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¿PABLO ENEMIGO

DE LAS
MUJERES? Una
lectura
contracultural

por JOSIAS ESPINOZA CARDENAS


CENTRO DE INVESTIGACIONES TANAJ
DEDICATORIA:

A la memoria de mi querida Madre: FELICIA CARDENAS DE


ESPINOZA, quien me mostró el camino del Señor y con su
constante oración como estilo de vida me inspiro para estar en el
Ministerio de la predicación.

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TABLA DE CONTENIDO

1- LA MUJER IMAGEN DE DIOS 2-4

2- PABLO Y LA MUJER EN 1 TIMOTEO 2:9-15 4-10

3- PABLO Y LA MUJER EN 1 COR 14:33-35 10-19

CONCLUSIONES 20-21

BIBLIOGRAFIA 22-23

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PABLO Y LAS MUJERES EN EL NT

Es necesario estudiar en los textos bíblicos a Pablo y las mujeres, pero no voy a investigar

todos los textos de Pablo y la mujeres este estudio se basa en los textos más controvertidos que

se encuentran en las cartas del Apóstol Pablo. Existen otros textos controvertidos en el A.T. y en

N.T. como por ejemplo 1 Pedro 3: 1–5 que muestra el código domestico del mundo greco-

romano.

Los textos materia de estudio son tan conocidos que para muchos Pablo es enemigo de las

mujeres, como: 1 Tim 2: 9-15 y 1 Cor: 14: 34-35, son los más citados para enseñar que la mujer

no puede predicar, enseñar y ejercer liderazgo en el ministerio.

1- LA MUJER IMAGEN DE DIOS

Teológicamente e históricamente la mujer, con el hombre, fue creada “a imagen de

Dios”: “varón y hembra los creó” (Gn. 1:27).

Por las leyes vemos que se debía honrar a la madre (Ex. 20:12), temerle (Lv. 19:3) y

obedecerle (Dt. 21:18ss). Se la debía tener en cuenta en el seno de la familia, participaba en la

elección del nombre de los hijos, y era responsable de su educación inicial. Para su purificación

se ofrecía el mismo sacrificio, ya sea que el recién nacido fuese varón o mujer (Lv. 12:5s).

Concurría a las reuniones religiosas para adorar, y llevaba ofrendas para el sacrificio. Podía hacer

el voto del nazareato en la medida en que procurara dedicarse especialmente al culto de

adoración a Jehová (Nm. 6:2). La mujer estaba eximida de realizar tareas en el día de reposo (Ex.

20:10), y si se la vendía como esclava quedaba libre, como el hombre, en el séptimo año. Si no

había herederos varones, la mujer podía heredar y hacerse terrateniente con derecho propio.

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A los jóvenes se los instaba a casarse dentro de la tribu para que las mujeres no los

alejaran de su servicio a Jehová. La monogamia se consideraba el estado ideal, aun cuando la

poligamia era común, y la relación de Jehová e Israel se comparaba a menudo con la del hombre

y su mujer.

Jesús las incluyó en sus parábolas y su mensaje del Reino de Dios al enseñar, dejando

bien en claro que su mensaje las abarcaba a ellas también. Honrándolas de este modo puso a la

mujer en un pie de igualdad con el hombre, exigiendo el mismo nivel de conducta a ambos

sexos, y ofreciendo el mismo camino de salvación para todos, varones y mujeres.

Después de la resurrección las mujeres se unieron con los demás seguidores de Jesús para

preservar “unánimes en oración y ruego”, en plena comunión con ellos (Hch. 1:14). Colaboraron

en la elección de Matías (Hch 1:15-26), y recibieron el poder y los dones del Espíritu Santo el

día de Pentecostés (Hch 2:1-4, 18).

La casa de María, madre de Juan Marcos, se convirtió en centro de la iglesia de Jerusalén

(Hch 12:12). La primera persona convertida por Pablo en Europa fue una mujer llamada Lidia

(Hch. 16:14). Priscila y su esposo le enseñaron al gran Apolos las verdades completas del

evangelio. Las cuatro hijas de Felipe “profetizaban” (Hch 21:9). Muchas otras, como, por

ejemplo, Febe, eran creyentes activas y enteramente entregadas al servicio del evangelio.

Pablo encaraba las cuestiones de las iglesias locales exigiendo que se respetasen las

convenciones de la época. Mientras tanto estableció el principio de que “Dios no hace acepción

de personas”, y que en Cristo “no hay varón ni mujer”, ya que los creyentes son “todos … uno en

Cristo Jesús” (Gá. 3:28)” (STINTON 2003: 917-918) . Este autor demuestra que la mujer era

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parte de la sociedad y que Jesús tuvo un papel importante para la dignificación de la mujer en su

cultura androcéntrica, nos mostró nueva dimensión de ver a la mujer.

Entonces, como interpretamos los siguientes textos bíblicos:

2- PABLO Y LA MUJER EN 1 TIMOTEO 2:9-15

El texto o perícopa más controversial del apóstol Pablo es sin duda el de 1 Timoteo 2:9-

15, para poder interpretar este texto hay que recurrir a las ciencias bíblicas,, porque considero

importante sustentar bíblica y teológicamente los temas controversiales en la interpretación

bíblica.

Antes de interpretar el texto, expongo algunas claves de lecturas para 1 Timoteo 2:9-15,

estas son:

CLAVES DE LECTURAS

Las claves de lectura nos ayudan a interpretar los textos bíblicos, son ayudas para tener
en cuenta el contexto y los criterios de interpretación bíblicas, estas son:

CLAVE: JESUCRISTO

La lectura bíblica tiene que ser cristocentrica, Jesús con su práctica y su mensaje del

Reino de Dios dignifica a las mujeres, Jesús nos da principios que dignifican a la mujer, en una

cultura androcéntrica, machista y misógina. Jesús es Dios y nos trajo esta nueva revelación

dignificar a la mujer y a la niñez.

Primero, Impone en su mensaje del Reino de Dios, en el evangelio que no hay acepción

de personas, en Cristo todos somos iguales. Para Jesús no hay ricos ni pobres, pecadores o justos,

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sino todos somos iguales. Esto es comprendido por Pablo, lo explica en Romanos 2:11; Gálatas

2:6 y Pedro también señala lo mismo en 2 Pedro 1:17. Todos los discípulos entienden que para

Cristo todos somos iguales. De modo enfático Pablo reconoce que en el Señor no hay varón ni

mujer Gálatas 3:28.

Segundo, Jesús incl a la mujer y además son parte del ministerio de Jesús. Los Rabinos

Judíos excluían a la mujer, en el Talmud (documento judío de sus enseñanzas) precisa las tareas

de la mujer: moler, cocer el pan, blanquear la ropa, dar el pecho al hijo, hacer cama de su esposo,

cargar la lana. Parece que Pablo está siguiendo de alguna manera la tradición rabínica de los

judíos, pero Jesús nunca, no se le encuentra ningún rasgo rabínico judío.

En el NT se encuentra mujeres evangelizadoras, ya en la Hechos 1:14 están llenas del

Espíritu Santo, También Hechos 2:18; En Hechos 12:12 encontramos a una mujer dirigiendo la

oración, María madre de Juan Marcos; en el ministerio de Pablo había mujeres como en Hechos

17:4; mujeres griegas de distinción Hechos 17:12; encontramos a Lidia Hechos 16:14; Priscila en

Hechos 18:2; incluso Priscila enseña a Apolos Hechos 18:26; Pablo reconoce la labor de Priscila

en Romanos 16:3 y 1Cor 16:19.

Hay un caso especial en Romanos 16:6-7 Pablo indica que Junias es Apóstol, una mujer,

aunque algunos han interpretado a Junias como varón, creo que justamente el machismo hace

falsas interpretaciones, es claro que Junias es nombre de mujer, es la traducción de Julia.

Hay otras muchísimas mujeres en la Biblia y en los ministerios de Jesús, Pablo, Pedro y

todos los apóstoles.

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Jesús es el dignifica a las mujeres en una cultura que se encuentran excluidas y como

personas de segunda categoría, Jesús con su mensaje del Reino de Dios incluye a la mujer, la

ética de Jesús le lleva a muchos encuentros con mujeres en el NT, podemos citar a la mujer

adúltera en Juan 8, que Jesús le dice vete y no peques más; también lo mismo pasa con la

samaritana que le pide un cambio de vida, Jesús exige a la mujer santidad, integridad y ser

discípula, le llama al evangelio de Cristo.

LA CLAVE: LA FAMILIA DE LA ANTIGUEDAD

En el mundo grecoromano las familias estaban guiadas por el “Pater Familias” y casi

idéntico en el mundo Judío, las clave de familias de la antigüedad exigía a las mujeres en el siglo

I un papel por debajo de los hombres, no era una sociedad equitativa, debemos leer los textos

como 1 Timoteo desde esas culturas que construían su realidad poniendo a las mujeres por

debajo de los hombres, entender la racionalidad de la exclusión a la mujer, entender la idea

colectiva que la mujer no tenía acceso al estudio, propiedad privada y otros elementos que hoy

sería imposible pensar de ese modo, esta clave nos adentra al mundo que vivían en el siglo I.

ESTUDIO DE 1 TIMOTEO 2:9-15

Los comentarios sobre este texto dicen los siguientes:

Juan Calvino explica: “Después del hablar del vestido ahora añade con qué clase de

modestia las mujeres deben conducirse en la santa congregación. Y primero ordena que

aprendan quietamente; porque quietud significa silencio, para que no se ocupen en hablar en

público. Esto lo explica inmediatamente y con mayor claridad al prohibirle enseñar. No se le

prohibía enseñar a su familia sino que únicamente las excluye de la misión de enseñar, la cual

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Dios ha encargado únicamente a los hombres”. (CALVINO 1968; p. 77), se nota claramente la

visión centrada en el hombre adulto que tiene Juan Calvino.

Everett Harrison comenta “Las observaciones en cuento al vestido de la mujer tiene

semejanza con 1 Pedro 3: 3 – 5. El resto del capítulo habla de las relaciones oficiales de las

mujeres en la iglesia. Las mujeres no han de ocupar puestos directivo ni enseñar en la iglesia. Y

para esto Pablo cita el orden de la creación, en el que se basa en la condición de cabeza de

hombre 1Corinto 11: 8 – 9.” (HARRISON; p. 423). Este autor sigue las formas tradicionales de

interpretar el texto bíblico sin tener cuenta las claves de lectura que ya he mencionado.

En el comentario exegético y explicativo de la Biblia dice: “El contexto requiere que

entendamos estas instrucciones acerca de la mujeres en relación de su conducta en el culto

público, aunque las reglas son validad también en otras ocasiones.”(JAMESON, FAUSSET &

BROWN 1981; p. 564). Los autores también mencionan: “Es fácil que les guste a las mujeres la

ropa fina; y en Efesos las riquezas de algunas las induciría a ataviarse lujosamente. Un motivo

presentado aquí por Pablo es el mayor peligro en el sexo débil de ser engañada, y la propagación

de errores resultante de la misma, especialmente en una clase de discursos en los cuales la

reflexión sobria esta menos en ejercicios” (JAMESON, FAUSSET & BROWN 1981; p. 565).

Estos comentaristas dan a entender explícitamente que las mujeres es más fácil de ser engañadas

que el hombre y solo se fijan en las cosas materiales.

Luis Bonnet y Alfredo Schroeder señala; “Que la actitud de las mujeres en la iglesia,

primero deben ser modestas y sin lujos en atavió, adornadas de buenas obras, silenciosas en el

las asambleas, sujetas a sus maridos; segundo Pablo motiva esta actitud de la mujer por el hecho

de que ella fue creada para el hombre y no el hombre para la mujer, y también por el hecho de

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que la mujer ha sido causa de la caída; sin embargo se rehabilita cumpliendo las funciones de la

maternidad y de llenándolos de los deberes de la vida ordinaria” (BONNET & SCHROEDER

1982; p. 686). Quien se tiene una visión que no toma encuentra el contexto historia y del culto,

teniendo sobre todo una ideología tradicional y dogmática para favorecer al hombre.

Carlos Erdman explica: “En cuanto a las mujeres deben comportarse con la debida

modestia, su comportamiento debe estar lleno de pudor, es decir de reserva femenina. El consejo

de Pablo es probable que se refiera a las esposas en contra posición de los maridos y en especial

a su conducta en el culto público. Pablo indica en otra parte lo útiles que pueden ser las mujeres

como maestra, en especial en dirección de Jóvenes. 2Timonteo 3: 14 y Tito 2: 3. En este caso

apremia a las mujeres que procuren no interrumpir el culto ni asumir el puesto de maestras

oficiales publica en las iglesias cristianas” (ERDMANN 1980; p. 36). En esta ocasión el autor

intenta ver el contexto histórico pero su ideología centrada a favor al hombre no le permite

concluir de manera adecuada, sino con una ideología androcentrista.

William Hendriksen explica: “Aunque estas palabras y las paralelas de 1 Corintios 14:33-

35, puedan parecer un poco amistosas, en realidad son lo opuesto. En realidad, expresan

sentimientos de tierna simpatía y de compresión básica. Quieren decir: que la mujer no entre en

la esfera de actividad para la cual a fuerza de su creación misma no es apta. Que el ave no trate

de vivir bajo el agua. Que el pez no trate de vivir sobre la tierra seca. Que la mujer no desee

ejercer autoridad sobre el hombre enseñandole en los cultos públicos. Por amor de ella y por el

bienestar espiritual de la iglesia se prohíbe esa pecaminosa intromisión en la autoridad divina”

(HENDRIKSEN 1979; p.127). Estas palabras me parecen aún más antropocentricas que tratan

de manipular lo espiritual con un literalismo bíblico. No es nuestra intención seguir la

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interpretación de comentarios literalista, fuera de contexto y subjetivos, sino una lectura

tomando en cuenta las claves del contexto histórico.

En el nuevo comentario Bíblico del siglo XXI, este texto lo titula “Consejo a las mujeres

cristianas”. Este comentario explica: “El segundo tema que Pablo trata (vv. 11–15) ha

despertado mucho debate, ya que algunos han sostenido que el Apóstol está en contra de las

mujeres. Pero una comprensión cuidadosa de lo que él enseña no sostiene tal cosa. Si suponemos

que las mujeres, recién emancipadas por la fe en Cristo, habían comenzado a dominar a los

hombres y estaban en peligro de traer a la iglesia mala reputación, el consejo de Pablo se hace

más comprensible. Las mujeres deben primero aprender en silencio, con toda sujeción (v. 11).

¿Había Pablo experimentado desordenadas interrupciones en la adoración pública por las

mujeres? La prohibición de que las mujeres enseñaran a los hombres (v. 12) parece pertenecer al

mismo contexto, aunque Pablo aquí apela más a lo que es apropiado y cita la historia de la

creación del Génesis” (CARSON; FRANCE, MOTYER & WENHAM 2000; Compubiblia

2000)

El autor es más tolerante con las mujeres en su interpretación, para la interpretación de

estos textos propongo lo siguiente:

Primero, Pablo expone de modo enfático sobre el tema de la mujer, el cree que la mujer

no debe enseñar, pero hay algo que se debe notar, en el texto griego es muy claro estos textos

bíblicos se encuentran en primero persona del singular, podemos traducir literalmente el verso

12 “Yo Pablo no permito a la mujer enseñar” Pablo no dice el Señor no permite enseñar, sino

toma la palabra en primera persona, esto se puede corroborar en 1 Cor 7:10-12 cuando Pablo

diferencia su enseñanza con la enseñanza de Jesús, cuando dice “mando, no yo, sino el Señor”

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verso 10 y luego dice “a los demás digo yo, no en Señor” verso 12. Pablo sabe que los mandatos

de Jesús y sus enseñanzas son principios bíblicos eternos, pero él también tiene algunas

enseñanzas que se atribuye a él, no al Señor, para diferenciar los mandatos, podemos llamar a

estos principios culturales y a los de Jesús principios bíblicos eternos. Otro ejemplo está en 2

Corintios 11:17 Pablo dice: “lo que hablo, no hablo según el Señor” y expone una síntesis de su

vida que parece denotar cierto orgullo, pero lo hace por causa de los residentes de Corintios que

recibían a maestros inadecuados, pero ha dejado impregnado que la mejor interpretación de

principios no está en torno a él sino a Jesús, a esto podríamos llamar que nuestra interpretación

debe ser más Cristocéntrica que Pablocéntrico.

Segundo, Pablo no puede estar contra el mensaje de Jesús, cuando Pablo ya no habla en

primera persona, habla en Jesús, explica que en Jesús no hay varón ni mujer Gal 3:28, eso

significa que hay un mensaje Cristocentrico desde el Reino de Dios que Pablo tiene que aceptar

las enseñanzas de Jesús sobre las mujeres.

Tercero, La cultura era machista, androcéntrica y las mujeres no podían enseñar, Pablo

expresa esa cultura como un hombre del primer siglo, por eso claramente dice que eso enseña él,

no Jesús, porque Jesús es contracultural, así Pablo quien no permite enseñar desde la cultura que

vive, es un mandato cultural no un principio bíblico eterno.

3- PABLO Y LA MUJER EN 1 COR 14:33-35

Muchos leen estos textos interpretando que la Biblia señala que la mujer no debe dirigir,

ni enseñar sin embargo realizando una interpretación desde su contexto quedamos sorprendidos,

y encontramos diferente enseñanza.

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Antes de dar nuestra interpretación, es importante saber lo que dicen diferentes autores,

para Robert Hughes, está discusión de las mujeres está situada dentro de un marco de

costumbres universales practicada en todas las iglesias dice: “Las mujeres no tenían permiso

para hablar en la congregación (1 Cor 14: 34), ya sea que tuviera que ver con la lengua, la

profecía o el simple hecho de hacer una preguntas (1 Cor 14: 35), a ellas no se le había dado tal

permiso. Por ello las profecías y oraciones mencionadas 1 Cor 11:5 se deben de entender como

acciones las cuales eran apropiadas fuera de la iglesia. La cuestión no era que las mujeres no

podían ejercitar tales dones, sino que ellos no debían de ser ejercitados dentro de la

congregación; de la misma forma que las lenguas sin interpretar no debían darse a conocer en la

congregación” (HUGHES 1996; p. 150). Este autor tiene la idea de que la mujer no tiene

ninguna presencia pública dentro de la congregación y que esto es un principio eterno, también

expresa: “Siguiendo el orden dado por el AT, las mujeres debían estar sujetas a sus maridos (14:

34). Por tanto la consideración de Pablo acera del silencio del aprender y de la sujeción de las

mujeres, continuo de manera muy lógica con el mismo tema acerca de los hombres” (HUGHES

1996; p. 150). Estas palabras están llenas de literalismo bíblico.

El autor Simon Kistemaker explica que 1Corintios 14: 33b – 35 es la sección sobre el

orden. “Esta sección trata acerca de la conducta de la mujer dentro del culto y alguno eruditos

creen que el pasaje es una glosa. Pero no son capaces de encontrar evidencias en los manuscritos

griegos que apoyen la afirmación que estos versículos fueron añadidos al texto original”

(KISTEMAKER 199;:p. 559), Que significa glossa, osea que alguien añadió al texto orignal que

se llama autógrafa, es claro que algunos autores apelan a la interpolación cuando un texto le

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parece inadecuado, pero yo creo que mientras no exista bases para la interpolación osea para las

variantes textuales que estudia la crítica textual, nunca se puede apelar a este criterio.

Kistemaker dice:

“Cuando Pablo manda que se callen no emite un mandamiento absoluto en cuanto a


hablar durante las reuniones, esto contradeciría lo que dijo anteriormente (11: 5), donde
hablo que las mujeres oran y profetizan en el servicio de adoración. Además hay que
suponer que junto a los hombres, las mujeres también cantaban salmos e himnos en la
iglesia (14: 26). Es obvio que Pablo no está prohibiéndole a la mujer que hable durante el
culto. Más bien está enseñando que, según lo que enseña la ley, respete a su esposo”
(KISTEMAKER 1998; p.560).

También comenta, “no se exige que las mujeres de Corintos se queden en silencio en

relación a la oración, la profecía, y el canto de salmos e himnos. Pero se les prohíbe hablar

cuando se evalúan las profecías de sus esposos (14: 29). Se les pide que se abstengan a la orden

de la creación tal como se registra en la ley y que honre a sus esposos. Al ordenar tres veces a las

mujeres que estén en silencio lo que Pablo hace es pedirles que reserven sus preguntas para la

privacidad del hogar” (KISTEMAKER 1998; p. 560). Así se puede decir que las mujeres no

hagan preguntas en la iglesia porque en su contexto es indecoroso esa actitud, sino que aprendan

de sus esposos en casa.

William Barclay tiene una opinión diferente, y señala: “habían algunas innovaciones que

amenazaban con introducirse en la iglesia corintia que no le gustaba a Pablo. Ninguna persona

ha conseguido nunca remontarse totalmente por encima de la época que ha vivido y la sociedad

en la que se ha educado; y Pablo, en su concepción del lugar de la mujer en la iglesia, era

incapaz de desembarazarse de las ideas que había conocido toda la vida.

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Ya hemos dicho que la mujer ocupaba un estrato inferior en el mundo antiguo. En el

mundo griego Sófocles había dicho: el silencio confiere gracia a las mujeres. Las mujeres a

menos que fueran muy pobres o de una moralidad dudosa llevaba una vida muy retirada en

grecia. Los judíos aún tenían una idea más bajas de las mujeres. Entre los dichos rabínicos se

encuentran muchos minimizan su lugar en la sociedad.

Fue una sociedad así donde Pablo escribió este pasaje. Lo más probable es que lo que

tenía más presente en la mente era el estado moral sumamente laxo de Corinto, el sentimiento de

que no se debía hacer nada que pudiera acarrearle a la joven iglesia la más mínima sospecha de

inmoralidad. No cabezuda que sería un error injustificable en sacar estas palabras de su contexto

e imponerlas como una regla universal para la iglesia” (BARCLAY 1995; p. 168).

Los comentarios de William Barclay me parecen importantes y aclaradoras porque toma

en cuenta el contexto histórico aunque no desarrolla completamente las dificultades del texto.

Charles Hodge en su comentario menciona; “ el hecho de que en ninguna iglesia cristiana

se permitiera que las mujeres hablasen en público era en si suficiente prueba de que ello no era

cristiano, o sea, que se oponía al espíritu del cristianismo. Sin embrago a la prohibición, Pablo

añade el peso de la autoridad apostólica y no solamente está, sino también la autoridad de la

razón y la escritura. Pablo mismo parece darse por sentado en el 11: 5 que las mujeres podían

recibir y ejercer el don de profecía. Por lo tanto, lo que se prohíbe es tan solo el ejercicio público

del don. La base racional de esta prohibición está en que es contrario a la sumisión que la mujer

debe al hombre el que esta aparezca en público como maestra o enseñadora.” (HODGE 1996; p.

280).

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Como se puede apreciar el autor tiene una idea tradicional de que el texto busca dar

fundamentos para que la mujer no enseñe en público.

Existe un comentario exegético de Gordon Fee, el autor cree que existen tres tipos

principales para interpretar estos textos bíblicos. “Primero, la postura que se sostiene más

comúnmente es aquella que considera que el problema consiste en alguna forma de hablar que

causa interrupción. Se apoya en el versículo 35” (FEE1994; p. 796).

“Segundo, otros consideran que el pasaje es una prohibición de algunas forma de habla
inspirada diferente de la profecía. Esto se ha asumido de dos formas: a) Algunos han
sugerido que la prohibición va contra el discernimiento de profecías mencionado en el
verso 29 y b) otros han alegado que el hablar que aquí se proscribe son las lenguas
propiamente dichas, con la implicación de que eran las mujeres escatológicas quienes
eran las principales responsables del desorden producido por este don en la iglesia.” (FEE
1994; p.797).

Tercero, “debido a la propia naturaleza de este pasaje, otros han argumentado que no

representan en absoluto el punto de vista de Pablo, sino que es más bien una cita o renunciación

de la postura de algunos corintios que estaban imponiéndola en la comunidad”.(FEE1994;

p.798). Vemos como en este comentario hay una postura más adecuada sobre el tema de las

mujeres.

Con mucha destreza Gordon Free menciona las posturas que existe sobre la

interpretación de 1 Corintios 14:33-35, y concluye diciendo lo siguiente; “en general por tanto,

el alegato de estos versículos es tan fuerte, y el hallar una solución viable a su significado es tan

difícil que lo mejor parece ser, considerarlos una interpolación o palabra que alguien añadió

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posteriormente al autor original. Si es así hay que presuponer que las palabras fueron escritas

como una glosa marginal por alguien que, probamente a la luz de 1 Timoteo 2; 9 – 15, sintió la

necesidad de matizar a un más las instrucciones de Pablo. Puesto que el fenómeno de glosas se

abrieron paso en el texto bíblico esta tan bien documentado en otros puntos del NT (ejemplo

Juan 5: 3b – 4 y 1 Juan 5: 7), no hay buena razón histórica para rechazar aquí esa posibilidad. El

hecho de que esté presente en todos los testigos que tenemos solo significa que la doble

interpolación se había hecho antes del tiempo de nuestra actual tradición textual y fácilmente

pudo a ver ocurrido antes que acabara el siglo I”(FEE 1994; p. 798). Gordon Free supone que el

texto en estudio no existía en el escrito original, pero a mi criterio esta actitud es irresponsable,

porque el mismo dice que no hay prueba textual, quiere decir que no existe ningún manuscrito

que sustente esas palabras de Gordon Free.

El nuevo comentario del siglo XXI dice pone como sub títulos en 1 Cor 14:26-36

Decentemente y con orden y explica: “ Los vv. 33b–36 hablan de un aspecto de la función de las

esposas en la iglesia. Algunos comentadores esquivan el problema declarando que esta sección

fue agregada luego y no fue escrita por Pablo. Pero todos los mss. incluyen este pasaje. Para

tratar de comprenderlo, debemos tener en cuenta tres aspectos: (i) Las esposas oraban y

profetizaban en las reuniones cristianas (ver 11:5). Esta era una práctica común en todas las

iglesias apostólicas (33b). El contexto es crucial: la evaluación de la profecía (v. 35). (ii) La ley

requiere que se reconozcan las funciones propias de hombres y de mujeres (34), lo que es una

referencia a Gén. 2:20–24 ó 3:16. Pablo ya citó el primero de estos textos en 11:8, 9. (iii) La

esposa debe buscar la aclaración de los puntos oscuros en el hogar, lo cual podría bien significar

que es su esposo el que dio la profecía” (CARSON; FRANCE; MOTYER & WENHAM 2000:

Compublia Profesional). Aunque no hay certeza absoluta al respecto, este autor opina que las

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esposas, en esta reunión pública, no deben participar de la evaluación pública de las profecías,

que incluía el cuestionamiento de su contenido, este comentario sigue una posición tradicional y

no hace una lectura del contexto histórico.

Ahora Irene Foulkes sigue el método histórico crítico y el análisis estructural y separa 1

Corintios en secciones de esta manera:

Saludo a la carta Capítulos 1 1-9

Sección Uno divisiones en la iglesia Capítulos 1: 10 – 4: 21.

Sección Dos, propiedad y pureza Capítulos 5: 1 – 6: 20

Sección Tres; matrimonio y soltería capítulos 7: 1 – 40.

Sección cuarta, los cristianos y la carne sacrificada a los ídolos capítulos 8: 1- 11: 1

Sección cinco, la conducción del culto cristiano Capítulos 11: 2 – 14: 40.

Sección sexta; la resurrección de los muertos capítulos 15: 1 – 58.

Despedida 16: 1 – 24.

La autora pone el texto bíblico en estudio en la sección de la conducción del culto

cristiano, el capítulo 14: 34 -35, es como una paréntesis cuando Pablo está hablando de los dones

espirituales, le llama intervenciones de las mujeres y dice: “la integración de este último párrafo

a la segunda parte del capítulo 14 presenta una problema textual: En toda la familia de

manuscritos conocida como el importante texto occidental del NT, los versos 34 – 35 no

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aparecen en este lugar sino después del verso 40, es decir después del cierre del tema de todo el

capítulo. Además del problema del desplazamiento del párrafo en los manuscritos los exegetas

constatan en los versos 34 y 35 varias características que chocan con el contexto del capítulo 14:

21 – 40. Se observa además una contradicción entre esta instrucción que silencia a las mujeres, y

el reconocimiento otorgado en el capítulo 11: 2 – 16, a su participación en el culto con tal que

ellas, al igual que los varones observen las costumbres respectivas en cuanto al arreglo de su

cabeza” (FOULKES 1999; p. 375).

La autora señala los problemas que ya expuso Gordon Fee y cree que existen varios tipos

de interpretación para este texto:

Primero, como un esfuerzo por resolver la contradicción con el 1 Cor 11: 5, algunos han

propuesto que es aquí en capítulo 1 Cor 14: 34 -35 donde se establece la regla general respeto a

las mujeres, y por eso el caso de las mujeres que oran y profetizan del 1 Cor 11: 5 puede ser

hipotético.

Segundo, propone que simplemente algunas mujeres no prestan atención al desarrollo del

culto sino que conversan entre sí o con sus esposos.

Tercero, se ha sugerido que la instrucción de los versos 34 y 35 se dirige a las mujeres no

carismáticas cuyas intervenciones no son regulados por las disposiciones de 1 Cor 14:26-32.

Ellas tratan de participar en la discusión de los mensajes proféticos, pero sus preguntan

interrumpen o desvían el desarrollo de la asamblea.

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La autora menciona que es difícil la interpretación de este párrafos dentro de su contexto

inmediato (capitulo 14) y general (toda la carta en especial el capítulo 1 Cor 11:2-16) se

complica aún más cuando se toma el problema textual asociados con los versos 34 – 35.

La escritora Irene nos señala lo complejo de este texto.

Me parece que para interpretar 1 Cor 14:34-35 se debe tomar en cuenta algunas

cuestiones fundamentales para la interpretación, que no son inventadas, sino tomadas de las

propuestas de los autores y me parecen rescatables, estas son:

Primero, Se debe notar que 1Cor: 14:34-35 está en una sección que pertenece a 1Cor: 11-

14, esta sección se le puede llamar El culto cristiano o realizar cambios adecuados para un

culto cristiano adecuado, Pablo desde el capítulo 11 al capítulo 14 está dando diferentes

principios fundamentales para que no exista abuso y desorden en el culto cristiano, que al

parecer tenia exageraciones que iba contra la cultura del tiempo.

Segundo, Pablo entonces en 1 Corintios 14:34-25 no está dando un principio bíblico que

las mujeres no enseñen, sino, está ordenando el culto de mujeres que inadecuadamente están

realizando desorden en el culto, no por el asunto de su género (mujer) sino por la actitud de

desorden, se sabe del contexto histórico que las mujeres en Corinto querían tomar las riendas en

todos los campos, parece que en la Iglesia también quieren imitar lo que pasaba en la sociedad

de Corinto, sin embargo Pablo está corrigiendo esto.

Tercero, Las mujeres de 1 Corintios 14:35 son “aprendices” en griego didaskalos, en

lenguaje actual podríamos decir recién convertidas, o estudiando fundamentos de la fe, a estas

mujeres les llama la atención.

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Cuarto, Pero hay otras mujeres en Corinto que son profetizas, en 1 Cor 11:5, aunque en

este texto les está ordenando que usen velo (por el aspecto cultural, porque muchas prostitutas no

usan velo en la época de Pablo) quiere que sean respetuosas con la cultura, aquí queda

impregnada que había mujeres profetizas que no son las mujeres aprendices de 1 Cor 14:35, son

otras mujeres que son profetizas. Otro ejemplo de Profetizas tenemos en Apocalipsis 2:20

(aunque habla de una mala profetiza Jezabel), este texto señala que las profetizas enseñaban.

También podemos afirmar enfáticamente según Hechos 2:17 está profetizado que las mujeres

iban a profetizar y en Hechos 21:9 señala que Felipe tenía cuatro hijas profetizas.

Conclusión, En 1Cor 14: 34-35 se está ordenando a mujeres que están poniendo en

desorden el Culto Cristiano, y las mujeres en 1Cor 11: 5 encontramos a mujeres que predican y

enseñan, en Asia menor, nótese que no estamos afirmando que esto se daba en Jerusalén, lo más

probable es que en Israel no había mujeres maestras, ni que enseñaban, porque para los judíos

eso era una falta de respeto, pero estamos en otra cultura en Asia menor, en Corinto influenciado

por el helenismo y el imperio romano. Ser profetiza es enseñar y llevar palabra viva de Dios al

pueblo, el don de profecía es diferente.

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CONCLUSIONES

1. El trato a la mujer en el contexto del Apóstol Pablo es muy diverso, no hay formas

deterministas del judaísmo y el mundo romano.

2. El contexto de apóstol Pablo nos enseña que las dos culturas estudias judía y

grecorromana de forma distinta discriminaban a la mujer.

3. También el contexto histórico nos muestra que es claro que la sociedad del siglo I

culturalmente o como acción aprendida discriminaba a la mujer.

4. Sin embargo la mujer tenía un papel importante con imagen de Dios, en la Biblia se le

otorga roles importantísimos a la mujer y es actora de muchas bendiciones a pesar de la

actitud discriminatoria.

5. En 1 Timoteo 2: 9-15 encontramos una actitud cultural de Pablo a nombre de él y no del

Señor Jesucristo, esto es evidente y por lo tanto no podemos tomarlo como un principio

bíblico.

6. En 1 Corintios 14:34-35 tenemos que diferenciar que son mujeres aprendices, porque en

1 Corintios 11:5 que hay mujeres profetizas que si pueden tomar la palabra, sería un error

generalizar por un pequeño grupo de mujeres que hicieron cierto desorden en el culto

para todas las mujeres cristianas, es un error usar este texto para callar a las mujeres en la

Iglesia.

7. Finalmente, la gran mayoría de comentarios bíblicos no hacen un estudio adecuado de la

mujer y se parcializan en lecturas machistas, es necesario tener comentarios que

interpreten el contexto bíblico.

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Esperando que esto sea de mucha bendición me despido y saludo a todas las mujeres de

la Iglesia.

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