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PATHFINDERS O ELEMENTOS GUÍA

Los elementos guías o elementos Pathfinders son elementos químicos que


generalmente aparece como trazas, estos se encuentran asociados a un tipo de mena
específico y son más fáciles de detectar o de determinar que los elementos o minerales
de mena y que, cuando aparece, se convierte en claro indicador del depósito mineral.
En el caso del oro, los elementos guía son plata, arsénico, antimonio, boro, bario,
bismuto, cadmio, cobre, mercurio, plomo, telurio, titanio y cinc que aparecen en casi
todos los tipos de depósitos de oro y que tienen mayor concentración promedio en la
corteza terrestre.

Por ello al referirnos a los elementos guías en un yacimiento se sabe que muchos
elementos son encontrados en las soluciones hidrotermales, siendo algunos de estos
elementos más móviles que otros, ya sea por causa de las condiciones fisicoquímicas
de las soluciones en que se encuentran, o por su propio estado físico, siendo esta
movilidad de los elementos lo que permite el desarrollo de extensos halos primarios.

El elemento que constituye la parte más alejada del halo que envuelve al cuerpo mineral,
generalmente no es el mismo elemento que comprende el mineral principal del depósito,
sin embargo, es uno que está estrechamente relacionado con éste.

El hecho de que uno o más elementos (o minerales) puedan estar estrechamente


asociados, y puedan constituir un halo, ayuda en el descubrimiento de depósitos
minerales “después de buscados”, lo que lleva al concepto de elemento guía, elemento
indicador o pathfinder.

En este sentido podemos definir un pathfinder como aquel elemento (o gas)


relativamente móvil que está en asociación estrecha con el elemento que está siendo
buscado, pero que puede ser encontrado más fácilmente debido a que forma un amplio
halo, o porque puede ser detectado más fácilmente por métodos analíticos.

Existen dos razones básicas para elegir el uso de los pathfinder en una exploración
geoquímica:

1) son más móviles que el elemento buscado, de tal manera que forman un halo más
extenso y amplio, por ejemplo, el uso de mercurio o arsénico como pathfinder para oro.

2) los métodos analíticos utilizados para los pathfinder son más simples, menos caros
y más sensibles que los métodos utilizados para analizar el elemento del cuerpo mineral.
Un buen ejemplo es el uso de los elementos fácilmente analizables como el cobre,
níquel o cromo como pathfinder para el platino.
La selección de un pathfinder requiere que el elemento o elementos usados ocurran en
el ambiente primario en estrecha asociación con el elemento que está siendo buscado,
o que sea derivado de él por descomposición radioactiva, tal como el uso del radón
como pathfinder para el uranio. Es también esencial que exista una relación directa e
interpretable entre la distribución geoquímica del pathfinder y la mineralización.

En algunos casos, el elemento pathfinder puede estar en la ganga de un depósito, en


otros casos puede haber penetrado en la estructura de la mena mineral (sustituyendo a
ciertos elementos). En el caso de menas polimetálicas, incluso alguno de los elementos
mena puede ser el pathfinder para el yacimiento.

Los pathfinders son particularmente útiles en la búsqueda de depósitos minerales


ocultos, porque generalmente forman grandes halos. Los pathfinders son usados en los
ambientes primario y secundario.

ASOCIACIÓN DE MENAS ELEMENTO INDICADOR ELEMENTO


EXPLORADOR
Pórfido cuprífero Cu, Mo Zn, Au, Re, Ag, As, F
Depósitos completos de Zn, Cu, Ag, Au Hg, As, S (en forma de
sulfuro SO4), Sb, Se, Cd, Ba, F,
Bi.
Vetas de metales Au, Ag Hg, As, S (en forma de
preciosos SO4), Sb, Se, Cd, Ba, F,
Bi.
Depósitos del tipo Mo, Zn, Cu As, Sb, Te, Mn, Hg, I, F, Bi,
“skarn” Co, Se, Ti
Uranio de areniscas U Se, Mo, V, Rn, He, Cu, Pb
Uranio de Vetas U Cu, Bi, As, Co, Mo, Ni, Pb,
F
Cuerpos ultramáficos de Pt, Cr, Ni Cu, Co, Pd
oro
Vetas de Fluorita F Y, Zn, Rb, Hg, Ba

SOLUBILIDAD APLICADA A LA EXPLORACIÓN DE YACIMIENTOS MINERALES

Los depósitos minerales metálicos constituyen concentraciones anómalas de un


elemento (u elementos) en la corteza terrestre. Ahora bien, para que un determinado
elemento llegue a constituir un yacimiento explotable económicamente el metal debe
estar concentrado muy por encima de su abundancia media en la corteza terrestre, el
grado de enriquecimiento varía para cada elemento dependiendo del valor de cada
metal, esto se ilustra en la tabla a continuación.

La tabla muestra que para que se forme un yacimiento de cobre se requiere que este
metal se concentre al menos 80 veces por encima del contenido normal en rocas de
este elemento; en los grandes yacimientos cupríferos chilenos que se explotan con leyes
de 1% Cu y más la razón de concentración es >200 veces que el contenido normal de
Cu en roca. Además, hay metales que requieren concentraciones varios miles de veces
más altas que el contenido normal en rocas corticales para ser de interés económico.
Consecuentemente deben existir procesos naturales que permiten la concentración
anómala de elementos en ciertas partes de la corteza terrestre.

Cabe señalar, que si bien existe consenso respecto a los distintos procesos que pueden
originar depósitos o yacimientos minerales metálicos, el origen de un tipo específico en
muchos casos es controvertido y distintos autores tienen diferentes interpretaciones
genéticas.

Fluidos Hidrotermales
La formación de muchos depósitos minerales metálicos involucra la participación de
soluciones acuosas calientes; por Ej. vetas, stockworks de varios tipos, depósitos
exhalativos volcanogénicos, pórfidos cupríferos, etc.
La mayor parte de los depósitos metálicos de la Cordillera de Los Andes son de origen
hidrotermal, por lo que estos procesos son muy relevantes para comprender la
formación de los depósitos andinos en particular.

Los fluidos participantes en estos procesos se denominan soluciones hidrotermales y


existen distintas evidencias que indican su importancia como mineralizadores,
particularmente las que provienen de inclusiones fluidas dentro de minerales
precipitados a partir de soluciones hidrotermales y alteración hidrotermal de las rocas
encajadoras (las que serán discutidas más adelante).

La homogenización de inclusiones fluidas en minerales de depósitos hidrotermales ha


mostrado que el rango de depositación de minerales de mena y ganga para todo tipo de
depósitos hidrotermales es de aproximadamente 50° a 650°C. Los análisis de los fluidos
muestran que el agua es la fase más común y el contenido salino es frecuentemente
más alto que en el agua de mar.

Las soluciones hidrotermales tienen evidentemente la capacidad de transportar una


amplia variedad de materiales y depositarlos en minerales tan diversos como el oro o la
sericita (hidromuscovita), lo que muestra que la fisico-química de tales soluciones es
compleja y difícil de duplicar en laboratorios.

El conocimiento de las propiedades y comportamiento de las soluciones hidrotermales


todavía no está totalmente aclarado, existiendo muchas ideas sobre el origen de tales
soluciones y los materiales que ellas transportan.

De este modo los problemas principales son la fuente y naturaleza de las soluciones
acuosas, la fuente de los metales y el azufre transportados por ellas, la fuerza que
mueve las soluciones a través de la corteza, la forma de transporte de los componentes
en solución y los mecanismos de depositación.

Fuente de fluidos hidrotermales y su contenido.

Existen evidencias (sobre todo de inclusiones fluidas) que las soluciones hidrotermales
salinas están ampliamente distribuidas en la corteza. En algunos sistemas geotermales
activos se puede observar como afloran aguas calientes en superficie.

Los sistemas geotermales son objeto de estudios para comprender la circulación de


soluciones hidrotermales. ¿De dónde provienen las soluciones? Los datos provenientes
de fuentes termales, aguas de minas, túneles, sondajes, inclusiones fluidas de minerales
y rocas indican que hay cinco fuentes de aguas hidrotermales:
1.- Aguas meteóricas: incluye aguas superficiales y subterráneas (acuíferos o aguas
subterráneas).

2.- Aguas marinas: agua de los océanos.

3.- Aguas connatas o de formación: aguas que quedan atrapadas en los intersticios o
poros de secuencias de rocas y aguas meteóricas de penetración profunda.

4.- Aguas metamórficas: aguas liberadas por cambios mineralógicos de minerales


hidratados a minerales anhidros.

5.- Aguas magmáticas: aguas primarias derivadas de procesos ígneos que dan origen
a rocas intrusivas y volcánicas.

Existen evidencias que distintos tipos de aguas pueden formar depósitos similares y que
aguas de dos o más tipos han jugado roles importantes en la formación de algunos
depósitos minerales.

Los constituyentes mayores son Na, K, Ca y Cl. En cantidades menores (<1000 ppm)
se presentan Mg, B, SO4 -2, Fe, Zn, Cu, He, Pb, Sr. La fuente de estos componentes
en sentido estricto se desconoce, pero en el caso del He, Pb y Sr los estudios isotópicos
entregan indicios de su fuente.

Por ejemplo, experimentos de laboratorio han mostrado que los metales pesados
presentes en una arenisca se fraccionan hacia el agua de mar o una salmuera natural
a 350°C. Esto significa que las rocas de caja de una región podrían constituir la fuente
de los metales concentrados en los depósitos existentes en ella, si por las rocas de la
región circularon aguas calientes.

Existe una relación espacial entre muchos depósitos hidrotermales y rocas ígneas, por
lo existe una fuerte escuela de pensamiento que sostiene que los magmas en
consolidación son la fuente de muchas, sino de todas, las soluciones o fluidos
hidrotermales. Lo seguro es que una masa ígnea constituye la fuente de calor para
establecer sistemas hidrotermales, pero el agua o su contenido metálico puede venir del
mismo magma o de otras fuentes.

Las soluciones hidrotermales de derivación magmática se consideran fluidos residuales


que quedan luego de la cristalización de la masa ígnea fundida y que contienen metales
base y otros elementos incompatibles que no pueden acomodarse en los minerales que
cristalizan dentro de un magma.
El magma tiene varios roles posibles en sistemas hidrotermales; puede ser la fuente del
agua, de los metales y otros componentes en solución y provee el calor que hace circular
los fluidos en celdas convectivas en torno a la masa ígnea caliente.

La concentración de agua en magmas félsicos parece variar desde 2,5 a 6,5% H2O en
peso con una media de 3% H2O en peso (el contenido es mayor si se considera en
proporción de volumen, dada la relativamente baja densidad del agua).

La solubilidad de agua en magmas es dependiente principalmente de la presión y a


profundidades mayores de 3 – 5 Km. el agua permanece en solución debido a la alta
presión confinante, pero al ascender el magma la presión decrece progresivamente y
se produce la saturación del agua resultando en la exsolución de una fase volátil del
magma.

Además, al cristalizar los magmas se producen principalmente minerales anhidros, lo


cual redunda en que puede liberarse un enorme volumen de agua a partir de un magma
en enfriamiento.

1 km3 de magma félsico con 3% en peso de agua puede liberar aproximadamente 100
millones de toneladas (1011 litros) de agua.

Pero el agua no es el único componente volátil del magma, este contiene también H2S,
HCl, HF, CO2 y H2. El H2S y HCl pueden ser de particular importancia y son
componentes que se fraccionan o particionan fuertemente en la fase acuosa en
exsolución del magma.

Todos los metales base y muchos otros pueden ser extraídos eficientemente de una
fase silicatada fundida (magma) hacia una fase acuosa, siempre que exista suficiente
agua para ser liberada.

En teoría con un 3% en peso de agua en una fase silicatada fundida, podría ser extraído
aproximadamente un 95% del Cu contenido en un magma félsico.

Existen depósitos metalíferos asociados a cuencas sedimentarias. Sin embargo, en


muchos campos petrolíferos (asociados a cuencas sedimentarias) no existen
intrusiones que puedan ser fuentes de menas.

Algunos autores han postulado origen en fuentes magmáticas más remotas, tal como la
corteza inferior o, más frecuentemente, procesos magmáticos profundos en el manto,
mientras que otros han favorecido la depositación de menas a partir de soluciones de
formación (aguas connatas).
Esto es agua que fue atrapada en sedimentos durante la depositación y que ha sido
movilizada por el aumento de temperatura y presión causado por el enterramiento
profundo.

Este enterramiento puede ocurrir en cuencas sedimentarias y las soluciones de este tipo
se denominan salmueras de cuenca ("basinal brines").

Un gradiente geotérmico normal de 1°C/30m implica que a los 9 Km. de profundidad hay
temperaturas de ~300°C. Las soluciones calientes de esta fuente pueden lixiviar
metales, pero no necesariamente azufre de las rocas a través de las cuales circulan,
para precipitarlos cerca de la superficie en los borde de las cuencas y lejos de intrusivos
o rocas ígneas.

FUGACIDAD DEL OXIGENO

Definición termodinámica: Fugacidad

La mezcla de gases son soluciones, las soluciones gaseosas se desvían de la idealidad.


Para describir la composición de los componentes de una solución gaseosa se utiliza la
Presión Parcial (término análogo a la fracción molar). Si una solución gaseosa tiene
una presión total (Ptotal) y los componentes gaseosos tienen fracciones molares X1, X2,
X3, ..., las presiones parciales de los componentes se definen como

P1 = X1·Ptotal
P2 = X2·Ptotal

Pn = Xn·Ptotal

Recordando el potencial químico para los gases:

 p =  pº + RTln(p/po)

donde “p” es la presión y “pº ” es una presión de referencia.


Se define la fugacidad (f) de un componente gaseoso en una mezcla como una medida
de la “presión parcial real” de ese componente, y se define como:

fi = i pi
es decir, como una desviación de la idealidad (representada por la presión parcial),
relacionada a través de un coeficiente de fugacidad (i). Se ha demostrado además
que la “actividad” de una mezcla de gases es igual a la fugacidad. La fugacidad
representaría una “tendencia de escape” del componente en la mezcla, tiene unidades
de presión (bar) y su potencial químico será:

 i, real = ºi + RTln fi

En condiciones ideales, el coeficiente de fugacidad es unitario, y la fugacidad es igual a


la presión parcial:
fi = pi

Fugacidad en soluciones magmáticas

En Petrología, en general se utiliza el término “fugacidad” para expresar la presión


parcial o “contenido” de un determinado componente gaseoso en magmas o soluciones
hidrotermales.
Existe una dependencia de la fugacidad de oxígeno en magma con la temperatura y con
la composición. Esta última es controlada por reacciones llamadas “buffers” que
equilibran el contenido de oxígeno en los magmas. Éste no se encuentra como “O 2”,
sino más bien se transfiere como H2O, OH, Fe2O3, etc.
En un contexto petrogenético, el concepto fugacidad de oxigeno es necesario para
expresar cualitativamente el potencial de oxidación de un sistema. Experimentalmente
se ha encontrado que grupo específicos de minerales, por ejemplo fayalita-magnetita-
cuarzo, permiten controlar las condiciones experimentales de oxidación en
sintonización de otros minerales de alta temperatura
Se realizan curvas de equilibrio de un reducido número de grupos minerales utilizando
diagramas de temperatura contra el logaritmo de fugacidad de oxígeno.
La fugacidad de oxigeno funciona como variable experimental que permite estimar el
cambio de energía entre las porciones oxidada y reducida de cualquier grupo de
minerales en coexistencia (Frost 1991)
La fugacidad de oxigeno prevaleciente n el momento de formación de un roca no se
debe interpretar en sentido estricto de que exista una cierta cantidad de oxígeno
tratando de escapar del magma original, sino más bien se debe interpretar en el sentido
de las condiciones de equilibro durante la formación de la roca favorecen la presencia
de un cierto elemento en un estado de oxidación característico.
Por ejemplo un valor muy pequeño de la fugacidad de oxigeno sugiere que se favorece
la presencia de hierro metálico (Fe°), mientras un valor muy grande de la fugacidad e
de oxigeno favorecerá la formación de minerales como la hematita en los que el hierro
tiene un carácter férrico(Fe+3)
Fugacidad de oxígeno en intrusivos graníticos asociados a pórfidos

En intrusivos graníticos, la fugacidad de oxígeno (fO2) ejerce un control importante


sobre la mineralogía. En particular, en intrusiones asociadas pórfidos cupríferos, su
influencia sobre el transporte de metales y la formación de sulfuros magmáticos la
convierte en una variable clave al estudiar la formación de este tipo de yacimientos.

Fugacidad de oxígeno en depósitos skarn

En los skarn la fugacidad termodinámica también juega un papel importante en la


estabilidad de minerales tanto de la zona prograda como retrograda.

Se observa en la imagen un diagrama de fO2(fugacidad de oxigeno vs T° (temperatura)


a la presión P y Xco2 indicados. (meinert,1982, modificado) Que muestra rangos de
estabilidad de varios conjuntos minerales de skarn.

Fugacidad de oxígeno en depósitos epitermales

el estudio de la composición isotópica del azufre de sulfuros y sulfatos en depósitos


epitermales permite discernir diferentes fuentes de dicho elemento. En este tipo de
depósitos generalmente se ha propuesto comúnmente un origen magmático dominante
del azufre presente como sulfuros o sulfatos.
la fugacidad de oxígeno al igual que la temperatura, el pH, y la fuerza iónica de la
solución son variables importantes para la composición isotópica de azufre en sulfuros
durante la deposición mineral. En depósitos epitermales, un proceso que comúnmente
conlleva cambios en la fugacidad de oxígeno puede ser la mezcla entre fluidos reducidos
de origen o circulación profunda y aguas superficiales oxidantes. Otro mecanismo que
provoca tal cambio es la ebullición, dado que la pérdida de H2 y H2S al incorporarse
preferentemente de la solución a la fase vapor, que migra hacia la superficie, causa un
aumento en el estado de oxidación del fluido residual (Drummond y Ohmoto, 1985).
Mientras que el primer proceso ha sido documentado ampliamente, el segundo ha sido
reconocido sólo en algunos depósitos (e. g. Creede, Colorado, E.U.A.; Plumlee y Rye,
1986). Sólo con el uso de técnicas de análisis in situ mediante microsonda iónica
(McKibben y Eldridge, 1990) se ha puesto de manifiesto la presencia de fuertes
zonaciones isotópicas a escala de cristal, lo cual es atribuible a la oxidación de los fluidos
mineralizantes debida a ebullición.

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