ESPERANDO A GODOT.

Breve introducción y texto

completo

VLADIMIRO.- ¿Cómo celebrar este encuentro?

VLADIMIRO.- ¿Te duele?

VLADIMIRO.- ¿Y si nos arrepintiéramos?

ESTRAGÓN.- ¿De haber nacido?

VLADIMIRO.- ¿Has leído la Biblia?

VLADIMIRO.- ¿Cómo es posible que, de los cuatro evangelistas, solo uno cuente los
hechos de esta forma?

ESTRAGÓN.- ¿Por qué?

ESTRAGÓN.- ¿Dónde están las hojas?

ESTRAGÓN.- ¿Y si no viene?

ESTRAGÓN.- ¿Qué hicimos ayer?

VLADIMIRO.- ¿Que qué hicimos ayer?

VLADIMIRO.- (Mirando alrededor.) ¿Te resulta familiar el lugar?

ESTRAGÓN.- ¿Estás seguro de que era esta noche?

VLADIMIRO.- ¿Qué hacemos?

ESTRAGÓN.- ¿Por qué no me dejas dormir nunca?

ESTRAGÓN.-¿Estás enfadado?

ESTRAGÓN.-¿Y si nos ahorcáramos?

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VLADIMIRO.- ¿Pero es que peso yo más que tú?

ESTRAGÓN.- Pero, exactamente, ¿qué es lo que se le ha pedido?

VLADIMIRO.- ¿No estabas allí?

ESTRAGÓN.- ¿Cuál es nuestro papel en todo esto?

ESTRAGÓN.- ¿Ya no tenemos derechos? (VLADIMIRO ríe y cesa bruscamente, como

antes. La misma operación. menos la sonrisa.)

ESTRAGÓN.- ¿Los hemos perdido?

ESTRAGÓN.- (Débilmente) ¿No estamos atados? (Pausa.) ¿Eh?

VLADIMIRO.- ¿Quieres una zanahoria?

ESTRAGÓN.- ¿No hay otra cosa?

VLADIMIRO.- ¿Está buena tu zanahoria?

VLADIMIRO.-¿Qué querías saber?

VLADIMIRO.- ¿Qué era?

ESTRAGÓN.- (Con la boca llena, distraído.) ¿No estamos atados?

POZZO.- (Tajante.) ¿Quién es Godot?

POZZO.- ¿La espera? Entonces ¿lo esperaban?

ESTRAGÓN.- ¿Qué tiene?

ESTRAGÓN.- ¿Por qué no deja el equipaje?

ESTRAGÓN.- ¿Tú crees?

VLADIMIRO.- ¿Qué se pierde con ello?

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ESTRAGÓN.- Perdón, señor, ¿quiere usted los huesos? (LUCKY mira a ESTRAGÓN
fijamente.)

OZZO.- Son ustedes duros. (A VLADIMIRO.) Si no es indiscreción, ¿qué edad tiene usted?
(Silencio.) ¿Sesenta? ¿Setenta?... (A ESTRAGÓN.) ¿Cuántos años puede tener?

ESTRAGÓN.- ¿Por qué no suelta su equipaje?

POZZO.- (A ESTRAGÓN.) ¿Está usted de acuerdo?

ESTRAGÓN.- ¿Qué pasa?

POZZO.- Perfecto. ¿Están todos? ¿Me miran todos? ¿Me escuchan todos? ¿Están todos
preparados? Ahora?

POZZO.- ¿Qué es exactamente lo que me han preguntado?

VLADIMIRO.- ¿Por qué…?

POZZO.- Ya caigo. Haberlo dicho antes. ¿Por qué no se pone cómodo? Tratemos de ver
claro. ¿No tiene derecho? Sí. Entonces, ¿es que no quiere? El razonamiento es válido. ¿Y
por qué no quiere? (Pausa.) Señores, se lo voy a decir.

VLADIMIRO.- ¿Quiere usted desprenderse de él?

POZZO.- ¿Saben ustedes quién me ha enseñado todas estas cosas tan hermosas? (Pausa.
Apuntando su dedo hacia LUCKY.) ¡El!

VLADIMIRO.- (Mirando al cielo.) ¿No llegara la noche nunca?

VLADIMIRO.- ¿Qué es un «knuk»?

ESTRAGÓN.- (A VLADIM¡RO.) ¿Quiere reemplazarlo?

POZZO.- (Tranquilo.) Señores, no sé qué me ha pasado. Les pido perdón. Olviden todo
esto. (Cada vez más dueño de sí.) No sé muy bien lo que he dicho, pero pueden estar
seguros de que no había una palabra de verdad en todo ello. (Se levanta y se golpea el

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pecho.) ¿Tengo el aspecto de un hombre a quien se hace sufrir? ¡Vamos! (Hurga en sus
bolsillos.) ¿Qué ha sido de mi pipa?

POZZO.- Pero ¿dónde está mí brezo?

POZZO.- ¿Para qué?

POZZO.- ¿Quiere que me levante?

POZZO.- ¿No está contento?

POZZO.- ¿No les conviene marcharse antes?

ESTRAGÓN.- ¿Puedo ayudarle?

POZZO.- ¿Qué les he parecido? (ESTRAGÓN y VLAD¡MIRO lo miran sin comprender.)

¿Bien? ¿Regular? ¿Pasable? ¿Mediocre? ¿Francamente mal?

POZZO.- (Desolado.) ¿Se aburre usted?

POZZO.- ¿Es esto suficiente? Sin duda. Pero yo soy generoso. Es mi temperamento. Hoy.
¡Qué le vamos a hacer! (Tira de la cuerda. LUCKY lo mira.) Porque voy a sufrir, es cierto.
(Sin levantarse, se inclina y coge el látigo.) ¿Qué prefieren ustedes? ¿Que baile, que cante,
que recite, que piense, que…?

POZZO.- jQuién! ¿Ustedes saben pensar?

VLADIMIRO.- ¿El piensa?

ESTRAGÓN.- ¿No es verdad, Didí, que sería más gracioso?

ESTRAGÓN.- ¿Nunca se niega?

ESTRAGÓN.- ¿Eso es todo?

POZZO.- ¿Está usted seguro?

ESTRAGÓN.- ¿De qué se trata?

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POZZO.- ¿Dónde estaba?

VLADIMIRO.- (A POZZO.) ¿No protesta?

VLADIMIRO.- ¿Su sombrero?

ESTRAGÓN.- ¿Qué espera?

VLADIMIRO.- Pero ¿podrá orientarse?

ESTRAGÓN.- ¿Por quién nos ha tomado?

POZZO.- ¿Quién de ustedes huele tan mal?

ESTRAGÓN.- ¿Qué hacemos ahora?

VLADIMIRO.- ¿No es verdad que han cambiado mucho?

VLADIMIRO.- ¿Probable? Sin duda. ¿Los has visto bien?

VLADIMIRO.- ¿Qué pasa?

ESTRAGÓN.- ¿Por qué vienes tan tarde? (El MUCHACHO los mira uno tras otro, sin saber
a cuál de los dos contestar.)

ESTRAGÓN.- ¿Miedo de qué? ¿De nosotros? (Pausa.) ¡Contesta!

ESTRAGÓN.- ¿Cuánto tiempo hace que estás ahí?

VLADIMIRO.- ¿Te daba miedo el látigo?

VLADIMIRO.- ¿Los gritos?

VLADIMIRO.- ¿Eres de aquí?

VLADIMIRO.- ¿No me conoces?

VLADIMIRO.- ¿No viniste ayer?

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VLADIMIRO.- ¿Es la primera vez que vienes?

VLADIMIRO.- ¿Eso es todo?

VLADIMIRO.- ¡Ah!, ¿tienes un hermano?

VLADIMIRO. ¿Y qué hace?

VLADIMIRO.- ¿No eres desgraciado? (El MUCHACHO duda.) ¿Me comprendes?

VLADIMIRO. ¿No sabes si eres desgraciado o no?

VLADIMIRO.- Como yo. (Pausa.) ¿Dónde duermes?

MUCHACHO.- ¿Qué tengo que decirle al señor Godot, señor?

ESTRAGÓN.- ¿Y cómo lo sabes?

VLADIMIRO.- ¿No has oído lo que dijo el chiquillo?

ESTRAGÓN.- ¿Cuánto tiempo hace que estamos siempre juntos?

ESTRAGÓN.- ¿Te acuerdas del día que me arrojo al río? (Rodano / Durance dependiendo
de la traducción; N. Del E.)

ACTO SEGUNDO

VLADIMIRO.- ¿Quieres que me vaya? (Pausa.) ¡Gogo! (Pausa. VLADIMIRO lo mira con
atención.) ¿Te han sacudido? (Pausa.) ¡Gogo! (ESTRAGÓN sigue callado, cabizbajo.)
¿Dónde has pasado la noche? (Silencio. VLADIMIRO avanza.)

VLADIMIRO.- ¿Te he dejado alguna vez?

VLADIMIRO.- ¿Quién te ha zurrado? Cuéntame.

ESTRAGÓN.- ¡Vaya, ya acabó otro día!

VLADIMIRO.- Me faltabas tú..., y, al mismo tiempo, estaba contento. ¿No es curioso?

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ESTRAGÓN.- (Enfadado.) ¿Contento?

ESTRAGÓN.- ¿Y ahora?

VLADIMIRO.- (Ofendido.) Entonces, ¿por qué vuelves siempre?

VLADIMIRO.- Entonces, ¿por qué te han pegado?

ESTRAGÓN.- ¿Qué tengo que decir?

ESTRAGÓN.- Estamos contentos. (Silencio.) ¿Y qué hacemos ahora que estamos

contentos?

ESTRAGÓN.- ¿Y si no viene?

ESTRAGÓN.- ¿No estaba ayer?

VLADIMIRO.- ¿Es posible que ya lo hayas olvidado?

VLADIMIRO.- ¿Qué dicen?

VLADIMIRO.- (Angustiado.) ¡Di cualquier cosa!

ESTRAGÓN.- ¿Qué hacemos ahora?

ESTRAGÓN.-¿Y si cantaras?

ESTRAGÓN.- Entonces, ¿de qué nos quejamos?

VLADIMIRO.- ¿Por qué eso ya es algo?

ESTRAGÓN.- Estupendo, hagámonos preguntas.

VLADIMIRO.- ¿Qué quieres decir con que eso ya es algo?

ESTRAGÓN.- Pues bien, ¿y si nos creyéramos dichosos?

ESTRAGÓN.- Pero ¿nos ha ocurrido alguna vez?

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VLADIMIRO.- ¿De dónde han salido todos esos cadáveres?

ESTRAGÓN.- ¿Al principio de qué?

ESTRAGÓN.- ¿El árbol?

VLADIMIRO.- ¿No te acuerdas?

VLADIMIRO.-Y, según tú, ¿dónde estábamos anoche?

ESTRAGÓN.- ¿Que qué hicimos anoche?

VLADIMIRO.-¿NO te acuerdas de ningún hecho, de ninguna circunstancia?

VLADIMIRO.- ¿EI sol? ¿La luna? ¿No recuerdas?

VLADIMIRO.- ¿No notaste nada especial?

VLADIMIRO.- ¿Dónde están tus zapatos?

VLADIMIRO.- ¿Quieres un rábano?

ESTRAGÓN.- ¿No hay otra cosa?

ESTRAGÓN.- ¿No quedan zanahorias?

ESTRAGÓN.- ¿Me ayudarás?

ESTRAGÓN.- ¿Verdad, Didi, que siempre encontramos algo que nos da la sensación de
existir?

VLADIMIRO.- ¿No te hacen daño?

VLADIMIRO.- ¿Prefieres quedarte ahí plantado, sin hacer nada?

ESTRAGÓN.- Es verdad. (VLADIMJRO reanuda sus paseos.) ¿No te puedes estar quieto?

VLADIMIRO.- ¿No quieres jugar?

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ESTRAGÓN.- ¿Qué debo hacer?

VLADIMIRO.- ¿Dónde has estado? Creí que te habías ido para siempre.

VLADIMIRO.- ¿Quiénes?

VLADIMIRO.- ¿Cuántos?

VLADIMIRO.- ¿Has ido lejos?

VLADIMIRO.-¿No estás loco?

VLADIMIRO.- ¿Y si hiciéramos gimnasia?

ESTRAGÓN.- ¿El pino? (VLADIMIRO, vacilando, hace el pino.)

ESTRAGÓN.- ¿Crees que Dios me ve?

ESTRAGÓN.- ¿No puede levantarse?

ESTRAGÓN.- ¿Qué le pasa?

VLADIMIRO.- ¿Quieres decir que está en nuestra manos?

VLADIMIRO.-¿Y que tenemos que poner precio a nuestros servicios?

VLADIMIRO.- ¿Quieres decir que está en nuestra manos?

VLADIMIRO.- «¿Qué hacemos aquí.?»,

VLADIMIRO.-¿Cuántos pueden decir lo mismo?

VLADIMIRO.- ¿Tú crees?

VLADIMIRO.-¿no anda errante ya en la continua noche de los grandes abismos? ¿Sigues

mi razonamiento?

POZZO.- ¿Dónde estoy?

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ESTRAGÓN.- ¿Me lo prometes?

ESTRAGÓN.- ¿Te quedas aquí?

POZZO.- ¿Quiénes son ustedes?

VLADIMIRO.- ¿Puedes levantarte?

POZZO.- ¿Qué ha ocurrido?

ESTRAGÓN. ¿Y si intentáramos dormir?

VLADIMIRO.-¿Y si lo llamara?

ESTRAGÓN.- ¿Y si probáramos con otros nombres?

VLADIMIRO.- ¿EI qué sería divertido?

VLADIMIRO.- ¿Y qué? (Pausa.) ¿Qué tiene de particular? (Silencio.)

ESTRAGÓN.- ¿Y sí empezáramos por levantarnos?

ESTRAGÓN.- ¿Qué es lo que quiere?

POZZO.- ¿Quiénes son ustedes?

VLADlMIRO.- ¿No nos reconoce?

ESTRAGÓN.- ¡Bandoleros! ¿Tenemos aspecto de bandoleros?

POZZO.- ¿Qué hora es?

POZZO.- ¿Es de noche? (Silencio. VLADIMIRO y ESTRAGÓN miran la puesta del sol.)

ESTRAGÓN.- ¿Y si fuera la aurora?

POZZO.- ¿Por qué no me contestan?

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VLADIMIRO.- (Tranquilizador.) Es de noche, señor; ya ha anochecido. Mi amigo trata de
hacerme dudar, y debo confesar que por un momento lo ha conseguido. Pero no en balde
he vivido este largo día, y puedo asegurarle que está dando las últimas boqueadas. (Pausa.)
Y hablando de otra cosa: ¿cómo se encuentra usted?

ESTRAGÓN.- ¿Cuánto tiempo nos queda aún de aguantarlo? (Lo sueltan un poco, y
vuelven a cogerlo al ver que va a caerse.) No somos cariátides.

POZZO.- ¿Dónde estamos?

POZZO.- ¿A qué se parece esto?

POZZO.- ¿Dónde está mi criado?

POZZO.- ¿Qué ha pasado, exactamente?

POZZO.- ¿Qué espera?

VLADIMIRO.- (A ESTRAGÓN.) ¿Qué esperas?

VLADIMIRO.- ¿Qué es lo que tiene que hacer exactamente?

POZZO.- ¿Qué pasa ahora?

VLADIMIRO.- ¿Adónde va usted tan deprisa?

VLADIMIRO.- ¿Qué hay en esa maleta?

POZZO.- ¿Qué pasa?

VLADIMIRO.- ¿No se caerá usted si lo suelto?

VLADIMIRO.- ¿Qué hacen cuando se caen en donde no hay quien pueda ayudarles?

ESTRAGÓN.- (Gestos alocados, palabras incoherentes. Por último:) ¿Por qué nunca me
dejas dormir?

VLADIMIRO.- ¿Un verdadero ciego diría que carece de la noción del tiempo?

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VLADIMIRO.- ¿Viniste ayer?

VLADIMIRO.- ¿Es la primera vez que vienes?

VLADIMIRO.- ¿Te has encontrado con alguien?

VLADIMIRO.- ¿Qué hace el señor Godot? (Pausa.) ¿Oyes?

VLADIMIRO.- ¿Cómo está tu hermano?

MUCHACHO.- ¿Qué debo decirle al señor Godot, señor?

ESTRAGÓN.- ¿Hace mucho tiempo que me he dormido?

ESTRAGÓN.- ¿Adónde iremos?

ESTRAGÓN.- ¿Por qué?

ESTRAGÓN.- ¿Para qué?

ESTRAGÓN.- ¿Y si lo dejáramos plantado? (Pausa.) ¿Si lo dejáramos plantado?

ESTRAGÓN. ¿Y si nos separásemos? Quizá nos fuera mejor.

ESTRAGÓN.- ¿Y si viene?

ESTRAGÓN.- Entonces, ¿nos vamos?

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