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Ferrater Mora - Dicc de Filosofia I
Ferrater Mora - Dicc de Filosofia I
I. La letra mayúscula Τ (segunda de Ibérico sobre el conocimiento sim- ponde al verbo ÍSsiv" (="ver").
vocal del término affirma) es usada bólico en la que se advierten influen- Ιδέα ('idea') equivale, pues, etimo-
en la literatura lógica para represen- cias de Bergson y Ludwig Klages. lógicamente, a 'visión'. (Cfr. el latín
tar simbólicamente la proposición La más importante contribución fi- videre [= 'ver']; -vid es la raíz tanto
particular afirmativa, affirmatio parti- losófica de Ibérico se halla en su teo- de ÍSsiv como de videre}. Debe te-
cularis, uno de cuyos ejemplos es la ría sobre la relación entre el ser y el nerse en cuenta, sin embargo, que
proposición : aparecer. Según Ibérico, el ser como esta "visión" no es sólo, ni siquiera
Algunos hombres son mortales. tal es un ser en sí, el cual puede ser primariamente, la que alguien tiene
En textos escolásticos se halla con de carácter lógico, existencial o esen- de algo; la "visión" a la que se refie-
frecuencia el ejemplo ( dado por Boe-
cial. El ser deja de ser en sí, sin em- re la Ιδέα griega es más bien el as-
cio ) : bargo, cuando aparece — aparece a pecto o figura que ofrece una cosa al
Aliquís homo ¡tistus est, un yo o a una conciencia, la cual re- verla. 'Idea' significó luego tanto el
fleja el ser en el aparecer y, por tanto, aspecto de la cosa como el hecho de
y en multitud de textos lógicos la sintetiza ser y apariencia. De este "verla". Cuando se acentuó lo último
letra Τ sustituye al esquema 'Algu- modo el ser puede reflejarse (en la la "idea" designó lo que se "ve" de
nos S son P', sobre todo cuando se reflexión o "especulación" de la con- una cosa cuando se contempla cierto
introduce el llamado cuadro de opo- ciencia) en el aparecer, y el aparecer aspecto de ésta.
sición ( VÉASE ). puede convertirse en ser. El ser no se Las múltiples significaciones de
En los textos escolásticos se dice reduce, pues, a ser lo que es, según 'idea' han dado lugar a varios modos
de I que asserít particulariter, afirma sostiene el realismo (gnoseológico), de considerar las ideas. Tres de estos
particularmente. También se usa en ni consiste tampoco en un aparecer, modos son particularmente importan-
dichos textos la letra Τ para simbo- según mantiene el idealismo ( gnoseo- tes. Por un lado, se entiende la idea
lizar las proposiciones modales en lógico) y, en general, todo fenome- lógicamente cuando se equipara con
modus negativo y dictum afirmativo nismo. El yo o la conciencia restitu-
(véase MODALIDAD), es decir, las pro- un concepto. Por otro lado, se en-
yen de este modo el aparecer al ser y tiende la idea psicológicamente cuan-
posiciones del tipo: el ser al aparecer. Superan también do se equipara con una cierta entidad
Es posible que p, tanto el objetivismo como el subjeti- mental. Finalmente, se entiende la
donde 'p' simboliza un enunciado de- vismo en una especie de "dialéctica" idea metafísicamente (o, según los
clarativo. del ser como aparecer y del aparecer casos, ontológicamente) cuando se
La letra Τ (en cursiva) es usada como ser. equipara la idea con una cierta reali-
por Lukasiewicz para representar el Obras: Bergson, 1919. — Una filo- dad. Estos tres significados se han
cuantificador particular afirmativo. sofía estética, 1920 [incluye la obra entrecruzado con frecuencia hasta el
Τ se antepone a las variables 'a, 'V, anterior]. —· El nuevo absoluto, 1926. punto de que se ha hecho a veces
'c, etc., de tal modo que Ί a V se — El viaje del espíritu, 1929. — La
unidad dividida, 1932. — Psicología, difícil saber exactamente qué sentido
lee 'b pertenece a algunos a' o 'algún tiene una determinada concepción de
1933 [en colaboración con Honorio
a es b'. Delgado]. — El sentimiento de la vida 'idea'.
IBÉRICO RODRÍGUEZ (MARIA- cósmica, 1939. — El fundamento de El término (Saz fue usado por va-
NO) nac. en 1893, profesor en la la crítica, 1948. — La aparición. En- rios presocráticos (por ejemplo: Je-
Universidad de San Marcos (Lima, sayo sobre el ser y el aparecer, 1950. nófanes, Anaxágoras y Demócrito),
Perú) como sucesor en la cátedra de — Perspectivas sobre 'El Tema del pero sin tener el significado a la vez
Deúsrua, ha estudiado críticamente la Tiempo", 1958 [ensayos]. más preciso y complejo que el vocablo
filosofía de Bergson y se ha interesado IBN. Véanse ABENALARIF, ΑΒΕΝΛ- adquirió en la filosofía de Platón, la
sobre todo por cuestiones estéticas y ΗΛΒΙ, ABENHAZAM, A B E N J A L D Ú N , cual ha sido llamada a menudo "la
metafísicas, tratando de ver la co- ABENMASARHA, ABENTOFAIL, ALFARA- filosofía de las ideas" (o, mejor, "de
mún raíz de ambas. Lo último es BI, ALGAZELI, ALKINDI, AVEMPACE, las Ideas"). La expresión άτομος ίδέα
patente especialmente en su estudio AVERROES, A V I C E B R Ó N , AVICENA. usada por Demócrito, se aproxima a
sobre el sentimiento de la vida cós- Véanse también MAIMÓNIDES, SAADIA, la platónica en tanto que se refiere
mica, basado en una experiencia es- YEHUDÁ HA-LEVÍ. a la "forma" (geométrica) del átomo.
tética, pero trascendiendo de ella. La ICONO. Véase SIGNO. Pero solamente en Platón encontra-
unión de lo estético y lo metafísico IDEA. El término 'idea' procede mos una extensa dilucidación del pro-
se manifiesta asimismo en la teoría del griego ¡Sea , nombre que corres- blema (y problemas) de las ideas.
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Platón usó, por lo pronto, el tér- es "visible" sólo inteligiblemente. Las y su creación. El mundo ha sido
mino 'idea' para designar la forma ideas se "ven" con la "mirada inte- creado de acuerdo con las "ideas
de una realidad, su imagen o perfil rior". ejemplares". Éstas forman un "mundo
"eternos" e "inmutables". Por eso es Una vez admitidas las ideas, inteligible" de "razones seminales"
frecuente en Platón que la visión de hay que saber de qué cosas puede (concepto que Filón tomó de los es-
una cosa —si se quiere, de una cosa haberlas. En principio, parece que toicos). Ello no significa que Dios sea
en su verdad— sea equivalente a la puede haber ideas de cualquier cosa. simplemente un demiurgo (v.) al es-
visión de la forma de la cosa bajo el Pero resulta dudoso que haya ideas tilo platónico, aunque con la doctrina
aspecto de la idea. La idea es, pues, de "cosas viles" o de "cosas insignifi- de referencia se plantea siempre el
algo así como el espectáculo ideal de cantes". Por ello Platón tiende cada problema de si Dios es o no es com-
una cosa. Esto no significa que en vez más a reducir las ideas a ideas de pletamente trascendente a las "ideas
ello consista simplemente la concep- objetos matemáticos y de ciertas cua- ejemplares".
ción platónica de las ideas. En ver- lidades que hoy día consideramos co- Este problema está relacionado con
dad, esta concepción es no sólo com- mo valores (la bondad, la belleza, las consecuencias que se derivan de
pleja, sino también varia; hay en etc.). Además, tiende a ordenar las subrayar el carácter absolutamente
Platón una verdadera "historia" de la ideas jerárquicamente. Una idea es simple de Dios. Los neoplatónicos
concepción de las ideas. Remitimos al tanto más "idea" cuanto más expresa habían reservado la pluralidad de
efecto al artículo dedicado a dicho la unidad de algo que aparece como ideas para la segunda hipóstasis (VÉA-
pensador, pero completaremos aquí la múltiple. Pero si esta unidad es una SE), ya que en lo Uno (v.) no podía
información con algunos datos. realidad "en sí", se plantea la cues- haber pluralidad alguna. San Agus-
Los pasajes en los cuales Platón se tión de qué tipo de relación existe tín adoptó en gran medida la doctri-
refiere a las ideas son numerosos; a entre lo uno (ideal) y lo múltiple. na neoplatónica de las ideas, pero no
modo de ejemplo citamos: Phaed., 65, En este punto es donde se manifiesta podía aceptar la concepción de lo
100; Rep., VI, 508, 510; VII, 517, 523, la clásica divergencia de opiniones Uno como "emanente" (véase EMA-
534; X, 597; Men., 81, 85; Phaed., entre Platón y Aristóteles (VÉASE). NACIÓN). Siendo Dios creador ex ni-
249; Farm., 131-5; Symp., 211; Este último autor escribe que "no es hüo, se halla por encima de todas las
Tim., 46-51; Soph., 254; Pol, 277; menester admitir la existencia de cosas, incluyendo, por supuesto, las
Leg., XII, 965. En estos —y muchos ideas, o del Uno junto a [yuxtapuesto ideas. Pero a la vez éstas pueden con-
otros pasajes—- Platón trata de lo que a, exterior a] lo Múltiple" (An. post., cebirse como estando en la inteligen-
son las ideas (o las "formas"), de su A, 11, 77 a 5 sigs.). Más bien sucede cia divina. Las ideas son para San
"relación" con las cosas sensibles y que "lo Uno es unido a [inmanente Agustín algo así como formae princi-
con los números, de las ideas como a] lo Múltiple" (Met., A 9, 990 b 13; pales o rationes rerum. Son razones
causas, como fuentes de verdad, etc., Cfr. también Met., A, 6, 987 b 8). La estables e inmutables de las cosas.
etc. En el curso de sus análisis y elu- diferencia entre Platón y Aristóteles Como tales, son eternas. Pero su eter-
cubraciones se presentan muy diversas al respecto suele expresarse con los nidad deriva de su estar contenidas
nociones de "idea"; así, por ejemplo, mismos términos usados por el Esta- en la intelligentia divina (De div.
las seis significaciones que pone de girita. Para Platón, lo Uno (es decir, quaest., LXXXIII, q. 46). Por tanto,
relieve C. Ritter (Neue Untersuchun- la antes referida "unidad de lo múlti- en vez de ser las ideas las que deter-
gen, 228 y sigs.): ( 1 ) Apariencia ple") esitapi τα πολλά , algo separa- minan la obra creadora de Dios, Dios
exterior de algo; (2) Condición o do de lo múltiple, en tanto que para es el que posee las ideas según las
constitución; (3) Característica que Aristóteles es algo unido a lo múlti- cuales lleva a cabo su creación. La
determina un concepto; ( 4 ) Concep- ple, κατά των πολλών . En otros tér- inteligencia divina puede contener
to; (5) Género o especie; (6) Reali- minos, Aristóteles niega que las ideas una pluralidad de ideas justamente
dad objetiva designada por el con- existan en un mundo inteligible sepa- porque esta pluralidad es de la inte-
cepto. En vista de esta diversidad se rado de las cosas sensibles; las ideas ligencia divina, pero no es idéntica a
han ofrecido múltiples interpretacio- son "inmanentes" a las cosas sensi- tal inteligencia.
nes de la doctrina platónica de las bles. De otra suerte no se compren- La cuestión de la distinción entre
ideas. Nos hemos referido a esta cues- dería cómo las ideas pueden "actuar" la esencia divina y las ideas fue tra-
tión en el artículo sobre Platón ( v. ) y y, de paso, explicar la realidad sen- tada abundantemente por autores es-
en otros (por ejemplo: Esencia, Inna- sible. colásticos. Algunas de las dificultades
tismo, Participación). Nos limitaremos La doctrina platónica de las ideas suscitadas por esta cuestión se resol-
aquí a señalar que Platón concibe con constituye la base de una doctrina vieron indicándose que hay en Dios
mucha frecuencia las ideas como mo- muy difundida al final del mundo (o en Logos) una pluralidad de ideas
delos de las cosas y, en cierto modo, antiguo: la doctrina según la cual las con respecto a las cosas de las cuales
como las cosas mismas en su estado ideas son modelos existentes en el las ideas son modelos, pero que hay
de perfección. Las ideas son las cosas seno de Dios. Según Filón de Ale- unidad con respecto a la divina esen-
como tales. Pero las cosas como tales jandría, uno de los principales promo- cia misma. Las ideas son distintas
no son nunca las realidades sensibles, tores de tal doctrina, las ideas —o entre sí, como proclamaba San Bue-
sino las inteligibles. Una idea es siem- "ideas-potencias", como las llama— naventura, "según la razón de la inte-
pre una unidad de algo que aparece son modelos inmanentes en el Logos ligencia". Para Santo Tomás (Cfr.
como múltiple. Por eso la idea no es (VÉASE) divino que sirven de "inter- sobre todo S. theol, I, q. XV), hay
aprehensible sensiblemente, sino que mediarios" entre Dios como Creador pluralidad de ideas en Dios en cuanto
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al contenido de las ideas. Pero no hay to metafísico u ontológico). El pre- de la esencia de las ideas que el de
pluralidad en cuanto a la unidad de dominio del punto de vista que hemos su origen en la mente.
Dios con su propia esencia. Lo que llamado "gnoseológico" ha sido común Los empiristas han usado el térmi-
sucede es que Dios se conoce a sí tanto a las tendencias racionalistas no 'idea' abundantemente; en muchos
mismo como unidad en sí, pero tam- como a las empiristas, si bien mien- casos, además, han elaborado sus teo-
bién como "imitable" en la plurali- tras las primeras han desembocado rías del conocimiento como una espe-
dad. En otras palabras, y según la rápidamente en el objeto conocido las cie de "doctrina de las ideas" — en el
fórmula tomista de la intellectio in- segundas se han demorado en el su- sentido de "doctrina de las represen-
tellectionis, Dios no sólo conoce la jeto cognoscente. Proporcionaremos a taciones de las cosas en el espíritu".
pluralidad por su propia esencia, sino continuación una rápida descripción Así ocurre en Locke, Berkeley y Hu-
que también conoce que conoce la de la teoría de las ideas en cada una me. Locke pide perdón al lector al
pluralidad por su esencia. de las citadas grandes tendencias, es- comienzo de su Essay por el uso fre-
Lo anterior puede hacer suponer pecialmente vigentes durante los si- cuente de la palabra 'idea', pero indi-
que el término 'idea' ha sido emplea- glos xvii y xvm. ca que es la palabra que mejor sirve
do por los filósofos y teólogos cristia- Los racionalistas han tendido a para indicar la función de "re-presen-
nos sólo desde el punto de vista teo- considerar que las ideas (por lo me- tar" (stand for) cualquier cosa que
lógico. Ello, sin embargo, no es así; nos las ideas verdaderas y adecua- sea el objeto del entendimiento cuan-
además de la concepción teológica de das) tienen dos caras: una, el ser, do un hombre piensa. Idea equivale
las ideas, hay la concepción metafísi- como decía Spinoza, "conceptos del a "fantasma", "noción", "especie"
ca (u ontológica), la gnoseológica y espíritu que éste forma por ser una (Essay. Introduction, 8). Las ideas
la lógica. En rigor, los escolásticos cosa pensante" (Eth., II, def. iii); la son para Locke "aprehensiones" y no
abrieron el camino para varios usos otra, el ser, como afirmaba Descar- (o no todavía) propiamente conoci-
del término 'idea'. Por un lado, el an- tes, las cosas mismas en tanto que mientos. Los hombres tienen en su
terior uso teológico. Luego, un uso vistas (mediante una simplex mentís mente varias ideas "como las de blan-
ontológico —estrechamente ligado al inspectio) (véase INTUICIÓN). Este dura, dureza, dulzura, pensamiento,
anterior— según el cual las ideas son último aspecto ha conducido a radi- movimiento, hombre, elefante, ejérci-
concebidas como modelos. Además, car las ideas verdaderas en Dios, es- to, borracho, etc." (op. cit., II, i, 1).
un uso gnoseológico, según el cual las pecialmente cuando, como en Spino- La mayor parte de las ideas proce-
ideas son principios de conocimiento. za, se ha considerado que éste es "la den de una fuente: la sensación (ibid.,
En este último caso se debatió con única cosa pensante" (y no sólo un II, i, 3). Las ideas pueden ser sim-
frecuencia la cuestión de si se conoce modo del pensar), o como cuando, ples (recibidas pasivamente) o com-
por las ideas o de si se conocen las en los ocasionalistas, Dios ha sido es- plejas (formadas por una actividad
ideas. Finalmente, un uso lógico, se- timado como el "punto de vista abso- del espíritu). Las ideas simples pue-
gún el cual la idea es la representa- luto" desde el cual son vistas las den ser ideas de sensación (prove-
ción simple de la cosa en la mente. cosas. Como consecuencia de ello, los nientes de un sentido, como el sabor
Dentro del vocabulario e s c o l á s t i c o racionalistas se han inclinado hacia el o la dureza; o de más de un sentido,
tenemos diversas distinciones de innatismo (VÉASE). Ahora bien, ello como la figura, el reposo, el movi-
ideas: ideas abstractas, ideas concre- no ha llevado, salvo en casos extre- miento) o de reflexión (percepción o
tas, ideas particulares, ideas colecti- mos, a hacer simplemente de las ideas pensamiento, voluntad). Hay también
vas, ideas completas, ideas incomple- modelos o arquetipos existentes en ideas compuestas de sensación y re-
tas, ideas claras, ideas oscuras, ideas Dios. El aspecto de las ideas como flexión (como el placer, el dolor, la
adecuadas, ideas inadecuadas, etc. "conceptos del espíritu (humano)" se existencia). Las ideas complejas son
Estas distinciones (en donde el tér- ha mantenido asimismo como esen- ideas de modos (como afecciones de
mino idea tiene con frecuencia el cial para la comprensión de la natu- las substancias, substancias y relacio-
sentido del término conceptúa) pasa- raleza de las ideas. Apoyándose en nes). Los modos pueden ser a la vez
on en parte a la filosofía moderna. él han tenido lugar las numerosas simples o mixtos. Se puede hablar asi-
Aunque en los filósofos modernos discusiones acerca del origen de las mismo de ideas reales o fantásticas,
se encuentran diversos usos de 'idea', ideas y sobre las clases de ideas: cla- adecuadas o inadecuadas y hasta de
parece haber predominado cada vez ras, oscuras, distintas, confusas, ade- ideas verdaderas o falsas (si bien ello
más el sentido de 'idea' como 'repre- cuadas, inadecuadas, etc. (véase ADE- corresponde más bien a las proposi-
sentación (mental)' de una cosa. CUADO y CLARO). Cuando los moti- ciones, por lo que las llamadas "ideas
Aunque no se abandonaron en la épo- vos teológicos han perdido importan- verdaderas" e "ideas falsas" son ideas
ca moderna los significados teológico, cia, los racionalistas han estimado que en las que hay siempre alguna propo-
metafísico, lógico, etc., de 'idea' mu- las ideas (verdaderas) podían se- sición tácita). El conocimiento con-
chos autores tendieron a concebir las guir siendo innatas por corresponder siste únicamente en la "percepción de
ideas como resultados de la actividad su posesión a la "naturaleza del hom- la conexión y acuerdo, o desacuerdo
de un sujeto cognoscente. Fue habi- bre". Sin embargo, desde el instante y repugnancia de cualquiera de nues-
tual considerar que por medio de las en que se ha subrayado el aspecto tras ideas. Sólo en ello consiste" (ibid.,
ideas que posee un sujeto (aspecto subjetivo de la idea, las posiciones IV, i, 1). Berkeley manifiesta que los
"psicológico") se puede conocer ra- mantenidas se han acercado a las objetos del conocimiento humano con-
cionalmente (aspecto lógico) lo que empiristas, y el problema que ha sisten en ideas —ideas "efectivamen-
las cosas son verdaderamente (aspee- permanecido en pie ha sido menos el te impresas en los sentidos, o percibí-
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das al estar presentes en las pasiones te (Treatise, I, i, 1). En otros térmi- cación de ideas —que, como dice el
u operaciones del espíritu, o finalmen- nos, "todas nuestras ideas o percep- autor, si debe adscribirse a una rama
te formadas mediante la memoria y la ciones más débiles son copias de de la filosofía tradicional, es la que
imaginación" (A Treatise Concerning nuestras impresiones o percepciones fue desarrollada por Locke y Hume
the Principies of Human Knowledge, más vividas" (Essay, sec. II). Las más bien que por Kant— al reino
I, 1). Berkeley usa el término 'idea' ideas pueden ser separadas y unidas musical resulta, según Myhill, que
y no el término 'cosa' por dos razones: mediante la imaginación (v. ), pero podemos dar los siguientes ejemplos:
"porque se supone que el término ésta se halla guiada por "ciertos prin- "ser una consonancia en sentido clá-
cosa, a diferencia de idea, denota algo cipios universales" (Treatise, I, i, 2). sico" (carácter efectivo); "ser una
que existe fuera del espíritu; segun- Las ideas se combinan mediante los cuerda usada por un compositor en
do, porque cosa tiene una significa- principios de la asociación de ideas una composición como respuesta
ción más comprensiva que idea, ya (véase ASOCIACIÓN Y ASOCIACIONIS- a una provocación determinada" (ca-
que incluye espíritus o cosas pensan- MO). rácter c o n s t r u c t i v o ) ; "ser bello"
tes tanto como ideas. Por tanto, como El problema de la formación de (carácter prospectivo ).
los objetos de los sentidos existen sólo ideas complejas a base de ideas sim- Kant estimó que el uso del término
en el espíritu. . . prefiero designarlos ples ha preocupado a muchos pensa- 'idea' por los empiristas (en sus teo-
mediante la palabra idea. . ." (ibid., dores hasta nuestra época. Menciona- rías del conocimiento) y por los ra-
I, 39). No hay para Berkeley más mos, a guisa de ejemplo, una doctrina cionalistas (en sus especulaciones me-
que percibir o ser percibido (véase de la clasificación de las ideas pro- tafísicas) era claramente abusivo.
ESSE EST PEHCIPI); por tanto, no hay puesta por el lógico norteamericano Estimó intolerable calificar de "idea"
más que espíritus que perciben y las John Myhill, el cual ha reconocido la representación de un color. Encon-
ideas — que son las "cosas" en tanto que el uso del término 'idea' es simi- tró más propio el uso platónico —en
que percibidas. Según hemos visto lar al empleo que hizo Locke de la particular al tratarse de la esfera mo-
(véase BERKELEY), el citado autor re- expresión 'idea compleja'. Según My- ral—, pero no forzosamente la meta-
chaza las ideas generales abstractas, hill, hay tres clases de ideas, cada física basada en tal uso. Según Kant,
aunque admite las ideas generales en una de las cuales se distingue por un las sensaciones, percepciones, intui-
tanto que éstas no pretenden designar determinado carácter. Los caracteres ciones, etc. son diversas especies de
una "cosa general" o una "forma" que propuestos se llaman "efectivo", un género común: la representación
sea distinta de las realidades particu- "constructivo" y "prospectivo". El ca- (Vorstellttng, repraesentatio) en gene-
lares o de las percepciones particula- rácter efectivo es aquel cuya presen- ral. Dentro de este género tenemos la
res. Hume, por fin, distingue entre cia y ausencia puede descubrirse representación con conciencia de ella
impresiones e ideas y llama ideas a las (como la verdad en el cálculo prepo- o percepción (Perception, perceptio).
"imágenes débiles de estas [impresio- sicional). El carácter constructivo es La percepción que se refiere única-
nes] al pensar y al razonar" ( Treatise, aquel que permite establecer un pro- mente al sujeto en tanto que modifi-
I, i, 1). Las ideas (como las impre- grama de acuerdo con el cual se po- cación de su estado es llamada sen-
siones) pueden ser simples y comple- drá descubrir oportunamente algo que sación (Empfindung, sensatio). Cuan-
jas. Las ideas simples son las que no posee la propiedad constructiva (co- do se trata de una percepción objetiva
admiten distinción ni separación; las mo la verdad en la teoría general de tenemos un conocimiento (Erkenntnis,
complejas, aquellas en las cuales pue- las funciones preposicionales). El ca- cognitio). Este conocimiento puede
den distinguirse partes" (loc. cit.). En rácter prospectivo es aquel que no ser intuición (Anschauung, intuiius)
una nota a esta sección del Treatise, puede reconocerse o crearse mediante o concepto (Begríff, conceptas). El
Hume escribe, además, que "acaso una serie de actos razonados, aunque concepto puede ser puro o empírico.
mejor restablezca la palabra idea en imprevisibles (como el que resulta del El concepto puro, si tiene su origen
su sentido original el que Locke la ha descubrimiento de Godel). Aunque los sólo en el entendimiento y no en la
sacado al hacerla designar todas nues- ejemplos dados hasta aquí sean mate- pura imagen de la sensibilidad, puede
tras percepciones". En el Essay (sec- máticos, debe observarse que, según calificarse de noción (notio). Cuando
ción II), Hume reformula su doctrina Myhill, las clases de ideas en cuestión el concepto se forma a base de no-
de las ideas al indicar que las "per- no se restringen al reino matemático. ciones y trasciende la posibilidad de
cepciones del espíritu" pueden divi- Así, de un modo general un carácter la experiencia tenemos una idea (Ideé)
dirse en dos clases según su mayor o es efectivo "si los seres humanos pue- o concepto de razón (Vernunftbe-
menor grado de fuerza o de vivaci- den ser entrenados en forma que res- griff) (K.r.V., A 320 / Β 377).
dad: las que poseen menor fuerza y pondan de modo diferencial a su pre- Los conceptos puros de la razón se
vivacidad son llamadas "pensamientos sencia y a su ausencia"; un carácter llaman ideas trascendentales. Kant ha
o ideas". Las otras percepciones pue- es constructivo "si los seres humanos tratado de averiguar si tales ideas de-
den llamarse impresiones. Hume ma- pueden ser entrenados en forma que terminan, según principios, cómo de-
nifiesta que aunque las ideas comple- ejecuten un programa de cada objeto be emplearse el entendimiento al refe-
jas no se derivan necesariamente de poseedor de la propiedad menciona- rirse a la totalidad de la experiencia
impresiones complejas (así, la idea da"; un carácter es prospectivo "si (pues ningún objeto puede ser dado
de una sirena no se deriva de la im- no es ni efectivo ni constructivo y a los sentidos que sea congruente o
presión de una sirena), las ideas sim- si, a pesar de todo, algún ser huma- correspondiente con una idea). El nú-
ples se derivan de las impresiones no mantiene claramente una idea de mero de ideas o conceptos puros de
simples y las representan exactamen- tal carácter". Aplicada esta clasifi- la razón es, según Kant, el mismo
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que el número de clases de relaciones das como el fundamento de la posibi- mezclado con frecuencia la especula»
que el entendimiento se representa a lidad de la experiencia en cuanto tota- ción metafísica y la descripción psico-
sí mismo mediante las categorías. Co- lidad. Tales ideas son el objeto de la lógica en la investigación de la natu-
mo en los conceptos de razón busca- filosofía trascendental como sistema raleza y función de las ideas. Un caso
mos siempre lo incondicionado, tene- de ideas de la razón especulativa y típico de esta "mezcla" es el de La-
mos lo incondicionado de la síntesis práctica. Ello se halla de acuerdo con chelier. Según este filósofo, hay dos
categórica en un sujeto, de la síntesis la creciente tendencia kantiana a lle- clases de ideas. Por un lado, unas que
hipotética de los miembros de una var a cabo una "construcción de la se han llamado también "ideas orgá-
serie, y de la síntesis disyuntiva de las experiencia", con lo cual la última nicas", es decir, ideas que son seres a
partes en un sistema. La primera cla- fase del pensamiento de Kant se apro- la vez que ideas, y que producen ellas
se de ideas trascendentales contiene la xima en muchos puntos al idealismo mismas, por una acción inmediata e
unidad absoluta (o incondicionada) de Fichte. interior, la forma bajo la cual se mani-
del sujeto pensante (objeto de la psy- Sin embargo, no es legítimo con- fiestan. Por otro lado, hay puras ideas
chologia rationalis); la segunda, la fundir el pensamiento, ni siquiera el que se limitan a dirigir la acción de
unidad absoluta de la serie de condi- último pensamiento, de Kant, con el un ser en el cual residen, como ocurre
ciones de la apariencia (objeto de la idealismo postkantiano. En éste las con la idea del nido, que no existe por
cosmología rationalis); la tercera, la ideas de razón adquieren un signifi- sí misma, sino en la imaginación del
unidad absoluta de la condición de cado no sólo metafísico, sino hasta pájaro, y que no es más que la regla
todos los objetos del pensamiento en teológico. En Schelling, por ejemplo, de los movimientos por medio de los
general (objeto de la iheologia ratio- las ideas desempeñan el papel de "in- cuales la realiza en una materia ex-
nalis) (K. r. V, A 334 / Β 391). Esta termediarios" entre lo Absoluto y las traña (Du fondement de l'induction
clasificación de las ideas es analítica, cosas sensibles — en un sentido de [1871], 3" ed., 1924, pág. 97). Ten-
comenzando con lo que es inmediata- 'intermediario' no demasiado lejano dencia parecida encontramos en Berg-
mente dado a la experiencia, y pasan- del del neoplatonismo. Más funda- son, bien que en este autor predomine
do, pues, de la doctrina del alma a la mental todavía es el papel de las ideas la concepción de las ideas como ele-
del mundo y, finalmente, a la de Dios. —o, mejor, de "la Idea"— en Hegel. vaciones o abstracciones de lo dado;
Desde el punto de vista sintético, las La filosofía de este autor aparece por lo tanto, como meras separaciones
ideas como objeto de la metafísica centrada en la noción de la Idea ab- que la mente efectúa. No obstante,
son Dios, l i b e r t a d e inmortalidad soluta. Hegel proclama, en efecto, estas separaciones denotan semejan-
(B 395 nota). De su examen (y en que "Dios y la naturaleza de sxi vo- zas y constituyen la base de las ideas
particular del examen de los paralo- luntad son una y la misma cosa, y generales o reproducciones de seme-
gismos [véase PARALOGISMO] y anti- esta es lo que filosóficamente llama- janzas esenciales de lo real. Desde
nomias [véase ANTINOMIA] de la ra- mos la Idea" (Lecciones sobre filoso- este punto de vista podemos hablar
zón pura) concluye Kant que las fía de la historia). La realidad en —dice Bergson— de tres clases de
ideas trascendentales sobrepasan toda cuanto se desarrolla para volver a sí ideas: ideas de carácter biológico (es-
posibilidad de experiencia, hallándose misma es la misma Idea que se va pecies de la vida, órganos, etc.); cua-
segregadas casi por completo de las haciendo absoluta. La Idea absoluta lidades (colores, sabores), elementos
formas a priori de la sensibilidad (es- es la plena y entera verdad del ser (agua, oxígeno) y fuerzas (electri-
pacio y tiempo) y de los conceptos (Lógica, ad finem ). La Idea es la uni- cidad, calor); y productos de la es-
puros del entendimiento (categorías). dad del concepto y de la realidad del peculación.
Como síntesis metafísicas efectuadas concepto y por eso Alies Wirkliche El estudio y constitución de las
por la razón pura, las ideas no son ist eine Idee: "todo lo real es una ideas fue asimismo objeto durante
constitutivas (véase CONSTITUCIÓN Y idea". Si se quiere, la idea "es lo fines del siglo xvm y comienzos del
CONSTITUTIVO). Pero negar que lo verdadero como tal". La Idea (abso- siglo xix de una disciplina especial:
sean no es negarles la posibilidad de luta) es la identidad de lo teórico y la ideología, elaborada por los "ideó-
un uso regulativo. Ahora bien, como de lo práctico; una vez más: "sólo la logos" partiendo de puntos de vista
también las analogías de la experien- Idea absoluta es ser". sensacionistas, pero pronto avanzan-
cia y los postulados del pensamiento Schopenhauer adoptó la doctrina do más allá de ellos. Nos hemos refe-
empírico en general tienen uso regu- kantiana de las ideas y la combinó con rido con más detalle a estas inves-
lativo y no constitutivo, el ser regula- la doctrina platónica, haciendo de las tigaciones en el artículo IDEOLOGÍA.
tivas no es suficiente para caracterizar ideas grados de objetivación de la En otro sentido se usa el término
las ideas trascendentales. Éstas son Voluntad (VÉASE). La idea es la ob- 'idea' —y, sobre todo, el plural
principios regulativos de la razón jetividad de la voluntad en un cierto 'ideas'— cuando se hace de las ideas
(A 509 / Β 537). grado (Welt, III, 31). Las ideas fun- pensamientos que tienen, o han teni-
Las ideas de la razón pura que des- cionan, así, al modo platónico, a modo do, los hombres en diversas esferas
empeñan un papel modesto en la Crí- de "intermediarios" entre la Voluntad —ideas filosóficas, religiosas, científi-
tica de la razón pura, van adquiriendo como cosa en sí y el mundo fenomé- cas, políticas, etc.— y en diversos pe-
mayor importancia en la obra de Kant nico; la Voluntad produce las ideas ríodos. El estudio de las ideas en este
a medida que esta obra se hace me- al objetivarse y con ello produce los sentido es, por un lado, un tema de
nos crítica y más sistemática. En al- arquetipos según los cuales se cons- antropología filosófica, y, por otro
gunos pasajes del Opus postumum las tituye el mundo. lado, un tema de investigación histó-
ideas de la razón pura son presenta- En el curso del siglo xrx se han rica. Por ejemplo, se han estudiado
894
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las relaciones entre las ideas y las in- métaphysique des idées-forces chez
dividualidades humanas, las genera- A. Fouillée, 1936.
ciones, las clases sociales, las formas IDEA-NÚMERO. En el artículo so-
de vida, los períodos históricos, etc., bre Platón nos hemos referido a la
etc.; la relación entre las ideas y los sugestión platónica de que los núme-
conceptos, las creencias, los dogmas, ros pueden ser considerados como
etc., etc. Nos hemos referido a algu- "intermediarios" entre las Ideas (o
nos de estos problemas en los artícu-
los CREENCIA, IDEOMA, PENSAMIEN- Formas) y las cosas sensibles. Acla-
TO y, sobre todo, IDEAS (HISTORIA raremos ahora este punto de la doc-
DE LAS). trina platónica.
Platón habla a veces de ideas de
números; estas ideas son aplicables a
cosas que tienen el número dado. Así,
el número "uno" es aplicable a una
cosa; el número dos, a dos cosas, etc.
IDEA-FUERZA. Alfred Fouillée En principio, cosas heterogéneas pue-
(VÉASE) llama idea-fuerza al concep- den agruparse formando números:
to fundamental de su filosofía —ela- así, el número tres puede referirse a
borado sobre todo en la psicología—, una colección formada por una silla,
según el cual la idea no sólo puede una mesa y una lámpara. Pero puede
tener una fuerza, sino ser ella misma asimismo considerarse que el número
una fuerza. De este modo se rechaza se aplica a una colección de cosas
todo mecanicismo y automatismo, homogéneas, esto es, a la llamada "cla-
como los que habían sido defendidos se" de tales cosas. En este caso, se
por el evolucionismo n a t u r a l i s t a aplicaría el número "tres" a una co-
coetáneo. Fouillée define, por lo lección de tres sillas; el número "cua-
pronto, las ideas, "formas mentales tro" a una colección de cuatro sillas
o formas de conciencia (είδη), spe- (o cuatro manzanas, o cuatro caba-
cies", como "todos los estados de llos), etc. En ambos casos tendríamos
conciencia en tanto que suscepti- lu idea del número X como muy se-
bles de reflexión, de reacción sobre mejante a la "clase de todas las enti-
sí mismos" ("L'Êvolutionnisme des dades que tienen el número X", pero
idées-forces, Lib. III). Estos estados es dudoso que Platón hubiese alcan-
pueden, a su entender, convertirse zado una definición de los números
en factores reales en virtud del ca- en términos de clases.
rácter intensivo de la idea y de la Sólo en un sentido harto ambiguo
posible unión de la idealidad con la puede decirse de las anteriores ideas
energía. La idea puede ser, por lo que son idcas-números; se trata más
tanto, "la revelación interior de una bien de ideas de números. En cambio,
energía y de su punto de aplicación, según Aristóteles, Platón se refirió a
de una potencia y de una resistencia, "las cosas matemáticas", τα μαθημ*-
de una fuerza en acción o de un
movimiento actual" (op. cit., XII). •nx.á en cuanto distintas de las Ideas
Para ello hace falta suponer que el y constituyendo un intermediario acce-
elemento constitutivo del reflejo es tre ellas y las cosas particulares acce-
el apetito, que cobra de este modo sibles a los sentidos; son llamadas por
una importancia central en la citada ello también τα μετζξύ (Met., A 987
filosofía. De ahí la posibilidad, se- b 14 ). Como las ideas, "las cosas ma~
gún el mencionado autor, de erigir temáticas" no cambian, pero como las
cosas particulares sensibles son plura-
una moral de las ideas-fuerzas en la
les. En los propios textos de Platón la
cual la idea-fuerza de moralidad se opinión del filósofo al respecto apare-
halle vinculada al primado de la con-
ce menos clara de lo que indica el
ciencia de sí y sea susceptible de
Estagirita; de los textos al respecto
crear y clasificar valores objetivos aducidos por David Ross en su libro
(La morale des idées-forces, t. I, flatos Theory of Ideas, 1953, págs.
Cap. I).
Giuseppe Tarozzi, L'Evoluzionismo 60-2 (Phaed., 74 C 1; Rep., 526 A 1;
monistico e le idee-forze secando Tim., 50 C 4; ibid., 53 A 7-B 5;
A. Fouillée, 1890. — S. Pawlicki, Phil, 56 D 4-E 3; Ep., VII, 342 A
Fouillées neue Théorie der Ideen- 7-C4) sólo, según Ross, Rep., 526 A 1
Krafte, 1893. — Elisabeth Canne de y Phtl, 56 D 4-E3 se aproximan a la
Beaucoudrey, La psychologie et la opinión en cuestión: "es una doctrina
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que en los diálogos Platón parece a ma obra (Investigación Cuarta, ÍS 40- término, hay que establecer qué re~
veces estar a punto de formular, pero 41) habló de abstracción ideatoria lación mantienen los objetos ideales
que nunca formula totalmente" (Ross, (ideeierende Abstraktion ), en contra- con los reales. Las respuestas a estas
op. cit., pág. 177). Sea o no propia- posición con la abstracción aislante. cuestiones son tan distintas como las
mente platónica la doctrina, ha reci- En las Ideas ( $ 3; Husserliana, III, dadas a la cuestión de los universa-
bido el nombre de "doctrina de las 15-16), dicho autor indica que es les (VÉASE), y de hecho, pueden su-
ideas-números". Es posible que hubie- menester echar mano de un concepto perponerse a ellas; en efecto, los ob-
se sido propugnada por algunos aca- más "libre" que se refiera a toda con- jetos ideales pueden ser identificados
démicos (Espeusipo o Jenócrates), ciencia "posicional" dirigida a una con las entidades abstractas y susci-
pero el asunto está todavía por dilu- esencia para aprehenderla y que in- tar todas las cuestiones que plantea
cidar. cluya toda conciencia oscura y ya no la determinación del status ontológico
Además del libro citado de David intuitiva. A ello responde el término de tales entidades. En el pensamien-
Ross, véase: L. Robin, La théorie pla- 'intuición' (VÉASE) (Anschauung). to contemporáneo la cuestión del ser
tonicienne des idées et des nombres Husserl escribe que toda intuición de los objetos ideales ha sido obje-
d'après Alistóte, 1908, reimp. 1962. — individual o empírica puede conver- to de mucha discusión, especialmente
]. Stenzel, Zahl und Gestalt bel Pla- tirse en visión esencial ( Wessenschau- por parte de los filósofos de la ma-
ton und Aristóteles, 1924, 2" ed., temática y los fenomenólogos, quie-
1933. — Seth Demel, Platons Ver- wng); esta última es la "ideación".
haltnis zur Mathematik, 1929. — M. IDEAL, IDEALIDAD. El término nes han investigado respectivamente
Gentile, La dottrina platónica délie ideal" puede entenderse en varios el problema de la "existencia mate-
idee-numeri e Aristotele, 1930. — Ch. sentidos: (1) como la proyección de mática" y el de las significaciones
Mugler, Platon et la recherche mathé- una idea; (2) como el modelo, jamás ideales. El problema de la existencia
matique de son époque, 1948. — Casi alcanzado, de una realidad; (3) como matemática —o de la existencia de
todos los libros sobre Platón (véase lo perfecto en su género; (4) como una los entes matemáticos— ha sido agu-
bibliografía de este filósofo) tratan el dizado por la llamada crisis de los
asunto. exigencia moral; (5) como una exi-
gencia de la razón pura; (6) como fundamentos de la matemática —y
IDEACÍÓN. Se entiende, en gene- de la lógica— que empezó a mani-
la forma de ser de unas ciertas enti-
ral, por 'ideación' el proceso por me- festarse claramente desde comienzos
dades. Aquí trataremos especialmen-
dio del cual se forman ideas (véase del presente siglo, pero que había
te de los sentidos (5) y (6). Al final
IDEA). Este proceso puede ser consi- sido ya preludiada por el descubri-
del artículo trataremos de la noción de
derado desde el punto de vista psico- miento y desarrollo de las geome-
idealidad.
lógico o desde el punto de vista gno- trías no euclidianas. Habiendo des-
Como exigencia de la razón pura
seológico, así como desde los dos aparecido la antigua arraigada con-
el ideal no es dado, según Kant, en el
puntos de vista a un tiempo, es decir, fianza de que los principios de la
campo de la experiencia. Los ideales
a la vez como proceso real psíquico matemática pueden ser —y deben
tienen un uso regulativo, es decir,
y como una de las condiciones del ser— aprehendidos mediante intuicio-
sirven de normas para la acción y el
conocimiento. Puede asimismo consi- nes firmes e indubitables, hubo que
juicio, dirigen y encaminan la razón.
derarse la ideación en un sentido me- reformar los principios de la matemá-
Así, la teología trascendental propor-
tafísico. El resultado del proceso de tica —y de la lógica—, y con ello
ciona el ideal teológico, Dios, en
ideación puede llamarse ideatum plantearse de nuevo el problema de
cuanto "ideal trascendental" que la
(VÉASE). la naturaleza de los entes con los cua-
razón necesita, pero cuya existencia
Santo Tomás empleó el vocablo no puede demostrar. les se las ha el matemático. Las po-
ideatio (ideación) al hablar de los Como forma de ser de unas ciertas siciones adoptadas al respecto han
diversos modos de generación del Hijo entidades, el término 'ideal' se usa sido múltiples, y a algunas de ellas
de Dios. Uno de estos modos (el un- para adjetivar unos determinados ob- nos hemos referido en varios artículos
décimo) consiste en una ideatio o jetos, los llamados objetos ideales, de este Diccionario (por ejemplo, véa-
"realización de una idea" — de un entre los cuales suelen contarse las se MATEMÁTICA). Por lo general, las
modo parecido a como un cofre ex- entidades matemáticas y las lógicas. actitudes adoptadas —idealismo o
terno surge del que había en la mente Se ha dicho con frecuencia que las realismo epistemológicos o metafísi-
(S. theol, I, q. XLII, 2, ob. 1). determinaciones de tales objetos son cos; formalismo, logicismo, intuicio-
Husserl introdujo en las Investiga- principalmente negativas: intempora- nismo lógico-matemáticos— pueden
ciones lógicas el vocablo Ideation lidad, inespacialidad, ausencia de in- ser entendidas de nuevo a la luz de
(ideación) para referirse a la visión de teracción causal, etc. Con ello no se la doctrina de los universales. Común
una esencia, y hasta a la intuición ha pretendido, sin embargo, negar el a todas las actitudes parece ser un
esencial de tipo adecuado. Así, por ser de los objetos ideales, sino lla- acuerdo muy general en descartar
ejemplo: 'la ideación verificada sobre mar la atención sobre el hecho de toda clase de posiciones de tipo psi-
casos particulares ejemplares de estas que los objetos ideales son en un cologista. La posible objeción a esta
vivencias. . . nos da la idea fenómeno- sentido distinto de como son los ob- tesis —la objeción de que las ideas de
lógica pura del género vivencia inten- jetos reales. Una vez establecida tal los intuicionistas están fundadas en
cional o acto, como nos da también distinción, sin embargo, no se han construcciones ejecutadas, o ejecuta-
la de sus especies puras" (Investiga- resuelto todos los problemas: en pri- bles, por un "sujeto" y, por tanto, son
ción Quinta, í 10; trad. Morente- mer lugar, hay que saber todavía en último término "subjetivas"— no
Gaos, tomo III, pág. 148). En la mis- cuál es su tipo de ser; en segundo es, a nuestro entender, suficientemen-
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te probatoria, pues no creemos que Müller), los cuales presentan las ca- mo cuando se habla, según hemos
pueda decirse (a menos de superpo- racterísticas negativas de los objetos hecho antes, de "idealidades". Pue-
nerles una interpretación arbitraria) ideales como suficientes para determi- de tener también el significado de "es
que hay "subjetivismo" o "psicologis- nar o cuando menos comprender su ideal". En este último sentido ha usa-
mo" en las teorías matemáticas intui- naturaleza. do el término 'idealidad' (Idealitüt)
cionistas; las "construcciones" de que Otto Janssen ha seguido en parte a Kant al hablar de la idealidad del es-
hablan los intuicionistas no son en Nicolai Hartmann, pero ha tratado pacio (v.) y del tiempo (v.) (K.r.V.,
todo caso "construcciones de un suje- con más detalle que éste los diversos A 26 / Β 42 y sigs.). Kant mantiene
to empírico". tipos de "idealidades". Estos tipos se a la vez la "realidad" del espacio, esto
Uno de los primeros autores que articulan en una especie de jerarquía es, su validez objetiva con respecto a
adoptó una actitud antipsicologista que va desde las idealidades halladas cuanto pueda presentársenos exterior-
fue Husserl, especialmente al tratar en la esfera de la conciencia (como la mente como objeto, y la "idealidad"
de la cuestión de las "unidades ideales posibilidad y la necesidad) hasta las del espacio con respecto a las cosas
de significación", las cuales deben idealidades de lo espiritual (tanto cuando éstas son consideradas en sí
presentarse desprendidas de "los lazos noético como emotivo), pasando por mismas mediante la razón, sin refe-
psicológicos y gramaticales que las las idealidades matemáticas, espacia- rirse a la constitución de nuestra sen-
envuelven" (Investigaciones lógicas. les, espaciotemporales y psíquicas. sibilidad. El espacio tiene, según
Investigación primera, J 29; trad. Mo- Las ideas de Janssen al respecto se Kant, realidad empírica e idealidad
rente-Gaos, II, 96). Tales unidades fundan en dos condiciones: una de trascendental. Algo similar ocurre con
ideales pueden compararse a las "sig- ellas, implícita en su investigación, es el tiempo, del cual puede afirmarse
nificaciones" de que han hablado la ampliación del concepto de "objeto la realidad empírica y la idealidad
otros filósofos contemporáneos y cuyo ideal"; otra de ellas, explícitamente trascendental — esta última fundada
status ontológico ha suscitado muchos formulada, pero no suficientemente en la afirmación de que el tiempo no
debates. En verdad, la dificultad aclarada, es la suposición de que el es nada si se abstrae de las condicio-
planteada por el problema de las "sig- modo de aprehensión de los objetos nes subjetivas de la intuición sensible.
nificaciones" —y, en general, de los ideales no es ni empírico ni apriórico. En la primera edición de la Crítica
"objetos ideales"— ha llevado a algu- Augusto Salazar Bondy ha resumi- de la razón pura (A 367 y sigs.),
nos pensadores a seguir la recomen- do los resultados de la ontología feno- Kant llama "paralogismo de la idea-
dación del "último Wittgenstein": no menológica contemporánea sobre los lidad" al cuarto paralogismo de la ra-
preguntar por la significación, sino objetos ideales definiendo a éstos por zón pura (véase PARALOGISMO), es
por el uso (VÉASE). las siguientes notas: intemporalidad; decir, al paralogismo según el cual,
Nos ocuparemos ahora de algunas inespacialidad; sustitución de la cone- siendo declarada dudosa la existencia
de las doctrinas contemporáneas en xión causal por relaciones de funda- de lo que solamente puede ser infe-
las que se ha prestado particular aten- mentación, subordinación, coordina- rido como causa de percepciones da-
ción al problema de la naturaleza del ción, etc.; universalidad; aprioridad; das, se concluye que es dudosa la
ser ideal, de las características de lo trascendencia y ser en sí; apodictici- existencia de todos los objetos de los
ideal, de la diferencia entre lo ideal y dad y necesidad ideal. El autor men- sentidos externos. La duda o incerti-
lo real; o entre lo ideal, lo irreal y lo cionado ha establecido, además, una dumbre al respecto es llamada por
real, etc. distinción entre el ser ideal y el ser Kant "idealidad de las apariencias
Nicolai Hartmann ha puesto de re- irreal (véase IRREAL, IRREALIDAD). externas", y la "doctrina de tal idea-
lieve el carácter apriórico de los obje- Hedwig Conrad-Martius opina que lidad" es llamada "idealismo" (VÉASE).
tos ideales; lo ideal es idéntico a la no puede hablarse simplemente de Hegel considera que la idealidad
"aprioridad ideal" (Grundzüge einer "ser ideal" en contraposición con el no es expresable por completo me-
Metaphysik der Erkenntnis, Í 6 1 c ) . "ser real". Hay que distinguir entre diante la negación de la existencia
Ello no quiere decir que los objetos los objetos conceptuales, las ideas, los finita; la idealidad puede ser llamada
ideales sean inmanentes a la mente objetos ideales y las esencias. Sola- por ello "la cualidad de la infinitud"
que los aprehende; tales objetos, dice mente a los objetos conceptuales pue- (Logik; Glôckner, 4:175). La ideali-
Hartmann, son tan "en sí" como los de aplicarse el predicado 'es ideal'. dad no es algo que se halla fuera de
objetos reales, pero su ser o, mejor Mientras, por ejemplo, las ideas no la realidad, sino que el concepto de
dicho, su "modo de ser" es distinto poseen un ser ontológicamente pro- idealidad "consiste expresamente en
del ser (o "modo de ser") real. Ahora pio, los objetos ideales poseen tal ser, ser la verdad de la realidad; es decir,
bien, cuando se trata de circunscribir el cual es independiente de las cogi- la realidad como lo puesto y lo en sí
este ser más precisamente se choca tationes. Los objetos ideales son enti- se muestra como la realidad" (System
con múltiples dificultades, pues las dades dadas trascendentales, pertene- der Philosophie. Logik; Glôckner,
únicas características que parecen cientes a una esfera formal dentro de 8:228). En general, la idealidad es
aceptables son las negativas — inespe- la cual ocupan un lugar ontológico concebida por Hegel como el resulta-
cialidad, intemporalidad, inactualidad, (Seinsort) determinado. do de la "absorción" (Aufhebung) del
inexperienciabilidad, etc. Estas difi- En lo que respecta al término 'idea- ser exterior y del "ser fuera de sí".
cultades son lealmente subrayadas por lidad', puede dársele los significados G. Class, Idéale und Güter, 1886.
Hartmann, no así por ciertos popu- de "característica de lo ideal (o de los — A. Schlesinger, Der Begriff des
larizadores de la ontología fenome- objetos ideales", "reino de lo ideal (o Ideáis. Eine histortsch-psychologische
nológica contemporánea (tales, Aloys conjunto de los objetos ideales" — co- Analyse, 1908. — L. S. Stebbing,
897
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lismo antiespiritualista. En una me- aquello por lo cual se supone que de-
tafísica que "pertenece al futuro de ben dirigirse las acciones humanas,
la filosofía" y que, depurando las son los ideales — realizables o no, pe-
intuiciones de Fichte y Hegel, no se ro casi siempre imaginados como reali-
aparta del saber positivo, ni intenta zables. Entonces el idealismo se con-
erigir "un fantástico edificio concep- trapone al realismo, entendido este
tual", sino que "tomando como fun- último como la doctrina —y a veces
damento las ciencias reales y los mé- simplemente la actitud— según la
todos ejercitados y probados en ellas, cual lo más fundamental, y aquello
justifica verdaderamente la exigen- por lo cual se supone que deben diri-
cia planteada por una filosofía cien- girse las acciones humanas, son las
tífica" (Einleitung in die Philoso- "realidades" — las "duras realidades",
phie, 5 45). "los hechos c o n t a n t e s y sonantes"·
IDEALISMO. Leibniz empleó el Este sentido de 'idealismo' suele ser
término 'idealista' al referirse a Pla- ético, o "político", o ambas cosas a
tón y a otros autores para quienes la un tiempo. Puede también conside-
realidad es la forma (o la idea). Los rarse como simplemente "humano"
autores idealistas —o, como también — en tanto que lo que se tiene en
los llamó Leibniz, "formalistas"— sos- cuenta es la acción del hombre, y es-
tienen doctrinas muy distintas de las pecialmente la acción del hombre en
propugnadas por autores que, como la sociedad.
Epicuro, son calificados de "materia- El idealismo ético y "político" ha
listas". Sin embargo, Leibniz procla- estado con frecuencia en estrecha re-
nía que las doctrinas de los grandes lación con "el" idealismo, tanto el
idealistas y de los grandes materialis- "clásico" como el moderno, pero ello
tas pueden hallarse reunidas en su no permite concluir que los dos idea-
doctrina de la armonía (VÉASE) pre- lismos —el de las ideas y el de los
establecida. ideales— sean inseparables. En todo
Es todavía bastante común emplear caso, nos ocuparemos aquí del idea-
'idealismo' para referirse al platonis- lismo que por el momento calificare-
mo, al neoplatonismo y a doctrinas mos de "filosófico" y que suele tener
filosóficas análogas. Sin embargo, co- dos aspectos, en principio indepen-
mo desde el punto de vista de la dientes entre sí, pero a menudo uni-
doctrina de los universales (VÉASE), dos: el aspecto gnoseológico y el
los filósofos de tendencia platónica aspecto metafísico. Este idealismo, sea
son calificados de "realistas" —por gnoseológico, sea metafísico, o ambas
IDEAL-REALISMO. Se ha llamado afirmar que las ideas son "reales"—, cosas a un tiempo, se ha manifestado
a veces ideal-realismo (Ideal-realis- el término 'idealismo' en el sentido en muy diversas formas a lo largo de
mus) y también real-idealismo (Real- antes apuntado puede prestarse a la época moderna. Apuntamos por el
idealismus) a la doctrina según la equívocos. Preferimos emplearlo aquí momento algunas expresiones cuyo sig-
cual ni el no-yo es resultado de la en el sentido más específico, o más nificado aparecerá más claro ulterior-
proyección del yo (como sostiene el circunscrito, que se ha dado al voca- mente: "idealismo subjetivo", "idea-
idealismo dogmático) ni el yo es una blo, al aplicarlo a ciertos aspectos de lismo objetivo", "idealismo lógico",
derivación del no-yo (como sostiene la filosofía moderna. Observemos que "idealismo trascendental", "idealismo
el realismo dogmático ) . La doctrina el sentido de 'idealismo' como 'idea- crítico", "idealismo actualista", "idea-
de Fichte es en este sentido —cuando lismo moderno' no está completamen- lismo fenomenológico". Aunque he-
menos según declara su autor— ideal- te separado de su sentido "antiguo": mos mencionado algunas de las for-
realista o real-idealista. También es la filosofía idealista moderna se funda mas más difundidas de idealismo en
ideal-realista o real-idealista la doctri- asimismo en las "ideas". Lo único que la época moderna, no hemos agotado
na de Schelling, si bien este autor sucede es que el significado moderno con ello los adjetivos. Además, no nos
subraya la relación entre la actividad de 'idea' no equivale, o no equivale hemos referido con ello a manifesta-
ideal infinita y la actividad real infi- siempre, al platónico. ciones del idealismo cuya unidad es
nita. Tanto en Fichte como en Sche- Antes de tratar de lo que conside- primariamente "histórica". El ejemplo
lling el ideal-realista es de carácter ramos como sentido "más propio" de más eminente de lo último está cons-
racional-especulativo. En cambio, en 'idealismo' repararemos en que este tituido por el llamado "idealismo ale-
Wundt ·—que llama asimismo "ideal- vocablo se usa asimismo no tanto en mán" (Kant, Fichte, Schelling, He-
realista" a su filosofía— el ideal-rea- relación con las ideas —de cualquier gel principalmente). En verdad,
lismo es de carácter empírico-crítico. clase que éstas sean— como en rela- cuando se habla de idealismo es muy
Consiste en defender un realismo que ción con los ideales. Se llama enton- común entender por éste el citado
no abandona los postulados conteni- ces "idealismo" a toda doctrina —y a "idealismo alemán". Tampoco nos he-
dos en las doctrinas idealistas, pero veces simplemente a toda actitud— mos referido a formas de idealismo
que no recae tampoco en un materia- según la cual lo más fundamental, y que a veces se consideran más fun-
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damentales que otras por cuanto cada menos con respecto al "mundo es- Para el idealismo "ser" significa
una de ellas representa no sólo una pacial". primariamente "ser dado en la con-
filosofía, sino también, y hasta prima- La tesis de Heimsoeth se apoya en ciencia [en el sujeto, en el espíritu,
riamente, una "concepción del mun- un hecho importante: el de que en la etc.]", "ser contenido de la conciencia
do". En este último caso se hallan tradición agustiniana por lo menos se [del sujeto, del espíritu, etc."], "estar
las dos formas de idealismo llamados "empieza" con el "sujeto" y no con contenido en la conciencia [en el su-
por Dilthey "idealismo objetivo" e las "cosas". A ello se debe que San jeto, en el espíritu, etc.]". El idealis-
"idealismo de la libertad" — que, al Agustín haya sido llamado "el primer mo es, así, un modo de entender el
entender de dicho autor, constituyen, filósofo moderno" y también que el ser. Ello no significa que todo idea-
junto con el "naturalismo" (o "mate- agustinismo haya influido grandemen- lismo consista en reducir el ser —o
rialismo") las tres Weltanschammgen te en autores que, como Descartes y la realidad— a la conciencia o al su-
básicas (véase MUNDO [CONCEPCIÓN Malebranche, son usualmente conside- jeto. Una cosa es decir que el ser o la
DEL] y PEMFILOSOFÍA). rados como "idealistas". Sin embargo, realidad se determinan por la con-
En lo que sigue trataremos del es razonable restringir el idealismo ciencia, el sujeto, etc. y otra es mani-
idealismo —por lo pronto metafísico propiamente dicho a la edad moder- festar que no hay otra realidad que
y gnoseológico— de un modo muy na, pues aun cuando en ésta no se la del sujeto o la conciencia. Esta úl-
general. Nos referiremos luego a va- eliminan los motivos teológicos, van tima posición es también idealista,
rias manifestaciones del idealismo cobrando decisiva importancia los mo- pero es sólo una de las posibles posi-
moderno, e introduciremos luego va- tivos gnoseológicos — y las tesis meta- ciones idealistas. Con el fin de en-
rios esquemas clasificatorios. Estos úl- físicas derivadas de tales motivos o es- tender las posiciones más fundamen-
timos hubiesen podido introducirse trechamente relacionadas con ellos. tales dentro del idealismo procedere-
después del tratamiento general, pero Considerando, pues, el idealismo mos ahora a dar algunos ejemplos del
estimamos que el significado de los primariamente como idealismo moder- idealismo moderno.
diversos adjetivos que se emplean en no, y teniendo en cuenta que el punto Se suele considerar como idealistas
los esquemas de referencia resultará de partida del pensamiento idealista a autores como Descartes, Malebran-
más claro después de haber expuesto es el "sujeto", puede decirse que tal che, Leibniz, Kant, Fichte, Schelling,
algunos caracteres generales y varios idealismo constituye un esfuerzo por Hegel. En general, el idealismo mo-
caracteres más particulares del idea- responder a la pregunta: "¿Cómo derno coincide con el llamado "ra-
lismo. pueden conocerse, en general, las co- cionalismo continental" — si bien den-
El rasgo más fundamental del idea- sas?" Ello indica que hay en el idea- tro de éste hay autores como Spinoza,
lismo es el tomar como punto de par- lismo —y, en general, en la filosofía que no son propiamente idealistas, a
tida para la reflexión filosófica no "el moderna— una cierta actitud que Or- la vez que en el llamado "empirismo
mundo en torno" o las llamadas "co- tega y Gasset ha calificado de "onto- inglés" (frecuentemente contrapuesto
sas exteriores" (el "mundo exterior" fobia" (una especie de "horror a la al "racionalismo continental") hay
o "mundo externo"), sino lo que lla- realidad"), en oposición a la actitud autores como Berkeley, que son clara-
maremos desde ahora "yo", "sujeto" que el mismo autor ha calificado de mente idealistas. Ahora bien, tanto
o "conciencia" — términos que usare- "ontofilia" (una especie de "amor a la "dosis" de idealismo como el ca-
mos un tanto como abreviaturas, pues la realidad"). El idealismo es, pues, rácter de éste cambia en los distintos
en ciertos casos podrían, y aun debe- fundamentalmente "desconfiado" y, autores citados. Por ejemplo, hay to-
rían mejor, emplearse vocablos como por consiguiente, esencialmente "cau- davía en Descartes ciertos "residuos
'alma', 'espíritu', 'pensar', 'mente', teloso". Tal desconfianza no afecta realistas"; en cambio, estos residuos
etc. Justamente porque el "yo" es únicamente a la llamada "realidad son imperceptibles en Kant y prácti-
fundamentalmente "ideador", es de- sensible", pues tal ocurría asimismo camente inexistentes en Fichte. En
cir, "representativo", el vocablo 'idea- en el "platonismo" y en el agustinis- cuanto al carácter del idealismo, pue-
lismo' resulta particularmente justifi- mo. La desconfianza en cuestión se de verse en las doctrinas correspon-
cado. En efecto, aquello de que se manifiesta hacia todo lo real o, mejor dientes de cada uno de los filósofos.
parte es, para emplear el vocabulario dicho, hacia todo lo que "pretende" Remitimos, pues, a los artículos a ellos
de Schopenhauer, "la representación ser real, incluyendo, por tanto, lo in- dedicados. Pero como en tales artícu-
del mundo" y no "el mundo". Así, el teligible o los supuestos modelos de los los motivos idealistas no están
idealismo comienza con el "sujeto". la realidad sensible. La pregunta: siempre bien destacados procedemos
Se ha dicho por ello que el idealismo "¿Cómo pueden conocerse, en gene- a una rápida caracterización de los
no ha comenzado con la filosofía mo- ral, las cosas?" no es por ello simple- rasgos idealistas en varios pensadores
derna, sino con el cristianismo y en mente una pregunta gnoseológica, sino desde Descartes hasta la época con-
particular con el pensamiento de San también, y a veces sobre todo, una temporánea. El desarrollo de estos
Agustín. Es la tesis de Heinz Heim- pregunta metafísica. En efecto, en tal rasgos podría dar lugar a una "histo-
soeth (entre otros). Según este autor, pregunta se presupone que las cosas ria del idealismo".
hay idealismo desde el momento en que se declararán "reales" serán fun- En Descartes —llamado a veces "el
que, a diferencia de la ontología "clá- damentalmente las que se admitirán primer idealista" y, en todo caso,
sica" o "antigua", se destaca la reali- como "cognoscibles", y en particular "el primer idealista moderno"— el
dad de la persona como "intimidad" como cognoscibles con plena seguri- idealismo consiste primariamente en
'y se afirma que el alma es heterogé- dad, según completa evidencia poseí- arraigar toda evidencia en el Cogito
nea con respecto al mundo — cuando da por el sujeto cognoscente. (véase COGITO, ERGO SUM). Ello no
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significa que se niegue la existencia y se identifica la posibilidad del co- que mientras en el idealismo fenome-
del mundo exterior (v.); sólo se pone nocimiento del objeto con la posibili- nológico "la conciencia pura se pre-
de relieve que el mundo exterior no dad del objeto mismo, el realismo senta . . . como una multitud de suje-
es simplemente un "dato" del cual se parece desvanecerse. tos individuales puros (mónadas)",
parte. El mundo exterior es puesto en Tal realismo se desvanece por com- en el idealismo trascendental hay sólo
paréntesis para ser ulteriormente jus- pleto, o casi por completo, en Fichte "una conciencia pura, única y numé-
tificado. Como ello tiene lugar me- y luego (por razones distintas) en ricamente distinta". Por otro lado, se
diante el "rodeo" de Dios, puede de- Schopenhauer. Aunque el llamado habla (no siempre con justificación)
cirse que el idealismo cartesiano es "idealismo alemán" postkantiano ofre- de un idealismo en autores como
sólo relativo. Aunque la idea de Dios ce muy diversos aspectos en sus gran- Ernst Mach, especialmente en tanto
aparece en la conciencia y en el suje- des representantes, es característico de que han defendido un "percepcionis-
to, aparece en ellas como la realidad, todos ellos el haber prescindido de la mo" puro y un "neutralismo" ontoló-
el ens realissimum. "cosa en sí" (v. ) kantiana. Por eso se gico. Muchos marxistas, en todo caso
En Leibniz, el idealismo aparece estima a veces que el auténtico idea- (por ejemplo, Lenín), han atacado a
bajo forma monadológica y es, en ri- lismo coincide con tal idealismo ale- Mach ( y a Avenarius y otros autores)
gor, un espiritualismo y también un mán postkantiano. En tal idealismo como "idealistas"; además, han ha-
pampsiquismo. Como sólo las móna- el "mundo" es equiparado con "la blado (en relación con Deborin) de
das son reales, hay que sostener la representación del mundo", lo cual no "idealismo menchevizante", expresión
idealidad del espacio y del tiempo y, significa la representación subjetiva y que solamente tiene sentido dentro del
en general, de muchas de las llama- empírica. De hecho, más que de una desarrollo de la filosofía soviética
das "relaciones". En cierto modo, el representación se trata de un repre- (VÉASE).
idealismo de Leibniz es menos obvio sentar, es decir, de una "actividad re- En virtud del creciente predominio
que el de Descartes. En todo caso, no presentante" que condiciona el mun- de corrientes realistas de todas clases
es un idealismo subjetivo, ni siquiera do en su mundanidad. en la filosofía contemporánea, se ha
en el sentido cartesiano de "sujeto". El idealismo contemporáneo —en- declarado a veces que el idealismo
En cambio, el idealismo es subjetivo tendiendo por el mismo las corrientes "ha fenecido". Algunos autores, como
y hasta, en cierto modo, "empírico" idealistas a partir de las dos postreras G. E. Moore, han intentado refutar el
en Berkeley, en cuanto la realidad se décadas del siglo xrx— ha adoptado idealismo por medio del sentido co-
define como el percibir y el ser per- muy diversas formas, pero en la ma- mún. Otros autores, como Nicolai
cibido (véase ESSE EST PERCIPI). yor parte de los casos se ha fundado Hartmann, Urban, etc., se han pro-
En el centro del pensamiento idea- en uno de los tipos de idealismo ma- puesto "superar" el idealismo — no
lista se encuentra Kant. Éste rechaza nifestados durante la época moderna. menos que el realismo. Esta "supe-
el idealismo problemático de Descar- Se han considerado como idealistas ración de idealismo y realismo" apa-
tes y el idealismo dogmático de Ber- las corrientes neokantianas y neohege- rece asimismo, cuando menos en in-
keley, si bien encuentra el primero lianas a que nos hemos referido en los tención, en la obra de autores como
más justificado que el segundo. Pero artículos Neokantismo y Hegelianismo Ortega y Gasset y Heidegger (véase
el rechazo de estas formas de idealis- (VÉANSE). Ejemplos de ellas son el EXTERNO). Podrían mencionarse otras
mo no le impide formular su propio llamado idealismo "anglo-norteameri- muchas críticas del idealismo (por
idealismo, el único que estima acep- cano" (Bradley, Bosanquet, Royce, ejemplo, Ottaviano). Sin embargo,
table: el idealismo trascendental. Éste Bowne), el idealismo de las Escuelas aunque es indudable que el idealismo
consiste en poner de relieve la función de Badén (v.) y Marburgo (v.), el idea- ha perdido la gran fuerza que tuvo
de lo "puesto" en el conocimiento. lismo francés (Renouvier, Brunschvicg, durante gran parte de la época mo-
El idealismo trascendental (o formal) Lalande, Hamelin), el idealismo ita- derna y en la filosofía contemporánea
kantiano se distingue, pues, de lo que liano, principalmente el actualismo entre aproximadamente 1870 y 1914,
Kant llama "idealismo material" en (v. ). A estas corrientes hay que agre- no puede decirse que ha desaparecido
que no es incompatible con el "rea- gar autores o movimientos que se han por completo. Y ello no sólo porque
lismo empírico", antes bien alcanza a declarado específicamente idealistas hay todavía autores influyentes que
justificar este último. No se afirma, (como Collingwood) y autores o mo- de algún modo pertenecen a la tradi-
por tanto, que los objetos externos no vimientos que sin declararse idealistas ción idealista (Cassirer, Collingwood,
existen, o que su existencia es proble- ostentan no pocos rasgos de esta di- etc.), sino también y, sobre todo, por-
mática; se afirma únicamente que la rección (René Le Senne, Louis Lave- que aun dentro de corrientes no idea-
existencia de los objetos externos no Ile y otros). Sin embargo, ello no listas surgen de vez en vez problemas
es cognoscible mediante percepción agota el idealismo contemporáneo. que no pueden tratarse debidamente
inmediata. El idealismo trascendental Por un lado, ha habido el llamado sin tener en cuenta ciertos modos de
kantiano no funda el conocimiento en "idealismo fenomenología)" de Hus- formularlos y entenderlos por filósofos
lo dado (VÉASE), sino que en todo serl, el cual se distingue claramente idealistas. Así ocurre con el problema
caso hace de lo dado una función de del idealismo trascendental defendido de la función de la conciencia (o el
lo puesto. Ahora bien, cuando se lleva por los neokantianos (Rickert, Cohén "sujeto") en el conocimiento, inclusi-
a sus últimas consecuencias la doctri- y otros). Una de las diferencias más ve si se admite que hay primariamen-
na kantiana de la constitución (véase importantes entre los dos tipos de te algo que conocer. Si la conciencia
CONSTITUCIÓN Y CONSTITUTIVO) del idealismo ha sido señalada por Theo- o el sujeto no se limitan a reflejar lo
objeto como objeto del conocimiento dor Celms (op. cit. infra) al indicar real, hay un momento de "constitu-
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ción" de éste que parece inevitable.
Por otro lado, no puede darse simple-
mente por supuesto que hay lo real y
que es como es, o como aparece. Aun
reducido a un mínimo —el aspecto de
"crítica del conocimiento"— el idea-
lismo parece que puede todavía ejer-
cer alguna función en el pensamiento
filosófico.
En lo que toca a la clasificación de
las corrientes o formas del idealismo,
nos limitaremos a apuntar algunos
modos de ordenar estas corrientes o
formas.
Primero, puede hablarse de idealis-
mo gnoseológico (o primariamente
gnoseológico ) e idealismo metafísico
(o primariamente metafísico). El idea-
lismo gnoseológico resulta de un exa-
men de las condiciones del conoci-
miento y no presupone ninguna tesis
sobre la estructura de la realidad. El
idealismo metafísico, en cambio, re-
sulta de un supuesto sobre la estruc-
tura de lo real en cuanto éste está
ligado a la conciencia o depende in-
clusive de la conciencia. En la mayor
parte de los casos el idealismo gno-
seológico está mezclado con el meta-
físico, y lo único que puede hacerse
es tratar de ver qué "dosis" hay de
uno u otro en una determinada doc-
trina.
Segundo, puede hablarse, como hi-
zo Dilthey, de un "idealismo objetivo"
y de un "idealismo de la libertad".
El idealismo objetivo sostiene que la
realidad está constituida por una tra-
ma de conceptos, los cuales constitu-
yen a su vez la llamada "conciencia"
en cuanto "conciencia trascendental".
El idealismo de la libertad sostiene
que el ¡fundamento del conocimiento
de lo real, y hasta lo real mismo, se
hallan en una conciencia activa y es-
pontánea que es esencialmente "ejer-
cicio de libertad". Un ejemplo de
idealismo objetivo (llamado también
a veces "lógico") es el de Hermann
Cohén; un ejemplo de idealismo de la
libertad es el de Fichte.
Finalmente, puede hablarse de di-
versas formas de idealismo sin esta-
blecer contraposiciones entre ellas.
Tal ocurre cuando se adjetiva el tér-
mino 'idealismo' con los adjetivos ya
usados antes: "subjetivo", "empírico",
"objetivo", "lógico", "trascendental",
"problemático", "metódico", "dogmá-
tico", "gnoseológico", "metafísico",
"crítico", "fenomenológico", "actualis-
ta", "absoluto", etc. Sería largo descri-
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lismus. Jahrbuch für die idealistische filosóficas, los estilos artísticos, las Zeller (Vols. I-XLI, 1888-1942 [los
Philosophie, ed. E. Harms (I, 1934). concepciones científicas, etc. En efec- últimos vols, bajo la dirección de Ar-
IDEAS ( H I S T O R I A DE LAS). to, las ideas de referencia subyacen thur Stein con un comité editorial
Desde un tiempo a esta parte se ha en esferas muy diversas y permiten formado por B. Groethuysen, E. Cas-
suscitado gran interés por lo que se establecer conexiones que de lo con- sirer, A. Koyré, E. Spranger et. al];
ha llamado "historia de las ideas". trario permanecerían ignoradas. reanudada con el vol. XLII en 1960
Nos referiremos a ella por la estrecha Se puede advertir que la historia bajo la dirección de Paul Wilpert y
relación que tiene, o puede tener, con de las ideas es a la vez un fragmento Glenn Morrow). Algunos de estos
la historia de la filosofía en general de la historia de la filosofía y un es- trabajos son de historia de conceptos,
y con la historia de conceptos y tér- tudio previo a esta última historia. de términos o expresiones filosóficas,
minos filosóficos en particular. Está relacionada con lo que se ha lla- historia espiritual, y hasta lo que lue-
Aunque ha habido trabajos de his- mado "protofilosofía" (VÉASE), con go se llamará "historia de las ideas".
toria de las ideas desde hace ya mu- el estudio de las formas o tipos de Si se recorren los trabajos publicados
cho tiempo, sólo con Arthur O. Lo- pensar (véanse PENSAR, PERIFILOSO- en el Journal of títe Hisfory of Ideas,
vejoy (v.) se ofreció un programa FÍA, TIPO) y con las investigaciones fundado por Lovejoy en 1941, nos en-
suficientemente completo para el es- de concepción del mundo (véase contramos con análoga dificultad: los
tudio de la historia de las ideas. Love- MUNDO [CONCEPCIÓN DEL]). Hay re- trabajos incluidos son, en principio, de
joy presentó tal programa en la intro- laciones estrechas entre la historia de historia de las ideas, pero los hay que
ducción a su libro The Great Chain las ideas y la llamada Geistesgeschich- ofrecen los otros aspectos citados, o
of Being ( 1936 [The William James te ("historia espiritual") en el sentido una combinación de ellos. Igual ocu-
Lectures. Harvard University 1933]) de Dilthey y sus discípulos (véase rre con los trabajos incluidos en el
— en el que estudió la "idea" de "la ESPÍRITU, ESPIRITUAL). De hecho, los Archiv für Begriffsgeschichte. Bau-
gran cadena del ser" en cuanto vincu- autores que han llevado a cabo inves- steine zu einem historischen Worter-
lada a las nociones del ser, perfección, tigaciones de "historia espiritual" en buch der Philosophie, publicado (no
jerarquía, plenitud y otras simila- el sentido de Dilthey (así, por ejem- periódicamente) desde 1955 bajo la
res. Según Lovejoy, junto a la histo- plo, B. Groethuysen, Georg Misch) dirección de Erich Rothacker (un dis-
ria intelectual de un período, y junto pueden alegar que la historia de las cípulo de Dilthey); con las investiga-
a la historia de sistemas y tendencias ideas del tipo propuesto por Lovejoy ciones del tipo de las de Diettrich
o movimientos filosóficos, hay la po- es sólo un aspecto de la "historia es- Mahnke y Georges Poulet sobre el
sibilidad de una historia de ciertas piritual". motivo o concepto del círculo y de la
"unidades" o "unidades-ideas" (unit- La historia de las ideas y lo que se esfera (v. ); con las publicaciones pre-
ideas) [lo que podría llamarse "mo- ha calificado de "historia de los con- sentadas bajo la serie de los Archives
noideas"] que se obtienen cuando se ceptos filosóficos" no coinciden siem- Internationales d'Histoire des Idées -
analizan o descomponen sistemas, ten- pre. La historia de los conceptos International Archives of thé History
dencias o hasta "espíritus de una épo- filosóficos es en un sentido menos of Ideas, bajo la dirección de P. Di-
ca" en ciertos elementos intelectuales "básica" y en otro sentido más "com- bon y R. Popkin; y hasta con trabajos
últimos y a la vez constituyentes. No pleja" que la historia de las ideas. Sin llevados a cabo desde el punto de
todo tema o concepto es para Lovejoy embargo, una idea como la de "per- vista histórico-semántico, tales como
una "idea" en el sentido propuesto. fección" es a la vez una idea y un (para mencionar un solo ejemplo) el
Así, por ejemplo, "la idea de Dios" concepto filosófico; sólo ocurre que de Leo Spitzer: Classical and Chris-
no es una "idea", por cuanto bajo una tratada como concepto filosófico apa- tian Ideas of World Harmony ( 1963,
concepción, o, a fortiori, varias con- rece más "aislada" que tratada como ed. A. G. Hatcher) a base del análi-
cepciones, de Dios pueden encontrar- idea. sis de las variaciones semánticas del
se o rastrearse "ideas" más elementa- A la historia de las ideas puede término S í i m m w n g . Aunque puede
les de las cuales está formada tal agregarse la historia de la terminolo- usarse para clasificar estos y otros tra-
concepción o concepciones. Tampoco gía filosófica tal como ha sido pro- bajos la expresión 'historia de las
son ideas las tendencias o movimien- puesta y desarrollada por Rudolf ideas' en un sentido bastante general
tos. Las "unidades persistentes, o re- Eucken (v.). y, en todo caso, más amplio, o más
currentes, de la historia del pensa- La dificultad de distinguir entre complejo, que el que tiene en Love-
miento" que son las "ideas" pueden historia de las ideas, historia espiri- joy, hay que especificar en cada caso
ofrecer, sin embargo, muy diversos tual, historia de los conceptos filosó- cuál es la orientación principal de tal
aspectos. Pueden ser "supuestos no ficos, etc., se manifiesta en el hecho "historia".
completamente explícitos"; "motivos de que en muchos casos no puede Se ha discutido a veces en qué pro-
dialécticos" que "encaminen" u determinarse exactamente a qué tipo porción la historia de las ideas, de los
"orienten" el pensar; términos-claves de investigación pertenece un trabajo conceptos filosóficos, etc., puede es-
o expresiones-claves, etc. histórico dado. Para darse cuenta de tudiarse como si se tratara de elemen-
Examinar tales "ideas" requiere, esta dificultad basta recorrer la serie tos aislados, o relativamente aislables,
pues, previamente "aislarlas". Pero a de trabajos publicados en el Archiv del contexto humano en el cual están
la vez requiere relacionar entre sí muy für Geschichte der Philosophie, diri- efectivamente insertados. Los autores
diversas esferas que usualmente se gido por Ludwig Stein, en colabora- que se han consagrado a la Geiste-
mantienen separadas — esferas tales ción con Hermann Diels, Wilhelm sgechichte han solido entender esta
como las creencias religiosas, las ideas Dilthey, Benno Erdmann y Eduard "historia espiritual" no sólo como his-
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toria humana, sino inclusive como en el llamado principio lógico de iden- posición de pura lógica y, además,
historia de aquello que permite com- tidad, el cual es considerado por mu- una simple tautología o, si se pre-
prender efectivamente las variaciones chos lógicos de tendencia tradicional fiere, un enunciado analítico según la
humanas en el curso de la historia. como el reflejo lógico del principio nomenclatura de Kant. Pero desde el
Pero no siempre ha quedado bien cla- ontológico de identidad, y por otros instante en que se agrega a ello la
ro en qué medida una misma "idea" lógicos como el principio 'a pertenece consideración del tiempo, el concep-
puede entenderse como "mera idea" o a todo a (lógica de los términos) o to se desdobla, por así decirlo, pues
como "un (humano) hacerse cargo" bien como el principio 'si ρ [donde fuera del sentido analítico adquiere,
de ella. La distinción queda aclarada 'p' simboliza un enunciado declara- como certeramente lo ha dicho Spir,
si se considera la noción de "idea" en tivo], entonces p' (lógica de las pro- un sentido sintético." Es analítico
contraste con la noción de "creencia" posiciones). Algunos autores han ha- "cuando expresa simplemente el re-
propuesta por Ortega y Gasset. Nos blado también del principio psicoló- sultado de un análisis del concepto;
hemos referido a este punto en el ar- gico de identidad, entendiendo por sintético, por el contrario, cuando es
tículo CREENCIA. Más detalladamente él la imposibilidad de pensar la no entendido como una afirmación re-
hemos tratado la cuestión en el ar- identidad de un ente consigo mismo, lativa a la naturaleza de los objetos
tículo IDEOMA (v. ), término propues- pero, como hemos hecho con la no- reales. Mas esta relación entre el
to por Ortega para distinguirlo de ción de contradicción, excluiremos principio de la razón determinante y
'draoma'. aquí este último sentido. Nos limita- el de identidad era ya perfectamente
IDEATUM. Puede llamarse, en ge- remos, pues, en este artículo a un clara para Leibniz, como puede ad-
neral, ideatum (lo "ideado") al resul- examen de los sentidos ontológico (o vertirse por la exposición de Couturat
tado de un proceso de ideación (VÉA- metafísico) y lógico de la identidad. y como, por lo demás, lo indica el
SE). Ideatum es lo contenido en la Advertiremos, por lo demás, que su modo como Leibniz establece un pa-
idea. Puede ser, pues, según los casos, separación mutua no resulta fácil; en ralelo entre los dos principios en el
lo representado, la esencia formal de el curso de la historia de la filosofía pasaje aludido" (Cfr. bibliografía).
una cosa, etc. Santo Tomás indica que ambos sentidos se han entremezclado Formas menos extremas, pero no
la idea se entiende en relación con el —y aun confundido— con frecuen- menos iluminadoras, de la concep-
cia. De todos modos, en los prime- ción citada se hallan asimismo en al-
ideatum. Sin embargo, la idea y el
ros párrafos nos referiremos princi- gunas obras de Platón, especialmente
ideatum no tienen por qué ser simi-
palmente al aspecto ontológico y en en varios de sus últimos diálogos
lares según la conformidad con la
los últimos al aspecto lógico. (dialécticos) en los cuales la influen-
naturaleza, sino que necesitan ser si- Ha sido común en gran parte de cia de Parménides se hace patente.
milares solamente según la represen- la tradición filosófica considerar que Ahora bien, en numerosas ocasiones
tación ( secundum repraesentationem el fundamento del principio lógico de se ha procurado descubrir que, aun-
tantum). Es suficiente, por tanto, que identidad se encuentra en el princi- que fundada en la razón identifica-
la idea re-presente el ideatum y que pio ontológico, o bien que ambos son dora que no se detiene hasta llegar
éste sea re-presentado por la idea. Se- aspectos de una misma concepción: a la equiparación del ente con lo
gún Santo Tomás, la ¡dea de algo aquella según la cual siempre que se uno, hay diversos modos de consi-
compuesto puede ser simple, y la idea habla de lo real se habla de lo idén- derar la identidad. Es lo que sucede
de algo potencial es actual, es decir, tico. Una forma extrema de esta con- en los comentarios griegos de Aris-
una idea actual de algo potencial (De cepción se encuentra en Parménides. tóteles y luego en varios escolásticos.
vertíate, q. 3, a 5, ad 2 ) . La identidad sería en este caso el El propio Estagirita no dedicó gran
Spinoza mantiene que la idea pre- resultado de una cierta tendencia de atención a la cuestión de la identi-
senta en el orden del pensamiento los la razón — o por lo menos de esa dad; ni en los escritos lógicos ni en
mismos caracteres que el ideatum (el "razón identificadora" que ha sido la Metafísica se halla un análisis de
objeto de la idea) ofrece en el orden tan corriente en la historia de la filo- ella que pueda parangonarse con el
de la realidad (De em. int., 41). La sofía. Particularmente interesantes son proporcionado sobre el principio de
idea debe concordar con su ideatum al respecto las indagaciones de Me- contradicción. Pero dicho autor tiene
(ibid., 42), o sea, la idea debe con- yerson. Habla este autor, en efecto, por lo menos conciencia de que las
venir con lo que representa: idea vera de la identidad como de aquella in- formas en que puede hablarse de
débet cum suo idéalo convenire (Eth., evitable tendencia de la razón a re- identidad son varias. Así cuando dice
I, axioma vi). ducir lo real a lo idéntico, esto es, que la identidad es "una unidad de
IDENTIDAD. Lo mismo que el a sacrificar la multiplicidad a la iden- ser, unidad de una multiplicidad de
concepto de contradicción (VÉASE), tidad con vistas a su explicación. El seres o unidad de un solo ser tratado
el de identidad ha sido examinado principio de causalidad es así, según como múltiple, cuando se dice, por
desde varios puntos de vista. Los dos Meyerson, el principio de identidad ejemplo, que una cosa es idéntica a
más destacados son el ontológico (ya aplicado a la existencia de los obje- sí misma", o bien cuando formula
sea ontológico formal, ya metafísi- tos en el tiempo, y es el caso más —no siempre claramente— diversas
co) y el lógico. El primero es paten- característico de esta identificación a leyes de la lógica de la identidad, o
te en el llamado principio ontológico que tiende tanto la ciencia como el bien, finalmente, cuando habla de la
de identidad (A — A), según el cual pensamiento común. "Afirmar que un identidad desde el punto de vista de
toda cosa es igual a ella misma o objeto es idéntico a sí mismo —es- la igualdad (matemática). Por una
ens est ens. El segundo se manifiesta cribe dicho autor— parece una pro- vía semejante siguieron las investiga-
903
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ciones escolásticas sobre la noción de la noción de substancia. Hume consi- es definido como "lo idéntico consigo
identitas. Si bien parece haber un deró que el problema de la identidad mismo" parece no decirse nada sobre
fundamento común de la identidad personal (y, por extensión, el proble- lo Absoluto. Pero la "identidad con-
—la "conveniencia de cada cosa con- ma de cualquier identidad substan- creta" de lo Absoluto no es una iden-
sigo misma"—, puede hablarse de cial) es insoluble, y se contentó con tidad vacía. En suma, la identidad no
identidad en varios sentidos: identi- la relativa persistencia de haces de expresa (o, más exactamente, no ex-
dad real, identidad racional o formal, impresiones en las relaciones de seme- presa solamente) en Hegel una rela-
identidad numérica, específica, gené- janza, contigüidad y causalidad de las ción vacía y abstracta, y tampoco una
rica, intrínseca, extrínseca, causal, pri- ideas. relación concreta pero carente de ra-
maria, secundaria, etc. Por debajo de Kant aceptó las consecuencias de zón, sino un universal concepto, una
estas distinciones ha latido, sin em- la crítica de Hume contra la concep- verdad plena y "superior", que ha
bargo, con gran frecuencia la idea ción racionalista de la identidad, pero "absorbido" las identidades anterio-
de que todas las formas de identidad no la solución de Hume. La identidad res. En rigor, ya la forma del princi-
pueden reducirse a dos: la identidad se hace en Kant trascendental en tan- pio de identidad indica, según Hegel,
lógica o formal, y la identidad onto- to que es la actividad del sujeto tras- que hay en él más que una identidad
lógica o real. cendental la que permite, por medio simple y abstracta; hay el puro mo-
Según hemos visto, la última es de los procesos de síntesis, identificar vimiento de la reflexión (reine Bewe-
considerada con frecuencia como el diversas representaciones (en un con- gung der Reflexión) en el que "lo
fundamento de la primera. Pero el cepto). El problema de la identidad otro" surge como "apariencia".
proceso inverso no está excluido, co- parece insoluble (o su solución arbi- En la filosofía contemporánea se
mo lo muestran diversas manifesta- traria) cuando pretendemos identifi- ha examinado el problema de la iden-
ciones del racionalismo moderno, en car cosas en sí. Por otro lado, la solu- tidad de muy diversos modos. Una
particular durante el siglo xvn. En ción es insatisfactoria como cuando, cuestión muy debatida ha sido la de
todo caso, no ha sido común en el siguiendo a Hume, fundamos la iden- la "identidad personal". Otra cuestión
pasado distinguir explícitamente entre tidad en la relativa persistencia de las disputada ha sido la de la identifica-
el aspecto ontológico y el lógico de impresiones. En cambio, la identidad ción de "objetos", la cual puede ser
la identidad; muchas veces la inves- aparece asegurada cuando no es ni —como ha señalado Quine— identifi-
tigación de las leyes lógicas de la empírica ni metafísica, sino trascen- cación de objetos concretos (por
identidad se han llevado a cabo al dental. Más todavía, sólo la noción ejemplo, un río), en el curso de la
hilo de un doble análisis ontológico trascendental de la identidad hace po- cual se usan términos singulares, o
y lógico, sin que pueda determinarse sible, según Kant, un concepto de identificación de objetos abstractos
exactamente qué sentido de la identi- identidad. Ello se aplica no solamente (por ejemplo, un cuadrado), en el
dad ha resultado primario. Esto ha a las representaciones externas, sino curso de la cual se usan términos ge-
ocurrido inclusive en quienes, como también a la cuestión de la "identi- nerales. Heidegger ("Der Satz der
Leibniz, han dedicado a la lógica de dad numérica" de la conciencia de mí Identitat", en Identitat und Differenz,
la identidad gran atención: el prin- mismo en diferentes momentos (K. r. 1957, págs. 15-34) indica que la
cipio leibniziano de la identidad de V., A 361 y sigs.). No hay un subs- fórmula A = A se refiere a una igual-
los indiscernibles (VÉASE) es la for- tracto metafísico de la identidad per- dad ( Gleichheit ) , pero no dice que A
mulación de una de las leyes de la sonal que pueda ser demostrado por sea como "lo mismo" (dasselbe). La
lógica de la identidad y a la vez un la razón. Pero la identidad personal identidad supone que la entidad con-
principio ontológico (o metafísico). aparece en la razón práctica como una siderada es igual a sí misma o, como
Hume (Treatise, IV, v) criticó la forma de postulado — si la inmortali- escribía Platón, autb δ' έαυτφ ταύτον,
noción tradicional del yo (self) ale- dad es un postulado de la razón prác- que es lo mismo con respecto a sí
gando que la idea de esta supuesta tica, debe implicar la identidad per- misma. En la identidad propiamente
entidad no se deriva de ninguna "im- sonal del ser inmortal. dicha hay la idea de la "unidad con-
presión" (VÉASE) sensible. Penetrar Los idealistas postkantianos hicieron sigo misma" de la cosa — idea ya per-
en el recinto del supuesto "yo" equi- de la identidad un concepto central ceptible en los griegos, pero desarro-
vale a encontrarse siempre con alguna metafísico. Así ocurrió especialmente llada solamente con Leibniz y Kant,
percepción particular; los llamados en Schelling, uno de cuyos sistemas y sobre todo con los idealistas alema-
"yos" son sólo haces o colecciones se basa en la identidad de sujeto y nes: Fichte, Schelling y Hegel. Desde
(bundles) de diferentes impresiones. objeto. La identidad es aquí no sólo éstos no podemos ya representarnos la
Para "aguantar" la persistencia de las un concepto lógico, ni sólo el resulta- identidad como mera unicidad (Einer-
percepciones se imagina un alma, yo do de representaciones empíricas uni- lei). La unicidad es puramente abs-
o substancia subyacentes a ellas; se ficadas por medio de la conciencia de tracta y nada dice del "ser sí mismo
supone, además, que hay en un agre- la persistencia, sino un principio que con" a que el "principio de identi-
gado de partes en relación mutua, aparece lógicamente como vacío, pero dad" se refiere metafísicamente. Co-
"algo misterioso que relaciona las par- que metafísicamente es la condición mo ley del pensar, el citado principio
tes independientemente de tal rela- de todo ulterior "desarrollo" o "des- es válido sólo "en cuanto es una ley
ción". Pero como, según Hume, tales pliegue". Hegel distingue entre la del ser, que enuncia: A todo ente
imaginaciones y suposiciones carecen identidad puramente formal del en- como tal pertenece la identidad, la
de base, debe rechazarse la idea de tendimiento y la identidad rica y con- unidad consigo misma" (die Einheit
que hay una identidad metafísica en creta de la razón. Cuando lo Absoluto mit ihm selbst).
904
IDE IDE IDE
Nos ocuparemos ahora de la noción de la Tierra. Como todas las lógicas, En cuanto al álgebra de relaciones,
de identidad estrictamente dentro de la de identidad comprende varias le- la fórmula:
la lógica. yes. Mencionaremos aquí dos a guisa R=S
Ante todo, el llamado "principio de de ilustración. Una es la ley de subs- se lee:
identidad" es presentado como una tituitividad de la identidad, que se La relación R es idéntica a
ley de la lógica sentencial, o de la formula: la relación S,
lógica proposicional y, por tanto, como (x) (y) (x = y^(Fx = Fy)), con lo cual se expresa que:
una taulogía. He aquí dos leyes de
identidad en la citada lógica: por la cual se ve que dos entidades, R=S
χ e y, son idénticas si lo que es ver- se define mediante:
P=>P dad de una es verdad de la otra.
que se lee: (x)(y)(xRy = xSy).
Suponiendo que V se lee 'Cervantes',
si p, entonces p, que y se lee 'el autor del Quijote' Ejemplo de identidad de clases es:
y _ y que 'F' se lee 'el más famoso no- La clase de los números pri-
P=P velista español del Siglo de Oro', ten- mos es idéntica a la clase
que se lee: dremos que si Cervantes es el autor de los números que sólo son
p si y sólo si p, del Quijote habrá equivalencia entre divisibles por sí mismos y
donde, una vez más, 'p' simboliza un la afirmación de que Cervantes es el por 1.
enunciado declarativo. Observemos más famoso novelista español del Si- Ejemplo de identidad de relacio-
que esta concepción de la identidad glo de Oro y la afirmación de que nes es:
fue anticipada ya por los estoicos; el autor del Quijote es el más famoso
según Lukasiewicz, dichos filósofos novelista español del Siglo de Oro. La relación criado de es
formularon el principio de identidad Cuando la citada ley se formula in- idéntica a la relación servi-
en la lógica de los enunciados, en tan- dicándose que las entidades en cues- dor masculino de.
to que Alejandro de Afrodisia (in tión son idénticas si tienen las mismas
anal. pr. comm, Wallies, 34) lo for- propiedades, nos encontramos enton-
muló, a base de la doctrina aristo- ces ante la expresión lógica del prin-
télica, en la lógica de los términos. cipio leibniziano de los indiscernibles,
En efecto, el principio 'si lo primero, expresión que requiere cuantificar el
entonces lo primero' contiene, según predicado. Otra ley es la de transiti-
Lukasiewicz, una constante ' s i . . . en- vidad, que se formula:
tonces' y una variable proposicional (x) (y) (z) ((x— y . y = z) r> χ — ζ),
'p', lo cual equivale a decir que
para 'p' sólo puede darse una propo- por la cual se ve que si dos entidades
sición con sentido, como en 'Si es son iguales a una tercera son iguales
de día, entonces es de día'. En cam- entre sí. Suponiendo que 'x' se lee
bio, el principio expuesto por Ale- 'Dostoïevski', 'y' se lee 'el autor de
jandro de Afrodisia: 'todo α es α' ο El idiota' y 'z' se lee 'el más profun-
bien 'a pertenece a todo a, contiene do de los novelistas rusos', tendremos
una constante 'todo... es' y una va- que si Dostoïevski es el autor de El
riable de un término, 'a. Concluire- idiota, y el autor de £2 idiota es el
mos indicando que el principio estoico más profundo de los novelistas rusos,
citado puede considerarse también entonces Dostoïevski es el más pro-
como un principio metalógico, por fundo de los novelistas rusos.
cuanto constituye uno de los inde- Terminaremos indicando que la
mostrables (VÉASE). identidad es una de las operaciones
En segundo lugar, la noción de que pueden efectuarse en el álgebra
identidad es desarrollada en la lla- de clases y en el álgebra de relacio-
mada lógica de la identidad. Junto nes. El signo usado para expresar la
a los signos de la lógica cuantifica- identidad en ambas álgebras es tam-
cional esta lógica emplea los signos bién ' = '. En el álgebra de clases la
' = ' ( que se lee 'es', 'es idéntico a' fórmula:
'es igual a', 'es equivalente a', etc.), A —Β
y ' φ ' ( que se lee 'no es', 'es dis- se lee:
tinto de", 'es diferente de', etc.). La clase A es idéntica
Ejemplo de enunciado perteneciente a la clase B,
a tal lógica es: con lo cual se expresa que cada miem-
La Luna es el satélite de la bro de la clase A es miembro de la
Tierra clase B, y cada miembro de la cla-
donde 'es' equivale a 'es idéntico a', se Β es miembro de la clase A. La
estableciéndose, por consiguiente, una identidad entre clases se define:
identidad entre la Luna y El satélite A=B = d e f . ( x ) ( x e A = xeB).
905
IDE IDE IDE
autor, pero principalmente en Identité rier, Saint-Simon y hasta Comte ideas políticas. En un sentido más
et Réalité 1908 (trad, esp.: Identidad (VÉANSE). No son ajenos al movimien- general Hegel señaló la posibilidad
y realidad, 1929). La cita del texto de to "ideológico" ciertos "filósofos del de que la conciencia se separara de sí
Meyerson procede de la pág. 18. El yo interior", como Maine de Biran. misma en el curso del proceso dialéc-
pasaje de Leibniz aludido en ella, en Por otro lado, algunos análisis llevados tico y, más específicamente, del pro-
las Op. philosophica, ed. Erdmann,
1840, pág. 515. a cabo por los ideólogos de la segunda ceso histórico. Ello equivale a reco-
generación son similares a los realiza- nocer la posibilidad de una "concien-
IDEOLOGÍA. Puede hablarse de cia desgarrada" y de una "conciencia
ideología en cuatro sentidos. dos por varios pensadores de la escue-
la escocesa (VÉASE). La tercera gene- desdichada", esto es, la posibilidad de
I. La ideología es —o, mejor, fue—-
ración incluye a Degérando (v. ) y que la conciencia no sea lo que es y
una disciplina filosófica cuyo objeto
Laromiguière ( v . ) y sus discípulos. sea lo que no es. En la famosa "in-
era el análisis de las ideas y de las
Los miembros de esta generación es- versión" de la doctrina de Hegel pro-
sensaciones en el sentido dado por
tuvieron en contacto con el eclecticis- puesta por Marx, el desdoblamiento
Condillac a estos términos. El "fun-
mo ( v . ) . Los trabajos producidos por aparece como una "ideología". Las
dador" de la ideología —o de la co-
Degérando y Laromiguière influyeron ideologías se forman como "enmasca-
rriente de los llamados "ideólogos"—
sobre Taine y, según indica Picavet, ramientos" de la realidad fundamen-
fue Destutt de Tracy (VÉASE). El
inclusive sobre Renan, Littre y Th. tal económica; la clase social domi-
primer volumen (Idéologie, 1802) de
su obra titulada Éléments d'idéologie Ribot (a veces descritos como repre- nante "oculta" sus "verdaderos" pro-
puede considerarse como el punto de sentando "el renacimiento de la ideo- pósitos (los cuales, por lo demás,
logía"). puede ella misma ignorar) por medio
partida de la citada corriente, si bien,
No debe considerarse la ideología de una ideología. Pero la ideología, a
como indica F. Picavet (Cfr. infra),
francesa como una "escuela" fundada la vez que ocultación y enmascara-
puede hablarse de "precursores" de
en principios comunes a todos sus re- miento de una realidad, puede ser re-
Destutt de Tracy y de los ideólogos presentantes. Cada generación de velación de esta realidad. Por lo de-
franceses del siglo xix. Los ideólogos ideólogos manifestó opiniones muy más, la ideología puede servir como
se interesaron grandemente por el distintas. Por ejemplo, en algunos "instrumento de lucha", como sucede
análisis de las facultades y de los di- (Cabanis) predomina el "psicologis- cuando el proletariado toma el poder
versos tipos de "ideas" producidas mo" y "psicofisiologismo"; en otros y convierte en ideología militante su
por estas facultades. Estas "ideas" no (Degérando) predomina una especie concepción materialista y dialéctica
eran ni formas (lógicas o metafísi- de esplritualismo. Por otro lado, aun- de la historia.
cas) ni hechos estrictamente psicoló- que la influencia de Condillac sobre La noción de ideología como ocul-
gicos ni categorías ( gnoseológicas ), los ideólogos fue considerable, en mo- tación y revelación de la realidad so-
aunque de algún modo participaban do alguno fueron éstos simplemente cial y, en general, de los propósitos
de cada una de éstas. La ideología es, discípulos de Condillac. humanos, hizo fortuna en el siglo xix
según Destutt de Tracy, una ciencia La actitud política de algunos ideó- y ha persistido hasta nuestro siglo.
fundamental cuyo objeto son "los co- logos, que se manifestaron primero Nietzsche, Sorel y Pareto se ocupa-
nocimientos". La ideología está ínti- partidarios de Bonaparte y declararon ron, en distintas maneras, de "desen-
mamente ligada a la gramática gene- luego su oposición al mismo, suscitó mascarar ideologías". Pareto, además,
ral, que se ocupa de los métodos de en el Emperador ásperos comentarios elaboró una doctrina sistemática de la
conocimiento, y a la lógica, que trata que contribuyeron a dar al término ideología, mostrando que ésta es siem-
de la aplicación del pensamiento a la 'ideología' un sentido peyorativo. A pre una teoría no científica; según
realidad. consecuencia de ello ha sido frecuen- Pareto, la ideología no es descripción
Según Picavet, puede distinguirse te denunciar a los ideólogos como objetiva de la realidad social, sino
entre tres generaciones de ideólogos. "doctrinarios". conjunto de normas encaminadas a la
La primera generación o "generación El vocablo 'ideología' fue usado acción.
precursora" incluye, entre otros, a asimismo por Galluppi y Rosmini en Importantes contribuciones a la no-
P.-L. Roederer (1754-1835), Joseph sentidos semejantes a los que tuvo ción de ideología en el sentido que
Lakanal (1762-1845), Jean-François entre los ideólogos franceses. Ambos ahora nos ocupa se deben en época
de Saint-Lambert (1716-1803) y, has- pensadores italianos consideraron la más reciente a varios autores marxistas
ta cierto punto, a Condorcet y Lapla- ideología como estudio de las ideas (por ejemplo, Lukács) y a Max Scheler
ce. La segunda generación, la más esenciales en el saber humano — ideas y Karl Mannheim. Nos referiremos
conocida y la propiamente "fundado- "inmediatas" aprehendidas directa- sumariamente a los dos últimos.
ra", incluye a Destutt de Tracy y a mente y en las que se funda todo co- En Max Scheler el problema de la
Cabanis (VÉANSE). Junto a estos dos nocimiento. Pero mientras Galluppi ideología está tratado dentro del mar-
filósofos puede mencionarse a varios subrayaba lo que las ideas tienen de co de la sociología del saber. En efec-
pensadores y escritores influidos por "dado inmediato", Rosmini ponía de to, el conocimiento puede estudiarse
los primeros: Benjamin Constant relieve el carácter inteligible de las no solamente en su contenido, sino
(1767-1830), Jean-Baptiste Say (1767- ideas. también en su relación con una situa-
1832), etc. Hay ciertas relaciones en- II. Maquiavelo puso ya en claro la ción social e histórica. En este último
tre la "ideología" de esta generación posibilidad de una distinción (o "des- caso tenemos las ideologías. La socio-
y las ideas de ciertos filósofos socia- vío") entre la realidad —especial- logía del saber es en buena parte so-
les: Pierre Leroux (1797-1871), Fou- mente la realidad política— y las ciología de ideologías.
906
IDE IDE
Karl Mannheim se ocupó también es una filosofía; el existencialismo,
de sociología del conocimiento, en un una ideología.
sentido semejante a Scheler, pero con IV. Quine usa el término 'ideolo-
particular interés por las cuestiones de gía' en un sentido distinto de cual-
índole política y social. Siguiendo en quiera de los antes presentados. Según
parte (y en parte sometiendo a críti- Quine, es posible preguntarse por las
ca) el marxismo, y aprovechando las ideas que pueden ser expresadas en
investigaciones de Max Weber, una determinada ontología (VÉASE).
Mannheim trató sistemáticamente el Las ideas resultantes forman la ideo-
problema de las ideologías como "re- logía de la correspondiente ontología.
flejos" de una situación social que a No debe pensarse, sin embargo, que
la vez ocultan y revelan. "El concepto hay simple correspondencia entre la
de ideología —escribe Mannheim en ontología de una teoría y su ideolo-
su libro sobre ideología y utopía— gía. Por ejemplo, una ontología pue-
refleja el descubrimiento que surgió de abarcar ciertas entidades, y su
como consecuencia del conflicto polí- ideología incluir sólo ideas de cierto
tico, esto es, el hecho de que los gru- número de tales entidades; una ideo-
pos dominantes, puedan estar en su logía puede abarcar ciertas ideas que
pensar tan intensamente apegados a no tienen correlatos en la ontología;
cierta situación de intereses, que ya dos teorías pueden tener la misma
no les sea simplemente posible ver ontología y distintas ideologías, etc.
ciertos hechos que socavarían su sen- Las ideas de Sartre, en Critique de
tido de dominación. Implícito en el la raison dialectique, I, 1960, págs.
vocablo 'ideología' es la percepción 15 y sigs. — Véase Ezequiel de Ola-
de que en ciertas situaciones el in- so, "Sartre, ideólogo", Cuadernos [Pa-
consciente colectivo de ciertos grupos rís], N" 73 (junio, 1963), 57-61.
oscurece la condición real de la socie- Sobre la ideología en el sentido de
dad tanto para sí mismos como para Quine, véase "Notes on thé Theory of
otros y, de consiguiente, estabiliza tal Référence", en From a Logical Point
of View, 1953, especialmente pág.
situación". Mannheim distingue entre 131.
ideología parcial (que tiene una raíz
IDE O M A. En el artículo IDEAS
psicológica) e ideología total (que
(HISTORIA DE LAS) hemos introducido
tiene una raíz social).
el término 'ideoma' usado por Ortega
III. Aunque en algunos respectos y Gasset al dilucidar uno de los as-
se halla ligada a las concepciones an-
pectos de la realidad llamada "pensa-
teriores, la noción de ideología pro-
miento". La distinción entre "ideas"
puesta por Sartre difiere de ellas en
puntos capitales. Sartre llama "ideó- y "creencias" de que hemos tratado al
logos" a los filósofos que no son real- final del artículo CREENCIA indujo a
mente creadores. Los filósofos creado- Ortega a precisar lo más posible la
res (como Descartes, Locke, Hegel, diferencia entre un pensamiento en
Marx) son para Sartre los que han tanto que meramente enunciado y un
edificado filosofías que se han con- pensamiento en tanto que funciona
vertido en "mundos". Ello ha sido po- efectivamente en la vida humana. El
sible porque tales filósofos han pro- pensamiento en tanto que meramente
ducido un pensamiento que ha hecho enunciado es llamado por Ortega
viviente la praxis que lo ha engendra- "ideoma"; el pensamiento en tanto
do. En cambio, los ideólogos (Kier- que funcionando efectivamente en la
kegaard, Jaspers y, en la época mo- vida humana es llamado por el mismo
derna, todos los pensadores excepto autor "draoma". El ideoma es, pues,
los citados antes como "filósofos crea- simplemente idea, o pura "idea sobre
dores") se limitan a explorar y a algo"; el draoma es, en cambio, una
explotar el dominio abierto por los creencia. Conviene citar in extenso
filósofos. las definiciones al respecto propuestas
Los ideólogos llevan a cabo un in- por Ortega en su obra La idea de
ventario y hasta erigen algunos edi- principio en Leibniz y la evolución
ficios intelectuales, pero todo ello de la teoría deductiva (1940, í 26;
nutriéndose del pensamiento de "los reimp. en O. C., VIII ) : "Llamo ideo-
grandes muertos". Sartre indica que ma a todo pensamiento (cuya expre-
es posible saber cuándo nos las habe- sión tendrá que ser una proposición
rnos con una filosofía o con una ideo- afirmativa o negativa, simple o com-
logía. Así, en su opinión, el marxismo puesta) que explica un dogma (opi-
IDI IDO ILU
nión, sentencia, doctrina) sobre algo; leza y el reinado del hombre" con- Umsturz der Werte, en 1915, 1919,
pero en tanto que lo enunciamos, sin tenido en el Novum Organum, y los 1923], debe agregarse a los ídolos del
por ello aceptarlo ni rehusarlo. Toma- divide en cuatro: los idola tribu (ído- conocimiento externo, descritos por
da así una sentencia, queda conver- los de la tribu), los idola specus Francis Bacon, los ídolos del conoci-
tida en pura 'idea sobre algo', en (ídolos de la caverna), los idola fo- miento interno (o de sí mismo). És-
pura posibilidad mental, que no tiene rt (ídolos del foro o del agora) y tos son los ídolos forjados por quienes
realidad humana, puesto que se le ha los idola theatri (ídolos del teatro o (como Descartes, los idealistas, los
amputado la dimensión de ser opinión del espectáculo). Los ídolos de la epistemólogos egocentristas y otros)
en firme de un hombre, convicción tribu son propios de toda la raza sostienen que si bien puede haber
de él, tesis que sostiene. Hace un humana. Son en gran número: ten- errores en la percepción del mundo
cuarto de siglo, Meinong llamó a esto dencia a suponer que hay en la Na- exterior, no puede haberlos en la per-
Annahme (asunción), porque a él le turaleza más orden y regularidad de cepción de sí mismo. Esta percepción
interesaba desde un punto de vista los que existen, tendencia a aferrarse (suponen erróneamente los autores a
puramente lógico. Mi 'ideoma' es, si a las opiniones adoptadas, influen- que se refiere Scheler) manifiesta el
lógicamente considerado, una 'asun- cias nocivas de la voluntad y de los "sí mismo" exactamente tal cual es.
ción' de Meinong; pero es lo menos afectos, incompetencia y engaños de IDONEISMO. Véase GONSETH
interesante en ello. La prueba es que los sentidos, aspiración a las abstrac- (FERDINAND).
en Meinong significa lo opuesto a ac- ciones y a otorgar realidad a cosas IGNORANCIA DEL ARGUMEN-
ción viviente en que el hombre no que son meramente deseadas o ima- TO, DEL CONSECUENTE ( IGNO-
sólo 'tiene una idea', sino que la es, ginadas. Los ídolos de la cueva son RADO ELENCHI). Véase SOFISMA.
dándose o no cuenta de ello. El ideo- los del hombre individual, ya que IGNORANCIA (DOCTA). Véase
ma cuando es puesto en actividad, cada hombre, dice Bacon, vive en DOCTA IGNOHANTIA.
cuando funciona ejecutivamente, una cueva particular que refracta la
cuando es aceptado y sostenido o re- IGNORATIO ELENCHI. Véase
luz de la Naturaleza. Se deben tales
husado y combatido, se convierte en SOFISMA.
ídolos a la particular constitución,
una efectiva realidad, y es un draoma corporal o mental, de cada individuo, IGUALDAD. Véase IDENTIDAD.
o drama (de drao: actuar)". a la educación, hábitos o accidentes ILIMITADO. Véase INFINITO.
La distinción de referencia le per- individuales. Como hay muchos hom- ILUMINACIÓN. En los artículos
mite a Ortega mostrar que si, como bres, hay muchas clases de ídolos Agustín (San) y Luz (VÉANSE) nos
alguna vez ha dicho, las "ideas" —los de la cueva. Los ídolos del foro, ago- hemos referido a la idea de la "luz
ideomas— no tienen historia, los drao- ra o mercado son los que se originan interior" o "luz del alma" tal como
mas no sólo la tienen, sino que en en el trato de unos hombres con fue desarrollada por San Agustín y
alguna medida son históricos — o si otros. Consisten sobre todo en signi- por la llamada "tradición agustinia-
se quiere, histórico-humanos. Así, y ficados erróneos dados a términos o na". Se trata de la doctrina calificada
para dar un solo ejemplo, la historia en la suposición de que una vez que de "doctrina agustiniana de la ilumi-
de la filosofía no es primariamente se tiene un término o una expresión nación divina". Expondremos aquí
una sucesión de meros ideomas, sino (como los de 'fortuna', 'primer motor', con más detalle esta doctrina y algu-
un "'sistema' de acciones vitales". 'elementos del fuego'), se tienen tam- nas de las formas que ha adoptado.
Ello no significa que la historia de la bién las realidades correspondientes. Nos referiremos asimismo a la teoría
filosofía —o, en general, del pensa- Los ídolos del teatro son los que han del conocimiento de Santo Tomás con
miento (y también de las "ideas")— inmigrado a los espíritus de los hom- el fin de contrastarla con la doctrina
carezca de dimensión "ideomática". bres procedentes de los varios dog- agustiniana.
Pero esta dimensión está montada so- mas filosóficos y de leyes equivoca- San Agustín no cree necesario "de-
bre un soporte "draomático". La lla- das de demostración. Se llaman así, mostrar" la existencia de Dios. "De-
mada "historia de las ideas" es poca porque, al entender de Bacon, los sis- mostrar" tal existencia equivaldría a
cosa si el hombre no se "hace cargo" temas recibidos son otros tantos es- probar que la proposición "Dios exis-
de tales "ideas". cenarios que representan mundos fic- te" es verdadera. Pero sólo en Dios
IDIOGRAFICO. Véase NOMOTÉ, ticios. Hay tantos ídolos del teatro está la Verdad; más aun, Dios es la
TICO, WlNDELBAND (W.). como sectas filosóficas, pero Bacon Verdad. Por consiguiente, todas las
IDIOSCÓPICO. Véase CENOSCÓ- los clasifica en tres grupos: los sofís- proposiciones que se perciben como
PICO. ticos (basados en falsos razonamien- verdaderas son tales porque han sido
ÍDOLO. En el artículo sobre Fran- tos: Aristóteles), los empíricos (ba- previamente iluminadas por la luz di-
cis Bacon nos hemos referido a los sados en precipitadas y osadas ge- vina. Entender algo inteligiblemente
prejuicios que, según el citado filó- neralizaciones: alquimistas) y los equivale a extraer del alma su inteli-
sofo, asaltan el espíritu de los hom- supersticiosos (basados en la reveren- gibilidad; nada se entiende inteligi-
bres y de los que hay que librarse cia por la mera autoridad y tradición: blemente que de algún modo no se
con el fin de llevar a cabo la autén- pitagorismo, platonismo). "sepa" previamente. Ello parece ha-
tica "interpretación de la Naturaleza". Según Max Scheler ("Die Idole der cer de San Agustín un partidario de
Bacon habla de estos ídolos o "falsas Selbsterkenntnis", en Vom Umsturz la doctrina platónica de la reminis-
nociones" en los aforismos xxxviii a der Werte, 4» ed., en Gesammelte cencia (VÉASE). Pero aunque San
Ixii del "Primer Libro de Aforismos Schriften, ed. Maria Scheler, 1955, Agustín es en gran medida un plató-
sobre la interpretación de la Natura- págs. 213-92 [anteriores eds. de Vom nico, da un sentido muy distinto a la
908
ILU ILU ILU
percepción de lo inteligible en el "al- te de este conocimiento, el saber inte- modo como se forman los conceptos,
ma interior". En efecto, San Agustín ligible se separa completamente del mientras San Agustín se interesa por
—siguiendo en esto, por lo demás, sensible (como sucede con Gregorio descubrir el modo como se obtiene,
ideas platónicas y neoplatónicas— de Rimini [VÉASE] ). Si se acentúa y "percibe", la verdad, o las verdades,
considera que lo que hace posible tal demasiado el papel de lo sensible, se inteligibles.
percepción de lo inteligible no es la llega a una concepción muy semejan- En el artículo Luz hemos indicado
reminiscencia de un mundo de las te a la tomista, a la cual nos referire- ya la influencia ejercida por la llama-
ideas, sino la irradiación divina de lo mos luego. Es asimismo razonable da "tradición agustiniana" en muchos
inteligible. En suma, hay una "luz pensar que para San Agustín la ilumi- aspectos de la filosofía moderna. En
eterna de la razón", lumen rationis nación hace posible llevar lo sensible lo que toca a la filosofía medieval, la
aeterna, que procede de Dios y gra- hacia lo inteligible. Pero el modo co- doctrina agustiniana se encuentra en
cias a la cual hay conocimiento de la mo se lleva a cabo esta "dirección la mayor parte de los filósofos fran-
verdad. hacia lo inteligible de lo sensible" no ciscanos, tales como Mateo de Aquas-
Así, la iluminación divina es el re- es siempre claro. La solución dada al parta, Juan Pecham, Enrique de Gan-
sultado de una acción de Dios por problema depende en gran parte de te y otros, pero no en todos ellos
medio de la cual el hombre puede la insistencia que se ponga en la acti- (como lo muestra el caso de Duns
intuir lo inteligible en sí mismo. Lo vidad del alma. Cuanto más activa Escoto). Particular atención merece
inteligible se hace tal por estar baña- sea el alma, aun en el nivel de la la doctrina de San Buenaventura
do de la luz divina, pudiendo por ello percepción de lo sensible, más destaca (VÉASE), en donde podemos observar
compararse a la visión de las cosas el papel de la iluminación. lo que se ha llamado "mezcla" de
por el ojo; nada se vería si no estuvie- Muchas interpretaciones se han da- elementos agustinianos y aristotélicos.
se previamente "iluminado". Dios es, do de la concepción agustiniana, es- En efecto, mientras San Buenaventu-
pues, el "padre de la luz inteligible", pecialmente en relación con la con- ra estima que se alcanza un conoci-
pater intelligibilis lucís; es, por así de- cepción tomista. Las dos tienen en miento de los primeros principios
cirlo, "el Iluminador". común el no aceptar que el hombre (tanto de la realidad natural como de
Ahora bien, una vez aceptada esta pueda tener idea de las cosas sensi- la conducta humana) por medio de
doctrina de la iluminación divina se bles sin la percepción sensible. Las una abstracción semejante a la aristo-
plantean varios problemas. Uno de los dos tienen asimismo en común el no télica, de modo que tales principios
más importantes y debatidos es el del aceptar que el hombre pueda llegar no se hallan ya desde el comienzo
alcance de la iluminación. Si se admi- a un conocimiento inteligible si la luz "infusos" en el alma, por otro lado
te que por medio de la iluminación el humana no es de algún modo una destaca la importancia de la ilumina-
alma puede contemplar a Dios direc- "luz participada"; al fin y al cabo, ción divina en lo que toca al conoci-
tamente, se obtiene una conclusión tanto San Agustín como Santo Tomás miento de las verdades eternas y del
"ontologista", similar a la que des- admiten que el intelecto humano ha reconocimiento de estas verdades co-
arrollaron algunos filósofos modernos, sido creado por Dios, y que el hombre mo tales. Sólo por medio de la ilumi-
tales como Rosmini y Gioberti (véase ha sido creado "a imagen y semejanza nación divina y de la ratio aeterna
ONTOLOGISMO ). Si se admite que por de Dios". Pero mientras algunos au- es posible, según San Buenaventura,
medio de la iluminación se tiene un tores suponen que estas coincidencias ordenar los conceptos adquiridos por
conocimiento directo del contenido de constituyen lo más fundamental en la medio de la abstracción de la percep-
las verdades inteligibles, se obtiene relación entre las dos concepciones, ción sensible en forma de un sistema
una conclusión similar a la de Male- otros destacan las diferencias. Estas de "verdades eternas". La distinción
branche (VÉASE) y a la de los autores últimas aparecen claramente cuando
de las diversas clases de lumen en
que proclamaron que "lo vemos todo se tiene presente la concepción de
San Buenaventura (véase Luz) cons-
en Dios". Si se indica que por medio Santo Tomás. Ésta consiste esencial-
tituye un esfuerzo con el fin de obte-
de la iluminación se hace inteligible mente en suponer que hay un enten-
dimiento activo que ilumina la esencia ner un "equilibrio" entre abstracción
la esencia de una cosa sensible, se ob-
tiene una concepción más parecida a de lo sensible y la hace inteligible al e iluminación, pero es posible que, en
la tomista que a la agustiniana. Es, entendimiento pasivo. El conocimien- fin de cuentas, esta última sea la más
pues, razonable pensar que la doctri- to se obtiene, pues, mediante "abs- importante. Toda iluminación del co-
na agustiniana de la iluminación divi- tracción" (VÉASE) de los inteligibles nocimiento, afirma San Buenaventu-
na oscila entre la idea de una ilumi- en las cosas sensibles. En cambio, San ra, viene de dentro o, si se quiere,
nación del contenido de las verdades Agustín no introduce la idea de un "de arriba". Y la iluminación supe-
inteligibles fundamentales y la idea de entendimiento activo. Además, aun- rior viene más directamente "de den-
una iluminación del alma con el fin que no descarta el conocimiento de lo tro" y "de arriba" que toda ilumina-
de que ésta pueda juzgar de la verdad sensible, sostiene que la iluminación ción "inferior". Ello queda confirmado
de las ideas inteligibles. En este últi- afecta primordialmente el orden inte- en una frase de uno de los comenta-
mo caso la iluminación hace posible ligible. En todo caso, la percepción rios de San Buenaventura a las Escri-
el juicio verdadero en tanto que ver- sensible "lleva" (pero no mediante el turas (In Hexaëm, I, 17), frase que
dadero. tipo de abstracción tomista) hacia lo resume toda la metafísica bonaventu-
Otro problema es el del papel del inteligible. Junto a ello, puede desta- riana: "Et haec est tota riostra meta-
conocimiento sensible en la ilumina- carse la siguiente diferencia: Santo physica: de emanatione, de exempla-
ción divina. Si se prescinde totalmen- Tomás se interesa por averiguar el ritate, de consummatione, scilicet
909
ILU ILU
el "mundo de la ilusión". De este nos han tratado de mostrar que los
mundo sólo caben "opiniones" (Par- criterios establecidos al efecto son
ménides, Platón) y no "verdades". aceptables. Así ocurre con Descartes,
Ello no significa siempre, sin embar- con Locke y, en general, con todos
go, que "el mundo de la ilusión" sea los filósofos que han distinguido en-
declarado "inexistente". En rigor, en tre cualidades primarias y cualidades
muchos casos no se trata de eliminar- secundarias (o de la sensación) (véa-
lo, sino de explicarlo, es decir, de se CUALIDAD). La posible ilusión cau-
averiguar cómo se produce la "ilu- sada por los sentidos se debe, según
sión" y de dar una explicación racio- tales filósofos, a que los sentidos per-
nal de la misma. Este es el sentido ciben solamente las cualidades secun-
que tiene la famosa expresión plató- darias, pero no las primarias. Ello no
nica "salvar las apariencias" (o las significa que las cualidades secunda-
"ilusiones"). El mundo de la ilusión rias o de la sensación produzcan
no es el "mundo real", pero no es siempre ilusiones del tipo de las en-
tampoco un "mundo completamente gendradas por el bastón sumergido
imaginario". La ilusión no desaparece en el agua. En los filósofos de que
•—como ocurre con el célebre ejemplo nos ocupamos ahora el concepto de
del bastón dentro del agua—, pero se "ilusión" está ligado al de "aparien-
intenta mostrar en qué se funda y, cia" ( VÉASE ) : las cosas "aparecen" de
con ello, mostrar cuál es la "realidad". modo distinto de como "realmente"
Denunciar la realidad sensible como son — si es que se supone que su ser
"completamente ilusoria" es imposible está constituido por cualidades pri-
a menos que se tenga un criterio por marias.
el cual se sabe, o cree saber, en qué Kant distinguió entre ilusión
consiste para algo "ser verdadero" o (Schein) y apariencia ( Erscheinung)
"ser real". Gilbert Ryle ha indicado (v. APARIENCIA). La verdad o la ilu-
(Dilemmas, 1954, págs. 94 y sigs.) sión no están, según Kant, en el obje-
que los argumentos producidos con el to, sino en el juicio sobre él. Por eso
fin de depreciar (y menospreciar) la Kant estima que los sentidos no pue-
percepción sensible —y especialmen- den errar, simplemente porque no
te los argumentos producidos con el pueden juzgar. Ahora bien, las ilusio-
fin de depreciar toda percepción sen- nes pueden ser de varias clases. Hay
sible— carecen de sentido, por cuanto las ilusiones empíricas ("ópticas");
se fundan en el supuesto (incompro- éstas se producen con frecuencia
bable) de que "todo es falible". Pero cuando la facultad del juicio ha sido
algo es falible sólo si hay algo que no descarriada por la imaginación. Las
lo sea y con respecto a lo cual lo sea. ilusiones empíricas pueden ser corre-
La moneda falsa lo es tan sólo con gidas cuando se emplean correcta-
ILUSIÓN. En filosofía se usa el respecto a la "auténtica". Los defec- mente las reglas del entendimiento
término 'ilusión' sobre todo en rela- tos de los sentidos no permiten con- (en su uso empírico). Hay también
ción con la cuestión de si los sentidos cluir que los sentidos no sean capaces las ilusiones lógicas, las cuales son
engañan o no. No se trata de diluci- de percibir adecuadamente; en ver- producidas por falacias. Estas ilusio-
dar si los sentidos engañan siempre y dad, hay defectos en los sentidos sólo nes son engendradas por falta de
necesariamente; si los sentidos enga- en cuanto hay posibilidades para ellos atención a las reglas lógicas, y pue-
ñaron siempre, y no hubiese, por otro de percibir de modo adecuado. Estos den elimiiiarse cuando se presta la
lado, ningún otro criterio para for- argumentos de Ryle son convincentes, debida atención a tales reglas. Hay,
mular juicios estimados verdaderos pero no son distintos en substancia finalmente, las ilusiones trascendenta-
que el de los sentidos, no podría ha- de los producidos por la mayor par- les, producidas cuando se procede a
blarse de ilusión. El concepto de ilu- te de los filósofos que han desconfiado ir "más allá" del uso empírico de las
sión se origina cuando se advierte que de la percepción sensible excepto en categorías, es decir, cuando se inten-
los sentidos pueden engañar, siquiera un punto: en que muchos de tales ta aplicar las categorías a "objetos
sea una vez. Desde entonces se pre- filósofos han tratado de establecer un trascendentes" (K. r. V., A 295 sigs. /
gunta si no será mejor desconfiar de criterio no sensible con el fin de de- Β 352 sigs.). Las ilusiones trascen-
los sentidos de un modo metódico. nunciar —y, de paso, explicar— las dentales se hallan tan arraigadas que
Ejemplos de esta desconfianza son "ilusiones". La dificultad consiste en son muy difíciles de desenmascarar.
numerosos en la historia de la filoso- saber sí puede establecerse un criterio Como la dialéctica es definida como
fía. La distinción establecida por los no sensible para determinar el carác- "lógica de la ilusión", el estudio de
filósofos griegos entre "realidad" y ter adecuado o inadecuado, o a veces las ilusiones trascendentales se lleva a
"apariencia" está en parte fundada en inadecuado, o siempre y necesaria- cabo en la "Dialéctica trascendental",
la desconfianza en la percepción sen- mente inadecuado, de las percepcio- la cual "se contenta con poner al des-
sible. El "mundo de la apariencia" es nes sensibles. Muchos filósofos moder- cubierto la ilusión de los juicios tras-
910
ILU ILU ILU
cendentes, a la vez que tomar precau- que no niega a Dios, pero que lo del interés superior despertado por
ciones para no ser engañados por ella" relega a la función de creador o pri- el hombre y sus problemas frente a
(A 297 / Β 354). La ilusión trascen- mer motor de la existencia. Sin em- las grandes cuestiones de orden cos-
dental es "natural" e "inevitable", bargo, la confianza en el poder de mológico. Por este boquete pudo ser
por cuanto se apoya en principios la razón no equivale exactamente al superado desde sí mismo el natura-
subjetivos que aparecen como si fue- racionalismo entendido como en el si- lismo de la Ilustración a beneficio
sen objetivos. glo xvii; la Ilustración subraya, jus- de un mayor conocimiento de la
ILUSTRACIÓN, siglo o época de tamente, la importancia de la sensa- peculiaridad de lo humano y de
las luces son los nombres que recibe ción como modo de conocimiento lo histórico, sin que en la conside-
frente a la especulación racional, ración de éste se abandonara la acti-
un período histórico circunscrito, en
pero el empirismo de la sensación tud crítica apuntada. La Ilustración,
general, al siglo xvui y que, como re- no es sino un acceso distinto hacia entendida en un sentido muy gene-
sultante de un determinado estado de una realidad que se supone, en el ral, como concepción del mundo más
espíritu, afecta a todos los aspectos de fondo, racional. Por eso ha dicho bien que como filosofía o doctrina
la actividad humana y de la reflexión acertadamente Cassirer que la razón social o política, puede ser concebida
filosófica. La Ilustración, que se ex- tal como es entendida por los "ilustra- como una constante histórica, como
tendió particularmente por Francia, dos" del siglo xvin no posee la mis- una forma espiritual que se mani-
Inglaterra y Alemania, se caracteriza ma significación que la razón tal fiesta asimismo, con más o menos di-
ante todo por su optimismo en el po- como fue empleada por los filósofos ferencias, en otros períodos de la
der de la razón y en la posibilidad de del siglo XVH. En el xvn la razón era historia. En este sentido Spengler
reorganizar a fondo la sociedad a base la facultad por la cual se suponía efectúa una comparación morfológi-
de principios racionales. Procedente que podía llegarse a los primeros ca de la Ilustración del Setecientos
directamente del racionalismo del si- principios del ser; de ahí que su mi- con la sofística griega, el período de
glo xvii y del auge alcanzado por sión esencial fuese descomponer lo las sectas mutacilitas y sufitas en la
la ciencia de la Naturaleza, la época complejo y llegar a lo simple para cultura árabe y los sistemas Sânkhya
de la Ilustración ve en el conoci- reconstruir desde él toda la realidad. y budista en la India.
miento de la Naturaleza y en su En otras palabras, el racionalismo del
dominio efectivo la tarea fundamen- xvii es una deducción de principios
tal del hombre. Por eso convienen que no están fuera, sino dentro del
hasta cierto punto a la Ilustración alma, como "ideas innatas". En el
caracteres opuestos a los usados para xvín, en cambio, la razón era algo
describir el romanticismo (v. ). La humano; no se trataba, dice Cassirer,
Ilustración no niega la historia como de ideas innatas, sino de una facul-
un hecho efectivo, pero la considera tad que se desarrolla con la expe-
desde un punto de vista crítico y riencia. Por eso la razón no era para
estima que el pasado no es una for- la Ilustración un principio, sino una
ma necesaria en la evolución de la fuerza: una fuerza para transformar
Humanidad, sino el conjunto de los lo real. La razón ilustrada iba del
errores explicables por el insuficien- hecho al principio (y no a la inver-
te poder de la razón. Por esta acti- sa); más que un fundamento era un
tud de crítica, la Ilustración no sos- "camino" que podían recorrer en
tiene un optimismo metafísico, sino, principio todos los hombres y que
como precisa Voltaire frente a Leib- era, por supuesto, deseable que to-
niz, un optimismo basado única y dos recorriesen. En este sentido ge-
exclusivamente en el advenimiento neral y con la reserva de sus consi-
de la conciencia que la humanidad derables divergencias, la Ilustración
puede tener de sí misma y de sus es representada en Francia por los
propios aciertos y torpezas. Fundada enciclopedistas; en Inglaterra, por
en esta idea capital, la filosofía de la los sucesores del sensualismo de
Ilustración persigue en todas partes Locke, los antiinnatistas y los deís-
la posibilidad de realizar semejante tas; en Alemania, por la llamada
desiderátum: en la esfera social y "filosofía popular". La tendencia uti-
política, por el "despotismo ilustra- litaria de la Ilustración resalta par-
do"; en la esfera científica y filo- ticularmente en su idea de la filoso-
sófica, por el conocimiento de la fía como medio para llegar al dominio
Naturaleza como medio para llegar efectivo de la Naturaleza y como
a su dominio; en la esfera moral y propedéutica indispensable para la
religiosa, por la "aclaración" o "ilus- reorganización de la sociedad. La
tración" de los orígenes de los dog- tendencia naturalista se refleja en el
mas y de las leyes, único medio de predominio dado al método de cono-
llegar a una "religión natural" igual cimiento de las ciencias naturales.
en todos los hombres, a un deísmo La tendencia antropológica se deriva
911
IMA IMA
y velocidad que ellos, de tal modo centauros), formados por combinacio-
que nada o muy pocas cosas detie- nes de los ídolos finos en la mente
nen su emisión. Los είδωλα, dice que los recoge. Pues por doquiera
Epicuro, se engendran tan rápida- surgen imágenes de todas clases
mente como el pensamiento, ανά νοή- — omne genus quoniam passim si-
ματι συμβαίνει. Por otro lado, los mulacra feruntur. Según C. Bailey,
είδωλα no afectan solamente al sen- los términos imagines (usado por
tido de la vista, sino también a los Cicerón en De fin., I, 6, 21), figurae
del oído y del olfato; las sensaciones (usado por Quintiliano, X, 2, 15) y
experimentadas por éstos son causa- spectra (usado por Catio, amigo epi-
das asimismo por irradiaciones de los cúreo de Cicerón [Ad Fam., XV, 16,
είδωλα. 1]) tienen el mismo significado que
Lucrecio desarrolló con detalle esta los είδωλα de Epicuro y que los
doctrina en De rerum natura (IV, 29 simulacro, de Lucrecio.
sigs.). Los ε'.δωλα son llamados por El concepto de imagen ha sido
Lucrecio con frecuencia simulacros usado con mucha frecuencia en psi-
(simulacro): cología. En la mayor parte de las
ocasiones se ha entendido como la
esse ea quae rerum simulacro voca-
mur, copia que un sujeto posee de un
quae, quasi membrana summo de cor- objeto externo. Aunque las opiniones
poree rerum sobre el modo como se produce tal
dereptae, volitant utroque citroque copia, y aun sobre la naturaleza de
per auras la misma, han variado mucho a tra-
vés de las épocas, ha habido un su-
(las que llamamos imágenes de las
puesto constante en casi todas las
cosas,
teorías sobre la imagen psicológica:
y que, cual membranas arrancadas de
el de que se trata de una forma de
la piel de las cosas,
realidad (interna) que puede ser
vuelan hacia adelante y atrás por el contrastada con otra forma de reali-
aire).
dad (extema). La mencionada doc-
Sin embargo, el poeta usa también trina de los epicúreos acerca de los
para la imagen los nombres de imago, "simulacros", las tesis escolásticas so-
effigies, figura (este último término, bre la naturaleza de las especies in-
más cercano, como sugiere C. Bailey, teligibles (véase ESPECIE), y muchas
al vocablo también epicúreo τύπος ). teorías psicológicas modernas que han
Lucrecio da primero pruebas de la intentado explicar psicofisiológica-
existencia de los simulacro (IV, 54- mente la aparición de las imágenes
109) y procede luego, siguiendo a no han diferido entre sí considerable-
Epicuro, a una larga descripción de mente en el anterior respecto. En
los modos como las imágenes afectan cambio, desde fines del pasado siglo
IMAGEN. Es usual llamar imáge- los sentidos. Se trata de emanaciones se han realizado esfuerzos para en-
nes a las representaciones que tene- o efluvios que se desprenden cons- tender de otros modos el concepto
mos de las cosas. En cierto sentido tantemente de las cosas. En efecto, de imagen. Ya en las filosofías de
los términos 'imagen' y 'representa- no hay una sola imagen, sino un nú- tipo neutralista, en las cuales el mis-
ción' tienen el mismo significado; lo mero continuo y sucesivo de ellas. mo fenómeno es, según el punto de
que hemos dicho en otro lugar (véase Así, Epicuro decía ya que el ojo per- vista que se tome, físico o psíquico,
REPRESENTACIÓN) del segundo, pue- cibe la representación de la sucesión se percibe tal esfuerzo. El mismo se
de valer también para el primero. de muchos είδωλα. De un modo aná- acentúa en varias teorías de la per-
Ahora bien, pueden emplearse asi- logo, Lucrecio señalaba que las ema- cepción (v.) mantenidas por los neo-
mismo los términos 'imagen' e 'imá- naciones tienen lugar continuamen- realistas ingleses y, en general, por
genes' para traducir respectivamente te. Ahora bien, Lucrecio precisaba todos los que han intentado explicar
los vocablos griegos ε'ίδωλον ("ído- esta doctrina mediante la distinción la aparición de las imágenes en fun-
lo") y είδωλα ("ídolos"), empleados entre dos clases de percepciones: unas ción de los llamados sensa. Pero so-
por algunos filósofos antiguos, y es- constituidas por los más finos simu- bre todo se intensifica en dos grupos
pecialmente por Demócrito y Epicu- lacro, los cuales vagan por todos la- de teorías. Uno de ellos está ejempli-
ro, para designar las representaciones dos de muchos modos (IV. 72 sigs), ficado por la tesis de Bergson sobre
"enviadas" por las cosas a nuestros y otras constituidas por los simulacro la imagen en cuanto "cierta existen-
sentidos. Así, Epicuro indica en su menos finos, que penetran en los po- cia que es más que lo que el idea-
Carta a Herodoto (46a-48, ed. Use- ros del cuerpo suscitando las sensa- lista llama una representación, pero
ner), que los είδωλα sobrepasan en ciones. Esta distinción es debida a la menos que lo que el realista llama
finura y sutileza a los cuerpos sóli- necesidad de explicar las imágenes una cosa — una existencia situada a
dos, y poseen también más movilidad de realidades no existentes ( como los medio camino entre la 'cosa' y la 're-
912
IMA IMA IMA
presentación"'. El otro está ejempli- IMAGINACIÓN. En el artículo so- binación de ideas —sin la cual no
ficado en varias de las doctrinas fe- bre el concepto de fantasía (VÉASE), hay conocimiento— a menos que ha-
nomenológicas de la imagen, entre hemos tratado del problema de la fan- ya la facultad de la imaginación. Ello
las cuales sobresale la de J.-P. Sar- tasía o imaginación principalmente no significa que se pueda dar a la
tre al oponerse radicalmente a la con- (pero no exclusivamente) en el pen- imaginación rienda suelta. En efecto,
cepción tradicional de la imagen co- samiento antiguo y medieval. En el no podría explicarse la operación de
mo "imagen-cosa" que reproduce en presente artículo nos referiremos a la la imaginación si ésta no estuviese
el cerebro la "cosa externa". La ima- cuestión de la imaginación especial- "guiada por ciertos principios univer-
gen no es para dicho autor ni una mente tal como ha sido dilucidada sales, los cuales la hacen, en cierta
ilustración ni un soporte del pensa- por varios pensadores modernos y medida, uniforme consigo misma en
miento; el contraste entre la riqueza contemporáneos. Sin embargo, debe todos los momentos y lugares" (ibid.,
desbordante de la realidad y la po- tenerse en cuenta que parte de lo I, i, 2). En otras palabras, la imagi-
breza esencial de las imágenes no sig- que hemos dicho en el artículo refe- nación es una facultad que opera de
nifica, en efecto, que haya entre ellas rido corresponde asimismo al artículo un modo regular, a modo de una
una completa heterogeneidad (véase presente. "suave fuerza". Esta regularidad da
IMAGINACIÓN ). No pocos autores modernos han re- origen a la creencia (v. ). Así, el co-
Para la noción de esquema, a dife- conocido que la imaginación es una nocimiento no depende de que "se
rencia de la noción de imagen en facultad (o, en general, actividad pueda imaginar lo que se quiera",
Kant, véase ESQUEMA. mental) distinta de la representación pero la posibilidad de "imaginar lo
El término 'imagen' es usado tam- y de la memoria, aunque de alguna que se quiera" refrendada por la cos-
bién hoy en la lógica de las relacio- manera ligada a las dos: a la primera, tumbre de imaginar "lo que se suele
nes. Se llama imagen de una clase A porque la imaginación suele combinar imaginar" hace posible el conocimien-
con respecto a una relación R a la elementos que han sido previamente to. Algo parecido había afirmado
clase de todas las entidades que tie- representaciones sensibles; a la segun- Hobbes (De corp., II, vii, 13).
nen la relación R con uno o más da, porque sin recordar tales repre- Un papel todavía más fundamental
miembros de A. Simbólicamente se sentaciones, o las combinaciones esta- desempeña la imaginación de Kant.
expresa mediante R"A. La imagen blecidas entre ellas, no podría imagi- Este autor estima que la imaginación
de una clase con respecto a una re- narse nada. Según Francis Bacon, la (Einbildungskraft) hace posible unifi-
lación se define del modo siguiente: car la diversidad de lo dado en la in-
imaginación es la facultad que se ha-
lla en la base de la poesía. Para Des- tuición; por medio de la imaginación
se produce una "síntesis" que no da
La idea de la imagen de una clase cartes, la imaginación produce imáge-
origen todavía al conocimiento, pero
con respecto a una relación se en- nes conscientes, a diferencia de la
sensación, cuyas imágenes no necesi- sin la cual el conocimiento no es po-
cuentra ya en Aristóteles. En efecto, sible (K. r. V., A 79 / Β 104). Pero
en Top., II, 8, 114 a 15-20, donde tan estar acompañadas de conciencia.
la imaginación no funciona únicamen-
estudia los relativos, Aristóteles da La imaginación es, en rigor, una re-
te en el citado nivel. Si consideramos
los ejemplos siguientes: "Si la ciencia presentación (en el sentido etimológi-
las premisas de la deducción trascen-
es una creencia, el objeto de la ciencia co de este vocablo, es decir, una dental (VÉASE) de las categorías, ad-
es también el objeto de la creencia" nueva presentación de imágenes). Es-
vertimos que la diversidad de lo dado
y "Si la visión es una sensación, el ta re-presentación es necesaria con el
se unifica mediante tres síntesis: la
objeto de la visión es también obje- fin de facilitar diversos modos de or- de la aprehensión en la intuición;
to de la sensación". Ahora bien, esto denación de las "presentaciones"; sin la de la reproducción en la imagina-
puede ser expresado simbólicamente las re-presentaciones que hace posible ción, y la del reconocimiento en el
mediante la ley: la imaginación no sería posible el co- concepto. La síntesis de la reproduc-
( A c B) z> (R"A c R"B), nocimiento. ción en la imaginación —ligada a la
que es una de las leyes de la lógica Esta relación entre "conocimiento" de la aprehensión en la intuición—
de las relaciones en las cuales inter- e "imaginación" puede parecer sor- hace posible que las apariencias vuel-
viene la noción de imagen. De Mor- prendente a quien considere que el van a presentarse siguiendo modelos
gan había indicado que la lógica de vocablo 'imaginar' significa sólo "pu- reconocibles: "Si el bermellón fuese
Aristóteles no puede dar cuenta del ro fantasear" sin ninguna base real. ora rojo, ora negro, ora ligero, ora
condicional: "Si los caballos son ani- Sin embargo, la estrecha relación en- pesado.. . mi imaginación empírica
males, las cabezas de los caballos son tre imaginación y función cognosciti- no hallaría nunca oportunidad, al re-
cabezas de animales." Los ejemplos va ha sido admitida por varios autores presentarme el color rojo, de traer a
anteriores muestran, por el contrario modernos. colación el bermellón pesado" (ibid.,
(según ha advertido Bochenski), que Hume indica que "todas las ideas A 101). Ahora bien, ambas formas de
la lógica de Aristóteles proporciona simples pueden ser separadas median- imaginación parecen ser todavía de
una base para dar cuenta de dicho te la imaginación, y pueden ser de carácter reproductivo; se limitan a
condicional, si bien hay que recono- nuevo unidas en la forma que le plaz- re-presentar en el mismo orden cier-
cer que tal base no se halla en los ca" (Treatise, I, i, 2). Esto equivale tas aprehensiones. La imaginación
textos del Estagirita dentro del marco a reconocer que "la imaginación man- puede ser también productiva. Ello
de una teoría relacional suficiente- da sobre todas sus ideas" (ibid., I, ocurre ya cuando consideramos el en-
mente completa. iii, 4) y, por tanto, que no hay com- tendimiento como "la unidad de la
913
IMA IMA IMA
apercepción (VÉASE) en relación con raya la importancia y espontaneidad aspectos. Tiene en sí misma todas las
la síntesis de la imaginación", y cuan- de la imaginación, continuamente la condiciones. Es también espiritual.
do consideramos el entendimiento pu- refrena; si la imaginación por sí mis- No le daremos el nombre de 'Lo Uno'
ro como la mencionada unidad en ma no obedece a la ley, se halla li- o Ίο Múltiple'. No es una unidad
referencia a la "síntesis trascendental gada al entendimiento en cuanto neoplatónica que excluye toda diver-
de la imaginación" (ibid., A 119). facultad de reglas según leyes. En sidad, ni es tampoco un nombre si-
La imaginación es aquí una actividad cambio, algunos de los filósofos post- quiera para un 'pluralismo noético',
"espontánea", la cual no combina li- kantianos dieron rienda libre a la ima- como el concebido por William Ja-
bremente representaciones para darles ginación. Fichte, por ejemplo, estimó mes" (The World as Imagination,
la forma que quiera, pero las combina que el Yo "pone" al no-Yo por medio Parte II, cap. 1, 5 14). Entre los "as-
según ciertos modelos y aplicándola de la actividad imaginativa. No se pectos" de la I. C. se destacan la con-
siempre a intuiciones. Por eso la ima- trata, por supuesto, de una "pura fan- ciencia y la actividad. La I. C. es
ginación como "facultad de una sín- tasía", sino de la consecuencia de ha- supralógica e infinita, siendo el prin-
tesis a priori" se llama "imaginación ber destacado hasta el máximo el cipio de toda evolución y de toda
productiva" (ibid., A 123) y no sólo carácter espontáneo del Yo en cuanto energía.
reproductiva. Lo mismo, y a mayor "facultad de poner" (setzen). Tam- En nuestro siglo se han llevado a
abundamiento, cabe decir cuando la poco se trata de un "poner por ima- cabo varios esfuerzos para dilucidar
imaginación hace posible el esquema ginación" algo que luego es declara- la naturaleza de la imaginación a base
(VÉASE) trascendental; por medio de do real: el "poner", el "imaginar" y de descripción fenomenológica. Se ha
la imaginación productiva se puede el "ser real" son para Fichte la misma destacado al respecto Jean-Paul Sar-
tender un puente entre las categorías cosa. tre (L'imagination, 1936; L'imaginai-
y los fenómenos. La imaginación es Los filósofos idealistas, en la me- re, 1940). Según Sartre, la imagen
aquí una facultad de producir reglas dida en que subrayaron la esponta- que presenta la imaginación es "un
por medio de las cuales pueden sub- neidad del Yo, tendieron a dar mayor acto sintético que une un saber con-
sumirse las intuiciones en los concep- importancia a la imaginación. Pero creto, que no tiene carácter de ima-
tos, haciendo las primeras homogé- consideraron el concepto de imagina- gen, a elementos más propiamente
neas a los segundos. Se ha hecho ción no desde un punto de vista psi- representativos" ( L'imaginaire, pág.
observar que tal idea de la imagina- cológico, sino epistemológico (o, si 19). La imagen no es, pues, algo "in-
ción supone que el entendimiento po- se quiere, epistemológico-metafísico ). termedio" entre el objeto y la con-
see una cierta espontaneidad (Cfr. R. Los filósofos de tendencia empirista, ciencia. Tampoco es algo que desbor-
Schmidt, Kants Lehre von der Einbil- en cambio, se ocuparon más bien de da el mundo de los objetos; por el
dungskraft, 1924), pero debe hacerse los aspectos psicológicos (y, en todo contrario, este mundo desborda, en la
observar que esta espontaneidad no caso, psicológico-epistemológicos ) de infinidad de sus posibles "presenta-
es equivalente a una "pura facultad la imaginación. ciones", las imágenes. Sartre liga el
de fantasear"; la imaginación hace Algunos autores han intentado ha- mundo de la imaginación al mundo
posible las síntesis, pero no hay sín- cer de la imaginación un fundamento del pensamiento, y, además, considera
tesis sin material previamente sinte- metafísico de la realidad. En la me- que la imaginación está relacionada
tizable. dida en que la noción de imaginación con la acción (o con la serie de "posi-
El papel desempeñado por la ima- es comparable a la de fantasía, puede bles acciones"). La imagen no es el
ginación productiva en Kant no se considerarse como uno de estos auto- mundo negado simpliciter; es el mun-
limita al reino de la razón teórica, sino res a Jakob Froschammer. Nos hemos do negado desde cierto punto de vista
que se extiende a la facultad del jui- referido al mismo en el artículo sobre (ibid., pág. 234): para que el centau-
cio. "Debemos observar que en forma Fantasía (VÉASE). Aquí nos referire- ro aparezca como irreal (imaginario)
incomprensible para nosotros la ima- mos a otro autor, Edward Douglas "es menester precisamente que el
ginación puede no solamente re-pre- Fawcett (nac. 186Θ), que en dos de mundo sea aprehendido como mun-
sentar ( zurückrufen ) ocasionalmente sus obras ( The World as Imagination, do-donde-no-hay centauros" (loc. cit.).
signos de conceptos de hace largo 1916, y Divine Imagining, 1921) bos- Es claro que Sartre analiza el proble-
tiempo, mas también puede reprodu- quejó y elaboró todo un sistema filo- ma de la imaginación en forma que
cir (reproduzieren) la imagen de la sófico basado en la idea de lo que proporcione una base para su poste-
figura de un objeto de un número llamó "Imaginación Cósmica" (I. C.). rior (o simultánea) doctrina de la
incontable de objetos de diversas cla- Fawcett presentó lo que llamó "la conciencia como "conciencia realizan-
ses o inclusive de una misma clase" hipótesis de la Imaginación Cósmica" te [o realizadora]".
(KU., 17). La imaginación puede ser en la forma siguiente: "Nuestra hipó- Además de los textos citados en el
aquí asimismo reproductiva o produc- tesis es un imaginar que concibe a la artículo, véase la bibliografía de FAN-
tiva; sólo en el segundo caso puede Realidad Ultima que todo lo abarca TASÍA, donde hemos agrupado obras
hablarse de ella como libre (ibid., como realidad que ella misma imagi- que se refieren tanto a la cuestión de
22). Lo cual no significa que la ima- n a . . . El imaginar de la I. C. es el la fantasía como a la de la imagina-
ginación productiva saque algo de la hacer la realidad misma imaginada. ción. — Además: Gilbert Durand,
Les structures anthropologiques de
nada; por grande que sea su poder Por ser la cosa imaginada, 'es lo que l'imaginaire. Introduction à larchétu-
de crear otra naturaleza, lo hace a es'; y de ello emerge cualquier cosa y pologie générale, 1960 (tesis). — Ë.
base del material dado (ibid., 49). según ello todo puede ser concebido. Minkowski, F. Dagognet, J. Starobins-
Vemos, pues, que aunque Kant sub- La I. C. se parece al Absoluto en dos ki, P. de Man, artículos sobre imagi-
914
IMI IMI IMP
nación (y sobre Gaston Bachelard y épica y tragedia, comedia, poesía di- Psychologie und Volkerkunde, 2» ed.,
J.-J. Rousseau a propósito de la ima- tirámbica, música de flauta y lira) 1923.
ginación) en Revue Internationale de son, en general, modos de imitación IMPENETRABILIDAD, IMPENE-
Philosophie, Année XIV, N° 51 (1960), (Poet., I 1447 a 14-16). El imitador o TRABLE. Se ha discutido con fre-
3084. — Κ. Ε. Boulding, The Image,
1961. — Sobre la imaginación en artista representa sobre todo acciones, cuencia si los cuerpos (físicos) son
Kant, véase especialmente Hermann con agentes humanos buenos o malos penetrables o impenetrables; por lo
Hórchen, "Die Einbildungskraft bei (ibid., II 148 a 1-2), habiendo tan- común se ha adoptado esta última
Kant", Jahrbuch fur Philosophie und tas especies de artes como maneras opinión, pero entonces se ha debatido
phanomenologische Forschung, XI de imitar las diversas clases de ob- si la impenetrabilidad es una propie-
(1930). jetos (ibid., III 1448 a 18-20). dad específica del cuerpo físico dis-
IMITACIÓN. Los pitagóricos lla- La doctrina artística de la imita- tinta de la extensión. La cuestión de
maban imitación, μίμ,ησις, al modo ción, especialmente en su forma aris- la penetrabilidad o impenetrabilidad
como las cosas se relacionaban con totélica, ejerció considerable influen- de los cuerpos ha estado vinculada al
los números, considerados como las cia hasta bien entrado el siglo xviii. problema de la constitución (continua
realidades esenciales y superiores que Muchas de las teorías setecentistas del o discreta) de la materia y al de la
aquéllas imitan. Aristóteles criticó gusto (v.) estaban basadas en ella. naturaleza del espacio y del contacto
esta doctrina en Met., A 6, 987 b 12, En la época contemporánea la no- entre cuerpos.
declarando que no hay diferencia Aquí nos limitaremos a señalar al-
ción de imitación artística ha sido
esencial entre la teoría pitagórica de elaborada con frecuencia en relación gunas de las opiniones más destacadas
la imitación y la teoría platónica de la con la llamada endopatía (v.). La al respecto.
participación (VÉASE). teoría estética se ha fundamentado en Los estoicos rechazaron la distin-
La noción anterior de imitación es este respecto en una base psicológica. ción aristotélica entre el contacto y
(predominantemente) metafísica. El Por lo demás, los aspectos psicoló- la continuidad. La concepción conti-
concepto de imitación puede enten- gicos, sociológicos y biológicos de nuista defendida por los estoicos les
derse asimismo en un sentido (pre- la imitación han alcanzado un pre- obligaba a mantener que no hay nin-
dominantemente) estético. Es lo que dominio cada vez más acentuado so- gún punto preciso, o ninguna serie
sucede en parte con Platón y por bre el aspecto estético. Así, por ejem- de puntos precisos, entre dos cuerpos
entero con Aristóteles al presentar sus plo, se ha estudiado en biología y en que determine su "contacto". Como,
respectivas teorías de la imitación ar- psicología el fenómeno de la imita- por otro lado, no hay vacío entre los
tística. Platón se refirió a esta cues- ción en tanto que reproducción poi cuerpos, puede muy bien negarse la
tión en varios diálogos. Por ejemplo, un ser vivo de los movimientos de impenetrabilidad y admitirse la inter-
en Soph., 266 A sigs., al definir la otro ser viviente. A este estudio per- penetrabilidad. Congruentemente, los
imitación como una especie de crea- tenecen las investigaciones sobre la estoicos admitían la posibilidad de
ción, es decir, como una creación de mímica efectuados por biólogos (co- una "mezcla total" de cuerpos, y ello
imágenes y no de cosas reales, por mo Piderit) y por psicólogos (Lipps). no sólo, como se diría hoy, en escala
lo cual la imitación es una creación Amplio uso del concepto de imita- macroscópica, sino inclusive en escala
humana y no divina, o en Leg., II ción se ha hecho en sociología, espe- microscópica. La mezcla total, lo mis-
667A, al dilucidar las condiciones cialmente por Tarde, el cual ha con- mo que la interpenetrabilidad, son
que debe cumplir la imitación de siderado la imitación como el modo consecuencia de la continuidad.
algo: de qué sea imitación, si es ver- de ser de los hechos sociales, a di- Que los cuerpos sean interpenetra-
dadera, si es hermosa. Particularmen- ferencia de la invención, caracterís- bles no significa para los estoicos que
te importantes son, empero, los pa- tica del individuo. Mencionemos, fi- no ofrezcan resistencia. Esta última
sajes platónicos en Rep., X 595 C y nalmente, un uso de imitación menos (véase ANTITIPIA) es una de las pro-
sigs., donde indica que cuando un importante filosóficamente, pero que piedades de los cuerpos.
artista pinta un objeto fabrica una ha despertado interés en la teoría e La mayor parte de autores ha sos-
apariencia de este objeto, pero como historia literarias: el que ha sido pro- tenido la impenetrabilidad de los
en rigor no pinta la esencia o verdad puesto por E. Auerbach en su obra cuerpos. Algunos, como los tomistas,
del objeto, sino su imitación en la Mimesis. Dargestellte Wirklichkeit in
Naturaleza, la imitación artística re- han afirmado que los cuerpos son im-
der abendlandischen Literatur, 1942
sulta ser una imitación doble: la imi- (trad, esp.: Mimesis. La representa- penetrables naturalmente; los cuerpos
tación de una imitación. Por eso el ción de la realidad en la literatura se ordenan uno junto al otro en virtud
arte de la imitación no roza, según occidental, 1954). de la cantidad. Aunque la impenetra-
Platón, más que un fantasma, simu- Sobre la imitación en Platón: Cul- bilidad no es lo mismo que la exten-
lacro o imagen, ε'ίδωλον, de la cosa. bert G. Rutenber, The Doctrine oj sión, ambas propiedades se hallan
Con lo cual advertimos que aun en thé Imitation of God in Plato, 1946. íntimamente relacionadas. Ello no sig-
su teoría de la imitación estética Pla- — W. J. Verdenius, Mimemis. Pla- nifica que cualquier cuerpo dado sea
tón no abandonó su doctrina de la to's Doctrine of Artistíc Imitation and impenetrable; un cuerpo puede pene-
imitación metafísica. Aristóteles, en Its Meaning to Vs, 1949. — Sobre la trar a otro por los intersticios del últi-
imitación en sentido psicológico y so-
cambio, dilucidó el problema de la ciológico: G. Tarde, Les lois de limi- mo, pero hay siempre en todo cuerpo
imitación como un problema de la tation, 1890 (trad, esp.: Las leyes de algo impenetrable. Los tomistas dis-
poética o arte productivo. Según el la imitación, 1907). — P. Back, Die tinguen por ello entre impenetrabili-
Estagirita las artes poéticas (poesía Nachahmung und ihre Bedeutung fût dad interna y externa (o local). Por
915
IMP IMP IMP
otro lado, los escotistas consideran la —como indicó Kant— hipotéticos (o principio objetivo en tanto que se
impenetrabilidad como una propiedad condicionales) y categóricos (o abso- impone necesariamente a una volun-
específica de los cuerpos distinta de lutos) . En la ética actual se ha dis- tad se llama un mandamiento, y la
la extensión. cutido sobre todo la índole lógica de fórmula de este mandamiento se lla-
En la época moderna el problema las expresiones imperativas. Algunos ma un imperativo". El imperativo
de la impenetrabilidad ha sido discu- autores han declarado que como los —dice Kant (K. p. V, 36-7)— es una
tido a menudo en relación con la imperativos no son enunciados (los regla práctica que se le da a un ente
cuestión del movimiento y del reposo. cuales se expresan en modo indicati- cuya razón no determina enteramente
Descartes ha sostenido que lo que ci- vo), no dicen nada y, por consiguien- a la voluntad. Tal regla expresa la
menta las partes de un cuerpo duro te, quedan fuera de toda ciencia. necesidad objetiva de la acción, de
es su propio reposo (Princ. Phil., II, Según esta teoría, los imperativos ex- tal modo que la acción tendría lugar
55). Locke define la impenetrabilidad presan solamente los deseos de la per- inevitablemente de acuerdo con la
como una fuerza activa de los cuer- sona que los formula, de tal modo regla si la voluntad estuviera entera-
pos; hay en cada cuerpo una fuerza que cuando decimos: "Obedece a tu mente determinada por la razón. Este
que rechaza a otro cuerpo (Essay, II, madre", ello equivale a decir: "Deseo es el motivo por el cual los imperati-
4). Para Leibniz, la impenetrabilidad que obedezcas a tu madre." En suma, vos son objetivamente válidos, a di-
se funda en la antitipia (v. ); la im- los imperativos no tienen en este caso ferencia de las máximas (véase MÁ-
penetrabilidad es en este filósofo dis- otra posibilidad de comprobación que XIMA), que son principios subjetivos.
tinta de la extensión, la cual es pura- la comprobación de que la persona Los imperativos son, como vimos,
mente relacional. que los formula tiene efectivamente de dos clases: hipotéticos o condicio-
La concepción de la materia en la el deseo que en ellos se expresa. Es nales —en los cuales los mandamien-
física moderna "clásica" como espa- obvio que esta teoría está muy estre- tos de la razón están condicionados
cio lleno conduce a la idea de materia chamente relacionada con la que re- por los fines que se pretenden alcan-
(más bien que simplemente cuerpo fí- duce los juicios de carácter moral a zar—, y categóricos o absolutos — en
sico) como impenetrable. Si se estima juicios aprobatorios, es decir, la que los cuales los mandamientos de la
que la materia se halla compuesta de afirma que una proposición como razón no están condicionados por nin-
partículas elementales, la impenetra- 'Juan obra mal' equivale a la propo- gún fin, de modo que la acción se
bilidad afecta entonces a las partícu- sición 'No apruebo la conducta de realiza por sí misma y es un bien
las; los cuerpos mismos son interpene- Juan'. Otros autores han propuesto en sí misma. Los imperativos hipo-
trables por los intersticios. La impe- reducir los imperativos a condiciona- téticos determinan las condiciones
netrabilidad es en dicha física una vis les. Según ello, una frase como 'No de la causalidad del ser racional co-
ínsita (Newton). Los cambios funda- desearás a la mujer de tu prójimo' mo causa eficiente, es decir, con refe-
equivale a la frase: 'Si deseas a la rencia al efecto y a los medios de
mentales en la idea de materia intro-
mujer de tu prójimo, te atraerás la obtenerlo. Los imperativos categóri-
ducidos durante el presente siglo
venganza de tu prójimo', o a la frase: cos determinan sólo la voluntad, tan-
tienen que modificar la noción clásica 'Si deseas a la mujer de tu prójimo, to si es adecuada al efecto como si
de impenetrabilidad. Esta última se contribuirás a la disolución de los no lo es. Por eso los primeros con-
funda de algún modo en la idea de vínculos familiares', etc. Contra am- tienen meros preceptos, en tanto que
que hay una distinción entre "lo lle- bas teorías se ha observado que si los segundos son leyes prácticas. Pues
no" y "lo vacío". Eliminada, o ate- bien constituyen un análisis lógico aunque las máximas son también
nuada, esta distinción, no puede de los imperativos, representan un principios, no son imperativos.
hablarse ya propiamente de impene- sacrificio de aquello a que tienden Kant subdivide los imperativos hi-
trabilidad, no tanto porque se admita justamente los imperativos: la expre- potéticos en problemáticos (o impe-
que los cuerpos (o las partículas) son sión de unas normas de carácter mo- rativos de habilidad) y asertóricos (o
penetrables, sino más bien porque el ral. El fondo de las citadas teorías imperativos de prudencia, llamados
concepto de impenetrabilidad pierde ha sido por ello reconocido como na- también pragmáticos). Los imperati-
su anterior claro sentido físico. turalista, pues, en efecto, solamente vos categóricos no se subdividen,
IMPERATIVO. Los mandamientos cuando se reduce enteramente el hom- porque todo imperativo categórico
éticos se formulan en un lenguaje bre a una entidad natural puede ad- es a la vez apodíctico. Podemos, pues,
imperativo. Este imperativo es a ve- mitirse que el mandamiento expresa decir que los imperativos ordenan
ces positivo, como en "Honrarás pa- el estado de ánimo del que manda, o hipotética o categóricamente. Ejem-
dre y madre", y a veces negativo, ya sea bajo la forma del deseo o plo de los primeros es el imperativo:
como en "No matarás". El lenguaje bien bajo la forma de la aprobación. "Debes considerar todas las cosas
imperativo es a su vez una parte del Nos hemos referido más arriba a atentamente con el fin de evitar jui-
lenguaje prescriptivo. Sin embargo, una clasificación de los imperativos cios falsos", que de hecho equivale
no todo el lenguaje ético es imperati- debida a Kant. Formularemos ahora a una proposición condicional, pues
vo. Los juicios de valor moral, por dicha clasificación más detalladamen- se puede formular asimismo del si-
ejemplo, que pertenecen también a te, pero antes será necesario introdu- guiente modo: "Si quieres evitar jui-
la ética, se formulan en lenguaje va- cir la noción kantiana de imperativo cios falsos, debes considerar todas las
lorativo. A su vez, los imperativos en general. Según escribe Kant en la cosas atentamente." Ejemplo de los
pueden ser de diversas clases. Por Fundamentación de la metafísica de segundos es el imperativo: "Sé justo."
ejemplo: singulares y universales, o las costumbres, "la concepción de un Este es uno de los muchos ejemplos
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IMP BIP IMP
posibles de imperativo categórico. como la primera; (III) como la se- diría a sí misma. Supongamos que
Con esto vemos que aun cuando es gunda, y (IV) y (V) como la tercera. sea una ley universal el que cada uno
corriente usar la expresión 'el impera- Kant enumera varios ejemplos de que se encuentra en una dificultad
tivo categórico (de Kant)', de hecho deberes, unos que son deberes para pueda prometer lo que quiera pen*
todo imperativo que mande incondi- consigo mismo y otros que son debe- sando no cumplir con su promesa.
cionalmente como si lo ordenado res para con otras personas, con el Entonces la propia promesa, y lo que
fuese un bien en sí, es categórico. fin de mostrar cómo funciona el im- uno se propusiera con ella, resultarían
Ahora bien, siguiendo la tradición perativo categórico. Mencionamos tres imposibles, pues nadie aceptaría que
nos referiremos al imperativo categó- de dichos ejemplos. Los dos primeros ha habido una promesa y considera-
rico (de Kant), en tanto que princi- proceden de la Fundamentarían de ría toda promesa como una falsa pre-
pio de todos los imperativos categó- la metafísica de las costumbres; el tensión."
ricos, bien que teniendo en cuenta último, de la Crítica de la razón prác~ Entre los deberes para con otros
que ha sido formulado de diversas tica. puede presentarse el siguiente caso.
maneras. No son variantes, sino for- Entre los deberes para consigo Supongamos que alguien ha decidi-
mas que se enlazan entre sí, de tal mismo puede presentarse el siguiente do seguir la máxima de incrémental
modo que se pasa de la una a la otra caso: Un hombre desesperado por su fortuna por todos los medios se-
dentro de un sistema moral consis- las desgracias ocurridas en su vida guros a su alcance. Le ocurre en un
tente. Siguiendo las indicaciones de y todavía en posesión de su razón momento dado tener un depósito de
H. J. Patón en su libro The Catego- se pregunta si no sería contrario a alguien que ha fallecido y que no
rical Imperative (1948, Cap. XIII, su deber para consigo mismo suici- ha dejado sobre el punto ninguna
1), daremos las cinco formulaciones darse. Investiga entonces si la má- voluntad escrita. ¿Puede convertirse
de Kant. Todas ellas se hallan en la xima de su acción podría convertirse en ley práctica universal la máxima
Fundamentación citada. Las enume- en ley universal de la Naturaleza. Y de que se puede negar a devolver un
ramos en el mismo orden que pro- razona como sigue: "Por lo pronto depósito en tales condiciones? La
pone Patón y les damos los mismos adopto como máxima el principio de respuesta es, según Kant, negativa.
nombres que sugiere este autor. Son: que puedo acortar mi existencia cuan- Pues si la máxima en cuestión se
(I) "Obra sólo de acuerdo con la do la mayor duración de ésta tenga convirtiese en ley universal se anu-
máxima por la cual puedas al mismo que proporcionarme mayores males laría a sí misma, ya que no habría
tiempo querer que se convierta en que bienes. ¿Puede convertirse este depósitos.
ley universal" (fórmula de la ley principio en ley universal de la Na- Se han formulado varias objecio-
universal); (II) "Obra como si la turaleza? No, porque un sistema de nes a la doctrina kantiana del impe-
máxima de tu acción debiera conver- la Naturaleza en el cual fuese una rativo categórico.
tirse por tu voluntad en ley universal ley destruir la vida por medio del Unas se basan en el hecho de que
de la Naturaleza" (fórmula de la mismo sentimiento que impulsa la el imperativo categórico adolece de
ley de la Naturaleza; (III) "Obra mejora de la misma sería contradic- inconsistencias. Ejemplo de ello es el
de tal modo que uses la humanidad, torio consigo mismo y no podría exis- argumento de Brentano en una nota
tanto en tu propia persona como en tir como sistema de la Naturaleza." [15] a su obra El origen del conoci-
la persona de cualquier otro, siempre Entre los deberes para con otros miento moral. La claridad con que
a la vez como un fin, nunca simple- puede presentarse el siguiente caso: lo ha expresado dicho filósofo merece
mente como un medio" (fórmula del Un hombre se ve obligado a pedir que reproduzcamos el párrafo perti-
fin en sí mismo); (IV) "Obra de tal prestado dinero. Sabe que no podrá nente: "Si a consecuencia de la ley
modo que tu voluntad pueda consi- devolverlo, pero sabe también que ciertas acciones son omitidas, enton-
derarse a sí misma como constituyen- no se le prestará nada si no promete ces la ley obra un efecto y, por tanto,
do una ley universal por medio de su devolución en un tiempo determi- es real y en modo alguno queda
su máxima" (fórmula de la autono- nado. Quiere hacer la promesa, pero anulada. Ved cuan ridículo fuera que
mía); ( V ) "Obra como si por medio posee suficiente conciencia moral alguien tratara en modo semejante la
de tus máximas fueras siempre un para preguntarse si no será ilegal y pregunta siguiente: ¿Debo acceder a
miembro legislador en un reino uni- contradictorio con el deber eludir tal quien intente sobornarme?, y contes-
versal de fines" (fórmula del reino dificultad haciendo semejante falsa tase: Sí, porque si pensaras la máxi-
de los fines ). La fórmula que aparece promesa. Si se resuelve a hacerla pen- ma opuesta elevada a ley universal
en la Crítica de la razón práctica bajo sará: "Estoy dispuesto a pedir dinero de la Naturaleza, ya no habría nadie
el nombre de "Ley fundamental de y a prometer devolverlo, aunque sé que intentase sobornar a nadie, y,
la razón pura práctica", y que dice: que no podré cumplir nunca mi pro- por consiguiente, quedaría la ley sin
"Obra de modo que tu máxima pue- mesa. Esto estará, ciertamente, de aplicación y, por tanto, anulada por
da valer siempre al mismo tiempo acuerdo con mi conveniencia, pero, sí misma." (El origen, etc., trad. M.
como principio de una legislación ¿es justo? Para saber la respuesta, García Morente, 2» ed., 1941 pág. 86).
universal", se aproxima mucho a (I), debo formularlo mediante una ley Otros destacan que un imperativo
aunque en el desarrollo que le da universal y preguntar: ¿Qué ocurriría como el kantiano no tiene sus raíces
en dicha obra Kant parece atener- si mi máxima se convirtiese en tal en una exigencia racional, sino que
se a ( III ). El propio filósofo habla de ley? Inmediatamente veo que no po- es la consecuencia de un instinto que
tres formas del imperativo categóri- dría convertirse en semejante ley, en un momento determinado puede
co; podemos considerar ( I ) y (II) pues una ley de esta índole se contra- revelarse racionalmente. Ejemplo de
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IMP IMP IMP
tal opinión es el que propone Bergson te de la voluntad, sin atender a otras dichas, pero otros (por ejemplo, R.
en el Cap. I de su obra Las ¿los fuen- posibilidades de percibir los valores M. Haré y Héctor Neri Castañeda)
tes de la moral y de la religión, al éticos). Otros, por fin, son puntos de han afirmado la posibilidad de tales
indicar que si queremos un caso de vista filosóficos (el imperativo cate- inferencias. El último autor citado
imperativo categórico puro "tendre- górico es un imperativo de la razón, (Cfr. bibliografía injra] ha elaborado
mos que construirlo a priori o por lo que puede ser contrario a los impera- con cierto detalle las condiciones de
menos estilizar la experiencia". En tivos de la vida). En todos estos la lógica de los imperativos formu-
efecto, la fórmula "es necesario, por- casos se critica el imperativo categó- lando las expresiones imperativas aná-
que es necesario" puede imaginarse rico kantiano por su rigidez y por su logas a los valores de verdad. Ello
como forjada en un instante en que ausencia de supuestos, con lo cual significa establecer "una generaliza-
la inteligencia expresa la inevitabili- este tipo de objeción coincide a veces ción fecunda de la noción de inferen-
dad de una acción prescrita por el con la que destaca el excesivo for- cia del modo como ésta se aplica a
instinto. Por eso "un imperativo ab- malismo del imperativo. Destaquemos proposiciones indicativas ordinarias,
solutamente categórico es de natu- que dentro de este último género de esto es, como uso posible de enuncia-
raleza instintiva o sonambúlica: o se objeciones puede incluirse la expli- dos formalmente relacionados entre sí
le experimenta como tal en estado cación de un imperativo categórico de ciertos modos especificados, inde-
normal, o se le imagina así cuando puro dada por Bergson. pendientemente de si son verdaderos
la reflexión se despierta por un mo- Respuestas a estas objeciones obli- o falsos, y de cómo son usados y por
mento; el tiempo indispensable para gan o bien a refundamentar la ética quién".
formularlo, pero no para buscarle ra- o bien a dar una interpretación me-
zones". (Los dos fuentes, etc., trad, nos formal de lo habitual al impera-
esp., 1946, pág. 79). tivo categórico kantiano. Lo primero
Otros destacan que del imperativo ha sido intentado por autores corno
categórico no pueden deducirse con- Brentano, Scheler y N. Hartmann,
secuencias éticas. Como indica Bren- o por quienes, rechazando la ética
tano en la obra antes citada, J. S. de los valores, han propuesto regresar
Mili había ya formulado esta obje- a éticas de carácter declaradamente
ción. Pero ésta se encuentra en todos material. Lo último ha sido llevado
los autores que han criticado el for- a cabo por quienes, como el mencio-
malismo ético kantiano. Los que lle- nado H. J. Patón, señalan que "Kant
van esta objeción a sus últimas conse- no trata de proponer una teoría es-
cuencias indican que no puede haber peculativa acerca del modo como un
ningún principio ético normativo de imperativo categórico puede producir
carácter universal. Tales principios efectos en el mundo fenoménico"
—arguyen— son completamente va- (op. cit., Cap. XIX, 5). No se trata,
cíos y, por consiguiente, no pueden pues, de explicar cómo la razón pura
dar lugar a ninguna máxima concreta. puede ser práctica. Análogamente a
Otras objeciones, finalmente, se re- lo que ocurre en la Crítica de la razón
fieren a los supuestos desde los cua- pura, en la Crítica de la razón prác-
les el imperativo categórico es for- tica y en la Fundamentadón de la
mulado. Se ha indicado, en efecto, metafísica de las costumbres, la cues-
que una ética como la kantiana es tión planteada por Kant es una cues-
una ética rigorista, que niega la es- tión de validez de ciertas proposicio-
pontaneidad de la vida y adscribe nes; ni los problemas psicológicos ni
valor solamente a lo hecho contra los las consecuencias prácticas tendrían
propios impulsos. El imperativo cate- entonces nada que ver en principio
górico sería, según estas objeciones, con la formulación de imperativos.
la consecuencia de la universalización Es dudoso, sin embargo, que por lo
de tal rigorismo ético. Tal objeción menos en lo que toca a las consecuen-
se formula a su vez desde distintos cias prácticas pueda resolverse el
puntos de vista. Unos son puntos de asunto doblando el formalismo del
vista sociológicos (el imperativo ca- imperativo con el formalismo de su
tegórico es la clave de una ética del interpretación.
hombre burgués). Otros son puntos Varios filósofos y lógicos se han IMPERATIVO C A T E G Ó R I C O .
de vista teológicos (el imperativo ca- ocupado de lo que se ha llamado "la Véase IMPERATIVO.
tegórico es el punto culminante de lógica de los imperativos", es decir, IMPERSONAL, IMPERSONALIS-
una ética puramente autónoma, que la lógica que se ocupa de las inferen- MO. El punto de vista que prescinde
atribuye al hombre la posibilidad de cias que puedan ejecutarse a partir de la persona (VÉASE) es llamado
hacer el bien sin una gracia divina). de expresiones imperativas tales como "punto de vista impersonal". El voca-
Otros son puntos de vista psicológico- "Haz X" u "Obedece Y". Algunos blo 'impersonal' es equiparado con
filosóficos (el imperativo categórico autores han negado la posibilidad de frecuencia al vocablo Objetivo' (en el
hace depender la ética exclusivamen- inferencias imperativas propiamente sentido moderno de este último térmi-
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IMP IMP IMP
no). En metafísica se considera que el Dios personal en un Incognosci- tus, en la cual se ha visto un antece-
el impersonalismo afirma el comple- ble, y el impersonalismo que acaba dente de la noción galileana de
to primado (ontológico y axiológico) en un "idealismo afirmativo", tal inercia. La noción en cuestión apare-
de las "cosas", res. El impersonalismo como se expresa en la teoría del teís- ció ante todo como un modo de expli-
equivale entonces a una concepción mo cósmico, en el que Dios se hace car el movimiento de un proyectil, es
del mundo que, según Renouvier, inmanente a la Naturaleza, decir, uno de los llamados por Aristó-
"busca en la conciencia, sede única Una ética y concepción de la vida teles "movimientos violentos" a dife-
de toda representación de las cosas, de carácter impersonalista fue defen- rencia de los "movimientos naturales".
aquellas que puedan servir para re- dida por Dietrich Heinrich Kerler Hemos tratado del modo cómo Aris-
presentar la cosa o la esencia de (1882-1921; nac. en Neu-Ulma). Ker- tóteles planteó e intentó solucionar el
todas, de modo que la conciencia y ler escribió varias obras, en algunas problema del "movimiento de un pro-
sus leyes no sean, en el fondo, más de las cuales se manifestaban tenden- yectil" en el artículo Inercia (VÉASE).
que formas o productos de las mis- cias "impersonalistas" (Die Idee der El correspondiente pasaje de Aristóte-
mas". Por eso el impersonalismo se gerechten Vergeltung in ihrem Wider- les (Phys., IV, 8, 215 a 14) fue co-
opone del modo más radical al per- spruch mit dem Moral, 1908; Ueber mentado, entre otros, por Simplicio
sonalismo (VÉASE). La oposición per- Annahmen, 2 partes, 1910; Katego- (in Arist. physicorum libros. .. com-
sonalismo-impersonalismo es, así, una rienprobleme, 1912; Jenseits vom Op- mentaría [Comm, in Aristotelem grae-
de las oposiciones fundamentales de timismus und Pessimismus, 1914; Der ca, X, 1350]) y Juan Filopóu (In
la filosofía, hasta el punto de que Denker, 1920; Die Auferstehung der Aristotelis physicorum libros commen-
parece muy difícil, si no imposible, Metaphysik, 1922), pero en una de taria [ibid., XVII, 639 y sigs.]. El pri-
acordarlos. Aun cuando la doctrina ellas sobre todo (Max Scheler und mero se atuvo substancialmente a la
impersonalista metafísica no deba die impersonalistische Weltanschau- explicación (o explicaciones) de Aris-
confundirse con el impersonalismo ung, 1917) atacó el personalismo co- tóteles, si bien modificándolas en va-
gnoseológico, la verdad es que con mo una ética y una concepción de la rios sentidos. El segundo rechazó las
la mayor frecuencia se hallan estre- vida fundadas en la propia persona. explicaciones aristotélicas y las susti-
chamente emparentados. Así ocurre Contra el personalismo propuso un tuyó por la hipótesis de una "fuerza
con autores que, como F. Bouillier impersonalismo según el cual no sólo cinética", κινητική δύνβμ,ις, impresa
(1813-1899), el historiador y crítico la propia persona, sino toda Persona, en el proyectil —y no en el medio en
del cartesianismo, han defendido esta incluyendo Dios, o cualquier Ser di- el cual se mueve el proyectil—, fuer-
doctrina; en la Théorie de la raison vino creado, constituye la base para za que hace que el proyectil siga mo-
impersonelle (1845) y en Le Prínci- la realización de los valores y para la viéndose hasta que la fuerza se agota
pe vital et l'âme pensante (1862), aprehensión del sentido de los valores. por la resistencia que le opone el me-
Bouillier ha erigido una doctrina de Las ideas de Kerler fueron elaboradas dio. La "fuerza cinética" en cuestión
carácter animista que desemboca en por Kurt Port (nac. 1896: Weltwitte es, según Juan Filopón, "incorporal",
un impersonalismo panteísta y que und Wertwille, 1925; Das System der ασώματο; (lo que no significa nece-
puede servir de ejemplo para este Werte, 1929; Kerler. Die Philosophie sariamente "espiritual"); la "fuerza
tránsito del impersonalismo gnoseo- des Geistes, 1949). Port difiere, sin cinética" de que habla Juan Filopón
lógico al metafísico. embargo, de Kerler en que mientras es una "energía ( ενέργεια ) cinética"
En opinión de B. P. Bowne ( Perso- éste da a su doctrina impersonalista comparable a la que, según varios au-
nalism, 1908), hay dos modos de lle- un sentido estético-místico y no sola- tores antiguos, emana de los objetos
gar al impersonalismo: por un lado, mente ético, el último es el que pri- hacia el ojo que los ve, y que permite
mediante la aplicación a la realidad mariamente interesa a Port. Agregue- justamente al ojo verlos.
total de las categorías correspondien- mos que, según Port ( Archiv f ü r S. Pines (Cfr. bibliografía) advirtió
tes a los objetos impersonales que ro- Begriffsgeschichte, ed. Erich Rothac- que en su Kitáb al-Shifa (Libro de la
dean al hombre; por otro, mediante la ker, IV [1959], pág. 227), Kerler fue curación [del alma]) Avicena pareció
"falacia de lo abstracto", que exige re- el primero en usar el término 'imper-
haber recibido la influencia de Juan
gresos infinitos. El primer camino sonalismo' ( Impersonalismos ) , pero
Filopón en la cuestión que nos ocupa
conduce a un impersonalismo que se esto no parece ser históricamente co-
(el mismo historiador habla de un
confunde con el materialismo y el rrecto.
precursor de Avicena: el "précurseur
ateísmo; el segundo conduce a un im- IMPERTURBABILIDAD. Véase
ATARAXIA, ESCEPTICISMO, ESTOICOS, Bagdadien de la théorie de l'impetus"
personalismo que se identifica con el
Yahya ibn Adí [t 973/74]). Avicena
idealismo absoluto y el acosmismo, Y PlTOÓN.
aun el impersonalismo no propiamen- ÍMPETU (ímpetus). Las investiga- pasó en revista varias explicaciones
te materialista ofrece dos caras distin- ciones de Pierre Duhem (v.) a que del movimiento de un proyectil: la
tas que, según ha indicado George H. nos hemos referido en varios artícu- aristotélica (o, mejor, las dos aristoté-
Howison (The Limitó of Evolution, los, especialmente en PARÍS (ESCUE- licas: la de la antiperistasis, según la
1896) se distinguen entre sí sutil- LA DE), continuadas, en parte rectifi- cual el aire es reemplazado por el
mente, pero no por ello menos vigo- cadas, y ampliadas por varios historia- proyectil; y la que puede llamarse
rosamente: el impersonalismo en que dores (C. Michalski, Anneliese Maier, "simultaneista", según la cual el aire
desemboca el evolucionismo de los A. Koyré, S. Pines, E. A. Moody, recibe el poder de ir empujando el
agnósticos, principalmente el evolu- Marshall Clagett, etc.), han proyecta- proyectil); la de Juan Filopón; otra
cionismo spenceriano, que transforma do claridad sobre la noción de impe- parecida a la de Juan Filopón, pero
919
IMP IMP IMP
de carácter discontinuista; y una teo- Olivi considera que la relación en en las ideas del propio Avempace
ría —la adoptada por el propio Avi- cuestión no es "permanente". (Rogelio Bacon, Santo Tomás, Juan
cena— según la cual hay una especie Los análisis más completos y abun- Duns Escoto y —en parte— Guiller-
de "inclinación (en árabe, mayl o dantes de nuestro problema se hallan mo de Occam). La otra se apoyaba
mail) que el movimiento inicial trans- en el siglo xrv. Marshall Clagett (Cfr. en el "aristotelismo ortodoxo" en su
mite al proyectil y que choca con la bibliografía) indica que en este siglo interpretación a v e r r o í s t a (Alberto
resistencia del medio. El mayl o maü aparecieron por lo menos tres diferen- Magno, Egidio Romano, Sigerio de
no es la fuerza que mueve, sino el tes tendencias en los intentos de solu- Brabante [este último, sin embargo,
instrumento de que, por así decirlo, cionar el problema de la continuación parece haberse inclinado posteriormen-
"se vale" la fuerza. El mayl puede ser del movimiento de un proyectil —o te hacia las doctrinas de Santo Tomás
psíquico o físico. El mayl físico pue- cualquier otro "movimiento violen- en el asunto que nos ocupa]). La
de ser "natural" o "violento". El to"—: la tendencia representada por primera de dichas dos corrientes fue
"mayl violento" (gasñ) persiste inde- Francisco de Marchia (v.), según la reasumida, según Moody, y conside-
finidamente a menos de que se opon- cual la fuerza que imprime el movi- rablemente elaborada (y posiblemente
ga otra fuerza (o una resistencia que miento "imprime" a la vez una fuerza modificada) por varios autores del si-
opera como fuerza). En todo caso, el {la llamada vis derelicta) al proyectil, glo xrv: los citados Francisco de Mar-
mayl en cuestión es permanente. Otro que le hace posible continuar su mo- chia, Juan Buridán, Nicolás de Oresme
filósofo árabe, Abü'l-Barakat ( t ca. vimiento; la tendencia representada y Alberto de Sajonia. Así, como ha
1164), desarrolló la teoría del mayl por Guillermo de Occam, según la mostrado Anneliese Maier, la doctrina
aviceniano, pero de alguna manera cual, como el movimiento es, según del ímpetu que culminó en los últi-
"retrocedió" respecto a la doctrina de antes apuntamos, una relación y ésta mos autores citados, y especialmente en
Avicena por cuanto estimó que el se reduce a las sucesivas posiciones en Juan Buridán, fue preparada por mu-
mayl violento "se gasta". el espacio del móvil, no es menester chas discusiones acerca de la naturale-
Juan Filopón y algunos autores ára- admitir una causa especial para expli- za de la fuerza motriz (vía motrix).
bes han sido considerados como pre- car el movimiento (de acuerdo con la Es difícil precisar en qué consiste
cursores de la teoría medieval latina norma Entia non sunt multiplicanda exactamente el ímpetu (ímpetus) se-
del ímpetu, aunque se discute todavía praeter necessitatem [v.]); la tenden- gún Juan Buridán — o según Nicolás
si dichos precursores ejercieron o no cia representada por Juan Buridán, de Oresme y otros "parisienses" del
influencia directa sobre los autores la- según la cual hay efectivamente una siglo xiv. Hemos indicado ya que
tinos medievales que adoptaron, o "fuerza impresa", y ésta es de carác- tal ímpetu se determina en función
desarrollaron, la teoría. Es interesante ter permanente, pudiendo determinar- de dos cantidades. Pero Buridán in-
en todo caso notar que ciertos autores se en función de la cantidad de mate- tentó a la vez, y acaso sobre todo,
que no adoptaron la teoría del ímpetu rial del mismo. determinar la "naturaleza" del ímpe-
(o alguna de sus posibles versiones), Esta última doctrina es la única tu. Éste no es la fuerza impulsiva ori-
y defendieron la explicación aristoté- que merece ser llamada propiamente ginal — pues en tal caso no prosegui-
lica (o alguna de sus posibles versio- "teoría del ímpetu". Así, hay razón ría en principio in infinitum. Tam-
nes) dieron muestra de conocer bien para afirmar que, no obstante los mu- poco es el movimiento en cuanto tal
la doctrina de "la continuación del chos y diversos "precursores" de la del proyectil — ya que este movi-
movimiento del proyectil". Tal ocurre doctrina en cuestión, ésta fue defen- miento es producido justamente por
en los comentarios a Aristóteles de dida por vez primera con toda ampli- el ímpetu. El ímpetu es como una
Rogelio Bacon y de Santo Tomás. Se- tud y consecuencia por Juan Buridán, cualidad, permanente, bien que des-
gún B. Jansen (Cfr. bibliografía), y por los pensadores de la llamada tructible — se entiende, destructible
Pedro Juan Olivi (v. ) fue el primer "Escuela de París" (v.), tales como por un agente que actúe contra ella,
"representante escolástico del actual Nicolás de Oresme, Alberto de Sajo- cual puede ocurrir con otro móvil o
concepto de movimiento", pero lo nia y otros. con la resistencia del medio. Pare-
cierto es que aunque dicho filósofo El considerar a Juan Buridán como ce, pues, que el ímpetu es una especie
expone una de las formas de la "doc- el principal exponente de la teoría de cualidad natural del móvil. Debe
trina de la continuación del movi- del ímpetu no significa ignorar que a observarse al efecto que para Buridán
miento" (la llamada "teoría de la in- la vez culmina en este autor una lar- la doctrina del ímpetu explicaba no
dinatio"), a la vez la rechaza. Según ga historia. Al mismo tiempo, puede sólo el movimiento de un proyectil,
Anneliese Maier (Cfr. bibliografía), estimarse la doctrina de Buridán co- sino todo movimiento "local", inclu-
Pedro Juan Olivi no es un precursor mo ejemplo de una de las posibles yendo especialmente el de la "caída
del concepto moderno de movimien- interpretaciones aristotélicas. Según de los cuerpos", es decir, el movi-
to; lo que dicho pensador hace es E. A. Moody, en efecto, el origen más miento acelerado de los cuerpos que
formular la teoría, similar a la poste- inmediato de las doctrinas al respecto caen. La aceleración de un cuerpo al
rior de Guillermo de Occam, según la en el siglo xiv lo constituyó la crítica caer es explicable, según Buridán, por
cual el movimiento es una relación. a que Avempace sometió varios con- el hecho de que hay una continua
Ello hace que no sea menester ningu- ceptos de la física aristotélica en el impresión del ímpetu en el cuerpo
na causa para la continuación del mo- siglo xn. Desde entonces se formaron mediante la gravedad. De este modo
vimiento del proyectil, pero aunque dos corrientes que interpretaron de se procedía a la unificación de los
esto parece muy próximo al "principio dos modos distintos el fenómeno del diversos tipos de movimiento en un
de inercia" no lo es, pues Pedro Juan movimiento violento. Una se apoyaba solo concepto.
920
IMP IMP
Se ha discutido a menudo en qué La confusión citada se debe al ol-
medida la doctrina del ímpetu ha sido vido de la diferencia entre la men-
un antecedente de la doctrina de la ción (VÉASE) y el uso. Ahora bien,
inercia (VÉASE) y en qué medida el ello no significa que no pueda em-
contenido conceptual de la primera plearse la expresión 'implica' al ha-
se aproxima al de la segunda. Duhem blar de un condicional. Lo que suce-
estimó que la doctrina del ímpetu está de es que tal expresión debe restrin-
muy próxima a la de la inercia, y que girse a las ocasiones en las cuales el
aquélla llevó a ésta. Koyré ha afirma- condicional es lógicamente verdadero.
do que la doctrina del ímpetu y la de Por este motivo, el condicional:
la inercia no son tan similares entre
sí como pretendía Duhem, y que Si Shakespeare fue un dra-
aunque hay en la doctrina del ímpetu maturgo, Lavoisier fue un
mucho de "moderno", no es tan "mo- químico
derna" como la de la inercia. Aunque es un condicional verdadero, en tan-
Galileo empleó el término impeto, lle- to que la implicación:
gó a la formulación de la ley de la
'Shakespeare fue un drama-
inercia en parte por rechazo de una
turgo' implica 'Lavoisier fue
de las formas de la doctrina del ím-
un químico"
petu. Por lo demás, añadimos, aunque
se acentúe la "modernidad" de la es una implicación falsa. Ejemplo de
doctrina del ímpetu —cuando menos implicación verdadera es:
en la forma que dieron a la misma 'Shakespeare fue un drama-
Juan Buridán y Nicolás de Oresme—, turgo" implica 'Lavoisier fue
no puede considerarse que la adhe- químico' implica 'Lavoisier
sión a la mencionada doctrina sea su- fue un químico',
ficiente para caracterizar a un autor
como "moderno", o "pre-moderno". a la que coresponde el condicional
Los mertonianos (VÉASE) se opusie- lógicamente verdadero:
ron por lo general a la doctrina del Si Shakespeare fue un dra-
ímpetu y, sin embargo, fueron en va- maturgo, Lavoisier fue un
rios respectos más "modernos" que químico, entonces Lavoisier
los "parisienses", especialmente en lo fue un químico',
que toca a sus esfuerzos por "cuanti-
Lo que se llaman paradojas de la
ficar" las nociones físicas.
implicación material a las cuales nos-
Ahora bien, descontadas las falsas hemos referido en el citado artículo
analogías entre la idea del ímpetu y sobre la noción de condicional y que
la de inercia, todavía puede sostener- se desprenden de la tabla de verdad
se que hay algunas analogías que no IMPLICACIÓN. Ha sido común en correspondiente a ' 3 ' (véase TA-
son falsas entre la idea de ímpetu y la literatura lógica confundir la im- BLAS DE VERDAD) , son debidas, por
algunas nociones de la física moder- plicación con el condicional (VÉASE) lo tanto, a leer ' ID o 'si.. . enton-
na tal como fue desarrollada por Ga- sin tener en cuenta que mientras en ces' como 'implica'. Cuando así no
lileo y Newton. Una de estas analo- el condicional se emplean enuncia- ocurre, no puede hablarse de para-
gías, acaso la principal de ellas, es la dos, de acuerdo con el esquema: dojas.
que, según Anneliese Maier, existe p=*q, La interpretación material del con-
entre ímpetus y momentum — o fuer- que se lee: dicional, llamada con frecuencia im-
za compuesta por la masa y la veloci- si p, entonces q, plicación material, fue ya expuesta
dad de un cuerpo. por Filón de Megara (VÉASE), se-
pudiendo tener como ejemplo:
gún lo que refiere al respecto Sexto
Si Shakespeare fue un dra- el Empírico (Pyrr. Hyp., II, 110;
maturgo, Lavoisier fue un Adv. log., II, 112-4). Los estoicos
químico, siguieron a Filón por este camino, y
en la implicación se emplean nombres la concepción en cuestión fue reco-
de enunciados, de acuerdo con el es- gida en la Edad Media por Abelar-
quema: do, Juan Duns Escoto, Guillermo de
'p' implica 'q', Occam y otros autores. Se ha deba-
tido, en cambio, si la interpretación
que puede tener como ejemplo: material está o no expresada en Boe-
'Shakespeare fue un drama- cio. Algunos autores ( Lukasiewicz,
turgo' implica 'Lavoisier fue Dürr) se inclinan por la afirmativa.
un químico'. Otros (René van den Driessche) sos-
921
IMP IMP IMP
tienen que Boecio no se adhirió sim- racional; por lo tanto, todo hombre Uno es Maurice Blondel. En su
plemente a la concepción estoica, es racional", esta implicación vale en obra La Pensée (tomo II, págs. 441 y
distinguiendo entre la partícula 'si' aquella materia, porque es materia siguientes) declara este autor que hay
(usada para expresar la implicación necesaria en la cual de un particular un método de implicación (que no
extema) y la partícula 'cum (usada puede inferirse un universal. Pero no debe ser confundido con el método
para expresar la implicación interna). vale por la forma, porque en otra de inmanencia [VÉASE]) y que está
Así, la fórmula: materia, aun teniendo forma semejan- vinculado al sentido tradicional del
(p => q) => (r z> s) te, no es válida, como cuando se dice: implicite. El estar implícita una cosa
'Algún hombre es blanco; por lo tan- en otra puede ser entendido, según
es expresada por Boecio del modo
to, todo hombre es blanco'. La impli- Blondel, en dos sentidos: en el pasivo
siguiente: del envuelto, y en el activo del en-
cación formal vale, pues, en todas
sí, cum est a, est b, cum sit c, est d las condiciones. Con ello se aproxima, volvente. Varios son, según ello, los
(véase Prantl, I, 715. Amm. 162). según Doyle, a lo que Lewis ha lla- modos de inclusión o de implicación.
Lo mismo ocurrió con Abelardo mado la implicación estricta, opuesta Para el citado autor, el método de
(Ouvrages inédits d'Abélard publiés a la material. Diremos ahora algunas implicación debe referirse tanto a
par V. Cousin, 1836). palabras sobre la concepción de Le- datos de hechos como a exigencias de
Entre los modernos resucitaron la wis. derecho. Éstos no se oponen entre
interpretación material Frege y Peir- Este autor considera que su pro- sí o permanecen separados, sino que
ce, y la mayor parte de los lógicos pio empleo de 'implica' está "más forman un conjunto orgánico. Con
posteriores siguieron esta vía. En de acuerdo con los usos habituales lo cual el método de implicación une
cambio, se opuso a tal interpretación de tal relación en la inferencia y en lo a priori con lo a posteriori, el orden
C. I. Lewis, a quien Lukasiewicz ha la prueba". En efecto, el cálculo ba- de los hechos con el de la necesidad.
llamado "un moderno partidario de sado en la implicación estricta "no es Con esto, además, lo explícito no
Diodoro". En efecto, ya Diodoro Cro- ni un cálculo de extensiones, como absorbe a lo implícito. Blondel cree,
no criticó en la Antigüedad la con- la implicación material y el álgebra por lo demás, que dicha idea de im-
cepción de Filón de Megara y opuso Boole-Schroder, ni un cálculo de in- plicación puede remontarse a la no-
a ella su propia interpretación, que tensiones, como los desafortunados ción leibniziana del vinculum substan-
se ha llamado a veces implicación sistemas de Lambert y Castillon. In- tialis (véase VÍNCULO).
diodoriana. Durante mucho tiempo cluye relaciones de ambos tipos, pero Otro es Husserl. Según éste, exis-
se ha supuesto que semejante inter- las distingue y muestra sus conexio- te una forma de implicación entre los
pretación había caído en el olvido nes. La implicación estricta contiene todos y las partes que aparece bajo
y que no lograron resucitarla las re- la implicación material, tal como apa- la forma de la "fundamentación" o,
señas que de la posición de Diodoro rece en Principia Mathematica en mejor, de la "fundación". Ahora bien,
se encuentran en varios pensadores tanto que sistema parcial, y contiene como 'implicación' resulta aquí un
antiguos (Sexto el Empírico, op. cit., también un sistema parcial suplemen- término equívoco, se ha propuesto
Cicerón, Acad. Quaest., II, 143), los tario cuyas relaciones son las de la (por Ortega y Gasset) el vocablo
cuales señalaron claramente que, al intensión". Así, sólo el sistema de la 'complicación' como el más adecuado
revés de Filón, Diodoro manifestaba implicación estricta permite aclarar, para expresar ciertas conexiones (véa-
que la implicación es verdadera sólo según Lewis, lo que implicaría una se Co-IMPLICACIÓN, COMPLICACIÓN).
cuando "no fue imposible ni es po- proposición falsa si fuese verdadera
sible que empiece con lo verdadero y, por lo tanto, abre el campo de la
y termine con lo falso". Sin embargo, inferencia lógica. Tal sistema cons-
encontramos en algunos autores esco- tituye la base de la lógica modal pro-
lásticos huellas de la interpretación posicional edificada por el autor men-
diodoriana. Ejemplo al respecto es cionado (véase MODALIDAD). La ex-
el de Juan de Santo Tomás (Cursus presión 'p implica estrictamente q'
philosophicus. I Árs lógica, Liber II, (simbolizada mediante la fórmula
c. 5, apud J. J. Doyle en The New
Scholasticism, XXVII [1953], 23), el
cual establece, por lo pronto, que la
implicación (llamada bono, conse-
quentia) es "aquella en la cual el
antecedente infiere el consecuente, traducirse metalogicamente mediante
de tal modo que el antecedente no ' 'p' implica lógicamente 'q' '. Así la
puede ser verdadero y el consecuente implicación estricta de Lewis intro-
falso". Esta bona consequentia puede duce las modalidades y a la vez no
ser, empero, materialis y formalis. puede ser entendida sin ellas.
La material es la que se dice buena El término 'implicación' ha sido
solamente por la razón de alguna ma- usado en un sentido general filosófico
teria; la formal es la que se dice ser y no estrictamente lógico, por varios
buena en cualesquiera materia y tér- autores. Nos referiremos ahora a dos
minos. Si se dice 'Algún hombre es de ellos.
922
IMP IMP INC
Citamos, además: D. J. Bronstein, les órganos. Lo usual ha sido conce- referido con más detalle en el artículo
"The Meaning of Implication", Mind, bir las impresiones en el nivel de la sobre este filósofo.
N. S., XLV (1936), 157-80. — D. J. sensación o de la percepción, pero se
Β Hawkins, Causality and Implica- IN. Véase EN, IN SE.
ha hablado asimismo de impresiones IN SE. En el vocabulario latino de
tion, 1937. — Ν. Malcomí, "The Na- en la memoria (v.); en tal caso se
ture of Entailment", Mind, N. S., la escolástica es común distinguir
XLIX (1940), 337-47. — E. Beth, supone que las impresiones han que- entre la expresión in se y la expre-
J. B. Grize, R. M. Martin, B. Mata- dado fijadas de tal modo que pudie- sión in alio. In se significa 'en sí',
lón, A. Naess, J. Piaget, Implication, sen luego recordarse. 'en sí mismo'; in alio significa 'en
formalisation et logique naturelle, Muchos escolásticos han introduci- otro', 'en otra cosa'. Un ser in se
1962. do la noción de "especie (v.) impre- es, pues, un ser cuya realidad le es
IMPOSSIBILIA (DE IMPOSSIBI- sa". Las especies impresas, species propia, mientras que un ser m alio
LIBUS). Véase INSOLUBILIA. impressae, son semejanzas de los ob- es un ser cuya realidad no le es pro-
IMPOSICIÓN. Los escolásticos me- jetos causados por afección de los pia, ya que consiste en existir en
dievales, principalmente los del si- mismos en los sentidos. Cuando se algo que no es él. Observemos que
glo xiv, subdividían los signos con- han relacionado tales especies impre- la distinción en cuestión ha sido usa-
vencionales (véase SIGNO) en dos cla- sas con el intelecto (v.) se han defi- da por otros autores además de los
ses: signos de primera imposición y nido como "semejanzas" producidas escolásticos. Así, en la Ethica de Spi-
signos de segunda imposición. Los por el intelecto activo y la imagen del noza se establece el axioma (Parte
signos de primera imposición son sig- objeto en tanto que ha afectado el I, axioma I): "Omnia quae sunt vel
nos impuestos a los objetos con el intelecto pasivo. La species impressa in se vel in alio sunt" —"Todas las
fin de servirles de signos. Los signos es, según muchos escolásticos, en par- entidades que son o son en sí o son
de segunda imposición son ( a ) sig- ticular tomistas, una similitudo seu en otra entidad"—, y se presenta la
nos que significan algún individuo forma vicaria obiecti, una semejanza definición (Parte I, definición iii):
o (b) signos que significan un agre- o forma vicaria del objeto en tanto "Per substantiam intellígo id quod in
gado de términos. Los signos de la que hace actuar la potencia cognosci- se est et per se concipitur, etc."
clase (a) están subordinados a un tiva con vistas al conocimiento de tal — "Entiendo por substancia lo que
término mental; no así los signos de objeto. La species impressa puede in- es en sí y se concibe por sí, etc."
la clase (b) que carecen de términos formar la potencia cognoscitiva de (Véase SUBSTANCIA.)
mentales a los cuales correspondan, dos modos: entitativamente (entitati- La distinción entre in se e in alio
pues significan solamente nombres ve) o materialmente (materialiter), y es paralela a la distinción entre a se
de (a). cognoscitivamente ( cognoscitive ) o (VÉASE) y ab alio. Lo habitual es re-
Como los signos lo son usualmente inmaterialmente (imnateríaliter). La servar la primera para cuando se ha-
de términos, puede hablarse tam- species impressa se distingue de la bla del ser de una entidad, y la segun-
bién de términos de primera y de species expressa, que es la semejanza da para cuando se hace referencia al
segunda imposición. Los signos (o de la cosa conocida misma. principio (o causa) de que tal entidad
términos) de primera imposición se El término 'impresión* ha circulado procede. En muchos casos el ser in se
subdividen en términos de primera en la filosofía moderna especialmente equivale no sólo al ser a se, sino tam-
y segunda intención. Nos hemos re- en el sentido que le dio Hume. Loc- bién al ser per se y al ser ex se. Puede
ferido a estos últimos términos en el ke había hablado ya de las impresio- distinguirse en el ser in se entre un
artículo Intención (v. ) Hemos visto nes (impressions) que el espíritu se ser in se simpliciter y un ser in se
allí que el uso escolástico había sido ve forzado a recibir (Essay, II, i, secundum quid. Esta última distin-
precedido por el efectuado por cier- 5 25). Hume (VÉASE) distinguió en- ción es paralela a la que hemos men-
tos filósofos árabes, en particular tre impresiones e ideas. Las impresio- cionado en el artículo Absoluto
Avicena. Agreguemos aquí que un nes —sensaciones, pasiones, emocio- (VÉASE ).
texto de este filósofo que resulta nes— poseen mayor vivacidad y fuer- INCERTIDUMBRE ( R E L A C I O -
comprobatorio al respecto es el que za que las ideas. "Por m e d i o del NES DE). En 1927 el físico Werner
consta en Met., I, 2, f. 70, e ibid., término impresión significo —escribe Heisenberg (nac. 1901) presentó una
III, 10, f. 83. Hume— todas nuestras percepciones serie de fórmulas expresando otras
más vivaces cuando oímos o vemos tantas "relaciones de incertidumbre".
IMPRESIÓN. Se ha entendido por
o palpamos u odiamos o deseamos o Suelen conocerse estas relaciones bajo
'impresión' la producción de una hue- queremos. Y las impresiones se dis-
lla, impronta o "carácter" en el alma, el nombre de "principio de incerti-
tinguen de las ideas — que son las
el espíritu, etc. sobre todo cuando dumbre" y también "principio de in-
percepciones menos vivaces de que
éstos han sido concebidos por analo- determinación" o "principio de inde-
somos conscientes cuando reflexiona-
gía con una tabla ( v . ) de cera en la terminabilidad" ( Unbestimmheitsprin-
mos sobre cualesquiera de esas sen-
que los estímulos "inscriben" sus "ti- z i p ) , de Heisenberg. La más conocida
saciones o movimientos antes mencio-
pos" o "imágenes". Más específica- nados" (Enquiry, sec. 2). Las impre- de tales relaciones se formula del mo-
mente se ha entendido por 'impresión' do siguiente:
siones se dividen en impresiones de
la excitación de los órganos de los sensación e impresiones de reflexión Δ ρ - Δ q g: h/4t -π
sentidos por estímulos exteriores, y (Treatise, I, sec. 2); a esta diferencia donde 'ρ' y 'q' se leen 'momento' (a
también la sensación o sensaciones y al modo como es usada en la crítica veces, 'velocidad') y 'posición' respec-
producidas por una excitación de ta- del conocimiento de Hume nos hemos tivamente —o, más e x a c t a m e n t e ,
923
INC INC INC
coordenada instantánea del momen- so físico. Según ello, el determinismo Otro grupo de interpretaciones ad-
to' y 'coordenada instantánea de la que aparece en el mundo macrofísico mite que la relación de incertidumbre
posición' respectivamente— de un es sólo un límite del indeterminismo es una prueba de indeterminismo, pe-
electrón o cualquiera otra de las par- en el mundo microfísico. En otros tér- ro liga este último a una "interven-
tículas elementales subatómicas, y 'h' minos, se ha dicho que en el mundo ción" del observador en el mundo
se lee 'constante de Planck'. 'Δ p' y microfísico rigen leyes estadísticas y subatómico. Estas interpretaciones
'Δ q' se leen 'coeficiente de desvia- no leyes deterministas; por tanto, que destacan la interacción entre el ob-
ción del valor medio del momento en en el mundo macrofísico deben de re- servador y lo observado y ponen de
un instante dado' y 'coeficiente de gir asimismo leyes estadísticas, pero relieve que, en principio, eUo sucede
desviación del valor medio de la po- que dado el número elevado de par- con toda medición física.
sición en un instante dado' respecti- tículas que intervienen en las rela- Frente a los que han acentuado la
vamente. ciones macrofísicas éstas pueden con- posición indeterminista, hay los que
Ello significa que si se mide con siderarse como prácticamente regidas han proclamado que la relación de
máxima precisión una de tales coor- por leyes deterministas. Por consi- incertidumbre no prueba, o no prue-
denadas no se puede obtener simul- guiente, el determinismo sería, según ba todavía, que haya indeterminismo
táneamente un valor preciso para la esta interpretación, una "aproxima- en el mundo físico. Varias son las po-
otra coordenada. Dicho en los térmi- ción"; en principio no habría deter- siciones adoptadas al respecto; men-
nos que se han hecho populares des- minismo, pero lo habría a todos los cionaremos brevemente algunas de las
de la formulación de dicha relación efectos prácticos (de modo análogo, más destacadas.
de incertidumbre: cuanto más exacta- o aunque inverso, a como se consi- Ciertos autores han indicado que la
mente se determina la velocidad (mo- dera euclidiano el espacio para me- idea de que hay interacción entre el
mento) de una partícula, tanto menos diciones efectuadas en la superficie observador y lo observado prueba jus-
exactamente puede determinarse la de la Tierra aun cuando se considere tamente la contrario de lo que han
posición de la misma partícula, y vi- no euclidiano el espacio cósmico; en pretendido demostrar algunos de los
ceversa; o sea, no se puede determi- este caso, el espacio en la superficie que han defendido tal idea, es decir,
nar simultáneamente con la misma de la Tierra sería en principio no eu- prueba que el supuesto indeterminis-
precisión la velocidad (momento) y clidiano, pero sería euclidiano para mo es sólo resultado de una "inter-
posición de una partícula subatómica. todos los efectos prácticos). Se ha lle- vención"; si ésta pudiese eliminarse,
Hay otras relaciones de incertidum- gado asimismo a decir que la relación se eliminaría el indeterminismo.
bre, tales como la expresada en la de incertidumbre de Heisenberg cons- Otros autores han indicado que se
fórmula: tituye una prueba no sólo de que hay ha cometido una confusión al equi-
Δ E - Δ t ^ h/4 π, en el universo físico indeterminación, parar 'determinismo' y 'predictabili-
donde 'Δ E' se lee 'desviación del va- sino inclusive "libertad", o cuando dad'. Esta última no es una condición
lor medio de la energía' y 'Δ í' se lee menos "un principio de libertad", pero necesaria y suficiente de un sistema
"desviación del valor medio de la de- ello es evidentemente ir demasiado le- determinista. No puede, en efecto, de-
erminación del tiempo'. Aquí se jos o, mejor dicho, es un caso de cirse que si un sistema es determinis-
muestra la imposibilidad de determi- μετάβασις β!ς ά'λλο γένος ο "transpo- ta, todos sus estados son predecibles.
nar simuláneamente con la misma sición a otro género". Pueden serlo y pueden no serlo; por
precisión el valor de la energía y la Las interpretaciones anteriores (de tanto, el que no lo sean no es razón
coordenada temporal; cuanto más pre- las que excluimos, por las razones in- suficiente para concluir que el siste-
cisa es la medida del primero tanto dicadas, la última) son llamadas ma no es determinista.
menos precisa es la del segundo, y "interpretaciones reales", es decir, in- Otros autores han expresado la idea
viceversa. Ahora bien, nos atendremos terpretaciones de la relación de incer- de que, puesto que las relaciones de
aquí, como ejemplo de las relaciones tidumbre según las cuales ésta expresa incertidumbre están ligadas a la me-
de incertidumbre de Heiscnberg, sólo algo que acontece efectivamente en la cánica cuántica, una mecánica sub-
a la primera relación, es decir, la que realidad (subatómica). Ello significa cuántica eliminaría las relaciones de
describe la relación entre determina- que no hay en la relación de referen- referencia, o las mantendría única-
ción de momento y posición de una cia nada "subjetivo" y que, por con- mente como parte de un lenguaje ex-
partícula elemental subatómica, por siguiente, no puede atribuirse la "in- clusivamente aplicable al nivel cuán-
ser esta relación la que ha servido determinación" a la "interferencia" tico. Einstein expresó la convicción
principalmente de base a muchas dis- del observador en la realidad física. de que, a pesar de todo, se alcanzará
cusiones entre físicos y filósofos, y El rechazo de todo "subjetivismo" se a ver un día que no hay indetermi-
por ser ella la que es usualmente funda en el reconocimiento de que no nismo. L. de Broglie (que primero
(aunque incorrectamente) citada como hay nada "subjetivo" en la imposibi- defendió la interpretación que hemos
"él p r i n c i p i o de incertidumbre" o lidad de medir con precisión dos can- llamado "real" de las relaciones de
"principio de indeterminación". Para tidades físicas correlacionadas; tal im- indeterminación) y, sobre todo, David
abreviar, llamaremos a esta relación posibilidad es concebida como una Boehm, han postulado un nivel sub-
simplemente "relación de incertidum- consecuencia de las leyes fundamen- cuántico del tipo antes aludido. En
bre". tales estadísticas de la mecánica cuán- tal nivel subcuántico se suponen "pa-
Se ha considerado a menudo tal re- tica — dentro de la cual han sido rámetros escondidos" que restablecen
lación como una prueba de que hay formuladas las relaciones de incerti- el determinismo (en el sentido de
indeterminismo (VÉASE) en el univer- dumbre. sistema determinista'). Aunque hay
924
INC INC INC
un teorema de Johann von Neumann Norwood Russell Hanson, Patterns of cognoscible resulta así parcialmente
según el cual no se puede suplemen- Discovery, 1958, y especialmente cognoscible, por lo menos en lo que
tal la teoría cuántica introduciendo "Copenhagen Interprétation of Quan- se refiere a su existencia y a su ca-
tales "parámetros escondidos", este tum Theory", en American Journal of rácter absoluto, a pesar de que por
teorema está formulado justamente en Physics, XXVII (1959), 1-15, reimp. principio rechaza cualquier predica-
en A. Danto y S. Morgenbesser, eds.,
el nivel cuántico, de modo que tanto Philosophy of Science, 1960, págs. ción.
de Broglie como Boehm no conside- 288-312. — Norwood Russell Hanson, Hay que tener en cuenta, sin em-
ran como un obstáculo insuperable el The Concept of thé Positron, 1962 bargo, que esta incognoscibilidad de
teorema en cuestión. [defensa de la posición de la "Escuela lo Absoluto tiene en la mayoría de los
Finalmente, otros autores han indi- de Copenhage"]. — Muchos de los autores un carácter intelectual o
cado que no es legítimo extraer con- trabajos sobre física contemporánea racional. La simultánea afirmación
clusiones de las relaciones de incerti- citados en la bibliografía de FÍSICA, y de una cosa en sí y de su incognos-
dumbre en cuanto a la cuestión del numerosos trabajos sobre filosofía de cibilidad tal como se manifiesta en
"determinismo" o "indeterminismo" la ciencia citados en la bibliografía
de CIENCIA se refieren al problema el kantismo o en la filosofía de Spen-
—y menos aun en cuanto a la supues- de las relaciones de incertidumbre. cer no sólo ha sido rechazada por
ta eliminación del "principio de cau- INCLUSIÓN. El término 'inclusión' quienes sostienen la cognoscibilidad
salidad" a consecuencia de las relacio- es usado en lógica principalmente intelectual o conceptual de lo Absolu-
nes—, por la sencilla razón de que en dos respectos. to, sino también por quienes indican
los términos 'momento' y 'posición' que si es, en efecto, inaccesible por
En el álgebra de clases se dice que
usados en mecánica cuántica no tie- vía intelectual, resulta accesible, en
una clase A está incluida en una cla-
nen el mismo sentido del que tienen cambio, por otras vías: por medio
se B, cuando todos los miembros de
tales términos en la mecánica clásica. de una intuición que rebase las limi-
A son miembros de B. El símbolo
Las cuestiones suscitadas por las taciones del conocimiento teórico.
de inclusión es ' c', de modo que
relaciones de incertidumbre de Hei- Las diferentes posiciones frente al
'Ad B' se lee 'La clase A está inclui-
senberg son más complejas de lo que problema de lo incognoscible pare-
da en la clase B'. Ejemplo de inclu-
puede hacer pensar la anterior exposi- cen ordenarse, pues, de este modo:
sión de clases es: 'La clase de los
ción. En las disputas entre la llamada 1) afirmación de un en sí incognos-
cocodrillos está incluida en la clase
"escuela de Copenhague" (Niels Bohr cible; 2) afirmación de la radical
de los reptiles anfibios'. No debe con-
y otros) y los que se han opuesto por incognoscibilidad de todo incognos-
fundirse ' c' con V que indica per-
diversos motivos a la misma hay nu- cible, es decir, indicación de que de
merosos aspectos que no pueden acla- tenencia de un miembro a una clase.
lo incognoscible no puede conocerse
rarse sin una larga y paciente presen- La inclusión de clases se define del
ni siquiera su existencia; 3) afirma-
tación técnica de los problemas en modo siguiente:
ción de que si lo incognoscible es
cuestión. Además, no siempre las po- A c B = def. (χ) (χ ε Α => χ ε Β.) inaccesible por vía racional, especu-
siciones están tan clara y tajantemen- En el álgebra de relaciones se dice lativa, no lo es por otras vías; 4) afir-
te delimitadas como lo hemos indica- que una relación fí está incluida en mación de que no existe un en sí
do arriba. Ahora bien, desde el punto S, cuando S relaciona dos entidades, incognoscible, ya porque éste sea,
de vista filosófico, y atendiendo al χ γ y, cada vez que R relaciona como en Fichte, eliminado por la
carácter de la presente obra, conside- igualmente dos entidades, x y y. reducción de todo ser a mero pro-
ramos nuestra presentación como su- El símbolo de inclusión es tam- ducto de la conciencia infinita, ya
ficiente. Aspirábamos simplemente a bién ' c*. Ejemplo de inclusión de porque no se admita un absoluto sin
mostrar que puede aplicarse el análi- relaciones es: La relación primo car- relaciones o porque, como en las
sis filosófico a la interpretación de las nal de está incluida en la relación diversas formas del "positivismo", se
relaciones de incertidumbre siempre primo de. La inclusión de relaciones declare que lo absoluto incognoscible
que tal análisis tenga en cuenta el se define del modo siguiente: es un fantasma metafísico.
lenguaje en que tales relaciones han Roberto Ardigo escribió varios tra-
sido formuladas y las condiciones de R c S = def. (x) (y) (x R y => x S y). bajos sobre el problema de lo incog-
tal lenguaje. INCOGNOSCIBLE. Se llama "in- noscible; destacamos: La dottrina
Véanse las obras sobre "indetermi- cognoscible" a lo que no puede cono- Spenceriana delfinconoscibile, 1899.
nismo en la ciencia y especialmente cerse, y en particular a lo que no — E. H. Grosse, Spencers Lehre vont
en la física" mencionadas en la biblio- Unerkennbaren, 1890.
grafía del artículo INDETERMINISMO; puede ni podrá nunca conocerse — o
consideramos particularmente impor- que se supone no se puede ni se podrá INCONCEBIBLE. Véase INCONDI-
tantes al respecto los trabajos de nunca conocer. En la literatura fi- CIONADO.
Ernst Cassirer, L. de Broglie, David losófica se ha hablado sobre todo de ACONDICIONADO es lo que no
Boehm y Ernest Nagel. A ellos puede "lo Incognoscible" como si fuera un tiene ninguna condición para su exis-
agregarse: A. Einstein, "Remarks "absoluto" del cual pueden, sin em- tencia, lo que existe por sí mismo,
Concerning thé Essays Brought To- bargo, conocerse sus manifestaciones. lo que no depende de otra cosa. El
gether in This Coopérative Volume", Spencer ha llamado incognoscible ser incondicionado es uno de los ca-
en Albert Einstein: Philosopher-Scien-
tist, 1949, ed. P. A. Schilpp. — Jean (Unknowable) o Fuerza al ser absolu- racteres fundamentales del ser abso-
Pierre Vigier, Structure des micro- to del cual son manifestaciones la ma- luto (VÉASE). Como tal, no sólo se
objects dans ΐ'interprétation causale teria y el movimiento, sometidos a la supone que es independiente, sino
de la théorie des quanta, 1956. — ley universal de la evolución. Lo In- que se afirma que todos los demás
925
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seres dependen de él; lo Incondicio- bien, Kant intenta mostrar que en ca- te. Eu psicología se llama a menudo
nado es por ello a la vez lo Condi- da caso se choca con dificultades in- "inconsciente" (o, mejor, "lo incons-
cionante por excelencia. salvables: con los paralogismos de la ciente") al conjunto de los hechos,
En este sentido, lo Incondicionado razón pura, con las antinomias de estados o procesos que no son apre-
es un ser a se ( v. ). A veces se supone la razón pura y con la imposibilidad hendidos por la conciencia, que tienen
que lo Incondicionado es, o es tam- de la prueba ontológica (véanse PA- lugar efectivamente en la zona psíqui-
bién, un ser per se. Pero como esta RALOGISMO, ANTINOMIA, ONTOLÓGICA ca, pero que no son advertidos por el
última forma de ser puede predicarse [PRUEBA], Así, "todas las empresas sujeto. En el psicoanálisis, lo incons-
de toda entidad que tenga capacidad trascendentales de la razón pura son ciente viene a ser la capa más profun-
para existir —sin que exista necesa- la misma empresa, y todas se llevan da de los procesos psíquicos, la región
riamente por sí misma— se puede a cabo dentro de la esfera de la ilu- completamente oscura, a diferencia de
concluir que lo Incondicionado tiene sión trascendental" (ibid., A 702 / la claridad de la conciencia y de la
"aseidad" más bien que "perseidad". Β 820) (véase ILUSIÓN). En suma, semiclaridad de lo subconsciente (VÉA-
Kant discute la noción de incondi- lo incondicionado y sus formas se ha- SE). No todos los procesos inconscien-
cionado (das Unbedingte) en la llan siempre más allá de los límites tes llegan a ser conscientes, sino al
"Dialéctica trascendental" de la Críti- de la experiencia posible. contrario: la parte más considerable
ca de la razón pura. La razón en su Para Hamilton, no puede pensarse de la vida anímica se desenvuelve en
uso lógico busca "la condición univer- lo Incondicionado en modo alguno, lo inconsciente, ya sea ejerciendo una
sal de su juicio" (K.r.V., A 307 Β pues pensar es para este filósofo constante presión sobre la conciencia,
364). En un silogismo hay una condi- esencialmente condicionar. La "filo- la cual censura o no los actos, ya sea
ción —la premisa— que constituye sofía de lo condicionado", opuesta a determinando la conciencia misma
una regla universal. Esta regla está toda especulación sobre lo Incondi- sin que ésta lo advierta. Las relacio-
sometida al mismo requerimiento de la cionado, es el resultado de este su- nes entre lo inconsciente, lo subcons-
razón de encontrar su condición — es puesto. Lo que Hamilton llama el ciente y la conciencia determinan de
decir, la condición de la condición, y principio o ley de lo condicionado se este modo el perfil general de la
así sucesivamente, hasta encontrar lo formula diciendo que "todo lo que vida psíquica.
Incondicionado. Tal regla (o máxima) es concebible en el pensamiento se Mientras en la psicología (no ne-
de la razón se convierte en un prin- encuentra entre dos extremos que, por cesariamente en la metafísica; véase
cipio de la razón pura cuando se ser ambos contradictorios, no pueden infra) anterior a Freud se consideraba
supone que, una vez dado lo condi- ser ambos verdaderos, pero uno de los que los procesos mentales eran siem-
cionado, se dan toda la serie de con- cuales, dada su contradicción mutua, pre conscientes (o que el yo era co-
diciones subordinadas unas a otras. El debe ser verdadero" (Lect. on Met. existensivo con la conciencia), Freud
principio de la razón en cuestión es and Logic, II). Por ello el principio insistió en que tal equivalencia cons-
sintético, pues lo condicionado se ha- de lo condicionado, principio que tituía un prejuicio inadmisible, y,
lla relacionado analíticamente con al- Hamilton considera inmediatamente además, muy perjudicial para el buen
guna condición, pero no se halla rela- evidente por la naturaleza misma de entendimiento de los procesos psíqui-
cionado con lo Incondicionado. Ahora la conciencia, equivale a declarar cos. "Puedo asegurarles —proclamó
bien, los principios derivados del prin- que la mente se ve obligada a ele- Freud en la primera de sus "Leccio-
cipio de la razón de que hablamos gir entre inconcebibles sólo en vir- nes" tituladas Introducción al psico-
son trascendentes con relación a todas tud del principio de contradicción. análisis— que admitir la existencia de
las apariencias (v. APARIENCIA). Ello Lo inconcebible o impensable no se procesos mentales inconscientes repre-
quiere decir que no puede haber uso entiende siempre, empero, de un senta un paso decisivo hacia una nue-
empírico del principio y que, por tan- modo unívoco y por eso las tesis va orientación en el mundo y en la
to, éste difiere radicalmente de los de Hamilton han sido rechazadas ciencia."
principios del entendimiento (v. ). cuando no se han referido a la simple La noción freudiana de lo incons-
El examen de los tres tipos de silo- afirmación de que es imposible con- ciente no es, sin embargo, simple. Se-
gismo —categórico, hipotético, dis- cebir un sujeto sin relaciones, es gún A. C. Maclntyre (op. cit. infra)
yuntivo— le sirve a Kant para deter- decir, un incondicionado puro y hay seis características de esta noción:
minar tres tipos de incondicionado: simple. (1) Lo inconsciente se distingue de lo
la unidad incondicionada del sujeto W. Brugger, S. J- "Das Unbeding- consciente y de lo preconsciente. Por
pensante (en la psychologie rationa- te in Kants Kritik der reinen Ver- lo tanto, parece darse una definición
lis), la unidad absoluta de la serie de nunft", Kant und die Scholastik puramente negativa de lo inconscien-
condiciones de la apariencia (en la heute, ed. J. B. Lotz, S. J., 1955, te. Pero una definición positiva apa-
cosmología rationalis) y la unidad de págs. 109-153. rece tan pronto como se tiene en
la condición de todos los objetos del INCONSCIENTE. Se llama "in- cuenta el complexo de teorías freudia-
pensamiento en general (en la theolo- consciente" ( 1 ) a lo que no ha pene- nas dentro de las cuales la noción de
gia rationalis). Los conceptos de la trado, o acaso no pueda penetrar, en inconsciente desempeña un papel fun-
razón pura (o ideas trascendentales) el campo de la conciencia, y (2) a lo damental. (2) Lo inconsciente es el
se ocupan, pues, en todos los casos que carece de conciencia. En el pri- ámbito dentro del cual tienen lugar
de una "unidad sintética incondicio- mer caso se habla de un hecho in- los procesos primarios, pues aun cuan-
nada de todas las condiciones en ge- consciente, de un estado inconsciente; do algunos procesos secundarios son
neral" (ibid., Β 391 / A 334). Ahora en el segundo, de un ser inconscien- inconscientes, se trata de transforma-
926
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ciones de procesos primarios. (3) El venciendo en virtud de su aspiración
inconsciente se entiende por contraste infinita, o bien, tras la pérdida de sí
con el "ego" y con lo "reprimido". mismo, vuelve a encontrarse en el sa-
(4) Lo inconsciente es el eslabón que ber absoluto. Para el último, la evo-
liga, en el trasfondo, la infancia con lución de la Voluntad es simultánea-
la vida adulta. (5) Lo inconsciente mente el paso de lo inconsciente a
es un trasfondo omnipresente que lo consciente, donde aparece el ma-
ejerce continua influencia causal so- yor dolor y, con él, la plena y autén-
bre el pensamiento y la conducta. (6) tica negación de la voluntad de vivir.
Lo inconsciente es un "lugar" o "es- Finalmente, Eduard von Hartmann
fera" (por lo tanto, algo "existente"). reunió los caracteres de la Idea de
Lo inconsciente es, así, el nombre que Hegel y de la Voluntad de Schopen-
recibe un sistema de actos; en todo hauer en el Inconsciente absoluto,
caso, todos los conceptos freudianos que se manifiesta sucesivamente en
se enlazan en un sistema cuya clave los planos físico, psíquico y metafí- INCORPORALES. La distinción
es la noción de inconsciente. sico y representa el fundamento del
entre entidades corporales y entidades
Los fenomenólogos han rechazado mundo, la finalidad ciega que tiende incorporales fue frecuente entre los
la noción freudiana de lo inconsciente a desenvolverse hasta llegar a la con- filósofos antiguos. Varias cuestiones
por considerar que no tiene sentido ciencia, que es simultáneamente sal- se suscitaron al respecto: (1) ¿Qué
hablar de actividades mentales in- vación y redención de lo creado. entidades son incorporales?; (2) ¿Cuá-
conscientes (por ejemplo, de "pensa- les son las entidades propiamente
mientos inconscientes"). Todo objeto ("metafísicamente") reales: las cor-
en cuanto objeto intencional lo es de porales o las incorporales?; (3) ¿Qué
una conciencia, y aun si hubiese in- relaciones hay entre unas y otras? Las
conscientes, tales actos serían objetos soluciones dadas a una cualquiera
(intencionales) de la conciencia (véa- de estas tres cuestiones dependieron
se sobre este punto especialmente en gran medida del modo de respon-
Jean-Paul Sartre, art. cit. infra).
der a las dos restantes. Aquí s;m-
La noción de inconsciente tiene un
carácter plenamente metafísico no sólo plificaremos y mencionaremos simple-
cuando se hace de ella, como Eduard mente tres posiciones: (a) La de
von Hartmann, el verdadero Absolu- quienes (como Platón) afirmaron
to, sino también cuando se concibe que los incorporales (usamos 'incor-
el universo entero desde el punto de porales' como abreviatura de 'enti-
vista de la mayor o menor conciencia dades incorporales') son las únicas
de cada uno de sus componentes. entidades verdaderamente existentes,
Así ocurre, por ejemplo, en Leibniz, pues se trata de las ideas. Las demás
quien sostiene claramente que la di- existen, pero en forma dependiente
ferencia entre las mónadas radica en (mediante participación [VÉASE] o de
la claridad y distinción con que re- algún otro modo), (b) La de quie-
presentan el mundo, desde la incons- nes (como muchos cínicos y epicú-
ciencia de las almas o mónadas que reos) sostuvieron que solamente exis-
constituyen la materia hasta la con- ten las entidades corporales: es la
ciencia absoluta, la mónada supre- posición calificada de pansomatista.
ma, la máxima y perfecta claridad, (c) La de quienes (como Aristóteles
Dios. Entre ambas se insertan diver- y muchos estoicos) concibieron que
sos grados de conciencia, pero de tal los incorporales existen, pero en un
suerte que hay una tendencia uni- sentido particular del término 'existir*.
versal a pasar de lo inconsciente a lo Nos referiremos más detalladamen-
consciente, de la percepción oscura te a la posición (c), y sobre todo a
y confusa a la percepción clara y la doctrina estoica. Aristóteles había
distinta. De modo diferente, pero admitido que los incorporales plató-
adoptando también un punto de vista nicos (las ideas) existen, pero en las
enteramente metafísico, la noción de cosas. Más difícil es precisar la doc-
lo inconsciente y del paso del mismo trina estoica. Ante todo, los incorpo-
a la conciencia desempeña un papel rales no son, según los estoicos, las
fundamental en los sistemas de Fich- ideas platónicas, sino cuatro especies
te, Hegel y Schopenhauer. Para los de "entidades": lo significado o lo ex-
dos primeros, la dialéctica de la con- presable (λεκτόν), el vacío, el lugar
ciencia se realiza en función de la (VÉASE) y el tiempo — agrupación,
fenomenología del Espíritu, el cual según Bréhier, sumamente original,
encuentra una resistencia que va pues, en efecto, lo significado es una
IND IND IND
entidad semiótica, en tanto que las dos se atribuye a Crisipo, pero fue- Es de día.
demás son entidades "físicas". En ron aceptados rápidamente por casi Por lo tanto, no es de noche.
segundo lugar, hubo dentro de la todos los filósofos estoicos y aun in- Para el quinto (modificamos el
propia escuela estoica muchas dis- corporados a otras lógicas. Referen- ejemplo usualmente dado):
cusiones acerca del verdadero status cias a los mismos se hallan, entre otros O es de día o es de noche.
ontológico de dichas entidades. Mien- textos, en Diógenes Laercio (VII, 79), No es de día.
tras algunos, siguiendo la concepción Sexto el Empírico (Adv. math., VIII; Por lo tanto, es de noche.
cínica y epicúrea, preferían acentuar 223; Pyrr. Hyp., II, 156-7), Ga-
el pansomatismo y negar todo ser Lukasiewicz fue el primero en mos-
leno (Inst. Log., 32), Cicerón (Top., trar que tales esquemas constituyen
a los incorporales, otros declaraban 57); especialmente detallada es la
que la supresión pura y simple de una clara prueba de que los estoicos
reseña que da acerca del particular desarrollaron con gran rigor la lógica
éstos creaba más dificultades de las Sexto el Empírico. Algunos autores
que resolvía. Por este motivo la ma- proposicional. Si durante mucho tiem-
(Cicerón, Galeno) mencionan más po esto no fue advertido por los histo-
yor parte de los pensadores estoicos de cinco de tales esquemas o modos
se inclinó hacia una concepción de riadores de la lógica, es porque éstos
de argumentación, pero lo usual es se apoyaron en el texto de la Geschich-
los incorporales que entra plenamen-
reducirlos a cinco. Los estoicos usa- te, de Prantl (I, 473), donde los es-
te dentro de la posición (c) — una
posición por así decirlo "mediadora". ban números ordinales como letras quemas en cuestión son falsificados
Los estoicos negaban, en efecto, que preposicionales; a tenor de ello, por la introducción de la partícula 'es'
los incorporales fueran activos o pa- formulaban los cinco esquemas si- (la cual no se encuentra en las exposi-
sivos; tales propiedades pertenecen guientes: ciones antiguas). Así, Prantl sustituyó
sólo a los corporales. Por lo tanto, Primer indemostrable: falsamente el esquema 'Si lo primero,
se oponían a la doctrina platónica entonces, lo segundo. Lo primero. Por
Si lo primero, entonces lo segundo. lo tanto, lo segundo' por el esquema:
acerca de la actividad de los incor- Lo primero.
porales y se acercaban a la doctrina 'Si lo primero es, es lo segundo; pero
Por lo tanto, lo segundo. lo primero es; por lo tanto, lo segundo
aristotélica. A diferencia de Aristó-
teles, sin embargo, no solamente da- Segundo indemostrable: es', y así sucesivamente. Los historia-
ban otra lista de incorporales, sino Si lo primero, entonces lo segundo. dores actuales de la lógica antigua
que negaban que los incorporales es- No lo segundo. (Bochenski, Benson Mates, J. T. Clark,
Por lo tanto, no lo primero. S. J., etc.) siguen, en cambio, la co-
tuvieran "en las cosas". Como indica
Tercer indemostrable: rrecta lectura de Lukasiewicz. Obser-
Bréhier, los incorporales estoicos "se
vemos que los indemostrables pueden
hallan en el límite de la acción de No a la vez lo primero y lo segundo ser considerados como tautologías de
los cuerpos". No son, pues, mera- Lo primero. la lógica sentencial o como esquemas
mente inexistentes. No existen tam- Por lo tanto, no lo segundo. de inferencia metalógicos. Esta últi-
poco como principios de los seres cor- Cuarto indemostrable: ma interpretación es la que mejor se
porales. No se hallan en éstos ya sea ajusta a la realidad, pues se trata de
O lo primero o lo segundo.
ontológica, ya sea epistemológicamen- esquemas o modos de argumentación
Lo primero.
te. Pero tampoco existen separada- válidos para ejecutar inferencias co-
Por lo tanto, no lo segundo.
mente, sino en esa forma "limitante" rrectas y, por consiguiente, de reglas
que los hace a la vez existir y no Quinto indemostrable:
de inferencia para el cálculo sen-
existir. O lo primero o lo segundo. tencial.
E. Bréhier, "La théorie des incor- No lo primero.
Por lo tanto, lo segundo. INDEPENDENCIA (EN LAS PRO-
porels dans l'ancien stoïcisme", Ar-
chiv fur Geschichte der Philosophie, POSICIONES). Véase OPOSICIÓN.
Los propios estoicos proporciona-
XXII (1909), 114-25; también ed. ban ejemplos de tales esquemas. Así, INDETERMINISMO. Nos hemos
aparte; recogido en Études de philo- referido a la posición llamada "inde-
sophie antique, 1955, págs. 105-16. para el primer indemostrable tene-
mos: terminismo", o al concepto de indeter-
INDECIDIBLE. Véase DECIDIBLE, minismo en varios artículos; tales, por
GODEL (PBUEBA DE). Si es de día, hay luz. ejemplo, ALBEDRÍO (LIBRE), AZAH,
INDEFINIDO. Véase INFINITO, Es de día. CONTINGENCIA, DETERMINISMO, LI-
Juicio, PROPOSICIÓN. Por lo tanto, hay luz. BERTAD, NECESIDAD, PREDESTINACIÓN,
INDEMOSTRABLES. Los viejos Para el segundo: VOLUNTAD. Daremos aquí una visión
estoicos introdujeron en su lógica Si es de día, hay luz. de conjunto de los significados de 'in-
preposicional varios esquemas de ar- No hay luz. determinismo' a base de algunas de
gumentación simples y válidos que Por lo tanto, no es de día. las referencias contenidas en tales ar-
consideraron indemostrables. Estos ar- Para el tercero: tículos más varias informaciones com-
gumentos eran considerados, pues, plementarias.
No es a la vez de día y de noche.
como axiomas o principios del razo- De modo muy general se llama
Es de día.
namiento. El término 'indemostrable' "indeterminismo" toda doctrina según
Por lo tanto, no es de noche.
( αποδεικτικός ) significa que no ne- la cual los acontecimientos de cual-
cesita ser demostrado a causa de su Para el cuarto: quier índole que sean no están deter-
.evidencia. La invención de tales mo- O es de día o es de noche. minados. Según el determinismo (en
928
IND IND
general), todo sucede "necesariamen- mente dedicado a tales relaciones.
te" (en varios sentidos del término El indeterminismo psíquico, psico-
necesario'). Según el indeterminismo ético, espiritual, etc., ha sido objeto de
(en general), nada sucede "necesaria- discusión en casi todas las ocasiones
mente", o algunos acontecimientos en las que se ha planteado el proble-
por lo menos tienen lugar de modo ma de la libertad humana. Parte de
"no necesario". Así, el indeterminis- lo que puede decirse al respecto se
mo se contrapone en todos los casos halla en los artículos sobre los con-
al déterminisme. Ahora bien, el senti- ceptos de Libre albedrío, Libertad,
do de 'indeterminismo' depende en Voluntad y algunos otros. Añadire-
gran medida del significado dado a mos, sin embargo, que con frecuencia
'déterminisme'. A los varios sentidos se ha distinguido entre el indetermi-
del término 'determinismo' (VÉASE) nismo y la afirmación de la libertad.
corresponden otros tantos sentidos de En ocasiones se ha tendido a identifi-
'indeterminismo'. Por otro lado, en car, o cuando menos a aproximar, las
cuanto se contraponen a un determi- doctrinas indeterministas con las que
nismo dado, las doctrinas indetermi- defienden el libre albedrío. Ciertos
nistas se definen generalmente en re- autores (Fichte, algunos existencia-
lación con lo que se supone que sea listas) identifican el indeterminismo
la "razón del determinismo". La razón con la afirmación de la libertad siem-
de la determinación de los aconteci- pre que esta última sea entendida
mientos puede ser un decreto de Dios, como un acto radical de "ponerse a sí
o un principio, o la suposición de una mismo", de "autoafirmarse" en cuanto
cadena causal estricta. El indetermi- existencia, etc.
nismo suele negar no sólo que los Una de las corrientes que más in-
acontecimientos (o algunos aconteci- equívocadamente pueden calificarse
mientos) estén determinados, sino de "indeterministas" es la corriente a
también, y a veces especialmente, la veces llamada "esplritualismo fran-
"razón" de la supuesta determinación. cés", que comprende, entre otros, a
Puede hablarse de un "indetermi- Lachelier, Boutroux y Bergson. Este
nismo general" y de "indeterminismos último autor ha puesto en claro la
especiales". El indeterminismo gene- idea de indeterminismo al sostener
ral se refiere a cualesquiera aconteci- que una doctrina indeterminista no
mientos; en todo caso, abarca por sólo no es determinista mas no es tam-
igual los acontecimientos físicos y los poco finalista, ya que el finalismo
psíquicos. De los "indeterminismos (véase FIN, TELEOLOGÍA) suprime la
especiales" se destacan dos: uno, lla- esencial indeterminación del "ser es-
mado "indeterminismo físico" y otro piritual" tanto como el determinismo.
llamado, según los casos, "indetermi-
nismo psíquico", "indeterminismo psi-
cológico", "indeterminismo espiritual"
e "indeterminismo espiritualista". En
la mayor parte de los casos este últi- INDICACIÓN. Véase SIGNO.
mo tipo de indeterminismo tiene en ÍNDICE. Véase SIGNO.
cuenta actos o acciones en los que INDIFERENCIA. Los términos 'in-
van implicadas las ideas de mérito, diferencia', 'indiferente' e 'indiferen-
culpa, responsabilidad, etc. tismo' han sido usados en varios sen-
Ños hemos extendido sobre el in- tidos. He aquí algunos:
determinismo físico en los artículos ( 1 ) 'Indiferente' traduce el voca-
AZAR y CONTINGENCIA; asimismo, blo griego άδιάφορον, usado por mu-
aunque desde otros puntos de vista, chos filósofos estoicos: "lo que ellos
en los artículos DETERMINISMO y FU- [los estoicos] llaman άδιάφορον lo lla-
TURO. Debe advertirse, sin embargo, mo, y viene muy al caso, mdifferens"
que las doctrinas indeterminadas físi- (Cicerón, De fin., III, 53). Según los
cas están embebidas con frecuencia estoicos, es indiferente lo que no per-
en una doctrina indeterminista gene- tenece ni a la virtud ni al vicio. Las co-
ral. El término 'indeterminismo' ha sas indiferentes (αδιάφορα, indifferen-
circulado asimismo con ocasión de los tia) son, pues, neutrales ("moraknen-
debates en torno a las llamadas "re- te neutrales"). Ahora bien, el modo
laciones de incertidumbre" (o "inde- como se usen esas cosas indiferentes
terminabilidad"), de Heisenberg; re- puede introducir una diferencia. Así,
mitimos al efecto al artículo especial- por ejemplo, la vida humana como
IND IND IND
tal es indiferente, pero el modo de diferencia" fue adoptada por Adelar- ro, que en el caso de la moneda hay
usar (de dirigir) la vida —hacia la do (VÉASE) de Bath en su De eodem ya una restricción, por cuanto se es-
virtud o hacia el vicio— no es indi- et diverso. También Guillermo de tablece que solamente puede caer
ferente (Dióg. L., VII, 103-4; Sex- Champeaux parece haber sido condu- de cara o de cruz.
to, Pyrr. Hyp., III, 177; Séneca, Ep., cido por Abelardo a la afirmación El sentido (1) de 'indiferencia' es
X, 82). de un realismo atenuado: el "realis- a la vez ético y antropológico-filosó-
(2) Se llama "indiferencia" o "es- mo de la indiferencia". fico. El sentido (2) es psicológico. El
tado de indiferencia" a un estado psí- (7) Kant llama indiferentismo (Cfr. sentido (3), a la vez psicológico,
quico en el cual se hace imposible, o Prefacio a la 1» ed. de la Crítica de ético y teológico. El sentido ( 4 ) , on-
parece ser imposible, toda decisión, la razón pura) a la posición adop- tológico-descriptivo. El sentido ( 5 ) ,
elección, preferencia. En el estado de tada en la teoría del conocimiento predominantemente existenciario
indiferencia no hay voluntad ( v . ) . En que oscila entre el dogmatismo y el (VÉASE). El sentido ( 6 ) es lógico y
la indiferencia extrema ·—o abulia— escepticismo. ontológico. El sentido ( 7 ) , epistemo-
la falta de voluntad engendra una si- (8) Schelling ha definido la indi- lógico. El sentido ( 8 ) , metafísico. El
tuación peculiar y hasta paradójica: ferencia como identidad de los con- sentido (9), lógico y matemático.
la situación en la cual hay una espe- trarios en el seno del Absoluto. Hay Algunos de estos sentidos se entre-
cie de "voluntad" de no tener volun- entonces completa indiferencia de su- cruzan —como (2) y (3)—; otros
tad — la "voluntad". jeto y objeto. Según dicho autor, no son específicos de una disciplina,
( 3 ) Según algunos autores, la in- debe confundirse, empero, la indife- de una tendencia o de un autor
diferencia constituye una de las bases rencia con la identidad: la indife- — como (5), (7), (8) y (9).
del libre albedrío (VÉASE). Este úl- cia no es identidad absoluta, sino INDISCERNIBLES (PRINCIPIO
timo es definido a veces como liber- identidad de un Absoluto. Por eso "la DE LOS). El llamado principium
tad de indiferencia, libertas indiffe- indiferencia de conocimiento y de identitatis indiscernibilium se debe
rentiae (y también liberum aibilrium ser no es identidad simple entre sobre todo a Leibniz, por lo que se
indtfferentiae ). Ciertos autores esti- A como sujeto y A como objeto (Spi- llama asimismo principio de Leibniz.
man que la libertad se funda en se- noza ), sino indiferencia de A = A Escribimos 'sobre todo', porque se
mejante "libre albedrío". Otros se- como expresión del ser y de A = A ha puesto de relieve que ya algunos
ñalan que el liberum arbitrium indtf- como expresión del conocer" (WW. pensadores estoicos habían recono-
ferentiae tiene un carácter puramente 1, 4, 184). cido tal principio, bien que de un
negativo y que no puede dar origen ( 9 ) En el cálculo de probabilida- modo poco preciso y refiriéndolo
a la libertad; ésta se constituye me- des se ha llamado principio de indi- únicamente a sus resultados (la in-
diante un acto positivo de la volun- ferencia ( y a veces principio de ra- existencia de dos entidades exacta-
tad. En efecto, se supone que la li- zón insuficiente [v.]) al que afirma mente iguales). Así, Séneca (Ep., 113,
bertad de indiferencia es una "indife- que cuando no hay una razón conoci- 16) escribió que todas las cosas son
rencia de equilibrio" y que ésta por sí da para establecer probabilidades ma- diferentes entre sí y que no hay dos
sola es incapaz de mover la voluntad. yores o menores (esto es, probabilida- hojas o, en general, dos seres vi-
( 4 ) La indiferencia se opone a la des desiguales) hay que suponer que vientes exactamente iguales. La mis-
necesidad. Se establecen varias cla- hay las mismas probabilidades (o ma afirmación se encuentra en varios
ses de indiferencia: activa (como la probabilidades iguales). Así, según el pensadores renacentistas, especialmen-
indiferencia del hombre para sentir principio de indiferencia, si se arro- te en Nicolás de Cusa, y modernos
o comprender una cosa más que otra); ja al aire una moneda hay una pro- (en parte Suárez, Malebranche).
pasiva (como la indiferencia de la babilidad de & de que al caer al Leibniz formuló, explicó y defen-
materia para recibir varias formas); suelo salga cara y una probabilidad dió el principio de la identidad de los
objetiva (o indiferencia del objeto de /á de que salga cruz. El principio indiscernibles en numerosas ocasio-
respecto a los actos de la voluntad); en cuestión fue ya establecido por nes. Nos limitaremos a tres pasajes.
subjetiva (o indiferencia del sujeto Jacob Bernoulli; aceptado durante En la Cuarta carta a Clarkc (de la
para querer o no querer un objeto mucho tiempo por los matemáticos llamada "Correspondencia entre Leib-
propuesto ). fue sometido a crítica en la época niz y Clarke", de 1715-1716; Ger-
(5) La indiferencia puede consi- contemporánea por varios matemá- hardt, VII, § 93), Leibniz indica que
derarse como un temple (VÉASE) de ticos y lógicos (von Kries, J. M. el principio en cuestión es consecuen-
ánimo que cubre todas las cosas con Keynes, etc.). Según Keynes, la apli- cia del principio de razón suficiente
un velo que las hace aparecer igua- cación indiscriminada del principio (VÉASE), lo que muestra, dicho sea de
les. Según Heidegger, este tipo de conduce a resultados paradójicos. Por paso, la fecundidad de este último
indiferencia emerge en los estados de ejemplo, si decimos "Este libro es "gran principio". "Infiero de este
auténtico y profundo aburrimiento. rojo", hay una probabilidad de /á principio [de razón suficiente], entre
( 6 ) Una de las posiciones en la de que sea rojo; si decimos "Este otras consecuencias, que no hay en la
disputa de los universales (VÉASE) es libro es azul" hay una probabilidad Naturaleza dos seres reales absolutos
aquella según la cual las especies son de Κ de que sea azul, y si decimos que sean indiscernibles, pues si los
definidas como la indiferencia de los "Este libro es negro" hay una pro- hubiera Dios y la Naturaleza obra-
individuos. Los universales son con- babilidad de 5á de que sea negro. rían sin razón tratando el uno de mo-
cebidos entonces indifferenter y no Con ello tendríamos tres alternativas do distinto que el otro". Sería absur-
essentialiter. La "doctrina de la in- de probabilidad. Observemos, empe- do, en suma, que hubiese dos seres
??0
IND IND IND
indiscernibles; dados tales dos seres, En cambio, Kant criticó el princi- En la lógica actual el principio de
uno no importaría más que el otro y pio leibniziano de la identidad de los Leibniz se formula enunciando que
no habría razón suficiente para elegir indiscernibles manifestando que Leib- dos entidades, * e (/, son idénticas si
uno más bien que el otro. En los niz confundió las apariencias (véase tienen las mismas propiedades. El
Nouveaux Essais, Libro II, cap. xxvii APARIENCIA) con las cosas en sí y, de principio se simboliza mediante el
(Gerhardt, V, 213), Leibniz estima consiguiente, con inteligibles u obje- bicondicional:
que las diferencias externas no son tos del entendimiento puro. Si las apa- (H"+i F") ΞΞ H"-i (G*))
suficientes para distinguir o indivi- riencias son cosas en sí, el principio
dualizar un ser: "Es menester que, en cuestión, declaró Kant, es indiscu- en el cual se muestra que dos enti-
aparte la diferencia del tiempo y del tible (K. r. V., A 264 / 320). Pero las dades son idénticas si tienen las más
lugar, haya un principio interno de apariencias son objetos de la sensibi- propiedades extensionales, es decir,
distinción, y aunque haya varias cosas lidad; la pluralidad y la diferencia si pertenecen a las mismas clases.
de la misma especie, es, sin embargo, numérica no son dadas ya por medio Por consiguiente, una formulación ri-
cierto que no hay nunca cosas per- del espacio como condición de las gurosa del principio requiere cuanti-
fectamente semejantes. Así, aunque el apariencias externas. Intuir dos cosas ficar los predicados y tiene su lugar
tiempo y el lugar (es decir, la rela- en la lógica cuantificacional superior.
en dos diferentes posiciones espacia-
ción con el exterior) nos sirven para Cuando la cuantificación se limita a
les es, pues, suficiente para conside-
distinguir las cosas que no distingui- las letras argumentos, la fórmula re-
rarlas numéricamente distintas. "La sultante:
mos bien por sí mismas, las cosas no diferencia de los lugares (Orter) —es-
dejan de ser distinguibles en sí. Lo cribe Kant— hace la pluralidad y (*) (y) (x = y=(Fx = Fy)) (2)
preciso [lo característico] de la iden- distinción de los objetos, en cuanto es solamente aproximada al principio*
tidad y de la diversidad no consiste, apariencias, no solamente posible, si- de los indiscernibles, pues enuncia
pues, en el tiempo y en el lugar, aun- no también necesaria, sin que sean únicamente que si dos entidades, χ
que sea cierto que la diversidad de las menester otras condiciones" ( A 272 / e y, son idénticas, lo que es verdadero
cosas va acompañada de la del tiempo Β 328; Cfr. t a m b i é n A 2S1-2 / Β de χ es verdadero de y. ( 1 ) expresa,
o del lugar, por cuanto acarrean con- 337-8). pues, el principio de Leibniz, mien-
sigo impresiones diferentes sobre la Entre los pensadores contemporá- tras (2) expresa la llamada lev de
cosa". En Monadologie, § 9 (Ger- neos, el principio de los indiscernibles sustituividad de l:i identidad. Ob-
hardt, V, 608) Leibniz indica que ha sido examinado sobre todo desde servemos que ( 1 ) recibe asimifiüo-
cada mónada es distinta de las demás. el punto de vista lógico. Nos referi- otras formulaciones. Así, puede sus-
"Pues no hay jamás en la Naturaleza mos luego a la presentación del prin- tituirse en ( 1 ) el bicondicional '='
dos seres que sean perfectamente cipio dentro de la lógica matemática. por el condicional '3 '. También pue-
iguales y en los que no sea posible Pero antes haremos observar que, de formularse a base de propiedades-
encontrar una diferencia interna, o aparte esta presentación, varios fi- intensionales y no de propiedades,
fundada en una denominación intrín- lósofos y lógicos han discutido el extensionales.
seca." sentido o los sentidos en que el prin-
Los seres no difieren entre sí, pues, cipio puede ser o puede no ser acep-
sólo numéricamente, solo numero. No tado. Algunos autores han indicado
está excluida in abstracto la existen- que carece de sentido inclusive afir-
cia de dos indiscernibles, pero en vir- mar o negar que dos cosas puedan
tud de la razón suficiente hay que tener todas sus propiedades en común
excluir tal existencia in concreto (véa- a menos que previamente se hayan
se, sin embargo, INDIVIDUACIÓN ). distinguido. Otros señalan que si el
Los leibnizianos aceptaron el prin- principio puede negarse sin que la
cipio de la identidad de los indiscer- negación sea contradictoria consigo
nibles. En su Ontología ( S í 179-224) misma, el principio carece de interés.
Wolff trata De Identitate ir Similitu- Otros señalan que puede imaginarse
dine en cuanto "afecciones del ente un universo radicalmente simétrico en
en general". Puede entonces definir el cual todo lo que sucede en cual-
la identidad como completa sustitui- quier lugar puede ser exactamente
bilidad de dos entes (§ 181); indicar duplicado en un lugar a igual distanr
que si los entes determinantes son cía de lado opuesto del centro de la
iguales, los entes determinados son simetría, en cuyo caso habría objetos
iguales, y viceversa ( § 5 192-3); numéricamente distintos, aunque in-
hablar de la identidad de dos cosas discernibles. Otros arguyen que en
con una tercera como siendo todas un universo semejante sería posible
idénticas entre sí ( $ 223 ). Pero cuan- la indiscernibilidad de dos objetos
do en su Cosmología ( $ $ 246-8 ) se numéricamente distintos solamente
refiere a entes que existen en la Na- porque se introduce un punto de ob-
turaleza, Wolff mantiene el principio servación con respecto al cual las dos
de la identidad de los indiscernibles mitades del universo están situadas
en el sentido leibniziano. en dos lugares diferentes.
931
IND IND IND
of Indiscernibles", Mind, Ν. S., LXIV to, debemos suponer que la forma en el platonismo. Pues no es sufi-
(1955), 522-7. hace que una cosa sea lo que es, pero ciente indicar, como hace el Estagi-
INDIVIDUACIÓN. Se llama "prin- no lo que es: la forma es el hecho rita, que la materia de que se trata
cipio de individuación" y también de ser, pero no el hecho de ser. Así, en una clase determinada de indi-
"principio de individualización" (prin- pues, sólo queda la materia como viduos es "numéricamente diferente
cipium individuationis; principium in- principio individuante. Esto es posi- y específicamente una" sin aclarar a
dwidui) al principio que da razón ble, con todo, porque la materia no fondo, cosa que el filósofo no hace,
de por qué algo es un individuo, un es el receptáculo indeterminado pla- el significado de la antedicha fór-
ente singular. El primer autor que se tónico, la χώρα, sino algo ya deter- mula.
ocupó ampliamente de este principio minado, como dirá luego Santo To- Acaso una solución mejor sea la
y de los problemas por él suscitados más, materia signata quantitate. Por de suponer que la noción de indivi-
fue Aristóteles, en particular al tratar ejemplo, la materia de todos los cuer- duo es susceptible de poseer diferen-
de las nociones de substancia (VÉASE), pos naturales es la tierra, el fuego, tes grados. El propio Aristóteles insi-
el agua, el aire. La materia de los núa una solución semejante cuando
forma (v. ) y materia ( v . ) . Por lo
astros es el éter. La de los cuerpos parece concebir el alma del hombre
pronto, pueden darse tres respuestas
orgánicos, los tejidos. La de los seres como una forma individual. En tal
a la cuestión: "¿En qué consiste el humanos, los órganos. Etc., etc. Se caso, el principio de individuación
principio de individuación?", cuestión dirá que entonces nos las habernos sería más "material" en clases de
ligada a la siguiente: "¿Qué es lo que con un principio de individuación que seres que poseyeran menos individua-
hace que algo sea un individuo?" se aplica solamente a clases de seres lidad que otras, y más "formal" en
La primera respuesta es: el princi- y que, por consiguiente, no es lo el caso inverso. Por ejemplo, mientras
pio de individuación está constituido bastante individuante. Pero podemos la distinción entre la piedra * y la
por la forma y por la materia, es de- retinar nuestra concepción de la "ma- piedra y sería casi imperceptible en
cir, por el "individuo concreto" o "el teria cualificada" en varios sentidos. lo que toca a la individualidad, la
compuesto", σύνολον]. E s t a respuesta Tomemos, por ejemplo, los hombres. diferencia entre Juan y Pedro sería
es en algunos respectos semejante a El tamaño (ser alto, gordo, etc.), el muy acusada. Debe advertirse, em-
algunas de las proposiciones a que nos color (ser blanco, amarillo), las dis- pero, que al señalar que el Estagiri-
referiremos luego; por ejemplo, a la posiciones corporales (estar en buena ta "insinuó" esta solución hemos que-
proposición de que la entidad singu- o mala salud), las características psi- rido destacar que se trata sólo de
lar misma constituye su propio prin- cológicas (ser abúlico, inteligente) una indicación vaga. En efecto, no
cipio de individuación; y también a son todos propiedades de la materia debe olvidarse que para Aristóteles
la proposición de que no se necesita, humana. Así, podemos decir que la "la substancia no admite variación
propiamente hablando, un principio concepción aristotélica de la mate- de grado" (Caí., I 5, 3b-4a), lo que
de individuación, ya que un individuo ria, cuando menos en el nivel del supone que nada de lo que es una
dado es "esta realidad determinada" hombre, es igual a la concepción de substancia (o individuo) puede ser
•— y, sobre todo, "esta substancia". las circunstancias humanas. Lo que más o menos de lo que es. El con-
La segunda respuesta es: el princi- permanece igual en todos los hom- flicto entre la citada insinuación y
pio de individuación está constituido bres es (según la concepción clásica) esta última doctrina es, de todos mo-
por la materia (en el sentido aristoté- el ser un animal racional, lo que es dos, iluminativo para la comprensión
lico de este término). Esta respuesta equivalente a la propiedad de parti- del pensamiento del Estagirita, pues
se considera (erróneamente) como la cipar en una inteligencia activa, expresa cierto conflicto entre su me-
única propiamente aristotélica. Ahora propiedad que se reconoce en el he- tafísica general y su doctrina del
bien, aunque no sea la única respuesta cho de aceptar los principios raciona- alma.
que ha dado Aristóteles a nuestra les. Pero el modo como tales princi- La tercera respuesta es: el princi-
cuestión, ha sido una de las más in- pios son reconocidos es distinto en pio de individuación es la forma. Se
fluyentes. Las razones para su adop- cada uno de los hombres. Con lo cual ha indicado algunas veces que esta
ción son varías. Ante todo, ésta: co- resolvemos la famosa dificultad de doctrina no es aristotélica. Pero lo
mo la forma es universal, no puede que la materia no puede ser el prin- cierto es que cuando menos el Esta-
explicar por qué un individuo es un cipio de individuación por el hecho girita la aplica al analizar realidades
individuo. La forma es, ex hypothe- de no ser cognoscible. Pues esto es tales como el primer motor y aun
sei, la misma en una clase dada de cierto acaso para la "materia pura", las inteligencias activas. En este caso
individuos. Desde el punto de vista pero no para la "materia cualificada". habría ciertos seres (como Dios y
de la forma, Juan, Pedro y Antonio Sin embargo, con ello no resolvemos los ángeles en las teologías escolás-
son lo mismo: todos ellos son hom- todavía la dificultad que plantea el ticas) que serían al mismo tiempo
bres, es decir, animales racionales. hecho de que con el fin de cualificar individuos y formas, habiendo sólo
Dentro de la filosofía platónica (o la materia necesitamos de algún mo- un individuo para cada forma. El
atribuida comunmente a Platón), do la forma, pues la forma es la problema, empero, consiste en saber
esto no constituye grave problema, cualidad de una materia dada. Dicho si puede utilizarse esta idea para
pues Juan, Pedro y Antonio son sea de paso, esta última dificultad otros tipos de substancias. A nuestro
sombras o copias de la Idea del constituye uno de los motivos por entender, hay al respecto dos posi-
Hombre. Pero en la filosofía de Aris- los cuales Aristóteles "recae" con gran bilidades:
tóteles es una dificultad. Por lo tan- frecuencia, tras haberlo descartado, (a) Si admitimos la teoría de los
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IND IND IND
grados de individualidad, podremos Estas posiciones pueden reducirse a esencia ni tampoco la materia, n>
afirmar que cuanto más elevada sea tres. un accidente extrínseco a la esen-
una realidad en la jerarquía de los (1) Por una parte, los filósofos cia, ni uno de los elementos consti-
entes tanto más tendrá la tendencia nominalistas extremos sostenían que, tutivos de ésta. Es un principio posi-
a acoger la forma y no la materia existiendo una idea separada de la tivo, inherente a la esencia; en otros
como principio de indiduación. Así, cosa, o, si se quiere, no habiendo términos, es una modalidad de la
la controversia entre la forma y la más realidad que "esta realidad de- substancia. Este principio es la haec-
materia como principios de indivi- terminada", el principio de indivi- ceídad (VÉASE). Entre ella y la
duación podrá resolverse de acuerdo duación no es necesario, pues el pro- substancia no hay distinción real,
con las realidades correspondientes. blema se plantea más bien con res- sino únicamente formal. Mas esta
En los niveles inferiores de realidad pecto a los universales, cuya razón distinción formal no es una pura crea-
el principio será la materia; en los se nos escapa a menos que los con- ción del espíritu, como supondría el
niveles superiores, la forma. Y en el sideremos como radicados en la men- nominalismo, ni tampoco algo radi-
nivel intermedio (por ejemplo, el te. De ahí la dificultad de la ciencia, cado en la naturaleza de la cosa mis-
nivel humano), el predominio de la pero de una ciencia que tenga por ma y sus distinciones totales. La
forma o de la materia dependerá modelo los supuestos platónico-aristo- haecceitas es la particularización o
del grado y perfección en la indivi- télicos, de la ciencia de la articula- individualización de la esencia y no
dualidad de un hombre dado. ción de lo real en géneros y especies, la forma misma de la cosa, pues ésta
(b) Si entendemos la noción de ya que la causa es en tal ciencia úl- subsiste fuera de lo múltiple ( Quaest.
forma en un sentido cada vez menos timamente la esencia. (2) El tomis- subt. in Met. Arist., q. 5 n. 61).
"platónico", será todavía más acep- mo intenta mediar entre las posicio- La anterior exposición de las opi-
table la posibilidad de hacer de la nes extremas: el principio de indi- niones sobre el fundamento del prin-
forma el principio de individuación, viduación no escapa a esta regla. Pero cipio de individuación en los filóso-
y ello no sólo en ciertas realidades, entonces solamente podrá haber prin- fos medievales ha seguido líneas muy
sino en todas las substancias. Este cipio de individuación si hay efectiva generales. Una exposición detallada
punto esencial ha sido destacado por mediación. De ahí la tesis tomista: de las opiniones o "sentencias" al res-
W. D. Ross. Si la forma es, en lo que constituye la individualidad pecto puede encontrarse en Suárez,
efecto, una esencia platónica, en- de las substancias creadas sensibles Disp. met., especialmente secciones
tonces o tendrá que mantenerse se- es la materia; en cambio, las formas ii-vi. Suárez examina las diversas for-
parada de los ejemplares individuales separadas o subsistentes tienen el mas en que se ha dicho que el prin-
o coincidirá con ciertos individuos principio de individuación en sí mis- cipio de individuación es la materia
únicos. Pero si la forma es entendida mas, es decir, pueden ser, como las signóte, tal como se afirma, entre
como una causa (final o eficiente, o puras inteligencias, a la vez indivi- otros, en Santo Tomás, S. theol., I q.
las dos a la vez), entonces podremos dualidades y especies. La oposición III a 3 y q. L a 4; III, q. LXXVII
decir que el despliegue de una forma a esta concepción se basaba sobre a 2; In IV, dist. 12, q. 1; Cayetano,
no será sino la explicación causal de todo en la idea dada por Santo Tomás De ente et essentia, c. 2; Capreolo,
un individuo. Habrá entonces tantas acerca de la materia. Si ésta es pura In íí, dist. 3; Ferrariense, I cont.
formas como causas específicas o, potencia, se alegaba, no puede cons- Geni., c. 21; las formas en que se ha
mejor dicho, como causas explicato- tituir ningún principio de individua- dicho que el principio de individua-
rias. Aristóteles parece haber tenido ción. Por otro lado, si la materia es ción es la forma sustancial, tal como
en cuenta esta posibilidad en Met., Z pura potencia, la forma debe perder- se afirma, entre otros, en Durando de
VII 17, 1041 a θ-32. se en ésta, y en vez de individuarse, Saint-Pourçain, In II, dist. 3, q. 2;
Nos hemos detenido en los proble- acabará por desvanecerse, ya que la Averroes, I de an., c. 7; Phys., III,
mas que plantea el principio de indi- materia no le agrega nada positivo. comment. 60; IV, comm. 38; Avicena,
duación en la forma planteada por Sin embargo, la materia a que se re- VI Natur., Parte I y otros; y la forma
Aristóteles, porque desde las bases fiere Santo Tomás como principio de en que se ha dicho que el principio
establecidas pueden entenderse mejor individuación no es la materia pura de individuación se halla en la exis-
las diversas posiciones adoptadas al y simple, sino la materia sígnala tencia de la cosa singular, tal corno·
respecto por quienes discutieron este quantitate, es decir, la que es con- se afirma en Duns Escoto, In II, dist.
asunto con gran detalle: los esco- siderada bajo ciertas dimensiones. 3, q. 3; Enrique de Gante, Quodl.,
lásticos. Sus trabajos sobre el proble- (3) Duns Escoto señalaba que aun IV, q. 8 (y, según Fonseca, V, q. 8),
ma fueron precedidos por los comen- esta quantitas de la materia no puede De acuerdo con su método, Suárez
taristas aristotélicos y por los filóso- constituir una individuación suficien- pone de relieve en qué sentidos pue-
fos árabes; así, por ejemplo, ya Avi- te, pues la cantidad es un accidente. den aceptarse y pueden no aceptarse,
cena afirmó que el principio de in- En el caso del hombre, la aptitud tales opiniones, y concluye, contra su-
dividuación es la materia cualificada del alma para unirse a determinado periores sententias, que "toda subs-
por la cantidad. Pero los escolásticos cuerpo procedería de su forma, y tancia es singular [por sí misma o poi
sistematizaron estas cuestiones en un no de la materia; aun la materia su entidad es singular] y no requiere
cierto número de posiciones que co- quatenus quantitate sígnata debería, otro principio de individuación fuera
rresponden aproximadamente a las así, ser rechazada. De ahí la pro- de su entidad o fuera de los princi-
actitudes adoptadas con respecto a posición de Duns Escoto: el prin- pios intrínsecos de que consta su en-
la cuestión de los universales (VÉASE). cipium individuationis no es la pura tidad" '(Disp. met., V, sec. vi, 1). Esta
933
IND IND IND
es la sentencia mantenida por Aurelo viduación se halla en toda la entidad et tempore velut individúan seu fien}.
(apud Capreolo, In II, dist. 3, q. 2) y (entitas tota ) ; según otros, no se halla Sin embargo, la tendencia general
por Durando de Saint-Pourçain; Suá- en toda la entidad (non tota [enti- de Leibniz es la que favorece la indi-
ixz apunta que, de acuerdo con Fon- tas] ). Los partidarios de esta última viduación por una "distinguibilidad
seca (Met., V, c. VI, q. 3, sec. 2) esta opinión se dividen en dos grupos: en sí" de cada ente o, por lo menos,
opinión es la más embrollada de todas para unos se expresa mediante una de cada substancia. Lo mismo suce-
[implicatissima], pero que según el negación; para otros, mediante algo de en Wolff al indicar que el princi-
propio Suárez es la más clara [claris- positivo. A la vez, los que sostienen pio de individuación, por el cual se
shna]. El fundamento de la unidad que se expresa mediante algo positivo entiende la ratio suffidens intrínseca
no puede distinguirse, en efecto, de se refieren a la parte física (existen- individui (Ontología, $ 228) es defi-
la unidad. A la vez, el principio de tia) o a la parte propiamente metafí- nible como omnímoda determinatio
individuación de la materia prima es sica ( haecceitas ). La parte física "ter- eonim, quae enti actu insunt (ibid.,
para Suárez "su misma entidad, tal mina la esencia"; la parte metafísica § 229 [véase también INDIVIDUO]).
como está en la cosa" (ibid., 2); el "termina la especie". En general, con- Es curioso comprobar que esta ten-
principio de individuación de la for- cluye Leibniz, hay tres sentencias dencia a individuar por "la entidad
ma substancial radica asimismo en fundamentales sobre el principio de misma" es admitida por algunos auto-
ésta por su misma entidad [per suam- individuación: 1. Todo individuo se res usualmente considerados como
met entitatem] (ibid., 5). Los modos individúa por toda su entidad (Au- "empiristas". Así, por ejemplo, Locke,
substanciales se individúan también reolo, apud Capreolo), y, en general, al escribir que el principio de indivi-
por sí mismos (ibid., 14); y en la terministas y nominalistas; 2. El prin- duación es "la existencia misma".
substancia compuesta el principio de cipio de individuación consiste en Ahora bien, esta existencia no debe
individuación es esta forma y esta negaciones; 3. El principio de indivi- ser confundida con la haecceitas es-
materia unidas entre sí [. . . princi- duación es la existencia (Murcia). En cotista, aun cuando tiene ciertas rela-
pium csse hanc materiam et hanc for- el curso de su carrera filosófica Leib- ciones con ella, especialmente en tanto
man ínter se unitae] (ibid., 15). niz se ocupó con frecuencia de la que existencia que encaii, por así de-
La exposición de Suárez y las ideas cuestión del principio de individua- cirlo, a cualquier ser dentro de un
por él mantenidas influyeron mucho ción. En la mayor parte de los casos espacio y un lugar particulares "inco-
más de lo que se suele indicar sobre esta cuestión estaba ligada al proble- municables para dos seres de la misma
Sos filósofos modernos que han trata- ma del llamado "principio de identi- clase" (Essay, II, xxvii).
do de modo explícito del problema dad de los indiscernibles" a que nos En cambio, otros autores se incli-
del principio de individuación (Scho- hemos referido en otro lugar (véase nan en favor del espacio y tiempo
penhauer, por ejemplo, cita a Suárez INDISCERNIBLES [PRINCIPIO DE LOS]). como principios de individuación. Así,
y las Disp. met., V [sec. 3], en Die En vista de ello puede afirmarse que Schopenhauer, el cual, por motivos
Welt ah Wille und Vorstellung, II, la opinión de Leibniz está cercana a metafísicos derivados de su doctrina
23). Sería largo enumerar los filóso- la de todos los que (como Suárez) acerca de la Voluntad, estima que el
fos modernos que de modo determi- fundan la individuación de lo indivi- espacio y el tiempo singularizan lo
nado se han ocupado de la cuestión, dual en "la entidad misma". Así se que es en un principio idéntico y por
e imposible referirnos a todos aque- desprende de los tres pasajes citados los cuales la unidad esencial del todo
llos que la han tratado sólo de mane- en el artículo sobre la noción de In- se convierte en una multiplicidad.
ra implícita. Nos limitaremos a men- discernibles. Sin embargo, en la me- Schopenhauer sostiene que las formas
cionar algunas opiniones sobre nues- nos conocida Confessio philosophi fenoménicas no afectan a la Voluntad
tro asunto. (escrita aproximadamente en 1673; ed. como cosa en sí. Y no afectándole ni
Leibniz —por ventura uno de los Yvon Bclaval, 1961) Leibniz trató la siquiera la forma más general de la
pensadores modernos que más abun- spinosissima cuestión de principio in- representación, menos le afectarán to-
dantemente trataron el problema de divídui en forma distinta al indicar davía las formas que, como el espacio
principio ¡ndividui (ya a partir de su que cuando se dice "esto", hoc, o se y el tiempo, determinan la pluralidad.
disertación de 1663: Disptitatio me- pregunta por la determinación (deíer- "En este último respecto —dice—
taphysica de principio índwidui)— minatio) no se hace otra cosa sino designaré el tiempo y el espacio, em-
manifestó varias opiniones al respec- referirse a la conciencia del tiempo y pleando una antigua expresión toma-
to. En la citada Disputatio se limita- del lugar (nisi sensus temporis et da de la escolástica, como el princi-
ba a exponer diversas doctrinas acerca loci), es decir, del movimiento de la pium individuationis, lo que hago no-
de ío que hace que un individuo sea cosa (motas. . .reí). Con lo cual el tar para que se tenga en cuenta de
un individuo. Por lo pronto, hay que principio de individuación acaba por ahora en adelante. Pues el tiempo
distinguir entre el individuo según la residir fuera de la cosa misma (extra y el espacio son aquello en virtud
lógica (in ordine ad praedicationem) rem ipsam); así, dos huevos se dis- de lo cual lo que en su esencia y
y el individuo según la metafísica (ín tinguen entre sí en tanto que en un según el concepto es uno y lo mismo,
•ordine ad rem). Hay que distinguir momento dado uno está en un lugar aparece como vario, como múltiple,
asimismo entre el individuo como ser determinado y otro en otro (quod bien en la sucesión, bien en la simul-
creado, como mera substancia, etc. praesenti tempore hoc est in loco A taneidad; son, por consiguiente, el
Ai··. :ca del individuo metafísicamente illud in loco Β) (op. cit., pág. 104). principium individuationis, objeto de
considerado hay dos opiniones bási- Los mismos espíritus (mentes) se in- tan largas disquisiciones y disputas
cas: según unos, el principio de indi- dividúan por el lugar y el tiempo (loco entre los escolásticos, las cuales se
934
IND IND IND
pueden encontrar reunidas en Suá- vidualismo puede ser ético, político, do y aun a los demás individuos.
rez (Disp., 5, sec. 3)" (Welt, II, económico, religioso, etc., según sea Ejemplo de esta doctrina es el pen-
23). La Voluntad queda así fuera la actividad o serie de actividades del samiento de Stírner (VÉASE) y muy
del principio de razón y de la mul- individuo consideradas. Ahora bien, diversas formas de anarquismo. Otros
tiplicidad, aun cuando sean innume- el sentido de 'individualismo' difiere sostienen que la oposición en cues-
rables sus manifestaciones en el es- no solamente de acuerdo con la acti- tión, aunque innegable, no convierte
pacio y en el tiempo. Es una, pero vidad humana que se tome como por ello al individuo en una entidad
no en el sentido de la unidad de un punto de referencia, sino también de antisocial; por el contrario, hace posi-
objeto por oposición a la pluralidad, acuerdo con el significado de 'indi- ble la sociedad en cuanto agrupación
ni en el sentido del concepto que viduo'. de individuos con un cierto fin: el de
por abstracción surge de lo múltiple, En el artículo sobre la noción de satisfacer al máximo los intereses
sino como "aquello que está fuera individuo (VÉASE) no nos hemos refe- de cada individuo. Muchas doctrinas
del tiempo y del espacio, o sea del rido sino incidentalmente al individuo jusnaturalistas, contractualistas y utili-
principiíim indioidiiationis, esto es, humano, pero algunos de los concep- taristas siguen esta tendencia. Otros
de la posibilidad de la pluralidad" tos allí introducidos para dilucidar la manifiestan que hay, o puede haber,
(op. cit.). cuestión de la naturaleza de lo indivi- o tiene que haber, una armonía entre
En la mayor parte de las tenden- dual pueden servirnos aquí. Especial- diversos individuos siempre que se
cias filosóficas contemporáneas, con mente importante al respecto es la deje a cada uno de ellos manifestarse
excepción de las neoescolásticas, se distinción entre la noción puramente tal como es. Muchas doctrinas —que
han abandonado casi totalmente las numérica del individuo y la noción pueden agruparse bajo el nombre de
doctrinas que eligen la materia o la del individuo como ente singular de- "liberalismo optimista"— se adhieren
forma como principios de individua- terminado "omnímodamente". Aplica- a esta concepción. En todos los casos,
ción y se ha tendido a algunas de las da esta distinción al individuo huma- el individualismo en este sentido se
siguientes soluciones: 1. Lo individual no, resultan dos concepciones del opone a toda forma de colectivismo,
se funda, por así decirlo, "en sí mis- mismo: una, según la cual el indivi- el cual es considerado como destruc-
mo"; la entidad individual existe co- duo en cuestión es una especie de tor de la libertad individual.
mo tal irreductiblemente. 2. La no- "átomo social", y otra según la cual La segunda de las mencionadas
ción de individuo es una construcción es una realidad singular no intercam- concepciones ha dado origen a otras
mental a base de los datos de los sen- biable con ninguna de la misma espe- ciertas formas de individualismo. Como
tidos. 3. La idea de cosa como "cosa cie. La primera concepción es predo- la idea subyacente en tal concepción
individual" está determinada por la minantemente negativa: según ella, el es la de persona, puede decirse que
localización espacio-temporal. En to- individuo humano se constituye por la doctrina resultante de la afirma-
dos estos casos se tiende a rechazar lo oposición a diversas realidades (la so- ción del primado del individuo en este
que Herbert W. Schneider llama ciedad, el Estado, los demás indivi- sentido es el personalismo (VÉASE).
(Ways of Eeing [1962], págs. 16 y duos, etc.). La segunda concepción O, si se quiere seguir usando el nom-
17) "la idea sintética de la individua- es predominantemente positiva: según bre 'individualismo', puede calificarse
lidad" defendida por la "tradición ella, cada individuo huimno se cons- más adecuadamente de "individualis-
clásica". El citado autor defiende "la tituye en virtud de sus propias cuali- mo personalista'. Este tipo de indivi-
individualidad como categoría de aná- dades irreductibles. Esta segunda con- dualismo-personalismo no niega, antes
lisis ontológico; los individuos no es- cepción es muy similar a la de la per- destaca la importancia del llamado
tán formados por medio de la unión sona (VÉASE), por lo que puede "bien común" (VÉASE), pero este úl-
de elementos no-individuados, pues hablarse de dos doctrinas: la del indi- timo no debe confundirse con ningu-
son ellos mismos elementos últimos viduo como mero individuo, y la del na forma de "totalitarismo". En efec-
del ser" (op. cit., pág. 17). individuo como persona. to, de modo semejante a como el
Véase Paul Horsch, "Le principe La primera de dichas concepciones individualismo en sentido estricto se
d'individuation dans la philosophie in- ha sido muy común en la época mo- opone al colectivismo, el individualis-
dienne", Asiatische Studien [Suiza], X derna y ha dado origen a muy diver- mo personalista se opone al llamado
(1956) y XI (1957-1958). sas formas de individualismo. La idea "transpersonalismo". El individualis-
Véase también la bibliografía del de contrato social y el liberalismo eco- mo personalista no aspira a negar la
artículo INDISCERNIBLES ( P R I N C I P I O nómico, por ejemplo, son dos de estas libertad individual en único beneficio
DE LOS). Algunas de las obras citadas formas. Se ha dicho por ello que tal de la sociedad o la comunidad, sino
en la bibliografía del artículo INDIVI- individualismo es, en el fondo, un más bien tiende a integrar los intere-
DUO se refieren a la cuestión del prin- ses individuales con los sociales o co-
cipio de individuación. Para la histo- "atomismo" (VÉASE) o, más exacta-
ria de este principio en la escolástica, mente, un "atomismo humano". Una munitarios. Una característica muy
véase J. Assenmacher, Die Geschichte vez admitido este individualismo se destacada del individualismo persona-
des Individualitats-Prinzip in der plantea la cuestión de cómo es posi- lista es que tiene un fuerte compo-
Scholastik, 1926. ble la relación entre diversos indivi- nente "histórico", en tanto que el in-
INDIVIDUALISMO. El término duos en una comunidad. Las doctri- dividualismo en sentido estricto es con
'individualismo' designa una doctrina nas forjadas al respecto son múlti- frecuencia "ahistórico" y aun "anti-
según la cual el individuo —en cuan- ples. Unos afirman que lo caracte- histórico".
to "individuo humano"— constituye rístico del individuo es su constante Debe observarse que ciertas formas
el fundamento de toda ley. El indi- oposición a la sociedad, al Esta- de individualismo en sentido estricto
935
IND IND
se acercan mucho a otras formas de En De providentia, 5, Séneca defi-
individualismo personalista. La distin- ne los individuos como entidades en
ción entre las dos formas de indivi- las cuales nada puede separarse sin
dualismo, no es, pues, siempre tajante, dejar de ser tales: quaedam separan
como no lo es tampoco la distinción a quibusdam non possunt, coharent,
entre la concepción predominante- individuae sunt. El sentido de 'indivi-
mente positiva de la noción de indivi- duo' es aquí el de cualquier entidad
duo como "individuo humano". indivisa e indivisible. El individuo no
El interés por la noción de indivi- es necesariamente un ser singular y
duo humano se ha desarrollado asi- aislado, diferente de los demás, esto
mismo en la psicología, especialmente es, un ser que existe una sola vez. En
en dos direcciones de ésta. Por un cambio, Porfirio da en la Isagoge una
lado, tenemos la tendencia a la clasi- definición de 'individuo' como entidad
ficación de las individualidades. Aun- singular e irrepetible. Según Porfirio,
que en tal clasificación los individuos los individuos ( άτομα) son entidades
sean usualmente agrupados en tipos tales como Sócrates, este hombre, esta
(véase TIPO), el fundamento de toda cosa — entidades que poseen atributos
clasificación de individuo es el exa- que solamente se dicen de tal deter-
men de k individualidad. Por otro minada entidad. Parece, pues, que los
lado, tenemos la llamada "psicología individuos en el sentido de Porfirio,
individual" o estudio de los individuos τα άτομα, son los "cada cosa", τα
humanos en sus caracteres diferencia- καθ Ί'καστα . Debe advertirse, sin em-
les. Observemos que Adler (VÉASE) bargo, que mientras los individuos
llama "psicología individual" a su propiamente dichos son entes comple-
propio sistema psicológico, fundado tamente singulares, los individuos de-
en la determinación del "estilo de signados por la expresión τα καθ'-
vida" de cada individuo de acuerdo εκαστα son, o pueden ser también, las
con la reacción que éste adopta frente infimae species, los "individuoides" o
a los sentimientos de inferioridad que "atomoides", άτομαε'ι'δη, indetermina-
surgen ya en la infancia. La "psicolo- bles por medio de género y diferen-
gía individual", de Adler, es asimismo cia.
un método terapéutico por el cual se El sentido que dio Porfirio a 'indi-
trata de hacer ver al individuo las viduo' influyó grandemente sobre la
fallas radicales de su vida y la depen- mayor parte de autores medievales.
dencia en que se hallan sus reaccio- Eucken indica que en la Edad Media
nes frente al mundo social, a la profe- se empleó individuum (y, en alemán,
con Notke, unspaltig) como idéntico
sión y a la vida sexual, de los citados
a "esto", "esta cosa", "este determi-
sentimientos de inferioridad, cuyo ori-
nado ser", y que en este sentido se
gen básico se halla, según Adler, en emplearon las expresiones individualis
minusvalías orgánicas. INDIVIDUO. Como traducción del e individualitas, "las cuales solamente
Algunas de las obras citadas en la término ¿τόμος (ν. ATOMISMO) el son aplicadas a la vida en general a
bibliografía de INDIVIDUO tratan tam- vocablo latino individuum (== 'indi-
bién de la cuestión del "individuo hu- partir de Leibniz, que representa aquí
viduo' ) designa algo a la vez in-diviso también el paso de la antigüedad a
mano". Para mayor información sobre
este punto, y en particular sobre la e in-divisible. Se ha dicho que el in- los tiempos modernos" (Geistige Stro-
cuestión de la relación entre indivi- dividuo es algo indiviso, pero no ne- mungen der Gegenwart [1904], A3).
duo y sociedad o comunidad, véanse cesariamente indivisible. Sin embargo, Al comentar la Isagoge de Porfirio,
obras citadas en las bibliografías de tan pronto como se divide un indivi- Boecio estimó que el vocablo indivi-
los artículos COMUNIDAD, OTRO (EL), duo desaparece como tal individuo. Es duum puede entenderse en tres senti-
PERSONA, PERSONALISMO y SOCIOLO- razonable, pues, admitir la indivisibi- dos: "Individuo se dice de varios mo-
GÍA [en este último, la sección relativa
a "sociedad, y doctrina y filosofía de lidad (en principio) del individuo. dos. Se dice de aquello que no se
la sociedad"]. Especialmente impor- Según R. Eucken (Geschichte der puede dividir [secan] por nada, como
tantes son al respecto las obras de F. philosophischen Terminologie [1879, la unidad o la mente; se dice de lo
Tónnies, Theodor Litt, O. Spann, G. reimp., I960], pág. 52), Cicerón em- que no se puede dividir por su solidez
H. Mead, H. Bergson, J. Ortega y pleó los términos individuas y divi- [ob soliditatem], como el diamante;
Gasset. — Véase además: M. Caulle- duus. Pero no pareció darles un sen- y se dice de lo que no se puede pre-
ry, Célestin Bougie, Pierre Janet, Jean tido filosófico técnico. Este sentido dicar de otras cosas semejantes, como
Piaget, Lucien Fèbvre, L'individuali- aparece, en cambio, en otros autores. Sócrates" (Ad Isag., II). El primer
té, 1933.
Para el individualismo en diversos Nos referiremos por lo pronto a dos sentido es general; el segundo, real
sentidos véase: G. Galo, L'individua- de ellos, porque en cada uno se da o "físico"; el tercero, lógico. Los esco-
lisme etico nel secólo XIX, 1906. — una significación determinada de 'in- lásticos medievales distinguieron con
G. Vidari, L'individualisme nelle dot- dividuo'. frecuencia entre estas nociones de 'in-
936
IND IND IND
dividuo'. La noción más "general" de varios autores han indicado que del de el punto de vista de la posibilidad
'individuo' es la que fue llamada indi- individuo sólo puede tenerse un co- de su "individualización". El indivi-
viduum vagum (individuo vago) (Cfr. nocimiento "intuitivo". Otros han ma- duo meramente particular es para
Santo Tomás, S. theol, I, q. XXX a nifestado que lo único que puede Hegel un individuo incompleto; sólo
4). Ejemplos de tal "individuo vago" hacerse con un individuo es "mos- en el proceso del desenvolvimiento
es "cualquier hombre", "cualquier ár- trarlo". dialéctico llega el individuo a superar
bol". El individuo vago se distingue Las doctrinas medievales sobre la la negatividad de su ser abstracto
de los demás individuos de la misma noción de individuo son más comple- por medio de determinación. Con ello
especie sólo numéricamente, a dife- jas de lo que pueden hacer presumir puede llegarse a la idea de un "indi-
rencia de la distinción de un indivi- las anteriores indicaciones. Por la na- viduo universal" o individuo concreto
duo con respecto a otro por medio de turaleza de la presente obra nos ve- que es a la vez singular y completo.
las llamadas notae individuantes (ca- mos precisados a silenciar muchos El concepto de individuo ha sido
racterísticas individuantes), tales co- aspectos de la cuestión que ahora nos también objeto de numerosos análisis
mo las clásicas siete notae: forma, ocupa. Indiquemos, sin embargo, a y especulaciones en cuanto "individuo
figura, locus, tempus, stirps, patria, modo de ilustración, que no siempre humano" (y también en cuanto "yo",
nomen. se admitió que el individuo como tal "ego", "persona", etc., etc.). Muchos
Varias son las cuestiones suscitadas fuera un ser simple. Por ejemplo, de estos análisis y especulaciones han
por la noción de individuo en sus as- Duns Escoto hizo notar que la noción usado nociones derivadas del estudio
pectos real y lógico. En su aspecto de individuo contiene por lo menos del concepto de individuo desde los
real la cuestión más importante fue dos principios: su naturaleza y su puntos de vista general, real y lógico
la tratada bajo el epígrafe "principio entidad individuante, entre las cuales a que antes nos hemos referido. Sin
de individuación" (véase INDIVIDUA- no hay distinción (VÉASE) real, ni embargo, dado el sentido distinto que
CIÓN; véase también INDISCERNIBLES tampoco racional, sino formal. tiene en este caso el término 'indivi-
[PRINCIPIO DE LOS]). En su aspecto En la filosofía moderna encontra- duo' nos referimos a este punto con
lógico la cuestión más importante fue mos muy diversos modos de conside- más detalle en el artículo Individua-
la de la naturaleza del ñamado por rar la cuestión de la naturaleza del lismo (VÉASE).
algunos autores "concepto individual". individuo y de lo individual. Por un En la época contemporánea ha sido
Este "concepto" es el de un nombre lado, ciertos filósofos han tratado esta frecuente tratar la cuestión de lo indi-
propio, como 'Pedro', o el de una cuestión bajo el aspecto de la relación vidual y del individuo con referencia
descripción, como 'el hombre más alto entre los entes singulares y la totali- a problemas tales como el status on-
de Montevideo en este momento'. Se dad del universo ( o del "ser" ). Se ha tológico de los entes individuales (o,
dice a veces que tal concepto denota preguntado a tal efecto si los entes con frecuencia, de los entes "particu-
un individuo. Este individuo puede singulares son o no simples modos de lares" o "singulares"), la expresión
ser real como en 'mi amigo Antonio, una substancia única. La respuesta lógica de tales entes individuales, las
aquí presente' (si hay tal amigo, An- de Spinoza es positiva; la de Leibniz, condiciones de su conocimiento, etc.,
tonio, y si está presente), o "ideal", o negativa. Este autor ha destacado etc. La cuestión del individuo y de lo
todavía no real, como en 'el primer hasta el extremo la singularidad de individual ha sido, así, tratada desde
hombre que ha leído la Odisea en la cada individuo. En general, ha habi- varios puntos de vista: lógico, ontoló-
Luna'. Muchos lógicos han destacado do dentro de la filosofía moderna la gico, metafísico, etc. En general, es
el carácter real (o posiblemente real) tendencia a considerar el individuo difícil encontrar una filosofía contem-
del objeto denotado por el susodicho como algo singular. La plena identi- poránea que no se haya ocupado de
"concepto individual", a diferencia ficación entre individualidad y singu- algún modo de este problema. Sin
del carácter "ideal" de las entidades laridad es afirmada por Wolff al decir embargo, hay ciertas filosofías que
designadas por conceptos genéricos. que el individuo como ente singular han colocado este problema en el cen-
Con ello puede verse que los aspectos es aquel ente que se halla completa- tro de la reflexión. Tal ocurre, por
antes distinguidos del problema del mente (es decir "omnímodamente") ejemplo, con ciertos autores nomina-
individuo —el "real" y el "lógico"— determinado: "ens singulare, sive In- listas (como Nelson Goodman), para
no pueden siempre separarse por dividuum esse illud, quod omnimode quienes el universo es "un universo
completo; en todo caso, el análisis de determinatum est" (Ontología, $ 227). de individuos". En tal caso se admi-
uno de estos aspectos revierte con fre- Según Wolff, la noción de individuo ten ontológicamente sólo entidades
cuencia sobre el otro. se compone de la noción de especie concretas (individuos) y no entidades
Junto a las cuestiones real y lógica (bajo la cual cae) y de la diferencia abstractas — si bien "no admitir enti-
puede mencionarse una cuestión gno- numérica (ibid., í 240). Los autores dades abstractas" no quiere decir ni
seológica: la que se refiere a la cog- empiristas se han inclinado por lo ge- mucho menos negarse a operar lógi-
noscibilidad, y a la forma de cognos- neral a poner de relieve el puro "ser camente con ellas. Importante es
cibilidad, de algo individual. Una dado" de todo lo individual: el indi- asimismo el problema de la noción del
doctrina muy común ha sido la de viduo es entonces un datum irreduc- individuo y de lo individual en P. F.
declarar el carácter "incomunicable" tible. Para Kant la noción de indivi- Strawson, el cual se ha ocupado del
del individuo: Individuum est incom- dualidad está determinada por la problema de cómo pueden "identifi-
muntcabüe, por cuanto lo que se dice aplicación empírica de diversas cate- carse las entidades particulares" y de
de él es algo universal (uno o varios gorías (véase CATEGORÍA). Hegel ha las diversas clases de tales entidades.
predicados). A consecuencia de ello, analizado la noción de individuo des- Ello significa, según dicho autor, ave-
937
IND IND
riguar las características de los esque- ción del conocimiento de lo todavía
mas conceptuales mediante los cuales ignorado. En otro pasaje Platón se
se habla acerca de entes particulares. refiere al hecho de "aducir" un tes-
La identificación en cuestión no es, timonio en apoyo de un decir. Pero
sin embargo, suficiente, pues las per- ello no significa que Platón no haya
sonas son, como reconoce Strawson, tenido ninguna idea acerca de lo
entes individuales que no pueden que ha sido considerado luego ( cuan-
identificarse del mismo modo que las do menos por algunos autores) como
cosas particulares. En ambos casos se el procedimiento indirecto χατ' εξο-
trata de categorías primitivas de indi- χήν. En efecto, en un tercer pasaje
vidualidad. Zubiri se ha ocupado asi- el filósofo expresa la idea (ya tocada
mismo de la cuestión del individuo, en múltiples otros lugares de sus diá-
distinguiendo entre un tipo de indivi- logos) de que el alma puede —y
duo que es un singiilum, un ente sin- aun tiene por misión esencial— ele-
gular, y un tipo de individuo que es varse desde la consideración de las
plenamente individuo, es decir, entre cosas sensibles hasta la contempla-
individualidad singular e individuali- ción de "lo que hay de más excelen-
dad stricto sensu. Por tanto, no es te en la realidad" — lo que significa,
admisible para Zubiri la equivalencia a su entender, los principios. Ello
tradicional singulare sive individuum. parece posible a causa de la exis-
La "individualidad estricta significa tencia de un método dialéctico, el
la constitución real íntegra de la cosa cual va rechazando hipótesis para
con todas sus notas, sean éstas dife- elevarse hasta proposiciones de ca-
rentes de las de otros individuos, o rácter cada vez más universal. Ahora
sean, por el contrario, comunes total bien, aun acentuando hasta el extre-
o parcialmente a varios otros indivi- mo los precedentes platónicos, lo cier-
duos o incluso a todos". Hay en la to es que el primer pensador que
realidad los dos tipos de individuali- proporcionó un concepto suficiente-
dad: meros singuli e individuos pro- mente preciso de la inducción, y que
piamente dichos (incluyendo algunos introdujo los términos έ χ ά γ ε ι ν y
entes que, como el hombre, sólo son επαγωγή como vocablos técnicos para
individuos stricto sensu y nunca sin- designar un cierto proceso de razona-
guli). El autor de la presente obra se miento, fue Aristóteles.
ha ocupado asimismo de la cuestión Sin embargo, hay cierta dificultad
de la estructura del individuo y de la para conciliar dos modos, como el Es-
individualidad. Todas las realidades tagirita cuando habla de la inducción.
son individuales (son "seres particu- Por un lado, en efecto, insiste en que
lares"), pero existen "grados de indi- hay una diferencia entre silogismo
vidualidad" que son a la vez grados (VÉASE) e inducción: en el primero
de discernibilidad. La individualidad el pensamiento va de lo universal a lo
puede, pues, "decirse de muchas ma- particular (o, mejor, de lo más uni-
neras": sólo formalmente puede ha- versal a lo menos universal), mien-
blarse de "individualidad como tal". tras que en el segundo el avance se
Indicamos primero algunas obras INDUCCIÓN. En varios pasajes de efectúa de lo particular a lo univer-
en las cuales se estudia la cuestión de sus diálogos Platón ha empleado los sal (o, mejor, de lo menos universal
la naturaleza del individuo y de lo verbos έχάγειν' y 'έχάγΕίΟαι (tradu- a lo más universal). Así, el razona-
individual desde varios puntos de vis- cidos, según los casos, por 'inducir', miento :
ta. Algunas de estas obras se refieren 'conducir a', 'dirigir hacia'). De
de modo especial al problema del "in- estos verbos se ha formado el sus- (Si) todos los seres vivien-
dividuo humano"; complétense con los tantivo έχαγωγή (epagoge, traducido tes están compuestos de cé-
títulos citados en la bibliografía de por inductio, 'inducción'). Por lo pron- lulas,
INDIVIDUALISMO.
to, el uso platónico no tiene carácter ( y ) todos los gatos son se-
técnico. Así, Platón emplea en un res vivientes
pasaje de sus diálogos (véase biblio- (entonces) todos los gatos
g r a f í a de este a r t í c u l o ) el ver- están compuestos de célu-
bo έχάγειν con un sentido psicoló- las,
gico y pedagógico (aunque con al-
es un ejemplo de silogismo, mien-
gunas implicaciones gnoseológicas y
tras que el razonamiento:
metafísicas): se trata de ver cómo
se puede "inducir" a alguien (a un (Si) el animal A, el ani-
niño) a adquirir un conocimiento, mal B, el animal C están
esto es, a "conducirlo" a la adquisi- compuestos de células,
938
IND IND IND
( y ) el animal A, el animal son fácilmente obtenibles por abstrac- vez admitido esto, hay que precaver-
B, el animal C son gatos, ción. (4) El razonamiento inductivo se contra ciertas interpretaciones que
(entonces) todos los gatos perfecto no es equivalente, empero, los escolásticos (tomistas y neotomis-
están compuestos de células, a una inferencia aparente, en la cual tas) estiman incorrectas. Así, Mari-
es un ejemplo de inducción. Por otro no se haga sino repetir lo mismo me- tain indica (siguiendo a Alberto el
lado, el Estagirita relaciona asimis- diante otro concepto, pues se intro- Grande, Santo Tomás y Juan de San-
mo la inducción con el silogismo, ha- duce una conexión racional efectiva to Tomás) lo siguiente, ( a ) El pro-
ciendo de la primera una de las for- entre un concepto ( en el ejemplo an- ceso inductivo, aunque usualmente
mas del segundo. Así, el razona- terior, el concepto expresado por de índole ascensional, puede mani-
miento: 'metal') y otro concepto inferido de festarse también como un descenso
(Si) el oro, la plata, el co- aquél (en el mismo ejemplo, el con- que lleva la mente de un univer-
bre, el hierro son conduc- cepto expresado por la propiedad 'ser sal a sus partes subjetivas y a los
tores de electricidad, conductor de electricidad'). (5) Una ciatos singulares de la experiencia;
exposición suficiente de la doctrina lo importante no es tanto el ascenso
( y ) el oro, la plata, el co- aristotélica de la inducción debe o descenso como el hecho de que
bre, el hierro son metales, tener en cuenta los razonamientos mientras en el silogismo el núcleo
(entonces) todos los meta- inductivos perfectos en tanto que en torno al cual gira la argumenta-
les son conductores de elec- razonamientos inductivos límites (y ción es un término o un concepto (el
tricidad, considerar, pues, que puede haber término medio), en la inducción es
es un ejemplo de inducción. Advir- relación entre silogismo e inducción), una enumeración de individuos o
tamos que, no obstante ciertas apa- y los razonamientos inductivos im- partes, (b) El mecanismo inductivo
riencias, la forma de este último ra- perfectos en tanto que expresan los es reversible; el mecanismo silogísti-
zonamiento no es igual a la del pre- razonamientos inductivos más habi- co, irreversible, (c) En el silogismo
cedente. Primero, las dos premisas de tuales (y considere, pues, que no hay se identifican dos términos o concep-
aquél contienen una enumeración de diferencia entre silogismo e induc- tos con un tercer término; en la in-
individuos, en tanto que las dos pre- ción). (6) La inducción más habitual ducción se establece una conexión
misas de éste enumeran géneros o (la imperfecta) es un procedimiento entre individuos y un concepto uni-
clases ('el oro' es el nombre que de- que, a diferencia del razonamiento versal, (d) El proceso inductivo no
signa la clase de todos los objetos deductivo, no opera a base de una puede, pues, reducirse a un silogis-
de oro, 'la plata' es el nombre de "visión" directa de la conexión o co- mo (ni a un entimema cuya premisa
la clase que designa todos los ob- nexiones racionales entre los términos mayor no se halla expresada, ni a
jetos de plata, etc.). Segundo, se empleados, sino a base de una especie un silogismo de la tercera figura).
presupone en el último ejemplo que de "mediación psicológica" hecha po- (e) La inducción no consiste en pa-
si simbolizamos las clases enumera- sible por una "revisión de los casos sar de un cierto número de individuos
das en las dos premisas por Ά', la particulares". ( 7 ) La inducción per- de una colección a la colección en-
propiedad 'ser conductores de elec- fecta, que va siempre de la esencia tera (ya sea en tanto que colección
tricidad' por 'B', y la propiedad 'ser al género (o de una clase dada a o bien como colección compuesta
metales' por 'C' la clase C no es más otra clase de orden superior a ella) simplemente de un número de indi-
amplia que la clase A. presupone una inducción imperfecta, viduos como individuos), pues en el
La dificultad apuntada puede re- que va usualmente de los individuos primer caso la inducción se convier-
solverse (siguiendo las indicaciones a la especie. te en un razonamiento defectuoso
de W. D. Ross) del modo siguiente: De esta doctrina aristotélica, la es- y en el segundo en una tautología:
(1) Movido por su descubrimiento colástica medieval —especialmente la la inducción (basada en enumeración
del silogismo y por su idea de que más influida por el Estagirita— tomó incompleta) no pasa de algunos a
sólo él es un razonamiento válido, sobre todo una dirección: la que todos, sino de algunos a todo, (f) Hay
Aristóteles tendió a hacer depender consiste en contraponer la inducción una analogía entre inducción y abs-
la (perfecta) validez del razonamien- al silogismo. Se trata de una contra- tracción (VÉASE), pero no deben
to inductivo de la (perfecta) validez posición que afecta solamente a la identificarse, pues se trata de dos
del razonamiento silogístico. (2) El forma de la inducción (jormaliter) y distintas operaciones de la mente que
primero de los razonamientos induc- no a la materia (materialiter), pues desembocan en dos diferentes formas
tivos citados es un ejemplo de razo- no hay inconveniente en que se pre- de lo universal: la primera, en pro-
namiento inductivo imperfecto, en sente la materia de la inducción silo- posiciones universales como objetos
tanto que el segundo de los razona- gísticamente. Pero como lo que im- de juicio; la segunda, en universales
mientos inductivos es un ejemplo de porta lógicamente es la forma, la como objetos de aprehensión simple.
r a z o n a m i e n t o inductivo perfecto. contraposición de referencia es con- Esta última característica es impor-
(3) El razonamiento inductivo per- siderada como fundamental. El pro- tante en el sentido de que pretende
fecto es un caso límite del razona- ceso inductivo se basa, según la ci- mostrar que, por un lado, hay cierta
miento inductivo en general; aunque tada concepción escolástica, en una relación entre la inducción aristotéli-
posible, es excepcional, porque pue- enumeración suficiente que, arran- ca (interpretada en la forma ante-
de aplicarse con éxito sólo a aque- cando de los entes singulares (plano dicha) y el proceso que en Platón
llos objetos que pueden ser enume- sensible) desemboca en lo universal desempeña a veces el papel de un
rados por entero y cuyas propiedades (plano inteligible). Ahora bien, una razonamiento inductivo, y que, por
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otro lado, son procesos distintos. ideas baconianas, adoptadas por algu- que se ejecuta cuando se alcanza una
El problema de la inducción des- nos autores de tendencia empirista. conclusión determinada sobre un he-
pertó el interés de muchos filósofos (B) Concepciones fundadas en las cho partiendo de otro hecho (se "in-
modernos, en particular de los que ideas aristotélicas, adoptadas por la duce" de este o aquel dato que tal
se propusieron analizar y codificar mayor parte de autores escolásticos y determinada persona ha cometido un
los procesos de razonamiento que te- por otros de tendencia realista mode- crimen). Ésta es la "inducción re-
nían lugar (o que suponían tenían rada y conceptualista. constructiva", usual en los diagnósti-
lugar) en las ciencias naturales. Im- (C) Concepciones que han insisti- cos de enfermedades y en las pruebas
portante al respecto fue la contribu- do en una noción "positiva" de la in- jurídicas. Luego, hay un concepto
ción de Francis Bacon (VÉASE). Este ducción, casi equivalente a la idea estricto, según el cual la inducción es
autor (como otros de la época) plan- platónica de "ascenso" de la mente el proceso de razonamiento que va de
teó con insistencia la cuestión del desde los particulares a los principios, lo particular a lo universal (o de los
tipo de enumeración que debía con- adoptadas por varios racionalistas, y hechos a las leyes), que no es sino el
siderarse como propio del proceso in- en particular por Leibniz. paso de lo más especial a lo más ge-
ductivo científico. Observando que (D) Concepciones según las cuales neral. Este concepto estricto se sub-
en las ciencias se llega a la formu- el razonamiento inductivo se basa en divide en dos formas. Primero, la
lación de proposiciones de carácter el hábito (v.) engendrado por la ob- "inducción amplificadora" o "induc-
universal partiendo de enumeraciones servación de que ciertos aconteci- ción ordinaria", consistente en enun-
incompletas, formuló en sus tablas mientos siguen normalmente a otros, ciar un juicio universal sobre una serie
de presencia y ausencia una serie de de modo que puede predecirse que de objetos "cuya reunión permitiría
condiciones que permiten establecer tal seguirá ocurriendo en el futuro. solamente un aserto particular con el
inducciones legítimas. Se ha alegado Originador de estas teorías fue Hume. mismo sujeto y el mismo predicado".
al respecto que no es justo contra- ( E ) Concepciones según las cuales Segundo, la "inducción completa" o
poner la inducción baconiana a la los juicios inductivos —o, mejor, la "inducción formal", consistente en
inducción aristotélica, pues el Esta- justificación de tales juicios— se ex- "enunciar en una sola fórmula, rela-
girita y otros autores antiguos y plica por la estructura de la concien- tiva a una clase o a un conjunto, una
medievales no excluyeron las induc- cia trascendental. El padre de estas propiedad que ha sido afirmada se-
ciones basadas en enumeraciones in- concepciones fue Kant. paradamente de cada uno de los tér-
completas; lo que hicieron fue distin- Durante el siglo xrx se destacaron minos que abarca esta clase o de los
guir entre enumeraciones completas y varias teorías de la inducción. Nos li- elementos que componen este conjun-
enumeraciones incompletas, agregan- mitaremos a mencionar algunas. A. to". Ejemplo de la primera forma es
do que si bien ambas son suficientes Gratry consideró la inducción como la inducción en el sentido de J. S.
para producir inducciones legítimas, equivalente a la dialéctica (v. ); por Mili, vinculada a la prueba experi-
sólo las primeras exhiben claramente medio de ella se evita la identifica- mental. Ejemplos de la segunda son
el mecanismo lógico del proceso in- ción deductiva y se puede pasar a "lo el silogismo aristotélico, las pruebas
ductivo. Observemos, sin embargo, otro". Nos hemos extendido sobre el de control efectivo sobre un número
que hay cuando menos ciertas dife- asunto en el artículo sobre Gratry determinado de individuos, y todos
rencias entre el concepto baconiano y (v.). John Stuart Mili desarrolló un los casos en los cuales hay enumera-
el aristotélico de inducción. Por ejem- sistema de lógica inductiva, uno de ciones completas.
plo, en este último no se niega que cuyos más importantes, y conocidos, J. Lukasiewicz ha definido la
hay ciertas relaciones (sobre todo resultados, son los cánones de induc- indución como una de las clases po-
analógicas) entre el proceso inductivo ción a que nos hemos referido más sibles de reducción (VÉASE), la "re-
y la abstracción, por cuyo motivo detalladamente en el artículo CANON. ducción inductiva". El proceso de
suele tomarse como punto de apoyo J. Hershel y W. Whewell llevaron a reducción es ejemplificado en \m ra-
una concepción realista de los univer- cabo diversas investigaciones sobre la zonamiento condicional tal como:
sales (sea realista platónica; sea, más naturaleza del razonamiento inducti- Si p, entonces q,
frecuentemente, realista moderada). vo. Fundamental en este respecto fue 1>
En cambio, en el primer concepto se la noción de coligación (v.) propues- entonces p.
prescinde de las relaciones analógicas, ta por Whewell. Ideas importantes
La lógica proposicional declara que
por cuyo motivo suele tomarse como sobre la inducción se deben a Peirce
punto de apoyo una concepción no- este razonamiento es una falacia,
(v.) y a Lachelier (v.). Una cuestión
pues del hecho de que se afirme
minalista de los universales. La in- muy debatida durante el siglo xix
'q' no se deduce forzosamente que
ducción aristotélica ha sido llamada fue la del llamado "fundamento de
tengamos 'p'. En efecto, el ejemplo:
por algunos "positiva"; la baconiana la inducción" a que nos referiremos
ha sido llamada a veces "negativa". luego. Si se difunde la vacuna Salk,
En esta última desempeña un papel Durante el siglo actual se han pro- disminuye la poliomielitis.
importante la noción de generaliza- puesto varias teorías sobre la natura- Disminuye la poliomielitis.
ción. leza y formas de inducción. A. Lalan- Entonces, se difunde la va-
Desde Bacon hasta el siglo xrx se de cree que debe distinguirse entre cuna Salk,
han destacado las siguientes concep- varios tipos de inducción. Por lo pron- muestra intuitivamente cuan inade-
ciones de la inducción: to, hay un concepto amplio, según el cuado es semejante tipo de razona-
(A) Concepciones basadas en las cual la inducción es una operación miento en la lógica deductiva, ya que
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puede disminuir la poliomielitis por sell, P. Suppes, A. Tarski, R. von Mi- poral, con el fin de justificar la vali-
otros motivos que por la difusión de ses, G. H. von Wright [incluimos los dez del razonamiento inductivo. Ante
la vacuna Salk. Sin embargo, esta fa- nombres precedidos por 'von' en la la dificultad de este problema, Poin-
lacia constituye, según Lukasiewicz, letra "V de la anterior enumeración], caré indicó ya que "es tan difícil jus-
la base del razonamiento inductivo. F. Waismann, D. C. Williams, J. O. tificar el principio de inducción como
Para que tengamos éste es menester, Wisdom. A algunos de estos autores prescindir de él".
empero, restringir la reducción a una hemos dedicado artículos especiales. El "viejo problema de la induc-
de sus clases: es la que tiene lugar Las obras al respecto de la mayor ción" queda "disuelto" tan pronto
cuando hay una generalización de la parte de ellos figuran en las biblio- como se sigue a Hume en pensar que
conclusión. Esta definición de 'induc- grafías del presente artículo y de los lo que importa no es cómo se pueden
ción' supone que quedan excluidos de artículos CONFIRMACIÓN y PROBABILI- justificar las predicciones, sino por
ésta ciertos razonamientos que mu- DAD. Es difícil, además de comprome- qué se formulan predicciones. Puede
chos autores consideran de índole tido, destacar nombres, pero es indu- pensarse que esto equivale a dar una
inductiva. Así, queda excluida la lla- dable que Carnap, Goodman, Hempel, interpretación "meramente psicológi-
mada inducción matemática — según Keynes, Leblanc, Nicod, Peirce, Pop- ca" o "meramente genética" de las
la cual si F es una propiedad del per, Reichenbach, von Mises y von predicciones. Pero no hay tal. Esta-
número 1 y es una propiedad del nú- Wright son nombres aquí funda- blecer si una inferencia inductiva está
mero η y, por lo tanto, del número mentales. o no de acuerdo con las reglas gene-
η + 1, es una propiedad de todo nú- Según apuntamos, las teorías actua- rales de la inducción es una cuestión
mero. También queda excluida la les sobre la inducción son muy di- lógica (y epistemológica), pero no,
llamada inducción sumativa — se- versas y es sumamente difícil pre- o no necesariamente, una cuestión
gún la cual si tenemos un cierto nú- sentar en orden razonable siquiera las psicológica. También es una cuestión
mero de elementos de una clase dada fundamentales. Puede ayudar a com- lógica (y epistemológica) y no, o no
que son todos sus elementos, y si una prender algunas de las teorías actua- necesariamente, una cuestión psicoló-
propiedad corresponde a cada uno les sobre el razonamiento inductivo gica la de establecer en qué medida
de los elementos enumerados, tal pro- seguir a Nelson Goodman y distin- una regla general de inducción está
piedad pertenece a todos los elemen- guir entre "el viejo problema de la de acuerdo con determinadas infe-
tos de la clase dada. Se observará inducción" y el "nuevo enigma de la rencias inductivas. El "nuevo proble-
que la eliminación de esta última for- inducción". ma de la inducción" es, así, el pro-
ma equivale a la negación de esa El "viejo problema de la induc- blema del ajuste mutuo entre normas
inducción perfecta que para ciertos ción" ·—abundantemente tratado en el de inducción e inferencias inductivas.
autores es la única admisible. La in- siglo xix— es, en substancia, el pro- Es sólo cuando se intenta determinar
ducción no es entonces un mero blema de la "justificación de la in- cómo se efectúa este ajuste que sur-
procedimiento para la formación de ducción". Se trata del problema de ge, según Goodman, "el nuevo enig-
conceptos y, por lo tanto, un proce- por qué se estiman válidos los juicios ma de la inducción".
dimiento en el sentido en el que (o ciertos juicios) sobre casos futuros Es común en la época actual tratar
Tiablamos de "procedimiento por abs- o desconocidos, es decir, del proble- la cuestión de la inducción en estre-
tracción"; es un procedimiento para ma de por qué algunas de las llama- cha relación con la cuestión de la
ejecutar razonamientos. das "inferencias inductivas" son acep- probabilidad (VÉASE). Dos escuelas
Las doctrinas sobre la inducción y tadas como válidas. Una solución se han enfrentado al respecto. Según
sobre el razonamiento inductivo —es- típica a este problema consistió en una de ellas (representada, entre
pecialmente sobre el razonamiento in- mostrar que la validez del razona- otros, por von Mises y Reichenbach)
ductivo como razonamiento proba- miento inductivo se funda en la ley el problema de la inducción debe tra-
'ble— han p r o l i f é r a do en el siglo de uniformidad de la Naturaleza, se- tarse desde el punto de vista de la
actual. Nos ocuparemos luego con gún la cual si dos ejemplos concuer- teoría frecuencial de la probabilidad.
más detalle de algunos de los proble- dan en algunos respectos, concorda- Las inferencias inductivas se convier-
mas fundamentales tratados y de al- rán en todos los respectos. A dicha ten entonces en "inferencias estadís-
gunas de las teorías más destacadas. ley se ha agregado a veces (como in- ticas". Según otra escuela (represen-
Por el momento damos simplemente dica J. O. Wisdom) la llamada "ley tada por la mayor parte de autores
una lista de autores que se han ocu- de causación universal". Algunos fi- que han estudiado el problema: Key-
pado del problema de la inducción lósofos creen que la primera ley bas- nes, Camap, Hempel, Goodman, etc.),
desde muy diversos puntos de vista: ta; otros, que la segunda; otros, que el problema de la inducción debe
'M. Black, R. G. Braithwaite, C. D. son equivalentes. Ciertos autores con- tratarse desde el punto de vista de la
Broad, R. Carnap, J. P. Day, M. Do- temporáneos (Keynes, Broad) han in- probabilidad como grado de confir-
• rolle, S. Goldberg,' N. Goodman, C. tentado sustituir las dos leyes anterio- mación. En este último caso la noción
G. Hempel, J. J. Katz, J. M. Keynes, res por otras, que Wisdom resume en principal aquí implicada es la noción
J. G. Kemeny, W. Kneale, A. N. Kol- las dos siguientes: el principio de la de confirmación. Nos hemos referido
mogorov, A. Lalande, H. Leblanc, C. limitación de la variedad indepen- al asunto con más detalle en el ar-
I. Lewis, J. Lukasiewicz, E. Nagel, diente, y el principio de la generación tículo sobre esta noción; en él hemos
J. Nicod, E. Parzen, C. S. Peirce," H. uniforme de propiedades. Otros auto- expuesto, además, algunas de las lla-
Poincaré, E. Poirier, Κ. R. Popper, F. res postulan ciertos principios tales madas "paradojas de la confirmación".
'P. Ramsey, H. Reichenbach, B. Rus- como el de continuidad espacio-tem- El artículo CONFIRMACIÓN puede con-
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IND
siderarse, pues, como una ampliación
del presente.
Concluyamos indicando que H. Le-
blanc ha intentado mediar en la dis-
puta entre la noción de probabilidad
como frecuencia relativa (probabili-
dad estadística, que da lugar a "infe-
rencias estadísticas") y la noción de
probabilidad como medida (lo que
podría llamarse "medida evidencial")
de una proposición por otra (proba-
bilidad inductiva, que da lugar a "in-
ferencias inductivas"). A tal efecto ha
mostrado que las probabilidades esta-
dísticas pueden ser transferidas a pro-
posiciones, convirtiéndose en valores
de verdad, y a la vez que las llama-
das "probabilidades inductivas" pue-
den ser reinterpretadas como evalua-
ciones de valores de verdad. Se
muestra de este modo que "tanto las
probabilidades estadísticas como las
probabilidades inductivas pueden ser
tratadas como medidas teorético-sen-
tencialcs, y que las últimas pueden
ser calificadas de evaluaciones de las
primeras" (op. cit. infra. Prefacio).
loor,