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Mentalización.

Revista de psicoanálisis y psicoterapia, 6; Abril 2016 1


RESEÑA:
El Rol De Las Representaciones Mentales Y De Los
Procesos Mentales En La Acción Terapéutica
Peter Fonagy, Ph.D. , George S. Moran, Ph.D. , Rose Edgcumbe, B.A. , Hansi Kennedy and Mary Target, M.S(1993).
The Roles of Mental Representations and Mental Processes in Therapeutic Action. Psychoanalytic Study of the
Child, 48:9-48

Este artículo podría considerarse como


Ψ
modelos como facilitadores del trabajo psi-
uno de los precursores a la idea de la mentali- coanalítico, y en particular, para explicar el
zación. Los autores provienen de una orienta- concepto de acción terapéutica en psicoanáli-
ción psicoanalítica y de la psicología del desa- sis.
rrollo. Este artículo fue publicado en una re-
vista psicoanalítica de la época y su extensión El modelo representacional.
es considerable en comparación a otros ar-
tículos de la misma publicación. Los autores notan que existen dos propo-
En ese artículo los autores describen dos siciones principales compartidas por la mayo-
modelos del tratamiento psicoanalítico de los ría de los psicoanalistas, al referirse a la acción
desórdenes mentales. El primero, al que lla- terapéutica de psicoanálisis.
man el modelo representacional, describe el La psicopatología está asociada a la persis-
mecanismo por el cual un paciente es ayudado tencia de estructuras mentales más primitivas
a recuperar ideas y sentimientos amenazantes en el desarrollo
que han sido repudiados, distorsionados o El psicoanálisis tiene influencia mutativa
reprimidos como resultado del conflicto in- pues es capaz de reorganizar e integrar estruc-
trapsíquico y de las defensas yóicas. El segun- turas mentales repudiadas inconscientes con
do se refiere a los efectos terapéuticos que otras estructuras mentales conscientes más
tiene el ejercitar procesos mentales anterior- maduras.
mente inhibidos en la sesión psicoanalítica. Esta formulaciones de la acción terapéuti-
Los autores llaman a este segundo modelo, el ca en términos de un cambio en representa-
modelo del proceso mental. ciones mentales no reemplaza formulaciones
Estas dos formas de acción terapéutica basadas en teorías estructurales y de relacio-
implican diferentes medios con que un indi- nes de objeto. Lo que hace es describir el
viduo cuenta para enfrentarse al conflicto mismo conjunto de fenómenos, pero en un
psicológico. A la vez, éstos implican distintos nivel de abstracción diferente.
aspectos del proceso psicoanalítico y de la Para estos autores representación no debe
técnica en psicoanálisis de niños y adultos. ser entendida como un símbolo que toma el
Los autores señalan que no pretenden lugar de otra cosa, sino que las representacio-
crear una nueva teoría psicoanalítica, ni con- nes mentales son mejor concebidas como pa-
tradecir a los autores psicoanalíticos que los trones de activación mental, como enlaces
precedieron. Sin embargo, se refieren a éstos entre los elementos característicos de aquellas
representaciones en el cerebro. Los objetos
son entonces ”representados” en el sentido en
que nosotros construimos modelos mentales
que integran numerosos atributos en un único
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Reseña: Nicolás Lorenzini Correa, MSc, PhD.

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sistema. Por lo tanto las representaciones conciencia a través de tales intervenciones, es


mentales pueden ser consideradas como di- la forma de acción terapéutica más común en
námicas, es decir, motivacionalmente relevan- la situación psicoanalítica. En general, las re-
tes, dado que una representación está inevita- presentaciones mentales más importantes han
blemente enlazada con una experiencia emo- sido repetidas en muchísimas ocasiones, por
cional. lo tanto tienen una alta consistencia interna, y
En el sistema de representación, cuando son muchas veces activadas sólo con pequeñas
existen contenidos que han sido repudiados a señales. Es decir, las representaciones menta-
través de mecanismos de defensa, el psicoaná- les tienen el potencial de acumular experien-
lisis tiene tres mecanismos de acción terapéu- cia, y las representaciones más poderosas (en
tica general) no corresponden a eventos reales. Las
representaciones mentales patógenas de la
1. Integración neurosis pueden ser caracterizadas de ese mo-
El primer aspecto de la acción terapéutica do, por lo tanto los autores se refieren a los
del psicoanálisis es el efecto positivo que las cambios en tales representaciones como el
interpretaciones tienen en la integridad de las sello del éxito de la acción terapéutica psicoa-
representaciones mentales. Los autores consi- nalítica.
deran que las representaciones mentales están
parcial o totalmente activadas, dependiendo 2. Elaboración
de la proporción de sus elementos caracterís- La elaboración es el proceso mediante el
ticos que se activan al mismo tiempo. Cada cual se establecen relaciones entre representa-
activación de la representación refuerza los ciones mentales, creando una red de relacio-
enlaces entre sus elementos característicos, de nes cognitivo emocionales que son básicas
forma tal que una activación parcial subse- para el proceso de “entender”. Estos autores
cuente tiene más probabilidades de activar la consideran que ”entender” una idea es el loca-
representación completa. Esto es lo mismo lizar esa idea una red de conceptos afines
que decir que la repetida activación de una apropiados. Los autores señalan que la mayo-
representación aumenta su cohesión interna e ría del trabajo interpretativo de psicoanálisis
integración. tiene como objetivo primario la creación de
En psicoanálisis esto se logra a través de la eslabones entre estructuras representacionales
repetida interpretación de representaciones para, de esa forma, restringir el efecto de es-
que no están accesibles para el paciente en su tructuras mentales más primitivas. El proceso
conciencia. El analista es el que tiene que ver- de elaborar representaciones que están bien
balizar aquel contenido inconsciente en repe- integradas tendrá como resultado la creación
tidas ocasiones y desde distintos puntos de de unidades representacionales más amplias,
vista, hasta que el paciente es capaz de inte- que necesitarán ser delimitadas e integradas.
grar esa idea en su pensamiento consciente. El darse cuenta de que uno puede experimen-
Cuando una representación mental es traída tar ira intensa y sentimientos de amor por la
de un estado preconsciente a un estado cons- misma persona es un ejemplo típico de elabo-
ciente, tiene lugar una transformación que ración. El paso siguiente es ser capaz de reco-
aumenta la coherencia interna y amplía los nocer, soportar y entender la propia ambiva-
límites de tal representación, un proceso que lencia.
los autores llaman integración. Esta forma de
consolidación de una representación en la

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3. La generación de estructuras las interpretaciones desde el punto de vista de


representacionales nuevas una representación mental. Tales situaciones
La integración de representaciones que se han sido explicabas en el pasado por psicoa-
encontraban pobremente articuladas y la ela- nalistas como manifestaciones de déficits yoi-
boración de relaciones entre representaciones cos, dada la aparente incapacidad del paciente
dentro de un sistema, se combinan para facili- de conservar una parte del yo intacta que es
tar la contribución única del paciente al pro- capaz de observar mientras otra parte del yo
ceso terapéutico. La interpretación no crea reacciona regresivamente en la transferencia.
estructuras nuevas. La interpretación identifi- Los autores señalan que una de las mayores
ca la razón porqué una u otra experiencia in- desventajas del concepto de déficit yoico es
terna o externa es difícil o peligrosa. Una vez que no está explicado en términos causales.
que tales peligros son reconocidos y elabora- Sin embargo estos autores reconocen que el
dos en el contexto de otras experiencias, en- concepto lleva implícita la idea de algún tipo
tonces es posible para el paciente iniciar el de deprivación en el ambiente temprano del
cambio en su sistema representacional mental paciente.
para acomodar lo que previamente era una En pacientes como estos la resistencia no
experiencia inaceptable. Esta acomodación es resistencia, en tanto que abarca y ensom-
necesariamente implica la generación de nue- brece todo, sin flexibilidad alguna. Las inter-
vas estructuras representacionales. pretaciones no hacen mella. Tales pacientes
En suma, a través de la mejora de la inte- necesitan un proceso terapéutico cualitativa-
gridad de las organizaciones mentales, la ela- mente distinto del aquél que solo incluye in-
boración de su conexiones con otros sistemas, terpretación de las defensas y de los conflictos.
y la creación de nuevas representaciones de Tanto en el psicoanálisis de niños como
estados tanto internos como externos, el sis- en el de adultos, los últimos años han visto un
tema representacional general es reestructu- interés acrecentado en pacientes que no pare-
rado. Esto sucede de tal manera que, repre- cen acomodarse a los conceptos usados en
sentaciones que estaban previamente aisladas, psicoanálisis tradicional. Los analistas que
sin integrar, incompatibles entre ellas, dejan trabajan con tales pacientes han notado que la
de ser patógenas. Dentro de este punto de interpretación del conflicto y de la defensa no
vista los elementos patógenos del inconsciente es suficiente y no lleva al cambio psíquico.
dinámico son vistos como un conjunto distin- Muchos de estos autores han propuesto modi-
tivo de representaciones mentales que son ficaciones técnicas para enfrentarse a estas
incompatibles con otras estructuras mentales desviaciones del desarrollo, dificultades o dé-
en desarrollo. El modelo representacional ficits estructurales. Tales modificaciones van
asume que la acción terapéutica del psicoaná- más allá del modelo representacional de la
lisis implica la armonización de representa- acción terapéutica que los autores describie-
ciones mentales a través de la interpretación, ron al comienzo del artículo. Estos modelos
la que libera la capacidad natural del paciente de acción terapéutica alternativos gobiernan
de lograr experiencias progresivamente más el tratamiento psicoanalítico de organizacio-
sofisticadas. nes de personalidad límite (como con el traba-
jo de Kernberg en los años en que este artículo
fue originalmente publicado), y de personali-
El modelo del proceso mental dades narcisistas (Kohut). Estos enfoques en-
Todo psicoanalista probablemente se ha fatizan que los factores mutativos tienen que
encontrado con pacientes que no responden a ver con las transacciones reales entre paciente

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y terapeuta. De ahí surgirían los efectos tera- agrado toman una posición demasiado central
péuticos del psicoanálisis. Estos modelos tam- como para ser aislados del núcleo del sistema
bién consideran que la relación temprana en- representacional susceptible de aparecer en la
tre madre e hijo es la analogía más apropiada conciencia, por tanto la única salida es elimi-
para describir el proceso psicoanalítico con nar de raíz el proceso de pensamiento que
estos pacientes. Los autores que proponen produjo tal representación. Los autores citan
estos modelos usualmente centran su teoría un artículo anterior en donde describen el
en el desarrollo, y relacionan la acción tera- caso de un niño, David, quien al enfrentar
péutica del psicoanálisis con el ambiente de abuso temprano pareció haber excluido de su
holding entre madre e hijo, o con procesos de actividad mental todas las representaciones
separación-individuación, o con el sentimien- acerca de los pensamientos y sentimientos de
to de fusión con el objeto primario, o con em- sus objetos. Abstenerse de pensar acerca del
patía, por nombrar algunos. estado mental de otros fue la única forma que
La idea principal es que las representacio- el pequeño infante tuvo a mano para enfren-
nes mentales no pueden ser separadas de los tarse al terror que implica contemplar los de-
procesos psicológicos que los generan y orga- seos homicidas que su objeto primario tenía
nizan. Si una representación mental es una en contra de él.
nota musical, entonces el proceso mental es el Similarmente, casi todo analista ha visto
violín desde cual se origina. Los autores de pacientes cuya experiencia vital es concreta y
este artículo toman la idea de Anna Freud de totalmente privada de sentimiento o afecto.
inhibición de procesos mentales para estudiar Estos pacientes experimentan las cosas ”tal
la acción terapéutica del psicoanálisis con como son”, y (a veces agresivamente) ejercen
pacientes “difíciles”, pues ofrece una vía con- control completo sobre sus sentimientos. Mu-
veniente para interrogarse acerca de cómo la chas veces estos pacientes se presentan en
función impedida del yo del paciente puede análisis con quejas somáticas. El tratamiento
convertirse en el foco de acción terapéutica. psicoanalítico frecuentemente revela expe-
En este artículo, los autores contrastan dos riencias tempranas del paciente de haber sido
modos complementarios de acción terapéuti- superado por el afecto (propio y de sus obje-
ca, y elaboran la distinción que Anna Freud tos) en un momento de la vida cuando la ca-
hizo entre los efectos mutativos de la interpre- pacidad de reprimir representaciones específi-
tación per se y lo que ella llamó los subpro- cas aún no había sido desarrollada. Anterior al
ductos del análisis, del cual los niños también desarrollo de defensas yoicas más sofisticadas,
se benefician. Al usar el término inhibición el niño es capaz de prevenir la devastación
del proceso mental, los autores describen provocada por sentimientos inmanejables
aquella situación en la cual una forma o cate- solamente a través de la inhibición de aquellos
goría de representaciones mentales parece procesos mentales que tienen un rol en la ge-
estar completamente ausente en el funciona- neración y reconocimiento del afecto.
miento mental del paciente. Se asume enton- Es posible observar cómo los autores en
ces que esta situación es el resultado de un este punto del artículo se acerca muchísimo a
intento primitivo del individuo de proteger su la conceptualización moderna de la mentali-
funcionamiento mental de representaciones zación, sin embargo ellos declaran que aún
mentales específicas y extremadamente dolo- necesitan información como para poder espe-
rosas que alguna vez surgieron al usar este cificar qué tipo de proceso mental es aquel
proceso mental particular. En tales casos las que ha sido inhibido.
representaciones mentales que generan des-

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Ahora bien, la inhibición de un proceso el peor de los casos esto significa que estos
mental tiene consecuencias más drásticas para pacientes se desarrollan sin contacto con el
el funcionamiento psíquico que simplemente mundo real, se retiran hacia la fantasía, o
la represión o distorsión defensiva de repre- reaccionan con ira extrema frente a cualquier
sentaciones específicas. Sin embargo, en este situación que amenace su omnipotencia. O
contexto, las fallas en el proceso mental son también son paralizados por miedo extremo
inevitablemente conceptualizadas como de- frente a la menor contrariedad, pues son in-
fensivas, o con una intención defensiva, dado capaces de distinguirlas de catástrofes mayo-
que la inhibición cumple un rol económico res, así como son también incapaces de en-
mediante el cual el individuo es capaz de evi- contrar la propia responsabilidad que ellos
tar ciertas clases de representaciones mentales pueden haber tenido en eventos externos.
dolorosas y conflictivas. Los autores afirman que la inhibición de
Es importante destacar que los autores dife- los procesos mentales normalmente surge en
rencian estos dos tipos de patología, la repre- el contexto de trauma intenso. En casos cuyo
sentacional y del proceso mental, de patolo- ambiente temprano fue intensamente traumá-
gías del desarrollo basadas en déficits consti- tico o negligente, el uso de la mayoría de las
tucionales o biológicos. Con respecto al déficit funciones mentales normales resulta en de-
biológico, la evidencia muestra que la ausen- silusión y displacer. En tales casos, un amplio
cia de un proceso psíquico no es aparente sino espectro de procesos mentales se inhiben par-
real. No hay trabajo interpretativo que pueda cial o totalmente. En sesión, estos niños pare-
reactivarlo. Esto no quiere decir que el trabajo cen impedidos intelectualmente o simplemen-
psicoanalítico con este tipo de individuos no te aburridos, pero durante el proceso terapéu-
será beneficioso en mejorar su adaptación a tico se los distinguirá de niños con baja inteli-
un estado mental continuamente afectado. gencia constitucional. En tales casos, el tera-
Los autores destacan que en la práctica, estos peuta debe crear un encuadre en el cual el
tres tipos de patología son muy difíciles de niño sienta que es seguro volver (o comenzar)
distinguir. a sentir, pensar, desear e imaginar. La tenden-
Algunos niños con formas extremas y cia innata al desarrollo positivo facilita la ac-
tempranas de problemas narcisistas presenta- ción terapéutica y también facilita el restable-
rán un desarrollo anormal tanto en sus rela- cimiento del funcionamiento de procesos
ciones objetales como en los procesos menta- mentales, a menos que el ambiente negativo
les, así ellos combinan relaciones egocéntricas continúe ejerciendo influencias sin modifica-
con pensamiento omnipotente, con fallas en ción.
el sentido de realidad y el uso de la proyec- Ahora bien, incluso en casos neuróticos
ción. La inhibición de procesos mentales se existe algún grado de inhibición del proceso
hace manifiesta en la incapacidad que mues- mental junto a la distorsión representacional.
tran estos pacientes de darse cuenta de los En análisis de niños pequeños, la diferencia
motivos, sentimientos, y actitudes reales de entre desórdenes representacionales y esos
los objetos externos, y en su creencia de que derivados de fallas en los procesos mentales,
ellos pueden controlar a la gente y a los suce- es aún mas difícil de distinguir. En todo caso,
sos a través de desear y fantasear. El mejor de la acción terapéutica del psicoanálisis en estos
los casos, estos pacientes malentienden a los casos reside en la desinhibición o reactivación
demás y a los eventos externos persistente- de procesos mentales inhibidos. La reactiva-
mente, y se muestran sorprendidos cuando ción de estos procesos mentales tiene lugar
las cosas no resultan como ellos esperaban. En cuando el analista logra interesar al paciente

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en la forma en que el analista piensa acerca de obtenida en el esfuerzo del analista de enfo-
la mente del paciente. Cuando el paciente carse y elaborar la vida mental del paciente, es
logra percatarse que su mente está contenida vista como la principal acción terapéutica del
en la mente del analista, los procesos mentales psicoanálisis, antes que las técnicas del mode-
propios del paciente comienzan a reactivar- lo representacional puedan tener efecto. En
se… lentamente. Así, en el mejor de los casos, este sentido, los autores consideran que las
cuando el paciente entiende los comentarios interpretaciones frecuentes y acertadas acerca
del analista, el trabajo mental del paciente del contenido de la mente del paciente son un
comienza a “seguir” el proceso mental del componente esencial del tratamiento exitoso
analista, al comienzo con dificultad. La conse- de estos casos.
cuente reactivación de los procesos mentales

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