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Fabulas
Fabulas
Un día una bruja vino y asustó a todos los niños pero un niño se quedó y se escondió para
ver qué hacía la bruja, cuando el niño salió la bruja dijo abra kadabra y el niño se convirtió
en “ratón”, todos los niños gritaron “¡oh no!, qué le habrá pasado a nuestro amigo», porque
no lo vieron pues era muy chiquito.
Se les ocurrió que una buena forma de hacerlo sería pedir a sus respectivos hijos que
hablaran de los libros que habían leído aquel mismo día y eso fue lo que les pidieron.
Cuando a Foquita le tocó hablar de sus lecturas, recordaba el título y nada más, ya que
había leído tan deprisa que no se había enterado de nada.
En cambio, el hijo de sus amigos habló durante horas sobre aquel libro tan entretenido y
divertido que estaba leyendo por lo que quedó muy claro que lo había leído muy bien y que
se había enterado de todo.
Amigo tucán, ¿porque no tomas las manzanas y te las llevas a otro lugar donde puedas
disfrutar de ese dulce fruto y dejas las sobras en lugar donde no contamines los ríos? – le
pregunto la nutria –
Los agricultores también estaban disgustados por el basural que creaban los tucanes y
como ellos no aceptaron la recomendación que le hizo la nutria, vinieron un día y se llevaron
en un carretón todas las manzanas, podaron el árbol y de esta forma también protegieron
uno de los mejores frutos del planeta.
14.-El oso y el león
En cierta ocasión un oso y un león llevaban varios días sin comer un solo bocado, entonces
presos del hambre decidieron cazar entre ambos. Fruto de ello consiguieron un cervatillo,
de ahí vino 1 problema ninguno de los 2 quiso compartirlo así que se inicio una tremenda
gresca para ver quien se quedaba con el animal
Mientras discutían paso por el lugar una astuta zorra, que al verlos exhausto y cansados,
aprovecho el momento para llevarse el cervatillo.
Pasado unos segundos el león y el oso se dieron cuenta, pero era ya demasiado tarde,
ambos solo se dedicaron a ver como la astuta raposa cada vez se alejaba mas, pues
estaban muy cansados para correr tras ella y solo atinaron a decir:
- ¡Que desdicha! tanto esfuerzo y lucha para que llegue una zorra y se quede con la presa.
15.-El Perro con campanilla
Cuentan que había un perro muy pesado y maleducado, que no desaprovechaba la ocasión
para morder a toda persona que pasase cerca de él.
Apenado y para evitar males mayores, su dueño optó un día por colocarle una campanilla
al cuello, que alertase a todos de la presencia del can y lo evitasen, para no ser mordidos.
El perro no comprendió el significado y objetivo de la campanilla y fue a presumirla a la
plaza, donde la hizo sonar con ostentación.
Cerca de él había una perra que le superaba en experiencia y conocimiento y sin pensarlo
le comentó:
-¿Realmente no sé cuál es la causa de que presumas tanto? Si es por la campanilla vas
listo amigo, pues no te la han puesto por causa de tus virtudes o buenas cualidades, sino
para alertar a todos de tu maldad y malos hábitos.
Entendido esto el perro bajo la cabeza y nunca más hizo sonar su campanilla con alarde.
Comprendió que había ganado la campanilla por malo, y más que una ganancia era un
castigo que debía cumplir, para resarcir todo el daño que había hecho.
16.-El zorro y el cuervo
Cierto día un cuervo que había robado un pedazo de queso a unos pastores, se había ido
a lo alto de un árbol con intención de comérselo, pero una zorra famélica que pasaba por
el lugar al ver el suculento queso busco la manera de quitárselo al cuervo, así que empezó
a adularlo:
- "Buenas tardes señor cuervo, que hermoso y admirable se ve hoy Estoy segura que entre
las aves no hay nadie mejor que usted para ser el rey de las aves, imagino que ah de tener
una voz precioso, oh como me encantaría poder escucharlo."
El cuervo muy envanecido por el elogio de la zorro, quiso demostrar a la astuta raposa su
melodiosa voz, y empezó a cantar, pero al hacerlo soltó el queso, la zorra lo atrapo en el
acto y le dijo:
"Amigo si además de vanidad tuvieras raciocinio, otra seria el destino de este queso que
acabas de perder." y dicho esto, la raposa devoro el queso delante del cuervo.
El cuervo al ver al zorro comer su delicioso queso quedo muy avergonzado, y se fue triste
del lugar.
MORALEJA
Quien te alaba sin conocerte solo desea tu suerte.
17.-El ratón campesino y el cortesano
Un ratón campesino tenía por amigo a otro de la corte, y lo invitó a que fuese a comer a la
campiña.
Pero como sólo podía ofrecerle trigo y yerbajos, el ratón cortesano le dijo:
- ¿Sabes amigo que llevas una vida de hormiga? En cambio yo poseo bienes en
abundancia. Ven conmigo y a tu disposición los tendrás.
Partieron ambos para la corte. Mostró el ratón ciudadano a su amigo trigo y legumbres,
higos y queso, frutas y miel.
Maravillado el ratón campesino, bendecía a su amigo de todo corazón y renegaba de su
mala suerte
Dispuestos ya a darse un festín, un hombre abrió de pronto la puerta. Espantados por el
ruido los dos ratones se lanzaron temerosos a los agujeros.
Volvieron luego a buscar higos secos, pero otra persona incursionó en el lugar, y al verla,
los dos amigos se precipitaron nuevamente en una rendija para esconderse.
Entonces el ratón de los campos, olvidándose de su hambre, suspiró y dijo al ratón
cortesano:
- Adiós amigo, veo que comes hasta hartarte y que estás muy satisfecho; pero es al precio
de mil peligros y constantes temores. Yo, en cambio, soy un pobrete y vivo mordisqueando
la cebada y el trigo, pero sin congojas ni temores hacia nadie.