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GALERIA DE
POETAS
ORENSES
N°. 7
DICIEMBRE DE 1979
LIZARDO MOSCOSO MOLINA
C. T P
GALERIA
DE
POETAS
ORENSES
N°. 7
MACHALA - ECUADOR
1979
Ediciones del Núcleo de El Oro de la
Casa de la Cultura Ecuatoriana, bajo la
dirección del Dr. Colón Tinoco Pineda,
Presidente de la Casa
PRESENTACION
Versos escritos, eso se nota con sólo poner los ojos en ellos, para
dar libre curso a las vivencias espirituales, para descargar el alma transida
de riquezas, de sensibilidades profundas. No son versos para trazar la
imagen del poeta ansioso de encontrar un lugar en el santoral de la
poesía; pero de ellos surge el poeta avasallador que muchas veces fuerza
las palabras y las reglas, pero expresa bellamente un estado determinado
del alma ... Y eso es poesía.
Por ese amor inundante. Lizardo Moscoso tuvo y tiene a su lado una
compañera solidaria y única a la cual canta, y se rodeó de hijos que son
su orgullo. Para él no habrá la soledad terrible de los artos provectos.
Puede decir con Alejandro Carrión: "Cuando el invierno llegue, no estaré
solo".
¿Qué extraño puede ser, entonces, que haya cantado al amor toda
su vida, a sus cambiantes vivencias, a sus evocaciones y nostalgias? Por
eso entrega este libro a los lectores, libro que es lenitivo y peldaño.
Lenitivo para las aflixiones de la vida mecánica y materialista en esta hora
de la sociedad de consumo; peldaño para elevarnos a lo trascendental
partiendo de las cosas de todos los días, de las pequeñas felicidades y
penas (las únicas verdaderas) que los ojos obnubilados por la vorágine
que se agita en torno, no dejan ver.
Más por juego que por deseo vehemente, abrí las cartas
y cuando iban pasando de mis manos al cesto de la tierra
encontré la que me habías escrito diciéndome te……. quiero
te quiero nuevamente; pero te quiero eterna como el tiempo.
Te ruego no me encuentres
ni en el paso del tiempo
ni en tus giros azules
ni en tu vida que flota
ni en mis sueños que gritan
mi pasión por tu boca;
no quiero yo encontrarme
con quien sólo es figura
mirarme muy de cerca
no es para m í un regalo,
es sólo atormentarme
con miel que a mí me muestras
que es sólo de otra boca,
llena de incertidumbre;
por éso yo te digo
en mi ilusión postrera
que yo no quiero verte
jamás, porque me engañas.
CANCION DE AMOR
Escúchame:
Esos ojos que tienes, dime hermosa,
te los pusieron a tí desde el principio?
o los tienes así por ser dichosa,
haciéndome que caiga al precipicio.
Mírame:
Cuando siento más luz en tu silencio
mis ojos escudriñan en los tuyos
y noto que se aviva el sentimiento
y se llena mi ser como de efluvios.
Dime:
Cuando se quedan" mirándome tus ojos
tu corazón no late con más brío?
se ahuyentan por encanto mis enojos
y mi alma deja de sentir el frío.
Créeme:
Cuando tus ojos se miran con mis ojos
yo siento que se rompe allí mi ser,
queriéndote entregar yo los manojos,
de flores, por tu gracia y tu querer.
Contéstame:
De carne son los ojos que tú tienes
de brisas, ilusiones o cristal?
yo pienso reclinarme allí en tus sienes
libándote la miel como en panal.
Por qué:
Por qué tienes los ojos tan profundos,
de brisas, parten a veces hasta el pecho?
los ojos míos se sienten moribundos,
pensando en que de mí ya te has deshecho
Por éso:
Yo quiero que me des a mí tus ojos,
y quiero te los saques como espinas,
mi ser, mi amor, fallecen cual despojos
cuando penetra tu rostro en mi retina.
ESCOMBROS DEL AMOR
Y hubieron mariposas
con brillos aún de noche
que alumbraron la senda
por su orilla al pasar.
Se ha consumido todo
se ha calcinado el verso
se ha vuelto nada el soplo
de vida que hubo entonces.
MI CASTILLO DE NAIPES
PORTOVELO
El tiempo no es reloj,
es sólo sombra,
con punteros que asoman
sin raíces,.
es imagen de cosas que pasaron
sin gotas de rocío,
sin segundos.
El tiempo no es reloj,
es sólo sombra,
es recuerdo sin dicha, es sacrificio,
es negación de puntos, es soberbia
de infinito es la esfera de la dicha.
El tiempo es nada, es una cosa rara,
es hombre, es la mujer, es una niña
que buscan en redondo el sortilegio
para fundirse con la duda clara.
Ni siquiera bolsillos,
porque aquellos que hubieron,
descosiéronse entonces
y chorrearon monedas,
de dublé no de plata,
solo tuve yo el aire
de las aves en vuelo
cual caricia furtiva.
La risueña sonrisa,
de los niños sin nada,
me hice rico por éso
con la lluvia que cae
mansamente en cristales
solemnes de nostalgia,
yo nunca tuve nada
solamente la noche…….
Pintábame luciérnagas
en medio de la luna,
plomiza cual la plata,
tuve entonces la nada
perdiéndose en bolsillos
repletos de monedas
que eran sonrisas tiernas
de niños transparentes …….
De suspiros y risas
y cristales finitos
cual gotas impalpables
suaves como el rocío
y con olor a flores,
sin caricias ni besos,
yo nunca tuve nada
ni siquiera suspiros…….
El tiempo proyectóse
encima, sobre el agua
y el látigo constante
fluyó lleno de pena
dándome su tristeza
continua de mentiras
y haciéndome que fluya
mi risa encadenada………..
La tristeza engordó
los bordes del silencio
y me abrazó contenta
con amarga sonrisa;
viendo que en mis rodillas
iban pasando raudos
muchos niños tiñendo
de dolor mi garganta ....
Yo nunca tuve nada, Vacíos, llenos de nada
nada, nada, tristeza, eso sí acuñé la tristeza
muchos sueños cambiados, y cual loco de pena
con almudes de llanto me lancé atisbando,
que hiciera que estrujara a esta gran jauría
al tiempo de deseos que busca llanto amargo,
y lo pusiera entonces y encontré unos bolsillos
dentro de mis bolsillos . . . con simplemente, nada………….
Marineros tostados
por soles diferentes
que apagaron sus llamas
con el viento y la luna,
traen en sus mejillas
el rouge de los labios
que latentes dijeron
te espero aunque no vuelvas.
Marineros y Barco
llegarán no lo dudo
esta noche, mañana,
talvez la otra semana,
cargados de recuerdos
y de melancolía;
vendiendo las camisas
y hasta las zapatillas;
hipotecando todo
para escribir al fondo
del casco viejo y yerto
con rouge de unos labios
trémulos: y marchitos
palabras del amor.
ALGO SIN NOMBRE
Corazón:
cómo viertes la sangre
para escribir el verso
y siento yo la llaga
que me horada la carne.
Nostalgia:
cómo vislumbro lejos
el grito de la agonía
de mi vida en pavezas
del cuerpo que sucumbe.
Mis ojos:
cómo miran los pinos
que el tiempo los sostiene
y los mecen los vientos
desde el principio al fin.
Mis manos:
vas conformando el ramo
de flores con espinas
que me brindó el suplicio
tan solo de vivir.
Queja:
yo ya no pienso nada,
ni en la dicha del beso
ni en la carne hecha polvo
ni en el dulce morir.
Alegre Adiós:
oh postrimer lamento
oh soplo hecho suspiro
oh angustia del engaño
oh encanto de morir.
LA SONRISA Y EL HAMBRE
Noviembre 7 de 1975
De sueño cabeceo
como cometa al viento Este trajín de besos
zambullendo en el mar que me destroza el alma,
para buscar el yodo, hace que me despierte
mi cuerpo se estremece en las noches de luna
cubierto por la arena y entonces saboreo
y yo suspiro entonces cual estro sideral
por el último encuentro. y hace que te presienta
como el último encuentro.