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EL PROCESO DE LUNACION

(Ciclo Sol-Luna)


Leyla Rael Rudhyar

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EL PROCESO DE LUNACION
(Ciclo Sol-Luna)

Leila Rudhyar

Tres niveles del ser

Habiendo ilustrado la cualidad repetitiva de las fases de Lunación de ciclo en ciclo,


debería ahora clarificar aquí la naturaleza de la diferencia entre los sucesivos niveles
de desarrollo a los que el ciclo de Lunación puede referirse, ya que idealmente y
arquetípicamente son distintos y definibles a niveles del ser, actividad y conciencia.

El primero de estos niveles involucra el desarrollo personal-emocional, y se refiere al


período en el que estamos condicionados por nuestra cultura y familia. Podemos
aceptar este condicionamiento más o menos pasivamente, o podemos reaccionar en
contra de él. Durante este período, nos desarrollamos como personas, primero,
como miembros de la especie humana, segundo, de una cultura particular, a pesar
que hoy en nuestra cultura también nos desarrollamos como personas particulares,
relativamente únicas en temperamento, características de personalidad, orientación
de intereses, etc. Sin embargo, hay una diferencia entre ser una 'persona particular'
y ser un 'individuo'. Ser un individuo implica tener cierto grado de conciencia
objetiva de las fuerzas condicionantes que nos moldean desde el nacimiento, y
cierto grado de autonomía con respecto a estos imperativos culturales y psicológicos
o tabúes. El proceso por el cual una 'persona particular' se convierte en 'individuo'
es el segundo nivel al cual se puede referir la Lunación sucedente, y la rebelión
contra nuestros condicionamientos culturales y familiares es la primera fase de este
proceso.

El tercer nivel presenta la pregunta, 'Bueno, soy un 'individuo' relativamente libre y


autónomo, y ahora, ¿qué?' Esto se trata de la 'resocialización' del individuo que fue
socializado compulsivamente en el primer nivel. Pero ahora, habiendo pasado a
través de un proceso de individuo nuevamente tiene que establecer una conexión
constructiva y participativa con su sociedad. Sin embargo, en teoría la participación
en este nivel no es determinada o condicionada meramente por presiones y
patrones culturales o familiares. Debería surgir espontáneamente de la posición
objetiva del individuo, y del significado que la persona ha dado a su vida a partir de
ese momento. Quizás, lo más importante es tener como fundamento la cualidad de
la visión del individuo en cuando al posible sentido de la vida.

Mientras que en teoría estos tres niveles pueden ser separados, en la práctica se
superponen. Aún más, cada fase del ciclo de Lunación progresada puede marcar un
cambio de nivel; pero suele darse en las Lunas nuevas y las llenas. Para
Krishnamurti, podría decirse que la primera mitad del ciclo de Lunación se refirió al
nivel de desarrollo personal-emocional, un período formativo, por lo menos hasta la
Luna Llena. Luego, el comienzo del proceso de individuación tomó la forma de
rebelión contra aquello que lo había marcado antes.

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Desde el punto de vista del astrólogo humanista, la carta natal es una especie de
heliografía (o una semilla modelo), una representación simbólica de las
potencialidades inherentes en el nacimiento de una persona para que ha nacido él o
ella. Durante el curso de su vida, la persona actualiza al menos alguna de estas
potencialidades mejorándolas a través de procesos naturales de crecimiento
biológico y del desarrollo psico-espiritual, mientras se encuentra con variadas
situaciones de vida y desafíos inherentes al crecimiento y a la madurez, y en general
viviendo en el mundo en un tiempo histórico particular como miembro de una cultura,
nación, clase, familia, etc.

Por un lado, el proceso a través del que las personas van madurando y
desarrollando sus potenciales como seres humanos es genérico, esto significa, que
todos pasamos a través de la misma secuencia de desarrollo: nacimiento, infancia,
niñez, adolescencia, madurez, vejez y eventualmente, muerte. Por otro lado, ya que
cada persona tiene potenciales unidos, él o ella deben también atravesar un proceso
individual de actualización.

El sentido común y la psicología elemental nos dictan que un astrólogo consciente


no encarará una consulta de un cliente de mediana edad con el mismo espíritu que
interpretaría la carta de un joven. Por eso, en teoría reconocemos el tiempo
genérico bajo el cual todos operamos en mayor o menor grado. En la consulta,
debemos tener en cuenta el hecho de que cada período de vida cronológico tiene su
propio lugar y función en el modelo completo de la vida, y que el cliente por
consiguiente tiene su propia necesidad de guía, insight y acción apropiada. También
es importante para el astrólogo considerar su propia carta para actualizarla. Por un
lado, el astrólogo necesita trabajar con (no contra el proceso del cliente y su ritmo de
desarrollo si quiere dar una guía o consejo efectivo. Por otro lado, una de las
principales tareas del astrólogo humanístico es permitir ver al cliente su vida como
un todo, como un proceso de desarrollo que se extiende desde el nacimiento a la
muerte, con un procedimiento a través de series de fases ordenadas, cada una
ocupando un lugar particular y teniendo una función con respecto al modelo total de
su vida. El astrólogo tratará de proveer este insight, así el cliente podrá entender
claramente el propósito y significado de sus fases sucesivas, y así trabajando en
consonancia a su propia carta para el desarrollo podrá descubrir y realizar el más
apropiado curso de acción.

Para llevar a cabo todo esto, el astrólogo debe responder a algunas preguntas
básicas: ¿cómo puedo percibir el ritmo inherente a la vida de mi cliente? ¿Cómo
puedo comprender el total de su patrón de vida y el significado de cada fase de él?
¿Cómo puedo dar con el movimiento de desarrollo en que se encuentra mi cliente?
Para ayudar a responder a estas preguntas, yo propongo que exploremos la técnica
astrológica de progresiones secundarias, particularmente el ciclo de Lunación
progresada (ciclo Sol-Luna)

Progresiones Secundarias

Se denominan progresiones secundarias a las que tienen lugar en el cielo cada día
después del nacimiento de una persona, que nos proporcionará un cuadro
arquetípico o simbólico de las condiciones que se desarrollan durante un año en la
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vida de esa persona. Los astrólogos suelen decir que esta equivalencia entre un
año y un día está basada en el hecho de que en astrología se usan dos marcos de
referencia básicos, el arco y el día, esto significa, la revolución de la Tierra alrededor
del Sol, y la rotación diaria de la Tierra sobre su eje. Así existe una relación especial
entre estos dos movimientos. Es una relación simbólica, ya que no hay razón lógica
para establecer una relación causal entre el día siguiente al momento del nacimiento
y el primer año de vida. Aún cuando siendo simbólico, la equivalencia de día y año
en la práctica astrológica puede ser demostrada como válida.

Sin embargo, se me ha ocurrido que la duración del período de gestación en la


especie humana, nueve meses, nos puede proveer de una pista significante al
problema de la validez de las progresiones secundarias. Si el Sol en astrología
representa el principio de vida, y cada mes del movimiento solar libera una
específica clase estacional de energía de vida, me resulta lógico pensar que la
formación completa del hombre -que es una condensación microscópica de la
fuerzas activas en el macrocosmos, o al menos en el sistema solar- debería tomar
un año completo. Como el desarrollo embrionario en el vientre toma nueve meses,
sería natural aceptar que los tres meses extras que se necesitan para completar el
ciclo solar se referirán al mismo desarrollo embrionario de un organismo psíquico.
Tres meses equivalen a noventa o noventa y dos días, y si consideramos el período
de noventa años como la extensión normal de una vida humana... entonces los
noventa días posteriores al nacimiento podrían representar el tiempo durante el que
las progresiones en términos de la vida de un ser humano, el tiempo para la
liberación de todas las formas de energía solar necesarias para el desarrollo
completo de la psiquis y capacidades mentales del hombre. Lo que ocurre en el
sistema solar durante los noventa días posteriores al nacimiento, entonces, nos
mostraría una heliografía arquetípica del crecimiento de la conciencia individual, o si
usamos el término en un sentido más amplio y más preciso, su inteligencia. La
inteligencia en el hombre es esencialmente la facultad que le permite adaptarse
conscientemente a su medio ambiente biológico, social y psíquico, de tal forma que
él pueda obtener condiciones óptimas para su crecimiento y plenitud.

Entonces, debemos considerar a las progresiones secundarias como indicaciones


de un proceso general de evolución a través del cual una persona pasa, a través del
cual su conciencia, destino y capacidad de acción se desarrollan y evolucionan.
Más que referirse a una serie de eventos, las progresiones, son un orden, un modelo
ordenado de crecimiento o actualización. No nos dicen qué pasará, pero sí como
una persona puede desarrollar y actualizar sus potencialidades. Asociando los
eventos actuales de la vida con las progresiones secundarias, e interpretando estos
eventos bajo la luz de las progresiones, podemos comprender el significado de lo
que le ha ocurrido a esa persona, el rol y la función de los eventos o fases de su vida
y su significado en su desarrollo completo.

Para poder realizar esto en forma cohesiva y clara, debemos percibir un ritmo
esencial dentro y, acorde a él, operan las progresiones secundarias y el desarrollo
individual. Por un lado, en una vida normal de un ser humano, el  por progresión
pasará a través de por lo menos dos, posiblemente tres signos del Zodíaco; en
términos de ciclos completos, por progresión. Sólo la Luna progresada hará un
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circuito completo alrededor del zodíaco o carta natal, que será completada cada 27 o
29 años, realizando dos, tres o más revoluciones en una vida. Las divisiones de una
vida producida por el cambio de signos del  progresado y el ciclo completo de la
Luna progresada son indudablemente buenos métodos para dividir la vida en
períodos o fases.

Sin embargo, ni el movimiento del Sol progresado solamente, ni el ciclo de la 


progresada sola, son la unidad más importante en las progresiones. Cuando
tomamos singularmente cada uno de estos factores nos referimos solamente a un
aspecto de un proceso esencialmente bi-polar: el  representa el poder que posibilita
la vida y el crecimiento. Más psicológicamente, representa la potencialidad de la
personalidad consciente, de referir la experiencia y la conciencia hacia un centro
individualizado. Sin embargo, el Sol no es el ser, pero sí es el poder del ser de
actualizarse a través de las funciones y actividades simbolizadas por la  y los
planetas. Desde el punto de vista de la vida en la Tierra, la Luna es la que primero
refleja y distribuye el poder del  y así permite que los organismos en la biosfera
gradualmente se asimilen y respondan al poder solar, construyen estructuras
orgánicas (instituciones sociales, formas de comportarse, modelos de conciencia,
etc.) capacidad de contener, canalizar y concretizar las potencialidades del . En
otras palabras, el  se refiere a la potencialidad de crecimiento e individualización,
pero sin las funciones de distribución, concretización y regulación representadas por
la Luna, el poder del Sol no podría ser usado y asimilado por los organismos sobre
la Tierra. La  puede actuar como un agente intermediario necesario, haciendo
posible el poder solar en la Tierra, pero ella no es la fuente de él.

Por consiguiente, la unidad más fundamental en las progresiones es el ciclo que


integra los movimientos de ambos: el Sol progresado y la Luna progresada: el ciclo
de Lunación, o más apropiadamente, el ciclo -, el período definido por dos 
nuevas sucesivas (conjunción entre el  progresado y la  progresada, o, las
sucesivas  s nuevas en los días y meses posteriores al nacimiento).

El ciclo Sol-Luna, su estructura y significación simbólica.

Un ciclo de Lunación establece un período de aproximadamente 30 días (30 años en


tiempo progresado) a través del cual la relación entre el Sol y la Luna pasa a través
de un ciclo de cambios (aspectos) y la Luna pasa por una serie de transformaciones
que nosotros observamos como las fases de la Luna. La Tierra es un factor muy
importante para considerar en relación al ciclo de Lunación porque es la posición del
observador, y el centro de su carta natal, esto simboliza la necesidad de esta
persona de un nuevo ciclo de crecimiento y desarrollo durante el cual él o ella
tendrán la oportunidad de tomar los próximos escalones de su evolución.

Así la Luna Nueva simboliza la respuesta potencial a esta necesidad. Es un


advenimiento conjunto del Sol y de la Luna en el cual un rayo potencial solar, un
nuevo impulso para el crecimiento, simbólicamente pasa del Sol a la Luna. Durante
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la primera mitad del ciclo, mientras la Luna crece y va alejándose del Sol, ella
simbólicamente manifiesta el impulso solar, permitiéndole manifestarse
concretamente en el mundo. Las formas particulares que este impulso puede tomar
son modos de comportamiento, formas de pensar o sentir, relaciones
interpersonales, cosas concretas como trabajos de arte o producciones literarias,
instituciones sociales, esfuerzos particulares como un trabajo o un proyecto, etc.

Sin embargo, el nuevo ciclo no suele comenzar con un "disparo", sino que emerge
gradualmente a través de un período de infancia, porque lo que busca desarrollar no
es un hecho actual, es sólo una potencialidad que debe ser enforzada y nutrida con
gusto a través del curso del ciclo. Más aún, el comienzo del nuevo ciclo suele ser
rodeado por los "fantasmas", los negocios inconclusos, remanentes, tóxicos, del
pasado; esto debe ser superado, neutralizado o integrado dentro del nuevo ciclo en
desarrollo si se quiere una culminación sana en la Luna Llena.

Surgimiento Expansión

La primera fase del ciclo (desde la Luna Nueva hasta el primer cuarto) consiste en
un esfuerzo por superar la presión y la inercia del pasado, y así sucesivamente, ir
descubriendo gradualmente los límites y el propósito especial del ciclo. En el punto
medio del primer cuarto de ciclo, aparece la Luna creciente, a menudo de forma
sorprendentemente simbólica: alrededor de la brillante luz puede verse delineado, la
promesa, de la Luna Llena (la plenitud) por venir. Así la Luna Creciente simboliza la
urgencia de movilizarse hacia tal plenitud; y mientras el creciente incrementa su
tamaño, el impulso del ciclo se acrecienta.

Acción

En el primer cuarto, la cuadratura, este impulso es testeado. En el tiempo de Primer


Cuarto de Luna, el ciclo necesita ser establecido en su nueva dirección. Por este
tiempo, la Luna cruza la órbita de la Tierra, moviéndose hacia afuera de ella (el lado
marciano de esto). Así el Primer Cuarto es el símbolo de argumento, de creciente
independencia y confianza en la nueva dirección que ha sido tomada.

Dane Rudhyar ha llamado a este Primer Cuarto de la  "una crisis en acción".


Tanto su cruce fuera de la órbita terrestre y su imagen (una fina y cortante guadaña
atravesando el cielo nocturno) son símbolos de resquebrajamiento, de una definitiva
separación del pasado. Si la nueva dirección en la vida ha de crecer y prosperar, las
viejas formas de comportamiento, pensamiento, sentimiento, etc., deben ser
rechazadas.

Superación

La fase convexa sigue a la crisis de acción cuales fueran las decisiones que han
sido tomadas, ahora deben vivirse. El nuevo impulso debe ser ahora definitivamente

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establecido como dirección de vida y debe ser intensamente seguido, estabilizado y


ajustado.

Plenitud

La Luna Llena (oposición Sol-Luna) representa la culminación del ciclo. La Luna ha


acarreado el impulso del  hasta tanto ha podido. Las formas particulares
construidas durante la primera mitad del ciclo han alcanzado su cúspide de
desarrollo externo. La Luna comienza ahora a regresar hacia el  llevando consigo
el fruto de su actividad constructora de formas que caracterizan el primer hemiciclo.
Lo que para bien o mal, suceso o fracaso, haya sido producido durante el curso del
ciclo será visto bajo la completa luz, de la Luna Llena; ella nos brinda iluminación,
claridad y realización objetiva.
El acto de "ver" representa el final del crecimiento puramente espontáneo
característico del primer hemiciclo, pero también señala el comienzo de otro
proceso. Por un lado, un proceso de asimilación de las experiencias de la primera
mitad del ciclo, de desarrollo de la conciencia comprendiendo la cosecha como un
fruto. Por otro lado, las formas construidas durante el primer hemiciclo han
(idealmente) satisfecho la necesidad individual para lo cual fueron producidas. Si
aquella necesidad individual fue representativa de una situación humana general o
un problema de vida, las formas construidas para satisfacerla pueden desarrollarse y
refinarse, universalizarse y aplicarlas a un mayor esquema social o cultural. Sin
embargo, si el ciclo representa un desarrollo meramente personal, las formas
construidas en el tiempo de la Luna Llena, sobreviven a su utilidad. En su
construcción, ciertos talentos y capacidades han sido activadas, y estas son las
formas construidas en el tiempo de la Luna llena, sobreviven a su utilidad. En su
construcción, ciertos talentos y capacidades han sido activadas, y estas son las que
tienen que ser desarrolladas, no las formas que meramente las evocan. Así la
segunda mitad del ciclo puede también referirse a un proceso de desintegración, y
decadencia de formas obsoletas, y este proceso marcha en contrapunto al
crecimiento de la comprensión y mientras las viejas formas decaen, ellas revelan su
profundo significado creativo.

Manifestación

La fase de diseminación sigue a la  Llena. Esta sesqui-cuadratura del Sol-Luna


puede ser vista como la sexta fase del ciclo completo y/o la primera fase del ciclo
que comienza con la Luna Llena. Como la  Creciente, la fase de diseminación
puede ocasionar una lucha, pero ahora es una lucha para comprender, dejar que se
vayan las meras formas y comenzar a ver lo que subyace. Una amplia participación
social puede comenzar en esta fase; lo que ha sido aprendido en el primer hemiciclo
ahora puede ser compartido con otros y ser útil dentro del contexto de una creciente
visión.

Reorientación

En la última  a la Luna, nuevamente se mueve dentro de la órbita de la Tierra (hacia


el lado de . Habiendo exhalado su independencia en la Primera Cuadra , la  ahora
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retorna llevando los resultados que deben ser asimilados y comprendidos. La Luna
nuevamente es un cuarto derecho y filoso, pero la crisis ahora es en el nivel de los
ideales y la ideología, de conciencia más que de acción. Lo que no armoniza con la
creciente conciencia y comprensión debe ser repudiado. La dedicación a un ideal
suele iluminar esta crisis; viejos supuestos deben ser cuestionados, quizás
trascendidos.

renuncia

La última fase del ciclo es señalada por el creciente invertido, la Luna balsámica.
Esta ocurre durante el último décimo del ciclo completo, una transición de la 'fase
semilla'; entre el ciclo que está finalizando y el próximo por comenzar. Durante esta
fase culminante, los resultados del ciclo son esencializados, concentrados, para
convertirse en el fundamento del ciclo próximo, hacia el que la conciencia
expectante, quizás auto-sacrificada, se dirige.

Explicando el Ciclo Progresado de la Lunación

Casi nadie nace exactamente en el momento de la  Nueva. Por consiguiente, la


vasta mayoría de nosotros nacimos en un ciclo de progresión. La fase en la cual
una persona ha nacido, lo sitúa en un determinado ritmo de la progresión   , el cual
teje los modelos de su carta para su propia actualización. Podemos ver y
comprender esta carta marcando todas las fases de Lunación progresada mientras
van ocurriendo en el curso de la vida de esta persona. Aplicando el significado de
las fases, el rol que ellas cumplen en el desarrollo del ciclo y las condiciones
particulares de vida o eventos y haciéndolos coincidir, podemos comenzar a
comprender qué significarán estas condiciones de vida. Cuando desarrollé la
estructura básica del ciclo de Lunación y el significado de sus fases, yo traté de
hacerlo en su más amplio y revelador sentido. Esto es porque toda clase de
sucesos pueden ser asociados con las diferentes fases. Más aún, lo que suceda en
una determinada fase de la vida de una persona juega el mismo rol en el desarrollo
de la vida de esa persona tanto como la fase lo cumple en todo el ciclo de Lunación.
Por eso, la estructura del ciclo y los significados de las fases deberán ser bien
estudiados de manera que los principios que los subyacen queden bien marcados.
Si uno comprende los principios que subyacen al desarrollo del ciclo, es suficiente,
uno podrá ver estos principios operando a través de la vida de la persona en la
forma de eventos y otros sucesos.

Los estudiantes están urgidos a estudiar seriamente este aspecto del simbolismo
astrológico calculando en las cartas de personas bien conocidas las progresiones
Sol-Luna, leyendo sus biografías o memorias, y correlacionando acontecimientos
más importantes de sus vidas con las fases de progresión. La meta del estudiante
no debe ser meramente correlacionar eventos con los datos de los cambios de fase,

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sino hacer un dibujo de la vida de esa persona como un proceso ordenado de


desarrollo y actualización.

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Parte II

Cómo interpretar y aplicar el Ciclo de Lunación Progresada

Cómo comenzar a aplicar el ciclo de Lunación progresada:


La Luna nueva anterior al nacimiento y el ritmo completo de actividad de vida
afinado con los períodos cronológicos: casi nadie ha nacido exactamente en la Luna
Nueva. Entonces, la mayoría de nosotros hemos nacido de un ciclo ya progresado,
la Luna Nueva ha ocurrido antes de nuestro nacimiento, es anterior al nacimiento.
"Cada ser humano puede decirse bebé del flujo de vida del cual la Luna Nueva
anterior a su nacimiento, fue la fuente", dice Dane Rudhyar. La Luna Nueva anterior
al nacimiento es el momento adecuado para comenzar un estudio completo de las
progresiones en la vida de una persona. El signo zodiacal en el que ha ocurrido, el
grado zodiacal y particularmente el símbolo Sabiano (Un Mandala astrológico) para
este grado: todo esto nos provee de claves significativas acerca del tono y dirección
de la vida, y particularmente, de la duración del primer ciclo de Lunación progresada.

Dependiendo de la fase del ciclo en el cual hemos nacido, durante el hemiciclo


creciente a menguante, esta Luna nueva anterior al nacimiento nos dará la clave de
nuestras vidas por un mínimo de años. Como todos los factores astrológicos que
ocurren antes del nacimiento, se refieren esencialmente al pasado, tanto si
pensamos en el pasado en términos del Karma de la entidad reencarnada o si
pensamos en términos de pre-existencia ancestral, racial o factores culturales dentro
de los que hemos nacido, confrontándonos en el nacimiento, focalizándonos en y a
través de ellos en los años formativos de nuestro desarrollo. Cuando una persona
ha nacido temprano en el ciclo de Lunación, en el hemiciclo creciente, ella o el
pasarán la adolescencia en el tiempo de la primera  Nueva progresada. Tal persona
experimentará una Luna Llena progresada, en la niñez. Esta persona al principio
tenderá a ser fuertemente influenciada por sus ancestros, tradición y familia.
Cuando ocurre la primera Luna Llena progresada, lo que es completado no es
realmente algo del desarrollo individual de la persona, aún más, es algo que no ha
comenzado durante su niñez: tendencias ancestrales, el florecimiento del pasado en
su raza o cultura. Cuando ocurre la primera Luna Nueva progresada, la
personalidad habrá sido profundamente condicionada por sus ancestros y su
tradición. La inercia de esto indudablemente será muy fuerte y no fácil de superar.
Tendrá que ser una fuerte individualidad que desarrolle la voluntad y habilidad para
emerger en un nuevo y verdadero ciclo individual, probablemente será desafiado
más focalmente a hacerlo alrededor del tiempo del Creciente o Primer Cuarto
Progresado que sigue a la primera  Nueva Progresada. Por otro lado, si una
persona nace en los finales del ciclo de Lunación (durante las fases menguantes,
luego de la  Llena, experimenta la primera  Nueva progresada temprano en la
niñez). Entonces la  Nueva anterior al nacimiento influye por un período
relativamente corto. Cuando ocurre la primera  Nueva progresada, la naciente
personalidad puede o no puede ser capaz de responder concretamente a estas
posibilidades, sin embargo, los modelos ancestrales o familiares suelen influir menos
en la vida de tal persona que en la vida de una persona con una Lunación cercana a
su nacimiento. Las personas que tienen una Lunación posterior al nacimiento
(nacidas luego de la Luna Llena), tienden a vivir más "Protegiendo el futuro" como
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regla, ya que en sus infancias han experimentado un nuevo impulso y han sido
menos influenciados por factores ejemplificadores del pasado. La urgencia por lo
nuevo puede no ser notada o exteriorizada en el tiempo de la primera  Nueva
progresada, pero usualmente se presenta más tarde, especialmente en el tiempo de
la segunda Luna Nueva progresada. Así podemos ver como la fase de Lunación en
la cual ha nacido una persona establece en su vida un ritmo definitivo. Por eso,
cuando yo detallé la estructura básica del ciclo de Lunación y los significados de sus
diferentes fases en la Parte I, traté de hacerlo lo más amplia posible. Es obvio que
uno puede esperar diferentes tipos y respuestas muy diferentes a estas
experiencias, por ejemplo, el tiempo de la  Nueva Progresada si esta Luna Nueva
sucede cuando una persona tiene cuatro o cinco años de edad, o si una persona,
tiene veintiuno. Lo mismo puede decirse en relación a cualquiera de las fases de
Lunación.
Entonces debemos esperar encontrarnos con muchas formas de eventos actuales
en la vida de las personas, asociados con las variadas fases de Lunación. No hay
eventos particulares que sucedan con o pueden ser esperados en el momento de
una fase determinada. Si el astrólogo comprende plenamente los principios
subyacentes de la estructura y desarrollo del ciclo de Lunación y sus significados, el
o ella podrán ver los mismos principios operando a través de la vida de una persona.
Ocurra lo que ocurra en la vida de una persona durante una fase determinada del
ciclo, esto juega el mismo rol en el desarrollo de esa vida tanto como la fase lo hace
en el ciclo.

Así, cuando aplicamos el ciclo progresado a la vida y a los eventos, estamos


tratando con puntos de cambio y fases de la vida más que con datos específicos con
los que "algo" más o menos específico es supuesto o esperado. El día exacto que
sucede un aspecto entre el Sol y la Luna progresada puede ser significante, el
aspecto en sí mismo podría ser pensado como una estación, como un escalón que
marca el comienzo de un período que tiene una cualidad particular y un propósito en
el contexto de la vida. De esta manera, usamos el ciclo progresado como una
estructura, como el campo sobre el que podemos ver, a interpretar el cambio
constante, de las formas o eventos de la vida y sus condiciones.

Luna Nueva Progresada


Surgimiento

La edad en la que ocurre la  Nueva Progresada es muy importante. También es


importante si esta Luna Nueva es la primera, segunda o tercera experimentada
durante la vida. No debemos olvidar que cada ciclo progresado que se inicia, debe
superar la inercia del anterior y debe asimilar sus restos negativos. La  Nueva
Progresada siempre es un tiempo particularmente subjetivo y/o confuso para la
persona. Esto es porque la persona no está todavía en posición de entender
exactamente lo que está sucediendo, qué implica y cuál es su propósito. Estas
cosas no se tornan claras hasta el tiempo de la fase creciente, alrededor de 3 3/4
años después de la  Nueva, o si la  Nueva es experimentada en la niñez, no antes
del Primer Cuarto. Un suceso relevante o un cambio en las condiciones de vida
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puede o no puede ser aparente en el momento de la  Nueva Progresada. Sin


embargo, en retrospectiva, una persona suele poder identificar un giro importante en
su vida que ha comenzado alrededor de ese momento. Esto es un tiempo de
reorientación interior.

Lo que ocurre en ese momento, puede ser interpretado como un intento de preparar
un escenario para importantes acontecimientos que se tornarán aparentes en el
futuro. Tanto si el estímulo es obviamente externo o interno, la repuesta de la
persona a esto suele ser bastante espontánea, instintiva o aún compulsiva; un nuevo
poder está operando, y necesita operar, en su vida. A menos que sus modelos de
respuesta hayan sido profundamente condicionados o pervertidos, el ser responde
libremente a esta nueva necesidad. La cualidad clave a cultivar durante este
período de la vida es la "apertura".

El signo en el que la  Nueva sucede siendo el mismo de nacimiento o el siguiente,


el símbolo Sabiano para el grado, o si toca planetas o ángulos en la carta natal.
Todo esto nos provee de claves importantes sobre la naturaleza y significado de los
30 años que comienzan.
Es interesante notar que en la vida del pintor Pablo Picasso, sus dos más
importantes trabajos fueron pintados en los momentos de las dos  Nuevas
progresadas. El experimentó Les Demoiselles d'Avignon (1907) marcando el
nacimiento del cubismo en pintura, y esto sucedió al período extremadamente
introvertido de Picasso "el período azul", que coincide con la fase balsámica
terminando el ciclo previo Guernica (1956).

Creciente

(creciente)
expansión

Durante esta fase, los eventos de la vida tienden a comenzar a marcar claramente la
dirección general del ciclo que ha comenzado en la Luna Nueva Progresada.
Cuando la persona emerge de la subjetividad que rodea el tiempo de la Luna Nueva,
puede encontrarse con un shock ya que es forzado a tratar con el "mundo real",
quizás porque se resiste al establecimiento de una nueva dirección en la vida. En la
semi-cuadratura entre el Sol Progresado y la Luna Progresada, la confrontación
entre las fuerzas representantes del pasado personal y su tentativo futuro puede ser
bastante aguda. Lo que pasa en este período, puede ser interpretado como un
intento de forjar tal confrontación de manera que los "fantasmas" del pasado ciclo
puedan ser "exorcizados" y la nueva dirección de la vida pueda ser tomada plena y
libremente en el tiempo de la primera cuadratura. Durante la última parte de esta
fase, alrededor del tiempo del sextil entre el  Progresado y la  Progresada, la nueva
dirección debería estabilizarse, y, a veces, mágicamente, se presentan
oportunidades de desarrollo en la nueva dirección, para dar forma a lo que implica
este ciclo. El desafío de este período es reconocer estas oportunidades como lo que
son y con coraje, a pesar de la "resistencia del pasado" de tomar forma en ellas.

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En la vida de Krishnamurti, el Creciente Progresado (primavera de 1910) enfocó y


estableció una forma concreta a lo que había comenzado en el tiempo de la  Nueva
Progresada. Durante la Luna Nueva, antes de su decimotercer cumpleaños,
Krishnamurti fue llevado por su padre recientemente viudo a Adyar, India, a la
Sociedad Teosófica donde su padre había aceptado un trabajo. Un poco antes de
que su familia llegara a Adyar, Krishnamurti fue "descubierto" por Annie Besant, en
ese momento presidenta de la Sociedad Teosófica y por el Reverendo Leadbeater,
un clarividente y ocultista que trabajaba con Annie Besant. Ellos creían que
Krishnamurti era un vehículo de la manifestación de Lord Maitreya, y ellos
entrenaron en el rol que creían debía tomar: el Maestro que debía inaugurar y
dispensar la revelación del advenimiento de la Nueva Era. En este tiempo ni
Krishnamurti, ni su padre, ni la Sra. Besant ni el Reverendo, podían prever los
eventos que se desarrollarían y que culminaron de manera sorprendente. La fase
creciente le dio a la joven vida de Krishnamurti una creciente estabilidad.

En enero de 1910, coincidiendo con el comienzo de la fase creciente, el recibió su


primera iniciación, un evento que ocurría en niveles internos, y del cual Krishnamurti
produjo su primer libro, hoy un clásico teosófico, "A los Pies del Maestro". En ese
tiempo también el asumió su rol como Maestro en el Mundo, primero llamado la
orden del Sol naciente, luego cambiado por la Orden de la Estrella del Este, formado
por la Sra. Besant. De manera creciente, Krishnamurti y su hermano Nitya fueron
tomados en manos de la Sra. Besant y el Rev. Leadbeater y enseñados a vivir de
acuerdo a las costumbres occidentales.

Primer Cuarto

( creciente)
Acción

Este es el momento del ciclo en el cual la nueva dirección debe ser definitivamente
establecida de hecho en la vida. Como compromiso, y como capacidad de
crecimiento y acción autónoma, el pasado debe ser completamente repudiado para
abrir camino al establecimiento de una nueva forma de vida. Cuando se va
acercando y tomando forma la cuadratura, entre la Luna y el Sol Progresado, el
período de vida suele experimentarse de una manera que puede ser bien descripta
con una metáfora: uno está manejando un coche a toda velocidad, atravesando una
curva peligrosa; el impulso del coche lo arroja automáticamente a la curva, pero a
mitad de camino el conductor debe tomar el control y deliberadamente conducirlo
por el resto del camino. El impulso de los eventos asimismo suele inclinar a la
persona hacia un punto de cambio definitivo o una crisis en este tiempo, durante el
cual tendrá la oportunidad o estará forzado a tomar compromisos o decisiones
importantes. Las palabras claves aquí son coraje y confianza. Cuando se aproxima
el trígono  , uno es desafiado y de alguna manera le es dada la oportunidad de
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integrar la nueva dirección dentro de una completa y explorable forma de vida. Al


tiempo de la Primera Cuadratura, Krishnamurti y su hermano Nitya estaban en
Europa, enviados por la Sra. Besant a educarse en colegios occidentales. La
exposición al estilo de vida europeo debe haber sido bastante liberadora a la vez
que confusa para el joven hindú. Tratando lo mejor que pudo, Krishnamurti, no tuvo
mucho éxito en sus estudios occidentales, pero Nitya lo aventajó considerablemente.
Durante el mismo período, el futuro de los niños fue decidido en las cortes de India,
en una agria lucha por su custodia, entre la Sra. Besant y el padre de los niños. Un
escándalo que involucraba al Rev. Leadbeater había llevado al padre a tratar de
recuperar el control de las vidas y la educación de sus hijos. Su intento fue
infructuoso, y el padre, un rígido y ortodoxo brahman, repudió a sus hijos, para todos
los propósitos prácticos, expulsándolos de la tradición ancestral, la familia y las
raíces indias.

Gibosa

( creciente)
Superación

La fase gibosa testea el compromiso tomado o la dirección de vida establecida


durante el primer cuarto. Suele ser un período de actividad intensa y productiva,
pero el elemento de lucha, que persevera en la propia elección o aparente modo de
vida, puede ser bastante fuerte. Uno debe vivir con las decisiones que uno ha
tomado (o que han sido tomadas por uno), y ajustarse a las realidades de todos los
días en armonía con el nuevo ciclo. Flexibilidad y perseverancia son las cualidades
para cultivar en este período.

Para Krishnamurti, estos fueron años bastante intensos, el pasó los años de la
guerra (1ra. Guerra Mundial) en países neutrales de Europa, ajustándose a las
realidades de la vida como la figura principal de la Orden de la Estrella del Este,
preparándose para su rol futuro.

 Llena

( oposición)
Realización

Este es el tiempo del "cambio de marcha" del ciclo. La semilla simbólica plantada,
en el tiempo de la Luna Nueva Progresada ahora florece. Esto puede significar una
profunda realización y el comienzo de un nuevo proceso de crecimiento de la
conciencia, o si los desafíos del primer hemiciclo no fueron enfrentados, este tiempo
puede revelar el fracaso relativo del ciclo, produciendo un profundo disturbio. Lo que
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sucede en este tiempo, sirve para ayudarnos a ser claros y objetivos acerca de lo
que ha ocurrido durante la primera mitad del ciclo, nos fuerza a enfrentar
conscientemente los principios básicos de nuestras vidas. Desapego, visión clara y
un sentido de aceptación subrayan el comienzo de una búsqueda de significado que
deberá ser cultivada durante este período. En 1922, el tiempo de la Luna Llena
progresada de Krishnamurti, el sobrellevaba una experiencia espiritual que
continuará por años y que cambiaría su vida.

No es inusual que el tiempo de la Luna Llena Progresada coincida con un período de


aparente derrota. La primera ópera de Wagner, que no tuvo éxito, fue producida en
este período de su vida. Luego el prosiguió creando y finalmente cambió el curso de
la música, del teatro y de la ópera de occidente. El hecho de la derrota no es lo
principal; lo que más interesa es el significado que les damos a nuestros aparentes
fracasos.

Fase de Divulgación

( menguante)
Demostración

La unión con otros para generalizar la propia experiencia suele ser un asunto
importante de este período. El deseo de demostrar las propias capacidades recién
descubiertas, de enfocar los esfuerzos propios en función de un marco social de
referencias, pueden ser importantes pasos en el comienzo de la comprensión y
asimilación de aquello que ha sido revelado por la simbólica luz de la Luna Llena
Progresada. Si uno es sorprendido o frustrado por lo que ha visto, un período de
reformación o aún de actividad revolucionaria puede seguir. El trígono Sol-Luna
ocurre en este período, y provee el desafío y la oportunidad de comenzar a integrar
lo que ha sucedido en el primer hemiciclo y lo que ha sido "visto" en la Luna Llena,
dentro de una productiva filosofía de vida. Cuando se aproxime el último cuarto,
cuadratura entre el Sol Progresado y la Luna, una lucha ideológica puede emerger e
intensificarse. El ciclo completo debe ser integrado en comprensión y el proceso de
reconciliación de filosofías opuestas comienza.

Para Krsishnamurti, la muerte de su amado hermano Nitya trajo a la superficie una


intensa lucha ideológica. La única persona a quién el había amado por sobre otros
había muerto, y el, el supuesto Mesías, no sólo no era capaz de impedir la tragedia,
que también había sido predicha por otros en los que el creía. El estaba convencido
que esto no podría suceder, a pesar de que Nitya había estado gravemente enfermo
por algún tiempo.

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Cuarto Menguante

( menguante)
Reorientación

Mientras que la Luna Nueva Progresada puede ser asociada con la implantación de
la semilla de la que se desarrollará el nuevo ciclo, y la Luna Llena Progresada con la
flor simbólica, el último cuarto se refiere en la misma analogía, a la fruta, a la
cosecha del ciclo. En términos humanos, la cosecha del ciclo es la cosecha del
significado, de la comprensión. Mientras que la primera cuadratura busca establecer
formas a través de las cuales el ciclo pueda ser encarnado y culminado, la última
cuadratura busca destruir lo que hasta ahora había cumplido su propósito y se volvió
obsoleto. Lo que no armoniza con la creciente conciencia y comprensión debe ser
repudiado, este es el tiempo de dejar ir. El desafío es saber qué dejar que se vaya.
El sextil Sol-Luna progresado da a la conciencia y a la filosofía de vida una
oportunidad para establecerse como ideales y fundamentar el próximo ciclo nuevo.
Para Krishnamurti, el último cuarto lo enfrentó cara a cara con la decisión más difícil
que había hecho en su vida. Desde la muerte de su hermano, su fe en la Sra.
Besant, sus planes y visiones habían empezado a ser cuestionados. Durante la fase
de divulgación, el había tratado de reformar las prácticas y política de la Orden, para
hacerlas más realistas y menos basadas en el estímulo glamoroso. Justo cuando
comenzó la fase del último cuarto, de repente el disolvió la Orden y se removió de la
posición de Maestro Mundial, Mesías de la Nueva Era. Esta decisión sorprendió a
todos los afiliados de la Orden.

Fase Balsámica

( menguante)
Renuncia

Esta suele ser una parte del ciclo introspectiva o de retirada. Necesita ser así,
vivirse como un período de vaciamiento, para que el nuevo ciclo pueda comenzar
más o menos nuevo. El artista no puede pintar, o puede producir obras
extremadamente subjetivas, los seguidores del gurú se dispersan, o los seguidores
del político desertan. Lo que ahora acontece no es externo, pero sucede dentro del
experimentador. Basado en la experiencia del ciclo que está concluyendo, el ser
completo comienza a anhelar un nuevo ciclo de experiencia en el cual satisfacer la
necesidad o resolver los nuevos problemas que se enfocaron internamente durante
esta fase. Lo que se presenta como respuesta potencial a la nueva necesidad en el
momento en que se acerque la  Nueva Progresada es requerida y condicionado por
la cualidad de la conciencia, la capacidad de acción, la profundidad de visión y la fe
evocada por la otrora completa asimilación del ciclo finalizante. Luego de la
disolución de la Orden de la Estrella del Este, muchos teosofistas y miembros de la
Orden, incluyendo el Rev. Leadbeater, se volvieron contra Krishnamurti, pero el sin
embargo se sentía libre. Cuando comenzó la fase balsámica, viajó a India a
despedirse de la Sra. Besant, que estaba enferma, y moriría nueve meses después.
En la  exacta entre el  progresado y la  progresada, el la vio por última vez.
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El Rev. Leadbeater murió poco tiempo después, durante el período balsámico en la


primavera de 1934. La muerte de la Sra. Besant liberó a Krishnamurti de su última
atadura con la Sociedad Teosófica. De ahí en más el haría su propio camino, la
semilla estaba libre, libre al fin, preparándose para ser implantada en un nuevo
suelo, en las enseñanzas de Krishnamurti, que florecieron durante los siguientes
ciclos.
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PARTE III

Uniendo los sucesivos ciclos de Lunación

La Fase Mandala

1.- Como ayuda técnica para el astrólogo, yo debo decir que el ciclo de Lunación
progresada, y particularmente la fase Mandala ideada por Anthony Millner, es
invalorable. Puede servir como marco de referencia dentro del cual tránsitos, otras
progresiones, arcos solares, direcciones, etc. pueden aclararse y organizarse con
sentido y visualmente. Yo siempre he remarcado que un astrólogo sólo puede
integrarse y manejarse holísticamente con su cliente con los datos que pueda ver en
forma organizada. Una representación bidimensional de la Lunaciones progresadas
puede formar el fundamento de un mapa temporal de ciclo por ciclo de la vida de
una persona, el más valioso aditamento para la carta natal. Cuando los tránsitos
mayores y otras progresiones son unidas con las variadas fases de Lunación, ellas
muestran las implicaciones de aquellas fases y son iluminadas por los significados
de las fases. Por ejemplo, un período durante el cual  transita sobre el  natal
tendría un significado particular, si este ocurriera en el tiempo de la  Nueva
Progresada o en el tiempo del Primer Cuarto progresado. Similarmente, el
significado tanto de la  Nueva Progresada, o de un Primer Cuarto se tornará más
claro sabiendo que en este momento está transitando  sobre el . Más aún, si
varias series de tránsitos de  son integrados con las fases del ciclo de Lunación, en
el que ocurren, éstos podrían ser interpretados más rápidamente en un proceso
orientado cíclicamente, especialmente si son consideradas las casas de la carta
natal en las cuales ocurren.

2.- Yo he descubierto que virtualmente nadie más que una persona tiene la
oportunidad de tener una visión de su vida como un todo. La psicología y la
psicoterapia no lo aprueban, nosotros usualmente miramos hacia atrás en la vida de
la persona sólo para descubrir causas específicas de dolencias y situaciones
presente, y lo solemos hacer de una manera crítica y sentenciosa. Para darle a una
persona una oportunidad de observar el ritmo de su propio desarrollo, las fases de la
 pueden ser una revelación para esa persona. Entonces, cuando un astrólogo
puede ayudar al cliente a transformar la mera 'suerte', 'mala suerte', 'buenos' o
'malos' tiempos en fases con un significado y propósito, el astrólogo ha realmente
'enseñado a cultivar o pescar a un hombre hambriento': más que meramente ofrecer
una 'limosna' -una respuesta corta al presente del cliente, a una situación transitoria-
el astrólogo ha compartido con su cliente una forma de observar su vida y le brinda
una posibilidad de crecimiento completamente distinta y de darle significado a la
experiencia.

Los ritmos repetitivos de las distintas fases de Lunación de ciclo en ciclo

Dado que el ciclo de fases se repite aproximadamente cada 30 años, debemos


observar, percibir y sentir, realmente una cualidad rítmica repetitiva subyaciendo los
acontecimientos de la vida. Esperar que los eventos se repitan exactamente de ciclo
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en ciclo es ignorar nuestra capacidad de crecimiento y desarrollo, niega nuestra


habilidad de cambiar el repetitivo ciclo cerrado en una espiral de crecimiento.
Aunque la Lunación sigue a la Lunación y la fase sigue a la fase, cada  Nueva
sucesiva tiene lugar aproximadamente cada 30 grados en el zodíaco, en una casa
diferente de la carta natal y en diferente relación a las posiciones de los planetas. Lo
que se repite de ciclo en ciclo son las fases de vida: oportunidades de tomar el
próximo escalón en el desarrollo, sea lo que sea en lo que estemos trabajando en
nuestras vidas en ese tiempo. La cualidad de los pasos en cualquier proceso es
esencialmente similar: simbólicamente, y quizás simplificando, 'él primer paso
tentativo' debe anteceder al 'segundo paso de esfuerzo', el cual precede al 'tercer
paso decisivo'. Los pasos se repiten constantemente, pero el territorio a través del
cual el viaje se desarrolla, por consiguiente las situaciones particulares y los
problemas a los que se enfrenta el viajero, es diferente. También, el viajero que ha
pasado a través de previos ciclos y fases ha sido transformado por ellos, lo que
encuentra tiene diferente significado.

Sin embargo, me gustaría señalar que ocasionalmente eventos similares se repiten


de ciclo en ciclo, y por esto, podemos entender la cualidad repetitiva de los ciclos de
Lunación en la vida de una persona. Por ejemplo, los dos matrimonios de Wagner
ocurrieron durante las Lunas Llenas de su vida. Los matrimonios representaron
'realización y culminación' en dos diferentes niveles: su primer matrimonio con una
mujer alemana muy convencional puede ser visto como el cumplimiento de la
tradición cultural en la que Wagner había nacido. Su segunda unión,
anticonvencional, y subsecuente matrimonio con Cosina Von Bulow, la hija de F.
Liszt, por otro lado, se refiere a una realización puramente individual. El estado y
nivel del trabajo de Wagner en los tiempos de su matrimonio también atestiguan las
diferencias básicas entre estos dos períodos de su vida.

Similarmente, en la vida de Krishnamurti, la primera fase Balsámica progresada


coincidió con la muerte de su madre (1905). La segunda fase balsámica coincidió
con la muerte de Annie Besant. A pesar de que ella puede ser vista como la
segunda o sustituta madre, su muerte, después de la disolución de la Orden creada
por él, tuvo un significado muy diferente en su vida que el de la muerte de su madre
natural. Ambos eventos, sin embargo, pueden ser vistos como la 'muerte' de una
imagen particular, y la limpieza del camino, para lo nuevo que nacería y se
actualizaría en el próximo ciclo, una cualidad característica de la fase Balsámica.
Esto fue ilustrado en una de mis clases por un estudiante, que entendió
rápidamente. El ofreció lo siguiente: consideren una montaña y un viajero escalando
hasta la cumbre. Usualmente, un camino o los pasos se curvan en espiral alrededor
de la montaña, volviendo periódicamente a la cara de la montaña que ha atravesado
antes. Pero cuando el camino retoma a la misma cara por segunda o tercera vez,
aunque se trata del mismo lado de la montaña, el viajero está cada vez un poco más
arriba y más cerca de la cumbre.

Juan, otro estudiante, trató de aplicar esto a su propia vida y a sus progresiones
diciendo, yo experimenté el primer cuarto progresado en mi vida entre los cuatro y
siete años. En el segundo ciclo, el primer cuarto ocurrió cuando yo tenía alrededor
de 33 años, en el proceso de renuncia a mi empleo y divorciándome de mi esposa.
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Debería haber una correspondencia entre estos dos períodos de mi vida, pero
continuó Juan ¿qué puede haber de similar entre ellos? En este caso, la primera
cuadratura se refiere esencialmente a lo que que yo llamé 'tercer paso decisivo'.
Representa un tiempo de potencial surgimiento, de pararse solo, o de auto
compromiso con una nueva dirección tomada en la vida (usualmente desde la Luna
nueva progresada), el compromiso hecho a pesar de la gran inercia o la presión de
las ataduras del ciclo previo.

Juan era el único hijo de una cálida pero emocional y sobreprotectora madre y una
clase de padre autoritario, intelectual y demandante. Su experiencia del primer
cuarto progresado coincidió con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, y su padre
fue al servicio. Durante la guerra, Juan fue el hombre de la familia. En ausencia de
su padre, una sensación de autonomía e independencia, tan crucial en esa edad,
pudo por fin desarrollarse tentativamente.

En las fases finales de ese ciclo de Lunación, Juan se casó con una mujer parecida
a su madre; y su carrera en un campo altamente especializado e intelectual le
permitieron trabajar para una gran corporación, adquiriendo seguridad, alto salario y
beneficios, pero que demandaban de sus empleados alto nivel de desempeño y
conformidad contra los que Juan vagamente se rebeló, más o menos siguiendo la
moda de los años 60. Aunque en diferente edad cronológica, su vida estaba
reflejando el modelo psicológico de sus años formativos: su mujer tomará el rol de su
madre, sus empleados funcionaban esencialmente como sus padres lo habían
hecho durante su infancia. Estando moderadamente insatisfecho con su matrimonio
y carrera por algún tiempo, la fase de primer cuarto nuevamente la brindó una
oportunidad de independencia. Los jefes de Juan habían notado su insatisfacción y
su tendencia a conformarse sólo luego de una protesta verbal, y cuando la
asignación en la que estaba trabajando terminó, su compañía le presentó una nueva
asignación con alternativas que el sentía inaceptables. Bastante indignado y herido
en su orgullo intelectual, Juan tuvo la oportunidad de irse y reconociendo la
insatisfacción con su matrimonio, también se separó de su esposa.

Juan pudo así ver las similitudes estructurales entre las dos fases de su vida. Pero
yo no creo que los efectos de la polémica de clase terminen ahí. Juan estaba
entonces en el comienzo de la fase gibosa, y la necesidad de hacer ajustes no
estaba siendo sentida. Desde que se había separado de su mujer y su empleo, el
se había vuelto a casar, una llamativa y adorable mujer de antecedentes
internacionales y variados intereses bastante distinta a su primera mujer y a su
madre, y se había enrolado en un programa de graduación orientado a lo
humanístico: una dirección de la vida diferente a su primera 'orientación mecánica'.
Aunque al principio estaba entusiasmado con el programa, con la libertad de
exploración e independencia que este estudio ofrecía, luego empezó a estar
insatisfecho, sintiendo que no estaba orientado académicamente o intelectualmente
como el pretendía. El también consideró que este programa tenía una dificultad
práctica y que su graduación no le sería útil académicamente y socialmente.
Durante los siguientes meses, Juan dejó ese programa y se enroló en otro más
estructurado pero definitivamente orientado a la persona y no a la cosa como era su
antiguo trabajo. Quizás el empezó a sentir que había sobrerreaccionado en la
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búsqueda de libertad en el segundo primer Cuarto Progresado, un patrón similar que


había seguido en su temprana adolescencia, luego de la primera  . El ajuste de la
fase gibosa, Juan buscaba graduarse y comenzar una nueva fase de vida, durante la
 Llena progresada y la fase de divulgación.

Quisiera insistir en los puntos más importantes, y en los fundamentos que serán
nuestros próximos pasos de estudio. Primero, no dándole a la persona un veredicto,
pero sin embargo brindándole una manera estructurada de observar su vida, así ella
o el tendrán una visión amplia de donde se encuentran parados. La estructura de
las fases del ciclo de Lunación es básica a la experiencia humana, estemos o no
conscientes de ella, prácticamente nadie, sin la ayuda de un astrólogo, puede
entenderlo y aplicarlo constructivamente a su vida, al tiempo de la consulta
astrológica o después.

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