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RESUMEN DE 1984

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Cómo se desenvuelve la historia

La historia da comienzo un frío día de abril de 1984 en Oceanía, una superpotencia totalitaria en la Europa posterior a la
Segunda Guerra Mundial. Winston Smith, que trabaja como editor de registros (no, policiales no) en el Ministerio de la
Verdad, arrastra los pies hasta su apartamento en las casas de la Victoria (de victoriosas no tienen nada) para comer.
Deprimido y agobiado, comienza a escribir un diario sobre sus ideas contrarias al Partido. Si lo descubren, su castigo será
la muerte. Eso sí que es jugar con fuego. Como medida de precaución, solo escribe cuando está a salvo de las telepantallas
de vigilancia. Y cuando empieza a hacer efecto la ginebra de la Victoria.

En el trabajo, Winston se empieza a interesar por la muchacha de pelo negro (también conocida como Julia), una mecánica
del Departamento de Novela. En un principio teme que sea miembro de la Policía del Pensamiento, pero sus sospechas
infundadas se desvanecen cuando ella le pasa una nota en el pasillo que dice: "Te quiero". A partir de ese momento
comienzan a verse en secreto, primero reuniéndose en el bosque, y más tarde en un cuarto rentado, encima de la tienda
del señor Charrington, en el distrito de los proles. Todos estos lugares están fuera del alcance de las pantallas de vigilancia,
o eso creen.

Conforme se van enamorando el uno del otro, la opinión de Winston sobre el gobierno (el Partido) va cambiando. Hay
algo acerca de Ingsoc que no le acaba de convencer. ¿Será la manipulación? ¿Las modificaciones de la historia? ¿La
opacidad que lo envuelve todo? Winston se siente atraído por la Hermandad de revolucionarios porque, pues eso, son
revolucionarios. Con el tiempo, Winston contacta con O’Brien pensando que también es miembro de la Hermandad,
cuando en realidad pertenece a la Policía del Pensamiento. O’Brien le asegura que recibirá una copia "del libro", un
manifiesto de la resistencia que supuestamente explica el cómo y el porqué del movimiento.

Desafortunadamente, Winston nunca descubre el porqué. En su lugar, es torturado, pero antes de eso, la Policía del
Pensamiento los detiene a ambos. Por lo visto, ese escondite secreto no era tan secreto después de todo. Luego la pareja
es llevada al Ministerio del Amor, donde se tortura, interroga y reintegra a los criminales y opositores al Partido antes de
su puesta en libertad y ejecución final. O’Brien es el que está detrás de las sesiones de tortura de Winston.

Meses más tarde, Winston es enviado a la habitación 101, donde los detenidos deben enfrentarse a sus peores miedos.
En su caso son las ratas… ¿No podía ser otra cosa? Tras imaginarse a un motón de ratas mordiéndole la cara, grita:
"¡Házselo a Julia!". Eso era lo que O’Brien quería oír, por lo que Winston queda en libertad y vuelve a incorporarse a la
emocionante "carrera de ratas". Ya un hombre libre, Winston solo siente amor por el Partido. De hecho, cuando él y Julia
se reencuentran por casualidad, lo único que experimentan es indiferencia. Este desenlace representa la conversión y
destrucción del último hombre que quedaba en Europa. Una buena forma de expresarlo, George.
1984; George Orwell

Trabajo sobre la

obra “1984” de

“George Orwell”

Índice

Argumento

La historia transcurre en uno de los tres macroestados en los que se divide la Tierra, Oceanía. Todos los habitantes tienen
que seguir unas estrictas normas impuestas por el Partido y no pueden ningún tipo de disconformidad, ya que es delito y
mueren por ello. Muchas de las normas impiden cosas básicas, para así controlar mejor a los individuos y no permitirles
pensar por sí mismos. De esta manera se aseguran la permanencia de su dictadura, pero aún hay algunas personas que se
dan cuenta de lo que ocurre en realidad y deben ser cogidas, rehabilitadas y asesinadas. Al frente del Partido está el Gran
Hermano, al cual nadie ha visto en persona, pero al que todos veneran.

El protagonista, Winston Smith, es uno de esos descontentos, y que además trabaja en el Ministerio de la Verdad, en el
cual su trabajo es todo lo contrario: cambiar los artículos de periódicos pasados en beneficio del Partido. Winston empieza
a escribir un diario en el que pone todo aquello que no puede decir, y más adelante comienza una relación con Julia, ha
escondidas porque el Ingsoc o ideología del Partido no permite ningún signo de afectividad entre los habitantes. Juntos
intentan unirse a la Hermandad y luchar contra el Partido, pero en vez de eso caen en una trampa de la Policía del
Pensamiento.

Temas que aborda la obra

- La libertad, que están totalmente privados de ella.

- La manipulación, que se ve en todo su esplendor ya que nada es real ni siquiera el pasado, todo a sido modificado por el
Partido en su beneficio.

- La organización, ya que toda la sociedad está dividida en clases perfectamente diferenciales. Incluso su vida transcurre
en zonas separadas y raras veces se mezclan, y que llevan indumentarias diferentes regidas por el Partido.

- El enfrentamiento desigual del individuo contra el sistema. Winston en solitario, jamás va a conseguir vencer al Gran
Hermano. Sin embargo, si se une con el resto de ciudadanos que piensen lo mismo que él, sí podrían hacer frente al Partido
e incluso vencerle. Esto también lo sabe el Gran Hermano y por eso no está permitido que se reúnan grandes grupos, y
con pocos que sean ya está mal visto y levantan sospechas.

- El amor, que surge entre Winston y Julia a pesar de todo lo que hace el Partido por impedir este tipo de manifestaciones.

- La confianza, que en la sociedad en la que viven no se pueden fiar de nadie. Ejemplo claro de ello es que Winston confía
en Charrington y O'Brien, que resultan ser Policías del Pensamiento.

Estudio psicológico de los personajes

Gran hermano

Es el escalón más alto del Partido y es infalible, todopoderoso e inmortal. Nadie le ha visto nunca, ni por supuesto se sabe
donde vive, solo es una voz que sale por la telepantalla y un rostro en los carteles, en los que aparece la foto de un hombre
de aspecto duro y con grandes bigotes negros. Todos los logros que se consiguen o los ha hecho él o los ha inspirado. Su
función es “actuar como punto de mira para todo amor, miedo o respeto” ya que estas emociones son dirigidas con más
facilidad hacia una persona que hacia una organización. En realidad el gran hermano no existe, sino que solo es una
artimaña más del Partido para controlar la sociedad.

Winston

Tiene treinta y nueve años y unas horribles varices que le molestan constantemente. Está casado, pero se separó y no se
ha divorciado porque el Partido no lo permite. Es el protagonista, y a lo largo de la novela sufre varios cambios: se da
cuenta de cómo es el Partido y de cómo este manipula la realidad, entonces empieza a escribir un diario donde escribe
todo aquello que no puede decir por ir en contra del orden impuesto. Luego empieza una relación a escondidas con Julia
y finalmente intenta unirse a la Hermandad en contra del Partido, pero en vez de eso cae en una trampa de la Policía del
Pensamiento. Winston sí que esta interesado en la Hermandad y en el libro de Goldstein, y sí quiere hacer algo para
remediar la situación y que el Gran Hermano sea derrotado. Sin embargo, no quiere a Julia desde un principio, al principio
no siente nada por ella, pero eso no es culpa de él, sino del Partido que con sus doctrinas no le deja sentirse cómodo y
pensar libremente.

Katharine

Es la mujer de Winston, rubia y alta, muy derecha y de movimientos majestuosos. Habían estado juntos solo quince meses
y llevaban separados (porque el Partido no permitía el divorcio) unos once años. Es la mujer más estúpida, vulgar y vacía
que Winston conoce, porque todo lo que ella piensa, en realidad no son sus ideas sino las que el Partido le han impuesto.
Ella se ponía rígida cada vez que Winston la tocaba, para ella era como un esfuerzo. No estaba bien visto el sexo por amor
(ni siquiera entre cónyuges), el único motivo debía ser la reproducción. Esto Katharine lo seguía al pie de la letra y le
propuso a Winston el tener un hijo, porque era su “deber con el Partido”. Lo intentaban una vez a la semana con hora fija,
y ella le daba tal aire de obligación que a Winston se le hacía insoportable y finalmente como no conseguían engendrar
un niño, ambos decidieron separarse.

Julia

Es una joven de veintiséis años, pecosa, con espeso pelo corto y moreno, ojos de color castaño claro, de aspecto audaz y
que trabaja en el Departamento de Novela. Debido al cinturón rojo que ciñe su cintura, emblema de la Liga juvenil Anti-
Sex, Winston tenía impulsos de “abusar de ella y a continuación matarla a golpes”, a la vez que sentía miedo de que le
denunciase a la Policía del Pensamiento, ya que además le había descubierto siguiéndole. Estos resultan ser pensamientos
infundados, ya que toda su actitud de fanática del Partido, es una coartada, en realidad está en contra de las ideas del
Gran Hermano y las inflinge a escondidas. Además está enamorada de Winston y ambos comienzan una relación. Julia
parece muy revolucionaria, pero en realidad no lo es tanto. Inflinge las normas, pero le da igual el resto de crímenes del
Partido y si hay o no un grupo organizado en contra de este. Va a hablar con O'Brien solo por seguir a Winston pero en
realidad no es lo que quiere, y la prueba está en que mientras Winston lee interesado el libro de Goldstein para entender
mejor la Hermandad, ella se queda dormida. Esta actitud de seguir a Winston también demuestra que le quiere de verdad.

Emmanuel Goldstein

Es un judío de rostro delgado, con aureola de pelo blanco y barba. Su cara le da un aire de inteligente y a la vez de tontería
senil, por sus gafas que son sostenidas por una larga nariz. Su rostro parece el de una oveja y a la vez su voz también tiene
algo de ovejuna. Es el Enemigo del Pueblo por excelencia. Había sido una de las principales figuras del Partido, casi tan
importante como el Gran Hermano, hasta que hace ya mucho tiempo renegó de ello, siendo condenado a muerte pero se
escapó misteriosamente y ahora nadie conoce su paradero. Ahora son muchos los que siguiéndole, pertenecen a la
“Hermandad” y luchan contra el Partido. Todos los jefes del comienzo del Partido habían sido exterminados a excepción
de Goldstein y alguno más. Unos de los últimos supervivientes habían sido Jones, Aaronson y Rutherford, que tras
reconocer sus crímenes en contra del Partido, les dejaron en libertad hasta que finalmente les mataron, porque por lo
visto, desde el momento en que les liberaron habían estado involucrados en nuevas conspiraciones.

O'Brien

Es un miembro del Partido Interior, corpulento, con cuello ancho y rostro basto, brutal y sin embargo rebosante de buen
humor. Sus modales son agradables. Winston cree que O'Brien comparte sus opiniones, incluso ha soñado que O'Brien le
decía: “nos encontraremos en el sitio donde no hay oscuridad”. Finalmente es O'Brien quien entra en contacto con
Winston y le cuenta todo lo referente a la Hermandad, ya que él y Julia van a formar parte de ella. Pero finalmente resulta
ser una trampa y O'Brien, que en realidad pertenece a la Policía del Pensamiento, se convierte en el torturador de Winston.
O'Brien cree ciegamente en las del Ingsoc, y por eso aunque tiene pruebas de los crímenes cometidos por el Partido, lo
olvida mediante el doblepensar.

Señor Charrington
Es un hombre de sesenta y tres años, aspecto frágil, un poco encorvado, con cabello blanco pero cejas muy pobladas de
color negro, una nariz larga y simpática y ojos de suave mirar a pesar de las gafas de gruesos cristales. Tiene una tienda
de antigüedades en la que Winston compró su diario y más tarde un coral. Winston cree que es de fiar y por eso le alquila
la habitación para poder reunirse con Julia. En esta habitación no se ve ninguna telepantalla, pero cuando les cogen surge
una de detrás de un cuadro y el señor Charrington resulta ser un Policía del Pensamiento.

Señora Parsons

Es la mujer de Tom Parsons y son vecinos de Winston. Tiene unos treinta años aunque aparenta más y se dice que en las
arrugas de la cara tiene polvo reseco. Sus hijos, un niño de unos nueve años y una niña más pequeña, pertenecen a los
Espías. Winston cree que estos chiquillos terminaran denunciando a su madre a la Policía del Pensamiento y en el fondo
ella también lo cree.

Tom Parsons

Es un hombre muy grueso, de mediana estatura, con cabello rubio y cara de rana, un poco estúpido y desprende un fuerte
olor a sudor, debido a su continua actividad. Tiene treinta y cinco años y pertenece a diversos grupos en relación con el
Partido, porque de hecho le entusiasma todo aquello relacionado con este, en definitiva es un fanático del Gran Hermano.
Winston cree que precisamente por ese fanatismo nunca le vaporizarán, es decir, que no le harán desaparecer sin que
nadie sepa que a pasado con él y finalmente no recuerden que alguna vez existió. Sin embargo, Winston se equivoca y
Parsons es denunciado a la Policía del Pensamiento por su propia hija. Parsons es un tan devoto del Gran Hermano, que
se alegra de que su hija le denuncie, para así poder curarse cuanto antes. Además confía en que no le matarán, solo le
mandarán unos años a hacer trabajos forzados.

Syme

Es un “amigo” (entre comillas porque a todos se les trata como “camaradas”) de Winston que trabaja en el Departamento
de Investigaciones y que se dedica a la redacción de la onceava edición del Diccionario de Neolengua, debido a que es un
filósofo especializado en neolengua. Es más bajito que Winston, con cabello negro, ojos saltones y tristes a la vez que
burlones y tez morena. A pesar de que Syme venera ciegamente los principios del Ingsoc, y que denunciaría a Winston a
la Policía del Pensamiento sin ningún reparo si supiese lo que él piensa, Winston cree que le vaporizarán, debido a que es
muy inteligente y sabe demasiado. Esta vez Winston si que acierta y un buen día Syme desaparece.

Resumen

La historia transcurre en Londres, ciudad que pertenece al Estado de Oceanía, el cuál, ha sido implantado tras una
revolución de la población contra el sistema capitalista. Este Estado está gobernado, controlado por el partido encabezado
por el Gran Hermano, y cuya ideología se llama INGSOC (abreviatura en inglés de: Socialismo Inglés). Viven en un mundo
en el que no hay leyes, pero sí vas a la cárcel cuando haces algo que está mal, y todo el mundo, sabe que se puede hacer
y que no, y cuanto tiempo puedes estar en la cárcel si te cogen. La lengua está cambiando forzadamente, ya que hay un
grupo de personas que trabajan en crear la llamada neolengua. La finalidad de la neolengua es satisfacer las necesidades
ideológicas del Ingsoc. Por tanto, el objetivo real de esta lengua consiste en disminuir el área de pensamiento, es decir, su
intención radica en imposibilitar otras formas de pensamiento que puedan resultar contrarias al orden social impuesto
por dicha ideología. Esta “lengua” se caracteriza por su reducido vocabulario y tecnicismos, para evitar crímenes y errores
ideológicos, es decir, ideas contrarias al partido, ya que no tienen nombre y por consiguiente son inimaginables. Hay unos
aparatos llamados telepantallas, controlados por el partido y que siempre están encendidos, por los cuales el Partido
emite noticias sobre la guerra y diversos programas relacionados con el Ingsoc. Además, estos aparatos sirven de control
ya que les permite verte y oírte. Están en todas partes, el lugar de trabajo, la casa, los locales… excepto en los barrios de
los proles o proletariado ( son aquellos de baja clase, con poca cultura y que por ello acatan todas las normas sin que
nunca ninguno haya protestado o intentado de cambiar las cosas). Los niños pequeños pertenecen a un grupo llamado los
Espías, en el cual les enseñan los valores del Partido, que estos adoptan y cumplen, hasta tal punto que llegan a denunciar
a sus padres a la Policía del Pensamiento por expresar ideas contrarias al partido. Todos los días tienen los Dos Minutos
de Odio, durante los cuales todos los habitantes de Oceanía están obligados a ver la telepantalla, en la que se emiten
imágenes sobre “Goldstein”, el enemigo número uno del partido y que se encuentra en paradero desconocido. Oceanía
está en guerra con Eurasia y es aliada de Asia Oriental.

Parte primera

Winston Smith, es un funcionario del Ministerio de la Verdad, donde se encarga de rescribir los artículos de números
pasados del periódico para por ejemplo, que las predicciones que hizo el Gran Hermano coincidan con lo que luego a
ocurrido en realidad, es decir, se encarga de manipular los datos para el beneficio del Partido. Otro ejemplo es que en
todas las enciclopedias, libros de historia… aparece que Oceanía siempre ha estado en guerra con Eurasia y aliada con Asia
Oriental, pero Winston recuerda que antes la situación había sido justamente la opuesta. Winston está casado, pero su
mujer, Katharine, era fría con él, no mostraba signo alguno de cariño, quizás fuese por normas del Partido como la de que
no se puede hacer el amor sino es con el fin de reproducirse. Decidieron tener un hijo, y lo intentaban con un estricto
horario, como una obligación, lo que no mejoraba sus relaciones. Finalmente se terminaron separando, porque tampoco
está permitido el divorcio, y hace años que no se ven. Winston está en contra de todo lo impuesto por el Partido, pero no
se atreve a hablarlo con nadie, ni siquiera con O'Brien, un miembro del Partido Interior que aunque no ha hablado con él,
por miradas e intuiciones cree que piensa lo mismo que él, incluso soñó que O'Brien le decía: “nos encontraremos en el
sitio donde no hay oscuridad”. Se dice que existe la Hermandad, que son los contrarios al Gran Hermano, pero Winston
no estaba seguro de que exista, y si existe les será difícil reunirse ya que el Partido no permite que se reúnan grupos de
personas numerosos. Winston decidió, en contra de las normas, escribir un diario aprovechando una zona de una
habitación de su casa a la que la telepantalla no alcanza a ver. En él escribe sus pensamientos contrarios al Gran Hermano
a modo de desahogo. Winston come de vez en cuando con su amigo Syme, que trabaja en la redacción de la onceava y
definitiva edición del diccionario de lengua. Hay una mujer que al igual que O'Brien trabaja en su edificio (seguramente
ésta trabaje en el Departamento de Novelas), con la que también había cruzado algunas miradas, pero no le pareció que
ella pensase como él, sino, que por su cinturón rojo (emblema de la Liga juvenil Anti-Sex) pensó que sería peligrosa y que
podría denunciarle a la Policía del Pensamiento. Un día en la cafetería vio que ella estaba en la mesa de al lado y que se
giraba para mirarle; no sabía si le había venido siguiendo o estaba allí antes que él, pero si que le observaba porque quizás
sospechase algo. Otro día, que paseaba por el barrio de los proles (cosa no prohibida pero que despertaba sospechas),
habló con un hombre mayor para intentar sonsacarle la verdad sobre el pasado, pero tras invitarle a unas cervezas se
marchó ya que el hombre se ponía a hablar de cosas distintas a las que Winston le preguntaba y sin ninguna relevancia.
Luego entró en la tienda de antigüedades donde había comprado el diario y compró un coral a Charrington (el dueño de
la tienda), el cual le enseñó una habitación en el piso de arriba donde poseía más antigüedades. Al salir de la tienda se
cruzó con la chica del Departamento de Novela, y pensó que ella le había seguido.
Segunda parte

Unos días después de encontrarse con la joven en la zona de los proles, se cruzó con ella en el trabajo. Esta simuló que se
caía para así poder darle una nota que decía: “te quiero”. Esta nota cambia todos los esquemas de Winston en torno Julia,
que así se llama la chica y durante varios días intenta hablar con ella hasta que un día en la cafetería pueden hablar, eso
sí, sin mirarse para que nadie se diese cuenta. A partir de este momento Julia y él, empiezan una relación y se ven a
escondidas siempre que pueden y cada vez en un sitio diferente, hasta que finalmente Winston alquila a Charrington la
habitación de encima de la tienda. Esta habitación se convierte en su pequeño refugio sin telepantalla que les vigile, pero
saben que tarde o temprano lo tendrán que abandonar o les cogerán allí. Una mañana Winston se entera de que Syme a
sido vaporizado como él temía que ocurriese, y al día siguiente ya nadie recordaba que éste hubiese existido nunca.
Winston le contó a Julia las miradas con O'Brien y lo que había soñado, y un buen día el propio O'Brien se acerca a hablar
con él. Como estaban frente a una telepantalla, O'Brien le dijo que había observado en sus artículos que a pesar de tener
interés en la neolengua, había usado palabras que ya no aparecían en la última edición del diccionario de esta y que se
pasase por su casa para que pudiese ver el diccionario, y así tenía un pretexto para apuntarle la dirección. Winston vio o
quiso ver en algunos gestos y palabras, señales que le decían que en realidad hablarían del movimiento en contra del
Partido. Le cuenta a Julia las novedades y finalmente ambos van a visitar a O'Brien. Este tras recibirles, apaga la telepantalla
(privilegio de los miembros del Partido Interior, pero que solo pueden usar durante media hora), y les cuenta todo sobre
la Hermandad. Ellos tenían que estar dispuestos a todo incluso a atacar a un niño o suicidarse, les tendrían que operar
para cambiarles el aspecto y debían leer el libro de Goldstein. Solo tendrían contacto con unos pocos de la Hermandad y
así, cuando finalmente les cogiesen y confesasen todo, no involucrarían a casi nadie. Además una vez que les cogiesen
estaban perdidos, porque la Hermandad no se arriesgaría a intentar de salvarlos. Unos días después se encontraron
Winston y Julia en su refugio. Aunque ella estaba poco interesada en el libro de Goldstein, él lo empezó a leer en voz alta
para que ella lo escuchase. Al cabo de unas horas, cuando ya habían cerrado el libro y se encontraban mirando por la
ventana, una voz fría surgió de detrás de un cuadro de la habitación. Resultó que tras él se encontraba oculta una
telepantalla, y en un momento la habitación se llenó de Policías del Pensamiento. Estos golpearon a Julia en el estómago
y se la llevaron, a continuación apareció en la sala el señor Charrington, que resulta ser un agente de la Policía del
Pensamiento de incógnito.

Parte tercera

Winston está detenido, seguramente en el Ministerio del Amor y no sabe que ha sido de Julia, aunque no es eso lo que
más le preocupa. Allí llevan sorprendentemente a Parsons, el cual ha sido denunciado por su propia hija que le escuchó
decir en sueños: “Abajo el Gran Hermano”. Parsons dice alegrarse de que su hija le haya delatado porque eso demuestra
que la ha enseñado bien, y también se alegra de que le hayan cogido antes de que vaya a más. Winston pasa varios días,
semanas o incluso meses (no lo sabe bien porque no tienen relojes ni pueden ver cuando es de día o de noche ya que no
hay ventanas) yendo de una sala a otra y sufriendo multitud de torturas físicas y psicológicas. En estas torturas está
presente o es el torturador O'Brien, ya que todo lo que le contó sobre que pertenecía a la Hermandad, era una trampa
porque en realidad es un Policía del Pensamiento que lleva siete años investigándole. Winston sabe que le matarán,
incluso se lo han dicho, lo único que quieren es que muera rehabilitado, creyendo en el Partido y adorando al Gran
Hermano, y así no morirá como un mártir, el cuál es un fallo que cometieron otras dictaduras en el pasado y por lo que no
perduraron. Winston al principio se resiste y luego intenta engañarles diciendo lo que ellos quieren que diga pero
pensando justo lo contrario. Ellos se dan cuenta de lo que intenta hacer y le llevan a la sala 101, donde les hacen
enfrentarse a su mayor temor que en el caso de Winston son las ratas, hasta que Winston no lo soporta y grita que se lo
hagan a Julia y no a él. Tras pasar esta última tortura, le dejan en libertad. Un día habla con Julia y se confiesan que se
traicionaron, y que con todas las torturas han matado lo que había entre ellos. Winston vuelve al café “El nogal” y ve por
la telepantalla la noticia de la victoria sobre un grupo de soldados extranjeros que se habían internado en territorio de
Oceanía. Winston se alegra y al mismo tiempo se da cuenta de que su recuperación a terminado, adora al Gran Hermano
y todo lo relacionado con él y pronto vendrán a buscarle.

Pasajes razonados

“Durante algún tiempo permaneció contemplando estúpidamente el papel. La telepantalla transmitía ahora estridente
música militar. Es curioso: Winston no sólo parecía haber perdido la facultad de expresarse, sino haber olvidado de qué
iba a ocuparse. Por espacio de varias semanas se había estado preparando para este momento y no se le había ocurrido
pensar que para realizar esta tarea se necesitara algo más que atrevimiento. El hecho mismo de expresarse por escrito,
creía él, le sería muy fácil. Sólo tenía que trasladar al papel el interminable e inquieto monólogo que desde hacía mochos
años venía corriéndole por la cabeza. Sin embargo, en este momento hasta el monólogo se le había secad.”

Parte primera, capítulo I, pág. 9.

En este fragmento se muestra la lucha interna que vive el protagonista, en desacuerdo con el Partido, pero que no puede
expresar porque le mataría o condenarían a trabajos forzados por muchos años. Este miedo es el que le impide ordenar
sus ideas y expresarlas en su diario a estrenar.

“Julia entró en ese momento, tiró su bolsa al suelo y se lanzó a los brazos de él. Hacía más de una semana que no se había
visto.

- Tengo el libro - dijo Winston en cuanto se apartaron.

- ¿Ah, sí? Muy bien - dijo ella sin gran interés. (…)

- Tenemos que leerlo - dijo -. Y tú también. Todos los miembros de la Hermandad deben leerlo.

- Léelo tú - dijo Julia con los ojos cerrados -. Léelo en voz alta. Así es mejor. Y me puedes explicar los puntos difíciles. (…)

Winston se dio cuenta del silencio, lo mismo que se da uno cuenta de un nuevo ruido. Le parecía que Julia había estado
completamente inmóvil desde hacía un rato. (…)

- Julia.

No hubo respuesta.
- Julia, ¿estás despierta?

Silencio. Estaba dormida.”

Parte segunda, capítulo IX, págs.191, 204-205.

He escogido este pasaje, porque en él, se ve claramente como Winston está en contra de todas las ideologías del Partido
y quiere hacer algo para cambiar las cosas. Sin embargo, Julia no opina igual que él. Ella infringe las leyes que le parece y
el resto las deja como están, pecando de pasotismo.

“Julia tenía el rostro más demacrado y una larga cicatriz, oculta en parte por el cabello, le cruzaba la frente y la sien; pero
el verdadero cambio no radicaba en eso. Era que la cintura se le había ensanchado mucho y toda ella estaba rígida. (…)

Cuando marchaban juntos por el césped, lo miró Julia a la cara por primera vez. Fue sólo una mirad fugaz, llena de
desprecio y de repugnancia. (…)

Julia, por fin, dijo sólo esto:

- Te traicioné.

- Yo también te traicioné - dijo él.

Julia lo miró otra vez con disgusto. Y dijo:

- A veces te amenazan con algo…, algo que no puedes soportar, que ni siquiera puedes imaginarte sin temblar. Y entonces
dices: «No me lo hagas a mí, házselo a otras persona, a Fulano de Tal» Y quizás pretendas, más adelante, que fue sólo un
truco y que lo dijiste solamente para que dejaran de martirizarte y que no lo pensabas de verdad. Pero, no. Cuando ocurre
eso se desea de verdad y se desea que a la otra persona se lo hicieran. Crees entonces que no hay otra manera de salvarte
y estás dispuesto a salvarte así. Deseas de todo corazón que eso tan terrible le ocurra a otra persona y no a ti. No te
importa en absoluto lo que pueda sufrir. Sólo te importas entonces tú mismo.

- Sólo te importas entonces tú mismo - repitió Winston como un eco.

- Y después de eso no puedes ya sentir por la otra persona lo mismo que antes.
- No - dijo él -; no se siente lo mismo.

No parecían tener más que decirse.”

Parte tercera, capítulo VI, págs. 279-280.

En este pasaje, como claramente dice Julia, se ve como después de todas las torturas sufridas, traicionan a quien más
quieren y que luego ese gran sentimiento de arrepentimiento, no les permite volver a sentir algo por esas personas. Han
erradicado en ellos todo sentimiento que no esté permitido por el Ingsoc, hasta tal punto que pensar que antes lo habrían
deseado, les causa gran repugnancia. Se muestra la culminación del poder del gobierno sobre la sociedad.

Valoración crítica

Es una gran crítica al excesivo poder del estado, que incluso puede, en un caso extremo, manipular y controlar a todos los
ciudadanos de su nación. Aunque de una manera no tan exagerada, esto ocurre en la actualidad. Los mass media nos
manipulan mediante informaciones subjetivas, imponiendo modas, opiniones…

La obra, también, muestra un cierto recelo al rápido avance de las nuevas tecnologías, que pueden volverse en nuestra
contra. Los avances tecnológicos son necesarios para el progreso pero, han de ser empleados para causas justas y no para,
por ejemplo, mejorar el armamento.

Se muestra, además, la impotencia del sujeto contra el sistema. La voz individual no tiene fuerza suficiente para cambiar
la realidad. Pero si a esa voz, se le unen más y más voces que van tomando fuerza, puede que ese grupo consiga hacerse
oír y, quizás, incluso cambiar el curso de los acontecimientos.

Es destacable el hecho de que una novela escrita hace más de medio siglo, se pueda aplicar a la realidad actual.

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