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En la sentencia del Exp. Nº 06572-2006-PNTC-Piura, en los seguidos por Janet Rosas
Domínguez c/ONP se ha sentado el principio de que en las uniones de hecho existen derechos
expectaticios, patrimoniales y extrapatrimoniales que dimanan de él, siendo el pensionario uno
de ellos, criterio jurisprudencial que compartimos. Sin embargo. en los Exps. N 2719-2005-
PA/TC y 3605-2005-PA/TC sobre todo, en el último, se ha dicho que la Constitución favorece el
matrimonio; que nadie está obligado a casarse; por lo tanto solo procede el derecho si una norma
especial lo dispone; y la Carta Magna solo reconoce las uniones de hecho para asuntos
patrimoniales. Mucho más distante es lo disciplinado en la sentencia del Exp. Nº 0050-2004-
AI/TC.
La única atingencia a tener en cuenta es la temporalidad que tuvo el matrimonio o la unión, con
relación a la data del fallecimiento“.
Conforme al art. 32º de la Ley, “la pensión de viudez” se otorga de acuerdo a las siguientes
normas:
Se otorgará al hombre siempre que se encuentre incapacitado para subsistir por sí mismo,
determinado por una Comisión Médica de EsSalud, en cuyo caso se le adosará a su pensión una
bonificación mensual equivalente a un RML, siempre que carezca de renta afecta a ingresos
superiores al monto de la pensión otorgada o por otorgar y no esté amparado por algún sistema
de seguridad social: SNP, AFP, D. L. Nº 20530 (v. art. 2º de la Ley Nº 25008; asi como el art. 4º
de la Ley Nº 27617).
b) Cuando el cónyuge sobreviviente concurra con hijos del causante con derecho a pensión de
orfandad, obtendrá el cincuenta por ciento (50%) de la pensión de sobrevivientes y el restante se
distribuirá entre los hijos como pensión de orfandad, sean matrimoniales o extramatrimoniales.
c) Bajo ciertas condiciones restrictivas, el viudo puede acceder a una pensión de viudez, como ya
se mencionó.
que precisa que existen diferencias notables entre la unión de derecho y la de hecho y determina
que no sea posible realizarse, en el modo de transferencia y en su titularidad, la pensión jubilatoria.
En fin, para lo atinente a la pensión 20530, en la sentencia del Exp. Nº 9708-2006-PA/T C,
contradictoriamente, se ha señalado que esta si forma parte de la “sociedad de gananciales” y
corresponde el trasvase de la pensión a la concubina. Mucho más contradictorio aún en la misma
data en que se dictó la sentencia anterior, el TC evacuó la del Exp. Nº 6540-2006-PA/T C para lo
cual se guio por la resolución del Exp. Nº 3605-2005 y declaró infundada la demanda, al no
reconocer las uniones de hecho. La moraleja, a estas idas y venidas jurisprudenciales restrictivas,
ha sido que el Derecho transitorio de las normas que generan conflictos de leyes en el tiempo han
de resolverse conforme a las técnicas que les son propias, de modo que, los derechos adquiridos
no merezcan soslayo injustificado, al vivir en un Estado de Derecho. Curiosamente, por Ley Nº
29451 y su Reglamento, el D. S. Nº l16-2010-EF, se han desatado los entrabes habidos para
otorgar este derecho-beneficio a las concubinas con lo cual, entendemos que se ha resuelto y
transigido definitivamente el problema.
Es improcedente la pensión si las nupcias se celebraron antes de los doce meses de producido el
fallecimiento, excepción hecha si:
a) El deceso se produjo por accidente común, como la muerte instantánea o derrame cerebral.
b) El extinto y su cónyuge tengan o hayan procreado hijos comunes antes de formalizar el enlace
civil.
d) Que el cónyuge varón sea minusválido, es decir, incapacitado físico o mental para ganarse el
sustento cotidiano, ejerciendo alguna tarea retribuida (art. 33º del D. L. Nº 20530, modificado por
la Ley Nº 25008).
Estamos ante una prestación otorgada a los causahabientes del asegurado o cesante o pensionista
que nace a consecuencia de sobrevenirle un accidente grave o su fallecimiento. y la pensión a
otorgar es asumida íntegramente por la Entidad, al igual que las pensiones de orfandad o
ascendientes.
d) Si el beneficiario sobreviviente es inválido, requiere de un tercero para su cuidado, puede
mejorarse la pensión otorgando una adicional, equivalente a una RML, debiéndose evaluar el
grado de incapacidad de aquel por la Comisión Médica de EsSalud.
Algunos problemas se han presentado al otorgar esta pensión. Es el caso del concubinato por largo
período, pese a que el beneficiario y la concubina no tenían impedimento para contraer
matrimonio (art. 5º de la Constitución); que el causante tuviera una concubina sin hijos, pero al
mismo tiempo hijos extramatrimoniales menores de edad; la situación de menores de edad no
reconocidos por el titular al momento de producirse la contingencia; la esposa supérstite que
oculta la situación de otros hijos del titular o de sus padres para acaparar la totalidad de la pensión;
el prorrateo inequitativo de la pensión entre los que tienen vocación a ella; la existencia de
matrimonios “de favor” y sin cohabitación probada para favorecer a una persona o al entorno
familiar; la cónyuge supérstite que mantiene nueva relación marital, con o sin hijos, ocultando el
hecho; la esposa que se separó del titular injustificadamente por prolongados años y que desplaza
a la concubina o a sus hijos por su condición de casada, las adopciones de favor para prolongar el
derecho, etc. La jurisprudencia no ha brindado grandes luces a estos problemas, salvo para el caso
del concubinato de hecho, como ya se señaló.
Problema aparte es el vinculado con la acrecencia del derecho por la pérdida del beneficio de
algún causahabiente. Es el caso de las nupcias de la viuda ola mayoría de edad del menor o la
muerte del padre del causante. En estos casos, se tendrá que prorratear el monto de la pensión
extinguida entre los causahabientes aún con derecho a ella, operación que mejorará la primitiva
pensión sin rebasar el porcentaje máximo establecido.
Hallamos también la situación del hijo interdicto que, en su momento, no tuvo pensión de
orfandad. En este caso, ha de acreditarse judicialmente la incapacidad a través del proceso de
interdicción (arts. 581º, 582º y 583º del CPC, D. Leg. Nº 768 y art. 576º del C. C.), El llamado
“doble beneficio” se presenta cuando una servidora o funcionaria con goce de pensión de viudez
obtiene, al cesar en sus labores pedagógicas o no, una asignación mensual por cesantía o
jubilación y, a su vez, la pensión de viudez a raíz del fallecimiento de su cónyuge, ex servidor o
funcionario. Bajo esta hipótesis, la ex servidora tendrá su propia pensión de cesantía o jubilación,
pero también el beneficio pensionario premuerto de su esposo fallecido. Este doble pago se
obtendrá sin menoscabo alguno y cobrará el primer subsidio heredado de su premuerto marido
con o sin participación de sus hijos matrimoniales o extramatrimoniales (art. 8º del D. L. Nº 2521l.
Régimen Laboral del Profesorado Estatal).
EXCEPCIÓN
Que el matrimonio se haya celebrado dos años antes del fallecimiento y que se haya casado con
más de 60 años de edad.
Caducidad de la Pensión:
Por contraer matrimonio
Por fallecimiento
Atestado policial
Protocolo y resultado de necropsia de ley
Resultado de dosaje etílico y toxicológico
Informe del accidente de trabajo emitido por el departamento y seguridad de la
empresa
Aviso de siniestro
7. Si es enfermedad profesional:
Partida o acta de defunción del causante
Certificado de defunción o protocolo de autopsia que acredite que la muerte se
produjo como consecuencia de la enfermedad profesional.
NOTA: Las personas que reclamen gastos de sepelio, deberán presentar adicionalmente, la
solicitud de reembolso y las facturas, boletas de venta y recibos originales que sustenten los
mismos. Estos documentos deben estar emitidos a nombre de la persona natural o jurídica que
solicite el reembolso.
La Cobertura Supletoria SCTR (Ley N° 26790), fue creada para brindar protección a aquellos
trabajadores que pese a realizar labores de riesgo, no fueron asegurados por sus empleadores como
lo dispone el marco legal vigente, el cual exige la contratación del Seguro Complementario de
Trabajo de Riesgo - SCTR. La Cobertura Supletoria brinda una pensión de viudez en los casos en
que el fallecimiento del trabajador se haya producido debido a un accidente de trabajo o de una
enfermedad profesional.
La pensión para el cónyuge que no tenga hijos será equivalente al 42% de la remuneración que
percibía el asegurado y en caso de que tenga un hijo o más recibirá una pensión igual al 35% de
la remuneración del titular fallecido. En ambos casos el cálculo de la pensión se realizará teniendo
en cuenta el promedio de las 12 últimas remuneraciones mensuales percibidas por el causante.