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Caso: Un día típico en la vida laboral de

Natalia Gutiérrez, Gerente de


Comercialización
Natalia es gerente de comercialización de una tarjeta de crédito local, que
recientemente se asociará a una tarjeta internacional con el objetivo de dar a sus clientes
cobertura a nivel nacional e internacional.

Una mañana típica de viernes Natalia llega a su oficina a las 8.30 de la mañana. Enciende su
contestador automático para escuchar los mensajes y encuentra 3:

Uno enviado a las 9.30 de la noche anterior del jefe de la sucursal de la ciudad de San
Francisco quien está informándole acerca de los nuevos clientes incorporados en la última
semana, logrando superar los objetivos propuestos y consultándole qué premios les
corresponden a los vendedores;
Otro del auditor de la tarjeta internacional (su socia) que le hablaba desde Buenos Aires.
El tercero del encargado del lanzamiento de la nueva campaña publicitaria, pidiéndole las
cantidades de nuevas tarjetas vendidas a partir de la campaña.
Mientras escucha los mensajes, Natalia conecta su computadora portátil a la impresora y a
la línea telefónica para imprimir los mensajes nuevos del correo electrónico. Tras colgar el
teléfono, los lee. Hay 5 mensajes, 4 de ellos de jefes de sucursales que solicitan información
y uno de Juan Tomatis, el encargado de la organización de un evento en el que la empresa
de Natalia será el auspiciante oficial.

Después de colocar los mensajes de los jefes de sucursales en el canasto de su asistente


para que ésta los conteste, Natalia coloca el mensaje de Tomatis sobre su escritorio donde
se junta con otros mensajes y expedientes.

A las 9.00 Natalia baja las escaleras hasta el bar de la empresa en busca de una taza de café.
Cuando está esperando su turno para retirarlo aparece a su lado Francisco Lucero, el
gerente general de la empresa.

- Por cierto, Francisco, ¿cómo va la autorización del patrocinio del evento deportivo? ¿Han
llegado a un acuerdo con los otros auspiciantes?
- Bueno ya está, pero las cuestiones de diseño todavía no se han solucionado. Pablo nos
pidió que incluyéramos logotipos de mayor tamaño. Sin embargo, eso prolongará el tiempo
de nuestros programas y también aumentará los costos.

Entonces Natalia, le preguntó cómo afectará esto el presupuesto para publicidad, y él


contesta que le sobra algo de dinero de otro evento, cuyo comienzo se ha demorado.
Después de detenerse en la recepción de entrada para charlar un instante con Jorge
Rodríguez, quien está supervisando la instalación de una nueva sucursal en Villa María,
Natalia regresa a su oficina.

Su secretaria, Cecilia, la está esperando:


- Si no te apuras vas a llegar tarde a la cita que tienes con Lazati, a las 10.00 en el centro.
Aquí están las carpetas que necesitarás, Francisco llamó hace unos minutos y le dije que
volverías por la tarde. Además, contesté a los encargados de sucursales los mensajes que
mandaron anoche.
- Gracias Cecilia, no sé qué haría sin ti. – Contesta Natalia agradecida, mientras se pone el
abrigo, guarda sus expedientes en el portafolio, y le pide a Cecilia al tiempo que sale
corriendo por la puerta: Por favor llama a Francisco Lucero y convoca una junta para
programar la campaña publicitaria. Háblales a María y Pablo para saber si pueden asistir.
Adiós.

Son las 9.45 de la mañana y su reunión en el centro es a las 10.00. Hay demasiado tránsito
en la ciudad debido a la copiosa lluvia que ha caído desde anoche. Mientras va manejando,
Natalia va pensando que tendrá que discutir el plan anual de Marketing para la empresa, y
esto la obligará a mantener reuniones con los gerentes de Marketing de su socia
Internacional de Buenos Aires y los Estados Unidos. Estas reuniones suelen ser largas y
tediosas, ya que por lo general ninguno de los asistentes a ellas quiere doblegar su posición
y es muy difícil encontrar un punto en común.

Natalia entra corriendo al edificio donde se encuentra la oficina de Lazati a las 10.15, el cual
la está esperando en una pequeña sala de conferencias donde pasan dos horas tomando
café y hablando sobre el proyecto del nuevo servicio con actividades solidarias. El proyecto
es ambicioso, pero Natalia espera que Francisco el gerente general, no se moleste cuándo
se entere de lo mucho que está costando todo esto.

Natalia, solo tarda 30 minutos en volver a la oficina, entra al edificio y se detiene en el bar
para almorzar algo liviano. Al volver a su oficina, Natalia piensa que Cecilia seguramente ha
salido a comer, porque no está en su escritorio y en la silla de Natalia hay un montón de
mensajes telefónicos y fotocopias, (el único punto del escritorio que no suele estar cubierto
de papeles). Le echa un vistazo a los memos y, enseguida decide qué puede delegar. Pasa 2
horas devolviendo llamadas telefónicas, la más larga fue la de una sucursal de Catamarca
con interés en incorporar mayor personal de ventas. A las 16.00 hs. Francisco y ella tienen
una junta para definir la estrategia de mercadotecnia del nuevo servicio. 55 minutos
después se han puesto de acuerdo en las principales políticas de marketing. Natalia de
regreso a su escritorio, cambia de velocidad y repasa los informes semanales presentados
por la gente de su equipo y los deja a un lado, estos volverán a aparecer más adelante como
su lectura del domingo por la tarde.
Ya pasan las 18.00 y Natalia ha estado trabajando con relaciones todo el día, por toda la
empresa. Ha interactuado con compañeros de hace mucho tiempo sentados cerca de su
oficina y ha establecido vínculos con personas un tanto extrañas, tanto en su ciudad como
en otras. Natalia durante todas estas relaciones ha estado consciente del tiempo en todo
momento, de su tiempo personal, del de los demás y de las posibilidades futuras de cada
relación.

Fuente
Elaboración propia.

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