Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Índice
Historia[editar]
Antecedentes[editar]
Las primeras tecnologías usadas en la telecomunicación usaban las señales visuales como
las almenaras o las señales de humo, o acústicas como mediante el uso
de tambores, cuernos o bramaderas.4
Así, el dramaturgo griego Esquilo (525-456 a. C.) relata en su obra Agamenón que el
personaje homónimo de la mitología comunicó a la ciudad de Argos, de la que era rey, y a su
esposa Clitemnestra, la victoria de los aqueos sobre Troya mediante una cadena de señales
de fuego que iban de un punto a otro.67 También el historiador griego Polibio (204-122 a. C.)
explica otro ejemplo de comunicaciones a larga distancia, el telégrafo hidráulico, que según
cuenta fue desarrollado por Eneas el Táctico en el siglo IV a. C..89 Consistía en dos cubas de
agua provistas de sendos grifos y, sumergida de forma vertical, una tablilla con los signos y
señales que se deseaban transmitir. El emisor alertaba al receptor con antorchas el momento
en el que ambos debían abrir y cerrar el agua, de tal forma que el nivel del agua indicaba qué
mensaje de la tablilla se deseaba transmitir.8
Sin embargo, estas primeras manifestaciones técnicas no dieron como resultado sistemas de
telecomunicación reales, sino que hasta la Edad Contemporánea no se inventaron formas
para realizar comunicaciones a distancia. Fue el correo postal, en sus diferentes
manifestaciones, el que asumió el papel de comunicar a las personas durante casi toda la
historia.10
Más reciente es el uso de los telégrafos ópticos, considerado el primer sistema de
telecomunicación moderno al permitir codificar mensajes que no habían sido prefijados con
anterioridad; hasta entonces, se transmitían mensajes sencillos, como 'peligro' o 'victoria', sin
la posibilidad de dar detalles o descripciones. Se trataba de unas estructuras provistas de
brazos móviles que, mediante cuerdas y poleas, adoptaban diferentes posiciones con las que
codificar el mensaje.11 Aunque fue Robert Hooke quien, en 1684, presentó a la Royal
Society un primer diseño detallado de un telégrafo óptico,1213 no fue hasta principios
del siglo XIX en Francia cuando se implementó de una forma eficaz. Fue durante la Revolución
francesa, cuando existían en el país una necesidad importante de poder transmitir las órdenes
de una forma eficaz y rápida,13 cuando el ingeniero Claude Chappe y sus hermanos instalaron
556 telégrafos ópticos que cubrían una distancia de casi 5000 kilómetros.11 La primera línea,
de 22 torres y 230 kilómetros, se dispuso en 1792 entre Parísy Lille,14 y en 1794, transmitió la
noticia de la victoria francesa en Condé-sur-l'Escaut:15
Condé ha vuelto a poder de la República: la rendición se ha efectuado esta mañana a las seis. nota 2
Primer mensaje del telégrafo óptico de Chappe.1617
El sistema, que resultó ser un éxito en el terreno militar, se extendió por toda Europa aunque
con las modificaciones propias de cada país, como el diseño de Murray en Gran Bretaña18 o el
de Breguet y Betancourt, así como el de Mathé, en España.19
El telégrafo hidráulico fue utilizado
por Eneas el Táctico.
Como se aprecia el telégrafo electoquímico de Sömmerring usaba la electricidad de una pila voltaica, el
instrumento alto de la derecha.20
Aunque fue en el 1729 cuando el científico Stephen Gray había descubierto formalmente que
la electricidad podía ser transmitida, los primeros experimentos técnicos no se materializaron
hasta el siglo XIX, cuando Alessandro Volta presentó a la Royal Society un instrumento capaz
de generar corriente continua, la pila voltaica —véase la historia de la electricidad—. Por
ejemplo, un experimento inicial en la telegrafía eléctrica fue el telégrafo electroquímico creado
por el científico alemán Samuel Thomas von Sömmerring en 1809,nota 3 basado en un diseño
menos robusto de 1804 del científico español Francisco Salvá Campillo.212022 Este invento
empleaba señales eléctricas que se enviaban por diversos cables metálicos, una por cada
letra. En el extremo receptor las corrientes electrolizaban el ácido de unos tubos individuales
de vidrio liberándose corrientes de burbujas de hidrógeno en el tubo correspondiente para que
fueran vistas por el operador del receptor.2022
El telégrafo[editar]
Artículos principales: Telégrafo y Telegrafía.
Telégrafo de una sola aguja de Cooke y Wheatstone. Cuando se giraba la manivela en un sentido, el
movimiento se replicaba en el receptor.
Grabado de Appletons' Cyclopædia of American Biography, p. 426. (en inglés) de 1900.
El telégrafo eléctrico, que se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX, tiene su origen en
multitud de experimentos y nuevas tecnologías, por lo que no se puede mencionar un único
inventor aunque sí algunos nombres importantes.23
Por ejemplo, el diplomático ruso Pavel Schilling construyó en 1832, en su propio
apartamento, un telégrafo electromagnético que usaba seis galvanómetros como receptores
cuyas agujas señalaban el carácter enviado.24 Otro ejemplo lo encontramos en los célebres
científicos Gauss y Weber, quienes en 1833 instalaron una línea telegráfica entre
la universidad y el observatorio astronómico de Gotinga donde ambos trabajaban.
Consiguieron comunicarse haciendo mover la aguja de un magnetómetro, con la que
coordinaban el tiempo, y llegaron a desarrollar un código de 5 bits.24
Sin embargo no fue hasta la primera patente de un telégrafo cuando este salió de los
laboratorios. Fue en 1837, cuando William Fothergill Cooke, quien se asoció con el profesor
de física Charles Wheatstone, patentó un telégrafo de cinco conductores eléctricos que
hacían mover otras cinco agujas imantadas con las que señalar una de las 20 letras que tenía
el aparato.25 En julio de ese mismo año hicieron una demostración de su invento entre las
estaciones de Euston y Camden Town,25 pero no fue hasta el 9 de julio de 1839 cuando
empezó a funcionar su invento entre la estación de Paddington, en Londres y la de West
Drayton, a 21 kilómetros de distancia.26 Esta vez, sin embargo, utilizaron una variante de su
invento que usaba solo dos agujas y utilizaba un código de pulsos eléctricos positivos y
negativos para cada carácter.26
Finalmente, tras conseguir reducir el número de agujas de su invento a una sola, Cooke y
Wheatstone fundaron la Electric Telegraph Company en 1846, precursora de la primera
empresa de telecomunicaciones —la British Telecom—, y para 1852 ya había instalados
en Inglaterra 6500 km de líneas telegráficas.27 El invento se extendió a lo largo de Europa y se
instalaron líneas en diversos países como Francia (1845), Austria-
Hungría y Bélgica (1846), Italia (1847), Suiza (1842) o Rusia (1853).28
La otra pareja clave en la historia de la telegrafía fue la formada por el pintor Samuel
Morse y Alfred Vail, ambos estadounidenses y contemporáneos a Cooke y Wheatstone.
Samuel Morse había oído hablar en 1832 sobre los electroimanes en el transcurso de un viaje,
y se le ocurrió usarlos para hacer mover un lapicero que marcase el mensaje enviado en un
papel. En 1835 fue nombrado profesor de literatura, de arte y de dibujo en la universidad de
Nueva York, por lo que pudo dedicarse a construir su primer prototipo. Sin embargo, no sería
hasta 1837 cuando junto con Alfred Vail consiguiese un prototipo totalmente operativo.29 En
1843 consiguieron 30 000 dólares estadounidenses para financiar la construcción de una línea
telegráfica entre Washington y Baltimore, la cual se inauguró el 1 de enero de 1845.30
Así se consolidó también el uso del telégrafo en Estados Unidos. En este país,
entre 1861 y 1865 tuvo lugar la Guerra de Secesión, en la que se tendieron miles de
kilómetros de líneas telegráficas y se explotaron todos los avances técnicos de la época como
la telegrafía, la aerostática, el ferrocarril o los barcos de vapor.31 Para 1866 la empresa que
había unificado el mercado —la Western Union Telegraph Company— tenía más de 2250
oficinas y 120 000 kilómetros de líneas;32 y se ofrecían servicios tanto personales como
profesionales, como el servicio de noticias de Associated Press.32
Conforme el uso del telégrafo se iba consolidando se les fueron añadiendo nuevas mejoras y
funcionalidades. Cabe destacar el modelo de telégrafo que patentó David Edward Hughes en
1855 con el que se podían transmitir hasta 45 palabras por minuto en vez de las 25 palabras
por minuto del sistema Morse.33 Se trataba de un sistema que, utilizando una rueda con las
letras del alafabeto, imprimía directamente el mensaje transmitido en un lenguaje
comprensible.33 Otro gran avance fue el que introdujo Émile Baudot en 1874, quien invento
un tipo de multiplexación por división de tiempo que permitía varias comunicaciones
simultáneas usando la misma línea; o Tomas Edison, quien había trabajado desde los quince
años como telegrafista e inventó en 1874 un sistema de comunicaciones cuádruplex con el
que enviar cuatro telegramas simultáneos por el mismo hilo.33
El telégrafo se consagró como el medio de comunicación predilecto. Si en 1865 el total de
líneas telegráficas de los miembros de la Unión Telegráfica Internacional era de 500 000
kilómetros y se enviaban unos 30 millones de mensajes, hacia 1913 había 7 millones de
kilómetros de líneas y se transmitían 500 millones de telegramas.34 Solo algunos países
de Europa, como Inglaterra o España, adoptaron mayoritariamente el sistema de Cooke y
Wheatstone, y en el resto del mundo se prefirió el sistema de Morse.35 Este fue establecido
para las líneas telegráficas internacionales en la Conferencia de París de 1865 cuando se
constituyó la Unión Telegráfica Internacional.35 Después, en 1903, este mismo organismo
recomendó en la Conferencia de Londres el uso del sistema de Hughes para las líneas de
mayor actividad y el de Baudot para los servicios con más de 500 telegramas diarios.35
El telégrafo se había consagrado como el medio de comunicación por antonomasia, e influyó
notablemente en otras tecnologías futuras hasta el punto de condicionar su denominación:
'telégrafo parlante' o 'mejoras en telegrafía' —teléfono—, o la 'telegrafía sin hilos' —
radiocomunicación—.
Véase también: Historia de la telegrafía argentina
El teléfono[editar]
Video neerlandés de 1976 que celebra los 100 años de vida del teléfono.36
En el vídeo se observa el funcionamiento del teléfono y cómo se hacía la conmutación, tanto manual
como por un sistema automático Rotary.
Uno de los inventos más exitosos del siglo XIX, que aún es muy usado en nuestros días, fue
el teléfono. Este invento hizo posible comunicarse utilizando la voz, aunque en un principio no
se apostó por su desarrollo debido al éxito y el poder que ya tenía el telégrafo. Como en
muchos otros casos, el invento y desarrollo del teléfono no se debe a una sola persona, y
fueron varios los inventores que desarrollaron tecnologías relacionadas con la telefonía. De
hecho, las primeras especulaciones sobre la posibilidad de transmitir la voz a distancia son
muy anteriores a la invención del teléfono. Por ejemplo, Robert Hooke especuló sobre la
transmisión de la voz a distancia, pero sus experimentos con cuerdas tirantes no tuvieron
mucho éxito;37 y G. Huth utilizó por primera vez la palabra ‘teléfono’ en A Treatise concerning
some Acoustic Instruments and the use of the Speaking Tube in Telegraphy (1796) al sugerir
usar instrumentos acústicos para comunicarse a distancia, así como el uso de un tubo en
telegrafía.38
Pero no fue hasta el desarrollo de una tecnología específica cuando se puede hablar de los
primeros pioneros: Antonio Meucci, Philipp Reis, Innocenzo Manzetti, Elisha Gray o Alexander
Graham Bell, entre otros. El comienzo de la telefonía estuvo marcado, de hecho, por
numerosas batallas legales por la autoría de los primitivos teléfonos, por lo que es preferible
recurrir al orden cronológico a la hora de enumerar los distintos avances técnicos o
las patentes de estos.
Así, en 1856 Antonio Meucci instaló en su domicilio un dispositivo que conectaba el
dormitorio con el sótano con el que poder hablar con su esposa enferma, que llamó
«teletrófono» —«telettrofono» en italiano—, y que supuestamente fue publicado en la prensa.
Sea como sea, el primer artilugio al que se le llamó «teléfono» —«telefón» en alemán— fue el
presentado por Philipp Reis en 1862, quien usó una membrana de cuero para su dispositivo.
El resultado fue un teléfono que permitía transmitir notas eléctricas y sonidos sencillos, pero
en el que se hacía prácticamente imposible hablar. Dos años después, en 1864, Innocenzo
Manzetti inventó su propio 'telégrafo parlante' —télégraphe parlant en francés— que permitía
transmitir la voz, y fue publicado por los medios.nota 4
Sin embargo, la primera patente de un sistema telefónico fue la que obtuvo
el estadounidense Alexander Graham Bell en 1876, con la que obtuvo la explotación en
exclusiva del invento hasta 1893 y logró llegar a monopolizar el mercado en Estados Unidos.
Otro inventor, el también estadounidense Elisha Gray presentó una solicitud de patente de un
sistema telefónico el mismo día que Bell —en realidad que su inversor, Hubbard—, pero llegó
tarde por unas horas. Cabe destacar que Bell se vio envuelto hasta en 600 litigios por la
autoría del teléfono, incluidos Meucci, Gray, Edison o la entonces todopoderosa Western
Union, pero ganó todos los juicios. La autoría del teléfono sigue siendo aún motivo de
controversia y difiere según el país.nota 5
Sea como sea, la realidad es que el mercado no supo ver el potencial del invento, calificado
de "juguete", pues todas las necesidades de comunicación eran resueltas con el telégrafo, que
además dejaba testimonio escrito de lo transmitido. Así, el verdadero hito de Bell y sus
asociados fue haber iniciado, y luego monopolizado, un mercado tan importante como es el
telefónico, que llegó a estar controlado casi por completo por la American Telephone &
Telegraph Company —inicialmente Bell Telephone Company—. Por supuesto, eso pasó en
los Estados Unidos, pero el desarrollo en el resto del mundo se hizo a imagen y semejanza del
caso estadounidense.
Bell, profesor de hijos sordomudos y conocedor de la fisonomía del oído humano, buscaba la
forma de construir un teléfono —el pensó en un "oído eléctrico"—, pero todos los
experimentos de la época trataban de inventar la telegrafía armónica con la que transmitir
multitud de conversaciones telegráficas en un mismo hilo, cada una con una nota. Los
esfuerzos de Bell hicieron que perdiera la mayoría de sus alumnos para dedicar tiempo a sus
experimentos, por lo que los padres de los dos únicos alumnos que le quedaban, su futuro
suegro Gardiner Hubbard y Thomas Sanders, empezaron a financiarle si se centraba en
buscar un telégrafo armónico. Bell, sin embargo, siguió investigando su oído mecánico junto
con Thomas Watson, un hábil constructor que cubría la torpeza de Bell con los cacharros
eléctricos. En junio de 1875 lograron identificar un sonido metálico a través del invento, y el 14
de febrero de 1876 Hubbard pidió la patente bajo la denominación de "mejoras en telegrafía",
en la que se mencionaba que serviría para enviar voz u otros sonidos telegráficamente. El 10
de marzo Bell recibió la patente 174 465 y tres días después pronunciaría la famosa frase
«Señor Watson, venga aquí, le necesito» a través de su teléfono.
Pero el contexto en la década de 1870 no era el más propicio para las grandes inversiones,
debido fundamentalmente a la crisis económina de 1873 y a la consolidación del telégrafo —
se cuenta que la propia Western Union se negó a comprar la patente del teléfono—.nota 6 Así,
Bell y Watson de centraron en hacer diversas demostraciones de su invento, incluyendo
la exposición universal de ese año, mientras que Hubbard empezó a comercializar el producto
a bajo coste y a conseguir conferencias para Bell. Un año después, en 1877 constituyeron
la Bell Telephone Company, repartiéndose los beneficios en 3 décimas partes para cada uno
—Bell, Hubbard y Sanders— y una décima parte para Watson; y a finales de ese año ya
tenían 3000 teléfonos instalados y muchas deudas. No fue hasta la incorporación
de Theodore Vail —hermano de Alfred Vail— cuando la empresa empezó a tomar buen
rumbo, pero para ese año ya había 1730 compañías competidoras en los Estados Unidos,
incluida la Western Union que había fichado a Edisonpara que mejorase la tecnología de Bell.
La situación siguió siendo precaria durante dos años, en los que Watson inventó el timbre del
teléfono e instalaron un teléfono en el despacho del presidente Hayes; hasta que
en 1879 la Corte Suprema dio la razón a Bell en su proceso contra la Western Union, por lo
que se quedó con sus 56 000 clientes para tener un total de 133 000 abonados. A partir de
ese año el grupo liderado por Vail se hizo con todo el mercado estadounidense, pues tenían
aún 17 años hasta que caducara la patente para explotar en exclusiva el invento, y de hecho
las acciones de 50 dólares valían ahora más de 1000 dólares. En esos 13 años alcanzaron los
230 000 clientes y se refundaron como la American Telephone & Telegraph Company. La
compañía siguió creciendo, dentro de las fluctuaciones propias del mercado, hasta llegar a ser
un auténtico monopolio, diferencia primordial entre el mercado estadounidense y
el europeo en el que el monopolio de estas infraestructuras fue ejercido por el Estado. La
empresa fundó los Laboratorios Bell, compró gran parte de la Western Union y siguió siendo
una de las empresas más grandes de la historia hasta que las acciones antimonopolio
del Departamento de Justicia de los Estados Unidos lograron separar la compañía en
entidades locales —Baby Bells— en 1984.
Otro gran hito en la telefonía fue la invención de la conmutación de manos de Tivadar
Puskás.
Los cables submarinos[editar]
Artículo principal: Cable submarino
El desarrollo de la telecomunicación en el último tercio del siglo XIX estuvo marcado por
la cooperación internacional en la telecomunicación, que tuvo sus inicios en las
actividades cotidianas de los telégrafos que, en las propias fronteras de las distintas naciones
de la época, se intercambiaban y traducían los mensajes transfronterizos. Sin embargo, los
mares y océanos constituían una frontera natural difícil de evitar.
Durante este siglo se investigó el uso de medios de transmisión de formas simples,
de hierro o cobre, y en la mayoría de ocasiones sin recubrimiento externo. Cabe recordar que
la forma de investigar de la época era el ensayo y error, en la que se probaban decenas de
materiales para solventar un problema hasta dar por el óptimo. En 1847 Werner von
Siemens y otros inventaron métodos para recubrir cables de gutapercha para
impermeabilizarlos.
El primer cable submarino fue el que se largó en el paso de Calais —canal de la Mancha—
entre el cabo Gris-Nez —Francia— y el cabo Southerland —Inglaterra— de manos de los
hermanos John y Jacob Brett. Se trató de un cable telegráfico que fue tendido por
el remolcador Goliaht el 28 de agosto de 1850, pero que fue seccionado por un pescador local
al poco tiempo, el cual lo exhibió como trofeo. El año siguiente se volvió a largar un cable, que
corrió más suerte que el anterior, formado de 4 hilos de cobre de 1,65 mm de diámetro
recubiertos de cáñamo y reforzado con 10 alambres de hierro galvanizado de 7 mm de
diámetro. Debido al éxito de este primer cable la idea se extendió y en 1852 se
unió Gales y Escocia con Irlanda, y al año siguiente se conectó Bélgica y Dinamarca a través
del mar del Norte. Se tendieron también cables
entre Córcega y Cerdeña, Italia y Córcega, Tasmania y Australia, y muchas otras
localizaciones. En 1860 ya existía un enlace directo entre Inglaterra y la India que salvaba
numerosas vías de agua como el canal de Suez.
Sin embargo, el gran desafío de la época fue tender el primer cable telegráfico
transatlántico, una auténtica proeza en la ingeniería de la época. El 7 de agosto de 1857, el
buque de guerra Agamemnon, trató de largar unos 3200 kilómetros de cable fabricado con un
núcleo de siete hilos de cobre recubiertos de gutapercha —hasta los 12,2 mm— y un refuerzo
exterior de 18 alambres de hierro. Sin embargo, 10 días después de su partida de Irlanda, el
cable se rompió a 3600 metros de profundidad —2000 brazas—, por lo que se abandonó el
proyecto.39 El verano siguiente se reintentó el tendido, pero con otro planteamiento: el
Agamemnon y el Niagara se encontrarían en medio del atlántico, cada uno con la mitad del
cable, y tras unir ambos extremos el 28 de junio partieron cada uno en direcciones opuestas;
el cable del Agamemnon se rompió a los 230 km de travesía, por lo que ambos fondearon
en Queenstown —Terranova— a la espera de órdenes. Un mes después del primer intento, el
28 de julio de 1858, ambos barcos repitieron la operación una vez más y lograron tender los
2340 km de cable necesarios para unir Dowlas Bay —Valentia, Irlanda— y la bahía de
Trinity —Terranova—, a donde ambos barcos llegaron el 5 de agosto. Esa misma noche se
envió el primer telegrama anunciando la llegada, así como diversas felicitaciones. Sin
embargo, apenas un mes después, el 3 de septiembre, el cable se averió debido a una
sobrecarga de tensión. A pesar de los múltiples fracasos, el empresario Cyrus Field, dueño de
la compañía Atlantic Telegraph Company, consiguió fletar una nueva expedición para largar
otro cable. Tras la Guerra de Secesión, el 23 de julio de 1865, el buque Great Eastern —el
más grande de la época— zarpó de Valentia con 3700 km de cable, 3 veces más grueso que
el anterior, con rumbo a Terranova. A principios de agosto, cuando se habían tendido más de
1900 de cable, los técnicos del barco descubrieron un defecto de fabricación que les obligó a
reflotar varios kilómetros de cable para sustituirlo, con tan mala fortuna que este se rompió
durante las tareas de reparación. Tras tres intentos fallidos de recuperar el cable, después de
conseguir encontrarlo en el fondo del océano, el barco regresó a Irlanda. Por fin, en 1866, el
Great Eastern consiguió largar con éxito el cable submarino y, para rematar la faena, recuperó
el cable perdido un año antes del fondo del Atlántico y lo completó para tener un segundo
cable a través del océano.
Desde entonces, se han tendido muchos más cables submarinos a lo largo de todo el planeta,
mejorando las tecnologías existentes hasta el uso de la actual fibra óptica. Se calcula que hoy
en día el 90 % del tráfico de Internet se transmite por cables submarinos —el resto, por
satélites—.
A finales del siglo XIX, en la llamada Belle Époque, se generalizó un sentimiento de optimismo,
ilusión y confianza en el devenir del progreso y el potencial de la ciencia y técnica —
positivismo y cientificismo—. El auge de la burguesía y las clases medias supuso una irrupción
de personas ajenas a la aristocracia en el poder político, y hasta el proletariado sintió cierta
confianza en el futuro conforme la lucha obrera crecía e iba consiguiendo pequeños logros. Se
sucedían las exposiciones universales, que promocionaban una visión del progreso global y
sin fronteras, y las noticias del mundo exterior se difundían más fácilmente gracias
al ferrocarril, al cable submarino y al telégrafo, el sistema de telecomunicación que dominaba
la época. Se llegó a creer incluso que ya estaba todo inventado, a pesar de que los últimos
años del siglo XIX y los primeros del XX fueron especialmente prolíficos para la ciencia y la
técnica: los hermanos Lumière proyectaron la primera película cinematográfica en 1895; la
medicina avanzaba con descubrimientos como el protagoinizado por Ronald Ross, que
descubrió cómo se transmitía la malaria; los físicos Henri Becquerel, Marie Curie y Pierre
Curie descubrieron la radiactividad del uranio y el radio respectivamente, descubrimiento que
les valió el permio Nobel en 1903; la aviación nació en Estados Unidos de la mano de
los hermanos Wright, etc.40
La radiocomunicación[editar]
La telecomunicación también se nutrió de los notables experimentos científicos de la época.
Así, Heinrich Rudolf Hertz reformuló las ecuaciones de Maxwell, que predecían la
propagación de las ondas electromagnéticas, y en diversos experimentos en la década de
1880produciendo y midiendo sus propias ondas demostró que estas 'ondas hertzianas', como
se llamó en la época a estos fenómenos electromagnéticos, se podían reflejar, refractar,
polarizar, difractar e inteferirse.41
Otros muchos ampliaron estos experimentos —entre los que destaca Augusto Righi—,42 hasta
conseguir una base que permitió la puesta en marcha de un nuevo sistema de
telecomunicación, superior al telégrafo en eficiencia y eficacia: la radiocomunicación o
'telegrafía sin hilos'.43
La invención de la radiocomunicación, como ocurre con el teléfono, está disputada entre
varios inventores, entre los que destacan Edouard Branly, Nikola Tesla, Aleksandr
Stepánovich Popov y Guillermo Marconi; este artículo narra los hechos de forma cronológica.
Además, tal y como ocurrió con el telégrafo o el teléfono, el crédito de este tipo de invenciones
suele ser otorgado a quien patenta y comercializa los nuevos sistema, y no a quién descubre
cierto fenómeno en un laboratorio.
Por ejemplo, en 1891 Edouard Branly descubrió el cohesor, un simple tubo de cristal relleno
de limaduras metálicas que permitía el paso de la corriente eléctrica cuando incidían en éste
ondas electromagnéticas, y que sería usado por inventores coetáneos para detectar dichas
ondas. De hecho, en Francia Branly es considerado el inventor de la radiocomunicación.44
El prolífico inventor Nikola Tesla, que disputó contra Thomas Alva Edison la guerra de las
corrientes, también llevó a cabo diversas experiencias y diseñó varios inventos que permitían
el transporte efectivo de energía electromagnética, pero se centró en el transporte industrial de
energía eléctrica y no buscó una aplicación de sus inventos para el transporte de información.
Así, entre 1891 y 1893 presentó diversos trabajos y experimentos que permitían la transmisión
efectiva de energía eléctrica en la banda de los 5,1 MHz.45
También Oliver Joseph Lodge influyó de una manera notable a otros inventores, sobre todo
debido a una conferencia sobre los experimentos de Hertz que dio en 1894 en la Royal
Institution de Londres.46 Pero además realizó notables inventos que permitieron poco tiempo
después construir los primeros sistemas de radiotransmisión eficaces.47 Así, en mayo de 1897
solicitó la patente, número 11 575, de un sistema de sintonización de radio —filtrado de una
sola banda de frecuancias— basado en el fenómeno de resonancia electromagnética.47
El físico ruso Aleksandr Stepánovich Popov leyó la conferencia de Lodge sobre Herth, lo
que le sirvió de inspiración para empezar a investigar en el tema.46 Popov, que era catedrático
de física en la Escuela Imperial Rusa de Torpedos de Kronstadt, construyó diversos prototipos
desde 1894 e hizo una demostración en 1896 ante la Sociedad Rusa de Física y Química en
la que varias fuentes afirman que se transmitió por telegrafía sin hilos las palabras «Heinrich
Hertz»,48 mientras que otras fuentes no contemplan la posibilidad de que esto pudiese haber
sucedido antes de mediados de 1896, fecha en la que Marconi ya estaba realizando
transmisiones.49 Sea como fuere, Popov es a día de hoy considerado el inventor de las
radiocomunicaciones en Rusia, donde cada 7 de mayo se celebra el día de la Radio.
Sin embargo, fue Guillermo Marconi quien patentó, diseñó e implementó un sistema de
radiocomunicación efectivo alrededor de todo el mundo bajo su supervisión50 y estrechamente
ligado a las comunicaciones en el mar. Marconi, con el apoyo financiero de su padre, empezó
a desarrollar un sistema de telegrafía sin hilos a la temprana edad de veintiún años, en 1895.51
Experimentó de forma empírica con cohesores de Branly y antenas de fabricación casera en
una finca de su padre, logrando transmisiones de hasta un kilómetro de distancia, hasta que
en 1896 Marconi se desplazó a Londres para continuar con sus experimentos.52 Allí contó con
el apoyo de William Henry Preece, ingeniero jefe en la British Post Office que también había
llevado a cabo experimentos telegráficos y telefónicos, y bajo el paraguas de la compañía se
realizaron pruebas en 1896 y 1897 en las que se logró transmisiones a distancias de 7 km en
tierra y 14 km sobre agua salada.53 El éxito fue tal que en ese mismo año Marconi fundó
la Wireless Telegraph and Signal Company Limited, logró progresivamente aumentar el
alcance de sus equipos —tardó más de dos años en percatarse de la importancia de
sintonizar el tamaño de la antena emisora con el de la receptora—, y los embarcó e instaló por
todo el globo. Cuando empresas como la alemana Telefunken, fruto de la unión de Siemens &
Halske y AEG en 1903, aumentaron la presión sobre el proyecto de Marconi este dejó de
comercializar sus equipos y se centró en desplegar una red de estaciones terrenas, que daban
cobertura en las principales rutas comerciales, y equipar a los barcos no sólo con
equipamiento de la compañía, si no con operadores en nómina que sólo se comunicaban con
las estaciones de su propia red;54 esta práctica acabó con la aprobación en la Primera
Conferencia Radiotelegráfica Internacional en 1906 del Convenio de Radiocomunicaciones y
su reglamento anexo, pero para entonces la empresa de Marconi ya dominaba la
comunicación en el mar.
Como hubo ocurrido con el telégrafo, varios episodios demostraron que la radiotelegrafía era
una herramienta con la que evitar grandes tragedias humanas, relatando otro capítulo de gran
importancia en la historia de la disciplina y su aceptación como un pilar de la sociedad
moderna.
A principios del XX aparece el teletipo que, utilizando el código Baudot, permitía enviar texto en
algo parecido a una máquina de escribir y también recibir texto, que era impreso por tipos
movidos por relés.
El término telecomunicación fue definido por primera vez en la reunión conjunta de la XIII
Conferencia de la UTI (Unión Telegráfica Internacional) y la III de la URI (Unión
Radiotelegráfica Internacional) que se inició en Madrid el día 3 de septiembre de 1932. La
definición entonces aprobada del término fue: "Telecomunicación es toda transmisión, emisión
o recepción, de signos, señales, escritos, imágenes, sonidos o informaciones de cualquier
naturaleza por hilo, radioelectricidad, medios ópticos u otros sistemas electromagnéticos".
El siguiente artefacto revolucionario en las telecomunicaciones fue el módem que hizo posible
la transmisión de datos entre computadoras y otros dispositivos. En los años 60 comienza a
ser utilizada la telecomunicación en el campo de la informática con el uso de satélites de
comunicación y las redes de conmutación de paquetes. La década siguiente se caracterizó por
la aparición de las redes de computadoras y los protocolos y arquitecturas que servirían de
base para las telecomunicaciones modernas (en estos años aparece la ARPANET, que dio
origen a la Internet). También en estos años comienza el auge de la normalización de las
redes de datos: el CCITT trabaja en la normalización de las redes de conmutación de
circuitos y de conmutación de paquetes y la Organización Internacional para la
Estandarización crea el modelo OSI. A finales de los años setenta aparecen las redes de área
local o LAN.
En los años 1980, cuando los ordenadores personales se volvieron populares, aparecen las
redes digitales. En la última década del siglo XX aparece Internet, que se expandió
enormemente, ayudada por la expansión de la fibra óptica; y a principios del siglo XXI se están
viviendo los comienzos de la interconexión total a la que convergen las telecomunicaciones, a
través de todo tipo de dispositivos que son cada vez más rápidos, más compactos, más
poderosos y multifuncionales, y también de nuevas tecnologías de comunicación
inalámbrica como las redes inalámbricas.
Época contemporánea[editar]
Contenido de la disciplina[editar]
El físico James Clerk Maxwell, quién modeló por completo el concepto de onda electromagnéticaa
través de sus ecuaciones.
La transformada de Fourier, inventada por el ingeniero Joseph Fourier, permite analizar el espectro de
frecuenciasde una señal.
La bibliografía que cubre los criterios de verificabilidad de esta sección puede encontrarse en la sección de bibliografía.
Base teórica[editar]
La telecomunicación se basa en otras disciplinas de las que obtiene herramientas muy
potentes para modelar los diferentes sistemas con los que transmitir y recibir
la información que conforma cada comunicación y proceder a su implementación.
Sistemas de comunicación[editar]
Artículos principales: Sistema de transmisión, Teoría de sistemas, Teoría de control y Teoría
de colas.
Un sistema de comunicación o de transmisión es cualquier sistema que permite
establecer una comunicación a través de él. Esta definición incluye tanto la red de
transmisión, que sirve de soporte físico, como todos los elementos que permiten
encaminar y controlar la información:
Emisores: es la parte del sistema que codifica y emite el mensaje. Puede ser
una antena, una computadora, un teléfono...
Receptores: es todo dispositivo capaz de recibir un mensaje y extraer la información
de él. Es el caso de una radio, un televisor...
Medio de transmisión: El soporte físico por el que se transmite la información, ya sea
alámbrico (medio guiado) o inalámbrico (medio no guiado).
Repetidores: Son dispositivos que amplifican la señal que les llega, por lo que se
pueden establecer comunicaciones a gran distancia.
Conmutadores: Son dispositivos encaminan cada trama de red hacia su destino en
una red de computadoras.
Encaminadores: (routers en inglés): Son dispositivos que permiten elegir en cada
momento cual es el camino más adecuado para que las tramas de red lleguen a su
destino en una red con soporte TCP/IP.
Flltros: Dispositivos que permiten el paso de ciertas frecuencias de la señal pero
impiden el paso de otras. Se usan para sintonizar (demultiplexar) canales en
una radio o en un televisor, por ejemplo.
Un sistema de transmisión se modela de forma matemática tanto con la teoría de
sistemas como por la teoría de control. De esta forma se puede valorar las diferentes
aportaciones de los componentes por separado y las funciones matemáticas que estos
aportan. En este sentido, todo un conjunto de componentes se puede reducir a una sola
aportación neta; se dice entonces que la salida es la respuesta de un sistema a una
entrada o que el sistema responde a la entrada con cierta salida. De forma análoga
también toma gran relevancia la teoría de colas, ya que permite relacionar los servicios
que se pueden prestar con la calidad de servicio de estos y los recursos necesarios para
su implementación.
Un sistema de comunicación efectivo es aquel que satisface de forma satisfactoria tres
necesidades esenciales:
Entrega: El sistema debe transmitir toda la información allí donde debe. Además en
ocasiones es necesario que el sistema garantice que esa información únicamente la
va a recibir donde está previsto.
Exactitud: El sistema debe entregar la información con exactitud y sin modificarla. Los
datos que se alteran en la transmisión deben de poder recuperarse a través
de códigos detectores y correctores de error u otras técnicas.
Puntualidad: El sistema debe entregar la información en el intervalo de tiempo
previsto para ello. En el caso de transmisiones en tiempo real de vídeo, audio o voz, la
entrega puntual significa entregar los datos a medida que se producen sin un retraso
sigificativo.
Para conseguir estos objetivos se diseñan el sistema de comunicación con componentes
que permitan dar una calidad de servicio adecuada a la aplicación del sistema,
diseñándolo e implementándolo con elementos adecuados. Sin embargo no se puede
controlar todas los que intervienen en la transmisión, pues existen fenómenos que alteran
la calidad del servicio: ruido impulsivo, ruido de Johnson-Nyquist (también conocido como
ruido térmico), tiempo de propagación, función de transferencia de canal no lineal, caídas
súbitas de la señal (microcortes), limitaciones en el ancho de banda y reflexiones de señal
(eco). Sin embargo, muchos sistemas de telecomunicación modernos aprovechan algunas
de estas imperfecciones para mejorar la dicha calidad.
Medios de transmisión[editar]
Artículo principal: Medio de transmisión
Mención aparte merecen los satélites de comunicaciones por el papel que desempeñan
en la telecomunicación actual. Desde el lanzamiento del Telstar 1 en 1962 los satélites se
han usado para la retrasmisión de comunicaciones a gran distancia. La primera aplicación
importante para los satélites de comunicaciones fue la telefonía a larga distancia,
utilizando un satélite geosíncrono como conexión entre nodos de la red telefónica.
Posteriormente se adaptaron otros servicios como la telefonía satelital móvil, radio
satelital, televisión por satélite e Internet por satélite.