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CASA DE JERUSALÉN.

(026)

Casa de Jerusalén donde Jesucristo entro. El mal a la vez salió dejando a la vez el bien. Yo pido a
Jesús de Nazaret, que entre a mi hogar también. Que salga el mal de aquí y el bien quede para
mí.

En el nombre de dios vivo. Señor Jesús de Nazaret, cristo vivo, de la luz viva de dios. Esta luz que
voy a encender. Es para que ilumines mi vida y mi camino. Presente pasado y futuro.

Mírala señor Jesús de Nazaret deja en ella tu poder santo. Para que no exista en este mundo
lugar. Más oscuro, profundo o tenebroso. Donde brille la gloria de tu luz divina y santa. Mira señor
Jesús de Nazaret, que esta luz sea tu luz viva.

Que tenga tal poder para que sea la luz. De todos aquellos de quien es mi deber. Obligación y
voluntad, pedir cuidar y velar. Presentes pasados y futuros.

Excelentísimo padre Jesús de Nazaret, luz viva de mi vida. Mi mesa llena de las riquezas que me
has dado. Para alabar y ensalzar tu gloria divina. Fruto de tu bendición a mi vida y a mi alma.

El espíritu santo en ellas, y en ellas tu gran poder para enriquecer espiritualmente mi alma. No
permitiendo así que dé fruto la semilla del mal y la discordia en mi vida. Tu bendito amor rodea a
mi amada familia. Alejando de sus hogares, de sus corazones, y de sus almas. Los entes
negativos, que no conozco, ni veo, y que de una o de otra manera quieren hacernos daño.

Mira señor Jesús de Nazaret a nuestros enemigos, que también son los tuyos. No nos abandones
jamás, quédate en nuestros corazones vivos de amor por ti. Que todo y toda manifestación de
odio, rencor, desprecio y muerte.

Que escupen a mi familia se convierta en amor infinito hacia ti padre santísimo. Mil gracias de
amor sean elevadas a la gloria de tu santísimo nombre. Para que bendigas a la familia de quien
te pide esto. Amen, amen y amen.

Ritual pala limpiar y despojar una casa

Dios Todopoderoso, yo _______ pido permiso a ti, autor del valor, invencible Rey y triunfador,
siempre magnífico, que reprimes las fuerzas de la dominación adversa; que vences la maldad; que
combates las infamias, te rogamos y pedimos que así como rociamos esta canela con harina
amarilla, santifiques con el rocío de tu piedad, poder y misericordia para que cualquier cosa que
fuese con ella rociada con la invocación de tu Santo Nombre se vea libre de cualquier mala
influencia, trabajo material o espiritual que aquí se haya efectuado.
En el nombre de la Santísima Trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo para todos pedimos Oh, Señor,
tu misericordia, Amén.

Bendice Señor Dios Omnipotente esta casa (o lugar) para que haya en ella; salud, bienestar,
prosperidad, sabiduría, paz, virtud, plenitud de ley y acción de gracia al Dios Padre, Dios Hijo y
Dios Espíritu Santo y que esta bendición permanezca en este lugar y en todas las personas que
aquí habitan ahora y siempre.

Dios Padre Omnipotente encarecidamente rogamos por esta casa y sus habitantes, para que los
dignes bendecirlos, protegerlos y santificarlos con toda clase de bienes. Dale, Señor, la
abundancia, así como los dignaste al bendecir la casa de Abraham, Isaac y Jacob y que en esta
casa residan para la protección de ella y sus moradores los ángeles de luz. Amén.

Casa de Jerusalén donde Jesucristo entró, el mal del punto salió entrando a la vez el bien, te pido
también Jesús que el mal se vaya de aquí entrando el bien para mí hogar. Amén Jesús Amen
Jesús.

Ingredientes para el Sahumerio: Esencias, Alcanfor, Destrancadera, Mirra Rechaza Daño, Nuez
Moscada Corta Fluido, Canela Rompe Zaraguey, Estoraque Mejorana, Romero Buena Suerte,
Almizcle, Pólvora y Azufre en CRUZ en cada puerta y ventana

Salmo 23 “El Señor es mi pastor” (ante el desánimo, la congoja)

El Señor es mi pastor; nada me falta. Me hace descansar en verdes pastos, me guía a arroyos de
tranquilas aguas, me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos rectos haciendo honor a su
nombre.

Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás
conmigo; tú vara y tu cayado me inspiran confianza.

Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos; has vertido perfume sobre mi
cabeza y has llenado mi copa a rebosar. Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis
días, y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré.

Casa de Jerusalén, donde Cristo entró y el mal al punto salió, entrando al instante el bien. Yo pido
a Jesús: que el mal se vaya de (tu nombre o el de otra persona) y venga el bien y sanación para él
(ell@) por esta santa oración y por Cristo nuestro Señor.

(Decir con mucha fe y esperanza el deseo difícil) Después de pedir lo que se desea conseguir, se
dice así: Aquí vengo con la fe de un alma cristiana, a buscar tu misericordia en situación tan
angustiosa para mí. No me desampares, y la puerta que quiera abrirse en mi camino, sea tú Mano
Poderosa la que me la cierre para no entrar en ella si no me conviene, o me la dejes abierta si ha
de volver mi tranquilidad tanto tiempo deseada.

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