La causa principal del fracaso financiero de una empresa es una administración
incompetente. Desde luego, los malos administradores deberían ser eliminados lo más rápido posible. Algunas veces industrias enteras (tales como la del acero, los automóviles o los aparatos electrónicos para el consumidor estadounidense) se han encontrado sujetas a desarrollos económicos desfavorables. Cuando su reorganización financiera ha ocurrido, se han encontrado varios remedios a disposición de las partes interesadas.
La primera pregunta que debe contestarse es si la empresa se encontrará en una
mejor posición muerta que viva – o si debería ser liquidada y vendida por partes o rehabilitada –. Suponiendo que se toma la decisión de que sobreviva la empresa, deberá lelvar a cabo lo que se conoce como reorganización. Los procedimientos legales siempre son costosos, especialmente en el caso de los fracasos de negocios. Por lo tanto, cuando ello es del todo posible, tanto el deudor como los acreedores se encontrarán en una mejor posición si las cosas se pueden manejar sobre una base informal en lugar de procesarse a través de las cortes. Los procedimientos informales que se han usado en la reorganización son:
Lo siguiente generalmente solo se logra con un juicio de “concurso mercantil”
1. La extensión o mayor plazo, la cual pospone la fecha de liquidación 2. la composición o quita , la cual reduce el monto adeudado.
En las reorganizaciones, la administración orientada hacia los accionistas (el
deudor) ha tenido una posición muy reforzada. La administración tiene la primera oportunidad para proponer el plan de reorganización. Se pueden usar las normas de equidad y de factibilidad para evaluar el plan de reorganización. La equidad requiere del reconocimiento de la prioridad de los derechos. En teoría, se debería seguir la prioridad absoluta, en la práctica, la posición especial de los administradores y/o de los accionistas en el proceso de negociación dará como resultado desviaciones respecto de la prioridad absoluta, aunque éstas no parezcan ser demasiado grandes en términos de porcentajes.
La prueba de factibilidad examina la capacidad de flujos futuros de efectivo para
cubrir los cargos fijos proporcionados en el+ plan de reorganización. Ciertos cambios de control administrativo pueden ser necesarios. Diversas modificaciones en las estrategias, en las políticas y en los métodos operativos también pueden ser necesarias dentro del plan. Una reorganización exitosa puede requerir de una reestructuración sustancial. Aun cuando una liquidación se trate como una solución parala insolvencia del deudor, los acreedores deberían intentar otros procedimientos que les proporcionen la mayor recuperación. La cesión de la propiedad del deudor es el procedimiento más económico y más rápido. Además, existe la flexibilidad al disponer de la propiedad y por lo tanto, de un mayor rendimiento. Las quiebras proporcionan procedimientos formales en caso de liquidación a efecto de salvaguardar la propiedad del deudor contra un fraude y para asegurar una distribución equitativa entre los acreedores. Tales procedimientos han sido afinados y mejorados bajo la ANTIGUA Ley de Quiebras y Suspensión de pagos, hoy la ley de concurso Mercantil
También es importante recordar el uso potencial del análisis discriminante
múltiple (ADM) en la predicción de las quiebras. El ADM puede usarse para evaluar los proyectos de empresas individuales. Además, el ADM puede ayudar a evaluar la equidad y factibilidad de los planes de reorganización y a juzgar las alternativas de reorganización y de liquidación. Los datos acerca de los rendimientos también contienen información predictiva.