EL FENÒMENO DE “EL NIÑO” Y DE “LA NIÑA”

El Niño, conocido también con el nombre de ENSO (El Niño- Shouthern

Oscillation) o en español ENOS (El Niño- Oscilación Sur), es un fenómeno
climático complejo vinculado con el aumento de la presión sobre el Oeste del
Pacifico tropical y disminución sobre el Este del Pacifico tropical. Esta caída de
presión es acompañada por un debilitamiento de los vientos del este.

La fuerza de Oscilación del Sur se mide por el “Índice de Oscilación Sur (SOI),
que son las diferencias de presiones atmosféricas de superficie normalizadas
entre Darwin (Australia, donde hay un observatorio, y Tahití (Polinesia
Francesa) en el Pacifico Central.

Esto lo empezó a observar Walker, cotejando las mediciones que había en ese
momento. A eso lo llamo Oscilación Sur. Observo que en algunos años, la región
de baja presión de Indonesia y Australia es reemplazada por una alta presión,
mientras que la primera se profundiza en el extremo oriental del Pacifico,
dentro de la vaguada ecuatorial. Walker denomino a este fenómeno Oscilación
Meridional”. Observó que la presencia del anticiclón ocasionaba sequias en la
región occidental, mientras que en la oriental de “El Niño”, se registraban unas
elevadas precipitaciones.

Con una periodicidad de una o dos veces cada diez años, se forma en marzo-
abril. El evento de “El Niño” se define cuando la temperatura superior del mar
en la región de El Niño 3.4 es superior, por lo menos, en 0.4º C a su valor medio
durante seis meses consecutivos o más en Darwin (Australia), mientras que un
evento de “La Niña” cuando la temperatura de la superficie del mar es inferior
por debilitamiento del nivel promedio de por lo menos seis meses consecutivos
sobre este sector.

Con lo aprendido durante el año, podría decir: El océano pacifico absorbe una
gran cantidad de radiación solar, aumentando el calor de la superficie oceánica,
y las corrientes templadas del Pacifico Oriental tropical son desplazadas por los
vientos alisios hacia el Oeste (Darwin e Indonesia). En la troposfera baja, el
viento se mueve en dirección opuesta. El resultado es un sistema de circulación
del aire (célula de Walker) Esas aguas más calientes se acumulan cerca de la
costa de Indonesia y Darwin. Es aquí donde el aire cálido se eleva y forma las
precipitaciones. Esto sucede en condiciones normales.

Esta es una de las maneras en que el movimiento de las aguas afecta al clima.
Por eso, mientras la parte ecuatorial del Pacifico Oriental (Perú y Ecuador)
mantiene un clima más frio y seco, Indonesia y Australia reciben calor y lluvias,
determinando su clima tropical.
El fenómeno del niño, hace que la célula de Walker se debilita, produciendo la
acumulación de aguas templadas sobre Ecuador y Perú, trayendo como
consecuencias abundantes precipitaciones; mientras que sobre el pacifico
occidental cercano al plano del ecuador se genera un clima seco y frio (sobre
Darwin e Indonesia).

Actualmente el efecto de Oscilacion Meridional (SO) se convina con el de “El

Niño” (EN) formando el acróstico ENSO.

El fenómeno de La Niña hace que lo vientos alisios que soplan de este a oeste
sea más intenso, dando lugar a una acumulación mucho mayor en las costas de
Indonesia; y un clima frio y seco sobre el Ecuador y Perú.

En los gráficos, cuando sucede el fenómeno de El Niño y de la Niña, los índices

similares, pero se oponen respectivamente.

Teniendo en cuenta los procesos de formación y difusión de esta oscilación, la

evolución reciente del clima hace pensar que el recalentamiento
contemporáneo, inducido por los gases del efecto invernadero, podría reforzar
el impacto de El Niño.

Además, estos fenómenos producen fuertes sequias, lluvias intensas, periodos

de calor o frio, o un alto número de incidencia en las borrascas ciclónicas.

Adopto el nombre de “El Niño”, hacia 1890 por un pescador peruano que
relataba este suceso, utilizaba el nombre de “corriente del niño” para definir
una invasión de aguas superficiales cálidas que invadía esta zona del Perú cada
pocos años, siempre en Navidad y que agotaba la pesca del sector.

El agravamiento del recalentamiento climático podría traer consigo una mayor

irregularidad en los Monzones de la India, sequias en el este de África, en
Madagascar y Australia, y al mismo tiempo perturbaciones en China, Japón,
Estados Unidos, Canadá, Brasil y Argentina.