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© Francis Lefebvre –1

MEMENTO EXPERTO
FRANCIS LEFEBVRE

Cooperación Jurídica
Penal Internacional

Actualizado a 13 de junio de 2016


4 © Francis Lefebvre

Es una obra realizada por iniciativa y bajo la coordinación


de la Redacción de
Francis Lefebvre

Dirección:
Ángel Juanes Peces
Vicepresidente del Tribunal Supremo

Coordinación:
Elena Díez Rodríguez
Candidata a Doctora en Derecho por la Universidad Carlos III de Madrid

Han colaborado en la realización de esta obra:


Barbosa de Miguel, Borja, Inspector Jefe de la Policía Nacional, Jefe de la Oficina de Enlace de España en
Europol.
Berberoff Ayuda, Dimitry, Director del Gabinete Técnico del Tribunal Supremo.
Bujosa Badell, Lorenzo Mateo, Catedrático de Derecho Procesal. Universidad de Salamanca
De Prada Solaesa, José Ricardo, Magistrado de la Sala de lo Penal. Audiencia Nacional.
Del Pozo Pérez, Marta, Profesora Contratada Doctora de Derecho Procesal. Universidad de Salamanca.
Díez Rodríguez, Elena, Candidata a Doctora en Derecho por la Universidad Carlos III de Madrid.
Espina Ramos, Jorge, Fiscal de la Delegación de España en Eurojust.
Fernández Prado, Manuela, Magistrada de la Sala de lo Penal. Audiencia Nacional.
Gálvez Díez, Mª Teresa, Fiscal de la Fiscalía Especial Anticorrupción. Corresponsal Nacional de Eurojust
del Sistema de Coordinación Nacional de Eurojust
Grande-Marlaska Gómez, Fernando, Vocal CGPJ y Presidente Sala Penal. Audiencia Nacional.
Jiménez-Villarejo Fernández, Francisco, Miembro Nacional de España y Vicepresidente de Eurojust.
Lamarca Pérez, Carmen, Catedrática de Derecho Penal. Universidad Carlos III de Madrid.
Llorente Fernández de la Reguera, Ángel, Magistrado de la Audiencia Provincial. Santa Cruz de Tenerife.
López Jiménez, Raquel, Profesora Titular de Derecho Procesal. Universidad Carlos III de Madrid.
Martín Diz, Fernando, Profesor Titular de Derecho Procesal. Universidad de Salamanca.
Mongé Royo, Paula, Subdirectora General de Cooperación Jurídica Internacional. Ministerio de Justicia.
Morán Martínez, Rosa Ana, Fiscal de Sala Coordinadora de Cooperación Internacional.
Murillo Fallas, Andrea, Fiscal de Costa Rica en excedencia.
Palomo del Arco, Andrés, Magistrado de la Sala Segunda. Tribunal Supremo.
Poza Cisneros, María, Magistrada, Miembro Nacional Suplente de España en Eurojust.
Rodríguez-Medel Nieto, Carmen, Magistrada, Letrada del Servicio de Relaciones Internacionales del Con-
sejo General del Poder Judicial.
Ruz Gutiérrez, Pablo, Magistrado. Juzgado de Instrucción núm. 4 de Móstoles.
Sáez Valcárcel, Ramón, Magistrado de la Sala de lo Penal. Audiencia Nacional.
Salcedo Velasco, Andrés, Presidente de la Sección 9ª de la Audiencia Provincial. Barcelona.
Sánchez Siscart, José Manuel, Presidente de la Audiencia Provincial. Soria.

© Francis Lefebvre
Lefebvre-El Derecho, S. A.
Monasterios de Suso y Yuso, 34. 28049 Madrid. Teléfono: (91) 210 80 00. Fax: (91) 210 80 01
www.efl.es
Precio: 50,96 € (IVA incluido)
ISBN: 978-84-16612-27-7
Depósito legal: M-19004-2016
Impreso en España
por Printing’94
Puerto Rico, 3. 28016 Madrid

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jase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o
escanear algún fragmento de esta obra.
© Francis Lefebvre PLAN GENERAL 5

PLANGENERAL

Plan general

marginal

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
PARTE I
COOPERACIÓN JURÍDICA INTERNACIONAL DE PRIMER GRADO
Capítulo 1. Extradición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 302
Capítulo 2. Orden Europea de Detención y Entrega . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 520
PARTE II
COOPERACIÓN JURÍDICA INTERNACIONAL DE SEGUNDO GRADO
Capítulo 3. Reconocimiento mutuo de resoluciones penales en la Unión Europea . . . . . . . . . 762
Capítulo 4. Derechos procesales como sustento de la confianza entre Estados para fomen-
tar el reconocimiento mutuo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1200
Capítulo 5. Derechos procesales como instrumento de observancia de las libertades comu-
nitarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1630
Capítulo 6. Sujetos e instituciones de cooperación judicial. Especial referencia a Eurojust . 1930
Capítulo 7. Orden Europea de Protección . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2410
Capítulo 8. Auxilio judicial en general (en particular en el marco de la investigación penal) 2710
Capítulo 9. Auxilio judicial en general (en particular en el marco de la investigación penal)
(Normas especiales sobre determinadas peticiones de asistencia, en especial, videocon-
ferencia y Convenio sobre ciberdelincuencia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3050
Capítulo 10. Medios de Cooperación específica: Equipos Conjuntos de investigación . . . . . . . . 3630
Capítulo 11. Otros medios de cooperación específica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3960
Capítulo 12. Orden Europea de Investigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4260
Capítulo 13. Intercambio de información sobre antecedentes penales y consideración de una
condena de otro Estado al amparo del principio de reconocimiento mutuo . . . . . . . . . . . . . . . 4900
Capítulo 14. Transmisión de procedimientos y cesión de jurisdicción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5220
Capítulo 15. Medidas cautelares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5570
Capítulo 16. Ejecución de resoluciones penales en la Unión Europea: sanciones pecuniarias 6100
Capítulo 17. Cooperación judicial en ejecución de resoluciones judiciales: Decomiso . . . . . . . 6550
Capítulo 18. Ejecución de resoluciones judiciales: penas privativas de libertad . . . . . . . . . . . . . 7030
Capítulo 19. Cooperación judicial internacional fuera de la Unión Europea. . . . . . . . . . . . . . . . . . 7340
Capítulo 20. Cooperación jurídico penal en Iberoamérica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7750
Capítulo 21. Cooperación jurídica internacional de segundo grado. Naciones Unidas . . . . . . . 8060
Capítulo 22. Jurisdicción universal y cooperación con la Corte Penal Internacional . . . . . . . . . 8480
Capítulo 23. Apuntes sobre cooperación policial: especial referencia a Europol . . . . . . . . . . . . . 8830
Capítulo 24. Valor probatorio de las actuaciones en el extranjero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9290
Tabla alfabética
© Francis Lefebvre ABREVIATURAS 7

ABREVIATURAS

Abreviaturas
AEP Asamblea de los Estados Parte
AN Audiencia Nacional
AP Audiencia Provincial
APIC Acuerdo sobre Privilegios e Inmunidades de la Corte Penal
Internacional
ARO'S Assets Recovery Offices
AWFs Ficheros de Análisis
CAAS Convenio de Aplicación del Acuerdo de Schengen
CAE Consejo de Administración de Europol
CARIN Camden Assets Recovery Inter-Agency Network
CCE Célula de Coordinación de Emergencias
CCT Convención contra la Tortura de 1984
CE Comunidades Europeas
CEDH Convenio de los Derechos Humanos y de las Libertades Funda-
mentales
CEE Comunidad Económica Europea
CENIF Centro Nacional de Inmigración y Fronteras
CEPOL Agencia Europea de Formación Policial
CEVISP Convenio sobre el valor internacional de las sentencias penales
del Consejo de Europa (La Haya 28-5-1970; Instrumento de rati-
ficación 2-9-1994)
CGPJ Consejo General del Poder Judicial
CJP Cooperación Judicial Penal
CNU/2000 Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia orga-
nizada transnacional (Convención de Palermo 15-11-2000)
COE Consejo de Europa
Const Constitución
Convención de Montego Bay Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de
10-12-1982
Convenio 2000 Convenio Europeo relativo a la asistencia judicial en materia
penal entre los Estados miembro de la Unión Europea (Bruselas
29-5-2000)
Convenio de 1990 Convenio del Consejo de Europa relativo al blanqueo, segui-
miento, embargo y decomiso de los productos del delito de 1990
Convenio de Mérida Convención de Naciones Unidas contra la corrupción hecha en
Nueva York el 31-10— 2003
Convenio de Varsovia 2005 Convenio relativo al blanqueo, seguimiento, embargo y comiso
de los productos del delito y a la financiación del terrorismo,
hecho en Varsovia el 16-5-2005
Convenio SOFA Convenio sobre el Estatuto de las Fuerzas Armadas de la OTAN
COSI Comité Permanente de Cooperación Operativa en materia de
Seguridad Interior
CP Código Penal
CPHN Comité Permanente Hispano-Norteamericano
CPI Corte Penal Internacional
CR Cooperación Reforzada
CS Cooperación Schengen
CUE/2000 Convenio Europeo relativo a la asistencia judicial en materia
penal entre los Estados miembros de la Unión Europea (Bruse-
las 29-5-2000)
DHCP Dynamic Host Configuration Protocol
8 ABREVIATURAS © Francis Lefebvre

Dir Directiva
DM Decisión Marco
DM 2005/212 Decisión Marco del Consejo, relativa al decomiso de los produc-
tos, instrumentos y bienes relacionados con el delito (DM
2005/212/JAI de 24 de febrero de 2005)
DMEEP Decisión Marco del Consejo, relativa al exhorto europeo de
obtención de pruebas para recabar objetos, documentos y datos
destinados a procedimientos en materia penal (DM 2008/978/JAI
de 18 de diciembre de 2008)
DMEPAP Decisión Marco, relativa a la ejecución en la UE de las resolucio-
nes de embargo preventivo de bienes y de aseguramiento de
pruebas (DM 2003/577/JAI de 22 de julio de 2003)
DOEI Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo, relativa a la
orden europea de investigación en materia penal (Dir
2014/41/EU de 3 de abril de 2014)
EASO European Asylum Support Office (Oficina Europea de Apoyo al
Asilo)
EC3 European Cybercrime Centre (Centro Europeo de ciberdelin-
cuencia de Europol)
ECD Decisión del Consejo por la que se crea la Oficina Europea de
Policía (Europol) (DM 2009/371/JAI de 6 de abril de 2009)
ECI Equipos conjuntos de investigación
ECRIS Sistema Europeo de Información de Antecedentes Penales
EEP Exhorto Europeo de Prueba
ELSJ Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia Europeo
EMIST Mobile Investigation Support Team (Equipos Móviles de apoyo a
investigaciones)
EMPACT European Multidisciplinary Platform Against Criminal Threats
(Plataforma Multidisciplinar Europea contra Amenazas Crimina-
les)
EMSC European Migrant Smuggling Centre (Centro Europeo contra la
Inmigración Ilegal)
EPE Europol Platform for Experts (Plataformas de Expertos de Euro-
pol)
ER Estatuto de Roma
FBI Oficina Federal de Investigación de los Estados Unidos de Amé-
rica
FCS/FCs Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado
FGE Fiscalía General del Estado
FP Focal Points
FRONTEX Agencia Europea de Fronteras
FTF Foreign Terrorist Fighters
GAFI Grupo de Acción Financiera Internacional
HENUs Reunión de Jefes de Unidades Nacionales de Europol
ICT Tecnologías de la Información y las Comunicaciones
JAI Materias relativas a Justicia e Interior
J-CAT Joint Cybercrime Action Team
JITs Joint Investigation Teams (Equipos conjuntos de investigación)
JOT MARE Joint Operational Team (Equipo Operativo Conjunto)
L Ley
LEC Ley de Enjuiciamiento Civil (L 1/2000)
LECr Ley de Enjuiciamiento Criminal (RD 14-9-1882)
LOCCPI Ley Orgánica de Cooperación con la Corte Penal Internacional
(LO 18/2003)
LOPJ Ley Orgánica del Poder Judicial (LO 6/1985)
LRM Ley sobre reconocimiento mutuo de resoluciones penales en la
Unión Europea (L 23/2014)
MARE Joint Operational Team (Equipo Operativo Conjunto)
© Francis Lefebvre ABREVIATURAS 9

MASP Plan Estratégico Multi-Anual


MR Mutuo Reconocimiento
NNUU Naciones Unidas
OAPs Planes de Acción Operativa
OCDE Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos
OEDE Orden Europea de Detención y Entrega
OEI Orden Europea de Investigación
OLAF Oficina Europea de Lucha contra el Fraude
ONET Oficina española de turismo
ONU Organización de Naciones Unidas
ORGA Oficina de Recuperación y Gestión de Activos
Protocolo de 2001 Protocolo al Convenio de 2000 de 16 de octubre de 2001
REJUE Red Judicial Española de Cooperación Judicial Internacional
RJE Red Judicial Europea
RPP Reglas de Procedimiento y Prueba
SIENA Aplicación de Red Segura de Intercambio de Información
SIS Sistema de Información Schengen
SOCTA Serious Organised Crime Threat Assessment (Evaluación de la
Amenaza proveniente de la Delincuencia Organizada y Grave)
TCo Tribunal Constitucional
TEDH Tribunal Europeo de Derechos Humanos
TE-SAT Terrorism Situation and Trens
TFUE Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea
TG Target Groups
TIC Tecnologías de la Información y las Comunicaciones
TJUE Tribunal de Justicia de la Unión Europea
TS Tribunal Supremo
TUE Tratado de la Unión Europea
UCIF Unidad de Cooperación Internacional
UE Unión Europea
UNCLOS Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar
(Montego Bay 1982)
UTPJ Unidad Técnica de Policía Judicial
© Francis Lefebvre INTRODUCCIÓN 11

INTRODUCCIÓN

INTRODUC IÓN

A. Concepto y breve evolución histórica de cooperación judicial en materia penal . . 12 10


B. Clases y tipos de mecanismos de cooperación judicial en materia penal . . . . . . . . . 30
C. Evolución de la cooperación judicial en materia penal en el ámbito comunitario
europeo. De la cooperación intergubernamental al sistema de reconocimiento
mutuo de resoluciones judiciales en materia penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
D. Fuentes jurídicas de la cooperación judicial internacional penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
E. Reconocimiento mutuo en el ámbito de la Unión Europea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200

A. Concepto y breve evolución histórica de cooperación


judicial en materia penal
Existe un cierto debate terminológico entre si es preferible utilizar la expresión 12
cooperación jurídica internacional o cooperación judicial internacional. Uno y otro
son términos prácticamente equivalentes en cuanto a su significado. El primero apa-
rentemente sería un concepto más amplio que abarcaría más allá de lo estricta-
mente judicial, que es una parte de lo jurídico, y es propugnado por algunos autores
por ser más actual y como tal preferible a la tradicional de cooperación judicial inter-
nacional. Sin embargo no es un tema del todo pacífico y es necesario tener en cuenta
que en el ámbito de los documentos comunitarios, al menos en su traducción al
español, se sigue utilizando la segunda denominación.
En el curso de esta obra cuyos diferentes capítulos han sido realizados por diferen-
tes autores se ha utilizado indistintamente una u otra terminología, según prefe-
rencias, pero debe dejarse constancia que en lo esencial son términos equivalentes.
Cooperación en materia penal: concepto, fundamento y evolución his- 15
tórica Se entiende por cooperación jurídica o judicial internacional, y dentro de ella
específicamente la penal (en adelante también indistintamente CJP), un concepto
genérico que cubre todos aquellos diferentes mecanismos, instituciones, etc., cuyo
funcionamiento depende de la adopción de acuerdos, convenciones, u otro elenco
de instrumentos jurídicos de características variadas, a través de los que se preten-
de obtener desde el mero auxilio de otro estado para posibilitar la realización de
simples y puntuales actos judiciales de ayuda o asistencia en los que exista algún
elemento extranjero, a obtener otras formas mucho más complejas de auxilio por
medio de actuaciones o procesos de auxilio por parte de las autoridades judiciales y
policiales extranjeras, asumiendo incluso investigaciones completas por cuenta del
estado solicitante, o incluso produciéndose la completa trasmisión y asunción del
procedimiento en cualquiera de sus fases, incluso en la fase de ejecución o cumpli-
miento de condenas privativas de libertad o de otros tipo o medidas cautelares o de
seguridad.
La cooperación judicial en materia penal surgió como una consecuencia necesaria
del propio concepto de estado nación y de la supremacía del principio de territoriali-
dad penal como manifestación más clara de la soberanía estatal, con la finalidad de
posibilitar a los estados la satisfacción de sus propios intereses nacionales de reali-
zación de su propio Derecho, ante la aparición de situaciones en que por alguna
razón aparecía el elemento transfronterizo o extranjero y en que por ello era necesa-
ria la cooperación de otro estado soberano, singularmente, como forma más común
para obtener la entrega de una persona perseguida por delitos graves o condenada
refugiada en él, por medio de la extradición.
Por tanto, la cooperación judicial intergubernamental ha sido desarrollada para evi-
tar que la existencia de fronteras y el principio de territorialidad impidiesen el buen
funcionamiento del sistema de justicia, especialmente la penal. El fundamento, en
sus orígenes, no eran otros que:
12 INTRODUCCIÓN © Francis Lefebvre

— la cortesía internacional o recíproca utilidad (comitas gentium ob reciprocam utilita-


ten), y
— el principio de pacta sunt servanda o de leal cumplimiento de los pactos o acuer-
dos entre estados amigos, con vínculos políticos o históricos, que actuaban como
soberanos en el ejercicio de ésta, sin ninguna clase de deber o imposición externa
que les obligara a cooperar entre ellos más allá de su propia voluntad de hacerlo
bajo los indicados principios.
18 El surgimiento de mecanismos de cooperación penal entre los Estados nace como
una necesidad en la lucha contra la delincuencia a finales del siglo XIX y comienzos
del XX. La aparición y auge de las formas más graves de delincuencia tales como el
terrorismo, narcotráfico, trata de seres humanos, formas de criminalidad organiza-
da y otra delincuencia de carácter transnacional y con elemento extranjero deman-
dan formas de cooperación entre jurisdicciones que no se basen exclusivamente en
los principios clásicos, imponiendo un segundo momento en la evolución de las for-
mas de cooperación, no solo estableciendo instrumentos internacionales de los que
se deriven la obligación más o menos fuertes de cooperar sino también sistemas de
cooperación y mecanismos específicos que faciliten ésta, como forma de dar res-
puesta supranacional a problemas que cobran dimensión internacional, pero sin
abandonar los principios rectores de esta visión basada en un concepto fuerte de la
territorialidad y de la no intervención en los asuntos de otro estado soberano.
Frente a la posible opción que suponía la creación de tribunales internacionales no
dependientes de ningún estado, se opta por sistemas basados en la cooperación
entre las jurisdicciones de los estados, si bien no de forma directa, sino construidos
sobre la idea de mutua asistencia, sin despojarse de la idea de la soberanía, como
actos enmarcados en las relaciones entre estados dependientes en última instancia
de las decisiones de sus gobiernos.
19 Un paso ulterior en esta evolución, derivada también de la necesidad de dar res-
puesta eficaz a esta nueva clase de delincuencia que afectaba por igual a la mayoría
de los estados de la comunidad internacional y que se amparaba en la facilidad que
otorgaban las fronteras para su persecución internacional, fue permitir que la
cooperación se sustentara en nuevos principios basados en la búsqueda de formas
más o menos intensas de integración jurídica de los estados, que supusieron una
objetiva restricción de su soberanía, con la cesión de ésta en mayor o menor grado a
los organismos internacionales que fueron surgiendo:
a) Naciones Unida (ONU), en el ámbito universal, y
b) Consejo de Europa (COE) y la Unión Europea (UE), en el regional europeo.
Se produce, pues, una clara tendencia a la regionalización y subregionalización de la
CJP, que posibilitó importantes y paulatinos avances en el desarrollo de los siste-
mas de cooperación, motivadas por la proximidades entre estados de todo tipo,
incluso relacionadas con bases culturales y jurídicas comunes. En esta tendencia de
subregionalización en el ámbito europeo cabe encuadrar en su origen a la comuni-
dad europea, como también otros de carácter más restringidos, como el Benelux.
La característica más destacable es que esta forma de organizarse y relacionarse
los estados convivieron entre sí, englobando, sin mezclarse, unas organizaciones a
otras, en función de los estados que formaban parte de ellas, con la característica
común de que cuanto más integrado era o fuese siendo el grupo, más intensa y flui-
da sería la CJP y los instrumentos jurídicos para posibilitarla.
21 Dentro del marco de la Europa comunitaria, entre otras por razones de pura eficacia
tuvo que tenderse a la superación del modelo de CJP intergubernamental primige-
nio basado en el sistema de tratados o convenciones propio de Consejo de Europa,
ante sus evidentes déficits y los nuevos retos, avances y posibilidades que se abrían
consecuencia del proceso de construcción europea, que alimentó la búsqueda y
diseño de otros novedosos que progresivamente fueron sustituyendo a los anterio-
res. Se optó por la vía de profundizar la integración jurídica de los estados mediante
nuevas fórmulas que se materializaron en nuevos instrumentos jurídicos perfeccio-
© Francis Lefebvre INTRODUCCIÓN 13

nados y adaptados que permitieron facilitar e intensificar la CJP, creando una


estructura de cooperación reforzada (en adelante, indistintamente, CR), que se iden-
tifica con una segunda fase en la CJP europea.
Pero tampoco fueron definitivos y evolucionaron hacia un mucho más políticamente
complejo, pero a la vez técnicamente más sencillo y ágil sistema de cooperación
judicial basado en la creación de una estructura de cooperación judicial en forma de
«espacio judicial europeo», que se articula sobre principios novedosos como «la
mutua confianza» de estados que comparten una cultura jurídica en lo esencial
semejante y las mismas visiones de la democracia y los derechos humanos comu-
nes a la cultura europea, base del propio concepto de la Europa comunitaria y por
ende el «mutuo reconocimiento» (en adelante, indistintamente, MR) de resoluciones
judiciales y su potencial directa e inmediata ejecutabilidad en cualquier estado,
como pieza clave del sistema de CJP. La conjunción de ambos principios implica
asumir por parte de todos los estados políticas de armonización de legislaciones que
constituyan la base definitiva de la mutua confianza y creen un auténtico espacio
común, como también la de instrumentos jurídicos formalizados («formularios»,
«órdenes», certificados) que por sus propias características sean literosuficientes y
permitan inmediatamente reconocidos y tener prácticamente fuerza ejecutiva direc-
ta en cualquier otro estado de la UE, pasando los sujetos de la cooperación judicial a
ser, gráficamente, no estado requirente y estado requerido sino autoridad judicial de
emisión y autoridad judicial de ejecución del instrumento de cooperación.
Es necesario resaltar que los tres sistemas descritos siguen conviviendo en el mar- 24
co de la UE. La clara primacía del sistema basado en el MR de resoluciones judicia-
les actualmente vigente, no obsta a que, en ocasiones, ante la complejidad de los
instrumentos MR creados, éstos convivan en determinados campos, con otros
correspondientes a la CR. Por otra parte, existen multitud de diferentes modalidades
de cooperación y no todas ellas quedan suficientemente cubiertas por los instru-
mentos derivados del MR, por lo que en estos casos habrá que acudir en primer
lugar a los del sistema de CR e incluso hipotéticamente, en determinados supues-
tos, al sistema convencional de CJP intergubernamental, normalmente a través de
los instrumentos desarrollados en el seno del COE.
Por otra parte, debe decirse que la CJP intergubernamental pura, es el sistema que
prima residualmente y por tanto el mayoritariamente vigente en las relaciones de
nuestro país con otros estados fuera del marco europeo, aunque en ocasiones ins-
trumentos desarrollados en el seno del COE tengan aplicabilidad fuera del ámbito
estrictamente europeo.

B. Clases y tipos de mecanismos de cooperación judicial en


materia penal
1. Clases . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 30
2. Cooperación activa y pasiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
3. Clasificación por tipos de instrumentos o mecanismos de que se vale la CJP . . . . 50

1. Clases
La primera clasificación sería la que distingue entre los dos grandes sistemas de 32
cooperación:
— la estrictamente intergubernalmental (nº 35), y
— la comunitarizada (nº 38).
Con formas intermedias como es la cooperación reforzada en el marco específico de
la UE (nº 41) y en otras agrupaciones de estados, como también las que se desarro-
lla en el seno de organizaciones internacionales como Naciones Unidas o Consejo de
Europa, sin alto grado de integración jurídica entre sus miembros, en las que sin lle-
gar a producirse una comunitarización de la cooperación, ésta se estrecha al esta-
14 INTRODUCCIÓN © Francis Lefebvre

blecerse convenios multilaterales marco, que permiten mejorar y profundizar


ostensiblemente la cooperación en su seno.
35 Cooperación intergubernamental Hace referencia a que se trata de mera
cooperación tradicional entre estados soberanos, que en función de su carácter
autónomo y soberano pactan con otros de manera expresa los mecanismos de
cooperación que estima conveniente, normalmente a través de tratados bilatera-
les, aunque en determinados casos pueden ser dentro de convenios multinaciona-
les, utilizando en algunos casos otros instrumentos jurídicos como la reciprocidad.
Esta forma de establecerse la cooperación marca determinadas características de
la misma, que la singulariza:
a) La vía de comunicación o canal utilizado para transmitir las solicitudes de coope-
ración, o para su respuesta, o cualquier otra comunicación, normalmente el utiliza-
do es el diplomático. Aunque la cooperación sea de carácter judicial, lo jueces no
podrán comunicarse entre ellos y habrá un previo filtro político-administrativo, tanto
en la solicitud, como en la concesión de la cooperación, especialmente en materia
de extradición.
b) El ámbito de actos y formas en las que es posible la cooperación, excluyéndose
aquellos que de alguna manera impliquen una inmisión en la soberanía estatal o en
sus manifestaciones, con limitaciones derivadas del orden público interno.
c) Las clases de delitos respecto de los que es posible la cooperación, exigiendo o
que se encuentren dentro de una determinada lista o que exista doble incriminación,
además de una determinada gravedad que se suele manifestar en una duración
mínima de pena privativa de libertad, con frecuente exclusión de categorías de deli-
tos, como los delitos políticos, los militares, los fiscales, etc.
d) Amplitud del elenco de causas facultativas que permiten denegar la cooperación.
e) No establecimiento de límites temporales para cumplir la solicitud de coopera-
ción, que puede prolongarse indefinidamente por voluntad del estado que presta la
colaboración
f) Amplias posibilidades de que los estados puedan realizar reservas o declaracio-
nes cuando se tratan de convenios multilaterales.
38 Cooperación comunitarizada En el extremo opuesto al anterior (nº 35), se
encuentra la cooperación comunitarizada, que constituye la especificidad de la
cooperación en el ámbito de la UE, de la que se trata ampliamente en varios aparta-
dos de esta obra y de la que aquí basta decir que tiene como base la creación de un
espacio judicial o jurídico dentro del que se desarrolla un sistema o estructura de
CJP asentado en el principio de libre circulación de resoluciones judiciales lo que
viene a significar que cualquiera dictada en un estado pueda producir los efectos
jurídicos pretendidos en cualquier otro estado, de la forma más rápida y directa y
con el mínimo de trabas posibles. Para ello se establecen instrumentos jurídicos
desde los órganos del propio ente comunitario que imponen a los estados no solo el
deber genérico de cooperación sino también la armonización de sus sistemas jurí-
dicos para posibilitar la CJP de forma efectiva, creando además específicos meca-
nismos jurídicos para llevarla a cabo.
Esta forma de establecerse la cooperación se manifiesta en determinadas caracte-
rísticas de la misma:
a) los sujetos de la cooperación pasan a ser autoridad judicial de emisión y autoridad
judicial de ejecución;
b) mecanismos jurídicos ad hoc para llevarla a cabo la cooperación, ya sean «orde-
nes» o «certificados» emitidos por autoridad judicial competente, que se incorporan
o anexan a formularios estandarizados;
c) la vía de comunicación o canal utilizado es directo entre autoridades judiciales,
con utilización de estructuras ad hoc de trasmisión y difusión de la información
(SIRENE, SIS);
d) gran amplitud de actos y formas en las que es posible la cooperación, sin exclu-
sión de delitos, ni exigir doble incriminación en relación con ciertas categorías de
© Francis Lefebvre INTRODUCCIÓN 15

delitos, exigiendo únicamente una determinada gravedad que se manifiesta en una


duración mínima de pena privativa de libertad;
e) restricción del elenco de causas facultativas que permiten denegar la coopera-
ción;
f) establecimiento de límites temporales para cumplir la solicitud de cooperación u
obligación de que ésta se lleve a cabo de la manera más rápida posible;
g) imposibilidad de que los estados puedan realizar reservas o declaraciones.
Cooperación reforzada Esta cooperación como categoría intermedia, con 41
mayor o menor grado de intensidad y facilidad de la CJP, sigue aferrándose al prin-
cipio de soberanía estatal, con determinadas modulaciones de la misma, aunque sin
renunciar a ella, por lo que sigue conservando en lo esencial las características defi-
nidoras de la cooperación intergubernamental, de la que sigue siendo una subespe-
cie, aunque se matizan con la finalidad de facilitar y hacer más efectiva la coopera-
ción judicial. Hay una amplia horquilla de posibilidades entre las cabe destacar:
— La vía de comunicación o canal utilizado para transmitir las solicitudes de coope-
ración, o para su respuesta, o cualquier otra comunicación, ya no es la vía diplomá-
tica, puede ser entre autoridades centrales o Ministerios de Justicia e incluso direc-
tamente entre autoridades judiciales.
— Se amplían las posibilidades de actos y formas en las que es posible la coopera-
ción, e igualmente de delitos en los que es posible llevar a cabo ésta, limitándose los
delitos excluidos y las causas de denegación, algunas que pasan a ser facultativas
como la nacionalidad, o incluso desaparecer. Se sigue manteniendo en este sistema
la necesidad de doble incriminación y gravedad mínima de los delitos en función de
la pena privativa de libertad que tienen asignada.
— Otras características de la CR que deben resaltarse:
• La ejecución de las solicitudes de asistencia bajo las formas y requisitos de proce-
dimiento del estado requirente.
• Ejecución de la asistencia tan pronto como sea posible.
• Adaptación de las posibilidades de mutua asistencia a las nuevas tecnologías.

Precisiones A este modelo responden las disposiciones específicas en CJP del Convenio de

aplicación del acuerdo de Schengen y ciertos instrumentos ubicados dentro de la UE bajo


el Tercer Pilar del Tratado, los dos convenios de extradición UE sobre la base del art.k.3 del
Tratado de la Unión de 1995 y 1996, la acción conjunta de 29-6-1998 sobre buenas prácticas
en la asistencia jurídica mutua en materia penal, el Convenio de 29-5-2000 sobre asistencia
jurídica mutua en materia penal entre los Estados miembros de la UE y su Protocolo de 16
de octubre de 2001.
Estos instrumentos facilitadores de la cooperación, si bien, en realidad, en lo sustancial
siguen la misma técnica que sus predecesores de la cooperación intergubernamental, a
los que nos sustituyen sino que complementan y facilitan su uso.

2. Cooperación activa y pasiva


Esta clasificación hace referencia a la posición del estado o autoridad que participa 44
en el acto de cooperación, si es el que la solicita o a aquel a quien se solicita.

3. Clasificación por tipos de instrumentos o mecanismos de que se vale la CJP


Esta segunda clasificación admite también una subclasificación en función de dife- 50
rentes criterios. El primero, por la etapa en el proceso penal en que se produce. De
esta manera existen procesos de CJP que se refieren genuinamente a una etapa,
bien sea de la investigación o en la etapa previa a juicio, los referidos al juicio y los
posteriores a éste, durante la ejecución de la sentencia y existen otros claramente
transversales que pueden referirse indistintamente a cualquier fase procesal. Esta
clasificación es más bien práctica, sin verdaderas repercusiones teóricas y está muy
apegada a la clasificación de los instrumentos del sistema de mutuo reconocimiento
de resoluciones judiciales en el ámbito de la UE.
16 INTRODUCCIÓN © Francis Lefebvre

53 Etapas del Enjuiciamiento Son las siguientes:


1. Previa al enjuiciamiento: caben destacar los mecanismos clásicos comunes a
todas las fases, como el de asistencia judicial para determinados actos concretos,
sean menores, como citaciones, notificaciones o comunicaciones o de carácter más
complejo como la práctica de alguna diligencia o de posible prueba para su posterior
utilización en el juicio (toma de declaraciones de testigos, peritos, traslado de perso-
nas privadas de libertad, u otras más complejas como registros, intervenciones tele-
fónicas, recogida de objetos, embargo de bienes, etc.). Igualmente la extradición o
entrega de la persona que se encuentra refugiada en otro país y que su presencia es
requerida.
La forma más compleja y genuina de esta fase procesal es la transmisión de proce-
dimientos o la denuncia de un estado miembro ante otro para el inicio de un proce-
dimiento penal.
2. Durante el enjuiciamiento: los instrumentos o mecanismos de cooperación
durante el juicio no son diferentes a los de cualquier otra fase procesal y no requie-
ren un tratamiento específico.
3. Posterior al enjuiciamiento: merecen más atención los correspondientes a la fase
de ejecución de sentencia, ya sea para la plena ejecución o dar valor a una sentencia
extranjera o a aspectos relativos a la ejecución de penas privativas de libertad o de
otro tipo impuestas en una sentencia. El valor puede ser positivo en el sentido de ser
tenida en relación con procesos que se siguen o en relación con la ejecución de otras
sentencias o negativos en el caso de posible aplicación del bis in ídem.
56 Otras clasificaciones posibles. Cooperación mayor-menor. Coopera-
ción de carácter primario y secundario Según el grado de importancia del
acto de CJP de que se trate y de cesión de actividad a la autoridad a la que se pide la
cooperación, se habla de cooperación menor y mayor, o también se les denomina
primaria que correspondería con la cooperación en la que la autoridad judicial soli-
citante sigue conservando el dominio o control sobre el acto de cooperación, que se
distingue de la secundaria en la que se trasmite dicho control de forma total o par-
cial a la autoridad a la que se le demanda la cooperación, pero que en el desarrollo
de la misma adquiere grados de autonomía y decisión sobre aspectos concretos del
desenvolvimiento del acto de cooperación.
Esta clasificación tiene mucho que ver con el grado de desarrollo y profundización
de la cooperación, de tal manera que la que viene denominada como secundaria
corresponde con los nuevos modelos del sistema de mutuo reconocimiento dentro
de la UE, en tanto que la primaria es la que se da tanto en el marco interguberna-
mental puro como en el atenuado.

C. Evolución del sistema de Cooperación Judicial


Internacional Penal en el ámbito Comunitario Europeo: de la
cooperación intergubernamental al sistema de
reconocimiento mutuo de resoluciones judiciales en materia
penal
60 El ámbito comunitario europeo muestra singularmente pues los pasos que se han
seguido en la evolución del sistema de CJP, además de que es el que lógicamente
tiene para nosotros un mayor interés, aunque subsista el sistema clásico fuera del
ámbito estrictamente comunitario.
Es necesario hacer una serie de precisiones de partida. En el ámbito europeo, la
cooperación penal en el ámbito de la UE está integrada en la más amplia de coope-
ración en temas de justicia e interior (en adelante, JAI), que abarca cooperación en
materia penal en este sentido estricto, como también asilo, inmigración, control de
fronteras y cooperación en materia civil.
La CJP es también un ingrediente fundamental para el establecimiento de un espa-
cio de libertad, seguridad y justicia, lo que constituye un objetivo general de la UE,
© Francis Lefebvre INTRODUCCIÓN 17

introducido por el tratado de Ámsterdam, posteriormente recogido en el TUE art.3 y


el TFUE art.67. Pero no es en absoluto un tema exento de dificultades, que se perci-
be en el ámbito europeo como extraordinariamente sensible, debido fundamental-
mente a la importancia que ha tenido siempre la justicia penal formando parte del
núcleo duro de los conceptos de estado-nación y de soberanía nacional. También,
por la evidente complejidad de las relaciones entre la justicia penal y derechos fun-
damentales.
Por ello, lograr un consenso europeo sobre las relaciones entre libertad y seguridad,
no es un tema ni fácil ni pacifico, ni lo ha sido siempre durante el proceso de cons-
trucción europea.
Se identifican claramente varias etapas en el significado, evolución y manifestacio-
nes de la cooperación judicial penal en el ámbito europeo de la UE.

1. Punto de partida. Fase intergubernamental

Convenios multilaterales de cooperación judicial penal dentro del marco del Consejo de 65
Europa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
Silencio radical del tratado de Roma en materia de CJP. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70

Convenios multilaterales de cooperación judicial penal dentro del 67


marco del Consejo de Europa En la década de los 50, se elaboraron en el
ámbito del Consejo de Europa (COE) un importante número de Convenios multilate-
rales sobre la cooperación en materia penal. Su grado de aceptación fue dispar,
mientras algunos de ellos fueron ratificados sólo por un limitado número de estados
y tuvieron un impacto muy limitado (por ejemplo el Convenio Europeo sobre la vali-
dez internacional de sentencias penal de 28 de mayo de 1970); otros, sin embargo,
obtuvieron un alto grado de aceptación y han tenido un impacto muy importante en la
práctica diaria de la cooperación.
En este sentido especial mención merecen:
— Convenio Europeo sobre asistencia mutua en materia penal de 20 de abril de 1959
y sus protocolos de 17 de marzo de 1978 y de 08 de noviembre de 2001, que entra de
lleno en la cooperación reforzada, que se verá después.
— Convenio Europeo de Extradición de 13 de diciembre de 1957 y sus tres protocolos
adicionales de 15 de octubre de 1975, de 17 de marzo de 1978 y de 10 de noviembre
de 2010. Sirve en gran medida como modelo de Tratado de extradición y está vigente
incluso para estados que no forman parte de Europa.
— Convenio Europeo sobre traslado de personas condenadas de 21 de marzo de
1983, y su protocolo adicional en 18 de diciembre de 1997. Sirve en gran medida
como modelo de Tratado de traslado de personas condenadas y está vigente incluso
para estados que no forman parte de Europa.
Silencio radical del tratado de Roma en materia de CJP El tratado de Roma 70
de 1957, que instituyó la Comunidad Económica Europea (CEE) no contiene ninguna
disposición que atribuyera competencia alguna a la Comunidad en materias pena-
les. Esta circunstancia determinó que se consolidara la opinión unánime, especial-
mente en el seno del Consejo, de que la CEE no tenía competencias en materia
penal. Sin embargo, esta posición fue revisada posteriormente a las sentencias del
TJUE 13-9-2005 y 23-10-2007 asuntos Comisión contra el Consejo C-176/03 y de
manera más clara con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, que ha terminado
por comunitarizar la cooperación en materia penal.

2. Primeros pasos. Mantenimiento de la cooperación intergubernamental


Las primeras políticas datan de mediados de los años sesenta y surgieron en el 75
marco de la Cooperación Política Europea, en la que se integraban esencialmente
los asuntos de política exterior, pretendiendo la coordinación de la acción exterior de
18 INTRODUCCIÓN © Francis Lefebvre

los Estados miembros, encaminada a conformar una política exterior europea


común. En los años 70 del siglo pasado los estados miembros realizaron los prime-
ros esfuerzos para desarrollar entre ellos la cooperación en materia penal impres-
cindible, a fin de luchar contra determinados tipos de criminalidad emergentes, par-
ticularmente contra el terrorismo derivado del extremismo político de grupos exis-
tentes activos en varios países europeos. Se trataba de formas de cooperación inter-
gubernamental, algo muy distinto a lo que ocurriera en ámbito del Consejo de
Europa, y el Benelux, que inmediatamente después de su constitución se ocuparon
institucionalmente de este tema y establecieron sistemas de cooperación penal en
su seno, lo que en el ámbito de la CE no fue así.
Dentro de los sistemas de cooperación intergubernamental fuera del entramado
institucional de la CEE es de destacar, como primer ejemplo, la constitución del Gru-
po Trevi, integrado por los Ministros de Interior y creado para luchar contra el terro-
rismo y coordinar la cooperación policial de toda la Comunidad en este terreno. Los
Ministros se reunían periódicamente en el seno de este Grupo para tratar problemas
de orden público y de terrorismo, y bajo sus auspicios se crearon varios grupos y
subgrupos de trabajo. En aquellos momentos, las instituciones europeas quedaban
al margen de este proceso, que se desarrollaba de acuerdo con las reglas de juego
intergubernamentales.
78 Del Acta Única al Tratado de Maastricht (1986-92). Relanzamiento de
la CJP en los años 80 como medio compensatorio de la supresión del
control interior de fronteras La reactivación de la maquinaria comunitaria
tras la cumbre de Fontenebleau en junio de 1984, a través sobre todo sobre la crea-
ción de un verdadero mercado interior europeo, a la que siguió el famoso libro blan-
co de la Comisión en 1985 y posteriormente la adopción del Acta Única europea de
1986, dio lugar a la primera modificación fundamental del Tratado de Roma. Se
introdujo en el Tratado el objetivo de creación de un verdadero mercado interior
determinado por la supresión de controles y fronteras intracomunitarios. Evitar que
ello fuera en provecho de los grupos criminales, de la inmigración clandestina y en
general llevara consigo un déficit de seguridad fue la razón de ser de que percibiera
la necesidad de medidas compensatorias, que afectaban directamente a la justicia y
a los asuntos de interior de los estados, especialmente en el ámbito de la coopera-
ción en materia penal. La cooperación informal entre los gobiernos de los estados
miembros se había revelado insuficiente para combatir la internacionalización de la
delincuencia organizada y responder a los restos y necesidades de seguridad de los
ciudadanos europeos ante la nueva situación.
Pero esta actividad fue desarrollada fuera del marco comunitario, aunque dentro de
los nuevos órganos del funcionamiento de la CE, como la Cooperación Política Euro-
pea.
Los instrumentos jurídicos que se establecieron respondían al método interguber-
namental tradicional. Fueron adoptados por unanimidad, respondían a lo que era la
práctica diplomática habitual: se trataba de convenciones, y resoluciones, conclusio-
nes, recomendaciones adoptadas por unanimidad. Todas estas medidas son instru-
mentos del derecho internacional clásico, y se adoptaban por tanto al margen del
Consejo de la Unión Europea. El papel preponderante o exclusivo provenía de la acti-
vidad de los gobiernos y administraciones que las impulsaban, con escasa participa-
ción de los parlamentos nacionales o del Parlamento Europeo y fuera de cualquier
control jurisdiccional por parte del Tribunal de Justicia.
Dentro de este marco de la CJP europea en asuntos penales se elaboraron cinco
convenciones de cooperación judicial penal, cuyo objetivo fue la puesta en marcha en
ámbito restringido de los doce estados miembros del momento, de acuerdos que
pretendían simplificar, hacer más operativos y estar mejor adaptados que los ante-
riormente elaborados sobre la misma materia por el Consejo de Europa, que consti-
tuían su base. Ninguna de estas convenciones entró en vigor para todos los estados y
únicamente se produjo una aplicación sectorial entre alguno de ellos (incluyendo el
Acuerdo entre los Estados miembros de las Comunidades Europeas relativo a la
simplificación y a la modernización de las formas de transmisión de las solicitudes
© Francis Lefebvre INTRODUCCIÓN 19

de extradición, hecho en Donostia el 26 de mayo de 1989), y su impacto práctico ha


sido limitado.

3. Segunda etapa. La cooperación judicial reforzada


Las mejoras más tangibles en la CJP en esta etapa fueron introducidas a través de 85
las disposiciones específicas del Convenio de aplicación del acuerdo de Schengen y
de ciertos instrumentos celebrados dentro de la UE bajo el Tercer Pilar del Tratado,
los dos convenios de extradición UE sobre la base del art.K.3 del Tratado de la Unión
de 1995 y 1996, la acción conjunta de 29 de junio de 1998 sobre buenas prácticas en
la asistencia jurídica mutua en materia penal, el Convenio de 29 de mayo de 2000
sobre asistencia jurídica mutua en materia penal entre los Estados miembros de la
UE y su Protocolo de 16 de octubre de 2001.
El resultado es el establecimiento de mecanismos de cooperación más rápidos y
flexibles, con posibilidad de trasmisión a través de canales más directos, incluso
entre autoridades judiciales y con menores restricciones en materia de delitos y
reducción de los motivos de denegación y de reservas y declaraciones por parte de
los estados. Estos instrumentos facilitadores, en realidad, en lo sustancial siguen la
misma técnica que sus predecesores, a los que no sustituyen, sino que la técnica
que se sigue es complementarlos y facilitar su uso.
La Cooperación Schengen (CS) y su reflejo en el ámbito comunitario. 88
Puesta en marcha El balance del nivel de implicación y de eficacia de la CJP
entre los estados miembros de la CE con anterioridad a Maastricht no se podía tener
por muy positivo. Cinco estados miembros quisieron superar esta situación y busca-
ron crear entre ellos una estructura de cooperación que permitiera un mayor grado
de eficacia. Francia, Bélgica, Luxemburgo, la República Federal de Alemania y
Holanda firmaron los acuerdos de Schengen, un tipo de cooperación estrictamente
intergubernamental, pero que pretendía superar las formas y limitaciones de la
cooperación tradicional.
Este sistema se integró en dos textos jurídicos distintos:
a) Acuerdo de Schengen relativo a la supresión gradual de los controles en las fron-
teras comunes de 14-6-1985, en vigor desde el 2-3-1986, y
b) Convenio de aplicación de este Acuerdo de 19-6-1990, en vigor el 26-3-1995 (en lo
sucesivo CAAS).
Se trataba de observar los efectos de la apertura de fronteras en el área Schengen y
establecer un sistema de medidas compensatorias de justicia e interior ante el défi-
cit securitario que ello llevaría aparejado. Efectivamente, la supresión de controles
en las fronteras llevaba consigo la posibilidad del libre cruce de las mismas por
cualquiera y por cualquier lugar, con independencia de su nacionalidad.
Tanto el Acuerdo de Schengen relativo a la supresión gradual de los controles en las
fronteras comunes de 14 de junio de 1985, como el Convenio de aplicación de 1990,
comportan disposiciones relativas a la cooperación policial y a la judicial.
En el título III «policía y seguridad»: 91
— el capítulo I (art.39 s.) se refiere a la cooperación policial;
— el capítulo II (art.48 s.) a la asistencia judicial en materia penal, completando las
disposiciones del Convenio Europeo de Asistencia Judicial en materia Penal de 20 de
abril de 1959 del Consejo de Europa,
— el capítulo III se refiere al principio bis in ídem;
— el capítulo IV, a la extradición, señalando su art.59 que tiene como finalidad com-
pletar el Convenio Europeo de Extradición de 13 de septiembre de 1957 del Consejo
de Europa;
— el capítulo V se refiere a la transmisión de ejecución de sentencias penales de
condena, señalando su art.67 que tiene como finalidad completar el Convenio del
Consejo de Europa de 21 de marzo de 1983 sobre traslado de personas condenadas.
Hay dos aspectos específicos que fueron abordados:
20 INTRODUCCIÓN © Francis Lefebvre

— el tráfico de drogas en el capítulo VI y


— armas de fuego y municiones en capítulo VII.
Como muy relevante, el título IV del Convenio de Aplicación pone en funcionamiento
el Sistema de Información Schengen (SIS) que tiene como objeto preservar el orden
y la seguridad pública, incluida la seguridad del estado, en el territorio de las partes
contratantes, y la aplicación de disposiciones sobre circulación de personas por los
territorios de los estados partes contratantes, con ayuda de la información transmi-
tida por dicho sistema (art.93).
94 Tratado de Maastricht. La emergencia del Tratado de la Unión Europea
(TUE) y sus tres pilares. Institucionalización de la cooperación en los
ámbitos de justicia y asuntos de interior (1992-98) El Tratado de la Unión
Europea (firmado en Maastricht el 7-2-1992, y en vigor desde el 1-11-1993) añadió
dos nuevos pilares al tratado constitutivo de la CE, que permanece a partir de ese
momento como el primer pilar. Los dos nuevos pilares fueron predominantemente
intergubernamentales. El título VI del TUE, conocido como Tercer Pilar, introdujo la
cooperación en materia de justicia y asuntos de interior entre miembros de la CE en
el marco de la UE, entre los que se encontraban la cooperación policial y judicial en
asuntos penales, que quedaron enmarcadas a partir de ese momento dentro del
Tercer Pilar, para hacer de ella una política de pleno derecho de la Unión Europea.
Como resultado, la mayoría de los grupos existentes, tales como Trevi o el «Grupo
ad hoc de la cooperación judicial en materia penal» desaparecieron y su acervo que-
dó inserto en el marco institucional de la Unión Europea. En paralelo, hasta el trata-
do de Ámsterdam, continuó vigente el Sistema de Cooperación Schengen entre un
reducido número de estados.
La creación del Tercer Pilar no significó sustanciales cambios en la esencia de la
CJP, ya que su principal objetivo siguió siendo la compensación de los posibles efec-
tos negativos derivados de la desaparición del control de fronteras, pero determinó
efectos significativos desde el punto de vista institucional.
97 La cooperación seguía siendo intergubernamental, pero su integración dentro de la
estructura del TUE implicaba la introducción de determinados elementos propios de
la lógica comunitaria. En esencia, existían tres pilares comunitarios distintos, pero
había un marco institucional único y el segundo y tercer pilar interactuaban con las
instituciones comunitarias existentes. El Parlamento europeo (PE), la Comisión
europea (Comisión) y el Tribunal de justicia (TJUE) jugaban un determinado papel,
aunque fuera limitado:
1. El rol preponderante lo tenía el Consejo de la Unión Europea, en cuanto que
reunía a los ministros de justicia y de interior de los estados miembros.
2. La Comisión no tenía iniciativa en materia de CJP, que estaba reservada a los
estados miembros.
3. El Parlamento europeo era meramente informado de las actividades y el TJ care-
cía de competencia alguna.
Desde el punto de vista de la toma de decisiones, dado el carácter intergubernamen-
tal del Tercer Pilar, éstas se adoptaban por unanimidad de los estados, que dispo-
nían de la posibilidad de veto, circunstancias determinantes de que hubiera una acti-
tud precavida y un bajo nivel de compromiso por parte de éstos.
100 Tratado de Ámsterdam y Tratado de Niza El Tratado de Ámsterdam (firma-
do 2-10-1997, en vigor desde el 1-5-1999) introdujo varios cambios sustanciales en
el Tercer Pilar que quedó profundamente modificado.
No ocurrió lo mismo con el Tratado de Niza (Consejo Europeo 7-9 de diciembre de
2000, firmado el 26-2-2001 y en vigor el 1-2-2003) que no significó grandes modifica-
ciones, aunque dos instrumentos de naturaleza programática tuvieron una gran
influencia en el futuro de la CJP:
— las conclusiones del Consejo de Tampere, y
— el programa de La Haya.

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