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RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL DEL ABOGADO CON SU CLIENTE

POR NEGLIGENCIA EN SUS ACTUACIONES JUDICIALES

En tratándose de una actividad profesional basada en un contrato que genera


obligación para las partes, a menudo se oye a profesionales del derecho decir
que las obligaciones que contrae son de medios y no de resultado, esto con el
fin de eximirse de culpa a la hora de tener resultados adversos para su cliente.
Pero la gran mayoría de los abogados han tomado como pretexto la razón de
este dicho que además es norma, para excusar su negligencia en la ejecución
de sus mandatos. Las obligaciones contraídas en un contrato de prestación de
servicios profesionales de abogado son de medios, pero no se puede obviar
que, si el cliente proporcionó todos los medios necesarios para la diligente
ejecución del contrato y por desconocimiento o impericia del profesional, este
habría incurrido no solamente en una falta disciplinaria, sino en un
incumplimiento en el contrato, lo que lo haría responsable por los perjuicios
causados a su cliente con su negligencia o impericia. pues asumir la ejecución
de un contrato en materia judicial, en el cual no tiene conocimiento, muestra
además que no solamente el contratista pudo haber actuado con culpa, sino
con dolo, a la hora de captar recursos por medio del compromiso en un
contrato del cual no tiene capacidad o conocimiento a la hora de su ejecución
en estrados judiciales.

OBLIGACIONES DE MEDIO Y DE RESULTADO

Concepto y ubicación

Puede decirse que esta clasificación de las obligaciones se establece sobre la


base del contenido de la prestación. Es decir, que la clasificación responde al
distinto comportamiento que se exigiría al deudor de la obligación En las
obligaciones de medios el deudor cumple actuando con la diligencia media que
es la que normalmente requiere la ley (la diligencia del buen padre de familia)
aun cuando no alcance a cumplir con la prestación. Vale decir que, en estas
obligaciones el incumplimiento (voluntario o en sentido estricto) no se
configura si no ha habido culpa del deudor. Al deudor: le basta, para eximirse
de responsabilidad, probar que se ha comportado con ausencia de culpa. En
las obligaciones de resultado se requiere necesariamente que el deudor
obtenga el resultado perseguido para que se considere satisfecho el interés
del acreedor, sin que el deudor pueda exonerarse de responsabilidad, al no
lograrlo, probando que actuó con toda la diligencia del buen padre de familia;
es decir, que no puede exonerarse de responsabilidad probando su ausencia
de culpa.

Se puede decir que otras denominaciones dadas a estas categorías de


obligaciones son más indicativas del contenido de ellas. Así, a las obligaciones
de medios se las denomina también obligaciones de actividad o de diligencia,
y a las obligaciones de resultado se las llama obligaciones determinadas,
denominación que le dieran H. y L. Mazeaud quienes, a su vez individualizan a
las de medios como obligaciones de mera prudencia.

DIFERENCIA ENTRE AMBOS TIPOS DE OBLIGACION

Quizás la mejor manera de precisar la diferencia entre ambas categorías de


obligación radique en señalar que en la obligación de medios el deudor está
obligado (como en toda obligación) a asumir un comportamiento, una
conducta tendiente a obtener un resultado (también como en toda
obligación), el cual es esperado por el acreedor para la satisfacción de su
interés. Pero si el deudor no alcanza dicho resultado, como no asegura
alcanzarlo, se entenderá que no ha incumplido, y, por lo tanto, no incurrirá en
responsabilidad, si actuó con toda la diligencia de un buen padre de familia
para tratar de obtenerlo.

La ley 1123 de 2007 en su artículo 28 consagra deberes y obligaciones del


abogado en materia de conocimiento y actualización de este y hace referencia
actos contractuales o creación y respeto de los contratos con su cliente. En los
numerales 4,8 y 10.
ARTÍCULO 28. DEBERES PROFESIONALES DEL ABOGADO. Son
deberes del abogado:

4. Actualizar los conocimientos inherentes al ejercicio de la profesión.

8. Asimismo, deberá acordar con claridad los términos del mandato en lo


concerniente al objeto, los costos, la contraprestación y forma de pago.

10. Atender con celosa diligencia sus encargos profesionales, lo cual se extiende
al control de los abogados suplentes y dependientes, así como a los miembros
de la firma o asociación de abogados que represente al suscribir contrato de
prestación de servicios, y a aquellos que contrate para el cumplimiento del
mismo.

De acuerdo al anterior artículo de la mencionada ley, es obligación


suscribir contrato con el cliente, ser diligente en las actuaciones para
que fue contratado y se tiene la obligación de estar constantemente
actualizado en los conocimientos en los cuales se litiga.

Nuestro código civil define el mandato y contempla responsabilidades


por parte del mandatario, y este hasta por culpa leve, la cual se puede
contrastar o configurar en el estudio concatenado del poder y su
correspondiente contrato en el cual se adquirió obligaciones.

ARTICULO 2142. <DEFINICION DE MANDATO>. El mandato es un


contrato en que una persona confía la gestión de uno o más negocios a otra, que
se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la primera.

La persona que concede el encargo se llama comitente o mandante, y la que lo


acepta apoderado, procurador, y en general mandatario.

ARTICULO 2144. <EXTENSION DEL REGIMEN DEL


MANDATO>. Los servicios de las profesiones y carreras que suponen largos
estudios, o a que está unida la facultad de representar y obligar a otra persona,
respecto de terceros, se sujetan a las reglas del mandato.
ARTICULO 2155. <RESPONSABILIDAD DEL MANDATARIO>. El
mandatario responde hasta de la culpa leve en el cumplimiento de su encargo.

Esta responsabilidad recae más estrictamente sobre el mandatario remunerado.

En síntesis, el contrato de prestación de servicios profesionales de abogado, se


encuentra reglado tanto en el estatuto del abogado como en la ley civil,
convirtiendo al contratista o mandatario en sujeto de responsabilidades objeto
del contrato y este responde hasta por culpa leve, lo que hace que el contratista
responda hasta por lo mas mínimo, debidamente demostrado. En materia de
prueba a la hora de fundamentar sería muy fácil demostrar el incumplimiento
del contratista, solo bastaría con hacer un estudio pormenorizado del proceso y
la participación del profesional del Derecho, haciendo una revisión en materia
procedimental, sustancial, argumentativa y probatoria, con lo que una mínima
negligencia en estas materias objeto de sus actuaciones configuraría un
incumplimiento contractual. Que además tendría repercusión en materia
disciplinaria como ya lo anotamos anteriormente y si se tratara de un
funcionario público que por sus funciones requiere ser abogado, tendría una
doble implicación disciplinaria, tanto en la ley disciplinaria de funcionarios
públicos, como en estatuto de los abogados, sin perjuicio del Nom bis in ídem.

Con este escrito se ha querido hacer público, que los abogados responden por
las obligaciones contraídas con sus clientes y no como afirman muchos, bajo la
premisa de que por tratarse de una obligación de medios, los abogados estamos
exentos de ofrecer un resultado a nuestro cliente.

El presente escrito es solo un fragmento de un artículo escrito y publicado por


JHON FERNANDO ROBLEDO VARGAS, con la colaboración de la
universidad Cooperativa de Colombia.

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