es el canal superior por donde podría liberarse el movimiento
interno y no es posible. Todos los centros de voluntad, el primero de arraigo a la
vida, tres receptivos y el séptimo de conexión espiritual están cerrados. Reflejan
con claridad cómo la persona ha rendido su voluntad y cerrado su sexualidad, su
corazón y su verdad. La tarea es abrirlos a través del trabajo corporal, emocional y
energético principalmente (Brennan, 1993 p. 119).
5.4.3 Cuerpo
Físicamente, la persona con defensa masoquista tiene una musculatura compacta,
sobre-desarrollada, generalmente con sobrepeso, con piel morena y con
vellocidad, baja de estatura, con hombros y espalda superior anchos y
redondeados, como cargando un peso. El cuello es corto, ancho y muy tenso. Es
común que tenga jiba. El rostro mantiene una expresión de inocencia o sonrisa
forzada y los ojos generalmente evidencian dolor y sufrimiento suavemente
disimulados.
5.4.4 Emociones
La vivacidad, la creatividad, el placer y la expresión de la emoción de vivir están
suprimidas (o más bien enterradas) en una capa de negatividad y sometimiento,
capa donde se encuentran bloqueados fuertes sentimientos de rencor, hostilidad,
ira, furia asesina y miedo de estallar y destruirlo todo a su alrededor. Los
mecanismos defensivos más importantes son la negación, represión y retroflexión.
Todas las emociones negativas que tendrían que ir hacia el exterior las
encauzan contra sí mismos, de manera que se dañan emocional y físicamente,
provocándose muchas enfermedades psicosomáticas. La persona masoquista,
voluntariosa y orgullosamente, aguanta y aguanta hasta que su organismo, si no
explota emocionalmente, lo hace a través de síntomas físicos, los cuales le
permiten entrar en contacto con su cuerpo y sentir que algo está pasando en su
interior. Ha desarrollado la estrategia de resistencia pasiva: nadie como él o ella
en este tipo de lucha, que generalmente enoja a los demás. Los provoca, acepta
la agresión para luego permitirse expresar y desahogar su ira acumulada y relajar
un poco los músculos. Claro que no es consciente de su provocación.
Hay un dolor y un sufrimiento real que sólo podrá ser atendido cuando
explote su rabia, su furia y su odio. Tienen que ir más allá de este sometimiento a
su objeto amoroso, para dejar salir de forma genuina su cariño, su generosidad,
sus sentimientos de solidaridad. En este proceso, es esencial movilizar su energía
una y otra vez, para promover la reconciliación e integración de su fuerza
agresiva, con una fuerza constructiva que les permita poner límites y hacerse
respetar, para sentirse dignos y libres.
5.4.5 Mente
Pierrakos (1990) comenta que: “El ego constantemente lucha, hace esfuerzos por
tener espacio para liberarse de sus propias defensas” (p. 90). Del mismo modo, se
afirma que el ego encerrado en sí mismo, sofocado por tanta sobrecarga:
5.4.6 Voluntad
La intencionalidad negativa es tremenda aquí. Su cuerpo, su actitud y sus
pensamientos parecen decir: “No me moveré”. “No me moverás”. Es un ¡No! al
cambio, un cierre de posibilidades, una conciencia estrecha para considerar que
hay otras maneras de vivir, que puede saltar su propia barrera y lograr su libertad.
5.4.7 Espiritualidad
Estar separado de su ser interior es estar separado de su espiritualidad. De la
misma manera que se sintió desprotegido, siente que Dios no lo mira, no es un
Dios compasivo, como tampoco lo fueron sus padres. Cultivar la compasión para
sí mismo es el mejor bálsamo para su sanación. Necesita reconectarse con su ser
interior, con experiencias que le lleven hacia adentro y hacia la apertura de su
conciencia, que observe que hay algo más grande dentro y fuera de él o ella, que
lo acepta sin condiciones y que le da la libertad de ser.
5.4.8 Máscara
Está representada por características de dependencia, docilidad, sumisión. Se
muestran complacientes, humildes, serviles, pasivos, resistentes, fuertes. A veces
Guarda una gran rabia y furia asesina, que se desplaza en la intención negativa de
profunda desconfianza, resentimiento, testarudez y soberbia oculta que sostiene
un sentimiento de superioridad, de desprecio y denigración hacia los demás. Hay
miedo, duda, vacilación interna, sadismo contra sí mismo, se daña y desprecia a sí
mismo; obsesión inconsciente de hacer sufrir a otros a través de quejarse de su
sufrimiento. Agresión pasiva (p. 112).
Son personas de buen corazón, llenas de cariño hacia los demás, con capacidad
para comprender el sufrimiento de los otros, son cooperativos, confiables,
perseverantes, trabajadores, leales, maternales. Negociadores o conciliadores
naturales, capaces de profunda compasión y a la vez de diversión, alegría y
travesuras. Capacidad de dar contención y ternura (Molina, 2007 p. 113).
5.4.11 Core
“Soy libre”. “Tengo derecho a ser libre”. “Puedo amar y ser amado sin
condiciones”.
5.5.1 Etiología
Se configura entre los dos y cuatro años de edad. Cuando somos niños estamos
en la etapa de crecimiento y florecimiento de nuestro ser, por lo que necesitamos
del apoyo y la guía de nuestros padres, pues somos vulnerables y dependientes
de ellos. Su mirada de aprobación, la alegría y el respeto que puedan transmitir a
la expresión de nuestro ser y nuestros dones, la aceptación de nuestra grandeza y
vulnerabilidad, es esencial para la formación de nuestro yo, para la aceptación de
nosotros mismos tal como somos, para diferenciarnos de los demás.
El niño (a) sin poder es usado para las necesidades narcisistas de los
padres; se le ha engañado y traicionado por uno de ellos o ambos, en la promesa
de amor que se le hiciera, si se mostraba como ellos querían. Se abusa en sus
dones y se le abandona en su vulnerabilidad, como en el caso del el niño (a) que
cuida a los hermanitos, pero no es cuidado y protegido en su vulnerabilidad como
hijo (a) (Johnson, 1985; Pierrakos, 1990).
resto de los centros volitivos y todos los sensitivos están cerrados. El centro
sexual posterior puede estar parcialmente abierto en ocasiones.
5.5.3 Cuerpo
El cuerpo del psicopático impositivo es asimétrico, más ancho y fuerte en la parte
superior y estrecho y débil en la parte inferior. La cabeza puede verse grande, está
muy tensa y sobrecargada energéticamente. Sufre un bloqueo ocular importante,
por lo que se mantiene con los ojos tensos, despiertos, con los que vigila
desconfiado, penetrante, invasivo, en control y dominio de todo. El cuello, que está
bloqueado, provoca un corte energético. La espalda superior y los hombros son
tensos, anchos y fuertes, con fuerza agresiva y rabia asesina reprimida. El pecho
inflado y cargado hacia adelante. El diafragma contraído y el abdomen apretado
mandan la energía hacia arriba y bloquean la circulación abajo. La pelvis estrecha,
delgada, fría y subcargada, igual que las piernas y los pies (orales) débiles,
inseguros, parece que flotan. Este carácter es más duro (Lowen, 1987; Pierrakos,
1990).
5.5.4 Emociones
Su mayor temor es sentir y dejar ver su vulnerabilidad, pues teme que podría ser
derrotado y controlado otra vez. La negación de sus sentimientos tiene como
objetivo principal alejarse del dolor y de la tristeza originada por la traición de sus
padres. Aguanta el llanto, frenando todo su cuerpo. Disocia su vida emocional. La
negación del sentimiento es básicamente la negación de su necesidad. Hace que
los demás lo necesiten a él para no tener que expresar su necesidad y no ser
vulnerable. El ego está en contra de su cuerpo y de sus sentimientos. En el interior
se siente poco importante, vulnerable, con baja autoestima y sentido de valor
personal, atrapado en la culpa en ocasiones, con dudas sobre sí mismo, inseguro.
Reprime y bloquea en su interior el miedo y la rabia profunda. Se vuelve
contrafóbico.
5.5.5 Mente
El tema de su vida es el poder. Se levanta de la humillación, el miedo y la traición
con una actitud poderosa- agresiva o sensual-amorosa. Cree que sólo dominando
y controlando a los demás está a salvo. “Tengo que controlar y dominar todas mis
relaciones”. “Te controlaré y lo haré a mi modo”. “Nunca me humillarás, yo lo haré
antes”.
autoridad real a quién respetar ni límites o normas precisas para seguir. Crea su
propia ley. Generalmente provoca problemas con la autoridad, la desafía y suele
mostrar conductas antisociales, agrede con cinismo, es poco sensible,
manipulador, miente, es fraudulento. Suele actuar impulsivamente, no toma,
arrebata. Para admirar a una autoridad tiene que idealizarla.
5.5.6 Voluntad
Son, evidentemente, muy voluntariosos. Su intención negativa es mantenerse
apegados al control, al dominio, a la venganza, a destruir lo que creen que quiere
destruirlos: “Se hará mi voluntad”. “Tengo que tener la razón o me muero”.
Persiste la desconfianza hacia el mundo y a entrar en contacto con sus
necesidades. Su creencia negativa es que no hay nadie que pueda apoyarlos y no
lastimarlos. Se cierran a recibir, no creen en la bondad del mundo. Necesitarán
rendir su ego a la voluntad de su corazón y conectar con la fuerza del amor que
hay dentro de sí mismos para reconocer el amor en los otros.
5.5.7 Espiritualidad
Al estar enajenado de su propia esencia, permanece separado de lo divino que
hay en él. Identificado con el lado oscuro de sí mismo y de su ambiente, le dice
¡No! al amor. Necesitará desarrollar el perdón y la compasión, para sí mismo y
para los demás; en el proceso de autoconocimiento ha de descubrir que debajo
de su escudo y acorazado pecho está su gran corazón, su core.
5.5.8 Máscara
De acuerdo a Molina (2007), a través de la máscara:
La expresión de su ser superior es: “Me rindo”. “Soy uno con Dios”.
Liberado su ser superior, muestra gran honradez e integridad, lo que le permite
ayudar a otros a encontrar su verdad y autoridad interna.
5.5.11 Core
Su esencia se manifiesta en la valentía y la autoridad de su corazón: “Su core es
poderoso, dotado de abundante energía, habilidad ejecutiva y maravillosos dones
de innovación y creatividad” (Pierrakos, 1990, p. 98).
5.6.1 Etiología
Desde el nacimiento, y durante el crecimiento, vamos madurando y creando
nuestra identidad biológica y nuestro Yo. La energía vital y sexual va anclándose y
desarrollándose poco a poco, de forma longitudinal, desde la cabeza hasta
nuestros genitales, entre los tres y siete años. Entonces es cuando el amor, el
eros y la sexualidad se expresan fusionados, con una fuerza apasionada, vivaz,
curiosa de nuestro cuerpo y de los otros, excitantes, vitales.
del triángulo amoroso. Los niños, niñas van hacia sus padres con toda intensidad,
en busca del encuentro, exploración y juego, sobre todo buscan al del sexo
opuesto, esperando ser apoyado
(a) por el progenitor del mismo
sexo.
manera, me querrán de otra”, “no voy a rendirme”, “seré perfecto”. Todo ello
dentro de la dinámica triangular, lidiando con los pros y contras de uno y otro
progenitor, identificándose y aliándose con las necesidades y expectativas de un
progenitor en relación a su pareja, en lo que crea que es conveniente en el
conflicto que puedan tener sus padres (el denominado conflicto edípico): “La
dificultad o facilidad en la expresión de la sexualidad-amor y la agresión-
asertividad que los padres experimenten en el triángulo amoroso determinarán las
variantes defensivas” (Molina, 2007, p. 136).
En la mujer:
En el hombre:
5.6.3 Cuerpo
De acuerdo con Molina (2007) este carácter está representado por una estructura
corporal:
5.6.5 Emociones
Ante el sentimiento de daño, el niño (a) crea un progresivo endurecimiento para
protegerse de la vulnerabilidad y de sus sentimientos, atrapando con ello la
intensidad de su fuerza amorosa, erótica y sexual, sus expresiones tiernas y
cálidas, su llanto, su temor, así como su fuerza agresiva. Por supuesto que en los
diferentes subtipos, algunos inhiben más lo amoroso, la capacidad de sentir
profundamente sensaciones, emociones, y otros inhiben más la expresión de su
agresividad o fuerza productiva, su capacidad de avanzar a lo que quieren, de
poner límites.
El niño (a) de cuatro a siete años de edad, más despierto y vital, está
expuesto a la dinámica afectiva-emocional de sus padres. Por un lado,
experimentando emociones y sentimientos hacia ellos y las circunstancias, y por
otro, teniendo que frenarlas, provocando con ello una enorme frustración en la
expresión natural, pues la “tuerce” con el efecto de complacer o controlar a los
padres. Esta frustración conlleva un gran dolor inicial, y posteriormente, un gran
rencor y odio por no sentirse visto y recibido. Internamente vive una ambivalencia
amor-odio a sus padres. De este modo:
5.6.5 Mente
En este temperamento, el ego: “K parece fuerte, pero aislado de los sentimientos
del corazón, del core. Externamente fuerte, el corazón no está abierto y las
relaciones con el sexo opuesto están llenas de egoísmo más que de verdadero
calor. Bajo la máscara de capacidad y satisfacción está una sensación de
incapacidad, sequedad y vacío” (Pierrakos, 1986, p. 123).
El ego dice: “Viviré sin amor”, “haré contacto con el mundo haciéndome
atractivo”. El ideal del yo dice: “Quiero más logros y ser más atractivo, así nadie
me rechazará”. Constantemente está activo: construye algo, soluciona problemas.
No hay descanso, no hay relajación, no hay un dejarse llevar, todo ha de estar
bajo control. La vida aquí es estar en el esfuerzo, la tensión y la consecución de
algo.
una lógica que generalmente es una pared que se interpone en la relación con los
otros. Les es difícil reconocer que alguien haga las cosas mejor que ellos.
5.6.6 Voluntad
El ego sirve a la expectativa de su imagen ideal y no a su ser interno. Su
intencionalidad negativa es no confiar en el amor incondicional, su creencia es que
el amor sólo puede darse si se controlan y controlan a los otros y a las
circunstancias. Viven en un ambiente de acción muy tensa, perfeccionista,
estresante para sí y los demás. Hacer, hacer, teniendo que ser mejor cada vez. El
sentido de la vida para ellos está en los logros, el éxito, el reconocimiento.
5.6.7 Espiritualidad
Suelen tener este aspecto muy presente en la cabeza, a través de la razón. Por lo
regular, son personas bien intencionadas, que al llegar a ofrecer discursos de
carácter espiritual no transmiten vibraciones amorosas, por lo que no llegan al
corazón de los otros. En realidad, tienen fuertes dificultades iniciales para darse
cuenta de que no están teniendo una experiencia sensible de la vivencia y del
amor. Cuando se dan cuenta de ello, suelen perseguir la conexión espiritual como
si fuera un objetivo material, puramente físico, comercial o académico.
5.6.8 Máscara
Está formada por expresiones de orgullo y voluntarismo. La persona sufre de
vacío, falta de significado, de inadecuación, la máscara niega todo esto y dice
“Tengo todo”. “Soy mejor que otros, puedo concluir acertadamente todo lo que
emprenda”. La actitud es de superioridad, protegiéndose de su vulnerabilidad. Su
imagen idealizada es de perfección.
con frialdad, sin sentimientos. No muestran empatía hacia los sentimientos de los
otros. Ocultan mucho odio y miedo en su interior. Hay en ellos gran cantidad de
rabia por el rechazo y la traición. Pueden experimentar envidia por no sentir. Sexo
sí, pero amor no. Amor sí, pero sexo no. Negación a la entrega, terror a la
intimidad. Son personas hábiles para ver los errores de los otros, señalárselos y
criticarlos hasta hacerlos sentir miserables. Están por encima de los demás. La
expresión más oscura de su persona es mantener cerrado el corazón. La intención
negativa desde su soberbia y voluntarismo es: “No me rendiré”. “No te amaré”.
5.6.11 Core
Su esencia divina es manifestar el amor y la sexualidad integrados, en una
profunda entrega. Darse a sí mismos verdaderamente.
De este modo, podemos ver que para una persona con carácter esquizoide
el trabajo analítico y corpo-energético será gradual, mientras va aceptando sus
sensaciones, sus emociones, configurando su yo, integrándose, uniendo su
cuerpo, a su mente y su espíritu, mientras que para el carácter oral será esencial
aterrizarlo en la realidad, con respiración y mucho trabajo corporal suave y fuerte,
pero sin llevarlo al colapso, con la finalidad de arraigarlo y empoderarlo para que
asuma aprender a cuidarse, madurar y crecer.
Por otra parte, para la persona con carácter masoquista es preciso cuidar
no activar su resistencia, pues con mucho trabajo corporal y emocional se le
apoya a explotar, expresar, liberarse. Para el carácter psicopático se trabaja
corporal y energéticamente con la parte inferior de su cuerpo, para arraigarlo y
fortalecerlo, de manera que logre desinflar la parte superior y poco a poco gane
confianza para rendirse a sus sentimientos suaves. Con la persona de carácter
rígido, si bien hay que moverlo mucho, también se trabaja de forma suave, con la
finalidad de “romperle el esquema” amorosamente y apoyarlo a centrarse en sus
vibraciones sensibles cuando surjan, pues hay que sacarlo de la dureza y el
control mental.
Conclusiones
Las variadas circunstancias adversas presentes en nuestro desarrollo primario
nos crearon dolor. Ante la dificultad infantil de enfrentar e integrar esas
experiencias, configuramos defensas a nivel psicológico, somático y espiritual,
para evitar el dolor y pretendidamente evitar volver a ser heridos, sin embargo,
esta pseudo-solución defensiva caracterológica resulta contradictoria, porque a
través de ella recreamos las heridas, permanecemos fijos en una conciencia
inmadura y vivimos en el pasado. Esta situación nos impide, además, ver la
realidad y nuestras relaciones tal como son, nos impide vivir en el presente, de
forma consciente y con responsabilidad de nuestros actos, de nuestra vida.
Resumen
La caracterología se refiere a los patrones conductuales repetitivos que sirven de
guía para hacer la intervención psicoterapéutica corporal, y que corresponden a la
estructura esquizoide, oral, masoquista, psicopática y rígida.
Cuestionario
1. Explica qué es el carácter y cómo se forma (con base en los autores
mencionados al inicio de este capítulo).
2. Menciona cuáles son las cinco necesidades inherentes al desarrollo del ser
humano y los cinco derechos de la persona. Relaciónalos con sus caracteres
respectivos.
Ejercicios reflexivos
Revisa, tomando en cuenta la relación con tus padres, si no te sentiste bienvenido,
que pertenecías a las familia, si no te sentiste nutrido o abandonado por ellos, si
confiaste y sentiste que te traicionaron o te sentiste humillado, aplastado,
controlado, o no te sentiste aceptado tal como eras, o si te violentaron y lastimaron
amorosa y/o sexualmente.
Dinámicas corpo-energéticas
1. Se pide al grupo que se reúna en pares y que escojan su turno de trabajo. Uno
será A y el otro B. A continuación se describen las diferentes opciones para
trabajar:
a) A empezará a colocar sus manos por las diferentes partes del cuerpo de
B, mientras B en voz alta expresa: “no estoy”, “no siento”, “no existo”. Después de
15 minutos, deberán invertir el turno para que ahora sea A quien exprese. Se da
tiempo para que ambos expresen su “darse cuenta” de la experiencia.
Bibliografía
Objetivo general
Dar a conocer los recursos básicos corporales y energéticos que se utilizan en el
contexto psicoterapéutico de la Core Energética.
Objetivos específicos
Que el estudiante:
6.2 Aprenda a usar las técnicas de Core Energética a través del modelaje que
realice el maestro-facilitador de la materia.
6.3 Practique en parejas y/o subgrupos los ejercicios y la lectura corporal, que le
permitan desarrollar algunas habilidades para su trabajo como psicoterapeuta.
Mapa conceptual
Resulta una experiencia muy sensible y delicada, por lo que será necesario
ofrecer un contexto de seguridad, calidez, contención, aceptación y empatía, así
como también establecer una relación terapéutica de confianza, que nos ayude a
ser suficientemente receptivos a lo que nos dice el cuerpo de la persona en
sesión, y así ayudarle de manera eficaz a recibir la retroalimentación a partir de la
lectura corporal. Ahora bien, al ir haciendo la lectura, hay que observar el impacto
que produce en la persona lo que vamos diciendo, así como cuidar y no rebasar
los límites de su fuerza yoica, para ayudarle a integrar adecuadamente los
sentimientos y comprensiones que va teniendo.
10. Hacer partícipe del proceso a la persona que consulta; revisar con ella lo que
retroalimentamos.
6.2 Movimiento
Movimiento es energía, energía es movimiento, movimiento-energía es vida. La
conciencia da dirección a esta energía de vida. Energía y conciencia alineadas
son vida con sentido, son sentidos de vida. Por lo tanto, el proceso de la Core
Energética es de gran movimiento corporal. Si hemos acorazado, bloqueado
nuestro cuerpo (que es quedarnos fijados mentalmente en el pasado) a través de
rigidizar el movimiento, necesitamos movernos, liberar el cuerpo y el alma,
realizar nuevas conexiones neuronales, bioquímicas, recuperar conciencia
corporal, funciones, recuperar la salud emocional, la creatividad para movernos y
desplazarnos mental y físicamente por el mundo, conectar con nuestro yo interno,
abrirnos al misterio interior, al desconocido potencial interior para tener una mejor
actitud ante la vida, más abiertos al derecho natural de ser felices.
6.3 Respiración
Respirar fue el primer acto individual y autosuficiente que realizamos al nacer;
entonces hicimos funcionar nuestros pulmones y expresamos un ¡Sí a la vida! ¡Sí
a vivir! El oxígeno entró, la sangre fluyó, la vida en nuestra pequeña individualidad
continuó, todo siguió funcionando, seguimos pulsando en la densa energía de
nuestro cuerpo respirando, dando alimento de vida, dando sensibilidad a nuestra
existencia a través de sensaciones, sentimientos, emociones, respuestas
vegetativas, color de vida. Lo primero que hicimos sabiamente cuando fuimos
pequeños, buscando defendernos del dolor y del miedo, fue contraer nuestra
respiración y nuestro diafragma, y esto fue separándonos momentáneamente de
la totalidad de la experiencia interna circunscrita a la circunstancia hostil que
pudimos vivir. Al quedarnos fijos en esa acción perpetuamos la defensa –
escondido el dolor y el miedo pasados-. De este modo, la respiración contraída y
la falta de confianza en la vida interna y externa se volvieron crónicas.
6.5 Arraigo
Trabajar con el arraigo es esencial en la psicoterapia corporal, sin ello es como
arrancar en el proceso de transformación sin bases, sin cimientos, sin crear la
conexión de la persona con su propia fuerza. El arraigo permite confiar en que se
puede con la experiencia del propio ser. Implica, junto con la respiración,
comenzar a tomar conciencia de que somos un cuerpo físico, que somos espíritu
materializado. Al conectar con nuestra materia podemos conectar con nuestra
esencia espiritual.
Es a través del arraigo, de sentir y ser nuestro cuerpo, que nos podremos
dar cuenta de que en la vida hay experiencias dolorosas y placenteras, agradables
y desagradables, de gran estrés y profunda relajación, etc. Nos abre a la
conciencia del principio de realidad, al que tanto nos resistimos, pues tendemos a
desear sólo obtener placer inmediato.
fortalecer las piernas para erguirse en una posición digna ante la vida o para
rendirse a la tierra, al mundo interior.
6.6 Rodillo
El rodillo es un cilindro de aproximadamente 24 pulgadas de diámetro. Se
considera una de las herramientas más importantes en Core Energética (Molina,
2007). Es utilizado para trabajar con todos los segmentos del cuerpo, de pies a
cabeza, siempre coordinando con la respiración. La persona se sienta en el rodillo
y puede comenzar rodando suavemente la pelvis hacia atrás y hacia adelante; aún
cuando no se está atento a la respiración, esta se modifica. Se continúa
deslizando el cuerpo sobre el rodillo, apoyando los pies, con las rodillas en
escuadra y las manos sosteniendo la cabeza y luego deslizando el rodillo de la
pelvis a la parte superior de la espalda, inhalando y exhalando en el ir y venir,
estirando y recogiendo las rodillas. Este movimiento no sólo va abriendo y
extendiendo los músculos, sino que ayuda a abrir y alinear los chakras, y a
hacernos receptivos a la energía del universo.
Hay muchas variantes del trabajo con el rodillo. Este ayuda a arraigarnos, a
liberar bloqueos, a abrir la respiración y los chakras. Para cada defensa
caracterológica existen ejercicios específicos. Cuando se ha trabajado cuidadosa y
efectivamente con él, es posible ver cómo se expande el campo de energía de la
persona, en congruencia con su viveza y presencia corporal.
6.7 Masaje
Como tempranamente lo señaló Reich (1987), hoy sabemos que al presionar
algunos segmentos del cuerpo con severa tensión emergen sentimientos y
emociones reprimidas. En Core Energética la terapia consiste en dar masaje a
todo el cuerpo, de pies a cabeza, de la cabeza a los pies o a algunos segmentos
del cuerpo. Es común masajear los pómulos, a los lados de la mandíbula, a los
lados y atrás del cuello, los hombros, la parte superior de la espalda, entre los
omóplatos, el área diafragmática, a los lados del abdomen, el vientre, a los lados
de los muslos y donde veamos que es necesario; siempre, recordemos, cuidando
la manera de hacerlo, la presión y el tiempo. El propósito es diluir la tensión y
liberar el contenido emocional e histórico que la persona guarda en su interior, ya
que el tacto suave o fuerte puede despertar imágenes de asuntos del pasado y
provocar abreacciones de cargas emocionales que han estado reprimidas. Ida
Rolf (1994) nos explica que los traumas emocionales vuelven rígidos los tejidos
aponeuróticos del cuerpo, por lo que al lograr liberar los traumas crónicos de toda
una vida y volver a reconectar los flujos y equilibrios naturales del organismo se
incrementan la salud, la vitalidad y se alivian las tensiones y el funcionamiento del
organismo.
6.8 Raqueteo
El raqueteo (Molina, 2007) es quizá el movimiento por el cual la mayoría de las
personas identifican la terapia de Core Energética, a veces correctamente y otras
de manera distorsionada. Como siempre, se necesita estar allí, conocer el proceso
e involucrarse para descubrir más de él. Muchos también han copiado esta
práctica sin saber realmente cómo hacerlo y qué aspectos hay que cuidar, sin
saber que no estamos reforzando el
berrinche ni el acting-out, que no
sólo se trata de relajarse, soltar por
soltar.
6.9 Meditación
La meditación es parte del camino. Más que una práctica, es un espacio necesario
para detenerse y mirar hacia el corazón, para escuchar a Dios en nuestro interior y
luego darnos cuenta que está dentro y fuera de nosotros (Molina, 2007).
La meditación puede ser activa (como la que utilizamos para el arraigo), con
el fin de conectar con la vibración de vida; también puede ser pasiva. El propósito
de esta última es abrir un espacio de quietud, sentados en posición de loto, digna,
arraigados a la tierra y con dirección hacia el cielo o acostados boca arriba,
Conclusiones
Es claro que los objetivos de Core y muchas otras prácticas corpo-energéticas
(por ejemplo la danza) son limpiar, drenar, purificar, recuperar lo más vivo que hay
Estar vivo es sentir la vida, las vibraciones del alma. Entre más encerrada y
aislada sea la prisión del cuerpo, más tendremos que cavar para lograr la libertad
de ser lo que realmente somos. El camino a la sanación y la felicidad requiere de
trabajo personal, disciplina, paciencia y confianza en el proceso, para que después
de habernos alejado tanto, regresemos a nuestro centro interior.
Resumen
Esencialmente, la intervención psicocorporal en Core Energética incluye:
Cuestionario
1. ¿Qué es la lectura corporal y para qué puede servir en un proceso terapéutico?
6. ¿Cuáles son los recursos fuertes y cuáles son los recursos suaves y sutiles en
Core Energética?
Ejercicios reflexivos
1. ¿Cuál consideras que es tu compromiso personal y profesional al trabajar con
el cuerpo físico de personas que solicitarán tus servicios como psicoterapeuta?
2. Analiza cuáles son los recursos que consideras te serían más complicados de
realizar entre todos los que se te proponen para utilizar en una sesión individual y
grupal de Core Energética. ¿Qué es lo que más necesitas trabajar?
Ejercicios corpo-energéticos
Practica acostado, sentado o de pie, la respiración completa, llenando abdomen y
tórax lentamente y vaciando pecho y abdomen de igual manera, con la pausa
natural que necesites. Te ayudará a tomar más conciencia de tu respiración. Al
final del día, date un tiempo para recordar cuántas veces estuviste atento (a) a tu
respiración y cuál fue el efecto.
Observa qué tan fácil o difícil es para ti permitir la descarga, el golpe y qué
sensaciones o emociones experimentas. Lo que fluya de ti, es tuyo, quizá te
sorprenda, pero es tuyo. Permite o permítanse parar y permanecer en silencio a
través de la meditación. Descubre qué fluye en tu interior.
Bibliografía
Lowen, A. (1983). Bioenergética. México: Diana.
2) Penetrar la máscara.
Mapa conceptual
Objetivo general
Que el estudiante de la Maestría en Psicoterapia Humanista conozca e incorpore a
su formación las fases del proceso psicoterapéutico utilizado en Core Energética.
Objetivos específicos
Que el estudiante:
7.1 Conozca los aspectos que intervienen en las fases de Core Energética y el
compromiso del terapeuta involucrado en dicho proceso.
7.3 Elabore un reporte personal donde integre tanto lo teórico como lo vivencial y
dé cuenta de los conocimientos y experiencias que haya adquirido.
por la imagen ideal que da al mundo, por lo tanto, aunque parece satisfacer las
necesidades secundarias de su máscara, no satisface sus necesidades reales, por
lo que vive insatisfecho (a). En el miedo de ser descubierta, se mantiene a la
defensiva. Cuando esta manera de vivir y de resolver su existencia ya no le
funciona, necesita reforzar la desilusión que tiene de su máscara y apoyar la visión
de que dentro de sí está su verdad y las posibilidades de su core.
En esta dimensión terrenal existe una conciencia superior que nos orienta a
vivir a través de nuestro Ser Real, aquél que desde nuestro ego sano comprende
personal que vamos adquiriendo tiene que ver con las lecciones que vamos
aprendiendo, y estas facilitan realizar nuestra misión en esta vida: vivir y transmitir
con nuestros dones que vale la pena vivir y estamos comprometidos a
desarrollarnos en beneficio personal y de todas nuestras relaciones, de la manera
que cada uno elija.
Las fases del proceso en Core Energética pueden realizarse dentro y para
un grupo, tal como se pretende mostrar en esta asignatura. En el movimiento
corporal grupal, y sobre todo cuando se anima a experimentar y expresar el ser
inferior, se crea un movimiento sinérgico que Pierrakos llama ciclotrón, en el que el
movimiento intenso del grupo jala a todos los participantes a hacerse uno en la
expresión y conexión emocional. El ejercicio de mandala –todo el grupo en
círculos con la cabeza al centro- era también uno de los preferidos del guía.
Conclusiones
La felicidad y la infelicidad en buena medida están en nuestras manos. Como
individuo, pareja, familia, sociedad, somos corresponsables del mundo de
apariencias en que vivimos y del mundo subterráneo de nuestras negatividades,
con las cuales creamos tanta violencia y sufrimiento. No podemos confiar en una
solución mágica para ello, es necesario un camino de trabajo personal con nuestro
ser inferior, escuchar y atender nuestras necesidades reales para vivir más
satisfechos.
Resumen
Core Energética, como las terapias humanistas, busca un encuentro cara a cara,
un encuentro de almas. El terapeuta core ha caminado en su búsqueda personal,
se ha preparado para acompañar con responsabilidad y ética a la otra persona-
paciente que llega con una queja, problemática y/o sufrimiento que quiere
resolver. Es un encuentro donde ambos van a crecer.
1. Penetrar la máscara
2. Liberar el Ser Inferior.
3. Centrarse en el Ser Superior.
4. Plan de Vida.
Cuestionario
1. ¿Cuáles son las fases del proceso terapéutico en Core Energética?
Ejercicios reflexivos
1. Después de leer con atención cada capítulo de este libro-guía anota todo lo que
necesitarías para ser un terapeuta en Core Energética.
2. De todas las fases del proceso ¿Cuál es la que más necesitarías trabajar?
Bibliografía
Horney, K. (2003). El proceso terapéutico. España: La Llave.