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MARCO TEÓRICO
Antecedentes de la Investigación
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que tienen pertenencia con los propósitos aquí planteados, los cuales según lo expresa
Ramírez (2004): “Consiste en dar al lector toda la información posible acerca de las
investigaciones que se han realizado, tanto a nivel Nacional como Internacional,
sobre el problema que se pretende investigar” (p. 61). Así pues, se toman las
siguientes antecedentes que guardan relación con la presente investigación.
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recalcar que la edad avanzada no constituye una contraindicación ni un mal
pronóstico para la Implantología oral, teniendo mayor relevancia la valoración
integral (bucal y sistémica) de los pacientes.
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dentales intermentonianos para posteriormente ser rehabilitados con sobredentaduras
implanto retenidas mediante un sistema de bola y anillo. Se elaboró un cuestionario
de tipo cerrado que fue llenado por cada paciente después de insertadas las
sobredentaduras, y transcurrido más de 3 meses de uso. Los resultados obtenidos
evidenciaron que el 67% de los pacientes refirieron no presentar movilidad de la
prótesis y el 78% contestó que se atrevían a comer alimentos de cualquier
consistencia, inclusive dura. 89% respondió que siempre les resultaba fácil colocar la
prótesis en los implantes. Ningún paciente refirió morderse la lengua, mejilla, y/o
labios con la sobredentadura. En conclusión, los implantes dentales oseointegrados
son una opción válida en la rehabilitación del paciente edéntulo adulto mayor.
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muestra de 11 docentes universitarios(84 % del total por ser la población pequeña). El
estudio se encaminó por un diseño investigación de tipo no experimental
transeccional descriptivo bajo un enfoque cuantitativo. La forma en que se recogió
información en este proceso investigativo fue a través de el análisis documental y la
encuesta, cuyo instrumento utilizado fue el cuestionario de 10 preguntas estructuradas
con respuestas cerradas dicotómicas el cual fue aplicado a los Docentes Odontólogos
Especialistas e Implantólogos. Los datos fueron procesados’ por el programa
computarizado del Sistema EXCEL,2007, donde la información obtenida confirma la
teoría documentada porque un alto porcentaje de los encuestados afirman del
Implante dental de Titanio tratado en su superficie externa el más popular y el mejor,
así como la utilización d la Regeneración Tisular Guiada y la Regeneración Ósea
Guiada como técnicas en el protocolo quirúrgico ella sea para favorecer la
osteointegración y la durabilidad del implante en el lecho óseo y en defectos óseos se
hace necesario que dicha institución, propuesto por los Coordinadores y Lideres de la
Facultad de Odontología dicte y/o realicen Charlas, Cursos, Foros y Debates
Estudiantiles, etc. tanto para Odontólogos Generales, Profesionales Odontólogos con
especialidad como para los Estudiantes de 3° y 4° Año de Odontología sobre
Implantología Oral y sus interacciones con las demás áreas que conforman la
Odontología; a fin de lograr en todos ellos conocimientos actualizados.
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El resultado del estudio evidencia que la carga inmediata es una técnica efectiva y
confiable que ofrece el paciente ventajas significativas, debe ser realizada únicamente
en casos favorables, demostrándose que desde el primer momento, es necesario, dar
una adecuada relación oclusal, ya que las cargas oclusales se transmiten a la interfase
hueso-implante, en un tejido óseo en proceso de cicatrización.
Referentes Teóricos
Historia de la Implantología
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enorme prevalencia de la caries dental y una atrición dental considerable como
consecuencia de la dieta abrasiva que consumían.
Así mismo, acotan los autores, que en el siglo V a.C., Herodoto describió la
práctica de la medicina en el antiguo Egipto e indicaba “cada médico trata
únicamente una enfermedad…..; algunos se dedican a curar las enfermedades
dentales” como ha sugerido Weinberger citado por Steflik, Gowgiel y James (1989),
la referencia de Herodoto a estos especialistas dentales supone que había un número
considerable de ellos en antiguo Imperio Egipcio (3000-525 a.C.), por ejemplo, Hesi-
Ra (2600 a.C.) reconoció como el primer dentista y el “número uno entre los dentistas
y médicos”. El arte del dentista era extraordinariamente valorado en esa época y el
código de Hammurabi (1900 a.C.) ya documentaba el procedimiento de extracción
dental.
Steflik, Gowgiel y James (1989) acotan que Congdon definió por primera vez la
palabra implantación en 1915 con los siguientes términos: operación de introducir
una raíz natural o artificial en un lecho artificial creada en la “apófisis alveolar”. Así
mismo, Congdon sugirió asimismo que “algunas de estas operaciones alcanzaban el
éxito que podrían inspirar futuros experimentos en esta misma línea. Si el resultado es
favorable en algunos casos ¿Cuál es la causa de que siempre suceda lo mismo si las
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condiciones son mas favorables?” Las palabras de Congdon de 1915 preveían las
actuales aspiraciones de reproducibilidad y garantías de los servicios de implantación.
Por otra parte, Steflik, Gowgiel y James (1989) explican que hay seis épocas
muy diferentes en relación con la implantología: (1) la antigüedad (hasta el año 1000
d.C.); (2) el Medioevo (1000-1799): (3) el periodo fundacional (1800-1910); (4) la
era premoderna (1910-1930); (5) los albores de la era moderna (1935-1978), y (6) la
implantologia oral contemporánea (desde 1978 hasta la actualidad).
Antigüedad
Para Steflik, Gowgiel y James (1989) la historia de los implantes dentales es tan
fascinante como su propia antigüedad. Las mujeres de la corte de las antiguas
dinastías egipcias recibían implantes intraóseos de dientes artificiales esculpidos en
marfil. En realidad, la caída dental se consideraba como un obstáculo tan grande que
antes de la momificación o preparación para el entierro, se implantaban dientes
artificiales o animales en el maxilar del cadáver a efectos de prepararle debidamente
para la otra vida.
Cranin citado por los autores, sugiere que la primera muestra conocida de
implante dental tuvo lugar en la era precolombina. Wilson la descubrió en 1931,
durante sus excavaciones en la playa de los muertos del Valle del río Ulúa en
Honduras, un cráneo con un diente artificial esculpido sobre una piedra oscura. Este
dispositivo, verdaderamente artificial y no trasplantado, se aplicó para sustituir el
segundo incisivo inferior izquierdo. El cráneo, que data del año 600 d.C., mostraba
tres piezas con forma de diente procedentes de una concha que había sido implantada
en los sacos alveolares de los incisivos inferiores ausentes. Las radiografías
demostraron la formación de hueso compacto alrededor de dos de los implantes, lo
que sugiere que se había mantenido durante el suficiente tiempo como para que
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tuviera lugar la formación ósea. Parece razonable suponer que durante la cultura
maya se implantaran materiales aloplásticos a personas vivas.
Así que según Steflik, Gowgiel y James (1989), la historia de los implantes y
trasplantes dentales se remota a África (Egipto), a América (mayas, aztecas e incas) y
al Oriente Medio. Durante este primer periodo histórico, se han encontrado también
trasplantes dentales en la cultura griega, etrusca y romana. Aparentemente, no existe
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ningún tipo de restricción geográfica en cuando al deseo de los primeros dentistas de
sustituir los dientes ausentes o enfermos.
Medioevo
En este aspecto, Steflik, Gowgiel y James (1989) refieren que la era medieval
de la implantación se refiere fundamental al trasplante dental. Albucasis (también
conocida como Abul Kasim), cirujano árabe (936-1013), describió las técnicas del
trasplantes y el mismo los fabricó con huesos de buey.
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El trasplante dental recibió en siglo XVIII el impulso de personajes tan
conocidos como Pierre Fauchard (1678-1761) y John Hunter (1728-1793), aunque
también tenía sus detractores. El satírico Thomas Rowlandson critico esta práctica de
una manera rotunda, como también lo hicieron otros. Los dientes humanos eran caros
y escasos y los procedentes de cadáveres repugnaban por lo general al paciente. Se
comprueba de nuevo el deseo de sustituir los dientes caídos. Sin embargo, los
implantes de marfil, conchas y huesos en los dientes humanos utilizados para el
trasplante no satisfacían las exigencias de la época. Además, en este siglo ya se
comentaba que el trasplante dental podía transmitir ciertas enfermedades e incluso
producir la muerte. Por último, este procedimiento acabo perdiendo la popularidad a
comienzos del siglo XIX.
Periodo Fundacional
En este mismo orden de ideas, los autores explican que, la implantología bucal
endoósea se inicio en realidad en el siglo XIX. Maggilio introdujo en 1809 un
implante de oro en el alveolo de un diente recién extraído. Tal como comenta Driskell
citado en Steflik, Gowgiel y James (1989), este implante no estaba en realidad
sumergido, aunque los tejidos permitieron que curara pasivamente sin necesidad de
corona. La corona se fijo cuando el tejido estaba aparentemente sano. Maggilio,
expuso también los sistemas para fijar los dientes pivote en las raíces naturales o
artificiales por medio de un muelle. En 1845, Rogers estableció que la utilidad de las
raíces como fijación de los dientes artificiales parece tan atractiva que incluso se
concibió la idea de crear raíces (artificiales). Así mismo, sugirió que esta
intervención había sido iniciada por Maggilio.
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un nivel satisfactorio, a pesar de los múltiples fracasos; dos de las causas mas
importantes de fracaso son la reabsorción y la exfoliación”. (p.5).
En este sentido, según Ruelas (1994), a pesar de que se tienen signos evidentes
de que las técnicas de implantes fueron introducidos por Harris o incluso Maggilio,
Edmunds (Nueva York) notificó el día 12 de marzo de 1889 a la sociedad dental del
primer distrito de esa ciudad que había implantado una cápsula metálica en el espacio
ocupado por el primer premolar superior derecho. (p.21). Esta operación fue realizada
probablemente en 1886 o al mismo tiempo que la operación de Harris. La cápsula
metálica estaba compuesta por una lámina de platino cubierto de plomo y soldada con
plata pura. Después de inyectar hidroclorato de cocaína al 10% como anestésico,
procedió a crear el lecho con un bisturí espiral y escariadores; luego, irrigo una
solución de dicloruro mercúrico al 1:4.000.
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Para Ruelas (1994) es curioso que el autor Berry insistiera en 1888 en la
necesidad de obtener dientes que no transmitieran enfermedades, uno de los peligros
de la implantación o reimplantación de los dientes naturales. Este autor sugirió que
era probable que los dientes de porcelana con raíces de madera, estaño o plata
quedaran bien retenidos si se colocaban correctamente. Sin embargo, tal como sugería
Berry, el plomo suele ser tolerado sin ningún problema por el organismo, por lo que
no hay duda de que es el material mas adecuado para las raíces de los dientes a
implantar. Berry sugirió que las raíces de los dientes se envolvieran con cera de abeja,
revestidas de escayola y hervidas para eliminar la cera y moldeadas en plomo colado
para rellenar los espacios. Luego, se limaban las raíces y se reducían de tamaño, en
función del receptor.
Las raíces tenían que ser totalmente redondas y del mismo diámetro. En la obra
de Berry ya se recogían dos consideraciones de interés. En primer lugar, la
recomendación inicial de la congruencia inmediata del implante y de la “caja” tisular;
en segundo lugar, el uso de un biomaterial totalmente seguro, como el plomo. Como
sucede con la actual bibliografía sobre implantología, hasta los dogmas mas
aceptados serán objeto e futura revisión científica.
A medida que trascurre la ultima década del siglo XIX, va aumentando el uso
dispositivos implantados. En 1890, se resecó la mandíbula a un ministro de
Massachussets como consecuencia de un tumor. Mas adelante se practicó una
restauración dental muy peculiar compuesta por un sistema amplio de coronas de oro
soldadas entre si y unidas a un dispositivo en bisagra con la dentadura residual como
elemento de sustitución de la mandíbula resecada.
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implantación en la reunión de la Asociación Dental nacional de 1898. (p.17) Durante
esta demostración clínica, “la implantación de una capsula de plata”, colocó la
capsula en el alveolo con la intención de introducir la corona en un momento
posterior.
La Era Premoderna
Siguiendo con el tema, en las dos primeras décadas del siglo XX, el campo de
la implantología bucal estaba dominado por dos clínicos innovadores, R. E. Payne y
E. J. Greenfield. Payne presento su técnica de implantación capsular en las sesiones
clínicas del Tercer Congreso Dental Internacional, como se refleja en “Dental
Cosmos” en 1901. Payne indicó como extraer la raíz, aumentar el alvéolo con un
trepano y encajar la cápsula mediante ensayo y error. Este auto restablecía surcos a
ambos lados del alvéolo, rellenaba dos terceras partes del mismo con goma, ajustaba
una corona con una raíz de porcelana dentro de la cápsula y la fraguaba con
gutapercha. Aproximadamente al mismo tiempo, Scholl, de Reading Pennsylvania,
implantó en 1903 un diente de porcelana con una raíz de porcelana corrugada.
Así Greenfield citado por Steflik, Gowgiel y James (1989), sugirió que se
podría pensar que el peligro de esta intervención supera los beneficios que se
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obtienen; sin embargo, no sucede así, si se respetan las normas sanitarias de
esterilidad, precaución que deben adoptar todos los cirujanos dentales al realizar
cualquier tipo de operación. Es así como se reafirma de nuevo la necesidad de la
esterilidad y la limpieza, que fue desechada con frecuencia en las décadas intermedias
del siglo XX. La negligencia dio lugar a una opinión negativa acerca de la
implantología, de la que aún quedan residuos. De hecho, John Roberts, notable
cirujano de la época, indicó que cuando Greenfield, al describir la intervención,
aconseja limpiar la encia con éter, esterilizar los instrumentos mediante cocción y
rellenar la cavidad con pasta de bismuto, deja de ser (únicamente) un dentista y se
convierte en un cirujano.
Según Steflik, Gowgiel y James (1989), Greenfield fabricó una raíz artificial de
alambre de iridio de 20 g soldada con oro de 24 kilates, y redacto su técnica de esta
manera: “… una vez que esta todo preparado, se limpia la encia con alcohol, se extrae
el tejido gingival, (se aplica) un bisturí eléctrico con forma de cono para cortar el
hueso y se acaba el lecho óseo con un escariador. Esta intervención dura en total
aproximadamente un minuto. A continuación, “se coloca la raíz y se cementa la
férula. Las bandas cementadas se mantienen y sujetan al marco con firmeza hasta que
una cantidad suficiente de células óseas rellena los espacios intermedios y el marco
queda incluido dentro del maxilar”. (p.25).
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Hay que señalar que el caso clínico descrito por Greenfield fue sometido a
revisión. Citan Steflik, Gowgiel y James (1989) que Burton Lee Thorpe escribió:
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se fijaba el elemento que contenía el pilar para la prótesis. Como puede observarse,
ésta es la base histórica de los pernos internos que retienen los aparatos protésicos,
mecanismo muy parecido al de los actuales implantes sumergidos.
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en la década de los cuarenta; algunos implantes han funcionado hasta 17 años.
Además, Strock inició, hecho muy importante, estudios animales experimentales para
examinar la respuesta hística a los implantes colocados en perros. Este investigador
aportó pruebas histológicas de la posible congruencia ósea con los implantes después
de largos períodos. Se trata de las primeras pruebas histológicas de osteointegracion o
aposición ósea.
Implantes Subperiósticos
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como soporte del armazón subperióstico. De hecho, James ha sido recientemente el
pionero en el uso de la tomografía computarizada (TC) como mecanismo para el
desarrollo de modelos mandibulares en los implantes subperiósticos, evitando así una
etapa quirúrgica al paciente.
Sobredentadura
Según Palla (2005), existen tres formas para retener las sobredentaduras: (a)
un sistema que utiliza una barra que feruliza los implantes a la cual se amoldan
aditamentos colocados en zona basal de la prótesis, (b) un sistema que utiliza bolas y
anillos como elementos de retención, y (c) un sistema que utiliza aditamentos
magnéticos para mantener la sobredentadura unida a los implantes dentales.
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va integrado a la prótesis total (Herrero y Herrero, 1995 citados en Palla, 2005). Están
diseñadas para permitir y compensar la resiliencia de la mucosa alveolar de soporte
así como también limitar la movilidad, además evita el posible movimiento individual
de los implantes al permanecer estos ferulizados.
Oseointegración
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No obstante, para Branemark (1987), la oseointegración tiene en la práctica
un sentido preciso, clínicamen1 e una inmovilidad del implante luego de someterlo
a carga, y la ausencia de síntomas sensitivos o infecciosos son los signos de la
oseointegración. Una cosa importante que el clínico debe tener en cuenta es que la
oseointegración obtenida a través de una prolija técnica quirúrgica puede perderse
totalmente si el implante es sometido a cargas que superen su capacidad de trabajo.
Eso significa que la oseointegración es totalmente reversible si las condiciones de
trabajo no son las adecuadas, estando esto íntimamente relacionado con la
arquitectura protética y por supuesto, con la oclusión, por este motivo a conti-
nuación se explican los factores que condicionan la oseointegración en un primer
estadio que es cuando se busca su obtención.
Explica Palla (2005) que los factores que están relacionados con el logro de
la oseointegración pueden ser divididos en:
Factores Controlables
- Técnica quirúrgica.
- Velocidad de rotación.
- Filo del instrumento.
- Forma de irrigación.
- Temp. Liq. de irrigación.
- Vascularización ósea.
- Biomaterial utilizado.
Factores no Controlables
- Microestructura.
- Tipo de Biosuperficie.
Técnica Quirúrgica:
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protocolo original de Branemark (Ob.cit.), aunque estudios recientes han demostrado
que esto no es un requisito fundamental. Otro factor importante dentro de este punto
es realizar una correcta técnica de TAPPING.
Velocidad de Rotación:
Tipo de Irrigación:
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Vascularizacion Ósea:
Por otra parte, los trabajos de Jones (citado en Palla, 2005), conducen sobre la
zona de emergencia del implante a realizar, una superficie lisa para evitar que se
depositen bacterias en el fondo del surco perimplantario permitiendo una mejor
fijación del atache epitelial.
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Biomaterial utilizado:
El Lugar Receptor
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plante hasta el día de su descubierta y consiste en un proceso de remodelación ósea
que incluye varias etapas. A saber:
- Activación
- Reabsorción
- Inversión
- Formación
- Reposo
Si por cualquier cosa esta puesta en carga se retrasa, lo único que conseguimos
es una atrofia ósea alrededor del implante. Esta forma de pensar es la que guía a
descubrir los implantes siempre a los tres meses de su inserción.
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presiones masticatorias.
Diseño de Implante
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Tornillos, Extensiones y Sistemas de Retención
Para Estévez (2003) las sobredentaduras deben diseñarse de manera que sean
capaces de resistir diferentes condiciones de carga y esto constituye un hecho que
requiere de nuestra atención antes incluso que considerar los detalles acerca de las
unidades de retención de cada caso. Por su propia naturaleza, las unidades de
retención probablemente van a estar sometidas a cargas oclusales. Por consiguiente,
será necesario que las unidades de retención en sí mismas, sena lo suficientemente
robustas y que se hallen rodeadas de un material retenedor con un grosor adecuado
para evitar que puedan producirse fisuras en la base de la dentadura, alrededor del
retenedor.
Antes de considerar el mecanismo con más detalle, hay que recalcar un punto
importante. La acción de apretamiento del tornillo comprime la pieza que está siendo
ajustada y produce un estiramiento y una pre-tensión en el propio tornillo. Si a
continuación se aplica a esta unidad una carga de tensión adicional, se reduce la carga
compresiva en la pieza y habrá una pérdida resultante de retención. Por otro lado,
también hay que decir que las cargas compresivas adicionales son de poca
trascendencia.
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Por lo que concierne a las sobredentaduras, Estévez (2003), acota que los
componentes del implante están actuando probablemente como una carga estructural
portadora de elementos. En realidad, los potenciales de carga del entorno son bastante
amplios y pueden abarcar desde una carga estática como una tensión, cizalla-miento o
inclinamientos, a cargas dinámicas debidas a vibración o a impactos repetidos. Todo
ello puede conducir a fallos por fatiga de los componentes.
Sistemas de Retención
Para Estévez (2003) una prótesis removible, una vez colocada en la boca, se
halla sometida a una variedad de fuerzas que actúan en diferentes direcciones. La
retención puede ser considerada como la fuerza que resiste la retirada de la prótesis a
lo largo de la vía de inserción. La sobredentadura ideal tiene una estabilidad inherente
y un sellado periférico que proporciona retención; los mecanismos adicionales de
retención hacen sólo un papel auxiliar.
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Los mecanismos de retención podrían también actuar proporcionando soporte
oclusal y estabilización, sin tener en cuenta si estaban o no diseñados realmente para
resistir tales fuerzas. En realidad, prácticamente, a todos los retenedores se les pide
que proporcionen soporte oclusal, y debido a que no hay una resiliencia verdadera en
un sistema de implantes, las cargas aplicadas pueden ser muy considerables.
Las fuerzas aplicadas durante la masticación son similares a aquellas a las que
están sometidos los dientes naturales, a pesar de que la resiliencia y el «feedback» del
ligamento periodontal se hayan perdido. Durante la masticación, pueden aplicarse de
forma breve cargas de alta intensidad. Los momentos potenciales procedentes de car-
gas lejanas a los retenedores, subrayan la dificultad de prevenir la distorsión de los
extremos flexibles, a menos que se incorpore algún componente estabilizador adicio-
nal.
Esta debería ser una de las razones más comunes de quejas acerca de las
sobredentaduras, que requieren de ajustes continuos para su retención. El re-
nacimiento de los sistemas de retención sobre barras, se debe, en gran medida, a su
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adaptabilidad a la mayoría de sistemas de implantes y es importante que sus
características y forma de aplicación se comprendan perfectamente.
Es así como cualquier proyección por encima del nivel de la mucosa requiere
un alojamiento correspondiente en la dentadura. Cuanto más abultado sea el
retenedor, mayor deberá ser el alojamiento y por tanto, mayor será el efecto
debilitador correspondiente en la base de la dentadura. A medida que la altura de la
proyección aumenta, el espacio vestíbulo-lingual se torna más crítico, el alineamiento
de los respectivos componentes de retención se hace más difícil, y la rectificación de
la vía de inserción de la sobredentadura se complica.
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De los ataches axiales, pocos son totalmente rígidos ya que por su tamaño se
hace difícil evitar que haya una pequeña cantidad de movimiento entre los dos
componentes. En realidad, se han incorporado resortes y otros artilugios en algunos
diseños, en un intento de conseguir un cierto grado controlado de movimiento. Sin
embargo, si tenemos presentes las dimensiones diminutas de los resortes y la
magnitud de las cargas aplicadas, tales sistemas probablemente sólo van a funcionar
de la manera esperada durante unas pocas semanas. Con el objeto de clasificarlos, los
ataches axiales se dividen en dos grupos:
1. Extrarradicular, en el que el elemento macho sobresale de la superficie de
la raíz de la preparación o del implante.
2. Intrarradicular, en el que el elemento macho forma parte de la base de la
dentadura y ocupa una depresión producida especialmente dentro del contorno de la
raíz o implante.
Los mecanismos axiales son de entre todos los ataches, los más sencillos.
Pueden proporcionar estabilidad adicional, retención y soporte, mientras que el buen
cierre de ciertas unidades puede mantener el sellado del borde de la dentadura.
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placa, pero la mayoría de los ataches axiales necesitan estar enterrados en resina
acrílica.
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La mayoría de fabricantes de ataches, proporcionan una información técnica
excelente de sus productos. Los ataches que permiten un grado limitado de juego
entre los componentes macho y hembra vienen provistos con frecuencia de
espaciadores que se utilizan durante el proceso de elaboración de la prótesis. Hay que
eliminar los cantos vivos de la resina acrílica a nivel de la superficie de la impresión,
y también deberá aliviarse un área de resina circundante según convenga. El hecho
importante es que la base ha de estar bien adaptada y ha de ser fácil de mantener libre
de placa.
Ataches de Bola
Los ataches de bola Astra Tech, permiten cierta rotación y resilencia vertical,
aliviando así a las fijaciones de fuerzas desfavorables. Gotfredsen et al. (1993) han
presentado unos resultados preliminares prometedores con los ataches de bola
utilizados como retenedores para sobredentaduras mandibulares.
Selección de Ataches
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por lo general, la forma y el tamaño, aunque los aditamentos auxiliares que le
acompañan también pueden influir en dicha elección.
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Al seleccionar un atache, debe tenerse en cuenta que el espacio existente ha de
permitir que estas unidades de retención puedan estar rodeadas por un grosor
razonable de resina acrílica, ya que sino la dentadura se verá debilitada.
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Los problemas de espacio están estrechamente relacionados con las
complicaciones en la decisión del eje correcto de inserción de la dentadura. Los
errores en mantener este alineamiento o paralelismo correcto ocasionarán una
reducción excesiva de la base de la dentadura y por tanto una debilidad asociada. Con
implantes unitarios, existe una pequeña capacidad de maniobra siempre que el atache
esté alineado con el implante. Normalmente, si existen divergencias amplias hay que
utilizar una técnica alternativa.
Una situación típica sería la que se presenta debido a las retenciones anteriores
alrededor de caninos inferiores prominentes y a las retenciones posteriores bilaterales
en la fosa retromilohioidea. En el maxilar puede encontrarse un problema similar,
donde las eminencias caninas y las tuberosidades producen un dilema idéntico.
Aunque siempre hay que pensar en considerar la reducción quirúrgica de las
tuberosidades, esto podría no ser factible y por tanto permanecer el problema de la
retenciones conflictivas. Los “O-rings” son los sistemas de retención más populares.
Sin embargo, a veces, el cambio de un anillo puede ser un poco problemático.
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estructura y complica la limpieza y el mantenimiento. Excepciones a esta regla serían
los ataches de nylon, o aquellos de construcción similar, con una distribución poco
adecuada de las raíces remanentes (Albrektsson, 1987).
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El espacio es particularmente difícil en los casos en que es necesario
reproducir una maloclusión de Clase II, División 2, como en el caso de unos dientes
anteriores retroinclinados que invaden el espacio disponible. En los casos en que el
espacio bucolingual lo permita, los ataches para las restauraciones inferiores han de
colocarse 1-2 mm linguales respecto a su posición normal.
Técnicas de Impresión
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Impresiones del Área de Soporte de la Dentadura
Para obtener una prótesis satisfactoria sea del tipo que sea, constituye un
prerrequisito obtener un impresión definitiva que sea lo suficientemente extensa. Para
que la dentadura sea estable, las cargas oclusales deben distribuirse tan ampliamente
como sea posible y las fuerzas tanto de adhesión como de cohesión han de
desarrollarse al máximo. Para resistir cargas verticales, la cobertura del área bucal de
la mandíbula constituye un hecho esencial, mientras que la cobertura palatina del
maxilar juega un papel similar. Si a impresión recoge algún desplazamiento de la
mucosa, la superficie de impresión de la dentadura tendrá el contorno de a forma que
la mucosa adopta bajo carga.
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necesaria para una estabilidad máxima. Sin embargo, para que los implantes o las
raíces subyacentes estén protegidas de fuerza de torque excesivas, es muy importante
el soporte sobre el área bucal.
Acota Albrektsson (1987), que mientras que el operador puede tener poca
capacidad de elección en cuanto a la selección de los pilares naturales, hay una gran
versatilidad cuando se utilizan implantes, bastante a menudo, las raíces o los dientes
se encontraran allí donde el hueso de soporte sea mayor y el operador tendrá que
enfrentar la decisión de si la ubicación o emplazamiento es mas valioso que la raíz
que lo esta ocupando.
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Los requerimientos normales mínimos necesarios son dos implantes en la
mandíbula y cuatro implantes en el maxilar. Los emplazamientos de los implantes, la
angulacion y la posición vestibulolingual son otras de las importantes decisiones a
tomar. Hay que recalcar de nuevo la importancia de tener en mente el resultado final
desde el estadio inicial del tratamiento. Por ejemplo, si se planea un retenedor de
barra y clip, no tendrá sentido colocar cuatro implantes muy cercanos entre sí que
harán imposible el que halla espacio para colocar clips o caballitos entre ellos. Este
tipo de contratiempo necesitaría colocar extensiones distales, con lo cual la
probabilidad de una fractura final de la junta de la extensión se ve incrementada si
hay dientes naturales en posiciones oponentes.
Los problemas de los pilares implantes que penetran tejidos móviles, por mala
angulacion dan como resultado fuerzas excéntricas y complicaciones estéticas que se
derivan de un mal planteo de la colocación de los implantes, de todo lo cual ya se ha
hablado en otras secciones de este texto. Se han mencionado simplemente para
reiterar que la versatilidad en cuanto a los abordajes que los implantes permiten al
operador, conlleva responsabilidades de plan de tratamiento y de ejecución que no se
presentan cuando se utilizan pilares naturales.
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Técnica Quirúrgica
Así que, en este orden de ideas, antes del proceso de implantación, los
pacientes son examinados clínica y radiográficamente, habiendo de cumplirse las
indicaciones para el tratamiento con implantes.
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El proceso quirúrgico se efectúa en dos estadios. La colocación de la fijación
se realiza con el paciente bajo anestesia local, en un ambiente aséptico. A los
pacientes se les administra de manera rutinaria, como tratamiento profiláctico
antibiótico, 1 g de fenoximetilpenicilina dos veces al día, inmediatamente antes de la
cirugía y se continúa durante una semana del postoperatorio. Una vez anestesiado, se
efectúa una incisión en la cresta alveolar levantando un colgajo mucoperiostico bucal
y lingual y disecando los tejidos para identificar el hueso y las estructuras nerviosas.
Los emplazamientos de los implantes se preparan con una técnica paso a paso
empleando taladros en diferentes diámetros con indicadores que dan una lectura
directa de la profundidad correcta. Toda la preparación del tejido óseo se lleva a cabo
bajo una copiosa irrigación con solución salina a temperatura ambiente y fresando de
forma intermitente para evitar el calentamiento del hueso. Antes de seleccionar la
fijación, se revisa la profundidad del lecho del implante con un calibrador de
profundidad. La fijación se coge y se instala por medio de un adaptador de fijaciones.
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En el maxilar inferior la dentadura vieja se alivia para que no produzca
ninguna compresión sobre las zonas de la fijación, se rebasa parcialmente y se le
entrega al paciente al cabo de una semana.
Dos de los factores más influyentes para alcanzar una buena oseointegración
son la técnica quirúrgica, anteriormente comentada, y la prevención de los
movimientos del implante, evitando su carga o puesta en función de un modo
prematuro (Albrektsson, 1987). Pretender imponer al hueso una carga prematura,
implicaría la hialinización de la zona periimplantaria, la movilización del implante y
la posterior retirada obligada del mismo.
58
En la elaboración del plan tratamiento protésico para someter a carga un
implante deben considerarse varios aspectos. Así pues, si se carga demasiado pronto
un implante se puede comprometer su oseointegración, del mismo modo que si
sometemos a condiciones de carga desfavorables debido a la ignorancia sobre los
principios fundamentales de biomecánica, podríamos interferir en el proceso de
oseointegración (Rangert, en Adell, 1994).
Igualmente, Roberts y Gonsalves citados por Adell (1994) refieren que los
osteocitos presentan una vida media menor a partir de los 35 años de edad, los
osteoclastos, derivados de los monocitos circundantes, no dependen de la población
cel1l1ar atrófica ósea, sino del estado de la médula ósea, por lo que la reabsorción no
está afectada por el envejecimiento óseo. En cambio, los osteoblastos derivados del
tejido óseo están muy deprimidos en número y actividad por el proceso del
59
envejecimiento.
60
Así mismo, Albrektsson, (1987) dice que ka vascularización de los maxilares
presenta importantes modificaciones en relación con el envejecimiento,
especialmente en la mandíbula (Bradley, 1972). Frecuentemente, la arteria alveolar es
asiento de un proceso de arterioclerosis que provoca cambios circulatorios
alternativos, a través de periostio, con la formación de un plexo formado por ramas de
las arterias facial, bucal y lingual.
Implantación Inmediata
Carlsson, en 1988 citado por Barrachina (1991)., demostró que una perforación
sobredimensionada de 0.33 mm tiene como consecuencia un hiatus medio de 0,22
mm y un contacto hueso-implante en zonas muy limitadas; para un error de 0,85 mm
el hiatus medio pasa a 0,54 mm y no se observa ninguna zona de contacto hueso-
implante. Sólo el contacto íntimo entre el implante y la superficie ósea asegura la
ausencia de una interposición fibrosa.
61
El ideal teórico entonces para la implantación inmediata será crear un
neoalveolo sobredimensionado en todos los sentidos al alveolo deshabitado
lamentablemente esto casi siempre es muy difícil de conseguir si pensamos que el
diámetro máximo de los implantes actuales es de 5 mm. Actualmente se está
utilizando para la técnica inmediata el sistema de implantes FRIAUT II que cuenta
con diámetros de 3'8, 4'5, 5'5 y 6'5 mm.
62
huesos maxilares a fin de sustituir una o varias raíces dentales, obligó a los
investigadores y a los clínicos a replantearse los conocimientos de que disponían
sobre la respuesta ósea ante la presencia de un material extraño.
Sin duda alguna, se conocía que ante un cuerpo extraño, el organismo reacciona
intentando destruirlo, fagocitándolo a fin de eliminarlo o bien si éste es demasiado
grande, lo encapsula para aislado (Sharrock, 1992 citado en Palla, 2005).
Barrachina (1991), explica que, por una parte los tejidos blandos siempre han
preocupado a los investigadores y a los clínicos por la comunicación creada entre el
medio externo e interno a través del surco gingival y. en general, se admite que la
reacción ósea es favorable, siendo algunos trabajos como los de Bothe, R.T. que datan
de 1940, los que demuestran que el hueso tiene una fisiología normal en contacto con
diversos biomateriales.
63
un tejido conjuntivo fibroso abundante. Entre estos dos extremos se describen
diversas .posibilidades. Fue Akagawa en 1984 que, para establecer un cierto orden,
realiza un estudio y describe tres tipos posibles de interfase.
64
satisfactorios tanto clínica como radiográficamente que fueron sacados de pacientes
habiendo transcurrido entre 2 a 7 años desde su colocación. Los estudios con
microscopio electrónico de barrido y transmisión mostraron la presencia de tejidos
calcificados en contacto con la superficie del implante. Hansson, Albersson y
Branemark examinaron en 1983 otro implante humano y encontraron signos
histioquímicos que confirmaban el concepto de oseointegración. Por otra parte, fue
indicado por varios autores (Kawarahar H., Vagami A. et. al., 1977) (Busing c.,
O'Holdt B. et. al. 1983) un acercamiento estrecho entre el hueso e implantes de óxido
de aluminio.
Albrektsson (1987) explica que en 1982 Mac Kinney, Jr, Koth, O., de la
escuela dental de Georgia estudian la respuesta del hueso a implantes de Zafiro que
químicamente corresponde al óxido de aluminio. Estos implantes de Zafiro se hacen
de un monocristal de alfa óxido de aluminio, cuyo crecimiento se obtiene de forma
artificial por un procedimiento perfeccionado de Vernuil consistente en fundir y
recrístalizar la alumina previamente purificada. Estos implantes dentales son
fabricados por la firma japonesa Kyocera. El resultado es un núcleo cristalino que es
tallado por instrumentos diamantados dotándolos con la forma elegida, después se
glasean por fusión superficial para obtener una superficie perfectamente lisa. Si bien
la biocompatibilidad del Zafiro había sido estudiada ya en 1975 por Kawarahara,
Yamagami et. al., estos trabajos del grupo de Georgia evidenciaron una fuerte
retención del implante al hueso alveolar debido a la neoformación ósea alrededor el
mismo.
65
Interfase Tipo II:
66
Posteriormente, esta idea fue abandonada cuando histológicamente se
demostró que las fibras colágenas discurrían paralelas al implante y no
perpendiculares al mismo, por lo que no cumplían con la función de símil del liga-
mento periodontal.. Recientemente, Buser, determina en forma experimental la
formación de cemento con fibras colágenas adyacentes en implantes dentales. Esto se
consiguió dejando porciones de ápices dentales bajo las fijaciones de titanio.
Para Barrachina (1991), el tejido óseo es uno de los más dinámicos del
organismo y está sometido a una serie de procesos, como pueden ser:
- Crecimiento.
- Moldeado.
- Remodelado.
- Reparación.
67
remodelado es un mecanismo mediante el cual el tejido óseo envejecido es sustituido
por tejido óseo joven. El volumen de hueso preexistente es cambiado por hueso
nuevo en una unidad de tiempo y a este proceso se le llama turnover o recambio óseo.
El remodelado es un proceso que tiene lugar durante toda la vida del sujeto y
está regulado por factores humorales y mecánicos. Este recambio constante de tejido
óseo se realiza a expensas de dos actividades celulares contrapuestas que se suceden
en un mismo espacio, primero la reabsorción y luego la formación separadas por una
fase de reposo.
68
desplazamientos se denominan dominio osteoclástico y su extensión es de 1,5 a 3 ve-
ces mayor que la superficie de contacto de la célula con el hueso.
69
cuenta que el número de superficies de parada aumenta con la edad. La fase de for-
mación, incluyendo período de inactividad transitoria, dura unos tres meses tanto en
el hueso trabecular como cortical.
70
El conjunto de osteoblastos y osteoclastos que actúan en conjunto para formar
un ciclo remodelado se denominan unidad de remodelado óseo o B. R. U. (Bone
Remodlir Unit). El resultado final de cada ciclo es una nueva unidad estructural ósea
o B.S.U (Bone Structural Unit). Por este motivo, le implantes deben permanecer
hibernados e tanto se cumpla el B.R.U. que dura entre 1 y 4 meses.
71
- Tejido Conjuntivo de Soporte.
Descripción Anatómica:
72
1 Rama Posterior:
N. Auriculo Temporal
R. Vasculares.
R Articulares.
R. Paratoideos.
R. Auriculares.
R. Temporales.
2 Ramas Descendentes
N. Dentario Inferior
R. Lingual.
N. Milohioideo.
F. Dentales.
N. Incisivo.
N. Mentoniano.
N. Lingual
F. Linguales.
F. Tonsilares.
F. Ganglios submaxilar.
F. Ganglios ublingual.
Arteria Dentaria Inferior:
Arteria Carótida Externa – Arteria Maxilar Interna – Arteria Dentaria Inferior:
R. Pterigoideo.
Art. Milohioidea.
R. Pulpares.
R. Óseos.
Art. Interaveolares.
Art. Mentoniana.
Art. Incisiva.
Vena Dentaria Inferior:
Vena Yugular Interna – Tronco Temporoso Maxilar – Plexo Venoso Pterigomaxilar –
73
Vena dentaria Inferior.
Es la más voluminosa de las ramas del nervio maxilar inferior: nace a unos 5
mm por debajo del agujero oval; se sitúa entre el músculo pterigoideo externo y la
aponeurosis interpterigoidea por fuera y el músculo p1erigoideo interno por dentro.
Está envuelto por un manguito celulograsoso desde su origen hasta 1 cm por encima
de la espina de Spix aproximadamente, dirigiéndose hacia abajo y hacia afuera
formando una curva descendente de concavidad anteroposterior; lo cruza
superficialmente por su cara externa la arteria maxilar interna, mientras que el nervio
lingual y la cuerda del tímpano se hallan por delante y por dentro respectivamente.
La arteria meningea media está situada por detrás y por fuera; la arteria
meningea menor se pega al nervio dentario inferior antes de constituir el tronco
nervioso maxilar inferior. El nervio dentario inferior y el nervio lingual están
normalmente situados por fuera del ligamento de Cividini, aunque algunas veces
están por dentro y otras están separadas por el mismo. Más hacia abajo, el nervio
dentario inferior está entre el músculo pterigoideo interno por dentro y la rama del
maxilar inferior por fuera y ya situado en su cara interna penetra en el orificio del
conducto dentario inferior, que presenta en su cara antero superior la espina de spix el
trayecto que sigue en el cuerpo mandibular es variable con el sexo, edad, tipo
constitucional del individuo e inclusive puede haber pequeñas variaciones en un
mismo individuo entre el lado derecho e izquierdo; por eso, como veremos más
adelante, debe hacerse un estudio radiológico individualizado cuando vamos a
trabajar con él.
74
Histología – Fisiología
El nervio dentario inferior como otros nervios periféricos está constituido por
fibras nerviosas mielínicas y amielínicas agrupadas en fascículos.
Endoneuro:
Perineuro:
El conjunto de nervios forman fascículos que están rodeados por varias capas
de células aplanadas dispuestas circunferencialmente y separadas por fibras
colágenas. La morfología de estas células perineurales es muy similar a las células de
Schwann.
Epineuro:
75
El territorio del cual recoge las sensaciones superficiales cutáneo-mucosas-
dentales, de tacto, presión, calor, frío, dolor, e identificación de formas, tamaños y
consistencia de objetos mediante el tacto (sensibilidad estereognósica); periostio,
sentido de posición, dolor profundo y presión profunda correspondiente a los
elementos constitutivos de la región anatómica que inerva y que es la siguiente:
En cada hemimaxilar inferior:
- Elementos dentarios (pulpa dentaria)
- Periodonto.
- Hueso Maxilar.
- Periostio.
- Tej. Conjuntivo.
- Vasos Sanguíneos.
- Músculos.
- Gandulas Salivales menores.
- Mucosa Oral
- Semimucosa Labial.
- Glándulas Sebáceas.
- Piel del Mentón.
- Pelos (Folículo piloso)
Implicaciones Clínicas
76
- Desdentado Parcial Posterior.
Extremo Libre.
Intermedio.
En desdentados totales:
- Prótesis completas muco soportada retenida por implantes. (P.C.M.S.R.I.)
- Prótesis completas implanto soportadas a extremos libres. (P.C.I.S.E.L.) (can
tilIevers)
-
Si bien estos dos sistemas de restauración implanto protéticas aportan solucio-
nes, son pasos en la evolución hacia la aspiración que es la de realizar prótesis im-
planto soportadas fijas de 3.6 a 4.6.
P.C.M.S.R.I:
En este tipo de restauración se debe tener claro que sigue siendo una prótesis
mucosoportada, debiendo cumplir todos los requisitos de la prótesis completa optimi-
zando todas sus unidades funcionales, siendo los implantes un medio de retención
mecánico a través de variados sistemas de anclajes:
- Barra (Dolders- Ackerman) - Imanes (Dyna)
- Bola-Anillo (O-Ring)
- Botones Prensa (Ceka)
77
Implantes Dyna
Desventajas:
P.C.I.S.E.L:
78
extrusión, que podrán ser toleradas por los implantes siempre que se cumplan ciertos
requisitos; no obstante, existe un punto controvertido y no siempre respetado que es
la prótesis completa como antagonista, ya que es la única que generaría fuerzas
tangenciales sobre los extremos libres igual o inferior a 100 N (Newton) que es la
fuerza máxima tolerada sin perjudicar los implantes según J.B. Brunski-Askalak.
Implanto-Soportada
Fuerzas 48N 92 X
Verticales
Prótesis Completa
Se han visto las diversas situaciones que se pueden plantear y que la realización
79
de la transposición del paquete vásculo-nervioso para la colocación de implantes
posteriores pueden aportar soluciones para la restauración global del paciente.
Implicaciones Quirúrgicas
Según el abordaje:
1. Superior o Crestal.
2. Lateral.
La técnica de abordaje lateral presenta distintas variantes:
a) Conservando la salida del agujero mentionano.
b) Sin conservar la salida del agujero mentionano.
c) Reposicionando el paquete vásculo nervioso y separándolo del periostio con
membranas reabsorbibles o no.
d) No uso de medios de separación entre periostio y paquete vasculo-nervioso.
e) Eliminando la pared Ósea-lateral.
f) Extirpándola en bloque y reposicionándola luego.
g) Utilizando material de injerto entre implante y el nervio.
h) No utilizando material de injerto.
80
abordaje lateral es el que más frecuentemente se realiza discutiéndose sobre las
diferentes variantes; con respecto a si se conserva la salida del conducto mentoniano
o no, y si su influencia sobre la técnica y sus efectos secundarios, podemos decir que
según nuestra experiencia, el abordar el canal del dentario muy por detrás del agujero
mentoniano requiere una mayor ventana ósea para poder disecar el paquete sin
tironeamientos, mientras que si se diseca a partir del agujero mentoniano es más fácil
manipular el cordón del paquete sin tironeos.
81
nervio periférico que nos dejará secuelas desafortunadas.
Parestesia:
Estudios Radiológicos:
82
La Exploración Clínica Oral
Este examen visual y por palpación, constituye el primer paso a fin de obtener
información acerca de la forma, anchura y altura de las crestas residuales y acerca de
las condiciones en que se encuentran los tejidos blandos. La relación horizontal y
vertical de las crestas residuales se examina y se evalúa el espacio necesario para los
probables implantes y para los elementos de retención. El hecho es que la mayoría de
pacientes con una avanzada y severa reducción de la cresta residual son tratados con
implantes.
La realización del acto operatorio se puede hacer con el paciente bajo anestesia
local o general; posteriormente se diseñará la incisión y el colgajo. La incisión puede
realizarse crestalmente desde la papila piriforme, hasta la cara distal del último
elemento dentario y luego festoneando 105 cuellos hasta la línea media donde se hace
una incisión vertical de descarga si es parcialmente desdentado; si es desdentado
total, la incisión proseguirá crestalmente hasta la línea media donde se hará la
descarga.
La incisión debe tener en cuenta el ancho de la encía insertada ya que ésta debe
ser respetada para que tenga un ancho suficiente alrededor de los cuellos de los
implantes en el futuro.
83
Posteriormente, se despegará el colgajo de forma cuidadosa sin dañar el
periostio. El despegamiento debe ser amplio y a medida que nos acercamos al
mentoniano, de forma delicada, despegaremos el periostio alrededor del mismo; así
expuesto el hueso maxilar desde el borde superior hasta el borde basal, procederemos
a realizar la osteotomía, marcando con puntos a lo largo del recorrido del conducto
dentario diseñando una ventana rectangular aproximadamente de 2 ó 3 cm de largo
por 0,5 - 1 cm de alto partiendo del agujero mentoniano. Luego se extrae en bloque la
misma, siempre protegiendo el cordón vásculo nervioso, introduciendo una pequeña
cucharilla entre el cordón y la cara externa del conducto. Retirado en bloque el
rectángulo óseo, probablemente quede hueso que debemos retirar fresando
cuidadosamente con fresa redonda, pero tejiendo siempre el cordón descrito
anteriormente, una vez liberado se desaloja cuidadosamente el conducto, lo
manipularemos con una tira de seda que hemos pasado alrededor del mismo, con
separadores romos y erinas gruesas y romas.
84
quitarán los puntos a los 7 días. El paciente manifestará una parestesia durante la
primera semana que irá desapareciendo a lo largo de unos 30 días.
Edentulismo
Es por ello que los siguientes fragmentos señalados en la obra del autor Misch
(2006), sobre edentulismo y la implantología en la ciencia de la odontología
constituyen un relevante aporte a la presente investigación.
Así, refiere el autor que, según la literatura, la edad se relaciona con todos los
indicadores de pérdida dentaria, de este modo el envejecimiento de la población es
considerado como un factor importante en la Implantología dental.
Acota el autor citado que, los placeres sociales, como el comer y el ponerse al
día, continúan hasta una etapa avanzada de la vida. En el pasado, la odontología
geriátrica significaba un tratamiento barato que destacaba los abordajes no
quirúrgicos, pero hoy por hoy, se presentan al paciente las alternativas terapéuticas
85
que impliquen prótesis fijas con soporte de implantes, solo tras la discusión de todas
las opciones terapéuticas, el odontólogo puede apreciar verdaderamente los deseos de
una persona en relación con los beneficios de la implantología dental.
Edentulismo Total
Edentulismo Parcial
86
parcialmente desdentados de mas de 65 años han perdido un promedio de 17,9
dientes de forma que los mas mayores han perdido tres veces mas dientes que los
ancianos de menor edad. Las estadísticas acerca del edentulismo parcial son
similares para varones y para mujeres.
Los dientes que se pierden de forma más común son los molares. El
edentulismo parcial de extremo libre tiene un interés particular porque en estos
pacientes, los dientes se sustituyen con frecuencia por prótesis removibles. El
edentulismo de extremo libre en la arcada inferior es mayor que el correspondiente a
la arcada superior en todos los grupos de edad. El edentulismo unilateral de extremo
libre es más común que el bilateral en las arcadas superior e inferior de los grupos de
menor edad (de 25 a 44 años).
87
resultado de ello, adultos de estas características, son potenciales para implantes
dentales. La evolución de la población hacia un aumento del promedio de edad, en
combinación con la población existente de pacientes parcial, y completamente
desdentados, garantiza el futuro de la implantología dental durante varias
generaciones de odontólogos.
88
En un estudio longitudinal de 25 años con pacientes desdentados, las
cefalometrías laterales han puesto de manifiesto la perdida ósea continuada durante
dicho periodo de tiempo. Se observó una perdida cuatro veces, superior en la arcada
inferior. Sin embargo, debido a que dicha arcada comienza con el doble de altura
ósea que la arcada superior, la perdida de hueso en esta arcada también es
significativa en el paciente durante mucho tiempo desdentado.
La pérdida ósea se acelera aún mas cuando el paciente lleva una prótesis
soportada por los tejidos blandos con mal ajuste. No obstante, los pacientes no
comprenden que el hueso se pierda con el tiempo, y en mayor medida bajo las
prótesis mal ajustadas. Los pacientes no vuelven a las visitas de forma regular para
evaluar su estado, sino solo después de varios años, cuando se han perdido los
dientes de la prótesis o no puede tolerarse por más tiempo. De este modo, el método
tradicional de sustitución dentaria influye a menudo sobre la pérdida de hueso de una
forma no tenida en cuenta lo suficiente por el doctor y el paciente.
89
De forma tradicional, la odontología preventiva ha destacado los métodos para
disminuir la pérdida dentaria. La profesión no ha aceptado ninguna terapia predecible
que evite los cambios óseos resultantes de la pérdida de dientes. En la actualidad, la
profesión debe tener en cuenta no solo la pérdida de dientes, sino también la de
hueso.
90
situación esta aun más comprometida por el movimiento vertical de la parte distal de
la prótesis durante la contracción de los músculos milohioideo y buccinador, y la
inclinación anterior de la mandíbula atrófica en comparación con la del maxilar.
Toda la parte anterior del reborde e, incluso la espina nasal pueden sufrir de
reabsorción en el maxilar lo que origina dolor y un aumento en el movimiento de la
prótesis superior durante su uso. Las fuerzas masticatorias generadas por los tipos
acortados (branquiocefálicos) pueden ser de 3 a 4 veces mayores que los de los tipos
alargados (dolicocefalicos). El tipo de pacientes con cara acortada presenta un mayor
riesgo de desarrollar atrofia grave.
91
protegen los dientes remanentes, pero aceleran la perdida ósea en las regiones
desdentadas.
92
Consecuencias del Edentulismo sobre los Tejidos Blandos.
93
completas pueden satisfacer las necesidades estéticas de muchos pacientes, algunos
sienten que su vida social se ve influida de forma significativa. Se preocupan por las
situaciones en las que hay besos y relaciones afectivas, en especial si un nuevo
amigo desconoce su desventaja oral. Algunas encuestas antiguas de salud dental
indican que solo el 80% de la población desdentada puede llevar ambas prótesis
removible todo el tiempo.
94
masticar de forma más eficaz sin las prótesis. Los efectos psicológicos de la
incapacidad de comer en público pueden relacionarse con estos hallazgos. Otros
artículos pacientes se sometieran a tratamiento se relacionaban con las dificultades
para comer, el ajuste de la prótesis y la incomodidad.
Por el contrario, el 80% de los pacientes tratados con prótesis sostenidas por
implantes juzgaron que su salud psicológica global había mejorado en comparación
con su estado previo, en el que llevaban aparatos protésicos removibles tradicionales
y percibían la prótesis sostenida por implantes como una parte integrante de su
cuerpo.
95
implante endoóseo puede mantener la anchura y a la altura del hueso siempre que
dicho implante permanezca en buen estado. Al igual que le sucede a un diente la
perdida del hueso perimplantario puede medirse en décimas de milímetro, y puede
representar, una disminución de mas de veinte veces en la estructura perdida, en
comparación la reabsorción que se produce con la prótesis removibles.
96
La oclusión es difícil de determinar y estabilizar con una prótesis apoyada
completamente sobre los tejidos blandos. Puesto que la prótesis inferior se pude
mover hasta 10 mm o más durante su uso, los contactos oclusales adecuados se
producen por probabilidad, no por el diseño. Sin embargo, la restauración sostenida
sobre implantes es estable, el paciente puede volver de forma más fácil a posiciones
variables dictadas por la inestabilidad de la prótesis.
97
menos problemas asociados. El apoyo implantarlo de la prótesis final varia en función
del numero y posición de los implantes. No obstante todas las opciones terapéutica
muestran una mejoría significativa.
98
del equipo de implantes dentales se lleva a cabo mediante una revisión de los
antecedentes del paciente, una exploración clínica en profundidad, y una revisión de
las exploraciones radiológicas del mismo; en este punto, el odontólogo debe ser capaz
de descartar una patología dentaria u ósea, y establecer un objeto clínico provisional
que reúna las necesidades funcionales y estéticas del paciente. Si el odontólogo no
puede descartar la existencia de patología dentaria u ósea, es necesaria una
exploración clínica o radiológica más exhaustiva.
99
cortical sobre la cresta, el grado de mineralización del hueso trabecular, y la posición
o relación entre las estructuras criticas y las futura localizaciones implantarias. De
este modo, las modalidades de elección para la planificación del tratamiento
implantológico previo a la prótesis proporcionan una información tridimensional de
alta solución y precisa, desde un punto de vista dimensional, acerca del paciente y las
futuras localizaciones implantarias.
100
Las radiografías periapicales han recuperado popularidad debido al desarrollo
de un software de radiología digital de uso sencillo, que facilita en gran medida el
diagnostico implantológico por imagen en el periodo perioperatorio. El empleo de un
sentir digital con una técnica estándar de paralelismo con cono largo, da lugar a una
información útil durante la preparación de la osteotomía, en especial cuando esta
próxima a los dientes naturales existentes o a otras estructuras vitales (nerviosas) el
empleo del sensor no niega la necesidad de una evaluación radiográfica
preoperatorio en profundidad, pero proporciona información adicional, seguridad y
una retroalimentación inmediata en el momento de la cirugía respecto a parámetros
quirúrgicos tales como la zona de seguridad, la profundidad y la angulación.
101
Para los procedimientos implantarios amplios que pueden implicar toda la
arcada, ambas arcadas, grandes localizaciones donantes de injertos, o el aumento
mediante un injerto en el seno, la radiografía panorámica proporciona una visión más
global de la anatomía del paciente. La desventaja de la radiografía panorámica es que
el paciente debe dejar, generalmente la sala quirúrgica, y permanecer de pie o sentado
durante el procedimiento panorámico. Este tipo de radiografía también tiene
rendimiento panorámico. Este tipo de radiografía también tiene menos resolución que
las radiografías periapicales en película o digitales, y presenta magnificación y
distorsiones.
102
volumen del hueso o de la cresta junto al implante dental, excesiva carga funcional, o
carga parafuncional. La perdida de volumen óseo en forma de cilindro junto a la
superficie del implante puede indicar una carga axial o de cizalla excesiva, daño óseo
durante la colocación del implante, fracaso en la integración con una interfase
epitelial entre hueso e implante, inflamación o infección.
103
En el caso del diagnostico quirúrgico por imagen, las radiografías periapical
en película y digitales deberían considerarse a modalidad de elección, aunque la
radiografía periapical digital ofrece muchas alternativas convenientes a la placa
periapical, ninguna de las modalidades parece tener una ventaja diagnóstica
significativa, sin embargo la RS digital temporal ofrece una ventaja diagnostica
considerable frente a la radiografía periapical, en cuanto a la determinación de las
variaciones en el volumen o mineralización del hueso durante la evaluación
implantológica por imagen tras la colocación de la prótesis. Desafortunadamente, la
RS no es de fácil acceso en la practica clínica general, lo que hace que la radiografía
periapical sea la modalidad de elección en el diagnostico por imagen posterior a la
prótesis, excepto en los casos agudos de fracaso de implantes, parestesia o infección,
en los que la TC presenta diversas ventajas.
104
Los estados dentarios que afectan el entorno de tensiones que envuelven al implante y
a la prótesis engloban, principalmente, los siguientes:
- Parafunción.
Bruxismo
Apretamiento
Empuje lingual.
- Altura de la corona.
- Dinámica masticatoria.
- Posición del pilar en la arcada.
- Dirección de las fuerzas de carga.
- Naturaleza de la arcada antagonista.
Parafunción.
Las fuerzas parafuncionales que se ejercen sobre los dientes o los implantes se
caracterizan por una oclusión repetida o sostenida, durante mucho tiempo se han
reconocido como perjudiciales para el sistema estomatognático. El origen mas común
de fracaso de un implante tras una fijación quirúrgica con éxito o la perdida temprana
de la fijación rígida durante el primer año de carga del implante, es el resultado de
una parafunción. Dichas complicaciones, se producen con mayor frecuencia en la
arcada superior, debido a una disminución en la densidad ósea y aun aumento en el
105
momentote fuerzas. La falta de fijación rígida durante la cicatrización proviene, con
frecuencia de una función sobre la prótesis apoyada en los tejidos blandos que
recubren los implantes enterrados. De este modo, se debe advertir cuidadosamente la
presencia de estas situaciones en implantología dental.
106
Bruxismo
Diagnóstico
107
puesto que se relacionan habitualmente con una perdida de la guía anterior en los
movimientos excursivos y una vez que los dientes posteriores contactan en posiciones
excursivas de la mandíbula, se generan mayores fuerzas de mordida.
108
La magnitud del desgaste dentario o del material permite al odontólogo no
solo diagnosticar esta alteración, sino también clasificar su expresión en leve,
moderada o grave. El bruxismo grave modifica las fuerzas normales de la masticación
en magnitud (mayores fuerzas de mordida), duración (horas en vez de minutos),
Dirección (laterales en vez de verticales) tipo (de cizalla en vez de comprensión) y
amplificación (de 4 a 7 veces lo normal). El bruxismo grave es la estética, a medida
que los dientes anteriores se desgastan, con frecuencia erupcionan y permanece
invariable la dimensión vertical oclusal global. Además la apófisis alveolar sigue la
erupción del diente. Por ello, cuando los dientes anteriores se restauran con el fin de
obtener una guía incisal o por estética, la altura reducida de la corona puede no ser
aumentada solamente para incrementar la altura coronaria hasta alcanzar unas
dimensiones medias, sino que se incorporan las siguientes pautas.
109
Apretamiento
Diagnóstico.
110
Muchos de los signos clínicos de apretamiento recuerdan con frecuencia al
bruxismo. La movilidad dentaria, la sensibilidad e hipertrofia muscular, la desviación
durante la apertura bucal, las líneas de estrés en el esmalte, el desgaste cervical y la
fatiga del material (Esmalte, depresiones del esmalte, porcelana o componentes del
implantes) constituyen signos clínicos que se asocian el apretamiento. Todos ellos
también pueden encontrarse en el paciente bruxómano, sin embargo el desgaste del
esmalte se correlaciona de forma tan fuerte, que es el elemento principal, y con
frecuencia el único que se necesita para evaluar el bruxismo.
111
Esta situación puede favorecer la aparición de complicaciones en la
cicatrización de los implantes y en la duración de la prótesis. Aunque la fuerza del
empuje de la lengua es de e menor intensidad que otras fuerzas parafuncionales, es
horizontal y puede aumentar la tensión en la localización transmucosa del
implante. El abordaje de esta fuerza es crucial para las técnicas quirúrgicas de una
sola etapa, en las que el implante queda en una posición elevada en su localización
inicial y la interfase implantaria se encuentra en una fase temprana de cicatrización.
Altura de la Corona.
112
este modo un incremento de la altura coronaria de 10 a 20 mm puede aumentar las
tensiones en un 200%.
Existe una relación lineal entre la carga aplicada y las tensiones internas. De
este modo, cuanto mayor es la carga aplicada, mayores son las tensiones de tracción y
comprensión que se transmiten a la interfase ósea y a los componentes protésicos. No
obstante, muchos tratamientos implantologicos planifican más implantes ante
situaciones con hueso abundante, y menos implantes ante un volumen atrófico de
hueso, cuando debería ocurrir lo contrario. Cuanto menor es el volumen de hueso,
mayor es la altura de la corona y el número de implante que están indicados.
Dinámica Masticatoria.
113
requiere de un soporte implantario de más años que un anciano, siendo similares
todos los demás factores.
114
un intervalo de 140 a 275 psi. La fuerza de mordida en la región anterior disminuye
en ausencia de contactos en los dientes posteriores y es mayor cuando no existe
oclusión en el sector posterior o hay contactos en los movimientos excéntricos. Junto
a las propiedades mecánicas de una función de palanca de clase III, también existe
un componente biológico ante el aumento de la fuera de mordida en las regiones
posteriores. Cuando los dientes posteriores contactan, se contraen los grandes
músculos masticatorios. Cuando no contactan dichos dientes, dos terceras partes de
los músculos temporales y masetero se relajan y no se contraen sus fibras. Como
consecuencia de ello se reduce la fuerza de mordida.
En las regiones anteriores en las que hay menos fuerza las raíces de los dientes
anteriores naturales son menores en diámetro y superficie radicular que las de los
dientes anteriores naturales son menores en diámetro y superficie radicular que las de
los dientes posteriores. No obstante en implantología dental, a menudo alteran los
odontólogos la longitud del implante, y sitúan implantes mas largos en la parte
anterior e la boca y mas cortos en las regiones posteriores. Esta concepción debería
modificarse con el fin de seguir una justificación biomecánica de la planificación
terapéutica similar a la observada con los dientes naturales. En otras palabras los
implantes de las regiones posteriores deberían tener, con frecuencia un mayor
diámetro en especial en presencia de nuevos factores de fuerza. El mayor incremento
en la superficie de los dientes naturales se produce en la región molar, por ello, se
tiene en cuenta un mayor diámetro del implante en esta región.
Dirección de la Carga.
115
entre implantes y hueso. Existen muchas menos tensiones con las cargas verticales en
comparación con una carga Anglia cobre un implante as fuerzas laterales representan
un aumento del 50 al 200% en la tensión de comprensión respecto a la carga
vertical y las tensiones por tracción pueden aumentar mas de diez veces.
La dirección de las fuerzas puede ser uno de los factores mas cruciales a
evaluar durante la planificación del tratamiento implantarlo. Los dientes o los
implantes del sector anterosuperior rara vez se colocan según la dirección de las
fuerzas oclusales. La carga oclusal media sobre la dentición natural se halla a 12
grados en relación con la raíz dentaria. Tras la pérdida del diente, el hueso se
reabsorbe, primero por vestibular y existen concavidades labiales, con frecuencia en
esta región, por ello, el ápice del implante se sitúa a menudo con una angulación
hacia el paladar, los implantes en la zona premolar inferior se colocan mejor para
recibir cargas axiales.
Los implantes de la zona molar inferior se sitúan con una inclinación lingual
del cuerpo del implante con el fin de evitar la perforación e la fosa submandibular.
Estas configuraciones anatómica influyen sobre la angulación de los implantes y el
plan definitivo de tratamiento. Si las fuerzas de oclusión no son axiales al cuerpo del
implante, el odontólogo debe tener en cuenta la colocación de implantes mas
anchos, o de liberadores de tensiones en la prótesis o las sobredentaduras.
116
Un aspecto interesante es que los dientes que presentan el menor diámetro y
superficie se encuentran en la región inferior. Estos dientes tienen la fuerza de
mordida mas pequeña y la carga según el eje mayor en oclusión céntrica. Los dientes
anterosuperiores presentan una fuerza e mordida similar, aunque la dirección de carga
esta en ángulo. Estos dientes se compensan mediante el aumento del diámetro y la
superficie.
Arcada Antagonista.
117
sobre las prótesis implantarias. Además los contactos prematuros en los patrones
oclusales, o durante la parafunción, no alteran la trayectoria de cierre, debido a que
disminuye la percepción oclusal con las prótesis implantarias en comparación con los
dientes naturales.
118
El dilema acerca del hueso disponible en implantología dental implica a la
anatomía existente de la mandíbula y maxilar desdentados la altura ósea disponible
en un principio en la parte anterior del maxilar es menor que le correspondiente a la
mandíbula. Esta altura de hueso también se ve influida por la anatomía esquelética.
Los pacientes con clase II tienen la altura mandibular más pequeña, mientras que los
de clase III muestran la mayor altura. La anchura ósea en la parte posterior del
maxilar se reabsorbe más rápido que la correspondiente a la mandíbula.
La anchura del hueso disponible se mide entre las tablas vestibular y lingual,
a nivel de la cresta de la posible localización del implante. La cresta del reborde
desdentado se sostiene sobre una base más amplia. En la mayor parte de las zonas
debido a esta sección transversal triangular, la osteoplastia proporciona mayor
anchura de hueso, aunque con una altura reducida, sin embargo, la parte anterior del
maxilar no sigue esta regla, debido a que la mayor parte de los rebordes desdentados
119
muestran una concavidad vestibular en la zona del incisivo que es responsable de
una configuración en reloj de arena. La reducción de la cresta influye sobre la
localización del referente anatómico adyacente con consecuencias posibles para la
cirugía la selección de la altura del implante, así como el aspecto y diseño de la
prótesis definitiva. Esto es especialmente importante al planificar una prótesis que
reemplace el contorno normal y el adecuado recubrimiento de tejido blando, en la
sustitución de un solo diente.
Una vez que se dispone de una altura adecuada para los implantes, el siguiente
criterio de mayor importancia que influye sobre la supervivencia a largo plazote los
implantes endoóseos, es la anchura del hueso disponible. Los implantes con forma de
raíz que presentan un diámetro de 4 mm en la cresta requieren, habitualmente más de
5 mm, de anchura ósea para garantizar un espesor de hueso y un aporte sanguíneo
suficientes alrededor el implante, para que este tenga una supervivencia predecible.
Los rebordes desdentados de más de 6 mm de anchura han mostrado una menor
pérdida de hueso en la cresta que cuando se dispone de unas dimensiones óseas
mínimas. La anchura inicial también se relaciona con la perdida inicial de hueso,
con alvéolos postextracción que tienen más anchura en la cresta y pierden menos
hueso que las localizaciones con una anchura minima de la tabla cortical, por
vestibular o lingual del sitio de la extracción.
120
La longitud mesiodistal del hueso disponible en una zona desdentada esta
limitada por los dientes o los implantes adyacentes. Como regla general, el implante
debería encontrarse a una distancia minima de 1,5 mm del diente adyacente. Esta
dimensión no solo permite el error quirúrgico sino que también compensa la anchura
de un implante o el defecto dentario que es habitualmente menor de 1,4 mm. Como
resultado de ello si se produce la pérdida de hueso en el modulo de la cresta de un
implante o por enfermedad periodontal en el caso de un diente, no se extenderá el
defecto vertical hasta convertirse en uno solo horizontal, ni causara la perdida ósea en
la estructura adyacente.
121
La angulación ósea es el cuarto determinante del hueso disponible. De forma
ideal, el hueso se sitúa en perpendicular al plano de oclusión, alineado con las fuerzas
de oclusión, y en paralelo al eje mayor de la restauración protésica. Las superficies
incisal y oclusal de los dientes sigue la curva de Wilson y la curva de Spee. Por ello,
las raíces de los dientes superiores están anguladas hacia un punto común, separado
unos 10,16 cm. Las raíces inferiores se arquean de forma que las coronas anatómicas
están más inclinadas hacia lingual en las regiones posteriores y hacia vestibular en la
región anterior, en comparación con las raíces subyacentes. La punta de la cúspide
del primer premolar se encuentra, habitualmente vertical a su ápice radicular.
Altura Coronaria.
Dimensiones de la División A
122
Anchura 5 mm
Altura 12 mm
Longitud 7 mm
30 ghrtados de angulacion
Altura coronaria. 15 mm
La anchura de la división A es adecuada para un implante de, al menos 4 m de
diámetro en el modulo de la cresta. Ante una anchura abundante de hueso (hueso
A+) de más de 7 mm, puede insertarse un implante mas ancho. Puede llevarse a cabo
una osteoplastia con el fin de obtener la anchura necesaria de hueso.
División B
Una vez que el hueso alcanza este volumen óseo de división B, puede
permanecer a este nivel durante más de 15 años en la parte posterior de la mandíbula.
Sin embargo, la parte posterior de la mandíbula se reabsorbe cuatro veces más de
prisa que la región anterior y en las regiones posteriores del maxilar también
123
disminuye la altura de hueso disponible (debido a la expansión del seno), en
comparación con la parte anterior de mandíbula. Como resultado de ello, las
regiones posteriores de los maxilares pueden llegar a una división C antes que las
anteriores.
- Mayor superficie
- Mejor distribución de tensiones.
- Diseñados para densidades óseas variables.
- Mayor intervalo de opciones protésicas
- Menor posibilidad de fractura de implante y los componentes
- Condiciones más estéticas
- Mayor retención de la corona con el cemento.
- Diseños para cicatrización en una o dos etapas
- Menor aflojamiento del tornillo del pilar.
124
- Se concentra casi el doble de tensión en la región superior de la cresta que
rodea el implante.
- Las cargas laterales sobre el implante dan lugar a una tensión casi tres veces
superior que en las formas radiculares de la división A
- Aumentan las fracturas por fatiga del perno del pilar
- El perfil que sobresale de la corona es menos estético (excepto en los incisivos
laterales superiores o en los incisivos inferiores)
- Se encuentran comprometidas las condiciones para llevar a cabo el cuidado
diario alrededor de la porcion cervical de la corona.
- Con frecuencia el diseño implantarlo es malo en la región de la cresta con el
fin de aumentar el espesor de la pared del cuerpo implantarlo, y así reducir
la fractura no existe ninguna rosca ni diseño para las fuerzas de comprensión
lo que aumenta aun mas las tensiones y la cantidad de cargas cizalla sobre el
hueso.
- Debe reducirse el ángulo de carga a menos de 20 grados, con el fin de
compensar el diámetro menor.
- Se requieren a menudo dos implantes para conseguir un apoyo protésico
apropiado, a menos que se trate de restauraciones unitarias del sector anterior
para los incisivos inferiores o los laterales superiores.
- El costo de los implantes no se relaciona con el diámetro por lo que un
aumento en el número de implantes da lugar a un mayor costo para el doctor
y el paciente.
125
La planificación del tratamiento implantológico para la arcada completamente
desdentada de tipo C es más complicada que para la división A o B.
Se disponen de siete opciones terapéuticas ante un hueso de división C.
- Osteoplastia (hueso de tipo C-an) antes de la inserción del implante.
- Implantes de forma radicular.
- Implantes subperiósticos (hueso de tipo C-al y C-a en la mandíbula)
- Procedimientos de aumento.
- Implantes con diseño de disco (parte posterior de la mandíbula o
anterior del maxilar)
- Implantes en marco de la rama (hueso de tipo C-al, mandíbula
completamente desdentada)
- Implantes transóseos (hueso anterior de tipo C-al) estas opciones
terapéuticas requieren una habilidad mayor que las modalidades
terapéuticas similares en la división A o B.
La reabsorción ósea a largo plazo puede dar lugar a una perdida completa de
la apófisis alveolar, acompañada de una atrofia del hueso basal. La atrofia grave
describe la situación clínica del reborde de división D. La perdida ósea puede
continuar mas allá de la zona donde estaban previamente las raíces de los dientes, y
englobar, incluso, el hueso que queda sobre el nervio dentario inferior y la espina
nasal del maxilar. Con el tiempo, la perdida de hueso basal da lugar a un maxilar
completamente plano. En la mandíbula las apófisis geni superiores se convierten en la
parte más alta del reborde. El músculo borla del mentón ha perdido gran parte de su
inserción, incluso en caso de que la parte superior del mismo se inserte cerca de la
cresta del reborde reabsorbido. El músculo buccinador puede acercarse al milohiodeo
y formar una aponeurosis por encima el cuerpo de la mandíbula. La arcada inferior
también presenta dehiscencias en la zona del agujero mentoniano y en partes del
conducto dentario inferior. Por ello, no resulta infrecuente que estos pacientes se
126
quejen de parestesia del labio inferior, en especial durante la masticación. La altura
coronaria es mayor de 20 mm, lo que supone un multiplicador de fuerzas
significativo, y rara vez puede reducirse lo bastante para conseguir un éxito a largo
plazo.
Adell y cols, citados por el autor, describieron una tasa de éxito cerca de un
10% superior en la parte anterior de la mandíbula en comparación con la región
anterior del maxilar. Schhitman y cols., (citados en Misch, 2006), también señalaron
un éxito menor en la parte posterior de la mandíbula, en comparación con la región
anterior al seguir el mismo protocolo. Las mayores tasas de fracaso se han presentado
127
en la parte posterior del maxilar. De ahí que se haya encontrado un intervalo de
supervivencia asociado a cada localización.
El autor Misch (2006), acota que el volumen óseo no es el único factor que
cambia como resultado de la perdida dentaria. El hueso es un órgano que varia según
una serie de factores como las hormonas, vitaminas e influencias mecánicas. El
conocimiento esta capacidad de adapta, el hueso cortical y trabecular de todo el
cuerpo sufre una modificación constante mediante modelado o remodelación. El
modelado tiene lugares independientes de formación y reabsorción y da lugar al
cambio de forma o tamaño del hueso.
128
entorno de tensiones y deformaciones mecánicas dentro del hueso receptor. La
tensión se determina a partir de la magnitud de la fuerza dividida entre la superficie
funcional, sobre la cual se aplica.
- Cortical densa
- Cortical porosa
- Trabecular espesa
- Trabecular fina.
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D2 Cortical porosa y Madera de pino Parte anterior de la
trabecular gruesa blanco o de picea mandíbula
D3 Cortical porosa fina Madera de balsa Parte anterior de la
y trabecular fina mandíbula
D4 Trabecular fina Esquema de Parte posterior de la
poliestireno mandíbula
Modelos Diagnósticos.
130
semiajustable proporcionan mucha información con respecto al tratamiento, que
influye en el plan terapéutico prostodóncico final.
131
transferencia con el arco facial y los registros oclusales céntricos y excéntricos
deberían ayudar a montar los modelos en un articulador semiajustable.
Guías Quirúrgicas
132
central y borde incisal) de la corona del pilar planificado y la cresta del reborde
representa uno 8 mm. Como resultado, estos dos puntos de referencia pueden unirse
con una línea que representa la vía de inserción ideal del implante. La angulación
ideal es perpendicular al plano oclusal y paralela al pilar mas anterior (natural o
implante) unido al implante.
El paciente de clase 1 suele llevar más de una prótesis parcial removible que
un paciente de clase 2 o 3, debido a que la masticación y soporte de una prótesis
removible antagonista son más difíciles cuando no se lleva una prótesis inferior. La
prótesis removible acelera, frecuentemente, la perdida posterior de hueso. Una
prótesis parcial que no este bien diseñada o mantenida distribuye cargas adicionales
sobre los dientes pilares y puede contribuir, incluso a una mala salud periodontal.
133
Las combinaciones de estas situaciones llevan a perdida ósea en las zonas
desdentadas y a peores pilares naturales adyacentes. Como resultado, los pacientes
clase 1 que llevan una prótesis parcial removible suelen presentar rebordes de
división C.
Clase 2
134
debe haber disminuido localmente. Los implantes endoóseos con una osteoplastia
mínima son una modalidad común en estos pacientes, que con frecuencia presentan
una división A o B.
Clase 3
135
Como resultado de todo ello, lo que suele indicarse es un implante unitario.
Sin embargo, el implante unitario anterior es una de las rehabilitaciones más difíciles
en la práctica implantología.
Clase 4
136
- El tamaño de la lengua (dificultades operatorias).
- Los hábitos parafuncionales
- El plano oclusal
- Los signos de atrición oclusal y desgaste cervical
- La movilidad dentaria (estado periodontal ).
- El componente anterior de las fuerzas
- La curvatura de los maxilares ( en U o en V )
- Las prematuridades en céntrica
- Las interferencias en excéntricas
- La dimensión vertical
- La estética (línea de sonrisa)
- La capacidad de cooperación del paciente ( estado psicológico ).
- Sus deseos realistas sobre la prótesis
- La capacidad real del odontólogo para llevar a cabo la tarea.
Fundamentos de Oclusión
Relación Céntrica
137
Esta posición, debe lograrse antes de la confección de la prótesis, antes de la
cirugía o mientras se espera la osteointegración de los implantes.
- Se debe hacer el correspondiente ajuste oclusal, estudiando la eficacia de la
guía anterior y la desoclusión canina. Eliminar interferencias en céntrica y
sobre todo en lateralidades y protrusivas. Éstas interferencias son muy dañinas
para el sistema, por las fuerzas de palanca que generan, tanto en dientes como
en implantes.
- Corregir el plano oclusal, incluso con la endodoncia o la exodoncia de la
pieza, sobre todo terceros molares en interferencia, fuera de plano (extraídos)
- Cuando hay planos oclusales quebrados que no producen interferencias y
existe una reabsorción ósea importante en la arcada antagonista, puede ser una
situación que beneficie la estabilidad del implante, que mantiene así una
mejor relación “corono – radicular”.
La R.C. puede obtenerse por varios métodos que describen los autores citados
por Giménez Fábrega (1996). Uno de los más precisos, es la técnica de los
calibradores o espaciadores, presentados por Long (1973), o el método de la
manipulación bimanual de Peter E. Dawson. (1977) .
Según Neff (1981) citado por Giménez Fábrega (1996),”La relación céntrica
es la mas usada como posición inicial, porque es la mas estable y una de las mas
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fáciles de reproducir y la que mantiene el paciente aún después de perder todas sus
piezas” (s/n). El punto de partida para cualquier tratamiento oclusal, es la R.C. y si si
el especialista se pierde, debe volver a ella y respetarla al conectar la prótesis a los
implantes.De todas las posiciones mandibulares, la R.C. es la única que conduce a
una armonía fisiológica del sistema, con las menores fuerzas ejercidas sobre A.T.M.,
músculos, ligamentos, dientes, periodonto e interfase hueso-implante.
Todos los autores revisados citados por el autor Giménez Fábrega (1996),
afirman, que no existen estudios con grupos de control y a largo plazo que ofrezcan
pruebas definitivas sobre qué filosofía oclusal es la mas apropiada para aplicarla en
forma práctica y predecible sobre las distintas prótesis sobre implantes. Así, aunque
muchos de los criterios que se exponen son meramente empíricos, basados en la
observación, tienen su base en principios de oclusión y de biomecánica, en las
experiencias de reconocidos autores que vienen aplicándolos durante años.” (p. 75).
139