Está en la página 1de 11

Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)

También conocido como ADD (por las siglas en inglés) el Trastorno por Déficit
de Atención e Hiperactividad (TDAH), es un trastorno de inicio en la infancia
que puede persistir en la edad adulta.

Operacionalmente el déficit de atención es la ausencia, carencia o insuficiencia


de las actividades de orientación, selección y mantenimiento de la atención, así
como la deficiencia del control y de su participación con otros procesos
psicológicos, con sus consecuencias específicas.
El trastorno por déficit de atención es un tipo de trastorno neurobiológico, que
implica la manifestación en diversos rangos la triada de síntomas
característicos: inatención, impulsividad e hiperactividad. . Los dos últimos
pueden faltar o uno de ellos, pero la deficiencia de la atención siempre está
presente. Para confirmar este diagnóstico, es necesario que los síntomas que
se mencionan estén presentes en un individuo sin deterioro intelectual y que
algunos de ellos hayan comenzado antes de los siete (7) años de edad (a
veces, algunos síntomas aparecen en edad muy temprana).

Pero además implica otras muchas características y dificultades menos


conocidas, pero no por ello menos importantes como: dificultades en el
aprendizaje, problemas para relacionarse por un escaso desarrollo de
habilidades sociales, reactividad emocional, rigidez de pensamiento, etc.
Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV):
«Habitualmente, los síntomas empeoran en las situaciones que exigen una
atención o un esfuerzo mental sostenidos o que carecen de atractivo o
novedad intrínsecos (p. ej., escuchar al maestro en clase, hacer los deberes,
escuchar o leer textos largos que no son de sus gustos, o trabajar en tareas
monótonas o repetitivas).

Causas

No existe un factor único para que un niño presente este trastorno de


comportamiento, hasta hoy las causas son atribuibles a diversos motivos y van
desde inmadurez neurológica y desequilibrios químicos en el sistema nervioso
central, hasta asfixia en el alumbramiento, partos prematuros o causas
hereditarias. Pero igual de importantes son los factores ambientales, como una
dinámica familiar alterada.

Una de las posibles causas más aceptadas sería la presencia de un desorden


fisiológico a nivel de unos neurotransmisores llamados Catecolaminas, todo
esto a nivel del sistema nervioso central.

Las deficiencias en las funciones ejecutivas, asociadas al TDAH, son causadas


principalmente por un “desequilibrio químico” en el cerebro.

. Las disfunciones del TDAH no se originan por el exceso o falta de un químico


específico dentro o fuera del cerebro. El problema principal está relacionado
con la producción, liberación y posterior recarga de químicos durante la
sinapsis, esos billones de intercepciones infinitesimales entre algunos sistemas
de neuronas que controlan actividades importantes dentro del sistema del
cerebro. El cerebro es esencialmente un gigantesco sistema eléctrico que
posee múltiples subsistemas que necesitan comunicarse unos con otros
constantemente para poder desempeñar cualquier tarea. El sistema opera con
impulsos bajos de tensión eléctrica que transmiten los mensajes desde una
neurona muy pequeña a otra en fracciones de segundos. Sin embargo, estas
neuronas no se encuentran físicamente conectadas; existen vacíos entre cada
uno de los puntos de conexión. Para trasladar un mensaje de una neurona a
otra, el mensaje eléctrico necesita saltar al vacío que las separa. El arribo de
los impulsos eléctricos causa pequeñísimos “micropuntos” de un químico
neurotransmisor que será liberado. Esto funciona como una bujía para
transmitir el mensaje pasando el vacío y llegar finalmente al circuito. Las
personas que sufren de TDAH tienden a no liberar la suficiente cantidad de
estos químicos esenciales, o los liberan y recargan muy rápidamente, al punto
de que lo hacen antes de que se origine la conexión adecuada. Los
medicamentos utilizados para el tratamiento del TDAH contribuyen a mejorar
este proceso.

Este tipo de trastorno desconocido para la mayoría en el pasado, hoy afecta


aproximadamente a un 30% de los niños en edad escolar, este alto porcentaje
que va en constante aumento, puede ser un indicativo evidente que existe un
factor común que está generando este trastorno y para ello es bueno mirar el
tipo de vida que están llevando nuestros hijos, es decir cuántas horas pasan
frente al televisor, cuánto tiempo comparten la atención de los padres, cuánto
tiempo juegan al aire libre, si su alimentación es de óptima calidad, etc.

Fenotipo

Neuroquímica y neuroanatomía: El cerebro de los individuos afectados muestra


una actividad atípica, lo cual se ha demostrado utilizando técnicas de
neuroimagen como tomografía PET y resonancia magnética (estructural y
funcional). Se observa un déficit en la acción reguladora (inhibitoria) de ciertos
neurotransmisores (dopamina y norepinefrina), a nivel de la corteza prefrontal y
estructuras inferiores (cuerpo estriado). El neurotransmisor serotonina también
estaría implicado; sobre todo debido a su rol en el control de los impulsos,
mediado por su acción sobre el eje mesolímbico-cortical.

Similarmente, se ha determinado que los pacientes con TDAH tiene problemas


para intercambiar los niveles de actividad entre la red neuronal por defecto y la
red neuronal orientada a tareas, no logrando disminuir la actividad de la
primera al momento de requerirlo como si lo hacen individuos sanos.

En adultos con TDAH, se encontró una disminución del 8,1 % en el


metabolismo cerebral de la glucosa en relación a los controles, sobre todo a
nivel de la corteza prefrontal y áreas premotoras.

Se han realizado estudios utilizando resonancia magnética funcional durante la


realización de pruebas que requieren un esfuerzo cognitivo del paciente. Se ha
observado que, en los sujetos normales, se activa la corteza cingulada-dorsal-
anterior; mientras que, frente a la misma exigencia, los que tienen TDAH
activan zonas secundarias fronto-estriadas.
En cuanto a los hallazgos neuroanatómicos, se han encontrado menor volumen
cerebral en áreas prefrontales y premotoras, así como también en el vermis
cerebeloso en pacientes que tienen TDAH.

Factores ambientales

Ciertos factores ambientales pueden desempeñar un papel en el desarrollo del


TDAH. El consumo de alcohol durante el embarazo puede causar trastornos
fetales del espectro alcohólico que pueden incluir TDAH o síntomas similares.
La exposición al humo del tabaco durante el embarazo puede interferir en el
desarrollo del sistema nervioso central y aumentar el riesgo de desarrollar
TDAH. No obstante, muchos niños expuestos al tabaco no presenten TDAH o
sólo tienen síntomas leves que no alcanzan el umbral para el diagnóstico. Una
combinación de una predisposición genética con la exposición al tabaco podría
explicar por qué algunos niños expuestos durante el embarazo pueden
desarrollar TDAH y otros no. Los niños expuestos al plomo (incluso a niveles
bajos) o a los bifenilos policlorados, pueden desarrollar problemas que se
asemejan al TDAH. El bajo peso al nacer, el parto prematuro y la adversidad en
edades tempranas también aumentan el riesgo, así como ciertas infecciones
durante el embarazo, el nacimiento y la primera infancia. Estas infecciones
incluyen, entre otras, diversos virus (el sarampión, la varicela, la rubéola,
enterovirus 71) e infecciones bacterianas por estreptococos. Al menos el 30%
de los niños con una lesión cerebral traumática desarrolla posteriormente
TDAH. y aproximadamente el 5% de los casos se debe a daño cerebral.

Algunas personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten no celíaca


desarrollan TDAH, que por lo general mejora al retirar el gluten de la
alimentación. Ambas enfermedades pueden no presentar síntomas digestivos.
Los síntomas neurológicos o psiquiátricos pueden ser la primera manifestación
de la presencia de una intolerancia al gluten.

Algunos niños pueden reaccionar negativamente a ciertos colorantes o


conservantes presentes en los alimentos. Es posible que ciertos colorantes
alimentarios puedan actuar como un disparador en personas con
predisposición genética, pero la evidencia es débil.

Síntomas:

Nos referiremos a las manifestaciones en los primeros momentos del desarrollo


y que preanunciarán al futuro paciente distráctil o hiperquinético de la edad
escolar.

Así en los primeros meses de la vida, los problemas pasan por la imposibilidad
de conciliar el sueño, con largas vigilias del niño y sus padres. Algunas veces
se agrega una conducta irritable, llanto y cólicos abdominales de difícil
resolución.

En los años de Guardería y Jardín de Infantes, se manifiestan frecuentes


accidentes y caídas dentro de una actividad desordenada. Las mamás los
describen como "torpes e inquietos" y la Maestra jardinera comienza a advertir
a las familias las dificultades futuras.

La Hiperactividad se agrava en el final del pre-escolar y al inicio de la Escuela


Primaria. Allí comienza la preocupación familiar porque aparece el "gran
fantasma" de las expectativas de los padres: El Fracaso Escolar.

La mayoría de los niños son traídos en esta etapa de la vida a la consulta


Pediátrica, al advertirse la dificultad que pone muy ansiosa a la familia.

En su gran mayoría son varones y es frecuente hallar entre sus progenitores o


familiares cercanos, antecedentes conductuales similares. La Hiperquinesia se
modera a medida que nos acercamos a la Adolescencia, pero la Atención lábil
persiste, de allí que siguen manifestándose los problemas en el aprendizaje, al
igual que su inmadurez emocional, que más adelante podrá transformarse en
alteraciones de la Conducta Psíquica y Social.

La Asociación de Psiquiatría Americana (1995) a través del manual diagnóstico


de trastornos mentales y del comportamiento (DSM-IV) indica que las personas
con déficit de atención o desatención se caracterizan por:

- No prestar suficiente atención a los detalles, por lo que se incurre en errores


en tareas escolares o laborales.

- Presentar dificultades en mantener la atención en tareas y actividades


lúdicas.

- Dar la impresión de no escuchar cuando se le habla directamente.

- No seguir instrucciones y no finalizar tareas y obligaciones.

- Presentar dificultades en organizar tareas y actividades.

- Evitar actividades que requieran de un esfuerzo mental sostenido.

- Extraviar objetos de importancia para tareas o actividades.

- Ser susceptibles a la distracción por estímulos irrelevantes.

- Ser descuidado en las actividades diarias.


Prevención

EL TDAH se trata de una disfunción cerebral que no se puede prevenir. No


obstante, indica que los cuidados generales de salud a lo largo del embarazo
y las campañas de prevención de consumo de alcohol y tabaco en la
gestación, así como un parto bien asistido podrían ser una fuente de
prevención, casi la única.

“De hecho, esto lo vemos con los niños adoptados, quienes tienen diez
veces más posibilidades de desarrollar este trastorno que los niños que
han nacido en nuestro país”. “Esto se puede deber a un mayor consumo de
tóxicos o también a embarazos y partos no atendidos”.

Por otro lado, la especialista indica que existe otro tipo de prevención que se
podría denominar secundaria: empezar el tratamiento lo antes posible una vez
que la patología está diagnosticada. De esta forma podrían prevenirse otras
complicaciones asociadas al TDAH.

Tipos

Pueden distinguirse tres tipos:

 El más frecuente es el tipo combinado, en el cual se dan síntomas tanto de


inatención, como de hiperactividad e impulsividad.

 En segundo lugar está un porcentaje, alrededor del 40 por ciento de niños,


que sólo presentan inatención., “No se mueven mucho, no molestan en
clase, no hablan demasiado, pero les cuesta mucho rendir académicamente o
desarrollar funciones que les corresponde a su edad y en cualquier ámbito”.

 Por último, hay un grupo con un porcentaje muy pequeño que sólo presentan
síntomas de hiperactividad. Es el tipo menos frecuente de TDAH.

Tratamiento

El tratamiento farmacológico ha demostrado desde hace décadas su


efectividad, ya que permite corregir la disfunción cerebral durante las horas que
hace efecto. Hay varios fármacos que han demostrado su eficacia y seguridad.
Algunos son del grupo de los estimulantes, como por ejemplo, metilfenidato, y
otros se llaman fármacos no estimulantes, como la atomoxetina.

Además del tratamiento farmacológico, se insiste en que es muy importante


que los padres y los profesores sepan en qué consiste el trastorno y actúen en
consecuencia. “Cuanto más conozcan sobre el TDAH, más podrán ayudar a los
niños. Por ejemplo, no es lo mismo dar una orden a cualquier niño que a uno
que tenga la patología. A ellos hay que darles las órdenes por partes,
mirándolos directamente a los ojos, asegurándose de que han comprendido.
Estas pautas mejoran muchísimo el pronóstico.

A continuación hay que explicarle al niño qué tiene y, sobre todo, si es mayor
hay que darles estrategias para mejorar la inatención. “Muchas veces llegan a
la adolescencia con una baja autoestima, con la sensación de que no son
autosuficientes porque no hacen las cosas bien. Son niños que reciben muchas
críticas a su alrededor”.

En algunos casos el TDAH se complica con otros problemas: ansiedad,


depresión, o trastornos de conducta y trastornos negativos desafiantes. En
estas situaciones es muy importante que el niño reciba psicoterapia. “Cuando
los padres sientan que no pueden con el niño, también es recomendable que
reciban un tratamiento psicoterapéutico aplicado”.

Aprendizaje:

Al no poder concentrarse en el trabajo y en diversas tareas que le imponen sus


obligaciones, esto es reflejado en sus calificaciones y conceptos de sus
maestros y profesores. No parece escuchar las indicaciones y en general, no
completan la tarea escolar. Pero también en los juegos, les es muy difícil
adaptarse a los códigos y normas de cada uno de ellos. Esto hace mostrar al
niño ante sus maestros como si fuera deficiente mental, cuando en realidad son
niños con inteligencia normal.

El déficit atencional en niños en edad pre-escolar tiende a pasar desapercibido,


ya que el niño a esta edad es normalmente activo, y las exigencias
atencionales de su entorno familiar son mínimas. Es cuando el niño ingresa a la
escuela primaria que presentará mayores dificultades producto del déficit de
atención, al tener que enfrentarse a una serie de requerimientos ya
establecidos, que al no poder cumplirlos afectará a su rendimiento escolar.

Medición pedagógica

Si bien es cierto es muy frecuente que los profesores sean los primeros que
planteen la necesidad de recurrir a una consulta clínica, es pertinente que el
profesor inicie la evaluación en el alumno de su rendimiento académico, a
través de exámenes y pruebas que midan las capacidades de matemáticas,
lectura y ortografía. Para tal fin, el profesor se vale de tareas de dictados y
copiado de frases, oraciones y párrafos, centrándose en la calidad de la
escritura y el uso adecuado de mayúsculas y minúsculas, así como en las
omisiones, adhesiones y cambios de letras. Evalúa además la comprensión de
lectura, la velocidad al leer, el uso adecuado de pausas y signos de puntuación.
Los ejercicios de composición de temas permiten evaluar la redacción
espontánea, el orden y la secuencialidad. A sí mismo el profesor hace uso de
ejercicios de aritmética acordes al nivel académico del niño.

Se sabe que para niños con déficit de atención el esfuerzo en el trabajo


cognitivo es mayor y es común que reciban una mayor presión en el dominio
cognitivo que las que reciben sus compañeros, siendo frecuente las dificultades
en las relaciones con estos, pues son vistos como retraídos, por lo que el
profesor deberá evaluar también el comportamiento general del alumno
mientras realiza actividades escolares individuales o grupales, comportamiento
que puede como no ir acompañado de actividad motora excesiva.

Las características del procesamiento y funcionamiento mental de los niños y


niñas con déficit de atención van a determinar su manera de aprender.

 Los niños y niñas con déficit de atención para aprender necesitan


instrucciones sencillas y tareas secuenciadas y dividas en partes.
 Los niños y niñas con déficit de atención suelen ser inquietos, necesitan
acción y movimiento, aprenden mejor si exploran, comprueban y están
activos.
 Los niños y niñas con déficit de atención son impulsivos, para aprenden
necesitan controlar su impulsividad. Podemos desarrollar con ellos diferentes
estrategias que les permitan controlar su impulsividad, como la técnica del
semáforo, esperar los turnos de palabra, relajación, reflexión antes de
responder, etc.
 Los niños y niñas con déficit de atención suelen presentar reactividad
emocional. Para aprender necesitan estar tranquilos y no verse sometidos a
fuertes emociones. Es fundamental procurar ambientes relajados y
tranquilos, así como trabajar la educación emocional.
 Los niños y niñas con déficit de atención tienen dificultades con sus
habilidades sociales y en ocasiones no se adaptan bien a la clase, para
aprender necesitan adaptarse. Es importante explicar a todos los
compañeros sus características y pedir tolerancia y colaboración, no tienen
que hacer nada solo tener un poco de paciencia y respetar sus diferencias.
 Los niños y niñas con déficit de atención pueden tener una baja autoestima,
para aprender necesitan saber que son capaces. Es nuestra labor
devolverles la confianza que, durante años les han arrebatado y alimentar así
su autoestima.
 Los niños y niñas con déficit de atención a veces pierden el hilo de lo que
estaban aprendiendo, a veces su concentración se dispersa. Es necesario
que tengamos paciencia y les ayudemos a recuperar la atención.
Tipos de test que pueden aplicarse

Algunos instrumentos que existen en el área pedagógica, diseñados para ser


aplicados y valorados por el profesor son los siguientes:

- Test de atención elaborado por el Instituto de Pedagogía de la Universidad de


Montreal: Se elaboró este test con la finalidad de evaluar la atención voluntaria
independiente de la capacidad intelectual, siendo la administración individual o
colectiva, y el tiempo de aplicación de 20 minutos (Vela, 1980). Esta prueba
tiene baremos internacionales, por lo que se hace necesario estandarizarla
para nuestro medio. El test de atención consta de los siguientes componentes:

 Prueba de cuadrados de Pierón.- Consta de 28 líneas con 22


cuadrados cada una, una pequeña barra que puede ocupar ocho
posiciones diferentes agregadas a la parte externa de la figura. El
trabajo del alumno consiste en contar, en cada línea el número de
cuadrados iguales a los del modelo y escribirlo al final de la misma. La
ejecución de esta tarea de forma rápida y correcta supone real
capacidad de atención, además de esto el examinado debe contar las
señales y retener el número. El tiempo de duración es de 7 minutos.
 Prueba de laberintos.- Consta de 8 rectángulos cada uno con 11
recuadros en los cuales se entrecruzan 11 líneas sinuosas, el trabajo
del alumno consiste en realizar un seguimiento visual de cada línea y
escribirle el respectivo número inicial en la extremidad derecha, el
tiempo de duración de esta subprueba es de 5 minutos.
 Test de letras.- Consta de 28 líneas de letras mayúsculas, ocupando
cada una un espacio idéntico. Debe el individuo contar, en cada línea
el número de veces que aparece la letra E precedida o seguida de otra
vocal, los obstáculos a vencer son el olvido y la fatiga, el tiempo de
duración es de 7 minutos.

- Test de Cuadrado de letras: Es una prueba de percepción y atención para


niveles culturales algo elevados, fue creada por Thurstone, y adaptada en
España por el Dr. Mariano Yela. La prueba consta de 90 cuadrados de letras,
en cada cuadrado hay 16 letras distribuidas en cuatro filas y cuatro columnas,
solo en una fila o en una columna hay una letra repetida, la tarea del alumno
será trazar con una línea la fila o columna en que se encuentre la letra
repetida. La administración puede ser individual o colectiva, abarca edades
entre los 11 y 17 años e incluso adultos, el tiempo de duración es de 10
minutos (Vela, 1980). Esta prueba tiene baremos españoles por lo que es
necesario estandarizarla para nuestro medio.

- Batería Psicopedagógica EOS-6: Con el objeto de realizar un examen


psicopedagógico completo del alumno del sexto de primaria (11 años), se
diseñó la batería psicopedagógica EOS-6 por un notable grupo de psicólogos
y pedagogos en la década del 70. Esta batería está compuesta por 10 sub
pruebas entre las que destaca la subprueba A-6 EOS de atención, elaborada
por el psicólogo Enrique Díaz y Langa el año de 1973 con un ámbito de
aplicación para niños del sexto de primaria, siendo la administración
individual o colectiva y el tiempo de duración de 12 minutos. Esta prueba
presupone una relativa resistencia a la fatiga y un grado de concentración
agudo por lo que se requiere una fuerte motivación en los alumnos. Consta
de 10 partes cada una de ellas tiene un modelo a la izquierda y a continuación
10 figuras parecidos y otras idénticas al modelo, la tarea del sujeto es
encontrar figuras idénticas al modelo original y encerrar en un círculo los
números de las respuestas correctas (Gabinete de orientación psicológica,
1993).

Síndrome residual

Conocido como Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)


cuando está presente en la infancia – adolescencia. Y Trastorno por déficit de
atención Residual (TDA Residual) cuando se observa en el adulto. Algunos de
las características incluyen:

 Dificultad para permanecer tranquilo.


 Movimiento constante de piernas / tamborileo con los dedos.
 No concluir las cosas o proyectos que inicia.
 Actuar de manera impulsiva, como si no pensara antes de hacer las cosas.
 Conducción del auto de manera temeraria.
 Dificultad para llevar la administración personal o familiar.
 Inatento (Distraído).
 Cuadros depresivos de repetición.
 Consumo de drogas.

Todo el mundo puede presentar alguno de estos síntomas en algún momento


de la vida, pero el TDAH y TDA Residual están presentes al menos durante 6
meses (habitualmente años) y causa dificultades en la escuela, el trabajo, el
hogar y/o en situaciones sociales. Suele ser de origen hereditario, por lo que
generalmente se observa en más de un miembro de la familia. Tras una
evaluación completa el tratamiento habitualmente incluye medicamentos para
el control de los síntomas, estrategias familiares y escolares que brinden
estructura, así como terapia a pacientes y familiares.

Bibliografía:
 https:/www.educapeques.com/dificuktades –de-aprendizaje/tdah/tdah-deficit-
atencion.html
 https:77teresis.blogspot.com.ar/2011/01/los-niños-con-deficit—de-atencion.html
 manual diagnóstico de trastornos mentales y del comportamiento(DSM IV)
 https://g.co/kgs/hxq4kA
 https://g.co/kgs/7mFvK5
 HTTPS://G.CO/KGS/ASFGNZ
 WWW.TDAHYTU.ES/DIAGNOSTICO-EN-TDAH/
 HTTPS://MEDLINEPLUS.GOV/SPANISH/ENCY/ARTICLE/001551

También podría gustarte