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UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN

A DISTANCIA

DERECHO DE LOS CONFLICTOS ARMADOS -


CONDUCCIÓN DE LAS HOSTILIDADES

SUPUESTO PRÁCTICO 12

CÉSAR PATRICIO VÁSCONEZ SAMANIEGO

20/04/2019
LOCALIDAD NO DEFENDIDA

PLANTEAMIENTO

En una situación de conflicto armado entre los Estados A y B, el Gobierno del estado A
comunica formalmente al Estado B que no defenderá la ciudad X, ordenando, a
continuación, la retirada de la misma de todas las Fuerzas Amadas y equipo militar móvil,
permaneciendo en la ciudad una Unidad de Fuerzas de Policía, con la única misión de
mantener el orden público.
Haciendo caso omiso a esta comunicación, el Gobierno del Estado B ordena el
bombardeo previo y posterior ataque de la ciudad X, por entender que las Fuerzas de
Policía que permanecen en la misma tienen el carácter de combatientes. La ciudad es
bombardeada intensamente con fuego de artillería, lo que ocasiona varias víctimas entre
la población civil. A continuación, las tropas del Estado B se disponen a ocupar la ciudad.
Ante esta situación, el Jefe de Policía organiza la defensa de la ciudad con las
Fuerzas de Policía de que dispone y los voluntarios de la población civil que se prestan a
ello. Tras intensos y encarnizados combates, en que se llega incluso a la lucha “cuerpo a
cuerpo”, la ciudad es ocupada militarmente por un Regimiento del estado B.
El Jefe del Regimiento ordena la detención de todos los habitantes varones, de la
ciudad, de edades comprendidas entre los 15 y 50 años, policías y civiles, hayan tomado
parte o no en las hostilidades, disponiendo el traslado e internamiento de la mitad de estas
personas en un campo de prisioneros de guerra y el resto en un campo de internamiento
de civiles.
Bajo la amenaza de fusilar a un grupo de civiles, el Jefe de Policía facilita
información sobre el movimiento de las tropas del Estado A.

PREGUNTAS:

1.- ¿Puede considerarse lícito el bombardeo y posterior ataque de la ciudad por


parte de las tropas del Estado B?.

El bombardeo realizado por el Estado B claramente no es lícito por las siguientes


consideraciones:

- El artículo 59 contenido en el capítulo V del Protocolo (I) adicional a los


Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 indica que: Queda Prohibido a
las Partes en conflicto atacar, por cualquier medio que sea, localidades no
defendidas.
- En los literales a) y b) del párrafo 5 del artículo 50 del mismo Protocolo indica
que se consideran indiscriminados, entre otros, los siguientes tipos de ataque: a)
los ataques por bombardeo, cualesquiera que sean los métodos o medios
utilizados, que traten como objetivo militar único varios objetivos militares
precisos y claramente separados situados en una ciudad, un pueblo, una aldea u
otra zona en que haya concentración análoga de personas civiles o bienes de
carácter civil; b) los ataques, cuando sea de prever que causarán incidentalmente
muertos y heridos entre la población civil, o daños a bienes de carácter civil, o
ambas cosas, que serían excesivos en relación con la ventaja militar concreta y
directa prevista.
2.- ¿Tienen la consideración de combatientes y, consiguientemente, de prisioneros
de guerra, las Fuerzas de Policía del Estado A y los voluntarios civiles del Estado A?

En concordancia con el Reglamento sobre las leyes y costumbres de la guerra terrestre,


en su Sección I de los Beligerantes Capítulo I de la calidad de beligerante en el Artículo
Primero establece:

Las leyes, los derechos y los deberes de la guerra no se aplican solamente al ejército, sino
también a las milicias y a los cuerpos de voluntarios que reúnan las condiciones
siguientes:

1) Tener a su frente una persona responsable de sus subordinados;


2) Poseer algún signo distintivo fijo y perceptible a distancia;
3) Llevar armas abiertamente, y
4) Sujetarse en sus operaciones a las leyes y costumbres de la guerra.

En los países donde las milicias o los cuerpos de voluntarios constituyen el ejército o
forman parte de él, están comprendidos bajo la denominación de ejército.

Art. 2. La población de un territorio no ocupado que, al acercarse el enemigo, toma


espontáneamente las armas para combatir a las tropas de invasión sin haber tenido el
tiempo de organizarse conforme al artículo primero, será considerada como beligerante
si lleva las armas abiertamente y si respeta las leyes y costumbres de la guerra.

Entonces el servicio armado encargado de velar por el orden público (policía nacional) si
cumple como combatientes pues, fue el Jefe de Policía quien organizó a su personal y a
los voluntarios civiles, que se considera una autoridad no reconocida por la Parte adversa,
además, la Policía Nacional está sometida a un régimen de disciplina interna que hace
cumplir las normas el DIH y también de los Derechos Humanos y de acuerdo al artículo
2 los voluntarios civiles también son considerados como combatientes.

Entonces tanto al personal de la Policía Nacional y a los Voluntarios Civiles que tomaron
parte de las hostilidades, si se los puede considerar como Prisioneros de Guerra de
acuerdo con los siguientes artículos:

Artículo 44 de Combatientes y Prisioneros de Guerra en su primer párrafo que dice: Todo


combatiente, tal como queda definido en el artículo 43, que caiga en poder de una Parte
adversa será prisionero de guerra.

Artículo 45 de Protección de Personas que han tomado Parte en las Hostilidades en sus
dos primeros párrafos que indican:

1. La persona que participe en las hostilidades y caiga en poder de una Parte adversa se
presumirá prisionero de guerra y, por consiguiente, estará protegida por el III Convenio
cuando reivindique el estatuto de prisionero de guerra, cuando parezca tener derecho al
mismo, o cuando la Parte de que dependa reivindique ese estatuto en su favor mediante
una notificación a la Potencia detenedora o a la Potencia protectora. Si hubiere alguna
duda respecto a su derecho al estatuto de prisionero de guerra, tal persona continuará
beneficiándose de este estatuto y, en consecuencia, seguirá gozando de la protección del
III Convenio y del presente Protocolo hasta que un tribunal competente haya decidido al
respecto.

2. La persona que, habiendo caído en poder de una Parte adversa, no esté detenida como
prisionero de guerra y vaya a ser juzgada por esa Parte con motivo de una infracción que
guarde relación con las hostilidades podrá hacer valer su derecho al estatuto de prisionero
de guerra ante un tribunal judicial y a que se decida esta cuestión. Siempre que no sea
contrario al procedimiento aplicable, esa cuestión se decidirá antes de que el tribunal se
pronuncie sobre la infracción. Los representantes de la Potencia protectora tendrán
derecho a asistir a las actuaciones en que deba dirimirse la cuestión, a menos que,
excepcionalmente y en interés de la seguridad del Estado, tales actuaciones se celebren a
puerta cerrada. En este caso, la Potencia en cuyo poder se encuentre la persona informara
al respecto a la Potencia protectora.

Y para los voluntarios civiles también les respalda el párrafo 6 del Artículo 4 del Tercer
Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 que indica:

6) la población de un territorio no ocupado que, al acercarse el enemigo, tome


espontáneamente las armas para combatir contra las tropas invasoras, sin haber tenido
tiempo para constituirse en fuerzas armadas regulares, si lleva las armas a la vista y
respeta las leyes y costumbres de la guerra.

3.- ¿Es lícita la orden de detener y trasladar a los habitantes de la ciudad, hayan
tomado parte o no en las hostilidades, a campos de prisioneros de guerra y de
internamiento de civiles indistintamente?

La orden de detener y trasladar a los habitantes de la ciudad que no tomaron parte en las
hostilidades no es lícita de acuerdo con el artículo 11 (Protección de la Persona) del
Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 el cual en su primer párrafo
manifiesta:

1. No se pondrán en peligro, mediante ninguna acción u omisión injustificada, la salud ni


la integridad física o mental de las personas en poder de la Parte adversa o que sean
internadas, detenidas o privadas de libertad en cualquier otra forma a causa de una
situación prevista en el artículo 1. Por consiguiente, se prohíbe someter a las personas a
que se refiere el presente artículo a cualquier acto médico que no esté indicado por su
estado de salud y que no esté de acuerdo con las normas medicas generalmente
reconocidas que se aplicarían en análogas circunstancias medicas a los nacionales no
privados de libertad de la Parte que realiza el acto.

Mientras a quienes participaron en las hostilidades si se los consideraría como prisioneros


de guerra de acuerdo al Artículo 4 del Tercer Convenio de Ginebra que indica:

Son prisioneros de guerra, en el sentido del presente Convenio, las personas que,
perteneciendo a una de las siguientes categorías, caigan en poder del enemigo:

En su Primer Párrafo que dice:

1) los miembros de las fuerzas armadas de una Parte en conflicto, así como los miembros
de las milicias y de los cuerpos de voluntarios que formen parte de estas fuerzas armadas;
Obviamente tomando también las consideraciones indicadas en el Artículo 45 del
Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949.

Artículo 45 — Protección de personas que han tomado parte en las hostilidades.

1. La persona que participe en las hostilidades y caiga en poder de una Parte adversa se
presumirá prisionero de guerra y, por consiguiente, estará protegida por el III Convenio
cuando reivindique el estatuto de prisionero de guerra, cuando parezca tener derecho al
mismo, o cuando la Parte de que dependa reivindique ese estatuto en su favor mediante
una notificación a la Potencia detenedora o a la Potencia protectora. Si hubiere alguna
duda respecto a su derecho al estatuto de prisionero de guerra, tal persona continuará
beneficiándose de este estatuto y, en consecuencia, seguirá gozando de la protección del
III Convenio y del presente Protocolo hasta que un tribunal competente haya decidido al
respecto.

2. La persona que, habiendo caído en poder de una Parte adversa, no esté detenida como
prisionero de guerra y vaya a ser juzgada por esa Parte con motivo de una infracción que
guarde relación con las hostilidades podrá hacer valer su derecho al estatuto de prisionero
de guerra ante un tribunal judicial y a que se decida esta cuestión. Siempre que no sea
contrario al procedimiento aplicable, esa cuestión se decidirá antes de que el tribunal se
pronuncie sobre la infracción. Los representantes de la Potencia protectora tendrán
derecho a asistir a las actuaciones en que deba dirimirse la cuestión, a menos que,
excepcionalmente y en interés de la seguridad del Estado, tales actuaciones se celebren a
puerta cerrada. En este caso, la Potencia en cuyo poder se encuentre la persona informara
al respecto a la Potencia protectora.

3. La persona que haya tomado parte en las hostilidades y no tenga derecho al estatuto de
prisionero de guerra ni disfrute de un trato más favorable de conformidad con lo dispuesto
en el IV Convenio, tendrá derecho en todo momento a la protección del artículo 75 del
presente Protocolo. Tal persona, cuando se encuentre en territorio ocupado y siempre que
no se halle detenida como espía, disfrutara también, no obstante, lo establecido en el
artículo 5 del IV Convenio, de los derechos de comunicación previstos en ese Convenio.

4.- ¿Son lícitas las amenazas al Jefe de Policía para obtener información?

No son lícitas las amenazas al Jefe de Policía para obtener información pues en el Artículo
17, del Tercer Convenio de Ginebra de 1949 indica claramente que:

El prisionero de guerra no tendrá obligación de declarar, cuando se le interrogue a este


respecto, más que sus nombres y apellidos, su graduación, la fecha de su nacimiento y su
número de matrícula o, a falta de este, una indicación equivalente. En el caso de que
infrinja voluntariamente esta norma, correrá el peligro de exponerse a una restricción de
las ventajas otorgadas a los prisioneros de su graduación o estatuto.

No se podra infligir a los prisioneros de guerra tortura física o moral ni presion


alguna para obtener datos de la indole que fueren.

Los prisioneros que se nieguen a responder no podrán ser amenazados ni insultados ni


expuestos a molestias o desventajas de ningún género.

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