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La estructura económica de la sociedad, es decir su base real, es el conjunto de

las relaciones mutuas que los hombres contraen en el proceso de producción, cambio,
distribución y consumo, así como la división social del trabajo. Las relaciones de
producción constituyen un aspecto necesario del modo de producción y que al mismo
tiempo, constituyen la base de los fenómenos sociales. Las mismas relaciones de
producción cumplen, dos funciones sociales, a saber: actúan como un aspecto de
modo de producción, y como base económica de la sociedad. El marxismo señala que
no hay que identificar la base económica de la sociedad con el modo de producción.

El modo de producción es la unidad de las fuerzas productivas y las relaciones de


producción. Ahora bien, la base es el conjunto de las relaciones de producción; en
consecuencia, no abarca las fuerzas productivas de la sociedad.

La categoría de base económica es, al mismo tiempo una categoría histórica general
y concreto histórica. Esto quiere decir que a cada formación social le corresponde su
propia base económica.

Toda base económica de la sociedad engendra necesariamente la supraestructura


correspondiente. Federico Engels dice que la estructura económica de la Sociedad en
cada caso concreto constituye la base real cuyas propiedades explican, en última
instancia, toda la supraestuctura de las instituciones jurídicas y política, al igual que la
ideología religiosa, filosófica, de cada período histórico.

Por consiguiente, la supraestructura es el conjunto de los fenómenos sociales que


surgen o existen sobre determinada base económica. La supraestructura es el
conjunto de las concepciones e ideas políticas, jurídicas, éticas, estéticas, filosóficas,
religiosas y de las instituciones y organizaciones correspondientes.

En la teoría sociológica marxista se sostiene que la base y la supraestructura forman


una unidad dialéctica de contrarios. Esto quiere decir que la economía existe siempre
a través de la supraestructura y de sus manifestaciones, o sea, que en la sociedad no
hay base sin supraestructura ni supraestructura sin base.

Críticas: la teoría sociológica marxista al igual que la funcionalista históricamente ha


sido objeto de muchas críticas, mucha de las cuales desde el punto de vista político-
ideológico y económico han cobrado mayor notoriedad a raíz del descalabro, el
deterioro y la caída de los regímenes comunistas en el mundo.

Entre las principales críticas se han establecido las siguientes:

1. Marx nunca demostró las correlaciones estrictas entre la base económica de la


sociedad y la supraestructura.
2. Considerando históricamente, el paso de un tipo de organización social a otro
no es inevitables consecuencia de la victoria de la clase explotada.
3. Las predicciones de Marx, como las relativas a la decadencia de la clase media
y al triunfo inicial del socialismo en las naciones mas desarrolladas
industrialmente, se opusieron a todos los acontecimientos históricos en los
países donde triunfó el socialismo.
4. Su proposición de que el socialismo debe triunfar inevitablemente en le mundo
moderno se ha derrumbado por el absoluto fracaso del socialismo como
sistema político-ideológico, económico en el mundo.
5. El principio marxista de una Sociedad sin clases y en realidad si Estado,
caracterizada por la propiedad colectiva de los medios de producción, resultó
una utopía, un sueno inalcanzable.
6. En sus obras Marx parece un determinista económico, al otorgar una
importancia superlativa al sistema económico, establecido que éste determina
todos los sectores de la sociedad, negándose de esta manera, el carácter
dialectico de sus teorías. En Marx, la teoría económica destruía la dialéctica
porque consideraba irrelevante el pensamiento y la acción individuales.
7. La teoría sociológica y económica marxista conducía al estaticismo social, al
quietismo político, al considerar innecesaria la acción de los individuos, ya que
el sistema capitalista terminaría desmoronándose por obra de sus propias
contradicciones estructurales.
8. Se advierte en sus obras una concepción mecanicista y reduccionista de los
factores múltiples y variados que explican históricamente la evolución de la
Sociedad.

Vista estas críticas sustanciales a la teoría sociológica marxista, es pertinente señalar


que el pensamiento marxista es valioso e importante en el desarrollo de la Sociología
como intento para formular una teoría sistemática de la estructura y del cambio social.

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