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Por el Camino de la Decepción

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Victor Ostrovsky, 1990

o me ha resultado fácil revelar los hechos que este libro simulando la realidad bajo falsos distinti-
N conozco desde mi ventajosa perspectiva tras vos y oscuras identidades (aunque he utilizado las
los cuatro años pasados en el Mossad. Proceden- iniciales de algunos miembros del personal activo
te de un apasionado entorno sionista, me habı́an para proteger sus vidas). Iacta alea est: la suerte
inculcado que el Estado de Israel era incapaz de está echada. Vı́ctor Ostrovsky Julio de 1990 . * *
actuar injustamente, que éramos como David en su * Durante más de veinticinco años de periodismo
interminable lucha contra un Goliat cada vez más he tenido ocasión de aprender que jamás debemos
gigantesco y que únicamente podı́amos confiar en negarnos a escuchar a quien nos ofrece un relato,
nosotros mismos para protegernos, sentimiento con- por muy singular que parezca la propuesta. Y, en
solidado por los supervivientes del holocausto con principio, la historia de Vı́ctor Ostrovsky me pare-
los que convivı́amos. En nosotros, la nueva genera- ció más extraña que ninguna. Como la mayorı́a de
ción de israelı́es, la nación que habı́a renacido en periodistas, me ha tocado escuchar a muchos que
su propia tierra tras más de dos mil años de exilio, me explicaban atropelladamente la razón de que sus
se confiaba totalmente el destino de la nación. Los vivencias hubieran sido silenciadas con la perversa
comandantes de nuestros ejércitos eran considera- intervención de alguna Conspiración Intergaláctica
dos campeones, no generales; nuestros gobernantes Marciana. Por otra parte todos los periodistas he-
eran capitanes que guiaban el timón de un gran mos experimentado la tensión de responder a una
navio. Me sentı́ lleno de júbilo cuando fui escogido confidencia, descubriendo finalmente que el prota-
y se me concedió el privilegio de incorporarme al gonista de la historia era un esnob. Una tarde de
que me parecı́a el equipo más escogido del Mossad. abril de 1988 me encontraba en el puesto que suelo
Mas los retorcidos ideales y el egocéntrico pragma- ocupar en la tribuna de prensa del Parlamento de
tismo que encontré dentro de la organización, junto Ottawa cuando me telefoneó Vı́ctor Ostrovsky y me
con la codicia, avidez y absoluta falta de respeto dijo que deseaba contarme ciertas informaciones de
del equipo hacia la vida humana, me impulsaron a carácter internacional que podrı́an interesarme. Yo
narrar esta historia. Porque amo a Israel como un habı́a publicado recientemente un best-seller muy
paı́s libre y justo arriesgo mi vida haciéndolo ası́, polémico titulado Friends in High Places que trata-
enfrentándome a aquellos que se arrogaron el dere- ba de los conflictos del primer ministro canadiense
cho de convertir el sueño sionista en la actual pe- y su gobierno. Vı́ctor me dijo que le agradaba mi
sadilla que vivimos. El Mossad, organización de los modo de enfocar los temas de carácter oficial, por
servicios secretos a la que se habı́a confiado la res- lo que habı́a decidido ofrecerme su historia. No me
ponsabilidad de allanar el camino de los dirigentes facilitó más detalles, pero me sugirió que nos reunié-
polı́ticos de la nación, ha traicionado esa confianza. semos durante un cuarto de hora en una cafeterı́a
Conspirando en beneficio propio y en pro de razo- próxima para poder explicarse. Tres horas después
nes mezquinas ha conducido a la nación al enfren- Vı́ctor seguı́a absorbiendo mi atención: realmente,
tamiento en una lucha sin cuartel. No puedo seguir la suya era una narración muy interesante. 4 / 250
guardando silencio ni exponer la verosimilitud de Inevitablemente mi mayor preocupación personal

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VICTOR OSTROVSKY

fue cómo podrı́a comprobar la identidad de aquel Inteligencia. E incluso antes de someterse a tales
hombre. Pues bien, tras algunas consultas priva- sesiones, Kerr tuvo que cumplimentar un exhausti-
das a través de varios contactos, amén de su buena vo cuestionario de cuarenta y cinco apartados, en
voluntad de mencionarme algunos nombres y ex- el que se ventilaban todas sus peculiaridades, desde
presarse con franqueza conmigo, llegué fácilmente sus experiencias biográficas, académicas y laborales
a la conclusión de que se trataba de un auténti- hasta el estado de sus finanzas, comprendidas sus
co elemento: me encontraba ante un antiguo katsa posesiones inmobiliarias, el salario que habı́a perci-
del Mossad. A muchos les desagradará el contenido bido durante los últimos cinco años y el volumen de
de este libro. Es un relato inquietante, apenas una su hipoteca, junto con otras cuestiones relativas a
crónica de lo mejor que puede ofrecer la naturale- las organizaciones a las que habı́a pertenecido y su
za humana. Muchos considerarán a Vı́ctor como un filosofı́a general de la vida y del servicio secreto. Al
traidor a Israel: allá ellos. Yo le veo como un hom- iniciarse la sesión, el senador Boren reconoció que
bre profundamente convencido de que el Mossad es era una ocasión singular para que el comité realiza-
una excelente organización que se ha maleado, un se sus tareas en público. “Mientras otras naciones
ser cuyo idealismo quedó destruido por el implaca- procuran que su cuerpo legislativo omita las acti-
ble impacto de la realidad. Alguien que cree que el vidades de su servicio secreto, en nuestro paı́s es
Mossad o, en resumidas cuentas, cualquier organi- realmente única la extensa naturaleza del proceso.”
zación del gobierno debe ser públicamente respon- Entre otras cosas, el comité revisa trimestralmente
sable de sus actos. Incluso la CIA tiene que justi- todos los programas de acción de cobertura bajo
ficarse ante un cuerpo escogido; el Mossad, no. El mandato presidencial y celebra sesiones especiales
primero de septiembre de 1951 David Ben Gurion, siempre que el presidente inicia una nueva empresa
a la sazón primer ministro, promulgó un decreto secreta. “Aunque no estamos facultados para vetar
disponiendo la creación del Mossad como organiza- las acciones secretas que se propongan —proseguı́a
ción del servicio secreto independiente del Ministe- —, en el pasado, los presidentes tomaban en consi-
rio de Asuntos Exteriores de Israel. Hasta la fecha, deración nuestros consejos y adoptaban medidas ya
aunque todos conocen su existencia —en ocasiones fuese para modificar o cancelar actividades que el
incluso los polı́ticos alardean de sus éxitos—, sigue comité consideraba erróneamente concebidas o que
siendo una organización fantasma en todos los sen- creı́an que planteaban riesgos innecesarios para los
tidos. Por ejemplo, no figura referencia alguna de intereses de la seguridad.” 5 / 250 En Israel, aun-
ella en los presupuestos del Estado y jamás se hace que se supone que el primer ministro es el respon-
público el nombre de su jefe supremo mientras os- sable del servicio secreto, suele ignorar las acciones
tenta dicho cargo. Uno de los principales temas de que lleva a cabo hasta que se han producido. En
este libro es la convicción de Vı́ctor de que el Mos- cuanto al público, raras veces llega a conocerlas.
sad no se somete a control alguno, que ni siquiera Y, ciertamente, ningún comité investiga las activi-
el primer ministro, aunque aparentemente respon- dades ni al personal del Mossad. La importancia
sable, posee autoridad real sobre sus actos y que de una vigilancia polı́tica adecuada del servicio de
incluso suele verse manipulado para aprobar o em- inteligencia queda resumida por sir William Step-
prender acciones que acaso sean de más interés para henson en su prólogo de A Man Called Intrepid,
quienes dirigen la organización que necesariamente donde dice que los servicios secretos son institucio-
para Israel. Mientras que la naturaleza de los asun- nes necesarias para que las democracias eviten el
tos del servicio secreto comprenden por definición desastre y una posible y total destrucción. “Entre
una reserva considerable, en otros paı́ses democrá- los arsenales cada vez más complejos del mundo,
ticos algunos de sus elementos son públicos. Por el espionaje es una arma esencial, tal vez la más
ejemplo, en Estados Unidos el director y los subdi- importante —decı́a—, pero dado su carácter reser-
rectores de la CIA son designados en primer lugar vado, resulta la más peligrosa. Deben idearse y re-
por el presidente, sometidos a audiencias públicas visarse garantı́as para evitar su abuso y aplicarlas
por un comité de inteligencia designado por el Se- estrictamente. Pero como en cualquier empresa, se-
nado y, finalmente, confirmados por una mayorı́a rán decisivos el carácter y la sensatez de aquellos a
de dicha institución. Por ejemplo, el 28 de febrero quienes se confı́a. En la integridad de tal vigilancia
de 1989 un comité presidido por David L. Boren subyace la esperanza de la gente libre para resistir
se reunı́a en la sala SH-216 del Hart Señale Office y vencer.” Otro interrogante válido sobre la histo-
Building, en Washington, para interrogar al miem- ria de Vı́ctor es cómo un funcionario relativamente
bro ejecutivo de la CÍA Richard J. Kerr, que habı́a secundario del Instituto, como se denomina al Mos-
sido propuesto como subdirector de la Central de sad, pudo llegar a conocer tanto sobre él. Ésta es

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una pregunta muy acertada cuya respuesta resul- llegados el modo de iniciar una operación y cómo
ta sorprendentemente sencilla. En primer lugar, se evitar pasados errores. Por añadidura, aunque serı́a
trata de una organización muy pequeña. En su li- difı́cil cuantificar, la extraordinaria cohesión histó-
bro Games of Intelligence, Nigel West (seudónimo rica de la comunidad judı́a, su convicción de que
del miembro conservador del Parlamento británico pese a las diferencias polı́ticas deben mantenerse
Rupert Allason) manifiesta que la sede general de unidos para protegerse de sus enemigos, conduce a
la CIA en Langley (Virginia), que “está claramente una franqueza entre todos ellos que serı́a imposible
señalizada en la avenida de George Washington, en 6 / 250 encontrar por ejemplo entre los empleados
las afueras de Washington, DC”, cuenta con vein- de la CIA o el KGB. En resumen, entre sı́ se sienten
ticinco mil empleados, “los cuales, en su inmensa en libertad de expresarse con todo detalle y ası́ lo
mayorı́a, no se esfuerzan en absoluto por ocultar la hacen. Naturalmente deseo formular mi reconoci-
naturaleza de su trabajo”. El Mossad apenas dispo- miento a Vı́ctor por darme la oportunidad de traer
ne de mil doscientos empleados, comprendidas las a la luz tan singular historia. Quiero asimismo agra-
secretarı́as y el personal de limpieza, y todos están decer a mi esposa, Lydia, el constante apoyo que me
debidamente aleccionados para responder a quien ha dispensado en el proyecto, especialmente pues-
les pregunte que trabajan para el departamento de to que la naturaleza de esta narración sigue impo-
defensa. West dice asimismo que “las pruebas acu- niéndome más presiones que mis habituales acti-
muladas por los desertores soviéticos indican que vidades polı́ticas. También agradezco a la Biblio-
la Dirección Principal del KGB empleaba a unos teca del Parlamento de Ottawa su, como siempre,
quince mil oficiales de servicios especiales” en todo amable cooperación. Claire Hoy Julio de 1990. 7 /
el mundo, “unos tres mil con base en su cuartel ge- 250 PRÓLOGO: OPERACIÓN ESFINGE Resulta-
neral de Teplyystan, en las afueras de la carretera ba comprensible que Butrus Eben Halim se hubiese
de circunvalación de Moscú, al sudoeste de la capi- fijado en aquella mujer. Al fin y al cabo era una ru-
tal”. Eso sucedı́a en los años cincuenta. Datos más bia sensual que vestı́a pantalones ceñidos y blusas
recientes señalan que el número total de empleados muy breves y reveladoras, capaces de excitar a cual-
del KGB en todo el mundo supera los doscientos quier hombre. Durante la semana anterior la habı́a
cincuenta mil. Incluso el servicio de inteligencia cu- estado viendo diariamente en la parada del autobús
bano DGI cuenta con dos mil funcionarios expertos de Villejuif, en las afueras del sur de Parı́s. Como
apostados por todo el mundo en las misiones di- tan sólo dos autobuses se detenı́an allı́, uno local y
plomáticas de su paı́s. El Mossad —créase o no— otro que enlazaba con el extrarradio, y únicamente
tiene únicamente treinta o treinta y cinco oficia- solı́an coincidir algunos pasajeros regulares, era im-
les de servicios especiales o katsas operando por el posible que pasara inadvertida. Y aunque Halim lo
mundo en cualquier momento. Según se demues- ignoraba, aquello era lo que se pretendı́a. Corrı́a el
tra en este libro, la razón principal de una cifra mes de agosto de 1978. La muchacha, al igual que
tan sorprendentemente baja es que, a diferencia de él, parecı́a observar una constante rutina. Halim se
otros paı́ses, Israel puede aprovechar el significativo la encontraba puntualmente cuando llegaba a es-
y leal cuadro de la comunidad judı́a mundial esta- perar su autobús, y al cabo de unos momentos, un
blecida fuera de Israel. Y ello lo consigue a través hombre de tez pálida y ojos azules y correctamente
de un sistema único de sayanim, ayudantes volun- vestido aparecı́a a toda velocidad conduciendo un
tarios. Vı́ctor registraba en un diario sus propias Ferrari BBS 12 deportivo, de color rojo, se detenı́a
experiencias y muchas otras ajenas. Es un redactor un momento para recoger a la rubia y partı́a des-
pésimo, pero posee una memoria casi fotográfica pués con rumbo desconocido. Halim, un iraquı́, a
para mapas, planos y otros datos visuales, crucia- quien su esposa Samira consideraba tan insoporta-
les para el éxito en las operaciones de los servicios ble como la monótona existencia que llevaban en
de espionaje. Y puesto que el Mossad es una organi- Parı́s, pasaba la mayor parte de su solitario tra-
zación tan limitada y cerrada, tenı́a acceso a archi- yecto hasta el trabajo pensando en aquella mujer.
vos computadorizados e historias orales, que serı́an Y evidentemente le sobraba tiempo para ello. No
imposible de obtener a cualquier novato recién in- solı́a hablar con nadie por el camino y, siguiendo
gresado en la CIA o en el KGB. Incluso en su época instrucciones de la seguridad iraquı́, daba siempre
de instrucción, él y sus compañeros manejaban el un amplio rodeo para llegar a su trabajo y variaba
computador principal del Mossad y pasaban horas frecuentemente su ruta. Sus únicas constantes eran
interminables en clase estudiando una y otra vez, la parada de autobús próxima a su hogar de Ville-
minuciosamente, múltiples operaciones en curso del juif y la estación de metro de Saint-Lazare. Desde
servicio secreto con el fin de enseñar a los recién allı́ tomaba el tren hasta Sarcelles, exactamente al

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norte de la ciudad, donde trabajaba en un proyec- por su planta militar de enriquecimiento de Pie-
to de alto secreto destinado a la construcción de rrelatte. Asimismo habı́an convenido vender a Iraq
un reactor nuclear para su paı́s. Un dı́a el segundo cuatro cargas de carburante: un total de ciento cin-
autobús llegó antes que el Ferrari. La mujer miró cuenta libras de uranio enriquecido que bastarı́an
hacia el lugar por donde solı́a llegar el coche y con para fabricar cuatro armas nucleares. Jimmy Car-
un encogimiento de hombros se subió en el vehı́cu- ter, a la sazón presidente de Estados Unidos, habı́a
lo. El autobús de Halim venı́a con retraso debido a adoptado como principal objetivo de polı́tica ex-
un leve “accidente” sufrido dos manzanas más abajo tranjera su oposición a la proliferación nuclear y
cuando un Peugeot se atravesó delante suyo. Al ca- los diplomáticos norteamericanos presionaban ac-
bo de unos momentos llegó el Ferrari. El conductor tivamente tanto a franceses como a iraquı́es para
miró en torno buscando a la muchacha, y Halim, hacerlos desistir de sus planes. Incluso los franceses
comprendiendo lo que habı́a sucedido, le informó se mostraron recelosos acerca de las intenciones de
en francés que ella se habı́a marchado en autobús. Iraq cuando ésta rechazó categóricamente su ofer-
El hombre, al parecer perplejo, repuso en inglés y, ta de sustituir el uranio enriquecido por otra clase
en esta ocasión, Halim le repitió la explicación en menos potente de carburante denominado “carame-
tal idioma. Su interlocutor, agradecido, le preguntó lo”, sustancia que podı́a producir energı́a nuclear
adonde se dirigı́a y él le indicó que su destino era pero no bombas nucleares. Iraq se mostró inflexi-
la estación de la Madeleine, a escasa distancia de la ble: un trato era un trato. En una conferencia de
de Saint-Lazare. Ran S., el conductor, al que Ha- prensa celebrada en Bagdad en julio de 1980, el
lim únicamente conocerı́a como el inglés Jack Do- hombre fuerte de Saddam Hussein en Iraq se bur-
novan, le dijo que también él seguı́a aquel camino laba de las preocupaciones de Israel diciendo que
y se ofreció a llevarle. Halim no vio ningún incon- años atrás “los cı́rculos sionistas europeos se reı́an
veniente en ello y entró en el coche. El pez habı́a de los árabes que, según ellos, eran un pueblo salva-
tragado el anzuelo. Y como el destino acabarı́a de- je y atrasado, únicamente capaz de cabalgar en sus
mostrando, aquélla resultó una presa valiosa para camellos por el desierto. Ahora veremos comentar
el Mossad. La Operación Esfinge concluyó especta- con estupor en esos mismos cı́rculos que Iraq está
cularmente el 7 de junio de 1981 cuando unos caza- a punto de producir una bomba atómica”. El he-
bombarderos israelı́es fabricados en Estados Unidos cho de que Iraq alcanzase rápidamente tal hito a
destruyeron el complejo nuclear iraquı́ Tamuz 17 (u fines de los setenta incitó a AMAN, unidad de in-
Osirak) en Tuwaitha, a las afueras de Bagdad, en teligencia militar israelı́, a enviar un memorándum
una temeraria incursión sobre territorio hostil. Pe- (clasificado de “negro” en calidad de alto secreto)
ro esto sucederı́a varios años después de que intri- a Tsvy Zamir, el espigado y calvo ex general del
gas 8 / 250 internacionales, diplomacia, sabotajes ejército, a la sazón jefe del Mossad. AMAN desea-
y asesinatos orquestados por el Mossad retrasaran ba obtener información interna más concreta sobre
la construcción de la planta, sin que finalmente lo- los estadios de desarrollo del proyecto iraquı́, por lo
graran impedirlo. La preocupación de Israel por el que David Biran, jefe del Tsomet, departamento de
proyecto habı́a sido enorme desde que Francia fir- reclutamiento, fue invitado a entrevistarse con Za-
mó un acuerdo para facilitar a Iraq, a la sazón su mir. Posteriormente Biran, un rechoncho profesio-
segundo proveedor más importante de petróleo, un nal del Mossad, de rostro redondo y porte elegante,
centro de investigación nuclear tras la crisis ener- se reunió con los jefes de su departamento y les or-
gética de 1973. La crisis habı́a intensificado el inte- denó que buscasen una conexión iraquı́ en la fábrica
rés por la energı́a nuclear como fuente alternativa francesa de Sarcelles. Tras una exhaustiva aunque
de energı́a y los paı́ses que fabricaban tales siste- infructuosa investigación de dos dı́as en los archivos
mas fueron incrementando sus operaciones interna- de personal, Biran se puso en contacto con David
cionales de venta. En aquellos momentos Francia Arbel, jefe de la base francesa, un oficial de carrera
deseaba vender a Iraq un reactor nuclear comercial del Mossad, canoso y que dominaba varios idiomas,
de setecientos megavatios. Iraq habı́a insistido reite- facilitándole los detalles necesarios para aquella mi-
radamente en que el centro de investigación estaba sión. Como todas esas bases, la correspondiente a
destinado a fines pacı́ficos, básicamente para facili- Parı́s se halla situada en los sótanos blindados de la
tar energı́a a Bagdad. Israel, por múltiples razones, embajada israelı́. En su calidad de jefe de la misma,
temı́a que sirviese para fabricar bombas nucleares 9 / 250 Arbel incluso estaba por encima del em-
que se utilizarı́an contra ellos. Los franceses habı́an bajador. El personal del Mossad controla la valija
accedido a facilitar uranio enriquecido al noventa diplomática (la “dip”) y por sus manos pasa todo el
y tres por ciento para dos reactores suministrados correo que entra y sale de las embajadas. También

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tiene a su cargo el mantenimiento de pisos francos, tomas con uno solo. Una vez desplegadas las patas,
conocidos como “apartamentos de operaciones”; por el fotógrafo puede introducir y sacar rápidamente
ejemplo, únicamente la base londinense posee más los documentos por debajo utilizando un acceso-
de un centenar de tales pisos y tiene alquilados otros rio elástico que sostiene con los dientes para pulsar
cincuenta. Parı́s cuenta asimismo con una serie de cada vez el obturador. Cuando hubieron fotogra-
sayanim, colaboradores voluntarios judı́os de todas fiado las tres páginas, los hombres devolvieron el
condiciones, uno de los cuales, cuyo nombre clave dossier a su sitio y se marcharon. Los nombres fue-
era Jacques Marcel, trabajaba en el departamento ron enviados inmediatamente por computador a la
de personal de la planta nuclear de Sarcelles. Como subdivisión de Parı́s en Tel-Aviv utilizando el sis-
el proyecto era muy urgente, se le pidió que facilita- tema clásico de doble codificación del Mossad por
se determinado documento. Normalmente hubiese el que a cada expresión fonética se le asigna un nú-
transmitido la información de modo oral o inclu- mero. Por ejemplo, en el caso de Abdul, a “Ab” se
so la hubiese copiado en un papel. Apoderarse de le asignarı́a el número siete y a “dul” el veintiuno.
documentación implica el riesgo de ser descubier- En otros casos más complicados cada número posee
to y pone en peligro al sayan. Pero en aquel caso un código regular, una letra u otro número, y este
decidieron que necesitaban una información concre- código “manguito” se cambia semanalmente. Y aun
ta, principalmente por la habitual confusión de los ası́, cada mensaje facilita únicamente la mitad del
nombres árabes (suelen cambiárselos en diversas si- texto, de modo que uno contendrı́a la clave del có-
tuaciones). Y asimismo, para mayor seguridad, se digo de “Ab” y el otro la de 10 / 250 “dul”, y aunque
pidió a Marcel que facilitase la relación del personal esta transmisión fuese interceptada, nada significa-
iraquı́ que allı́ trabajaba. Puesto que de todos mo- rı́a para la persona que tratase de descifrarla. De
dos tenı́a previsto acudir a Parı́s para asistir a una este modo fue enviada toda la relación del personal
reunión, Marcel recibió instrucciones de depositar a la base general, mediante dos transmisiones por
la relación en el maletero de su coche, junto con los separado del computador. En cuanto los nombres
restantes expedientes que debı́a llevar oficialmente y cargos fueron descifrados en Tel-Aviv, se envia-
a la reunión. La noche anterior se encontró con él ron al departamento de investigación y a AMAN,
un katsa (oficial del Mossad), recogió un duplicado pero, una vez más, y teniendo en cuenta que el per-
de la llave del maletero y le dio ciertas indicaciones. sonal iraquı́ de Sarcelles lo componı́an cientı́ficos
A la hora señalada Marcel debı́a dar un rodeo por que en principio no eran considerados peligrosos,
una callejuela próxima a la École Militaire, donde apenas poseı́an datos relativos a ellos en sus archi-
encontrarı́a un Peugeot rojo con una pegatina espe- vos. El jefe del Tsomet dio instrucciones de “atacar
cial en la ventanilla posterior. El coche, que habrı́a del modo más conveniente”, es decir, buscando el
sido alquilado, habrı́a pasado toda la noche frente objetivo más fácil. Y cuanto antes. Ası́ fue como
a un café para garantizar un lugar de aparcamien- decidieron arriesgarse con Butrus Eben Halim, que
to, necesidad primordial en Parı́s. Marcel darı́a una demostró ser una baza afortunada aunque, en su
vuelta a la manzana y, cuando regresara, el vehı́cu- momento, se le escogió porque era el único cientı́-
lo arrancarı́a, permitiéndole ocupar su puesto. A fico iraquı́ que residı́a en un domicilio particular:
continuación debı́a limitarse a asistir a la reunión, ello significaba que los restantes estaban controla-
dejando la relación del personal en el maletero. Co- dos por más medidas de seguridad o que se alojaban
mo quiera que los empleados de industrias delica- en residencias militares próximas a la planta. Halim
das suelen verse sometidos a registros inesperados estaba casado, apenas la mitad de ellos lo estaban,
por razones de seguridad, Marcel, sin apercibirse pero no tenı́a hijos, algo insólito en un iraquı́ de
de ello, fue seguido por el Mossad cuando se dirigı́a cuarenta y dos años, lo que sugerı́a que el suyo no
a su cita. Tras asegurarse una vez más de que no era un matrimonio dichoso y normal. Puesto que ya
eran vigilados, un par de especialistas cogieron el tenı́an su objetivo, el problema que se presentaba
dossier del coche y se metieron en el café. Mientras a continuación era cómo “reclutarlo” especialmente
uno de ellos encargaba bebidas, el otro fue al lava- puesto que se habı́an recibido órdenes de Tel-Aviv
bo. Una vez allı́ sacó una cámara fotográfica con un para que aquélla se considerase una ain efes, drás-
juego anexo de cuatro patas pequeñas plegables de tica expresión hebrea que significa una operación
aluminio, llamado “abrazadera”, ingenio que ahorra en la que no se admitirı́a el fracaso. Para llevar
mucho tiempo de preparación puesto que ya está a cabo tal tarea se recurrió a dos equipos. Yarid,
enfocado y utiliza especiales rollos instantáneos fa- el primero de ellos, responsable de la seguridad en
bricados por el departamento de fotografı́a del Mos- Europa, deberı́a verificar los horarios de Halim y
sad, con lo que es posible obtener hasta quinientas de su esposa, Samira, comprobar si él estaba some-

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tido a vigilancia iraquı́ o francesa y procurarse un atractiva y de cabellos cortos que se dio a cono-
apartamento en las proximidades por medio de un cer como Jacqueline llamaba a la puerta de Halim.
“agente de la propiedad inmobiliaria” sayan (uno Se trataba de Dina, otro miembro del equipo, cuya
de los sayanim radicados en Parı́s que se dedicaba función consistı́a simplemente en observar deteni-
a asuntos inmobiliarios se comprometió a encontrar damente a la esposa e identificarla al equipo de mo-
un apartamento por aquellos alrededores sin formu- do que pudieran iniciar formalmente la vigilancia.
lar pregunta alguna). Neviot, el segundo equipo, se Dina simulaba dedicarse a la venta de perfumes que
encargarı́a de infiltrarse en el domicilio de Halim, obtenı́a en grandes cantidades. Debidamente equi-
reconociendo el terreno e instalando ingenios de es- pada con un maletı́n e impresos de pedido, habı́a
cucha: una “madera” si debı́a colocarse en una mesa ido de puerta en puerta ofreciendo sus productos en
o zócalo, por ejemplo, o un “cristal” si se trataba de los restantes apartamentos de aquel edificio de tres
un teléfono. La división yarid del departamento de pisos sin ascensor a fin de evitar sospechas, toman-
seguridad consiste en tres equipos con una dota- do las precauciones necesarias para llegar a casa de
ción de tres a nueve elementos cada uno, dos de los Halim antes de que él regresara de su trabajo. Sami-
cuales desarrollan sus actividades en el extranjero ra, al igual que la mayorı́a de mujeres del edificio,
mientras que el otro permanece en Israel en calidad estuvo encantada con la oferta de perfume. Y no
de apoyo. Recurrir a uno de los equipos para una era de extrañar puesto que los precios resultaban
operación suele implicar importantes regateos por- mucho más económicos que en los establecimien-
que todos consideran de vital importancia su caso tos de venta al detalle. A las interesadas se les pe-
particular. La división neviot consiste asimismo en dı́a que pagaran la mitad del encargo por anticipa-
tres equipos de expertos en el arte de obtener in- do y el resto a la entrega, prometiendo acompañar
formación mediante objetos inanimados, lo que sig- la misma con un “regalo”. Samira llegó al extremo
nifica irrumpir en un domicilio, fotografiar objetos de invitar a “Jacqueline” a entrar en su casa y se
tales como documentos, entrar y salir de habitacio- desahogó con ella explicándole lo desdichada que se
nes y edificios para instalar equipos de vigilancia sin sentı́a, que su marido era un individuo conformis-
dejar huellas o entrar en contacto con determinadas ta, que ella procedı́a de una familia acaudalada y
personas. Entre su colección de instrumentos, estos estaba cansada de contribuir con su propio dinero
equipos cuentan con llaves maestras de la mayo- a la marcha del hogar y, revelación de capital im-
rı́a de hoteles más importantes de Europa e idean portancia para sus fines, que dentro de quince dı́as
constantemente nuevos métodos para abrir puer- ella se trasladarı́a a Iraq, con sus padres, porque
tas equipadas con mecanismos de cierre que funcio- su madre debı́a someterse a una delicada operación
nan a base de tarjetas magnéticas, claves cifradas y quirúrgica, por lo que Halim se quedarı́a solo y, por
otros medios. Algunos hoteles, por ejemplo, incluso consiguiente, aún serı́a más vulnerable. “Jacqueli-
disponen de cerraduras que se abren utilizando la ne”, que simulaba ser una estudiante hija de buena
huella del pulgar de sus huéspedes. Una vez instala- familia del sur de Francia, que vendı́a perfumes a
dos los ingenios de escucha o micrófonos ocultos en fin de obtener algún dinero extra para sus gastos, se
el apartamento de Halim, un shicklut (empleado del mostró sumamente comprensiva con la situación de
departamento de escucha) espiarı́a y registrarı́a las Samira. Aunque su labor consistı́a en identificar a
conversaciones. La cinta del primer dı́a serı́a remiti- la mujer, aquel éxito inicial fue indiscutible. En las
da al cuartel general de Tel-Aviv, 11 / 250 donde se misiones de vigilancia, después de cada sesión, se
averiguarı́a en qué dialecto especial se expresaban informa minuciosamente de todos los detalles en el
y se enviarı́a cuanto antes desde Israel a un marats, piso franco, donde el equipo asimila la información
u oyente, que comprendiera lo mejor posible dicho y planea el siguiente paso. Ello suele significar lar-
dialecto para proseguir la vigilancia electrónica y gas horas de interrogatorios, de insistir una y otra
facilitar su inmediata traducción a la base de Pa- vez en todos los detalles y, en tanto que las distin-
rı́s. En aquel estadio de la operación únicamente tas personas debaten el significado de un hecho o de
contaban con un nombre y una dirección: ni siquie- una frase en particular, los ánimos suelen exaltar-
ra disponı́an de una foto del iraquı́ y, desde luego, se. Los miembros del equipo fuman cigarrillo tras
no habı́a garantı́a alguna de que pudiera serles útil. cigarrillo y se sirven continuamente tazas de café,
El equipo yarid se dedicó a vigilar desde la calle el y la atmósfera de un piso franco se enrarece cada
edificio donde tenı́a su domicilio Halim y a espiar a vez más a medida que pasan las horas. Ası́ pues,
través del apartamento vecino para comprobar qué se decidió que puesto que Dina (Jacqueline) habı́a
aspecto tenı́an él y su esposa. El primer contac- simpatizado con Samira, podı́a aprovecharse aquel
to real se realizó dos dı́as después. Una joven muy afortunado giro de los acontecimientos para agilizar

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la marcha del asunto. Por lo tanto su siguiente ta- individuo evitando cualquier posibilidad de detec-
rea consistirı́a en hacer salir dos veces a la mujer del ción. Ello significaba espiarle a etapas, sin seguirle
apartamento, una para que el equipo pudiera deci- a distancia, sino teniendo a un hombre apostado
dir cuál era el mejor lugar donde colocar un aparato en las proximidades para observar adonde se diri-
de escucha y, la segunda, para instalarlo. Ello signi- gı́a. Al cabo de unos dı́as otro hombre estaciona-
ficaba entrar y tomar fotos, medidas, muestras de do en la manzana siguiente seguirı́a espiando, y ası́
pintura, todo cuanto fuese necesario para garanti- sucesivamente. En el caso de Halim ello fue suma-
zar 12 / 250 que podrı́a reproducirse una réplica mente sencillo porque cada dı́a acudı́a a la misma
exacta de determinado elemento, pero con un mi- parada de autobús. A través del ingenio de escucha,
crófono escondido en él. Como todo cuanto lleva a el equipo supo exactamente cuándo partirı́a Sami-
cabo el Mossad, rigiéndose por el criterio de mi- ra a Iraq. También oyeron cómo ella le aconsejaba
nimizar riesgos. Durante su primera visita, Samira que acudiese a la embajada iraquı́ para pedir que
se habı́a quejado de los problemas que tenı́a pa- efectuasen un control de seguridad, lo que puso so-
ra encontrar un buen peluquero local que supiera breaviso al Mossad para intensificar su cautela. Pe-
cómo tratar el color de su cabello. Cuando Jacque- ro aún no habı́an pensado cómo podrı́an reclutar
line apareció con la mercancı́a dos dı́as después (en a Halim, y dada la enorme importancia de aquel
esta ocasión poco antes de que Halim regresara a caso no contaban con mucho tiempo para decidir
casa para poder verle personalmente), habló a Sa- si él estarı́a o no dispuesto a colaborar. Asimismo
mira de su peluquero, muy moderno e instalado en el departamento de seguridad descartó como exce-
la Rive Gauche. —He hablado a André de ti y dice sivamente arriesgado en aquel caso el uso de un
que le encantarı́a estudiar tu cabello —dijo Jacque- oter, un árabe pagado para contactar a otros ára-
line—. Te representará un par de visitas, porque bes. Hubiera sido un trato demasiado directo que
es muy especial. Pero te acompañaré muy a gusto. no permitirı́a otra alternativa y no querı́an echarlo
Samira se alborozó ante tal perspectiva. Su mari- a perder 13 / 250 todo. En cuanto a las primeras es-
do y ella no tenı́an verdaderos amigos en aquella peranzas que habı́an abrigado acerca de que Dina,
zona, apenas llevaban vida social y la oportunidad bajo la personalidad de Jacqueline, pudiese entrar
de pasar un par de tardes en el centro de la ciu- en contacto con Halim a través de su mujer, fueron
dad, lejos de la interminable esclavitud del hogar, rápidamente desechadas. Tras su segunda cita con
resultó muy bien recibida. El regalo especial que el peluquero, Samira no quiso volver a saber nada
Samira recibió de Jacqueline por la adquisición del más de ella. —He visto cómo mirabas a esa mu-
perfume consistió en un elegante llavero provisto de chacha —dijo Samira a Halim durante una de sus
diversas anillitas para cada una de las llaves. —Da- disputas conyugales—, y no te hagas ilusiones por-
me la llave de tu apartamento y te enseñaré cómo que yo me marche: sé muy bien cómo eres.Y ası́ fue
funciona —le dijo Jacqueline. Cuando Samira se la cómo se les ocurrió la idea de la chica del autobús
entregó no advirtió que Jacqueline la deslizaba en y del katsa Ran S. que se darı́a a conocer como el
un estuche de unas dos pulgadas, envuelto como si extravagante inglés Jack Donovan. Alquiları́an un
fuese otro regalo, pero relleno de arcilla moldeable Ferrari, y las ilusorias patrañas de Donovan sobre
salpicada de talco para evitar que quedase adheri- sus supuestas riquezas harı́an el resto. La primera
da. Cuando hubo metido la llave y cerrado la caja, vez que Halim subió en el Ferrari no reveló cuál era
quedó una perfecta impresión en la arcilla de la su trabajo y simuló ser un estudiante, por cierto de-
que podrı́a obtenerse un duplicado. Aunque el ne- masiado maduro, según pensó Ran. Mencionó que
viot podı́a haberse introducido en la casa sin llave, su esposa marchaba de viaje y que a él le gustaba
¿para qué asumir riesgos adicionales de ser descu- comer bien, aunque se abstenı́a del alcohol por ser
biertos si podı́an cruzar tranquilamente la puerta musulmán. Donovan aludió vagamente a sus ocu-
como si en realidad viviesen allı́? Una vez dentro, paciones, lo que le permitirı́a mayor flexibilidad,
cerrarı́an y atravesarı́an una barra entre el pomo y diciéndole que trataba en el comercio internacio-
el suelo. De ese modo, si alguien acertase a burlar nal, y le sugirió que tal vez algún dı́a podrı́a visitar
la vigilancia exterior y tratara de entrar en la casa, su casa de campo o acompañarle a cenar mientras
probablemente pensarı́a que la cerradura se habı́a su esposa estuviese ausente. En aquellos momentos
estropeado e irı́a en busca de ayuda, dándoles tiem- Halim no se comprometió a nada. A la mañana si-
po a quienes se encontraran dentro para salir sin guiente la rubia regresó y Donovan la recogió. Un
ser observados. Una vez identificado Halim, el ya- dı́a después apareció Donovan, pero no la mucha-
rı́d inició la práctica de “seguimiento inmóvil”, un cha, y de nuevo él se ofreció a acompañar a Halim
método destinado a averiguar el programa de un a la ciudad, en esta ocasión sugiriéndole que se de-

–7–
VICTOR OSTROVSKY

tuvieran primero en un local próximo a tomar café. en algún restaurante a la salida del trabajo o me-
En cuanto a su hermosa acompañante, Donovan le tiéndose en algún cine. Un dı́a telefoneó a su amigo
explicó: —¡Ah, es una fulana que conozco! Estaba Donovan y le dejó un mensaje. Tres dı́as después
empezando a mostrarse demasiado exigente y me he Donovan respondı́a a su llamada. Halim deseaba
desembarazado de ella. En cierto modo es una lás- salir y su amigo le llevó a un lujoso cabaret donde
tima... porque era estupenda, ya sabrás qué quiero cenaron y presenciaron un espectáculo, haciéndose
decir. Pero éste es un material que nunca escasea, cargo el “inglés” de todos los gastos. Halim habı́a
amigo. Halim no le habló a su esposa de su nue- empezado a beber y en el transcurso de aquella lar-
vo amigo: era algo que deseaba reservarse para sı́. ga velada Donovan le comentó los tratos que estaba
Cuando Samira hubo partido para Iraq, Donovan, llevando a cabo para vender contenedores viejos a
que habı́a ido recogiendo regularmente a Halim y se paı́ses africanos que los utilizarı́an como viviendas.
habı́an hecho muy amigos, le dijo que tenı́a que ir a —En algunos de esos lugares están tan necesitados
Holanda para un asunto de negocios, y pasarı́a allı́ de alojamientos que practican agujeros a modo de
unos diez dı́as. Le entregó su tarjeta de negocios, ventanas y puertas y se instalan en ellos —le di-
ficticia desde luego, pero que no obstante contaba jo—. Tengo noticias de ciertas existencias en Tolón
con una auténtica oficina, que se completaba con que podré adquirir a un precio ridı́culo. Este fin de
un distintivo y una secretaria, por si Halim querı́a semana pienso ir allı́, ¿por qué no me acompañas?
hacerle alguna visita o telefonearle, en un famoso —Probablemente sólo te serviré de estorbo —re-
edificio próximo a la parte alta de los Champs Ely- puso Halim—. No tengo ni idea de hacer negocios.
sées. Durante todo aquel tiempo Ran (Donovan) —¡Qué tonterı́a! Es un largo camino de ida y vuel-
residı́a realmente en el piso franco donde tras ca- ta y prefiero ir acompañado. Nos quedaremos allı́ y
da encuentro con Halim se reunı́a con el jefe de la volveremos el domingo. Al fin y al cabo ¿qué ibas a
base o su lugarteniente, para planear el siguiente hacer este fin de semana? El plan estuvo a punto de
movimiento, redactar sus informes, leer las trans- irse a pique porque el sayan local se acobardó en el
cripciones de las grabaciones secretas y examinar último momento. En su lugar un katsa representó
detenidamente todos los planteamientos posibles. el papel del “hombre de negocios” que venderı́a la
En primer lugar Ran daba un rodeo para asegu- mercancı́a a Donovan. Cuando ambos estaban rega-
rarse de que no habı́a sido seguido y una vez en teando el precio, Halim advirtió que un contenedor
el piso intercambiaba su documentación, dejando que habı́a sido izado con una grúa estaba oxidado
allı́ su pasaporte británico. De los dos informes que por el fondo (todos lo estaban y confiaban en que
preparaba cada vez, uno de ellos, de carácter infor- él reparara en ello). En un aparte con su amigo le
mativo, contenı́a todos los detalles especı́ficos de lo informó de ello, facilitándole de ese modo negociar
que se habı́a hablado en sus encuentros. En cuan- un descuento sobre los mil doscientos contenedores.
to al segundo, un informe de operaciones, contenı́a Aquella noche, durante la cena, Donovan entregó a
los cinco interrogantes: quién, qué, cuándo, dónde y Halim mil dólares en efectivo. —¡Vamos, tómalos!
por qué, y relacionaba todo cuanto habı́a sucedido —le dijo—. Me has ahorrado muchos más detec-
en la reunión. Este segundo informe se guardaba en tando aquella oxidación. No es algo de gran impor-
otra carpeta y se entregaba a un bodel, un correo, tancia, desde luego, pero el tipo que los vendı́a lo
que transmitı́a los mensajes entre los pisos francos ignoraba. Por primera vez Halim comenzó a darse
y la embajada. 14 / 250 Ambos informes eran remi- cuenta de que además de pasarlo bien con su nuevo
tidos a Israel por separado, bien por computadoras amigo, su amistad podı́a resultarle provechosa. Pa-
o por “dips” (valija diplomática). Los informes de ra el Mossad, que no ignora que el dinero, el sexo y
operaciones se envı́an fraccionados para evitar ser algún tipo de motivación psicológica, individual o
descubiertos. En su primera parte podrı́a decir: “Me combinada, pueden conseguirlo casi todo, su hom-
he encontrado con el sujeto en (véase hoja separa- bre habı́a mordido completamente el anzuelo. Lle-
da)”, y otro informe contendrı́a la localización, y ası́ gaba el momento de entrar de una vez en materia,
sucesivamente. Cada persona tiene dos nombres en o tachless, con Halim. Comprendiendo que Halim
clave, aunque ellos los ignoran: uno para informa- confiaba plenamente en la historia que habı́a ur-
ción y otro para las operaciones. La mayor preocu- dido, Donovan le invitó a la suite que ocupaba en
pación del Mossad consiste, siempre, en las comu- el lujoso hotel Sofitel-Bourbon, del número 32 de
nicaciones. Como saben lo que ellos son capaces de la calle de Saint-Dominique, convidando asimismo
hacer, imaginan que también pueden hacerlo otros a Marie-Claude Magal, una joven prostituta. Tras
paı́ses. Una vez Samira hubo partido, Halim alte- encargar la cena, Donovan le dijo a su invitado que
ró toda su rutina, quedándose en el centro a comer debı́a salir a 15 / 250 solucionar urgentemente un

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

asunto, dejando un falso télex sobre una mesa para no deseaba cruzar la frontera con Halim puesto que,
que él pudiese comprobar la veracidad de su afirma- como no pensaba utilizar su falso pasaporte bri-
ción. —Lo siento —le dijo—, pero diviértete. Estaré tánico sino su verdadera documentación, siempre
en contacto contigo. De modo que Halim y la prosti- preferı́a viajar por carretera para evitar posibles
tuta pasaron un buen rato. El episodio fue filmado, contratiempos. Cuando Halim llegó a las oficinas
no necesariamente con fines chantajistas sino tan de Amsterdam en la limusina que habı́a acudido a
sólo para comprobar qué habı́a sucedido y de qué recogerle al aeropuerto, los demás ya estaban reuni-
modo actuaba y se expresaba el iraquı́. Un psiquia- dos. Los dos hombres de negocios eran Itsik E., un
tra israelı́ se estaba encargando de estudiar deteni- katsa del Mossad, y Benjamı́n Goldstein, un cien-
damente todos los detalles de los informes recibidos tı́fico nuclear israelı́ que viajaba con pasaporte ale-
sobre Halim a fin de dar con el medio de efectuar mán y que llevaba consigo una de las tuberı́as neu-
un efectivo acercamiento. También disponı́an de un máticas en calidad de muestra para que Halim la
fı́sico nuclear por si se requerı́an sus servicios, como examinase. 16 / 250 Tras algunas discusiones inicia-
ası́ sucederı́a en breve. Dos dı́as después Donovan les, Ran e Itsik abandonaron la estancia, al parecer
regresó y se reunió con Halim. Mientras tomaban para concretar los detalles financieros, dejando que
café, éste advirtió claramente que algo preocupaba los dos cientı́ficos tratasen de los aspectos técnicos.
a su amigo. —Se me presenta la oportunidad de Dados sus intereses comunes y su experiencia, am-
hacer un negocio con una firma alemana acerca de bos establecieron una espontánea camaraderı́a, y
unas tuberı́as neumáticas especiales para transpor- Goldstein preguntó a Halim cómo era tan conoce-
tar material radiactivo destinado para usos médicos dor de la industria nuclear. Fue un disparo a ciegas,
—dijo Donovan—. Pero todo ello es muy técnico y, pero Halim, que habı́a abandonado totalmente sus
aunque se halla en juego una importante suma de defensas, le habló de su trabajo. Cuando más tarde
dinero, desconozco el asunto por completo. Me han Goldstein comentó a Itsik la confesión que Halim
puesto en contacto con un cientı́fico inglés que ha le habı́a hecho, decidieron llevar a cenar al confiado
accedido a inspeccionar la mercancı́a, pero el pro- iraquı́. En cuanto a Ran, elaboró un pretexto pa-
blema consiste en que me pide demasiado dinero y, ra no acompañarlos. En el curso de la cena ambos
por añadidura, no me inspira demasiada confian- aludieron a un plan en el que dijeron haber traba-
za pues creo que está de acuerdo con los alemanes. jado: tratar de vender instalaciones de potencia nu-
—Tal vez podrı́a ayudarte —repuso Halim. —Te lo clear a paı́ses tercermundistas... naturalmente con
agradezco, pero necesito un cientı́fico que examine fines pacı́ficos. —El proyecto de tu planta serı́a un
esas tuberı́as. —Soy cientı́fico —respondió Halim. modelo perfecto para que nosotros pudiéramos ven-
Donovan se mostró sorprendido. —¿Qué quieres de- derlo a esas gentes —dijo Itsik—. Si nos facilitaras
cir? Creı́ que estabas estudiando. —En un principio algunos detalles, los planos y otros datos, lograrı́a-
me vi obligado a decı́rtelo. Pero soy un cientı́fico mos hacer una fortuna con ello. —Pero tenemos que
destinado aquı́ por Iraq para colaborar en un pro- mantenerlo en secreto entre nosotros. Procuremos
yecto especial. Estoy seguro de que podré ayudarte. que Donovan no se entere de esto o deseará partici-
Ran confesarı́a más tarde que cuando Halim reco- par en el asunto. Nosotros tenemos contactos y tú
noció finalmente cuál era su verdadera ocupación cuentas con la experiencia necesaria. En realidad,
sintió como si le hubieran extraı́do toda la sangre no le necesitamos. —Verás, no estoy muy convenci-
de las venas, se la hubieran sustituido por hielo y de do —dijo Halim—. Donovan se ha portado siempre
nuevo se lo hubiesen extraı́do infiltrándole a conti- muy bien conmigo. Y, por otra parte, ¿no te pa-
nuación agua hirviendo. ¡Estaba en su poder! Pero rece algo peligroso? —No, no hay ningún peligro
no podı́a mostrar su excitación: tenı́a que fingir se- en ello —repuso Itsik—. Tú debes de tener acceso
renidad. —Verás, se supone que debo encontrarme regularmente a esas cosas. Sólo deseamos utilizarlo
con ellos en Amsterdam este fin de semana. Ten- como modelo, esto es todo. Te pagaremos bien y
dré que ir uno o dos dı́as antes. ¿Qué te parece si nadie llegará a saberlo. ¿Cómo podrı́an enterarse?
te envı́o mi reactor el sábado por la mañana? Ha- Estas cosas se hacen en cualquier momento. —Su-
lim estuvo conforme con ello. —No lo lamentarás pongo que sı́ —contestó Halim aún vacilante pero
—le dijo Donovan—. Si este asunto llega a buen fin excitado ante la perspectiva de obtener tanto di-
reportará un montón de dinero. El reactor, pinta- nero—. ¿Pero hacemos con Donovan? Me disgus-
do provisionalmente con el logo de la empresa de ta la idea de engañarle. —¿Acaso crees que él te
Donovan, era un Learjet enviado ex profeso desde informa de todos sus negocios? ¡Vamos! Jamás se
Israel para la ocasión. Las oficinas de Amsterdam enterará. Puedes seguir siendo amigo suyo y ha-
pertenecı́an a un acaudalado contratista judı́o. Ran cer negocios con nosotros. Por nuestra parte desde

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VICTOR OSTROVSKY

luego que nunca se lo diremos porque nos reclama- novan, comunicándole seguidamente que saldrı́a de
rı́a parte de los beneficios. Realmente le tenı́an en Londres dos dı́as después y que se reunirı́a con él
su poder. La promesa de incalculables riquezas ha- en la suite del Sofitel. —He sido engañado —se la-
bı́a sido excesiva. De todos modos, simpatizaba con mentó Halim tras confesarle el trato “secreto” que
Goldstein y no era como si los estuviese ayudando habı́a establecido con la firma alemana de Ams-
a proyectar una bomba. Y, además, no habı́a nin- terdam—. Lo siento. Siempre te has portado como
guna necesidad de que Donovan llegara a enterarse. un buen amigo, pero me convencieron por el dine-
¿Por qué no hacerlo? Halim acababa de ser reclu- ro. Mi esposa me apremia constantemente para que
tado oficialmente y, al igual que otros muchos, ni aumente mis ingresos insistiendo en que debo tra-
siquiera se habı́a enterado. Donovan pagó a Halim tar de superarme y me pareció haber encontrado
ocho mil dólares por su colaboración en el asunto una oportunidad para ello. Me comporté como un
de las tuberı́as y al dı́a siguiente, tras celebrar el egoı́sta y un estúpido. Perdóname, por favor, ne-
feliz resultado del negocio con un pantagruélico al- cesito tu ayuda. Donovan se mostró absolutamente
muerzo y una prostituta en su habitación, el feliz magnánimo. —Los negocios son ası́ —repuso. Pero
iraquı́ regresó a Parı́s en el reactor privado. Al llegar a continuación le sugirió que los alemanes, en reali-
a este punto se suponı́a que Donovan abandonarı́a dad, podı́an ser agentes de la CIA. Halim se que-
totalmente el escenario para aliviar a Halim de la dó estupefacto. —Les he confesado todo cuanto sé
violenta situación de tener que ocultarle sus acti- —le dijo con gran complacencia de Donovan—. Y,
vidades. Durante algún tiempo se perdió de vista, sin embargo, aún siguen tratando de sonsacarme.
aunque dejándole un número telefónico de Londres —Déjame pensar en ello —respondió Donovan—.
donde Halim podrı́a contactar con él en caso nece- Tal vez conozca a alguien que pueda ayudarnos. De
sario. Donovan le dijo que tenı́a que resolver unos todos modos, no eres el primer individuo que cede
negocios en Inglaterra y que ignoraba cuánto tiem- atraı́do por el dinero. Tranquilicémonos y pasemos
po estarı́a ausente. 17 / 250 Dos dı́as después Ha- un buen rato. Estas cosas nunca son tan malas co-
lim se reunı́a en Parı́s con sus nuevos socios. Itsik, mo parecen cuando te has metido en ellas. Aquella
mucho más atrevido que Donovan, deseaba que le noche Donovan y Halim salieron a cenar y a tomar
facilitase un esquema de la planta iraquı́ junto con unas copas. Después Donovan le buscó otra chica.
otros detalles sobre su localización y capacidad y —Ella te tranquilizará —le dijo riéndose. Y cierta-
su programa concreto de construcción. Al princi- mente ası́ fue. Tan sólo habı́an transcurrido cinco
pio el iraquı́ obedecı́a sin aparentes problemas. Los meses desde que comenzó la operación: una marcha
dos israelı́es le enseñaron cómo fotocopiar utilizan- muy rápida para esta clase de negocios. Pero cuan-
do un “papel papel” de una clase especial que se do se hallan en juego tan altos intereses, la rapidez
colocaba simplemente sobre el documento a copiar es algo esencial. Sin embargo en aquella etapa la
con un libro u otro objeto apoyado encima durante consigna era actuar con precaución. Y como Halim
varias horas. La imagen se transferı́a al papel, que estaba tan tenso y asustado convenı́a tratarlo con
seguı́a pareciendo ordinario pero que, al ser pro- delicadeza. 18 / 250 Tras otra larga y acalorada se-
cesado, permitı́a obtener una imagen invertida del sión en el piso franco, se tomó la decisión de que
documento copiado. A medida que Itsik apremiaba Ran se entrevistarı́a con Halim y le dirı́a que sin du-
a Halim para obtener más información gratificán- da se trataba de una operación de la CIA. — ¡Me
dole generosamente en cada etapa, el iraquı́ comen- colgarán! —se desesperó Halim—. ¡Van a colgarme!
zó a mostrar signos de la denominada “reacción de —No lo harán —repuso Donovan—. No es tan grave
los espı́as”, accesos repentinos de frı́o y calor, altas como si hubieras estado trabajando para los israe-
temperaturas, insomnio o intranquilidad, auténti- lı́es. Y de todos modos, ¿quién va a saberlo? He he-
cos sı́ntomas fı́sicos producidos por el temor a ser cho un trato con ellos. Sólo desean una información
descubierto. Cuanto más se aventura uno, más se más y luego te dejarán en paz. —¿Qué más quieren?
temen las consecuencias de los propios actos. ¿Qué ¿Qué otra cosa puedo darles? —Verás, para mı́ no
hacer? Lo único que se le ocurrió fue llamar a su significa nada, pero supongo que tú sabrás de qué
amigo Donovan. Él sabrı́a cómo aconsejarle puesto se trata — repuso Donovan sacando un papel del
que conocı́a a personas que ocupaban altos y mis- bolsillo—. ¡Aquı́ está! Desean saber qué responderá
teriosos cargos. —Tienes que ayudarme —le rogó Iraq cuando Francia le ofrezca sustituir el material
cuando Donovan respondió a su llamada—. Tengo enriquecido por lo que denominan “caramelo”. Diles
un problema, pero no puedo hablarte de ello por eso y no volverán a molestarte. No tienen interés al-
teléfono. Estoy en dificultades y necesito tu ayuda. guno en perjudicarte: sólo desean esa información.
—Para eso estamos los amigos —le tranquilizó Do- Halim le dijo que Iraq deseaba obtener el uranio en-

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

riquecido, pero que en cualquier caso Yahia El Mes- a hablarle de su amigo Donovan y de sus problemas
had, un fı́sico de origen egipcio, llegarı́a dentro de con la CIA. La mujer se enfureció y entre denuestos
pocos dı́as para inspeccionar el proyecto y decidirı́a e imprecaciones le dijo en dos ocasiones que proba-
tales asuntos en nombre de Iraq. —¿Vas a reunirte blemente habı́a estado implicado con la seguridad
con él? —se interesó Donovan. —Sı́, naturalmen- israelı́ y no con la CIA. —¿Por qué iban a preocu-
te. Nos reuniremos todos los que colaboramos en parse los americanos? —vociferó—. ¿Quién, salvo
el proyecto. —Bien, entonces tal vez logres obtener los israelı́es y la necia hija de mi madre se moles-
esa información y tus problemas habrán concluido. tarı́a siquiera en hablarte? Después de todo no era
Halim, que parecı́a algo aliviado, mostró de pronto tan necia. Los conductores de los dos camiones que
urgencia por retirarse. Desde que disponı́a de dine- el 5 de abril de 1979 transportaban motores para
ro habı́a estado contratando a una prostituta por cazas Mirage desde la planta de Dassault Brequet a
su cuenta, una amiga de Marie-Claude Magal que un hangar de la ciudad de La Seine-sur-Mer, de la
creı́a estar pasando información a la policı́a local Riviera francesa, en las proximidades de Tolón, no
pero que, en realidad, informaba al Mossad a cam- repararon en que un tercer camión se incorporaba
bio de dinero. Lo cierto fue que cuando Halim dijo a a su convoy. Basándose en las informaciones obte-
Magal que deseaba convertirse en un cliente asiduo, nidas de Halim y según una versión moderna del
fue ella quien, a sugerencia de Donovan, le facilitó el “caballo de Troya”, los israelı́es habı́an ocultado un
nombre de su amiga. Seguidamente Donovan insis- equipo de cinco saboteadores neviot y a un fı́sico
tió en que Halim organizase una cena en un bistre nuclear, todos ellos vestidos con ropa de calle, en el
en el que se reunirı́an con Meshad a su llegada y interior de un gran contenedor metálico que infiltra-
donde él aparecerı́a “casualmente”. Al llegar la fe- ron en la zona de seguridad como si formase parte
cha señalada Halim, simulando sorpresa, presentó del convoy de tres camiones. Sabı́an que los guar-
a Meshad a su amigo Donovan. Meshad se limitó dianes siempre se muestran más precavidos cuando
prudentemente a saludarle con cortesı́a y sugirió a se recogen mercancı́as que en las entregas y que
Halim que regresara a su mesa cuando acabase de probablemente se limitarı́an a dar paso al vehı́culo.
hablar con su amigo. Halim estaba tan nervioso que Por lo menos los israelı́es confiaban en ello. El fı́si-
ni siquiera se atrevı́a a sacar a colación con Mes- co nuclear que los acompañaba habı́a sido enviado
had el tema del “caramelo” y el cientı́fico no mostró desde Israel para establecer exactamente dónde de-
ningún interés por sus explicaciones acerca de que bı́an instalarse las cargas en los núcleos del reactor
su amigo Donovan era capaz de comprar cualquier nuclear almacenado, que se habı́a estado fabricando
cosa y que acaso algún dı́a podrı́a serles útil. Ha- desde hacı́a tres años, a fin de lograr infligir el má-
lim llamó a Donovan a altas horas de la noche para ximo perjuicio. Uno de los guardianes de servicio
decirle que le habı́a sido imposible sonsacar nada era un empleado nuevo que llevaba pocos dı́as en
a Meshad. La noche siguiente, Donovan se reunió la empresa, pero que habı́a presentado credenciales
en la suite con Halim y le aseguró que si conseguı́a tan impecables que nadie hubiera sospechado que
el programa de envı́os de la planta de Sarcelles a se hubiese apoderado de la llave que abrı́a la na-
Iraq, la CIA se sentirı́a satisfecha y abandonarı́a el ve donde se almacenaba el equipo destinado a Iraq
caso. Por entonces el Mossad habı́a sido informado para ser expedido en breve. Siguiendo las expertas
por un agente “blanco” que trabajaba en el ámbi- indicaciones del fı́sico, el equipo israelı́ introdujo su-
to financiero para el gobierno francés de que Iraq brepticiamente cinco cargas de explosivos de plás-
se mostraba reacia a sustituir el uranio enriqueci- tico, instalándolos estratégicamente en los núcleos
do por “caramelo”. Aun ası́ Meshad, el hombre res- del reactor. De pronto distrajo la atención de los
ponsable del proyecto para Iraq, podı́a convertirse empleados que montaban guardia en las puertas de
en un valioso reclutamiento. Pero no imaginaban el la planta el alboroto que se habı́a producido en la
modo de llegar hasta él. Cuando Samira regresó de calle, donde una atractiva joven habı́a sido derriba-
Iraq encontró a Halim muy cambiado. Pretextando da por un coche. La mujer no parecı́a gravemente
haber conseguido una promoción con el consiguien- herida, por lo menos no se le habı́an lesionado las
te aumento de salario, se mostraba repentinamen- cuerdas vocales dadas las obscenidades que profe-
te más romántico y comenzó asimismo a llevarla a rı́a contra el avergonzado conductor. Por entonces
restaurantes. Incluso consideraron la posibilidad de se habı́a congregado una pequeña multitud para ob-
comprarse un coche. 19 / 250 Aunque Halim era servar lo sucedido, comprendidos los saboteadores
un cientı́fico brillante, según las pautas de la vida que habı́an escalado una cerca de la parte poste-
cotidiana no era inteligente. Una noche, poco des- rior y rodeado el recinto. Tras comprobar que entre
pués de que su esposa hubiera regresado, comenzó los reunidos se encontraban los vigilantes france-

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VICTOR OSTROVSKY

ses y que, por consiguiente, estaban libres de peli- guillotina. —Tú no has tenido nada que ver en es-
gro, uno de ellos, tranquila y cautelosamente, hizo to —le tranquilizó Donovan—. Piensa en ello: nadie
detonar una sofisticada espoleta que funcionaba a tiene motivos para acusarte. —¡Es terrible, terrible!
base de un ingenio manual, destruyendo el sesen- ¿Es posible que los israelı́es estén detrás de todo es-
ta por ciento de los componentes del reactor, pro- to? Samira cree que se trata de ellos. ¿Es posible
vocando pérdidas por veinte millones de dólares y que sea ası́? —¡Vamos, hombre, no pierdas tu auto-
retrasando los planes de Iraq durante varios meses, dominio! ¿Qué estás diciendo? ¡La gente con la que
aunque, sorprendentemente, sin ocasionar daño al- trato serı́a incapaz de hacer algo ası́! Probablemen-
guno al restante material almacenado en el hangar. te será algún tipo de espionaje industrial. Existe
Cuando los guardianes distinguieron aquel sordo es- mucha competencia en este terreno: tú mismo me
tallido a sus espaldas irrumpieron inmediatamente lo has dicho. Halim le anunció que pensaba regre-
en el hangar y, entretanto, el coche causante del sar a Iraq. De todos modos su esposa siempre ha-
“accidente” se dio a la 20 / 250 fuga mientras que bı́a deseado irse y él ya habı́a trabajado demasiado
los saboteadores y la “vı́ctima”, bien adiestrados en tiempo en Parı́s. Querı́a perder de vista a aquellas
esta clase de sucesos, se escabullı́an discretamente gentes. Estaba seguro de que no le seguirı́an has-
por las callejuelas próximas. La misión habı́a cons- ta Bagdad. Donovan, con la intención de desechar
tituido un éxito absoluto, y consiguió demorar los cualquier sospecha de una posible implicación is-
planes de Iraq y dificultar el proceso del lı́der Sad- raelı́, siguió propugnando su teorı́a de sabotaje in-
dam Hussein. Una organización ecologista denomi- dustrial y dijo a Halim que si realmente deseaba
nada Groupe des Écologistes Françáis, desconoci- emprender una nueva vida tal vez podrı́a intentar
da hasta entonces, se atribuyó la autorı́a de aquel un acercamiento con los israelı́es. Dos razones le im-
atentado, declaraciones a las que no dio crédito la pulsaban a ello: en primer lugar para distanciarse
policı́a francesa. Pero el veto policial acerca de las de 21 / 250 cualquier posible vinculación con ellos
investigaciones del sabotaje indujeron a otros pe- y, en segundo, para intentar lograr un nuevo reclu-
riódicos a publicar versiones especulativas acerca tamiento. —Te pagarı́an bien. Te facilitarı́an una
de los posibles responsables. France Soir, por ejem- nueva identidad y te protegerı́an. Estoy convenci-
plo, dijo que se sospechaba que el atentado habı́a do de que les interesarı́a enterarse de todo cuanto
sido realizado por “la extrema izquierda”, mientras sabes acerca de esa planta. —No puedo —repuso
Le Matin manifestaba que lo habı́an llevado a ca- Halim—. No pienso tratar con ellos: regresaré a mi
bo palestinos que trabajaban para Libia. En cuanto patria. Y ası́ lo hizo. Meshad seguı́a representando
al semanario Le Point lo atribuyó al FBI. Algunos un problema. Por tratarse de uno de los pocos cien-
acusaron al Mossad, pero el gobierno israelı́ desechó tı́ficos árabes dotados de suficiente autoridad en el
oficialmente la acusación como antisemita. Halim y ámbito nuclear y dada su vinculación con las auto-
Samira llegaron a su casa después de la medianoche, ridades civiles y militares iraquı́es, el Mossad aún
tras una agradable velada cenando en un bistró de confiaba en poder reclutarle. Sin embargo, pese a
la Rive Gauche. Halim conectó la radio confiando la inconsciente ayuda de Halim, seguı́an pendientes
escuchar un poco de música para distraerse un rato varias cuestiones de vital importancia. El 7 de junio
antes de acostarse pero, en lugar de ello, las noticias de 1980 Meshad realizó otro de sus frecuentes via-
de la explosión le llenaron de pánico. El hombre co- jes a Parı́s, en esta ocasión para anunciar algunas
menzó a dar vueltas por el apartamento arrojando decisiones definitivas sobre la cuestión pendiente.
objetos por el suelo y profiriendo desatinos. —¿Qué En el curso de una visita a la planta de Sarcelles
te sucede? —vociferó Samira para hacerse oı́r en- comunicó a los cientı́ficos franceses: —Vamos a dar
tre tanto estrépito—. ¿Te has vuelto loco? —¡Han un giro a la historia del mundo árabe. Precisamente
destruido el reactor! —exclamó—. ¡Lo han destrui- lo que más preocupaba a Israel. Los israelı́es habı́an
do! ¡Y ahora me destruirán a mı́! Y acto seguido interceptado télex franceses donde se concretaban
telefoneó a Donovan. Al cabo de una hora su ami- los detalles sobre el programa del viaje de Meshad y
go respondı́a a su llamada. —No cometas ninguna el lugar donde se hospedarı́a (la habitación 9041 del
locura —le dijo—. Tranquilı́zate. Nadie puede rela- hotel Meridien), facilitándoles de este modo la ins-
cionarte con este suceso. Reúnete conmigo mañana talación de un micrófono oculto antes de su llegada.
por la noche en la suite. Halim aún estaba agitado Meshad habı́a nacido en Banham, Egipto, el 11 de
cuando acudió al hotel. No habı́a dormido ni se ha- enero de 1932. Era un eminente y brillante cientı́-
bı́a afeitado: tenı́a un aspecto espantoso. —Ahora fico cuya abundante y negra cabellera comenzaba
los iraquı́es van a colgarme —se lamentaba—. Me a clarear por la frente, y en su pasaporte figuraba
entregarán a los franceses, que me condenarán a la como lector del departamento de ingenierı́a atómi-

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

ca de la Universidad de Alejandrı́a. Más tarde, en muchos hijos de Israel. En consecuencia, ¿para qué
las entrevistas que su esposa Zamuba concedió a un esperar? Aguardaron a que el cientı́fico se solazara
periódico egipcio, declaró que el matrimonio y sus con Magal y a que ésta se marchase dos horas des-
tres hijos (dos muchachas y un chico) habı́an estado pués, ya que, puesto que debı́a morir, que lo hiciese
a punto de partir de vacaciones a El Cairo. Es más, dichoso. Y mientras dormı́a, dos hombres se intro-
añadió que su esposo ya habı́a comprado los bille- dujeron sigilosamente en su suite provistos de una
tes de avión cuando le telefonearon desde la planta llave maestra y le cortaron el gaznate. A la mañana
de Sarcelles. Entonces le oyó decir: “¿Por qué yo? siguiente una camarera del hotel descubrirı́a su ca-
Puedo enviar a un experto.” Según ella, a partir de dáver bañado en sangre. La mujer habı́a intentado
aquel momento se mostró muy nervioso e irritado entrar varias veces en la habitación, pero el letre-
y Zamuba sospechaba que algún agente israelı́ in- ro de “No molesten” la habı́a hecho desistir de ello.
filtrado en el gobierno francés le habı́a tendido una Por fin llamó a la puerta y, al comprobar que no
trampa. —Desde luego que era algo peligroso. Él recibı́a respuesta, se decidió a entrar. En aquellos
solı́a decirme que llevarı́a hasta el fin su misión de momentos la policı́a francesa manifestó que habı́a
crear la bomba aunque tuviese que costarle la vida. sido obra de profesionales: no faltaba nada, no se
La versión oficial facilitada a los medios informati- habı́an llevado el dinero ni la documentación de la
vos por las autoridades francesas era que, sobre las vı́ctima. Tan sólo encontraron una toalla manchada
siete de la tarde, cuando se dirigı́a a su habitación de pintalabios en el suelo del cuarto de baño. Ma-
del piso noveno del hotel en una tarde desapaci- gal se asustó al enterarse de la noticia. Después de
ble del 13 de junio de 1980, Meshad fue abordado todo, Meshad estaba con vida cuando ella lo dejó.
por una prostituta en el ascensor. El Mossad sabı́a En parte para protegerse y, por otra, por suspica-
perfectamente que Meshad era proclive a la prác- cia, se presentó a la policı́a y declaró que, cuando
tica de ciertas desviaciones sexuales sadomasoquis- ella llegó, Meshad estaba irritado y que despotri-
tas y que precisamente habı́a estado frecuentando caba porque un poco antes se habı́a presentado un
con bastante regularidad a una prostituta apodada hombre en su habitación intentando comprarle in-
“Marie Express” que aquel dı́a debı́a reunirse con él formación. Magal confió a su vez todo lo sucedido
a las siete y media. El verdadero nombre de la mujer a su amiga, la antigua amante “regular” de Halim,
era Marie-Claude Magal, la misma que Ran habı́a que a su vez transmitió inconscientemente dicha in-
presentado a Halim en un principio y que, aunque formación a un contacto del Mossad. A altas horas
habı́a realizado numerosos trabajos para el Mossad, de la noche del 12 de julio de 1980 Magal estaba ha-
jamás llegó a saber quién la contrataba realmente. ciendo la calle en el bulevar Saint-Germain cuando
Mientras pagasen con puntualidad, a ella no le im- un hombre que conducı́a un Mercedes negro se de-
portaba. 22 / 250 El servicio de inteligencia israelı́ tuvo en una esquina y le hizo señas para que se le
también sabı́a que Meshad era un tipo difı́cil, no tan acercase. Aquello no era nada insólito, pero cuando
crédulo como Halim. Y puesto que tan sólo per- ella comenzaba a tratar con su cliente en poten-
manecerı́a allı́ unos dı́as, decidieron abordarle di- cia, otro Mercedes negro asomó por la curva a toda
rectamente. —Si acepta, lo reclutaremos —explicó velocidad. En el instante preciso el conductor del
Arbel—. De no ser ası́, es hombre muerto. Meshad coche aparcado empujó violentamente a Magal y la
no aceptó. Un katsa arabeparlante llamado Yehuda proyectó de espaldas al suelo por el camino que de-
Gil llamó a la puerta de su habitación poco antes de bı́a recorrer el coche que se aproximaba. La mujer
que llegase Magal. Meshad la entreabrió levemen- falleció al instante mientras ambos vehı́culos des-
te, lo justo para poder echar una ojeada, sin retirar aparecı́an entre las sombras de la noche. 23 / 250
la cadena de seguridad. —¿Quién es usted? ¿Qué Aunque tanto Magal como Meshad fueron asesina-
quiere? —interpeló al desconocido. —Pertenezco a dos por el Mossad, las confabulaciones internas que
una potencia que está dispuesta a gratificar esplén- condujeron a sentenciarlos se diferenciaban dramá-
didamente la información que usted posee —repuso ticamente. Veamos en primer lugar el caso de Ma-
Gil. —¡Lárgate o llamo a la policı́a, perro! —excla- gal. El cuartel general de Tel-Aviv comenzó a preo-
mó Meshad. De modo que Gil se marchó, y regre- cuparse seriamente a medida que se descifraban y
só inmediatamente a Israel en el primer avión para analizaban los diversos informes recibidos desde el
que no pudieran relacionarle con Meshad. En cuan- escenario de los hechos, hasta que resultó evidente
to a éste, le aguardaba un destino muy diferente. El que si ella habı́a acudido a la policı́a podı́a crear-
Mossad sólo ejecuta a aquellos que se han mancha- les serias dificultades. Estas preocupaciones remon-
do las manos de sangre. Si aquel hombre llevaba taron los escalafones administrativos y aterrizaron
hasta el fin su proyecto, derramarı́a la sangre de finalmente en el despacho del jefe del Mossad, don-

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VICTOR OSTROVSKY

de se tomarı́a la tajante decisión de “quitarla de en firmar la orden de ejecución. Esta práctica difiere,
medio”. Su asesinato entraba en la categorı́a de una dependiendo del primer ministro en activo. Unos 24
emergencia operativa, el género de emergencias que / 250 suscriben el documento por anticipado; otros
surgen durante el curso de las operaciones, en las insisten en determinar previamente si la ejecución
que deben tomarse decisiones con relativa rapidez podrı́a crear dificultades polı́ticas en determinado
basadas en las circunstancias concretas de cada ca- momento. De cualquier modo, uno de los deberes
so. Sin embargo, la resolución de ejecutar a Meshad primordiales de todo primer ministro es comprobar
procedió de un sistema interno ultrasecreto resul- la lista de ejecuciones y decidir si ratifica con su
tante de una formal “lista de ejecuciones” y que re- firma la condena de los personajes allı́ inscritos. El
quirió la aprobación personal del primer ministro 7 de junio de 1981, a las cuatro de la tarde de un
de Israel. El número de nombres que figura en esa hermoso y soleado domingo, un grupo formado por
lista varı́a considerablemente, y oscila desde uno o dos docenas de F-15 y F-16 de fabricación norte-
dos hasta un centenar, según el alcance de las acti- americana emprendı́a el vuelo desde Beersheba (en
vidades terroristas antiisraelı́es. El jefe del Mossad lugar de Elat como se difundió ampliamente, que se
solicita al gabinete del primer ministro que intro- halla muy próximo a los radares de Jordania), en
duzca algún nombre en la lista de ejecuciones. Su- un ficticio viaje de noventa minutos, sobrevolando
pongamos, por ejemplo, que se hubiera producido mil cincuenta kilómetros de paı́ses enemigos hasta
un ataque terrorista en un objetivo israelı́, lo cual, Tuwaitha, en las afueras de Bagdad, con el propó-
dicho sea de paso, no significa necesariamente que sito de volar la planta nuclear iraquı́ y destruirla
se trate de personas judı́as. Podrı́a tratarse de la ex- totalmente. La escuadrilla iba acompañada por lo
plosión de una bomba en unas oficinas de El Al en que parecı́a un avión comercial de carga de la Aer
Roma, en la que perderı́an la vida algunos ciudada- Lingus (los irlandeses suelen alquilar sus aviones a
nos italianos. Pero ello constituirı́a un ataque a Is- los paı́ses árabes, por lo que no parecı́a incongruen-
rael puesto que habrı́a sido proyectado para desani- te), pero lo cierto es que se trataba de un Boeing
mar a la gente para que utilizase los servicios de El 707 israelı́ de reabastecimiento. Los cazas mante-
Al, una compañı́a de aviación israelı́. Supongamos nı́an una formación cerrada por encima del Boeing,
que el Mossad tiene la certeza de que Ahmed Gibril lo que daba la impresión de que se trataba de un
fue el culpable que ordenó y/u organizó el ataque. único aparato, un avión civil que cubriera una ruta
Al llegar a este punto, recomendarı́a el nombre de comercial, y volaban en “silencio”, lo que significa-
Gibril al gabinete del primer ministro y éste, a su ba que no transmitı́an mensajes, pero sı́ los recibı́an
vez, lo remitirı́a a un comité judicial especial, tan desde un aparato de apoyo de la Electronic Warfa-
secreto que ni siquiera el tribunal supremo israe- re and Communications, que servı́a asimismo pa-
lı́ conoce su existencia. El comité, que actúa como ra captar otras señales, comprendidas las del radar
un tribunal militar y juzga a terroristas acusados enemigo. A mitad de camino, cuando atravesaban
in absentia, está formado por personal del servicio territorio iraquı́, el Boeing repostó a los cazas. (El
de inteligencia, militares y funcionarios procedentes vuelo de retorno a Israel era demasiado largo para
del departamento de justicia. Las audiencias, que se realizarlo sin repostar y no podı́an arriesgarse a in-
desarrollan como en un tribunal, se celebran en di- tentarlo después del ataque puesto que acaso serı́an
versos lugares, con frecuencia en alguna residencia perseguidos: de ahı́ el arriesgado aprovisionamiento
privada. Tanto el personal del comité como el punto sobre Iraq.) Una vez concluida su función, el Boeing
donde tiene lugar el juicio varı́an en cada circuns- se separó de la formación acompañado de dos ca-
tancia. Se designan dos abogados para el caso, uno zas para protegerlo, atajando por Siria y aterrizan-
que representa al Estado y asume las funciones del do finalmente en Chipre, como si siguiera una ruta
fiscal, y otro que se encarga de la defensa, aunque comercial regular. Los dos aparatos acompañaron
el acusado desconoce todo el proceso. Entonces el al Boeing únicamente hasta que abandonó territo-
tribunal, basándose en las pruebas presentadas, de- rio enemigo, regresando seguidamente a su base de
cide si el hombre, en este caso Gibril, es culpable de Beersheba. Entretanto los restantes aviones prosi-
las acusaciones que se le formulan. De ser ası́, y en guieron su camino armados con misiles Sidewinder,
estos casos suele serlo, el “tribunal” puede decidir bombas blindadas y bombas de novecientos kilos
dos cosas: ordenar que sea conducido a Israel para “dirigidas por láser” (que envı́an un rayo directa-
juzgarlo ante un tribunal normal o, si ello resul- mente al objetivo). Gracias a la información ori-
ta excesivamente peligroso o imposible, ejecutarle ginalmente obtenida de Halim, los israelı́es sabı́an
en la primera ocasión posible. Pero antes de que la exactamente dónde debı́an infligir el mayor daño.
sentencia se lleve a cabo, el primer ministro debe La clave consistı́a en abatir la cúpula que consti-

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

tuı́a el núcleo de la planta. En la zona se encontra- del reactor desplomándose en el pozo de refrige-
ba asimismo un combatiente israelı́ con un radiofaro ración. Begin habı́a programado primeramente el
que remitı́a señales intensas mediante breves impul- ataque para fines de abril ateniéndose a la informa-
sos sonoros, con una frecuencia preestablecida para ción recibida del Mossad de que el reactor comen-
guiar a los aparatos hacia su objetivo. Existen dos zarı́a a operar el primero de julio, mas aplazó la
modos esenciales de dar con un objetivo. En pri- operación tras las noticias aparecidas en los perió-
mer lugar uno puede distinguirlo con sus propios dicos acerca de que el anterior ministro de defensa
ojos. Pero para conseguirlo volando a una veloci- Ezer Weizman habı́a comentado a sus amigos que él
dad cercana a los mil quinientos kilómetros por ho- estaba “preparando una arriesgada operación pre-
ra, debe conocerse perfectamente la zona, en espe- electoral”. También se desistió de otra fecha pre-
cial si se trata de un blanco relativamente pequeño. vista para el ataque, el 10 de mayo, exactamente
Uno atraviesa el paisaje, mas tiene que conocer el siete semanas antes de las elecciones de Israel que
terreno, advirtiendo hitos particulares, y evidente- tendrı́an lugar el 30 de junio, cuando Shimon Pe-
mente los israelı́es no habı́an tenido oportunidad de res, lı́der del Partido Laborista, envió a Begin una
practicar sus maniobras sobre Bagdad. No obstan- nota “personal” y “de alto secreto” aconsejándole
te habı́an ensayado en su propio terreno, sobre un que “renunciara” al ataque porque la inteligencia
modelo de la planta, antes de disponerse a atacar el del Mossad no era “realista”. Peres predecı́a que la
blanco auténtico. 25 / 250 El otro método de hallar operación podrı́a aislar a Israel “como un árbol en
un objetivo consiste en contar con un radiofaro, un el desierto”. Tres horas después de su partida, los
ingenio de dirección por radio que sirva de guı́a, y cazas llegaban sanos y salvos a Israel. El primer mi-
aunque ellos disponı́an de uno en el exterior de la nistro Menahem Begin estaba aguardando noticias
planta, para mayor seguridad habı́an pedido a Da- en su casa de la calle de Smolenskin acompañado
mien Chassepied, un técnico francés reclutado por de su gabinete en pleno desde hacı́a dos horas. Poco
el Mossad, que depositara una cartera contenien- antes de las siete de la tarde el general Rafel Eitan,
do otro de tales ingenios dentro del edificio. Por comandante en jefe del ejército israelı́, telefoneaba
razones desconocidas, Chassepied se demoró en el a Begin para anunciarle que la misión habı́a sido
interior y resultó la única vı́ctima humana del ex- cumplida (a esta etapa final se la denominó Opera-
traordinario ataque. A las seis y media de la tarde, ción Babilonia) y que toda la tripulación se hallaba
ya en Iraq, los aviones se remontaron del nivel del a salvo. Se dice que Begin respondió: “Baruch has-
suelo. Habı́an estado volando tan bajo (para evitar hem”, que en hebreo significa: “Bendito sea Dios.”
el radar) que podı́an distinguir a los campesinos de La inmediata reacción de Saddam Hussein jamás
los terrenos circundantes, y poco antes de alcanzar se hizo pública. 26 / 250 PRIMERA PARTE: Ca-
su objetivo se elevaron a unos seiscientos metros. dete 16 1. RECLUTAMIENTO A fines de abril de
Tan rápida fue su ascensión que desvió las defen- 1979, cuando acababa de regresar a Tel-Aviv tras
sas del radar, y la puesta de sol tras los asaltantes dos dı́as de servicio en un submarino, el comandan-
deslumbró a los iraquı́es que manejaban una red de te naval me ordenó que asistiera a una reunión que
artillerı́a antiaérea. Los cazas bajaron rápidamen- tendrı́a lugar en la base militar de Shalishut, por
te en picado, uno tras otro, y los iraquı́es tan sólo las afueras de Ramt Gan, en los suburbios de la
pudieron lanzar alguna salva inofensiva al aire, pe- ciudad. Entonces yo era capitán, jefe de la división
ro no dispararon misiles SAM ni enviaron aparatos de pruebas del sistema de armamento de la sección
en persecución de los asaltantes cuando éstos regre- de operaciones navales de Israel, en su cuartel ge-
saban a Israel, volando a mayor altura y tomando neral de Tel-Aviv. Nacı́ en Edmonton, Alberta, el
una ruta de regreso mucho más directa sobre Jorda- 28 de noviembre de 1949 y mis padres se separaron
nia, tras haber reducido a cenizas las aspiraciones siendo yo muy pequeño. Mi padre sirvió en la Ro-
de Saddam Hussein de convertirse en una poten- yal Canadian Air Force durante la segunda guerra
cia nuclear. En cuanto a la propia planta, quedó mundial, interviniendo en numerosas misiones aé-
devastada. La enorme cúpula que cubrı́a el edificio reas sobre Alemania con su bombardero Lancaster
del reactor fue derribada hasta sus cimientos y los y, al concluir la contienda, se ofreció como volun-
muros sólidamente reforzados volaron por los aires. tario para la guerra de independencia de Israel y,
Otros dos edificios importantes, ambos vitales pa- con la graduación de capitán, dirigió la base aérea
ra las instalaciones, quedaron gravemente dañados. de Sede Dov en el extrarradio norte de Tel-Aviv.
En una cinta de vı́deo grabada por los pilotos is- Mi madre, que era israelı́, también habı́a servido
raelı́es y exhibida posteriormente ante un comité a su patria durante la guerra conduciendo camio-
parlamentario, se registraba la explosión del núcleo nes de suministros desde Tel-Aviv hasta El Cairo

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VICTOR OSTROVSKY

para los británicos. Después colaboró activamente tro territorio para poder rodearlos. Fue algo muy
en las filas de la Hagona, la resistencia. Más tar- extraño: los jordanos eran nuestros enemigos, pe-
de, ejerciendo como profesora, se trasladó conmigo ro la OLP era un enemigo aún peor. En noviembre
a Londres, Ontario, luego brevemente a Montreal y de 1971, cuando hube concluido mi servicio militar,
por fin, cuando yo ya tenı́a seis años, a Holon, una regresé a Edmonton, donde pasé cinco años desem-
ciudad próxima a Tel- Aviv. Mi padre habı́a emi- peñando distintos empleos, desde trabajos de publi-
grado a Estados Unidos desde Canadá. Mi madre cidad hasta dirigir los almacenes de alfombras CVJ
regresó otra vez a Canadá, pero a mis trece años nos del Centro Comercial Londonderry, por lo que me
encontrábamos de nuevo en Holon. Con el tiempo perdı́ la guerra del Yom Kippur de 1973. Pero al
ella aún regresarı́a a Canadá, mas yo permanecı́ en comprender que la guerra no se habrı́a acabado pa-
Holon con Haim y Ester Magolin, mis abuelos ma- ra mı́, renuncié a todo, regresé a Israel en mayo de
ternos, que habı́an escapado de un pogrom ruso en 1977 y me alisté en la marina. Cuando acudı́ a en-
1912 con su hijo Rafa. Otro de sus hijos habı́a en- trevistarme a la base de Shalishut me introdujeron
contrado la muerte en un pogrom, pero en Israel en un pequeño despacho donde me aguardaba un
tenı́an dos hijos más: Maza, un varón, y Mira, mi desconocido sentado ante un escritorio sobre el que
madre, auténticos pioneros en el paı́s. Aunque mi se veı́an algunos documentos. —Nos ha facilitado
abuelo era contable, hasta que no llegó a recobrar su nombre una computadora —me dijo—. Usted
sus documentos de Rusia para poder demostrar- responde a nuestras expectativas. Sabemos que es-
lo fregaba los suelos en la United Jewish Agency. tá sirviendo a su paı́s, pero existe otro medio por el
Posteriormente llegarı́a a ser interventor general de que quizá le resultarı́a más útil. ¿Podrı́a interesarle?
cuentas de la empresa y persona muy respetada. —Sı́, me interesa. Pero ¿de qué se trata? —En pri-
Me educaron como sionista. Mi tı́o Maza habı́a for- mer lugar tendrá que superar una serie de pruebas
mado en las filas de “los lobos de Salomón”, uni- para comprobar si posee las aptitudes necesarias.
dad selecta del ejército antes de la constitución del Ya le avisaremos. Dos dı́as después me citaban a un
Estado, y luchado durante la guerra de la indepen- apartamento de Herzlia donde debı́a comparecer a
dencia. Mis abuelos eran unos idealistas y la idea las ocho de la tarde. Me sorprendió que me abrie-
que se me habı́a inculcado de Israel a medida que se la puerta el psiquiatra de la base naval: aquello
fui creciendo era la de un paı́s de leche y miel por el habı́a sido un error. El hombre me dijo que reali-
que valı́a la pena realizar cualquier sacrificio. Creı́a zaba aquel trabajo para un grupo de seguridad y
que mi patria jamás obrarı́a equivocadamente, que que no debı́a mencionarlo en la base. Le respondı́
no infligirı́a daño a nadie y que se convertirı́a en que no tenı́a por qué preocuparse. Durante cuatro
modelo y ejemplo de naciones. Si algo no marcha- horas me sometieron a diversos tests psiquiátricos:
ba debidamente en el aspecto financiero o polı́tico, desde manchas de tinta hasta interrogatorios de-
siempre imaginé que sucedı́a en las escalas más in- tallados acerca de mis opiniones sobre cuestiones
feriores del gobierno, entre los burócratas, que con de toda ı́ndole. Una semana después me convoca-
el tiempo acabarı́an por sanear su conducta. Ima- ban a otra reunión en la zona norte de Tel-Aviv,
ginaba básicamente que éramos un pueblo que de- en las proximidades de Bait Hahayal. Yo ya habı́a
fendı́a sus derechos, con grandes hombres como Ben hablado de ello con mi esposa y tenı́amos la impre-
Gurión, al que admiraba sinceramente. Crecı́ consi- sión de que en todo aquello se hallaba implicado el
derando a Begin un militante insoportable. Cuando Mossad. Cuando uno se ha criado en Israel estas
alcancé la madurez la pauta principal era la tole- cosas se saben. Y, de todos modos, ¿de quién hu-
rancia polı́tica: los árabes eran considerados como biera podido tratarse? Aquélla serı́a la primera de
seres humanos. Habı́amos estado en paz con ellos una serie de reuniones con un individuo que se me
anteriormente y volverı́amos a estarlo. Aquélla era dio a conocer como Ygal, seguidas de largas sesio-
la imagen que yo tenı́a de Israel. 27 / 250 Poco nes en el café Scala de Tel-Aviv. El hombre estuvo
antes de cumplir los dieciocho me incorporé al ejér- explicándome que se trataba de algo muy impor-
cito para cumplir con los tres años obligatorios de tante y sostuvimos conversaciones muy animadas.
servicio en filas, siendo nombrado subteniente de la Rellené centenares de formularios, respondiendo a
policı́a militar nueve meses después, a la sazón el preguntas como: “¿Considerarı́a negativo asesinar a
oficial más joven de los militares israelı́es. Duran- alguien por el bien de su paı́s? ¿Cree usted que la
te mi época de servicio fui destinado al canal de libertad es importante? ¿Hay algo más importante
Suez, a los Altos del Golán y al rı́o Jordán. Allı́ que la libertad?” Y cosas por el estilo. Puesto que
me encontraba cuando Jordania expulsó a la OLP ya estaba convencido de que se trataba del Mos-
y permitimos que tanques jordanos cruzasen nues- sad, consideraba bastante evidente y previsible la

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

clase de respuestas que esperaban y deseaba sin- en cierto modo porque recordaban a las iglesias y
ceramente ser admitido. A medida que pasaba el nadie deseaba comprar vidrieras. Como quiera que
tiempo aquellas reuniones se fueron celebrando ca- algunos se mostraron interesados por aprender a
da tres dı́as, proceso que se prolongó durante cua- hacerlas, convertı́ mi negocio en una escuela. En
tro meses. En un momento determinado me 28 / octubre de 1982 recibı́ un telegrama facilitándome
250 sometı́ a una revisión médica completa en una un número telefónico al que debı́a llamar el miér-
base militar. Cuando uno se halla de servicio sue- coles entre las nueve de la mañana y las siete de la
le entrar en una sala en la que se encuentra con tarde preguntando por Deborah. Telefoneé inme-
otros ciento cincuenta tipos, es como una fábrica. diatamente y me facilitaron una dirección del piso
Pero allı́ habı́a diez habitaciones para examinar a principal del edificio Hadar Dafna, una torre desti-
la gente, y en cada una de ellas me aguardaban un nada a oficinas en el bulevar Rey Saúl, de Tel- Aviv
médico y una enfermera. Y yo estaba solo. A me- —más tarde me enterarı́a de que se trataba del edi-
dida que iba de una a otra habitación cada uno de ficio que albergaba el cuartel general del Mossad—,
aquellos equipos pasaba media hora conmigo. Me una de esas moles desnudas y grises de hormigón
sometieron a toda clase de pruebas; incluso habı́a tan populares en Israel. Entré en el vestı́bulo. Ha-
un dentista. En cierto modo me hizo sentirme muy bı́a un banco a la derecha y, a la izquierda, en la
importante. Después de todo esto aún seguı́a sin pared, un letrero pequeño y discreto decı́a: “Reclu-
recibir gran información acerca del trabajo que pa- tamiento del Servicio de Seguridad.” Mis anteriores
recı́an tan ansiosos de confiarme. Aun ası́ estaba experiencias aún me obsesionaban: me sentı́a como
deseando aceptar, fuera lo que fuese. Finalmente si realmente hubiera fallado en algo. Como esta-
Ygal me dijo que mi preparación profesional me ba muy nervioso llegué con una hora de antelación
mantendrı́a la mayor parte del tiempo en Israel, y subı́ a la cafeterı́a de la segunda planta que es-
pero no en mi casa, aunque me estarı́a permitido tá abierta al público. En aquella parte del edificio
ver a mi familia cada dos o tres semanas. Llegado varias empresas privadas daban una sensación de
el caso serı́a enviado al extranjero y entonces sólo absoluta normalidad, pero el cuartel general 29 /
verı́a a los mı́os cada dos meses aproximadamen- 250 del Mossad habı́a sido construido como un edi-
te. Le respondı́ que no, que no podı́a estar ausente ficio dentro de otro. Pedı́ un emparedado caliente
tanto tiempo, que aquello no era para mı́. Pero, de queso, nunca lo olvidaré. Mientras me lo comı́a,
aun ası́, cuando me pidió que lo considerara mejor, paseé la mirada en torno preguntándome si habrı́a
acepté. Entonces telefonearon a Bella, mi esposa. allı́ alguien más que, al igual que yo, hubiese si-
Y durante los ocho meses siguientes nos estuvieron do convocado. Cuando llegó el momento, bajé a la
hostigando telefónicamente. Puesto que ya estaba oficina que me habı́an indicado y me condujeron a
sirviendo a mi paı́s militarmente no sentı́a que des- una pequeña estancia en la que habı́a una gran me-
cuidase a mi patria, sino que aquella actividad serı́a sa escritorio de madera de color claro. La estancia
compensatoria. Por aquella época yo era de dere- estaba parcamente amueblada. Sobre la mesa habı́a
chas, polı́tica, no socialmente. Entonces creı́a que una cesta para dar entrada y salida a los documen-
uno podı́a separar ambas cosas, especialmente en tos y un teléfono y, en la pared, un espejo y la foto
Israel. De todos modos, deseaba sinceramente obte- de un hombre que me resultó familiar, aunque no
ner aquel trabajo, mas no podı́a mantenerme tanto acabé de identificarlo. Un individuo de agradable
tiempo alejado de mi familia. En aquellos momen- aspecto que se sentaba ante el escritorio abrió un
tos no me concretaron qué clase de ocupación me pequeño dossier, le echó una rápida mirada y dijo:
destinaban, pero más tarde, cuando me incorporé —Estamos buscando gente. Nuestro principal obje-
al Mossad, me enteré de que me habı́an estado pre- tivo consiste en salvar a los judı́os de todo el mundo.
parando para el kidon, la unidad encargada de las Creemos que usted podrı́a ser la persona adecuada:
ejecuciones del Metsada. (El Metsada, actualmente somos como una familia. Se trata de un trabajo di-
conocido como Komemiute, es el departamento que fı́cil y acaso peligroso, pero no puedo decirle nada
se encarga de los combatientes.) Pero yo aun no ha- más hasta que haya superado ciertas pruebas. El
bı́a decidido qué querı́a hacer en la vida. En 1981 hombre siguió explicándome que me irı́an llaman-
dejé la marina tras haber servido en el Lı́bano al do tras cada juego de tests. Si fallaba en alguno
comienzo de la guerra. En mi calidad de diseñador de ellos, ası́ quedarı́an las cosas. Si lograba supe-
de artes gráficas, decidı́ instalarme por mi cuenta, rarlos, se me facilitarı́an los detalles de la próxima
realizando vidrieras de colores. Hice unas cuantas y prueba. —Si fracasa o abandona no debe volver a
traté de venderlas, pero pronto comprendı́ que los contactarnos. No cederemos a súplicas ni ruegos.
vidrios de colores no eran nada populares en Israel, Nuestra decisión será inapelable. ¿Lo ha compren-

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VICTOR OSTROVSKY

dido? —Sı́. —Magnı́fico. Dentro de dos semanas le dos años de entrenamiento y que el salario serı́a el
espero aquı́ a las nueve de la mañana para dar co- equivalente a una categorı́a superior a la de mi ac-
mienzo a los ejercicios. —¿Significa eso que estaré tual rango militar. Pensé que no estaba mal: a la
mucho tiempo lejos de mi familia? —No, nada de sazón era capitán de corbeta y aquello me converti-
eso. —Bien, entonces aquı́ estaré dentro de dos se- rı́a en coronel. Estaba terriblemente excitado. ¡Por
manas. Cuando llegó el momento me introdujeron fin iba a conseguirlo! Sentı́ como si realmente fuese
en una habitación de grandes proporciones donde algo especial, pero más tarde me enteré de que son
ya se encontraban otras nueve personas acomoda- miles los entrevistados y que si consiguen captar
das en pupitres escolares. Nos facilitaron a cada uno bastante personal aproximadamente cada tres años
un cuestionario de treinta páginas que contenı́a pre- organizan un curso. Los cursos suelen acabar con
guntas personales y toda clase de tests, todo ello unas quince personas que a veces superan todos y
destinado a descubrir quiénes éramos y cómo pen- otras ninguno: los resultados son imprevisibles. Di-
sábamos. Una vez hubimos completado y devuelto cen que por cada uno de los quince aceptados deben
los cuestionarios nos dijeron que ya nos llamarı́an. examinar a cinco mil. Escogen la gente correcta, no
Al cabo de una semana me citaron de nuevo pa- necesariamente la mejor. Existe una gran diferencia
ra entrevistarme con una persona que comproba- en ello. La mayorı́a de los seleccionadores son pro-
rı́a mi inglés, idioma en el que me expresaba sin fesionales muy especializados que buscan aptitudes
acento israelı́. Me preguntó el significado de mu- muy concretas. Pero eso no suelen revelarlo: se limi-
chas expresiones en argot, pero el hombre estaba tan a hacerle creer a uno que es diferente, que por
algo anticuado y utilizaba frases muy manidas. Me eso ha sido escogido para realizar los tests. Poco an-
interrogó asimismo sobre algunas ciudades de Ca- tes del dı́a señalado un mensajero entregó una carta
nadá y de Estados Unidos, y me preguntó quién en mi casa, especificando nuevamente la hora y el
era el presidente de este último paı́s y cosas por el lugar de la nueva cita y recordándome que llevase
estilo. Las entrevistas se prolongaron durante unos ropa para distintas ocasiones. También me adver-
tres meses, pero, contrariamente a mi primera ex- tı́an que no utilizase mi verdadero nombre. Debı́a
periencia, se celebraban en la oficina del centro de escribir en una hoja de papel el nombre ficticio que
la ciudad y de dı́a. También me sometieron a otro hubiera escogido, junto con un breve resumen de
examen fı́sico, mas en esta ocasión no estuve solo. mis antecedentes en aquella nueva identidad. De-
Completé asimismo mis pruebas polı́grafas. A los cidı́ adoptar el nombre de Simón Lahav. Mi padre
aspirantes se nos recordaba constantemente que no se llama Simón y, según tenı́a entendido, en ruso o
debı́amos revelarnos mutuamente nuestras circuns- en polaco el apellido Ostrovsky significa hoja afi-
tancias personales. “Manténganse aislados”, tal era lada. En hebreo Lahav significa hoja. Me presenté
la consigna. Yo me sentı́a cada vez más nervioso a como un dibujante de artes gráficas que trabajaba
medida que se sucedı́an las sesiones. El hombre que por cuenta propia, valiéndome de mi experiencia
me entrevistaba se llamaba Uzi y más adelante lle- real en el terreno, pero sin vincularme a nada ex-
gué a saber su nombre completo, Uzi Nakdimon, y cesivamente especı́fico. Y facilité una dirección de
que era el jefe de reclutamiento de personal. Por fin Holon donde me constaba que habı́a un descam-
me 30 / 250 comunicó que habı́a superado todas las pado. Llegué, como estaba previsto, poco antes de
pruebas, salvo 1a definitiva, pero que antes de ello las siete de la mañana de un dı́a lluvioso de enero
deseaban entrevistarse con Bella. La reunión con de 1983 y me encontré con un grupo formado por
Bella duró seis horas. Uzi la interrogó sobre todo lo dos mujeres y ocho hombres, más tres o cuatro per-
imaginable, no únicamente acerca de mı́ sino sobre sonas que supuse serı́an los instructores. Una vez
sus propios antecedentes polı́ticos, sus padres, su hubimos entregado los sobres que contenı́an nues-
fortaleza y sus debilidades, amén de someterla a un tras nuevas identidades, nos condujeron en autobús
prolongado examen acerca de su posición sobre el a un famoso centro apartamento-hotelero llamado
Estado de Israel y el lugar que ocupaba en el mun- Country Club, en las afueras de Tel-Aviv, en la ca-
do. También se hallaba presente el psiquiatra de rretera que va a Haifa y que se jacta de poseer las
servicio en calidad de observador silencioso. Poste- instalaciones recreativas más importantes de todo
riormente Uzi me llamó y me dijo que me presentara Israel. Nos destinaron por parejas en cada habita-
el lunes a las siete. Debı́a llevar dos maletas en las ción, indicándonos que guardáramos nuestras ma-
que hubiese metido diferentes clases de ropa, des- letas y nos reuniésemos en la Unidad número uno.
de pantalones téjanos hasta un traje. Aquélla serı́a En una colina que domina el Country Club se en-
la prueba definitiva que durarı́a tres o cuatro dı́as. cuentra la supuesta residencia veraniega del primer
Siguió explicándome que el programa comprendı́a ministro. En realidad se trata de la Midrasha, la

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

academia de instrucción del Mossad. Aquel primer tras cada uno de nosotros ası́ lo hacı́a, los restantes
dı́a contemplé la colina: en Israel se sabe 31 / 250 compañeros sometidos a examen comenzaron a for-
perfectamente que aquel lugar tiene algo que ver mular preguntas. Y de vez en cuando alguno de los
con el Mossad y me preguntaba si, después de to- tutores sentados a las mesas intervenı́a asimismo
do, acabarı́a allı́. Entonces imaginaba que todos los interrogándonos. Yo me sentı́a muy cómodo con mi
demás se encontraban presentes para someterme a historia. No habı́a querido confesar que trabajaba
prueba. Podrá parecer paranoico, pero la paranoia para determinada compañı́a porque alguien podrı́a
es algo que en este ámbito se da por añadidura. La conocerla. Dije que tenı́a dos hijos, aunque los con-
Unidad número uno consistı́a en un enorme vestı́bu- vertı́ en muchachos puesto que no me era permitido
lo en cuyo centro estaba instalada una gran mesa, ningún detalle auténtico. Pero deseaba mantenerme
dispuesta con todo lo necesario para un desayuno lo más ajustado posible a mi historia y no me resul-
refinado. Habı́a un despliegue increı́ble, tal canti- tó difı́cil. No me sentı́a presionado, era únicamen-
dad de alimentos que yo no habı́a visto en mi vi- te un juego con el que estaba disfrutando. Aquel
da, ası́ como un jefe de cocina que aguardaba para ejercicio duró unas tres horas. En un momento de-
tomar nota de nuestros encargos por si deseába- terminado en que yo estaba formulando preguntas,
mos algo especial. Aparte de los diez candidatos, uno de los tutores se inclinó sobre su agenda y me
rondaba por allı́ casi una docena de personas pa- preguntó: —Perdone, ¿cómo dijo que se llamaba?
ra desayunarse. Sobre las diez y media el grupo se 32 / 250 Intervenı́an con detalles insignificantes co-
trasladó a una sala contigua, en cuyo centro se ha- mo aquél, para comprobar cuan concentrados está-
bı́a instalado uña gran mesa a la que nos sentamos bamos y cosas similares, por lo que debı́amos es-
los cursillistas, y algunas mesas junto a las pare- tar constantemente en guardia. Cuando concluyó
des, que ocuparon los demás. Nadie nos obligó a la sesión nos ordenaron que regresáramos a nues-
apresurarnos. Nos desayunamos tranquilamente y tras habitaciones y que nos vistiésemos con trajes
en la sala de conferencias nos sirvieron café y, co- de calle. —Vamos a ir al centro —dijeron. Nos di-
mo de costumbre, todos fumaban. Uzi Nakdimon vidieron en grupos de tres que ocupamos distintos
se dirigió al grupo en estos términos: —Permanece- coches acompañados de dos instructores. Una vez
remos aquı́ tres dı́as. No hagan nada porque crean nuestro vehı́culo llegó a Tel-Aviv, se reunieron con
que es lo que se espera de ustedes. Sigan su propio nosotros otros dos individuos en el cruce del bulevar
criterio ante cualquier circunstancia. Estamos bus- Rey Saúl e Ibn Gabirol. Eran aproximadamente las
cando la clase de gente que necesitamos. Ustedes cuatro y media de la tarde. Uno de los instructores
ya han superado cierto número de pruebas: aho- se volvió hacia mı́ y me dijo: —¿Ve el balcón del
ra deseamos asegurarnos de que son las personas tercer piso de aquella casa? Quiero que permanez-
que nos convienen. ”A cada uno de ustedes se les ca aquı́ tres minutos meditando. Luego deseo que
asignará un guı́a/instructor —prosiguió—. Todos vaya a aquel edificio y seis minutos después espero
han adoptado un nombre y una profesión ficticios. verle allı́ asomado con el propietario o realquilado y
Deberán esforzarse por mantener esa personalidad sosteniendo un vaso de agua en la mano. Me asus-
pero, al mismo tiempo, su labor consistirá en tra- té. No llevábamos encima documento alguno que
tar de desenmascarar a los restantes que se sientan nos identificara, y en Israel es ilegal estar despro-
a esta mesa. Aunque yo en aquel momento lo ig- visto del carné de identidad. Nos dijeron que, pasa-
noraba, aquél era el primer grupo de pruebas en ra lo que pasase, utilizásemos únicamente nuestro
el que se incluı́an mujeres. Existı́an ciertas presio- nombre ficticio y que si tenı́amos dificultades con
nes polı́ticas para que hubiese mujeres katsa, por la policı́a deberı́amos facilitar nuestra falsa identi-
lo que decidieron admitir algunas, según cabe su- dad. ¿Qué hacer entonces? Mi principal problema
poner para comprobar si salı́an airosas de las prue- consistı́a en calcular exactamente qué apartamento
bas, pero naturalmente no tenı́an intención alguna era aquél. Tras unos momentos que se me hicieron
de consentir que ası́ sucediera. Hay mujeres com- interminables, finalmente anuncié al instructor que
batientes, pero jamás han permitido que las mu- estaba dispuesto a ir. —¿Qué piensa hacer más o
jeres sean katsas. En primer lugar, ellas son más menos? —se interesó. —Diré que me propongo fil-
vulnerables, mas el principal objetivo del Mossad mar una pelı́cula —respondı́. Aunque querı́an que
son los hombres árabes y, aunque ellas consiguen actuásemos con cierta espontaneidad, también pre-
atraerlos fácilmente, ningún árabe trabajarı́a jamás ferı́an que siguiéramos un plan preconcebido, antes
para una mujer, por lo que no pueden reclutarlos. que guiarnos por la expresión árabe “Ala bab alah”,
Los diez aspirantes comenzamos por presentarnos que significa: “Lo que sea, será, dejadlo en manos de
y dar a conocer nuestras supuestas historias. Mien- Dios.” Avancé rápidamente hacia el edificio y subı́

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VICTOR OSTROVSKY

la escalera contando los apartamentos desde el pri- les más importantes. Me condujeron al vestı́bulo del
mer descansillo para asegurarme de que llegaba al Sheraton y me indicaron que me sentara. —¿Ve ese
lugar deseado. Una mujer de unos sesenta y cinco hotel del otro lado de la calle? ¿El Basel? —inquirió
años respondió a mi llamada. —¡Hola! —la salu- un instructor—. Deseo que entre allı́ y me consiga
dé en hebreo—. Me llamo Simón, y pertenezco al el tercer nombre de su relación de huéspedes. En Is-
departamento de transportes. Como sabrá, en este rael los registros de los huéspedes se guardan bajo
cruce se producen bastantes accidentes. Hice una el mostrador, no en la parte superior, y como mu-
pausa para observar su reacción. —Sı́, lo sé —repu- chas otras cosas propias de los hoteles, suele con-
so. (Considerando cómo conducen los israelı́es, se siderarse material confidencial. Cuando cruzaba la
producen muchos accidentes en la mayorı́a de cru- calle sin saber todavı́a cómo iba a conseguir aquel
ces, por lo que no me arriesgaba demasiado con tal nombre comenzaba a oscurecer. Sabı́a que estaba
afirmación.) —A ser posible quisiéramos alquilar respaldado y que sólo era un juego, pero a pesar de
su balcón. —¿Alquilar mi balcón? —Sı́. Queremos ello tenı́a miedo y estaba excitado. Deseaba salir ai-
filmar el tráfico que pasa por este cruce. No ha- roso de aquella empresa aunque, pensándolo bien,
brá nadie aquı́: simplemente instalaremos una cá- era una misión bastante absurda. Decidı́ expresar-
mara fotográfica. ¿Me permitirı́a echar una mirada me en inglés porque sin duda me tratarı́an mejor
y asegurarme de que se halla en el ángulo correcto? si creı́an que era un turista. Mientras me aproxi-
De ser ası́, ¿bastarı́an quinientas libras mensuales? maba al mostrador para preguntar si habı́a algún
—Sı́, desde luego —repuso acompañándome. —A recado para mı́ pensé en el viejo truco de telefonear
propósito, le ruego que me disculpe, pero ¿podrı́a al azar y preguntar por Dave. Se llama varias ve-
darme un vaso de agua? Hoy hace un calor terri- ces formulando siempre la misma pregunta y el tipo
ble. Al cabo de unos momentos nos encontrábamos que responde se va enojando cada vez más porque
en el balcón contemplando la calle. 33 / 250 Me se trata de un número equivocado. A continuación
sentı́ muy importante al comprobar que todos nos uno telefonea de nuevo y pregunta: —¡Hola, soy
miraban, y cuando la anciana volvió la cabeza al- Dave! ¿Hay algún recado para mı́? El encargado de
cé mi vaso brindando por ellos. Anoté el nombre la recepción me miró inquisitivamente. —¿Se alo-
de la mujer y su número de teléfono y le dije que ja usted en el hotel? —preguntó. —No —repuse—.
aún tenı́amos que comprobar otros lugares y que Pero estoy esperando para reunirme con alguien.
le informarı́amos si nos habı́amos decidido por el El empleado me dijo que no habı́a ningún mensaje
suyo. Cuando me reunı́ con mis compañeros, uno para mı́ por lo que me senté en el vestı́bulo dispues-
de ellos habı́a ido a cumplir su misión. Se presentó to a aguardar. Al cabo de media hora, durante la
en un cajero automático donde debı́a conseguir que cual estuve consultando continuamente mi reloj, me
cualquier desconocido que utilizase la máquina le acerqué de nuevo al mostrador. —Tal vez ya haya
prestase el equivalente a diez dólares. El joven dijo venido y no nos hayamos visto —le dije. —¿Cómo
al hombre que necesitaba dinero para coger un taxi se llama? —me preguntó el empleado. Murmuré un
porque su esposa estaba en el hospital a punto de nombre que sonaba como “Kamalunke”. El hombre
alumbrar a su hijo y no tenı́a dinero, y tomó nota de sacó el registro y comenzó a examinarlo. 34 / 250
su nombre y dirección comprometiéndose a devol- —¿Cómo se deletrea eso? —me preguntó. —No es-
verle la cantidad que le entregaba. Nuestro tercer toy seguro. Ignoro si se escribe con C o con K —di-
compañero no fue tan afortunado. Le ordenaron que je inclinándome sobre el mostrador ostensiblemen-
se asomase al balcón de otro edificio de apartamen- te para ayudarle a encontrarlo, aunque en realidad
tos, por lo que primero subió hasta el tejado con el trataba de detectar el tercer nombre de la lista. De
pretexto de comprobar la antena de la televisión. pronto, como si comprendiera mi error, exclamé:
Por desdicha para él, cuando llegó al apartamen- —¡Oh, éste es el hotel Basel! Creı́ que estaba en el
to escogido y tras exponer su historia y pedir al City. Lo siento. ¡Qué distraı́do soy! Volvı́ a sentir-
inquilino que le permitiese ver la antena desde su me importante. De todos modos me pregunté cómo
balcón, descubrió que el hombre era un empleado diablos sabrı́an mis instructores si el nombre que yo
de la propia compañı́a. —¿Qué patrañas está di- habı́a conseguido era correcto. Pero en Israel ellos
ciendo? —le interpeló—. ¡A la antena no le sucede tienen acceso a todo. Por entonces los vestı́bulos de
nada! El muchacho tuvo que retirarse apresurada- los hoteles comenzaban a llenarse de gente, de mo-
mente mientras el hombre le amenazaba con avisar do que los dos instructores y yo salimos a la calle.
a la policı́a. Tras aquel ejercicio nos condujeron a la Tras comunicarme que aquélla era la última prueba
calle de Hayarkon, una arteria principal paralela al del dı́a, uno de ellos me tendió un micrófono de te-
Mediterráneo en la que se hallan situados los hote- léfono al que estaban unidos dos cables. El equipo

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

tenı́a una tarjeta en la parte posterior, con carác- las tuberı́as—. Encontrará algunos periódicos viejos
ter identificativo. Me dijeron que entrase en el hotel que puede amontonar delante suyo. Fue una autén-
Tal, me dirigiese al teléfono que se hallaba situado tica prueba para mı́. Por las pruebas psicológicas a
en la pared del vestı́bulo, retirase el altavoz, ins- que me habı́an sometido sabı́an perfectamente que
talase el que acababan de entregarme y regresara padezco claustrofobia y que me asquean los bichos:
con el que habı́a sustituido, dejando el aparato en las cucarachas, los gusanos, las ratas... Ni siquiera
condiciones de uso correcto. Habı́a bastante gente me gusta nadar en un lago por el pegajoso cieno
en la cola del teléfono, pero me dije a mı́ mismo del fondo. Cuando miré por el conducto de la tu-
que tenı́a que cumplir mi cometido. Cuando llegó berı́a no pude distinguir el extremo opuesto: fueron
mi turno, puse la ficha en la ranura y marqué un las tres horas más largas de mi vida. Y, desde lue-
número al azar, llevándome el receptor a la oreja. go, no se presentó nadie: no hubo reunión alguna.
Las rodillas comenzaban a temblarme, la gente se Tuve que esforzarme por no quedarme dormido: re-
habı́a multiplicado detrás de mı́, y aguardaba pa- cordaba en todo momento dónde estaba y aquello
ra usar el aparato. Desenrosqué la parte superior me mantuvo despierto. Por fin regresó el instructor.
del micrófono y luego saqué mi agenda del bolsi- —Quiero un informe completo de la reunión —me
llo haciendo ademanes distraı́dos como si estuviera dijo. —No ha venido nadie —repuse. —¿Está segu-
tomando notas al tiempo que apretaba el receptor ro? —Sı́. —Tal vez se haya quedado dormido. —No,
entre la barbilla y el hombro hablando en inglés por no me he dormido. —Pues bien. Yo he pasado por
él. Por entonces casi sentı́a en la nuca el aliento del aquı́ —dijo el instructor. —Debe de haber pasado
tipo que estaba detrás de mı́. De modo que guardé por cualquier otro lugar. Por aquı́ no ha pasado
mi agenda y me volvı́ hacia él diciendo: —Discúl- nadie. Cuando regresamos me dijeron que no co-
peme. —Y mientras él retrocedı́a un poco, acoplé mentase lo sucedido. Al dı́a siguiente, por la tarde,
la pieza nueva. En aquellos momentos alguien ha- nos ordenaron a todos que vistiéramos deportiva-
bı́a respondido a mi ficticia llamada y preguntaba mente. Nos condujeron a Tel-Aviv y nos asignaron
quién era. Pero en cuanto hube atornillado la pie- a cada uno un edificio especı́fico, encargándonos de
za de plástico en el micrófono colgué el aparato. su vigilancia. Durante aquel ejercicio debı́amos to-
Cuando me metı́ el altavoz en el bolsillo estaba tem- mar nota de todo cuanto viésemos y asimismo te-
blando. Jamás habı́a hecho algo semejante: nunca nı́amos que idear una historia ficticia para justificar
habı́a robado nada. Regresé junto al instructor y le nuestra presencia en el lugar. Sobre las ocho de la
entregué el recambio telefónico, sintiéndome muy tarde me condujeron a la ciudad dos hombres en un
débil. A continuación regresamos al Country Club coche pequeño. Uno de ellos, llamado Shai Kauly,
sin apenas cambiar palabra. Después de cenar nos era un katsa veterano con un larguı́simo historial
indicaron que por la mañana realizarı́amos un in- de éxitos en su haber.1 Me dejaron en una manza-
forme detallado de todas las actividades que habı́a- na de la calle de Dizengoff, la arteria principal de
mos llevado a cabo aquel dı́a, sin omitir nada, por Tel-Aviv, ordenándome que vigilase un edificio de
insignificante que pudiera parecer. Alrededor de la cinco plantas y que anotase las entradas y salidas
medianoche mi compañero de habitación y yo está- de todos cuantos fuesen allı́, la hora en que llega-
bamos cansados y viendo la televisión cuando uno ban y el momento en que salı́an, efectuando una
de los instructores llamó a la puerta y me dijo que descripción personal de los individuos, y que regis-
me pusiera unos pantalones téjanos y le acompa- trase las luces que se encendı́an y se apagaban y en
ñase. El hombre me condujo hasta un huerto y me cuántas ocasiones. Me dijeron que me recogerı́an
informó de que probablemente iba a celebrarse allı́ más tarde haciéndome señales con los destellos de
una reunión. Yo tan sólo distinguı́a el aullido de sus faros. Ante todo se me ocurrió que debı́a ocul-
los chacales en la lejanı́a y el ininterrumpido can- tarme. ¿Pero dónde? Los instructores me habı́an
to de los grillos. —Ahora le diré dónde será eso dicho que debı́a estar visible. No sabı́a qué pensar.
—añadió—. Queremos saber cuánta gente se reúne Entonces se me ocurrió una idea. Me sentarı́a en el
y qué dice. Le recogeré dentro de dos o tres ho- suelo y me dedicarı́a a dibujar el edificio, anotando
ras. —De acuerdo —repuse. 35 / 250 Me condujo al mismo tiempo la información que necesitaba, a
por un camino de grava hasta un wadi (un arroyo base de incluir notas en inglés y escribiendo en el
seco salvo durante las épocas de lluvia). Tan sólo dorso. El pretexto que ideé para dibujar de noche
discurrı́a un reguero de agua por él y las tuberı́as era que a aquellas horas habı́a menos cosas que dis-
de hormigón de dos pies y medio de diámetro que trajeran la atención y que, como estaba dibujando
se internaban bajo la carretera. —Allı́ tiene un ex- en blanco y negro, no necesitaba mucha luz. Al ca-
celente lugar donde ocultarse —me dijo señalando bo de una media hora de realizar aquel ejercicio, mi

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VICTOR OSTROVSKY

tranquilo aislamiento se vio alterado por un coche les rogué que me condujesen a comisarı́a para que
que con un chirrido de frenos se detuvo en la es- pudiera procurarme un abogado. Una 37 / 250 ho-
quina. Un hombre saltó del vehı́culo y exhibió una ra después uno de ellos me preguntó dónde estaban
insignia. 1 Véase el capı́tulo 9. 36 / 250 —¿Quién expuestas mis obras. Como conocı́a todas las gale-
es usted? —preguntó. —Simón Lahav. —¿Qué hace rı́as de arte de Tel-Aviv y me constaba asimismo
aquı́? —Estoy dibujando. —Un vecino se ha que- que a aquellas horas de la noche estaban cerradas,
jado. Dice que está usted vigilando el banco. (En les indiqué un nombre al azar. Cuando llegamos
el primer piso del edificio habı́a un banco.) —No, allı́, como aún seguı́a esposado, señalé con la ca-
estoy dibujando. Mire. Y mostré mi trabajo al po- beza el local y les dije: —Ahı́ están mis pinturas.
licı́a. —¡No me venga con tonterı́as! ¡Entre en ese Otro de mis problemas era que iba indocumentado.
coche! En la parte delantera estaban el conductor Les expliqué que habı́a olvidado mis papeles en ca-
y otro hombre. El vehı́culo era un vulgar Ford Es- sa. Entonces me quitaron los pantalones alegando
cort. Comunicaron por radio que habı́an recogido a que querı́an comprobar si llevaba droga escondida.
alguien mientras que aquel que me habı́a ordenado Me sentı́ muy incómodo, pero finalmente acabaron
que entrase en el coche se sentaba a mi lado. El ablandándose y parecieron creerme. Les rogué que
ocupante del asiento delantero preguntó: —¿Cómo me devolviesen al lugar donde me habı́an encontra-
se llama? —Simón —repetı́ por dos veces. Volvió a do, explicándoles que aunque no tenı́a dinero, más
preguntarme y le respondı́ lo mismo. El tipo que se tarde debı́a recogerme un amigo. Pero no sabı́an
sentaba a mi lado me abofeteó. —¡Cállate! —dijo. volver allı́. De modo que me condujeron hacia aque-
—¡Me ha hecho una pregunta! —protesté. —No te lla zona y me dejaron junto a una parada de auto-
ha dicho nada —negó. Estaba asustado. Me pre- bús. Uno de ellos recogió mis dibujos del suelo y los
guntaba quiénes serı́an aquellos tipos. De pronto arrojó por la ventanilla. Me quitaron las esposas y
el que se sentaba a mi lado quiso saber de dón- siguieron un rato sentados mientras otro policı́a re-
de venı́a. Le contesté que de Holon y el policı́a del llenaba unos impresos. Luego se detuvo un autobús
asiento delantero me dio un puñetazo en la frente y y el tipo que estaba a mi lado me dio un empujón
me dijo: —Quiere saber tu nombre. Cuando le con- que dio con mis huesos en el suelo. A continuación
testé que era Simón de Holon, intervino el policı́a me arrojaron los pantalones y los zapatos encima
que estaba junto a mı́. —¿Acaso eres un sabihon- y se largaron, no sin antes advertirme que cuando
do? Y acto seguido me empujó hacia adelante y me regresaran no querı́an volver a verme allı́. Y allı́ me
esposó las manos en la espalda sin dejar de profe- quedé, tirado en el suelo y sin pantalones, mien-
rir denuestos contra mı́, calificándome de sucio y tras la gente se apeaba del vehı́culo. Pero tenı́a que
canalla traficante de drogas. Protesté diciendo que recuperar aquellos papeles, y cuando lo hube conse-
sólo estaba dibujando. Entonces me preguntó a qué guido me sentı́ como si hubiese escalado la cumbre
me dedicaba, a lo que respondı́ que era un artista. del Everest. ¡Qué sensación de éxito! Media hora
Por entonces ya nos estábamos alejando. El policı́a después, cuando ya me habı́a vestido y reanudado
que se sentaba delante dijo: —Ahora te conduci- mi vigilancia, distinguı́ los destellos de unos faros,
remos al centro: vamos a darte una lección. Cogió me acerqué al coche y me devolvieron al Country
mis dibujos, los estrujó y los tiró al suelo. Luego Club, donde tuve que redactar mi informe. Mucho
me ordenó que me quitase los zapatos, algo que después volverı́a a encontrarme con los “polis”. No
me resultó muy difı́cil estando esposado. —¿Dón- se trataba de la policı́a. Al parecer, aquella noche
de llevas las drogas? —me preguntó uno de ellos. todos nos encontramos con nuestros “policı́as”: for-
—¿Qué queréis decir? No llevo drogas: soy un ar- maba parte de la prueba. A uno de los aspirantes le
tista. —Aunque ahora te niegues a hablar lo harás habı́an abordado cuando se encontraba bajo un ár-
más tarde —me amenazó. Entretanto seguı́an gol- bol. Al preguntarle qué estaba haciendo, repuso que
peándome. Uno de ellos me atizó con tal fuerza en observaba las lechuzas. El policı́a objetó que no se
la mandı́bula que creı́ perder un diente. El hombre veı́a ninguna y el hombre le respondió: —Vosotros
que ocupaba el asiento delantero me atrajo violen- las habéis espantado. También a él se lo llevaron a
tamente hacia sı́ y me gritó en el rostro, sin dejar de dar un paseo. Otro fue “arrestado” en Kiker Ham-
amenazarme, exigiéndome que le informase dónde dina, una famosa plaza de la que solı́amos decir que
estaban las drogas, mientras que el conductor erra- representaba al Estado de Israel. En verano se ins-
ba sin rumbo fijo por la ciudad. Supuse que sólo se tala allı́ el circo y en invierno está llena de barro. Lo
proponı́an asustarme: habı́an encontrado a un tipo mismo que Israel: medio año embarrada y el resto
en la calle y querı́an hacerle pagar por ello. Yo ha- como un circo. Aquel tipo se comportó como un im-
bı́a oı́do decir que tales cosas sucedı́an, por lo que bécil. Les dijo que estaba desempeñando una misión

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

especial, que habı́a sido reclutado por el Mossad y Estuvimos charlando un rato acerca de ello y en un
que aquélla era una prueba. Evidentemente, fracasó momento dado me invitó a su casa. Me informó que
por completo. El tercer dı́a, después de desayunar- en breve iba a ser trasladado a Nueva York, donde
nos, volvieron a conducirnos a Tel-Aviv. Mi primera irı́a destinado como subdirector de una sucursal. Le
tarea consistió en ir a un restaurante, entablar con- dije que como estaba de paso no tenı́a teléfono, pe-
versación con un hombre que me habı́an señalado y ro que le llamarı́a si me daba el suyo. Incluso llegó a
concertar una entrevista con él para aquella noche. invitarme a café. Le insinué que deseaba abrir una
Estuve observando el restaurante durante rato an- cuenta de ciento cincuenta mil dólares y que cuando
tes de entrar y advertı́ que el camarero le atendı́a viera cuánto se demoraban los trámites, transferi-
servilmente, lo que me hizo pensar que se trataba rı́a más dinero. En realidad estuvimos hablando du-
del gerente. Me senté a la mesa próxima a la su- rante diez o quince minutos del aspecto monetario
ya y descubrı́ que leı́a una revista cinematográfica. y luego comenzamos a confraternizar. Al cabo de
Pensé que si el truco de la filmación habı́a funcio- una hora lo sabı́a todo de aquel hombre. Cuando
nado en el caso del balcón, tal vez volviera a dar hubo finalizado aquella prueba me condujeron de
resultado. Dije al camarero que querı́a hablar con nuevo al hotel Tal con otros dos compañeros y nos
el gerente porque estaba haciendo una pelı́cula y indicaron que aguardásemos hasta que llegasen los
aquél podrı́a ser un local adecuado para el roda- demás. Apenas llevábamos allı́ diez minutos cuando
je. Apenas habı́a acabado de expresar mis 38 / 250 aparecieron seis hombres. —¡Es ése! —exclamó uno
deseos, el hombre se encontraba sentado a mi lado. de ellos señalándome a mı́. —Acompañadnos —di-
Le expliqué que debı́a marcharme porque aún te- jo otro exhibiendo rápidamente una insignia. Nos
nı́a que visitar otros lugares, pero concertamos una metieron a los tres en una furgoneta, nos vendaron
entrevista para aquella noche. Nos despedimos con los ojos y nos llevaron de un lado a otro de la ciu-
un apretón de manos. Seguidamente los diez aspi- dad. Finalmente nos metieron en un edificio, con los
rantes fuimos conducidos a un parque próximo al ojos aún tapados, y nos separaron. Primero distin-
bulevar Rothschild. Nos informaron de que pasa- guı́ rumor de gente que iba y venı́a, pero luego me
rı́a por allı́ un hombretón vestido con una chaqueta introdujeron en una habitación pequeña y cerrada y
ajedrezada en rojo y negro y que debı́amos seguirle me ordenaron que me sentase. Al cabo de dos o tres
sin ser vistos, algo muy difı́cil si tenı́amos en cuen- horas me sacaron de aquel lugar. Al parecer habı́a
ta que éramos diez los seguidores y que otras veinte estado en un pequeño cuarto de baño, sobre la tapa
personas nos vigilaban a nosotros. El seguimiento del retrete. Aunque entonces yo lo ignoraba, se tra-
se prolongó durante dos horas. Habı́a tipos que nos taba de la Academia (el centro de adiestramiento
observaban desde los balcones; otros, tras los árbo- del Mossad), situada en la segunda planta del edifi-
les: por todas partes habı́a gente. Pero los que nos cio. A continuación me llevaron a otra habitación de
vigilaban lo hacı́an para comprobar nuestra habili- reducidas dimensiones, que se encontraba más ade-
dad y reacciones. Una vez concluido el ejercicio y lante del pasillo. La ventana estaba herméticamente
realizados nuestros informes, volvieron a separar- cerrada y allı́ me aguardaba sentado un individuo
nos. A mı́ me condujeron por la calle de Ibn Gabi- muy corpulento con un 39 / 250 puntito negro en
rol, pero en esta ocasión el coche se detuvo frente el ojo que daba la impresión de tener dos pupilas.
al Banco Hapoalim. Me indicaron que entrara y ob- El hombre comenzó a interrogarme amablemente.
tuviese el nombre, la dirección particular y toda la Me preguntó mi nombre, por qué me encontraba
información posible del director de la entidad. Es aquel dı́a en el hotel desmontando el teléfono, si
preciso recordar que Israel es un paı́s donde todos me proponı́a realizar algún acto terrorista, cuál era
se muestran siempre muy recelosos de los demás y mi domicilio... En determinado momento me dijo
de cuanto los rodea. Entré en el local, formalmen- que iban a llevarme a mi casa. Como yo sabı́a que
te trajeado, y pregunté a un empleado el nombre se trataba de un descampado me eché a reı́r. El
del director. El hombre me lo indicó y, a solicitud hombre me preguntó por qué me reı́a y respondı́
mı́a, me dirigió a la segunda planta. Una vez allı́ in- que me parecı́a una situación divertida. Imaginaba
sistı́ en ser recibido personalmente por el director, que me conducı́an allı́ y yo exclamaba: “¡Mi casa!
por lo que tuve que explicar que tras residir algún ¿Dónde está mi casa?” Y no podı́a dejar de reı́rme.
tiempo en Estados Unidos, pensaba trasladarme a —Debe de ser una especie de broma —repuse—.
Tel-Aviv y, por tanto, deseaba transferir importan- ¿Qué es lo que desea? Me pidió que le entregase mi
tes sumas de dinero a una nueva cuenta. Al entrar chaqueta, una prenda deportiva de Pierre Balmain.
en su despacho observé que sobre su escritorio tenı́a Se quedó con ella y asimismo con todas mis ropas.
una placa de fin de curso de una escuela religiosa. Cuando me devolvieron al cuarto de baño estaba

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VICTOR OSTROVSKY

desnudo y poco antes de cerrar la puerta alguien las brigadas juveniles: allı́ aprendı́ a disparar y a
me echó un cubo de agua encima. Y allı́ me deja- los catorce años era el segundo en el paı́s tirando
ron, desnudo y tiritando durante unos veinte minu- al blanco. Utilizando un rifle Shtutser de francoti-
tos. Luego me condujeron de nuevo ante el fornido rador, conseguı́ ciento noventa y dos puntos sobre
individuo. —¿Sigue teniendo ganas de reı́rse? —me doscientos, quedando cuatro puntos por debajo del
preguntó. Me hicieron ir y venir otras cuatro o cin- vencedor. También habı́a pasado bastantes años en
co veces desde la oficina al cuarto de baño. Cuando el ejército, por lo que sabı́a, o creı́a saber, dónde iba
alguien llamaba a la puerta del despacho me veı́a a meterme. Desde luego que no todos los israelı́es
obligado a esconderme debajo de la mesa. Y eso andarı́an a ciegas, pero aquellos que buscan nuevos
sucedió en tres ocasiones. Por fin el hombre me di- efectivos para el Mossad, los que realizan todos los
jo: —Lo siento: debe disculparnos. Ha habido un tests psicológicos, encuentran personas dispuestas,
mal entendido. Me devolvió mis ropas y me asegu- y en ese estado se supone que uno hará lo que se
ró que me acompañarı́an al lugar donde me habı́an le diga. Si se formularan preguntas podrı́a obsta-
recogido. Volvieron a taparme los ojos y entré de culizarse posteriormente el éxito de una operación.
nuevo en la furgoneta, pero cuando el chofer ponı́a Por entonces yo era miembro muy activo del Par-
en marcha el motor alguien llegó corriendo y gri- tido Laborista de Herzlia, de ideas relativamente
tando: —¡Esperad un momento! ¡Traedlo otra vez! liberales, por lo que, desde ese punto de vista, me
¡Hemos comprobado su dirección y allı́ no hay nada! hallaba en constante conflicto entre mis creencias
—No sé de qué están hablando —protesté. Pero fue y mi lealtad. El conjunto del sistema comprende,
inútil porque volvieron a llevarme al cuarto de ba- ante todo, la incorporación de candidatos adecua-
ño. Transcurrieron otros veinte minutos y luego me dos y luego, en el transcurso del tiempo y con un
condujeron de nuevo al despacho donde el hombre proceso muy bien orquestado de propaganda, su la-
repitió: —Lo siento, ha habido un error. A conti- vado y moldeado de cerebro. Dicen que si se piensa
nuación me dejaron en el Country Club, volvieron hacer zumo de tomate, se escogerán los más ma-
a disculparse y se perdieron de vista. El cuarto dı́a duros. ¿Para qué, pues, molestarse con los verdes?
de aquella primera semana, por la mañana, nos lle- También se escurrirı́an, pero costarı́a más. Las pri-
varon uno tras otro a una habitación para celebrar meras seis semanas transcurrieron sin incidentes.
una entrevista. —¿Qué opina usted? —me pregun- Trabajaba en las oficinas del centro de la ciudad,
taron—. ¿Piensa que ha superado favorablemente principalmente archivando y haciendo diligencias.
las pruebas? —Lo ignoro —respondı́—. No sé qué Pero una fresca mañana de febrero de 1984 me en-
desean ustedes de mı́. Me dijeron que me esforzase contré con otros catorce individuos en un pequeño
todo lo posible y ası́ lo he hecho. Algunos de mis autobús. No conocı́a a ninguno de ellos, mas todos
compañeros permanecieron en la habitación unos nos fuimos emocionando al observar que el vehı́culo
veinte minutos; yo sólo estuve allı́ cuatro o cinco. escalaba finalmente una escarpada colina y atrave-
Por fin me dijeron: —Gracias por todo. Ya le avi- saba una entrada custodiada, deteniéndose ante el
saremos. Dos semanas después me llamaban para enorme edificio de dos pisos de la Academia. Los
decirme que me presentase a la mañana siguiente, quince cadetes, entre ellos yo, entramos en grupo
a primera hora, en la oficina. Habı́a sido admiti- en el edificio de techo plano, en el centro de cu-
do: entonces comenzarı́a la auténtica prueba. 40 / yo espacioso vestı́bulo se encontraba una mesa de
250 2. AÑOS ESCOLARES Distintos grupos de la ping-pong. En las paredes se veı́an fotos aéreas de
población israelı́ creen que el paı́s se halla constan- Tel-Aviv, un muro de vidrio revelaba la existencia
temente en peligro y que un poderoso ejército no de un jardı́n interior, del que partı́an dos grandes
garantiza su seguridad: también yo lo creı́a enton- salas y una escalera de hormigón que ascendı́a flo-
ces. Todos son conscientes de la necesidad de contar tando hasta el segundo piso. El exterior del edificio
con una gran protección y, aunque no esté oficial- era de piedra blanca y, en el interior, los suelos de
mente reconocida en Israel, saben de la existencia mármol claro y las paredes también blancas. Inme-
de una organización llamada Mossad que es el com- diatamente comprendı́ que no era la primera vez
pendio de todo, la cúspide de la colina. Uno intuye que estaba allı́. Cuando me condujeron al pequeño
que se trata de una entidad muy secreta, y una cuarto de baño durante las pruebas de acceso ha-
vez ingresas en ella, acatas las órdenes que recibes bı́a logrado echar un vistazo bajo el vendaje que
creyendo que está dotada de una especie de magia cubrı́a mis ojos y habı́a distinguido aquella escale-
superior que descubrirás a su debido tiempo. Para ra. 41 / 250 En breve apareció un hombre moreno
aquel que se ha formado en Israel es una convicción y de cabellos grises que nos condujo hacia la puerta
muy arraigada. Uno suele comenzar alistándose en posterior, a una de las cuatro aulas móviles, indi-

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

cándonos que el director se reunirı́a en seguida con ro sus conocimientos se basan en la experiencia y
nosotros. La habitación era muy amplia, con ven- eso queremos que adquiráis. En otras palabras, tra-
tanas a ambos lados, una pizarra en la pared de en- tarán de transmitiros la experiencia colectiva y los
frente y una larga mesa en forma de T en el centro recuerdos del Mossad según su entender, y tal co-
y sobre la cual se hallaba un proyector-videógrafo. mo les fueron transmitidos a ellos por medio de la
Aquel curso se llamarı́a Cadete 16, puesto que era el experiencia, el ensayo y el error. ”E1 juego en el
decimosexto curso de cadetes del Mossad. En breve que vais a entrar es peligroso. Tendréis mucho que
oı́mos unas rápidas pisadas por el área de grava del aprender. No es un simple juego. Y la vida no es
aparcamiento y tres hombres entraron en la habi- siempre lo más importante en él. Recordad siem-
tación. Uno era de baja estatura, arrogante y mo- pre que en este mundo tenemos que depender unos
reno. Otro, al que reconocı́, era mayor que él y de de otros, o que podemos fracasar unos tras otros.
aspecto sofisticado. El tercero, que medirı́a casi un 42 / 250 ”Soy el director de esta academia y del
metro noventa, era rubio, de unos cincuenta años, departamento de instrucción. Me encontraréis en
llevaba gafas de montura dorada y cuadrada y ves- todo momento y mi puerta siempre estará abierta
tı́a camisa y suéter deportivos. —Me llamo Aharon para todos. Buena suerte. Ahora voy a dejaros con
Sherf —se presentó—, y soy el jefe de la Academia. vuestros instructores. Y se marchó. Más tarde des-
Bienvenidos al Mossad, cuyo nombre completo es cubrirı́a la ironı́a de un letrero que colgaba sobre
Ha Mossad, le Módiyn ve le Tafkidim Mayuhadim la puerta de Sherf. La cita que allı́ aparecı́a y que
(Instituto de Inteligencia y Operaciones Especia- se atribuı́a a un antiguo presidente norteamericano
les). Nuestro lema es: “Por la vı́a del engaño, harás rezaba ası́: “No realices un acto inmoral por una ra-
la guerra.” Sentı́ como si me faltase el aire. Sabı́a- zón moral”, mensaje totalmente opuesto a cuanto
mos que se trataba del Mossad, pero al cerciorar- se aprende en la Academia. Mientras Sherf habla-
nos de que no nos habı́amos equivocado, creı́ que ba, otro hombre entró en la habitación y se sentó.
iba a asfixiarme. Sherf, más conocido como Ara- Cuando el director hubo salido, aquel tipo, que era
leh, apodo de Aharon, se apoyó en la mesa, luego muy corpulento y se expresaba con acento norteafri-
se irguió y, a continuación, volvió a apoyarse. Pa- cano, avanzó unos pasos y se presentó: —Me llamo
recı́a muy severo y muy enérgico. —Formáis parte Eiten y soy el encargado de la seguridad interna.
de un equipo —prosiguió—. Habéis sido escogidos Estoy aquı́ para explicaros algunas cosas, pero se-
entre miles. Hemos examinado concienzudamente ré breve. Si deseáis alguna aclaración, no dudéis en
un gran número de personas hasta llegar a formar interrumpirme y preguntarme. No tardarı́amos en
este grupo. Tenéis todas las posibilidades de con- descubrir que todos los profesores del curso inicia-
vertiros en lo que deseamos; tenéis la oportunidad ban sus lecciones con aquel comentario. —Debéis
de servir a vuestro paı́s de un modo a muy pocos saber que estas paredes tienen oı́dos. Hay instala-
dado. ”Debéis comprender que en nuestra organi- dos ingenios tecnológicos que funcionan constante-
zación no existen cupos. Celebrarı́amos que todos mente acerca de los cuales seréis ilustrados, pero
vosotros os graduarais y consiguierais desempeñar algunos son tan nuevos que ni siquiera nosotros los
ocupaciones muy necesarias. Por otra parte, no ad- dominamos aún. Sed discretos. Sabemos que todos
mitimos a nadie que no esté totalmente calificado. vosotros procedéis del ámbito militar, pero la cla-
Si ello significa que no ingresará nadie, no nos im- se de secretos que aquı́ compartiréis son aún más
porta. No es la primera vez que sucede. “Ésta es una importantes. Por favor, no dejéis de pensar en ello.
academia extraordinaria. Colaboraréis en el proce- ”Y olvidad la palabra Mossad. Olvidadla. No quiero
so de enseñanza formándoos de nuevo a vosotros volverla a oı́r jamás. A partir de este momento os
mismos. En estos momentos sólo sois materia pri- referiréis al Mossad como a la oficina. En cualquier
ma para las tareas de seguridad. Cuando llegue el conversación aludiréis a él de tal modo. No quiero
final, os habréis convertido en el personal más ca- volver a oı́r la palabra Mossad. “Diréis a vuestros
lificado del servicio secreto mundial. “Durante es- amigos —prosiguió— que estáis empleados en el de-
te perı́odo no tendréis profesores. Disponemos de partamento de seguridad y que no podéis hacer co-
profesionales que dedicarán parte de su tiempo a mentario alguno sobre vuestras ocupaciones. Ellos
la Academia en calidad de instructores y luego re- observarán que no trabajáis en un banco ni en una
gresarán al campo de acción. Os enseñarán como fábrica y tendréis que darles una explicación pues
futuros colaboradores y colegas, no como si fuerais de otro modo su curiosidad podrı́a reportaros pro-
estudiantes. “Nada de lo que os digan está graba- blemas. De modo que les diréis eso. En cuanto a
do en la piedra: todo debe demostrarse mediante crear nuevas amistades, no lo haréis sin contar con
el esfuerzo y ello varı́a de una a otra persona. Pe- nuestra aprobación. ¿Habéis comprendido? ”Y no

– 25 –
VICTOR OSTROVSKY

utilizaréis el teléfono para hablar de vuestro traba- y habı́a estado estableciendo contactos con otras
jo. Si descubro que alguno de vosotros habla de la muchas partes del mundo. —Por lo que respecta al
oficina desde su casa, será severamente castigado. presente —prosiguió—, hay pocos lugares en Euro-
No. me preguntéis cómo voy a enterarme de lo que pa a los que pueda ir libremente. A continuación
decı́s por teléfono en vuestro domicilio: soy el res- dijo que podı́amos comenzar con los dos temas que
ponsable de la seguridad de la oficina y lo sé todo. nos ocuparı́an la mayor parte del tiempo durante los
”Si necesito enterarme de algo, utilizaré todos los dos o tres próximos meses. El primero era la segu-
medios disponibles para conseguirlo. Y quiero que ridad, que nos serı́a impartida por instructores del
sepáis que esa historia que circula sobre mi época Shaback, y el segundo se denominaba NAKA, una
en el Shaback (policı́a de seguridad interna) acerca abreviatura que significaba un sistema de escritura
de que en el curso de una investigación me car- uniforme. —Eso representa informes que deben ser
gué accidentalmente los testı́culos de un tipo, no escritos de uno u otro modo exclusivamente. Si ha-
es cierta. ”Cada tres meses se os someterá a una céis algo, pero no informáis de ello, es como si no
prueba de detección de mentiras. Y más adelante, lo hubieseis hecho. Por el contrario, si dejáis de ha-
cada vez que regreséis de un viaje por el extranje- cer algo, pero informáis como si lo hubierais hecho,
ro o de cualquier salida de Israel, se os obligará a será como si ası́ hubiera sido —concluyó echándose
someteros a un test. “Podréis negaros a pasar di- a reı́r—. De modo que comenzaremos aprendiendo
cha prueba, pero ello me autorizará a pegaros un NAKA3 —anunció. En los mensajes de comunica-
tiro. ”En el futuro nos seguiremos reuniendo y tra- ción, no se permitı́a ninguna variación en el modelo.
taremos de otros temas. Dentro de unos dı́as se os El papel debı́a ser blanco, cuadrado o rectangular.
entregarán chapas de identificación y vendrán a to- En lo alto se anotaba la contraseña de seguridad
maros fotografı́as. En ese momento deseo que me subrayada de un modo que indicase si el mensaje
traigáis toda la documentación extranjera que po- era secreto, de alto secreto o si no lo era en absoluto.
seáis, ya sea un pasaporte o un carné de identidad En la parte derecha del papel se anotaba el nombre
a vuestro nombre, o a nombre de vuestra esposa o del destinatario y quién debı́a intervenir en el men-
43 / 250 vuestros hijos. Puesto que en un próximo saje. Podı́a tratarse de otra persona, incluso de dos
futuro no vais a salir a ninguna parte, los guarda- o tres, pero cada nombre irı́a subrayado. Debajo
remos nosotros. Por mi parte ello representó entre- se consignarı́an los nombres de cualquier otro des-
gar los pasaportes canadienses de toda mi familia. tinatario al que debieran facilitársele copias, mas
Tras estas palabras Eiten saludó con una inclina- cuya intervención en el proceso informativo no fue-
ción de cabeza y abandonó la estancia. Nos dejó se necesaria. El remitente solı́a identificarse como
asombrados: era un individuo grosero y vulgar, no un departamento en lugar de un individuo. 2 Véa-
resultaba una persona agradable. Lo cierto es que se el capı́tulo 10. 3 Véase el apéndice II. 44 / 250
al cabo de dos meses desapareció sin que jamás vol- La fecha se consignaba a la izquierda, junto con la
viese a verlo. En aquel momento el hombre moreno rapidez que requerı́a la entrega del mensaje —por
tomó la palabra para presentarse como Oren Riff2 cable, por cable urgente, regular, etc.— y con un
e informarnos que era el jefe del curso. —Mucha- número de identificación en cada carta. Debajo de
chos, estáis bajo mi responsabilidad. Me esforzaré todo ello, en el centro de la página, se transmitı́a
para que vuestra estancia en este lugar os resulte el tema en un epı́grafe de una sola frase con dos
agradable. Confı́o que aprovecharéis nuestras en- puntos y subrayando todo el contexto. En la par-
señanzas —dijo. Y a continuación nos presentó al te inferior se anotaba, por ejemplo: “Con relación a
hombre más bajito del grupo como Ran S. (“Do- su carta referencia 3J y la fecha de referencia.” Si
novan” en la Operación Esfinge), en calidad de su en la lista de destinatarios se incluı́an personas que
ayudante en el curso. En cuanto al individuo sofis- no hubiesen recibido la carta a que se aludı́a, debı́a
ticado y bien vestido, era Shai Kauly, subdirector enviárseles asimismo una copia. Si se trataba más
de la Academia y uno de los primeros que me ha- de un tema, entonces se dividı́a en números, asig-
bı́an examinado. Antes de comenzar, Riff nos pu- nándole a cada uno una referencia inteligible. Cada
so un poco al corriente de sus antecedentes. Hacı́a vez que se anotara una cifra numérica, por ejem-
varios años que trabajaba para la oficina. Una de plo: “Yo pedı́ 35 rollos de papel higiénico”, debı́a
sus primeras misiones habı́a consistido en ayudar a repetirse: “Yo pedı́ 35x35 rollos...” De este modo, si
los kurdos a luchar en su propio terreno en la gue- se produjera alguna distorsión en la computadora,
rra de independencia contra los iraquı́es. También el número seguirı́a siendo legible. Finalmente de-
habı́a servido de enlace para el gabinete de Gol- bı́a suscribirse la firma en el documento, utilizando
da Meir, en calidad de katsa de la base de Parı́s, el nombre clave personal. Dedicamos muchas horas

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

de clase a practicar NAKA, puesto que el principal mos incapaces de ejecutar nuestra tarea. ”APAM es
objetivo de la organización era recoger información un instrumento, se trata de la abreviatura de Av-
y transmitirla. Al segundo dı́a, se aplazó una confe- tahat Paylut Modienit, es decir, la garantı́a de las
rencia sobre seguridad y nos entregaron montones actividades del servicio secreto, y se halla presente
de periódicos, en los que aparecı́an ciertas noticias para facilitaros islotes de paz y seguridad de modo
señaladas con recuadros. Se nos confió a cada uno que podáis realizar debidamente vuestro trabajo y
de nosotros un tema y, utilizando los periódicos co- mantener el control. En APAM no hay lugar pa-
mo recurso, nos ordenaron que redujéramos a frag- ra los errores. Gabriel podrı́a daros una segunda
mentos las noticias y redactáramos informes. Cuan- oportunidad, pero los errores son fatales. “Vamos
do hubiésemos agotado todos los datos, debı́amos a enseñaros la seguridad por etapas. Pese a la ex-
anotar “no hay más información”, dando a entender periencia que podáis haber adquirido en cualquier
de este modo que por el momento estaba completo. otra habilidad, o por muy hábiles e inteligentes que
También aprendimos a redactar el titular que con- seáis, no seréis admitidos si no superáis APAM a mi
densaba el tema tras haber consignado el informe. satisfacción. Para ello no se requiere ninguna condi-
Al llegar a este punto aún seguı́amos yendo a cla- ción especial, pero debéis ser capaces de aprender.
se cada dı́a. Entonces recibimos una chapita blanca Tenéis que conocer el miedo y cómo superarlo: de-
de identificación que consistı́a únicamente en nues- béis pensar constantemente en vuestro trabajo. ”El
tra foto con una clave inscrita al pie. Al finalizar sistema que voy a enseñaros durante los próximos
la primera semana, Riff anunció que en breve nos dos o tres años es infalible: ha sido comprobado y
instruirı́an sobre seguridad personal. Acababa de perfeccionado y lo seguirá siendo. Y es tan lógico
iniciar su conferencia cuando la puerta del aula se que aunque vuestros enemigos lo conozcan tan bien
abrió con violencia y dos hombres se introdujeron como vosotros jamás lograrán capturaros. Mousa
bruscamente en la habitación. Uno de ellos empu- dijo que Dov serı́a nuestro instructor, aunque tam-
ñaba una enorme pistola, una Eagle, y el otro una bién él nos darı́a algunas charlas o colaborarı́a en
ametralladora, y ambos comenzaron a disparar. Los los ejercicios. Luego cogió un ejemplar del progra-
cadetes nos lanzamos al suelo, pero tanto Riff como ma del curso y tras señalarlo nos dijo: —Fijaos en
Ran S. se desplomaron contra la pared cubiertos de el espacio que existe entre la última conferencia del
sangre. Sin darnos tiempo a reaccionar los dos ti- dı́a y la primera del siguiente. Ahı́ es cuando me
pos habı́an abandonado la estancia y huı́an en un pertenecéis. “Disfrutad de este último fin de semana
coche. Estábamos horrorizados. Aún no habı́amos como si estuvieseis ciegos porque la semana que vie-
logrado sobreponernos cuando Riff se levantó, seña- ne comenzaremos a abriros gradualmente los ojos.
ló a Jerry S., uno de los cadetes, y le dijo: —Bien, Mi puerta siempre estará abierta para vosotros. Si
has visto que acaban de matarme: quiero que nos tenéis algún problema, no dudéis en recurrir a mı́.
describas a mi asesino y que nos indiques cuántos Pero si queréis seguir mi consejo, espero que ac-
disparos se hicieron y toda cuanta información pue- tuéis por propia iniciativa. Mousa, que era el jefe
das aportar para ayudarnos a perseguir a esos cri- de seguridad en Europa la última vez que oı́ ha-
minales. Mientras Jerry exponı́a su versión de los blar de él, procedı́a del Shaback al igual que Eiten.
hechos, Riff la anotaba en la pizarra. A continua- En otros tiempos habı́a formado parte de la Uni-
ción consultó al resto de los cadetes y luego salió dad 504, situada en un cruce de fronteras y que
para hacer entrar a los “asesinos”, y comprobamos colaboraba con la inteligencia militar. Era un ti-
que no respondı́an en absoluto a nuestra descrip- po muy duro, pero una persona excelente. Un gran
ción: ni siquiera logramos reconocerlos. En realidad ideólogo que se consagraba totalmente a su trabajo
aquellos dos hombres eran Mousa M., jefe del de- y también muy aficionado a las bromas.4 Antes de
partamento de entrenamiento para operaciones de marcharnos de fin de semana, los cadetes tuvimos
seguridad o APAM, y su ayudante, Dov L. Mou- que entrevistarnos con Ruty Kimchy, la secretaria
sa se parecı́a muchı́simo a Telly Savalas. 45 / 250 de la escuela, cuyo marido en otros tiempos habı́a
—Vamos a explicaros en qué consistı́a la charada sido jefe del área de reclutamiento y que más tarde,
—dijo Mousa—. Realizamos nuestro trabajo prin- como viceministro de Asuntos Exteriores, desempe-
cipalmente en paı́ses extranjeros. Para nosotros, to- ñó un importante papel en la intervención de Israel
dos ellos son enemigos u objetivos. No consideramos durante la desastrosa contienda del Lı́bano, estan-
a nada ni a nadie nuestro amigo. ”Sin embargo no do asimismo implicado posteriormente en el asunto
debemos volvernos paranoicos. No podemos pensar Irán- Contra. Las jornadas solı́an dividirse en cinco
constantemente en los peligros que corremos ni en fases: de ocho a diez de la mañana, de diez a on-
el temor a ser seguidos o vigilados. De ser ası́, serı́a- ce, de once a una, de dos a tres y de tres a ocho

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VICTOR OSTROVSKY

de la tarde. Nos concedı́an descansos regulares de y pasteles y se marchaba. Al cabo de media hora
veinte minutos y el almuerzo se servı́a de una a dos regresaba y nos decı́a que habı́a estado con una mu-
en otro edificio situado algo más abajo de la coli- chacha cuyos datos nos detallaba. —He tenido que
na. Por el camino pasábamos por un quiosco donde hacerle un favor —decı́a. Hacı́a “favores” constan-
podı́amos comprar cigarrillos, caramelos y comesti- temente. Le decı́amos que acabarı́a cogiendo algo,
bles a precios reducidos. Por entonces, al igual que pero siempre respondı́a: —Soy joven y Dios está
casi todos en la Academia, yo fumaba dos o tres de mi parte. Llegó a convertirse en una costumbre
paquetes de cigarrillos al dı́a. 4 Véase el capı́tulo tan absurda que solı́amos bromear con él diciéndole
13. 46 / 250 El curso estaba dividido en cuatro te- que era como su segundo empleo. La técnica de co-
mas principales: NAKA, APAM, Estrategia Militar bertura nos la enseñaban principalmente los katsas
y Coberturas. En el apartado militar general apren- Shai Kauly y Ran S., que nos decı́an: —Cuando
dı́amos todo lo referente a tanques, fuerzas aéreas, estéis recogiendo información para el servicio se-
marina y estructura de las bases. Y respecto a los creto, no seréis Vı́ctor, Heim ni Yosy, sino katsas.
paı́ses vecinos, nos instruı́an acerca de sus estruc- La mayor parte de vuestro reclutamiento se reali-
turas polı́ticas, religiosas y sociales, apartado este za bajo cobertura. No podéis acercaros a un tipo
último que solı́a consistir en apasionantes conferen- y decirle: “¡Hola!, pertenezco al servicio secreto is-
cias impartidas por profesores universitarios. A me- raelı́ y deseo que me facilites información a cambio
dida que transcurrı́an los dı́as aumentaba nuestra de la cual te entregaré dinero.” 47 / 250 ”Traba-
confianza e incluso contábamos chistes en las au- jáis con personalidad ficticia, lo que significa que
las, disfrutando por lo general de excelente humor. no sois lo que aparentáis. Un katsa se supone que
Cuando ya llevábamos tres semanas en el curso se debe ser versátil. Ésa es la palabra clave, versátil.
incorporó al mismo un nuevo estudiante, Yosy C., Podrı́ais celebrar tres reuniones en un dı́a y en cada
de veinticuatro años. Era amigo de Heim M., otro una de ellas ser alguien distinto, y con ello quiero
cadete de treinta y cinco años, grandote y calvo, decir alguien completamente distinto. ”¿Y cuál es
con enorme y carnosa nariz, que hablaba árabe y una buena cobertura? Algo que puede explicarse
sonreı́a siempre astutamente. Estaba casado y tenı́a con una palabra, que admite la más amplia gama
dos hijos. Yosy habı́a trabajado con él en el Lı́bano de posibilidades. Si alguien os pregunta qué hacéis
en la Unidad 504 y acababa de regresar de Jerusa- y respondéis: “Soy dentista”, ésa es una magnı́fica
lén, donde habı́a realizado un curso de seis meses cobertura. Todo el mundo sabe qué es un dentista.
de lengua árabe, en la que se expresaba con gran Pero, desde luego, si alguien abre la boca y os pide
fluidez, aunque su dominio del inglés era pasmoso. ayuda, entonces tendréis problemas. Dedicábamos
Estaba casado y su mujer esperaba un hijo. Yosy un tiempo considerable a elaborar coberturas, es-
era judı́o ortodoxo y siempre llevaba un yarmelke tudiando diversas ciudades a través de los archivos
de punto, pero lo que le hacı́a más notable eran sus de la biblioteca y aprendiendo a hablar de determi-
proezas amorosas. El tipo estaba dotado de gran nada ciudad como si hubiésemos vivido en ella toda
atractivo sexual y ejercı́a una especie de magnetis- nuestra vida. También practicamos el arte de forjar-
mo con las mujeres, que aprovechaba largamente. nos una personalidad y conocer una profesión en un
Cada dı́a al concluir la jornada escolar y si no habı́a dı́a. Eso comprendı́a reuniones con katsas expertos
más ejercicios, yo solı́a pasar algún tiempo tomando en las que se ponı́an a prueba nuestras historias por
café y pasteles en Kapulsky, un establecimiento de medio de una charla despreocupada. Los ejercicios
dicha cadena situado en Ramat Jasaron, camino de se representaban en una sala equipada con cámaras
mi hogar en Herzlia. Más tarde acabamos formando de televisión de modo que los restantes cadetes pu-
un grupo muy unido formado por Yosy, Heim y Mi- dieran observar desde el aula. Una de las primeras
chel M., un experto francés en comunicaciones que cosas que aprendimos fue a no dar excesiva infor-
habı́a llegado a Israel antes de la guerra del Yom mación en seguida: no era natural hacerlo ası́. Ésa
Kippur y trabajado para una unidad llamada 8200, fue una lección que comprendimos inmediatamente
realizando ciertos trabajos para el Mossad en Eu- a través de la experiencia de Tsvi G., de cuarenta y
ropa antes de incorporarse al curso como “experto dos años, psicólogo y el primer cadete sometido a tal
en entregas”. Como el francés era su lengua mater- ejercicio. Tsvi se enfrentó al katsa y estuvo habién-
na, estaba considerado un buen candidato. Por ello dole ininterrumpidamente durante veinte minutos,
consiguió ingresar en el curso por la puerta falsa. En contándole de buenas a primeras todo cuanto sabı́a
nuestras sesiones de café solı́amos realizar muchos de sus supuestas ciudad y profesión. El katsa no
planes y comentar distintas estrategias. —Esperad- dijo palabra. Nosotros, que lo estábamos observan-
me un momento —solı́a decir Yosy. Encargaba café do desde el aula, nos desternillábamos de risa. Y

– 28 –
POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

cuando regresó y se reunió con nosotros exclaman- funcionamiento un televisor que emitı́a programas
do: “¡Por fin he terminado!”, parecı́a realmente sa- grabados de las televisiones canadiense, británica,
tisfecho. Todos habı́amos sido instruidos con espı́ri- norteamericana y europeas, entre los que se com-
tu militar, lo que implicaba sentimientos de lealtad prendı́an incluso reposiciones de series como “I love
hacia nuestros compañeros, por lo que la primera Lucy” y diversos seriales para familiarizarnos con
vez que Kauly me preguntó qué me habı́a parecido las series americanas. Si, por ejemplo, algún dı́a lle-
la prueba le respondı́ que creı́a que Tsvi habı́a es- gáramos a oı́r determinada sintonı́a, sabrı́amos de
tudiado muy bien el tema y que habı́a demostrado dónde procedı́a y podrı́amos comentarla. Al igual
conocer la ciudad. Otros dijeron que se habı́a ex- que las nuevas monedas canadienses de un dólar y
presado claramente y de modo muy inteligible. En- que allı́ se llamaban loonies. Pero si simuláramos
tonces Ran se levantó y exclamó: — ¡Vamos! ¡No ser canadienses, alguien nos preguntara por ellas y
iréis a decirme que estáis de acuerdo con esa ba- no supiéramos de qué nos estaban hablando, nues-
zofia que habéis presenciado! ¿No os habéis dado tra cobertura podı́a irse al traste. A continuación,
cuenta del error que ha cometido este putz? ¡Y dice aprendimos en APAM cómo seguir a alguien, pri-
ser psicólogo! ¿Quién podrı́a creerlo? ¿Es esto una mero en grupo y luego individualmente. El modo de
representación de vuestro curso? Deseo saber qué combinarse, escoger puntos ventajosos y desapare-
es lo que pensáis, lo que os ha parecido realmente. cer en el instante oportuno, la diferencia entre rea-
Comencemos por el propio Tsvi G. Tsvi reconoció lizar un seguimiento por una zona “rápida” (calles
que se habı́a extralimitado, que estaba demasiado concurridas por las que debe seguirse a otro muy de
nervioso. Y con ello nos abrió las puertas. Ran nos cerca) o en una zona “lenta”, y el concepto de “espa-
conminó a expresarnos con sinceridad puesto que cio y tiempo”, que consiste en aprender a calcular
todos deberı́amos superar la misma prueba y si no la distancia que alguien recorrerá en determinado
actuábamos correctamente también serı́amos cru- lapso. Por ejemplo, suponiendo que el individuo que
cificados. —Tal vez algún dı́a esto pueda salvaros estuviéramos siguiendo por las calles de una ciudad
la vida —concluyó. Al cabo de noventa minutos girase por una esquina y al llegar nosotros allı́ hu-
Tsvi habı́a quedado reducido a la nada. Una la- biese desaparecido, entonces deberı́amos calcular si
gartija que se hubiese paseado por el aula hubiera desde que se perdió de vista habı́a podido alcanzar
sido considerada una criatura más despierta. Lle- la siguiente esquina. De no ser ası́, comprenderı́a-
gó un punto en que incluso pedimos que volviesen mos que habı́a entrado en un edificio y deberı́amos
a pasar la pelı́cula por vı́deo únicamente para de- detenernos. Una vez hubimos aprendido a seguir,
mostrar determinada torpeza. Y disfrutábamos con tuvimos que instruirnos en adivinar cuándo éramos
ello. 48 / 250 Eso es lo que sucede cuando se escoge seguidos, a través de cierto procedimiento llamado
a un grupo de personas sumamente competitivas “la ruta rutinaria”. Nos condujeron a una aula nue-
y se prescinde de las normas del comportamien- va del edificio principal. Se hallaba en el segundo
to civilizado. Resulta sorprendente la crueldad que piso y era una habitación grande con veinte sillas,
son capaces de desplegar. Considerándolo retros- asientos similares a los de un avión, de los que tie-
pectivamente, resultó vergonzoso, incluso abusivo. nen mesitas desplegables y ceniceros en los brazos.
Se convirtió en una competición acerca de quién En la parte delantera habı́a una pequeña rampa,
pegaba más fuerte y en el punto más débil. Cada una mesa y una silla, y detrás un panel de plexi-
vez que el ataque amainaba o se apaciguaba, Ran glás frente a una pantalla en la que se proyectaban
y Kauly atizaban nuevamente el fuego formulando mapas de Tel-Aviv divididos en sectores parciales.
preguntas. Realizábamos esos ejercicios dos o tres Tras el ejercicio cada uno de nosotros debı́amos ex-
veces por semana. Era algo brutal, pero ciertamen- plicar nuestra “ruta” en el mapa. La ruta es la base
te nos enseñó cómo preparar una cobertura. Por de todo trabajo que se realiza, sin ella no podı́amos
entonces ya llevábamos once semanas de curso. Las trabajar. Nos asignaban distintas localizaciones y
clases prácticas incluı́an el vino como tópico: cómo nos ordenaban que partiésemos de ellas en determi-
reconocer su calidad, cómo hablar de él, el modo nado momento, realizásemos una ruta particular e
de adivinar su procedencia. También practicamos informásemos acerca de si habı́amos sido o no segui-
una comida en el comedor formal del primer minis- dos. En caso afirmativo, tenı́amos que informar de
tro, en la Academia, utilizando menús auténticos de quién habı́amos visto, cuándo, cuántos eran nues-
los restaurantes más importantes del mundo para tros seguidores y qué aspecto tenı́an. Aquellos 49 /
aprender el modo de encargar los alimentos ade- 250 que informaban que no habı́an sido seguidos de-
cuados y asimismo de comerlos. En un rincón de bı́an decir dónde y cuándo lo habı́an comprobado,
la sala de ping-pong se hallaba constantemente en cómo lo habı́an hecho y por qué lo creı́an ası́. Y to-

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VICTOR OSTROVSKY

do ello se señalaba con marcadores especiales sobre Entonces buscábamos un teléfono, marcábamos un
el plexiglás que habı́a ante los mapas. Los cadetes número, nos dábamos a conocer, informábamos de
solı́an informar a la mañana siguiente, y cuando los si nos seguı́an o no y regresábamos a casa. Más
quince habı́amos concluido nos explicaban cuál de tarde solı́amos reunimos en el piso de alguien pa-
nosotros habı́a acertado. Era tan importante discer- ra comentar lo sucedido. Durante todo el perı́odo
nir si uno era seguido como si no lo habı́a sido. Si de instrucción únicamente cometı́ un error. En una
creı́amos serlo y nos equivocábamos, debı́amos inte- ocasión dije que habı́a sido seguido cuando no era
rrumpir nuestra misión. En Europa, por ejemplo, si ası́. Y ello sucedió porque otro de los cadetes co-
un katsa creı́a haber sido seguido, la base interrum- pió mi misma ruta y fue en pos mı́o durante cinco
pı́a sus operaciones durante uno o dos meses hasta minutos. Vi cómo le seguı́a el equipo y pensé que
que se comprobaba. Resultaba peligroso decir que era a mı́ a quien seguı́an. Pero él no se dio cuenta
nos seguı́an porque ello suscitaba las consiguientes de que era seguido. Por entonces la clase se ha-
preguntas acerca del perseguidor y de sus posibles bı́a dividido en varios grupos, comprendido el mı́o.
razones. También nos informaron de que las casas Dentro del curso se respiraba vulnerabilidad. Uno
donde vivı́amos eran pisos francos. Debı́amos ase- debı́a estar siempre dispuesto a atacar y, en 50 /
gurarnos de que no nos seguı́an cuando salı́amos de 250 clase, eso afectaba a cualquiera. Pero después
ellos por la mañana o regresábamos por la noche. La comenzamos a reunimos en grupos de tres o cuatro,
Academia era prácticamente como una base y nues- ofreciéndonos mutuo consejo, e incluso empezamos
tros propios hogares los pisos francos. Una ruta se a “reclutar” a los miembros del equipo para ayudar
dividı́a en dos partes principales. Esto solı́a planear- a los compañeros de nuestro grupo. Practicábamos
se sobre un mapa. Se partı́a de un punto determina- lo que nos enseñaban con la gente que nos lo esta-
do y se actuaba con plena naturalidad. Buscábamos ba enseñando. En esa etapa los instructores comen-
emplazamientos ventajosos, lugares donde tuviéra- zaron a explicarnos la aplicación de cuanto habı́a-
mos razones especiales para encontrarnos y de los mos aprendido. —Ahora que ya sabéis protegeros,
cuales pudiera verse el punto desde donde se venı́a, os enseñaremos a reclutar —nos dijeron—. Llega-
pero desde donde nadie pudiese vernos. Suponga- réis a un lugar, comprobaréis que no os han seguido
mos que en el tercer piso de un edificio hubiese un y comenzaréis a trabajar. Y después redactaréis el
dentista y en ese piso se encontrase una ventana que informe con el NAKA que os hemos enseñado y sa-
dominase la calle por la que venı́amos. Si avanzába- bréis cómo utilizar la información por el constante
mos zigzagueando un poco, advertı́amos si alguien bombardeo de datos que habréis recibido. Recuer-
nos estaba siguiendo. Desde aquella ventana com- do que Mousa dijo: —Y en estos momentos, amigos
probarı́amos si nos observaban y nos aguardaban. mı́os, estáis comenzando a romper la cáscara del
En el caso de ser seguidos por un equipo cuando huevo. La yema estaba exactamente al doblar la
saliéramos de un hotel, podı́amos vernos acorrala- esquina. 51 / 250 3. ESTUDIANTES DE PRIMER
dos. Por lo tanto tenı́amos que avanzar rápidamente CURSO Al llegar a este punto del curso los cadetes
en lı́nea recta durante cinco minutos para extender habı́amos acumulado una cantidad considerable de
el cerco, seguidamente entrar zigzagueando en un conocimientos técnicos a los que ı́bamos a dar apli-
edificio y observar desde un punto ventajoso cómo cación en la vida real. Uno de los modos en que
se reorganizaban. A continuación debı́a romperse comenzamos el proceso fue con una serie de ejerci-
cualquier factor coincidente, por lo que subirı́amos cios denominados “boutiques” que realizábamos dos
en un autobús, nos dirigirı́amos hacia otro sector de veces al dı́a, cuya finalidad consistı́a en enseñarnos
la ciudad y repetirı́amos la operación, en esta oca- cómo mantener una reunión complementaria tras
sión muy lentamente para darles la oportunidad de haber logrado establecer el contacto inicial con un
alcanzarnos. Algo que debı́amos evitar a toda cos- recluta en potencia. De nuevo todos observamos la
ta era despistar a nuestros seguidores. De ser ası́, actuación de los demás por televisión desde otra ha-
¿cómo ı́bamos a hacer comprobaciones? Por consi- bitación, sometiéndole a un intenso y con frecuencia
guiente, dando por supuesto que ellos volverı́an a hostil análisis de sus esfuerzos. Los ejercicios tenı́an
presentarse, por lo que sabrı́amos que nos estaban una duración aproximada de unos noventa minutos
siguiendo, interrumpirı́amos inmediatamente cual- y eran verdaderamente espantosos. Nuestras pro-
quier actividad prevista. Incluso podı́amos entrar pias palabras eran criticadas y examinadas a fon-
en un cine... pero en cuanto a nuestras prácticas a do. —¿Pusiste un cebo bastante atractivo? ¿Qué
este respecto se refieren, yo acababa rendido. Lle- querı́as decir cuando le comentaste que llevaba un
vábamos un sombrerito en el bolsillo y cuando es- traje muy elegante? ¿Por qué le hiciste esa pregun-
tábamos seguros de ser seguidos nos lo ponı́amos. ta? ¿Y la otra? Un error en la “boutique”, aunque

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

fuese enojoso, no era fatal; un error en el auténti- sultaban tan lucrativos que los enlaces no se preo-
co mundo del servicio secreto podı́a llegar a serlo. cupaban de dar el siguiente paso. Sin embargo sı́
Y todos querı́amos acceder a aquel mundo. Deseá- lo hicieron en Sri Lanka. Amy Yaar estableció el
bamos obtener la mejor puntuación posible para contacto y luego comprometió al paı́s en el aspec-
cubrir cualquier posible fracaso futuro. El temor al to militar, facilitándole considerable equipamiento,
fracaso era enorme. En cierto modo estábamos ob- comprendidos buques para patrullar las costas. Al
sesionados por trabajar en el Mossad. Parecı́a como mismo tiempo Yaar y compañı́a facilitaban a los
si fuera de allı́ ya no hubiese ningún otro tipo de tamiles equipamiento antipatrulleras para utilizar-
vida posible para nosotros. ¿Qué otra cosa podı́a- lo en su lucha contra las fuerzas del gobierno. Los
mos hacer? ¿Qué podrı́a activar nuestra adrenalina israelı́es entrenaron asimismo a fuerzas escogidas
fuera del Mossad? La próxima lección más impor- de ambos bandos sin que ninguno de ellos cono-
tante la impartió Amy Yaar, jefe del departamento ciera la existencia de los otros,5 y ayudaron a Sri
de Extremo Oriente y África en Tevel (enlace). La Lanka a estafar al Banco Mundial y a otros inver-
historia que nos contó fue tan fascinante que cuan- sores millones de dólares para pagar las armas que
do hubo concluido exclamamos todos al unı́sono: les estaban comprando. Al gobierno de Sri Lanka
—¿Cómo podemos alistarnos? El departamento de le preocupaba la inquietud reinante entre los cam-
Yaar disponı́a de personal distribuido por todo el pesinos. El paı́s arrastraba desde tiempo una tradi-
Extremo Oriente que realizaba escaso trabajo real cional secuela de problemas económicos, por lo que
para el servicio secreto; en lugar de ello elabora- deseaba dividirlos como fuese, trasladándolos de un
ban la estructura de futuros negocios y relaciones extremo a otro de la isla. Pero para ello era preci-
diplomáticas. Por ejemplo, uno de sus enlaces con sa una explicación aceptable. Ahı́ fue donde inter-
pasaporte británico residı́a en Yakarta y tenı́a un vino Amy Yaar: él fue quien ideó el gran “Proyecto
empleo que le servı́a de cobertura. Ello significaba Mahaweli”, una ambiciosa labor de ingenierı́a que
que el gobierno indonesio sabı́a que era miembro desviarı́a el rı́o Mahaweli de su curso natural hacia
del Mossad. Entre otras medidas de seguridad te- las zonas áridas del extremo opuesto del paı́s, con
nı́a prevista una ruta de huida y un cinturón en el el pretexto de que de aquel modo se duplicarı́a la
que guardaba reservas de oro por si fuese necesario. energı́a hidroeléctrica y se conquistarı́an setecien-
Su principal tarea consistı́a en facilitar ventas de ar- tos cincuenta mil acres de terreno recién irrigado.
mamento a la región. También tenı́an un hombre en Además del Banco Mundial, Suecia, Canadá, Ja-
Japón, otro en la India, otro en África y, de vez en pón, Alemania, la Comunidad Económica Europea
cuando, gente en Sri Lanka y en Malasia. Yaar ce- y Estados Unidos invirtieron dos mil quinientos mi-
lebraba una convención anual para su equipo en las llones de dólares en el proyecto. Desde el principio
Seychelles: se lo pasaba estupendamente sin ape- se trató de una empresa excesivamente ambiciosa,
nas correr peligro. Los delegados de Yaar en África pero el Banco Mundial y los restantes inversores no
también realizaban operaciones de millones de dóla- lo comprendieron ası́ y, por lo que a ellos se refiere,
res en ventas de armas. Esos enlaces trabajaban en aún sigue desarrollándose. En un principio se pre-
tres etapas: en primer lugar, establecı́an contactos veı́a que su realización durase treinta años, pero se
para averiguar cuáles eran las necesidades del paı́s, amplió repentinamente cuando Junius Jayawarde-
qué temı́an, a quién consideraban sus enemigos, in- ne, presidente de Sri Lanka, descubrió que con algu-
formación que recogı́an a través de sus actividades na ayuda del Mossad aún podı́a resultar más impor-
in situ. Contando con esas necesidades su propósito tante. A fin de convencer al Banco Mundial espe-
consistı́a en crear una relación más firme y luego in- cialmente (que habı́a comprometido en la empresa
formarles de que Israel podı́a facilitar al gobierno en doscientos cincuenta millones de dólares) de que el
cuestión armamento e instrucción, todo cuanto ne- proyecto era factible —lo que asimismo servirı́a de
cesitasen. El siguiente paso en el proceso, una vez el adecuado pretexto para trasladar a los campesinos
52 / 250 dirigente del paı́s habı́a sido atraı́do con el de sus territorios—, el Mossad encargó a dos aca-
señuelo de las armas, consistı́a en que el agente del démicos israelı́es, un economista de la Universidad
Mossad le insinuase que también debı́a adquirir, por de Jerusalén y un profesor de agricultura, la redac-
ejemplo, algún equipamiento agrı́cola. El lı́der se ción de eruditos documentos en los que se describı́a
veı́a entonces obligado a responder que únicamente la magnitud del propósito y su coste, y Solel Bo-
podı́a entrar en relaciones con Israel si entablaban nah, una importante empresa constructora israelı́,
relaciones diplomáticas. Era un sistema esencial de obtuvo un sustancioso contrato para participar en
crear esas relaciones por la puerta falsa aunque, en el trabajo. Representantes del Banco Mundial acu-
la mayorı́a de casos, los negocios de armamento re- dı́an regularmente a Sri Lanka para comprobar el

– 31 –
VICTOR OSTROVSKY

proceso de las obras, pero los indı́genas habı́an sido el lugar donde él se hallaba en aquellos momentos.
aleccionados acerca de cómo engañar a dichos ins- Si se consultaba “Arafat, tres dı́as”, se iluminaban
pectores acompañándolos por vı́as indirectas —fá- los puntos donde se habı́a encontrado durante los
cilmente justificables por razones de seguridad—, últimos tres dı́as. El recuadro más reciente era el
devolviéndolos después a la misma y reducida zona que tenı́a la luz más intensa; a medida que los mo-
donde se habı́an realizado realmente algunas obras vimientos se hacı́an más antiguos, la luz se torna-
para tal fin. Posteriormente, cuando estuve traba- ba más opaca. En el mapa se hallaban incluidos
jando en el departamento de Yaar en la base general muchos personajes. Si, por ejemplo, uno deseaba
del Mossad, fui destinado a escoltar a la nuera de enterarse de las actividades de diez personajes cla-
Jayawardene, llamada Penny, en una visita secreta ve de la OLP, podı́a pulsar los nombres de todos
a Israel, presentándome a ella como “Simón”. 5 Véa- ellos y cada uno aparecerı́a de distinto color. Tam-
se el capı́tulo 6. 53 / 250 La acompañamos a todos bién podı́a conseguirse un gráfico siempre que fuese
los lugares que le interesaban y, aunque charlamos necesario. El mapa era especialmente valioso para
de temas generales, ella insistió en hablarme del obtener una referencia rápida. Por ejemplo, supo-
proyecto explicándome que el dinero a él destinado niendo que ocho de los diez personajes que se es-
estaba financiando el equipamiento del ejército y la- taban localizando se hubiesen encontrado en Parı́s
mentándose de que realmente no realizaran progre- en la misma fecha, ello hubiera significado que pro-
sos. Lo irónico del caso era que todo ello habı́a sido bablemente estaban planeando algo, y en tal caso
ideado para sacar dinero al Banco Mundial para podı́an tomarse “medidas”. El computador princi-
pagar aquellas armas. En aquellos momentos Israel pal del Mossad contenı́a más de un millón y medio
no mantenı́a relaciones diplomáticas con Sri Lanka. de nombres en su memoria. Todos aquellos que hu-
En realidad se suponı́a que nos estaban embargan- bieran sido registrados por el Mossad como miem-
do. Pero ella me comentaba las reuniones polı́ticas bros de la OLP o enemigos de cualquier ı́ndole se
secretas que se estaban celebrando. Lo divertido fue denominaban “paha”, al igual que el departamento.
que cuando se filtraron nuevas noticias acerca de Éste disponı́a de su propio programa, pero recurrı́a
tales reuniones, ellos pretendieron que Israel habı́a asimismo a la memoria del computador principal.
tenido ciento cincuenta katsas operando en Sri Lan- El computador que el Mossad utilizaba era un Bu-
ka cuando no disponı́amos de semejante número en rroughs, mientras que el servicio secreto militar y
todo el mundo. Lo cierto es que por entonces úni- los restantes los utilizaban de la firma IBM. 54 / 250
camente se encontraban allı́ Amy y su ayudante, Las pantallas de las consolas allı́ alineadas también
ambos realizando una breve visita. Un nuevo mun- desglosaban detalles minuciosos, por ejemplo, del
do nos fue revelado a mı́ y a mis compañeros con interior de las ciudades. Cuando se introducı́a in-
una clase que nos impartieron en el cuartel gene- formación de cualquier base junto con la referencia
ral del Mossad sobre PAHA, el departamento de OLP, se reflejaba ası́ en la pantalla. El encargado
Paylut Hablanit Oyenet, o “actividades enemigas del servicio lo leı́a y sacaba un gráfico (la pantalla
de sabotaje”, especı́ficamente la OLP. El departa- también registraba el hecho de que se tomara un
mento también es a veces conocido como PAHA- gráfico y el instante en que ello sucedı́a). Apenas
Extranjero. Sus empleados son esencialmente ofici- habı́a un movimiento que la OLP pudiera realizar
nistas y es una de las mejores secciones de investi- en cualquier lugar del mundo que no acabara re-
gación de toda la organización, siendo sus análisis velándose en la gigantesca pantalla del Mossad. Lo
principalmente operacionales. Fue un impacto para primero que hacı́a un encargado del servicio cuan-
nosotros. Nos condujeron a una sala del sexto piso, do comenzaba su turno era solicitar un movimiento
nos invitaron a sentarnos y nos dijeron que allı́ se completo de veinticuatro horas, con lo que obte-
recogı́a la información diaria sobre los movimientos nı́a una perspectiva de dónde se habı́a encontrado
de la OLP y de otras organizaciones terroristas. El la gente de la OLP durante aquel lapso de tiem-
instructor corrió de uno a otro extremo el enorme po. Si, por ejemplo, se trataba de uno de sus cam-
tabique, que medirı́a unos treinta metros, y apa- pamentos situado al norte del Lı́bano y un agente
reció ante nuestros ojos un imponente mapamundi habı́a advertido que entraban en él dos camiones,
—del que quedaba excluido el Polo Norte y la An- esa información serı́a transmitida al encargado del
tártida— debajo del cual se encontraban una serie servicio. El siguiente paso consistirı́a en descubrir
de consolas de computador. El mapamundi estaba qué transportaban dichos camiones. Los contactos
dividido en pequeños recuadros que se iluminaban. con tales agentes eran diarios, a veces incluso se
Si, por ejemplo, se pulsaba la palabra “Arafat” en sucedı́an cada hora, dependiendo de su ubicación y
el teclado del computador, se iluminaba en el mapa de la gravedad que la supuesta amenaza represen-

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

tara para Israel. En realidad la experiencia habı́a al salir disparadas, infligiendo heridas especialmen-
demostrado que hechos aparentemente inocuos so- te graves. Realizamos nuestro entrenamiento de ti-
lı́an facilitar informaciones sobre actividades más ro en una base militar próxima a Petah Tikvah,
importantes. En una ocasión, antes de que estalla- donde los militares israelı́es también efectúan en-
ra la guerra del Lı́bano, se recibieron noticias de trenamientos especiales para potencias extranjeras.
un agente de que en un campamento de la OLP Practicamos durante horas frente a los blancos, ası́
en el Lı́bano habı́a llegado una expedición de car- como en una galerı́a de tiro donde a medida que
ne de buey de excelente calidad, algo que no sue- avanzábamos surgı́an repentinamente objetivos de
le recibirse en tales lugares. El Mossad sabı́a que cartón. También disponı́amos de unas instalaciones
los palestinos planeaban un ataque, pero ignora- similares al pasillo de un hotel. Debı́amos avanzar
ba cuándo iba a producirse. El envı́o de carne le por él y girar a la derecha en dos ocasiones llevando
facilitó los datos necesarios: se trataba de una ce- la “llave de una habitación” y un maletı́n. A veces
na de celebración. Basándose en esta información, podı́amos llegar a nuestra “habitación” sin inciden-
los comandos navales israelı́es efectuaron un ataque tes, pero otras se abrı́a bruscamente una puerta y
anticipado destruyendo a once guerrillas enemigas aparecı́a de pronto en ella un blanco de cartón: en
cuando embarcaban en sus botes de goma. Ése es tal caso tenı́amos órdenes de desprendernos de todo
otro ejemplo de cuan importantes pueden ser pe- y disparar. También nos enseñaron cómo empuñar
queños retazos de información y cuan esencial era una arma cuando estuviéramos sentados en un res-
informar de todo adecuadamente. Al comenzar el taurante, si se presentaba tal eventualidad, ya fuera
segundo mes nos facilitaron nuestras armas perso- dejándonos caer de la silla y disparando desde de-
nales, una Beretta de calibre veintidós, arma oficial bajo de la mesa o tirándonos de espaldas y dando
de los katsas del Mossad, aunque, en realidad, po- al mismo tiempo una patada a la mesa (jamás lle-
cos son las que las llevan cuando están de servicio gué a dominar esta técnica, aunque algunos sı́ lo
puesto que ello podrı́a crearles graves problemas. consiguieron) y disparando. ¿Y qué ocurre con los
En Gran Bretaña, por ejemplo, es ilegal ir armado, espectadores inocentes? Nos habı́an enseñando que
por lo que no vale la pena arriesgarse a ser des- en una situación en que va a producirse un tiroteo,
cubierto en posesión de una pistola. Si uno trabaja es como si no existiesen. Un espectador puede es-
adecuadamente, no necesita llevar armas. Es mucho tar presenciando la muerte de uno mismo o la de
mejor tratar de escaparse o escabullirse con cual- otra persona. Si se trata de la nuestra, ¿nos impor-
quier pretexto. Sin embargo, se nos aleccionaba en tarı́a que resultase herido? ¡Desde luego que no! Lo
el sentido de que si el cerebro nos ordenaba empu- importante es sobrevivir. La propia supervivencia.
ñar el arma, debı́amos matar; nuestro instinto habı́a Debe olvidarse todo cuanto se nos haya imbuido
adivinado que el tipo que tenı́amos delante tenı́a sobre honestidad. En tales situaciones se trata de
que morir: se trataba de él o de nosotros. Como matar o morir y nuestra responsabilidad consiste
es lógico, la utilización del arma nos exigió cierta en proteger la propiedad del Mossad, que es uno
práctica. Era como el ballet: se aprendı́a un mo- mismo. Una vez se haya comprendido ası́, se per-
vimiento en cada momento. El arma debı́a llevarse derá la vergüenza de sentirse egoı́sta. El egoı́smo
debajo de los pantalones, en la cadera. Algunos kat- incluso nos parecerá una valiosa mercancı́a, algo de
sas usaban fundas pistoleras, pero la mayorı́a no. lo que es difı́cil desprenderse cuando se regresa al
Las Berettas son ideales por su reducido tamaño. hogar al concluir la jornada. Cuando reanudamos
Nos enseñaron a cosernos pequeños pesos de plomo las clases tras nuestro extenso entrenamiento de ti-
en el fondo interior del forro de las americanas, lo ro, Riff nos dijo: —Ahora ya sabéis cómo utilizar
que permitı́a que el faldón se apartara bruscamente una arma, de modo que podéis olvidarlo: no vais a
cuando desenfundábamos. La acción de retorcerse necesitarlas. De modo que tras transformarnos en
y agacharse debe ser simultánea para poder 55 / los pistoleros más rápidos de Occidente de pronto
250 ofrecer un blanco más reducido: el tiempo que nos desalentaban asegurándonos que no necesita-
se tarda en abrir la chaqueta puede costarle a uno rı́amos las armas. Aun ası́ pensábamos: “Sı́, claro,
la vida. Si tenı́as que hacer fuego, debı́as disparar eso es lo que dice, pero me consta que la utilizaré.”
el mayor número posible de balazos contra tu vı́c- En aquel punto nuestra jornada constaba de largas
tima. Y cuando se hallase en el suelo, era preciso horas de clase seguidas de prácticas rutinarias por
aproximarse a ella, apoyar el arma contra su sien Tel-Aviv en las que perfeccionábamos nuestra habi-
y disparar una vez más. Sólo ası́ podı́as quedarte lidad en seguir y/o ser seguidos. Un individuo que
tranquilo. Los katsas solı́an utilizar balas de punta a la sazón era el comandante decano del ejército
plana o dum-dum, huecas o chatas, que se dilatan israelı́ nos impartió una conferencia especialmente

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VICTOR OSTROVSKY

aburrida. En voz baja y monótona estuvo diser- otro, a menos que fueran con un agente, algo que
tando durante más de seis horas sobre camuflaje y ellos siempre trataban de evitar. El pasaporte falso
detección de armamento, mostrándonos centenares se llevarı́a en una valija diplomática sellada con un
de diapositivas sobre equipamiento camuflado. Los “bordero”, lacre del que pendı́a una cuerdecita, para
únicos movimientos que hacı́a eran para cambiar las demostrar ostensiblemente que no podı́a ser abierto
diapositivas. —Es un tanque egipcio —decı́a. 56 / sin que se descubriera. Este medio suele utilizarse
250 Y más tarde añadı́a: —Ésta es una vista aérea para transportar documentos entre las embajadas
de cuatro tanques egipcios camuflados. Habı́a muy —está mundialmente reconocido que no debe abrir-
poco que ver en una foto en la que aparecı́a un se en los puestos fronterizos— y el portador goza
paisaje desértico con varios tanques perfectamen- de inmunidad diplomática. (Los pasaportes, natu-
te disimulados: se parece muchı́simo a un desierto ralmente, también serı́an entregados a un katsa en
sin tanques. También vimos jeeps sirios, america- otro paı́s por un bodel o mensajero.) Los lacres
nos y egipcios camuflados y de otros modos. Fue la estaban puestos de modo que los sobres pudieran
conferencia más tediosa de mi vida. Posteriormen- abrirse fácilmente y cerrarse sin que el sello se vie-
te supe que ningún estudiante se libra de ella. La se afectado. Los pasaportes de segunda categorı́a,
siguiente fue más interesante. La pronunció Pinhas en realidad absolutamente perfectos, se preparaban
Aderet y se referı́a a documentación: pasaportes, de acuerdo con las personalidades que utilizaban los
documentos de identificación, tarjetas de crédito, katsas como cobertura, pero no respondı́an a nin-
permisos de conducción y demás. Los documentos guna persona concreta. 57 / 250 Por otra parte,
más importantes del Mossad son los pasaportes, y un pasaporte de categorı́a superior contaba tanto
los habı́a de cuatro calidades: superiores, de segun- con una historia justificada como con una persona
da, para operaciones de campo y desechables. Los real que pudiese respaldarla. Podı́an resistir perfec-
pasaportes desechables habı́an sido encontrados o tamente cualquier examen oficial, comprendido un
robados y se utilizaban cuando tan sólo era preciso control en el paı́s de origen. Estos documentos se
exhibirlos fugazmente. Jamás se empleaban con fi- fabrican con distintos tipos de papel. No hay modo
nes identificativos. La foto habı́a sido cambiada y a de que el gobierno canadiense, por ejemplo, venda
veces también el nombre, mas el propósito era alte- a alguien el papel que usa para hacer sus pasapor-
rarlos lo menos posible; tales documentos no resis- tes (que sigue siendo el favorito del Mossad), pero
tı́an un examen profundo. Los oficiales neviot (que un pasaporte falso no puede ser fabricado con un
efectuaban allanamientos de moradas, registros do- material impropio, por lo que el Mossad cuenta con
miciliarios y demás) solı́an utilizarlos. También se una pequeña fábrica y un laboratorio quı́mico en
empleaban en los ejercicios de entrenamiento por los sótanos de la Academia, que elaboran diversas
el interior de Israel o para los reclutamientos efec- clases de papel para tal fin. Los quı́micos analizan
tuados dentro del paı́s. Con cada pasaporte que se el material de los auténticos pasaportes e investigan
emitı́a se incluı́a una página tamaño folio en la que la fórmula exacta para producir láminas, de papel
se facilitaba el nombre y la dirección, que se com- que reproduzcan fielmente los originales. Tales ma-
pletaba con una fotocopia del sector de la ciudad teriales se guardan en una gran sala de almacenaje
donde se encontraba la misma. La casa real estaba en las condiciones precisas de temperatura y hu-
señalada en el mapa y aparecı́a una fotografı́a de medad para su conservación, y en sus estanterı́as
ella y la descripción del vecindario. Si uno acerta- se encuentra papel de pasaporte de la mayorı́a de
ra a encontrarse con alguien que conociese aquella naciones. Otra clase de operaciones consistió en la
zona, no le cogerı́a desprevenido simplemente por- fabricación de dinares Jordanes que pudieron utili-
que preguntase por ella. Cuando utilizábamos un zarse sin problemas para canjearlos por auténticos
pasaporte desechable se nos informaba en el folio dólares y que al mismo tiempo inundaron a Jor-
anexo acerca de dónde habı́a sido empleado antes. dania de efectivo circulante, exacerbando los pro-
Por ejemplo, no podrı́a ser utilizado en el Hilton blemas de inflación de aquel paı́s. Cuando visité la
si alguien lo hubiese mostrado allı́ recientemente y, fábrica en calidad de cursillista vi una gran parti-
por añadidura, debı́amos tener preparada una his- da de pasaportes canadienses en blanco que supuse
toria para justificar los sellos que aparecı́an en él. habrı́an sido robados. Parecı́a una expedición com-
Los pasaportes para operaciones de campo se uti- pleta: habı́a más de mil y no creo que siquiera se
lizaban para trabajos rápidos en paı́ses extranje- hubiese denunciado la pérdida de los mismos, por
ros, pero no se exhibı́an para cruzar fronteras. En lo menos para el gran público. A muchos inmigran-
realidad los katsas raras veces utilizaban documen- tes que llegan a Israel se les pide que entreguen sus
tos falsos de identidad cuando iban de un paı́s a pasaportes para salvar a otros judı́os. Por ejemplo,

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

a una persona que acabe de trasladarse al paı́s des- que realmente hacen-—, sus restricciones... Todo lo
de Argentina probablemente no le importará donar posible para completar una descripción del enemi-
su pasaporte, que acabará en una enorme sala pa- go y lo más caracterı́stico en él. Al finalizar se nos
recida a una biblioteca donde se conservan muchos concedió una jornada para redactar un documento
miles de pasaportes clasificados por paı́ses, ciudades sobre el conflicto en Oriente Medio. Seguidamen-
e incluso distritos, con nombres judı́os y otros que te nos enseñaron todo lo concerniente a los bodlim
no lo parecen, y asimismo catalogados por edades... (bodel en singular). Son personas que funcionan co-
y todos los datos están procesados por computado- mo mensajeros entre los pisos francos y las emba-
ra. El Mossad también cuenta con una importante jadas o entre los diversos pisos francos. El princi-
colección de timbres y firmas que se utilizaron para pal entrenamiento de un bodel consiste en APAM,
sellar los propios pasaportes, que se conservan en un saber si es o no seguido, y todo lo transporta en
registro. Muchos de ellos se recogieron con ayuda de correos o valijas diplomáticas. Los mensajeros de
la policı́a, que puede retener los documentos tem- valija diplomática gozan de inmunidad polı́tica y a
poralmente y fotografiar los diversos sellos antes de tal fin llevan un documento acreditativo. Su prin-
devolverlos a sus propietarios. Incluso el hecho de cipal función consiste en llevar pasaportes y otros
sellar un pasaporte falso se realiza metódicamen- documentos a los katsas y los informes de éstos a
te. Si, por ejemplo, mi pasaporte llevase un sello las embajadas. A los katsas, según la naturaleza de
de Atenas en una fecha determinada, el departa- su misión, no siempre se les permite entrar en la
mento comprobarı́a sus archivos para encontrar la embajada israelı́. Los bodlim suelen ser jóvenes de
firma y sello de aquella fecha exacta y el horario veintitantos años, que realizan ese trabajo durante
correcto del vuelo, de modo que si alguien verifica- uno o dos. Son en su mayorı́a estudiantes israelı́es
se en Atenas qué oficial estaba entonces de servi- que han formado parte de una unidad de combate
cio, se corresponderı́a perfectamente. Este equipo y personas de confianza. Aunque es esencial que es-
se enorgullece de su trabajo. A veces rellenan un tén entrenados acerca de cómo evitar ser seguidos,
pasaporte con veinte sellos. Dicen que jamás se ha pueden realizar el trabajo mientras están estudian-
ido al traste una operación porque un documento do. Se los considera pertenecientes a los escalafones
no reuniera las condiciones necesarias. Por añadi- más inferiores de una base, pero aun ası́ no es una
dura, recibı́ un expediente con mi pasaporte, que ocupación desdeñable para un estudiante. La ma-
tuve que aprender de memoria y luego destruir, que yorı́a de bases cuentan con dos o tres bodlim. Otra
contenı́a información general sobre la fecha en que de sus funciones es cuidar de los pisos, francos. Los
supuestamente me encontraba en Atenas: qué tiem- bodlim de una base pueden ocupar, por ejemplo,
po hacı́a, los titulares de los periódicos y los temas seis apartamentos, de modo que los vecinos no se
corrientes de debate, dónde me alojé, qué hice allı́, sorprenderán de que a un vecino suyo se le amonto-
y ası́ sucesivamente. En cada misión los katsas re- ne el correo. Estos muchachos residen gratuitamen-
ciben notitas recordatorias sobre los antecedentes: te en los pisos francos y se responsabilizan de que
por ejemplo, “no olvides que en cierta fecha estabas las neveras estén debidamente surtidas de alimen-
en tal hotel y te llamabas fulano de tal”. 58 / 250 tos y bebidas, se abonen las facturas y demás. Si se
También se les detallaba toda la gente con la que necesita el piso franco, el bodel “ocupante” puede
se habı́an reunido y que habı́an visto, otra razón trasladarse a otro o ir a un hotel hasta que no haya
adicional para incluir todos los detalles, por insig- moros en la costa. No pueden llevar amigos o mu-
nificantes que pudieran parecer, en los informes. Si chachas a esos pisos, pero sus contratos personales
yo deseara hacer un reclutamiento, el computador suelen oscilar entre los mil y los mil quinientos dó-
buscarı́a a todos aquellos relacionados conmigo de lares mensuales, según el número de apartamentos
algún modo: personas a quienes yo no hubiese visto que estén cuidando. Además de no pagar alquileres,
jamás. E idéntica comprobación se efectuarı́a con comidas, bebidas ni sus estudios —que son abona-
aquel a quien se estuviera reclutando. Si deseara dos por el Mossad—, no realizan un mal negocio.
asistir a una fiesta con aquella persona, no se tro- El siguiente tema que tratamos fue Mishlasim o,
pezarı́a con algún amigo suyo que uno ya hubiese en términos de servicio secreto, las entregas y los
reclutado con otro nombre. Durante las seis sema- apartados de cartas sin respuesta. La primera nor-
nas siguientes el profesor Arnon nos dio clase una ma que aprendimos fue que en el Mossad dichas
hora o dos diarias sobre el tema del islam en la vida cartas eran de dirección única: de ellos para noso-
cotidiana, un estudio de las diversas sectas islámi- tros. Tampoco era en modo alguno admisible que
cas, su historia y sus costumbres, sus festividades, un agente nos hiciera una entrega porque proba-
lo que se les permite hacer a sus seguidores —y lo blemente serı́a una trampa. 59 / 250 Un grupo de

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VICTOR OSTROVSKY

gente del departamento del Mossad que manejaba puesto de control. El siguiente grupo de ejercicios,
este género de expediciones nos explicó los elemen- denominado “café”, lo practicábamos los estudian-
tos básicos de tal arte del siguiente modo: “Una vez tes formando grupos de tres. Yosy, Arik F., un gi-
se ha establecido lo que debe depositarse, las cuatro gante religioso de metro noventa de estatura y yo,
consideraciones principales para una gestión segura con Shai Kauly en calidad de instructor, nos dirigi-
son: emplear el menor tiempo posible para colocar mos a la zona hotelera de la calle de Hayarkon, nos
el objeto; que resulte inofensivo cuando se conduce sentamos en un café un rato y luego fuimos condu-
al lugar de entrega previsto; que su localización sea cidos uno tras otro al vestı́bulo de un hotel. Todos
lo más sencilla posible de explicar al contacto y que llevábamos pasaporte falso y estábamos provistos
cuando él se lo lleve vuelva a resultar inofensivo.” de una buena cobertura. Kauly entraba con noso-
Hice un paquete con una caja de plástico que ha- tros en el vestı́bulo, echaba una ojeada en torno y
bı́a contenido jabón y lo pinté de idéntico color que nos ordenaba que nos pusiéramos en contacto con
la muestra que habı́a obtenido del gris metal de un la persona por él escogida. A veces se trataba de
poste eléctrico y seguidamente dibujé un relámpago estratagemas; otras, no. Pero el propósito consis-
rojo en la caja. Cogı́ cuatro tornillos y tuercas que tı́a en obtener la mayor información posible sobre
pinté asimismo de gris y los enrosqué en el plásti- ellos y concertar una cita. Yo tuve que abordar a
co incorporando seguidamente un imán en el fondo. un corresponsal de Afrique-Asie. Le pregunté si te-
Adosé la caja con el imán en el interior de la capota nı́a fuego, lo que me sirvió para entablar conversa-
de mi coche, que habı́a detenido junto al poste eléc- ción, y finalmente me salió muy bien. Aunque se 60
trico como si estuviese averiado, y ajusté la caja al / 250 trataba de un señuelo, de un katsa que ha-
pie, en su parte interior. Acto seguido arranqué sin bı́a cubierto la convención de la OLP en Túnez so
ser visto por nadie. Y aunque ası́ hubiera sido, no pretexto de ser corresponsal del periódico. Y cier-
se habrı́an atrevido a tocarlo por temor a la electri- tamente escribió varios artı́culos para ellos.Como
cidad. Cuando el agente lo recogió, lo depositó a un de costumbre, después de tales ejercicios debı́amos
lado del motor de su coche y se largó. También nos redactar un informe completo acerca de cómo ha-
enseñaron a hacer un “deslizamiento”, un escondri- bı́amos establecido el contacto, la conversación que
jo practicado dentro de una casa o apartamento, en habı́amos sostenido y todo cuanto habı́a sucedido.
un lugar que fuese accesible para uno mismo, pero Al dı́a siguiente, cuando nos reunı́amos en clase, nos
difı́cil de detectar por los demás, lo que es aún me- criticábamos mutuamente. A veces resultaba extra-
jor que una caja de caudales. Si uno se encuentra ño llegar al aula y encontrarse allı́ sentado a nues-
en un lugar donde debe ocultar algo rápidamente, tro interlocutor del dı́a anterior. Al igual que todos
no tendrá problema alguno para procurarse “desli- los ejercicios del curso, aquél deberı́a repetirse una
zamientos” utilizando objetos sencillos que pueden y otra vez. Nuestro programa, ya muy completo,
adquirirse en una ferreterı́a o incluso en un bazar. resultó de una actividad febril. Aún estábamos ins-
Uno de los lugares más sencillos donde ocultar co- truyéndonos, pero ya comenzábamos a integrarlo
sas es en una puerta con un contrachapado a am- todo, hasta el punto de que buscábamos personas
bos lados y un panel en el centro. Para introducir con quienes ensayar. Llegamos a tal extremo que no
un objeto se agujerea la parte superior de la puer- podı́amos iniciar ninguna conversación sin echar el
ta y se deslizan las cosas en el interior. También anzuelo. Normalmente, cuando se efectúan con re-
es un escondrijo excelente el tubo que sostiene los clutas, es mejor comportarse sin reservas, mas no se
colgadores de un vestidor. Hay muchos lugares don- puede ser excesivamente especı́fico; y, por otra par-
de ocultar objetos. Podrı́an quitar los trajes de los te, tampoco cabe mostrarse demasiado ambiguo so
colgadores, pero a muy pocos se les ocurrirı́a mirar pena de parecer un embaucador. En realidad el cur-
dentro del tubo donde estaban colgados. Otro sis- so era una gran escuela de engaños, una escuela que
tema muy corriente de pasar un documento secreto nos enseñaba a convertirnos en artistas del fraude
o dinero por la aduana es comprar dos periódicos para nuestro propio paı́s. Uno de los problemas que
iguales, recortar un fragmento de uno de ellos for- tuve tras un ejercicio durante el cual habı́a simula-
mar un pequeño bolsillo en su interior con el mismo do ser un próspero empresario consistió en volver
fragmento del otro y pegarlo sobre el lugar donde después a la realidad. De repente habı́a dejado de
se ha recortado el primero. Es un antiguo truco de ser rico, era un oficinista, un funcionario, aunque
magos. Solı́amos leer muchos libros de magia. Uno empleado en un departamento muy interesante, y
podı́a pasar tranquilamente por el control de adua- habı́a llegado el momento de redactar el informe. A
nas llevando el periódico, e incluso entregárselo al veces la situación en los “cafés” se complicaba. Al-
policı́a para que lo sostuviese mientras pasabas el gunos cadetes no confesaban realmente lo que habı́a

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

sucedido, creyendo que puesto que sus interlocuto- te pudieran devolvernos el favor que les hacı́amos.
res no estaban vinculados a la organización, podı́an Si el objetivo era Israel, entonces debı́amos utili-
tratar de glorificar su actuación. Tenı́amos un com- zar todos los medios a nuestro alcance para evitar
pañero llamado Yoade Avnets que nos recordaba al cualquier daño, aunque ello significase denunciar a
pájaro “ay-ay” o “auch-auch”, una ave no muy in- nuestra fuente. Pese a tener que perjudicar a un
teligente, cuyos testı́culos penden entre las patas, agente destinado a un paı́s “objetivo” con el fin de
por lo que cada vez que aterriza exclama “ay-ay”. proteger nuestras instalaciones en un paı́s “base”,
Cuando Yoade realizaba una sesión de “café”, a me- debı́amos hacerlo ası́. Ése era el sacrificio a que es-
nos que se hubiese tratado de un colaborador, nos tábamos obligados. (Todos los paı́ses árabes eran
narraba una historia fantástica. Esto se repitió una considerados “objetivo” mientras que cualquier otro
y otra vez hasta que un dı́a, durante la pausa del lugar donde el Mossad estuviera representado se de-
desayuno, se presentó Shai Kauly llamándole por nominaba “paı́s base”.) Si el objetivo no era propio
su nombre. —¿Qué quiere? —respondió. —Recoja y podı́a peligrar cualquier tipo de fuente, entonces
sus cosas y márchese de aquı́. —¿Cómo? —exclamó debı́a dejársele expuesto a su suerte: ya no era de
Avnets sosteniendo en el aire el bocadillo que esta- la incumbencia del Mossad. Lo máximo que podı́a-
ba comiendo—. ¿Por qué? —¿Recuerda el ejercicio mos hacer era ofrecer un leve aviso, una advertencia
que realizó ayer? Ha sido la gota que ha colma- ambigua para que estuviera alerta en el caso de que
do el vaso. Al parecer Yoade habı́a abordado a su algo sucediese, y que, desde luego, probablemente
personaje preguntándole si podı́a sentarse junto a podı́a perderse entre muchas otras.6 Tales compor-
él. El hombre respondió afirmativamente y Yoade tamientos quedaban grabados en nuestras mentes.
se instaló a su lado y no volvió a abrir la boca. Debı́amos hacer lo que fuese conveniente para no-
En este, caso el silencio no fue de oro y la carrera sotros aunque se perjudicasen todos los demás si
de Yoade llegó bruscamente a su fin. La primera no podı́an sernos útiles. En Israel, cuanto más a la
media hora diaria de clase se dedicaba a que uno derecha se encuentra uno, más le aleccionan en ese
de los cadetes efectuase un ejercicio llamado Da, o sentido. Si permaneces en el lugar donde te hallas
“saber”. Ello representaba realizar un análisis deta- polı́ticamente, de modo automático te estás despla-
llado de un tema de noticias de actualidad. Seguı́a zando hacia la izquierda porque actualmente todo
siendo una carga adicional, pero querı́an que estu- el paı́s parece desviarse rápidamente hacia la dere-
viésemos muy al corriente de todo cuanto sucedı́a cha. —Aquellos que no nos perjudicaban durante
en el mundo. Cuando uno se introduce en una orga- la segunda guerra mundial, nos estaban ayudan-
nización como ésa es muy posible que se desconecte do, o si no nos estaban ayudando, nos ignoraban
del mundo real, lo que podrı́a ser fatal, literalmente —dicen los israelı́es. Sin embargo no recuerdo que
hablando. Ello nos daba asimismo cierta práctica 61 se produjera ninguna manifestación en Israel cuan-
/ 250 en oratoria pública y nos obligaba a leer cada do asesinaron a tantı́sima gente en Camboya. ¿Por
dı́a los periódicos. Si alguien sacaba a colación un qué, pues, esperar que todos se comprometieran por
tema, podı́amos demostrar que estábamos entera- nuestra causa? ¿Acaso los padecimientos que hemos
dos y tal vez, con algo de suerte, demostrar que su sufrido los judı́os nos dan el derecho a infligir penas
explicación estaba equivocada. En breve nos intro- e infortunios a los demás? Como parte del Tsomet
dujeron en lo que se denominaba un ejercicio “ver- nos enseñaron asimismo a impartir instrucciones a
de”, una actividad de enlace destinada a establecer un agente que fuese enviado a un paı́s objetivo. El
un planteamiento especial a un problema. Suponga- agente básico —son muy corrientes— se denomina
mos que estuviésemos enterados de que existı́a una “de aviso”. Tales colaboradores podrı́an ser el enfer-
amenaza PAHA contra una instalación de un paı́s. mero de algún hospital cuya misión consistiera en
Descubrir cómo analizar y valorar dicha amenaza informar al Mossad acerca de si se estaban prepa-
implicaba enormes debates. Si se producı́a básica- rando camas adicionales, organizando nuevas salas
mente contra unas instalaciones locales que nada o haciendo acopio de medicamentos, todo cuanto
tenı́an que ver con Israel y podı́amos divulgarlo sin puedan parecer preparativos para una guerra. Ha-
hacer peligrar nuestra fuente, la información serı́a bı́a agentes de aviso en el puerto que informaban si
transmitida a las partes interesadas, por lo general llegaban más barcos de los previstos, agentes en el
mediante llamada telefónica anónima o directamen- cuerpo de bomberos que avisaban si se habı́an ini-
te de uno a otro enlace. Sin embargo, si se trataba ciado preparativos especiales, en las bibliotecas en
de un caso en el que se podı́a facilitar la informa- caso de 6 Véase el capı́tulo 17. 62 / 250 que la mitad
ción sin divulgar su origen, entonces también cabı́a del equipo fuese reclutado súbitamente por conside-
informar de quiénes éramos para que más adelan- rar innecesario su trabajo... Ello supone múltiples

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VICTOR OSTROVSKY

implicaciones, por lo que se debe ser muy especı́- jetivo, más información poseı́a y más sofisticado era
fico cuando se instruye al agente. Si el presidente el equipo que necesitaba. Esto podı́a constituir un
de Siria amenaza con declarar la guerra —suele ha- problema puesto que tales equipos son mucho más
cerlo y no sucede nada—, no debemos preocupar- peligrosos cuando uno es descubierto. Al agente de-
nos excesivamente. Pero si se produce una amenaza bı́a enseñársele cómo utilizar tal equipo y, cuanto
de este tipo y se toman toda clase de medidas lo- más aprendı́a, más nervioso se sentı́a. Para infun-
gı́sticas, es necesario estar informados porque exis- dir más entusiasmo a nuestro sionismo, dedicaron
ten muchas probabilidades de que en esa ocasión un dı́a para visitar la Casa de la Diáspora, en la
se proponga hacerlo ası́. También nos enseñó Da- Universidad de Tel-Aviv, un museo que contiene
vid Diamond, jefe del kasaht, más tarde llamado modelos de sinagogas de todas las partes del mundo
neviot, cómo valorar y abordar un objeto inmóvil o y donde se representa la historia de la nación judı́a.
un edificio. Desde luego que se trató de una charla Seguidamente tuvo lugar una conferencia a cargo
y no de un ejemplo práctico. Hicimos un simulacro: de una mujer llamada Ganit, responsable del de-
debı́amos suponer que nuestro personaje se encon- partamento jordano, y que versó sobre el monarca
traba en la planta sexta de un edificio y poseı́a un Hussein y el problema palestino. Y, a ésta, sucedió
documento que debı́amos ver. ¿Cómo llegar hasta otra sobre las operaciones del ejército egipcio que
él? Nos invitó a observar el edificio, a reconocer el 63 / 250 por entonces se aproximaba al final de una
terreno, a comprobar las pautas de tráfico, los movi- consolidación prevista de diez años. Otros dos dı́as
mientos de la policı́a, los lugares más peligrosos —a de Shaback para informarnos sobre los métodos y
no pasar demasiado tiempo frente a un banco, por operaciones del PAHA en Israel, fueron rematados
ejemplo—, cómo planear la huida, quién entrarı́a en por una charla de dos horas pronunciada por Li-
el local y toda clase de señalizaciones. A continua- pean, el historiador del Mossad, lo que constituyó el
ción recibimos otras lecciones sobre comunicaciones final de la primera sección de nuestro programa: era
secretas, divididas en envı́os y recepciones. Desde junio de 1984. Gran parte de nuestro entrenamien-
el Mossad, las comunicaciones podı́an ser emitidas to se basaba en establecer relaciones con personas
por radio, carta, teléfono, entregas, cartas sin re- inocentes. Cuando encontrábamos un recluta pro-
mite o auténticos encuentros. A cada agente que bable, nos decı́amos in mente: “Tengo que hablar
disponı́a de radio se le asignaba determinado tiem- con él y tratar de conseguir otra entrevista: podrı́a
po cada dı́a para que pudiera transmitir su mensaje ser útil.” Y ello nos reportaba una extraña sensa-
por una estación especial continua que actualmente ción de confianza. De pronto cualquier transeúnte
funciona por computadora. Por ejemplo, transmitı́a podı́a convertirse en un instrumento. Uno pensaba:
“Esto es para Charlie”, y a continuación una clave “¡Vaya!, puedo pulsar estas teclas.” Y asimismo, de
de letras en grupos de cinco. El mensaje cambia- repente, todo consistı́a en contar mentiras: decir la
ba únicamente una vez por semana para facilitar al verdad se convertı́a en algo irrelevante. Lo único
agente la oportunidad de escucharlo. Los agentes importante era que aquélla serı́a una delicada pieza
disponı́an de radio y antena fija, bien en su casa de equipamiento. ¿Cómo conectar con él? ¿Cómo
o en su lugar de trabajo. Otro método especial de conseguir que trabajase para nosotros... es decir,
comunicación se efectuaba a través de lo que se de- para nuestra patria? Siempre supe lo que habı́a en
nomina un “flotador”, un microfilme enganchado en aquella colina: todos lo sabı́amos. A veces, era real-
el interior de un sobre. El agente abrirı́a el sobre y mente la residencia de verano del primer ministro
sumergirı́a el microfilme en un vaso de agua. Luego o se empleaba para acoger a dignatarios que visita-
lo engancharı́a en la parte exterior del vaso y, va- ban el paı́s. Golda Meir solı́a utilizarla muchı́simo
liéndose de una lupa, leerı́a el mensaje. Actuando a con esta finalidad. Pero nosotros sabı́amos que allı́
la inversa, los agentes podrı́an comunicarse con sus se ocultaba algo más. Es algo de lo que uno se en-
katsas por teléfono, télex, cartas escritas con tintas tera cuando se ha criado en Israel: nos consta que
especiales, encuentros o comunicaciones repentinos, pertenece al Mossad. Israel es una nación de gue-
un sistema por el cual se transmitı́an muy breves rreros, lo que significa que el contacto directo con
ráfagas de información en una frecuencia especı́fica. el enemigo está considerado como el más honorable
Es difı́cil de detectar y cada vez que lo utiliza un acercamiento que cabe hacer y convierte al Mos-
agente lo hace con distinta galena, sin repetir jamás sad en el máximo sı́mbolo del Estado de Israel. Y
la misma frecuencia. Los cambios de éstas seguı́an yo ya formaba parte de él. Resulta difı́cil describir
un orden previamente establecido. La intención era la sensación de poder que tal convencimiento con-
simplificar todo lo posible las comunicaciones. Pero ferı́a. Valı́a la pena todo cuanto habı́a tenido que
cuanto más tiempo pasaba un agente en un paı́s ob- soportar para llegar hasta allı́. Me constaba que

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

muchos hubieran querido encontrarse en mi lugar. superiores deseaban que fuera conocida. No éramos
64 / 250 4. ESTUDIANTES DE SEGUNDO AÑO más que conectadores, pero en nuestra calidad de
Nos aconsejaban constantemente qué fuésemos fle- seres humanos, la quı́mica es importante. Por dicha
xibles y versátiles, que mejorásemos cualquier ha- razón la gente que sirve de enlace debe sustituirse
bilidad que poseyésemos. Todo cuanto hubiésemos cuando es necesario. Una vez la quı́mica es correcta,
hecho alguna vez podı́a convertirse más adelante en se puede crear una relación personal entre nosotros
una baza, por lo que nos estimulaban para que nos y los del otro bando. A medida que aumenta la re-
perfeccionásemos lo máximo posible. Michel M. y lación, el contacto siente crecer su simpatı́a hacia
Heim M., que formaban parte de nuestro reducido nosotros y comprende los peligros a los que nuestro
grupo, habı́an ingresado en instrucción por la puer- paı́s debe enfrentarse. Se trata, pues, de conducir el
ta falsa. Ambos eran grandes conversadores. Co- sistema hasta tal nivel personal que se acabe tra-
nocı́an a la mayorı́a de conferenciantes y hablaban tando con un amigo. Pero no debe olvidarse que
constantemente acerca de cómo iban a reclutar a él sigue formando parte de una organización y que
generales y oficiales de alto rango. Yo, aparte de sabe mucho más de lo que le está permitido contar-
Jerry S., me expresaba en mejor inglés que nadie nos. Sin embargo, a veces uno puede encontrarse en
del curso y los superaba asimismo en lo que ellos determinada situación que precise la información
calificaban de pensamiento operativo, es decir, có- que él pueda ofrecerse a facilitarnos en calidad de
mo calcular lo que va a suceder y adivinar los pro- amigo, sabiendo que ello 65 / 250 no puede perjudi-
blemas antes de que se presenten. Pero como por carle y que nosotros no permitiremos que se filtre.
entonces Heim y Michel parecı́an más mundanos, Esos datos son muy valiosos y, si debemos introdu-
solı́a consultarles, y ellos, a su vez, me tomaron ba- cirlos en nuestros informes, están catalogados como
jo su protección. Todos vivı́amos por la misma zo- “Jumbo”. Alan, observándonos a través de sus ga-
na, ı́bamos y volvı́amos juntos de clase, y solı́amos fas modelo John Lennon, se jactó de poseer más
celebrar alguna sesión vespertina tomando café y información “Jumbo” que nadie en el Mossad. Por
pasteles y charlando en Kapulsky, donde servı́an el otra parte nosotros, como katsas, no proporciona-
mejor pastel Black Forest que he tomado en mi vi- rı́amos tal tipo de información. Podı́amos preparar
da. Estábamos muy unidos. Compartı́amos muchas alguna noticia simulada de este género, que serı́a
opiniones y emprendı́amos muchos ataques conjun- facilitada a nivel personal a cambio de la informa-
tamente. Procurábamos realizar juntos los diversos ción personal recibida por la parte contraria, pero
ejercicios porque podı́amos confiar los unos en los transmitir auténtico “Jumbo” serı́a considerado co-
otros, o por lo menos ası́ lo creı́amos. Y nadie trata- mo flagrante traición. Alan nos dijo que tenı́a mu-
ba de impedı́rnoslo. Oren Riff, nuestro principal ins- chos amigos en el servicio secreto norteamericano.
tructor, que habı́a trabajado para Tevel, o enlaces, —Pero jamás olvido lo más importante —prosiguió
siempre destacaba la importancia de éstos. Entre el tras una pausa efectista—. Cuando estoy sentado
sesenta y el sesenta y cinco por ciento de la infor- junto a mi amigo, él no se sienta junto a su amigo.
mación se recibe a través de los medios de comuni- Y tras estas palabras se marchó. La charla de Alan
cación: radio, periódicos, televisión; un veinticinco estuvo seguida de otra sobre cooperación tecnológi-
por ciento vı́a satélite, télex, teléfono y comunica- ca entre las agencias, por la que nos enteramos de
ciones radiofónicas; de un cinco a un diez por ciento que el Mossad era la más capacitada de todas para
por los enlaces, y entre un dos y un cuatro por cien- franquear cerraduras. Por ejemplo, varios fabrican-
to por humant, agentes o servicio secreto recogido tes de tales mecanismos en Gran Bretaña enviaban
por el departamento Tsomet (más tarde transfor- nuevos prototipos al servicio secreto británico para
mado en Melucha), pero aquel pequeño porcentaje efectuar pruebas de seguridad, quien, a su vez, los
era el más importante de todos los obtenidos por remitı́a al Mossad para que los analizaran. El proce-
el servicio secreto. Entre las conferencias que nos dimiento consistı́a en que nuestra gente los estudia-
impartieron en esa segunda etapa del curso estuvo ba, ideaba el modo de abrirlos y luego los devolvı́a
una disertación de dos horas de Zave Alan, el niño acompañados de un informe en que los declaraba
prodigio de los enlaces entre el Mossad y la CIA. “inexpugnables”. Aquel dı́a, después de comer, Dov
El joven se expresó en nombre de Estados Unidos L. condujo a toda la clase al aparcamiento donde
y América Latina. Nos explicó que cuando se tra- se encontraban siete Ford Escort. (En Israel la ma-
ta con un enlace de otra organización, aquél nos yorı́a de los coches del Mossad, del Shaback y de
considera como un vı́nculo y nosotros, por nuestra la policı́a son blancos, aunque el jefe del Mossad
parte, un vı́nculo y una fuente. Y ambos nos trans- conducı́a entonces un Lincoln Town de color bur-
mitı́amos mutuamente la información que nuestros deos.) Se trataba de aprender a detectar si éramos

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VICTOR OSTROVSKY

seguidos por un coche. Esto es algo que debe prac- tos electrónicos como tapadera. Recurriendo a un
ticarse una y otra vez. Lo cierto es que no guarda sayan introducido en el sector éste podrı́a aportar
ningún parecido a lo que se ve en el cine o se lee cincuenta aparatos de televisión, doscientos vı́deos,
en las novelas, acerca de notar cómo se nos eriza todo cuanto fuese necesario, desde su almacén has-
el vello en la nuca, lo que nos advierte de que so- ta unas instalaciones improvisadas, y sin pérdida
mos seguidos. Es algo que únicamente se domina de tiempo contarı́amos con un stock de tres o cua-
con una práctica continuada. Cada noche, cuando tro millones de dólares de mercaderı́as. Puesto que
regresábamos a nuestro hogar, y cada dı́a, cuando la mayor parte de la actividad del Mossad se desa-
salı́amos hacia la escuela, debı́amos comprobar si rrolla en Europa, acaso fuese preferible contar con
nos seguı́an. Al dı́a siguiente Ran S. nos habló de una dirección comercial en Norteamérica. Por con-
los sayanim, una parte importantı́sima, extraordi- siguiente, dispondrı́amos de direcciones y teléfonos
naria, de las operaciones del Mossad. Los sayanim sayanim. Si un katsa tiene que facilitar una direc-
—ayudantes— deben ser ciento por ciento judı́os. ción y un número telefónico puede utilizar los del
Residen en el extranjero y, aunque no son ciudada- sayan. Y si el sayan recibe una llamada telefónica o
nos israelı́es, muchos son accesibles por medio de los una carta, inmediatamente sabrá cómo debe proce-
parientes que tienen en nuestro paı́s. Por ejemplo, a der. Algunos negocios sayanim tienen una plantilla
alguien ası́ relacionado se le puede pedir que escriba de veinte operadoras respondiendo a teléfonos, con-
una carta a su pariente en Inglaterra diciendo que testando cartas y enviando mensajes por fax, todo
el portador de la misma representa a una organiza- ello para el Mossad. Lo curioso es que el sesenta por
ción cuyo objetivo principal consiste en salvar a los ciento de los negocios de las empresas que respon-
judı́os de la diáspora y pidiéndole que le preste de den a los teléfonos en Europa proceden del Mos-
algún modo su ayuda. Hay miles de sayanim por el sad. De otro modo fracasarı́an. El único problema
mundo. Únicamente en Londres son unos dos mil del sistema es que a dicha organización no parece
los que están en activo y otros cinco mil en reser- preocuparle cuan perjudicial resultarı́a que esto se
va, que realizan múltiples funciones. Por ejemplo, supiese para el estatus de los judı́os que se hallan
un sayan que dirija una agencia de alquiler de au- en la diáspora. Cuando uno se interesa por ello, le
tomóviles podrı́a ayudar al Mossad alquilándole un responden: “¿Y qué es lo peor que podrı́a sucederles
vehı́culo sin tener que cumplimentar la documen- a esos judı́os? ¿Que viniesen todos a Israel? ¡Pues
tación habitual; otro, albergarı́a en su apartamento serı́an bien recibidos!” Los katsas destinados a las
a alguien sin despertar sospechas; un banco sayan bases tienen a su cargo a los sayanim, y los más ac-
nos facilitarı́a dinero si lo necesitáramos a media- tivos son visitados por su katsa cada trimestre más
noche; un doctor sayan tratarı́a una herida de ba- o menos, lo que para ellos suele representarles en-
la sin informar a la policı́a. Y ası́ sucesivamente. tre dos y cuatro reuniones personales diarias con los
Se trata de contar con una serie de personas dis- sayanim junto con numerosas conversaciones telefó-
ponibles cuando es necesario, que pueden facilitar nicas. El sistema permite al Mossad trabajar con la
servicios, pero manteniendo reserva sobre ellos por estructura de un equipo. Por ejemplo, una base del
lealtad 66 / 250 a la causa. Y a los que únicamente KGB utilizarı́a para ello a unas cien personas, mien-
se satisfarı́an los gastos. Con frecuencia los katsas tras que su homónima israelı́ únicamente precisarı́a
se aprovechan de la ayuda de los sayanim en bene- de seis a siete. La gente comete el error de creer que
ficio propio. En ese sentido los sayanim no pueden el Mossad se halla en desventaja al no poseer bases
efectuar control alguno. Y uno puede estar segu- en paı́ses “objetivo” evidentes. Por ejemplo, Estados
ro de que aunque un judı́o sepa que se trata del Unidos cuenta con una base en Moscú y los rusos las
Mossad y acaso no esté de acuerdo en colaborar, tienen en Washington y Nueva York. Pero Israel no
tampoco le delatará. Tenemos a nuestra disposi- tiene base alguna en Damasco. No comprenden que
ción un sistema de reclutamiento exento de riesgos el Mossad considera a todo el mundo exterior como
que nos facilita realmente unos efectivos de millo- “objetivo”, comprendida Europa y Estados Unidos.
nes de judı́os a quienes recurrir allende las fronteras La mayorı́a de paı́ses árabes no fabrican sus pro-
del paı́s. Resulta mucho más fácil operar con lo que pias armas ni, por ejemplo, cuentan con academias
se halla disponible in situ y los sayanim ofrecen un militares de alto nivel. Si se desea reclutar a un di-
apoyo increı́blemente práctico en todas partes. Pero plomático sirio, no debe hacerse en Damasco: puede
nunca debe ponérselos en peligro ni tampoco dárse- conseguirse en Parı́s. Y si se pretende obtener datos
les a conocer información secreta. Supongamos que sobre misiles árabes, se lograrán en Parı́s, Londres
durante el curso de una operación un katsa tiene o Estados Unidos, donde se fabrican. Puede obte-
que utilizar repentinamente un almacén de apara- nerse más información sobre Arabia Saudı́ de los

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

americanos que de los propios saudı́es. ¿Qué tienen israelı́, o local, que controla Chipre, Egipto, Grecia
los saudı́es? Boeings. Y los Boeings son america- y Turquı́a. Sus katsas se llaman “insectos” o “sal-
nos. ¿Para qué se necesitan los saudı́es? 67 / 250 tadores” porque trabajan fuera del cuartel general
Durante todo el tiempo que estuve en el Instituto, de Tel-Aviv, vendo de aquı́ para allá durante varios
el reclutamiento total de árabes saudı́es consistió dı́as en cada ocasión, para dirigir a los agentes y a
en un agregado de la embajada japonesa: eso fue los sayanim. En todos esos paı́ses es peligroso ope-
todo. Y si se desea lograr un acercamiento a los ofi- rar porque sus gobiernos tienden a simpatizar con
ciales de alta graduación, estudian en Inglaterra o la OLP. La base israelı́ no es un destino que goce
Estados Unidos. Sus pilotos se preparan en Inglate- de gran popularidad entre los katsas. Durante su
rra, Francia y Norteamérica. Sus comandos se en- conferencia sobre este tema, Ran S. se descargó a
trenan en Francia e Italia: allı́ se puede reclutarlos. gusto. Irónicamente, más tarde serı́a designado jefe
Es más fácil y menos peligroso. Ran S. también nos de la misma. Para relajarnos, comenzamos a com-
dio una clase sobre “agentes blancos”, individuos re- petir contra veinticinco estudiantes de otro curso
clutados ya sea por medios directos o encubiertos, que se seguı́a en la escuela, destinado a oficinistas,
que puede o no ser sabido que trabajan para Israel. operadores de computadoras, secretarias y personal
Se trata siempre de gente no árabe y suelen poseer en general, a quienes se impartieron las nociones bá-
conocimientos técnicos más sofisticados. En Israel sicas sobre el funcionamiento de la organización y
existe el prejuicio de que los árabes no comprenden que en todo momento se comportaron mucho más
los temas técnicos. Y lo mismo se demuestra en los formalmente que nosotros. 68 / 250 Con el fin de
chistes, como aquel del hombre que vendı́a cerebros mantenerlos alejados de la codiciada mesa de ping-
árabes a ciento cincuenta dólares la libra y judı́os pong, solı́amos ocultar las pelotas y las palas, pero
a dos dólares la libra. Al preguntarle por qué eran competı́an con nosotros en la pista de baloncesto.
tan caros los primeros respondió: “Porque apenas Nosotros ı́bamos a por todas. Tenı́amos a un com-
se han utilizado”, opinión ampliamente extendida pañero infiltrado en el marcador y siempre ganába-
en Israel sobre los árabes. Los agentes blancos sue- mos. El equipo contrario protestaba, pero durante
len ser de trato menos peligroso que los “negros” o algún tiempo seguimos jugando un partido sema-
árabes. En primer lugar, es muy probable que los nal contra ellos, todos los martes de doce a una.
árabes que trabajan en el extranjero estén someti- Entretanto nuestras lecciones, se sucedı́an intensas
dos a vigilancia por la seguridad del servicio secreto y rápidas. Tras instruirnos acerca de cómo traba-
de su paı́s, y si le descubren a uno trabajando con jar a una persona tras un contacto básico hasta
ellos como agente negro se propondrán acabar con- su reclutamiento, nos enseñaron algunas directri-
tigo. Lo peor que podrı́a sucederle a un katsa que ces financieras. Por ejemplo, antes de llegar a un
fuese sorprendido trabajando con un agente blanco compromiso era necesario determinar la situación
en Francia es la deportación, pero el agente blanco económica del recluta. No debı́a colmarse de dinero
podrı́a ser acusado de traición. Uno harı́a todo lo a un necesitado puesto que ello siempre despertarı́a
posible por protegerle, pero el principal peligro se sospechas. Supongamos que un agente regresara a
concentrarı́a en él. Cuando se trabaja con un árabe, un paı́s objetivo y tuviera que establecerse financie-
ambos están en peligro. Al mismo tiempo que se su- ramente. Sigamos suponiendo que hubiese suscrito
cedı́an nuestras clases en la Academia, proseguı́an un contrato de dos años durante los cuales el salario
ininterrumpidamente los ejercicios con vehı́culos en que recibirı́a del Mossad serı́a de cuatro mil dólares
el exterior. Aprendimos una técnica llamada maul- mensuales. Si el agente pudiera absorber mil dólares
ter, la utilización repentina de un coche al detectar mensuales sin alardes ni alteraciones en su género
o improvisar un seguimiento. Si se debe conducir de vida, el katsa abrirı́a una cuenta bancaria a su
por una zona en la que no se está familiarizado y nombre, quizá en Inglaterra, en la que ingresarı́a su
no se ha previsto una ruta, hay una serie de proce- salario de todo un año. De modo que el agente per-
dimientos a seguir: girar primero a la derecha, avan- cibirı́a los doce mil dólares por un lado y tendrı́a
zar, detenerse, y ası́ sucesivamente, principalmente treinta y seis mil depositados en su cuenta londi-
para eliminar la coincidencia y asegurarse de si se nense. En cuanto al segundo año, suponiendo que
es o no seguido. También solı́an recordarnos que no se tratase de un contrato de dos, los doce mil dóla-
nos encerrásemos en nuestros coches. Si creı́amos res anticipados le serı́an entregados personalmente
ser seguidos, pero no podı́amos comprobarlo total- y los treinta y seis mil restantes se depositarı́an en
mente, acaso serı́a prudente aparcar y aventurarse su cuenta. De modo que no sólo se le proporcionarı́a
a seguir a pie partiendo desde allı́. Otro katsa lla- la seguridad de su existencia cotidiana, sino que se
mado Rabitz nos dio una charla acerca de la base le solucionarı́a el futuro y también se le atraerı́a ca-

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VICTOR OSTROVSKY

da vez más protegiendo nuestros propios intereses. donos que existen tres “incentivos” importantes pa-
Existı́a asimismo una estructura a base de gratifi- ra reclutar al agente: el dinero, la emoción (ya sea
caciones, algún extra por una carta, por ejemplo, deseos de venganza o ideologı́a) y el sexo. —Debe-
que dependı́a de la calidad o de la situación del réis tener siempre presente que en todo momento se
agente, y que solı́an oscilar de un promedio de cien debe actuar lenta pero delicadamente —dijo Gil—.
a mil dólares extras por carta, aunque un minis- Avanzad paso a paso. Por ejemplo, encontraréis a
tro sirio, por ejemplo, podı́a recibir entre diez mil alguien entre una minorı́a a quien se ha tratado in-
y veinte mil por un comunicado oficial. Los trein- justamente y que desea vengarse de su paı́s: a ése
ta a treinta y cinco katsas que funcionaban en un podéis reclutarlo. Y cuando le entreguéis dinero y
momento determinado disponı́an individualmente él lo acepte comprenderéis que ha sido captado y
de por lo menos veinte agentes. Cada uno de esos él será asimismo consciente de ello. Cualquiera es
seiscientos agentes extras percibe por término me- consciente de que nadie da dinero por nada. Y na-
dio unos tres mil dólares mensuales, más tres mil die espera conseguirlo a menos que se suponga que
de gratificaciones, y muchos incluso obtienen bas- va a dar algo a cambio. ”Y, desde luego, está el se-
tantes más ingresos, lo que representa unos gastos xo. Resulta útil, mas no debe ser considerado como
para el Instituto de unos quince millones de dóla- un método de pago, porque la mayorı́a de personas
res mensuales como mı́nimo, sólo para pagar a los que reclutamos son hombres. Hay un proverbio que
agentes. Por añadidura, están los costes de reclu- dice: “Las mujeres dan y perdonan, los hombres co-
tamiento, los pisos francos, operaciones, vehı́culos gen y olvidan.” Por ello el sexo no es un sistema
y otros gastos numerosos, ascendiendo todo ello a de pago. El dinero no se olvida. ”E incluso aunque
centenares de millones mensuales. Un katsa puede algo funcione —prosiguió—, no significa necesaria-
gastar fácilmente de doscientos a trescientos dóla- mente que sea el método adecuado. Si es correcto
res diarios en comidas y cenas y unos mil diarios funcionará cada vez, pero si está equivocado, só-
en gastos generales. Debı́an calcularse, además, de lo funcionará a veces. Y nos contó la anécdota del
treinta mil a treinta y cinco mil dólares únicamen- obrero árabe, un oler (o descubridor), que espera-
te para cubrir sus extras. Y ello sin considerar el ban preparase una entrevista con un tipo que ellos
salario, que oscilaba de quinientos a mil quinien- deseaban reclutar. Gil aguardó en un coche mien-
tos dólares mensuales, según su categorı́a. Nunca tras el oter iba a recoger al individuo en cuestión. Él
se dijo que el servicio secreto resultase económico. habı́a preparado una historia acerca de que se cono-
A continuación Dov nos enseñó cómo construir una cı́an por asuntos de negocios. El oter habı́a estado
“ruta segura”. Ello significa una ruta que alguien trabajando para el Mossad durante mucho tiempo
más está asegurando. Aprendimos a relacionarnos y, sin embargo, cuando condujo al hombre al coche
con la división de la seguridad de operaciones yarid de Gil, presentó a éste como Albert y al aspirante
(o de paı́s leal) y nos pasaron una larga pelı́cula de a recluta como Ahmed y seguidamente se expresó
entrenamiento sobre el tema. Los equipos del ya- en estos términos: —Éste es el agente del servicio
rid constaban de cinco a siete personas. En aquella secreto israelı́ de quien te he hablado. Albert, Ah-
época se disponı́a de un total de tres equipos que, med está dispuesto a trabajar para vosotros por
cuando se encontraban en Europa, dependı́an asi- dos mil dólares mensuales. Hará todo cuanto le or-
mismo del jefe de la seguridad europea. 69 / 250 La denéis. Los oter, que suelen ser árabes, se utilizan
principal razón para impartirnos esta lección –era porque hay muy pocos katsas que sepan expresarse
demostrarnos el apoyo que los yarid ofrecen a los en su lengua, y a un árabe le resulta mucho más fá-
katsas, pero también para demostrarnos cómo ase- cil entablar los contactos iniciales con otro, por ası́
gurarnos una ruta por nuestra cuenta en el caso de decirlo. Los katsas no tardaron en descubrir cuan
que no se dispusiera de ningún yarid.7 Tras haber útiles son. En el caso mencionado por Gil la téc-
aprendido esto, un nuevo mundo se abrió para mı́. nica directa funcionó. Ahmed fue reclutado, pero
Iba por los cafés de Tel-Aviv y de pronto advertı́a evidentemente la gestión no se llevó a cabo de un
toda esa actividad que se desarrolla en las calles en modo adecuado. Gil nos enseñó que la vida tiene un
la que jamás habı́a reparado: la desplegada por la proceso y que cuando uno está reclutando debe se-
policı́a que sigue a la gente. Sucede constantemen- guirlo. Las cosas deben suceder de un modo natural.
te, pero a menos que uno se haya instruido en ello Por ejemplo, supongamos que sabéis que el hombre
no se da cuenta. A continuación llegó el turno a la que deseáis reclutar estará en un bistre de Parı́s una
conferencia de Yehuda Gil sobre las sutilezas del re- tarde determinada y sabéis que se expresa en ára-
clutamiento. Gil era un katsa legendario al que Riff be. Gil se sentarı́a junto a él y el oter se encontrarı́a
nos presentó como “un maestro”.8 Comenzó dicién- algo más allá, en la barra. De 7 Véase el apéndice

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

I. 8 Véanse el prólogo, y los capı́tulos 12 y 15. 70 reserva de antecedentes de empresas archivadas en


/ 250 pronto el oter advertirı́a la presencia de Gil, una estanterı́a, empresas con una estructura com-
le saludarı́a e iniciarı́an una conversación en ára- pleta que tienen dirección y número de registro y
be. El tipo que se encontrase sentado en medio no sólo esperan la oportunidad de entrar en funcio-
tardarı́a en intervenir. Como estarı́an al corriente namiento. Incluso mantiene algún capital invertido
de sus antecedentes dirigirı́an la conversación ha- en ellas, suficiente para archivar declaraciones de
cia aquello que pudiera interesarle. Entonces Gil impuestos e impedir que se despierten sospechas.
podrı́a decirle al oter. —¿Te reunirás luego con tu Existen centenares de ellas en todo el mundo. En
novia? —Sı́, pero vendrá acompañada de su amigui- el cuartel general habı́a cinco salas repletas del ma-
ta y delante de ella no podremos hablar. ¿Por qué terial necesario para poner en funcionamiento com-
no vienes tú también? —le responderı́a el oter. Gil pañı́as ficticias. En ellas se encontraban ocho hile-
alegarı́a que le era imposible porque tenı́a un com- ras de estanterı́as con sesenta cajas por estanterı́a
promiso. Al llegar a este punto el tipo en cuestión en cada una de las cinco habitaciones. La informa-
probablemente anunciarı́a que él estaba libre y de ción comprendı́a el historial de las compañı́as, sus
ese modo se encaminarı́a inconscientemente hacia estados de cuentas financieros, la historia de sus
su reclutamiento. —Consideradlo desde este pun- logotipos y con quiénes habı́an sido registradas, to-
to de vista —concluyó Gil—. Si esta conversación do cuanto pudiera interesar a un katsa acerca de la
se hubiese desarrollado en hebreo en algún bar de empresa. 71 / 250 Cuando llevábamos seis meses de
Parı́s, vosotros mismos podı́ais haber sido recluta- aprendizaje celebramos una reunión de mediado de
dos. Cuando la gente se halla en un paı́s extranjero curso llamada bablat, una abreviatura hebrea del
siempre se siente atraı́da hacia aquellos que se ex- bilbut baitsim, que significa “mezclar las bolas” o
presan en su propio idioma. El truco de establecer simplemente hablar ininterrumpidamente de todo.
el contacto inicial consiste en hacerlo parecer tan La sesión duró cinco horas. Dos dı́as antes habı́amos
natural que si el individuo lo considera retrospec- sido sometidos a un ejercicio en el que nos ordena-
tivamente no encuentre nada extraño en ello. De ron a mi colega Arik F. y a mı́ que nos sentáramos
ese modo si no funcionara no le habrı́ais engaña- en un café de la calle de Henrietta Sold, junto a
do. Nunca debe permitirse que llegue a considerar Kiker Hamdina. Pregunté a Arik si habı́a llegado
que ha sido vuestro objetivo. Pero antes de que lle- sin complicaciones y me respondió afirmativamen-
garais a intentar el acercamiento en aquel bistró te. —De acuerdo —le dije—, me consta que a mı́
de Parı́s, deberı́ais haber estudiado su expediente tampoco me han seguido. ¿Quién es entonces ese ti-
de arriba abajo, descubriendo todo lo posible sobre po que nos está observando desde allı́? Por lo que a
sus preferencias y asimismo sobre lo que se propo- mı́ respecta, esto se ha terminado. Me voy. Arik di-
nı́a hacer aquella noche... y procurando por todos jo que no podı́amos marcharnos, que tenı́amos que
los medios evitar cualquier elemento fortuito y el esperar a que nos recogieran. —Si deseas quedarte,
consiguiente riesgo. La conferencia más importan- allá tú —repuse—, pero yo me voy. Aunque insistió
te la pronunció Yetzak Knafy, que llegó provisto en que yo estaba cometiendo un error, le respondı́
de una serie de gráficos para explicarnos el apoyo que le esperarı́a en Kiker Hamdina. Le concedı́ me-
logı́stico que el Tsomet (departamento de recluta- dia hora. Cuando me marché tenı́a la intención de
miento katsa) recibe en sus operaciones. Es algo observar el café. Como disponı́a de tiempo, me for-
colosal, comenzando con los sayanim y continuan- mé un itinerario, comprobé que nadie me seguı́a y
do con dinero, coches, apartamentos y demás. Sin regresé, subiendo a lo alto de un edificio desde el que
embargo, el principal respaldo consiste en la docu- podı́a vigilar el restaurante. Al cabo de diez minu-
mentación. Un katsa puede decir que es propietario tos el hombre que habı́amos estado esperando en-
de una empresa que fabrica botellas, o que es un tró en el local y unos minutos después los coches de
ejecutivo de una delegación extranjera de la IBM, policı́a rodeaban aquel lugar. Los obligaron a salir
una compañı́a excelente, tan enorme que uno puede del local y, los golpearon hasta dejarlos sin sentido.
pasarse años simulando ser ejecutivo de ella. Inclu- Tuve que llamar a urgencias. Más tarde me enteré
so tenı́amos algunos almacenes en la IBM que nos de que todo aquel número habı́a sido un ejercicio
facilitaban apoyo en caso de emergencia. Contába- conjunto entre la Academia del Mossad y el depar-
mos con trabajadores y un despacho, todo lo nece- tamento secreto de la policı́a de Tel-Aviv y que no-
sario, y la central lo desconocı́a. Pero establecer un sotros habı́amos constituido el cebo. Arik, que en-
negocio, aunque sea falso, no es tan sencillo. Se ne- tonces tendrı́a veintiocho años, hablaba inglés y se
cesitan tarjetas comerciales, papeles con membrete, parecı́a muchı́simo a Terry Waite, el enviado de la
teléfono, télex y demás. El Mossad cuenta con una Iglesia anglicana que habı́a sido secuestrado. Antes

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VICTOR OSTROVSKY

de incorporarse al curso formaba parte del servicio subı́amos la escalera y hasta que llegamos a la ven-
secreto militar. Era el mayor embustero que ha ha- tana del pequeño cuarto de baño donde yo habı́a
bido sobre la faz de la tierra. Cuando decı́a buenos estado encerrado en una ocasión, durante las prue-
dı́as uno debı́a ir a la ventana para comprobar si bas a que me sometieron antes de iniciar el curso.
era cierto. Arik no fue tan duramente golpeado por Jamás podré olvidar lo que vimos en aquel momen-
la policı́a en aquel incidente porque estuvo hablan- to. Habı́a unas veinticinco personas alrededor de
do, mintiendo sin duda, pero no calló un momento: la piscina y todas estaban completamente desnu-
sabı́a que mientras uno habla no le golpean. Pero das. El subdirector del Mossad, su jefe actualmen-
Jakob, el otro muchacho, estuvo diciendo constan- te, también se encontraba allı́. Y Hessner. Y varias
temente: “No sé qué quieren ustedes.” Un policı́a secretarias: era algo increı́ble. Algunos individuos
corpulento le abofeteó, estrellando su cabeza con- no constituı́an un espectáculo muy agradable, pero
tra la pared. Sufrió una fractura de cráneo y estuvo la mayorı́a de las muchachas eran absolutamente
inconsciente durante dos dı́as, permaneciendo seis impresionantes. Debo confesar que me parecieron
semanas en el hospital. Durante un año siguió reci- mucho mejor que con uniforme. Muchas eran sol-
biendo el salario que le correspondı́a por el curso, dados femeninos que habı́an sido destinadas allı́ y
pero abandonó. Cuando nos pegaban era como una que tan sólo tendrı́an dieciocho o veinte años. Algu-
competición. Los policı́as estaban dispuestos a de- nos jugaban en el agua o bailaban, y otros estaban
mostrar que eran mejores que nosotros. Aquello era tendidos sobre mantas a derecha e izquierda hacien-
peor que ser realmente capturado. Los jefes de am- do el amor con el mayor entusiasmo. Nunca habı́a
bos bandos solı́an decir: “Apuesto a que no podrás visto nada parecido. —Hagamos una lista con to-
dominar a mis chicos”, y entonces el otro respondı́a: dos los que están ahı́ —propuse. Heim sugirió que
“¿Estás seguro? ¿Hasta dónde puedo llegar?” En el buscásemos una cámara fotográfica. —Yo no tengo
bablat nos quejábamos de que no habı́a ninguna nada que ver con eso —repuso Michel—, y deseo
necesidad de ser golpeados tan bestialmente. Nos seguir en la organización. Yosy estuvo de acuerdo
respondieron que cuando cayésemos, no debı́amos con él y Heim admitió que acaso fuese impruden-
resistirnos sino hablar. Nuestros captores no recu- te sacar fotografı́as. Permanecimos en aquel lugar
rrirı́an a la fuerza mientras estuviésemos hablando. unos veinte minutos. Sin duda alguna, todos eran
72 / 250 Cada vez que realizábamos un ejercicio, co- peces gordos y estaban haciendo intercambio de pa-
rrı́amos el peligro de ser capturados por la policı́a, rejas. Aquello me sorprendió extraordinariamente:
y ello nos enseñaba a tomar precauciones. Al llegar desde luego era algo que jamás hubiera imaginado.
a cierto punto el programa de la clase compren- Considerábamos a aquellos hombres como héroes,
dı́a una conferencia de Mark Hessner9 prevista para los respetábamos y luego los veı́amos celebrando
el dı́a siguiente y que trataba de operaciones mu- una orgı́a sexual junto a la piscina. Me maravilló
tuas, algo denominado Operación Ben Baker, que el que Heim y Michel no parecieran sorprendidos. 9
Mossad habı́a realizado conjuntamente con el servi- Véase el capı́tulo 9. 73 / 250 Nos marchamos sigi-
cio secreto francés. Mis compañeros y yo decidimos losamente, fuimos hacia nuestro coche y lo empu-
adelantar el tema estudiando el caso la noche an- jamos hasta la entrada. No lo pusimos en marcha
terior por lo que aquella tarde, cuando concluyó la hasta que cruzamos la verja y descendimos por la
clase, regresamos a la Academia y fuimos a la Sala cuesta. Según comprobamos posteriormente, aque-
seis, una sala blindada del segundo piso donde se llas reuniones se celebraban constantemente. La zo-
guardaban los archivos. Corrı́a el mes de agosto de na que rodea la piscina es el lugar más seguro de
1984 y era una noche maravillosa de viernes, por lo Israel. Uno no accede allı́ si no forma parte del Mos-
que perdimos la noción del tiempo. Era ya cerca- sad. ¿Qué es lo peor que podrı́a suceder? Que las
na la medianoche cuando salimos de la habitación descubriera un cadete. ¿Y qué podrı́a ocurrir en tal
y la cerramos. Habı́amos dejado nuestro coche en caso? Uno siempre podrı́a negarlo. Al dı́a siguiente,
el aparcamiento, cerca del comedor, y nos encami- en clase, resultaba extraño estar allı́ sentado oyen-
nábamos hacia allı́ cuando oı́mos un gran estrépito do hablar a Hessner después de lo que le habı́amos
desde la zona de la piscina. —¿Qué diablos será visto hacer la noche anterior. Recuerdo que no pude
eso? —pregunté a Michel. —Vamos a verlo —res- por menos de formularle una pregunta. —¿Le pasa
pondió. —Aguardad —intervino Heim—. Vayamos algo en la espalda? —le dije. —¿Por qué? —res-
sigilosamente. —Mejor aún —sugerı́—, volvamos al pondió. —Porque camina como si la hubiese forza-
segundo piso y desde la ventana veremos qué suce- do. Heim me miró y la barbilla casi le tocó al suelo.
de. Los ruidos se sucedieron ininterrumpidamente Tras la larga y tediosa charla de Hessner nos dieron
mientras entrábamos de nuevo en la Academia y otra conferencia sobre la estructura militar de Siria.

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

Resultaba difı́cil no quedarse dormido con aquellas se de personas. Solı́amos decir que no sometı́amos
disertaciones. Si uno se encontrara en los Altos del a chantaje a la gente. No tenı́amos por qué hacer-
Golán podrı́a sentirse interesado, pero todas aque- lo: nos bastaba con manipularlos. Nunca se dijo que
llas tonterı́as acerca de cómo desplegaban los sirios fuese un negocio limpio. 75 / 250 5. NOVATOS Por
sus efectivos eran bastante aburridas, aunque nos fin, a principios de marzo de 1984, llegó el momen-
infiltraban una perspectiva general y eso era lo que to de abandonar las aulas. En aquellos instantes
realmente deseaban. A continuación el curso com- aún seguı́amos siendo trece los alumnos del curso.
prendı́a una nueva temática sobre encuentros se- Nos dividieron en tres equipos, instalándonos a ca-
guros en paı́ses base. Con la primera conferencia se da uno en un apartamento distinto de Tel- Aviv.
exhibı́a una pelı́cula de entrenamiento sobre el tema Mi equipo se alojaba en Givataim; otro, en el cen-
producida por el Mossad. La filmación, viendo a to- tro de la ciudad, cerca de la calle de Dizengoff y, el
da aquella gente sentada en los restaurantes, no nos tercero, en la avenida de Ben Gurión, al norte de
causó gran impacto. Lo importante era aprender a la ciudad. Cada apartamento era a un tiempo base
escoger el local o cuando celebrar la entrevista. Pre- y piso franco. El que yo ocupaba se hallaba en el
viamente a cualquier reunión debı́amos asegurarnos cuarto piso de una casa sin ascensor, con un balcón
de que nadie nos estuviera vigilando. Si nos reunı́a- en el salón, otro en la cocina, dos dormitorios, baño
mos con un agente, esperarı́amos a que él entrase y aseo. Estaba parcamente amueblado y pertenecı́a
primero y se sentase para poder comprobar que no a un katsa que se encontraba en el extranjero. Shai
habı́a sido seguido. Todos los movimientos que se Kauly era el responsable de mi base-piso franco.
realizan en estos casos tienen sus normas. Si se que- Los otros novatos allı́ destinados eran Tsvi G., el
brantan, puedes ser hombre muerto. Si aguardas al psicólogo; Arik F.; Avigdor A., mi compañero, y
agente en el restaurante, eres un objetivo sentado. otro tipo llamado Amy, un lingüista muy nervioso
Aunque él se levantara para ir al cuarto de baño, que, entre los distintos defectos que se le aprecia-
serı́a conveniente que no esperaras su regreso. Eso ban, era un recalcitrante no fumador en un entorno
sucedió en una ocasión en Bélgica, en que un katsa en el que fumar cigarrillo tras otro se consideraba
llamado Tsadok Offir se reunió con un agente ára- como parte de los ritos de iniciación. Amy, un sol-
be. Tras permanecer sentados durante varios mi- tero de Haifa, tenı́a aspecto de artista de cine y le
nutos, el árabe dijo que tenı́a que salir a buscar aterraba pensar que alguien pudiera darle una pali-
algo. Cuando regresó, Offir seguı́a allı́ esperando. za. No puedo imaginar cómo consiguió superar las
El agente desenfundó una pistola y le llenó el cuer- pruebas básicas. Llegamos los cinco sobre las nueve
po de plomo. Offir sobrevivió milagrosamente y el de la mañana con nuestro equipaje y trescientos dó-
agente fue eliminado más tarde en el Lı́bano. Ac- lares en efectivo en los bolsillos, una cantidad consi-
tualmente cuenta esta experiencia a todos cuantos derable calculando que por entonces el salario de un
quieren escucharle para demostrarles cuan peligro- novato era de quinientos dólares mensuales. Como
so puede ser un simple desliz. Nos enseñaban cons- nos disgustaba tener a Amy con nosotros porque
tantemente el modo de asegurarnos. —Ahora estáis era un alfeñique, comenzamos a charlar acerca de
aprendiendo a ir en bicicleta —nos decı́an—, cuan- lo que harı́amos cuando viniese la policı́a y cómo
do salgáis de aquı́ no tendréis que pensar en ello. La podrı́amos prepararnos para resistir el dolor, todo
idea del reclutamiento es como echar una piedra por ello con el propósito de que él se sintiera aún más
una ladera. Utilizábamos la palabra ledarder, que incómodo. Éramos unos canallas y disfrutábamos
significa estar en la cumbre de una colina y empu- de aquel modo. Alguien llamó a la puerta y él se
jar una roca hacia abajo. Ası́ se recluta a la gente. levantó sobresaltado, incapaz de disimular la ten-
Se escoge a alguien y se consigue que gradualmente sión que sentı́a. Nuestro visitante era Kauly, que
realice algo ilegal o inmoral y se le empuja por la nos traı́a un gran sobre de papel manila para cada
ladera. Pero si se halla en un pedestal 74 / 250 no uno. — ¡No quiero saber nada más de esto! —ex-
va a ayudarnos y no podremos utilizarle. El quid clamó Amy al verlo. Kauly le respondió que fuese a
de la cuestión consiste en utilizar a la gente. Pero entrevistarse con Araleh Sherf, director de la Aca-
con el fin de utilizarlos se debe moldearlos. Si nos demia. Más tarde lo enviaron con el grupo de la
encontramos con un individuo que no bebe, no tie- calle de Dizengoff, pero una noche que la policı́a se
ne apetencias sexuales, no necesita dinero ni tiene presentó allı́ y llamó a la puerta, se levantó y dijo:
problemas polı́ticos y se siente dichoso con la vida —Ya estoy harto. Y se marchó para siempre. Ası́
que lleva, no podremos reclutarle. Lo que se hace es pues, nos quedamos reducidos a una docena. En
trabajar con traidores. Un agente es un traidor, por los sobres que Kauly nos entregó estaban incluidas
mucho que lo racionalice. Tratamos con la peor cla- las instrucciones que debı́amos seguir. Por mi par-

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VICTOR OSTROVSKY

te, se me ordenaba que me pusiera en contacto con dió a vigilar el domicilio de Harari para mı́ mientras
un individuo llamado Mike Harari, nombre que por yo iba a vigilar al contacto destinado a Arik, el hom-
entonces no significaba nada para mı́. Asimismo de- bre propietario de una compañı́a llamada Juguetes
bı́a obtener información sobre un hombre conocido Bukis. Lo único que sabı́a de Harari era su nombre
como “Mikey” por sus amigos, antiguo piloto volun- y su dirección, mas no figuraba en el listı́n telefó-
tario durante la guerra de independencia a fines de nico. Sin embargo, consultando en la biblioteca, le
los cuarenta. Kauly nos dijo que debı́amos ayudar- encontré incluido en el Who’s who de Israel. Figura-
nos mutuamente para completar nuestras tareas. ban muy pocos antecedentes: tan sólo se decı́a que
Ello representaba considerar un plan de operacio- era el presidente de Seguros Migdal, una de las fir-
nes y establecer una rutina para 76 / 250 garantizar mas más importantes del paı́s en dicho ramo, cuya
la seguridad de nuestro apartamento. Nos entregó central se encontraba cerca de un distrito llamado
algunos documentos —yo volvı́a a ser “Simón”— y Hakirya. En dicha zona se hallan muchos edificios
algunos impresos de informes. En primer lugar de- oficiales. La inscripción indicaba asimismo que la
bı́amos encontrar un escondrijo parar ocultar nues- esposa de Harari trabajaba como bibliotecaria en
tros documentos y seguidamente ingeniarnos una la Universidad de Tel-Aviv. Decidı́ acudir en busca
historia que nos sirviera de tapadera para justificar de empleo a Seguros Migdal, Me enviaron al depar-
que estuviésemos todos juntos en el apartamento, tamento de personal y, mientras hacı́a cola, observé
por si la policı́a hacı́a una redada. El mejor medio a un hombre, aproximadamente de mi misma edad,
para ello era inventar una “razón en cadena”. Yo que trabajaba en un despacho próximo y oı́ que
podı́a decir que procedı́a de Holon y que habı́a ve- un compañero suyo le llamaba “Yakov”. Me levan-
nido a Tel-Aviv, donde habı́a conocido a Jack, el té, me dirigı́ hacia su despacho y le dije: —¡Yakov!
dueño del apartamento, en un café. —Jack me dijo —Sı́, yo soy. ¿Quién es usted? —repuso. 77 / 250
que podı́a ocuparlo porque se iba a pasar dos me- —Soy Simón. Te recuerdo: estuvimos juntos en Tel
ses en el extranjero —dirı́a—. Entonces me encon- Hashomer —me referı́a a la principal base de reclu-
tré con Arik en un restaurante. Le conozco desde tamiento militar donde acuden todos los israelı́es.
la guerra de Haifa y no tuve inconveniente en que —¿Qué año estuviste allı́? —se interesó. —Soy un
se alojara aquı́ conmigo. Avigdor serı́a un amigo doscientos tres —le dije en lugar de responderle di-
de Arik y ambos tendrı́an también su propia coar- rectamente. Se trataba del comienzo de una serie
tada, y ası́ sucesivamente, para que por lo menos numérica que representa un fragmento de tiempo
pareciese verosı́mil. En cuanto a Kauly, le dijimos de reclutamiento más que un año o mes especı́fi-
que tendrı́a que inventarse su propia historia. En- cos. —Yo también soy un doscientos tres —repuso
contramos un hueco en la mesa del comedor, una Yakov. —¿Estuviste en las fuerzas aéreas? —No, en
de esas mesas ensambladas y con un vidrio sobre los tanques. —¡Oh, entonces acabaste pongos! —co-
el panel de madera, y acoplamos cuidadosamente menté riendo. (Pongos es una expresión hebrea que
un segundo panel “falso”. Bastaba con levantar el juega con la palabra hongos para designar a la gen-
cristal y apartar la pieza superior de madera. Era te metida en un tanque, el cual siempre suele ser
fácilmente accesible y un lugar donde a muy pocos oscuro y con frecuencia húmedo.) Le dije que cono-
se les ocurrirı́a mirar. También acordamos llamar a cı́a un poco a Harari y le pregunté si habı́a vacantes
la puerta de un modo especial, los clásicos dos gol- en la empresa. —¡Oh, sı́, están buscando vendedo-
pes, luego otro, dos más y uno, para indicar que se res! —me confió Yakov. —¿Sigue siendo Harari el
trataba de alguien de los nuestros. Antes de regre- presidente? —No, no —repuso mencionando otro
sar al apartamento podı́amos llamar y transmitir nombre. —¿A qué se dedica ahora? —Es diplomá-
un mensaje cifrado. Ahora bien, si no habı́a nadie tico —me informó Yakov—. Y también posee un
en la casa, la señal de “no existe peligro” consistirı́a negocio de importación y exportación en el edificio
en una toalla amarilla colgada en un tendedero en Kur. Aquello me resultó familiar porque Avigdor
el balcón de la cocina. Disfrutábamos de excelente manifestó haber visto un Mercedes con la matrı́-
talante. Nos sentı́amos como si flotásemos por los cula blanca caracterı́stica de las embajadas en la
aires: estábamos realizando un auténtico trabajo, puerta de Harari. Me quedé desconcertado: en Is-
aunque todavı́a siguiera siendo de simple entrena- rael una persona con nombre hebreo que se asocie
miento. Aquel dı́a, antes de que Kauly se marchara, con diplomáticos extranjeros resulta muy sospecho-
habı́amos elaborado planes para abordar a nuestros sa, pues todos los pertenecientes a dicho estamento
contactos y reunir información sobre ellos. Puesto que se encuentren en el paı́s son considerados es-
que dispondrı́an de direcciones, nuestro primer paso pı́as. Por esa razón un soldado israelı́ que esté ha-
consistirı́a en observar. De modo que Avigdor acu- ciendo autostop no puede aceptar que le recojan en

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

un vehı́culo que ostente dicha matrı́cula diplomáti- vista en lo alto podı́a distinguirlo todo claramente.
ca: si ası́ lo hiciera se verı́a obligado a presentarse A mis pies habı́a una zona donde los coches podı́an
ante un consejo de guerra. Y cuando Avigdor vio el girar en redondo. En lugar de cruzar el puente, me
Mercedes en la puerta de Harari ignorábamos que di un aparatoso manotazo en la cabeza como si hu-
se trataba de su coche y creı́mos que pertenecerı́a a biese olvidado algo, giré en redondo y regresé a la
algún visitante. Yakov y yo aún estuvimos un rato calle Kaplan lentamente para que pudieran darme
charlando hasta que se me acercó una mujer y me alcance. No pude contener una risita al escuchar los
dijo que habı́a llegado el momento de que me pre- bocinazos de los coches que estaban bajo el puente
sentase a la entrevista para el empleo. Con el fin de cuando el coche que iba tras mis pasos trató de dar
no despertar sospechas me sometı́ a la prueba, pe- la vuelta por completo entre el denso tráfico. En
ro fracasé deliberadamente. Por el momento sabı́a Kaplan lo único que podı́an hacer era seguirme en
dónde trabajaba la mujer de Harari —en la Uni- fila india. Avancé hasta la mitad de la calle, a un
versidad de Tel- Aviv— y que él era diplomático. puesto militar que se halla frente a la “Puerta Vic-
¿Pero de dónde? ¿Y para quién? Podı́a seguir su co- tor”, ası́ denominada en honor a mi en otro tiempo
che, pero si ostentaba dicho cargo, probablemente sargento mayor, y luego me zambullı́ entre el tráfi-
habrı́a sido aleccionado por el servicio secreto y no co hasta un quiosco donde compré un bocadillo y
querı́a fallar en mi primera prueba. Al segundo dı́a una gaseosa. Seguı́ de pie contemplando cómo el co-
dije a Kauly que habı́a decidido realizar mis ejerci- che se aproximaba lentamente. De repente descubrı́
cios uno tras otro: primero entrarı́a en contacto con que el conductor era Dov L. Concluı́ mi refrigerio
Harari y luego descubrirı́a quién era Mikey. Cada y me acerqué al vehı́culo, a la sazón irremediable-
vez que salı́amos del apartamento corrı́amos el ries- mente atascado entre el tráfico, y pasando sobre su
go de ser seguidos. En tal caso, debı́amos advertir capota logré alcanzar la acera y marcharme. A mis
a los demás de que ya no estábamos seguros. Natu- espaldas oı́ a Dov que hacı́a sonar la bocina a breves
ralmente cada uno de nosotros sabı́a dónde iban los intervalos como si dijera: “De acuerdo: te has salido
restantes porque presentábamos nuestros informes con la tuya. Me has cogido.” Yo exultaba de alegrı́a:
a Shai Kauly. Al llegar a este punto podı́a hacer habı́a sido realmente divertido. Dov me confesarı́a
APAM en sueños. Al cuarto dı́a, cuando me diri- después muy avergonzado que nadie le habı́a com-
gı́a al edificio Kur, advertı́ que alguien me estaba prometido de tal modo. Tras asegurarme de que no
escoltando desde las proximidades del distrito de habı́a nadie más tras de mı́, cogı́ un taxi y me dirigı́
Hakirya. Mi habitual ruta de seguridad consistı́a hacia otro punto de Tel-Aviv desde donde organiza-
en tomar el autobús de 78 / 250 Givataim, dirigir- rı́a mi itinerario, asegurándome de que todo aquello
me a Derah Petha Tikvah y apearme en la esquina no habı́a sido sólo un truco para hacerme bajar la
de la calle de Kaplan, que atraviesa directamente guardia. Luego regresé al edificio Kur y cuando lle-
Hakirya. Aquel dı́a me apeé del autobús, di un ro- gué al mostrador de información anuncié que estaba
deo —al igual que habı́a hecho antes de subir — y citado con Mike Harari. Me enviaron al cuarto pi-
miré hacia la derecha sin ver a nadie. Sin embargo, so, en el que un pequeño letrero decı́a algo parecido
cuando me volvı́ hacia la izquierda advertı́ un coche a “Importación-Exportación. Expediciones”. Habı́a
en el aparcamiento, ocupado por ciertos individuos decidido presentarme durante la pausa del almuerzo
que me parecieron fuera de lugar, por lo que me porque en Israel los directivos raras veces se quedan
propuse jugar con ellos y hacerles una mala pasa- a almorzar. En aquel punto lo único que deseaba era
da. Me dirigı́ hacia el sur de Derah Petha Tikvah, hablar con alguna secretaria y conseguir un núme-
una arteria principal con tres vı́as en ambas direc- ro telefónico y alguna información adicional. Y si
ciones, lo que significaba que el vehı́culo tendrı́a que Harari se encontraba allı́, tendrı́a que improvisar.
ir delante de mı́ si no querı́a perderme de vista. Lle- Afortunadamente sólo estaba la secretaria, la cual
gué a un punto en que un puente cruza sobre Petha me informó que la firma expedı́a sus propios pro-
Tikvah hacia el edificio Kafka. Eran sobre las do- ductos, principalmente a América del Sur, pero que
ce menos cuarto de la mañana y el tráfico estaba a veces aceptaba encargos o efectuaba envı́os par-
terriblemente colapsado. Subı́ al puente, me detuve ciales ajenos para completar algún cargamento. 79
y pude ver cómo el conductor del coche levantaba / 250 Le dije que me habı́a enterado por la compa-
la mirada hacia mı́, pero no podı́a acercárseme sin ñı́a de seguros de que Harari trabajaba allı́. —¡No,
que yo lo advirtiera. En el extremo opuesto habı́a no! —exclamó ella—. Es uno de los socios, pero no
otro tipo dispuesto a seguirme si tomaba dirección trabaja aquı́. Es el embajador de Panamá. —Dis-
norte y un tercero también preparado por si me en- cúlpeme —repuse (respuesta fatal, pero me habı́a
caminaba hacia el sur. Desde mi ventajoso punto de cogido por sorpresa)—. Creı́ que era israelı́. —Y

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VICTOR OSTROVSKY

lo es —contestó ella—. Pero también es el emba- telefoneado a Raafi Hochman, alcalde de Eilat, a
jador honorario de Panamá. Ası́ pues, me marché, quien conocı́a desde cuando vivı́ un año en dicha
seguı́ mi ruta y redacté un informe completo sobre localidad, y con el que habı́a ido a la misma clase
las actividades de la jornada. Cuando Kauly lle- en el 80 / 250 Instituto, aunque, desde luego, no
gó, me preguntó qué habı́a conseguido y se interesó me di a conocer, y le expuse dicha propuesta por si
por saber cómo me proponı́a establecer el contacto. llegaba el caso de que Harari decidiese investigar el
—Pienso ir a la embajada panameña. —¿Por qué? asunto. Por desdicha, Kauly no me consiguió el pa-
—se interesó. Yo ya habı́a elaborado un plan. El saporte que necesitaba, por lo que me presenté sin
archipiélago de las Perlas, en las proximidades de él. Pensé, ¡qué diablos!, si me lo pide le diré que soy
Panamá, solı́a albergar una rica industria de perlas canadiense, pero que no suelo llevarlo encima y que
cultivadas. En Israel, el mar Rojo es asimismo muy me lo he dejado en el hotel. Llegué a la embajada y
propicio para tal producción: es tranquilo y tiene me encontré con que Harari era el único que estaba
el contenido de sal apropiado y, al otro lado, en el allı́. Nos sentamos uno frente a otro en un lujoso
golfo Pérsico, hay ostras perlı́feras en abundancia. despacho. Tras su enorme mesa escritorio, me es-
Yo me habı́a enterado de todo ello, especialmente tuvo escuchando mientras le describı́a mi plan. En
del proceso de creación de las perlas cultivadas, en primer lugar se interesó. —¿Están respaldados por
la biblioteca. Me presentarı́a en la embajada, simu- un banco o son inversores individuales? Le dije que
lando ser socio de un riquı́simo hombre de negocios se trataba de una empresa comercial considerada de
americano que se proponı́a crear una industria de alto riesgo. Al oı́r estas palabras Harari sonrió. Yo
tal tipo en Eilat. Considerando la alta calidad de la estaba dispuesto a entrar en todos los detalles sobre
producción panameña en este sector, pensábamos las ostras, pero entonces me preguntó: —¿De cuán-
importar un contenedor completo de ostras perlı́fe- to dinero estamos hablando? —Lo que sea, hasta
ras a Israel para iniciar el negocio. En el proyecto se quince millones de dólares. Pero contamos con gran
indicarı́a que las personas implicadas en el mismo libertad de acción. Calculamos que los costes de la
tenı́an muchı́simo dinero y eran solventes y que no operación para tres años no superarán los tres mi-
se trataba de una estafa, puesto que no habrı́a bene- llones y medio. —Entonces ¿por qué calcular un
ficios por lo menos hasta dentro de tres años. Kauly margen tan elevado si los costes son tan reducidos?
lo aprobó. Por consiguiente debı́a conseguir que Ha- —se interesó Harari. —Porque los beneficios po-
rari, antes que el embajador panameño oficial, me tenciales serán muy altos y mi socio es muy hábil
concediese una entrevista. Telefoneé identificándo- consiguiendo dinero. Yo estaba sumamente deseoso
me como Simón Lahav y dije que deseaba proponer de entrar en los aspectos técnicos del plan, de soltar
una inversión en Panamá. La secretaria me sugirió en algún momento el nombre del alcalde de Eilat,
que hablase con un agregado. —No —respondı́—. y todo lo demás. Pero Harari me interrumpió brus-
Necesito tratar con alguien que posea experiencia camente, y medio incorporado sobre la mesa me
comercial. —Entonces tal vez deberı́a entrevistarse dijo: —Con una cifra adecuada podrán obtener to-
con el señor Harari —sugirió ella. Y ası́ fijamos la do cuanto quieran en Panamá. Esto me representó
cita para el dı́a siguiente. Le dije que podı́a concre- un auténtico problema. Me proponı́a hablar con un
tarme cualquier detalle en el Sheraton, donde yo individuo y echarlo a rodar cuesta abajo implicán-
figuraba inscrito gracias a un acuerdo que el Mos- dole poco a poco en el juego. Seguı́ interpretando el
sad tenı́a establecido con la seguridad de diversos papel de buen chico, pero antes de que pudiera vol-
hoteles, por el que registran a sus oficiales y les ver a abrir la boca era él quien me estaba haciendo
asignan el número de una habitación para recibir rodar cuesta abajo. Me habı́a presentado con una
mensajes. Aquel mismo dı́a, un poco más tarde, embajada ante el honorable embajador, y aunque
me dejaron una nota en la que me indicaban que al él ni siquiera me conocı́a estábamos hablando de
dı́a siguiente a las seis de la tarde Harari me esta- sobornos. —¿Qué quiere decir? —repuse finalmen-
rı́a aguardando en la embajada. Aquello me pareció te. —Panamá es un paı́s curioso —prosiguió—. En
extraño porque en todas partes cierran a las cinco. realidad no es un paı́s: es más bien como un ne-
La embajada de Panamá se halla en la playa sur del gocio. Yo conozco a la gente adecuada o, en otras
aeropuerto Sede Dov, en el primer piso de un edi- palabras, a los comerciantes. Allı́, una mano lava
ficio de apartamentos. Me presenté elegantemente a la otra. Ahora tendrı́a que negociar para su em-
vestido y dispuesto a realizar negocios. Habı́a pedi- presa perlı́fera y tal vez mañana necesitemos otra
do que me facilitasen un pasaporte porque no debı́a cosa de usted. Es una especie de convenio comer-
parecer israelı́ sino un hombre de negocios de la Co- cial, pero nos gusta tratar a largo plazo. Hizo una
lumbia Británica, en Canadá. En tal sentido habı́a pausa y añadió: —Antes de seguir adelante, ¿me

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

permite comprobar su identidad? —¿Qué clase de guió Sherf—. ¿A quién piensas que voy a creer, a
comprobación? —Por ejemplo, ver su pasaporte ca- ti, que eres un novato, o a él? Sentı́ que la sangre
nadiense. —No llevo mi pasaporte por ahı́. —En se me subı́a a la cabeza. Estaba irritadı́simo. No
Israel debe llevar siempre consigo un documento de suelo recordar los nombres correctamente, pero mis
identidad. Llámeme cuando lo tenga y hablaremos. informes siempre han sido casi perfectos. Yo habı́a
—Y concluyó—: Como sabe, la embajada está ce- puesto en marcha la grabadora que llevaba en el
rrada. Se levantó y me acompañó hasta la puerta sin maletı́n antes de comenzar la reunión con Harari.
añadir palabra. 81 / 250 Yo no habı́a reaccionado Le tendı́ la cinta a Sherf. —Aquı́ está grabada la
debidamente cuando Harari me pidió el pasaporte: conversación. Tú dirás a quién crees: la copié tex-
habı́a dudado, casi tartamudeado. Probablemente tualmente. Tras estas palabras Sherf cogió la cinta
se habı́an encendido sus luces de seguridad y ha- y salió del despacho, regresando un cuarto de hora
bı́a decidido mostrarse más prudente. De repente después. —¿Quieres que te acompañen al aparta-
me pareció muy peligroso. Regresé al apartamento mento? —dijo—. Sin duda ha habido un mal enten-
siguiendo los procedimientos habituales de seguri- dido. Toma estos sobres, aquı́ está el dinero para tu
dad y concluı́ mi informe hacia las diez de la noche, equipo. —¿Puedes devolverme la cinta? —le dije—.
en el instante en que Kauly se presentaba especı́fi- Tengo algunas cosas grabadas en ella referentes a
camente para leerlo. Kauly se marchó y no estarı́a otras operaciones. —¿Qué cinta? 82 / 250 —La que
muy lejos cuando llegó la policı́a. Propinaron pata- acabo de darte. —Verás —respondió—, sé que has
das contra la puerta del apartamento hasta doblarla pasado una noche terrible en la comisarı́a. Lamento
y los novatos fuimos conducidos a la comisarı́a de tener que haberte hecho venir hasta aquı́ sólo para
policı́a de Ramal Gan y encerrados en celdas se- darte el dinero de tu equipo. Pero a veces las cosas
paradas para ser interrogados. Se trataba una vez son ası́. Más tarde, hablando con Kauly, éste me
más de inculcarnos que cuando se trabaja en una confesó que se alegraba de que hubiese grabado la
base, nuestro mayor enemigo podı́an ser las autori- conversación. —De otro modo hubieses quedado en
dades locales. Si por ejemplo éramos seguidos, de- ridı́culo y probablemente te hubieran expulsado del
bı́amos hacer constar en nuestro informe si creı́a- curso —me dijo. No volvı́ a ver ni a oı́r aquel casete,
mos que se trataba de la policı́a. Nos retuvieron pero aprendı́ bien la lección. Ello empañó un tanto
toda la noche y cuando regresamos al apartamento la visión que yo tenı́a del Mossad. ¡De modo que
la puerta ya habı́a sido reparada. Al cabo de unos aquél era el gran héroe! Anteriormente habı́a oı́do
diez minutos sonaba el teléfono. Era Araleh Sherf, hablar muchı́simo de los éxitos de Harari, pero tan
el director de la escuela. —¿Eres tú, Victor? —in- sólo le conocı́a por su nombre en clave, “Cobra”, y
terrogó—. Deja todo lo que estés haciendo: quiero por fin habı́a descubierto quién era realmente. Po-
que te presentes aquı́ ahora mismo. Cogı́ un taxi co antes de la medianoche del 20 de diciembre de
hasta la esquina próxima al Country Club, donde 1989, cuando Estados Unidos invadió Panamá en
me apeé y llegué andando a la escuela. Compren- tiempos del general Manuel Noriega, con las prime-
dı́a que algo no marchaba bien. Quizá ya habı́an ras informaciones recibidas se decı́a que también
descubierto que el fabricante de juguetes habı́a si- habı́an capturado a Harari. Asimismo, en diversos
do miembro del Mossad, como lo era el contacto de servicios informativos transmitidos por cable se le
Avigdor, el propietario de una fábrica de bebidas. describı́a como un “antiguo oficial del servicio se-
—Voy a hablarte claramente —dijo Sherf—. Mike creto del Mossad israelı́ que se habı́a convertido en
Harari habı́a sido jefe del Metsada. La única ton- uno de los más influyentes consejeros de Noriega”.
terı́a la cometió en Lillehammer, en donde era jefe. Un funcionario del nuevo gobierno panameño ins-
”Shai Kauly está muy orgulloso de ti. Me transmi- talado por los americanos expresó su satisfacción
tió tu informe, pero en tus declaraciones Harari no ante esta noticia, diciendo que, después de Norie-
resultaba muy favorecido. De modo que anoche le ga, Harari era “la persona más importante de Pana-
llamé y le pedı́ que me respondiera. Le leı́ tu infor- má”. No obstante, su alegrı́a fue prematura puesto
me y me aseguró que todo cuanto dices es falso. Y que aunque capturaron a Noriega, Harari desapa-
acto seguido procedió a darme la versión de Harari. reció, reapareciendo poco después en Israel, donde
Según él, yo habı́a llegado, habı́a aguardado veinte aún continúa. Yo aún tenı́a otro proyecto que llevar
minutos hasta que estuvo dispuesto a recibirme y a cabo: reunir información sobre el antiguo piloto
luego comencé a expresarme en un inglés pésimo. de aviación llamado “Mikey”. Syd Osten, mi padre
Dijo que habı́a comprendido que yo era un farsan- (que habı́a anglicanizado su nombre de Ostrovsky y
te y que me habı́a acusado de haber urdido toda que actualmente reside en Omaha, Nebraska), ha-
aquella historia. —Harari fue mi superior —prosi- bı́a sido capitán de las fuerzas aéreas voluntarias de

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VICTOR OSTROVSKY

Israel y yo estaba familiarizado con sus rocambo- vitaron a almorzar: todo fue sobre ruedas. Hubiera
lescas aventuras y el heroı́smo que desplegó durante podido conseguir cuanto quisiera de ellos, pero con
la guerra de independencia. Muchos pilotos de las aquello me bastaba. Acto seguido regresé al apar-
fuerzas aéreas norteamericanas, británicas y cana- tamento y redacté mi informe, diciéndole a Kauly:
dienses que combatieron durante la segunda guerra —Si hay algo en esta cinta que no desees que figu-
mundial se ofrecieron después como voluntarios pa- re, dı́melo ahora. Kauly se echó a reı́r. En marzo de
ra luchar por Israel. La mayorı́a de ellos residı́an en 1984, mientras estábamos realizando aquella parte
la base del aeropuerto Sede Dov, de la que mi padre del curso, Araleh Sherf nos escogió para represen-
habı́a sido comandante. Aunque conseguı́ muchos tar un espectáculo dirigido por el famoso productor
de sus nombres por los archivos no pude hallar re- cinematográfico israelı́ Amos Etinger en el Museo
ferencia alguna del tal “Mikey”. A continuación pedı́ del Man Concert Hall de Tel-Aviv para la conven-
al jefe de seguridad, Mousa M., que me inscribiera ción anual del Mossad, que debı́a celebrarse antes
en el hotel Hilton. Seguidamente me procuré algu- de dos dı́as. Tamar Avidar, la esposa de Etinger,
nos cartones y trı́podes y llamé a la oficina de enlace es una célebre periodista y en otros tiempos ha-
de las fuerzas aéreas diciendo que era un realiza- bı́a sido agregada cultural en la embajada israelı́
dor cinematográfico canadiense y deseaba hacer un en Washington. El acontecimiento era una de esas
documental sobre los voluntarios que habı́an con- ocasiones extraordinarias en que el Mossad realiza
tribuido a constituir el Estado de Israel. Añadı́ que un acto público vinculado con la gente del exterior,
me hospedarı́a durante dos dı́as en el Hilton y que aunque esas personas más bien fuesen como una
me gustarı́a entrevistarme con todos cuantos fuera prolongación familiar, en su mayorı́a polı́ticos, ser-
posible. Hacı́a sólo un mes que las fuerzas aéreas ha- vicio secreto militar, veteranos y los directores de
bı́an celebrado una ceremonia de condecoraciones, diversos periódicos. Estábamos agotados: aún te-
por lo que disponı́an de una relación con direcciones nı́amos que hacer informes para Kauly y la noche
totalmente actualizada. El enlace me confirmó que anterior apenas habı́amos dormido porque estuvi-
se habı́a puesto en contacto con veintitrés de ellos mos ensayando para el gran espectáculo. Yosy ha-
y que unos quince habı́an prometido aparecer por bı́a sugerido que nuestro grupo fuese a su casa para
el Hilton, y se puso a mi disposición por si deseaba descansar un poco puesto que debı́amos permane-
algo más. 83 / 250 Valiéndome de los cartones con- cer juntos, pero más tarde nos dijo que le esperaba
feccioné algunos carteles en los que se leı́a: “Cielos una mujer a la que habı́a prometido visitar. De mo-
Radiantes: historia de la Guerra de Independencia.” do que no durmió ni un momento. —Estás recién
Y sobre el titular añadı́: “Consejo Cinematográfico casado —le dije— y acabas de tener un hijo. ¿Pa-
Canadiense de Documentales.” El viernes a las diez ra qué te has casado? No descansas un momento.
de la mañana Avigdor y yo entrábamos en el Hil- Eres como pez en el agua, por lo menos una parte
ton. Avigdor vestı́a un mono y llevaba los letreros. tuya siempre está nadando. Me explicó que sus pa-
Yo iba formalmente vestido. Mi compañero instaló rientes polı́ticos tenı́an un almacén en la plaza de
uno de ellos en la entrada principal, informando de Kiker Hamdina (actualmente algo similar a la ele-
la habitación en que iban a celebrarse las entrevis- gante Quinta Avenida neoyorquina) y que no tenı́an
tas, y luego otro en el vestı́bulo. En el hotel nadie problemas económicos. Por añadidura, era ortodo-
se molestó siquiera en preguntarnos qué estábamos xo, por lo que sus padres esperaban un nieto. 84
haciendo. Estuve reunido con aquellos hombres du- / 250 —¿Responde esto a tu pregunta? —me dijo.
rante unas cinco horas con una grabadora en la me- —En parte —repuse—. ¿Acaso no amas a tu espo-
sa. Uno de ellos, sin darse cuenta, incluso me estuvo sa? —Por lo menos dos veces por semana. El único
contando anécdotas de mi padre. En cierto momen- que podı́a competir en proezas sexuales con Yosy
to en que se desarrollaban simultáneamente cuatro era Heim. Resultaba un prodigio. Yosy era muy in-
o cinco conversaciones y pese a que nadie habı́a pro- teligente, pero Heim no. Nunca pude comprender
nunciado aquel nombre, dije: —¿Mikey? ¿Quién es por qué el Mossad reclutaba a personas tan necias.
ese Mikey? —¡Ah, se trata de Jack Cohén! —repuso Dominaba muchos trucos callejeros, pero eso era to-
uno de ellos—. Era un doctor sudafricano. Enton- do. Lo único que deseaba era superar a Yosy en sus
ces estuvieron charlando un rato sobre “Mikey”, que hazañas. Y Jimmy Durante se hubiera peleado con
habı́a pasado media vida en Israel y el resto en Es- Heim por una cuestión de faldas. Tenı́a un pico in-
tados Unidos. En breve les di las gracias a todos creı́ble, pero únicamente perseguı́a la cantidad, no
ellos y les anuncié que debı́a irme. No entregué una la calidad. Muchos se quedan impresionados cuando
sola tarjeta comercial ni efectué promesa alguna y saben que uno trabaja para el Mossad, lo que de-
conseguı́ los nombres de todos ellos. Incluso me in- muestra que se disfruta de gran influencia. Aquellos

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

tipos se valı́an de su relación con el Instituto para más intenso que la simple conversación y acababan
impresionar a las mujeres, y ello era muy peligro- manteniendo relaciones sexuales con ellas. Y aquél
so pues quebrantaba todas las normas. Pero tal era era el tipo al que uno habı́a confiado su vida, pero
su juego, alardeaban constantemente de sus con- al que no podı́a confiarle la esposa. Mientras que
quistas. Heim estaba casado y él y su esposa solı́an él acaso se encontrarı́a en un paı́s árabe, el kaı́sa la
asistir a las reuniones que celebrábamos en nuestra estarı́a seduciendo. Era tan corriente que si uno so-
casa. En una ocasión ella confió a Bella que no le licitaba ingresar en el Metsada solı́an formularle la
preocupaba Heim porque era “la persona más fiel clásica pregunta: —¿Por qué? ¿Acaso eres un cor-
del mundo”. Me quedé atónito al oı́rlo. Considero nudo? El espectáculo que debı́amos representar los
que la conquista más sorprendente que Yosy reali- novatos se llamaba “Las sombras” y era una historia
zó tuvo como escenario la “habitación silenciosa” de de espı́as que se interpretaba totalmente tras tres
la planta decimocuarta del cuartel general de Tel- grandes pantallas con luces proyectadas a través de
Aviv, la sala destinada para llamar a los agentes. El ellas que sólo reflejaban las siluetas: como ı́bamos
sistema telefónico consistı́a en una extensión por la a convertirnos en katsas no podı́amos mostrar los
que un katsa podı́a llamar a su agente, por ejemplo rostros en público. Iniciaba la obra una danzarina
al Lı́bano, pero para cualquiera que pudiera detec- del vientre acompañada por la consiguiente músi-
tar la llamada, parecerı́a que procediese de Parı́s, ca turca y un hombre con un maletı́n que cruzaba
Londres o cualquier otra capital europea. Cuando tras la pantalla. Se trataba de un chiste interno.
se utilizaba la habitación aparecı́a encendida una Se decı́a que los katsas podı́an reconocerse por las
luz roja, bastante apropiada en tal ocasión, y nadie tres eses: por su equipaje Samsonite y porque lleva-
podı́a entrar. Yosy llevó allı́ a una secretaria y que- ban un Seven-Star (una agenda de piel) y un reloj
brantando gravemente las normas la sedujo mien- Seiko. En la siguiente escena se representaba una
tras hablaba realmente con su agente del Lı́bano. Y operación de reclutamiento. Luego se escenificaba
para demostrar que lo habı́a hecho ası́, se compro- un sketch sobre la violación de la valija diplomáti-
metió con Heim a dejar las bragas de la mujer bajo ca. Tras lo cual la escena se trasladaba a un apar-
un monitor que habı́a en la habitación. Cuando más tamento londinense donde un hombre sentado en
tarde entró Heim y, como es natural, encontró las una habitación hablaba y otro, que se encontraba
bragas se las llevó a la mujer y le dijo: —¿Son su- en la habitación contigua (en este caso la pantalla
yas? La mujer, avergonzada, repuso que no. —¡To- próxima), escuchaba con unos audı́fonos. A con-
me! No vaya a resfriarse —repuso Heim tirándoselas tinuación seguı́a la descripción de una reunión en
sobre su escritorio. En el edificio todos se enteraron Londres a la que asistı́an árabes representados en
de ello. A fuer de sincero debo reconocer que perdı́ silueta por sus tocados. Todos bebı́an y se hacı́an
muchı́simos contactos. Habı́a una especie de vı́ncu- amigos por momentos. En la pantalla siguiente, un
lo establecido entre los hombres que iban por ahı́ katsa se reunı́a con unos árabes en la calle e inter-
haciendo conquistas. Lo que más me disgustaba era cambiaban sus maletines Samsonite. Al concluir,
haber imaginado que entraba en el Olimpo de Israel los componentes del reparto subı́an al escenario y
y descubrir que en realidad me encontraba en Sodo- se cogı́an de las manos cantando el cántico hebreo
ma y Gomorra. Aquello repercutı́a en todos los as- Aguardando el otro dı́a, una canción equivalente al
pectos. Virtualmente todos estaban vinculados en- antiguo dicho “El año próximo en Jerusalén”, un an-
tre sı́ por el sexo. Era un sistema totalmente basado helo tradicional de los judı́os antes de la formación
en favores: te debo a ti, me debes a mı́. Te ayuda- de Israel. Dos dı́as después celebramos una fiesta de
ré. Ası́ era como progresaban los katsas, a base de graduación que consistió en una barbacoa en una
copular se abrı́an camino hacia lo alto. La mayorı́a zona ajardinada de un patio interior de la escuela,
de secretarias del edificio eran muy bonitas: por eso exactamente junto a la sala de ping-pong. Nuestras
habı́an sido escogidas. Mas llegaba un punto en que esposas, los instructores y los directamente implica-
eran como objetos de segunda mano: lo daba el tra- dos con la organización se encontraban allı́. Por fin
bajo. Ahora bien, nadie se entendı́a con su propia lo habı́amos conseguido. Era marzo de 1984, habı́a-
secretaria, pues se consideraba que ello no favorecı́a mos superado un curso y nos quedaban otros dos.
las relaciones laborales. Uno tenı́a combatientes que 86 / 250 SEGUNDA PARTE: Dentro y fuera 6. LA
estaban ausentes durante dos, tres e incluso cuatro MESA BELGA En abril de 1984 los miembros de
años y los katsas que dirigı́an el Metsada eran el mi grupo aún no éramos katsas, pero ya no seguı́a-
único nexo existente entre ellos y sus familias. Se mos siendo cadetes. Esencialmente éramos katsas
establecı́a un contacto semanal con las 85 / 250 es- “neófitos”, o aprendices, que debı́amos enfrentarnos
posas y al cabo de algún tiempo el contacto era todavı́a a ciertas limitaciones en el cuartel general

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VICTOR OSTROVSKY

y posteriormente al segundo curso del servicio se- y podı́an pasar por ellos. En las primeras épocas,
creto antes de poder considerarnos katsas. Yo fui cuando llegaron a Israel muchos judı́os procedentes
destinado a investigación. Según Shai Kauly nos de paı́ses árabes, no habı́a escasez de arabistas. Pe-
explicó a la mañana siguiente, los neófitos pasarı́a- ro esto ya no es ası́ y el lenguaje aprendido en la
mos aproximadamente el año próximo yendo de uno escuela no se considera bastante bueno para una co-
a otro departamento cada dos meses, aprendiendo bertura rigurosa. 87 / 250 Actualmente la mayorı́a
todo el procedimiento que nos prepararı́a para el de combatientes simulan ser europeos y se alistan
segundo curso. Tras un largo debate, interrumpi- por un perı́odo de cuatro años. Resulta crucial pa-
do por las bromas habituales mientras fumábamos ra su cobertura la posesión de un auténtico negocio
y tomábamos café, Kauly anunció que deseaba ha- que les permita viajar en cualquier momento, en
blarnos Aharon Shahar, el jefe del Komemiute (an- cuanto son avisados. El Mossad los instala con un
teriormente llamado Metsada, pero que se modificó socio, el combatiente del paı́s base, y ambos diri-
en julio de 1984 junto con los nombres de otros gen realmente la empresa: no se trata tan sólo de
departamentos cuando se perdió un ı́ndice de códi- una simulación, sino de algo auténtico, que suele
gos en la base de Londres). Shahar escogió a dos consistir en negocios de importación-exportación.
de nosotros para incorporarnos a su departamento: Aproximadamente un setenta por ciento de los ne-
a Tsvi G., el psicólogo, y a Amiram, un hombre gocios de los paı́ses base se hallan en Canadá. Los
tranquilo y simpático que se habı́a incorporado al combatientes únicamente entran en contacto con la
servicio procedente directamente del ejército, como oficina a través de su katsa, cada uno de los cua-
teniente coronel. Ambos iban a convertirse en ofi- les controla únicamente a cuatro o cinco grupos de
ciales de servicios especiales para combatientes. El ellos. Hay una división del Komemiute en la que
Komemiute, cuyo significado es “independencia con trabaja un grupo de unos veinte expertos en nego-
la cabeza alta”, opera casi como un Mossad den- cios que analizan cada compañı́a y cada mercado,
tro del Mossad, es un departamento de alto secreto transmitiendo sus informaciones al katsa que, a su
que controla a los combatientes, a los auténticos vez, aconseja a los combatientes acerca de cómo lle-
“espı́as”, israelı́es enviados a los paı́ses árabes con var sus negocios. Éstos se recluı́an entre el público
una cobertura rigurosa. Ese departamento cuenta israelı́ en general y proceden de todos los sectores
con una pequeña unidad interna llamada kidon o de la vida: médicos, abogados, ingenieros, académi-
“bayoneta” dividida en tres equipos de unas doce cos, gente que está dispuesta a dedicar cuatro años
personas cada uno. Se trata de asesinos eufemı́sti- de su vida para servir a su paı́s. Sus familias reciben
camente denominados “el largo brazo de la justi- un salario promedio en el paı́s como compensación,
cia israelı́”. Normalmente dos de tales equipos se pero en una cuenta aparte se les deposita una canti-
entrenan en Israel, y el otro en un campo de ope- dad compensatoria por su trabajo en el extranjero
raciones del extranjero. Lo ignoran todo del resto y al finalizar los cuatro años pueden disponer de
de la organización y ni siquiera conocen los verda- los veinte mil a treinta mil dólares allı́ ingresados.
deros nombres de sus compañeros. Por otra parte, Los combatientes no recogen servicio secreto direc-
los combatientes trabajan estrechamente unidos, en to ni observaciones fı́sicas concretas, tales como mo-
parejas. Uno es un combatiente en un paı́s objetivo vimientos de armas o disponibilidad de hospitales
y su compañero combatiente en un paı́s base. No para la guerra, sino inteligencia “fibra”, lo que signi-
realizan ninguna función de espionaje en el interior fica la observación de la economı́a, los rumores, los
de paı́ses amigos como Inglaterra, pero allı́ pueden sentimientos, la moral, etc. Ellos pueden ir y venir
emprender un negocio conjuntamente. Cuando es fácilmente observando tales cosas sin correr ningún
necesario, el combatiente del paı́s objetivo va a otro riesgo auténtico. No transmiten sus informes des-
paı́s también objetivo utilizando a la empresa como de un paı́s objetivo, pero a veces entregan cosas
tapadera mientras que su socio, el combatiente del allı́: dinero, mensajes. Los combatientes han insta-
paı́s base, actúa en estrecha colaboración con él y le lado bombas en muchos puentes de paı́ses árabes
facilita toda la ayuda que le es necesaria. Tal como durante su construcción, pues han sido instruidos
la propia Israel ha evolucionado, también la función en técnicas de demolición. En caso de guerra esos
de los combatientes se ha transformado en el curso puentes podrı́an ser fácilmente derribados por un
de los años. Hubo un tiempo en que el Mossad tenı́a combatiente que fuese enviado a detonar los explo-
gente trabajando durante largos perı́odos en los paı́- sivos. De todos modos después de informarnos de
ses árabes, pero solı́an permanecer allı́ demasiado que Tsvi y Amiram habı́an sido destinados al Ko-
tiempo y acababan quemados. Por ello solı́an con- memiute, Shai Kauly aún tenı́a un mensaje para los
fiar en “arabistas”, israelı́es que sabı́an hablar árabe restantes, que se referı́a a las vacaciones que nos

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

tenı́an prometidas. —Como sabéis —dijo—, cada de interés. Un episodio memorable que se produjo
nuevo plan es origen de cambios. Me consta que to- durante el curso correspondió a un sistema llamado
dos vosotros estáis deseosos de disfrutar de vuestras ksharim (“nudos”), que significaba los registros de
vacaciones, pero antes de que os marchéis tenéis al- los contactos de un individuo. Arik F. se hallaba un
go más que hacer. Seréis el primer curso que recibi- dı́a sentado ante la consola de la instructora, ausen-
rá una instrucción intensiva sobre el uso completo te, y tecleó la palabra “Arafat” y luego “ksharim”.
del computador de la oficina. Ello no os ocupará Como Arafat era miembro de la OLP, gozaba de
más de tres semanas y después podréis disfrutar prioridad en el computador. Cuanto mayor era la
del resto de vuestras vacaciones. Aprendimos a es- prioridad de la persona por la que se preguntaba,
perar cosas semejantes en el Mossad. En ocasiones, más rápidamente respondı́a. No existen priorida-
cuando llegaban unas vacaciones creı́amos que po- des superiores a Arafat, pero el auténtico problema
drı́amos marcharnos el viernes. Luego, a mediodı́a, lo constituyeron sus cientos de miles de conexio-
se presentaba alguien diciendo que nos necesitaban, nes, de modo que cuando el computador comenzó
aunque sólo serı́a durante las próximas veinticua- a desplegar extensas listas de nombres en la panta-
tro horas. Entonces tenı́amos veinte minutos para lla, el sistema se sobrecargó de tal modo que todos
avisar a nuestras casas y todos nos precipitábamos los computadores restantes dejaron de funcionar.
a los teléfonos. Para los katsas de pleno derecho, Eran demasiados datos los que tenı́a que buscar
habı́a un sistema de mensajes que funcionaba a pe- para que pudiera hacer otra cosa. De modo que
tición, transmitiendo algo breve por el estilo de: Arik interrumpió de modo absoluto el centro infor-
“¡Hola, soy de la oficina! Su marido no irá a casa mático del Mossad durante ocho horas ya que por
como estaba previsto. En cuanto le sea posible se entonces el sistema carecı́a de un medio adecuado
pondrá en contacto con usted. Si entretanto tiene para detener o anular las órdenes. Desde entonces
algún problema, llame a Jacob, por favor.” 88 / 250 el sistema se ha modificado de tal manera que para
Se hacı́a deliberadamente. No pueden imaginarse la cada consulta existe un lı́mite de trescientos lista-
importancia que el sexo tiene en la vida de un kat- dos y las consultas deben ser más especı́ficas. Por
sa. El factor de absoluta inseguridad significa una ejemplo, en lugar de pedir las relaciones de todos
libertad total. Si un katsa conocı́a a una muchacha los contactos de Arafat debe preguntarse simple-
soldado y deseaba pasar el fin de semana con ella, mente por sus contactos sirios. Cuando concluyó el
su esposa debı́a estar totalmente acostumbrada al curso de informática y lo que nos quedaba de vaca-
hecho de que quizá él no estarı́a en casa. Esa cla- ciones —tres dı́as—, fui destinado en primer lugar a
se de libertad era fervientemente deseada. Pero lo investigación, en la subdivisión de Arabia Saudı́, a
verdaderamente jocoso es que no se podı́a ser un las órdenes de una mujer llamada Aerna que depen-
katsa si no se estaba casado: ni siquiera se podı́a dı́a de la sección de Jordania, dirigida por Ganit,
ir al extranjero. Decı́an que alguien que no estuvie- y que no se consideraba un departamento impor-
ra casado podı́a conocer por ahı́ a alguna muchacha tante. El Mossad contaba entonces con una única
que le sedujera. Por otra parte todos tenı́an sus lı́os, fuente en Arabia Saudı́, un hombre infiltrado en la
constituyendo auténticos casos de posible chantaje, embajada japonesa. Todo lo restante que se recibı́a
y ellos lo sabı́an perfectamente. Siempre fue un au- de la región consistı́a en periódicos, revistas y 89
téntico misterio para mı́. Para impartir el curso de / 250 otros medios de difusión, amén de extensas
ordenadores, habı́a sido despejada una de las sa- comunicaciones de interferencia orquestadas por la
las del segundo piso y puesto las mesas en forma Unidad 8200. Aerna se dedicaba a confeccionar un
de media luna con consolas a fin de facilitar nues- libro sobre el árbol genealógico de la familia real
tro trabajo. El instructor proyectaba imágenes en saudı́ y recogı́a asimismo información sobre un se-
la pantalla de la pared para que todos las viésemos. gundo oleoducto con el que se proponı́an cruzar el
Primero aprendimos a rellenar el fichero de datos paı́s, del que los iraquı́es deseaban extraer petróleo
personales de un sujeto según la“página zanahoria”, y venderlo a fin de financiarse la contienda que sos-
una hoja de color naranja que contenı́a una serie tenı́an con Irán. Por causa de la guerra resultaba ex-
de preguntas que debı́an ser contestadas antes de tremadamente difı́cil transportar el carburante sin
que se pudiera acceder al sistema del computador. peligro por vı́a marı́tima a través del golfo Pérsico.
Aquellas consolas de entrenamiento eran auténticas Tuvimos ocasión de examinar interesantes informes
y estaban directamente conectadas al cuartel gene- sobre Arabia Saudı́ realizados por la inteligencia
ral, lo que nos facilitaba el acceso a ficheros reales británica. Aunque redactaban informes extraordi-
y nos enseñaba a operar el programa existente y narios que, constituı́an verdaderos análisis polı́ticos
buscar y rectificar datos según los diferentes grados de una situación, jamás llegaban a ser un trabajo

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VICTOR OSTROVSKY

de auténtico espionaje. Los británicos eran muy es- cilitaban, dificultando con ello al servicio secreto el
trictos en cuanto a compartir información. En uno uso de su información para dirigir el orden del dı́a
de sus informes decı́an que, como los saudı́es creı́an tal como deseaba. 90 / 250 En diciembre de 1976
que la situación petrolı́fera iba a mejorar, construi- Rabin y su gabinete dimitieron tras haber obligado
rı́an su segundo oleoducto. Pero añadı́an que con a los tres ministros del Partido Nacional Religio-
ello iban a inundar el mercado y que, cuando ago- so a salir del gobierno por su abstinencia a emi-
taran sus reservas, su economı́a se resentirı́a y no tir el voto de confianza de la Kenesset. Después de
podrı́an seguir sosteniendo unos sistemas excesiva- esto siguió siendo primer ministro en un gobierno
mente pródigos de hospitalización y enseñanza gra- provisional hasta las elecciones nacionales de ma-
tuitas. Tomábamos en serio a los británicos, pero en yo de 1977, en que Menahem Begin se convirtió en
el edificio todos solı́amos decir que probablemente primer ministro, con gran satisfacción del Mossad.
estaban engañados por causa de la Bruja. Tal era Sin embargo, lo que realmente habı́a logrado acabar
el apelativo con el que se conocı́a a Margaret That- con Rabin fue un “escándalo” aireado por el famoso
cher en el Mossad, a quien habı́an clasificado de periodista israelı́ Dan Margalit poco antes de las
antisemita. Cuando algo sucedı́a se formulaba una elecciones. Se consideraba ilegal que un ciudadano
única pregunta: “¿Es esto bueno para los judı́os o israelı́ abriera una cuenta bancaria en un paı́s ex-
no lo es?”, olvidándose de polı́tica y de todo lo de- tranjero. La esposa de Rabin tenı́a una cuenta en
más. Aquello era lo único que importaba y, según la Nueva York con menos de diez mil dólares, que solı́a
respuesta, la gente era calificada de antisemita, lo utilizar cuando viajaban allı́ aunque, en su calidad
mereciera o no. Solı́amos recibir largas páginas de de esposa del primer ministro, estaba autorizada a
papel que parecı́an de carbón blanco en las que figu- que todos sus gastos fueran satisfechos por el go-
raban, mecanografiadas, conversaciones telefónicas bierno. Sin embargo, el Mossad estaba enterado de
interceptadas entre el rey saudı́ y sus parientes, que la existencia de aquella cuenta y Rabin sabı́a que
siempre nos traducı́an. Entre ellas nos llegaron al- ellos la conocı́an, pero no le concedió importancia
gunas del prı́ncipe y un pariente suyo que se encon- aunque debiera haberlo hecho. Cuando llegó el mo-
traba en Europa que le decı́a que estaba sin blanca mento oportuno, Margalit se enteró de que Rabin
y que iba a ponerse otra persona al teléfono para tenı́a aquella cuenta en el extranjero. Según Efraı́m,
proponerle algo. El individuo en cuestión explicó cuando el periodista viajó a Estados Unidos para
que llegarı́a un barco a Amsterdam transportando comprobar si era cierto, él le facilitó toda la do-
millones de litros de petróleo y que le darı́a instruc- cumentación necesaria sobre el asunto. La poste-
ciones para que cambiase la inscripción a nombre rior historia y escándalo contribuyeron a la derro-
del prı́ncipe e ingresase el dinero en la cuenta que ta que Begin infligió a Rabin. Éste era un hombre
tenı́a en Suiza. Resulta increı́ble la cantidad de di- honrado, pero no le gustaba al Mossad, por lo que
nero que los saudı́es trasladaban por el mundo des- acabaron con él. Efraı́m se jactaba continuamen-
preocupadamente. En una conversación memorable te de haber sido él quien le derrocó. Nunca vi que
Arafat llamó para solicitar la ayuda del rey porque nadie le coatradijese. Durante el primer curso los
no lograba ser escuchado por Assad de Siria. El so- estudiantes efectuamos una visita a las Industrias
berano llamó a Assad, adulándole con expresiones Aeronáuticas Israelı́es (IAI). A través de la subdi-
tales como “Padre de todos los árabes” e “Hijo de la visión saudı́ me habı́a enterado de que los israelı́es
Espada Sagrada”. Aunque Assad accedió a hablar vendı́amos barriles de reserva de carburante IAI a
con el monarca saudı́, siguió negándose a escuchar través de un tercer paı́s (ignoro cuál era) a Ara-
a Arafat. Por aquel tiempo conocı́ a un hombre lla- bia Saudı́, facilitándole de este modo que, llegado
mado Efraı́m (Effy para abreviar), antiguo enlace el caso, sus cazarreactores dispusieran de suficiente
con la CIA cuando estuvo delegado en Washington carburante para largos trayectos. Israel también te-
por el Mossad. Efraı́m solı́a jactarse de haber sido nı́a un contrato para facilitar los mismos depósitos
él quien derrocó a Yitzhak Rabin en 1977, cuan- de reserva a Estados Unidos. Los saudı́es, imagi-
do sólo llevaba tres años como primer ministro del nando que nuestro acuerdo les resultaba demasiado
Partido Laborista del paı́s. Rabin no era persona caro, se dirigieron a los americanos para tratar de
grata al Mossad. Tras haber sido embajador de Is- comprarles a ellos los barriles. Israel reaccionó con
rael en Estados Unidos, abandonó su cargo en 1974 rapidez, negándose rotundamente. Todo el grupo
y regresó para ponerse al frente del partido y su- de presión judı́o se puso en movimiento para opo-
ceder a Golda Meir como primer ministro. Rabin nerse a ello porque hubiera dado a los F-16 saudı́es
exigı́a datos originales de la inteligencia en lugar la capacidad necesaria para atacar a Israel. Sin em-
de las versiones revisadas que normalmente se fa- bargo, sabı́amos que era algo deshonesto porque los

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

vendı́amos mucho más caros que lo hubieran hecho una especie de Ministerio de Asuntos Exteriores en
los americanos a través de una supuesta empresa miniatura para los paı́ses en los que Israel no tenı́a
civil. Y de igual modo se vendı́an muchas cosas a establecidas relaciones formales. Por allı́ deambu-
los saudı́es: el suyo era un gran mercado. El de- laban constantemente antiguos generales y perso-
partamento de investigación estaba situado en los najes que habı́an trabajado en seguridad luciendo
sótanos y en la planta baja del edificio donde se las tarjetas de visitantes y utilizando a sus antiguos
encontraba el cuartel general. En aquel espacio se contactos del Mossad para establecer tratos con sus
acomodaba el jefe de investigaciones, su segundo, empresas privadas, dedicadas por lo general a la
la biblioteca, la sala de computadoras, la sección venta de armas. Puesto que aquellos “asesores” no
de mecanógrafas y el enlace con otras investigacio- podı́an presentarse en ciertos paı́ses como israelı́es,
nes. La mayorı́a del equipo trabajaba en una de enlace les facilitaba las ventas procurándoles pasa-
estas quince subdivisiones de investigación: Esta- portes falsos y otros elementos necesarios. No era
dos Unidos, Sudamérica, Subdivisión General (que correcto, pero nadie decı́a nada. Todos pensaban
comprendı́a Canadá y Europa occidental), Subdi- que algún dı́a podı́an encontrarse en tal situación y
visión Atómica (a la que burlonamente aludı́amos que probablemente harı́an lo mismo. Amy me dijo
como división kapputt), Egipto, Siria, Irán, Iraq, que si recibı́a peticiones insólitas no debı́a formular
Jordania, Arabia Saudı́ y los Emiratos Árabes Uni- preguntas sino limitarme a ponerlo en su conoci-
dos, Libia, Marruecos-Argel-Túnez (conocido como miento. Un dı́a se presentó un individuo y me pidió
el Magreb), África, la Unión Soviética y China. In- que le facilitase la firma de un contrato que debı́a
vestigación emitı́a breves informes diarios que es- ser aprobado por el primer ministro. El contrato
taban a disposición de todos en sus computadores consistı́a en la venta a Indonesia de veinte a treinta
a primera hora de la mañana. Asimismo realizaban cazas Skyhawk fabricados en Estados Unidos, y se
un informe semanal más extenso, de cuatro pági- suponı́a que no podı́a revenderse tal armamento sin
nas, en un papel verde y fino con datos relevantes contar con la aprobación de los norteamericanos.
acerca del 91 / 250 mundo árabe, y otro mensual, de —De acuerdo —le dije—, vuelva mañana si no le
quince a veinte páginas y sumamente detallado, que importa o déjeme su número de teléfono. Le llama-
comprendı́a mapas y gráficos. Yo preparé un mapa ré en cuanto el asunto se haya solucionado. —No
pormenorizado sobre la ruta del nuevo oleoducto —repuso—, esperaré. Durante mi visita a IAI yo
propuesto y un gráfico calculando las probabilida- habı́a visto treinta Skyhawk de aquellos posados so-
des de que un petrolero pudiera atravesar el golfo bre las pistas de aterrizaje, completamente envuel-
sin problemas. Por entonces le concedı́a un treinta tos en plástico amarillo brillante y dispuestos para
por ciento de posibilidades. En el caso de que es- ser expedidos. Cuando preguntamos por ellos nos
te porcentaje hubiera sido del cuarenta y ocho por dijeron simplemente que estaban preparados para
ciento el Mossad habrı́a comenzado a notificar a su envı́o al extranjero, pero no nos informaron acer-
ambas partes el paradero de los barcos contrarios. ca de cuál era su destino. Yo estaba convencido de
Tenı́amos un contacto en Londres que llamaba a las que en modo alguno aprobarı́an los americanos la
embajadas iraquı́ e iranı́, simulando en ambos casos venta de tales aviones a Indonesia puesto que ello
ser un patriota y facilitándoles informaciones. Ellos alterarı́a el equilibrio de las potencias de la zona.
le habı́an propuesto verle y compensarle porque los Pero no era asunto de mi incumbencia. De modo
datos que suministraba eran excelentes, pero siem- que cuando el hombre me dijo que 92 / 250 aguar-
pre respondı́a que lo hacı́a por ideologı́a, no por daba la aprobación del primer ministro Peres, abrı́
dinero. También permitı́amos pasar a muchos bu- mi cajón, escudriñé su interior y le respondı́: —Lo
ques iraquı́es e iranı́es, pero únicamente eso, y nos siento, el señor Peres no está en estos momentos.
asegurábamos de que el otro bando era informado El tipo se enfureció y me ordenó que fuese a ver a
y de que la nave peligraba. De ese modo podı́a- Amy. Yo ni siquiera me habı́a molestado en pregun-
mos mantener candente la guerra, pues mientras tarle quién era. Cuando hablé con Amy se levantó
estuviesen ocupados luchando entre sı́ no podı́an muy excitado y me dijo: —¿Dónde está? ¿Dónde es-
combatir contra nosotros. Después de pasar varios tá? —En el vestı́bulo. —¡Pues entrégale el contrato
meses en Investigación me trasladaron, según mi cuanto antes! —exclamó. Al cabo de unos veinte
opinión, al departamento más apasionante del edi- minutos el hombre salı́a del despacho de Yaar y
ficio: Kaisarut o enlace. Fui destinado a la sección entraba en el mı́o. Sosteniendo el contrato bajo la
llamada Dardasim o “Smerfs”, que tenı́a a su car- barbilla para que lo viese y sonriendo de oreja a
go el Lejano Oriente y África, bajo las órdenes de oreja, comentó: —Parece que por fin llegó el señor
Amy Yaar. Era como una estación de ferrocarril, Peres. En realidad, Peres probablemente se encon-

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VICTOR OSTROVSKY

traba en Jerusalén y sin duda nunca se enterarı́a paı́s y, seguidamente, presentarme en la embajada
de que su firma quedaba inscrita en aquellos docu- sudafricana y recoger a un hombre que se suponı́a
mentos. El documento en cuestión se conocı́a como regresaba en avión a su patria y al que debı́a acom-
“tapadera de asnos”, y se utilizaba únicamente para pañar a su hogar en Herzlia Pituah y luego condu-
uso internacional a fin de demostrar al transportis- cirle al aeropuerto y ayudarle a pasar por seguri-
ta o a quienquiera implicado en el asunto que la dad. —Nos encontraremos en el aeropuerto —dijo
operación estaba cubierta financieramente porque Amy—, porque esperamos a un grupo procedente
el primer ministro habı́a aprobado el trato. Desde de Sri Lanka que viene a entrenarse aquı́. Cuando
luego que, oficialmente, los funcionarios del Mossad nos vimos, él estaba aguardando el vuelo proceden-
trabajaban para las oficinas del primer ministro y te de Londres en el que llegarı́an los súbditos de Sri
que se suponı́a que éste estaba al corriente de las Lanka. —Cuando veas a esos tipos no hagas muecas
transacciones monetarias, pero solı́a ignorar los au- —me dijo—. No hagas nada. —¿Qué quieres decir?
ténticos negocios que se realizaban. Y muchas veces —le pregunté. —Verás, esta gente tiene apariencia
aquello le convenı́a perfectamente. A veces, era me- simiesca. Proceden de un lugar que no está desa-
jor desconocer algo. Si hubiera estado al corriente, rrollado: hace poco que bajaron de los árboles. De
habrı́a tenido que tomar decisiones. De este modo modo que no esperes gran cosa de ellos.Amy y yo
si, por ejemplo, los americanos descubrı́an lo suce- escoltamos a los nueve individuos a través de una
dido, siempre podı́a alegar su desconocimiento, y puerta trasera del aeropuerto hasta una furgoneta
serı́a lo que ellos denominan una “negación convin- provista de aire acondicionado. Eran los primeros
cente”. El edificio Asia, propiedad del riquı́simo in- que llegaban de un grupo que acabarı́a formado ca-
dustrial israelı́ Saúl Eisenberg, se encontraba exac- si por cincuenta, los cuales serı́an divididos en tres
tamente junto a nuestro cuartel general. Teniendo subgrupos: —Un grupo de entrenamiento antiterro-
en cuenta las relaciones que él mantenı́a con el Le- rista que se entrenarı́a en la base militar próxima
jano Oriente, era la conexión del Mossad en China a Petha Tikvah, denominada Kfar Sirkin, al que se
y, junto con su gente, realizaba numerosos negocios enseñarı́a cómo recobrar el dominio de autobuses
de armamento en distintos lugares. Muchas ven- y aviones secuestrados, a tratar con los secuestra-
tas consistı́an en restos de equipamiento, material dores en un edificio, descender de helicópteros por
de fabricación rusa que habı́a sido capturado a los una cuerda y otras tácticas antiterroristas. Y, na-
egipcios y sirios durante las guerras. Cuando Is- turalmente, comprarı́a Uzis y otros equipamientos
rael agotó sus existencias de AK-47 fabricados en fabricados en Israel, comprendidos chalecos antiba-
la Unión Soviética, comenzó a fabricar por su cuen- las, granadas especiales y demás. —Un equipo de
ta un cruce entre el rifle de asalto AK-47 y el M-16 compras que se dedicarı́a a adquirir armas a gran
americano llamado Galil y que se vendió por todo escala en nuestro paı́s. Comprarı́a seis u ocho gran-
el mundo. Era como trabajar en unos almacenes des patrulleras de reconocimiento, por ejemplo, de
que sirvieran a todos aquellos asesores privados. Se las llamadas Devora, que utilizarı́a principalmente
suponı́a que debı́an ser instrumentos utilizados por para controlar Sus playas septentrionales para pro-
nosotros, pero lo cierto era que se nos escapaban de tegerse de los tamiles. —Un grupo de oficiales de
las manos. Tenı́an más experiencia que cualquiera alto rango que deseaban adquirir radares y otros
de nosotros, por lo que, en realidad, nos utilizaban. equipamientos navales para contraatacar a los ta-
A mediados de julio de 1984 una de mis tareas con- miles que aún seguı́an infiltrándose por la India y
sistió en escoltar a un grupo de cientı́ficos nucleares minando las aguas de Sri Lanka. Durante dos dı́as
indios a quienes preocupaba la amenaza de la bom- escolté a Penny,10 la nuera del presidente Jayawar-
ba islámica (la bomba paquistanı́) y habı́an acudido dene, acompañándola a los habituales lugares turı́s-
a Israel en misión secreta para reunirse con nues- ticos; posteriormente serı́a atendida por otra perso-
tros expertos nucleares e intercambiar información. na de la oficina. Penny era una mujer muy agrada-
Al final resultó que los israelı́es aceptaron satisfe- ble, fı́sicamente una versión india de Cory Aquino.
chos la información que ellos les facilitaban, mas se Era budista por su matrimonio, pero en cierto mo-
mostraron reacios a devolverles el favor. 93 / 250 do seguı́a sintiéndose algo cristiana y se interesó por
Al dı́a siguiente de su partida me hallaba recogien- visitar todos los santos lugares. Al segundo dı́a la
do mi habitual papeleo cuando Amy me llamó para llevé a Vered Haglil, o la Rosa de Galilea, un rancho
hacerme sendos encargos: en primer lugar, conse- de equitación-restaurante situado en la montaña,
guir el equipo y el personal necesarios para un gru- con una magnı́fica perspectiva y excelente comida,
po de israelı́es que irı́an a Sudáfrica para ayudar a y donde tenı́amos cuenta abierta. A continuación
entrenar a las unidades de policı́a secreta de aquel me destinaron a acompañar a los oficiales de alta

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

graduación que buscaban equipamiento de radar. alegan que desde que Sri Lanka obtuvo su indepen-
Me ordenaron que los llevase a un fabricante de dencia de Gran Bretaña en 1948 (antiguo Ceilán),
Ashod llamado Alta que podı́a realizar aquel tra- ellos han sido discriminados de la mayorı́a de cinga-
bajo. Pero cuando el representante de Alta se enteró leses budistas que predominan en la isla. De los casi
de las condiciones que exigı́an, me dijo: 10 Véase el dieciséis millones de naturales de Sri Lanka, apro-
capı́tulo 3. 94 / 250 —Quieren las cosas como es de- ximadamente un setenta y cuatro por ciento son
bido. No comprarán nuestros radares. —¿Por qué? cingaleses y sólo un veinte por ciento tamiles, que
—me sorprendı́. —Estas condiciones no han sido se concentran en gran parte en el sector norte del
escritas por esos monos —prosiguió el hombre—, paı́s. Hacia 1983 un grupo de facciones guerrilleras,
sino por un fabricante británico de radares llamado colectivamente conocidos como los Tigres Tamiles,
Deca, de modo que esos tipos ya saben lo que van a iniciaron una lucha armada para crearse una patria
comprar. Dales un plátano y devuélvelos a su casa: en el norte llamada Eelam, enfrentamiento que aún
estás perdiendo el tiempo. —De acuerdo. Pero ¿y si sigue latente y que ha ocasionado miles de vı́ctimas
les entregáramos un folleto o algo parecido para de- en ambos bandos. En Tamil Nadu, Estado situado
jarlos contentos? Llevábamos esta conversación en al sur de la India, residen unos cuarenta millones
hebreo mientras estábamos todos reunidos comien- de tamiles que abrigan una gran simpatı́a hacia sus
do pasteles y bebiendo té y café. El representante congéneres. Muchos tamiles de Sri 95 / 250 Lanka
de Alta repuso que no le importarı́a darles una con- que huı́an de la carnicerı́a buscaron refugio allı́, y
ferencia para que no tuvieran la sensación de que el gobierno de Sri Lanka acusa a los oficiales hin-
nos los estábamos quitando de en medio. —... pero dúes de armarlos y entrenarlos. En realidad, debe-
puesto que vamos a hacerlo ası́, por lo menos nos rı́an acusar al Mossad. Los tamiles se estaban entre-
divertiremos un poco. Y tras pronunciar estas pa- nando en la base naval del comando, aprendiendo
labras entró en otra oficina en busca de un juego de técnicas de penetración, a minar puertos y comu-
grandes diapositivas de un gran sistema de aspira- nicaciones y sabotear buques similares al Devora.
ción que se utiliza para limpiar los puertos cuando Habı́a unos veintiocho hombres en cada grupo, por
hay vertidos de petróleo y que asimismo tenı́a una lo que se decidió que Yosy conducirı́a a los suyos a
serie de dibujos esquemáticos en color. Todo estaba Haifa aquella noche mientras que yo llevarı́a a los
escrito en hebreo, pero él disertó en inglés sobre “es- cingaleses a Tel-Aviv, evitando ası́ un posible en-
te equipamiento de radar de gran capacidad”. Tuve cuentro. El auténtico problema surgió a los quince
que esforzarme por no echarme a reı́r. Se expresaba dı́as de curso cuando ambos, tamiles y cingaleses
con gran convencimiento, pretendiendo que su ra- —como es natural sin que ellos lo supiesen recı́pro-
dar podı́a localizar a un individuo que nadara en las camente—, se entrenaban en Kfar Sirkin. Es una
aguas y prácticamente indicar qué número calzaba, base bastante grande, pero aun ası́ en una ocasión
su nombre, dirección y grupo sanguı́neo. Cuando los grupos pasaron uno a escasos metros del otro
hubo concluido, los individuos de Sri Lanka le die- cuando salı́an a practicar jogging. Tras su básico y
ron las gracias y le manifestaron su sorpresa ante rutinario entrenamiento en Kfar Sirkin, los cingale-
semejante adelanto tecnológico, aunque comunicán- ses fueron conducidos a la base naval para aprender
dole que no podı́a adaptarse a sus buques. Entonces esencialmente cómo enfrentarse a todas las técnicas
comenzaron a hablarnos de ellos, aunque sabı́amos que acabábamos de enseñar a sus enemigos: era algo
perfectamente cómo eran puesto que los habı́amos febril. Tenı́amos que idearnos castigos o ejercicios
construido. Tras dejarlos en el hotel le dije a Amy de entrenamiento nocturno sólo para mantenerlos
que aquella gente no iba a comprar el radar. —Sı́, ocupados, de modo que ambos grupos no coincidie-
ya lo sabı́amos —repuso. Acto seguido me ordenó ran en Tel-Aviv. Las acciones de un solo hombre
que fuese a Kfar Sirkin, donde se estaba entrenan- (Amil) hubieran hecho peligrar la situación polı́ti-
do el grupo de fuerzas especiales de Sri Lanka, que ca de Israel si aquellas gentes hubiesen llegado a
atendiese a todas sus necesidades y que por la noche encontrarse. Estoy seguro de que Shimon Peres no
los llevase a Tel-Aviv. Pero me advirtió que me ase- habrı́a podido conciliar el sueño si hubiera sabido
gurase de que todo quedaba coordinado con Yosy, que sucedı́a algo semejante. Pero como es natural,
que acababa de ser trasladado al mismo departa- lo ignoraba. Cuando estaban a punto de concluir
mento aquella semana. Yosy cuidaba asimismo de las tres semanas y los cingaleses se disponı́an a ir a
otro grupo que era entrenado por los nuestros, pe- Atlit, base del comando naval de alto secreto, Amy
ro que en modo alguno debı́a encontrarse con el me dijo que yo no debı́a acompañarlos, que el Say-
mı́o pues eran tamiles, encarnizados enemigos del ret Matcal se encargarı́a de su entrenamiento. Éste
grupo cingalés. Los tamiles, en su mayorı́a hindúes, era el grupo de reconocimiento de alto nivel del

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VICTOR OSTROVSKY

servicio secreto, que llevó a cabo el famoso ataque na kerplunk”. Preguntaron a un dirigente africano
de Entebbe. (Los comandos navales son el equiva- si tenı́a una máquina “kerplunk”. Como sea que el
lente de los American Seals.) —Verás, tenemos un hombre respondiese que no, le ofrecieron fabricar-
problema —dijo Amy—. Hoy nos llega un grupo le una por veinticinco millones de dólares. Cuando
de veintisiete indios del equipo SWAT.11 —¡Dios hubo confeccionado un enorme brazo de casi tres-
mı́o! —exclamé—. ¿Cómo es posible? ¡Tenemos a cientos metros de longitud y más de doscientos de
cingaleses, tamiles y ahora indios! ¿Quiénes serán altura que se levantaba sobre las aguas, el creador
los próximos? Se suponı́a que el equipo SWAT de- del artefacto volvió a presentarse ante el dirigen-
bı́a entrenarse en la misma base donde Yosy tenı́a te y le dijo que necesitaba otros cinco millones de
a los tamiles, una situación delicada y potencial- dólares para concluirla. Entonces diseñó un apara-
mente peligrosa. Y, por añadidura, yo debı́a seguir to elevador bajo el brazo, que sostenı́a una enorme
realizando mis trabajos corrientes de oficina, junto bola de más de veinte metros de diámetro. Los súb-
con los informes diarios. Por las noches llevaba al ditos del jefe y los dignatarios que visitaban el lugar
equipo SWAT a cenar, asegurándome previamente procedentes de otros paı́ses africanos se reunieron
de que los grupos no coincidirı́an en el mismo local. en la orilla del rı́o en el dı́a del “lanzamiento” pa-
Cada dı́a me entregaban un sobre con unos tres- ra ver entrar en funcionamiento la maravillosa má-
cientos dólares en moneda israelı́ para agasajarlos. quina. Cuando ésta se puso en marcha, el ascensor
Al mismo tiempo me entrevistaba con un general se desplazó lentamente hasta el extremo del bra-
de las fuerzas aéreas taiwanesas llamado Key, re- zo, lo abrió y la bola gigantesca cayó en el agua
presentante en Israel de la comunidad del servicio haciendo “kerplunk”. Aunque sólo es un chiste, no
secreto de su paı́s. El hombre trabajaba en la emba- se aleja demasiado de la realidad. Jamás he visto
jada japonesa y deseaba adquirir armas. Me orde- cambiar de mano tantı́simo dinero ni con tanta ra-
naron que le acompañase, pero que no le vendiese pidez como durante la época que estuve con Amy.
nada puesto que a los cuatro dı́as estarı́an repro- El Mossad consideraba todos estos contratos como
duciendo en su paı́s cuanto nos hubieran comprado contactos iniciales con diversos lugares con los que
y acabarı́an compitiendo con nosotros en el merca- algún dı́a se llegarı́an a establecer relaciones diplo-
do internacional. Le llevé a la fábrica Sultán, en el máticas, por lo que no le importaba el dinero. Y
Galil, productora de morteros y granadas. El hom- en cuanto a los hombres de negocios, como es na-
bre se quedó impresionado, mas el fabricante me tural, los apreciaban desde un punto de vista co-
dijo que de todos modos tampoco podı́a venderle mercial, puesto que todos ellos obtenı́an saneados
nada, en primer lugar porque procedı́a de Taiwan beneficios. Mi última misión con Amy consistió en
y, en segundo, porque tenı́a ya comprometida toda una gira de cuatro dı́as por Israel con un hombre y
su producción. Respondı́ que no hubiera imaginado una mujer de la China comunista que deseaban ad-
que nos entrenásemos tan a fondo con morteros y quirir equipamiento electrónico. La pareja estaba
me respondió: —No somos nosotros sino los iranı́es, enojada porque les mostraban materiales de cali-
que los utilizan en cantidades ingentes. 11 Special dad inferior a los que ya poseı́an. Y se quejaban
Weapons and Tactics (Armas y tácticas especiales). diciendo: “Acaso pretenden vendernos calcetines?”,
(N. de la t.) 96 / 250 Aquello servı́a para mantener lo que me resultaba especialmente divertido porque
la fábrica en activo. En cierta ocasión llegamos a un yo solı́a decir que si pudiéramos vender calcetines
acuerdo para recibir a un grupo procedente de Tai- al ejército chino conseguirı́amos una economı́a sa-
wan para entrenamiento. Era una especie de com- neada pues todo el mundo estarı́a tricotando. Pero
promiso. Habı́an pedido al Mossad que les facilitase la pareja de chinos mereció un trato desconsidera-
combatientes en China, pero ellos se negaron y, en do y ello debido a que a Amy no le parecieron de
su lugar, entrenaron a una unidad similar al neviot, bastante categorı́a. Tomaba decisiones propias en
capaz de obtener información de objetos inanima- asuntos de negocios con el extranjero, sin consultar
dos. Por entonces el departamento tenı́a asimismo con nadie. Resultaba sorprendente. Durante toda
una serie de africanos yendo y viniendo, a los que su vida habı́a trabajado para el gobierno con un sa-
se habı́an ofrecido diversos servicios. Yo permanecı́ lario oficial y sin embargo vivı́a al norte de Tel-Aviv
en el departamento dos meses más de lo que de- en una enorme villa rodeada de extenso terreno y
bı́a por solicitud expresa de Amy, lo que representó con un pequeño bosque de su propiedad. Nos habı́a-
a un tiempo un cumplido y un jalón adicional en mos detenido allı́ en ocasiones para tomar una copa
mi expediente personal. Para ilustrar algunas de las cuando trabajábamos los fines de semana y siempre
cosas extrañas e inútiles en que los africanos gasta- habı́a hombres de negocios paseando por las zonas
ban su dinero solı́an contar la historia de la “máqui- de césped y alguna barbacoa en marcha. —¿Cómo

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

puedes permitirte todo esto? —le pregunté en una ropa para adquirir cierto mobiliario suntuoso, y en
ocasión. 97 / 250 —Trabajando esforzadamente y la sede central pensaron inmediatamente en crear
ahorrando —me respondió. Sı́, desde luego. Segui- algo “parlante” merced a un equipo de comunicacio-
damente fui destinado al departamento Tsomet (o nes instalado en su interior. Localizamos mediante
Melucha) y me asignaron a la subdivisión del Bene- computador a todos los sayanim que pudieran faci-
lux, donde parte de mi trabajo consistı́a en aprobar litar mobiliario y decidimos ingeniar un plan para
las peticiones danesas de visado. Las subdivisiones fabricar una mesa parlante destinada a la renova-
del Tsomet se hallan al servicio de la base y no pa- ción de las oficinas del cuartel general de las fuerzas
ra darle órdenes. El jefe de una base del Tsomet aéreas sirias. Asimismo enviaron a Parı́s a un katsa
lo es virtualmente y, en la mayorı́a de casos, tiene de la base londinense para dirigir el proyecto, pese a
igual categorı́a que el jefe de la división bajo cuya que al Mossad le constaba que el general comprarı́a
jurisdicción se halla (contrariamente al Kaisarut, el mobiliario en Bélgica y no en Francia. (Aunque
donde yo acababa de trabajar. Allı́ las decisiones ignoraban la razón de ello.) Con antelación a la lle-
se tomaban en la división y en las subdivisiones, de gada de aquel personaje, el katsa londinense insta-
modo que el jefe de la base de enlace londinense se ló un negocio en el que podı́a conseguirse cualquier
hallaba directamente subordinado al jefe de la divi- pieza de mobiliario, pero más económica. Nos 98 /
sión londinense de Tel-Aviv, cuyo control absoluto 250 constaba que el general no buscaba gangas: era
asumı́a). La división principal del Tsomet contaba rico y de todos modos conseguirı́a el dinero a través
con varias subdivisiones. Una de ellas, llamada del de la embajada y por lo tanto pagarı́a en efectivo.
Benelux, controlaba Bélgica, Holanda, Luxemburgo No tenı́amos el propósito de tratar con él sino con
y asimismo Escandinavia (con bases en Bruselas y su ayudante, que serı́a quien realmente realizarı́a
Copenhague). Luego estaban las subdivisiones fran- la compra. Nos quedaban menos de tres semanas
cesa e inglesa, con bases en Londres, Parı́s y Mar- para conseguirlo. Nos pusimos en contacto con un
sella. Habı́a asimismo otra importante subdivisión sayan famoso diseñador de interiores, y consegui-
dependiente del apartado italiano y bases en Roma mos fotografı́as de sus creaciones, componiendo en
y Milán; las correspondientes a Alemania y Austria, pocos dı́as un folleto para una firma que facilitaba
entonces con base en Hamburgo (que más tarde se mobiliario de calidad a excelentes precios. Elabo-
trasladarı́a a Berlı́n), y una itinerante, llamada la ramos un plan que constaba de tres puntos para
base israelı́, en Tel-Aviv, con katsas que, cuando era aproximarnos al ayudante del general. En primer
necesario, se trasladaban a Grecia, Turquı́a, Egip- lugar tratarı́amos de abordarle directamente, dar-
to y España. El jefe de una base tenı́a la categorı́a le el folleto y ver si picaba el anzuelo y compraba
de los jefes de división y podı́an prescindir de ellos el mobiliario directamente del Mossad. Si ello no
llegado el caso y luego recurrir directamente al je- funcionaba, descubrirı́amos dónde adquirı́a el mo-
fe del departamento. La estructura era defectuosa biliario y procurarı́amos encargarnos de la entrega.
porque, si fracasaba su causa con el jefe del depar- El siguiente paso, si todo lo demás fallaba, era robar
tamento, aún podı́a recurrir al jefe de Europa, con el mobiliario. Sabı́amos el hotel en que el general se
sede en Bruselas, como a un orden superior que in- alojaba en Bruselas y que permanecerı́a allı́ duran-
validarı́a incluso al jefe del departamento. Llegó a te tres dı́as con sus guardaespaldas antes de partir
convertirse en una lucha constante y a cada cam- hacia Parı́s y le estuvimos siguiendo cuando visita-
bio de personal que allı́ se producı́a se desplazaba ba tienda tras tienda acompañado de su ayudante,
la base del poder. En el Mossad no habı́a nada que observando cómo éste iba tomando notas. Al llegar
pudiera considerarse como órdenes. Resultaba más a este punto el katsa creyó que aquél era un caso
agradable de aquel modo. En primer lugar no que- perdido. No sabı́amos qué hacer. Concluı́a la jorna-
rı́an que nadie se enojase ni tuviese que atender da y el general regresaba a su hotel. Nuestro enlace
a exigencias. La mayorı́a tenı́a un “caballo” o dos en la embajada siria nos habı́a informado que tenı́a
en el sistema, uno público y otro secreto, el prime- previsto su regreso a Parı́s al dı́a siguiente, pero
ro para ayudarle a medrar, el segundo para sacarle que habı́an cancelado un billete. Imaginamos que
de algún problema. De modo que se libraba una serı́a el del ayudante, que se quedaba para ultimar
constante pugna tratando de adivinar quién conta- la compra. Ası́ fue. A la mañana siguiente seguir-
ba con quién y por qué. Recibimos información de nos al individuo desde el hotel a unos almacenes de
un agente, que a la sazón era ayudante del agregado mobiliario muy selecto donde mantuvo una larga
del aire de la embajada de Siria en Parı́s, acerca de conversación con los vendedores, y el katsa decidió
que el jefe de las fuerzas aéreas sirias (que asimismo que habı́a llegado el momento de intervenir. Entró
era el jefe de su servicio secreto) se trasladarı́a a Eu- en el establecimiento y comenzó a observar las pie-

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VICTOR OSTROVSKY

zas allı́ expuestas. Entonces se le acercó un sayan te enviaron allı́ combatientes provistos de ingenios
y con gran entusiasmo y efusividad le dio las gra- de escucha para que trataran de captar algo y no
cias por haberle conseguido el mobiliario que que- lograron descubrir nada. Habrı́a sido una maravi-
rı́a, ahorrándole miles de dólares. Cuando el sayan lla si hubiera funcionado. Acaso fue instalada en
se hubo marchado, el ayudante del general le obser- las oficinas de algún bunker de Damasco. Los ru-
vó con curiosidad. —¿Comprando mobiliario? —se sos fabricaron algunos allı́ y están hechos a prueba
interesó el katsa. —Sı́. —Fı́jese, mire esto —le dijo de frecuencia. Pero si la hubieran descubierto, sin
tendiéndole el folleto especial. —¿Trabaja en estos duda la habrı́an utilizado. Por otra parte, mi traba-
almacenes? —le preguntó su interlocutor al parecer jo en el departamento seguı́a siendo terriblemente
sorprendido. —No, no. Compro para mis clientes monótono. Archivaba, examinaba programas y, so-
—repuso el katsa—. Adquiero elementos en grandes bre todo, justificaba a los jefes cuando llamaban
cantidades, por lo que obtengo excelentes descuen- sus esposas preguntando dónde se encontraban, di-
tos, y asimismo cuido de su expedición, dando más ciéndoles que estaban cumpliendo alguna misión.
facilidades de pago que nadie. —¿Qué quiere de- Al igual que todos, trabajaba en una casa de pu-
cir? —Tengo clientes en todas partes. Vienen aquı́, tas. 100 / 250 7. POSTIZO Era octubre de 1984.
escogen el estilo que les interesa y yo lo adquiero Mis colegas y yo acabábamos de cumplir nuestro
en su punto de origen. Entonces se lo expido y ellos perı́odo de aprendices de katsas en la Academia A
me pagan cuando lo reciben. De ese modo no deben la sazón, trabajarı́amos en una vasta sala del se-
preocuparse si algo se rompe: nunca hay problemas. gundo piso en el edificio principal. Nuestro grupo,
No tienen que esforzarse por obtener reembolsos ni que originalmente estaba formado por quince, se
nada por el estilo. —¿Y cómo sabe que le pagarán? habı́a reducido a doce, pero habı́a vuelto a conver-
—Eso no representa ninguna dificultad. Por enton- tirse en quince con la adición de tres individuos de
ces se estaban encendiendo las luces en el cerebro cursos anteriores en los que habı́an quedado muy
del ayudante. Comprendı́a que tenı́a la oportunidad pocos aspirantes para que valiera la pena organizar
de obtener una suma importante. Le costó tres ho- su instrucción. Nuestros tres nuevos colegas eran
ras al katsa, pero consiguió una lista de todo cuanto Oded L., Pinhas M. y Yegal A. También se habı́an
necesitaban. Únicamente el mobiliario 99 / 250 im- producido otros cambios. Araleh Sherf habı́a deja-
portaba ciento ochenta mil dólares, sin contar los do de ser el director de la Academia para ponerse
gastos de embalaje y expedición, y el katsa se lo al frente del departamento Tsafririm o “brisa ma-
vendió por ciento cinco mil dólares, de modo que tinal”, siendo sustituido recientemente, tras el des-
pudo embolsarse setenta y cinco mil dólares por la dichado suceso de Lillehammer, por David Arbel,
diferencia. Lo divertido fue que el ayudante facilitó antiguo jefe de las oficinas de Parı́s, quien lo habı́a
como destino el puerto de Latakia, pero utilizando contado todo a las autoridades locales. Shai Kauly
un nombre falso para él y el general. Lo único que aún seguı́a allı́, pero Oren Riff habı́a sido traslada-
no resultó falso fue el lugar donde debı́a recogerse la do a las oficinas del jefe del Mossad. El director del
mercancı́a. El individuo dijo que si necesitábamos nuevo curso era Itsik E.,12 otro katsa con una no
efectuar alguna comprobación podı́amos llamar a menos distinguida carrera, uno de los dos hombres
la embajada siria en Parı́s. Media hora después de a quienes la OLP descubrió hablando en hebreo en
haberse despedido de nuestro katsa, telefoneaba a el aeropuerto de Orly tras embarcar a un valioso
nuestro hombre en la embajada y le decı́a que si al- agente en dirección a Roma. Arbel era de escasa
guien llamaba para comprobar aquellos nombres y estatura, cabellos blancos, tı́mido y con gafas, y
direcciones debı́a responder por ellos porque se tra- no transmitı́a ni inspiraba confianza. Por otra par-
taba de una operación de suma importancia. Dos te Itsik interpretaba de cara a la galerı́a el papel
dı́as después enviábamos a Israel una mesa belga de un katsa capaz, con experiencias directas en el
de adornos recargados cuyo interior vaciaron, ins- campo activo, que acababa de cumplir una etapa
talando en ella un equipo de emisión y escucha va- como subdirector de la base de Parı́s. Se expresaba
lorado en cincuenta mil dólares, comprendida una con fluidez en francés, inglés y griego e inmediata-
baterı́a especial que durarı́a tres o cuatro años. El mente simpatizó con Michel M., que era de origen
equipo fue sellado de tal modo que nadie lo encon- francés. Ambos, que se expresaban constantemente
trarı́a a menos que levantaran la parte superior de entre sı́ en dicha lengua, entablaron una repentina
la mesa y la serraran por la mitad. Seguidamente camaraderı́a, lo que intensificó el desagrado que los
la devolvieron a Bélgica y la incluyeron en la expe- demás habı́amos comenzado a sentir hacia Michel.
dición de mobiliario destinada a Siria. El Mossad Mi grupo habı́a simpatizado en otro tiempo con él,
aún está esperando noticias de ella. Oportunamen- pero comenzamos a distanciarnos, principalmente

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

porque utilizaba su idioma para congraciarse con agente. Imprimiéndole un nuevo giro a la cuestión,
Itsik y difamar a los demás, incluido yo mismo. So- nos mostraron mediante un ejercicio el modo de
lı́amos dar a Michel el calificativo de “rana” aunque asesinar a un colaborador que se hubiera descarria-
no en su propia cara. Cuando alguien le veı́a ve- do, si nos encontrábamos en situación de no poder
nir hacı́a una señal representando a dicho anfibio confiar en que la Metsada nos enviara la unidad ki-
saltando por su mano. Michel comentaba en todo don para que realizara el trabajo. Nos dividieron
momento lo magnı́fica que era la cocina, el vino y en tres equipos de cinco miembros cada uno, to-
todo lo francés. Nosotros solı́amos contar un chiste dos ellos con un “sujeto” distinto del que debı́amos
acerca de un israelı́ que va a comer a un restauran- recoger datos y maquinar un plan para eliminarlo.
te francés. —¿Tiene ancas de rana? —le pregunta Mi equipo tardó tres dı́as en reunir la información
al camarero. —Sı́, señor, naturalmente. —Enton- necesaria. El único dato consistente de que dispo-
ces hágame el favor de ir brincando a la cocina y nı́amos era que el individuo, cada dı́a y a las cinco
tráigame un poco de humus. Por entonces aunque y media, compraba dos paquetes de cigarrillos a su
Michel ya no seguı́a en mi grupo sı́ lo estaban Yosy tendero habitual. Por consiguiente, podı́amos em-
y Heim. Nos habı́amos quedado reducidos a un nú- pezar a trabajar partiendo de ahı́. Evidentemente
mero limitado, un puñado de auténticos bribones era el mejor lugar donde localizarle. Como quie-
que creı́amos conocer todas las tretas del juego. Se- ra que disponı́amos de un chofer, mi compañero y
gún decı́an, a la sazón se proponı́an enseñarnos la yo nos sentamos en los asientos de atrás. Llamé al
esencia de la inteligencia. Hasta entonces habı́amos agente, que al reconocer a su katsa se reunió inme-
estudiado comportamiento y recogida de informa- diatamente con nosotros en la parte posterior del
ción muy superficialmente; en adelante deberı́amos vehı́culo. Lo condujimos a las afueras de la ciudad,
introducirnos en los entresijos de este último apar- a un lugar ya previsto, y le aplicamos una máscara
tado. En primer lugar Nahaman Lavy, encargado de éter en el rostro para dejarlo sin sentido. Na-
de seguridad, y otro tipo llamado Tal, nos exhi- turalmente que toda la operación no era más que
bieron otra pelı́cula producida por el Mossad ti- un simulacro. El resto del plan consistı́a en simular
tulada Todo por culpa de un clavito, la 12 Véase que el “golpe” habı́a sido un accidente. Habrı́amos
el prólogo. 101 / 250 famosa historia de cómo un ocultado su coche junto a un acantilado, introduci-
ejército perdió una batalla por causa de un clavo do a nuestro hombre en él y luego, tras obligarle a
que le faltaba al caballo del comandante, cuya fi- ingerir vodka (que arde fácilmente) con un embudo
nalidad consistı́a en demostrarnos que ningún de- de papel, aguardarı́amos un rato a que el alcohol
talle carece de importancia. Por muy insignificante hubiese quedado absorbido en su sangre por si al-
que pueda parecemos un pormenor que se omita, guien lo comprobaba posteriormente, le colocarı́a-
acaso acabará dando al traste con toda una ope- mos ante el volante, verterı́amos el resto del vodka
ración. Ello formaba parte de una sesión de cuatro en los asientos y dejarı́amos un encendedor y la co-
horas que incluı́a asimismo una conferencia sobre lilla de un cigarrillo a su lado, lo que justificarı́a
comportamiento prudente, seguridad y confianza. la “causa” del incendio. Mientras el coche ardı́a de-
A continuación pasamos una hora con Ury Dinure, berı́amos arrojarlo por el acantilado. Un miembro
nuestro nuevo instructor de NAKA, para aprender de otro equipo descubrió que su hombre solı́a fre-
cómo funciona un negocio, cómo realizar compras cuentar un club nocturno. Por consiguiente, idearon
por correo, las estructuras directrices, las relaciones un acercamiento directo. Le abordaron en la calle,
entre los ejecutivos y los accionistas, los deberes de cerca del local, y utilizando cartuchos de fogueo le
un presidente del consejo de administración, cómo “dispararon” cinco veces. Volvieron a meterse en su
funciona la Bolsa, la preparación de contratos con el coche y se perdieron tranquilamente de vista. En-
extranjero, el envı́o de mercancı́as CIF o FOB, todo tretanto, nosotros ı́bamos elaborando cada vez más
cuanto fuese preciso para comprender el funciona- nuestras coberturas, aprendiendo el modo de utili-
miento de una empresa cuando la estuviéramos uti- zar diversos pasaportes. Podı́amos estar paseando
lizando como cobertura de alguna operación. Aquel por la 102 / 250 calle con una identidad ficticia y
curso comercial se prolongó a todo lo largo del úl- ser arrestados, en cuyo caso estarı́amos respaldados
timo trimestre, comprendiendo conferencias de dos por nuestra historia cuando fuésemos interrogados,
horas de duración por lo menos dos veces por se- y serı́amos puestos en libertad. Encontrarı́amos a
mana, ası́ como numerosos tests y documentos que un bodel, que nos facilitarı́a un nuevo pasaporte,
debı́an ser cumplimentados. Por entonces Itsik se nos arrestarı́a otro guardia y tendrı́amos que vol-
habı́a embarcado en un nuevo ejercicio, y nos ense- ver a justificar nuestra nueva identidad. También
ñó hasta el último detalle de cómo operar con un estábamos aprendiendo algo sobre Tsafririm y las

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VICTOR OSTROVSKY

“estructuras” establecidas como mecanismo de de- un poco, volviendo a empujar y ası́ sucesivamente
fensa de los judı́os de todo el mundo. En aquel ám- hasta llegar al suelo- Y practicábamos el descen-
bito tenı́amos un problema, por lo menos algunos so de un helicóptero por medio de una cuerda mas
de nosotros. Yo no podı́a aceptar ese concepto de otros ejercicios de estilo comando tales como la téc-
contar con grupos de guardia en todas partes. Pen- nica de “saltar y disparar”, tratando de acertar a un
saba que, por ejemplo en Inglaterra, las estructu- secuestrador dentro de un autobús. Otra parte del
ras en que los muchachos aprendı́an cómo construir curso se denominaba “reclutar a un agente de una
“deslizamientos” para sus armas con el fin de pro- agencia amiga”, es decir, mediante mutuo recluta-
teger las sinagogas eran más peligrosas que bené- miento, por ejemplo con la CIA. El conferencian-
ficas para la comunidad judı́a. Planteé la cuestión te comenzó diciendo que tal era el propósito de su
de que aunque un grupo de gente se viera oprimi- charla. 103 / 250 “¿Cómo se lograrı́a? -comenzó pre-
da, sufriendo intentos de exterminio —como en el guntando. Y luego añadió rápidamente-: De ningún
caso de los judı́os—, no tenı́an derecho alguno a modo: no harı́amos nada semejante. Los ayudarı́a-
comportarse de modo obstruccionista en los paı́ses mos si se tratara de un caso que pareciera intere-
democráticos. Podı́a comprender que esto sucediera sarnos a ambos, pero si pudiéramos arreglárnoslas
en Chile, Argentina o en cualquier otro lugar donde solos, lo harı́amos.” . Nos enseñó cómo robar un
la gente desaparece de las calles, pero no en Ingla- agente a una organización amiga: al comienzo co-
terra, Francia o Bélgica. El hecho de que se tratara mo si se tratase de una operación mutua, y luego,
de grupos antisemitas, fuesen reales o imaginarios, llegado el caso, cambiando su paı́s de operación,
no constituye en modo alguno una disculpa por- dándole instrucciones separadas y notificando a la
que si consideramos el propio entorno de Israel nos agencia amiga que se habı́a perdido el contacto con
encontraremos con grupos antipalestinos. Por con- el colaborador mutuo. Era un procedimiento muy
siguiente, ¿acaso esto significa que creemos que los sencillo. Nos entrevistarı́amos con él y, si creı́amos
palestinos tienen derecho a almacenar armas y or- que valı́a la pena, nos lo llevarı́amos en seguida y le
ganizar grupos de vigilancia? ¿O deberı́amos cali- dobları́amos su paga. Entonces serı́a nuestro agen-
ficarlos de terroristas? Desde luego que cualquier te, lo que calificamos de “azul y blanco”, los colores
comentario de este tipo en el Mossad no se conside- de la bandera de Israel. Un aspecto especialmen-
raba muy oportuno, especialmente dentro del con- te intrigante del curso fue la representación de una
texto del Holocausto. Me consta que el Holocausto pelı́cula llamada Un presidente en la retı́cula, un
fue una de las cosas más graves que nos han suce- estudio detallado del 22 de noviembre de 1963, en
dido a los judı́os: el padre de Bella, por ejemplo, que fue asesinado John F. Kennedy. La teorı́a del
paso cuatro años en Auschwitz y la mayor parte de Mossad era que los asesinos — sicarios de la Ma-
su familia fue exterminada por los alemanes. Pero fia y no Lee Harvey Oswald— en realidad deseaban
no olvidemos que asimismo sucumbieron casi otros asesinar a John Connally, entonces gobernador de
cincuenta millones de personas. Los alemanes tra- Texas, que se encontraba en el coche con John F.
taron de eliminar a los gitanos, a diversos grupos Kennedy, pero que tan sólo resultó herido. Consi-
religiosos, a rusos y a polacos. El Holocausto pudo deraban que Oswald habı́a sido un incauto y que
haber sido, y creo que deberı́a serlo, una fuente de Connally era el objetivo de unos gángsters que tra-
unidad con otras naciones más que un instrumento taban de introducirse a la fuerza en el negocio del
de separación, pero ésa era únicamente mi opinión petróleo. El Mossad creı́a que la versión oficial del
y no servı́a de gran cosa expresarla. Nuestro progra- asesinato habı́a sido pura pamema. Y para demos-
ma de “deportes” semanales también se modificó de trar su teorı́a, realizaron un ejercicio simulacro del
modo peligroso, comprendiendo una nueva práctica desfile del presidente a fin de comprobar si exper-
potencialmente arriesgada para nuestra integridad tos tiradores provistos de mucho mejor equipo que
fı́sica. Íbamos a un edificio construido dentro de un el de Oswald podrı́an haber acertado a un blan-
campamento militar próximo a Herzha y subı́amos co móvil desde la distancia registrada de ochenta
y bajábamos corriendo por las escaleras disparando metros. Les fue imposible. Habrı́a sido la coarta-
proyectiles con una ametralladora cargada de balas da perfecta. Si hubiesen acertado a Connally todos
de madera que si nos acertaban a corto alcance po- habrı́an pensado que habı́a sido un atentado contra
dı́an lastimarnos. Se trataba de practicar el arte de John F. Kennedy. Y si deseaban alcanzar a éste hu-
esquivar y disparar, acostumbrándonos a la propia bieran podido conseguirlo en cualquier otro lugar.
arma y ejercitando el cuerpo También realizábamos Se supone que una sola bala debió atravesar la par-
rappelling-descender por el costado de un edificio te posterior de la cabeza de Kennedy, su pecho y a
por una cuerda, tomando impulso, dejándonos caer Connally. Cuando se ve la pelı́cula se advierte que

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

todos esos puntos no estaban alineados. A menos de eliminar al jefe de la base de la OLP en Ate-
que una bala pudiera ir dando giros por los aires. nas y a su ayudante. Menciono a Amikan porque
El Mossad poseı́a todas las pelı́culas tomadas del es una persona muy religiosa, un hombre grande
crimen de Dallas, fotos de la zona, su topografı́a, de dos metros, fornido como yo. Parecı́a un arma-
vistas aéreas, etc. Valiéndose de maniquı́es, repre- rio. El orador era Dan Drory y el acontecimiento
sentaban el desfile del presidente una y otra vez. que describı́a se llamó Operación PASAT, un éxito
Los profesionales harı́an su trabajo de igual modo. del Mossad en Atenas durante la década de los se-
Si yo pensara utilizar un rifle de gran potencia, po- tenta. Drory, que evidentemente era un entusiasta
drı́a moverme por muy pocos lugares e idealmente de su trabajo, abrió entonces un maletı́n y añadió:
buscarı́a un punto desde el cual retuviera el mayor —Me gusta ésta —sacó una Parabellum, una pisto-
tiempo posible a mi objetivo, donde pudiera tener- la alemana similar a la Luger, y colocándola sobre
lo más próximo, pero crear los mı́nimos disturbios. la mesa prosiguió—: y ésta también me gusta, pe-
Basándose en eso, escogimos algunos lugares pro- ro no me permiten llevarla. —Y depositó asimismo
bables e hicimos que varias personas realizaran los una Eagle, una Magnum fabricada en Israel, dota-
disparos desde distintos ángulos. Oswald habı́a uti- da de un sistema de refrigeración por aire—. Pero
lizado un rifle Mannlicher-Carcano, de 6,5 mm, ac- puedo utilizar ésta —añadió sacando una Beretta
cionado por cerrojo, adquirido por correo y dotado de alta potencia, calibre veintidós—. La ventaja que
de mira telescópica de cuatro potencias, que habı́a tiene es que no precisa silenciador. Hizo una pausa
escogido de un catálogo por 21,45 dólares. Y tam- y siguió: —Mas ésta es mi favorita entre todas. Y
bién poseı́a un revólver Smith & Wesson. Nunca blandió un estilete, una daga mortı́fera de delgada
se decidió si habı́a disparado dos o tres tiros, pero hoja que se ensanchaba hacia el extremo y luego
utilizó cartuchos de vaina completa, con velocidad volvı́a a estrecharse hasta la punta. —Podéis hun-
inicial de 660 metros por segundo. Durante el si- dirla y extraerla sin que se produzca hemorragia
mulacro, el Mossad, utilizando un equipo mejor y externa. Cuando la retiréis, la carne se cerrará. La
más potente, apuntó con sus rifles instalados sobre ventaja que tiene es que podéis clavarla entre las
trı́podes y, cuando llegó el momento, dispararon a costillas y luego, cuando esté hundida, retorcerla,
una señal dada por los altavoces y un radiogonió- de modo que tienda a desgarrarlo todo. Entonces
metro de láser mostró el lugar donde hubiera sido podéis arrancarla. Finalmente sacó una garra con
alcanzada la gente que viajaba en el automóvil y un guante especial que sostenı́a una hoja a lo lar-
las salidas de las balas. Según ello descubrimos que go del pulgar y otra en el ı́ndice. Se la puso, unió
el rifle probablemente estaba dirigido a la nuca de las dos hojas —una debı́a de ser compacta como
Connally y que John F. Kennedy se movió o 104 una navaja del ejército suizo y la otra parecida a
/ 250 hizo algún ademán en el preciso momento o, una navaja de viaje— e incorporó la garra. —Es-
posiblemente, que el asesino tuvo un instante de to es lo que prefiere utilizar Amikan —continuó—.
vacilación. Se trataba únicamente de un ejercicio, Se ase al individuo por la garganta y basta con ce-
pero demostró que era imposible llevar a cabo lo rrar la mano. Es como unas tijeras: lo corta todo
que se suponı́a que habı́a hecho Oswald. Y tampo- e inmoviliza al contrario. Es absoluto, aunque no
co se trataba de un profesional. Basta con conside- inmediato, lo que satisface a Amikan. El tipo tar-
rar la distancia, desde la ventana del sexto piso de dará algún tiempo en morir. Pero para utilizarla
un edificio, y la clase de equipo de que disponı́a, se tiene que ser muy fuerte, como lo es él. Inme-
sin reforzar siquiera las balas. El tipo acababa de diatamente comprendı́ que no me gustarı́a encon-
adquirir el rifle y es bien sabido que cuesta tiem- trarme con el tal Amikan, que sin duda era dema-
po y pericia ajustar las miras telescópicas de una siado impulsivo. 105 / 250 Amikan, que asimismo
arma nueva. La versión oficial es sencillamente in- era profundamente religioso, se empeñaba en llevar
verosı́mil. Sin embargo, sı́ creı́mos en un individuo siempre su yarmelke. Puesto que se veı́a obligado
que se presentó una mañana al concluir el primer a trabajar continuamente bajo falsa identidad y en
mes del último trimestre. El hombre, que apenas lugares hostiles, no hubiese podido lucir la tradicio-
medı́a un metro sesenta y siete centı́metros y era nal prenda sin despertar la atención de modo poco
de fornida constitución, se presentó con estas pala- aconsejable. Por consiguiente, se habı́a afeitado la
bras: —Mi nombre carece de importancia, pero voy coronilla, tejiendo un yarmelke con sus cabellos, un
a explicároslo todo acerca de una acción en la que postizo que hacı́a sus veces de un modo clandes-
participé junto con un caballero llamado Amikan. tino. Cuando recibieron instrucciones de capturar
Durante algún tiempo, cuando estuve en una uni- a los dos tipos de la OLP, Drory, Amikan y el res-
dad llamada kidon, mi equipo recibió instrucciones to de su equipo se trasladaron a Atenas, donde se

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VICTOR OSTROVSKY

encontraban sus dos objetivos. Ambos residı́an en te transitada. A un lado, habı́a un espacio destinado
distintos apartamentos de la ciudad y, aunque cons- a aparcamientos para los clientes del restaurante,
tantemente celebraban entrevistas estratégicas, no que era donde Abdul y Said dejaban sus vehı́cu-
aparecı́an juntos en público. Como el Instituto aún los, y en la parte posterior aparcaban los huéspedes
seguı́a resintiéndose por entonces de la embarazo- del hotel. Después de considerar todos los factores,
sa publicidad que habı́a suscitado el fracaso de Li- Drory y Amikan decidieron llevar a cabo la opera-
llehammer, donde habı́a sido asesinada una persona ción tras la reunión de un miércoles concreto. 106
erróneamente, Yitzhak Hofi, el nuevo jefe del Mos- / 250 Al otro lado de la calle y a media manza-
sad, deseó comprobar por sı́ mismo la personalidad na del hotel habı́a un teléfono público, ası́ como
de las vı́ctimas y conceder su aprobación definitiva otro desde el que se veı́a el apartamento de Said,
in situ, empeñándose en verlas antes de que fueran y puesto que éste siempre abandonaba la reunión
ejecutadas. Por razones de seguridad llamaremos antes que Abdul, el plan consistı́a en hacer salir
Abdul al jefe de la base y Said a su ayudante. Tras al último del hotel y luego advertir al hombre que
haber estudiado la situación se decidió que el traba- aguardaba en el teléfono próximo al apartamento
jo no podı́a realizarse en el apartamento de Abdul. de Said de que debı́a atacarlo cuando regresara a
Como quiera que ambos celebraban sus reuniones casa. Amikan era el responsable de la unidad en-
en un hotel situado en una calle muy importante, cargada de Said. Habı́a recibido instrucciones de
por lo general los martes y los miércoles, junto con utilizar una pistola de nueve milı́metros y su su-
otros oficiales de la OLP, los estuvieron siguiendo perior verificó concienzudamente que las balas que
durante casi un mes antes de tomar una decisión. emplearı́a no eran dum-dum —es bien sabido que el
Ambos fueron fotografiados en repetidas ocasiones Mossad suele utilizarlas de este tipo y preferı́a que
y el Mossad comprobó los archivos una y otra vez aquel doble ataque fuese atribuido a cualquier otra
para asegurarse de que no existı́a ningún error. Por facción de la OLP antes que asumir la culpabilidad,
añadidura, en su juventud Abdul habı́a sido arres- o el éxito, de haberlo cometido. Al llegar el dı́a se-
tado en Jerusalén oriental por la policı́a jordana y ñalado, por la noche, una pequeña furgoneta aparcó
después de la ocupación israelı́ el Mossad habı́a lo- exactamente al otro lado de la calle, frente al hotel.
grado apoderarse de su expediente. De modo que, En el vestı́bulo estaba apostado un hombre y Drory
tras hacerse con un vaso que Abdul habı́a utiliza- debı́a aproximarse a la puerta principal desde la zo-
do en el hotel a fin de cotejar sus huellas dactilares na de aparcamiento contiguo, seguido muy de cerca
con las que figuraban en el antiguo dossier, ya no les por Yitzhak Hofi. Drory y Hofi debı́an esperar en
cupo duda alguna. Al concluir las reuniones Abdul el coche hasta que les avisaran por radioteléfonos
abandonaba el hotel y solı́a acudir a casa de alguna portátiles mediante una serie de señales que habı́a
de sus amiguitas y Said se iba por su lado. Se pre- llegado el momento de intervenir. Sin embargo, con-
sentaba en las reuniones vestido deportivamente y trariamente a lo esperado, aquel miércoles Abdul y
luego, tras un trayecto de veinte minutos hasta su Said salieron juntos del hotel —era la primera vez
apartamento en un suburbio distinguido, se vestı́a que hacı́an algo semejante—, por lo que nadie se
con ropas más elegantes y salı́a a pasar la velada. movió. Los asesinos en potencia se limitaron a ob-
Vivı́a en el segundo piso de un edificio de dos pi- servar cómo ambos individuos subı́an en sus coches
sos y cuatro apartamentos, debajo del cual, en una y partı́an. El martes siguiente el equipo volvió a re-
avenida contigua, los vecinos disponı́an de cuatro unirse. En esta ocasión Said abandonó la reunión
plazas de aparcamiento. Said tenı́a reservada la se- sobre las nueve de la noche y se dirigió hacia su
gunda plaza desde el fondo, aparcaba, desandaba vehı́culo. Los hombres del Mossad se adelantaron
el camino por la avenida y entraba por la puerta un poco como si acabasen de llegar y maniobraron
principal. Habı́a una farola directamente enfrente para aparcar mientras Said ponı́a su coche en mar-
de los aparcamientos y asimismo luces en las pare- cha y se alejaba. Al cabo de pocos minutos oı́an las
des donde los coches estaban estacionados. Mien- reveladoras señales del hombre que tenı́an apostado
tras que Abdul desempeñaba funciones polı́ticas y en el vestı́bulo del hotel, significativas de que Abdul
contaba con menos seguridad personal, Said estaba estaba a punto de salir. El hotel tenı́a una puerta
comprometido en la rama militar y compartı́a su giratoria en la parte delantera y otra normal junto
apartamento, una especie de piso franco, con otros a ella. Para asegurarse de que Abdul saldrı́a por
tres miembros de la organización, dos de ellos por la puerta giratoria, habı́an inutilizado la segunda.
lo menos guardaespaldas armados. La calle adonde El hombre del Mossad que aguardaba en el vestı́-
daba el hotel tenı́a dos carriles en cada dirección, bulo salió por la puerta giratoria inmediatamente
con una zona central. No era una área especialmen- detrás de Abdul, deteniéndose en el exterior y sos-

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

teniéndola de modo que nadie más pudiera hacerla balcón del segundo piso, con la luz encendida a sus
girar. En la cabina telefónica de enfrente se encon- espaldas, tratando de vislumbrar algo entre la os-
traba otro hombre en comunicación con el enlace curidad y llamándole a gritos. Otro miembro del
que montaba guardia en las proximidades del apar- equipo de Amikan que montaba guardia frente al
tamento de Said. Abdul descendió los peldaños y edificio por si se necesitaban refuerzos les gritó en
giró hacia la izquierda del aparcamiento mientras árabe: — ¡Bajad! ¡Bajad! Y mientras ası́ lo hacı́an,
Drory iba tras él seguido inmediatamente de Ho- él y Amikan cruzaron corriendo la calle, se metie-
fi. Éste llamó a Abdul por su nombre y, cuando ron en el coche con el individuo que habı́a estado
él se volvı́a para responder a su llamada, Drory le en el teléfono y se perdieron entre la noche. Recuer-
disparó dos tiros en el pecho y uno en la cabeza, do perfectamente el modo en que Drory describió
dejándole muerto en la acera. Hofi se dirigı́a ya al la operación, tal como si se refiriera a un banquete
otro lado de la calle donde se hallaba la furgoneta, en el que uno ha disfrutado, en un lugar excelen-
que habı́a comenzado a adelantarse lentamente, y te, de manjares extraordinarios. Y tampoco olvi-
el hombre que se encontraba en el teléfono anunció daré nunca cómo se refirió al ataque. Levantó las
que la acción ya se habı́a ejecutado, indicando de manos delante suyo como si estuviera empuñando
este modo a su compañero que podı́a ponerse en una arma y disparara: fue impresionante. A mı́ me
marcha la fase de la operación correspondiente a han disparado y he visto muchas cosas, pero nunca
Said. Por su parte, Drory dio la vuelta, regresó al olvidaré su expresión en aquellos momentos: esta-
aparcamiento lateral, se metió en su coche y aban- ba tan agitado que le rechinaban los dientes. Más
donó el lugar. El hombre que estaba estacionado en tarde, sometido a un breve interrogatorio, le pre-
el vestı́bulo atravesó de nuevo la puerta giratoria, guntaron qué se sentı́a cuando se disparaba contra
cruzó el vestı́bulo del hotel y salió por detrás, donde alguien sin actuar en defensa propia o en un cam-
ya habı́a un coche esperándole. Todo habı́a sucedi- po de batalla. —Se trataba de defender la patria
do en unos diez segundos: si alguien hubiera estado —repuso—. Él no me atacaba a mı́ sino que, imagi-
observando desde el vestı́bulo, habrı́a creı́do simple- nariamente, empuñaba una arma contra mi nación.
mente que el hombre habı́a salido por las puertas Los sentimientos nada tienen que ver en estas cir-
giratorias y, tras descubrir que habı́a olvidado algo, cunstancias. Además, yo no experimentaba ningu-
habı́a regresado al hotel. 107 / 250 Transcurrirı́an na sensación de culpabilidad. Cuando le pregunta-
casi diez minutos antes de que encontraran el ca- ron qué debı́a de estar pensando su colega Amikan
dáver de Abdul en el aparcamiento. Cuando Said mientras acechaba entre los arbustos aguardando a
detuvo el vehı́culo junto a su casa, Amikan ya le que su presa regresara al hogar, Drory nos explicó
estaba aguardando entre los arbustos que separa- que él le habı́a confesado que estaba consultando
ban los dos edificios. La farola que habı́a al otro el reloj porque se le hacı́a tarde y tenı́a hambre.
lado de la zona de estacionamiento estaba encendi- Deseaba concluir de una vez para salir de allı́ e ir
da, pero a través de la ventanilla posterior y contra a comer algo, como cualquiera cuyo trabajo le im-
las luces de la pared que iluminaban aquella área, pidiese salir a cenar. Después de esto dejamos de
Amikan observó que Said habı́a recogido a alguien formularle preguntas. En breve iniciamos un curso
cuando iba camino de su hogar. Como es natural, intensivo sobre fotografı́a, aprendiendo el uso de va-
se le presentaba el problema de no poder distinguir rias máquinas fotográficas y a revelar pelı́culas, ası́
desde allı́ cuál de los dos era Said, por lo que adoptó como un método para utilizar dos tabletas quı́mi-
el criterio de que el amigo de su enemigo era asi- cas con las que se preparaba una solución en agua
mismo su enemigo. Regresó a la parte posterior de tibia en la que se empapaba una pelı́cula durante
su coche e, introduciendo un depósito de cartuchos noventa segundos de modo que no estuviera total-
adicional en su pistola de nueve milı́metros, disparó mente revelada, lo que 108 / 250 podı́a hacerse más
alternativamente once balas en sus respectivas ca- tarde, pero comprobando que la imagen que nece-
bezas. A continuación se adelantó hacia el asiento sitábamos se encontraba allı́. También hicimos ex-
del conductor para asegurarse de que ambos esta- perimentos con varias lupas y tomamos fotografı́as
ban muertos, comprobando que puesto que habı́a desde diversos ingenios ocultos, tales como bolsillos
disparado por detrás les habı́a volado a ambos la interiores. Pinhas Maidan, uno de los tres cursillis-
frente. El tiroteo habı́a sido rápido, pero algo rui- tas que se habı́an incorporado al grupo en aquel
doso. Aunque Amikan habı́a utilizado silenciador, último trimestre, decidió obtener unos ingresos sa-
el estrépito de los vidrios rotos y del impacto de neados de sus lecciones fotográficas. En una zona a
las balas que alcanzaron la pared habı́a alertado lo largo de la playa norte de Tel-Aviv denominada
a los guardaespaldas de Said, que se asomaron al Tel Barbach, no lejos del Country Club, merodean

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las prostitutas esperando a que lleguen los clientes guna sospecha. También nos impartieron una serie
en sus coches y las recojan. Entonces se dirigen tras de conferencias sobre las policı́as europeas, una tras
las dunas de arena, donde llevan a cabo su traba- otra, analizándolas, tratando de comprenderlas, in-
jo, y se marchan. Pinhas decidió coger una noche su formándonos de sus flaquezas y cualidades. Estu-
equipo fotográfico, instalarse en una colina sobre las diamos la bomba islámica y visitamos varias bases
dunas y fotografiar a los hombres que llegaban en militares ası́ como el centro de investigación nuclear
sus coches con las prostitutas y, por consiguiente, de Dimona, en el Néguev, a unos sesenta y cuatro
obtener algunas fotos muy comprometedoras gra- kilómetros en dirección noreste de Beersheba, que
cias a su equipo de alta calidad y a las lentes te- en un principio habı́a simulado ser una 109 / 250 fá-
lescópicas de gran alcance. Asimismo nos habı́an brica textil y más tarde una “estación de bombeo”,
enseñado cómo invadir el computador de la policı́a, hasta que la CIA, desde un vuelo U- 2, obtuvo en
estableciendo una conexión no autorizada por ellos, diciembre de 1960 pruebas fotográficas demostra-
de modo que Maidan se limitó simplemente a obte- tivas de que allı́ se albergaba un reactor nuclear.
ner los nombres y direcciones de los conductores y Asimismo, habı́a un reactor más pequeño llamado
comenzó a chantajearlos. Les telefoneaba diciéndo- KAMG (abreviatura de Kure Garny Le Machkar o
les que tenı́a unas fotos comprometedoras suyas y Instalación de Investigación Nuclear) en Nahal So-
les pedı́a dinero. Maidan se jactaba de lo bien que le rek, en el interior de una base de fuerzas aéreas al
iba el negocio. No mencionaba cantidades, pero al- sur de Tel-Aviv. Yo tuve ocasión de visitar ambas
guien llegó a quejarse y fue amonestado. Creı́ que lo plantas. Tras haberse desvelado el secreto en 1960,
expulsarı́an pero, al parecer, hubo quien consideró David Ben Gurión anunció formalmente el proyec-
que aquélla era una iniciativa espectacular. Supon- to atómico de Israel “con fines pacı́ficos”, aunque en
go que cuando uno se precipita entre la inmundicia gran parte no tenı́an nada de pacı́ficos. En 1986 un
no advierte si algo huele mal. Desde luego, según israelı́ de origen marroquı́ llamado Mordechai Va-
los criterios del Mossad, la producción de tales fo- nunu, que habı́a trabajado en Dimona desde 1976
tografı́as tal vez pudiera llegar a ser un poderoso hasta 1985 antes de trasladarse a Australia, reveló
elemento de persuasión para conseguir reclutas... o que habı́a introducido subrepticiamente una cáma-
tal vez no. Circulaba una anécdota sobre un alto ra fotográfica en el recinto y que habı́a tomado cin-
oficial saudı́ que habı́a sido fotografiado cuando es- cuenta y siete fotografı́as de la planta procesadora
taba acostado con una prostituta, la cual habı́a re- de alto secreto, situada a varios niveles por deba-
cibido instrucciones de situarse de tal manera que la jo de la superficie, que en aquel tiempo acumulaba
cámara fotográfica registrara a un tiempo el rostro plutonio destinado a armamento para armar ciento
del oficial y el acto de la penetración. Más tarde cincuenta ingenios nucleares y termonucleares. Asi-
el Mossad le obligó a enfrentarse con las pruebas mismo, confirmó que los israelı́es habı́an ayudado a
de su escándalo sexual extendiendo las fotos sobre Sudáfrica a detonar un ingenio nuclear en septiem-
una mesa y diciéndole: —Tal vez esto le decida a bre de 1979 en el extremo sur del océano Indico,
colaborar con nosotros. Pero en lugar de mostrarse en las islas deshabitadas del Prı́ncipe Eduardo y
sorprendido y asustado, el hombre estuvo encanta- Marión. Por los inconvenientes que habı́a creado,
do. — ¡Es maravilloso! —decı́a—. Me quedaré con Vanunu acabó siendo sentenciado a dieciocho años
dos de éstas y tres de éstas. Y añadió que deseaba de prisión, acusado de espionaje después de un jui-
enseñárselas a todos sus amigos. Huelga decir que cio a puerta cerrada en Jerusalén. Fue capturado
aquel intento de reclutamiento fracasó totalmente. por el Mossad tras haber sido atraı́do por una her-
El curso prosiguió: se trató sobre unidades de inte- mosa agente a un yate en el Mediterráneo, en las
ligencia en diversos paı́ses árabes, y los aprendices costas de Roma. El Saturday Times londinense se
de katsas pasaron asimismo algún tiempo hablando habı́a estado preparando para publicar su historia
con los oficiales de seguridad de los hoteles para ins- y sus fotos, pero Vanunu fue drogado, secuestrado
truirse y actuar desde su punto de vista. Como ope- a bordo de un buque israelı́, juzgado rápidamen-
rábamos en muchı́simos hoteles, tenı́amos que saber te y encerrado en prisión. En realidad, el secuestro
qué debı́amos evitar para no atraer la atención de fue una chapuza. Vanunu no era exactamente un
la seguridad... esas pequeñas cosas. Por ejemplo, si profesional ni un peligro; sin embargo, tal como se
una doncella llama a la puerta, entra en la habita- desarrolló la acción, llegó a ser de público conoci-
ción y se interrumpen las conversaciones mientras miento. La operación lo devolvió a Israel, pero el
ella se halla presente, probablemente advertirá la Mossad no tuvo motivos para sentirse muy orgullo-
seguridad que allı́ sucede algo. Pero si todos siguen so por ello. A juzgar por mi observación personal
hablando como si no estuviese, no despertarán nin- de la planta de Dimona, la descripción de Vanunu

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

era muy exacta. No sólo eso: su interpretación tam- lidad. En cierta ocasión nos contó a todos que su
bién era fiel. Decı́a que estaban fabricando bombas novia habı́a llegado de Estados Unidos y vivı́a en
y que las utilizarı́an si era necesario. Eso es cierto. su casa, pero que se habı́a visto obligada a regresar
Tampoco era un secreto dentro del Instituto que porque estaba casada. Como nadie la habı́a visto,
habı́amos ayudado a Sudáfrica en su programa nu- persistieron los rumores. Habı́a estado en mi casa
clear, facilitándoles la mayorı́a de su equipamien- en varias ocasiones y yo también en la suya y solı́a
to militar. Entrenamos a sus unidades especiales: ayudarle a preparar sus coberturas, de modo que no
trabajamos mano a mano con ellos durante varios era nada insólito que me invitase a su apartamento.
años. Esos dos paı́ses creı́an necesitar la máquina Me dijo que sólo deseaba comentarme algo y mos-
del fin del mundo y estaban preparados para utili- trarme unas cosas. Accedı́ inmediatamente. ¿Por
zarla. Aunque las medidas de seguridad de Dimona qué no iba a hacerlo? Cuando llegué habı́a prepa-
eran extremas, también estaba rodeada de los mi- rado nuestra bebida favorita, una mezcla de vodka,
siles tierra-aire de Hawk y Chapparal. Lo gracioso hielo y fresas, triturada y mezclada en una coctele-
del caso es que cuando visitamos las instalaciones ra. Antes de sentarse puso un videocasete. —Quiero
de Hawk, los misiles se estaban oxidando puesto enseñarte algo —me dijo—, pero antes debo decir-
que no habı́an tomado precauciones para proteger- te que tengo una fuente interna y, que a partir de
los. Sin embargo, más tarde fueron vendidos a Irán. ahora, antes de realizar un ejercicio, sabré si van
Cuando nos enteramos de ello nos reı́mos a gusto. a seguirnos y estaré en condiciones de informarte
Los katsas neófitos también fuimos instruidos en sobre cuándo y dónde: ya no tendremos necesidad
un sistema internacional de comunicaciones, espe- de seguir preocupándonos por ello. —Si debo serte
cialmente el cable del Mediterráneo que surgı́a en sincero, Jerry —repuse—, no me preocupa que me
Palermo, Sicilia, donde se comunicaba con satélites sigan. En realidad, incluso me gusta. Es emocionan-
que transmitı́an la mayor parte de comunicaciones te. —¿Sabes? —añadió—. Se lo he dicho a Ran H.
árabes. Israel disponı́a asimismo de conexión a tra- —otro compañero de clase que tenı́a graves proble-
vés de la Unidad 8200 y, por consiguiente, tenı́a ac- mas con APAM— y ha estado muy contento. —No
ceso a casi todo cuanto transmitı́an los árabes. 110 me sorprende. ¿Pero a quién crees que le haces un
/ 250 Otra caracterı́stica regular de nuestro curso favor? —Verás, aún tienes que descubrir cómo te
era un documento “sociométrico” redactado cada están siguiendo —protestó Jerry algo tenso. —De
quince dı́as, en el que cada uno de nosotros relacio- acuerdo, Jerry, haz lo que creas más conveniente
nábamos a iodos los demás en un orden de preferen- —le dije—, a mı́ no me importa. Si crees que va a
cia que comprendı́a varias categorı́as: operaciones, servirte de ayuda me parece estupendo. Pero sien-
fiabilidad, honradez, simpatı́a, cordialidad, etc. Yo to curiosidad. ¿Cómo has conseguido esa clase de
no lo hacı́a del todo mal, pero no era honrado. Se información? —Verás, se trata de la mujer que se
suponı́a que no nos enterábamos de los resultados, acuesta con Itsik —me explicó—. La famosa Nú-
pero sı́ los sabı́amos. Como es natural, si alguien no mero Cuatro. Yo también he tenido un pequeño lı́o
nos gustaba lo hacı́amos figurar al final. Y puesto con ella y me facilitó todos estos datos. —Estás bro-
que todos habı́amos dejado de confiar en los otros, meando. —Sabı́a que no ibas a creerme. ¿Por qué
Yosy, Heim y yo mismo comprobábamos las listas no te sientas y te pones cómodo mientras te paso
ajenas sólo para verificar si ocupábamos un lugar el vı́deo? Un dı́a, tiempo atrás, Jerry pasó por casa
razonable en ellas. Ya estábamos dispuestos para el de Itsik y acertó a ver salir de ella a una mujer. Era
ejercicio final. Dentro de quince dı́as serı́amos kat- muy atractiva, de cutis moreno, cabellos de color
sas de pleno derecho. 111 / 250 8. SALUTACIÓN Y castaño claro y un cuerpo magnı́fico. Jerry la estu-
DESPEDIDA El dı́a anterior al comienzo del ejer- vo observando mientras se iba, aguardó un rato y
cicio final de quince dı́as, recibı́ una llamada de mi luego fue a visitar a Itsik, cuya esposa no se encon-
colega Jerry S. Por entonces yo no podı́a suponer el traba en casa. En ningún momento mencionó a la
profundo significado de aquella, al parecer, inocente mujer. Como es natural, el yarid, equipo que diri-
llamada telefónica. Jerry, que entonces tenı́a trein- gı́a la seguridad europea, practicaba tales técnicas
ta y dos años, era ciudadano americano. Llevaba en Israel. Uno de los mejores modos de ejercitarse
barba y bigote y tenı́a los cabellos grises. Era un en comprobar su pericia era 112 / 250 siguiendo
tipo esbelto y habı́a sido abogado de Cyrus Vance, a los katsas neófitos. Dichos equipos solı́an utilizar
secretario de Estado del presidente norteamericano números, no nombres, y se suponı́a que los katsas
Jimmy Carter. Por entonces Jerry y yo éramos ami- ignoraban quiénes eran. Al equipo yarid se le infor-
gos, aunque yo estaba muy al corriente de ciertos maba el dı́a anterior a quién debı́a seguir, la hora y
rumores que circulaban acerca de su homosexua- el punto de partida y se le mostraba una foto del in-

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VICTOR OSTROVSKY

dividuo. Aquella mujer respondı́a concretamente al la mano bajo las bragas y siguió acariciándola. Al
número cuatro. Jerry se habı́a fijado en ella durante cabo de un rato, Jerry también se desnudó y poco
un ejercicio anterior y, aunque ignoraba entonces de después aparecı́a la imagen de ella colgando boca
quién se trataba, lo habı́a hecho constar en su infor- abajo y haciéndole un numerito por los aires mien-
me. Luego, al verla en casa de Itsik, acabó atando tras él se sentaba desnudo en el banco. —No era
cabos. Cuando ella salió, la estuvo vigilando mien- necesario que lo filmaras para conseguir que ella co-
tras se metı́a en su coche, cuya matrı́cula anotó y, laborase, Jerry —le dije cuando el espectáculo hubo
más tarde, a través del computador de la policı́a, concluido. 113 / 250 —Quizá no, pero pensé que si
obtuvo su nombre y dirección. Decidió aprovechar- se negaba le mostrarı́a la pelı́cula y entonces lo ha-
se de tales conocimientos. En primer lugar, estaba rı́a. Resulta excitante, ¿no es cierto? —Sı́, en cierto
enterado de los rumores que corrı́an acerca de él y modo —repuse cautamente. —¿Sabes lo que se dice
deseaba acabar con ellos, y asimismo querı́a llegar a de mı́ por la oficina? —¿A qué te refieres? ¿Acer-
conocer quién serı́a seguido determinado dı́a en que ca de si eres homosexual? —Sı́. —Es tu problema,
se realizaban los ejercicios para no tener que preo- no el mı́o. No estoy aquı́ para juzgarte. En aquel
cuparse constantemente por APAM. No destacaba momento se sentó a mi lado, muy cerca. —Bueno,
especialmente en esas pruebas y deseaba librarse de ahora ya has visto que no lo soy. —¿Por qué me
tal preocupación que tanta importancia tenı́a para cuentas todo esto, Jerry? —le pregunté, sintiéndo-
el curso: ningún katsa podı́a salir al extranjero sin me algo incómodo. —¿Sabes? Me van los dos sexos
aprobar APAM. En su apartamento, dotado de to- —repuso—. Y creo que podrı́amos pasarlo mejor de
dos los ingenios electrónicos imaginables, se encon- lo que tú piensas. —¡Jerry! ¿No me estarán enga-
traba un gran aparato de ejercicios llamado Soloflex ñando mis oı́dos? —Espero que no. Me sentı́ per-
que consistı́a en un banco y una barra suspendida plejo, pero irritado por momentos. Me levanté del
de una estructura. Uno de los ejercicios a realizar diván y fui hacia la puerta. Jerry me puso la mano
consistı́a en ceñirse unas gomas muy resistentes a en el hombro para detenerme. En aquel momento
los tobillos, colgarlas de la barra y, mientras uno lo vi todo rojo. Aparté su mano de mi hombro y
permanecı́a suspendido cabeza abajo, erguirse e in- le golpeé en el estómago. Nunca en mi vida habı́a
clinarse, trabajando de ese modo los músculos del dado un puñetazo más fuerte. Bajé corriendo la es-
estómago. Otro elemento vital de su equipamien- calera y salı́ a la calle a respirar aire puro. Estuve
to era una cámara audiovisual incorporada a un corriendo durante cuarenta minutos hasta llegar a
maletı́n que se utilizaba para muchas prácticas y la Academia, probablemente seis o siete kilómetros.
que la Academia nos prestaba cuando era necesa- No estaba muy en forma, tosı́a, pero seguı́a corrien-
rio. Además de qué permitı́a filmar sin que los pro- do. Al llegar allı́ me encontré con Itsik. —Itsik —le
tagonistas de la pelı́cula se dieran cuenta, la alta dije—, tengo algo que decirte. Esto tiene que con-
calidad de su técnica permitı́a obtener excelentes cluir. —Vamos a mi despacho. Se lo conté todo.
pelı́culas. La filmación se iniciaba con un plano en No puedo asegurar que le diese una versión muy
gran angular de la habitación. Las cortinas estaban coherente, porque me expresaba atropelladamente,
echadas, pero habı́a mucha luz. A un lado se veı́a aunque, pese a ello, mis explicaciones fueron muy
un armario de madera de color claro y una mesa de claras. Le dije que Jerry tenı́a un vı́deo en el que
comedor, pero el Soloflex dominaba el centro de la se le veı́a haciendo el amor con su amiguita y que
estancia. Al principio Jerry y Número Cuatro es- me habı́a hecho proposiciones sexuales. —Tranqui-
taban hablando. Luego comenzaron a besarse y a lı́zate, tranquilı́zate —me dijo—. Te acompañaré a
acariciarse. —Vamos a hacer ejercicio —dijo Jerry casa en mi coche. Le di las gracias, pero le expliqué
de pronto. Y le sujetó las tiras de goma a los tobi- que tenı́a la bicicleta en la Academia y que prefe-
llos después que ella se hubo quitado los pantalones rı́a regresar con ella. —Verás —repuso Itsik—. Ya
del chandal, de modo que la muchacha quedó col- me lo has contado: ahora debes olvidarlo. —¿Qué
gando boca abajo de la barra. No podı́a dar crédito quieres decir con eso? —Quiero decir que lo olvi-
a mis ojos. Pensaba: “¡Dios mı́o, esto no puede ser des. No quiero volver a oı́r hablar de ello. —¿Qué
cierto!” Pero sı́ lo era. Mientras ella permanecı́a ası́ clase de “caballo” tiene ese tipo? ¿Acaso se trata
suspendida, Jerry retrocedió unos pasos, abrió los del de Troya? —¡Olvı́dalo! No me era posible se-
brazos como si actuase ante la cámara y exclamó: guir insistiendo. Porque me resultaba increı́ble que
— ¡Ta-da! Como es natural, a ella le habı́a caı́do la Itsik me dijese que lo olvidara en seguida, sin mo-
camisa sobre la cabeza y sus senos pendı́an libre- lestarse en comprobar lo que le decı́a. —¡Y que no
mente. Jerry le quitó la prenda, se inclinó, la sostu- me entere de que repites esta historia a nadie más!
vo y comenzaron a besarse. Seguidamente le metió —añadió—. ¡No se lo digas a Heim, a Yosy ni a na-

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

die! ¿Has comprendido? —De acuerdo: lo olvidaré. y que no podı́a protegerme de él: su “caballo” era
Pero voy a comunicártelo por escrito y quiero que demasiado poderoso. El primer ejercicio consistı́a
se curse una copia de archivo. —De acuerdo, pue- en ir al hotel Grand Beach, situado en la esquina
des hacerlo ası́. Una copia para archivo significaba de la calle de Dizengoff y la avenida de Ben Gurión,
que la copia de una carta enviada exclusivamente a en la acera de enfrente de donde otrora se hallara
alguien tan sólo podı́a ser depositada en un sobre el Sheraton. El antiguo Sheraton habı́a sido cedido
cerrado y remitida al archivo de un computador, a los americanos que estaban construyendo pistas
donde permanecerı́a cerrada. Pero el destinatario de aterrizaje en el Neguev como parte del tratado
debı́a firmar para indicar 114 / 250 que la habı́a de paz de Camp David cuando Israel cedió campos
leı́do, y se anotaba la fecha. En el caso de que se de aviación en el Sinaı́. Alquilé una habitación en
tratara de un katsa que hubiese comunicado a sus el Grand Beach por teléfono, mientras se suponı́a
superiores que los sirios iban a atacar la próxima que Jerry se reunı́a con un contacto en el vestı́bulo
semana, pero que éstos hiciesen caso omiso de su del hotel. El contacto tenı́a documentos en un ma-
advertencia, cuando se produjera el ataque la gente letı́n que llevaba en su coche, y el objetivo consistı́a
le preguntarı́a por qué no habı́a informado, y si el en conseguirlo, fotografiar los documentos y devol-
katsa habı́a cursado una copia para archivo le bas- verlo al vehı́culo sin que nadie advirtiese nuestros
tarı́a con exhibirla para demostrar que sı́ lo habı́a manejos. Disponı́amos ya de una llave del coche y
hecho. De regreso a casa me detuve en el aparta- se suponı́a que éste debı́a encontrarse en el sexto
mento de Mousa M., jefe de seguridad, y le puse al lugar de los aparcamientos que habı́a frente a la
corriente de todo. —Deberı́ais cambiar el programa entrada del antiguo Sheraton. Pero resultó que en
y sustituir a la chica—le dije. —¿Se lo has dicho a realidad se hallaba en el tercero, claramente visible
Itsik? —Sı́. —¿Qué respondió él? —Que olvidara para el portero del hotel. 115 / 250 La misión de
el asunto. —Me temo que no podremos sustituir Jerry consistı́a en hablar con el contacto en el vestı́-
a esa muchacha—dijo Mousa—. Si lo hiciéramos, bulo superior del Grand Beach mientras se sentaba
Itsik comprenderı́a que me lo habı́as dicho. Al dı́a en una posición desde la que podı́a verme entrar
siguiente, a mediados de octubre de 1985 y cuando con el maletı́n y cruzar el salón hasta los ascen-
comenzaba el ejercicio definitivo de tres semanas, sores. Cuando hubiera fotografiado los documentos
recibimos la primera orden de actuar, consistente en en la habitación, debı́a retornarlos a su lugar de
que los tres equipos de cinco miembros cada uno nos origen, habiendo eliminado previamente mis hue-
instaláramos en nuestros apartamentos. Un equipo llas dactilares. Una vez cumplida esta misión, harı́a
tenı́a su base en Haifa, el otro en Jerusalén y el una señal a Arik, que a su vez se la transmitirı́a
mı́o en el tercer piso de un edificio próximo al ci- a Jerry, y entonces él dejarı́a en libertad al hom-
nematógrafo Mugraby, junto a las calles de Allenby bre. Toda esa actividad debı́a realizarse sin que el
y Ben Yehuda, en el centro sur de Tel-Aviv, un contacto se enterase. El único obstáculo de todo el
sector bastante sórdido en el que merodeaban las ejercicio consistı́a en que el coche era demasiado vi-
prostitutas. Aparte de Jerry, mi equipo estaba for- sible para el portero. Por consiguiente, pregunté a
mado por Arik, Oded L. y Michel. Cuando hubi- Arik si tenı́a un billetero, le pedı́ que lo vaciara de
mos construido nuestro “deslizamiento” en un ar- todo su contenido, excepto de algo de efectivo que
mario y dispuesto las restantes medidas necesarias debı́a asomar de modo visible, y luego que se diri-
de seguridad para nuestra base-piso franco, nos fa- giera al portero y le dijese que lo habı́a encontrado
cilitaron pasaportes, nos condujeron al aeropuerto y que deseaba que lo entregase en el departamento
y nos dijeron que pasáramos por la aduana y por de objetos perdidos. De aquel modo él no estarı́a
seguridad como si acabásemos de llegar a Israel. Yo en su puesto de observación cuando yo retirara el
llevaba documentación canadiense. A continuación objeto del maletero del coche. En el instante en
cogı́ un taxi desde el aeropuerto hasta el aparta- que yo bajaba la escalera, Arik ya se habı́a entera-
mento, inspeccioné la zona, me enteré de dónde se do del nombre del hombre, por lo que efectuó una
encontraban los teléfonos públicos y demás y llegué llamada telefónica urgente para él, y mientras éste
con tiempo sobrado a la sesión de instrucciones de entraba a atender su llamada, restituı́ el maletı́n a
la una de la tarde. (De vez en cuando se nos permi- su sitio. Dos horas después nos reunı́amos todos en
tı́a ir a casa desde aquel destino, pero a base de un el apartamento. Estábamos muy silenciosos, aun-
sistema rotativo porque siempre debı́a quedarse al- que no parecı́a haber surgido ningún problema. En
guien de noche en el apartamento.) Cuando regresé breve aparecieron Itsik y Kauly. Todos efectuamos
parecı́a como si nada hubiera sucedido entre Jerry y una descripción completa de lo que habı́a sucedido,
yo, salvo que a mı́ me constaba que era “intocable” pero cuando hubimos concluido, Jerry se dirigió a

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VICTOR OSTROVSKY

Itsik diciéndole: —Debo formular una queja sobre dá desde Londres, uno de cuyos miembros habı́a
la actuación de Vic. Me quedé atónito: habı́a cum- encontrado la muerte luchando por la liberación de
plido con creces lo que se esperaba de mı́ y aquel Tierra Santa. En primer lugar telefoneé a las ofici-
imbécil se permitı́a formular una queja. —Cuando nas de Ramlah y le expliqué la historia a una cris-
Vı́ctor trabajó para los “Smerfs” en Kaisarut alojó a tiana árabe que se encontraba allı́. Ella me facilitó
algunos africanos en ese hotel —prosiguió Jerry—. el número de teléfono de mi objetivo en la emba-
Realizando ese ejercicio en un hotel donde es cono- jada, de modo que le llamé, le conté la historia y
cido ha hecho peligrar toda la operación. —Aguar- le facilité el nombre de McPhee (diciéndole que ig-
da un momento —le dije—. Hemos efectuado ejer- noraba dónde habı́a sido enterrado), añadiendo que
cicios en todos los malditos hoteles de esta ciudad. me alojaba en el hotel Carleton y que deseaba en-
Y, de todos modos, hipotéticamente y para los fi- trevistarme con él. No encontré ninguna dificultad
nes de este ejercicio, nos encontrábamos en Parı́s y para ello. El británico se presentó acompañado de
allı́ no me conocen en ningún hotel. Pese a lo que otro hombre y los tres estuvimos charlando duran-
habı́a escuchado, Itsik anotó en su agenda; “Obser- te dos horas y media. El diplomático era paisajista
vación muy acertada.” —Shai... —exclamé volvién- de profesión y se mostró realmente deseoso de ayu-
dome hacia Kauly. — ¡Por favor! —repuso éste—. darme. Me facilitó el nombre y la dirección exacta
No tengo nada que ver en este asunto. Al dı́a si- donde encontrarı́a la tumba. Supuso que todo era
guiente rogué que me asignaran inmediatamente mi legal e incluso comenzamos a tratar de la posibili-
segundo ejercicio, lo que me darı́a la oportunidad dad de contratarle para que escenificara las batallas
de estar ausente del piso franco varios dı́as: estaba que probablemente yo deseaba filmar. Le dije que
harto de vivir bajo el mismo techo que Jerry. Mi partirı́a en breve, pero que me pondrı́a en contac-
misión consistı́a en establecer contacto con un di- to con él dentro de un mes. Las instrucciones que
plomático inglés responsable de la conservación de yo habı́a recibido únicamente consistı́an en estable-
los cementerios militares de Israel (principalmente cer dicho contacto y abrir una puerta. Mi siguiente
los correspondientes a la primera guerra mundial). misión consistı́a en contactar a un hombre en Jeru-
Tenı́a un despacho en Ramlah, al este de Tel-Aviv, salén oriental que tenı́a una tienda de souvenirs en
sede de un inmenso cementerio, y otro en la emba- la calle de Salaha Adin. Inspeccioné la zona, tomé
jada británica de Tel-Aviv. El hombre habı́a sido fotografı́as con una cámara oculta y me hice muy
descubierto varias veces por el Shaback deteniendo amigo del individuo, un miembro de la OLP, razón
su coche en la autopista, tomando fotos de insta- por la que querı́an saber más cosas sobre él. En el
laciones militares y alejándose seguidamente. Sos- curso de otra misión, Itsik me condujo a un edi-
pechábamos que era miembro del servicio secreto o ficio de apartamentos de Tel- Aviv y me dijo que
que trabajaba para alguien. De resultas de ello, el habı́a un hombre en el tercer piso acompañado por
Shaback habı́a formulado una petición para que lo un invitado y que yo dispondrı́a de veinte minutos
vigilásemos. 116 / 250 La primera orden que yo ha- para entablar conversación con su huésped. —Esto
bı́a recibido era ingeniarme un motivo para reunir- es “chutzpah” —le dije. —Defı́neme qué es “chutz-
me con aquel hombre. ¿Por qué no otra pelı́cula? pah” —repuso Itsik. —Te ensucias en la puerta del
Tras reservar una habitación en el hotel Carleton, individuo, luego llamas a su puerta y le pides papel
al otro lado del Marina, en la calle de Hayarkon higiénico: eso es “chutzpah”. Fui a una tienda próxi-
de Tel-Aviv, acudı́ hasta un monumento levantado ma y compré dos botellas de clarete Mouton Cadet,
cerca de aquel lugar donde las tropas del general me acerqué al edificio y, tras comprobar los nombres
británico Allenby habı́an cruzado el rı́o Yarkón du- de los inquilinos, llamé a un timbre y dije que tenı́a
rante la primera guerra mundial, dando fin a cuatro que entregar un paquete a una mujer. —¡Ah, pro-
siglos de dominio otomano en Tierra Santa. Fijé en bablemente está usted buscando a Dina! —repuso
mi mente las fechas de las batallas y el nombre de la voz. —¿Está Dina casada? —me interesé. —No
las brigadas que habı́an intervenido en el combate —me respondieron. Llamé al apartamento que me
y me dirigı́ hacia otro inmenso cementerio británi- habı́an indicado pero, afortunadamente, la mujer
co de las afueras de Haifa, observando las tumbas no estaba en casa. Entré en el edificio y comencé a
hasta que encontré una con el nombre de un sol- subir la escalera: era una de esas casas de vecinos
dado (McPhee) que habı́a luchado y muerto enton- en las que es preciso pasar por todas las puertas
ces. Decidı́ simular que era un canadiense oriundo hasta llegar a la que a uno le 117 / 250 interesa.
de Toronto, personalidad que completé con tarjetas Cuando me encontraba en el tercer piso, donde se
comerciales, y que me proponı́a hacer una pelı́cula hallaban mis objetivos, cogı́ una de las botellas y
sobre una familia que se habı́a trasladado a Cana- alzándola en el aire la estrellé contra el suelo con

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

gran estrépito frente al apartamento en cuestión. A nete del primer ministro y que toda la investigación
continuación llamé a la puerta. —Disculpe —dije fracasó por falta de documentación. No importaba
cuando me abrieron—. Venı́a a ver a Dina, pero no que se tratase de Begin, Peres o Shamir. Una vez
está en casa y se me ha roto esta botella. ¿Pueden se disponı́a de un instrumento, podı́a utilizarse. Y
dejarme algo para recoger todo esto? El hombre y el Mossad siempre lo harı́a ası́. Aunque los katsas
su invitado me ayudaron. Les sugerı́ que compartié- neófitos solamente realizábamos algunos ejercicios
ramos la otra botella y permanecı́ con ellos durante de esa naturaleza, aquellos que se entrenaban para
dos horas, acabando por enterarme de la historia de neviots los efectuaban con cierta regularidad. 118
sus vidas. Habı́a cumplido mi misión. Entretanto, / 250 Si deseaban entrenarse para asaltar un lugar
el equipo del apartamento de Haifa estaba concen- seguro, lo escogı́an bien. ¿Y hay algo más seguro
trado en las tropas de pacificación de la ONU, espe- que una comisarı́a de policı́a? Me disgustó realizar
cialmente las canadienses. Los canadienses eran un semejante práctica y pregunté por qué hacı́amos co-
magnı́fico objetivo: se mostraban muy amistosos y sas que iban contra nuestra propia normativa. Se
eran muy agradables. Entre nosotros se sentı́an to- suponı́a que debı́amos operar fuera del paı́s y no
mo si estuvieran en un paı́s occidental, por lo que en el interior. Oren Riff, al que creı́a un amigo, re-
estaban muy cómodos, mucho más que con los ára- puso: —Cuando buscas algo, lo haces donde se ha
bes. Es decir, si uno quiere pasarlo bien, ¿adonde perdido, no bajo la luz. Se referı́a a la historia del
debe ir? ¿A Damasco? Habı́a varios duvshanim ca- hombre que perdió algo en la oscuridad pero que se
nadienses (literalmente “pasteles de miel”), fuerzas dedicaba a buscarlo entre la luz. Al preguntarle por
pacificadoras de la ONU destinadas como mensaje- qué buscaba por allı́ en lugar de donde lo habı́a per-
ros que nos traı́an y llevaban paquetes de uno a otro dido, respondió que a oscuras no distinguı́a nada,
lado de las fronteras. Dos de los ejercicios consistı́an pero que sı́ veı́a perfectamente en un lugar ilumi-
en irrumpir en comisarı́as de policı́a, una vez en el nado. —Será mejor que cierres la boca y hagas tu
cuartel general de Mador, en la calle de Dizengoff trabajo —añadió Riff— porque no es asunto de tu
de Tel-Aviv, y la otra en centros de investigaciones incumbencia. Y seguidamente me contó la historia
especiales de Jerusalén. Allı́, un tipo llamado Zigel del tipo que llega del desierto y se encuentra entre
dirigı́a una extensa unidad especial investigadora las vı́as del tren. Oye el silbido de un tren que se
de fraudes. Uno de los casos en los que estaba tra- acerca, pero ignora de qué se trata. Gradualmen-
bajando por entonces se llamaba “dossier Meloco- te advierte que se aproxima una cosa enorme, pero
tón” (en hebreo Tik Afarsek). Cuando irrumpimos sigue ignorando qué es, por lo que permanece allı́
en el cuartel general nos acompañaba un “experto y es arrollado. De algún modo logra sobrevivir y
en entregas” que nos indicó los archivos que debı́a- tras prolongada estancia en el hospital le llevan a
mos llevarnos. Resultó que el “dossier Melocotón” su casa y sus amigos dan una fiesta para celebrar su
trataba de una investigación en la que se hallaba retorno. Alguien pone una tetera en el fuego para
implicado un ministro del gabinete, un tipo muy hacer té, pero cuando oye el silbido de la ebullición,
religioso llamado Yosef Burg, que era uno de los se levanta de un salto, coge una hacha, irrumpe en
miembros más antiguos del Parlamento de Israel. la cocina y destroza la tetera. Al preguntarle por
Hacı́a tanto tiempo que estaba en activo que cir- qué ha hecho eso dice: —Voy a explicároslo: ¡debéis
culaba un chiste sobre él en el que aparecı́an tres acabar con esas cosas cuando aún son pequeñas! Y
arqueólogos, uno americano, otro inglés y el tercero entonces Oren añadió: —Ahora vas a escucharme.
israelı́, que encuentran una momia egipcia de tres Deja ya de silbar, lo harás cuando seas más grande
mil años de antigüedad. Al abrir la tumba, la mo- que los tipos a quienes ahora criticas. —¡Vete a la
mia se despierta y dice al americano: —¿De dónde mierda! —repuse furioso. Y salı́ como una exhala-
vienes? —De América: es un gran paı́s que se en- ción de la oficina. Yo estaba convencido de que te-
cuentra allende los océanos. El paı́s más perfecto nı́a razón, y cuando hablé con los otros muchachos
del mundo. —Jamás he oı́do hablar de él —respon- de la oficina, tipos insignificantes como yo, todos
de la momia. Y volviéndose hacia el británico repite estuvieron de acuerdo conmigo. Pero nadie estaba
la pregunta. Finalmente se dirige al israelı́ y le dice: dispuesto a abrir la boca porque todos esperaban
—Y tú, ¿de dónde eres? —De Israel —responde el salir al extranjero, y aquello era algo que a nadie le
interpelado. — ¡Ah, sı́, Israel! He oı́do hablar de ese importaba. Con semejante actitud puedes irte a la
paı́s. A propósito, ¿sigue siendo Burg ministro del mierda: nunca conseguirás que las cosas funcionen.
gabinete? Ignoro el contenido del expediente ni de Cuando finalizó el curso, a mediados de noviembre
qué investigaciones trataba, pero me consta que el de 1985, y por fin nos convertimos en katsas —ha-
“dossier Melocotón” se recogió a petición del gabi- bı́amos tardado tres años en total— el ambiente era

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VICTOR OSTROVSKY

tan desagradable que ni siquiera dimos una fiesta rios para el envı́o de armas desde el Lejano Oriente:
para celebrarlo. Oded no se graduó, pero se hizo únicamente podı́a tratarse de drogas. De modo que
experto en comunicaciones para las oficinas de Eu- pregunté por qué tenı́amos que utilizar un avión is-
ropa. Avigdor tampoco se graduó, y a través de Mi- raelı́ y me dijeron que el tipo que dirigı́a las fuerzas
ke Harari fue transferido como hombre de acción a aéreas panameñas era Harari, por lo que no existı́a
ciertas gentes de Sudamérica. Michel fue destinado ningún problema. Estuve protestando en el despa-
a Bélgica y Agasy Y. se trasladó a El Cairo para cho y en el comedor de que tuviéramos que respal-
convertirse en enlace. En cuanto a Jerry, marchó a dar a Harari en tal género de actividades. En la
Tsafririm para colaborar con Araleh Sherf. La últi- organización contábamos con un sistema de recla-
ma vez que tuve noticias de él, se proponı́a iniciar maciones por el que éstas podı́an cursarse mediante
una operación en Yemen para tratar de conducir computador, siendo transmitidas a seguridad inte-
judı́os a Israel. Heim, Yosy y yo fuimos destina- rior. Tramité una protesta formal. El inconveniente
dos a la base de Israel. Yo habı́a concluido el curso del sistema era que si se formulaba una queja los
satisfactoriamente, pero me habı́a creado enemigos oficiales de alto rango tenı́an acceso a ella, por lo
poderosos. Por ejemplo, Efraı́m Halevy, jefe de los que Harari debió de descubrirla. Aquélla fue la gota
enlaces, decı́a de mı́ que era “un tipo conflictivo”. que colmó el vaso. Con mi acción habı́a herido el
119 / 250 Pese a ello se preveı́a que irı́a a Bélgica, punto débil de Harari, que por otra parte tampo-
gran honor para un novato, donde deberı́a incorpo- co me tenı́a simpatı́a alguna puesto que no era la
rarme al equipo katsa de ataque, cosa que molestó primera vez que nos enfrentábamos. Por entonces
a Itsik. Después de todo no habı́a muchas oportu- tenı́amos un caso pendiente en Chipre que motivó
nidades. Si iba allı́, estarı́a inmovilizado de tres a que me enviasen allı́ para prestar mi intervención.
cinco años. Entretanto, estaba en la parrilla de sa- En realidad no se esperaba que yo fuese, pero Itsik
lida bajo las órdenes de Ran, hasta que él tuvo que se empeñó en ello. Yo estuve tan sorprendido como
ir a Egipto en misión de reclutamiento. La televi- entusiasmado de que quisiera enviarme. Mi cometi-
sión egipcia habı́a emitido una pelı́cula crı́tica sobre do consistirı́a en simular ser el intermediario de una
el Mossad llamada El hombre de mirada burlona, operación ya en marcha. Apenas conocı́a los deta-
que contenı́a muchı́sima información interna de la lles, pero se suponı́a que debı́a encontrarme con un
organización. Pero en lugar de provocar un escán- individuo con quien establecerı́amos un sistema por
dalo, habı́a dado como resultado que se presentara el que se le harı́a llegar a Europa equipamiento de
una oleada de voluntarios en la embajada ofrecién- diversos explosivos. Ni siquiera conocı́a el nombre
dose para colaborar con el Instituto. Dos semanas del contacto: era europeo y residı́a en Chipre, sir-
después de haberme incorporado a la base israelı́, viendo de enlace a la OLP y traficando en armas
me ordenaron que transfiriese un paquete que habı́a al mismo tiempo. Se trataba de cortar todo aque-
llegado en un vuelo de El Al procedente del Lejano llo de raı́z. Los clientes del tipo también eran 120
Oriente a una dirección de Panamá facilitada por / 250 traficantes de armas y pensábamos que si lo-
Mike Harari. Me presenté en el aeropuerto con un grábamos acabar con ellos imaginarı́an que los ha-
Subaru, pero cuando llegué me quedé sorprendido brı́an denunciado facciones militantes de la OLP.
al encontrarme con un paquete de 2 x 3 x 1,5 m to- Yo debı́a asegurarme de que los tipos implicados se
talmente envuelto en plástico y que contenı́a múl- presentarı́an en cierto lugar convenido de Bruselas
tiples envoltorios en su interior, demasiado grande para recibir las mercancı́as. El trato se habı́a fija-
para poder transportarlo en coche. Por lo tanto, do en aquella capital porque los explosivos y deto-
encargué que lo recogiera un camión y lo llevase a nadores eran enviados desde la central del Mossad
la oficina para que lo embalasen de nuevo y lo en- en Tel-Aviv al cuartel general europeo en Bruselas
viasen a Panamá. Acto seguido le pregunté a Amy por medio de la valija diplomática. Dada su cate-
Yaar qué contenı́an los envoltorios. —Nada que te gorı́a, solı́a ser muy voluminosa. Los clientes eran
importe —repuso Yaar—. Cumple las órdenes que comerciantes de equipamiento de Bélgica y Holan-
has recibido. El paquete no fue cargado en un avión da. Nuestro propósito era bloquear sus actividades
panameño como me habı́an dicho sino en otro de las y conseguir que, a partir de ahı́, la policı́a de sus
fuerzas aéreas israelı́es. Les dije que debı́a existir al- respectivos paı́ses emprendiese una investigación.
gún error. —No, no —me respondieron—. El apa- Como es natural, la policı́a querı́a contar con prue-
rato ha sido prestado a Panamá. Se trataba de un bas, y el Mossad, cuya intervención desconocerı́a,
avión Hércules de transporte. Cuando regresé a la iba a facilitárselas. Parte del proyecto consistı́a en
oficina protesté. Sabı́a lo que estábamos enviando, utilizar a Michel por su excelente francés para que
no era tan necio. No actuábamos como intermedia- fuese telefoneando e informando a la policı́a duran-

– 72 –
POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

te cierto tiempo, preparando el terreno hasta que contra Libia u otro paı́s árabe. Como es natural, el
las mercancı́as fueran entregadas. Yo me alojaba en Mossad controlaba el acontecimiento. Era algo muy
el hotel Sun Hall, que dominaba el muelle de Larna- lógico, como los palestinos suponı́an que debı́a ser.
ca. El equipamiento debı́a ser transmitido a Bélgica Y por ello se filtraron noticias de que los mandos
y depositado en un coche. Disponı́a de un juego de veteranos de la OLP se proponı́an partir temprano
llaves que debı́a entregar a uno de los hombres de en su reactor y sobrevolar la costa sureste de Chi-
Chipre, indicándoles que serı́an informados exacta- pre a Damasco. El Mossad tenı́a dos combatientes
mente acerca de cuándo y dónde debı́an recoger el —que no se conocı́an entre sı́, cosa absolutamente
vehı́culo. Ellos me propusieron que nos encontráse- normal— aguardando en una lı́nea telefónica. Uno,
mos en el hotel Butterfly, pero yo insistı́ en que nos que vigilaba en el aeropuerto, se suponı́a que verı́a
viésemos en mi hotel. El 2 de febrero de 1986 la embarcar y despegar a los hombres en el avión y
policı́a belga sorprendió a los tipos con las manos que inmediatamente informarı́a al otro combatien-
en la masa cuando llegaban al coche, comprendido te, quien, a su vez, me informarı́a a mı́ por teléfono.
el individuo al que yo habı́a entregado las llaves, Entonces yo transmitirı́a el mensaje por radio al bu-
y confiscaron asimismo más de doscientas libras de que espı́a. Yo me habı́a presentado en Chipre bajo
explosivos y doscientos o trescientos detonadores. la personalidad de Jason Burton. Me condujeron
Después de esto, estaba dispuesto para regresar a hasta mitad de camino en una patrullera israelı́ y
casa. No comprendı́a que en realidad habı́a sido en- luego me recogió un yate privado desde el puerto, y
viado a Chipre con otra intención, como parte de en mi pasaporte figuraba el visado de entrada como
una operación con la que ya estaba algo familia- si hubiese llegado por aire. Hacı́a viento y frı́o y no
rizado desde que trabajaba con los servicios infor- se veı́an muchos turistas. Sin embargo, en mi hotel
máticos de la oficina. Las órdenes que recibı́ a con- se alojaban cierto número de palestinos. Habı́a con-
tinuación consistı́an en permanecer en mi hotel y cluido la primera parte de mi misión y aguardaba
aguardar una llamada telefónica de un combatien- simplemente a que me llamaran por teléfono; por
te del Metsada que estaba vigilando el aeropuerto consiguiente, aunque no tenı́a nada que hacer, po-
de Trı́poli, en Libia. El mensaje mágico serı́a: “Los dı́a deambular por el recinto pero sin abandonarlo,
pollos han huido del gallinero” y, una vez recibi- por lo que simplemente advertı́ a conserjerı́a que me
do, serı́a repetido por radio cada quince segundos transmitieran cualquier llamada que se recibiese en
hasta que a su vez serı́a recogido por un buque por- el lugar donde me encontrase. Era la tarde del dı́a
tamisiles próximo y transmitido a las fuerzas aéreas 3 de febrero de 1986 cuando distinguı́ a cierto indi-
israelı́es, que ya tendrı́an sus aviones en el aire pre- viduo en el vestı́bulo. Iba muy bien vestido, usaba
parados para obligar a aterrizar en nuestro paı́s a gafas con montura de oro y lucı́a tres anillos enor-
un reactor civil libio Gulfstream 11. Los “pollos” en mes en su mano derecha. Llevaba perilla y bigote y
cuestión eran unos terroristas de los más peligrosos aparentaba unos cuarenta y cinco años. Sus cabellos
del mundo. Se trataba exactamente de Abu Kha- negros comenzaban a encanecer. Calzaba costosos
led Amli, Abu Ali Mustafa, Abdul Fatah Ghamen zapatos de piel y vestı́a un traje de lana muy bien
y Arabi Awad Ahmed Jibril, del comando general cortado y de excelente calidad. Se hallaba senta-
de la FPLP. Jibril habı́a sido el autor del secuestro do hojeando una revista árabe, pero pude observar
del Achille Lauro que tantas preocupaciones causa- que tenı́a un ejemplar de Playboy escondido en su
ra al coronel norteamericano Oliver North, hasta el interior. Yo sabı́a que era árabe y comprendı́ que
punto de inducirle a adquirir un costoso sistema de se sentı́a muy importante. Pensé: “¡Qué diablos! No
seguridad para la protección de su hogar. El hombre tengo nada más que hacer, entraremos en relación.”
fuerte libio, Mu’ammar al-Gadafi, habı́a convocado El contacto fue directo. Me dirigı́ sencillamente ha-
una conferencia de tres dı́as en Trı́poli del por él cia él y le dije en inglés: —¿Le importarı́a dejarme
denominado Mando Aliado de las Fuerzas Revolu- hojear el desplegable? —¿Cómo dice? —repuso en
cionarias de la Nación Árabe, con representantes de inglés con mucho acento extranjero. —Me refiero
veintidós organizaciones palestinas y árabes en su a la chica... la revista que tiene ahı́ en medio. El
plaza fuerte, los barracones de Bab al-Azizia. Gada- hombre se echó a reı́r y me la prestó. Yo me di
fi estaba reaccionando contra las maniobras navales a conocer como un hombre de negocios británico
norteamericanas en la costa del Lı́bano y los delega- que habı́a pasado la mayor parte de mi vida en Ca-
dos aprobaron la creación de escuadrones suicidas nadá. Sostuvimos una conversación muy amistosa
para ataques comando contra objetivos norteameri- y al cabo de un rato decidimos ir a cenar juntos.
canos 121 / 250 en América y cualquier otro lugar si El hombre era un palestino que vivı́a en Aman y,
los americanos se atrevı́an a provocar una agresión al igual que mi “personaje ficticio”, trabajaba en

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VICTOR OSTROVSKY

negocios de importación-exportación. También era barqué en un yate privado que me condujo a la


aficionado a la bebida, de modo que después de patrullera que debı́a llevarme a casa. El 4 de febre-
cenar pasamos a un bar, donde comenzó a embria- ro los israelı́es obligaban a aterrizar al reactor civil
garse. Entretanto, yo le habı́a expresado todas mis en la base aérea de Ramat David, próxima a Haifa.
simpatı́as por la causa palestina e incluso mencioné Mas en lugar de peces gordos de la OLP, los nueve
haber perdido muchı́simo dinero en una expedición pasajeros eran oficiales sirios y libaneses de escasa
marı́tima a Beirut por causa de la guerra. — ¡Esos graduación, lo que provocó un terrible bochorno in-
malditos israelı́es! —exclamé. El hombre siguió ha- ternacional para el Mossad e Israel. Cuatro horas
blando de los negocios que realizaba en Libia y fi- después los dejábamos partir, pero no sin que an-
nalmente, estimulado por la bebida y mi aparente tes Jibril celebrara una conferencia de prensa en la
amistad, dijo: 122 / 250 —Mañana vamos a dar- que manifestó: “Proclamad a todo el mundo que se
les una buena lección a los israelı́es. —¡Magnı́fico! abstengan de utilizar aviones americanos 123 / 250
¿Y cómo será eso? —Nos hemos enterado por una ni israelı́es, porque en lo sucesivo no respetaremos
fuente de que los judı́os están siguiendo la reunión a los civiles que viajen en dichos aparatos.” En Da-
de los palestinos con Gadafi. Pensamos hacer tru- masco, el ministro de Asuntos Extranjeros, Faruk
co en el aeropuerto. Los israelı́es creen que todos al-Shara’a, exigió una reunión de emergencia del
esos personajes importantes de la OLP embarca- Consejo de Seguridad de la ONU. Se celebró aquella
rán juntos en el mismo avión, pero se equivocan. semana y en ella Estados Unidos vetó una resolu-
Yo me esforzaba por mantener una calma aparen- ción que condenaba a Israel. El general de división
te. No se esperaba que iniciase contactos, pero tenı́a Hikmat Shebabi, jefe de estado mayor del ejército
que hacer algo. Por fin, sobre la una de la madru- de Siria, dijo: “Responderemos a este crimen dan-
gada, dejé al “amigo” y regresé a mi habitación, do a quienes lo cometieron una lección que nunca
desde donde llamé a un número de emergencia y olvidarán. Escogeremos el método, el momento y
pedı́ por Itsik. —No podemos molestarle: está ocu- el lugar adecuados.” Libia acusó asimismo a la VI
pado. —Tengo que hablar con él. ¡Se trata de una Flota americana de participar en la operación. El
emergencia! Hablaré con el jefe del Tsomet. —Lo primer ministro Shimon Peres declaró avergonzado
siento, pero también él está ocupado. Yo ya me ha- ante el Kenésset y el Comité de la Defensa y de
bı́a identificado como un katsa dando mi nombre Asuntos Exteriores que como quiera que se habı́a
clave pero, de modo increı́ble, no transmitı́an mi recibido información de que viajaba a bordo un pa-
llamada. Por consiguiente, traté de localizar a Ara- lestino de alta graduación “decidimos que debı́amos
leh Sherf en su casa, pero tampoco lo encontré. Por comprobar si estaba en el aparato. La información
fin llamé a un amigo del servicio secreto naval y era de tal naturaleza que nos proporcionaba una
le pedı́ que me pusiera en comunicación con el lu- sólida base para decidirnos a interceptar... Pero re-
gar donde se encontraban sus superiores, un centro sultó ser errónea”. El ministro de defensa Yitzhak
estratégico instalado por la Unidad 8200 en una Rabin dijo: “No encontramos lo que esperábamos.”
base de las fuerzas aéreas del Galil. Como era de Mientras todo esto sucedı́a, yo aún me hallaba en
esperar, Itsik se puso al teléfono. —¿Por qué me la patrullera que me conducı́a a mi patria. No tar-
llamas aquı́? —Escucha, todo es un engaño. Esos dé en enterarme de que los oficiales del Mossad me
tipos no estarán en el avión. Y le conté lo sucedido. acusaban del desastre y que, a fin de asegurarse de
—Esto suena a LAP [guerra psicológica] —repuso que yo no estarı́a presente para poder defenderme,
Itsik—. Además, tú no estabas autorizado a esta- el capitán del buque, a quien conocı́a de mi épo-
blecer contactos. —¡No consiento que me levantes ca de la marina, habı́a recibido órdenes de simular
la voz! —exclamé. Por entonces ambos estábamos que tenı́a problemas en el motor cuando nos encon-
gritando—. ¡Es ridı́culo! —Verás, sabemos lo que trásemos a unas once millas de Haifa. El barco se
debe hacerse. Limı́tate a cumplir tu misión. ¿Re- detuvo cuando yo estaba tomando café. Pregunté
cuerdas lo que tienes que hacer? —Sı́, lo recuerdo. al capitán qué sucedı́a. —Me han informado de que
Pero quiero que te des oficialmente por enterado de existen problemas con el motor —respondió. Estu-
lo que te he dicho. —De acuerdo. Ahora ve a ha- vimos inmovilizados durante dos dı́as sin que me
cer tu trabajo. Aquella noche no pude dormir. Al permitieran comunicarme por radio. En realidad,
dı́a siguiente, a mediodı́a, llegó por fin el mensa- aunque el capitán era comandante de una flotilla
je: “Los pollos han huido del gallinero.” Por desdi- de patrulleras, supongo que le encargaron especı́fi-
cha para el Mossad no habı́a sido ası́. No obstante, camente aquel trabajo, imaginando que podrı́a in-
transmitı́ el mensaje y abandoné inmediatamente timidar a un joven. Pero era un tipo que no im-
el hotel. Fui andando hasta el puerto, donde em- presionaba demasiado. Años atrás se habı́a hecho

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

popular en una noche de niebla en que distinguió puso que se deberı́a a que yo ası́ lo habı́a solicitado
un “obstáculo” en su pantalla de radar. Al parecer porque solı́an transcurrir cinco o seis meses desde
su radio no funcionaba correctamente: podı́a emi- que se deja la organización hasta que se transferı́a
tir pero no recibir mensajes. A medida que aque- un expediente y en mi caso habı́a pasado un solo
lla sombra se aproximaba estuvo avisando por sus dı́a. Peor aún, en él aparecı́a una anotación solici-
altavoces: —¡Deteneos o dispararé! En el instante tando que me trasladaran como enlace del ejército
en que se disponı́a a abrir fuego con el pequeño libanés del sur, lo cual constituı́a una condena a
cañón antiaéreo de la popa del buque, un portaa- muerte para un antiguo componente del Mossad.
viones Nimitz gigantesco apareció entre la niebla Pensé que todo aquello habı́a ido demasiado lejos.
iluminándole con sus potentes focos. El hombre se De modo que hablé con Bella, hice mi equipaje y
disponı́a a atacarle aunque el ancla del Nimitz era cogı́ un vuelo chárter de la Tower Air con destino a
mayor que su patrullera. La gente se habı́a reı́do Londres y luego enlacé con otro vuelo de la TWA
muy a gusto con esta anécdota. Sin embargo, nadie que iba a Nueva York. Al cabo de un par de dı́as
se reı́a del fiasco sufrido al interceptar el avión, sal- marché a Ottawa a ver a mi padre. Al dı́a siguiente
vo los árabes y palestinos, y cuando finalmente me de mi partida llegaba una orden de reclutamiento
permitieron tomar tierra, Oren Riff me saludó con entregada a mano a mi casa de Tel-Aviv. Normal-
estas palabras: —En esta ocasión te has pasado de mente este proceso hubiera requerido unos sesenta
listo. Traté de explicarle lo sucedido, pero se negó a dı́as y otros sesenta de preparación. Bella aceptó
escucharme. —No quiero saber nada —repuso. In- la orden. Pero al dı́a siguiente comenzó a sonar el
tenté hablar con Nahum Admony, jefe del Mossad, teléfono: los oficiales querı́an saber dónde me encon-
que tampoco quiso verme. Luego Amiram Arnon, traba y por qué no me habı́a presentado al servicio.
jefe de los efectivos humanos, me comunicó que es- Mi esposa dijo que habı́a salido del paı́s. —¿Có-
taban dispuestos a dejarme marchar. Me aconsejó mo puede ser eso? —repuso el oficial—. No se le
que dimitiera, pero yo le dije que no iba a hacerlo. ha concedido la exención del ejército. En realidad,
—De acuerdo, pues, pagarás las consecuencias. 124 sı́ la tenı́a, aunque no exactamente del ejército. Yo
/ 250 Fui a ver a Riff y le dije que seguı́a intere- mismo me la habı́a dado, sellándola personalmen-
sándome hablar con Admony. —No sólo se niega te y huyendo seguidamente del gallinero. Pasé unos
a oı́rte —repuso Riff—, sino que no quiere que le dı́as en Washington intentando contactar el enlace
detengas por los pasillos ni en el ascensor. Y si tra- del Mossad, pero no tuve éxito. Nadie atendı́a al
tas de abordarle fuera del edificio, lo considerará teléfono y yo no deseaba revelar dónde me encon-
como un ataque personal. Lo cual significaba que traba. Más tarde Bella se reunı́a conmigo mientras
sus guardaespaldas dispararı́an contra mı́. Me en- nuestras dos hijas se dirigı́an a Montreal. Finalmen-
trevisté con Sherf, quien me dijo que tampoco él te nos instalamos en Ottawa. No estoy seguro de
podı́a intervenir en mi favor. —¡Pero esto es una que todo el problema resultara únicamente de ha-
conspiración! —protesté. —¿Qué quieres que te di- ber hablado. De todos modos me hubieran utilizado
ga? —repuso Sherf—. No puedes hacer nada. De como chivo expiatorio: es una de sus prácticas ha-
modo que dimitı́. Era la última semana de marzo bituales. 125 / 250 ¿Pero recuerdan el palestino de
de 1986. Al dı́a siguiente un amigo de la marina lla- Chipre que me contó el truco? Dijo algo aún más
mó para interesarse de por qué habı́a sido retirado sorprendente. Me explicó que dos amigos suyos que
mi expediente del lugar especial donde se conser- hablaban hebreo como nativos, árabes criados en
van a fin de que los oficiales del Mossad no sean Israel, estaban instalando una empresa de seguri-
llamados para la reserva. (En Israel la mayorı́a de dad en Europa simulando ser especialistas israelı́es
gente sirve treinta, sesenta o noventa dı́as anuales y que reclutaban a los nuestros para que los ayuda-
en la reserva. En este servicio están comprendidas ran a redactar manuales acerca de cómo entrenar a
las mujeres solteras y todos los hombres hasta los grupos clandestinos. Todo aquello era falso: lo que
cincuenta y cinco años, y cuanto más alta es la ca- hacı́an era obtener información y conseguir que los
tegorı́a, más dura el servicio.) Si se abandona el israelı́es se expresaran libremente, como cuando se
Instituto, el expediente suele devolverse al archi- encuentran entre los suyos. Cuando mencioné este
vo normal de reserva, pero con la orden de que a asunto a varias personas de la oficina me dijeron
aquella persona no deben asignársele actividades de que estaba loco, que era imposible y que aquello
primera lı́nea, y ello debido a que sabe demasiado. no podı́a difundirse porque causarı́a estragos. Qui-
De modo que mi amigo, que desconocı́a inocente- se saber qué querı́an decir con ello. Insistı́ en que
mente los problemas de orden interno, se asombró debı́amos advertir a la gente, pero se mostraron in-
de que el expediente hubiera sido transferido. Su- flexibles. El palestino probablemente se confió con-

– 75 –
VICTOR OSTROVSKY

migo porque sabı́a que era muy entrada la noche actividades, muchas de las cuales expongo segui-
y que no tardarı́a en llevarse a cabo la operación. damente y gran parte de ellas salen a la luz por
Nos encontrábamos en el bar de un hotel de Lar- vez primera. 127 / 250 TERCERA PARTE: Por la
naca y, de todos modos, ¿qué podı́a hacer yo? A vı́a del engaño 9. ESTRELLA El 28 de noviembre
propósito, el combatiente de Trı́poli vio a los peces de 1971 cuatro terroristas asesinaban al primer mi-
gordos de la OLP embarcar en el reactor civil. Lo nistro jordano Wasfi al-Tell cuando entraba en el
que no tuvo ocasión de comprobar fue cómo salı́an Sheraton de El Cairo. Tell, un árabe pro occidental
del avión y que el aparato volvı́a a ser ocupado tras decidido a negociar con Israel, se convirtió en la pri-
un hangar, cuando tomaba posición de despegue. mera vı́ctima de una banda criminal de palestinos
Debı́an haberme permitido que llevara a término denominada septiembre Negro, o Ailul al-Aswad en
toda la operación con aquel árabe. Era evidente que árabe, que tomó su nombre de dicho mes de 1970
poseı́a información. Pero no me dieron tal oportu- en que el rey jordano Hussein aplastó a las guerri-
nidad. En circunstancias normales, puesto que yo llas palestinas en su paı́s. septiembre Negro, que no
era un katsa, tras mi llamada telefónica no hubie- tardarı́a en reunir en su seno a los más sangrientos
sen permitido que se interfiriera información perso- y extremistas fedayin —palabra que en árabe de-
nal. Podı́amos habernos evitado el ridı́culo e incluso signa a los combatientes de guerrillas—, emprendió
haber hecho doble juego a nuestros contrarios. De- inmediatamente una serie de asesinatos en cadena
bı́amos haberlos visto venir. A aquellos hombres les de cinco Jordanes que residı́an en Alemania Oc-
inspirábamos un pánico cerval, ¿e iban a embarcar cidental, a quienes acusaron de espı́as a favor de
cinco de ellos junios en un avión? Era gente que Israel. Intentaron asimismo asesinar al embajador
solı́a ocultarse tras las rocas, recelosos, expertos. de Jordania en Londres e instalaron explosivos en
Hubiéramos tenido que comprender que se trata- una fábrica de Hamburgo que producı́a componen-
ba de un truco. Y el Mossad tampoco necesitaba tes electrónicos para su venta en Israel y en una
ningún intermediario que transmitiera un mensaje refinerı́a de Trieste que, según decı́an, trabajaba en
en Chipre: lo que querı́a era una cabeza de turco. “pro de intereses sionistas” en Alemania y Austria.
Y eso es lo que yo fui. Mis problemas ya habı́an El 8 de mayo de 1972 un equipo compuesto por dos
comenzado cuando era cadete, pero los instructo- hombres y dos mujeres capturaron un reactor de
res, al parecer, habı́an confiado en que los supera- Sabena con noventa pasajeros y diez tripulantes en
rı́a y que me adaptarı́a perfectamente al sistema. el aeropuerto internacional Lod, de Tel-Aviv, tra-
Yo tenı́a capacidad para el trabajo y habı́an reali- tando de negociar la liberación de ciento diecisiete
zado una gran inversión conmigo. Y tampoco todos fedayin que estaban presos en Israel. Al dı́a siguien-
estaban contra mı́, por lo que costó algún tiempo te, los dos terroristas masculinos fueron ejecutados
alcanzar el momento en que se decidió que era más a tiros por comandos israelı́es y las mujeres captu-
problemático que valioso. Mis dificultades con Jerry radas y sentenciadas a cadena perpetua. El 30 de
probablemente llegaron a algún pez gordo. Sin du- mayo, tres radicales japoneses armados de ametra-
da contaba con un “caballo” poderoso que operaba lladoras y a sueldo de los fedayin abrieron fuego en
a su favor y en mi contra. Evidentemente al Mossad el aeropuerto Lod asesinando a veinte turistas e hi-
no le agrada la gente que cuestiona el sistema o a riendo a otros ochenta y cinco. Más tarde, el 5 de
aquellos que lo hacen funcionar. Prefieren los que septiembre de 1972, en la cumbre de las XX Olim-
lo aceptan obedientemente tal como es e incluso piadas que se celebraban en Munich, una banda
lo utilizan en su propio provecho. Mientras que no de septiembre Negro irrumpió en el recinto israelı́
hagan zozobrar la embarcación, nada parece impor- de la Ciudad Olı́mpica asesinando a once atletas y
tarles. Aun ası́ aprendı́ bastante durante mi época entrenadores. El enfrentamiento con la policı́a ale-
de entrenamiento extensivo y en mi breve carrera mana fue televisado en directo en todo el mundo.
como katsa para llevar un diario y recoger extensa El grupo ya contaba con miembros que operaban
información sobre numerosas operaciones del Insti- en Alemania, y la semana anterior al comienzo de
tuto. Muchos cursos de instrucción eran enseñados las Olimpiadas varios miembros de septiembre Ne-
por los mismos que habı́an llevado a cabo diver- gro se habı́an dirigido a Munich, viajando por se-
sas operaciones de la organización. Los aprendices parado y llevando consigo un arsenal de rifles de
estudiábamos dichas operaciones minuciosamente, asalto Kaláshnihov de fabricación rusa, pistolas y
las reconstruı́amos y nos eran explicados todos los granadas de mano. Tres dı́as después Israel reac-
detalles. Por añadidura, mi fácil acceso al compu- cionó ante aquella atrocidad ordenando que unos
tador del Mossad me permitió forjarme un vasto setenta y cinco aviones —el ataque más duro infli-
126 / 250 conocimiento de la organización y de sus gido desde la guerra de 1967— bombardeasen las

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

bases de las guerrillas que, según ellos, existı́an en en Roma, cuando aguardaba el ascensor para subir
Siria y Lı́bano, causando sesenta y seis muertos y a su piso en un edificio de apartamentos, a quien
veintitantos heridos. Los reactores israelı́es incluso dispararon doce tiros a bocajarro. El 8 de diciem-
derribaron tres aviones sirios que sobrevolaban los bre Mahmud Hamchari, de treinta y cuatro años,
Altos del Golán, mientras que Siria abatı́a a dos de principal representante de la OLP en Francia, res-
los nuestros. Israel envió tropas de infanterı́a al Lı́- pondı́a a una llamada telefónica en su apartamento
bano para combatir a los terroristas palestinos que de Parı́s. —¡Dı́game! —¿Es usted Hamchari? —Sı́.
habı́an estado minando las carreteras de su paı́s, Y entonces se produjo un terrible estallido. El equi-
y el ejército sirio se concentró en las fronteras de po del Mossad habı́a instalado un ingenio explosi-
Israel por si las hostilidades se convertı́an en gue- vo en su aparato telefónico y cuando se llevó el
rra declarada. Los israelı́es, ya trastornados por las auricular a la cabeza para identificarse detonaron
acciones que se habı́an cometido contra ellos en el el ingenio mediante control remoto. Hamchari que-
exterior, se quedaron literalmente pasmados cuan- dó horriblemente mutilado y falleció un mes des-
do el 7 de diciembre Shin Bet, la 128 / 250 agencia pués de haberse producido el atentado. A fines de
de servicio secreto interno del paı́s, arrestó a cua- enero de 1973 Hussein al-Bashir, de treinta y tres
renta y seis personas por espiar a favor del Deu- años, descrito como jefe de Palmyra Enterprises y
xiéme Bureau (G-2) sirio o por estar al corriente que viajaba con pasaporte sirio, se acostaba en su
de dicha banda y no haber informado de ello. Lo habitación del segundo piso del hotel Olympic de
que realmente los sorprendió fue que cuatro de los Nicosia. Al cabo de unos momentos una explosión
arrestados fueran judı́os y dos de ellos, comprendido derribó la habitación y a Bashir, representante de
su dirigente, sabras, nacidos en Israel, y que hubie- al-Fatah en Chipre. El asesino se habı́a limitado
ran sido descubiertos espiando para un paı́s árabe. a observar cuándo apagaba las luces de su habi-
Inmediatamente después de los acontecimientos de tación y también hizo detonar a distancia el in-
Munich, la primer ministro Golda Meir ordenó que genio explosivo que habı́a instalado debajo de su
los asesinos fueran castigados. Meir, a la sazón una lecho. Al tiempo que elogiaba a su camarada muer-
abuela de setenta y tantos años, habı́a deplorado la to, Arafat juró vengarse, pero “no en Chipre, en
matanza de los Juegos Olı́mpicos de Munich, pro- Israel ni en los territorios ocupados”, clara adver-
metiendo públicamente una guerra vindicativa en tencia de que proyectaba una 129 / 250 escalada
la que Israel combatirı́a “con asiduidad y pericia internacional de la lucha terrorista. En conjunto,
(en una) primera lı́nea, vital, peligrosa y de exten- el Mossad liquidó a una docena aproximadamen-
so alcance”. Lo que se traducı́a en que el Mossad te de miembros de septiembre Negro en la guerra
acabarı́a con ellos o, como se dice: “Nadie escapará vindicativa de Meir. Con el fin de llevar adelante
al largo brazo de la justicia israelı́.” Meir firmó las sus propósitos, el Mossad comenzó a publicar en
sentencias de muerte de unos treinta y cinco terro- los periódicos árabes locales esquelas de terroristas
ristas conocidos de septiembre Negro, entre los que sospechosos que aún estaban vivos. Otros recibieron
se encontraba Mohammed Yusif Najjar, conocido cartas anónimas detallando un ı́ntimo conocimiento
como Abu Yusuf, su dirigente, establecido en Beirut de sus vidas privadas, especialmente de actividades
y antiguo mando del servicio secreto en el al-Fatah relacionadas con el sexo, aconsejándoles que aban-
de Yasser Arafat. En el grupo también se encontra- donasen la ciudad. Por añadidura, muchos árabes
ba el pintoresco pero brutal Ali Hassan Salameh, a resultaron heridos en Europa y en Oriente Medio
quien el Mossad conocı́a como “el Prı́ncipe Rojo”, cuando abrı́an cartas bomba de fabricación israelı́,
que habı́a sido el cerebro de la matanza de Munich y aunque sus manifestaciones fueron muy distin-
y que entonces operaba desde Alemania Oriental, el tas, lo cierto es que inocentes espectadores fueron
cual encontrarı́a la muerte con la explosión de un asimismo vı́ctimas de aquella campaña de vengan-
coche bomba en Beirut en 1979. Como Meir habı́a za. Pero también la OLP estuvo enviando cartas
ordenado al Mossad que localizara a los asesinos de bomba con matasellos de Amsterdam a oficiales is-
septiembre Negro y que los eliminase a medida que raelı́es de todo el mundo y a destacados personajes
los encontrara, también ella acabó convirtiéndose judı́os. El 19 de septiembre de 1972, Ami Schachori,
en el objetivo número uno de los terroristas. Para de cuarenta y cuatro años, consejero agrı́cola de la
el Mossad, aquello significó dar rienda suelta al ki- embajada de Israel en Londres, cayó muerto instan-
don, la unidad criminal del Metsada. La primera táneamente al abrir una de ellas. Cierto número de
visita efectuada tras los sucesos de Munich la efec- ataques ampliamente difundidos por aquella época
tuaron el 16 de octubre de 1972 a Wa’il Zwaiter, contra elementos del Mossad fueron en realidad ca-
de treinta y ocho años, representante de la OLP lificados de “ruido blanco”: bulos que se infiltran en

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VICTOR OSTROVSKY

los periódicos, en su mayorı́a inducidos por el pro- de la población israelı́, o sea, unas cien mil per-
pio Instituto, para sembrar confusión en las infor- sonas, son cristiano-árabes, la OLP está muy bien
maciones públicas. Un clásico ejemplo se produjo el relacionada en el Vaticano, contando con fuentes
26 de enero de 1973, cuando un hombre de negocios privadas en los debates internos. Ası́ fue como Abu
israelı́, Moshe Hanan Yshai (más tarde se declaró Yusuf se enteró rápidamente de que Meir se pro-
que se trataba de un katsa del Mossad llamado Ba- ponı́a visitar al papa e inmediatamente envió un
ruch Cohén, de treinta y siete años), fue muerto mensaje a Ali Hassan Salameh, en Alemania Orien-
a tiros en la Gran Vı́a, la calle más concurrida de tal, en estos términos: “Acabemos con aquella que
Madrid, por un terrorista de septiembre Negro al está derramando nuestra sangre por toda Europa.”
que se suponı́a que estaba siguiendo. En realidad, (Ese mensaje y gran parte del material que aparece
él no seguı́a a nadie. Simplemente se trataba de que en este capı́tulo eran desconocidos para los israe-
el Mossad deseaba que la gente ası́ lo creyese. Otro lı́es hasta que se apoderaron de una montaña de
ejemplo lo constituyó la muerte del periodista sirio documentos de la OLP en la guerra del Lı́bano de
Khodr Kanou, de treinta y seis años, en noviembre 1982.) El modo y el lugar exactos en que Meir debı́a
de 1972, de quien se decı́a que era un doble agente, ser asesinada dependerı́an del Prı́ncipe Rojo, pero
que fue asesinado a tiros en la puerta de su aparta- la decisión de atacar habı́a sido tomada y él esta-
mento de Parı́s porque septiembre Negro creı́a que ba decidido a llevarla a cabo. Con independencia
estaba transmitiendo al Mossad información sobre del hecho de que ella fuera su más visible enemi-
sus actividades. Tampoco era ası́. Pero de ese modo go, Yusuf también comprendı́a que aquel ataque
se dio a conocer el crimen a los medios informati- era una ocasión espectacular de demostrar al mun-
vos. Aunque se habla mucho de agentes dobles, lo do que septiembre Negro seguı́a siendo una fuerza
cierto es que son muy escasos. Aquellos que lo son poderosa que debı́a tenerse en cuenta. A fines de
suelen encontrarse en estables entornos burocráti- noviembre de 1972 la base londinense del Mossad
cos con el fin de desempeñar tales funciones. En recibió una llamada telefónica inesperada de un in-
otoño de 1972 Meir estaba tratando de encontrar el dividuo llamado Akbar, un estudiante palestino que
modo de desviar la atención de los israelı́es de los solı́a aumentar sus ingresos vendiéndoles informa-
horrores del terrorismo internacional y del crecien- ción, pero del que no recibı́an noticias desde hacı́a
te aislamiento en que se encontraba el paı́s desde la mucho tiempo. Aunque se trataba de un “agente
guerra de los Seis Dı́as. Por lo menos polı́ticamente anticuado”, Akbar, que mantenı́a relaciones con la
necesitaba cierta distracción. Israel trataba de ob- OLP, les indicó que deseaba entrevistarse con ellos.
tener una audiencia del papa Pablo VI en Roma. Como hacı́a tanto tiempo que no estaba en activo
Y en noviembre, tras haber recibido un mensaje no debió de poder establecer contacto directo con
del Vaticano accediendo a su solicitud, Meir pidió un katsa especı́fico, y aunque se identificara por su
a sus oficiales que tomasen las medidas necesarias. apodo, aún tendrı́a que dejar un número telefónico
No obstante, les advirtió “que no querı́a ir a Canos- para que pudieran devolverle la llamada. Su men-
sa”, un dicho popular israelı́ que se refiere al castillo saje debió de ser algo ası́ como: “Di a Robert que le
italiano donde el emperador Enrique IV del Sacro llama Isaac”, amén del número telefónico y la ciu-
Imperio se humilló presentándose como un simple dad, como si se tratara de alguien que trabajara
penitente ante el papa Gregorio VII en 1077. Como normalmente en Parı́s y que en aquellos momentos
quiera que le hicieran aguardar intencionadamente llamase desde Londres. El mensaje debió de ser rá-
durante tres dı́as antes de serle concedida la abso- pidamente introducido en el ordenador por el oficial
lución, aquella visita llegó a simbolizar un acto de de servicio y, en aquel caso, se descubrió en seguida
sumisión. Se decidió que Meir visitarı́a Parı́s pa- que aunque Akbar habı́a ido realmente a estudiar a
ra asistir a una conferencia socialista internacional Inglaterra con la esperanza de apartarse del juego
de carácter no oficial que tendrı́a lugar los dı́as 13 del servicio secreto, era un antiguo agente “negro”
y 14 de enero (conferencia enérgicamente criticada (o árabe). Su expediente debió de demostrar la úl-
por el presidente francés Georges Pompidou), que tima vez que se puso en contacto con el Mossad y
luego pasarı́a por el Vaticano el 15 de enero, donde también comprenderı́a fotos suyas de gran tamaño.
sólo permanecerı́a un dı́a, 130 / 250 seguidamente Las fotografı́as se montaban una muy grande en lo
estarı́a dos dı́as con Félix Houhouiet-Boigny, presi- alto y otras tres al pie, exhibiendo cada perfil, y
dente de la Costa de Marfil, y por fin regresarı́a a al individuo con o sin barba, por ejemplo. Cuan-
Israel. Al cabo de una semana de haber cursado la do se trataba con la OLP, por muy indirectamente
solicitud se formalizó la audiencia papal, aunque sin que fuese, siempre se tomaban precauciones extra-
hacerse pública. Como sea que un tres por ciento ordinarias, por lo que se seguirı́an procedimientos

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

APAM muy estrictos antes de que el katsa y Akbar aquella tarde saldrı́a con destino a Roma. Necesi-
llegaran a encontrarse. Una vez hubieron compro- taba dinero y deseaba entrevistarse con nosotros,
bado que Akbar no habı́a sido seguido, éste pro- pero no disponı́a de mucho tiempo porque tenı́an
cedió a explicarles que habı́a recibido instrucciones que dirigirse al aeropuerto. Como se hallaba cerca
de su contacto en la OLP para que fuese a Parı́s de la estación de metro de Roosevelt, le dieron ins-
a asistir a una reunión. Sospechaba que se trataba trucciones de que tomase el siguiente tren hasta la
de una operación importante, ası́ es como la habrı́a plaza de la Concordia y fuese en determinada di-
calificado alguien de su escaso nivel, pero en aquel rección, repitiendo de diferente modo las anteriores
punto carecı́a de información especı́fica. Querı́a di- medidas de seguridad. Hubieran preferido entrevis-
nero. Estaba tenso y excitado. Lo cierto era que no tarse con él en la habitación de un hotel, pero de
deseaba volver a verse implicado en todo aquello, nuevo el al parecer sencillo hecho de alquilar una
pero no creı́a que tuviera muchas opciones puesto habitación no resulta muy fácil en el mundo del es-
que la OLP 131 / 250 sabı́a dónde se encontraba. pionaje. Para comenzar, es preciso contar con dos
El katsa entregó dinero a Akbar allı́ mismo y un nú- habitaciones contiguas, con una cámara que contro-
mero de teléfono para que llamase en Parı́s. Como le aquella donde se celebra la reunión y dos hombres
resulta difı́cil, especialmente con tan escasa antela- de seguridad armados apostados junto a la puer-
ción, recurrir a equipos de paı́ses árabes donde la ta de la habitación próxima, dispuestos a irrumpir
gente no está habituada a las costumbres europeas en caso de que el agente realice algún movimiento
y puede ser detectada más rápidamente en esce- sospechoso ante el katsa, al cual se le habrá facili-
narios occidentales, la OLP suple sus necesidades tado previamente una llave de la puerta para que
con los estudiantes y trabajadores ya residentes en no tenga que entretenerse en la recepción. Como
Europa y que por ello son libres de viajar sin des- Akbar debı́a coger el avión hacia Roma disponı́a
pertar sospechas y sin necesidad de prepararse una de poco tiempo, de modo que renunciaron a la en-
cobertura. Por la misma razón suelen utilizar en trevista en el hotel y se reunieron con él paseando
sus operaciones los servicios de grupos de revolu- por la calle. El hombre informó que, fuera cual fue-
cionarios europeos, aunque no confı́an en ellos ni se la operación, se trataba de algo técnico, puesto
los respetan. Ahora le tocaba a Akbar, y por ello que debı́an introducir subrepticiamente cierto equi-
voló a Parı́s para entrevistarse en la estación de me- pamiento en Italia. Aquella información, al parecer
tro de las Pyramides con otros miembros de la OLP. inofensiva, resultarı́a más tarde un elemento clave
La base del Mossad en Parı́s debı́a seguirle hasta la al recomponer el 132 / 250 rompecabezas. Puesto
reunión, pero lamentablemente se produjo un error que aquella operación correspondı́a a la base de Pa-
y en el instante en que ellos llegaban, Akbar y sus rı́s, se decidió enviar a un katsa a Roma para que
compañeros habı́an desaparecido. Si hubieran po- actuase como contacto de Akbar. Asimismo fueron
dido controlar la entrevista y tomar fotos, habrı́an designados dos empleados de seguridad para con-
contribuido a discernir la complicada red de intrigas ducirlo al aeropuerto. Y resultó que tuvieron que
que septiembre Negro estaba tejiendo en su afán de confiar en dos katsas por la escasez de personal de
acabar con Meir. Como medida de precaución para seguridad disponible en aquellos momentos, uno de
su seguridad interna, una vez han recibido instruc- los cuales fue Itsik, que más tarde se convertirı́a
ciones, los componentes de la OLP viajan en pare- en uno de mis profesores en la Academia del Mos-
jas, pero Akbar consiguió hacer una rápida llama- sad. Pero su actuación de aquel dı́a no constituyó
da al número de Parı́s mientras su compañero iba ningún modelo a seguir sino muy al contrario.13
al lavabo, anunciándoles que habı́an previsto otra Como quiera que llegaban de una reunión segura
reunión. —¿Cuál es su objetivo? —preguntó el kat- en un coche también seguro, Itsik y su compañero
sa del Mossad. —Uno de los vuestros —repuso—. se sentı́an muy tranquilos. No obstante, según las
Ahora no puedo hablar. Y colgó el aparato. En las normas, los katsas no deben merodear por los aero-
filas del Mossad cundió el pánico. Llegaron noticias puertos por temor a ser vistos y acaso reconocidos
a todas las instalaciones israelı́es del mundo entero posteriormente en alguna operación que se realice
de que la OLP planeaba atacar uno de sus objeti- en un aeropuerto distinto o en cualquier otro lugar,
vos. Las bases trabajaron de sol a sol mientras to- como tampoco deben prescindir de su cobertura sin
dos especulaban desordenadamente acerca de quién asegurarse de que no existe peligro alguno. A su lle-
podrı́a ser el blanco. Al mismo tiempo, a sólo dos gada al aeropuerto de Orly, uno de los katsas fue a
meses del viaje de Meir, que ni siquiera habı́a sido la cafeterı́a a tomar un café, mientras que el otro
anunciado públicamente, nadie pensaba en ella. Al acompañaba a Akbar al mostrador a confirmar el
dı́a siguiente Akbar llamó de nuevo y anunció que vuelo y a facturar el equipaje y permanecer con

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VICTOR OSTROVSKY

él el tiempo necesario para asegurarse de que em- y que estaba dispuesto a hacer lo que fuese por di-
barcaba en el vuelo adecuado. Acaso imaginaban nero. Asimismo contrató a dos mujeres que conoció
que Akbar serı́a el único palestino que se dirigı́a a en otro bar, también interesadas en su oferta de
Roma, pero no era ası́. Como el Mossad descubri- dinero, sexo, drogas y el disfrute de un crucero de
rı́a años más tarde por los documentos conseguidos placer por el Adriático. Los alemanes fueron envia-
durante la guerra del Lı́bano, otro individuo, un dos a Roma y de allı́ a Bari, donde embarcaron en
miembro de la OLP, distinguió a Akbar en el ae- el yate, bien provisto de alimentos, drogas y bebida.
ropuerto con aquel desconocido, al que siguió vigi- Tan sólo tenı́an órdenes de dirigirse a una islita pró-
lando hasta ver que se reunı́a con su compañero en xima a Dubrovnik, aguardar a que ciertas personas
la cafeterı́a. Y sucedió algo increı́ble: aquellos dos cargaran unas cajas de madera en la bodega y luego
hombres, que deberı́an haber abandonado mucho regresar a un punto de la playa norte de Bari donde
antes las instalaciones del aeropuerto, entablaron se encontrarı́an con otros individuos que les paga-
una conversación en hebreo, en cuyo momento el rı́an varios miles de dólares a cada uno. También les
miembro de la OLP se encaminó directamente a un dijeron que disfrutaran, que se tomaran tres o cua-
teléfono público para llamar a Roma e informar de tro dı́as de descanso y que se permitieran todos los
que Akbar no era trigo limpio. Akbar y el Mossad placeres que quisieran, instrucciones que sin duda
pagarı́an cara la torpeza de Itsik y su compañero. cumplieron religiosamente. Salameh habı́a escogido
Ali Hassan Salameh, más conocido como Abu Has- a alemanes porque en el caso de ser descubiertos se-
san y llamado el Prı́ncipe Rojo por el Mossad, era rı́a más probable que las autoridades creyeran que
un personaje enérgico y aventurero cuya segunda pertenecı́an al Ejército Rojo o a cualquier otra or-
esposa, la belleza libanesa Georgina Rizak, habı́a ganización antes que estuvieran relacionados con
sido miss Universo 1971. Este ser tan brutal como ellos. Por desdicha para ellos, Salameh no tenı́a la
inteligente fue el cerebro de la atrocidad cometi- costumbre de arriesgarse con los extraños al con-
da en Munich. En aquella ocasión decidió utilizar cluir una misión. Cuando los alemanes aparecieron
misiles Strella de fabricación rusa —llamados SA-7 con las cajas que contenı́an los misiles, los miembros
por los soviéticos y conocidos por la clave “Grial” de la OLP se acercaron en una barquita para reco-
en la OTAN— para hacer estallar el avión de Gol- ger la mercancı́a y luego se los llevaron lejos de allı́,
da Meir cuando aterrizara en el aeropuerto Fiumi- les cortaron el gaznate, abrieron agujeros en el ya-
cino de Roma. Los misiles, basados en el sistema te y lo hundieron aproximadamente a un cuarto de
norteamericano REDEYE, eran propulsados hacia milla de la costa. Los Strella fueron cargados en una
sus objetivos mediante un lanzador de 10,6 kilo- furgoneta Fiat y el equipo de la OLP se trasladó de
gramos, que se sostenı́a manualmente y se colgaba Bari a Avelino, de allı́ a Terracina, luego a Anzio, a
del hombro. El propio misil de 9,2 kilogramos posee Ostia y a Roma, evitando las carreteras principales
un sólido motor cohete en tres fases, un sistema de y conduciendo únicamente de dı́a para no desper-
guı́a pasiva por infrarrojos y no es especialmente tar sospechas, y por fin a un apartamento de Roma
sofisticado, pero puede ser mortal, alcanzando su donde las cajas que contenı́an los misiles quedarı́an
objetivo cuando se apunta a las toberas de un mo- almacenadas hasta que fueran necesarias. En Bei-
tor caliente. Si se disparan contra un avión caza, rut, Abu Yusuf, el dirigente de septiembre Negro,
rápido y sumamente manejable, su escasa flexibili- habı́a sido informado inmediatamente de que Ak-
dad los hace casi siempre inútiles, pero si apuntan a bar era un topo infiltrado en la organización. Pero
objetivos más lentos y voluminosos, tales como los en lugar de liquidarlo en seguida y hacer peligrar
reactores comerciales, sus efectos son letales. En- acaso toda la operación, decidió utilizar sus cono-
contrar suministro de Strella no constituı́a proble- cimientos para despistar a los israelı́es, los cuales,
ma alguno. La OLP disponı́a de ellos en sus campos aunque sabı́an que habı́an sido tomados como ob-
de entrenamiento de Yugoslavia, de modo que tan jetivo, ignoraban cómo se desarrolları́a la operación
sólo era preciso 13 Véase el capı́tulo 7. 133 / 250 porque Akbar tenı́a conocimientos muy superficia-
pasarlos clandestinamente hasta Italia por el Adriá- les de ello. —Tendremos que hacer algo que les haga
tico. Por entonces la OLP disponı́a asimismo de un creer que ya han descubierto de qué se trata —dijo
yate sencillo, con camarotes, anclado cerca de Bari, Yusuf a sus oficiales. Por ello, el 28 de diciembre de
en la costa este de Italia, directamente enfrente de 1972, menos de tres semanas antes de la visita que
Dubrovnik, en Yugoslavia. Salameh estuvo visitan- Meir habı́a previsto a Roma, septiembre Negro re-
do algunos sórdidos bares de Hamburgo, la ciudad presentó lo que por entonces se consideró como un
portuaria más importante de Alemania, hasta que ataque inexplicable a la embajada israelı́ de Bang-
encontró a un alemán con nociones de navegación kok, en Tailandia, y que evidentemente se trató de

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

un acontecimiento apenas planeado. Escogieron el vuelto atrás”. Los periodistas, como es natural, no
dı́a en que el prı́ncipe Vajiralongkor iba a ser in- podı́an saber que aquél habı́a sido en todo momento
vestido en el Parlamento como heredero del trono su propósito. Como tampoco los israelı́es que, con
y en que el embajador israelı́ Rehevam Amir, junto la significativa excepción de Shai Kauly, a la sazón
con la mayorı́a de diplomáticos extranjeros, debı́a jefe de la base del Mossad en Milán, creyeron que
asistir a la ceremonia. La revista Time describió aquélla era la operación de la que Akbar les habı́a
la ocupación de la embajada en Soi Lang Suan (el informado. Para asegurarse de que el Mossad caı́a
callejón que se encontraba tras el huerto) en los si- en la trampa, previamente a la operación de Tai-
guientes términos: “Bajo el tórrido sol tropical 134 / landia sus colegas de la OLP ordenaron a Akbar
250 de mediodı́a, dos hombres que vestı́an chaque- que permaneciera en Roma por el momento, pero
tas de cuero escalaron el muro que rodeaba el recin- que la operación estaba prevista para un paı́s muy
to mientras que otros dos, correctamente ataviados lejano del habitual campo de batalla terrorista de
con trajes oscuros, atravesaban la puerta principal. Europa o el Oriente Medio. Akbar transmitió dicha
Antes de que el guardián pudiera dar la alarma se información al Mossad, de modo que cuando tuvo
vio encañonado por sendas metralletas. El grupo lugar el ataque de Bangkok, el cuartel general de
terrorista árabe septiembre Negro, autor de la ma- Tel-Aviv no sólo quedó convencido de que aquélla
tanza de Munich, atacaba de nuevo.” Y ası́ era cier- era la operación en cuestión, sino que se regocija-
tamente. Mas tan sólo se trataba de un intento de ron de que ningún israelı́ hubiese resultado muerto
distraer la atención. Los terroristas asumieron el ni siquiera herido. Asimismo se produjo un gran al-
control de la embajada y colgaron la bandera pa- boroto en el Instituto acerca del hecho de que se
lestina verde y blanca de una ventana. Dejaron en hubiese recibido un aviso de dicho ataque, mas no
libertad al guardián y a todos los empleados tailan- se hubiese detectado la localización. Y aún fue ma-
deses, mas retuvieron como rehenes a seis israelı́es, yor la inquietud en el Shaback, responsable de la
comprendido Shimon Avimor, embajador de Cam- seguridad de las embajadas e instalaciones israelı́es
boya. En breve, quinientos efectivos de la policı́a y en el extranjero. 135 / 250 Akbar estaba absolu-
de las tropas tailandesas rodeaban el edificio y los tamente convencido de que Bangkok habı́a sido en
terroristas les lanzaban notas exigiendo la libera- todo momento el objetivo de aquella operación, por
ción por parte de Israel de treinta y seis palestinos lo que se puso en contacto con su katsa de Roma a
prisioneros, amenazando con volar la embajada y a fin de celebrar otra entrevista. Puesto que la segu-
todos cuantos en ella se encontraban, comprendidos ridad del Mossad es tan meticulosa, los palestinos
ellos mismos, al cabo de veinte horas. Finalmen- no se habrı́an atrevido a seguir a Akbar a ninguna
te se permitió el acceso al recinto al viceministro de sus entrevistas por temor a ser vistos, poniendo
de Asuntos Extranjeros tailandés Charticai Choon- sobre aviso al Mossad de que le estaban vigilan-
haven y al mariscal del aire Dawee Chullasapya, do. Su mayor preocupación consistı́a en facilitarle
acompañados del embajador egipcio en Tailandia información para que la transmitiera a los israe-
Mustafa el Essaway, a fin de iniciar negociaciones, lı́es. En aquella ocasión, y puesto que la operación
en tanto que el embajador israelı́ Amir permanecı́a ya habı́a sido completada, Akbar deseaba dinero.
en el exterior, instalando un télex en un edificio pró- Y como quiera que en breve regresarı́a a Londres,
ximo para mantenerse en contacto directo con Meir el katsa allı́ instalado le habı́a pedido que llevase
y su gabinete en Jerusalén. Al cabo de una hora de toda la documentación posible del piso franco de
conversaciones, los terroristas aceptaron la oferta la OLP. La reunión se celebrarı́a en un pueblecito
de salvoconducto para salir de Tailandia si dejaban situado al sur de Roma, pero comenzó del modo
en libertad a los rehenes. Seguidamente disfrutaron habitual, enviando a Akbar a una trattoria roma-
de un banquete de pollo al curry y whisky escocés na, y siguiendo desde allı́ los tradicionales sistemas
por gentileza del gobierno tailandés y, al amanecer, de APAM. Sin embargo, lo que nadie esperaba era
partieron hacia El Cairo en un vuelo especial acom- el resultado de la reunión. Cuando Akbar fue intro-
pañados de Essaway y dos negociadores tailandeses ducido en el coche del katsa y, corno de costumbre,
de alto nivel. En la reseña facilitada por la revis- arrojó su cartera al asiento delantero, el encarga-
ta Time acerca de este suceso se advertı́a asimismo do de seguridad la abrió y el coche estalló al punto
que dado el papel desempeñado por Essaway, aquél perdiendo la vida Akbar, el katsa y los dos emplea-
era “un raro ejemplo de cooperación árabe-israelı́... dos de seguridad. El chofer sobrevivió, pero quedó
Aún más raro que el hecho de que los terroristas hu- tan gravemente herido que aún sigue convertido en
bieran atendido a razones. El incidente señalaba la un vegetal. De los tres miembros restantes del Mos-
primera ocasión en que los setembristas se habı́an sad que los estaban siguiendo en otro coche, uno de

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VICTOR OSTROVSKY

ellos aseguró más tarde haber oı́do por su sistema por Kauly, su instructor entonces— cuando él igno-
de comunicaciones que Akbar gritaba presa de pá- raba que era seguido. En lugar de dirigirse a su des-
nico: “¡No lo abras!”, como si hubiera sabido que tino, Hessner se habı́a ido directamente a su casa, y
el maletı́n contenı́a un explosivo. Sin embargo, el cuando Kauly le pidió que hiciese un informe, habı́a
Mossad no llegó a decidir si sabı́a que estaba pro- facilitado datos totalmente distintos a lo realmente
visto de un ingenio explosivo. En cualquier caso la sucedido. El hecho de que no fuese expulsado signi-
OLP cometió un error al eliminarle antes de llevar a ficaba que tenı́a un poderoso “caballo” en el interior,
cabo la operación de Meir. Hubiera sido mejor para mas nunca perdonó a Kauly que le descubriera, al
ellos que hubiesen esperado a que regresara a Lon- igual que Kauly jamás le considerarı́a un profesio-
dres. E incluso aunque el Mossad hubiera sabido nal. Hallándose tan próxima la visita de Meir, segu-
quién le mató, en aquellos momentos no les hubiese ridad se hallaba especialmente tensa y Kauly seguı́a
importado especialmente. Entretanto, Meir ya ha- revisando una y otra vez los informes, tratando de
bı́a llegado a Francia en la etapa del trayecto que unir los cabos sueltos. Como suele suceder en ta-
la conducirı́a a Roma. Los katsas bromeaban entre les ocasiones, la gran oportunidad de Kauly tuvo
sı́ acerca de que no se hubiera llevado consigo a Is- el origen más inesperado. Una mujer de Bruselas,
rael Galili, un ministro sin cartera con el que desde polı́glota y dotada de extraordinario talento, tenı́a
hacı́a tiempo mantenı́a una aventura amorosa. La un apartamento a disposición de los combatientes
pareja solı́a celebrar sus entrevistas privadas en la de la OLP que buscaban un puerto provisional en
Academia, haciendo de su romance un especial ele- la lucha que sostenı́an contra Israel. Se trataba de
mento de diversión en el centro. Mark Hessner14, una prostituta de lujo, compañera muy imaginativa
jefe de la base de Roma, se habı́a tragado totalmen- de los terroristas. Como el Mossad tenı́a interveni-
te el anzuelo con la pantomima de Bangkok. Pero do su teléfono y vigilaba su domicilio, los registros
Shai Kauly, en Milán, seguı́a convencido de que al- amorosos de ella y de sus amigos en diversos es-
go fallaba en aquel escenario. Kauly era un hombre tados de éxtasis sexual se habı́an convertido en la
decidido y calculador que disfrutaba de bien mere- diversión favorita de los oficiales de la organización
cida reputación de persona muy cuidadosa de los en todo el mundo, quienes aseguraban que podı́a
detalles, lo que a veces era un inconveniente. Por gemir al menos en seis idiomas. Pocos dı́as antes
ejemplo, cuando en una ocasión retuvo un men- de la llegada prevista de Meir a Roma, en el apar-
saje urgente para que pudiera corregirse un error tamento de Bruselas alguien —Kauly creyó que se
gramatical. Pero con frecuencia su meticulosidad trataba de Salameh, aunque nunca estuvo seguro
se convertı́a en una virtud. En aquella ocasión la de ello— dijo a la mujer que él tenı́a que telefonear
perseverancia de Kauly salvarı́a la vida de Golda a Roma, y le ordenó al tipo que se puso al telé-
Meir. El hombre siguió analizando una y otra vez fono que “limpiase el apartamento y se llevara los
los informes relativos a Akbar y sus actividades re- catorce pasteles”. Normalmente una llamada a Ro-
lacionadas con la OLP sin alcanzar a comprender ma no hubiera despertado recelos, pero hallándose
que el ataque de Bangkok tuviese nada que ver con tan próxima la visita de Meir, y con las sospechas
las informaciones por él facilitadas. ¿Para qué ne- que Kauly ya abrigaba, era exactamente lo que ne-
cesitaba introducir la OLP materiales técnicos en cesitaba para incitarle a la acción. Kauly, de origen
Italia? Luego, cuando Akbar fue asesinado, aumen- alemán, medı́a únicamente un metro y setenta y dos
taron los recelos de Kauly. ¿Por qué iban a matarlo centı́metros y tenı́a rasgos afilados, cabellos de color
a menos que supieran que era 14 Véase el capı́tulo castaño claro y ágil complexión. Era discreto y no
4. 136 / 250 un agente de Israel? Pero en el caso se esforzaba por impresionar a sus superiores, ra-
de que lo supusiesen, Kauly razonaba que el ataque zón por la que se encontraba en Milán, una base de
de Bangkok tenı́a que haber sido un simulacro. Sin escasa importancia, y Hessner, en Roma. Cuando
embargo, no tenı́a nada sólido en qué basarse. En oyó la grabación de Bruselas, llamó inmediatamen-
la oficina culpaban al katsa de Londres del ataque, te a un enlace amigo suyo, que a su vez se puso en
diciendo que cuando pidió a Akbar que le llevase contacto con Vito Michele, otro amigo del servicio
documentación no le advirtió de cómo debı́a condu- secreto italiano, y le dijo que necesitaba conseguir
cirse para no ser descubierto. En cuanto a Hessner, inmediatamente una dirección correspondiente a un
su animosidad personal hacia Kauly constituirı́a un teléfono. (Como quiera que Kauly se encontraba en
grave factor de complicación en los acontecimien- el Tsomet reclutando personal y aparecı́a registra-
tos futuros. Cuando Hessner era cadete en la Aca- do como un agregado consular, no podı́a darse a
demia, habı́a sido descubierto en varias ocasiones conocer como un katsa al servicio secreto local ni
mintiendo acerca de su paradero — incluso una vez llamar a Michele directamente.) Michele repuso que

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

él no podı́a hacerlo sin obtener permiso de su su- el mando. Tel-Aviv ordenó a éste que abandonara
perior, Amburgo Vivani, por lo que el enlace dijo el caso y regresara inmediatamente a Milán. Pero
que él llamarı́a a Vivani y ası́ lo hizo. Los medios Kauly no salió de Roma. Se habı́a llevado consigo
de que se sirviera el servicio secreto italiano para a dos de sus katsas de Milán, dejando desatendi-
conseguir la información no fueron conocidos por da su zona, y dijo a Hessner que investigarı́an se-
Kauly. Únicamente supo que al hombre del aparta- cretamente, manteniéndose al margen de sus cola-
mento de Roma le habı́a sido 137 / 250 ordenado boradores. Hessner tampoco estuvo satisfecho con
que lo abandonase al dı́a siguiente, dándoles muy aquello, pero como ya habı́a puntualizado su prima-
poco tiempo para localizar su dirección y decidir si cı́a jurisdiccional, ordenó a todo el personal que se
tenı́a algo que ver en alguna operación de la OLP. concentrara en el aeropuerto y sus alrededores para
Vivani consiguió la dirección, pero el oficial de enla- ver si conseguı́an desarticular a los terroristas. Sin
ce en Roma, increı́blemente, en lugar de facilitar la embargo, la OLP, suponiendo que el Mossad podı́a
información a Kauly en Milán, la dirigió a la base hallarse más al corriente de sus planes de lo que en
de Roma, que ignoraba su significado e incluso la realidad estaba, habı́a tomado la precaución adi-
enemistad existente entre Kauly y Hessner, por lo cional de trasladarse a la zona de playa durante la
que estuvieron examinando el asunto hasta el dı́a noche, pernoctando en sus vehı́culos. De ese modo,
siguiente. Por fin Kauly consiguió la dirección por pese a que el Mossad comprobó la noche anterior
su cuenta y telefoneó a la base de Roma, diciéndo- al dı́a 15 de enero, fecha de llegada de Meir, todos
les que fuesen directamente al apartamento porque los hoteles y pensiones de los alrededores de Lido di
podı́an encontrar en él algo relacionado con la visita Ostia, además de todas las guaridas de la OLP, no
de Meir. Al llegar a este punto Kauly tan sólo seguı́a consiguieron nada. 138 / 250 Sin embargo, puesto
abrigando sospechas, pero estaba convencido de que que conocı́an el alcance de los misiles, por lo menos
algo crı́tico iba a suceder. Sin embargo, cuando el sabı́an la zona que debı́an investigar antes de que
Mossad llegó al apartamento éste estaba vacı́o. Mas aterrizara el avión de la primer ministro, aunque se
tras realizar un concienzudo registro descubrieron trataba de una zona inmensa de unos ocho kilóme-
un importante indicio: un trozo de papel en el que tros de ancho por veintiuno de largo, y el problema
aparecı́a el extremo inferior de un misil Strella y se habı́a incrementado por la estúpida decisión de
varias palabras en ruso describiendo su mecanismo. Hessner de no informar a la policı́a local acerca del
Kauly estaba frenético. Faltaban menos de dos dı́as problema en potencia. Los Strella pueden activarse
para la llegada de la primer ministro y sabı́a que la remotamente. Cuando el objetivo se halla a tiro, el
ciudad estaba llena de miembros de la OLP, que ha- misil cuenta con una electro-pulsación que activa
bı́a una operación en marcha para la que disponı́an un comunicador y una vez disparado halla por sı́
de misiles y que ella estaba a punto de aterrizar. solo su objetivo. Los terroristas debı́an contar con
Pero eso era lo único que conocı́a exactamente. De la hora precisa de llegada del avión de Meir, sabien-
resultas de ello se informó a Golda Meir de que do por sus agentes exactamente cuándo partı́a de
su seguridad corrı́a peligro, pero ésta respondió al Parı́s y cuándo se creı́a que iba a aterrizar. Y serı́a
jefe del Mossad en los siguientes términos: —Voy un aparato de El Al, el único previsto a aquellas
a entrevistarme con el papa. Tú y tus muchachos horas. A la sazón, el aeropuerto romano Leonardo
debéis aseguraros de que aterrizo sana y salva. Al da Vinci, en Fiumicino, estaba considerado por los
llegar a este punto, Kauly acudió a ver a Hessner empleados de Alitalia como “el peor del mundo”.
para discutir si debı́an o no implicar a la seguridad Concurrido en exceso, lleno de confusión, los avio-
local. Hessner, en una exhibición de poder, agrade- nes casi siempre llegaban con retraso, a veces hasta
ció a Kauly su ayuda, pero añadió: —Tu base está tres horas más tarde, porque el recinto sólo conta-
en Milán: esto es Roma. Y le ordenó que se mar- ba con dos pistas de aterrizaje para coordinar los
chara. Como jefe de la base del Tsomet en Roma, quinientos vuelos diarios de tráfico de la estación
Hessner se hallaba automáticamente a cargo de la punta. Evidentemente que el vuelo de Golda Meir
situación. Si uno de sus superiores en Israel hubie- merecerı́a alta prioridad, pero la constante confu-
ra deseado asumir el cargo, hubiese tenido que ir a sión del propio aeropuerto no contribuı́a mucho a
Roma para hacerlo ası́. De todos modos a Kauly le que los oficiales del Mossad se infiltrasen tratando
preocupaba más la seguridad de la primer ministro de descubrir a un grupo de terroristas y sus misiles
que un litigio jurisdiccional y mandó a Hessner a que podı́an ocultarse en cualquier parte, en los han-
paseo. —Me quedo —insistió. Hessner, furioso, se gares próximos o en los campos que rodeaban las
puso en contacto con el cuartel general, quejándo- instalaciones. Por su parte, mientras patrullaba por
se de que Kauly estaba provocando confusiones en la zona, Kauly se encontró con un katsa destinado

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VICTOR OSTROVSKY

en Roma y le preguntó dónde se encontraba la gente por su radioteléfono portátil de que habı́an hecho
que servı́a de enlace al Mossad. (Ellos serı́an quie- un prisionero e inmediatamente se dirigió al cober-
nes informarı́an a la policı́a italiana si era necesario, tizo. Los oficiales le dijeron que habı́an apresado a
no los propios katsas.) —¿Qué enlace? —preguntó aquel terrorista y que los italianos habı́an detenido
el hombre. —¿Acaso quieres decir que aquı́ no los a algunos más, junto con unos nueve o diez misiles.
hay? —exclamó Kauly, incrédulo. —No —repuso el Pero Kauly recordaba que la llamada telefónica de
katsa romano. Kauly llamó inmediatamente al en- Bruselas aludı́a a “catorce pasteles”. No sólo seguı́a
lace de Roma y le ordenó que hablase con Vivani teniendo un problema el Mossad, sino que solamen-
y le explicase lo que estaba sucediendo. —Toca to- te faltaban veinte minutos para que aterrizara el
dos los resortes necesarios. Tenemos que conseguir avión en el que viajaba Golda Meir. Debı́a de ha-
refuerzos en seguida. Parecı́a más probable que los ber más misiles, pero ¿dónde estaban? Por enton-
terroristas estuviesen fuera del perı́metro del aero- ces el prisionero seguı́a inconsciente. Kauly le echó
puerto que dentro del campo de alcance del avión agua. —Estás acabado —le dijo—. En esta oca-
dé Meir puesto que en las instalaciones se encon- sión vas a hablar. Ella aterrizará dentro de cuatro
traban pocos puntos propicios donde ocultarse. Sin minutos. No podréis hacer nada. —Vuestra primer
embargo buscaron por doquier ayudados muy pre- ministro está condenada —se burló de sus captores
cariamente por Adagio Malti, del servicio secreto el terrorista—. No nos habéis cogido a todos. Los
italiano. Malti no tenı́a ni idea de que el lugar es- peores temores de Kauly se habı́an confirmado. En
tuviese lleno de oficiales del Mossad. Se encontraba algún lugar ignorado se hallaba un misil de fabri-
allı́ porque habı́a recibido información del enlace de cación soviética que llevaba inscrito el nombre de
Roma de que, basándose en datos de confianza re- Golda Meir. En aquel momento un empleado de se-
cibidos, la OLP se proponı́a poner en un aprieto a guridad golpeó al individuo, dejándolo inconscien-
los italianos derribando el avión de Meir a su lle- te. Cuando le capturaron llevaba consigo un ingenio
gada, con misiles fabricados en la Unión Soviética, explosivo llamado “Betty saltarina”, que solı́an uti-
mensaje que habı́a sido aprobado en primer lugar lizar los terroristas. Se clavan en el suelo como una
por el mando que servı́a de enlace en Tel-Aviv antes mina, pero están unidos a un palo corto con una
de ser transmitido a los italianos. Por entonces los cuerda atada a un clavo. Pusieron el ingenio junto
terroristas se habı́an dividido en dos grupos. Uno, a él, alargaron la cuerda y, tras salir del edificio,
con cuatro misiles, se dirigió al sur del aeropuerto, tiraron de ella y el artefacto estalló haciéndole pe-
y el otro, formado por ocho elementos, al norte. El dazos. La tensión era insoportable. Kauly llamó a
hecho de que dos de los catorce “pasteles” se hu- Hessner por el radioteléfono y le pidió que se comu-
bieran reservado para después de la operación serı́a nicara por radio con el piloto del avión para aplazar
muy significativo posteriormente. Pero, a la sazón, el aterrizaje, aunque no se aclaró si él lo hizo ası́. Lo
el grupo del norte preparó dos misiles junto a su evidente es que uno de los empleados de seguridad
furgoneta Fiat que habı́a aparcado en el campo. de Meir, inspeccionando una zona de la autopista
Sin embargo, un empleado de seguridad del Mos- con su coche, advirtió de pronto algo extraño en un
sad descubrió su presencia cuando peinaba la zona. carromato concesionario de alimentos que se halla-
El hombre lanzó un grito de aviso y abrieron fuego. ba detenido en el arcén. Ya habı́a pasado por allı́
Se produjo una 139 / 250 escena de gran confusión. dos veces, pero a la tercera ocasión algo atrajo su
La policı́a italiana llegó y el elemento israelı́, que no atención: aunque del techo del vehı́culo asomaban
la esperaba puesto que habı́a sido Kauly quien la tres cañones de chimenea, sólo uno de ellos despe-
habı́a llamado, se dio a la fuga porque no querı́a que dı́a humo. Los terroristas se habı́an desembarazado
lo vieran. Entre la conmoción que se produjo, uno del propietario del carromato, perforado dos agu-
de los terroristas trató de huir, pero los oficiales del jeros en el techo e introducido por ellos los misiles
Mossad que habı́an estado observando la acción lo Strella. Su plan consistı́a en que, cuando el avión
capturaron al punto, lo inmovilizaron y lo arrojaron de la primer ministro estuviese bastante próximo y
dentro de un coche, haciéndolo desaparecer rápida- los misiles comenzasen a dar señales, sólo se tendrı́a
mente en un cobertizo que servı́a de almacén en el que pulsar el gatillo y al cabo de unos quince segun-
aeropuerto. Sometido a una paliza brutal y conti- dos el aparato quedarı́a destruido. Sin pérdida de
nuada, el terrorista confesó que se proponı́an acabar tiempo, el hombre del Mossad giró bruscamente en
con Golda Meir. —No podréis hacer nada para evi- redondo en la carretera y chocó contra el carroma-
tarlo —se jactó. —¿Qué quieres decir con eso? ¡Te to, volcándolo e inmovilizando a los dos terroristas
hemos capturado! —repuso un oficial. Y siguieron 140 / 250 debajo. Salió, confirmó que se trataba de
golpeándole. Entretanto, Kauly se habı́a enterado los dos misiles y que ambos individuos habı́an que-

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

dado atrapados. Entonces descubrió unos coches de guerra del Yom Kippur y, en aquel primer dı́a, los
policı́a que se dirigı́an hacia él, por lo que volvió a israelı́es contabilizaron la pérdida de quinientas vi-
subir a su vehı́culo, dio la vuelta y se lanzó ha- das humanas y más de mil heridos. Pocos dı́as des-
cia Roma como una exhalación. En cuanto hubo pués conseguı́an recuperarse y comenzaban a hacer
informado a sus colegas del Mossad, todos desapa- retroceder a los invasores, pero la contienda cam-
recieron del mapa como si jamás hubieran estado bió para siempre la imagen de Israel, tanto para los
en aquel lugar. La policı́a italiana arrestó a cinco demás como para sı́ misma, convirtiéndola en una
miembros de septiembre Negro pero, sorprendente- fuerza invencible. Aunque Golda Meir seguı́a con
mente y considerando que habı́an sido capturados vida gracias al Mossad, una de las consecuencias
con las manos en la masa y con los misiles prepa- de la guerra fue su dimisión como primer ministro
rados para intentar asesinar a Golda Meir, fueron el 10 de abril de 1974. En cuanto a Shai Kauly,
puestos en libertad pocos meses después y enviados le constaba que aún quedaban dos misiles Strella
a Libia. 141 / 250 10. CARLOS escondidos tras el atentado frustrado. No obstan-
te la inmediatez de la amenaza se habı́a superado,
El 21 de febrero de 1973 los israelı́es enviaron
él se hallaba de regreso en Milán y las preocupa-
dos reactores Phantom contra un Boeing 727 de las
ciones por la guerra en breve dominaron cualquier
Lı́neas Árabes Libias con destino a El Cairo que
otro problema. Sin embargo, cuando se produjo el
se habı́a desviado de su camino y lo derribaron,
incidente del aeropuerto, la policı́a italiana se habı́a
causando la muerte de ciento cinco de las ciento
sentido sumamente avergonzada. Después de todo
once personas que viajaban a bordo. Eso sucedió
habı́an intentado asesinar a una figura polı́tica de
doce horas después de que los comandos israelı́es
la mayor relevancia en sus propias narices y no ha-
hubieran efectuado una audaz incursión en Beirut
bı́an hecho nada más que llegar tarde y recoger los
para volar varias instalaciones de la OLP, arreba-
fragmentos que el Mossad habı́a dejado, y la inteli-
tándoles un considerable número de documentos y
gencia italiana no habı́a tenido la menor sospecha
eliminando a varios de sus dirigentes, entre ellos el
del plan para asesinar a Meir, Mientras el público en
jefe de septiembre Negro Abu Yusuf y su esposa.
general desconocı́a aquel episodio, algunos elemen-
La destrucción del avión civil fue un error trágico.
tos de la comunidad del servicio secreto sı́ estaban
Por entonces Israel habı́a recibido amenazas de que
enterados. Por ello los italianos pidieron a los israe-
un aparato cargado de bombas serı́a enviado direc-
lı́es que no hicieran públicos los detalles. 142 / 250
tamente a Tel-Aviv. El Boeing de trágico destino
El Mossad era de la opinión de que ayudar a otro
sobrevolaba una de las bases militares más impor-
grupo a ocultar algo le reportarı́a ciertas ventajas
tantes del Sinaı́ y, en ausencia del jefe de las fuer-
y siempre se mostraba deseoso de contribuir a que
zas aéreas, un capitán tomó la decisión de derribar
otros guardaran las apariencias aunque, mientras
el aparato. Aún transcurrirı́an otros seis años has-
ese alguien lo supiera, le consideraran un inepto. De
ta que el Mossad capturase finalmente al Prı́ncipe
modo que se pidió a la LAP, o Lohamah Psichlogit,
Rojo, pero la enérgica venganza personal de Gol-
el departamento de guerra psicológica del Mossad,
da Meir contra septiembre Negro alteró totalmente
que ideara una historia. Por entonces la situación
las funciones del Instituto. La OLP se convirtió en
entre Israel y Egipto era en extremo tensa, mas co-
el objetivo más importante del Mossad, lo cual no
mo el Mossad se hallaba tan ocupado buscando a la
creaba una situación muy conveniente puesto que
banda de septiembre Negro, se habı́an pasado por
distraı́a la atención hacia otros enemigos, tales co-
alto los signos vitales indicadores de los preparati-
mo Egipto y Siria, que amenazaban con la guerra
vos de la guerra. Contando únicamente con treinta
y que se estaban Preparando realmente para ella.
y cinco o cuarenta katsas en activo que operaban en
Anwar al-Sadat tenı́a comités por todo Egipto jus-
el mundo en un momento dado y que se centraban
tamente llamados “bélicos”. Pero el Instituto dedi-
en descubrir las actividades de la OLP —con mi-
caba casi todo su tiempo y recursos a perseguir a
les de personas en sus múltiples facciones—, podı́an
los terroristas de septiembre Negro. El 6 de octu-
absorber a todas sus fuerzas y crear un grave va-
bre de 1973, pocos meses después del incidente de
cı́o en el control de otros importantes enemigos de
los Strella en Roma, el general Eliahu Zeira, jefe
Israel. En cualquier caso la LAP ideó una historia
del servicio secreto militar israelı́, declaraba en una
ficticia para que los italianos la hicieran pública e
conferencia de prensa en Tel-Aviv: “No habrá gue-
informando al mismo tiempo a las agencias de inte-
rra.” En medio de la conferencia, un mayor entró
ligencia francesas, inglesas y norteamericanas de lo
en la sala y le tendió un telegrama. Zeira lo leyó
que habı́a sucedido. Existe una norma en el servi-
y abandonó inmediatamente la sala sin decir pala-
cio secreto denominada la “norma del tercer grupo”:
bra. Egipcios y sirios habı́an atacado: comenzaba la
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VICTOR OSTROVSKY

si, por ejemplo, el Mossad facilita información a la Italia en trasbordador y se trasladaron a Roma de
CIA porque ambos mantienen buenas relaciones de nuevo por carretera, probablemente de paso para
trabajo, ésta no puede transmitir tal información atacar un objetivo judı́o en Viena. La razón de que
a un tercer grupo, porque procede de otra agen- efectuasen aquella ruta circular, según dijeron, era
cia. Naturalmente que la regla puede ser evitada porque resulta más fácil pasar de un paı́s occidental
parafraseando sencillamente alguna parte dé la in- europeo a otro que cruzar las aduanas llegando de
formación y transmitiéndola. En la época en que se un paı́s comunista. Los terroristas habı́an sido “ofi-
produjo el incidente del aeropuerto de Roma y la cialmente” arrestados el 26 de enero de 1973 por la
consiguiente tapadera, el Mossad solı́a facilitar a la policı́a italiana acusados de transportar explosivos
CIA listas de equipamiento, militar ruso que se en- y mantenidos incomunicados desde su fallido ata-
viaba a Egipto y Siria, comprendidos los números que al aeropuerto mientras la LAP urdı́a una his-
de series de las armas y los números individuales toria. Resultaba increı́ble que la policı́a italiana los
de las series. La finalidad era doble: ellos queda- dejase después en libertad, primero a dos de ellos
ban bien porque les proporciónaban aquella infor- y más tarde a otros tres. Pero entretanto los ame-
mación y contribuı́an a confirmar un respaldo mili- ricanos iban introduciendo toda la información que
tar y ello ayudaba a la CIA a convencer al gobierno le facilitaba el Mossad en su computadora militar.
de Estados Unidos de que aumentase su apoyo a Is- Cuando los italianos anunciaron finalmente el 26 de
rael. La CIA no podı́a informar al Congreso de dón- enero que habı́an arrestado a los terroristas y con-
de obtenı́a tal información pero, sin embargo, ello fiscado sus armas también ellos transmitieron los
confirmaba que era asimismo facilitada al Congreso números de serie de los Strella a la CIA quien, a su
por grupos de presión judı́os. Los americanos con- vez, facilitó dichos datos a su servicio secreto mili-
sideraban ya entonces al libio Mu’ammar al-Gadafi tar. En cuanto comprobaron que aquellos números
un loco peligroso y a mediados de los setenta to- de serie coincidı́an con los que, el Mossad habı́a in-
do el mundo parecı́a agitado en torbellino mientras cluido como los, al parecer, procedentes de Egipto
pequeños grupos terroristas revolucionarios brota- y Libia vı́a Rusia, la computadora norteamericana
ban por doquier. En Francia existı́a Action Directe, denunció que existı́a duplicidad. Entonces los ame-
la banda Baader-Meinhof en Alemania, el Ejército ricanos creyeron sinceramente que los rusos habı́an
Rojo japonés, las Brigadas Rojas italianas (que ase- facilitado material a Egipto quien, a su vez, habı́a
sinaron al primer ministro Aldo Moro en 1978), la entregado los misiles a Gadafi y que éste habı́a ar-
ETA vasca en España (que se atribuı́a la muerte del mado a los terroristas, lo que corroboraba que el
primer ministro Carrero Blanco en España en 1973) dirigente libio actuaba exactamente como Estados
y otras cinco organizaciones palestinas diversas. In- Unidos habı́a pensado. Cı́nicamente el Mossad co-
cluso en Estados Unidos estaban los Weathermen nocı́a la verdad. Por entonces aún preocupaba al
y el Symbionese Liberation Army, que secuestra- Instituto la desaparición de dos de los misiles. En
ron en 1974 a la rica heredera Patricia Hearst. En cuanto a los italianos, se sentı́an satisfechos puesto
medio de esta agitación muchas sinagogas y otras que habı́an logrado ocultar su vergüenza, mientras
instituciones judı́as fueron vı́ctimas de bombardeos, que los americanos creı́an que Gadafi se ocultaba
por lo que habı́a llegado el momento oportuno de detrás de todo ello. Cuando los terroristas aún se
que el Mossad culpase a los italianos de la aven- encontraban en prisión, los empleados de seguridad
tura libia y egipcia, aunque no tuviesen nada que del Shaback los interrogaron y descubrieron que Ali
ver en ella. El Instituto consiguió la lista de los mi- Hassan Salameh, el Prı́ncipe Rojo, se hallaba real-
siles Strella confiscados por los italianos. Seguı́an mente implicado en el asunto. Y, por consiguiente,
siendo sólo doce, pero más adelante se preocupa- se propusieron con todas sus fuerzas apoderarse de
rı́an de los dos restantes. Los números de serie de él. La policı́a italiana habı́a permitido al Shaback
aquellos misiles se sumaron a las listas que remi- que interrogase a los palestinos en Roma. Probable-
tı́an a la CIA de las armas enviadas por los rusos a mente un equipo de dos hombres habrı́a entrado en
Egipto aunque, por los interrogatorios a que habı́a una habitación en la que uno de los prisioneros esta-
143 / 250 sometido a los terroristas, les constaba rı́a sentado en una silla con los brazos inmovilizados
que, en especial, aquéllos procedı́an de Yugoslavia. en la espalda, tendrı́a asimismo esposadas las pier-
Pero la historia ideada por la LAP para divulga- nas y una cadena sujetarı́a las esposas. Lo primero
ción general en Italia era que los terroristas, que que el Shaback habrı́a hecho serı́a pedir a la poli-
habı́an conseguido sus armas de Libia, habı́an sa- cı́a italiana que abandonase la habitación. —Ahora
lido de Beirut en automóvil a fines de diciembre esta habitación es territorio israelı́: somos los res-
de 1972 llevando consigo los Strella, que llegaron a ponsables del prisionero — dirı́an. El prisionero de

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

la OLP sin duda se habrı́a horrorizado. Después de ropa. De modo que designaron a Mohammed Bou-
todo, probablemente habrı́a ido a Europa para evi- dia, de origen argelino, y muy famoso en los cı́rculos
tar llegar a caer en manos de los israelı́es. Después elegantes parisinos, el cual organizó su propia célu-
de cerrar la puerta, los oficiales del Shaback le di- la que llevarı́a su nombre: “la célula Boudia”. El
rı́an más o menos en árabe: —Somos tus amigos del propósito de Boudia era coordinar todos los grupos
Muchbarat. 144 / 250 (El Muchbarat es un apela- terroristas que operasen en Europa en un ejército
tivo general que utilizan los árabes para describir secreto exterminador. Dispuso que miembros de los
al servicio secreto. En realidad, muchas agencias distintos grupos se entrenasen en el Lı́bano y, ca-
de inteligencia árabes se denominan de tal modo.) si de la noche a la mañana, creó una importante
Habrı́an deseado asegurarse de que el prisionero sa- organización terrorista, una especie de cámara de
bı́a exactamente con quiénes estaba tratando y cuál compensación de todas las facciones. En teorı́a era
era su situación. A continuación le habrı́an quita- una excelente idea, pero su principal problema ra-
do las esposas corrientes que llevaba y las habrı́an dicaba en que las organizaciones de la OLP eran
sustituido por otras mucho más duras por ellos pre- en extremo nacionalistas, mientras que la mayorı́a
feridas. Éstas, hechas de plástico, se asemejan a los de los grupos restantes eran marxistas radicales, y
cerrojos que se utilizan para unir al equipaje las eti- el islam y el marxismo no compaginan en absoluto.
quetas que llevan el nombre y las señas, salvo que Boudia tenı́a un enlace propio que viajaba entre Pa-
son mucho más fuertes y tienen pequeñas hojas de rı́s y Beirut, un palestino llamado Moukharbel. En
afeitar que sujetan los cierres. A diferencia de las el ataque que el comando israelı́ efectuó al cuartel
esposas corrientes que facilitan algo de espacio pa- general de septiembre 145 / 250 Negro, el expedien-
ra moverse, éstas quedan firmemente cerradas, in- te de Moukharbel, completado con una fotografı́a,
terrumpiendo la circulación y provocando un dolor habı́a sido capturado entre otros muchos y enviado
considerable. Luego, tras esposarle brazos y piernas a Tel-Aviv. En esos momentos, cuando todo estaba
de este modo, apiadándose ininterrumpidamente de al rojo vivo, entró en escena en el Mossad el katsa
su lamentable situación, los oficiales del Shaback Oren Riff. No habı́a tiempo para elaborar proyec-
probablemente habrı́an cubierto con un saco de yu- tos con la prudencia habitual. A Riff, que se expre-
te la cabeza del prisionero. A continuación, le ha- saba con fluidez en árabe, le encargaron en junio
brı́an abierto la cremallera del pantalón y extraı́do de 1973 que efectuase un esfuerzo descarado de ga-
su pene, dejándole allı́ sentado esposado, cegado, narse a Moukharbel. (Hay mucho a ganar mediante
con un saco en la cabeza y expuestas sus partes pu- esta técnica: si funciona, se obtienen reclutas; de no
dendas. —¿Te sientes ahora como en tu casa? —se ser ası́, puede llegarse a asustar tanto al interesado
habrı́an burlado de él—. Pues comencemos a char- que decida dejar de trabajar para el otro bando, o es
lar. En aquel momento no les habrı́a costado mucho inutilizado como lo fue Meshad,15 el fı́sico egipcio.)
soltarle la lengua. En este caso el Shaback, por des- Moukharbel, que se alojaba en un elegante hotel
dicha, no podı́a imaginar que los prisioneros serı́an londinense, fue sometido a vigilancia durante dı́a y
puestos en breve en libertad y por ello les formu- medio y su perseguidor hizo un reconocimiento del
laron muchas preguntas sobre Salameh. De modo lugar. Por fin Riff se decidió a llamar a su puerta
que una vez estuvieron libres, el Prı́ncipe Rojo se cuando él regresaba de un paseo. Ya habı́an com-
enteró rápidamente de que era el objetivo núme- probado que no ocultaba armas en su habitación:
ro uno del Mossad. Por entonces septiembre Negro no las habı́a ni tampoco habı́a nadie allı́. Cuando
presionaba de firme. Las cartas bomba eran algo Moukharbel se dirigı́a hacia el ascensor, un indivi-
muy corriente y los ataques con explosivos y gra- duo habı́a tropezado “accidentalmente” con él re-
nadas se repetı́an con gran regularidad por toda gistrándole rápidamente y comprobando asimismo
Europa. Mientras el Mossad estaba ansioso de cap- que también iba desarmado. Puesto que se trataba
turar a Salameh, los dirigentes de septiembre Negro de un miembro de la OLP, se le consideraba extre-
en Beirut estaban asimismo sumamente deseosos de madamente peligroso, pero habiendo tomado todas
salvarle pues era su hijo preferido. De modo que le las precauciones que permitı́an las circunstancias,
advirtieron que se perdiera de vista durante algún Riff aguardó a que el hombre se metiese en su ha-
tiempo. Pero el dirigente de septiembre Negro Abu bitación y luego se presentó en su puerta. Tras una
Yusuf —que serı́a asesinado unas semanas después rápida ojeada para asegurarse de que no iba a bus-
por comandos israelı́es el 20 de febrero de 1973 en car una arma, Riff le recitó rápidamente todos los
su cuartel general de Beirut— decidió que la or- datos de su expediente: nombre, dirección, edad...,
ganización debı́a sustituir a Salameh, por lo menos todo cuanto allı́ se contenı́a. —Soy miembro del ser-
provisionalmente, para llevar las operaciones en Eu- vicio secreto israelı́ —le dijo por fin—, y estamos

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VICTOR OSTROVSKY

dispuestos a retribuirle espléndidamente. Queremos se hiciera presión sobre ella. El 28 de junio de 1973,
que trabaje para nosotros. Moukharbel, que era un Boudia salió del edificio de apartamentos, realizó
hombre atractivo, sofisticado y vestı́a ropas caras, su habitual comprobación, abrió seguidamente y se
miró a Riff directamente a los ojos y sonriéndole de dejó caer en el asiento. Cuando cerraba la puerta,
oreja a oreja le respondió: —¿Por qué habéis tarda- el coche estalló, causándole la muerte instantánea.
do tanto? Sostuvieron una breve e intensa reunión Fue tan intensa la explosión que muchas tuercas
de unos cinco minutos y acordaron otro encuentro y tornillos le atravesaron el cuerpo y acribillaron
más formal, con las debidas garantı́as. En realidad el techo. La policı́a francesa, que conocı́a su aso-
no era mucho el dinero que Moukharbel exigı́a, aun- ciación con grupos terroristas, creyó que habı́a pe-
que también deseaba contar especialmente con una recido por accidente al estallar los explosivos que
doble coartada, de modo que si algo sucediera en llevaba consigo, Conclusión que llegó a repetirse en
cualquiera de los dos bandos pudiera encontrarse diversos departamentos de policı́a en lugar de otras
a salvo. Era una cuestión de propia supervivencia, explicaciones. Aunque septiembre Negro no tenı́a
y si ambas partes estaban dispuestas a pagarle, le pruebas directas de que el Mossad hubiese inter-
parecı́a magnı́fico. Inmediatamente facilitó a Riff la venido en la desaparición de Boudia, les constaba
dirección de la mayorı́a de lugares donde Boudia que ası́ era, por lo que ordenaron que se tomase
solı́a encontrarse. Le gustaban mucho las mujeres y inmediata venganza asesinando a un israelı́. Encar-
tenı́a numerosas amantes por todo Parı́s. Sabı́a que garon a un estudiante palestino de UCLA, al sur
era un blanco apreciado, por lo que utilizaba los de California, que adquiriese una arma y acudie-
apartamentos de sus mujeres como pisos francos, se a la embajada israelı́ en Washington, razonando
permaneciendo cada noche en uno distinto. Pero que un perfecto desconocido podı́a dar el golpe y
como quiera que Moukharbel necesitaba estar en escapar mucho más fácilmente que alguien que hu-
contacto con él, estaba al corriente de las distintas biera estado implicado en algún grupo terrorista y
direcciones. Una vez Riff las hubo transmitido al fuese perseguido por el servicio secreto americano.
Metsada, el departamento comenzó a seguir a Bou- De modo que el primero de julio de 1973 un jo-
dia en sus rondas. En breve se enteraron de que se ven no identificado se acercó al coronel Yosef Alón,
dedicaba a transferir cierta cantidad de dinero para ayudante del agregado del aire en la embajada, y le
una próxima operación a un venezolano llamado Il- mató a tiros en la calle, huyendo seguidamente. El
yich Ramı́rez Sánchez, que procedı́a de una familia asesino jamás fue capturado. El Mossad se enteró
rica, habı́a estudiado en Londres y en Moscú y a la más tarde de la relación existente en este caso con
sazón vivı́a en Parı́s y realizaba ciertos trabajos pa- la operación Boudia por algunos documentos que
ra la OLP. El Metsada comprobó en breve que Bou- consiguió tras la contienda del Yom Kippur. Des-
dia era un hombre cuidadoso. En estos casos una pués del asesinato de Boudia, Moukharbel notificó
agencia de inteligencia busca una constante, algo a Riff que septiembre Negro habı́a llamado al ve-
que el objetivo realice 15 Véase el prólogo. 146 / 250 nezolano Sánchez para que desde Parı́s dirigiese las
regularmente. Esa clase de trabajos no puede reali- operaciones de Europa. El Mossad sabı́a muy poco
zarse pensando: “¡Ahı́ está! ¡Vamos a matarlo!” Las de él, pero no tardó en descubrir que su alias favori-
cosas no se hacen ası́: deben planearse para evitar to era Carlos Ramı́rez o simplemente Carlos, y que
complicaciones. El signo más constante de Boudia no tardarı́a en convertirse en uno de los hombres
era que por doquier conducı́a su Renault 16 de color más famosos y temidos del mundo. A Ali Hassan
azul. También habı́a un lugar, en la rué des Fosses- Salameh, que no era ningún necio, le preocupaba
St. Bernard, que visitaba con mayor frecuencia que garantizar su seguridad personal. Deseaba evitar al
los otros. Aun ası́ Boudia no se metı́a en su coche Mossad y al mismo tiempo hacerle quedar mal. De
sin abrir la capota, comprobar debajo del vehı́cu- modo que se puso de acuerdo con algunos volun-
lo y mirar el maletero y el tubo de escape para tarios para que se dejasen reclutar por el servicio
detectar la presencia de posibles explosivos. De re- secreto israelı́ a través de dos embajadas distintas.
sultas de ello, el Metsada decidió instalar una mina Su trabajo consistı́a en suministrar a los israelı́es
a presión bajo el asiento del vehı́culo. Pero como no una serie de fechas y localizaciones que les permi-
deseaban que los franceses sospechasen del Mossad, tieran seguir sus movimientos, naturalmente no sus
la bomba fue hecha a conciencia para que pareciese movimientos reales sino aquellos que él deseaba ha-
de fabricación casera, y la rellenaron de tuercas y cerles conocer, hasta que finalmente los condujo a
afiladas virutas de metal. La bomba tenı́a adapta- una pequeña ciudad noruega llamada Lillehammer,
da una pesada placa metálica en el fondo, de modo a unos ciento cincuenta kilómetros al norte de Oslo,
que estalları́a hacia arriba, no hacia abajo, cuando donde cierto 147 / 250 camarero de un restauran-

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

te tenı́a cierto extraño —y para él fatal— parecido llegado a averiguarlo, puesto que era un miembro
con el Prı́ncipe Rojo. Mike Harari, jefe del Metsa- del equipo que utilizaba aquella casa en particular.
da, fue el encargado de la operación para acabar con Pese a que Carlos aún no habı́a tomado medida
Salameh. Éste se aseguró de que mientras el confia- alguna contra objetivos judı́os, el Mossad comen-
do camarero era vigilado por el Mossad, algunos de zaba a comprender que era un tipo peligroso. Se
sus hombres se acercaban a hablar con él, lo que les habı́an enterado de la existencia de los misiles a
confirmarı́a que se trataba de la persona que sospe- través de Moukharbel, pero aún no era cuestión de
chaban y, aunque no era ası́, el 21 de julio de 1973 intentar acercarse a ellos. De cualquier modo, no
el Mossad asesinó al inocente camarero. Tres perso- podı́an intentar tratar de llegar a la casa sin descu-
nas fueron a la cárcel. Una de ellas, David Arbel,16 brir a Moukharbel, que les telefoneaba cada dos o
habló muchı́simo, y el “asunto de Lillehammer” se tres dı́as facilitándoles información. Llegó un punto
convirtió, quizá, en el mayor escándalo y vergüen- en que acabaron dedicando una telefonista ininte-
za en la historia del Mossad. De regreso a Parı́s, rrumpidamente a su servicio. Carlos querı́a que los
Carlos asumió el poder. La comunidad del servicio misiles se utilizaran contra un avión israelı́. Pero
secreto europeo nada sabı́a de él. No hablaba ára- no deseaba verse personalmente implicado en una
be, en realidad ni siquiera simpatizaba con ellos. operación que requerı́a un planeamiento 16 Véanse
(Cuando se referı́a a los palestinos solı́a comentar: los capı́tulos 7 y 15. 148 / 250 complicado. Tal era
“Si esos tipos fuesen la mitad de buenos de lo que la norma, y en parte la razón, de que jamás fuese
presumen, ¿cómo iban a estar aún en Palestina los capturado. Proyectaba una operación, comprobaba
israelı́es?”) Pero Moukharbel, recientemente reclu- que se llevase a cabo, pero no participaba en ella.
tado por Oren Riff, seguı́a siendo el enlace de Car- Al Mossad se le presentaba un problema con los mi-
los. En el proceso de consolidación de la operación siles. Sin duda Moukharbel era demasiado valioso
de Parı́s, Carlos consiguió controlar las reservas de para desperdiciarlo en una sola operación, pero si
armamento que septiembre Negro tenı́a por toda permitı́an que los palestinos llegasen al aeropuerto
Europa y, entre otras cosas, heredó los dos misiles con sus armas serı́an capaces de destruir un avión
Strella “perdidos” que habı́an formado parte del in- israelı́. Oren Riff, katsa de Moukharbel, dirigı́a el
tento del magnicidio abortado de Golda Meir. Ade- caso. Riff era un individuo directo, que no se anda-
más de actuar como enlace de septiembre Negro, ba con rodeos. A fines de 1975, fue uno de los on-
Moukharbel realizaba idéntico trabajo para otros ce insensatos katsas que dirigieron y firmaron una
dos grupos palestinos, el Frente Popular (FPLP) carta al jefe del Mossad diciéndole que la organi-
y la Organización Juvenil Palestina. El volumen de zación estaba estancada, arruinada y que adoptaba
información que de él recibı́a el Mossad era sorpren- una actitud equivocada hacia la democracia. Inte-
dente, y éste, tras digerirla y conservar la que con- riormente tan sólo se conoció como “la carta de los
sideró conveniente para sı́, comenzó a suministrar once” y Riff es el único de ellos que la sobrevivió.
tanta información a la inteligencia europea y a la Todos los demás fueron expulsados de la organi-
CIA que ni siquiera sabı́an qué hacer con ella. Ello zación. No obstante, fue omitido en dos ocasiones
acabó reflejándose en un chiste de orden interno de en las promociones y, en 1984, cuando quiso exami-
los oficiales del servicio secreto que preguntaban: nar su expediente para comprobar por qué no habı́a
“¿Hemos recibido hoy la agenda del Mossad?” Y sido ascendido, se le dijo que se habı́a traspapela-
su conexión con la CIA era tan intensa entonces do, explicación absurda puesto que la organización
que los americanos solı́an bromear acerca de “la di- contaba únicamente con mil doscientos empleados,
visión del Mossad en Langley” (cuartel general de comprendidos secretarias y chóferes. A propósito,
la CIA en Virginia). Esta inundación de informa- de resultas de aquella carta las normas de la NAKA
ción en el mercado tal vez no benefició demasiado se modificaron de modo que tan sólo dos personas
a nadie, aunque por lo menos tampoco pudieron podı́an firmar conjuntamente una carta. De todos
alegar posteriormente que no estuvieran enterados. modos Riff llamó a los enlaces de Roma y les pidió
Y fue un sistema que el Mossad utilizó más tarde que avisaran a Amburgo Vivani, su amigo del es-
con gran éxito. Como es natural Carlos se interesó pionaje italiano, y le facilitasen la dirección del piso
por los dos misiles Strella que habı́an quedado en franco donde se encontraban los misiles. —Le decı́s
Roma. Al parecer cuando los dos equipos se dividie- que le visite en un momento en que se encuentre allı́
ron, se limitaron a dejarlos en un piso franco cuya toda la gente implicada y que únicamente debe en-
existencia desconocı́an los israelı́es. Si no hubiesen trar en el apartamento en ese momento en especial
acabado con el terrorista que capturaron en el ins- — dijo Riff—. De ese modo podrá sorprenderlos a
tante de producirse el intento de asesinato, habrı́an todos. Una unidad del neviot estuvo reconociendo

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VICTOR OSTROVSKY

el terreno para el Mossad y el 5 de septiembre de habı́a abandonado Francia aquel mismo dı́a. Al dı́a
1973, cuando comprobaron que todos los terroristas siguiente llamó a Moukharbel desde Londres con el
se encontraban dentro, avisaron al servicio secreto propósito de que se reunieran allı́. Éste le dijo que
italiano. Los italianos estaban preparados —al igual le era imposible porque la policı́a británica le bus-
que el Mossad, que los veı́a mas no era visto por caba. El Mossad trató de convencerle de que fuese,
ellos— y entraron en el apartamento arrestando a pero él se negó, de modo que durante algún tiem-
cinco hombres procedentes de Lı́bano, Libia, Argel, po perdieron contacto con Carlos. Posteriormente,
Iraq y Siria, y confiscando los dos misiles. La ver- el 22 de enero de 1974, Carlos llamó a Moukhar-
sión que circuló fue que los cinco habı́an planeado bel de nuevo. —Soy Ilyich —dijo—. Voy a regresar
derribar aviones de lı́neas civiles desde la azotea de a Parı́s. Tengo que firmar un convenio mañana o
su apartamento cuando despegaran del aeropuer- pasado mañana. Todas las instalaciones israelı́es de
to romano de Fiumicı́no. Era una historia ridicula, Gran Bretaña estuvieron inmediatamente alertas,
porque los aviones no sobrevolaban aquel aparta- aunque no de modo muy visible por si la llamada
mento, pero no importó: la gente le dio crédito. Por se trataba simplemente de una prueba a que Carlos
entonces el jefe del servicio secreto italiano era muy querı́a someter a su lugarteniente: les constaba que
adicto al Mossad. Tanto es ası́ que el italiano, que él siempre iba un paso adelante que los demás. Dos
llevaba una cámara fotográfica oculta, solı́a viajar dı́as después, el 24 de enero, un coche pasó junto a
a los paı́ses árabes y fotografiar instalaciones mi- un banco israelı́ en Londres y el único individuo que
litares para los israelı́es. Aunque capturaron a los viajaba en él arrojó una granada de mano contra el
terroristas con las manos en la masa y los dos mi- edificio hiriendo a una mujer. Al dı́a siguiente Car-
siles tanto tiempo buscados, los italianos pusieron los se citó con Moukharbel en Parı́s diciéndole que
inmediatamente en libertad bajo fianza a dos de los debı́a abandonarlos objetivos israelı́es por el mo-
cinco que, como es natural, partieron en seguida de mento porque la situación era candente, pero que
Roma. En cuanto a los tres restantes, los enviaron a tenı́a algunas deudas pendientes con bandas japo-
Libia, pero el primero de marzo de 1974 el avión Da- nesas y alemanas que debı́a satisfacer antes de que
kota que los habı́a transportado estalló de regreso a pudiera hacer algo por la OLP. Aquello tranquilizó
Italia y perdieron la vida el piloto y la tripulación. más o menos al Mossad y lo relacionó con otras in-
Todavı́a está en marcha una investigación policial formaciones que poseı́a. Pero tratándose de Carlos
para desentrañar aquel acto de sabotaje. Los italia- nunca se podı́a estar tranquilo mucho tiempo. El 3
nos lo atribuyeron al Mossad, pero no fueron ellos. de agosto de aquel mismo año tres coches bomba
Con toda probabilidad serı́a obra de la OLP. Sin se apostaban en Parı́s, dos frente a las oficinas de
duda creyeron que la tripulación habı́a visto algo un periódico y otro (detectado antes de que estalla-
cuando dejó a 149 / 250 los hombres en Libia, o se) ante una estación de radio. La policı́a francesa
pensó que podrı́a reconocerlos en el curso de otra creyó que era obra de Action Directe, y ası́ era, en
operación. Si el Mossad hubiese sido el causante, lo efecto, pero Carlos los habı́a ayudado a preparar y
hubiera llevado a cabo cuando los terroristas aún se colocar los explosivos. Seguidamente se trasladó al
hallaran a bordo del aparato. El 20 de diciembre de extremo opuesto de Parı́s a fin de hallarse lo más
1973 Carlos se hallaba en Parı́s. Ocupaba un local lejos posible de la operación que se estaba llevan-
en las afueras de la ciudad que utilizaba como ar- do a cabo. Posteriormente el Mossad se enteró de
senal y el Mossad trataba de encontrar un motivo que Carlos habı́a recibido una partida de lanzagra-
para facilitar la dirección a los franceses sin poner nadas antitanques teledirigidas RPG-7. El RPG-7
en peligro a Moukharbel, su valioso agente. Aque- es una arma compacta de fácil transporte que úni-
lla mañana Carlos realizó un acto de terrorismo a camente pesa nueve kilos y medio y tiene un al-
su propio estilo, su infame “bang, bang”, dándose cance máximo efectivo de quinientos metros contra
inmediatamente a la fuga. Salió de su apartamen- un objetivo estático, trescientos metros contra un
to provisto de una granada, se metió en su coche objetivo móvil y penetra en un blindaje de hasta
y, cuando pasaba por cierta calle, lanzó el proyectil treinta centı́metros de espesor. 150 / 250 El 13 de
contra una librerı́a judı́a dando muerte a una mujer enero de 1975 Carlos y un colega llamado Wilfred
e hiriendo a otras seis personas. Aquél era el motivo Bose se dirigieron al aeropuerto de Orly dispuestos
que esperaba el Mossad para transmitir la dirección a realizar un atentado. (Bose, miembro de la ban-
de su arsenal, pero cuando la policı́a efectuó su re- da Baader- Meinhof, encontró la muerte el 27 de
dada encontraron armas, fusiles, granadas, barras junio de 1976 en el famoso salvamento de rehenes
de TNT, folletos de propaganda y a una docena de que tuvo lugar en Entebbe, en Uganda.) Una vez
personas, pero entre ellas no se hallaba Carlos, que allı́ ambos descubrieron la cola de un avión israelı́

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

en la pista. Carlos volvió a acercarse con su coche identidad y abandonar el juego cuanto antes. Co-
para echar otra mirada, detuvo el vehı́culo y vertió menzaba a temer que Carlos sospechase de él. En
el contenido de una botella de leche en el asfalto el cuartel general no querı́an que el propio Riff cap-
como si señalara el lugar desde donde podrı́a dis- turase a Carlos ni que el Metsada lo eliminase, por
tinguir mejor el aparato. Introdujo los pies bajo la lo que se decidió que confiarı́an aquella misión a los
baca de su Citroen 2 CV mientras Bose retroce- franceses, aunque estarı́an preparados para ayudar-
dı́a por la carretera y luego avanzaba lentamente a los, facilitándoles alguna información. 151 / 250 El
unos dieciséis kilómetros por hora. A medida que se 10 de junio de 1975 Carlos telefoneó a Moukharbel
aproximaban al lugar donde habı́a vertido la leche, que, presa de pánico, le dijo que tenı́a que abando-
Carlos se irguió y disparó sin alcanzar al aparato, nar Parı́s. Pero él le invitó a un apartamento que
pero acertando a un avión yugoslavo y a un edifi- tenı́a alquilado en una casa de la rué Toullier, en
cio del aeropuerto. Siguieron algunos metros por la el Distrito Quinto. Era una de esas casas que se
carretera y detuvieron el vehı́culo para que Carlos hallan detrás de otra y a las que puede accederse
saltara y ocupara el asiento contiguo al conductor bien sea a través del jardı́n por la casa más próxima
dándose inmediatamente a la fuga. Cuando regresó a la calle delantera o subiendo algunas escaleras y
al apartamento, refirió a Moukharbel lo sucedido, cruzando un pasillo. Era un lugar muy extraño pa-
pero éste le dijo que habı́a oı́do la noticia por ra- ra que se alojase el terrorista puesto que contaba
dio y que habı́a errado su objetivo. —Sı́, en esta con una única entrada y, por consiguiente, una sola
ocasión hemos fallado —repuso Carlos—, pero el salida. Por medio de un sayan, Riff habı́a consegui-
dı́a diecinueve lo conseguiremos. Como es natural, do alquilar un apartamento del edificio de enfrente,
Moukharbel transmitió la noticia a Oren Riff. Pues- desde el que se tenı́a la perspectiva del patio y del
to que no querı́an perjudicar a tan valioso agente, apartamento de Carlos. Era un piso pequeño de los
Riff ordenó que reforzasen las medidas de seguri- que los turistas alquilan por dı́as o semanas, y Riff
dad y que todos los aviones israelı́es se trasladaran se hallaba en el piso superior, que dominaba todo el
a la parte norte del aeropuerto, de modo que tan escenario. La policı́a francesa fue informada de que
sólo existiera una vı́a de acceso hasta ellos, por si en el apartamento se encontraba un individuo que
Carlos se decidı́a a ejecutar su amenaza. Efectiva- estaba asociado con un conocido traficante, de ar-
mente, el 19 de enero, tras haber sido advertidos mas, y otro, Moukharbel, que deseaba salir de una
los franceses de que podı́a producirse un ataque te- situación delicada y estaba dispuesto a hablar, mas
rrorista, Carlos se presentó en el aeropuerto con su ignoraban que se trataba de Carlos ni les informa-
coche acompañado de tres hombres. Pasaron unas ron de que Moukharbel era un agente. La historia
tres veces y finalmente se detuvieron, pero la po- que Riff contó a Moukharbel era que debı́a conse-
licı́a francesa los rodeó, haciendo sonar sus boci- guir que la policı́a francesa le abordase. —Debes
nas. Los hombres no dispararon. En lugar de ello decirles que quieres largarte a Túnez. Nosotros nos
simularon arrojar sus armas y huir abandonando aseguraremos de que no tienen nada contra ti. Te
el vehı́culo. Pero a continuación Carlos se apoderó consta que no estarás a salvo mientras que Carlos
de una mujer que pasaba por allı́ y le encañonó la ande por ahı́. Ellos te mostrarán una foto de Car-
cabeza con su pistola. Uno de sus colegas siguió su los y tuya y te preguntarán quién es el otro indi-
ejemplo. Durante media hora se suspendió la per- viduo. Trata de escabullirte y diles que no se trata
secución mientras se negociaba la liberación de los de nadie importante. Aun ası́ querrán comprobarlo,
rehenes. Aunque no llegaron a disparar arma algu- de modo que deberás conducirlos donde se encuen-
na, el caso fue que los terroristas lograron evadirse, tra. Le arrestarán para someterle a interrogatorio
abandonando su equipo, y con la consiguiente des- y entonces nos aseguraremos de que obtienen la
aparición de Carlos. Ni siquiera Moukharbel supo información necesaria sobre él y que le encierran
dónde se habı́a escondido. Durante los cinco meses para siempre mientras tú quedas en libertad y te
siguientes reinó la calma. Moukharbel seguı́a facili- retiras tranquilamente a Túnez. El plan tenı́a la-
tando valiosa información al Mossad, mas no tenı́a gunas gigantescas, pero al Mossad no le importaba
ninguna noticia de Carlos. En aquel punto también mientras los condujera hasta su objetivo. Riff pidió
él comenzaba a ponerse nervioso: algunos amigos le autorización a Tel-Aviv para transmitir a la poli-
habı́an dicho que ciertos personajes de Beirut em- cı́a local la mayor parte del expediente de Carlos a
pezaban a sospechar de sus actividades y deseaban fin de que supieran con quién iban a vérselas. Su
tener unas palabras con él. Por entonces el Mos- razonamiento serı́a que el Mossad les estaba entre-
sad habı́a decidido atacar a Carlos, pero lo úni- gando un agente, y si no sabı́an quién era Carlos,
co que Moukharbel querı́a era obtener una nueva Moukharbel correrı́a grave peligro. Es más, temı́a

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VICTOR OSTROVSKY

que ellos también estuvieran en peligro si no se los jamás habı́a oı́do hablar de él ni le habı́a visto, no
preparaba adecuadamente para enfrentarse con el advirtió nada sospechoso en su conducta. Por lo que
terrorista. Después de todo, aún sabı́an muy poco a ellos se referı́a, solamente actuaban a efectos de
de él. La respuesta que obtuvo fue que el enlace una información recibida, nada importante. Riff di-
cuidarı́a de transmitir la información cuando fuera rı́a más tarde que se estaba poniendo tan nervioso
necesario, en cuanto Carlos se hallara sometido a desde su puesto de observación que gustosamente
custodia, y según los temas que fueran negociables hubiera arrojado su libro, echado a correr y adver-
con los franceses. En otras palabras, si ellos desea- tido a la policı́a. Pero no lo hizo. Por fin el agente
ban información, tendrı́an que dar algo a cambio debió comunicar a Carlos que iba alguien con ellos
para obtenerla. La razón de que la policı́a no fuese que acaso él conociera. —Me gustarı́a que hablase
informada sobre Carlos era simplemente una cues- con él. ¿Le importarı́a acompañarme? En aquel me-
tión de rivalidades y celos entre dos departamentos mento el hombre hizo señas a sus dos colegas que
del Mossad: el Tsomet, o más tarde Melucha, que se hallaban en el pasillo para que llevasen a Mouk-
dirigı́a a los treinta y cinco katsas activos del Mos- harbel. Cuando Carlos le vio comprendió que habı́a
sad y era el principal reclutador de agentes enemi- sido delatado. Pero Moukharbel se proponı́a decir-
gos, y el Tevel, o Kaisarut, el departamento de en- le que no se preocupase, que aquella gente nada
laces. El Tevel siempre se hallaba en pugna con el tenı́an contra ellos. —Con mucho gusto los acom-
Tsomet para facilitar más información. Era de la pañaré —accedió Carlos. Habı́a estado sosteniendo
opinión de que cuanto más pudieran transmitir a todo el rato la guitarra que tocaba cuando el po-
otras agencias, más amistad se creaba entre ellos licı́a llamó a la puerta. Los restantes compañeros
y más obtenı́an a cambio. Pero el Tsomet se resis- que se encontraban en la habitación no tenı́an idea
tı́a constantemente 152 / 250 argumentando que la de lo que estaba sucediendo, por lo que la fiesta
información no deberı́a facilitarse con excesiva fa- proseguı́a. Carlos preguntó si podı́a dejar la gui-
cilidad, que debı́a recibirse algo en compensación tarra y ponerse una chaqueta y el policı́a no vio
de cuanto se daba. Sin embargo, cuando en aquella razón alguna para negárselo. Entretanto los otros
ocasión los jefes del departamento se reunieron pa- tres hombres se acercaban a la puerta. Carlos entró
ra comentar la petición de Oren Riff (entonces con en la habitación contigua, tiró la guitarra, recogió
el Tsomet) a fin de dar a conocer a los franceses su americana y, abriendo la caja del instrumento,
la mayor parte del expediente de Carlos, la situa- extrajo de ella una metralleta de calibre treinta y
ción habitual quedó invertida. El Tsomet deseaba ocho. Fue hacia la puerta y abrió fuego a bocajarro,
facilitar detalles, pero el Tevel no. De modo que el hiriendo gravemente al primer policı́a en el cuello,
jefe del Tevel aprovechó la oportunidad para poner eliminando a los otros dos allı́ mismo y disparan-
de relieve un punto interno de fricción, exclaman- do contra Moukharbel tres balazos en el pecho y
do: —¿Qué es esto? ¿Queréis facilitar información otro en la cabeza para rematarle. 153 / 250 Riff
a los franceses? Cuando nosotros deseamos darla, presenciaba todo aquello presa de histeria desde su
vosotros no nos lo permitı́s. Pues bien, ahora noso- apartamento. Como no iba armado, tuvo que li-
tros no consentimos en ello. Y podı́an hacerlo im- mitarse a observar impotente cómo Carlos acababa
punemente porque no habı́a quien considerara más con Moukharbel y a continuación abandonaba tran-
tarde aquella cuestión: no tenı́an que responder an- quilamente la escena. Pero tenı́a algo muy presente:
te nadie. Ellos mismos fijaban sus leyes. Al llegar la policı́a francesa sı́ le conocı́a a él. Sabı́a que ha-
la fecha señalada, Riff observó que Carlos entraba bı́a conducido allı́ a sus hombres y considerarı́a que
en su apartamento. Los oficiales de enlace habı́an les habı́a tendido una trampa. Dos horas y media
hablado con los franceses, indicándoles dónde de- después, vistiendo el uniforme de ayudante de vue-
bı́an recoger a Moukharbel, y ası́ lo hicieron. En el lo, embarcaba en un avión de El Al con destino a
apartamento de Carlos se habı́a reunido un grupo Israel.17 Los policı́as heridos fueron auxiliados por
de sudamericanos que celebraban una fiesta. Mouk- la gente que se hallaba en la fiesta, que no tenı́an
harbel llegó en un coche de paisano acompañado idea de quién era Carlos y que llamaron inmediata-
de tres agentes de policı́a. Dos de ellos se quedaron mente a una ambulancia. El agente que sobrevivió
con él cerca de la escalera mientras que el terce- explicó más tarde que mientras Carlos disparaba
ro llamaba a la puerta. El propio Carlos le abrió. no dejaba de gritar una y otra vez: — ¡Soy Carlos!
El agente, que vestı́a de paisano, se presentó y el ¡Soy Carlos! Aquel dı́a el terrorista se hizo famoso.
terrorista le invitó a entrar. Estuvieron charlando El 21 de diciembre de 1975 se creı́a que Carlos ha-
unos veinte minutos. De resultas de ello, sin duda bı́a estado implicado en una operación en el cuartel
les pareció un tipo muy agradable y la policı́a, que general de la OPEP en Viena donde seis guerrillas

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

pro palestinas irrumpieron en una conferencia, ma- Ugarte. A nadie se le ocurrió señalar al Mossad. Y
taron a tres personas a tiros, hirieron a otras siete aunque esta organización no se hallaba directamen-
y capturaron a ochenta y un rehenes. En años su- te implicada en el golpe ordenado por Manuel Con-
cesivos le fueron atribuidos docenas de bombardeos treras Sepúlveda, el jefe de la DINA chilena, habı́a
y disturbios terroristas. Únicamente en 1979-1980 interpretado un papel indirecto, pero muy significa-
—la última vez que el Mossad tuvo noticias de él— tivo, en la ejecución a través de un convenio secreto
unas dieciséis explosiones atribuidas a Action Di- con Contreras para adquirir un misil naval Exocet
recte habı́an sido realizadas al estilo de Carlos. Uno tierra-tierra de fabricación francesa procedente de
de los problemas con las agencias de inteligencia es Chile. El batallón de la muerte no utilizó al per-
que actúan a puerta cerrada y sus hechos afectan a sonal del Mossad para acabar con Letelier, pero sı́
la gente a escala internacional. Pero como lo hacen se valió ciertamente de sus conocimientos, que les
en secreto no asumen necesariamente la responsa- habı́an sido enseñados como parte del trato esta-
bilidad de ello. Una agencia de inteligencia que ca- blecido con Contreras para facilitarles el misil. En
rezca de un cuerpo supervisor es como un cañón agosto de 1978 un alto tribunal federal norteame-
dejado en libertad con premeditación, que puede ricano condenó a Contreras, junto con el director
cegarse por rivalidades internas. No habı́a razón al- de operaciones de la DINA Pedro Espinoza Bravo,
guna que justificara las muertes de aquellos policı́as al agente de la DINA Armando Fernández Larios
ni de las restantes personas asesinadas por Carlos. y a cuatro exiliados cubanos miembros de una or-
Y en realidad, tampoco la habı́a para que él an- ganización fanática anticastrista instalada en Esta-
duviese suelto por las calles. Por consiguiente, lo dos Unidos. Todos ellos fueron acusados de asesina-
que el Mossad está haciendo no es justificable ante to. La evidencia clave para el acta de acusación de
nadie: no sólo perjudica al Instituto sino al propio quince páginas procedı́a de Michael Vernon Town-
Israel. La cooperación no puede sostenerse sobre la ley, de origen norteamericano, que se habı́a tras-
base de un quid pro quo. Con el tiempo los enlaces ladado a Chile con sus padres a los quince años,
de las agencias de otros paı́ses dejarán de confiar trabajando allı́ como mecánico de automóviles y
en el Mossad y empezará a perder credibilidad en siendo reclutado por la DINA. Vernon fue califica-
la comunidad de la inteligencia: eso es lo que con- do de coconspirador no condenable y colaboró en el
seguirá. Israel podrı́a ser la nación más grande del procesamiento a cambio de una condena leve de tres
mundo, pero el Mossad la está destruyendo, ma- años y cuatro meses. El régimen de Pinochet cedió
nipulando el poder, sin propiciar los intereses del los chilenos a los fiscales norteamericanos —los exi-
paı́s, sino los propios. 17 Véase el capı́tulo 2. 154 liados cubanos escaparon, aunque uno de ellos serı́a
/ 250 11. EXOCET Una lluviosa mañana del 21 arrestado el 11 de abril de 1990 cuando residı́a en
de septiembre de 1976, Orlando Letelier, de cua- St. Petersburg, en Florida—, pero Chile se negó ro-
renta y cuatro años, salı́a, como de costumbre, de tundamente a entregar a Contreras, el hombre que
su casa en la elegante Embassy Row de Washing- habı́a orquestado el asesinato de Letelier, que ja-
ton y se sentaba ante el volante de su Chevelle azul. más fue juzgado por el crimen, aunque en octubre
Letelier, antiguo ministro del gabinete bajo el man- de 1977 Pinochet le obligó a dimitir de su cargo,
dato del infortunado presidente marxista Salvador con el intento de mejorar la maltrecha imagen in-
Allende Gossens, iba acompañado de Ronni Moffit, ternacional de la junta militar. Las organizaciones
de veinticinco años, un colega del servicio secreto de inteligencia militar de Israel se reúnen cada año
americano. Al cabo de unos momentos una bomba para planear los próximos acontecimientos, uno de
accionada por control remoto destrozaba el vehı́culo los cuales es el encuentro de todas las agencias de
y sus ocupantes. Como suele suceder en tales casos, 155 / 250 inteligencia del paı́s, tanto militares como
muchos atribuyeron el atentado a la CIA. Después civiles, llamada Tsorech Yediot Hasuvor, o Tsiach
de todo también se le habı́a asignado un papel mu- para abreviar, que significaba sencillamente “infor-
cho más importante del que realmente desempeñó mación necesaria”. En la reunión, los clientes de la
en la caı́da de Allende en 1973 y habı́a sido interna- información —por ejemplo AMAN, el gabinete del
cionalmente cabeza de turco favorita para justificar primer ministro, y las unidades de inteligencia mili-
toda clase de actos violentos. Otros, más correcta- tar— examinan la calidad de la información recibi-
mente, apuntaban a la policı́a secreta chilena DINA da durante el año precedente y las necesidades del
que, en realidad, se disolvió un año después tras año próximo, según su orden de importancia. El do-
ser sometida a considerable presión norteamericana cumento resultante de esas conversaciones se llama
(aunque renaciendo bajo diferente jerarquı́a), con el asimismo Tsiach y constituye una orden de com-
nuevo jefe de gobierno, el general Augusto Pinochet pra al Mossad y a otros proveedores —por ejem-

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VICTOR OSTROVSKY

plo, el cuerpo de inteligencia militar— de servicios teniente general que luce en la hombrera el distin-
durante el siguiente año. Existen tres clases esen- tivo de una espada atravesando una rama de olivo
ciales de proveedores del servicio secreto: Humant, más dos hojas de higuera, o falafels. A diferencia
o recolección de inteligencia de la gente, tales co- de Estados Unidos, que cuenta con fuerzas separa-
mo los katsas del Mossad que colaboran con sus das, el FDI es básicamente un ejército con diversas
distintos agentes; Elint, o señales, tarea realizada subdivisiones, tales como las fuerzas aéreas y na-
por la Unidad 8200 del cuerpo de inteligencia mili- vales. Los jefes de tales subdivisiones, generales de
tar israelı́, y Signt, o recolección de inteligencia de división, juran fidelidad a los sı́mbolos de la espa-
la masa corriente, tarea que mantiene a centenares da y el olivo, pero sólo a un falafel. Por debajo de
de personas ocupadas en otra unidad militar espe- ellos se hallan los 156 / 250 generales de brigada,
cial. En el Tsiach, los clientes no sólo deciden lo jefes de varias ramas de inteligencia militar. Otra
que necesitan obtener por medio del servicio secre- categorı́a inferior es la de coronel, la que yo poseı́a
to, sino que califican a los agentes basándose en su cuando me incorporé al Mossad siendo promocio-
actuación del año anterior. Todos los agentes tie- nado a otra superior. La importancia del servicio
nen dos nombres clave, uno de operaciones y otro secreto para los israelı́es se pone de relieve por el
de información. Los informes de operaciones, ar- hecho de que el jefe del cuerpo de espionaje del
chivados por los katsas del Mossad, no son vistos ejército ostenta la misma categorı́a —general de di-
por los clientes del servicio secreto, quienes incluso visión— que los almirantes, los jefes de las fuerzas
desconocen su existencia. El dictamen de la infor- aéreas, de las fuerzas de campo, de los batallones de
mación, dividido en varias categorı́as, se envı́a por tanques y del sistema judicial militar, mientras que
separado. Basándose en tales dictámenes, los clien- el jefe de la inteligencia naval ostenta una categorı́a
tes del servicio secreto clasifican a los agentes de A inferior. El jefe de AMAN, o inteligencia militar,
a E. En realidad, ningún agente es catalogado como disfruta de la misma categorı́a que los restantes je-
A, aunque los combatientes sı́ pueden alcanzar tal fes de servicio, pero en la práctica supera a todos
graduación. Pero un B es una fuente digna de con- los restantes oficiales del espionaje militar porque
fianza, un C lo es más o menos, de un D se aceptará es directamente responsable ante el primer ministro
su palabra con precaución y con un E no se debe- en la cadena del mando. La diferencia entre AMAN
rá trabajar. Cada katsa conoce las graduaciones de y el cuerpo de inteligencia es que AMAN es el desti-
sus agentes y tratará de mejorarlas. Tal graduación natario de la inteligencia, mientras que el cuerpo se
se establece durante un año y los agentes son re- encarga de recoger la información táctica del cam-
tribuidos según el escalafón que alcanzan. Si uno po. A fines de 1975 la inteligencia naval acudió a la
ha sido C durante un año y luego, por ejemplo, as- reunión anual de la inteligencia militar y anunció
ciende a B, obtendrá una gratificación. Cuando los su necesidad de conseguir un misil Exocet. El mi-
katsas realizan estos informes rellenan una peque- sil, fabricado por la firma francesa Aerospatiale, se
ña casilla con dos recuadros en su parte superior. denomina skimmer marı́timo: proyectado desde un
En la izquierda se indica la graduación del agente buque, se remonta hasta descubrir a su objetivo a
y junto a él se encuentra un número que comienza través de un ingenio de cabeza localizadora y luego
con 1, que significa que el propio agente oyó o vio desciende sobre el nivel de las aguas, resultando di-
el tema del que está informando; 2 representa que fı́cil de detectar con radar y también de defenderse
oyó hablar de él a alguien digno de confianza pe- de él. El único modo de determinar un medio de
ro que, en realidad, no lo presenció personalmente, defensa contra tal misil es sometiéndolo a prueba.
y 3, que se enteró de ello por tercera mano, como La preocupación primordial de Israel era que algu-
un rumor. De ahı́ que un informe en el que figure nos paı́ses árabes, en particular Egipto, estuvieran
un B-l en su parte superior significará que contiene comprando Exocets. En el caso de que ası́ fuera, la
información de un agente excelente, que ha visto marina deseaba estar preparada para ello. En reali-
u oı́do personalmente el acontecimiento. Mientras dad no necesitaban un misil completo para com-
que el jefe de inteligencia del ejército es el decano probarlo, únicamente la cabeza, donde se hallaban
del espionaje militar, cada rama de las fuerzas ar- localizados todos los sistemas electrónicos. Aquel
madas israelı́es cuenta con su propia unidad. Por que vendiera un misil no facilitarı́a al comprador
consiguiente existe la inteligencia de infanterı́a, la toda la información necesaria sobre él. Tampoco lo
de las fuerzas aéreas y la de la marina. (Las dos pri- comprobarı́a desde el punto de vista de la defensa,
meras agrupadas actualmente como inteligencia de únicamente desde el aspecto del ataque. Y aunque
fuerzas de tierra.) El jefe del ejército, formalmente se consiguiera una descripción de sus caracterı́sticas
denominado Fuerza de Defensa Israelı́ o FDI, es un de una firma como Aerospatiale, tan sólo mostrarı́a

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

el máximo rendimiento del misil. ¡Después de todo tos disturbios civiles existentes en Sri Lanka: tami-
trataban de venderlo! Tal era la razón por la que les y cingaleses, ası́ como a los hindúes que fueron
Israel deseaba contar con un ejemplar para com- allı́ enviados para restablecer el orden. Con el fin
probarlo, pero no podı́an adquirirlo abiertamente a de mejorar la mala imagen internacional de la DI-
los franceses. Francia tenı́a prohibido vender armas NA chilena, Pinochet decidió remodelar su servicio
a Israel. Muchos paı́ses ası́ lo hacı́an porque sabı́an y a tal fin encargó a su jefe, el general Manuel Con-
que en el momento en que Israel contase con cier- treras, que cuidara de los detalles. Como Contreras
tas armas las copiarı́an. La tarea de adquirir una ya habı́a contactado con Israel a este respecto, el
cabeza de Exocet habı́a sido transmitida al jefe del entonces jefe de enlaces Nahum Admony pidió a la
Mossad quien, a su vez, habı́a ordenado al Tevel subdivisión MALAT del departamento de enlaces
que atendiese la solicitud de la marina. El Mos- que se encargase del asunto a petición de la mari-
sad disponı́a ya de considerable información sobre na. MALAT, que cubrı́a América Latina, era una
el misil, en parte gracias a un sayan que trabajaba división modesta que únicamente contaba con tres
en Aerospatiale y le habı́a transmitido detalles del oficiales y su superior. Dos de los oficiales pasaban
mismo. También habı́a realizado una pequeña ope- el tiempo viajando por Sudamérica, tratando prin-
ración enviando a un equipo para que se introdujera cipalmente de entablar relaciones comerciales con
subrepticiamente en una fábrica acompañado de un Israel. Uno de ellos, llamado Amir, se hallaba en-
experto en misiles enviado desde Israel para tal fin. tonces en Bolivia vigilando la construcción de una
El hombre fue introducido en la fábrica “con entre- fábrica que instalaba el industrial israelı́ Saúl Ei-
gas” y materiales que le fueron sometidos para que senberg,19 un hombre tan poderoso que el gobierno
emitiera su experta opinión. Su labor consistı́a en israelı́ habı́a aprobado una ley especial concedién-
decidir qué debı́an fotografiar. El equipo pasó cua- dole la exención de los elevados impuestos en vigor,
tro horas y media dentro de la fábrica, que abando- de modo que pudiera trasladar su cuartel general a
nó seguidamente sin dejar huellas. 157 / 250 Pero Israel. Eisenberg se especializó en lo que se califica-
pese a que se habı́an tomado fotografı́as del misil y ba de operaciones llaves en mano, la construcción
de todos sus planos, era esencial contar con un mo- de fábricas y entrega posterior a sus propietarios
delo de trabajo. Los británicos tenı́an el misil, pero de las llaves de un proyecto totalmente concluido.
no iban a cederle una unidad a Israel. Europa era un En 1976 Eisenberg fue protagonista de un escán-
callejón sin salida para el proyecto, mas el Mossad dalo polı́tico y de investigación policial en Canadá,
sabı́a que varios paı́ses sudamericanos disponı́an de después que según el informe del auditor general
Exocets. En realidad, Argentina hubiera sido un ex- federal reclamó el pago de por lo menos veinte mi-
celente recurso, pero por entonces habı́a establecido llones de dólares a él y a sus diversas compañı́as
un trato con ellos para la compra de motores a reac- por sus gestiones como agente de la Atomic Energy
ción fabricados en Israel, y el Mossad temı́a iniciar of Canadá Limited (AECL) en la venta del reactor
cualquier operación que pudiera hacer peligrar tan nuclear CANDU a Argentina y a Corea del Sur. En
lucrativo contrato. Por consiguiente la mejor alter- aquella ocasión Lorne Grey, presidente de la AECL,
nativa era Chile. Casualmente acababan de pasar- acabó reconociendo que, “en Canadá, nadie sabe
les un pedido para que entrenasen a un servicio de adonde ha ido a parar el dinero”. 18 Véase el ca-
seguridad doméstico, algo en lo que es sobradamen- pı́tulo 5. 19 Véase el capı́tulo 6. 158 / 250 Antes
te conocida la especial experiencia israelı́. Aunque de que Amir abandonara Colombia le fueron envia-
no pueda alardear abiertamente de ello, Israel ha dos todos los antecedentes a través de la embajada,
entrenado a unidades tan diversas como el temible lo que le proporcionó la mayor información posible
Savak iranı́ y a fuerzas de seguridad de Colombia, acerca de aquel con quien iba a reunirse, su for-
Argentina, Alemania occidental, Sudáfrica y diver- taleza y debilidades, todo cuanto el cuartel general
sos paı́ses africanos, comprendida la antigua policı́a creı́a que podrı́a facilitar su trabajo. Sus vuelos, ha-
secreta del dictador ugandés Idi Amin. Y asimismo bitación de hotel y todos los detalles necesarios le
habı́a preparado a la policı́a secreta del reciente- fueron reservados desde Tel-Aviv, incluso una bo-
mente destituido hombre fuerte panameño Manuel tella del vino francés preferido de Contreras, cuya
Noriega.18 En realidad, Noriega, que se habı́a en- etiqueta figuraba consignada en el expediente infor-
trenado personalmente en Israel, siempre lució las mático del Mossad. Al mismo tiempo se le ordenaba
alas de paracaidista en el lado derecho de su unifor- que asistiera a una reunión en Santiago, pero sin es-
me militar (que suelen llevarse en la izquierda). Y tablecer compromiso alguno. El cuartel general de
para demostrar lo indiscriminadamente que actúa Tel-Aviv ya habı́a respondido a la petición chilena
el Mossad, entrenó a ambos bandos de los sangrien- de entrenamiento de su policı́a secreta, diciéndo-

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VICTOR OSTROVSKY

les que enviarı́an a Amir, un oficial administrati- / 250 cuarenta dólares diarios a cada recluta por
vo, para que comentase el proyecto, pero eludiendo alimentación, y unos cincuenta diarios en concepto
la sugerencia de cualquier tipo de compromiso. El de armas, municiones y demás. Por consiguiente,
propósito de la reunión, según ellos, consistı́a sim- una unidad de sesenta reclutas costarı́a unos tres-
plemente en efectuar una valoración inicial. Amir cientos dólares diarios, lo que representaba un total
fue recibido en el aeropuerto de Santiago por un de dieciocho mil. Para un curso de tres meses, re-
funcionario de la embajada israelı́ y conducido a su sultarı́a aproximadamente un millón seiscientos mil
hotel, y al dı́a siguiente se reunió con Contreras y dólares. Y, por añadidura, se cargaban de cinco mil
algunos miembros de su personal de confianza. Con- a seis mil dólares por cada hora de alquiler de heli-
treras reveló que contaba con cierta colaboración de cópteros, de los cuales, en un ejercicio de entrena-
la CIA, pero que no creı́a que ellos pudieran faci- miento, podı́an utilizarse hasta quince. A ello debı́a
litarles algunas cosas que necesitaban. Básicamen- sumarse el coste de la munición especial que se em-
te deseaban entrenar a una unidad de seguridad pleaba para las prácticas: por ejemplo, un proyectil
interna para que se encargara del terrorismo local bazooka costaba unos doscientos veinte dólares la
—secuestros y atentados— y que asimismo prote- unidad, mientras los morteros pesados resultaban
giera a los dignatarios que visitaran el paı́s. Tras a unos mil dólares cada uno; los antiaéreos, algu-
la reunión, Amir voló a Nueva York para visitar al nos hasta con ocho cañones y que podı́an disparar
jefe del departamento MALAT en una casa que el miles de balas en pocos segundos, entre treinta y
Mossad tenı́a allı́ alquilada. (En realidad habı́a si- cuarenta dólares el proyectil. Eran beneficios netos.
do prestada a MALAT por otro departamento, Al, Con tales operaciones de entrenamiento se conse-
que trabaja exclusivamente en Estados Unidos y guı́a muchı́simo dinero aun antes de vender arma
posee pisos francos en dicho paı́s, y por consiguien- alguna. Luego, como es natural, puesto que aquella
te era más seguro celebrar allı́ la reunión que enviar gente habı́a sido entrenada utilizando armamento
a otra persona en avión a Chile para llevar a cabo israelı́, cuando regresaban a su patria deseaban ad-
una entrevista.) Tras escuchar la detallada descrip- quirir aquellas armas y sus municiones para llevár-
ción que hizo Amir de la reunión, su jefe comentó: selas consigo. Amir dijo a Contreras que escogiera
—Queremos obtener algo de esos tipos: primero les sesenta de sus mejores hombres para el programa
sonsacaremos lo que podamos. Comenzaremos con de entrenamiento. El comando se establecerı́a en
un punto de partida y luego le daremos un giro tres niveles: soldados, sargentos y comandantes, con
y formularemos nuestra petición. Les entregaremos métodos especiales de entrenamiento a cada nivel.
un cabo de la cuerda y tiraremos de ella. Se decidió Tres grupos de veinte recibirı́an instrucción básica.
que Amir volverı́a a reunirse con Contreras para Aparte de ello, los veinte mejores seguirı́an ejerci-
llegar a un acuerdo a fin de entrenar a la unidad tándose para cargos superiores y de aquel grupo
de policı́a. Por entonces tales cursos de enseñanza saldrı́an los sargentos y los altos mandos. Cuando
se facilitaban tan sólo en Israel. Posteriormente los Amir hubo transmitido toda la propuesta, a Con-
instructores israelı́es han sido enviados en ocasiones treras, el chileno repuso sin vacilación: —Ası́ lo ha-
al extranjero, a Sudáfrica y Sri Lanka, por ejem- remos. Asimismo, deseaba comprar todo el equipo
plo. Pero en 1975-1976 su polı́tica consistı́a en que que sus hombres utilizaran en sus prácticas y pi-
los aprendices fueran a su paı́s. Los entrenamientos dió que le instalaran una pequeña fábrica o depó-
aún se efectúan en una antigua base de las fuer- sito que bastara para seis años de suministro de
zas aéreas británicas al este de Tel-Aviv llamada municiones y piezas de recambio. Una vez se hubo
Kfar Sirkin, que Israel utilizaba en otro tiempo co- decidido a adquirir la totalidad, el chileno comen-
mo centro de entrenamiento de oficiales y que más zó a regatear el precio, llegando a ofrecer en cierto
tarde se convirtió en sede de servicios especiales, momento a Amir setenta mil dólares como soborno
principalmente utilizada para el entrenamiento de para reducirlo. Pero Amir rechazó tal propuesta y
servicios extranjeros. Los cursos solı́an durar entre Contreras aceptó finalmente el precio asignado. Po-
seis semanas y tres meses, según el alcance de la co antes de que concluyese la fase del programa de
enseñanza requerida. Y era costosa. Israel cargaba entrenamiento básico, Amir regresó a Santiago para
unos honorarios del orden de cincuenta y setenta entrevistarse con el chileno. —El entrenamiento ha
y cinco dólares por aprendiz, más otros cien dia- ido muy bien —le dijo—. Estamos a punto de esco-
rios como honorarios de los instructores. (Como es ger a los hombres destinados al entrenamiento del
natural, éstos no percibı́an nada de aquella suma. cursillo para sargentos. Han sido excelentes. Sólo
Incluso tenı́an que improvisar con su paga regular hemos tenido que desechar a dos de ellos. Contre-
del ejército.) También cargaban de treinta a 159 ras, que habı́a escogido minuciosamente a aquellos

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

hombres, quedó muy complacido. Tras comentar un mismo. —Y ası́ lo haré yo —dijo el chileno—. Pero
rato el programa, Amir dijo finalmente:—Verá, ne- primero llame a su jefe y dı́gale que deseo hablar
cesitarı́amos algo de ustedes. —¿De qué se trata? con él. —No es necesario. Podemos entendernos no-
—se interesó su interlocutor. —La cabeza de un mi- sotros mismos. —No, dı́gale a su jefe que deseo que
sil Exocet. —Eso no representará ningún problema venga: quiero hablar con él directamente. A Amir
—repuso Contreras—. Permanezca en su hotel un no le quedó otra opción. Era evidente que Contre-
par de dı́as mientras hago algunas gestiones y ya ras comprendı́a que él era relativamente joven y le
me pondré en contacto con usted. 160 / 250 Dos estaba presionando para conseguir la mayor venta-
dı́as después el chileno invitó a Amir a reunirse con ja posible. Desde su habitación del hotel llamó a su
él. —No se lo entregarán —dijo—. Lo he pedido, superior en Nueva York, quien a su vez se puso en
pero no me han dado su aprobación. —Pues nos contacto con Admony en Tel-Aviv para darle cuen-
es muy necesario —insistió Amir—. Les hemos he- ta de la situación. Aquel mismo dı́a Admony em-
cho un favor entrenando a sus hombres. Confiamos prendı́a el vuelo a Santiago para entrevistarse con
que usted podrá ayudarnos ahora que le necesita- el general chileno. —Deseo que me ayude a formar
mos. —Verá —repuso Contreras—, trataré de con- un cuerpo de seguridad personal —le dijo Contre-
seguirlo personalmente, prescindiendo de los cana- ras. 161 / 250 —Ya lo estamos haciendo —repuso
les oficiales. Usted me entrega un millón de dólares Admony—. Y sus hombres están dando un exce-
en efectivo y yo se lo facilito. —Tendré que con- lente resultado. —No, no me ha comprendido. De-
seguir aprobación para ello —dijo Amir. —Hágalo seo contar con unas fuerzas que puedan ayudarme
ası́. Ya sabe dónde encontrarme —repuso Contre- a eliminar a mis adversarios, doquiera que estén.
ras. Amir llamó a su superior en Nueva York y le Al igual que hacen ustedes con la OLP. No todos
explicó la propuesta que habı́a recibido. Sabı́an que nuestros enemigos se hallan en Chile. Queremos ser
el general estaba en condiciones de entregarlo, pero capaces de alcanzar a aquellos que constituyen una
el jefe de la división tampoco podı́a comprometer- amenaza directa para nosotros. Existen grupos te-
se por su cuenta, de modo que llamó a Admony, rroristas que nos están amenazando, al igual que
en Tel- Aviv, y el Mossad, a su vez, preguntó a hay grupos que los amenazan a ustedes. Deseamos
la inteligencia naval si la marina estaba dispues- estar en condiciones de eliminarlos. “Ahora bien, sa-
ta a pagar un millón de dólares por el misil: ası́ bemos que hay dos modos de conseguirlo. Conven-
fue en efecto. —Trato hecho —dijo Amir a Contre- drá conmigo en que cuando se suscita un problema,
ras. —Magnı́fico. Tráigame a un hombre que sepa sus hombres hacen el trabajo. Sabemos, por ejem-
lo que necesitamos y visitaremos una de nuestras plo, que Taiwan les pidió que realizaran ustedes ese
bases navales. Entonces podrá mostrarme exacta- servicio y que se negaron. “Preferimos usar a nues-
mente lo que desean y lo cogeremos. Enviaron a tros propios hombres, que entrenen a un grupo de
un experto de Bamtam, industria israelı́ producto- los nuestros para que sepan cómo enfrentarse a las
ra de misiles de Atlit, una ciudad al sur de Haifa amenazas terroristas que recibimos del extranjero.
donde se realizaba el Gabriel. Como deseaban un Si lo hacen ası́, el misil será suyo. Aquel nuevo giro
elemento que funcionara de verdad, insistió en que de los acontecimientos constituyó una desagradable
le entregasen inmediatamente uno instalado en un sorpresa tanto para Admony como para Amir. Da-
buque, una cabeza activa. De aquel modo estarı́an da la naturaleza de la cuestión, Admony respondió
seguros de que no eran engañados con un elemento a Contreras que tenı́a que obtener autorización de
falso o que estuviese pendiente de reparación y que sus superiores para poder comprometerse. Con tal
por consiguiente no funcionase. Siguiendo las órde- fin, regresó a Tel-Aviv para celebrar una reunión
nes del general, el misil fue descargado del barco de alto nivel en el cuartel general del Mossad. És-
y colocado en un remolque. Los israelı́es ya habı́an tos se irritaron al ver que Contreras habı́a añadido
pagado, por anticipado, un millón de dólares por una cláusula adicional al trato. Concluyeron que
él. —¿Es eso lo que usted quiere? —preguntó Con- era preciso tomar una decisión polı́tica, no de segu-
treras. Cuando el oficial israelı́ hubo examinado el ridad: que el gobierno tendrı́a que decretar si se le
misil, Amir respondió: —Sı́, lo es. —Bien —repuso daba lo que deseaba o se renunciaba a todo el pro-
Contreras—. Ahora vamos a embalarlo, asegurar- yecto. El gobierno, por su parte, tampoco querı́a
lo bien con cables y abrazaderas y conducirlo a un verse involucrado en semejante trato, por lo que su
lugar de Santiago. O puede guardárselo usted si lo decisión fue algo parecido a “Preferimos no darnos
prefiere. Pero antes de llevárselo quiero una cosa. por enterados de tales hechos”. Hubo que contratar
—¿Qué? —preguntó Amir algo preocupado—. Hi- a un particular para concluir el negocio. Para ello
cimos un trato y hemos cumplido nuestra parte del escogieron a Mike Harari, jefe de una importante

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VICTOR OSTROVSKY

agencia de seguros israelı́, el recientemente retira- miento de su telemetrı́a. El proceso de verificación


do jefe del departamento del Mossad, responsable costó cuatro meses y fue realizado por reactores que
del desdichado asunto de Lillehammer. Harari, que despegaban de la base aérea de Hatsrim, próxima a
era uno de los más influyentes consejeros del dicta- Beersheba. 163 / 250 12. JAQUE MATE Durante
dor Manuel Noriega, también habı́a contribuido a su juventud en Siria, Magid siempre habı́a soñado
entrenar a la unidad panameña antiterrorista K-7. con que algún dı́a jugarı́a al ajedrez en el circui-
Además de las atribuciones que se le otorgaron pa- to mundial. Vivı́a y respiraba ajedrez, estudiaba su
ra llegar a un acuerdo con el general chileno, Harari historia y memorizaba las jugadas de los grandes
entró asimismo en sociedad directa con una impor- maestros. Magid, musulmán sunnita, habı́a vivido
tante empresa naviera, lo que constituirı́a un medio en Egipto desde los vertiginosos tiempos de fines de
perfecto para transportar segura y secretamente la los cincuenta, época en que Gamel Abdel Nasser,
cabeza del misil a Israel. En su calidad de oficial cuyo objetivo era una unión de base general árabe
del Mossad, Harari habı́a sido jefe del Metsada, el encabezada por Egipto, dirigió la unión formal de
departamento que tenı́a a su cargo a los combatien- 1958 de Egipto y Siria en la República Árabe Uni-
tes, y de su subunidad, el kidon, y tenı́a instruccio- da. Nos hallábamos en el verano de 1985 y Magid
nes de comunicar a Contreras que enseñarı́a a su acababa de llegar a Copenhague, donde esperaba
unidad especial todo cuanto supiera. Aunque desde establecerse en el mundo de los negocios como ase-
luego no se tratarı́a de todo —necesitaba la apro- sor de inversiones privadas. En su primer dı́a de
bación del Mossad para las prácticas que impartı́a estancia en el paı́s, advirtió la presencia en el vestı́-
y ellos preferı́an reservarse algunas técnicas para bulo del hotel de un hombre elegantemente vestido
sı́—, ciertamente los instruyó lo necesario para que que se hallaba sentado estudiando un libro y un ta-
pudieran organizar un ataque contra sus enemigos, blero de ajedrez. Magid llegaba tarde a una reunión
reales o imaginarios, en el extranjero. El pago por y no tenı́a tiempo de detenerse, pero al dı́a siguien-
tal adiestramiento debı́a serle enviado directamen- te volvió a encontrar allı́ a aquel hombre. Atraı́do
te desde un fondo destinado a fines poco definidos como un imán por el tablero, se le acercó, le dio un
que administraba la DINA. Ese grupo especial es- golpecito en el hombro y se dirigió a él en excelente
taba formado por hombres de Contreras. No se tra- inglés: —Disculpe. —¡Ahora no, ahora no! —repuso
taba en modo alguno de una unidad oficial. Él los el desconocido. Magid, sorprendido, retrocedió ins-
habı́a escogido y los retribuı́a y trabajarı́an para tintivamente, le estuvo observando en silencio unos
él. Tal vez se excediesen de cuanto les habı́an en- momentos y por fin le sugirió una jugada defensiva
señado en sus sistemas de interrogación, 162 / 250 lógica. De pronto el desconocido pareció interesado.
pero no cabe duda de que consiguió que le entrena- —¿Sabe jugar al ajedrez? —le preguntó. Y ambos
ran aquella unidad especial y que Israel obtuvo su iniciaron una conversación. A Magid siempre le ha-
Exocet. Harari los adiestró en técnicas de tortura a bı́a entusiasmado el tema y durante dos horas y
base de descargas eléctricas y acerca de cuáles eran media él y su nuevo amigo, que se habı́a dado a co-
los puntos más sensibles y de presión y el tiempo nocer como Mark, empresario canadiense, cristiano
de resistencia. El objetivo más importante de los y de origen libanes, estuvieron charlando de aquel
interrogatorios es conseguir información, pero los juego que a ambos apasionaba. En realidad Mark
chilenos dieron a todo ello un giro especial. Pare- era Yehuda Gil, un miembro del equipo de katsas
cı́a agradarles aquella actividad en sı́ misma y so- con sede en Bruselas al que se le habı́a ordenado que
lı́an practicarla incluso con otros fines: sencillamen- estableciera contacto inicial con Magid. Aunque lo
te disfrutaban infligiendo daño. Sin embargo, aquel cierto es que no era él quien les interesaba sino su
dı́a húmedo de septiembre de 1976 en que Letelier hermano Jadid, un oficial a nivel ministerial mili-
emprenderı́a su viaje final, nadie abrigaba la menor tar sirio, a quien confiaban reclutar. Anteriormente
sospecha de que su asesino hubiera sido entrenado lo habı́an intentado en una ocasión en Francia, pe-
por el Mossad: jamás llegó a establecerse tal rela- ro dispusieron de escaso tiempo y fracasaron. Sin
ción. Y asimismo todos ignoraban que Israel tuviera embargo, como sucede en la mayorı́a de estas ope-
el Exocet. Los israelı́es comprobaron la cabeza del raciones, Jadid ni siquiera se habı́a enterado de que
misil insertándolo en la parte inferior de un reactor se realizaba tal intento y ciertamente ignoraba que
Phantom, conectando todas sus salidas a una serie el Mossad le habı́a dado el nombre cifrado de “Sa-
de sensores que podı́an ser descifrados bajo diversas cacorchos”. La historia comenzó realmente el 13 de
condiciones, y efectuaron rápidas pasadas en vuelos junio de 1985, cuando un katsa llamado Ami, de
simulados. Comprobaron su detectación por radar, servicio en la subdivisión danesa de la planta sépti-
cómo podı́a ser rastreado por barco y el funciona- ma del cuartel general del Mossad en Tel-Aviv (a la

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

sazón en el edificio Hadar Dafna de la calle del Rey años los oficiales de la inteligencia danesa acuden
Saúl), recibió un mensaje rutinario del oficial de a Israel a un seminario dirigido por el Mossad pa-
enlace del Mossad en Dinamarca. Estaba dirigien- ra comentar los últimos acontecimientos en las ac-
do una solicitud de “Púrpura A”, código atribuido tividades terroristas y las técnicas antiterroristas.
al Servicio de Seguridad Civil Danesa (SSCD) pa- A través de esta relación, Israel recibe un retrato
ra que efectuase una comprobación en una relación completo de la comunidad de quinientos elementos
de unas cuarenta personas con nombre y/o ante- palestinos residente en Dinamarca y disfruta de “to-
cedentes árabes que solicitaban visado para visitar tal cooperación con respecto al baile (seguimiento
Dinamarca o para trasladarse allı́. Lo que el público de personas), coordinando cuando es necesario con
danés ignora —y sólo algunos oficiales del gobierno Púrpura”. En la carta aparecı́a Henning Fode, a la
conocen— es que el Mossad comprueba rutinaria- sazón de unos treinta y ocho años, como jefe del
mente todas esas peticiones para Dinamarca, po- SSCD, que habı́a sido designado en noviembre de
niendo 164 / 250 un visto bueno junto al nombre 1984 y que se proponı́a visitar Israel en otoño de
en una copia de la solicitud del visado si no exis- 1985. Michael Lyngbo era su lugarteniente y, aun-
ten problemas con el solicitante y, caso contrario, que carecı́a de experiencia en inteligencia, dirigı́a
se lo comunican a los daneses o, si ello favorece el bloque soviético de la organización. En cuanto a
los intereses de Israel, retienen el formulario para Paul Moza Hanson, asesor legal de Fode y su con-
su posterior estudio. La relación entre la inteligen- tacto con el Mossad, estaba previsto que concluyese
cia danesa y el Mossad es tan estrecha que resul- en breve su compromiso. Halburt Winter Hinagay
ta indecorosa. Pero no es la virtud del Mossad la era jefe del departamento de antiterrorismo y acti-
que queda en entredicho por tal convenio sino la vidades subversivas y también habı́a tomado parte
de Dinamarca. Y ello porque los daneses tienen la en el último seminario sobre terrorismo celebrado
equı́voca impresión de que, como salvaron a muchı́- en Israel. (En realidad, el Mossad celebra una se-
simos judı́os durante la segunda guerra mundial, rie de tales seminarios, invitando a un servicio de
los israelı́es están reconocidos y pueden confiar en inteligencia en cada ocasión, generando por consi-
ellos. Por ejemplo, un miembro del Mossad, un ma- guiente valiosos contactos mientras consolida la no-
rats, ocupa un puesto en el SSCD y controla todos ción de que ninguna organización maneja mejor que
los mensajes relacionados con árabes y palestinos ellos el terrorismo.) 20 Véase el apéndice II. 165 /
que llegan al departamento de escucha, un acuer- 250 En otro documento que apareció en la panta-
do extraordinario para un servicio de espionaje ex- lla de la computadora de Ami figuraba el nombre
tranjero. Puesto que es el único que domina allı́ el completo del servicio general de inteligencia danés:
árabe, comprende los mensajes pero envı́a las cin- Politiets Efterretingsjtneste Polititstatonen (PEP),
tas a Israel para su traducción (todo ello funciona y en él se relacionaban una serie de departamen-
a través de un código de enlace denominado “Hom- tos. La intervención de teléfonos corre a cargo del
bre” en la base que el Mossad tiene en Copenha- departamento S: en un documento de 25 de agosto
gue). Esta información no es siempre compartida de 1982 los daneses habı́an comunicado a “Hom-
con Dinamarca cuando se devuelven las transcrip- bre” que proyectaban un nuevo sistema informático
ciones, con frecuencia enormemente corregidas. En que les permitirı́a facilitar al Mossad sesenta “escu-
cuanto a las cintas originales, el Mossad las retie- chas” (sesenta puntos donde realmente instalaron
ne. Es evidente que el Instituto no tiene en gran ingenios de escucha). Asimismo habı́an incorpora-
consideración a los daneses. Los llaman fertsalach, do cierto número de ellos en teléfonos públicos “a
término hebreo que designa una breve explosión de sugerencia nuestra (del Mossad) en zonas que se
gas, un pedo. Ellos informan al Mossad de todo sabı́an propicias a actividades subversivas”. El je-
cuanto hacen, pero éste, a su vez, no devela a nadie fe del servicio debı́a ostentar la categorı́a del de-
sus secretos. Normalmente costarı́a una hora apro- nominado inspector detective, a nivel del fiscal de
ximadamente comprobar cuarenta nombres a tra- distrito de Israel. El informe del Mossad seguı́a la-
vés de la computadora del Mossad. Pero como era mentándose de que su unidad de seguimiento era
la primera vez que Ami trataba con los daneses, de escasa calidad: “Su gente es fácil de detectar. No
comenzó por recurrir a la información del SSCD a se adaptan bien, probablemente a causa de la gran
través de la terminal de su computadora. De pron- rotación de personal de esa unidad... a los dos años
to apareció una carta con el número 4 647,20 de se incorporan a distintas ocupaciones.” La policı́a
carácter secreto, con una descripción detallada de era responsable de reclutar el personal para el ser-
las funciones, el personal e incluso de algunas ope- vicio, algo difı́cil de conseguir puesto que habı́a po-
raciones del servicio de seguridad danés. Cada tres cas ocasiones de promoción. El 25 de julio de 1982

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“Hombre” se interesó por una operación secreta de sus comprobaciones o simplemente almacenarı́an el
Corea del Norte en Dinamarca, pero se le dijo que nombre en sus archivos. Todos los departamentos
se habı́a llevado a cabo para los americanos y que, del Instituto están conectados a una computado-
por lo tanto, “no volviesen a pedirlo”. Ami siguió ra gigantesca que se halla en el cuartel general de
encontrando más información en su computadora: Tel-Aviv. Cada noche se extrae una copia de disco
descubrió otra hoja denominada “Púrpura B” que duro de la información de la jornada que se deposi-
detallaba los pormenores del Servicio de Inteligen- ta en lugar seguro. A Ami le faltaban cuatro nom-
cia de Defensa Danesa (SIDD), la división del ser- bres únicamente para concluir la hilera que estaba
vicio secreto de los militares daneses sometida a las comprobando cuando surgió el de Magid, apellido
órdenes directas del jefe del ejército y el ministro que le resultó familiar. Ami habı́a estado charlan-
de defensa. El servicio está estructurado en cuatro do anteriormente con un amigo del departamento
unidades: dirección, escucha, investigación y reco- de investigación y habı́a visto la foto de un indivi-
pilación. Una de las funciones de la OTAN consiste duo llamado igual junto al presidente sirio Hafez al-
en cubrir a Polonia y Alemania Oriental y el mo- Assad. Hay muchos nombres árabes similares, pero
vimiento de los buques soviéticos en el Báltico con siempre vale la pena comprobar. Nada aparecı́a en
ayuda de un sofisticado equipamiento electrónico la computadora relativo a Magid, por lo que Ami
facilitado por los americanos. Interiormente es res- llamó a investigación y pidió a su amigo de la sub-
ponsable de la investigación polı́tica y militar, de la división siria que a la hora de almorzar le llevase
“positiva” recolección en las fronteras danesas (in- una copia de la foto al comedor de la novena plan-
formación de ciudadanos daneses sobre lo que han ta a fin de poder compararla con la que aparecı́a
visto), opuesta a la “negativa”, que consistirı́a en en el impreso de solicitud de visado danés de Ma-
obtener información de allende las fronteras. Tam- gid. Después de almorzar y con la foto de Jadid,
bién dirige los enlaces internacionales y facilita va- investigó en la computadora en busca de más deta-
loraciones nacionales al gobierno. Por entonces la lles, comprobando si Jadid tenı́a parientes, y de ese
OTAN planeaba establecer una unidad para dirigir modo descubrió la existencia de un hermano cuya
los asuntos de Oriente Medio (comenzando con un descripción e historial coincidı́an con la de Magid.
hombre que se ocupaba de ello un dı́a a la sema- Ello abrı́a la posibilidad de una “sonda”: reclutar a
na). El servicio es famoso por las fotografı́as que una persona para conseguir otra, de modo que Ami
logra de las actividades soviéticas de tierra, mar y redactó su informe y lo depositó en el correo interno
aire y fue el primer departamento de inteligencia diario. Entretanto, el impreso danés permanecerı́a
que facilitó a Israel fotos del sistema soviético SSC- unido al expediente sin respuesta, significando que
3 (o misiles tierra-tierra). Al frente de Púrpura B los daneses entenderı́an que no existı́a problema al-
se encontraba Mogens Telling desde 1976, que ha- guno en la petición de visado puesto que de otro
bı́a visitado Israel en 1980. Ib Bangsbore era jefe modo el Mossad les hubiera informado. En Tsiach,
de la sección de efectivos humanos y debı́a retirarse el anuario del Instituto que contiene “la información
en 1986. El Mossad contaba con excelentes recursos que es preciso conocer”, los datos militares sirios
en el SSCD, como asimismo en el Establecimiento siguen siendo de alta prioridad desde hace muchos
de Investigación de Defensa Danés (EIDD). El ser- años. De resultas de ello, el Mossad habı́a ordenado
vicio secreto danés colaboraba también más estre- que AMAN, la inteligencia militar israelı́, preparase
chamente con Suecia (nombre cifrado, “Borgoña”) una lista de cuanto precisaba conocer sobre el gra-
que con Noruega, su socia en la OTAN. De vez en do de preparación militar de Siria, clasificada por
cuando Púrpura B se reunı́a con “carrusel”, nom- su orden de importancia. El cuestionario21 de once
bre clave de la inteligencia británica, colaborando páginas obtenido por AMAN comprendı́a el núme-
con ellos sobre la base de caso por caso y en di- ro de batallones disponibles en Siria, el estatus de
versas operaciones contra el servicio secreto ruso. las Brigadas Acorazadas sesenta y sesenta y siete y
166 / 250 Ami recogió toda esta información y la de la Brigada Mecanizada ochenta y siete, el núme-
leyó antes de recurrir a un impreso de referencia, ro de brigadas en la División de Fuerzas Especiales
lo que implica introducir la información disponi- catorce y toda una serie de cuestiones con ello re-
ble en la computadora: un nombre, un número, los lacionadas, tales como los detalles de la entonces
datos que se posean, para proceder a la búsqueda rumoreada sustitución de Ahmad Diab, jefe de la
en el banco de memoria. Si la persona en cuestión oficina de seguridad nacional, por Fefat Assad, her-
era palestina y no aparecı́an datos en la pantalla, mano del presidente Assad. El Mossad disponı́a ya
Ami transmitirı́a el impreso a la división palesti- de cierto número de fuentes in situ en Siria —lo
na del Mossad, quienes tal vez desearı́an proseguir que denominaban su sistema de aviso temprano—

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en hospitales y en obras de construcción, por ejem- ro preferı́a pasárselo bien. Por el momento estaba
plo, en que la gente obtenı́a y transmitı́a retazos buscando un apartamento en alquiler y más tarde,
de información que, acumulados, podı́an informar cuando su esposa se reuniese con él y estuviesen
a Israel de posibles preparativos de guerra. Por su mejor instalados, comprarı́an algo. Mark se ofreció
parte, los sirios permanecı́an en formación de ata- a ayudarle, prometiéndole enviarle al dı́a siguiente
que desde hacı́a algunos años, junto a los Altos del al hotel a un agente de fincas inmobiliarias. Al cabo
Golán, de modo que siempre se habı́a considerado de una semana Magid tenı́a su apartamento que el
crucial contar con un servicio secreto militar acti- Mossad habı́a acondicionado con micrófonos ocul-
vo y digno de confianza, y reclutar a una fuente de tos, llegando incluso a instalar cámaras camufladas
alto nivel sirio serı́a un acontecimiento de la mayor en el techo. Durante la siguiente sesión en el piso
importancia. 21 Véase el cuestionario completo en franco, se decidió que Mark comunicarı́a a Magid
el apéndice III. 167 / 250 El Mossad considera a Si- que regresaba a Canadá en viaje de negocios, que le
ria un paı́s “caprichoso”. Ello significa simplemente retendrı́a allı́ durante un mes, lo que darı́a tiempo al
que, puesto que está dirigida por un solo hombre, Mossad para utilizar provechosamente el equipo de
Assad, éste puede despertarse una mañana dicien- vigilancia. No tardaron en enterarse de que Magid
do: “Quiero ir a la guerra.” El único modo de des- no era aficionado a las drogas, pero que sı́ gusta-
cubrir rápidamente si eso sucede es contar con una ba de los placeres del sexo, y en abundancia, y que
fuente lo más próxima posible a la cumbre. Por en- su lujoso apartamento estaba asimismo atestado de
tonces, les constaba que él deseaba recuperar los los más modernos artilugios electrónicos: vı́deos, ca-
Altos del Golán y Assad estaba convencido de que setes, etcétera. Afortunadamente para los israelı́es,
podı́a ganar terreno con un ataque rápido, pero que Magid telefoneaba a su hermano dos veces por se-
no podrı́a resistir durante mucho tiempo a los israe- mana. Pronto fue evidente que Jadid tampoco era
lı́es, de modo que durante gran parte de la década un ángel y que colaboraba con su hermano en cier-
de los ochenta trató de obtener una garantı́a de los tos negocios dudosos muy rentables. Jadid habı́a
rusos de que intervendrı́an, a través de las Naciones estado adquiriendo en Dinamarca cantidades con-
Unidas o como fuese, para detener cualquier tipo siderables de material pornográfico que vendı́a en
de guerra rápida. Sin embargo, ellos no accedieron, Siria, por lo que obtenı́a pingües beneficios. En una
por lo que Assad jamás llegó a enviar sus tanques. conversación que sostuvieron dijo a Magid que le vi-
Aquélla era la delicada situación que convirtió el re- sitarı́a en Copenhague dentro de unas seis semanas.
clutamiento del hermano de Magid en un asunto de 168 / 250 Provisto de tal información, Mark concer-
la máxima prioridad, y pocas horas después, Yehu- tó otra entrevista con él e, interpretando el papel de
da Gil (Mark para Magid) se dirigı́a a Copenhague ejecutivo de la compañı́a canadiense (nunca el je-
para aguardar la llegada de su hombre. Otro equi- fe principal porque eso eliminarı́a la posibilidad de
po fue destinado a su habitación en el hotel para ganar tiempo para someter las propuestas al “jefe”
instalar los necesarios ingenios de escucha y visión, —en realidad el grupo del piso franco—), comenzó
todo cuanto era preciso para reclutarlo y, a través a presionarle con cierta insistencia para intentar lle-
de él, captar a su importante hermano. La idea de gar a un acuerdo comercial. —Lo que suele hacerse
valerse del juego del ajedrez para establecer el con- en tales casos es facilitar asesoramiento de inversio-
tacto inicial fue de Gil, aunque como consecuencia nes a nuestros clientes —dijo Mark—. Les aconse-
de una prolongadı́sima reunión llena de tensiones en jamos si deben o no invertir en un paı́s, por lo que
un piso franco de Copenhague. Durante la primera debemos reunir información sobre el mismo. Somos
y extensa conversación sostenida con Mark, Magid más o menos como una CIA privada. La mención
debió de presentido que habı́a encontrado un amigo de la CIA no produjo efectos apreciables en Magid,
en el que podı́a confiar. Le contó casi toda su vida algo que en un principio preocupó a los israelı́es.
y le sugirió que aquella noche fueran a cenar juntos. Puesto que mencionar la CIA a los árabes suele sus-
Mark accedió y retornó al piso franco para prepa- citar una respuesta negativa y violenta, el Mossad
rar la próxima reunión con sus colegas. En el curso comenzó a recelar que ya hubiera sido reclutado por
de la cena exploró lo que Magid podı́a ofrecerle y otra organización de inteligencia. Pero no era ası́: se
cuánto sabı́a. Entretanto se presentó a sı́ mismo co- trataba simplemente de un tipo tranquilo. —Como
mo un empresario riquı́simo (la cobertura preferida es natural —prosiguió Mark—, estamos dispuestos
en tales casos) con acceso a diversas transacciones a pagar la información que nos permita analizar si
de compra y venta. Magid le explicó que su familia las inversiones son seguras y pueden ser garanti-
se hallaba en Egipto y que deseaba traerlos consigo zadas en diversas partes del mundo. Tratamos con
a Dinamarca, aunque no inmediatamente: prime- grandes jugadores, ¿comprendes?, por lo que debe-

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mos contar con información detallada y fiable, no te regresaba después de Siria con más información,
sólo con algo que cualquiera podrı́a recoger por las entonces le abonarı́a el importe de otros seis me-
conversaciones callejeras. A modo de ejemplo Mark ses, y ası́ sucesivamente. El siguiente paso consistı́a
se refirió a Iraq, como se sabe, mundialmente fa- en enseñarle a redactar cartas secretas utilizando
moso por sus dátiles. —¿Pero encargarı́as dátiles un lápiz especial quı́micamente tratado. Jadid de-
mientras durase el conflicto con Irán? Sólo si su- bı́a remitirles la información por aquel medio, en el
pieras que podı́an garantizarte el envı́o: entonces sı́ dorso de la correspondencia que normalmente en-
lo harı́as. Mas para saber eso debes introducir en viara a su hermano. Le ofrecieron que se llevase
el mercado regular conocimientos polı́ticos y mili- a Siria los materiales de trabajo, pero él se negó,
tares: eso es lo que hacemos. Magid estaba fran- por lo que acordaron enviárselos a Damasco. En un
camente interesado. —Verás —dijo—, no es real- momento determinado Jadid le dijo: —Realmente
mente asunto mı́o, pero conozco a alguien a quien trabajáis como una agencia de inteligencia. —Sin
podrı́a convenirle. Si te lo presento, ¿qué ganaré yo duda alguna —repuso Mark—. Incluso empleamos
con ello? —Bien, solemos ofrecer unos honorarios a gente que ha trabajado en ellas. La diferencia
al mediador más un porcentaje sobre lo que con- consiste en que nosotros estamos en el juego pa-
seguimos. Depende del valor de la información y ra hacer dinero. Únicamente compartimos nuestra
de los paı́ses de que se trate. Podrı́amos hablar de información con gente que está dispuesta a pagar-
algunos miles de dólares o de centenares de miles. la y a utilizarla con fines inversionistas. Mark tu-
Depende. —¿Qué paı́ses te interesan? —preguntó vo que repasar entonces las preguntas con Jadid.
Magid. —Precisamente ahora necesitamos recibir Entre ellas se habı́an introducido algunas muy ex-
noticias sobre Jordania, Israel, Chipre y Tailandia. céntricas: valores de las propiedades inmobiliarias
—¿Y sobre Siria? —Posiblemente. Tendré que com- y cambios en los departamentos de gobierno, por
probarlo. Ya te lo diré. De todos modos dependerá ejemplo, siempre para camuflar el cuestionario, de
en gran parte de las necesidades de nuestros clien- modo que no dominaran las cuestiones militares.
tes y del nivel de la información que se reciba. —De Tras varias pruebas de ensayo con el lápiz especial
acuerdo, entérate —repuso Magid—, pero mi reco- y haberle asegurado que se pondrı́an en contacto
mendado está muy bien situado en Siria. De mo- con él y le dirı́an dónde debı́a recoger la relación de
do que ambos convinieron reunirse nuevamente dos preguntas sobre Damasco, Jadid pareció satisfecho
dı́as después. Mark, simulando todavı́a cierta indi- y convencido de que todo estaba en orden. Durante
ferencia, le dijo que tenı́an cierto interés en Siria. todo el ejercicio, el Mossad sospechó que ambos her-
—No es un paı́s de nuestra máxima prioridad —dijo manos sabı́an que estaban trabajando para Israel,
al árabe—, pero podrı́a ser provechoso si la infor- pero en todo momento siguieron el juego. Sin em-
mación es realmente buena. Sin embargo, un dı́a bargo, se extremaron las seguridades del katsa por
antes Magid ya habı́a llamado a su hermano para temor a despertar sus sospechas. Aunque la prome-
decirle que tenı́a algo que podı́a interesarle y que sa de entregar los materiales a Jadid parecı́a muy
acudiera a Copenhague cuanto antes, a lo que Ja- sencilla, implicaba en realidad una complicada se-
did accedió rápidamente. 169 / 250 Al dı́a siguiente rie de maniobras para evitar cualquier posibilidad
de la llegada de Jadid, Mark se reunió con los dos de descubrimiento. El Mossad recurrió a un agente
hermanos en el apartamento de Magid. Simuló no “blanco”, no árabe. En este caso se trataba de uno
estar enterado del cargo de Jadid, pero le formuló de sus mensajeros preferidos, un oficial canadiense
una serie de preguntas sobre la clase de información de las Naciones Unidas destinado a Naharia, ciudad
que podı́a facilitarle a fin de estar en condiciones costera del norte de Israel, próxima a la zona neu-
de valorar la oferta de su compañı́a. Mark habló de tral que la separaba de Siria. Estos oficiales están
temas militares, pero mezclándolos con considera- en libertad de cruzar las fronteras. Al canadiense
ble información de carácter civil para disimular su se le pagaron los quinientos dólares habituales fija-
verdadero interés. Tras algunas sesiones de nego- dos para que dejara una piedra hueca que contenı́a
ciación —cada una de ellas seguida de sus informes los documentos en un lugar concreto, junto a la ca-
al piso franco—, Mark ofreció unos honorarios de rretera de Damasco: exactamente a cinco pasos de
treinta mil dólares a Magid, el mediador, y veinte un mojón que señalaba un kilometraje especı́fico.
mil dólares mensuales para Jadid, más el diez por Mientras que el canadiense regresaba sin dificulta-
ciento, o sea, dos mil dólares mensuales para Magid. des al otro lado de la frontera, un combatiente del
Los primeros seis meses serı́an pagados por antici- Mossad recogió la piedra, se la llevó a su hotel,
pado, depositando el dinero en una cuenta bancaria desprendió el lado falso y retiró el cuestionario, el
que Mark abrirı́a para Jadid en Copenhague. Si és- lápiz y una suma de dinero de Jadid. Hizo un pa-

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quete con todo ello y lo depositó en una empresa el envı́o, que le serı́a entregado tras su llegada a
de transportes, conservando el talón de la expedi- destino en Holanda. Cuando los traficantes se pre-
ción, y 170 / 250 voló a Italia, desde donde envió sentaron a la reunión, la policı́a no se hallaba muy
el resguardo de reclamación de la entrega especial lejos y efectuó diversos arrestos. Como es natural,
al cuartel general del Mossad en Tel-Aviv, quienes, deseaban prender a Jadid con los traficantes de dro-
a su vez, lo remitieron a Magid y éste, finalmente, ga, por lo que supusieron que lo habı́an atrapado.
lo hizo llegar a su hermano por correo. Por consi- Por entonces Jadid ignoraba todo lo sucedido. De
guiente, Jadid lo recibió entre su correspondencia modo que cuando llegó a Holanda y vio que nadie
habitual, como una de tantas cartas que solı́a en- se ponı́a en contacto con él, llamó a Siria y se en-
viarle su hermano, de modo que no despertó ningún teró de lo que habı́a sucedido. Entonces supo que
recelo. En breve comenzaron a recibirse cartas de resultaba sospechoso, tanto para el gobierno como
respuesta mientras Jadid cumplimentaba aplicada- para los traficantes de droga, y que serı́a mejor que
mente el detallado cuestionario, informando a los no regresara a su patria. Ası́ fue como tras extraer
israelı́es de todo cuanto deseaban conocer sobre el cuanta información pudo de él —que fue conside-
grado de preparación militar de Siria. Esta estrata- rable— el Mossad le ayudó a obtener una nueva
gema funcionó perfectamente durante cinco meses, identidad y le situó en Dinamarca definitivamente,
estando convencido el Mossad de que contarı́a du- donde aún vive. En Londres, Haled vivió otra expe-
rante largo tiempo con un cómplice involuntario en riencia muy distinta. Cuando los auditores llegaron,
un lugar estratégico. Luego, como suele suceder en impusieron una orden de censura en la embajada,
el mundo del servicio secreto, las cosas cambiaron. lo que significa que no se permite 171 / 250 comu-
Aunque los sirios no tenı́an la menor idea de que nicación alguna con otras embajadas hasta que se
Jadid estuviera espiando para Israel, comenzaron retire. Al igual que sucede con la mayorı́a de paı́ses,
a abrigar sospechas de que estuviera implicado en la sección militar siria operaba con independencia
asuntos de prostitución y drogas. Para asegurarse de la diplomática en la embajada. Como ayudan-
de ello, decidieron tenderle una trampa: Jadid serı́a te del agregado militar, Haled disfrutaba de libre
arrestado por la policı́a siria en pleno transporte de acceso a la valija diplomática militar, acceso que
un cargamento de heroı́na desde el Lı́bano cuan- habı́a utilizado para “tomar prestados” quince mil
do saliera del paı́s en un viaje que debı́a efectuar dólares destinados a la adquisición de un coche nue-
a varias capitales europeas, en el que debı́a formar vo. Aunque se proponı́a restituir el “préstamo” con
parte de un equipo que verificarı́a los libros conta- el cheque que recibı́a regularmente del Mossad, no
bles donde se registraban las operaciones militares habı́a contado con que se efectuarı́a una auditoria
de varias embajadas sirias. Irónicamente, Jadid se sorpresa. Afortunadamente para Haled el Mossad
libró de ser capturado por la codicia de otro sirio, un estaba al corriente de la auditoria. Pero aunque só-
hombre llamado Haled, ayudante del agregado mili- lo fuera para asegurarse, el katsa llamó a Haled por
tar en la embajada de su paı́s en Londres. Haled ha- su número particular en la embajada utilizando su
bı́a sido reclutado por el Mossad en una operación habitual nombre clave e invitándole a entrevistarse
anterior y les facilitaba la clave de la embajada, que con él. Haled comprenderı́a que aquella señal sig-
cambiaba cada mes, de modo que ellos podı́an leer nificaba reunirse en cierto restaurante —que cam-
todos los mensajes que llegaban y salı́an de todas biaban regularmente para evitar ser descubiertos—
las embajadas sirias del mundo. Por uno de aquellos a una hora previamente establecida. Sabı́a que de-
mensajes se enteraron de que estaba previsto que bı́a aguardar allı́ quince minutos y que si el katsa
Jadid formara parte del equipo auditor. Pero otro no se presentaba, tenı́a que llamar a cierto núme-
mensaje, enviado de Damasco a Beirut, informa- ro telefónico. Si tampoco recibı́a respuesta, aquello
ba que serı́a arrestado por sacar fraudulentamen- significaba que debı́a acudir a otro lugar de reunión
te heroı́na del paı́s. Aquel mensaje tendrı́a graves previamente establecido, casi siempre un restauran-
implicaciones, tanto para Jadid como para Haled. te. Pero si Haled era seguido o habı́a alguna razón
El Mossad debı́a hacer llegar un mensaje a Jadid. para evitar la entrevista en cualquiera de aquellos
Como únicamente faltaban tres dı́as para llevar a lugares, el katsa responderı́a a la llamada telefóni-
cabo el golpe que se habı́a proyectado, enviaron a ca y le darı́a otras instrucciones. En aquella ocasión
un combatiente, al que hicieron pasar como turista no hubo ningún problema en el primer restaurante:
inglés. El hombre telefoneó a Jadid desde la habita- el katsa se reunió con Haled, le informó de que al
ción de su hotel diciéndole simplemente que habı́a dı́a siguiente llegarı́a un equipo de auditores y se
surgido un inconveniente y que no debı́a acudir a marchó mientras Haled le aseguraba que no habı́a
la entrevista prevista con los traficantes ni recoger motivo alguno para preocuparse. O por lo menos

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ası́ lo creı́a... Una hora después, cuando el katsa hombres finalmente se reunieron, Haled estaba pá-
hubo regresado al piso franco y estaba redactan- lido y tembloroso. Se hallaba tan asustado que se
do su informe, Haled telefoneó al número especial habı́a ensuciado los pantalones y despedı́a un olor
que se le habı́a facilitado. Aunque él lo ignoraba, espantoso. —¿Qué sucede? —inquirió el katsa—.
estaba llamando a un teléfono interior de la emba- Acabábamos de vernos y todo iba perfectamente.
jada israelı́ (cada embajada tiene varias lı́neas “no — ¡No sé qué hacer! ¡No sé qué hacer! —repetı́a
oficiales”). Su mensaje en código expresaba más o incesantemente Haled. —¿Por qué? Tranquilı́zate.
menos lo siguiente: “Michael está llamando a Al- ¿Cuál es el problema? — ¡Van a matarme! —dijo—.
bert.” Cuando el individuo que tomaba la llamada Soy hombre muerto. —¿Quién? ¿Por qué? — ¡Me
transmitió el mensaje en su ordenador, descubrió he jugado la vida por vosotros! ¡Tenéis que ayudar-
que se trataba de una solicitud para una reunión me! —Te ayudaremos. Pero ¿cuál es el problema?
de emergencia. Haled, que tenı́a el grado de coro- —Se trata de mi coche. Del dinero del coche. —¿Es-
nel, jamás habı́a utilizado el código de emergencia tás loco? ¿Me llamas a medianoche porque quieres
en los tres años que figuraba en la nómina del Mos- comprarte un coche? — ¡No, no! Ya tengo el coche.
sad, y según los informes psicológicos que poseı́an —¿Qué sucede entonces con el coche? —Nada. El
de él era una persona sumamente estable: evidente- caso es que cogı́ el dinero para el coche de la caja
mente algo funcionaba mal. Puesto que sabı́an que fuerte de la embajada y tú me has dicho que van a
el katsa de Haled aún se hallaba en el piso franco, pasar cuentas. Mañana por la mañana cuando vaya
le enviaron a un bodel. Tras asegurarse de que no a trabajar me matarán. Al principio Haled no se
era seguido, el bodel telefoneó al piso franco trans- habı́a preocupado porque tenı́a un amigo rico que
mitiendo un mensaje cifrado, redactado aproxima- le habı́a sacado de situaciones parecidas en anterio-
damente en los siguientes términos: “Nos veremos res ocasiones. Él le hubiera anticipado por un par
en casa de Jack dentro de quince minutos.” Casa de dı́as el dinero mientras se encontraran allı́ los au-
de Jack podı́a ser un teléfono público determinado ditores. Cuando se hubieran ido, lo hubiese vuelto
previamente convenido. El katsa abandonó en se- a coger, devolviéndoselo a su amigo, y posterior-
guida el piso franco y, tras efectuar un rodeo para mente habrı́a ido restituyendo el “préstamo” de las
asegurarse de que no era seguido, acudió al telé- cantidades que recibı́a del Mossad. Pero Haled ha-
fono público previsto para llamar al bodel quien, a bı́a descubierto que su amigo se encontraba fuera
su vez, le informó en clave de que Haled deseaba re- de la ciudad y comprendió que no tenı́a modo de
unirse con él en determinado restaurante. Al mismo conseguir aquella cantidad de la noche a la maña-
tiempo los otros dos katsas de servicio en la emba- na para devolverla a la caja fuerte de la embajada.
jada salieron, efectuaron su ruta y luego acudieron Por consiguiente pidió un anticipo a su katsa. —Lo
al restaurante para asegurarse de que no habı́a pe- devolveré en el curso de seis meses: sólo quiero eso.
ligro. Uno entró en el local y el otro se dirigió a un —Ya verás como lo solucionamos. No te preocupes.
lugar ya previsto para que el katsa de Haled pudiera Pero primero tengo que hacer algunas consultas.
reunirse con él y descubrir qué pasaba exactamen- Antes de partir con Haled, el katsa telefoneó a su
te. Como Haled era sirio y el Mossad aún ignoraba colega transmitiéndole un mensaje cifrado que sig-
lo que sucedı́a, aquella reunión se consideraba peli- nificaba que debı́a acudir rápidamente a un hotel
grosa. Después 172 / 250 de todo, cuando se habı́a próximo y reservar una habitación con un nombre
reunido hacı́a tan sólo una hora con su katsa todo ya previsto. Una vez allı́, envió a Haled al cuar-
parecı́a marchar perfectamente. Tras hablar con el to de baño para que se cambiara. Entretanto, por
hombre apostado fuera, el katsa de Haled telefoneó causa de la emergencia, la base siguió “en estado
al restaurante pidiendo que él se pusiera al aparato de alerta” y el katsa de Haled llamó al jefe que se
—facilitando su nombre clave— y le dijo que acu- hallaba en el piso franco, resumiéndole el problema
diese a otro restaurante para celebrar la reunión. El en 173 / 250 lı́neas generales y solicitando quince
katsa que se hallaba en el interior del restaurante se mil dólares en efectivo. En la práctica, cualquier
aseguró de que Haled no telefoneaba a nadie antes cantidad superior a diez mil dólares debı́a ser apro-
de abandonar el local para dirigirse al nuevo punto bada desde Tel-Aviv, pero dada la emergencia de
de encuentro. Normalmente en una operación como la situación, el jefe de la base dio su visto bueno,
ésa no hubieran intervenido los oficiales de servicio, informando al katsa de que se reunirı́a con él al ca-
pero como se trataba de una emergencia, utiliza- bo de noventa minutos, y añadió: —Te costará la
ron la “base de trabajo exterior” para organizar la cabeza si no funciona. El jefe de la base conocı́a a
reunión: lo que significaba simplemente que los kat- un sayan que trabajaba en un casino y que siem-
sas de la base realizaron el trabajo. Cuando los dos pre disponı́a de importantes sumas de dinero en

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

efectivo (lo habı́an utilizado anteriormente y solı́an a presentar su dimisión por apoyar los fallidos y
devolverle el dinero al dı́a siguiente), por lo que el secretos intentos de asesinar al hombre fuerte libio
hombre consiguió hacerse con aquella cantidad. El Mu’ammar al-Gadafi y por designar a su colega po-
sayan incluso les entregó tres mil dólares extra por lı́tico Max Hugel jefe de las operaciones clandesti-
si “los necesitaban”. Entretanto, el lugarteniente de nas de la CIA, aunque éste, al parecer, no estuviera
la base se hallaba casualmente reunido con un kat- calificado para tal tarea. Asimismo el propio Hugel
sa de asalto llamado Barda, que se hallaba en Lon- se vio obligado a dimitir el 14 de julio cuando dos
dres cumpliendo otra misión. Barda, que simulaba antiguos socios comerciales le acusaron de manipu-
ser un oficial de Scotland Yard, habı́a reclutado a laciones ilegales en las existencias. En el interior de
los dos guardianes nocturnos de la embajada siria Israel, aun teniendo en cuenta las pautas del paı́s,
cuando se preparaba para otra operación que impli- también fue un año agitado. En 1980 la inflación
caba escalar aquel recinto. Puesto que ya disponı́an habı́a alcanzado el doscientos por ciento y seguı́a
del dinero, el problema consistı́a en devolverlo a la retomándose con tal rapidez que circulaba un di-
caja fuerte antes de que amaneciera. Puesto que cho acerca de que uno podı́a adquirir requesón con
Haled conocı́a la combinación y podı́a idear algún seis etiquetas de precio superpuestas en el envol-
pretexto para justificar su presencia en la embajada torio y que el producto aún seguirı́a siendo fresco.
por la noche en caso de ser descubierto, se le asignó ¡Eso es una inflación! El primer ministro Menahem
tal tarea. Por su parte Barda preparó primero un Begin, de sesenta y siete años, y su partido Likud
encuentro con un guardián y luego con el otro, en en el poder, se enfrentaban al grave desafı́o polı́ti-
diferentes restaurantes (creyendo cada uno de ellos co de Shimon Peres, de cincuenta y siete años, y a
que el otro aún estaba de servicio), con lo que deja- su Partido Laborista, que se complicarı́a posterior-
ron el camino expedito para que Haled devolviera el mente por el hecho de que uno de los ministros de
dinero. Posteriormente, de regreso a la habitación Begin, Abu Hatsrea, fue descubierto en un escán-
del hotel, el katsa dijo a Haled que el dinero no era dalo de soborno electoral y enviado a la cárcel. En
un anticipo (habı́an llegado a la conclusión de que si realidad, las elecciones del 29 de junio concluyeron
le pagaban tal suma por anticipado no tendrı́a mo- con un empate a cuarenta y ocho votos, pero Begin
tivación para seguir cooperando), sino que durante pudo lograr el apoyo de algunos grupos disidentes
quince meses se le deducirı́an mil dólares mensuales para hacerse con una reducida mayorı́a de sesenta
de la cantidad que le tenı́an asignada. —Si nos fa- y uno de los ciento veinte miembros de la Kenés-
cilitas alguna información especial, te duplicaremos set. Poco antes de que eso sucediera, el 2 de junio,
la gratificación y podrás liquidar antes la cantidad Israel habı́a provocado la ira de Estados Unidos al
—le dijo—, pero si vuelves a hacer algo ilegal en la atacar y destruir una planta nuclear iraquı́,22 y los
embajada, te mataré. Sin duda Haled le creyó pues americanos habı́an aprobado un embargo provisio-
ciertamente lo habrı́a hecho ası́. Al parecer desde nal en el envı́o de los F-16 a Israel, llegando incluso
entonces no ha vuelto “a coger prestado” ni un pe- a apoyar una resolución de la ONU que condenaba
nique. 174 / 250 13. AYUDANDO A ARAFAT 1981 el atentado. Israel escalonó asimismo sus ataques al
fue un año muy ajetreado. El mismo dı́a que Ro- Lı́bano y, durante un tiempo, hasta fines de julio,
nald Reagan alcanzaba la presidencia de Estados pareció dirigirse a un enfrentamiento sin reservas
Unidos, Irán dejaba en libertad a cincuenta y dos contra Siria. Philip Habib, enviado especial de Es-
rehenes tras cuatrocientos cuarenta y cuatro dı́as de tados Unidos, un diplomático de carrera retirado
cautiverio. El 30 de marzo John Hinckley disparaba de descendencia libanesa, iba de un lado a otro de
contra Reagan. En Polonia, Lech Walesa, héroe de Oriente Medio tratando de negociar el acuerdo de
Solidaridad, trataba de conseguir la libertad, una un plan de paz. El consejero del Departamento de
búsqueda que contribuirı́a a abrir la puerta a todos Estado norteamericano Robert McFarlane fue en-
los cambios polı́ticos que se producirı́an en masa en viado a visitar a Begin en julio para intentar indu-
Europa oriental a fines de la década. En Londres, cirle a refrenar su máquina bélica. Para el Mossad
una radiante mañana del 29 de julio, el prı́ncipe aquello no era tan grave. Lo único que deseaban era
Carlos y lady Diana Spencer cautivaban los corazo- que no se impusiera la paz por doquier. De modo
nes de los románticos y los entusiastas de la realeza que habı́a desplegado una actividad extraordinaria
de todo el mundo con la transmisión de su enlace 22 Véase el prólogo. 175 / 250 para impedir que se
por los medios informativos. En España, los terro- llevaran a cabo negociaciones formales, un ejemplo
ristas vascos libraban encarnizadas batallas contra más de cuan peligroso es contar con una organiza-
las autoridades del gobierno, y en Washington, Wi- ción ası́, que no debe responder ante nadie. Para
lliam Casey, director de la CIA, se veı́a presionado Yasser Arafat y su OLP tampoco fue aquél un año

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VICTOR OSTROVSKY

tranquilo. En 1974 Arafat se habı́a responsabiliza- la fuente no fuese potable, carecı́a de sentido. El
do de actos terroristas cometidos por su organiza- agua no potable de Arafat consistı́a en veinte mil
ción allende las fronteras de Israel, principalmente efectivos de combatientes excelentemente adiestra-
en Europa. Y aunque el terrorismo palestino con- dos que denominaban el Ejército de Liberación Pa-
tinuaba en Europa, era dirigido por una serie de lestino, o ELP, dirigidos por el general de brigada
facciones opuestas a Arafat. En realidad, fuera de Tariq Khadra, que en 1983 denunció a Arafat co-
los territorios ocupados, Arafat no es demasiado po- mo dirigente de la OLP, retirándole formalmente
deroso en el movimiento palestino. Su fortaleza se su apoyo. Esas fuerzas se unieron al ejército sirio,
deriva de la Orilla Occidental y de la franja de Ga- inspirando el dicho en el Mossad de que “los sirios
za donde, con excepción de los fundamentalistas lucharán contra Israel hasta el último palestino”.
musulmanes, goza de una aplastante popularidad Los paı́ses del bloque oriental siempre estaban dis-
personal. Uno de sus principales problemas era la puestos a facilitar armas a los palestinos, aunque
Organización Junio Negro (OJN) dirigida por Sa- fuese por medio de canales formales. Ello signifi-
bri al-Banna, más conocido como Abu Nidal. Los caba que si en 1981 Arafat deseaba armas, ellos
OJN, palestinos musulmanes, están imbuidos de un se las enviarı́an al ELP. 176 / 250 Éste funcionó
fervor religioso que los hace más peligrosos que la perfectamente durante algún tiempo. Pero tras la
mayorı́a de otras facciones. Esta organización que- matanza de Munich en 1972, Arafat contaba con
dó prácticamente aniquilada a fines de los setenta unas fuerzas especiales de seguridad personal. En
por fuerzas conjuntas de sirios y libaneses cristia- el cuartel general de la OLP de Beirut podı́a con-
nos, pero Nidal, aunque sentenciado a muerte por tactar con sus fuerzas especiales por la extensión
Arafat, habı́a sobrevivido. Todas las muertes de los telefónica diecisiete. De ahı́ que la unidad acaba-
palestinos que no podı́an ser atribuidas a Israel se ra llamándose Fuerza 17. En aquel tiempo estaba
imputaban a Abu Nidal, a quien se consideraba el dirigida por Abu Tayeb y el número de sus efecti-
niño malo del mundo terrorista. El intento de asesi- vos osciló entre doscientos y seiscientos combatien-
nato de los OJN contra Shlomo Argové, embajador tes de primera categorı́a. Arafat confiaba asimismo
de Israel en Londres en 1982, fue el pretexto que Is- ciegamente en Abu Zaim, su jefe de seguridad e in-
rael utilizó para emprender una guerra sin cuartel teligencia. Para el Mossad el actor más importante
contra el Lı́bano. Begin la denominó la “guerra de de este contexto era un hombre llamado Durak Ka-
la Elección”, significando que Israel habı́a entrado sim, chofer de Arafat, su guardaespaldas personal y
en ella no porque tuviera que hacerlo —como en to- miembro de Fuerza 17. Kasim habı́a sido reclutado
das sus anteriores contiendas— sino porque decidió como agente del Mossad en 1977 cuando estudia-
llevarla a cabo. Acaso fuese una pobre opción, pe- ba filosofı́a en Inglaterra. Era un hombre codicioso
ro en ello intervino la propia demagogia de Begin. y les informaba casi diariamente, enviándoles men-
En cualquier caso Argové salió con vida del inten- sajes a través de un sistema de comunicaciones por
to, pero quedó reducido a un estado vegetativo. Y radio a base de ráfagas, percibiendo dos mil dólares
aquel hecho se atribuyó a Arafat, aunque nada ha- por informe. Asimismo telefoneaba facilitando in-
bı́a tenido que ver en el asunto. Con anterioridad al formación y la enviaba por correo periódicamente,
caso de Argové, Israel habı́a negociado secretamen- y en una ocasión se presentó en el “submarino” —
te un alto el fuego no oficial con la OLP de Arafat, la sede subterránea del Mossad en Beirut—, acción
a fin de conseguir que dejase de lanzar contra Israel insensata que provocó una terrible impresión en el
sus proyectiles teledirigidos Katyusha fabricados en operador al ver que conocı́a su dirección. Duran-
la Unión Soviética desde el sur del Lı́bano, un tra- te el asedio de Beirut, Kasim estuvo virtualmente
to que estaba previsto que pareciese unilateral a con Arafat, informando al Mossad desde el cuartel
favor de la OLP. Por entonces Arafat estuvo recu- general de la OLP. Kasim era el ayudante personal
rriendo a diversos paı́ses del bloque oriental para más próximo de Arafat y quien le facilitaba mucha-
afianzar su apoyo. Al Mossad le constaba que in- chos. Cierto que la homosexualidad atenta contra
tentaba adquirir un gran abastecimiento de armas las creencias islámicas, pero dado su modo de vida,
ligeras en Europa para que le fueran enviadas al es bastante habitual y no está tan mal considerada
Lı́bano. La cuestión era ¿por qué? Después de to- como en Occidente. El Mossad no poseı́a realmen-
do podı́a ir a Checoslovaquia, por ejemplo, y decir te ninguna prueba para demostrar que a Arafat le
que deseaba armas. Ellos le harı́an firmar un do- gustaban los adolescentes. No disponı́a de fotos, de
cumento y le enviarı́an cuanto precisase. Era como nada. Podı́a haber sido únicamente otro modo de
vivir junto a una fuente y caminar ocho kilómetros desacreditarle: ası́ lo habı́a hecho con otros muchos
por carretera para conseguir agua. A menos que dirigentes árabes, demostrando que se daban buena

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

vida prescindiendo del sistema. Pero de Arafat no Arafat que no se preocupase, que él le protegerı́a.
podı́an decir lo mismo pues en realidad vive entre Arafat se preocupó. Como Khadra controlaba el ar-
su pueblo, con sencillez. Durante el asedio de Beirut mamento que la OLP recibı́a procedente del bloque
tuvo muchas oportunidades de huir, mas no lo hizo oriental, todas las facciones recurrieron a otros paı́-
hasta que consiguió liberar a su gente, de modo que ses árabes, tales como Libia e Iraq, para obtener
tampoco podı́an pretender que actuara movido por armamento del Este. El 17 de enero de 1981 Arafat
el egoı́smo. Tal vez utilizaran la historia de que le volaba a Berlı́n Oriental para reunirse con el presi-
gustaban los adolescentes como sustituto. Sin em- dente germano oriental Erich Honecker, que le faci-
bargo, por entonces, los derechistas del Mossad pre- litó cincuenta “consejeros” germanos para ayudarle
sionaban para que Arafat fuese asesinado. Alegaban a entrenar a miembros de la OLP en el Lı́bano. El
que si morı́a, los palestinos le sustituirı́an por algún 26 de enero, volvı́a a reunirse con representantes
elemento más militante que no serı́a aceptable pa- de Alemania Oriental, en esta ocasión en Beirut,
ra Occidente o para la izquierda de Israel y por lo y les reiteró su solicitud de armamento, tratando
tanto no existirı́a una solución pacı́fica para el pro- de establecer un acuerdo secreto prescindiendo de
blema. El único modo que el Mossad podı́a imagi- Khadra. Gracias a los constantes informes recibidos
nar la consecución de la paz era a base de violentos de Kasim, el Mossad sabı́a que Arafat estaba suma-
enfrentamientos y, por ultimó, la rendición incondi- mente preocupado por problemas de orden interno
cional. La argumentación contraria al asesinato de y por un posible ataque israelı́. El 12 de febrero
Arafat se basaba en que era el mejor entre malos, Arafat se entrevistó con representantes vietnami-
un hombre instruido, un elemento de unión para tas en Damasco, con los que trató de llegar a un
los palestinos, de modo que si las conversaciones acuerdo. Ellos le ofrecı́an misiles y él deseaba ar-
conducen a algún fin, habrı́a alguien con quien dia- mas pequeñas. Tres dı́as después acudió a Tiro, en
logar que representara legı́timamente a su pueblo. el Lı́bano, para otra entrevista con varias facciones
A través de la inteligencia de Israel, tanto el Mos- de la OLP, a las que trató de convencer de que de-
sad como el Shaback saben que Arafat es muy res- jasen de luchar entre sı́ y se concentraran en Israel,
petado e incluso reverenciado en aquellos sectores, su auténtico enemigo. Hacia el 11 de marzo Arafat
aunque no transmitan esa imagen a sus superiores estaba cada vez más nervioso, confiando alcanzar
polı́ticos. A mediados de 1986 acababa de superar- un compromiso antes de la reunión general de la
se tal debate y las derechas estaban ganando. Pero OLP que se celebrarı́a el 15 de abril en Damasco.
Arafat se habı́a convertido en una figura demasiado En aquella misma fecha celebró tres reuniones por
pública y el Mossad no tenı́a ningún pretexto para separado en Beirut con los embajadores de Hun-
acabar con él, aunque aún no lo ha suprimido de grı́a, Cuba y Bulgaria, pero volvió a fracasar en
su agenda. Cuando sea factible, lo llevará a cabo. su intento de conseguir algún compromiso especı́fi-
177 / 250 Otro importante actor en aquella ocasión co. A la sazón, en el Mossad también estaban muy
era Mustafa Did Khalil, conocido como Abu Taan, intranquilos, comprendiendo que finalmente Arafat
jefe del Comando para la Lucha Armada Palesti- conseguirı́a las armas. Lo que realmente los preocu-
na (CLAP), el grupo coordinador de Arafat. Solı́an paba era que el dirigente de la OLP estaba comen-
conocerlo como el Consejo de Coordinación Pales- zando a manifestar sus deseos de encontrar algún
tino, pero después que Arafat denunciara en 1974 el portavoz que se reuniera con diplomáticos israelı́es
uso de la fuerza fuera de Israel, muchas organizacio- para iniciar negociaciones a fin de detener un ata-
nes de la OLP adoptaron nombres más militantes que contra el Lı́bano. Como de costumbre, tuvieron
y rimbombantes para su uso interno, a fin de eludir conocimiento de tan importante secreto mucho an-
cualquier sugerencia de un posible debilitamiento. tes que el gobierno israelı́. El 12 de marzo, Arafat
Otro grupo a considerar era el Frente de Liberación se reunió en Beirut con Naim Khader, representan-
Árabe (FLA), dirigido por Abdel Wahab Kayyale, te de la OLP en Bélgica, y le pidió que utilizara
asesinado en Beirut en diciembre de 1981 y sustitui- sus contactos en aquel paı́s con el Ministerio de
do por su lugarteniente, Abdel Rahim Ahmad. En Asuntos Exteriores israelı́ para iniciar negociacio-
cualquier caso Arafat deseaba disponer de armas nes secretas con el fin de evitar más derramamiento
ligeras para ampliar Fuerza 17. Se estaban suce- de sangre. El Mossad estaba muy preocupado por
diendo las inevitables pugnas por el poder dentro ello: imaginaban que si ellos podı́an conseguir que
de la organización y sentı́a la necesidad de contar Israel se comprometiera con el Lı́bano para ayudar
con más potencia personal de ataque. Pero cuando a los cristianos, a continuación podrı́an eliminar a
hizo tal solicitud al general Khadra, jefe de estado los palestinos de allı́. Pero si el Mossad 178 / 250
mayor del ejército, éste se lo negó. Khadra dijo a iniciaba las conversaciones, perderı́an tal oportuni-

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VICTOR OSTROVSKY

dad. Habı́a un auténtico mar de fondo entre ellos y aspecto descuidado: deseaba procurarse protección
el Ministerio de Asuntos Exteriores, y aunque esta y necesitaba realmente conseguir el tratado secreto
institución lo ignoraba, estaban tratando de con- de armas para Fuerza 17. A comienzos de julio se
seguir que se declarase la guerra al mismo tiempo produjeron una serie de demostraciones en Alema-
que ellos se esforzaban por tratar de evitarla: los nia contra los misiles norteamericanos allı́ estacio-
palestinos intentaban encontrar un contacto con los nados. El 9 de julio Arafat se hallaba en la ciudad
diplomáticos israelı́es y el Mossad procuraba impe- yugoslava de Belgrado intentando aún lograr su ob-
dirlo. Al mismo tiempo se habı́an enterado de que jetivo de procurarse armas. Por entonces un avión
Arafat tratarı́a de utilizar a Francois Ganud, un argentino procedente de Israel y cargado de arma-
banquero de Ginebra de sesenta y cinco años que mento con destino a Irán chocó contra otro ruso en
respaldaba financieramente a Carlos. Arafat, según el espacio aéreo soviético. Los americanos, irritados
transmitió Kasim al Mossad, se proponı́a conseguir por la venta de armas de los israelı́es a Irán, envia-
dinero de Ganud para comprar armas en Alemania ron a Robert McFarlane a entrevistarse con Begin,
con ayuda de un grupo llamado Bloque Negro, una acontecimiento que señaló el comienzo del asunto
subdivisión de la Facción del Ejército Rojo (FER), Irán-Contra, que se harı́a público varios años des-
que en febrero habı́a sido entrenada en el Lı́bano pués.23 23 Vease el capı́tulo 17. 179 / 250 Por el
por expertos alemanes enviados por Honecker. El mismo tiempo los sirios habı́an enviado misiles al
Mossad no estaba satisfecho con los aparentes pro- Lı́bano, precipitando otra crisis, y el hombre fuerte
gresos del enviado norteamericano Philip Habib en del paı́s, Bashir Gemayel, advertı́a a Siria que aque-
su misión de paz, por lo que se proponı́a implicar llo podı́a conducir a una guerra sin cuartel. Los si-
a la CIA informándole de que la OLP se disponı́a rios, dicho sea de paso, siempre están transfiriendo
para la guerra mientras ellos hablaban de paz, con su apoyo militar en el Lı́bano de uno a otro gru-
la esperanza de que con ello anuları́an la iniciati- po, basándose en lo que denominan el “equilibrio
va o, por lo menos, la interrumpirı́an. Por entonces de la debilidad”. Creen que si una de las facciones
Begin se preparaba para ser reelegido y no estaba en lucha se fortalece, deben respaldar a otro grupo
al corriente de los planes del Mossad. La operación más débil para combatirla. De ese modo mantienen
militar ya tenı́a un nombre, “Cedros del Lı́bano”, y subyugados a todos y ejercen un control absoluto
habı́a comenzado a suministrar información al en- de la situación. El Mossad aún seguı́a tratando de
lace de la CIA. Pero el 30 de marzo, el frustrado engañar a los americanos e Itzhak Hofi, jefe de la
asesinato del presidente Reagan por John Hinckley organización, ordenó al departamento de LAP que
distrajo a la CIA y se suspendió aquella parte de la urdiese un argumento para convencerlos de que la
operación. El 10 de abril Arafat se reunı́a de nue- OLP estaba planeando la guerra y no la paz. Tenı́an
vo con Honecker en Berlı́n y al dı́a siguiente asistı́a el propósito de justificar a Estados Unidos la toma
a la decimoquinta sesión del Consejo Palestino en del poder en el sur del Lı́bano. La LAP presentó fo-
Damasco. El 15 de mayo el Mossad contactó con tografı́as de todos los depósitos de armamento del
la unidad antiterrorista alemana GSG-9 (Grenzs- ELP del general Khadra. Puesto que se trataba de
chutzgruppe), que deseaba introducirse en la ope- una unidad del ejército sirio no resultaba sorpren-
ración para su posterior utilización. El primero de dente que tuvieran depósitos de armamento para
junio, casi tres meses después de su encuentro con sus suministros, pero ello sirvió para facilitar una
Arafat, Naim Khader hizo una llamada telefónica “prueba” convincente de que el ELP se estaba pre-
muy temprana desde su casa a un oficial del Minis- parando para atacar a Israel, pese a que el Mossad
terio de Asuntos Exteriores israelı́ en Bruselas en estaba al corriente de los desesperados esfuerzos de
la que concertó una entrevista para el 3 de junio, Arafat por evitar el conflicto. La LAP mostró asi-
a fin de explorar la posibilidad de que se iniciaran mismo a la CIA documentos que habı́an sido arre-
conversaciones de paz. Camino de su trabajo, un batados a la OLP, en los que aparecı́an verdaderos
hombre moreno que vestı́a chaqueta deportiva de planes de ataque del norte de Israel. Tampoco esto
color canela y lucı́a un fino bigote se le acercó, le es insólito ni necesariamente indica un ataque inmi-
disparó cinco tiros en el corazón y uno en la cabeza nente: en cualquier base militar pueden encontrarse
y, dando la vuelta por la esquina, subió en un “taxi” planos tan detallados. Que la OLP intentara poner-
que pasaba por allı́ y desapareció. Aunque Arafat los en práctica o que hubieran sido siquiera apro-
entonces lo ignoraba, aquel acto habı́a sido obra del bados, era algo muy distinto. Pero el Instituto no
Mossad. No obstante, Kasim les informó de que, a tenı́a intención de permitir que tales consideracio-
la sazón, Arafat estaba sumamente agitado. No po- nes se interpusieran en sus sinuosos planes. Antes de
dı́a conciliar el sueño de noche, se presentaba con que se iniciasen las hostilidades, prepararon nuevas

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

informaciones y fotografı́as. Y posteriormente se- proponı́a utilizar a los miembros del Bloque Negro
rı́a fácil presentar documentación que justificase la para trasladar las armas al Lı́bano. Toda esa infor-
“amenaza” que para Israel representaban los pales- mación se recibió en el cuartel general del Mossad a
tinos. Siguiendo instrucciones de Arafat, Abu Taan, través de Yahalomim (“Diamantes”), departamen-
jefe de su unidad de coordinación CLAP, envió dos to que controla las comunicaciones de los agentes.
hombres a Frankfurt para organizar el tratado de En cuanto un agente acude a un paı́s objetivo deja
suministro de armas ligeras. El encargado de la ges- de estar dirigido por su katsa y, en lugar de ello,
tión era el mayor Juad Ahmed Hamid Aloony, que la comunicación entre el agente y el Mossad se lle-
inició su carrera en 1969, en la academia militar de va a cabo a través del cuartel general de Tel-Aviv.
Argel, habı́a recibido instrucción polı́tica en Chi- Provisto de tal información, el jefe del Instituto se
na durante 1978 y 1979 y se habı́a graduado en reunió con los dirigentes del Tsomet, Tevel y Ope-
Hungrı́a en 1980. Le acompañaba el sargento Abd raciones de Seguridad para planear su estrategia.
Alrahaman Ahmed Hassim Alsharif, formado asi- Tenı́an cuatro importantes objetivos: impedir que
mismo en 1979 en la academia militar de Cuba y Arafat consiguiera las armas, interrumpir las nego-
en la misma escuela a la que Aloony habı́a asistido ciaciones que se intentaban iniciar entre la OLP y el
en Hungrı́a. El Mossad y la policı́a de la Alemania Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, hacerse
Federal no estaban en buena armonı́a, pero el GSG- con la carga de hachı́s y disponer de ella para ob-
9, que habı́a sido entrenado en Israel, se mostraba tener el dinero y conseguir el préstamo de Ganud,
muy colaborador, ası́ como la unidad especial de cargando el muerto a la OLP. Además de los eviden-
policı́a antiterrorista a la que el Mossad asignó el tes beneficios polı́ticos y estratégicos que obtendrı́a
nombre en clave de Tuganim o “Patatas Fritas”. El con esta operación, el Mossad, al igual que el Estado
Tuganim facilitarı́a al Mossad gente con identifica- de Israel, tenı́a por entonces un grave problema de
ción, como si hubieran estado trabajando para ellos. efectivo y buscaba constantemente nuevas fuentes
Después de todo, los habı́an entrenado e incluso los de ingresos. Para preparar tan gigantesca y audaz
habı́an ayudado a interrogar a los árabes. Dada la operación, en mayo de 1981 un equipo neviot fue
colaboración que prestaba el Tuganim, el Mossad enviado a Hamburgo, donde comenzarı́a por buscar
prefirió organizar toda la operación en Hamburgo. un muelle seguro y unos almacenes. Asimismo, des-
Al igual que con la policı́a federal, las relaciones del tinaron a un katsa de la base de Londres para que
Mossad con la central de inteligencia federal alema- comenzase a organizar la jugada. Al mismo tiempo
na eran escasas, pero todos los distritos 180 / 250 se asignó un equipo del Metsada a Naim Khader, en
germanos tenı́an su propia policı́a y fuerzas de ser- Bruselas, para asegurarse de que no entablaba se-
vicio secreto, por lo que el Mossad se relacionaba rias negociaciones de paz clandestinamente y con el
directamente con ellos. El Mossad también estaba propósito de eliminarlo. Únicamente cabe especular
al corriente de que Arafat se proponı́a complicar cómo pudieron planear el golpe, pero éste se llevó
en el trato a Isam Salem, un doctor representan- a cabo de un modo que llevaba su firma: sencilla,
te de la OLP en Berlı́n Occidental, para conseguir rápida y fulminantemente. En la calle y a plena luz
un préstamo del banquero suizo Ganud destinado del dı́a. A mayor número de testigos, mejor. Tan
a la adquisición de las armas ligeras que necesita- sólo quedaron como tarjeta de visita algunos car-
ba para Fuerza 17. Ganud habı́a sido considerado tuchos no marcados y el cadáver. El asesino debió
como un recurso para el caso de que la OLP preci- de utilizar una pistola que contenı́a nueve balas, de
sara fondos provisionales. Puesto que las armas se las que tan sólo utilizó seis para el golpe. Desde el
consideran elementos “calientes”, nadie necesita lle- momento en que la vı́ctima cayó hasta que se metió
varlas mucho tiempo encima, por lo que suelen ser en el coche, cualquiera que hubiese tratado de de-
necesarios tan importantes empréstitos temporales tenerle hubiera acompañado al tipo que yacı́a en el
para cerrar tratos rápidamente. Al mismo tiempo suelo. 181 / 250 Habı́an decidido atribuir el golpe
Arafat habı́a decidido llevarse consigo del Lı́bano a Abu Nidal, de la OJN, no sólo por los extraños
un importante cargamento de hachı́s. A cambio de sino también por Arafat y el Ministerio de Asuntos
un entrenamiento que acababan de realizar en di- Exteriores israelı́. Efectivamente, poco después del
cho paı́s, un grupo de miembros del Bloque Negro asesinato de Khader, aparecı́an noticias en los me-
transportarı́a la droga y la distribuirı́a entre el mun- dios informativos aludiendo a Nidal como el terro-
do del hampa para obtener dinero y entregárselo se- rista más peligroso y buscado del mundo. El equipo
guidamente a Isam Salem quien, a cambio, pagarı́a neviot de cinco hombres que se hallaba en Ham-
las armas o lo restituirı́a a Ganud si hubiera sido burgo estaba dirigido por Mousa M., un miembro
necesario el préstamo financiero. Arafat también se relativamente nuevo del Mossad que procedı́a del

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VICTOR OSTROVSKY

Shaback y tenı́a un historial en la Unidad 504, y se agente? —Sı́, ¿por qué? 182 / 250 —¿Cuándo fue
alojaban en el distinguido hotel Atlantic Kempins- vista con el individuo? —Según me han dicho, esta
ki, en Lake Alster, de aquella segunda ciudad más semana —repuso Mousa—. Y en más de una oca-
importante de Alemania Occidental. Al Mossad le sión. Aún transcurrirı́an unos minutos hasta que el
agradaba Hamburgo, en primer lugar por las exce- hombre confesó finalmente que era él quien habı́a
lentes relaciones de trabajo que mantenı́an con la estado con la prostituta, pero insistiendo en que no
policı́a local antiterrorista y el servicio secreto y asi- se le habı́a escapado nada y que tampoco ella le
mismo por las atrevidas exhibiciones de sexo vivo, habı́a hecho preguntas. Estuvo suplicando a Mousa
y los barrios de mala nota donde las prostitutas ex- que le creyera y le ayudara hasta que, al fin, és-
hiben sus encantos en los escaparates o incluso pa- te se lo quedó mirando fijamente y se echó a reı́r.
seando desnudas por las calles. Naturalmente aque- Ası́ era Mousa, sacándose siempre algo de la manga
llo sucedı́a por las noches; de dı́a, el equipo estaba mientras que los demás confiaban que no fuesen sus
ocupado en el puerto de Hamburgo, en la costa sur pelotas. Finalmente el equipo encontró un almacén
del rı́o Elba, buscando almacenes convenientemen- conveniente y Mousa ası́ se lo notificó al katsa de
te oscuros que facilitaran un acceso relativamente Londres, diciéndole: —Serı́a conveniente que actua-
fácil y les permitieran asimismo observar y tomar ses cuanto antes y que pueda llevarme a mis chicos
fotografı́as sin ser vistos. Era una ocupación bas- de aquı́, antes de que cojan alguna enfermedad. A
tante tranquila porque, por entonces, Arafat aún través de sus relaciones con el multimillonario Ad-
no habı́a establecido sus acuerdos de armamento, nan Khashoggi de Arabia Saudı́, que habı́a sido re-
de modo que Mousa, que evitaba los espectáculos clutado como agente,24 el Mossad conoció a otro
de sexo y a las prostitutas, decidió divertirse un po- saudı́, un traficante de armas legal con derecho a
co con uno de sus hombres. Puesto que realmente facilitar Uzis y otras armas al mercado privado eu-
todavı́a no trabajaban, los hombres no practicaban ropeo. El plan consistı́a en conseguir que el amigo
APAM, sus habituales medidas de seguridad cuan- de Khashoggi facilitara las armas necesarias de fa-
do se hallan de servicio. Por lo tanto, Mousa siguió bricación estadounidense para atender la demanda
sin dificultades a uno de ellos hasta un hotel, don- de Arafat, a quien, naturalmente, se le informarı́a
de el hombre se reunió con una prostituta de lujo. de que habı́an sido robadas en varias reservas de
Cuando él entraba en el lavabo, Mousa fotografió a distintas bases militares. Por entonces Daniel Ai-
la prostituta que se encontraba sola junto a la barra tan, katsa del Mossad que se daba a conocer con el
y luego se marchó. Al dı́a siguiente, por la noche, nombre ficticio de Harry Stoler, se puso en contac-
el hombre se reunió con la misma prostituta y de to con Isam Salem, el hombre de Arafat en Berlı́n
nuevo pasó casi toda la noche con ella. Por la ma- Oriental. Arafat aún no le habı́a pedido que consi-
ñana, cuando acudió a reunirse con Mousa en su guiese las armas, pero gracias a las comunicaciones
habitación, los restantes miembros del equipo ya en marcha de Kasim, el Mossad sabı́a que en breve
se encontraban allı́. Estaban sentados fumando y lo harı́a ası́, por lo que decidió dar un paso más. Ai-
parecı́an preocupados. Inmediatamente percibió la tan, un individuo muy directo que se expresaba en
tensión del ambiente. —¿Qué sucede? —preguntó alemán, se presentó a Salem como “Harry Stoler”,
a Mousa. —Nos encontramos en situación de emer- un hombre de negocios que traficaba en lo que él
gencia —repuso éste—. Tendremos que dar una ba- aludı́a como “diversos equipamientos y materiales”.
tida por la ciudad. Han llegado noticias del cuartel Lo más importante de todo, según dijo a Salem, era
general de que una agente negra soviética anda por que podı́a garantizar excelentes precios y entrega
ahı́ simulando ser una prostituta y que ha estable- segura. Stoler también le dijo que aunque evitaba
cido contacto con uno de los nuestros. Tenemos que meterse en polı́tica, creı́a que la causa de los pales-
buscarla e interrogarla y, en cuanto a ese canalla, tinos era justa y que confiaba que tuvieran éxito.
descubrirlo y devolverlo a Israel acusado de trai- Concertaron otra entrevista. Aunque Salem perte-
ción. El hombre aún estaba cansado y daba vueltas necı́a a la OLP y por ello se le consideraba peligro-
por allı́ sin motivos para preocuparse. Por lo menos so, sabı́an que no estaba implicado en actividades
no los tenı́a hasta que Mousa entregó a todos ellos terroristas en Europa. La seguridad del katsa no se
una fotografı́a de veinte por veinticinco centı́metros hallaba pues en peligro y, por consiguiente, Salem
de la “agente soviética”, en cuyo momento su tez cayó completamente en la trampa. En la siguiente
se tornó cenicienta. —¿Puedo hablar un momen- y discreta reunión —llamada “reunión para cuatro
to contigo, Mousa? —murmuró. —Naturalmente, ojos”, o sea, de ellos dos únicamente—, Stoler men-
¿de qué se trata? —Quisiera que fuese en privado. cionó que de vez en cuando tenı́a noticias de algún
—Sı́, desde luego. —¿Estás seguro de que es ésa la “equipamiento perdido” de las bases militares ame-

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

ricanas en Alemania, artı́culos que tenı́an un breve rı́tima desde el Lı́bano a Grecia, donde el Bloque
perı́odo de existencia en el exterior, y añadió que Negro utilizarı́a los contactos de sus clientes pa-
también podı́a aceptar pedidos para tales entregas ra cargarlas en coches, introduciendo cada uno de
clandestinas si a Salem le interesaban. Entretanto, los veinticinco o treinta terroristas europeos parte
el Mossad aseguraba al GSG-9 que no perdı́a de de ella en sus vehı́culos y transportándola por Eu-
vista al Bloque Negro y que les informarı́an cuán- ropa hasta unos almacenes de Frankfurt. Uno de
do y dónde podı́an ser sorprendidos con bastantes ellos debı́a cuidarse de la venta del material y tra-
pruebas para quitarlos de en medio. Como espera- tar con Salem. Pero el GSG- 9, informado por el
ban, Arafat confió finalmente un pedido a Salem Mossad, le arrestó basándose en un supuesto cargó
en Berlı́n Oriental, que le entregaron personalmen- de actividades subversivas contra las bases estadou-
te el mayor Aloony y el sargento Alshariff, solda- nidenses. Los alemanes no habı́an sido informados
dos de Abu Taan, jefe del CLAP. Ellos le facilitaron de la existencia del hachı́s, pero en cuanto tuvie-
la lista del equipamiento necesario para Fuerza 24 ron al hombre bajo custodia, permitieron que fuera
Véase el capı́tulo 17. 183 / 250 17, con órdenes de interrogado por el Mossad. Un miembro germano-
que el encargo se realizara dentro del mayor secreto, parlante del Instituto, que simulaba pertenecer a la
que el equipamiento procediera de Occidente y que seguridad alemana, consiguió sonsacarle el nombre
los dos mensajeros de Arafat trataran directamen- de su lugarteniente y le propuso llegar a un acuerdo.
te con Abu Taan, y le encargaron asimismo que se Luego convinieron con los alemanes que el hombre
pusiera en contacto con sus amigos en la RFA (Blo- permaneciera incomunicado hasta que el “trato” se
que Negro) o con cualquier otra fuente conocida cerrase. —Estoy al corriente de la droga —dijo el
disponible para completar el pedido. “Les enviare- hombre del Mossad al prisionero—. Si no me di-
mos ”tabaco”de primer grado para que lo usen como ces con quién debo hablar, te pasarás el resto de
moneda —decı́a el pedido—. Si es necesario, pode- tu vida aquı́, ya no bajo la acusación de activida-
mos contar con la financiación provisional de Abu des subversivas sino como traficante. De modo que,
Taan. “Los portadores de esta carta son nuevos en con la relación del pedido de Arafat en su poder,
el campo y por consiguiente puede utilizarlos como el Mossad acudió a entrevistarse con el traficante
intermediarios y tomarlos bajo su mando.” Como saudı́ amigo de Khashoggi para transmitirle el en-
es natural, cuando Salem recibió el mensaje llamó cargo. Aloony, que era militar, serı́a responsable de
a Daniel Aitan, alias Harry Stoler, y le dijo que comprobar el equipamiento y asegurarse de que era
el trato tenı́a que ser coordinado rápida y discreta- sellado para su entrega en el Lı́bano. 184 / 250 Las
mente y que él enviarı́a a un representante (Aloony) armas fueron conducidas por camión a Hamburgo.
con una relación en la que especificarı́a el equipa- El Mossad no informó de ello a los alemanes, pe-
miento necesario. Deseaba saber cuánto tardarı́a en ro si hubieran llegado a descubrirlas, les habrı́an
cumplimentar el pedido y expedirlo. Hasta entonces dado una explicación. Entretanto, Stoler facilitaba
el Mossad se habı́a propuesto apropiarse del dinero a Salem una dirección de Beirut donde enviar la
de la OLP y del hachı́s por medio de un ardid in- expedición. Se trataba únicamente de un disparo a
teligente, pero Kasim informó que Arafat tenı́a un ciegas: en aquel punto el Mossad no esperaba que el
plan de apoyo por el que se proponı́a cursar otro negocio alcanzase la magnitud de un auténtico em-
pedido similar de armamento a Ghazi Hussein, re- barque. Pero Stoler dijo a Salem que la expedición
presentante de la OLP en Viena, en el caso de que precisarı́a de algún tipo de cobertura porque tenı́a
Salem no se los facilitara. Por consiguiente, envió que pasar por las aduanas libanesas. En ese géne-
en seguida otra unidad a Viena para que no per- ro de negocios tales arreglos son prudentes, simple-
diera de vista a Hussein. Aquélla era una zona muy mente para dar visos de “legitimidad” a un trato. En
delicada para el Instituto porque constituı́a la ter- cuanto a Salem, dijo que tenı́a un pariente en Beirut
minal de los judı́os rusos que iban camino de Israel. que trataba con uvas pasas que podrı́a facilitarles
Los vı́nculos entre Israel y Austria eran por enton- una dirección de entrega. —¿Uvas pasas de Alema-
ces muy cordiales. En cuanto al Mossad, no tenı́a nia? —se sorprendió Stoler— ¿No es lo mismo que
allı́ a nadie con quien tratar: los austrı́acos tomaban importar strudel del Senegal? No exactamente. Al
muy seriamente su neutralidad y apenas contaban parecer existı́a cierta clase de exportación de pasas
con servicios de seguridad. El hachı́s que debı́a ser embaladas y de otros frutos secos que llegaban a
transportado por los terroristas del Bloque Negro Alemania en grandes cantidades y a continuación
estaba embalado del modo habitual, en una serie de eran reexpedidos a mejor precio de los que podı́an
balas llamadas “suelas”, por su semejanza con las de ofrecer Grecia y Turquı́a. De modo que Stoler pi-
los zapatos, y se proponı́an enviarlas por vı́a ma- dió a Salem que le facilitara un pedido “auténtico”

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VICTOR OSTROVSKY

de pasas. —De ese modo conseguiré hacer funcio- poniendo nerviosos. A fines de junio tanto Hussein
nar las cosas —añadió. El propósito de aquel inter- en Viena como Salem en Berlı́n Oriental informa-
cambio era conseguir que Salem interviniese todo ban a Arafat que su solicitud habı́a sido aceptada y
lo posible en la organización de los planes para que que todo estarı́a dispuesto dentro de dos o tres se-
no se diera cuenta de que estaba siendo dirigido. A manas. Entretanto, el mayor Aloony comenzaba a
continuación Stoler dijo que no habı́a ningún buque impacientarse acerca del dinero que esperaba obte-
disponible, pero Salem le explicó que ello no cons- ner del asunto del hachı́s. No habı́a recibido noticias
tituirı́a problema alguno porque se tratarı́a de una de los contactos ni sabı́a quiénes eran ni dónde es-
expedición por contenedor, lo que significarı́a que taban. El único contacto que Aloony poseı́a era la
bastarı́a con incluir un contenedor adicional a cual- dirección y el teléfono de uno de los miembros del
quier embarque destinado al Lı́bano. Entretanto, Bloque Negro. Pero su dirigente se hallaba en la
el enlace del Mossad habı́a transmitido la informa- cárcel y su lugarteniente habı́a sido informado por
ción desde el Tsomet a otro katsa que se proponı́a el hombre del Mossad, que simulaba ser su amigo,
establecer contacto con el lugarteniente del Bloque de que debı́a convocar a todos los miembros de la
Negro. Cuando se reunió con él le comunicó que su unidad y decirles que si alguien hacı́a indagaciones
colega, que habı́a sido apresado, logró hacerle lle- debı́an manifestar que estaban cambiando drogas
gar un mensaje a través de sus mutuos contactos por armas. Si se les presentaba algún problema o
en la cárcel, y que los planes habı́an cambiado: en si alguien preguntaba por ellos, tenı́an que avisarle
lugar de vender el hachı́s, serı́a canjeado por armas. inmediatamente. Cuando Aloony llamó finalmente
El término del plazo se aproximaba. El Mossad ya a su contacto, le dijeron que el dirigente del Bloque
habı́a encargado las armas y sabı́a que Salem con- Negro se hallaba en la cárcel, pero que se ocupa-
seguirı́a el dinero a través de Abu Taan, puesto que ba del negocio otra persona. De acuerdo con las
ya no podrı́a obtenerlo del hachı́s. El Mossad se iba instrucciones recibidas, el contacto de Aloony te-
haciendo dueño de la situación. Salem no tendrı́a lefoneó seguidamente al lugarteniente. El katsa del
de qué preocuparse: sabı́a que lograrı́a el préstamo Mossad que se ocupaba del traficante de armas sau-
provisional y creı́a que podrı́a devolverlo una vez se dı́ presionaba a éste para obtener rápidamente la
hubiese vendido la droga. Además, el Mossad habı́a mercancı́a porque alguien los estaba acuciando. De
prometido facilitar al Bloque Negro unos misiles, y resultas de la llamada de Aloony, el Mossad se en-
se proponı́a entregarle algunas maquetas de plás- teró de que estaba formulando preguntas, pero ello
tico que tenı́an exactamente el mismo aspecto de no representaba problema alguno porque habı́a ob-
misiles auténticos. Las piezas iban encajando per- tenido la respuesta que ellos deseaban. El individuo
fectamente en Hamburgo y en Frankfurt, pero, en con quien andaban en tratos aseguró a Aloony que
Viena, Ghazi Hussein seguı́a siendo un problema. no existı́a problema alguno y que todo estaba en
Sin embargo, afortunadamente, cuando consiguió marcha. Habı́a sido aleccionado para decir simple-
el pedido de armamento de Arafat habı́a visitado a mente eso y nada más, aparte de que debı́a infor-
Salem y, aunque nunca lo admitió ante Arafat, le mar a Aloony en cuanto el trato se hubiera realiza-
dijo que no tenı́a contactos en aquella zona de acti- do. Éste comprendió que tales negocios requerı́an
vidad y Salem respondió que conocı́a a alguien que algún tiempo, por lo que no pareció preocuparse
podrı́a ayudarlos. Ambos sabı́an que no debı́an ser- excesivamente. También sabı́a que, en su campo de
vir de enlaces en aquello, ¿pero qué podı́an hacer? entrenamiento, la OLP habı́a inculcado a los alema-
Los miembros de la seguridad del Mossad se tiraban nes el temor de que si los traicionaban los matarı́an,
mutuamente de los pelos: se encontraban en medio según el antiguo proverbio que dice que uno puede
de una importante operación con la siempre trai- correr, pero no esconderse. También contribuı́a a la
cionera OLP y sin contar con ninguna seguridad. buena marcha de los asuntos el que ni siquiera los
Pero aparte de celebrar entrevistas en patios des- actores de la OLP estuvieran mas enterados que el
cubiertos o cafés y evitar cualquier reunión a puer- Mossad de lo que estaba sucediendo. Por ejemplo,
ta cerrada con sus miembros, no podı́an hacer otra Salem, en Berlı́n Oriental, ignoraba que la petición
185 / 250 cosa en tales circunstancias que lamen- de Hussein en Viena era un recurso de apoyo. No
tarse continuamente y enviar mensajes que conde- habı́a sido efectuada a través de Abu Taan, que
naban tales actividades carentes de seguridad, di- estaba en tratos con Salem, sino por Abu Zaim, je-
ciendo que no aceptarı́an responsabilidad alguna si fe de seguridad personal de Arafat. Aunque Salem
algo fracasaba. A comienzos de junio el plan se ha- sabı́a que las armas estaban destinadas a Fuerza
bı́a configurado bastante bien. Reunir armas cuesta 17, Hussein ignoraba para quién eran. En cualquier
algún tiempo, pero mientras aguardaban, se iban caso, el elemento del Mossad en Viena y Hussein es-

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

tablecieron sus propios acuerdos en cuanto al pago el material. Entonces se le permitirı́a telefonear a
y entrega de las armas. Hussein contaba con medios Hussein (seguidamente cortarı́an la lı́nea) para de-
para transportar las mercancı́as por la aviación li- cirle que todo estaba en orden. A continuación lo
bia sin ser verificadas; no dio explicaciones acerca encerrarı́an, el dinero serı́a transferido y se entre-
de ello, sólo dijo que deseaba que fuesen metidas garı́a a Hussein la dirección y la llave. Éste se dejó
en contenedores y que él se encargarı́a de transpor- convencer. Era el 27 de junio de 1981 y de regre-
tarlas a Beirut. Su propósito era facilitarle algunas so a Hamburgo aún seguı́an tratando de solucionar
armas auténticas; sin embargo, como en Frankfurt el problema de Aloony. Las armas que debı́an car-
y en Hamburgo, todos los misiles autotransporta- garse en el contenedor estaban dentro del almacén.
bles serı́an maquetas. 186 / 250 La clave del asunto Otro contenedor se hallaba suspendido sobre aquél,
consistı́a en asegurarse de sincronizar la acción en en el techo, en una de esas grúas de doble vı́a que
Viena, Hamburgo y Frankfurt. Si el plan fracasa- se utilizan para acarrear equipamiento y cajas pe-
ba en alguna de las tres ciudades, no sólo darı́a al sadas. En Ginebra, Ganud ya habı́a facilitado unos
traste con todo el esquema, sino que crearı́a consi- cinco millones de dólares de financiación provisio-
derables peligros. En Hamburgo, donde las armas nal para el convenio de Hamburgo y tres millones
se almacenaban en uno de los almacenes construi- setecientos mil dólares en Viena. A las seis de la
dos en serie, el plan consistı́a en mostrar a Aloony tarde del 28 de julio recogieron a Aloony y lo con-
y al sargento Alshariff la mercancı́a almacenada en dujeron al almacén. Una vez allı́ les dijo que querı́a
un contenedor con las uvas pasas encima y en el comprobar varias cajas. Satisfechos sus deseos, car-
fondo. Acto seguido selları́an el contenedor, cerra- garon la mercancı́a en el contenedor, la cubrieron
rı́an las puertas del almacén, entregarı́an la llave a con las uvas y luego sellaron el contenedor. Aloony
Aloony y se pondrı́an de acuerdo con él para con- se disponı́a ya a entregar el dinero, pero Stoler le
ducirle allı́ a la mañana siguiente. El contenedor dijo: —No, aquı́ no: hay demasiada gente presente.
serı́a entonces cargado en un camión y. trasladado Vamos al coche, es más discreto. 187 / 250 Cuan-
al barco para su envı́o a Beirut. Tras acompañar do se encontraban en el vehı́culo, Stoler realizó allı́
a Aloony a su apartamento, el Mossad acudirı́a al mismo una comprobación de los billetes utilizan-
depósito, retirarı́a la cerradura y el número de la do un ingenio electrónico en algunos paquetes para
puerta y los colocarı́an en la contigua, idéntica a asegurarse de que los dólares americanos no eran
la primera, donde habrı́a otro contenedor con uvas falsos. Mientras esto sucedı́a bajaron rápidamente
pasas de baja calidad. Eso serı́a lo que Aloony en- el contenedor que pendı́a de lo alto del almacén y lo
viarı́a a Arafat. Stoler (Aitan) dijo a Aloony que sustituyeron por aquel en el que se encontraban las
llevase el dinero consigo porque deseaba disponer armas, remontándolo a lo alto y arrastrándolo ha-
de varias horas para marcharse. —No se preocupe cia la parte posterior, donde quedó oculto tras otros
—repuso Aloony—. Llevaré el dinero, pero dormi- contenedores. Todas estas diligencias se efectuaron
ré en el tinglado con la mercancı́a. —De acuerdo en unos diez o quince minutos, y cuando Aloony
—repuso Stoler, sintiendo que le daba un vuelco el regresó, vio lo que parecı́a ser el mismo contenedor
corazón—. Le recogeré mañana a las seis de la tar- con idéntico sello, aunque ignoraba que su conteni-
de. —Pero usted me dijo que serı́a por la mañana. do era distinto. Al dı́a siguiente, con sus uvas bien
—Lo sé, pero no es muy conveniente presentarse embaladas, embarcó hacia Beirut. Cuando Aloony
de dı́a con armas. Habrá demasiada gente por ahı́. hubo partido, los hombres del Mossad entraron en
Una vez reunidos con Aitan y los demás en el pi- el almacén, cargaron las armas del primer contene-
so franco, comprendieron que se les presentaba un dor en un camión y las devolvieron al traficante. En
problema. ¿Cómo iban a cambiar los contenedores cuanto a las pasas sobrantes, las enviaron a Israel.
si Aloony dormı́a junto a ellos? Entretanto, las ar- Aquella misma noche se cerraba en Frankfurt el tra-
mas que Hussein habı́a encargado se encontraban to para cambiar el hachı́s por los misiles, indicando
en una casita unifamiliar de las afueras de Viena. al miembro del Bloque Negro que acudiese con su
El katsa informó a Hussein de que su ayudante se equipo al dı́a siguiente para retirar las armas. El ha-
encargarı́a de la transacción, pidiéndole que lleva- chı́s fue entregado a un elemento del F-7 panameño
se consigo los tres millones setecientos mil dólares (la unidad especial de seguridad que Harari habı́a
al lugar de la reunión, después de lo cual le se- entrenado), que lo condujo a Panamá a cambio de
rı́a entregada la llave de la casa y se le facilitarı́a siete millones de dólares con el fin de venderlo en el
la dirección. El plan consistı́a en llevar allı́ a uno mercado estadounidense, donde alcanzarı́a un pre-
de los hombres de Hussein y conducirlo a la casa cio mucho más elevado que en Europa. Una vez que
con los ojos vendados, para que pudiera comprobar los panameños la hubiesen despachado, entregarı́an

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los siete millones al Mossad y se reservarı́an para sı́ Israel y su mayor y más importante partidario. ¿Có-
el beneficio que hubiesen obtenido. Al dı́a siguiente, mo explicar entonces lo sucedido con los Pollard?
cuando los miembros del Bloque Negro acudieron a Fácilmente. Él no formaba parte del Mossad. Aho-
recoger los falsos misiles, la policı́a los estaba aguar- ra bien, habı́a estado recibiendo dos mil quinientos
dando: en aquella ocasión fueron arrestados veinte dólares mensuales desde comienzos de 1984 de una
hombres. Asimismo, el 29 de julio tres hombres que organización llamada Lishka le Kishrei Mada o LA-
se encontraban en el aeropuerto de Viena con parte KAM, las siglas hebreas del Gabinete de Asuntos
de las armas procedentes de la casa de las afueras Cientı́ficos de Enlace del Ministerio de Defensa, y
fueron arrestados por la policı́a local, que habı́a si- estaba haciendo desaparecer documentos secretos
do informada por el Mossad de que Hussein y sus que entregaba en el domicilio de Irit Erb, secreta-
colaboradores acababan de llegar en un vuelo pro- rio de la embajada israelı́. LAKAM estaba entonces
cedente del Lı́bano y estaban introduciendo subrep- dirigida por Rafael Eitan, quien negó públicamen-
ticiamente armas en Viena para atacar un objetivo te que existiera cualquier relación entre ellos, pe-
judı́o. Hussein fue deportado posteriormente y sus ro se trataba de un antiguo katsa del Mossad que
dos colaboradores encerrados en prisión. El grueso en 1960 habı́a intervenido en el secuestro de Adolf
de las armas, que aún se encontraban en la casa, Eichmann en la Argentina. Pollard, un judı́o que
fue recuperado por el Mossad, aunque dejaron al- trabajaba en investigación en el Centro de Apo-
gunas para que la policı́a las descubriera cuando yo de la Inteligencia norteamericana de Suitland,
comprobara la historia que habı́an urdido. El Mos- en Maryland, cerca de Washington, formaba parte
sad se embolsó en total entre quince y veinte millo- del Servicio de Investigaciones Navales. En 1984 fue
nes de dólares y eliminó a un grueso de enemigos destinado al Centro de Alerta Antiterrorista en la
potenciales. Habı́a asesinado a Khader, consiguió División de Análisis de Amenazas del SIN, extraño
que Hussein fuese expulsado del paı́s, que sus dos traslado teniendo en cuenta que previamente habı́a
colaboradores y unos veinte terroristas del Bloque sido amonestado por los oficiales de seguridad por
Negro fueran encarcelados y que la reputación de filtrar información al agregado militar sudafricano,
la OLP quedase mancillada en algunos paı́ses. El y su nueva misión le facilitaba el acceso a un con-
éxito fue maravilloso para la moral de la organiza- siderable material secreto. No tardó en descubrirse
ción. No sólo logró que la OLP lo perdiese todo, que Pollard compartı́a tales informaciones con los
sino que aun quedaron endeudados con su banque- israelı́es, y cuando tuvo que enfrentarse al FBI ac-
ro. Durante algún tiempo aquella jugada mantuvo cedió a cooperar con ellos y los condujo hasta sus
a Fuerza 17 escasa de armas e hizo sentirse real- contactos. Fue sometido a vigilancia continua por
mente necia a la OLP. Aún sigue siendo un miste- los federales, pero presa de pánico trató de pedir
rio el paradero de las uvas enviadas a Israel. Como asilo polı́tico, siendo arrestados, él y su esposa, en
colofón de esta historia cabe mencionar el destino calidad de cómplice, cuando salı́an de la embaja-
que tuvo Kasim, el choferguardaespaldas de Arafat da. Como es natural, los americanos exigieron una
y agente del Mossad. El hombre perdió una pier- explicación. Tras una llamada telefónica desde Ca-
na en un ataque aéreo israelı́ a una base palestina lifornia del secretario de Estado George Schultz al
de Túnez. Kasim habı́a estado informando desde el primer ministro israelı́ Shimon Peres a las tres y me-
campamento, pero no le advirtieron del inminente dia de la mañana del primero de diciembre, hora de
ataque. Furioso, abandonó ambos empleos y emigró Jerusalén, Peres, que habı́a fundado LAKAM cuan-
a Sudamérica. 188 / 250 14. SÓLO EN AMÉRICA do era viceministro adjunto de Defensa durante la
Cuando Jonathan J. Pollard, de treinta y un anos, década de los sesenta, se vio obligado a disculparse
y su esposa Anne Henderson- Pollack, de veinticin- formalmente. —Espiar en Estados Unidos es total-
co, fueron arrestados a fines de noviembre de 1985 mente contradictorio con nuestra polı́tica. Tal acti-
tras haber intentado inútilmente obtener asilo po- vidad, hasta el punto en que tuvo lugar, fue injusta,
lı́tico en la embajada israelı́ de Washington, el pre- y el gobierno de Israel pide perdón por ello. Peres
visible estallido polı́tico centró su atención durante siguió diciendo que si los funcionarios del gobierno
algún tiempo en una cuestión enojosa y explosiva: estuvieran implicados, “los responsables serı́an to-
¿opera el Mossad activamente en Estados Unidos? tal y definitivamente expulsados y se tomarı́an las
Oficialmente el Mossad aseguró que no y mil veces medidas necesarias para que tales actividades no se
no, en absoluto. En realidad, a los katsas les es- repitieran”. (Lo único que hicieron fue cruzar cier-
tá incluso prohibido llevar pasaportes falsos o usar ta correspondencia y vincular LAKAM al departa-
falsas personalidades norteamericanas en su traba- mento de Asuntos Exteriores.) 189 / 250 Pero con
jo, tan delicada es la situación entre el Estado de gran sorpresa por parte de Peres sus declaraciones

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

parecieron satisfacer a la administración norteame- asisten a todos ellos, y no existe ningún problema
ricana. El antiguo director de la CIA Richard Helms en añadir a alguien a ese circuito, incluyéndolo en
dijo que era insólito que naciones amigas se espia- un entorno adecuado. Imaginemos que McDonnell
sen mutuamente. —Hagan lo que puedan: el peligro Douglas desea vender aviones fabricados en Estados
que corren es ser descubiertos —dijo. Y mientras los Unidos a Arabia Saudı́. ¿Serı́a una cuestión ameri-
Pollard eran conducidos a la cárcel por espiar —el cana o israelı́? Bien, por cuanto concierne al Mos-
Mossad consideraba al LAKAM como toscos aficio- sad, es algo que incumbe a Israel. Cuando se tiene
nados en el oficio—, Schultz manifestó posterior- algo similar a mano es muy difı́cil no utilizarlo: eso
mente a los periodistas: —Estamos satisfechos con es lo que hacen. Una de las famosas actividades
las disculpas y explicaciones que nos han dado los de Al consistió en el robo de material de investi-
israelı́es. Y tras unas breves ráfagas de publicidad gación de algunas de las más importantes empre-
poco favorables a Israel la controversia languideció. sas americanas fabricantes de aviones para 190 /
Aunque naturalmente persistieron las sospechas so- 250 contribuir a asegurar un contrato quinquenal
bre la situación exacta de Pollard, al parecer, inclu- de veinticinco millones ochocientos mil dólares fir-
so la CIA cree que, aparte de aquel extraño y polé- mado en enero de 1986, por el que se suministraba
mico ejercicio, el Mossad, salvo por sus enlaces, no a la armada y a los cuerpos de la marina americana
opera activamente en los mismos Estados Unidos. veintiún aparatos teledirigidos de unos seis metros
Pues bien, están completamente equivocados. Po- de longitud o un aparato no tripulado Mazlat Pio-
llard no pertenecı́a al Mossad, pero son muchos los neer, más el equipo adicional de control de tierra,
que espı́an de modo activo, reclutando, organizando lanzamiento y recuperación. Los aparatos telediri-
y realizando actividades secretas —principalmente gidos, que contaban con un monitor de televisión
en Nueva York y en Washington, a las que aluden montado en su parte inferior, se utilizaban para mi-
como “sus lugares predilectos”— que pertenecen a siones de reconocimiento militar. Mazlat, una filial
una especial y supersecreta división del Mossad lla- de las Industrias Aeronáuticas Israelı́es nacionales
mada simplemente Al, que en hebreo significa “arri- en Tadiran, “consiguió” el contrato tras superar las
ba” o “en lo alto”. La unidad es tan secreta y está pujas de las firmas norteamericanas en una subasta
tan aislada de la organización principal que la ma- de 1985. En realidad Al robó el material de investi-
yorı́a de elementos del Mossad ignoran qué hace gación. Israel habı́a estado trabajando en un avión
ni tienen acceso a sus archivos por computadora. teledirigido, mas aún no habı́a avanzado bastante
Pero existe y cuenta con veinticuatro o veintisie- en sus investigaciones para poder presentarse a tal
te miembros expertos, tres de ellos katsas activos. competición y si en una oferta no deben incluir-
La mayorı́a, aunque no todos, desempeñan su acti- se los costes para amortizar la investigación, existe
vidad dentro de las fronteras de Estados Unidos y una diferencia sustancial. Tras obtener el contrato,
su primordial tarea consiste en obtener información Mazlat formó sociedad con AAI Corp, de Baltimo-
sobre el mundo árabe y la OLP, en lugar de inda- re, en Maryland, para completarlo. Al es similar al
gar sobre las actividades del servicio secreto norte- Tsomet, pero no entra en la jurisdicción del jefe
americano. Pero, como veremos, la lı́nea divisoria de esta organización. Antes bien, informa directa-
suele ser confusa y, en caso de duda, Al no vacila mente al jefe del Mossad. A diferencia de las bases
en atravesarla. Decir que no recogen información normales del Instituto, no opera en el interior de
sobre Estados Unidos serı́a como manifestar que la embajada israelı́: sus instalaciones se hallan si-
allı́ la mostaza no es un plato principal pero que tuadas en pisos francos o apartamentos. Los tres
les gusta sazonar con ella sus bocadillos. Suponga- equipos de Al están ubicados como una base o uni-
mos, por ejemplo, que en el comité de armamento dad. Supongamos que por las causas que fueren de
hay un senador que interesa al Mossad. Al pocas un dı́a para otro las relaciones entre Israel y Gran
veces utiliza a los sayanim, pero el papeleo del se- Bretaña se fuesen a pique y el Mossad tuviese que
nador, algo que suceda en su oficina, constituirı́a abandonar el Reino Unido. Al dı́a siguiente podrı́a
una información de interés, por lo que uno de sus enviar un equipo de Al a Londres y contar con una
ayudantes se convertirı́a en objetivo. Si se tratara organización clandestina completa. Los katsas de
de un judı́o, lo abordarı́an para tratar de convertir- Al se cuentan entre los más expertos del Instituto.
lo en sayan. En caso contrario, lo reclutarı́an como En Estados Unidos existen muchı́simas oportuni-
agente o incluso únicamente como un amigo con el dades de introducirse en determinados ambientes.
que reunirse y prestar oı́do a sus comentarios. El Pero si no se trabaja a través de la embajada, espe-
circuito de cócteles que se celebran en Washington cialmente en comunicaciones, surgen dificultades.
es muy importante para tal fin. Algunos agregados Si un miembro de Al fuese descubierto en Estados

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VICTOR OSTROVSKY

Unidos, serı́a encarcelado como espı́a: no gozan de ricanos no pudieran interrumpir los mensajes, com-
inmunidad diplomática, y lo peor que puede suce- prenderı́an que existı́a una actividad clandestina en
derle a un katsa en una base normal es ser depor- el entorno, algo que el Mossad desea evitar. La dis-
tado, puesto que sı́ posee inmunidad diplomática. tancia es asimismo un factor decisivo. Los katsas de
Oficialmente el Mossad tiene una base de enlace Al son los únicos de toda la organización que utili-
en Washington, pero nada más. Otro problema que zan pasaportes americanos. Y con ello quebrantan
impide el funcionamiento de la embajada israelı́ en dos normas fundamentales: están operando en un
Washington es que se halla situada tras un centro paı́s objetivo y utilizan la cobertura del paı́s en que
comercial, a mitad de camino de una cuesta sobre el se encuentran. Existe la norma de no hacerse pasar
International Drive, con pocas cosas en torno, sal- jamás por inglés en Inglaterra o francés en Francia,
vo la embajada jordana, que se halla más arriba de pues serı́a demasiado fácil para los naturales del
la colina y que domina la perspectiva de la emba- paı́s descubrir la falsedad de la documentación. Si,
jada israelı́, localización en realidad poco propicia por ejemplo, un policı́a francés examinase un per-
para realizar actividades clandestinas. Incidental- miso de conducir nacional, podrı́a comprobar inme-
mente, y pese a los rumores que circulan en otro diatamente su autenticidad. Al siempre se ha libra-
sentido, el Mossad no cuenta con una base en la do de ello porque la calidad de su información es
Unión Soviética. El noventa y nueve con noventa y superior. Y tiene que serlo. Uno no quiere ser cap-
nueve por ciento de la información que recoge sobre turado en territorio enemigo por temor a ser fusila-
el bloque oriental procede de “interrogatorios posi- do. En Estados Unidos, el paı́s que más simpatiza
tivos”, lo que simplemente significa que entrevista a con Israel, nadie querrı́a ser descubierto por temor
los judı́os que emigran del bloque soviético y anali- a que fusilasen a su patria. El FBI probablemente
za y procesa dicha información. Con ello es posible sospecha algo de vez en cuando pero, en realidad,
crearse una perspectiva bastante buena de lo que no sabe nada. La siguiente historia me la contó Ury
está sucediendo en la Unión Soviética y atribuirla a Dinure, en cierta ocasión mi instructor de NAKA,
una agencia de inteligencia que recoge activamen- que habı́a estado a cargo de la base de Al en Nue-
te datos en el paı́s. Pero era demasiado peligroso va York. Dinure habı́a intervenido activamente en
trabajar allı́, y la única actividad que realizaban una operación que afectaba a la polı́tica internacio-
consistı́a en ayudar a salir a la gente, creando vı́as nal norteamericana, originando un grave, problema
de escape y demás. Una organización independien- doméstico al entonces presidente Jimmy Carter y
te se encarga de ello bajo los auspicios del Mossad: suscitando cierto desagradable conflicto racial en-
se llama nativ, que significa “sendero” o “pasaje” en tre los judı́os norteamericanos y los lı́deres de la
191 / 250 hebreo. La información del bloque orien- comunidad negra allı́ residente. Si los americanos
tal tiene un excelente valor de cambio. Por ejemplo, hubieran conocido el alcance y naturaleza de la im-
la información por radar de los daneses contribuye plicación del Mossad, habrı́an peligrado —e incluso
a ofrecer una imagen de conocimiento. Los ameri- roto— las históricas y excelentes relaciones existen-
canos no comprenden cuanta información obtene- tes entre ambos paı́ses. Echemos primero una mira-
mos a través de la OTAN, información que puede da a 1979. El acontecimiento más trascendental de
ser manipulada para presentar una imagen mucho aquel año fue el resultado final de los acuerdos de
más vivida. Sin duda que en la era pre Gorbachov Camp David de septiembre de 1978 en la “estruc-
las fuentes de los medios informativos soviéticos no tura para la paz” firmada por Carter, el presidente
eran muy importantes, pero siempre podı́an conse- egipcio Anwar al-Sadat y Menahem Begin, primer
guirse datos por los rumores y comentarios que se ministro israelı́. La mayor parte del mundo árabe
oı́an, incluso sobre movimientos militares. Alguien habı́a reaccionado airada y sorprendida contra Sa-
podı́a quejarse de que su primo habı́a sido tras- dat. En cuanto a Begin, comenzó a lamentar todo
ladado a determinado lugar y no habı́an vuelto a el asunto casi inmediatamente después de abando-
tener noticias de él. Aunque tan sólo diez personas nar Camp David. 192 / 250 El secretario de Estado
llegasen diariamente a Israel procedentes del blo- Cyrus Vance habı́a intentado un acercamiento di-
que soviético, aún podı́an suministrar extraordina- plomático relámpago de última hora para llegar a
ria cantidad de información. Pese a que la base de un acuerdo antes del 17 de diciembre, fecha lı́mi-
Al se halla fuera de la embajada, sigue funcionan- te para la firma del tratado fijado en Camp David,
do como la mayorı́a. Comunica directamente con el pero que en el último momento se fue a pique cuan-
cuartel general de Tel-Aviv bien por teléfono, télex do Begin se negó a negociar formalmente, creando
o módem computador, sin utilizar los sistemas de una considerable desconfianza entre Washington y
comunicaciones a ráfagas, porque aunque los ame- Jerusalén. A comienzos de 1979 Begin envió a su

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

legendario ministro de Asuntos Exteriores Moshe dos para que aceptaran un compromiso por escrito
Dayan a Bruselas para reunirse con Vance y Mus- de Estados Unidos, aproximando más que nunca a
tafa Khalil, primer ministro egipcio, a fin de que la paz a ambas naciones hostiles desde hacı́a más
sondeara el medio de reanudar las conversaciones, de treinta años. El precio que Carter pagó por ello
que habı́an llegado a un punto muerto. Pero Be- fue más de cinco mil millones de dólares de ayuda
gin anunció bruscamente que Dayan sólo discutirı́a extra a Egipto e Israel durante los próximos tres
“cómo, cuándo y dónde” podrı́an ser reanudadas las años. Dos de los mayores bloques de obstáculos ha-
negociaciones antes que el verdadero contenido del bı́an sido las preocupaciones de una Israel caren-
acuerdo de Camp David. A fines de diciembre de te de carburante por devolver a Egipto los campos
1978, el Kenésset israelı́, dividido como de costum- petrolı́feros que le habı́a arrebatado en el Sinaı́ y,
bre, habı́a emitido sesenta y seis votos contra seis a desde luego, la cuestión aún pendiente de la auto-
favor de la dura posición de Begin contra Washing- nomı́a palestina. 193 / 250 En mayo, Carter designó
ton y El Cairo. Para demostrar cuál era su talante, al tejano Robert S. Strauss, de sesenta años, anti-
Israel interrumpió el retorno de equipamiento mili- guo presidente del Comité Democrático Nacional,
tar planeado para contribuir a acelerar la retirada como superembajador para la segunda fase de las
del Sinaı́ según un tratado de paz, aumentó asimis- negociaciones de paz. Aunque Israel aprobó formal-
mo sus ataques contra los campamentos palestinos mente tal candidatura, siguió asaltando las bases de
en el Lı́bano, lo que impulsó a declarar a Richard la OLP en el Lı́bano. Sin embargo, el gabinete de
Stone, demócrata de Florida y jefe del subcomité Begin se pronunció con ocho votos contra cinco en
del Senado para Asuntos de Oriente Próximo y sur pro de otra nueva colonia judı́a en Elon Moreh, en
de Asia, que los israelı́es parecı́an haber “girado en la zona de ocupación de la Orilla Occidental, lo que
cı́rculo sus carromatos”. Como consecuencia de las impulsó a cincuenta y nueve personalidades judeoa-
votaciones del Kenésset, Begin telefoneó a los di- mericanas a enviar a Begin una carta abierta en la
rigentes judı́os norteamericanos instándolos a que que criticaban la polı́tica israelı́ de establecer nue-
grupos pro israelı́es iniciaran una campaña de es- vas colonias judı́as en zonas árabes densamente po-
critos y telegramas a la Casa Blanca y el Congreso. bladas. Para complicar más las cosas, Begin sufrió
Un grupo de treinta y tres intelectuales judı́os, en el un amago de ataque al corazón y Dayan descubrió
que estaban comprendidos autores como Saúl Be- que tenı́a cáncer. La inflación alcanzaba el ciento
llow e Irving Home, que habı́an criticado la antigua por ciento en Israel. El déficit de la balanza de pa-
inflexibilidad de Begin, enviaron una carta a Car- gos del paı́s se aproximaba a los cuatro mil millones
ter en la que pedı́an el apoyo de Washington a la de dólares, y la deuda total con el extranjero se ha-
“inaceptable” posición de El Cairo. En febrero de bı́a duplicado en cinco años hasta tres mil millones
1979, con la esperanza de conseguir que se reanu- de dólares, suscitando una crisis polı́tica doméstica,
daran las conversaciones, Estados Unidos pidió a todo ello exacerbado por lo ultrajados que se sen-
Israel y Egipto que se reunieran con Cyrus Vance tı́an los judı́os ante la comparación efectuada por
en Camp David. Ambas partes accedieron, aunque Carter de la crisis que sufrı́an los palestinos con el
Israel estaba molesta por un informe sobre derechos movimiento americano de derechos civiles. Tanto
humanos que preparaba el departamento de Vance Sadat como Carter comenzaron a presionar a Israel
para dirigirlo al Congreso y que aludı́a a los “sis- para que aceptase un plan para la autonomı́a pales-
temáticos” malos tratos infligidos a los árabes en tina. Los paı́ses árabes se inclinaban por un Estado
la Orilla Occidental y en Gaza. Dos semanas antes soberano, independiente en la Orilla Occidental y
de que el Washington Post publicara dicho infor- Gaza, que ya constituı́a la patria de los palestinos
me, carros de combate del ejército israelı́ se habı́an allı́ establecidos, y los millones que se hallaban en
trasladado al amanecer a aldeas de la Orilla Occi- la diáspora. Los israelı́es se oponı́an totalmente a
dental, donde destruyeron cuatro casas árabes. El la noción de un Estado hostil, especialmente dirigi-
gobierno estableció asimismo una nueva avanzada, do por Yasser Arafat, el cacique de la OLP, que se
lo que presagiaba un asentamiento civil en Nuei- instalara en sus propias fronteras, y abrigaba sospe-
ma, al noreste de Jericó —que serı́a el quincuagési- chas de que la dependencia de Estados Unidos por
mo primero en la Orilla Occidental—, donde vivı́an el petróleo árabe inclinaba sus prioridades hacia los
unos cinco mil judı́os entre seiscientos noventa y dos intereses de éstos. En ausencia de Begin, que aún
mil palestinos. En medio de semejante caos, Carter se estaba recuperando, Dayan intentaba dirigir el
emprendió en marzo una misión de seis dı́as en El gobierno. En agosto, previno a Estados Unidos del
Cairo y Jerusalén. Pese a las fuerzas superiores que riesgo que entrañaba el reconocimiento de la OLP
tenı́a en su contra, logró convencer a ambos ban- o propiciar la ocasión de que se estableciera un Es-

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VICTOR OSTROVSKY

tado de emergencia palestino totalmente indepen- le preocupaba el curso de los acontecimientos, en


diente en la Orilla Occidental y en Gaza. Al final de especial por el creciente papel doméstico del minis-
una sesión tempestuosa del gabinete que se prolon- tro de defensa israelı́ Eizer Weizman. El Mossad no
gó durante veinticuatro horas, los israelı́es votaron confiaba en Weizman, antiguo piloto y segundo je-
para advertir a Estados Unidos que mantuviera sus fe de las fuerzas armadas durante la guerra de los
anteriores compromisos, especialmente la promesa Seis Dı́as, un comandante heroico, padre de las le-
de vetar cualquier intento de los Estados árabes de gendarias fuerzas aéreas israelı́es. Lo consideraban
alterar la Resolución 242 de las Naciones Unidas partidario de los árabes hasta el punto de creer-
de 1967 en que se reconoce el derecho a la exis- le un traidor. Su animosidad hacia él era ridicula.
tencia de Israel, y amenazaron con retirarse de las Aunque ministro de Defensa, no compartı́an con él
negociaciones estancadas sobre “autonomı́a” si pre- ninguna información de alto secreto. Weizman era
sionaban excesivamente para establecer relaciones un espı́ritu libre, la clase de hombre que aunque
con la OLP. Los israelı́es estaban exasperados por coincidiera con alguien en un asunto, disentirı́a por
el juego de poder orquestado, iniciado a comienzos completo en cualquier otro, y que nunca se confor-
del verano por Arabia Saudı́, Kuwait y la OLP en mó con la lı́nea del partido. Hacı́a lo que creı́a era
un intento de conseguir llevar las cosas a su aire. correcto. Hombres ası́ son peligrosos porque resul-
Todo comenzó en julio cuando los saudı́es elevaron tan imprevisibles. Pero Weizman se habı́a probado
su producción de petróleo a un millón de barriles a sı́ mismo. En un paı́s donde casi todos sirven a
diarios sobre una base de tres meses, aliviando la la patria, el servicio militar es importante. Por ello
escasez que provocara largas colas en las gasolineras se acaba con un gobierno en el que el setenta por
de Estados Unidos durante mayo y junio. Además, ciento son generales. La gente cree que no hay nada
la OLP habı́a adoptado una postura conciliadora, de malo en ello, en las personas que olfatean el olor
por lo menos en público, confiando mejorar su po- de la pólvora. Incluso Begin y Dayan comenzaban
co favorable imagen en Occidente; los diplomáticos a disentir. Dayan, históricamente laborista, habı́a
kuwaitı́es en la ONU proponı́an un proyecto de re- abandonado aquel partido para unirse al carismáti-
solución que supeditaba el derecho de Israel a exis- co derechista Begin, pero el modo en que ambos
tir (Resolución 242) al reconocimiento internacio- consideraban a los palestinos era completamente
nal del derecho palestino a la autodeterminación. distinto. Dayan, como la mayorı́a de los laboristas
El plan habı́a surgido de una reunión celebrada en de su generación, los veı́a como adversarios, pero
junio en que Fahd, prı́ncipe de la corona de Ara- personas. Begin y su partido, cuando se trataba de
bia Saudı́ habı́a invitado a Arafat a Riyadh y le los palestinos, no los creı́an personas sino un pro-
habı́a convencido de que 194 / 250 estableciera me- blema. Dayan dirı́a: “Prefiero estar en paz con esa
jores relaciones con Estados Unidos, comenzando gente y recordar las épocas en que lo estábamos.”
por reducir las actividades terroristas, al menos du- Begin dirı́a: “Desearı́a que no estuviesen ahı́, pero
rante algún tiempo. Kuwait se habı́a dejado ganar no puedo hacer gran cosa para evitarlo.” Son puntos
por las habilidades diplomáticas, muy respetadas, de vista distintos. No es de extrañar que aumenta-
de su embajador Abdalla Yaccoub Bishara, que a sen las fricciones entre ellos. En medio de todo esto
la sazón formaba parte del Consejo de Seguridad el Mossad habı́a establecido sus primeros contactos
de la ONU. Para apaciguar a Israel, los america- con los cultivadores de opio de Tailandia. Los ame-
nos rechazaron categóricamente su voto para cual- ricanos trataban de obligar a los granjeros a dejar
quier proyecto que apoyase a un Estado palestino de producir opio y dedicarse en su lugar al cultivo
independiente, pero no excluyeron la posibilidad de del café. El propósito del Mossad era introducirse
una posible resolución más favorable destinada a allı́, colaborar con ellos en el cultivo del café y, al
afirmar simplemente los derechos polı́ticos legı́ti- mismo tiempo, ayudarlos a exportar la droga como
mos de los palestinos, ateniéndose a los términos medio de obtener dinero para sus propias opera-
de la Resolución 242, según los acuerdos de Camp ciones. Una de tales operaciones eran los continuos
David. Cuando el primer ministro egipcio Mustafa esfuerzos de Al en Nueva York y en Washington
Khalil, en las negociaciones de autonomı́a celebra- para entorpecer los propósitos árabes de obtener la
das en el hotel Monte Carmelo que dominaba el ayuda norteamericana 195 / 250 para que la OLP
puerto de Haifa, anunció que su paı́s apoyarı́a una —o los palestinos en general— alcanzase un esta-
resolución de la ONU sobre los derechos palestinos, tus más elevado a través de la ONU. Los israelı́es,
el ministro de justicia israelı́ Shmuel Tamir acusó como es natural, no se sentı́an muy satisfechos con
a Egipto de “poner en peligro todo el actual pro- ello. Se habı́an producido constantes ataques a al-
ceso de paz”. Inevitablemente, al Mossad también deas israelı́es, matanzas, y vivı́an en un estado de

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

perpetua amenaza, y aunque tales acciones se de- Washington al reunirse con Sartawi, pero no estaba
tuviesen momentáneamente, seguirı́an sintiendo lo autorizado para discutir ningún asunto importan-
mismo. Se comprobaban los bolsos en almacenes y te. A mediados de julio, cuando Arafat fue a Viena
cines; si alguien veı́a una cartera abandonada en para verse con Bruno Kreisky, canciller de Austria,
un autobús sin que apareciese su dueño, avisaba al y Willy Brandt, antiguo canciller de Alemania Oc-
conductor, que detenı́a el vehı́culo y lo desalojaba; cidental, Wolf y Sartawi celebraron una importante
aquel que olvidaba un maletı́n en algún lugar sa- reunión para discutir las negociaciones. Cuando se
bı́a perfectamente que serı́a confiscado y destruido. filtraron noticias de ello, el Departamento de Esta-
Gran número de palestinos procedentes de la Orilla do dijo que se le habı́a “recordado” oficialmente a
Occidental trabajaban en Israel. Muchos israelı́es Wolf que la polı́tica norteamericana era contraria
habı́an patrullado por aquella zona y sabı́an que a negociar con la OLP, pero el Mossad sabı́a que
los palestinos los odiaban, y aunque uno pertene- habı́a seguido instrucciones directas de Washing-
ciese a las izquierdas y pensase que tenı́an derecho ton. 196 / 250 Se produjo un creciente impulso en
a odiarlos, tampoco deseaba acabar hecho pedazos. Estados Unidos para lograr cierto alineamiento de
Era habitual que la gente de la derecha expresara paz. Incluso los árabes comenzaban a apreciar las
su desconfianza hacia los palestinos; pensaban que ventajas de ello y el Mossad, a través de su red
tratar con ellos constituı́a un cı́rculo vicioso. Los de escuchas electrónicas instaladas en los hogares
izquierdistas podı́an decir: “Esperemos a que cele- y oficinas de varios embajadores y dirigentes ára-
bren elecciones.” Y la derecha responderı́a: “Olvı́- bes en Nueva York y en Washington, se enteró de
dalo: elegirán a cualquiera con quien no querremos que la OLP se inclinaba por aceptar la posición
hablar.” A lo que la izquierda añadirı́a: “Pero han de Kissinger de 1975, reconociendo el derecho a la
anunciado un alto el fuego.” Y, a su vez, la derecha existencia de Israel. A la sazón, el embajador nor-
responderı́a: “¿Un alto el fuego? No creo que los teamericano en la ONU era Andrew Young, un li-
palestinos sean capaces de ello.” Y al dı́a siguiente beral sureño negro ı́ntimo amigo de Carter, uno de
estalları́a alguna bomba y el de derechas dirı́a: “¿Lo los primeros partidarios del presidente y considera-
ves? ¡Ya te dije que no mantendrı́an el alto el fue- do el principal conducto de la administración entre
go!” Al operaba en Nueva York desde aproximada- la Casa Blanca y la comunidad de color. Young, di-
mente 1978, tratando de obtener información sobre recto y con frecuencia polémico, era un producto
las actividades árabes en torno a las conversacio- del movimiento de derechos civiles norteamericano
nes de paz propiciadas por Carter. En septiembre y sentı́a debilidad por los desvalidos, opinión que
de 1975, el secretario de Estado Henry Kissinger Israel consideraba más contraria a sus propios in-
habı́a prometido oficialmente que Estados Unidos tereses que favorable a Palestina. Young creı́a que
no reconocerı́a ni negociarı́a con la OLP hasta que Carter deseaba hallar una solución, un arreglo que
afirmara el derecho a la existencia de Israel. Prime- aliviase a los palestinos de la posición en que se
ro el antiguo presidente Gerald Ford y luego Car- hallaban encerrados, mientras se creaba una situa-
ter anunciaron que mantendrı́an aquella promesa. ción de paz en la región. Aunque Young se oponı́a
No obstante, los israelı́es no estaban muy conven- a la creación de nuevas colonias en la Orilla Occi-
cidos de ello. En noviembre de 1978, tras las con- dental, deseaba aplazar la presentación prevista por
versaciones de Camp David, Paul Findley, miem- los árabes de una resolución destinada al reconoci-
bro republicano del Congreso de Estados Unidos y miento de la OLP ante la ONU. Se basaba en que
del Comité de la Cámara de Asuntos Extranjeros, aquello no conducirı́a a nada, por lo que era mejor
habı́a transmitido un mensaje de Carter para una elaborar una resolución menos rigurosa que pudiera
reunión que se celebrarı́a con Arafat en Damasco, por fin alcanzar el objetivo, pero que tuviese más
en la que éste informó que la OLP suspenderı́a sus posibilidades de ser aprobada. El embajador kuwai-
actos de violencia si se creaba en la Orilla Occiden- tı́ Bishara, que era la fuerza motriz que impulsaba
tal y en Gaza un Estado independiente palestino, la resolución árabe, se hallaba en constante contac-
con un pasillo que sirviera de enlace. Carter ya ha- to con Zehdi Labib Terzi, representante no oficial
bı́a exigido una “patria” palestina en 1977 y, en la de la OLP en la ONU. Como Al tenı́a apartamen-
primavera de 1979, Milton Wolf, el embajador es- tos alquilados por todo Nueva York y Washington
tadounidense en Austria y destacado lı́der judı́o, y habı́a instalado muchos ingenios de escucha, tu-
se reunió con el representante de la OLP en aquel vo conocimiento de una conversación celebrada el
paı́s, Issam Sartawi, primero en una recepción del 15 de julio entre Bishara y Young, en el sentido
gobierno austriaco y luego en un cóctel celebrado de que los árabes no podı́an aplazar el debate del
en la embajada árabe. Wolf seguı́a instrucciones de Consejo de Seguridad sobre la resolución, pero su-

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gerı́an que Young tratase aquel asunto con alguien mediatamente. Al cabo de una hora el katsa de Al
de la OLP. Young informó a Bishara que “no podı́a llevaba una transcripción completa de todo cuanto
reunirse con representantes de la OLP”, pero aña- allı́ se habı́a tratado a Ury Dinure, jefe de la base,
dió “aunque tampoco puedo rechazar la invitación que se hallaba a bordo de un vuelo de El Al pro-
de algún miembro del Consejo de Seguridad para cedente de Nueva York con destino a Tel-Aviv. En
ir a su casa a charlar de negocios”. Bishara, como el aeropuerto le recibió Yitzhak Hofi, como conse-
es natural, se hallaba en el Consejo de Seguridad cuencia del cable que le habı́a precedido: “La araña
y Young añadió que, además de ser incapaz de re- se tragó la mosca”, y ambos entregaron directamen-
chazar una invitación, “no puedo vaticinar quién se te el documento a Begin, que Hofi leyó durante el
encontrará en la casa”. El 25 de julio de 1979 se trayecto. Dinure permaneció en Israel únicamente
recibı́a en el Mossad un cable procedente de Nueva seis horas y regresó con una copia del escrito que
York, redactado en los siguientes términos: “El em- debı́a confiar al embajador de Israel en la ONU,
bajador de Estados Unidos en la ONU se reúne con Yehuda Blum, de origen checoslovaco y experto en
el representante de la OLP en dicho organismo.” legislación internacional. Hofi no deseaba que tras-
En el cable figuraba la anotación: “Urgente. Tigre. cendieran noticias de aquella reunión a los medios
Negro”, que significaba que aquel mensaje debı́a ser informativos y, en especial, tampoco querı́a estro-
visto únicamente por el primer ministro y algunos pear el proyecto de Nueva York. Alegaba que Begin
de sus oficiales de estado mayor, probablemente no podı́a conseguir mucho más acudiendo a la adminis-
más de cinco personas en total. El documento fue tración y tratando con ellos, el mismo acercamiento
entregado en clave en las oficinas del jefe del Mos- que ellos habı́an efectuado tras la reunión de Milton
sad, Yitzhak Hofi, quien transmitió personalmente Wolf con la OLP en Viena. Dijo que no constituirı́a
el mensaje descifrado a Begin. Los veteranos israe- una buena polı́tica en Estados Unidos perjudicar a
lı́es se horrorizaron al enterarse de que Young iba Young, que era muy popular entre los negros, y que,
a reunirse con Terzi. El mensaje también facilitaba de todos modos, podı́an obtener más concesiones de
otras fuentes de información, consistentes en gra- los americanos moviéndose entre bastidores. Pero a
baciones de la lı́nea privada de Bishara con sus ofi- Begin no le interesaba la diplomacia: querı́a sangre.
cinas en la ONU, en que se demostraba que habı́a —Deseo que se sepa —dijo. Convinieron en que no
invitado a Young a su casa y que él habı́a aceptado. era cuestión de dar a conocer toda la información,
197 / 250 Entonces se suscitó la cuestión de si debı́a corriendo por consiguiente el peligro de descubrir su
evitarse la reunión o dejar que se produjera. Esta fuente, y por ello se informó simplemente a la revis-
última alternativa demostrarı́a que los temores is- ta Newsweek que Young y Terzi se habı́an reunido.
raelı́es eran fundados, pues se habı́a producido un Ello, como es natural, provocó una consulta al De-
giro en la actitud de Estados Unidos hacia su paı́s partamento de Estado y se pidieron explicaciones
y contribuirı́a a demostrar a los amigos america- a Young. Su primera versión fue que habı́a salido
nos que desempeñaban altos cargos en el paı́s que a dar un paseo con su hijito y que decidió dete-
en aquella administración particular existı́a tal pe- nerse en casa de Bishara, donde sorprendentemente
ligro, provocando por consiguiente un cambio a su se encontró con Terzi. Añadió que ambos estuvie-
favor. Y evidenciarı́a que todo aquel proceso po- ron entretenidos durante “quince o veinte minutos
nı́a en peligro la seguridad israelı́. Por añadidura, con formalidades sociales” y nada más. El secre-
de aquel modo conseguirı́an librarse de Young, que tario Vance, a su regreso de Ecuador, recibió un
demostraba ser una gran amenaza por su aproxi- cable con la explicación de Young. Tranquilizado
mación liberal y su actitud positiva hacia la OLP, al ver que se trataba simplemente de un encuentro
tan inadecuada para las necesidades israelı́es. El 26 fortuito, Vance 198 / 250 autorizó al portavoz del
de julio Young, acompañado de Andrew, su hijo de Departamento de Estado, Tom Retson, para que
seis años, llegaba a casa de Bishara en la plaza de diera a conocer la versión de Young a mediodı́a del
Beekman y los micrófonos de Al recogieron todas lunes 13 de agosto. Una vez parecı́an haberse disi-
las conversaciones que allı́ se celebraron. Young fue pado las dudas, el Mossad se las ingenió para que
saludado por Bishara y el embajador sirio. Al ca- llegasen a Young ciertos rumores en el sentido de
bo de cinco minutos llegaba Terzi, y mientras el que si creı́a que Israel iba a conformarse con ello
niño jugaba solo durante otros quince minutos, los estaba muy equivocado. Preocupado, Young solici-
tres diplomáticos estuvieron charlando y parecieron tó y obtuvo una entrevista con Yehuda Blum que
convenir que la reunión del Consejo de Seguridad duró dos horas. Ignoraba que su interlocutor estaba
debı́a ser aplazada desde el 27 de julio al 23 de al corriente de todas las conversaciones que habı́a
agosto (como ası́ fue). Young y su hijo se fueron in- sostenido con Bishara y Terzi durante la reunión

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

y por ello Blum consiguió hacerle admitir mucho estaba hecho. Young habı́a sido anulado y trans-
más de lo que habı́a informado oficialmente. En pri- currirı́a mucho tiempo antes de que ningún ameri-
mer lugar, Blum no estaba demasiado entusiasma- cano intentara volver a negociar con la OLP. Por
do con Young y en la mayorı́a de sus informes no consiguiente, a través de su extensa red de activi-
dispensaba a éste grandes elogios. Pero como era dades clandestinas, Al habı́a conseguido dar fin a
un diplomático experto, poseı́a la transcripción y la 199 / 250 carrera de uno de los más ı́ntimos ami-
sabı́a exactamente lo que habı́a sucedido, estuvo en gos de Carter... pero al que Israel no consideraba
condiciones de sonsacarle. Ello representaba poder su amigo. Al cabo de unos dı́as de que la historia
utilizar a Young como fuente, por lo que no ten- apareciese en los titulares de los periódicos, Ury Di-
drı́an que exponerse a descubrir que ya estaban al nure manifestó que el ambiente estaba demasiado
corriente de todo. Young, que aún creı́a que la prin- enrarecido para seguir allı́ y solicitó el traslado. Se
cipal intención de Israel era conseguir que las ne- clausuraron todos los pisos francos del Mossad y la
gociaciones siguieran adelante, ignoraba que estaba operación de Nueva York se trasladó a otros apar-
siendo manipulado. Tras la reunión con Blum y el tamentos. El Instituto estaba convencido de que se
reconocimiento de los hechos por parte de Young, emprenderı́an medidas contra ellos, pero nada su-
Begin hizo comparecer a su presencia al embajador cedió. Era como escuchar el silbido de una bomba
de Estados Unidos en Israel y le expuso una que- cuando está cayendo: uno permanece sentado espe-
ja formal que fue transmitida al embajador casi al rando a que estalle, a que todo se desplome, pero al
mismo tiempo que a los medios informativos para final no sucede nada. No obstante la principal se-
asegurarse de que la noticia no se perdı́a entre la cuela de esta aventura no tardarı́a en convertirse en
confusión reinante. Hacia las siete de la mañana del uno de los más desagradables capı́tulos de las rela-
14 de agosto, en el escritorio de Vance, en Washing- ciones entre judı́os y negros en Estados Unidos. Los
ton, se encontraba un cable urgente procedente de lı́deres negros americanos se sintieron abrumados
la embajada americana en Israel en que se esboza- ante la marcha de Young. El alcalde Richard Hat-
ba lo que los israelı́es pretendı́an que Young habı́a cher, de Gary, en Indiana, declaró a la revista Time
explicado al Departamento de Estado y que diferı́a que habı́a sido una “dimisión forzada” que represen-
considerablemente de lo que ellos, a su vez, habı́an taba “un insulto para la gente de color”. Benjamı́n
comunicado el dı́a anterior a los medios informa- Hooks, director ejecutivo de la Asociación Nacional
tivos. Vance fue a la Casa Blanca y dijo a Carter para el Progreso de la Gente de Color (ANPGC),
que Young debı́a dimitir. Carter accedió provisio- declaró que Young habı́a sido “una vı́ctima propi-
nalmente, aunque alegando que deseaba“pensárselo ciatoria de circunstancias para él incontrolables”.
aquella noche”. Young se presentó en la residencia Añadió que Young “deberı́a haber recibido una me-
familiar de la Casa Blanca a las diez de la mañana dalla de la presidencia” por tan brillante lance di-
del dı́a siguiente, 15 de agosto de 1979, llevando su plomático en lugar de perder su cargo por tal causa.
carta de dimisión. Tras una sesión de noventa mi- El reverendo Jesse Jackson, más tarde candidato
nutos salió un rato y luego volvió a reunirse con el a la presidencia de Estados Unidos, dijo: —Existe
presidente y ambos fueron a la oficina de Hamilton una gran tensión en el paı́s en torno a esta dimi-
Jordán, donde se habı́an reunido los altos cargos sión forzada. Y describió las relaciones entre negros
de la Casa Blanca. Carter le pasó el brazo por los y judı́os como “más tensas que nunca desde hacı́a
hombros mientras Young comunicaba a sus amigos veinticinco años”. El propio Young aseguró que no
que habı́a dimitido. Dos horas después el secretario se producirı́a polarización entre dirigentes judı́os y
de Prensa Jody Powell, esforzándose por guardar negros, pero predijo que habrı́a “algo similar a un
la compostura, anunciaba la lamentable dimisión enfrentamiento de amigos”. Añadió que la actitud
de Young. Cuando Strauss, enviado de paz de Es- consecuente de la comunidad negra hacia Oriente
tados Unidos, se hallaba a bordo del avión que le Medio no deberı́a “considerarse en modo alguno an-
conducı́a a Oriente Medio comentó: —Este asun- tisemita. Acaso sea pro palestina en cierto modo, a
to de Young... refuerza las sospechas infundadas de diferencia de antes, en cuyo caso la comunidad ju-
que Estados Unidos está tratando solapadamente dı́a tendrá la responsabilidad de encontrar un modo
con la OLP. Más tarde Young tratarı́a de defender de aludir a ello sin mostrar su antagonismo”. Otros
sus actos diciendo: —Yo no mentı́: simplemente de- dirigentes negros deseaban saber por qué Young ha-
jé de confesar la verdad. Inicié mi observación [al bı́a sido cesado por entrevistarse con la OLP, mien-
Departamento de Estado] diciendo: “Voy a dar a tras que el embajador norteamericano Wolf, nota-
ustedes la versión oficial”, y les di una versión ofi- ble lı́der judı́o, no lo era pese a haber celebrado
cial, por lo que no engañé a nadie. Pero el mal ya diversas conversaciones con la OLP. La principal

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VICTOR OSTROVSKY

diferencia, naturalmente, radicaba en que Wolf no pos terroristas dedicados al exterminio de Israel. El
habı́a sido descubierto tratando de ocultarlas. Sin movimiento de derechos civiles de los negros na-
duda que el principal favorecido en este juego de da tiene en común con facciones que comprometen
intrigas pareció ser la OLP, no Israel, puesto que sus pretensiones a la legitimidad por el asesinato a
las organizaciones negras de Estados Unidos acu- sangre frı́a de civiles inocentes y niños. Jackson, que
dieron cada vez más en apoyo de Young, y la causa aludı́a a la OLP como a “un gobierno en el exilio”,
de la OLP, hasta entonces ampliamente ignorada se reunió con Jordán en Chicago y posteriormente
por los medios de comunicación, comenzó a disfru- éste explicó: —Acordamos discrepar sin mostrarnos
tar repentinamente de una atención más propicia. desagradables. No sucedió lo mismo con Moshe Da-
A fines de agosto, el reverendo Joseph Lowery, pre- yan. En octubre de 1979, cansado de la polı́tica de
sidente de la Conferencia de Lı́deres Cristianos del lı́nea dura de Begin en su trato con los palestinos,
Sur, se puso al frente de una nueva delegación que Dayan dimitió —precisamente en plena reunión del
fue a Nueva York para transmitir a Terzi su incon- gabinete un domingo por la mañana—, dejando que
dicional apoyo en pro de los “derechos humanos de aquél se hiciera cargo personalmente del Ministerio
los palestinos, comprendido el derecho a la auto- de Asuntos Exteriores. En entrevista posterior con
determinación de su patria”. Al dı́a siguiente, en Dean Fischer, jefe de la agencia de Time en Jerusa-
su reunión con el embajador Blum, el grupo mani- lén, y David Halevy, corresponsal, Dayan manifes-
festó: “No nos 200 / 250 disculpamos por nuestro tó: —Los palestinos desean la paz y están dispues-
apoyo a los derechos humanos palestinos, al igual tos a cualquier clase de acuerdo. Estoy convencido
que no nos disculpamos ante la OLP por el conti- de que podrı́a conseguirse. Tal vez sea ası́, pero él
nuo apoyo que siempre hemos dado al Estado de no vivirı́a para verlo. Toda esta cuestión dio paso a
Israel.” Se dice que Blum respondió: —Es ridı́culo otras operaciones en las que se recogió información
compararnos con la OLP: serı́a como parangonar de senadores y congresistas, porque casi parecı́a que
a unos criminales con las fuerzas del orden. Una se habı́a recibido aprobación para ello. Sin duda que
semana más tarde, un grupo de doscientos lı́deres debı́an de tener alguna idea sobre las implicaciones
negros americanos se reunı́a en el cuartel general de del Mossad, pero nada sucedió: no se dijo nada. En
la ANPGC en Nueva York y declaraban: —Algunas el juego de la inteligencia, cuando se ve actuar a al-
organizaciones de intelectuales judı́os que anterior- guien se 201 / 250 desvı́a la mirada, incitándole ası́
mente se habı́an identificado con las aspiraciones a intentar algo más audaz hasta que uno se vea obli-
de los negros americanos... se han disculpado por el gado a golpearle en la mano o en la cabeza, donde
estatus quo racial... los judı́os deben mostrar ahora primero se alcance. Al debı́a de haber recogido las
más sensibilidad y estar preparados para celebrar grabaciones de las distintas casas, obteniendo datos
más consultas antes de tomar posiciones contrarias del Senado y el Congreso, realizando acercamien-
a los intereses de la comunidad negra. Un grupo tos, mezclándose, reclutando, obteniendo copias de
de once organizaciones judı́as respondieron: “Con documentos, abriendo la misteriosa valija diplomá-
pesar e irritación tomamos nota de estas declara- tica; en resumen, efectuando todas las operaciones
ciones. No podemos colaborar con aquellos que re- generales de una base. Sus katsas asistı́an a fiestas
curren a verdades a medias, mentiras e intolerancia en Washington y Nueva York: todos dirigı́an sus
de cualquier modo o de cualquier origen... No po- negocios. Uno de ellos controlaba un servicio de es-
demos colaborar con quienes cederı́an al chantaje coltas que aún existe. El Mossad ni siquiera admite
árabe.” Jesse Jackson aparecı́a en la revista Time la presencia de Al dentro del Instituto. Se dice que
de 8 de octubre abrazando a Yasser Arafat, en parte la inteligencia israelı́ no opera en Estados Unidos,
como una misión para la que se habı́a autodesigna- pero la mayorı́a de miembros del Mossad conoce la
do cuando Begin se negó a reunirse con él por las existencia de Al, aunque ignora exactamente cuá-
simpatı́as que demostraba hacia la OLP. Jackson les son sus actividades. Lo más sorprendente es que,
calificó la negativa de “un rechazo a los negros de cuando LAKAM se destapó en el caso Pollard, la
América, a su apoyo y a su dinero”. Durante el mis- gente del Mossad aseguró: —Nosotros no trabaja-
mo viaje de Jackson, Lowery acompañó a Arafat en mos en Estados Unidos. Lo que tan sólo demuestra
un coro cantando “Venceremos”. A fines de aquel que no siempre puede uno fiarse de las palabras
mes Vernon E. Jordán hijo, jefe de la Liga Nacio- de un espı́a. 202 / 250 15. OPERACIÓN MOISÉS
nal Urbana, intentó serenar las agitadas aguas en Allı́ estaban todos: los diplomáticos extranjeros que
un discurso que pronunció en Kansas City en estos huı́an del agobiante calor de Jartum; los turistas
términos: —Las relaciones negro-judı́as no deberı́an procedentes del otro extremo de Europa deseosos
ponerse en peligro por precipitados flirteos con gru- de aprender técnicas submarinas en el mar Rojo

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

o disfrutar de visitas acompañadas por el desierto los convertı́a en los habitantes de la bı́blica tierra de
nubio, y los oficiales sudaneses que descansaban en Havileh, la actual penı́nsula del sur de Arabia. Los
el nuevo centro turı́stico construido a ciento veinte falachas creen en la Tora, las escrituras básicas ju-
kilómetros al norte de Port Sudan. ¿Cómo podı́an dı́as, se someten a circuncisión y observan el sabbat
saber que se trataba de un frente del Mossad? Lo y las leyes dietéticas. Irónicamente una de las cla-
cierto es que aquella mañana de comienzos de enero ves de las conclusiones rabı́nicas fue que eran real-
de 1985, cuando los cincuenta y tantos clientes des- mente judı́os porque no celebran el Hanuká, fiesta
pertaron y descubrieron que el personal habı́a des- instituida en 165 A.C. por Judas Macabeo en me-
aparecido —salvo algunos indı́genas que se queda- moria de la reconciliación del Templo después de
ron a servirles el desayuno—, todavı́a ignoraban lo su profanación por Antı́oco Epifanes. Pero esto no
que habı́a sucedido. Aún hoy son pocos los entera- formaba parte de 203 / 250 la historia de los fala-
dos. Por lo que se refiere a los auténticos turistas, chas porque habı́an abandonado Israel mucho an-
los propietarios europeos del centro habı́an quebra- tes, con la reina de Saba, durante el reinado de Sa-
do, según pretendı́an las notas que habı́an dejado, lomón. Como resultado de los descubrimientos del
aunque se les aseguraba una completa indemniza- Gran Consejo Rabı́nico, un comité gubernamental
ción (que realmente consiguieron). El personal, ya decidió que aquellos etı́opes estaban comprendidos
fuesen empleados del Mossad o miembros de la ma- en el Decreto de Retorno de Israel, que automáti-
rina israelı́, habı́a desaparecido sigilosamente por camente permite a todos los judı́os convertirse en
la noche, unos en barco, otros por aire, dejando ali- ciudadanos en el momento en que llegan a vivir al
mentos en abundancia junto con cuatro camiones paı́s. En 1977, cuando Menahem Begin se convirtió
que devolverı́an a los turistas a Port Sudan. Pero en primer ministro, prometió ayudar a los falachas
lo que sucedió en ese campamento fue uno de los a ir a la tierra prometida. Mengitsu Haile Marian,
más importantes casos de fuga en masa de la his- dirigente etı́ope que se habı́a enfrentado a una san-
toria, un caso tan sólo parcialmente conocido en el grienta guerra civil a comienzos de 1970, amenazó
mundo como Operación Moisés: el rescate de miles con graves castigos a cualquiera que intentase es-
de judı́os etı́opes, o falachas, desde una Etiopı́a des- capar, por lo que Begin elaboró un plan de tráfico
trozada por la guerra y asolada por la sequı́a hasta secreto de armas con aquel paı́s, a cambio de las
Israel. Muchas historias e incluso libros han ilus- misiones encubiertas que emprenderı́an en Etiopı́a
trado el audaz y secreto transporte aéreo efectuado y Sudán para rescatar a los falachas. Sólo ciento
por los israelı́es de los falachas sudaneses refugia- veintidós judı́os negros habı́an escapado de Addis
dos en campamentos de Sudán y Etiopı́a. Para tal Abeba cuando el 6 de febrero de 1978 el ministro
fin utilizaron un Boeing 707, un vuelo chárter de la de Asuntos Exteriores Moshe Dayan informó a un
TransEuropean Airways belga, trasladándolos por reportero radiofónico en Zurich de que Israel esta-
una ruta tortuosa desde Jartum o Addis Abeba a ba vendiendo armas a Etiopı́a. Marian, que habı́a
través de Atenas, Bruselas, Roma o Basilea hasta exigido que el trato se mantuviera en secreto, lo
Tel-Aviv. Según las historias que circularon —todas canceló inmediatamente. En 1979, cuando Begin y
ellas facilitadas por los especialistas en desinforma- Anwar al-Sadat suscribieron los acuerdos de Camp
ción del Mossad—, fueron rescatados doce mil ju- David, Begin convenció a Sadat de que pidiera a
dı́os negros etı́opes en aquella rápida y espectacular Jaafar al-Nemery que permitiese a los falachas salir
operación. En realidad los rescatados fueron unos de los campos de refugiados de Sudán e ir a Is-
dieciocho mil, de los que únicamente cinco mil lo rael. Durante años sucesivos, algunos de ellos, tal
hicieron por el públicamente famoso chárter belga: vez unos cuatro mil, lo consiguieron, aunque tam-
los restantes fueron evacuados a través del “centro bién ese plan fracasó cuando Sadat fue asesinado
turı́stico” del mar Rojo. A comienzos de siglo habı́a en 1981 y al-Nemery se convirtió al fundamentalis-
varios centenares de miles de falachas en Etiopı́a, mo islámico. Sin embargo, hacia 1984 la situación
pero hacia 1980 su número se habı́a quedado redu- se habı́a vuelto crı́tica. Los falachas, que junto con
cido a un máximo de veinticinco mil, que estaban otras legiones de etı́opes sufrı́an horribles sequı́as
desperdigados principalmente por la lejana provin- y hambre, comenzaron a ir en tropel a Sudán en
cia de Gondar, al noroeste del paı́s. Durante dos busca de alimentos. En septiembre de 1984, cuan-
siglos los falachas habı́an suspirado por la tierra do el entonces viceprimer ministro en funciones de
prometida, pero hasta 1972 no fueron oficialmente Israel Yitzhak Shamir se reunió con el secretario
reconocidos como judı́os por Israel. El gran rabino de Estado norteamericano George Schultz en Wa-
sefardita Ovadis Yosef decretó que los falachas pro- shington, pidió a los americanos que utilizaran su
cedı́an “indudablemente de la tribu de Dan”, lo que ascendiente con Egipto y Arabia Saudı́ para con-

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VICTOR OSTROVSKY

vencer a al-Nemery de que autorizase una operación Liga Árabe y los periódicos de muchos paı́ses ára-
de rescate con el pretexto de la operación de Ayuda bes condenaron a Sudán por cooperar con Israel.
Internacional de Alimentos. A Sudán, que ya tenı́a Por su parte, el gobierno sudanés negó haber in-
problemas con la sequı́a y la guerra civil que se tervenido en modo alguno en la expedición aérea,
libraba en el sur, no pareció disgustarle la perspec- y Hasehm Osman, ministro de Asuntos Exteriores,
tiva de contar con algunas miles de bocas menos visitó a diplomáticos árabes, africanos y asiáticos,
que alimentar. Pero de nuevo los oficiales etı́opes acusando a Etiopı́a de “cerrar los ojos” al éxodo de
y sudaneses exigieron absoluto secreto. Y realmen- los falachas a cambio del dinero y las armas que
te, entre noviembre de 1984 y enero de 1985, la recibı́a de Israel. Goshu Wolde, su homólogo etı́o-
operación fue secreta. Durante la primera semana pe, repuso que Sudán habı́a estado sobornando a
de enero de 1985 George Bush, entonces vicepre- “gran número de judı́os etı́opes para que huyesen
sidente de Estados Unidos y que contaba con la del paı́s”. El Al raı́ al A’am kuwaitı́, en un edito-
aprobación de al-Nemery, envió un avión Hércules rial redactado en términos muy enérgicos, denun-
estadounidense a Jartum, donde recogió a quinien- ciaba: “El contrabando de judı́os etı́opes por Sudán
tos falachas que condujo directamente a Israel. Esa no puede considerarse un hecho pasajero sino como
parte de la operación serı́a ampliamente divulgada una nueva derrota infligida a la nación árabe.” Ima-
posteriormente en libros y noticias aparecidas en los gı́nense cuan trastornados se habrı́an sentido si hu-
periódicos. Muchos se enteraron de ello, comprendi- biesen estado al corriente de todo. Por el tiempo en
dos los americanos, británicos, egipcios, sudaneses que tuvo lugar la operación, el primer ministro Shi-
y los propios etı́opes, ası́ como numerosos oficiales mon Peres declaró públicamente: —No descansare-
de las lı́neas aéreas europeas. Pero todos lo mantu- mos hasta que todos nuestros hermanos y hermanas
vieron en secreto hasta que Yehuda Dominitz, un de Etiopı́a estén sanos y salvos en la patria. En la
oficial veterano de la United Jewish Agency, infor- primavera de 1984, cuando empeoraba la situación
mó a un periodista de Nekuda, un pequeño periódi- de los falachas que se morı́an de hambre, Peres se
co de los colonos judı́os de la Orilla Occidental, de preparó para hacer realidad sus sueños. Mientras se
que se hallaba en curso la operación rescate. Y de celebraban conversaciones con otros gobiernos pa-
ese modo concluyó no sólo la 204 / 250 maniobra ra efectuar un transporte aéreo a través del enlace
a que se referı́a sino también la secreta organizada de Bruselas, Peres visitó a Admony, entonces je-
por el Mossad en las playas del mar Rojo. Como fe del Mossad, nombre clave “ROM”, a fin de que
suele suceder en estos casos, la cofradı́a periodı́sti- ideara algún plan para rescatar a más falachas. Ad-
ca de Israel estuvo constantemente al corriente de mony, reconociendo la urgencia de la situación, ob-
lo sucedido o, por lo menos, de cuanto el Mossad y tuvo autorización de Peres para utilizar recursos
el gabinete del primer ministro desearon informar- ajenos al Mossad si lo creı́a necesario, fuesen civiles
les, pero acordaron silenciar la historia hasta que o militares. Después de aquella reunión, visitó a Da-
los autorizasen a imprimirla. Existe un comité de vid Arbel, entonces jefe del Tsafririm, que significa
editores llamado Vaadat Orchim que reúne a todos “brisa matinal”, departamento cuya única finalidad
los medios de comunicación más importantes de Is- consiste en salvar judı́os doquiera que estén ame-
rael y se reúne regularmente con los funcionarios nazados. Arbel, como hemos visto, se habı́a hecho
del gobierno para mantenerlos al corriente de los tristemente famoso en el desastre de Lillehammer.
acontecimientos generales. La televisión israelı́ está 205 / 250 El departamento de Arbel era responsa-
asimismo vigilada por el gobierno, al igual que todo, ble de organizar grupos de defensa judı́os, llamados
salvo una emisora de radio pirata, por lo que nunca “estructuras” o misgerot, por todo el mundo, com-
constituye un problema controlar la radiodifusión. prendiendo a la sazón algunas partes de Estados
Los periodistas se abastecen de esas historias ofi- Unidos donde el antisemitismo se consideraba una
cialmente vetadas, lo que los hace sentirse como si amenaza. La gente dotada de habilidades especia-
formasen parte del gobierno. Incluso pueden salir les, como los doctores, suelen estar en reserva y ser
acompañando alguna misión, en el bien entendido convocados durante breves perı́odos para colabo-
de que dispondrán de todos los datos necesarios, rar en tales estructuras. Normalmente los jefes de
cuando convenga a los intereses de Israel divulgar la base para las estructuras de diversos paı́ses son
la historia. Algunos opinan que esto es preferible empleados retirados del Mossad. Esta tarea suele
a la censura (aunque Israel también la practica). ser considerada como una especie de gratificación a
Una vez se divulgaron las noticias de la operación los fieles servicios prestados, un tshupar, que se ba-
secreta, la reacción de Arabia Saudı́ fue inmediata sa en la idea de que si hemos conseguido toda esa
y previsible. Libia solicitó una sesión especial de la experiencia, ¿por qué desaprovecharla? La princi-

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

pal función consiste en ayudar a los dirigentes de cargo del proyecto secreto Moisés, con la orden de
las comunidades judı́as del exterior de Israel a es- elaborar cuanto antes un plan de operaciones. 206
tablecer planes para su propia seguridad. Parte de / 250 Al cabo de tres dı́as Eliaze reunı́a a su equipo
ello se realiza a través de los hets vakeshet, o “arcos para una sesión prolongada e intensı́sima en sus ofi-
y flechas”, brigadas juveniles israelı́es paramilitares. cinas fuera del edificio donde se hallaba el cuartel
Mientras todos los jóvenes israelı́es de ambos sexos principal del Mossad, la avenida de Ibn Gabirol, en
pertenecen a este eduday noar ivry, o “batallón de el piso superior de la embajada sudafricana en Tel-
la juventud hebrea”, los jóvenes de otros paı́ses sue- Aviv. Ante las paredes cubiertas con mapas detalla-
len ser admitidos para pasar los veranos instruyén- dos y en relieve y teniendo a la vista la información
dose sobre seguridad, ejercitándose en habilidades que habı́an recogido de Sudán, cada uno de ellos
como el uso de un rifle de francotirador o un Uzi fue exponiendo su punto de vista de la situación
de asalto. Otros aprenden niveles más elevados de y el mejor modo que consideraban de abordarla.
seguridad, tales como preparar un escondrijo pa- Los falachas se hallaban situados en su mayorı́a en
ra camuflar armas o documentos, cómo y cuándo campamentos de las zonas de Kassala y Alatarch,
efectuar controles de seguridad y los rudimentos de al oeste de Jartum, hacia las fronteras de Etiopı́a.
la investigación y el servicio secreto. Los gobiernos En ningún caso podrı́an contar con los rebeldes su-
únicamente aprueban el uso de estructuras para su daneses del sur, que combatı́an contra el gobierno
autoprotección, aunque todos los oficiales del Mos- central desde hacı́a años. Durante una de las sesio-
sad saben cómo utilizarlas. Por ello Yitzhak Shamir nes, uno de los hombres que estudiaba el mapa de
las conocı́a, mas Peres, aunque fuese primer minis- la zona dijo que recordaba un incidente ocurrido en
tro, como nunca habı́a pertenecido a la organiza- las proximidades de Magna, en el extremo noroeste
ción, no estaba al corriente de su existencia. Israel del mar Rojo, en que un buque portamisiles israelı́
no vende directamente armas a tales entidades ex- que regresaba por el canal de Suez habı́a tropeza-
tranjeras, pero sı́ las facilita indirectamente, en un do con problemas técnicos en su radar cuando el
acuerdo secreto con traficantes conocidos de armas. girocompás se encalló y desvió accidentalmente al
El Mossad no considera que tales organismos cap- buque de su camino. La nave arribó a una playa de
ten información, aunque los jefes de la base saben Arabia Saudı́ a altas horas de la noche, y estuvo a
por experiencia que el camino más directo para ser punto de provocar un incidente internacional. Mi-
elogiados es facilitando datos útiles. Muchos jóve- lagrosamente la nave, con una velocidad de cruce-
nes entrenados en los campamentos de verano de ro muy superior a los treinta nudos, encalló en un
Israel se convierten después en sayanim, lo que sin hueco formado entre los arrecifes coralı́neos antes
duda proporciona una importante reserva de cola- de llegar a la playa. Al cabo de unas horas, res-
boradores voluntarios, bien entrenados, que no se pondiendo a los informes emitidos por radio desde
arredran ante las consignas y que ya han demos- el barco, fueron enviados comandos de la marina
trado su habilidad para asumir riesgos. Con excep- israelı́ para que se hicieran cargo de la situación.
ción de Canadá y Estados Unidos, las comunidades Todos los documentos se retiraron, la tripulación
judı́as exteriores de Israel cuentan con estructuras embarcó en otro navio y los comandos instalaron
entrenadas y armadas, dispuestas a defenderse lle- una avanzada en la playa para defender su posición
gado el caso. Sin embargo, para esta operación en si era necesario. Al despuntar el alba se observó el
especial el Mossad tuvo que reclutar colaboradores. singular espectáculo de un buque israelı́ custodiado
Tras su encuentre con Admony, Arbel reunió a sus por comandos varado en medio de una playa saudı́.
oficiales veteranos en el departamento de Tsafririm. Puesto que ambos paı́ses no mantenı́an relaciones,
—Deseo conseguir un Entebbe —dijo—. Quiero que los oficiales israelı́es pidieron a los americanos que
mi nombre pase a la historia. Arbel explicó a sus explicasen a los saudı́es que no se trataba de una
oficiales sus propósitos de que saliera cuanto an- invasión sino tan sólo de un accidente, advirtiéndo-
tes el mayor número posible de falachas del Sudán. les al mismo tiempo que darı́an muerte a cualquie-
—Todos ellos. Y a continuación les pidió que pen- ra que se aproximase al barco. Normalmente no se
saran cómo podrı́an conseguirlo. El departamento hubiera encontrado nadie presente en varios cente-
de Arbel solı́a trabajar con un presupuesto muy nares de kilómetros a la redonda en aquel remoto
reducido, pero en aquella ocasión era evidente que punto del desierto, pero sucedió que una tribu be-
conseguirı́an todo cuanto precisasen. Hayem Eliaze, duina estaba celebrando algún acontecimiento a un
que dirigı́a la división especializada en operaciones kilómetro y medio de distancia aunque, por fortu-
clandestinas para rescatar a los judı́os del otro la- na, no llegaron a aproximarse. Los saudı́es enviaron
do de las lı́neas enemigas, asumió directamente el a algunos observadores y se llegó al acuerdo de que,

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si los comandos abandonaban sus fortificaciones en Tsafririm volaba a Jartum y a continuación a Port
la playa, ellos permitirı́an a los israelı́es conducir Sudan y desde allı́ se dirigı́a en coche a la playa
su nave a alta mar. En principio se proponı́an vo- para reunirse con el individuo que dirigı́a el peque-
lar el barco, pero la marina se negó a ello (varios ño club de submarinismo. Quiso la suerte que éste
de esos buques portamisiles fueron finalmente ce- ya estuviera cansado de permanecer en aquel lugar
didos a la marina de Sudáfrica, que aún los sigue y, tras considerables regateos, accedieron a enviar-
utilizando). En lugar de ello, hicieron llegar un he- lo a Panamá (donde todavı́a lleva la existencia de
licóptero con suministro de styrofoam, lı́quido con un clásico holgazán de playa) y su club pasó in-
el que rociaron todo el casco de la nave, engancha- mediatamente a poder de un nuevo propietario. El
ron un cable en la proa a otros dos buques y lo Mossad comenzaba a considerar aquella operación
arrastraron de la playa, remolcándolo durante todo como otra “Alfombra Mágica” (un famoso rescate
el trayecto hasta el puerto de Eilat. Como suele su- llevado a cabo a comienzos de 1950 de judı́os de
ceder en sesiones tan intensas, el recuerdo de tales Yemen que habı́an llegado a Israel en un avión Hér-
anécdotas suele inspirar otras ideas. En el curso de cules). Habı́an decidido utilizar el mismo aparato
la narración alguien dijo: —Aguarda un momento, para enviar a los falachas, pero el campamento de
actualmente hemos pasado muy próximos a las cos- turistas tendrı́a que ser drásticamente ampliado co-
tas de Sudán. Podrı́amos acercarnos muchı́simo a la mo tapadera de la operación. Entretanto, Gil habı́a
costa con nuestros buques. ¿Por qué no recoger con conseguido registrar la nueva empresa y estaba or-
ellos a los falachas? 207 / 250 —¿Qué te propones? ganizando auténticas giras por Europa para atraer
¿Poner un letrero que diga “Base de operaciones turistas a la zona. Seguidamente descubrieron un
del Mossad. No entren, por favor”? —bromeó otro buque hundido a unos cien metros de la playa y a
de los presentes. —No —repuso el hombre—. Ins- unos veinte metros de profundidad: un lugar perfec-
talemos un club de submarinismo. El mar Rojo es to para practicar un submarinismo poco profundo
muy propicio para la práctica de tal deporte. En un y que constituirı́a una excelente atracción turı́stica.
principio el grupo descartó la idea, pero a medida Se inició una campaña de reclutamiento de traba-
que transcurrı́a el tiempo y surgı́an y se desechaban jadores entre los aldeanos de la localidad al tiempo
otras ideas, la propuesta de instalar una escuela y que los oficiales del Tsafririm contrataban discre-
un club de submarinismo fue adquiriendo consis- tamente en Tel-Aviv a cocineros, instructores de
tencia. Conocı́an a un individuo de aquellas playas submarinismo y otros especialistas necesarios pa-
que tenı́a en funcionamiento una especie de club ra poner en funcionamiento el centro. Necesitaban
de tales caracterı́sticas. Aunque pasaba más tiem- gente que hablase francés o inglés. No obstante, el
po practicando submarinismo y holgazaneando que dominio del árabe era una ventaja porque permi-
enseñando o alquilando su equipo, por lo menos re- tirı́a comprender las conversaciones que sostuvie-
presentaba una presencia ya establecida allı́. Pla- ran los oficiales y diplomáticos árabes que pudiesen
neándolo adecuadamente y consiguiendo la apro- alojarse en calidad de clientes. 208 / 250 Los reclu-
bación necesaria de Jartum, aquél podrı́a llegar a tamientos se efectuaban entre personas que habı́an
convertirse en un centro de recreo completo. Yehu- estado relacionadas en anteriores operaciones con
da Gil, que se expresaba perfectamente en árabe y el Tsafririm, y recurrieron asimismo al servicio se-
era un katsa muy experto, fue enviado a Jartum si- creto de la marina para conseguir los especialistas
mulando ser representante de una empresa turı́stica necesarios, que actuarı́an como instructores de los
belga que deseaba promocionar el submarinismo en turistas. Para poner el centro de recreo en marcha
el mar Rojo y las excursiones turı́sticas por el de- se reunió un equipo de unos treinta y cinco israelı́es.
sierto de Sudán. Normalmente los katsas no acuden Todos ellos tenı́an la documentación necesaria, pero
a los paı́ses árabes por la cantidad de conocimientos como el factor tiempo era crucial, organizaron toda
que poseen y el peligro que representa que pudie- la operación por equipos. En cuanto a los obreros
ran ser obligados a compartirlos con el enemigo en locales de la construcción, contaban con cuatro gru-
el caso de ser capturados. Pero dado el apremio de pos que se turnaban cada cuatro dı́as. Entretanto,
la situación, en aquella ocasión se decidió asumir acudı́a por las noches un equipo de israelı́es para
tal riesgo. La misión de Gil consistı́a en obtener los acelerar la construcción. Sin embargo, por causa de
permisos necesarios, lo que suponı́a sobornar a va- los cambios de turno, nadie recelaba a su regreso
rios oficiales y acelerar los planes de turismo de la al encontrarse concluida alguna parte del edificio.
empresa que representaba. Alquiló una casa en el En cuanto a los obreros israelı́es, también se cam-
sector norte más selecto de Jartum e inició sus ac- biaban regularmente. En lugar de seguir el proceso
tividades. Por el mismo tiempo otro miembro del de conseguir credenciales para cada uno, prepara-

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

ban simplemente documentos en los que figuraban de libras sudanesas en abril de 1986 por su parti-
ciertos nombres que cada nuevo equipo exhibı́a pa- cipación en la huida de los falachas. Durante aquel
ra demostrar que eran ellos quienes respondı́an de perı́odo llegó al cuartel general del Mossad la noti-
la situación. Únicamente obtuvieron permiso para cia de que un oficial sudanés querı́a una bicicleta de
llevar tres vehı́culos: un Land Rover y dos camiones diez marchas para contribuir a acelerar la gestión de
descubiertos, pero en realidad contaban con nueve los documentos de los falachas. Como las cosas no
camiones. Se limitaron a duplicar las placas de ma- suelen ser lo que parecen en ese género de negocios,
trı́cula y los registros y ocultaron los vehı́culos adi- en Israel se quedaron perplejos ante tal petición y
cionales. La operación estuvo casi a punto de irse a enviaron a su vez un mensaje a su contacto pidien-
pique por causa de un estúpido error. Alguien deci- do una aclaración. De nuevo se recibió un mensaje
dió embarcar un cargamento de planchas de césped indicando que el hombre deseaba una bicicleta de
en una barcaza y una vez instaladas, cuando el equi- diez velocidades. Los oficiales del Mossad trataron
po de obreros locales apareció al dı́a siguiente, se de imaginar qué significaba aquello. ¿Acaso querı́a
encontraron de repente con una hermosa extensión el peso de una bicicleta en oro? ¿Era aquélla una
verde en un lugar donde desde hacı́a siglos única- clave que no comprendı́an? Aún confusos volvieron
mente habı́a habido arena. ¿Cómo conseguir que el a enviar otra nota pidiendo más aclaraciones y de
césped creciera de la noche a la mañana? Y aunque nuevo insistió su contacto en que el hombre querı́a
se les explicara en qué consistı́a el milagro, ¿dónde una bicicleta de diez marchas. Punto. Finalmente
conseguir aquellas planchas en Sudán? Afortunada- comprendieron que deseaba realmente una bicicle-
mente, aparte de algunas miradas de sorpresa, los ta, por lo que le enviaron una Raleigh de recreo, lo
indı́genas se limitaron a reanudar su trabajo. En menos que podı́an hacer. En el centro los israelı́es
Jartum, Gil preparó folletos propagandı́sticos del espiaban el sistema de radar sudanés hasta que des-
club que ya habı́a comenzado a distribuir entre las cubrieron en él una pequeña laguna, parcialmente
agencias de viaje de toda Europa, ofreciendo pre- cubierta por los radares egipcios y de Arabia Saudı́,
cios especiales por persona. El centro no atendı́a a en la zona de Rosal-Hadaribah, una región monta-
grupos, pues lógicamente éstos suelen conocerse en- ñosa próxima a la frontera entre Egipto y Sudán,
tre sı́ y se muestran mucho más curiosos con lo que donde un avión que volara a escasa altura podı́a
sucede a su alrededor. El complejo estuvo construi- pasar sin ser detectado. De modo que se decidió
do casi en un mes. Además de los edificios principa- que el Hércules partirı́a de la base militar de Eilat,
les destinados a los turistas, la cocina, los dormito- llamada Uvda, y sobrevoları́a el golfo de Aqaba y
rios y demás, habı́a varios cobertizos para equipa- el mar Rojo en dirección a aquel punto desprovisto
miento de comunicaciones de la casa y armas. (El de protección enemiga, para regresar después a las
Mossad no se presentarı́a en un lugar como aquél pistas de aterrizaje que estaban siendo construidas
desarmado.) También habı́an logrado infiltrar to- en el desierto. A fin de localizar pistas convenientes
do el equipo necesario para iluminar improvisados llevaron a cuatro pilotos israelı́es al complejo, quie-
campos de aviación en el desierto: balizas, focos, lu- nes simularon ser guı́as para las visitas al desierto.
ces laterales, localizadores de dirección de viento y De aquel modo podı́an circular libremente en co-
localizadores de distancia por láser. Los alimentos che mientras señalaban en un mapa los puntos idó-
y otros suministros necesarios los recibirı́an desde neos de aterrizaje. Asimismo explicaron al restante
Israel por buques portamisiles que llegaban a poca personal del centro cómo debı́an instalar las pistas,
distancia de la playa, a media milla de la costa. Co- aleccionándolos en cuanto a dimensiones, ilumina-
mo quiera que en aquel lugar trabajaban unos seis ción y comunicaciones. Hasta los espı́as tienen sen-
indı́genas, debı́a conocerse previamente su localiza- tido del humor de vez en cuando. En cierta ocasión
ción antes de que llegase un buque, puesto que en un elemento del Tsafririm llevó a uno de los pilotos
tal caso corrı́a el peligro de no ser descargado. Mien- israelı́es a Jartum para resolver unos asuntos y aca-
tras todo esto sucedı́a, se hallaba asimismo en mar- baron en un chalé propiedad de un hombre de nego-
cha el resto de la operación, comprendido el chárter cios de la localidad. Gil también se encontraba allı́ y
belga, y los miembros del Mossad satisfacı́an enor- mientras que él y el hombre del Tsafririm sabı́an lo
mes sumas para sobornar a los oficiales sudaneses. que hacı́an, el piloto creı́a que Gil era un auténtico
A uno de ellos, el general Omer Mohammed al- Ta- hombre de negocios. En determinado momento en
yeb, antiguo vicepresidente que llegó a ser jefe de que el dueño de la casa se hallaba ausente, el oficial
seguridad del paı́s bajo el mandato del presidente del Tsafririm preguntó a Gil a qué se dedicaba y
al-Nemery, se le impusieron dos condenas de muer- éste, a su vez, también se interesó: —¿Y usted qué
te y una multa de 209 / 250 veinticuatro millones hace? —Soy un espı́a israelı́ —repuso el hombre. El

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VICTOR OSTROVSKY

piloto palideció mortalmente, pero sus compañeros Israel para recibir debida sepultura. Antes de em-
se echaron a reı́r y el piloto no dijo nada hasta que prender cada viaje, un aparato de reconocimiento
se hallaban camino de regreso. Cuando se encon- de altura detectaba las barricadas sudanesas (nor-
traban a varios kilómetros de distancia de Jartum, malmente establecidas a media tarde) y notificaba
increpó repentinamente a su compañero: — ¡Eres su localización al centro de comunicaciones del com-
un imbécil! ¡No vuelvas a hacer nada por el estilo, plejo residencial por ráfagas digitales de radio. En
ni siquiera para bromear! El oficial del Tsafririm el curso de la primera noche, todo pareció marchar
tardó más de un cuarto de hora en apaciguarle. Lo- sin tropiezos. Encontraron el lugar adecuado en el
grar que los falachas salieran de los campamentos desierto, evitaron todas las barricadas y llegaron a
seguı́a siendo un reto para los organizadores de la la pista de aterrizaje antes que aterrizase el Hér-
operación. Por entonces eran centenares de miles cules utilizando dos franjas de luces tendidas entre
los etı́opes negros que habı́an huido de la guerra y las arenas del desierto. Cuando el aparato apare-
del hambre que asolaba su paı́s y se amontonaban ció entre la noche, los falachas, que jamás habı́an
en los campos de refugiados sudaneses, de modo visto nada semejante tan de cerca, fueron testigos
que el problema consistı́a en distinguir a los judı́os de cómo aquel pájaro gigantesco aterrizaba contra
entre los demás. 210 / 250 Para conseguirlo, algu- el viento y luego daba la vuelta y se volvı́a hacia
nos valerosos falachas que ya se hallaban a salvo en ellos entre el estrépito de sus motores, despidiendo
Israel —y que corrı́an peligro de muerte si eran des- polvo y arena. Asustados, los doscientos individuos
cubiertos— accedieron a regresar y organizar a los huyeron entre la oscuridad, ocultándose donde pu-
suyos en grupos. Muy pronto se divulgó la noticia dieron para escapar de aquella espantosa máquina.
de este proyecto entre los falachas, pero limitándose Los israelı́es consiguieron rodear a unos veinte allı́
por completo a dicha comunidad, y en breve estu- mismo. Tras buscar a los restantes durante algún
vo solucionada aquella fase de la operación. Hacia rato decidieron que partiera el Hércules y que se
el mes de marzo de 1984, habı́a llegado el primer llevase al resto de los falachas la noche siguiente.
turno de turistas europeos, y en torno a los cı́rculos Al amanecer habı́an logrado encontrarlos a todos
diplomáticos y gubernamentales de Jartum se ha- menos a uno, una anciana que milagrosamente so-
blaba de aquel maravilloso lugar de recreo. Desde brevivió a una marcha de tres dı́as a pie hasta su
el instante en que se inauguró hasta la noche en que antiguo campamento y que más tarde llegó a Is-
fue abandonado apresuradamente, el centro estuvo rael con otro grupo. Los israelı́es decidieron que,
lleno a rebosar, constituyendo un clamoroso éxito en lo sucesivo, dejarı́an a los falachas en los ca-
comercial. Hubo un momento en que incluso llega- miones hasta que el Hércules se hubiera detenido
ron a bromear acerca de la posibilidad de convencer y 211 / 250 abierto sus puertas traseras. Enton-
a los lı́deres veteranos de la OLP para que celebra- ces conducirı́an el camión hasta allı́ e introducirı́an
sen allı́ una convención. La OLP se hubiera sentido a la gente directamente en el aparato. Hasta que
perfectamente a salvo en Sudán, y el plan propuesto se hizo pública la noticia de la Operación Moisés,
consistı́a en enviar a los comandos una noche, llevar aquellos transportes aéreos secretos por el desier-
en manada a los dirigentes de la OLP a los buques to se realizaron sin apenas problemas. Casi todas
y conducirlos como prisioneros a Israel: hubiera si- las noches efectuaban su trayecto y solı́an ser dos
do un éxito. Por fin estaban dispuestos para la fase o tres los aparatos utilizados al mismo tiempo a fin
final. Se habı́a preparado una pista de aterrizaje y de conseguir evadir al mayor número de falachas en
decidido un punto de reunión en el desierto, donde el menor tiempo posible. Sin embargo, se produjo
los refugiados serı́an recogidos por camiones y con- un extraño incidente. En una ocasión, un camión
ducidos en un penoso trayecto de seis horas hasta vacı́o tropezó en su camino de regreso con una ba-
el avión Hércules. Se suponı́a que trasladarı́an ca- rricada y, puesto que el chofer y su acompañante
da vez unas cien personas, pero con frecuencia se no iban debidamente identificados, fueron arresta-
duplicaba el número de los que se amontonaban ba- dos por los dos soldados sudaneses de servicio, ma-
jo una lona en los camiones, débiles y demacrados, niatados y encerrados en una tienda. Aquellas ba-
durante un largo y agotador viaje. Centenares de rricadas, destinadas principalmente a controlar las
falachas, consumidos por el hambre y las enferme- actividades de los rebeldes sureños, tan sólo esta-
dades, encontrarı́an la muerte en aquel recorrido, y ban vigiladas por dos soldados, sin ningún equipo
también otros centenares camino de Israel a bordo de comunicaciones, y a veces permanecı́an allı́ solos
del atestado avión Hércules, pero puesto que habı́an durante varios dı́as. Al advertir que los dos hombres
sido identificados como judı́os, siempre que las cir- no regresaban al complejo, enviaron en su busca a
cunstancias lo permitieron fueron conducidos hasta un pelotón de salvamento, quienes, tras descubrir

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

el camión, elaboraron rápidamente un plan de res- atacado por bombarderos, pero los israelı́es conside-
cate. El camión de los liberadores avanzó rápida- raron responsable a Gadafi de haber facilitado gran
mente hacia la barricada y el conductor gritó a los parte de suministro de armas a los palestinos y a sus
dos prisioneros que se hallaban en la tienda que se restantes enemigos árabes. Es difı́cil reclutar a los
echasen al suelo. Cuando los soldados sudaneses se libios. No los aprecian en ninguna parte, lo cual ya
acercaban a ellos abrieron la puerta posterior y les constituye un problema, y deben ser contratados en
dispararon con una ametralladora, dando fin a sus Europa, pese a que no son grandes viajeros. Libia
vidas allı́ mismo. Los israelı́es prendieron fuego a tiene dos puertos principales: en Trı́poli, su capital,
la tienda y fijando una piedra en el acelerador del y en Bengazi, situada en el golfo de la Gran Sirte,
otro camión lo enviaron al desierto, a fin de que hacia el noroeste. La marina israelı́ habı́a estado
pareciese que se habı́a producido el ataque de una controlando las actividades libias, principalmente
guerrilla. En cualquier caso el incidente cayó en el mediante patrullas regulares por toda la costa del
olvido. La única baja que sufrieron los israelı́es en Mediterráneo. Israel considera el pasillo de Israel
aquella operación fue la de un pasajero que viajaba a Gibraltar como su “tubo de oxı́geno”: constituye
en un camión en dirección a Jartum. También ellos su vı́nculo con América y con la mayor parte de
tropezaron con una barricada, pero al ver que el ca- Europa, tanto para las importaciones como para
mión no se detenı́a, los soldados enemigos abrieron las exportaciones. En 1985 Israel mantenı́a relacio-
fuego contra ellos y dieron muerte al pasajero mien- nes relativamente estables con los restantes paı́ses
tras el conductor conseguı́a huir. Los dos soldados costeros del Mediterráneo sur: Egipto, Marruecos,
sudaneses, que no contaban con medios de trans- Túnez, Argel, pero no con Libia. Éstos contaban
porte ni de comunicaciones, no pudieron hacer otra con una marina bastante importante, mas tenı́an
cosa que disparar hasta que el vehı́culo se perdió de serios problemas para su mantenimiento y mano de
vista. Pero de pronto, una noche de comienzos de obra: los buques se caı́an a trozos. Aunque dispo-
enero de 1985, se recibió un mensaje de Israel con nı́an de grandes submarinos que habı́an adquirido
órdenes de “liquidar” inmediatamente la operación. a la Unión Soviética, no sabı́an cómo sumergirlos o
Yehuda Gil, que estaba en Jartum, recogió rápida- les daba miedo hacerlo. Las patrulleras israelı́es se
mente sus objetos personales y todos sus documen- enfrentaron por lo menos en dos ocasiones a los sub-
tos y embarcó en el primer vuelo que partı́a hacia marinos libios. Mientras que cualquier submarino se
Europa y desde allı́ a Israel. Mientras los turistas apresurarı́a a sumergirse, ellos retrocedieron hacia
dormı́an en el centro de recreo del mar Rojo, los el puerto en franca huida. Los israelı́es tenı́an una
israelı́es embarcaron todo su equipamiento, carga- subdivisión de escucha en Sicilia, que compartı́an
ron un Land Rover y dos camiones en un Hércules con enlaces italianos, quienes también tenı́an allı́
y abandonaron sigilosamente el paı́s pasando inad- una división para tal fin. Pero ello resultaba insufi-
vertidos. Hayem Eliaze, el hombre que habı́a estado ciente porque los libios, que apoyaban a la OLP y
al frente del complejo, se cayó de un camión cuan- practicaban distintas actividades subversivas, ame-
do lo cargaban en el avión y se rompió una pierna. nazaban las costas israelı́es. Israel considera su lı́-
Aun ası́, dos horas y media después, Eliaze esta- nea costera como su “bajo vientre”, la frontera más
ba de regreso en Israel disfrutando de la adulación vulnerable frente a un ataque y sede de la mayor
de sus compañeros, pero lamentando que un oficial parte de su población e industria. Gran cantidad de
charlatán y el reportero de un periódico hubieran armas y municiones facilitadas a la OLP procede
dado fin repentinamente a la quizá más importante por vı́a marı́tima de Libia, en su mayorı́a siguien-
misión secreta de rescate de todos los tiempos. La- do la denominada ruta TLT: de Trı́poli, en Libia, a
mentablemente varios miles de falachas no pudie- Trı́poli, en el Lı́bano. Los israelı́es recogı́an por en-
ron ser evacuados ni beneficiarse de la Operación tonces algunas informaciones sobre las actividades
Moisés. Según el activista falacha Baruch Tanga: libias a través de la República del África Central
“Siempre habı́a sido difı́cil partir... Ahora, cuando y del Chad, implicadas en serios choques fronteri-
aún tenemos a la mitad de nuestras familias allı́, zos con las fuerzas de Gadafi. El Mossad contaba
lo revelan todo públicamente. ¿Cómo han podido con “observadores navales”, por lo general civiles,
hacer algo semejante?” No era el único que expe- reclutados a través de sus bases en Europa, sim-
rimentaba tal decepción. 212 / 250 16. SEGURO plemente para tomar fotografı́as cuando los barcos
PORTUARIO Hacia el verano de 1985 el presiden- entrasen en puerto. Ello no implicaba auténtico pe-
te libio Mu’ammar al-Gadafi se habı́a convertido en ligro y facilitaban algunas indicaciones visuales de
el mismı́simo diablo para la mayorı́a del mundo oc- lo qué sucedı́a en el interior de los muelles. Pero
cidental. Reagan fue el único que autorizó que fuese aunque descubrieran cargamentos de armas —más

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VICTOR OSTROVSKY

que nada por casualidad—, existı́a una clara nece- estaba conectada a una compañı́a de seguros fran-
sidad de conseguir acceso a informaciones especı́fi- cesa propiedad de un sayan. Antes de que llama-
cas sobre el tráfico que entraba y salı́a de Trı́poli ran, el katsa ya se habı́a preparado una cobertura
y de Bengazi. En una reunión en la que intervi- completa como investigador de seguros. El hombre
nieron el departamento de investigación sobre la disponı́a de oficina y de una secretaria, de las deno-
OLP del Mossad y el jefe de la división del Tso- minadas bat leveyha, que significa “acompañante”
met para las relaciones con Francia, el Reino Uni- aunque sin implicaciones sexuales. Se trata simple-
do y Bélgica, se decidió intentar el reclutamiento mente de una mujer local, no necesariamente judı́a,
de un controlador de tráfico portuario o de alguien que se recluta como agente auxiliar y a quien se
que trabajara en las oficinas del capitán del puer- le facilita un trabajo en el que se precisan unos
to de Trı́poli, con 213 / 250 acceso a informaciones servicios femeninos. Ella estarı́a enterada de que
más especı́ficas sobre el nombre e itinerario de los trabajaba para la inteligencia israelı́ a través de la
buques, pues aunque el Mossad conocı́a los perte- embajada local. La idea se basaba en el concepto
necientes a la OLP, ignoraba dónde se encontraban de mikrim ve tguvot, expresión hebrea que signifi-
en un momento determinado. Y si deseaban hun- ca “acciones y reacciones”. Conocı́an la acción, pero
dirlos o capturarlos, primero debı́an localizarlos, y debı́an anticiparse a la reacción. Para cada posible
ello es difı́cil cuando no se conoce exactamente la reacción se prevé otra acción. Es como un gigantes-
ruta de un barco en el momento en que zarpa. Mu- co juego de ajedrez, salvo que no se planean más de
chos se mantenı́an próximos a la costa —lo que el dos reacciones con antelación, porque serı́a dema-
Mossad calificaba de “arañar la costa”— y evitaban siado complicado. Todo forma parte de un planea-
internarse en alta mar, donde podı́an ser detecta- miento operativo regular que se sucede a medida
dos por radar, algo difı́cil cuando están próximos que se realiza cada movimiento. En la sala donde
a la costa porque la imagen puede ser absorbida se encontraba el katsa, estaban Menahem Dorf, je-
por el ruido de las montañas, o cuando se hallan en fe del departamento de la OLP, y Gidon Naftaly,
uno de los múltiples puertos, ocultos entre ellas, re- psiquiatra jefe, cuyo trabajo consistı́a en escuchar
sultando prácticamente invisibles. Y luego, cuando con audı́fonos e intentar analizar inmediatamente
emergı́an, acaso no estuvieran seguros en cuanto a a la persona que respondı́a a la llamada. 25 Véase
su identidad. Hay muchı́simos buques en el Medi- el capı́tulo 3. 214 / 250 El hombre que contestó en
terráneo: la VI Flota norteamericana, la flota rusa, primer lugar no entendı́a francés, por lo que trans-
toda clase de barcos, comprendidos los mercantes mitió la llamada a otra persona. El segundo que se
de todo el mundo. El Mossad no se halla, pues, en puso al aparato les facilitó el nombre del encargado,
libertad de hacer lo que quiera. Todos los paı́ses manifestando que regresarı́a al cabo de media hora,
que rodean las costas del Mediterráneo disponen y colgó. Más tarde el katsa volvió a llamar y en es-
de su propio radar, por lo que debe andarse con ta ocasión pidió por el capitán del puerto dando su
mucho cuidado con lo que se hace. Sin embargo, nombre y, cuando consiguió que se pusiera al apa-
obtener alguna información especı́fica en Libia era rato, se identificó como un investigador de seguros
más fácil de decir que de hacer. Resultaba peligro- de una compañı́a reaseguradora francesa. Aquélla
so enviar a alguien allı́ y por entonces el Mossad se era la única alternativa con que contaban, de mo-
golpeaba la cabeza contra un muro de piedra. Por do que tenı́a que funcionar. No sólo debı́a parecer
fin, en el curso de una reunión, alguien que habı́a verosı́mil la historia, sino que el narrador tendrı́a
trabajado como “reportero” en Túnez y Argel para asimismo que expresarse con convicción. Por ello el
Afrique-Asie25 un periódico de lengua francesa que katsa explicó a su interlocutor la clase de negocios
cubrı́a temas árabes, sugirió que el mejor modo de que realizaba, diciéndole que necesitaba tener ac-
comenzar era telefoneando sencillamente al muelle ceso a ciertos detalles sobre algunos buques que se
de Trı́poli y enterándose de quién poseı́a la clase hallaban en los puertos y, por lo tanto, saber quién
de información que ellos deseaban. De aquel mo- era el responsable. —Yo soy el responsable —dijo
do, por lo menos podrı́an centrarse en un objetivo el hombre—. ¿En qué puedo servirle? —Sabemos
especı́fico. Era una de esas ideas sencillas que con que de vez en cuando se presentan buques ahı́ cu-
frecuencia se pasan por alto cuando la gente se halla yos propietarios pretenden haber perdido o sufrido
implicada en intrigas y detalles operativos compli- averı́as. Ahora bien, nosotros, los reaseguradores,
cados. De modo que se instaló una lı́nea telefónica no siempre podemos comprobar directamente esas
que funcionarı́a desde Tel-Aviv, pero que operarı́a reclamaciones, por lo que necesitamos conocer más
a través de una oficina-apartamento de Parı́s, por detalles. —¿Qué necesitan saber? —Pues bien, por
si alguien trataba de detectar la llamada. La lı́nea ejemplo, si han sido reparados o si se cargan o des-

– 130 –
POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

cargan. Como sabe, no tenemos representantes en Ha trabajado tan bien para nosotros que nos gus-
ésa y nos gustarı́a que alguien cuidara de nuestros tarı́a obsequiarle con unas vacaciones en el sur del
intereses. Si pudiera recomendarnos a alguna perso- paı́s, y podrı́amos combinar un poco los negocios y
na, lo retribuirı́amos generosamente. —Me parece el placer. Para ser más sinceros, con vistas a nues-
que podré ayudarlos —repuso el hombre— Tengo tra situación fiscal serı́a preferible que viniese usted
esa clase de información y no creo que haya ningún aquı́. El recluta estuvo encantado: el Mossad no sólo
problema en ello mientras se trate de tráfico civil le pagaba unos mil dólares mensuales, sino que du-
y no de buques militares. —No tenemos interés al- rante el tiempo que le tuvo a su servicio hizo por lo
guno en su marina —repuso el katsa—. No estamos menos tres viajes a Francia. Les era útil pero, apar-
reasegurando su seguro. La conversación se prolon- te de su conocimiento de los buques que se hallaban
gó durante diez o quince minutos, durante los cuales en el muelle, no tenı́a relaciones muy importantes,
el katsa se interesó por cinco o seis buques. Sólo uno por lo que no pretendı́an ponerlo en peligro. Tras
de ellos, una embarcación de la OLP, estaba sien- reunirse con él personalmente, pareció que lo más
do reparada. El katsa le pidió una dirección donde conveniente serı́a sugerirle con delicadeza la inten-
poder enviarle el pago y facilitó la suya, ası́ como ción de que hiciese otras gestiones, aunque siguieran
su número de teléfono, al capitán del muelle, pi- utilizándole para que les informase sobre los buques
diéndole que le llamara siempre que tuviera alguna de la OLP. Al principio le interrogaban únicamen-
información que creyera pudiese ser útil. Las cosas te sobre algunos barcos que entraban en el puerto,
marchaban perfectamente y su contacto se mostra- con el pretexto de que eran los que estaban rease-
ba tan confiado que el katsa se atrevió a preguntarle gurados por su compañı́a. Pero luego idearon un
si, aparte de su trabajo habitual en el puerto, se le plan por el que el capitán del puerto les facilitarı́a
permitirı́a aceptar otro empleo como agente de la la lista completa de todos aquellos que atracaran
compañı́a de seguros. —Yo podrı́a realizar algunas en el muelle, prometiendo pagarle de acuerdo con
operaciones —repuso el capitán del muelle—, pero ello. De ese modo, le dijeron, ellos podrı́an facilitar
sólo a tiempo parcial. Por lo menos, hasta ver có- aquella información a otros reaseguradores, quienes
mo funciona. —Magnı́fico. Le enviaré un manual y no sólo se sentirı́an satisfechos de pagar por tales
algunas tarjetas comerciales. Cuando tenga la oca- informaciones sino que a su vez podrı́an compartir
sión de examinarlos, volveremos a hablar del tema. los beneficios con él. Por lo tanto el hombre regresó
La conversación concluyó: por fin contaban con un muy satisfecho a Trı́poli, donde siguió facilitándoles
agente a sueldo en el puerto, aunque él ignorase que información sobre el tráfico portuario. En un mo-
habı́a sido reclutado. El siguiente paso consistió en mento dado un buque propiedad de Abu Nidal, el
pedir al departamento comercial del Metsada que odiado jefe de la facción FALP-GC de la OLP se
realizase el manual de seguros prometido, de modo encontraba en el puerto aprovisionándose de equi-
que fuese coherente y les permitiese reunir la clase pamiento militar, comprendidos misiles antiaéreos
de información que deseaban. Al cabo de pocos dı́as autotransportables y muchas otras armas que los
el manual se hallaba camino de Trı́poli. Una vez se israelı́es no deseaban que acabasen en manos de
facilita un teléfono y una dirección a alguien en un los combatientes palestinos vecinos de sus fronteras.
proceso de reclutamiento, deben mantenerse vigen- Estaban enterados de la presencia de Nidal por su
tes por lo menos durante tres años, aunque nunca relación con las comunicaciones de la OLP, gracias
se supere el estadio número uno de dicho proceso, a un desliz en los hábitos normalmente cuidadosos
a menos que hubiese una 215 / 250 confrontación de conversación de aquél, y lo único que les que-
que pudiera exponer al katsa, en cuyo caso deberı́a daba era informarse exactamente por su inocente
cancelarse inmediatamente. Durante casi dos me- enlace, de dónde se encontraba el buque y cuánto
ses el nuevo recluta facilitó regularmente sus infor- tiempo permanecerı́a allı́. Éste les confirmó su ubi-
mes. Pero durante una de las llamadas mencionó cación junto a otra nave que también estaba siendo
que, aunque habı́a leı́do el manual, todavı́a no te- cargada con equipamiento destinado a Chipre. Una
nı́a demasiado claro qué representarı́a ser agente de cálida noche de verano de 1985 dos portamisiles is-
la compañı́a. —Lo comprendo —repuso el katsa—. raelı́es de la clase SAAR-4 parecı́an estar efectuan-
Recuerdo que la primera vez que lo vi tampoco le do su patrulla regular, salvo que en aquella ocasión
encontré mucho sentido. Veamos, ¿cuándo disfruta se detuvieron el tiempo necesario para descargar
usted de sus vacaciones? —Dentro de tres sema- seis comandos en un submarino pequeño, impulsa-
nas. —¡Magnı́fico! En vez de tratar de solucionar do eléctricamente, con una especie de capota en lo
este asunto por teléfono, ¿por qué no viene usted a alto, similar a un avión caza sin alas de la segunda
Francia por nuestra cuenta? Le enviaré los billetes. guerra mundial o a un torpedo largo con un pro-

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VICTOR OSTROVSKY

pulsor en la parte posterior. Se llamaba “submarino so que las explosiones despertarı́an los recelos del
mojado” y los comandos cabalgaban en el fuselaje e capitán del puerto. En lugar de ello, aquel dı́a cuan-
iban vestidos para entrar en acción a base de trajes do el hombre le llamó le comentó terriblemente ex-
de neopreno y botellas de aire. 216 / 250 Una vez citado lo sucedido. —¡Nunca imaginará lo que ha
hubieron desembarcado de las patrulleras no tarda- ocurrido! —le dijo—. ¡Han volado dos barcos que
ron en encontrar un barco que se dirigı́a al puerto, estaban en el puerto! —¿Quién ha sido? —¡Los is-
a cuyo casco se sujetaron mediante placas magné- raelı́es, naturalmente! —repuso—. No sé cómo han
ticas. La nave, que se trataba de un submarino, podido descubrir qué barcos eran, pero ası́ ha sido.
les facilitó la necesaria coraza protectora, porque el Afortunadamente no estaba por aquı́ ninguno de
Mossad, por las conversaciones que habı́a sosteni- ustedes y no tienen por qué preocuparse. El hom-
do con el capitán del puerto, sabı́a que cada cin- bre siguió trabajando para el Mossad durante otros
co horas la seguridad libia navegaba por el muelle dieciocho meses, atesorando una pequeña fortuna,
arrojando granadas de mano en las aguas que pro- hasta que un dı́a desapareció, dejando tras de sı́ un
vocaban enorme presión, suficiente para acabar con rastro de buques de guerra de la OLP capturados y
cualquier hombre rana que se hallase casualmente destruidos. 217 / 250 17. BEIRUT No corrı́an bue-
por aquella zona. Habı́an descubierto este sistema nos tiempos para Israel. A mediados de septiembre
de seguridad en una ocasión en que el katsa distin- de 1982 las imágenes de la matanza se difundieron
guió una explosión como trasfondo y preguntó al por todo el mundo, en televisión, periódicos y revis-
capitán del puerto qué producı́a tal ruido. El hom- tas. Se veı́an cadáveres por doquier. Hombres, mu-
bre le explicó que se trataba de una medida de segu- jeres, niños... Incluso los caballos fueron descuarti-
ridad que se tomaba en la mayorı́a de puertos cuyos zados. A algunas vı́ctimas les habı́an disparado a
paı́ses estaban en guerra. Siria e Israel también lo quemarropa en la cabeza; otras habı́an sido dego-
hacı́an ası́. Por consiguiente, esperaron en sus tra- lladas o castradas. Grupos de diez o veinte jóvenes
jes herméticos que la seguridad realizase sus rondas fueron reunidos y fusilados en masa. Casi todos los
y luego se deslizaron silenciosamente bajo las aguas ochocientos palestinos que encontraron la muerte
llevando consigo minas adherentes que sujetaron en en los dos campos de refugiados de Sabrá y Shati-
los dos buques de la OLP ya cargados, regresando la, en Beirut, estaban desarmados. Eran inocentes
al submarino. Todo aquel ejercicio se desarrolló en civiles, vı́ctimas de la criminal venganza de los fa-
unas dos hora y media. Puesto que también sabı́an langistas cristiano-libaneses. Aquel acto espantoso
qué naves iban a zarpar aquella noche, se dirigieron no sólo habı́a sido tolerado por las fuerzas de ocu-
a un petrolero próximo a la entrada del muelle, pero pación israelı́es sino facilitado por ellas. Ello movió
decidieron no asirse a él puesto que serı́a demasiado al entonces presidente de Estados Unidos Ronald
difı́cil desenganchar su diminuta embarcación una Reagan, el aliado internacional más poderoso de Is-
vez que el barco se hallase en plena corriente. Por rael por entonces, a lamentar que ante la opinión
desdicha agotaron el oxı́geno del submarino y tam- pública Israel se hubiera transformado de David en
bién de la baterı́a. Como no valı́a la pena tratar de el Goliat de Oriente Medio. Dos dı́as después, harı́a
llevárselo consigo una vez se encontraran en mar regresar a sus marines a Beirut formando parte de
abierto, lo sujetaron a una boya, donde podrı́an re- un contingente pacificador franco-italo-americano.
cuperarlo más tarde, se ataron ellos a otra con una La reacción contra Israel fue unánime. En Italia,
cuerda y realizaron lo que se denomina “el gira- por ejemplo, los trabajadores portuarios se nega-
sol”, que significa introducir un chorro de aire en ron a cargar buques israelı́es. Gran Bretaña con-
los trajes impermeables que los infla como globos denó formalmente la acción y Egipto retiró a su
y les permite sostenerse sobre las aguas sin tener embajador. Incluso en el mismo paı́s se produjeron
que realizar ningún esfuerzo para mantenerse a flo- protestas en masa. Desde los comienzos de su pa-
te. Incluso se turnaron para dormir, mientras uno tria, muchos israelı́es habı́an soñado con poder vivir
de ellos se mantenı́a despierto vigilando constante- en un ambiente de cooperación con los paı́ses ára-
mente. Al cabo de unas horas una patrullera israelı́ bes, de convertirse en parte de un mundo en el que
se les acercó atraı́da por las señales de sus comu- su gente pudiera cruzar fronteras y ser considerada
nicadores, los recogió y se alejaron rápidamente de como amiga. La idea de una frontera abierta, como
aquel lugar. Hacia las seis de la mañana de aquel la tan famosa de Estados Unidos y Canadá, sigue
mismo dı́a se produjeron cuatro explosiones enor- siendo virtualmente inalcanzable para los israelı́es.
mes en el puerto y quedaron destruidos dos buques A fines de los setenta Admony, el jefe de enlaces
de la OLP cargados con equipo militar y municio- del Mossad, estableció sólidos contactos a través de
nes por valor de millones de dólares. El katsa supu- la CIA y de sus relaciones europeas con el falan-

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

gista cristianolibanés Bashir Gemayel, un ser tan aunque exista la general aceptación de que los mu-
brutal como poderoso, convenciendo al Mossad de sulmanes representan actualmente un sesenta por
que el Lı́bano necesitaba su ayuda. El Instituto, a ciento de los tres millones y medio de población del
su vez, convenció al gobierno israelı́ de que Gemayel paı́s, y su subgrupo más importante, aproximada-
—amigo ı́ntimo de Salameh, el Prı́ncipe Rojo— era mente un cuarenta por ciento, son los musulmanes
sincero, una imagen que perpetuarı́an durante años chiitas dirigidos por Nabih Berri. Otra importante
a través de las sinuosas filtraciones que el gobierno fuerza de combate a comienzos de los ochenta eran
recibı́a de su servicio secreto. Gemayel también tra- los musulmanes sunnitas, a cuyo frente se encontra-
bajaba entonces para la CIA, pero al Mossad la no- ba Rashid Karami. Las fuerzas cristianas están divi-
ción de tener un “amigo” dentro de un paı́s árabe didas en dos familias principales, los Gemayel y los
—por mucha que fuese su duplicidad— le resulta- Franjieh. Pierre Gemayel fundó la Falange, que en
ba emocionante. Por añadidura, Israel nunca habı́a cierto momento presidió Suleiman Franjieh. Cuan-
temido al Lı́bano. Lo curioso era que si ambos paı́- do Bashir Gemayel maniobraba para llegar a ser
ses entraran en guerra, Israel deberı́a enviar su or- presidente, eliminó a su principal rival Tony Fran-
questación militar para derrotar a los libaneses. En jieh en un ataque perpetrado en junio de 1978 en su
cualquier caso éstos, por entonces, estaban dema- residencia veraniega familiar de Ehden. En tal oca-
siado ocupados luchando entre sı́ para buscar otros sión los soldados falangistas de Gemayel asesinaron
enfrentamientos. Las diversas facciones cristianas y a Tony, a su mujer, a su hija de dos años y a varios
musulmanas pugnaban por asumir el control, co- guardaespaldas. Por su parte el propio Gemayel, el
mo lo siguen haciendo, y Gemayel, asediadas sus asesino instruido por los jesuı́tas que se converti-
fuerzas, decidió recurrir a Israel en busca de ayuda. rı́a en “amigo” de Israel gracias a los esfuerzos del
Como incentivo adicional el Mossad consideró que Mossad, se limitó a calificar el ataque de “revuel-
aquél era un medio de liberarse de la OLP, el enemi- ta social contra el feudalismo”. En febrero de 1980
go público número uno de Israel. Durante todo el un coche bomba provocaba la muerte de la hija de
perı́odo, mucho después de que las acciones israe- Gemayel, de dieciocho meses, y de tres de sus guar-
lı́es hubieran 218 / 250 fracasado, la relación con los daespaldas, y en julio de 1980 las tropas de Gema-
libaneses resultó crı́tica para el Mossad porque Ad- yel eliminaban virtualmente a la milicia cristiana
mony, su jefe y quien habı́a iniciado todo aquello, del Partido de Liberación Nacional del ex presiden-
lo consideraba como su logro supremo. En muchos te Camille Chaoun. Gemayel gobernaba desde su
aspectos el Lı́bano es actualmente como Chicago finca familiar de tres siglos de antigüedad en Bik-
y Nueva York durante las décadas de los veinte y faya, las montañas situadas al noreste de Beirut.
los treinta, en que varias bandas o familias mafiosas Los Gemayel habı́an conseguido amasar una fortu-
se enfrentaban abiertamente para dominar la situa- na incalculable gracias a una estafa que comenzó
ción. Reinaba la violencia y la ostentación y durante cuando consiguieron la adjudicación de un contra-
algún tiempo los oficiales del gobierno parecı́an in- to para construir una carretera que atravesarı́a el
capaces, o poco dispuestos, a intervenir. El Lı́bano terreno montañoso. El contrato a largo plazo com-
también tenı́a sus familias, cada una de las cuales prendı́a asimismo honorarios para mantenimiento y
contaba con su ejército o milicia leales al “don”. Pe- reparaciones. La familia percibió religiosamente el
ro las lealtades religiosas y familiares desempeñan dinero para la realización de la carretera y, en el
desde hace mucho tiempo un papel secundario an- transcurso de los años, para su mantenimiento. El
te el poder y el dinero procedentes del tráfico de único problema consistı́a en que jamás llegaron a
drogas y de las numerosas actividades de carácter construirla. Y en su descargo alegaban que habı́an
mafioso que alimentan el motor de la corrupción tenido que seguir recogiendo el dinero destinado a
libanesa y mantienen el actual estado de anarquı́a mantenimiento porque, caso 219 / 250 contrario, al-
allı́ imperante. Por una parte están los drusos, la guien hubiera podido presentarse a comprobar qué
cuarta entre las más importantes de una docena de sucedı́a y hubiese descubierto que no existı́a tal ca-
sectas libanesas, una ramificación de los musulma- rretera. En cualquier caso en septiembre de 1982
nes ismaelitas, con unos doscientos cincuenta mil Gemayel, a los treinta y cinco años, ganó las eleccio-
partidarios (doscientos sesenta mil en Siria, que los nes al Parlamento para un mandato presidencial de
respaldan, y cuarenta mil en Israel), dirigidos por seis años. No vivirı́a bastante para desempeñar tal
Walid Jumblatt. El sistema del gobierno se basaba cargo, pero por entonces era el único candidato. Sin
en el último censo de 1932, cuando los cristianos embargo, cuando comparecieron tan sólo cincuenta
aún formaban una mayorı́a. De modo que la cons- y seis diputados para votar en una sesión especial
titución dicta que el presidente debe ser cristiano, en la que debı́an elegirlo y faltaban seis para lograr

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VICTOR OSTROVSKY

quórum, los milicianos de Gemayel acorralaron rá- y sus relaciones en el Mossad, habı́a pedido armas
pidamente a los diputados más reacios y ganó las para sus constantes enfrentamientos con la familia
votaciones por cincuenta contra cero, con cinco abs- Franjieh (Tony Franjieh no estaba en buena armo-
tenciones. Begin le envió un telegrama de felicita- nı́a con el Mossad) y éstos se las vendieron, sién-
ción que comenzaba en estos términos: “Mi querido doles adquiridas de un modo jamás visto. En 1980
amigo.” Además de las familias que ostentaban el un grupo de falangistas se estaban entrenando en
poder habı́a por entonces una hueste de bandas no la base militar de Haifa donde, por ejemplo, apren-
alineadas, la mayorı́a dirigidas por personajes tan dı́an cómo hacer funcionar las pequeñas lanchas ca-
pintorescos y brutales como “El hombre eléctrico”, ñoneras Dabur fabricadas por una industria militar
“Tostador”, “Vaquero”, “Bola de fuego” y “el Rey”. israelı́, entre otros lugares, en Beersheba, una 220
“El hombre eléctrico” se llamaba ası́ desde que los / 250 ciudad rodeada por el desierto, pero a medio
sirios le dispararon un tiro en la nuca y, tras enviarle camino entre el Mediterráneo y el mar Rojo. Cuan-
a Israel para someterse a tratamiento, le instalaron do su adiestramiento hubo concluido, el jefe de la
un dispositivo en la garganta que emitı́a una voz marina cristianolibanesa, que vestı́a como de cos-
electrónica. En cuanto a “Tostador”, cuando se en- tumbre un traje de brillante seda, llegó a Haifa por
contraba con alguien que no le gustaba le conectaba barco junto con tres guardaespaldas y tres oficiales
electricidad de alto voltaje y lo asaba literalmente. del Mossad llevando varios maletines. Las fuerzas
“Bola de fuego” se habı́a ganado con plena justicia de Gemayel compraron cinco buques por unos seis
su nombre: era un pirómano al que encantaba ver millones de dólares cada uno, los pagaron en mo-
cómo ardı́an los edificios. “Vaquero” recordaba un neda norteamericana con el efectivo que llevaban
producto de un western americano, llevaba el ca- consigo y se marcharon con sus barcos a Juniyah,
racterı́stico sombrero y dos pistolas en sus fundas a pintoresca ciudad portuaria mediterránea, situada
los costados. Y “el Rey”, créase o no, imaginaba ser al norte de Beirut. Cuando abrieron los maletines
Elvis Presley. Se peinaba a su estilo, se esforzaba el jefe de la marina libanesa preguntó al mando del
por expresarse en inglés con su acento gangoso y Mossad si querı́a contar el dinero. —No, le creemos
solı́a dar serenatas a su familia con las canciones —dijo—, pero si no estuviese conforme, serı́a hom-
más famosas del cantante. Los miembros de la ban- bre muerto. Más tarde comprobaron el pago y era
da paseaban en Mercedes y BMW, vestı́an trajes de correcto. Los falangistas, en su mayorı́a, utilizan su
la más fina seda de Parı́s y comı́an exquisitamente. “marina” para navegar a cinco nudos, aproximada-
Pese a estar sometidos a asedio desde hacı́a seis me- mente a una milla por hora, a poca distancia de la
ses, seguı́an desayunándose con ostras. En realidad, costa, más allá de Beirut oeste, disparando sus ame-
en 1982, durante los instantes más crı́ticos del sitio tralladoras contra los musulmanes, ejercicio que ha
de Beirut, un restaurante libanés intentó comprar acabado con centenares de civiles inocentes, pero
un submarino alemán casi reducido a chatarra, no que ha causado escasos efectos en el curso de las
con el propósito de intervenir en la guerra, sino pa- hostilidades militares. Merced a sus vı́nculos con el
ra proveer a su establecimiento de alimentos frescos Mossad, el hombre fuerte Gemayel acordó permitir
y vinos europeos. Las bandas, además de dedicarse a Israel en 1979 que instalara una estación naval de
a sus propias actividades criminales, solı́an traba- radar en Juniyah, con unos treinta miembros del
jar de modo independiente para las más importan- personal de la marina israelı́, la primera estructura
tes familias, realizando tareas tales como guarnecer fı́sica del paı́s en el Lı́bano. Naturalmente su pre-
barricadas. Por ejemplo, para llegar al palacio del sencia allı́ reforzaba la influencia falangista, puesto
gobierno en aquellos dı́as, el presidente tenı́a que que los musulmanes —y asimismo los sirios— no
atravesar dos barricadas y pagar por consiguien- deseaban mezclarse con Israel. Muchas sesiones de
te dos cuotas. En Beirut la gente puede vivir muy negociación celebradas entre el Mossad y Gema-
bien, pero sin saber por cuánto tiempo. Actualmen- yel relativas a la estación de radar tuvieron lugar
te en ningún lugar está más próximo el fin que allı́, en su residencia familiar al norte de Beirut. Para
lo que justifica que quienes se hallan complicados compensarle por su solicitud, el Mossad abonaba a
con las familias y las bandas disfruten intensamen- Gemayel de veinte mil a treinta mil dólares men-
te mientras pueden. Se cree que como máximo unas suales. Al mismo tiempo los israelı́es tenı́an otro
doscientas mil personas viven espléndidamente, lo amigo en el sur del Lı́bano, el mayor Sa’ad Had-
que supone que más de un millón de libaneses entre dad, un cristiano que dirigı́a una milicia compuesta
Beirut y sus alrededores se defienden en lo posible principalmente de chiitas y que estaba tan ansioso
y cuidan de sus familias en condiciones dificilı́si- como los israelı́es de expulsar del sur del Lı́bano a
mas. En 1978 Bashir Gemayel, con su cara de niño las fuerzas de la OLP de Yasser Arafat. También él,

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

cuando llegó el momento, se mostrarı́a dispuesto a por su porte y envergadura. Tan sólo tenı́a veinti-
actuar contra éste. La base del Mossad en Beirut, cinco años cuando dirigió una incursión de coman-
llamada “Submarino”, estaba situada en los sótanos dos que acabó con veintitantos inocentes jordanos,
de un antiguo edificio oficial próximo a la frontera obligando al entonces primer ministro de Israel, Da-
entre el este de Beirut, dominado por los cristianos, vid Ben Gurión, a disculparse públicamente. Más
y el oeste, de dominio musulmán. En todo momen- tarde, Moshe Dayan estuvo a punto de someterle a
to trabajaban unas diez personas en la base, siete u consejo de guerra por contravenir sus órdenes du-
ocho de ellos katsas, amén de uno o dos miembros rante la campaña de 1956 en el Sinaı́ al organizar
de la Unidad 504, el equivalente militar israelı́ al una maniobra de paracaidistas que costó la vida a
Mossad, que compartı́an las oficinas. A comienzos docenas de soldados israelı́es. Algunos meses antes
de los ochenta el Mossad estaba muy comprometi- de la invasión israelı́ en el Lı́bano, la OLP habı́a
do con varias otras familias militantes libanesas, a sospechado lo que se avecinaba, por lo que Arafat
quienes gratificaba por la información que recibı́a, ordenó que se interrumpiesen los bombardeos a las
transmitiéndola entre los grupos e incluso pagando aldeas israelı́es. Aun ası́, en la primavera de 1982,
a las bandas y a algunos palestinos de los campos Israel concentró en cuatro ocasiones sus fuerzas in-
de refugiados por distintos servicios, entre ellos de vasoras cerca de la frontera norte, retirándose cada
espionaje. Además de Gemayel, tanto las familias vez en el último momento, principalmente a causa
Jumblatt como Berry figuraban en su nómina. La de la presión norteamericana. Begin aseguró a los
situación era la que los israelı́es califican de halemh, americanos que si Israel hubiese llegado a atacar,
voz árabe que significa “confusión ruidosa”, y que sus soldados sólo hubieran alcanzado el rı́o Litani,
por entonces aún se hizo más confusa, a medida a unos veintinueve kilómetros al norte de la fronte-
que los residentes en la parte oeste comenzaron a ra, para obligar a la OLP a abandonar el radio de
ser secuestrados. En julio de 1982, por ejemplo, Da- acción de las colonias israelı́es. No mantuvo su pro-
vid S. Dodge, de cincuenta y ocho años, presiden- mesa y, considerando la rapidez con que sus fuerzas
te interino de la Universidad Americana de Beirut, aparecieron en Beirut, era evidente que no eran ta-
fue secuestrado por cuatro pistoleros cuando se di- les sus propósitos. El 25 de abril de 1982, en cum-
rigı́a a pie a su residencia en el campus desde sus plimiento de los acuerdos egipcio-israelı́es de 1979
oficinas. 221 / 250 Un medio muy común de trans- de Camp David, Israel se retiró del último tercio
portar a los rehenes era el denominado “transporte del Sinaı́ que habı́a ocupado desde la guerra de los
momia”, que consistı́a en envolver fuertemente a un Seis Dı́as en 1967. Pero mientras que los bulldo-
individuo de la cabeza a los pies con cinta adhesi- zers israelı́es destrozaban los restos de las colonias
va plástica marrón, acostumbrando a dejar tan sólo judı́as allı́ instaladas, Israel rompı́a un alto el fue-
una abertura en la nariz para que pudiera respirar go que habı́a estado en vigor desde julio de 1981 a
y metiendo el “paquete” en el maletero del coche o lo largo de los cien kilómetros de su frontera con
bajo el asiento. Varias vı́ctimas fueron abandona- el Lı́bano y en 1978 habı́a invadido el Lı́bano con
das en tales condiciones y encontraron la muerte, diez mil hombres y doscientos tanques, pero sin lo-
por lo general cuando los secuestradores se encon- grar expulsar a la OLP. El 6 de julio de 1982, una
traban con una barricada levantada por un grupo soleada mañana de domingo en Galilea, el gabine-
rival, subrayando un dicho favorito del Lı́bano acer- te de Begin dio a Sharon la autorización necesaria
ca de que sólo es terrible cuando le sucede a uno. Y para iniciar la invasión. Aquel dı́a el teniente gene-
ası́ fue que mientras el Mossad colaboraba con sus ral irlandés William Callaghan, comandante de la
diversos enlaces libaneses y el ministro de defensa Fuerzas Provisionales de las Naciones Unidas en el
Ariel Sharon —a quien los americanos calificaban Lı́bano (FPNUL), visitó la avanzada del cuartel ge-
de “halcón entre halcones”— ansiaba entrar en ba- neral del Mando Norte de Israel en Zefat para discu-
talla, comenzaron a dejarse sentir presiones sobre tir la resolución del Consejo de Seguridad de la 222
Begin. Al fin habı́a llegado el momento de eliminar / 250 ONU exigiendo el fin de las barreras de fuego
a la OLP del sur del Lı́bano, donde habı́an estado israelı́es y de la OLP al otro lado de la frontera. Sin
utilizando sus posiciones para lanzar obuses y efec- embargo, en lugar de la discusión prevista, el jefe
tuar incursiones en los poblados israelı́es próximos de estado mayor de Israel, teniente general Rafael
a la frontera norte. Sharon habı́a sido aclamado por Eitan, comunicó que Israel invadirı́a el Lı́bano al
sus soldados tras la guerra del Yom Kippur de 1973 cabo de veintiocho minutos. En efecto, sesenta mil
como “¡Arik, Arik, rey de Israel!”. Medı́a un metro hombres y más de quinientos tanques se introdu-
y sesenta y siete centı́metros, pesaba unos ciento cı́an en breve en el paı́s en una infortunada campa-
quince kilos y solı́a ser conocido como “bulldozer” ña que expulsó a once mil combatientes de la OLP,

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VICTOR OSTROVSKY

pero que empañó internacionalmente la imagen de operación habı́a sido dirigida por el servicio secreto
Israel y costó la vida de cuatrocientos sesenta y sirio en el Lı́bano bajo el mando del teniente co-
dos soldados israelı́es y produjo dos mil doscientos ronel Mohammed G’anen. 223 / 250 Puesto que la
dieciocho heridos. Durante las primeras cuarenta CIA habı́a ayudado a Gemayel a ponerse en contac-
y ocho horas fueron aniquiladas gran parte de las to con el Mossad, Estados Unidos tenı́a un acuerdo
fuerzas de la OLP, pese a la considerable resistencia para compartir información con ellos (lo que fun-
que opusieron en Sidón, Tiro y Damur. Begin ha- cionaba principalmente a favor del Mossad, puesto
bı́a respondido a dos cartas urgentes de Reagan en que ellos apenas compartı́an sus conocimientos con
las que le pedı́a que no atacase el Lı́bano diciendo ninguna otra organización), y como consideraban a
que Israel tan sólo deseaba expulsar a los palesti- la CIA como “jugadores que no pueden jugar”, no
nos de sus fronteras. “El agresor sediento de sangre cabe duda de que estaban plenamente seguros del
que se nos enfrenta se halla en la puerta de nuestra papel que Siria habı́a desempeñado en el asesina-
casa —manifestaba—. ¿Acaso no tenemos derecho to de Gemayel. Pero dos dı́as después de haberse
a la autodefensa?” Y mientras ellos atacaban a la producido el atentado, el general de división israelı́
OLP en el sur, las fuerzas israelı́es se unieron a los Amir Dorir, jefe del Mando Norte, y varios altos
falangistas cristianos de Gemayel en las afueras de oficiales recibı́an invitados en su puesto de mando
Beirut. En un principio fueron saludados como libe- del puerto de Beirut: se trataba de Fady Frem, je-
radores por los cristianos residentes, y colmados de fe de estado mayor de las fuerzas libanesas, y de
arroz, flores y dulces mientras entraban en la ciu- su brutal jefe de inteligencia Elias Hobeika, un ti-
dad. Pero no tardaron en tener sometidos a asedio a po pintoresco, pero malvado, que siempre iba ar-
varios miles de comandos de la OLP, junto con unos mado de pistola, navaja y una granada de mano,
quinientos mil residentes de Beirut oeste. La estan- y que era el falangista más temido en el Lı́bano.
cia de los soldados israelı́es en el Lı́bano no estuvo Solı́a asesinar a los soldados sirios y cortarles las
tan sólo dedicada a la guerra. También encontraron orejas, que colgaba de un alambre en su casa. Ho-
los medios necesarios para hacer el amor en una al- beika era ı́ntimo colaborador del general cristiano
dea de las afueras de Beirut, lugar notable por dos Samir Zaza, y posteriormente ambos se alternaron
cosas: sus hermosas mujeres y la ausencia de sus es- con frecuencia en el mando del ejército cristiano.
posos. Pero el mortal bombardeo militar proseguı́a Sin embargo, para el Mossad, Hobeika constituı́a
y en agosto, entre crecientes crı́ticas domésticas e un contacto importante. Habı́a asistido al Colegio
internacionales acerca de que mataban a civiles en de Mandos y Equipos de Israel y era el principal
lugar de militares, Begin dijo: —Hacemos lo que dirigente de las fuerzas que se presentaron en los
debemos. Beirut occidental no es una ciudad sino campos de refugiados y asesinaron a los civiles. Ho-
un objetivo militar rodeado de civiles. Por fin, tras beika, que odiaba a Amin Gemayel y deseaba perju-
diez semanas de asedio, enmudecieron las armas de dicarle, se vio implicado en una encarnizada lucha
fuego y los comandos de la OLP evacuaron la ciu- interna por el poder porque algunos le acusaban de
dad, incitando a declarar al primer ministro libanés no haber protegido a Bashir Gemayel. A las cinco
Chafik al Wazzan: —Ha llegado el fin de nuestros de la tarde del 16 de septiembre Hobeika reunió a
pesares. Pero se habı́a precipitado al hacer tal afir- sus fuerzas en el aeropuerto internacional de Bei-
mación. A fines de agosto llegó a Beirut un redu- rut, desde donde se trasladaron al campamento de
cido equipo pacificador franco-italonorteamericano, Shatila con ayuda de bengalas y, más tarde, tan-
mas los israelı́es continuaron estrechando el cerco a ques y fuego de mortero de las Fuerzas de Defensa
la ciudad sitiada. El martes 14 de septiembre de Israelı́es (FDI). Por entonces, según unas declara-
1982, a las cuatro horas ocho minutos de la tar- ciones del gabinete de prensa israelı́, se decı́a que
de, una bomba de cien kilogramos era detonada el FDI habı́a “tomado posiciones en Beirut oeste
por control remoto en la tercera planta del cuar- para evitar el peligro de violencia, derramamien-
tel general del Partido de la Falange Cristiana de to de sangre y anarquı́a”. Al dı́a siguiente, Hobeika
Beirut este, dando muerte al presidente electo Bas- recibió autorización israelı́ para conducir otros dos
hir Gemayel y a otros veinticinco miembros mien- batallones a los campos. Israel sabı́a que se esta-
tras celebraban su habitual reunión semanal junto ba produciendo una matanza y sus fuerzas incluso
a unos cien componentes del partido. Bashir fue habı́an instalado puestos de observación en lo alto
sustituido por su hermano Amin de cuarenta años. de varios edificios de siete pisos del cruce donde se
Las investigaciones llevadas a cabo condujeron a encontraba la embajada kuwaitı́, desde donde dis-
Ptabib Chartuny, de veintiséis años, miembro del frutaban de una amplia perspectiva de la carnicerı́a
Partido Popular Sirio, rival de los falangistas. La que se estaba llevando a cabo. Escandalizado por

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

esa mortandad y el papel que Israel habı́a desem- únicamente una información general. Sin embargo,
peñado en ella, Reagan intensificó la pugna verbal al mismo tiempo proporcionaron detalles concretos
que sostenı́a con Begin y, a comienzos de octubre, a todas las instalaciones israelı́es, advirtiéndolos de
volvı́a a enviar mil doscientos marines a Beirut, tan que vigilasen la presencia de un vehı́culo de carac-
sólo diecinueve dı́as después de haberlos retirado. A terı́sticas similares a las del Mercedes. A las seis y
ellos se unieron otras fuerzas de pacificación forma- veinte de la mañana del 23 de octubre de 1983, un
das por quinientos sesenta paracaidistas franceses gran camión Mercedes llegaba al aeropuerto de Bei-
y mil doscientos soldados italianos. Durante todo rut, pasando ostensiblemente junto a los centinelas
aquel tiempo la base del Mossad en Beirut habı́a israelı́es de la próxima base, atravesando un puesto
estado atareadı́sima. Uno de sus informantes, un de control del ejército libanés y girando hacia la iz-
“soplón” (en realidad se trata de un término yiddish quierda en el aparcamiento. Un guardamarina nor-
utilizado en Israel cuando se alude a un informan- teamericano informó, alarmado, de que el vehı́culo
te), tenı́a vı́nculos con un garaje local especializado iba ganando velocidad. En su recorrido se abalan-
en componer vehı́culos destinados al contrabando. zó hacia la entrada del edificio de cuatro pisos de
Por ejemplo, muchos militares israelı́es pasaban de hormigón armado de Seguridad Aeronáutica que se
contrabando vı́deos y cigarrillos libres de impuestos utilizaba como cuartel general del Octavo Batallón
del Lı́bano, con los que obtenı́an enormes benefi- de Marina, atravesó la verja de hierro, alcanzó el
cios en Israel, donde los impuestos eran del orden puesto de guardia protegido con sacos de arena,
del ciento al doscientos por ciento en tales artı́cu- arrolló otra barrera y, tras chocar contra otro muro
los. El Mossad, a su vez, solı́a 224 / 250 transmi- de protección, entró en el vestı́bulo y provocó tan
tir información pertinente a la policı́a militar, por espantoso estallido que el edificio quedó reducido
lo que muchos intentos de contrabando quedaban a escombros al instante. Al cabo de unos minutos
frustrados. En el verano de 1983 aquel mismo in- otro camión se estrellaba contra el cuartel general
formador avisó al Mossad de que los musulmanes de los paracaidistas franceses de Bir Hason, en el
chiitas habı́an adaptado un gran camión Mercedes sector residencial del paseo marı́timo, a sólo tres ki-
con compartimientos que podı́an ocultar bombas. lómetros del complejo estadounidense, produciendo
Añadió que incluso disponı́a de espacios aún ma- tal impacto que desplazó nueve metros el edificio y
yores, de modo que fuera cual fuese su destino sin causó la muerte de cincuenta y ocho soldados. La
duda debı́a tratarse de un objetivo importantı́si- pérdida de doscientos cuarenta y un marines, que en
mo. El Mossad comprendió que con tales propor- su mayorı́a aún dormı́an en sus lechos en el instan-
ciones eran muy pocos los objetivos lógicos, uno de te en que tuvo lugar la misión suicida, fue el golpe
los cuales debı́a de ser el complejo estadounidense. que en un solo dı́a costó mayor número de vidas a
Se trataba entonces de decidir si avisaban o no a los americanos desde que otros doscientos cuarenta
los americanos para que se mantuvieran especial- y seis hallaron la muerte en Vietnam al comienzo
mente vigilantes ante la presencia de algún camión de la ofensiva Tet del 13 de enero de 1968. 225 /
que respondiese a aquella descripción. La decisión 250 Al cabo de unos dı́as los israelı́es transmitieron
era demasiado importante para tomarla en la base a la CIA los nombres de trece personas que, se-
de Beirut, por lo que fue transmitida a Tel-Aviv, gún decı́an, estaban relacionadas con el ataque que
donde Admony, a la sazón jefe del Mossad, decidió provocó tal matanza de marines americanos y para-
que se limitarı́an a dar a los americanos un aviso caidistas franceses, una relación que comprendı́a a
general, una vaga información de que habı́a razo- la inteligencia siria, a iranı́es residentes en Damas-
nes para creer que alguien podı́a estar planeando co y al chuta Mohammed Hussein Fadlallah. En el
una operación contra ellos. Pero fue algo tan ge- cuartel general del Mossad respiraron aliviados al
neralizado y tan trivial como transmitir un parte pensar que habı́an salido bien librados del golpe y,
meteorológico, que no era probable que despertase por lo que a ellos concernı́a, lo consideraron como
ningún temor especial o instase a aumentar las me- un incidente sin importancia, algo que llega al cono-
didas de precaución. Por ejemplo, durante los seis cimiento de uno por casualidad y que no se cuenta
meses siguientes al recibo de esa información hubo a cualquiera. El problema era que si se habı́a esca-
más de cien avisos generales de ataques por coche pado alguna información y se descubrı́a su origen,
bomba. Uno más no intensificarı́a la, preocupación su informador serı́a asesinado y en la próxima oca-
de Estados Unidos por su vigilancia. Al negarse a sión ellos no sabrı́an si se encontraban en la lista
facilitar datos especı́ficos a los americanos sobre el negra. La actitud general acerca de los americanos
camión, Admony habı́a dicho: —No estamos aquı́ era más o menos: “¿Acaso no querı́an meter las na-
para protegerlos. Ellos son un gran paı́s: facilitadles rices en los asuntos del Lı́bano? Pues que paguen

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VICTOR OSTROVSKY

las consecuencias.” En cuanto a mı́, fue la primera su libertad. La CIA no tardó en recurrir al Mossad
ocasión en que recibı́ una importante reprimenda en busca de ayuda. Poco después del secuestro de
de mi superior, el oficial de enlaces Amy Yaar. En Buckley, el oficial de enlace de la CIA en Tel-Aviv
aquellos momentos comenté que recordarı́amos más solicitaba al Instituto que obtuviese la mayor in-
tiempo a los soldados americanos que habı́an en- formación posible sobre él y los restantes rehenes.
contrado la muerte en Beirut que nuestras propias Una mañana, hacia las once y media, se emitió un
pérdidas, porque ellos habı́an acudido allı́ de buena mensaje por el intercomunicador del cuartel general
fe para ayudarnos a salir del enredo que nosotros pidiendo a todo el personal que durante una hora se
habı́amos organizado. —¡Cállate! —me dijo—. ¡Es- mantuvieran lejos de la planta principal y el ascen-
tás hablando de los tuyos! Damos a los americanos sor porque se esperaban visitas. Se presentaron dos
mucho más de lo que ellos nos devuelven. Siem- oficı́ales de la CIA que fueron acompañados hasta
pre decı́an lo mismo, pero no es cierto. Gran parte el despacho de Admony, en la novena planta. El jefe
del equipamiento israelı́ era americano y el Mos- del Mossad les dijo que les facilitarı́an toda la infor-
sad estaba muy en deuda con ellos. Durante todo mación que poseyeran, pero que si deseaban algo en
aquel tiempo varios occidentales continuaron cauti- particular tendrı́an que recurrir al primer ministro
vos mientras otros se convertı́an en nuevos rehenes “porque es nuestro jefe”. En realidad deseaba que
de las diversas facciones. Un dı́a, a fines de marzo le formulasen una petición formal, a fin de poder
de 1984, William Buckley, jefe de la base de la CIA cobrarse más adelante el favor si era necesario. En
que figuraba oficialmente como oficial de la emba- cualquier caso los americanos efectuaron una soli-
jada norteamericana, fue secuestrado a punta de citud formal a través de su embajador al entonces
pistola por tres soldados chiitas cuando abandona- primer ministro Shimon Peres. Éste dio instruccio-
ba su apartamento en Beirut oeste. Lo retuvieron nes a Admony para que el Mossad facilitase a la
durante dieciocho meses, lo sometieron a múltiples CIA todo cuanto pudiera favorecer la situación del
torturas y finalmente lo asesinaron de un modo bru- rehén americano. Normalmente esta clase de solici-
tal, cuando hubiera podido salvarse. El Mossad, a tudes comprenden ciertas limitaciones, tales como:
través de su extensa red de informadores, tenı́a una “Le daremos toda la información posible mientras
idea bastante clara de dónde y quiénes retenı́an a no perjudique a nuestro personal”, pero en aquel ca-
muchos de los rehenes. Aunque no se supiera el lu- so no existı́an restricciones, lo que era una muestra
gar donde se encontraban, siempre es crucial saber evidente de cuan importante consideraban Estados
de quiénes se trataba pues, de otro modo, uno pue- Unidos y Peres el futuro del rehén. Polı́ticamente
de encontrarse negociando con alguien que no po- estas cosas pueden ser dinamita. La administración
see ningún rehén. Circulaba una anécdota acerca Reagan tenı́a muy patente el perjuicio polı́tico y
de un libanés que aleccionaba a su ayudante para la humillación que sufrió Jimmy Carter cuando los
encontrar a alguien con quien negociar acerca de americanos fueron retenidos como rehenes en Irán
un rehén. —¿De qué paı́s procede su rehén? —se tras el derrocamiento del sha. Admony aseguró a
interesaba el ayudante. —Búscame un paı́s y te en- Peres que harı́a todo cuanto pudiese por ayudar a
contraré el rehén —era la respuesta. Los hombres los americanos. —Tengo una buena impresión en
del nivel de Buckley se consideraban de la mayor ese sentido —le dijo—. Acaso contemos con algu-
importancia porque sabı́an muchı́simo. Obligarlos na información que pueda ayudarlos. La realidad
a facilitar información significaba una sentencia de era que no tenı́an intención alguna de colaborar
muerte para muchos otros compañeros suyos que con ellos. Los oficiales de la CIA fueron convocados
estuviesen trabajando por todo el globo. Un grupo para reunirse con el departamento Saifanim (“pez
que se daba a sı́ mismo el nombre de Jihad Islámi- de colores”), especializado en la OLP. La entrevis-
ca (Guerra Santa Islámica) asumió la responsabi- ta tuvo lugar en la Midrasha, o Academia. Puesto
lidad del secuestro de Buckley. Bill Casey, jefe de que Israel considera a los palestinos sus principa-
la CIA, estaba tan deseoso de salvarle que envió a les enemigos, el Mossad suele calcular que si puede
Beirut un equipo de expertos del FBI especialmen- atribuirle algo en su contra, ya ha cumplido con
te entrenados para localizar vı́ctimas de secuestros su deber. De modo que comenzaron por intentar
con el fin de encontrarle. Pero al cabo de un mes acusar a la OLP de los secuestros, aun sabiendo
no habı́an conseguido nada. Aunque la polı́tica ofi- que muchos de ellos, comprendido el de Buckley,
cial de Estados Unidos prohibı́a 226 / 250 entonces no tenı́an relación con dicha organización. Aun ası́,
negociaciones para satisfacer rescates, Casey habı́a confiando dar la impresión de que colaboraban ple-
autorizado que se pagasen sumas considerables a namente, los hombres del Saifanim cubrieron total-
los informadores y, llegado el caso, para conseguir mente de mapas la pared de una sala de juntas y

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

ofrecieron a los americanos una considerable canti- a un caso totalmente distinto, por lo que nada te-
dad de datos relacionados con la situación general nı́a que ver con el asunto de Buckley. Aquello no
de los rehenes; aunque eran constantemente trasla- era cierto, pero siguieron embelleciendo su historia
dados a nuevos lugares, ellos solı́an tener una idea pidiéndoles que olvidaran aquella información con
general de dónde se encontraban. El Instituto se el fin de salvar las vidas de otros rehenes. Incluso
reservó muchos detalles que habı́a obtenido de sus prometieron, a cambio, duplicar sus esfuerzos para
fuentes, pero les informó de que, por la perspectiva ayudarlos. En la oficina, muchos comentaron que
general, podı́an decidir si valı́a la pena seguir ade- el Mossad lo lamentarı́a algún dı́a. Pero la mayo-
lante en los pormenores. Ello formaba parte de un rı́a estuvieron conformes. La actitud general era:
sistema no formulado, pero implı́cito, de devolución —Les hemos dado una lección. No vamos a permi-
de pago, consiguiendo un reconocimiento que justi- tir que los americanos nos pisoteen: somos el Mos-
ficarı́a la concesión de futuros favores. Al concluir la sad, los mejores. Precisamente su preocupación por
reunión enviaron un informe detallado a Admony. Buckley y las restantes vı́ctimas impulsó a Casey a
Por su parte, los americanos fueron a comentar el burlar el sistema del brazo del Congreso estadouni-
asunto con sus superiores. Dos dı́as después regre- dense y a comprometerse en un plan para facilitar
saban buscando más información especı́fica sobre a Irán armas prohibidas a cambio de la seguridad
una respuesta que se les habı́a dado en la 227 / 250 de los rehenes americanos, lo que culminarı́a en el
reunión original. La CIA pensaba que aquello podı́a escándalo Irán-Contra. Si el Mossad hubiera sido
ser como un diamante en bruto, pero querı́an com- más servicial en un principio, no sólo habrı́a sal-
probar los detalles. En tal sentido solicitaron hablar vado a Buckley y a los demás, sino que también
con la fuente. —Olvı́denlo —repuso el hombre del habrı́a evitado tan importante escándalo polı́tico
Mossad—. Nadie habla con las fuentes. —De acuer- a Estados Unidos. Peres habı́a comprendido clara-
do —repuso el representante de la CIA—. Eso es mente que era de interés para Israel cooperar, pero
muy razonable. ¿Nos permitirı́an reunimos con el el Mossad —Admony en particular— tenı́a otros
katsa? El Instituto protege a ultranza la identidad intereses que perseguı́a sin descanso. La tragedia
de sus oficiales. Ni siquiera se arriesgan a permi- definitiva de la implicación a que el Mossad con-
tir que sean vistos. Al fin y al cabo quién sabe si dujo a Israel en el Lı́bano fue que cuando su base
de resultas de ello no serı́an reconocidos en algu- “Submarino” se clausuró muchos agentes quedaron
na ocasión. Un katsa que se halle trabajando ac- allı́ y toda su red se vino abajo. En su mayorı́a
tualmente en Beirut puede encontrarse mañana en fueron asesinados y sólo lograron sacar a algunos
cualquier otro sitio, tropezar con el tipo de la CIA y secretamente del paı́s. 228 / 250 Israel no inició la
dar al traste con toda una operación. Sin embargo, guerra ni la acabó. Es como jugar a blackjack en
hay muchos modos de organizar entrevistas sin que un casino. Uno no empieza el juego ni lo conclu-
ambas partes lleguen realmente a verse. Métodos ye, pero se halla presente. Israel no acertó ningún
como hablar tras pantallas y distorsionar la voz o premio gordo. Durante aquel perı́odo Amiram Nir
ponerse una capucha hubieran servido para tal fin. era el “consejero de Peres sobre terrorismo”. Cuan-
Pero el Mossad no tenı́a intención de mostrarse tan do el primer ministro sospechó que el Mossad no se
servicial. Pese a las órdenes directas recibidas de su mostraba lo colaborador que debı́a con los america-
“jefe” y de Peres, los oficiales del Saifanim pretexta- nos, decidió utilizar a Nir como su enlace personal
ron que debı́an consultarlo con su superior. Corrı́a entre ambos paı́ses, jugada por la que éste entró
la voz por el cuartel general de que Admony esta- en contacto con el teniente coronel norteamericano
ba de mal humor y que su amante, la hija del jefe Oliver North, figura clave en el posterior escándalo
del Tsomet, también lo estaba. Por lo visto tenı́a Irán-Contra. La posición de Nir en el esquema de
el perı́odo... por lo menos ası́ bromeaban. Aquel la situación era tal que llevaba la famosa Biblia au-
dı́a, a la hora de almorzar, en el comedor sólo se tografiada por Ronald Reagan cuando North y el
hablaba del asunto de los rehenes. Y cuando la no- antiguo consejero de seguridad nacional estadouni-
ticia llegó allı́, acaso ya se hubiera exagerado algo, dense Robert McFarlane —utilizando falsos pasa-
pero se suponı́a que Admony habı́a dicho: —Esos portes irlandeses— visitaron secretamente Irán en
malditos americanos tal vez esperan que busque- mayo de 1986 para vender armas. Los beneficios de
mos nosotros a sus rehenes. ¿Acaso están locos? En aquella transacción se utilizaron para adquirir ar-
cualquier caso la respuesta fue negativa. La CIA no mamento para la Contra nicaragüense, respaldada
podrı́a ver a ninguno de sus katsas. Por añadidu- por Estados Unidos. Nir era, sin lugar a dudas, un
ra dijeron a los americanos que la información que hombre bien relacionado y con conocimientos. Ha-
les habı́an facilitado era antigua y que se referı́a bı́a interpretado un papel importante capturando

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VICTOR OSTROVSKY

a los piratas del crucero Achille Lauro en 1985 e americano, el reverendo Benjamı́n Beir, fue puesto
informando al entonces vicepresidente de Estados en libertad, convenciéndose consiguientemente los
Unidos (y antiguo director de la CIA) George Bush americanos de que, pese a su talento como farsante,
sobre las negociaciones de armas con Irán. Según Ghorbanifar también podı́a liberar rehenes a través
sus manifestaciones, North y él habı́an supervisa- de sus contactos en Irán. Al mismo tiempo, Israel
do varias operaciones contraterroristas en 1985 y vendı́a secretamente armas por un valor de quinien-
1986, autorizados por un acuerdo secreto entre Es- tos millones de dólares al ayatolla Jomeini, por lo
tados Unidos e Israel. En noviembre de 1985, North que poca duda cabe de que Ghorbanifar y su so-
atribuı́a a Nir la idea de obtener beneficios con la cio Nir utilizaban su influencia para regatear en los
venta de armas a Irán, cubriendo de ese modo otras acuerdos sobre liberación de rehenes americanos. El
operaciones secretas. La intervención de Nir en todo 29 de julio de 1986, Nir se reunió con Bush en el
ello resulta aún mas intrigante por su relación con hotel Rey David de Jerusalén. Los detalles de la en-
un misterioso hombre de negocios instalado en Irán trevista quedaron registrados en un memorándum
llamado Manucher Ghorbanifar. Aunque Casey, je- de alto secreto y tres páginas de extensión redac-
fe de la CIA, advertirı́a más adelante a North de que tado por Craig Fuller, jefe de personal de Bush,
tenı́a casi prácticamente la certeza de que Ghorba- en el que se alude a Nir informando a Bush de la
nifar era un agente de la inteligencia israelı́, éste participación israelı́: “Estamos tratando con los ele-
y Nir organizaron sucesivamente la ayuda a Irán mentos más radicales (en Irán) porque nos hemos
el 29 de julio de 1986 y la liberación del reveren- enterado de que ellos pueden liberar y los modera-
do Lawrence Jenco, un rehén americano capturado dos no.” Reagan habı́a alegado constantemente que
por los extremistas libaneses. Pocos dı́as después de trataba con iranı́es “moderados” cuando enviaba ar-
la liberación de Jenco, Nir informó a George Bush mas a Irán. Nir comunicó a Bush que los israelı́es
sobre la necesidad de responder enviando armas a “habı́an activado el canal. Dimos un frente a la ope-
Irán. Ghorbanifar habı́a sido fuente de la CIA des- ración, facilitando una base fı́sica y suministrando
de 1974 y quien sembró en 1981 los rumores sobre aviones”. Estaba previsto que él fuese testigo clave
los grupos de ataque libios enviados a Estados Uni- en el juicio que se celebró en 1989 contra North so-
dos para acabar con Reagan. Dos años después, tras bre el escándalo Irán-Contra, especialmente puesto
decidir que aquellos comentarios habı́an sido elabo- que, según sus manifestaciones, las actividades con-
rados, la CIA concluyó su relación con él, y en 1984 traterroristas que North y él supervisaron durante
divulgó un “aviso al rojo vivo” en el sentido de que 1985 y 1986 estaban autorizadas por un acuerdo
era un “embustero de talento”. Aun ası́ él fue quien secreto norteamericano-israelı́. Sus testimonios hu-
consiguió un préstamo puente de cinco millones de bieran sido sumamente peligrosos, no sólo para la
dólares del multimillonario saudı́ Adnan Khashoggi administración Reagan sino también por subrayar
para superar las desconfianzas existentes entre Irán el importante papel que habı́an desempeñado los
e Israel en el tráfico de armas. El propio Khashog- israelı́es en todo el asunto. Sin embargo, el 30 de
gi habı́a sido reclutado años atrás como agente del noviembre de 1988, cuando volaba en un Cessna
Mossad; es más, su espectacular reactor personal, T210 sobre un rancho, a ciento setenta y siete kiló-
sobre el que tanto se ha escrito, habı́a sido fabricado metros al oeste de Ciudad de México, Nir encontró
en Israel. Khashoggi no percibı́a un salario básico la muerte junto con el piloto al estrellarse el aparato
del Mossad como es habitual entre los agentes, pe- en que viajaba. Los tres pasajeros restantes resulta-
ro utilizaba el dinero de la organización en muchas ron ligeramente heridos, comprendida la canadiense
de sus hazañas. Conseguı́a préstamos siempre que Adriana Stanton, de veinticinco años y natural de
los necesitaba para salir de apuros, e importantes Toronto, que pretendı́a no tener relación alguna con
sumas procedentes del Mossad eran canalizadas a Nir. Sin embargo, los mexicanos la describieron co-
través de sus compañı́as, muchas de ellas creadas mo su “secretaria” y su “guı́a”, y trabajaba en una
con Ovadia Gaon, un judı́o multimillonario y de firma con la que Nir estaba relacionado. La joven
origen marroquı́ instalado en Francia, al que solı́an se negó a hacer más comentarios. Nir habı́a esta-
recurrir cuando necesitaban grandes sumas de di- do en México para negociar la comercialización de
nero. 229 / 250 En cualquier caso Irán no querı́a aguacates. El 29 de noviembre visitó una fábrica de
pagar hasta que tuviera las armas en su poder e Is- embalaje de estos frutos en el estado occidental de
rael se negaba a enviar los misiles TOW 508 sin ver Michoacán, en la que tenı́a importantes intereses
el dinero, por lo que el préstamo puente a través financieros. Al dı́a siguiente, alquiló una avioneta
de Khashoggi fue crı́tico para llevar a cabo la tran- particular para viajar a Ciudad de México, utili-
sacción. Poco después de aquel trato, otro rehén zando el alias de Pat Weber con el que, según da-

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

tos oficiales, encontrarı́a la muerte al estrellarse el mayo el jurado le habı́a considerado culpable de
aparato. Sin embargo, su “cadáver” fue identifica- tres de los doce cargos que se le imputaban y asi-
do por Pedro Cruchet, un misterioso argentino que mismo le correspondió una pena de tres años de
trabajaba para él y se encontraba ilegalmente en suspensión de sentencia, además de dos años de li-
México. El hombre informó a la policı́a de que ha- bertad condicional. El memorándum que North en-
bı́a perdido su carné de identidad en una corrida de vió a Poindexter subraya la importancia del papel
toros, pero pese a ello logró conseguir la custodia de Nir en el escándalo en un apartado que dice ası́:
de los restos de Nir. Por añadidura, los informes “Amiram Nir, ayudante especial del primer minis-
originales de la oficina del fiscal del estado confir- tro (Shimon) Peres en antiterrorismo, ha indicado
maban que tanto Nir como Stanton, aunque según que durante la discusión privada de quince minutos
cabe suponer realizaban negocios legales, viajaban que sostendrá con el presidente probablemente éste
con nombres ficticios. Pese a que posteriormente plantee algunas soluciones delicadas.” Por entonces
un inspector del aeropuerto de partida lo desmin- tres secuestrados americanos habı́an sido puestos en
tió, aquel error jamás se aclararı́a. 230 / 250 Más de libertad en relación con las ventas de armas: Jenco,
mil personas asistieron al funeral de Nir en Israel, Weir y David Jacobsen. Bajo el titular “Rehenes”,
y el ministro de Defensa Yitzhak Rabin aludió a el memorándum decı́a: “Hace algunas semanas Pe-
“su misión en destinos aún no revelados de carácter res expresó su preocupación de que Estados Unidos
secreto y a secretos que guardaba encerrados en su pensara dar fin a los actuales esfuerzos con Irán.
corazón”. En el momento en que se produjo el ac- Los israelı́es consideran la cuestión de los secues-
cidente de Nir, en el Toronto Star se decı́a que un tros como un obstáculo que deberı́a ser superado,
oficial del servicio secreto de personalidad desco- con vı́as a una relación estratégica más amplia con
nocida habı́a manifestado que no creı́a que hubiese el gobierno iranı́. ”Es probable que Peres trate de
muerto y que probablemente Nir se habı́a someti- obtener la seguridad de que Estados Unidos con-
do a alguna operación quirúrgica para cambiar su tinuará realmente con la actual iniciativa conjun-
rostro en Ginebra, “donde las clı́nicas son excelen- ta, de la que ni Weir ni Jenco quedarı́an ahora li-
tes, muy reservadas y muy discretas”. Sea lo que bres sin ayuda israelı́... Serı́a muy conveniente que
fuere lo sucedido sólo nos cabe especular cuánto el presidente agradeciera a Peres su discreta colabo-
daño hubiesen podido causar sus declaraciones a la ración.” 231 / 250 Al parecer, Reagan ası́ lo hizo. Es
administración Reagan y al gobierno israelı́ en la muy probable que Peres le devolviera las gracias, al
vista del caso Irán-Contra. Pero durante las inves- menos en parte, por solucionar la oportuna “muer-
tigaciones llevadas a cabo por el Comité Especial te” de Nir para evitar que declarara públicamente.
del Senado americano en julio de 1987, un memo- Resulta difı́cil estar seguro de ello, pero dadas las
rándum enviado por North al antiguo consejero de dudosas circunstancias —más el hecho de que los
seguridad nacional, el vicealmirante John Poindex- traficantes de armas israelı́es facilitaban por enton-
ter, de fecha 15 de septiembre de 1986 y censura- ces subrepticiamente a los señores colombianos de
do por razones de seguridad, recomendaba que éste la droga armas y entrenamiento a través del Ca-
negociase primero el tratado de armas con Casey ribe— es improbable que Nir esté muerto. Jamás
y luego informase al presidente Reagan. Poindexter podremos estar seguros de ello. Pero sabemos que
fue el único de los siete convictos en el escánda- si el Mossad hubiera mostrado más colaboración
lo que tuvo que ir a la cárcel. El 11 de junio de con la inteligencia en relación a los rehenes ameri-
1990 fue condenado a seis meses y a un duro ser- canos y occidentales, tal vez el asunto Irán-Contra
món de Harold Greene, juez del tribunal de distrito no hubiera ocurrido. 232 / 250 EPILOGO El 8 de
americano, quien dijo que Poindexter merecı́a el en- diciembre de 1987 un camión del ejército israelı́ se
carcelamiento como “jefe con carácter decisorio de precipitó contra varias furgonetas en Gaza causan-
la operación Irán-Contra”. El 3 de marzo de 1989 do la muerte de cuatro árabes e hiriendo a otros
Robert McFarlane fue condenado a satisfacer una diecisiete. Aquel incidente provocó amplias protes-
multa de veinte mil dólares y a dos años de liber- tas al dı́a siguiente, especialmente cuando circuló
tad condicional tras confesarse culpable de cuatro el rumor de que habı́a sido una represalia inten-
delitos de menor cuantı́a por ocultar información al cionada por el asesinato a cuchilladas de un polı́ti-
Congreso. El 6 de julio de 1989, a continuación del co israelı́ en Gaza cometido el 6 de diciembre. Al
sensacional juicio celebrado en Washington, Oliver dı́a siguiente manifestantes de Gaza bloquearon las
North fue condenado a una multa de ciento cin- carreteras con barricadas de neumáticos encendi-
cuenta mil dólares y a la obligación de realizar mil dos y lanzaron piedras, cócteles Molotov y barras
doscientas horas de servicios comunitarios. El 4 de de hierro a las tropas israelı́es. El 10 de diciembre,

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los tumultos se habı́an propagado hasta el campo marzo de 1990 el Kenésset derrotó al gobierno del
de refugiados de Balata, en las proximidades de la primer ministro Yitzhak Shamir por sesenta votos
ciudad de Neblus, en la Orilla Occidental. El 16 contra cincuenta y cinco: por vez primera un go-
de diciembre fuerzas especiales israelı́es antidistur- bierno israelı́ caı́a bajo un voto de confianza. Ello
bios utilizaron un cañón de agua por vez primera sucedió después que Shamir se negase a aceptar un
contra los manifestantes y un importante número proyecto norteamericano para iniciar las conversa-
de efectivos israelı́es fueron enviados a la Franja de ciones de paz entre Israel y Palestina. El 7 de ju-
Gaza para intentar sofocar los crecientes desórde- nio Shamir y su Partido Derechista Likud formaron
nes. Dos dı́as después, tras las oraciones del viernes, una coalición con algunos partidos disidentes, con-
jóvenes palestinos salieron precipitadamente de las siguiendo un margen de dos escaños en el Kenésset,
mezquitas de Gaza y se enfrentaron a las tropas is- en el que la mayorı́a de observadores consideraron
raelı́es en continuos combates callejeros. Otros tres como el gobierno más ultra de la historia israelı́,
árabes murieron a tiros. Seguidamente los israelı́es lo que permitió a Shamir continuar su polı́tica de
irrumpieron en el hospital Shifa de Gaza, donde promoción de colonias en los territorios disputados,
arrestaron a docenas de árabes heridos, reduciendo negándose a entablar conversaciones con los pales-
a golpes a los médicos y enfermeras que trataban tinos. El 15 de noviembre de 1988, ante el clı́max
de defender a sus pacientes. Habı́a comenzado la de una reunión de cuatro dı́as en Argel, el Consejo
intifada. El 16 de mayo de 1990 un informe de mil Nacional Palestino, considerado por la OLP como
páginas auspiciado por la delegación sueca del Fon- su Parlamento en el exilio, proclamaba el estableci-
do para la Salvación de la Infancia y financiado por miento de un Estado independiente palestino y vo-
la Fundación Ford acusaba a Israel de “grave, in- taba por vez primera para aceptar las resoluciones
discriminada y reiterada” violencia contra los niños clave de la ONU, que reconocı́a implı́citamente el
palestinos. Calculaban que habı́an sido atendidos derecho a la existencia de Israel. Durante este pro-
entre cincuenta mil y sesenta y tres mil niños heri- longado perı́odo de disturbios la imagen de Israel
dos, comprendidos por lo menos seis mil quinientos por el extranjero se ha resentido gravemente. Pese a
por armas de fuego. Se decı́a que la mayorı́a de los los crecientes esfuerzos de los oficiales israelı́es por
que habı́an muerto no habı́an participado en los imponer silencio a las informaciones sobre los dis-
lanzamientos de piedras cuando fueron asesinados, turbios de Gaza y la Orilla Occidental, las imágenes
y una quinta parte de los casos examinados demos- de tropas armadas golpeando y disparando contra
traron que las vı́ctimas habı́an encontrado la muer- jóvenes palestinos han comenzado a perturbar in-
te en sus hogares o a escasa distancia de ellos. La cluso a algunos de los más incondicionales aliados
intifada aún sigue en pleno vigor, sin señales de con- de Israel. Tres dı́as después de que Shamir perdiera
cluir. En julio de 1990, según Associated Press, se- el voto de confianza, el antiguo presidente norte-
tecientos veintidós palestinos fueron asesinados por americano Jimmy Carter, que realizaba una visita
israelı́es y otros doscientos treinta por palestinos por la región, dijo que la revuelta “se habı́a eter-
radicales, perdiendo como mı́nimo la vida cuaren- nizado en parte a causa de los malos tratos infligi-
ta y cinco israelı́es. Durante 1989 Israel envió unos dos a los palestinos” por los soldados israelı́es, com-
diez mil soldados a Gaza y a la Orilla Occidental prendidas las muertes injustificadas, las demolicio-
para tratar de mantener el orden. En abril de 1990 nes de viviendas y las detenciones sin juicio previo.
quedaban reducidos a unos cinco mil efectivos. El —Apenas queda una familia residente en la Orilla
13 de febrero de 1990 el Wall Street Journal infor- Occidental que no tenga actualmente a uno de sus
maba que según el estudio realizado por un banco miembros masculinos encarcelado por las autorida-
israelı́, se calculaba que aquellos dos primeros años des militares —dijo Carter. Las cifras del ejército de
de sublevación habı́an costado al paı́s mil millones Israel demuestran que entre quince mil y veinte mil
de dólares en pérdida de crecimiento y producción palestinos han sido heridos y cincuenta mil arresta-
y otros seiscientos millones de dólares destinados dos. Unos trece mil aún siguen en prisión. El 12 de
al ejército con el fin de reprimir la intifada. En los abril de 1990, durante la semana de Pascua, en lo
trescientos setenta y ocho kilómetros cuadrados de que parece un intento deliberado de provocar a la
la Franja de Gaza se agolpan más de seiscientos mil comunidad cristiana, un grupo de ciento cincuenta
palestinos. De ellos, unos sesenta mil viajan diaria- fervientes nacionalistas judı́os se instalaron en un
mente a 233 / 250 Israel para trabajar, dedicándose complejo vacı́o de setenta y dos habitaciones, com-
primordialmente a tareas domésticas escasamente puesto por cuatro edificaciones, conocido como St.
remuneradas, y regresan cada noche a sus hoga- John’s Hospice, en el núcleo del distrito cristiano
res porque tienen prohibido pernoctar allı́. El 16 de de Jerusalén. El hospicio se halla a pocos metros

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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

de la iglesia del Santo Sepulcro, venerado Por los famosa B’Nai Akiva Yasheeva (escuela religiosa),
cristianos como sede tradicional de la tumba de Je- dijo durante una conferencia en pro de Levinger:
sucristo. Durante diez dı́as el gobierno israelı́ negó —No es hora de pensar sino de disparar a dere-
su intervención en el asunto. Finalmente admitió cha y a izquierda. El juez Heim Cohén, ya retirado
haber suministrado secretamente al grupo millón y del tribunal supremo de Israel, manifestó: —Tal co-
medio de dólares, el cuarenta por ciento del coste, mo van ahora las cosas, me asusta pensar adonde
para subarrendar el complejo. Durante una entre- iremos a parar. Jamás supe de nadie que fuese juz-
vista efectuada al senador norteamericano Robert gado por negligencia tras haber matado a alguien
Dole cuando visitaba Israel, éste sugirió que Es- a sangre frı́a. Debo de hacerme viejo. La intifada y
tados Unidos podrı́a considerar la interrupción de la consiguiente crisis de orden moral y humanidad
su abultado paquete de ayudas a Israel para resca- son resultado directo de la especie de megalomanı́a
tar fondos destinados a las nacientes democracias que caracteriza las operaciones del Mossad. Ahı́ es
de Europa oriental y Latinoamérica. 234 / 250 El donde comienza todo: con esa sensación de que uno
primero de marzo de 1990 el secretario de Estado puede hacer lo que quiera, a quienquiera que sea y
norteamericano James Baker dijo que la adminis- mientras lo desee porque el poder está en sus ma-
tración Bush estaba dispuesta a considerar “aho- nos. Israel se enfrenta más que nunca a su mayor
rrarse” la ayuda extranjera que facilitaba a Israel amenaza: es algo incontrolable. En el paı́s se sigue
y a otros paı́ses, ayudando a las nacientes demo- maltratando a los palestinos mientras Shamir dice:
cracias. Baker ofendió a Shamir condicionando la —Nos hacen volvernos crueles. Nos obligan a gol-
petición israelı́ de una garantı́a de préstamo de cua- pear a los niños. ¿Acaso no es terrible? Eso es lo
trocientos millones con una congelación de nuevas que sucede tras años y años de secretos, de “tene-
colonias en los territorios ocupados. Tal vez el mejor mos razón, sea ésa la razón, pese a quien pese”, de
ejemplo del talante que predomina entre las dere- mantener intencionadamente mal informados a los
chas israelı́es sea el famoso caso del rabino Moshe oficiales; de justificar la violencia y la falta de hu-
Levinger, jefe del Movimiento Colonizador Judı́o de manidad con el engaño o, según reza la divisa del
extrema derecha. En junio de 1990 fue condenado a Mossad: “por la vı́a del engaño”. Es una enfermedad
seis meses de prisión por negligencia: habı́a matado que se originó en el Mossad y que se ha extendido
a tiros a un árabe. Levinger conducı́a su automóvil entre el gobierno y, más abajo, hasta gran parte
por Hebrón el 7 de octubre de 1988 cuando alguien de la sociedad israelı́. Existen en Israel importan-
le lanzó una piedra. Saltó del vehı́culo y comenzó a tes elementos que protestan de este deslizamiento,
disparar su arma provocando la muerte de un ára- pero sus voces no son oı́das. Y es más fácil repetir
be que se encontraba en la puerta de su barberı́a. cada paso hacia abajo y más difı́cil detenerse. La
Durante una de sus comparecencias ante el tribu- peor maldición que un katsa puede lanzar a otro en
nal, Levinger se adelantó agitando el arma sobre su el Mossad es la formulación de este sencillo deseo:
cabeza y diciendo que habı́a tenido el “privilegio” “Ojalá te vea aparecer en los periódicos.” Tal vez
de dar fin a un enemigo. Tras cumplir su condena, serı́a el único medio de que la situación cambiara
salió de la cárcel a hombros de una enfervorizada por completo.
multitud. El rabino Moshe Tsvy Neriah, jefe de la

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GLOSARIO DE TÉRMINOS
2
ACADEMIA (Midrasha). Ası́ se denomina oficialmente a la residencia de verano del
primer ministro. Se trata de la escuela de entrenamiento del Mossad situada al norte de
Tel-Aviv.
AGENTE. Término con frecuencia mal utilizado. Es un elemento reclutado, no un
empleado doméstico de una agencia de servicio secreto. El Mossad cuenta con unos
treinta y cinco mil en el mundo, veinte mil de los cuales con carácter operativo y quince
mil residentes. Los agentes “negros” son árabes, mientras que los “blancos” no lo son.
Los agentes “de aviso” se utilizan estratégicamente para advertir de los preparativos de
guerra. Por ejemplo, un doctor de un hospital sirio que advierta de la llegada de un nuevo
e importante suministro de medicinas y drogas o un empleado portuario que detecte una
actividad creciente en la marina de guerra.
AL. Unidad secreta de katsas expertos que trabajan bajo una cobertura falsa muy
estructurada en Estados Unidos.
AMAN. Inteligencia militar.
APAM (Avtahat Paylut Modienit). Seguridad de operaciones del servicio secreto.
BABLAT. “Mezclar las bolas” o bilbul baitsin, decir desatinos.
BALDAR. Correo.
BAT LEVEYHA. Escoltas femeninas no dedicadas al sexo; suele tratarse de mujeres
locales, aunque no judı́as, que se contratan como agentes auxiliares.
BENELUX. La oficina belga-holandesa-luxemburguesa en el cuartel general del Mossad.
BODEL (plural: bodim) o LEHAVDIL. Intermediarios, mensajeros entre los pisos francos y
las embajadas o entre varios pisos francos.
CABALLO. Una persona de alta calidad que te ayuda a subir en el escalafón.
COMBATIENTES. Auténticos “espı́as”: israelı́es enviados a paı́ses árabes para trabajar
bajo personalidad ficticia.
DARDASIM (Smerfs). Un subdepartamento dentro del Kaisarut. Sus miembros operan en
China, África y el Lejano Oriente estableciendo relaciones.
DESARROLLO. Vinculado a la unidad militar 8520. Fabrican cerraduras especiales,
carteras con dobles fondos, etcétera.
DESLIZAMIENTO. Escondrijo para documentos, armas, etcétera.
DIAMANTE (Yahalomim). Unidad del Mossad que dirige las comunicaciones a los
agentes que se hallan en paı́ses objetivo.
DUVSHANIN. Habitualmente tropas pacificadoras de la Organización de las Naciones
Unidas subvencionadas para transportar mensajes y paquetes a uno y otro lado de las
fronteras árabe-israelı́es.
ESTRUCTURAS (Misgarot). Unidades judı́as de autoprotección establecidas por todo el
mundo.
EXPERTOS EN ENTREGAS. Término utilizado para describir a un profesional en el campo
fuera del espionaje y/o inteligencia que se encarga de misiones para identificar
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POR EL CAMINO DE LA DECEPCION

documentación o equipo en su zona de habilidad. “Con entregas” es una metáfora para


designar, por ejemplo, un paquete que se ha llevado por un equipo del Mossad.
FALACH. Granjeros campesinos árabes del Lı́bano que suelen reclutarse por militares
israelı́es como agentes de muy baja calidad.
247 / 250
GADNA. Jóvenes brigadas paramilitares israelı́es.
HETS VA-KESHET (arco y flecha). El emblema y campo de entrenamiento veraniego de
Gadna.
HUMANT. Recopilación informativa sobre elementos humanos; por ejemplo, agentes de
todos los tipos.
INSTITUTO. Denominación formal del Mossad. En hebreo Mossad es Ha Mossad, le
Modiyn ve le Tafkidim Mayuhadim, o, en inglés, el Instituto para Inteligencia y
Operaciones Especiales.
INTELIGENCIA DIRECTA. Movimientos fı́sicos reales o actividades que pueden ser
observadas. Por ejemplo, movimientos de armas o de tropas o preparativos para la guerra
en hospitales o puertos.
INTELIGENCIA FIBRA. Observaciones que no son fı́sicas, tales como indicadores
económicos, rumores, moral, sentimientos generales.
JUMBO. Información personal fuera del alcance de la inteligencia oficial, recogida por
oficiales de enlace del Mossad de los oficiales de enlace del servicio secreto extranjero,
por ejemplo de la CIA.
KAISARUT (originalmente Tevel). Enlace en embajadas israelı́es, conocido como oficial
de inteligencia por las autoridades locales.
KATSA. “Oficial de servicios especiales.” El Mossad cuenta únicamente con unos
treinta y cinco en operaciones de reclutamiento de agentes enemigos por todo el mundo,
comparados con los muchos miles de que dispone el KGB y la CIA.
KESHET (más tarde NEVIOT). “Arco.” Información recogida por objetos inmóviles, por
ejemplo, viviendas forzadas, ingenios de escucha instalados...
KIDON. “Bayoneta.” Brazo de operaciones del Metsada responsable de ejecuciones y
secuestros.
KOMEMIUTE. Véase Metsada.
KSHARIM. “Nudos.” Registros informáticos acerca de quién está vinculado con quién.
LAKAM (Lishka le Kishrei Mada). Oficina de enlace de asuntos cientı́ficos del primer
ministro israelı́.
LAP (Lohamah Pscichlogit). Guerra psicológica.
LUZ DEL DÍA. El mayor estado de alerta de una estación del Mossad.
MABUAH. Alguien que aporta información de una fuente de información y no
directamente.
MALAT. Subdivisión de enlace que trata con Sudamérica.
MARATS. Escuchas.
MASLUH. “Ruta.” Sistema utilizado para autoprotección, a fin de averiguar si uno es o
no seguido.
MAULTER. Palabra hebrea que significa sencillamente “no planeado”. Se utiliza para
describir una ruta de seguridad improvisada o no planeada.
MELUCHA (originalmente Tsomet, que significa “reino”). Departamento de
reclutamiento que dirige a los katsas.
MISGAROT. Véase “estructuras”.
MISHLASHIM. “Triplers.” Cartas sin respuesta y entregas.
MOLICH. “Paseador.” Como un perro vigilante; aquel que se recluta no por sı́ mismo
sino porque conduce a algún otro.
NAKA. Sistema de escritura uniforme del Mossad para informes y operaciones.
248 / 250
NATIV. Recoge información relativa a la Unión Soviética; contribuye a crear rutas de
huida para judı́os del bloque oriental.
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VICTOR OSTROVSKY

NEVIOT. Véase Keshet.


NEXO. Reclutar a una persona para conseguir a otra.
OFICIAL DE SERVICIOS ESPECIALES. En la mayorı́a de servicios de espionaje, se los conoce
por ese nombre en lugar del de katsa utilizado en el Mossad. Los oficiales de servicios
especiales del Mossad son los miembros del Metsada que dirigen a los combatientes.
OTER. Un árabe retribuido para ayudar a establecer contactos con otros árabes, que
suele utilizarse en el proceso de reclutamiento y que acostumbra percibir de tres mil a
cinco mil dólares mensuales, más gastos.
PAHA (PAYLAT HABLANIT OYENET).Actividades hostiles de sabotaje, por ejemplo las
propias de la OLP.
PAÍS BASE. Europa occidental, Estados Unidos, Canadá: dondequiera que el Mossad
cuente con bases.
PISO FRANCO. Actualmente denominados por el Mossad “apartamentos de
operaciones”. Apartamentos o casas alquiladas o de propiedad destinadas a reuniones
secretas y como base de operaciones.
PAÍS OBJETIVO. Cualquier paı́s árabe.
RUTA. Véase masluh.
SAIFANIM. “Pez de colores.” Departamento del Mossad que trata de la OLP.
SALTADORES. Katsas delegados en Israel que pasan a varios paı́ses a base de breves
plazos de tiempo, en contraposición a los katsas realmente instalados en el extranjero.
SAYAN (plural SAYANIM). Colaboradores judı́os voluntarios del , exterior de Israel.
SHABACK. El equivalente israelı́ al FBI. Fuerzas de seguridad internas.
SHICKI.UT. El departamento que dirige al personal de escucha, por ejemplo a los
MARALS.
SHIN BET. Antigua denominación del Shaback.
SIETE ESTRELLAS. Pequeño diario encuadernado en piel que llevan los katsas y que
contiene números telefónicos y contactos en clave.
TACHLESS. Ir al grano.
TAYESET. Nombre clave que designa al departamento de entrenamiento.
TEUD. “Documentos.” Fabricación de documentos, por ejemplo pasaportes.
TEVEI.. Véase Kaisarut.
TSAFRIRIM. En inglés, “brisa matinal”. Organiza a las comunidades judı́as del exterior
de Israel y contribuye a elaborar estructuras.
TSIACH (Tsorech Yediot Hasuvot). Reunión anual de las organizaciones de servicios
secretos israelı́es militares y civiles. Asimismo, nombre del documento que describe las
necesidades del servicio secreto para el próximo año, relacionadas en un orden
decreciente de importancia.
TSOMET. Véase Melucha.
UNIDAD 504. Miniunidad del Mossad que recoge inteligencia de carácter militar para el
servicio secreto fronterizo.
UNIDAD 8200. Unidad militar que dirige todas las intercepciones de comunicación para
la inteligencia israelı́
UNIDAD 8313. Una división de la inteligencia militar que se encarga de la fotografı́a.
YARID. “Feria del campo.” Equipos que tienen a su cargo la seguridad europea.

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