Está en la página 1de 9

HISTÓRICO HALLAZGO

La importancia del descubrimiento de la NASA


con los siete exoplanetas
 Tres o cuatro de los exoplanetas están en órbitas templadas donde podría existir
agua líquida en la superficie y vida

Descubrimiento de los exoplanetas identificados por la NASA junto a la estrella


TRAPPIST-1 comparados con los del sistema solar (Handout / AFP)
Comparte en Facebook Comparte en Twitter
GUILLEM ANGLADA-ESCUDÉ, Astrónomo de la Universidad Queen Mary de
Londres 23/02/2017 07:56 | Actualizado a 23/02/2017 12:49
A 39 años luz de la tierra se encuentra la estrella Trappist-1, conocida en
la NASA por el nombre de catálogo 2MASS J23062928-0502285. Es decir, un astro
completamente irrelevante hasta hace muy poco. El pasado mayo, el equipo
liderado por Michaël Gillon (Universidad de Lieja, Bélgica) ya anunció que
había descubierto dos exoplanetas (quizás tres) orbitándola. Con un 9% de la
masa del Sol, Trappist-1 es una enana roja fría. Si fuera un poco más pequeña, ya no
sería una estrella sino una enana marrón, que son astros fríos que no pueden
fusionar hidrógeno como nuestro sol.
Ahora la NASA ha anunciado que Trappist-1 no tiene tres, sino siete exoplanetas,
todos ellos de tamaño similar al de la Tierra, tres o cuatro de los cuales están en
órbitas templadas donde no hace ni demasiado frío ni demasiado calor para
permitir la existencia de agua líquida en su superficie y, por lo tanto, vida tal como
la conocemos. Al ser la estrella pequeña y mucho más débil que nuestro sol,
los exoplanetas están en órbitas necesariamente muy compactas. Es más, si
pusiéramos los planetas en torno a nuestro sol, todos cabrían cómodamente dentro
de la órbita de Mercurio.
El hallazgo de la NASA supone un récord por el número de planetas y por el número
de candidatos a posibles tierras en torno a una sola estrella”
Eso supone un récord tanto por el número de planetas como también por el número
de candidatos a posibles tierras en torno a una sola estrella. Para ponerlo en
contexto, el sistema solar tiene entre dos y tres planetas potencialmente habitables
( la Tierra, Venus y/o Marte, dependiendo de a quién se pregunte). Se tiene que
añadir también que, a diferencia de otros sistemas planetarios próximos,
el descubrimiento de los exoplanetas por parte de la NASA se ha producido con el
método de tránsito, que consiste en medir la pequeña reducción de luz que viene de
la estrella cuando un planeta pasa por delante. Eso permitirá que en los próximos
años (incluso meses) podamos empezar a tener información sobre sus posibles
atmósferas.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de los exoplanetas no transitan por
delante de su estrella cuando la observamos desde la Tierra. Para un sistema como
este, la probabilidad de tránsito delante de la estrella es más bien baja, de
aproximadamente un 2%. La detección de un sistema tan cerca del Sol implica que
los sistemas planetarios similares son muy abundantes en este tipo de estrellas.
Dado que las estrellas de baja masa son las más abundantes, esto quiere decir que el
número de planetas con características similares a las de la Tierra puede ser
mayor de lo que se pensaba. Y también que, buscando un poco más, encontraremos
bastantes para ser explorados con la nueva generación de telescopios gigantes, así
como desde el espacio.

Nikole Lewis, astrónoma de Space Telescope Science Institute en Baltimore, anuncia


el descubrimiento de siete exoplanetas similares a la Tierra que orbitan alrededor
de una estrella (Jim Lo Scalzo / EFE)
Finalmente, el descubrimiento también indica que los planetas terrestres
templados parecen venir en grupos. La misión Kepler de la NASA ya indicaba esta
tendencia, pero no llegó a explorar estas estrellas tan pequeñas. Esto quiere decir
que sistemas estelares tan próximos como Próxima Centauri –donde sabemos desde
el 2016 que hay al menos un planeta– pueden estar poblados por más de un
candidato a planeta tipo Tierra.
El siguiente paso será pues la exploración remota de posibles atmósferas y,
posiblemente, la identificación de vapor de agua y de otros gases. Estas serían
condiciones necesarias para soportar climas similares al nuestro donde podremos
detectar evidencia de vida en un futuro próximo, desde hoy mucho más próximo de
lo que muchos pensaban.

Este descubrimiento de la NASA indica que los planetas terrestres templados


parecen venir en grupos”

DESCUBRIMIENTO DE EXOPLANETAS

Un telescopio de la NASA descubre un


sistema solar con siete planetas como la
Tierra
Una estrella enana y fría a 40 años luz cobija un sistema planetario que podría albergar vida
NUÑO DOMÍNGUEZ

23 FEB 2017 - 12:48 CET

Recreación del nuevo sistema extrasolar. NASA/JPL-CALTECH | EPV


Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto un nuevo sistema solar
con siete planetas del tamaño de la Tierra. Está a unos 40 años luz de nosotros,
en torno a una estrella tenue y fría de un tipo conocido como “enanas rojas”.
En la Vía Láctea, esta clase de astros son mucho más abundantes que las
estrellas como el Sol y, recientemente, se han convertido en el lugar predilecto
para buscar gemelos terrestres que podrían albergar vida, según explicaron los
investigadores y responsables de la NASA en rueda de prensa. "La cuestión
ahora no es si encontraremos un planeta como la Tierra, sino cuándo", han
asegurado.
MÁS INFORMACIÓN
 El descubrimiento de exoplanetas dispara la imaginación de Google
 ¿Puede haber vida en Trappist-1?

El nuevo sistema solar orbita en torno a Trappist-1, un astro del tamaño de


Júpiter ubicado en la constelación de Acuario. El año pasado, un equipo
internacional de astrónomos halló tres planetas orbitando en torno a este
astro, con tan solo un 8% de la masa del Sol. En un nuevo estudio publicado
hoy en la revista Nature, el mismo equipo confirma la existencia de esos tres
mundos y anuncia otros cuatro. Todos tienen un tamaño similar a la Tierra,
pero están mucho más cerca de su débil estrella, lo que les permitiría albergar

agua líquida, condición esencial para la vida. Se trata del sistema solar con más
planetas del tamaño de la Tierra y que podrían contener agua que se ha
hallado hasta la fecha, según un comunicado del Observatorio Europeo Austral
(ESO).
En febrero y marzo de 2016, los astrónomos usaron el telescopio espacial
Spitzer de la NASA para captar las minúsculas fluctuaciones en la luz del astro
que se producen cuando los planetas pasan frente a su estrella. Telescopios
terrestres en Chile, Sudáfrica, Marruecos, EE UU y la isla de La Palma, en
Canarias, dirigieron también sus lentes hacia Trappist-1 entre mayo y
septiembre. Las observaciones confirman la existencia de seis planetas,
Trappist-1 b, c, d, e, f y g, según su proximidad decreciente al astro, y sugieren
la existencia de un séptimo, h, aún no confirmado. Los seis planetas
confirmados parecen ser rocosos, como la Tierra, Marte, Venus y Mercurio,
aunque algunos podrían ser mucho menos densos. Trappist-1 y sus mundos se
parecen mucho a Júpiter y sus lunas heladas Io, Europa, Ganímedes y Calisto,
algunas también candidatas a albergar vida.

“Es un sistema planetario alucinante, no solo porque haya tantos sino porque
su tamaño es sorprendentemente similar al de la Tierra”, dice Michaël Gillon,
investigador de la Universidad de Lieja (Bélgica) y autor principal del estudio.
"La pregunta de si estamos solos en el universo se resolverá en las próximas
décadas", ha dicho Thomas Zurbuchen, investigador de la NASA, durante la rueda de
prensa. No será viajando, o al menos por ahora: para llegar allí con la
tecnología actual, necesitaríamos unos 300.000 años.
Ver imagen en Twitter
NASA ✔@NASA

The TRAPPIST-1 star & 7 Earth-sized planets orbiting it, are relatively close to us; located ~40 light-
years away: http://go.nasa.gov/2lvVN7G
13:20 - 22 feb 2017

El planeta más cercano a su sol tarda un día en completar una órbita y el más
alejado, 12. Los tres primeros están demasiado cerca de la estrella, con lo que
probablemente tienen climas demasiado abrasadores como para que el agua
no se evapore de su superficie, según los modelos climáticos usados por los
astrónomos. Es probable que h, con un tamaño más parecido al de Venus o
Marte, sea un mundo helado por su lejanía a la estrella. Los tres planetas
restantes están dentro de la llamada “zona habitable” y pueden albergar
océanos, según el ESO.

Recreación de la superficie del exoplaneta Trappist-1f. NASA

Lo más importante de este descubrimiento es que puede permitir observar por


primera vez la atmósfera de uno de estos planetas, explica Guillem Anglada-
Escudé, astrónomo barcelonés que trabaja en la Universidad Queen Mary de
Londres. Se trata de un logro científico que bien vale un Nobel y uno de los
pasos previos fundamentales en la búsqueda de vida fuera del Sistema Solar. El
año pasado, Anglada-Escudé descubrió el exoplaneta del tamaño terrestre más
cercano a la Tierra, a cuatro años luz.

Observar la atmósfera

Este mundo también orbita en torno a una enana roja, Próxima Centauri, y
puede estar cubierto por un gran océano. Aún está por ver si tiene atmósfera,
una condición casi esencial para la vida, y si esta es observable desde la Tierra.
En los planetas de Trappist-1 “es posible que el telescopio
espacial Hubble pueda analizar si hay atmósfera en alguno de estos planetas y
es bastante probable que el Telescopio Espacial James Webb, que se lanzará el
próximo año, lo pueda confirmar”, explica el astrónomo.

Su situación les permitiría albergar agua, condición


indispensable para la vida
Aunque no se pueden ver a simple vista desde la Tierra, tres de cada cuatro
estrellas en nuestra galaxia son enanas rojas, así que es posible que
descubrimientos como el de hoy se conviertan en la norma. El nombre de la
estrella responde al acrónimo de Telescopio Pequeño para Planetas en
Tránsito y Planetesimales (Trappist), un sistema de dos observatorios
robóticos de la Universidad de Lieja (Bélgica) que está rastreando las 60
estrellas enanas frías más cercanas a la Tierra en busca del tránsito de
planetas habitables. Se calcula que por cada planeta que se consigue detectar
con este método “hay entre 20 y 100 veces más planetas” que no lo hacen,
explica Ignas Snellen, de la Universidad de Leiden (Holanda), en un comentario
al artículo original que se publica en Nature.

Por eso este hallazgo debe ser un recordatorio a los terrícolas de que no hay
razones objetivas para sentirse especiales. “Encontrar siete planetas en una
muestra [de estrellas analizadas] tan pequeña sugiere que el Sistema Solar con
sus cuatro planetas rocosos puede que no sea nada fuera de lo normal”, escribe
el investigador en un comentario al artículo original en Nature. ¿Pueden estos
planetas alojar vida? Imposible saberlo por ahora, dice Snellen, pero “una cosa
es segura: en unos cuantos miles de millones de años, cuando el Sol haya
agotado su combustible y el Sistema Solar deje de existir, Trappist-1 seguirá
siendo una estrella en su infancia. Consume hidrógeno tan despacio que
seguirá viva unos 10 billones de años, 700 veces más que la edad total del
Universo y, posiblemente, es tiempo suficiente como para que la vida
evolucione”, concluye.

NÚMEROS CASI PERFECTOS


El nuevo sistema solar descubierto en Trappist-1 es extraordinariamente compacto y
ordenado. Sus planetas están en un mismo plano, como sucede en el Sistema Solar.
Además, sus órbitas siguen un ritmo periódico y el tiempo que tardan en completarlas
puede expresarse en fracciones sencillas, por ejemplo 8/5 para los planetas c y b, o 5/3
para d y c. Cada planeta influye con su gravedad en la órbita del que tiene más cercano.

Estas pequeñas distorsiones han servido para calcular la masa de los seis planetas
confirmados y apunta a que, en su origen, se formaron lejos de la estrella y después
migraron hacia ella. Esto podría significar una forma alternativa de crear planetas rocosos
que no se parece a la que conocemos en el Sistema Solar. En las lunas de Júpiter, esas
distorsiones hacen que las lunas conserven calor interno y tengan volcanismo, como Io, o
posibles océanos, como Europa. En 2013 se descubrió un sistema de seis planetas, tres de
ellos habitables, en torno a Gliese 667C, a 22 años luz de la Tierra, aunque solo dos de
ellos están confirmados al 100%. Lo que hace único al descubrimiento presentado hoy es
que al menos seis de sus planetas transitan frente a su estrella, lo que permitirá analizar
su atmósfera, si es que la tienen.

También podría gustarte