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Qué es

La sinusitis es la inflamación de la mucosa de los senos paranasales que puede ser causada por un hongo,
una bacteria o un virus, o bien por una alergia. Los senos paranasales son pequeños huecos llenos de aire; se
dividen en senos frontales (están en la parte frontal del cráneo, situados encima de la nariz, es decir, en la
frente), senos etmoidales (se sitúan en los laterales de la nariz, entre los huesos) y senos maxilares
(localizados en las mejillas). En situaciones normales, el aire pasa a través de los senos sin problema; sin
embargo, las personas que padecen sinusitis tienen bloqueados estos espacios y sufren molestias y
dificultades a la hora de respirar.

La inflamación de la mucosa sinusal (sinusitis) normalmente viene asociada con la inflamación de la mucosa
de la cavidad nasal (rinitis) llamándose entonces, rinosinusitis.

Es una patología muy común en la población general, por lo que suele ser vista por multitud de especialistas.
Puede presentarse con una gran variedad de síntomas y, en algunos casos, puede tener una importante
repercusión a la calidad de vida de los pacientes.

Causas

Las causas principales de esta patología son las infecciones, ya sean víricas (las más frecuentes), bacterianas
y fúngicas. Existen otras causas relacionadas con los mecanismos inflamatorios y del sistema inmune del
propio paciente, que pese a estar ampliamente demostradas sus implicaciones, todavía se desconoce del
mecanismo exacto.

Según Isam Alobid, Alfonso Santamaría y José Miguel Villacampa, presidente y vocales de la Comisión de
Rinología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), hay
factores que predisponen a la sinusitis:

Variaciones climáticas: las estaciones más frías y el aumento de la humedad predisponen a una mayor
probabilidad de padecer sinusitis.

Tabaco: Tanto ser fumador activo como estar expuesto a su humo es un factor predisponente en esta
patología.

Exposiciones ambientales o laborales a la contaminación, a irritantes utilizados en la industria y a la


exposición al humo.

Variaciones anatómicas individuales (desviaciones septales y del tabique nasal, falta de desarrollo de los
senos paranasales, un espolón óseo nasal o la presencia de pólipos nasales).

Alergias: relación no clara con las sinusitis agudas, pero sí demostrada en el caso de la sinusitis crónica,
junto con el asma.

Enfermedades asociadas: alteraciones del aclaramiento mucociliar (los cilios o vellos que se sitúan en el
interior de las aberturas paranasales no logran sacar el moco debido a alguna afección), fibrosis quística,
vasculitis.

Tener un sistema inmunológico débil, debido al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o a tratamientos
como la quimioterapia.
Hipertrofia de adenoides (tejido linfático que se encuentra en las vías respiratorias entre la nariz y la parte
posterior de la garganta).

Sometimiento a fuerzas como la gravedad y la presión: volar, bucear, montañismo, etcétera.

Síntomas

Los principales síntomas de esta enfermedad son:

Dolor y presión detrás de los ojos y en la zona maxilofacial.

Secreción y congestión nasal.

Pérdida parcial o total del sentido del olfato.

Fatiga y sensación de malestar general.

Cefalea o dolor de cabeza.

Fiebre.

Dolor de garganta y goteo entre la nariz y la faringe.

Tos, que tiende a empeorar por la noche.

En una sinusitis aguda, estos síntomas suelen aparecer tras el séptimo día de un resfriado que no ha
mejorado o que incluso ha empeorado. En el caso de una sinusitis crónica, los síntomas son los mismos,
aunque más leves.

A pesar de que no es frecuente que se produzcan complicaciones, una sinusitis puede provocar absceso
(aparición de pus en una zona determinada que causa dolor e inflamación), meningitis, osteomielitis e
infección cutánea alrededor de los ojos.

¿Cuándo acudir al médico?

Se debe acudir a un especialista en cualquiera de estos casos:

Los síntomas duran más de 14 días o se agrava un resfriado a partir de los siete días.

Se presenta fiebre.

Se padece un fuerte dolor de cabeza.

Todavía perduran los síntomas después de haber tomado un tratamiento antibiótico.

Se nota algún cambio en la visión durante una infección.

Prevención

La prevención está basada principalmente evitar los factores predisponentes, dicen los miembros de la
SEORL-CCC. “Eludir o disminuir el contacto con contaminantes, humo del tabaco y tóxicos puede reducir la
probabilidad de padecer una sinusitis o disminuir los síntomas. Por otro lado, evitar el contacto con agentes
infecciosos con unas buenas medidas de higiene también reduce las tasas de sinusitis, especialmente en el
caso de las agudas”.

Consejos para evitar la sinusitis:

Aumentar la humedad del cuerpo y de las vías sinusales mediante la ingesta de líquidos, especialmente
agua, y el uso de un humidificador.

Atajar rápidamente y de forma eficaz las alergias.

Evitar el humo y espacios contaminantes.

Administrar descongestionantes si se sufre una infección de las vías respiratorias.

Tipos

Existen dos tipos de sinusitis, que vienen determinados por la duración de la enfermedad y sus síntomas:

Sinusitis aguda: su duración es menor a 12 semanas. Es una patología muy frecuente y se le estima una
prevalencia entre el 6 y el 15 por ciento. Causada principalmente por infecciones víricas y conocida en
ocasiones como catarro común. Es más habitual en las épocas invernales.

Se estima que el 0,5 y el 2 por ciento de estas rinosinusitis agudas víricas se convertirán en bacterianas,
caracterizadas entonces por presencia de mucosidad purulenta, fiebre, dolor unilateral intenso,
empeoramiento posterior al inicio de la recuperación. En estos casos está indicado el uso de antibióticos
sistémicos.

Sinusitis crónica: su duración es igual o mayor a 12 semanas. Con una prevalencia estimada de entre el 2 y
el 16 por ciento de la población. Existen dos tipos principales: con pólipos y sin ellos. Debido a su curso
crónico y su molesta sintomatología los subtipos más graves de estas sinusitis pueden generar una gran
alteración de la calidad de vida del paciente.

Además de por las bacterias, también puede ser causada por hongos.

Diagnóstico

Es una patología muy común, por lo que suele ser atendida por multitud de especialistas y facultativos
generalistas. En la mayoría de las ocasiones el diagnóstico es clínico, basado en los síntomas, dado que no
llegan a un especialista en Otorrinolaringología. Sin embargo, en aquellos casos crónicos o que no mejoran
con el tratamiento sería recomendable la realización de una endoscopia nasal para descartar la presenta de
pólipos u otras alteraciones. Además, en algunos casos también puede ser necesaria la realización de alguna
prueba de imagen como una tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM).

En concreto, hay disponibles las siguientes pruebas y exámenes:

Rinoscopia: es una endoscopia nasal mediante la que se introduce un tubo para ver los senos paranasales.

Tomografía computarizada: para ver las aberturas paranasales y observar el estado de los tejidos y los
huesos.
Resonancia magnética: para comprobar la posible presencia de tumores e infecciones en los senos
paranasales.

Transiluminación: el especialista proyecta una luz contra los senos para comprobar si están inflamados u
ocupados.

Hacer presión sobre el área sinusal para causar dolor, lo que significa que hay infección o inflamación.

Tratamientos

El tratamiento de las sinusitis agudas está basado principalmente en tratamiento sintomático. La analgesia
en caso de dolor, los lavados nasales con soluciones salinas, los corticoides intranasales o
descongestionantes nasales pueden ser de utilidad. A pesar de que en la mayoría de los casos no cambian el
curso de la enfermedad, mejoran los síntomas durante la misma.

Los antibióticos sistémicos son recomendados en pacientes con sinusitis aguda y factores de riesgo como
fiebre, mucosidad purulenta y dolor unilateral por sospecha de sobreinfección bacteriana. En algunos casos
más graves, tandas cortas de corticoides orales pueden ser de gran utilidad.

En el caso de las sinusitis crónicas el tratamiento está basado principalmente en los corticoides intranasales.
Los lavados nasales con soluciones salinas mejoran el efecto del tratamiento al remover la mucosidad que
cubre la mucosa nasal. En casos de reagudizaciones, las pautas de corticoides sistémicos y tandas cortas de
antibióticos sistémicos suelen ser necesarias. En otros casos tandas largas de antibióticos también han
demostrado beneficio. Si la clínica persiste tras un correcto tratamiento médico los pacientes podrían
beneficiarse de cirugía -con el objetivo de ensanchar las aberturas y drenar los senos paranasales-.

El autocuidado también puede ayudar a reducir la congestión sinusal. Ante un caso de sinusitis se pueden
tener en cuenta las siguientes recomendaciones para tratar y reducir los síntomas de esta patología:

• Beber mucho líquido para diluir las secreciones.

• Inhalar vapor, de dos a cuatro veces al día.

• Utilizar un humidificador para reducir la sequedad ambiental.

• Aplicar paños calientes y húmedos en la cara varias veces al día.

• Usar descongestionantes nasales.

Complicaciones de la sinusitis:

La mayoría de las complicaciones que pueden aparecer a partir de una sinusitis son debidas a las estructuras
adyacentes a los senos paranasales.

Erosión ósea o infección/inflamación del hueso que rodea los senos paranasales.

Formaciones de mucoceles (quistes).

Infecciones de la piel facial.


Complicaciones orbitarias: celulitis orbitaria, abscesos orbitarios, alteraciones de la agudeza visual o de la
movilidad ocular.

Complicaciones cerebrales: meningitis y abscesos cerebrales.

Crisis de asma: la sinusitis crónica puede desencadenar dificultades respiratorias y ataques de asma.

Problemas de visión: si la infección se propaga al ojo, puede causar pérdida de visión o incluso ceguera.

Aneurismas o coágulos de sangre: la sinusitis puede ocasionar problemas en las venas que rodean los senos
paranasales, interfiriendo el suministro de sangre al cerebro y poniéndolo en riesgo de sufrir un derrame
cerebral.

La diferencia entre un resfriado y una sinusitis bacteriana

¿Qué es una sinusitis bacteriana y cómo diferenciar la sinusitis y el resfriado?

Cuando su hijo tiene un resfriado viral o alergia nasal, el recubrimiento de las paredes internas de la nariz y
las cavidades nasales se inflama y produce más fluido de lo usual. Ésta es la razón por la cual la nariz se
congestiona y "chorrea" durante un resfriado. La mayoría de las veces la inflamación desaparece por sí sola
a medida que el resfriado o la alergia se van. Sin embargo, si la inflamación persiste, las aberturas que
normalmente permiten a los senos paranasales drenar su contenido hacia la parte posterior de la nariz se
ven bloqueadas y la cavidad de los senos se llena de fluido. Debido a este bloqueo y la imposibilidad de un
drenaje adecuado, las bacterias son atrapadas en el interior y crecen allí. Esto se llama una sinusitis
bacteriana.

¿Es un resfriado o una sinusitis bacteriana?

Usualmente es difícil decir si una enfermedad es tan sólo un resfriado viral o si se ha complicado por una
infección bacteriana de los senos paranasales.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA SINUSITIS EN LA CLÍNICA

El diagnóstico de una sinusitis se hace fundamentalmente con los datos obtenidos después de realizar una
historia clínica y un examen clínico cuidadoso.

Es conveniente un estudio completo del área nasal y de los senos paranasales, con una visión anatómica
(visión directa), fisiológica (estudio de flujos nasales) y radiológica (radiología simple y TAC).

La exploración de la fosa nasal puede realizarse mediante la rinoscopia anterior o mediante endoscopia con
ópticas flexibles o rígidas.

En muchos casos es preciso realizar exploración radiográfica y cultivo de la secreción nasal para precisar la
extensión de la enfermedad y la causa de la sinusitis.

La clínica es pionera en España en la utilización de los balones de sinuplastia. Esta técnica puede ser aplicada
tanto bajo anestesia general como bajo anestesia local en consulta, permitiendo la apertura y la limpieza de
los senos paranasales de forma mínimamente invasiva y con excelentes resultados.

DATOS CURIOSOS E IMPORTANTES


Aunque normalmente no los olemos, el hedor de los mocos puede ser un signo de sinusitis o de infección. Si
ocurre durante un periodo de tiempo considerable, se puede achacar a una sinusitis crónica.

Cómo Tratar la Sinusitis Sin el Uso de Medicamentos

Los siguientes tratamientos naturales pueden ayudarlo a superar una infección aguda de los senos nasales
sin el uso de antibióticos y medicamentos OTC innecesario, manteniendo sus cilios saludables y en buen
funcionamiento, lo cual impedirá que el exceso de mucosa se acumule en sus senos nasales.

1. Tome líquidos calientes, como té o caldo de pollo. Ayudará a hidratar sus membranas de mucosas,
agilizando el movimiento de los cilios y por lo tanto el lavado de los moco de los senos nasales con mayor
rapidez.

2. Aplique compresas calientes en su rostro, tres veces al día durante cinco minutos. Una pequeña toalla
empapada en agua caliente sobre su rostro entre sus ojos, ayudará a aumentar la circulación de sus senos
nasales, lo que a su vez ayudará a acelerar el movimiento de sus cilios.

3. Irrigar lo senos nasales. En un estudio realizado en el 2007 por el Sistema de Salud de la Universidad de
Michigan6, se encontró que la irrigación con una solución salina disminuye la congestión nasal de manera
más efectiva que los sprays de soluciones salinas. Parce que trabaja adelgazando la mucosa, disminuyendo
la hinchazón en las fosas nasales y removiendo los escombros, bacterias, alérgenos y sustancias
inflamatorias de su nariz, por lo tanto disminuye la inflamación que hace que sea difícil respirar. (Si no ha
hecho esto antes, revise la Guía de Irrigación Nasal7 creada por la Universidad de Míchigan.)

Para hacer su propia solución salina libre de conservadores, sólo agregue una cucharadita de sal del
Himalaya o sal marina a un litro de agua destilada. Asegúrese de que la solución salina que utiliza no
contenga benzalconio, un conservador que puede dañar su función nasal y podría provocar picazón y ardor.

4. Limpie sus senos nasales con un baño de vapor con aromaterapia. Para ayudar a abrir sus conductos
nasales congestionados, coloque un par de gotas aceite de eucalipto o mentol en un recipiente con agua
caliente y después respire el vapor que produce. También puede colocar un poco de Vick´s VaporRub en su
piel debajo de su nariz, eso también puede servirle.

5. Destape sus senos nasales con los alimentos correctos. El rábano picante en un sándwich o la mostaza de
wasabi japonés también puede ayudar a abrir los senos nasales.

6. Levante la cabeza mientras duerme.

7. Elimine el polvo. El polvo puede dañar sus membranas mucosas, en especial mientras duerme cuando sus
cilios están en reposo. Utilizar un filtro purificador de aire HEPA también puede ayudar a mantener el aire
libre de alérgenos.

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