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Sistema cardiovascular

Establecimiento del campo cardiogénico


El sistema vascular del embrión humano aparece hacia la mitad de la tercera semana,
cuando el embrión ya no es capaz de satisfacer sus requerimientos nutritivos
exclusivamente por difusión.
Las células cardíacas progenitoras se encuentran en el epiblasto, ubicadas
inmediatamente laterales a la línea primitiva.
En primer lugar, migran las células destinadas a formar los segmentos craneales del
corazón y el tracto de salida, y las células que forman las porciones más caudales, el
ventrículo derecho, el ventrículo izquierdo, y el seno venoso, respectivamente, migran en
orden secuencia!.
Las células avanzan hacia el cráneo y se disponen rostralmente a la membrana
bucofaríngea y a los pliegues neurales

Aquí se ubican en la hoja esplácnica de la lámina lateral del mesodermo.


En este momento, un estado de desarrollo presomita tardío, el endodermo faríngeo
subyacente las induce para formar mioblastos cardíacos.
Con el tiempo los acúmulos se unen y constituyen un tubo revestido de endotelio
rodeado por mioblastos con forma de herradura.
la cavidad intraembrionaria situada por encima de esa región formará después la cavidad
pericárdica
En un período ulterior estos vasos se conectan, por medio de los arcos aórticos, con la
región en forma de herradura que formará el tubo cardíaco.
Formación y posición del tubo cardíaco
En un principio, la porción central del área cardiogénica está situada por delante de la
membrana bucofaríngea y de la placa neural

Como consecuencia del crecimiento del cerebro y el plegamiento cefálico del embrión, la
membrana bucofaríngea es traccionada hacia adelante, mientras que el corazón y la
cavidad pericárdiaca se sitúan primero en la región cervical y finalmente en el tórax.
Simultáneamente con la lexión cefalocaudal el embrión también se pliega lateralmente,
como resultado, los dos tubos endoteliales del primordio cardiaco en sus regiones
caudales se fusionan, excepto en los extremos mas caudales.
De esta manera, el corazón se convierte en un tubo en continua expansión que consiste
en un revestimiento endotelial interno y una capa miocárdica externa. Éste recibe el
caudal venoso desde su polo caudal y comienza bombear la sangre del primer arco aórtico
hacia la aorta dorsal desde su polo craneal
El tubo cardíaco en desarrollo sobresale gradualmente en la cavidad pericárdica. Sin
embargo, en un principio, el tubo permanece unido al lado dorsal de la cavidad
pericárdica por medio de un pliegue de tejido mesodérmico, el mesocardio dorsal. Nunca
se forma mesocardio ventral. Durante el desarrollo ulterior también desaparece el
mesocardio dorsal y se crea un seno pericárdico transverso que conecta ambos lados de la
cavidad pericárdica.
En tanto ocurren estos fenómenos, el miocardio se va engrosando y secreta una gruesa
capa de matriz extracelular, rica en ácido hialurónico, que lo separa del endotelio.
Además, las células mesoteliales de la región del seno venoso emigran sobre el corazón
para formar el epicardio. De este modo, el tubo cardíaco consiste en tres capas: a)
endocardio, que forma el revestimiento endotelial interno del corazón; b) miocardio, que
constituye la pared muscular, y c) epicardio o pericardio visceral, que cubre el exterior del
tubo. Esta capa externa es necesaria para la formación de las arterias coronarias, incluidos
sus revestimientos endoteliales y músculo liso.
Formación del asa cardíaca
El tubo cardíaco continúa alargándose y comienza a doblarse a los 23 días. La porción
cefálica del tubo se pliega en dirección ventral y caudal y hacia la derecha mientras que la
porción auricular (caudal) lo hace en dirección dorsocraneal y hacia la izquierda

Este plegamiento se completa a los 28 días. La porción auricular, que en un principio es


una estructura par situada fuera de la cavidad pericárdica, forma una aurícula común y se
incorpora a la cavidad pericardíaca. La unión 'auriculoventricular sigue siendo angosta y
forma el canal auriculoventricular, el cual conecta la aurícula común con el ventrículo
embrionario primitivo

El bulbo cardíaco es estrecho, excepto en su tercio proximal. Esta región formará la


porción trabeculada del ventrículo derecho. La porción media, denominada cono arterial,
formará los infundíbulos (tractos de salida) de los ventrículos. La parte distal del bulbo, el
tronco arterioso, originará las raíces y la porción proximal de la aorta y la arteria
pulmonar.
Del mismo modo, la unión entre el ventrículo y el bulbo cardíaco, que por su parte
exterior está señalada por el surco bulbo ventricular, sigue siendo angosta y se denomina
agujero interventricular primario. Así, el tubo cardíaco está organizado por regiones a lo
largo de su eje craneocaudal, desde el troncocono se llega al ventriculo derecho, al
ventriculo izquierdo y a la región auricular, respectivamente. Hacia el final de la formación
del asa, el tubo cardíaco de paredes lisas comienza a formar trabéculas primitivas en dos
zonas perfectamente definidas; proximal y distal al agujero interventricular primario.
Desarrollo del seno venoso
Hacia mediados de la cuarta semana el seno venoso recibe sangre venosa de las
prolongaciones derecha e izquierda.

Cada prolongación recibe sangre de tres venas importantes: a) la vena vitelina u


onfalomesentérica; b) la vena umbilical, y c) la vena cardinal común. Al principio la
comunicación entre el seno y la aurícula es amplia; sin embargo, poco después la entrada
del seno se desplaza hacia la derecha. Al obliterarse la vena umbilical derecha y la vena
onfalomesentérica izquierda durante la quinta semana de desarrollo, la prolongación
izquierda del seno pierde importancia rápidamente. Cuando queda obliterada la vena
cardinal común izquierda, a las 10 semanas, todo cuanto queda de la prolongación
izquierda del seno es la vena oblicua de la aurícula izquierda y el seno coronado.

La prolongación derecha, que representa entonces la única comunicación entre el seno


venoso y la aurícula originales, se incorpora a la aurícula derecha para formar la pared lisa
de ésta .Su desembocadura, el orificio sinoauricular, está limitado de cada lado por un
pliegue valvular, las válvulas venosas derecha e izquierda.
En dirección dorsocraneal estas válvulas se fusionan y forman una prominencia
denominada septum spurium . En un principio las válvulas son grandes, pero cuando la
prolongación derecha del seno queda incorporada a la pared de la aurícula, la válvula
venosa izquierda y el septum spurium se fusionan con el tabique interauricular en
desarrollo. La porción superior de la válvula venosa derecha desaparece por completo. La
porción inferior se desarrolla en dos partes: a) la válvula de la vena cava inferior y b) la
válvula del seno coronario. La cresta terminal forma la línea divisoria entre la porción
trabeculada original de la aurícula derecha y la porción de pared lisa (sinus venarum) que
tiene origen en la prolongación sinusal derecha.
Formación de los tabiques cardíacos
Los principales tabiques del corazón se forman entre el 27 y el 37 días de desarrollo,
cuando el embrión aumenta de longitud desde 5 mm hasta 16 a 17mm,
aproximadamente. Un mecanismo de formación del tabique incluye a dos masas de tejido
de crecimiento activo que se aproximan entre sí hasta fusionarse, lo cual divide el interior
en dos canales separados.

Este tabique puede formarse también por el crecimiento activo de una masa de tejido
única que continúa su expansión hasta alcanzar el lado opuesto de la cavidad. La
formación de estas masas de tejido depende de la síntesis y el depósito de matrices
extracelulares y de la proliferación celular. Las masas se denominan almohadillas
endocárdicas y se forman en las regiones auriculoventricular y troncoconaI. En estos sitios
contribuyen a la formación de los tabiques interauricular e interventricular (porción
membranosa), los canales auriculoventriculares, y los canales aórtico y pulmonar.El
tabique no divide por completo la cavidad original sino que deja un estrecho canal de
comunicación entre las dos porciones expandidas. Por lo general, los tejidos adyacentes
en proliferación contribuyen al cierre secundariamente. Este tipo de tabique divide
parcialmente las aurículas y los ventrículos.
Almohadillas troncoconales comprende células de la cresta neural
Tabicamiento de la aurícula común
Al finál de la cuarta semana desde el techo de la aurícula común crece una cresta
falciforme hacia la luz. Esta cresta representa la primera porción del septum primum.

El orificio que se encuentra entre el borde inferior del septum primum y las almohadillas
endocárdicas es el ostium primum. Durante el desarrollo ulterior aparecen prolongaciones
de las almohadillas endocardícas superior e inferior, que siguen el borde del septum
primum y ocluyen gradualmente el ostium primum. Sin embargo, antes de que se
complete el cierre, la muerte celular produce perforaciones en la porción superior del
septum primum, las cuales, al hacer coalescencia, forman el ostium secundum asegurando
de tal manera el paso del flujo sanguíneo desde la aurícula primitiva derecha hacia la
izquierda. Cuando aumenta la cavidad de la aurícula derecha como consecuencia de la
incorporación de la prolongación sinusal, aparece un nuevo pliegue semilunar, el septum
secundum. Este nuevo pliegue jamás forma una separación completa de la cavidad
auricular. Su segmento anterior se extiende hacia abajo hasta el tabique del canal
auriculoventricular. El orificio que deja el septum secundum es el agujero oval (foramen
ovale). La parte superior del septum primum desaparece gradualmente y la parte que
queda se transforma en la válvula del agujero oval. La comunicación entre las dos
cavidades auriculares consiste en una hendidura oblicua y alargada por la cual pasa la
sangre de la aurícula derecha hacia el lado izquierdo. Después del nacimiento, cuando se
inicia la circulación pulmonar y aumenta la presión en la aurícula izquierda, la válvula del
agujero oval queda comprimida contra el septum secundum y oblitera este agujero,
separando la aurícula derecha de la izquierda.
Diferenciación ulterior de las aurículas
En tanto que la aurícula derecha primitiva aumenta de tamaño con la incorporación de la
prolongación sinusal derecha, la aurícula izquierda primitiva también aumenta
considerablemente de volumen.

En un principio se desarrolla una vena pulmonar embrionaria única como una evaginación
de la pared posterior de la aurícula izquierda, justamente hacia la izquierda del septum
primum. Esta vena establece conexión con las venas de los esbozos pulmonares en
desarrollo. Durante el desarrollo ulterior, la vena pulmonar y sus ramas se incorporan a la
auricula izquierda, lo cual origina la porción extensa de pared lisa de la auricula del adulto.
Si bien en un principio en la auricula izquierda penetra una sola vena, al final entran
cuatro venas pulmonares a medida que las ramas se van incorporando a la pared auricular
en expansión.
Del lado derecho, la aurícula derecha embrionaria contiene los músculos pectíneos,
mientras que el sinos venarum de pared lisa tiene origen en la prolongación derecha del
seno venoso.
Tabicamiento del canal auriculoventricular
Hacia el final de la cuarta semana aparecen, en los bordes superior e inferior del canal
auriculoventricular, dos rebordes mesenquimáticos, las almohadillas endocárdicas
auriculoventriculares.

En un principio, el canal auriculoventricular solamente comunica con el ventriculo


izquierdo primitivo y está separado del bulbo cardíaco por el reborde bulboventricular o
conoventricular Sin embargo, hacia el final de la quinta semana, el extremo posterior del
reborde termina casi a mitad de distancia siguiendo la base de la almohadilla endocárdica
superior y es mucho menos notable que antes. Dado que el canal auriculoventricular crece
hacia la derecha, la sangre que pasa por el orificio auriculoventricular puede llegar
directamente a los ventrículos primitivos izquierdo y derecho. Además de las almohadillas
endocárdicas inferior y superior, en los bordes derecho e izquierdo del canal aparecen
otras dos, las almohadillas auriculoventriculares laterales. Las almohadillas superior e
inferior, entretanto, sobresalen más aun hacia el interior de la cavidad y al llegar al final de
la quinta semana se fusionan entre sí, lo cual origina la división completa del canal en
orificios auriculoventriculares derecho e izquierdo
Válvulas auriculoventriculares
Después de la fusión de las almohadillas endocárdicas, cada orificio auriculoventricular
está rodeado por proliferaciones localizadas de tejido mesenquimático.

Cuando el tejido situado en la superficie ventricular de estas proliferaciones se excava y se


adelgaza a causa de la corriente sanguínea, las válvulas neoformadas quedan unidas a la
pared ventricular por medio de cordones musculares. Por último, el tejido muscular de los
cordones degenera y es reemplazado por tejido conectivo denso. En esta etapa, las
válvulas consisten en tejido conectivo cubierto de endocardio y están unidas a trabéculas
engrosadas en la pared del ventrículo, los músculos papilares, por medio de cuerdas
tendinosas. De esta manera se forman en el canal auriculoventricular izquierdo dos valvas,
que constituyen la válvula mitral o bicúspide, y tres del lado derecho, las cuales forman la
válvula tricúspide.
Tabicamiento del tronco arterioso y del cono arterial
Durante la quinta semana aparecen en la porción cefálica del tronco un par de rebordes
en oposición. Estos rebordes, los rebordes troncales, o almohadillas, están situados en la
pared superior derecha (reborde troncal superior derecho) y en la pared inferior
izquierda(reborde troncal inferior izquierdo).
El reborde troncal superior derecho crece distalmente y hacia la izquierda, mientras que el
reborde inferior izquierdo lo hace distalmente y hacia la derecha. En consecuencia, al
crecer en dirección del saco aórtico, estas tumefacciones se enroscan la una sobre la otra
anticipando la forma en espiral del futuro tabique. Después de la fusión completa, los
bordes forman, el tabiqueaorticopulmonar, que divide al tronco en un canal aórtico y otro
pulmonar. Las tumefacciones del cono se acercan entre sí y en dirección distal para unirse
con el tabique del tronco. Cuando se han fusionado los dos rebordes del cono, el tabique
divide a este último en una porción anterolateral (el infundíbulo del ventrículo derecho) Y
una porción posteromedial (el infundíbulo del ventrículo izquierdo).

Tabicamiento de los ventrículos


Hacia el final de la cuarta semana, los dos ventrículos primitivos comienzan a expandirse.
Ello se debe al continuo crecimiento del miocardio en el exterior y a la formación
ininterrumpida de divertículos y trabéculas en el interior. Las paredes internas de los
ventrículos en expansión se acercan y poco a poco se fusionan, formando de tal manera el
tabique interventricular muscular. El espacio que queda entre el borde libre del tabique
interventricular muscular y las almohadillas endocárdicas fusionadas permite la
comunicación entre los dos ventrículos. El agujero interventricular, que se encuentra por
arriba de la porción muscular del tabique interventricular muscular, disminuye de tamaño
al llegar a término la formación del tabique del cono.Durante el desarrollo ulterior se
produce el cierre del agujero por el crecimiento de tejido de la almohadilla endocárdica
inferior, que sigue la porción superior del tabique interventricular muscular. Este tejido se
fusiona con las partes colindantes del tabique del cono. Después del cierre completo el
agujero interventricular se transforma en la porción membranosa del tabique
interventricular.

Válvulas semilunares
Cuando el tabicamiento del tronco casi ha terminado, se advierten los primordios de las
válvulas semilunares en forma de pequeños tubérculos, que están en los rebordes
principales del tronco. Se asigna uno de cada par a los canales pulmonar y aórtico,
respectivamente. Frente a las tumefacciones fusionadas del tronco aparece un tercer
tubérculo en ambos canales. Gradualmente, los tubérculos se excavan en su cara superior
y se forman las válvulas semilunares

Formación del sistema de conducción del corazón


En un principio el marcapaso del corazón se encuentra en la porción caudal del tubo
cardíaco izquierdo. Más tarde esta función es asumida por el seno venoso y, al
incorporarse éste a la aurícula derecha, el tejido marcapaso se halla próximo a la
desembocadura de la vena cava superior. Así se forma el nódulo sinoauricular. El nódulo
auriculoventricular y su haz (haz de His) tienen dos orígenes: a) las células de la pared
izquierda del seno venoso y b) las células del canal auriculoventricular. Una vez que el
seno venoso se ha incorporado a la aurícula derecha, estas células adoptan suposición
definitiva en la base del tabique interauricular.
Desarrollo vascular
Sistema arterial
Arcos aórticos
Cuando se forman los arcos faríngeos durante la cuarta y la quinta semanas de desarrollo,
cada arco recibe su propio nervio craneano y su propia arteria. Estas arterias reciben el
nombre de arcos aórticos y se originan en el saco aórtico, la porción más distal del tronco
arterioso

Los arcos aórticos se hallan incluidos en el mesénquima de los arcos faríngeos y terminan
en las aortas dorsales derecha e izquierda. (En la región de los arcos las aortas dorsales
son pares, pero en la región caudal se fusionan para formar un solo vaso.). El saco aórtico
envía una rama a cada nuevo arco, y da origen así a un total de cinco pares de arterias. (El
quinto arco no se forma o lo hace de manera incompleta y después sufre una regresión.

La división del tronco arterioso por el tabique aorticopulmonar divide el canal de salida del
corazón en la aorta ventral y la arteria pulmonar. El saco aórtico forma entonces las
prolongaciones derecha e izquierda, que después darán origen a la arteria braquiocefáliea
y al segmento proximal del cayado de la aorta, respectivamente.

En el embrión de 27 días, el primer arco aórtico forma la arteria maxilar. Del segundo arco
aórtico; son las arterias hioidea y del músculo del estribo. El sexto arco se encuentra la
arteria pulmonar primitiva como una rama principal.
El tercer arco aórtico forma la arteria carótida primitiva y la primera porción de la arteria
carótida interna. El resto de la carótida interna está compuesto por la porción craneal de
la aorta dorsal. La arteria carótida externa es un brote del tercer arco aórtico. El cuarto
arco aórtico persiste en ambos lados, pero su evolución final es distinta en el derecho y el
izquierdo. Del lado izquierdo forma parte del cayado de la aorta, entre la carótida común y
la subclavia izquierda. Del lado derecho, forma el segmento más proximal de la arteria
subclavia derecha, cuya porción distal está constituida por una parte de la aorta dorsal
derecha y por la séptima arteria intersegmentaria. El quinto arco aórtico nunca llega a
formarse o lo hace de manera incompleta y después sufre una regresión.
Simultáneamente con estas modificaciones del sistema de los arcos aórticos se producen
muchos otros cambios: a) la aorta dorsal, situada entre la desembocadura del tercero y
cuarto arcos, llamada conducto carotídeo, se oblitera b) La aorta dorsal derecha
desaparece entre el origen de la séptima arteria intersegmentaria y la unión con la aorta
dorsal izquierda c) El plegamiento cefálico, el desarrollo del cerebro anterior y el
alargamiento del cuello hacen que el corazón descienda hasta la cavidad torácica. En
consecuencia, las arterias carótida y braquiocefálica se alargan notablemente. d) Como
consecuencia del desplazamiento caudal del corazón y la desaparición de diversas
porciones de los arcos aórticos, el curso de los nervios laríngeos recurrentes es distinto en
el lado derecho y el izquierdo. del lado derecho el nervio laríngeo recurrente se desplaza
hacia arriba y se engancha alrededor de la arteria subclavia derecha. Del lado izquierdo el
nervio no se desplaza hacia arriba, dado que la porción distal del sexto arco aórtico
persiste en forma de conducto arterioso, que después formará el ligamento arterioso.
Arterias onfalomesentéricas y umbilicales
Las arterias onfalomesentéricas o vitelinas, que en un principio son un número de vasos
dispuestos en pares que se distribuyen en el saco vitelino, se fusionan gradualmente y
forman las arterias situadas en el mesenterio dorsal del intestino. En el adulto
corresponden al tronco celíaco, arteria mesentérica superior y arteria mesentérica
inferior. Las arterias umbilicales son, en un comienzo, un par de ramas ventrales de las
aortas dorsales, que se dirigen hacia la placenta en íntima relación con la alantoides. Sin
embargo, durante la cuarta semana de vida intrauterina, cada arteria adquiere una
conexión secundaria con la rama dorsal de la aorta, la arteria ilíaca primitiva, y pierde su
sitio temprano de origen. Después del nacimiento, las porciones proximales de las arterias
umbilicales persisten en forma de arterias ilíaca interna y vesical superior, en tanto que las
porciones distales se obliteran y forman los ligamentos umbilicales medios.
Sistema venoso
En la quinta semana se pueden distinguir tres pares de venas de grueso calibre: a) las
venasonfalomesentéricas o vitelinas, que llevan sangre del saco vitelino al seno venoso; b)
las venas umbilicales, que se originan en las vellosidades coriónicas y transportan sangre
oxigenada al embrión, y c) las venas cardinales, que reciben sangre del cuerpo del
embrión propiamente dicho

Venas onfalomesentéricas o vitelinas


Antes de ingresar en el seno venoso, las venas onfalomesentéricas o vitelinas forman un
plexo alrededor del duodeno y pasan a través del septum transversum. Los cordones
hepáticos que se forman en el tabique interrumpen el recorrido de las venas y se
constituye una extensa red vascular, la de los sinusoides hepáticos. Por último, el
conducto hepatocardíaco derecho forma la porción hepatocardíaca de la vena cava
inferior. Desaparece por completo la porción proximal de la vena onfalomesentérica
izquierda. La red anastomótica periduodenal se transforma en un vaso único, la vena
porta. La vena mesentérica superior, que drena el asa intestinal primitiva, deriva de la
vena onfalomesentérica derecha. También desaparece la porción distal de la vena
onfalomesentérica izquierda.

Venas umbilicales
En una etapa inicial las venas umbilicales pasan a cada lado del hígado, pero pronto se
comunican con los sinusoides hepáticos. Desaparece entonces la porción proximal de
ambas venas umbilicales, lo mismo que el resto de la vena umbilical derecha, de modo
que la vena umbilical izquierda es la única que transporta sangre desde la placenta al
hígado. Al aumentar la circulación placentaria se establece una comunicación directa
entre la vena umbilical izquierda y el conducto hepatocardíaco derecho, el conducto
venoso . Este vaso permite que la sangre no pase por el plexo sinusoidal del hígado.
Después del nacimiento se obliteran la vena umbilical izquierda y el conducto venoso y
forman, respectivamente, el ligamento redondo del hígado y el ligamento venoso.

Venas cardinales
En un principio las venas cardinales forman el principal sistema de drenaje venoso del
embrión. Este sistema esta compuesto por las venas cardinales anteriores, que reciben la
sangre de la porción cefálica del embrión, y las venas cardinales posteriores, que drenan el
resto del cuerpo. Las venas anteriores y posteriores se unen antes de penetrar en la
prolongación sinusal y forman las venas cardinales comunes, más cortas. Durante la
quinta a la séptima semanas se forman muchas otras venas: a) las venas subcardinales,
que drenan sangre principalmente de los riñones; b) las venas sacrocardinales, que drenan
las extremidades inferiores, y c) las venas supracardinales, que drenan la sangre de la
pared del cuerpo por medio de las venas intercostales, asumiendo de tal manera la
función de las venas cardinales posteriores.

Circulación antes y después del nacimiento


Circulación fetal
Antes del nacimiento, la sangre de la placenta, saturada con oxígeno en un 80%
aproximadamente, vuelve al feto por la vena umbilical. Al acercarse al hígado, el caudal
principal de esta sangre fluye por el conducto venoso directamente hacia la vena cava
inferior, sin pasar por el hígado. Una pequeña parte entra en los sinusoides hepáticos y allí
se mezcla con la sangre de la circulación portal.
Después de un corto trayecto en la vena cava inferior, donde la sangre placentaria se
mezcla con la sangre desoxigenada que retorna de las extremidades inferiores,
desemboca en la aurícula derecha. Aquí es guiada hacia el agujero oval por la válvula de la
vena cava inferior y la parte principal de la corriente circulatoria pasa directamente a la
aurícula izquierda. Sin embargo, una pequeña porción no puede pasar porque se lo impide
el borde inferior del septum secundum, la crista dividens, y permanece en la aurícula
derecha, donde se mezcla con la sangre desoxigenada que vuelve de la cabeza y los brazos
por la vena cava superior. Desde la aurícula izquierda, donde se mezcla con un pequeño
volumen de sangre desoxigenada que llega de los pulmones, la corriente circulatoria
desemboca en el ventrículo izquierdo y la aorta ascendente. La sangre desoxigenada que
proviene de la vena cava superior fluye por el ventriculo derecho hacia el tronco de la
pulmonar. Como la resistencia de los vasos pulmonares durante la vida intrauterina es
alta, el volumen principal de esta sangre pasa directamente por el conducto arterioso
hacia la aorta descendente, donde se mezcla con sangre de la aorta proximal. Desde allí la
sangre se dirige hacia la placenta por las dos arterias umbilicales.
Cambios circulatorios en el nacimiento
Los repentinos cambios que tienen lugar en el sistema vascular en el momento del
nacimiento son ocasionados por la interrupción del caudal sanguíneo placentario y el
comienzo de la respiración pulmonar. Dado que al mismo tiempo el conducto arterioso se
cierra por contracción muscular de su pared, el volumen de sangre que fluye por los vasos
pulmonares aumenta con rapidez. Esto provoca, a su vez, un aumento de la presión en la
aurícula izquierda. Simultáneamente con estas modificaciones del lado izquierdo,
disminuye la presión en la aurícula derecha como consecuencia de la interrupción de la
circulación placentaria. Entonces, el septum primum se adosa al septum secundum,y se
produce el cierre funcional del agujero oval. En resumen, los cambios que ocurren en el
sistema vascular después del nacimiento son los siguientes: La obliteración de las arterias
umbilicales, acompañada por la contracción de los músculos lisos de sus paredes, es
causada probablemente, por estímulos mecánicos y térmicos y por un cambio de la
tensión de oxígeno. Las porciones distales de las arterias umbilicales forman entonces los
ligamentos umbilicales medios, en tanto que las porciones proximales conservan su
permeabilidad y forman las arterias vesicales superiores. La obliteración de la vena
umbilical y del conducto venoso se produce poco después del cierre de las arterias
umbilicales. La vena umbilical ya obliterada forma el ligamento redondo del hígado en el
borde inferior del ligamento falciforme. El conducto venoso, que va desde el ligamento
redondo a la vena cava inferior, también se oblitera y forma el ligamento venoso. La
obliteración del conducto arterioso, por contracción de su pared muscular, ocurre casi
inmediatamente después del nacimiento y es mediada por la bradicinina, una sustancia
liberada por los pulmones durante el período de insuflación inicial. En el adulto, el
conducto arterioso obliterado forma el ligamento arterioso, El cierre del agujero oval se
produce por un aumento de la presión en la aurícula izquierda combinado con descenso
de la presión del lado derecho. Al producirse la primera respiración profunda el septum
primum es presionado contra el septum secundum.

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