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esterilidad de los híbridos. La declaración en el relato del Génesis de que cada cosa
dará fruto de acuerdo con su clase, es un hecho reconocido tanto en el mundo de la
ciencia como en el de la experiencia.
La teoría de la creación continúa. En tiempos recientes, la idea de la creación como
un evento, inmediato y completo, ha sido retada en favor de la creación como un
proceso continuo. La teoría es un derivado del énfasis renovado respecto a la
inmanencia divina, y debido a la influencia de la hipótesis evolutiva, tomó la forma
de la evolución teísta. Aunque estrechamente relacionada a la teoría de la
generación espontánea, considera la inmanencia divina como la realidad básica, en
contraste con la eternidad de la materia. Insiste en que el desarrollo orgánico se
debe, no a la espontaneidad del principio materialista o hilozoico, sino al poder
divino que trabaja dentro del organismo. La actividad divina en ocasiones se
identifica con todo el proceso, y en ocasiones se limita meramente a los puntos de
crisis en el desarrollo.
que ese mismo amor ad extra, es la causa originadora tanto de la creación como de
la redención... San Pablo resume la relación de la Trinidad con el universo creado
en estas palabras (Romanos 11:36). Pero Cristo como el Logoses el Verbo que
habla o la causa eficiente de la creación.
La creación y los atributos de Dios. La creación es la consecuencia de la plenitud
rebosante de amor que busca nuevos objetos en los cuales gastarse a sí mismo. Si el
principio fundamental de la teología es la auto revelación de Dios, como hemos
sostenido todo este tiempo que es, entonces la creación se puede considerar como
diseñada principalmente para desplegar las perfecciones de Dios. Es la
omnipotencia divina la que ofrece la base de la causalidad y de la eficiencia, y la
omnisciencia divina la que da razón, orden y propósito al universo. Es la sabiduría y
bondad de Dios la que ha adaptado todas las cosas a la promoción de la felicidad y
disfrute de parte de sus criaturas. (Salmos 104:24).
La creación y el Logos. ¿Por qué medios creó Dios todas las cosas? A esto la Biblia
da la respuesta: Por la palabra de su poder. “Por la palabra de Jehová fueron hechos
los cielos; y todo el ejército de ellos, por el aliento de su boca” (Salmos 33:6). “Él
envía su palabra a la tierra; velozmente corre su palabra” (Salmos 147:15). Pero no
debe pensarse de esta palabra como impersonal. Al contrario, es el Logos, la palabra
y sabiduría del Padre. Es un elemento esencial en la fe cristiana el que Cristo como
el Logos o Verbo sea el Mediador en la creación, sin lo cual no pudiera haber sido
el Mediador en la redención. Esto lo enseñan claramente tanto Juan como Pablo.
“En el principio era el Verbo [Logos], el Verbo estaba con Dios y el Verbo era
Dios... Todas las cosas por medio de él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha
sido hecho fue hecho” (Juan 1:1, 3). “Para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios,
el Padre, del cual proceden todas las cosas y para quien nosotros existimos; y un
Señor, Jesucristo, por medio del cual han sido creadas todas las cosas y por quien
nosotros también existimos” (1 Corintios 8:6). “Porque en él fueron creadas todas
las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles;
sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por
medio de él y para él. Y él es antes que todas las cosas, y todas las cosas en él
subsisten” (Colosenses 1:16-17). El Logos se vuelve el solo vínculo entre el Infinito
y lo finito, entre la esfera de las ideas y la esfera de las existencias actuales. Aquí,
entonces, está el misterio escondido de las edades pero hecho manifiesto en la
encarnación, es decir, que el Logos o Verbo creador es Dios mismo.
Por tanto, la creación demanda un Mediador, tanto para el pensamiento como para la
realidad. Fue porque el Logos era el Mediador tanto del propósito como de la eficiencia en
la obra de la creación, que el Logos se encarna como el Hijo y se hace el Mediador tanto de
la revelación como de la gracia capacitadora de la redención.
También la creación en cuanto a las escrituras vemos que en Génesis 1:1, es la afirmación
de la palabra inspirada por Dios mismo, según esta afirmación, el universo no ha existido
eternamente, sino que comenzó a existir en el principio. Dios ha guardado silencio acerca
de cuándo fue el principio. Debemos hacer una distinción entre el principio cuando los
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cielos y la tierra fueron creados y la obra de los seis días cuando Dios hizo sobre la faz de la
tierra los arreglos y creaciones necesarios para que fuera la habitación del hombre. algunos
autores nos dicen que la tierra tiene varios millones de años de edad, no lo negamos puesto
que no está negado por la biblia, puede ser hasta donde nosotros sabemos que el principio
fue varios millones de años antes de la creación y las obras mencionadas en la narración de
los seis días. En cuanto a la creación del hombre sabemos que fue creación directa de parte
de Dios, en cuanto a su cuerpo del polvo de la tierra después de la creación general
mencionada en el primer versículo del primer capítulo de Génesis, tenemos la narración
inspirada de cómo fue arreglada la tierra en su superficie, y en su relación a las demás
esferas y planetas, para que fuera la habitación del hombre.
C. EL ENTENDIMIENTO BIBLICO DE LOS ANGELES
La palabra ángel viene del hebreo maleakh, griego aggelos, las ambas lenguas significa
“mensajero”. Se aplica tanto a los seres humanos enviados por otros hombres como a los
seres sobrenaturales enviados por Dios. Poco es lo que sabemos de la naturaleza de los
ángeles. En el antiguo testamento son frecuentes las referencias a unos peculiares “hijos de
Dios” (cf. Gn. 6:4; Dt. 32:8; Jb. 1:6; 2:1; 38:7; Sal. 29:1; 89:7), con una variante ocasional
y poética como “los hijos del altísimo” (Sal. 82:6). Todos juntos constituyen el “ejército del
cielo” o de Jehová (Jos. 5:14; 1R 22:19; Sal 148:2) el cual es llamado por consiguiente
“Señor de los ejércitos” no de los de Israel, sino de “los ejércitos celestiales” (1Sam. 13:11;
Sal 25:10; Is 1:9; 6:3; 48:3; Jer 7:3; 9:14) Su número se calcula en “miles de millares le
servían, millones y millones estaban de pie en su presencia” (Dn. 7:10; cf. Lc. 2:13; Ap.
5:11)
La palabra ángeles aparece 389 veces en total en cuarenta y dos libros
Los ángeles fueron creados moralmente puros y así permanecen a perpetuidad y se los
llama santos (Mr. 8:38; Lc. 9:26). Los ángeles santos son ángeles elegidos (1 Ti. 5:21) que
no necesitan ser redimidos de un estado caído (He. 2: 14-16) Por el contrario, satanás y los
demonios, que fueron creados puros, posteriormente se rebelaron, pecaron y se volvieron
malvados (Ez. 28:15; Jud. 6). No hay salvación para los ángeles caídos (Mt. 25:41)
Los ángeles son:
Criaturas, en otras palabras, seres creados. Fueron hechos de la nada por el poder
extraordinario de Dios. No se nos dice la época de su creación, habían existido ya
por mucho tiempo, y que la rebelión de los ángeles a las órdenes de Satanás había
ocurrido ya, dejando dos clases: los ángeles buenos, y los malos. Por ser criaturas,
no aceptan la adoración (Ap.ocalipsis_19:10; Ap.ocalipsis_22:8-9) y el hombre, por
su parte, ha recibido orden de no adorarlos. Colosenses_2:18.
Espíritus. Se describe a los ángeles como espíritus, porque a diferencia del hombre,
no están limitados por las condiciones naturaleza o físicas. Aparecen y desaparecen
a voluntad, y viajan con rapidez inimaginable sin empleo de medios naturales.
Aunque son puramente espíritus, tienen la capacidad de asumir la forma humana
con el objeto de que su presencia sea visible para el hombre. Génesis._19:1-3.
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huestes del pecado. Esto es un aliciente para resistir. 1 Cor. 11:10: “Por causa de los
ángeles.” ¿Hay aquí una insinuación de falta de modestia en las mujeres, que
escandaliza e los ángeles, los que cubren sus rostros en la presencia de Dios cuando
le adoran?
Guardan a los Creyentes Difuntos.Luc. 16:22; Mat. 24:31. De la misma manera que
guardaron el sepulcro de Cristo, y Miguel guardó el sepulcro de Moisés Judas 9).
Acompañan a Cristo en su Segunda Venida. Separan los justos de los impíos (Mat.
25:31, 32; 2 Tes. 1:7, 5 . Dan actualidad a la ira de Dios sobre los impíos (Mat.
13:39- 4b 1. No hay pluma humana que pueda describir cómo esto se realiza. Con el
juicio de la obra de los ángeles está relacionada la más tremenda fantasía bíblica (cf.
Apocalipsis: fuego, granizo, sangre, plaga de langostas, veneno de escorpiones,
etc.). Algo recrióle, ya se trate de hechos simbólicos o reales.
LA HISTORIA DE LOS ANGELES SANTOS.
La Biblia incluye solo veintiséis encuentros históricos específicos con ángeles, diez en
el Antiguo Testamento y dieciséis en el Nuevo. Esto cubre alrededor de 2100 años,
desde el ca. 2025 a.C, hasta el ca. 95 d.C. Las apariciones empezaron con Abraham y
continuaron hasta la época de las visiones proféticas de Juan en Apocalipsis.
- La creación: Dios creo a todos los ángeles (Neh. 9:6; Sal. 148:2-5; Col. 1:16). Job
38:7 declara que los ángeles cantaban durante la creación, y esto indica que fueron
creados en el principio. La caída de Satanás (Ez. 28:15) y la rebeldía de los
demonios (Ap. 12:4) habría sucedido después de Génesis 2 (el séptimo día de la
creación), pero antes de Génesis 3 (el engaño de Eva y la desobediencia de Adán).
Después de la debacle en el jardín, Dios coloco querubines en el extremo oriental
del huerto para que guardaran el camino al árbol de la vida (Gn 3:24)
- Antiguo testamento: Diez encuentros históricos específicos se produjeron a lo largo
de unos 1500 años (ca.2025-ca.480 a.C), desde el tiempo de Abraham, hasta los
días de Zacarías. Y estos acontecimientos involucran a patriarcas y profetas.
- Nuevo Testamento: acá se produjeron al menos 16 encuentros históricos específicos
con ángeles, a los largo de un centenar de años desde el momento del nacimiento de
Cristo a los días de las visiones proféticas de Juan en apocalipsis (la mayoría de las
distintas versiones de la Biblia omiten “un ángel del Señor… agitaba el agua” en
Juan 5:4, porque no está incluido en los manuscritos antiguos y mejores del nuevo
testamento). Estos acontecimientos se presentan en los evangelios, los hechos y
apocalipsis. Las visitas documentadas en el Nuevo Testamento no niegan la
posibilidad de otros encuentros que el texto canónico no recoge. Significa que estos
sucesos poco frecuentes del Antiguo Testamento y Nuevo representarían cualquier
otra visita. Así ellos estarían reservados para acontecimientos sumamente relevantes
y limitados a personas muy importantes para Dios.
LA POBACION DE LOS ANGELES SANTOS.
A diferencia de los seres humanos los ángeles no procrean (Mt 22:30) ni mueren. La
población angelica se fijó en el momento de su ceración (Neh. 9:6) no siendo así
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necesario un censo periódico. Apocalipsis 12:4 indica que satanás engaño a un tercio
de la población angelica para que desertara y se uniera a su rebelión contra Dios. Estos
se convirtieron en ángeles malignos. Dos tercios de los ángeles han permanecido fieles
a Dios como ángeles elegidos (1Ti. 5:21). La Biblia no proporciona en ningún lugar un
número exacto de la cantidad de ángeles. Sin embargo, existen suficientes descripciones
inexactas de la población angélica que nos proveen una idea general, y obviamente la
población de ángeles santos es el doble que de los ángeles malignos. Sobra decir que no
hay carencia de ángeles a disposición de Dios para materializar su voluntad y rendir una
adoración y una alabanza adecuadas a su Creador.
D. LOS ESPIRITUS INMUNDOS A LA LUZ DE LA BIBLIA
La Biblia claramente enseña que existe un orden de inteligencias más alto que el de los
hombres; y además asegura que estas inteligencias están conectadas con el hombre tanto en
providencia como en la economía redentora. A estas inteligencias se les llama espíritus para
denotar su naturaleza específica; pero también se les llama ángeles para denotar su misión.
No se puede conocer nada de ellos excepto lo que está revelado en la Biblia. Son espíritus
creados, pero el tiempo de su creación no se indica. John Miley sostiene que tal creación
tiene que haber sido incluida en la declaración que se encuentra en Génesis 1:1, y por tanto
preceden al período formativo de los seis días. El doctor Stump, por otro lado, declara que
este acto creativo tiene que haber seguido al período formativo, porque al concluirlo Dios
pronunció que todo lo que había hecho era “bueno en gran manera”.
La evidencia para los términos “demonios”, “espíritu” y “espíritu impuro” en el antiguo
testamento en mínima a comparación con el Nuevo Testamento. De las 16 apariciones, 6
están en 1 Samuel, 3 en Isaías, 3 en Salmos y 1 en Deuteronomio en Jueces y Zacarías. Esto
equivale al 13 por ciento de las 120 veces que aparecen en toda la Biblia.
LA CAIDA DE LOS ANGELES MALIGNOS
Dicen algunos que tuvo lugar antes de la creación que se narra en Génesis 1:2, entre los
versículos 1 y 2, y que esta caída fue lo que hizo que la creación original estuviera
“desordenada y vacía” (Gén. 1:2). Esta opinión ni se puede probar ni refutar, pero
permanece el terrible hecho de una caída de los ángeles.
LA CAUSA DE LA CAIDA.
Pedro no especifica qué clase de pecado fue. Judas dice que “no guardaron su dignidad,
mas dejaron su habitación.” Tomando esto en relación con Deut. 32:8, que parece indicar
que a los ángeles se les habían designado ciertos territorios y confines, y con Gén. 6:1-4,
que habla de los “hijos de Dios” (lo que algunos suponen que se refiere a los ángeles, lo
cual no puede probarse, sin embargo), parece deducirse que el pecado de los ángeles
consistió en abandonar su propia morada y rebajarse a cohabitar con “las hijas de los
hombres.” De esta manera su pecado hubiera sido la lujuria. Según algunos expositores
bíblicos el contexto de Judas parece apoyar esta conclusión, pues se hace allí referencia a
los pecados de Sodoma y Gomorra. Pero es difícil sostener tal punto de vista, porque,
estudiando cuidadosamente el texto de Génesis 6, se ve que “los hijos de Dios” son los
sethitas. Esta parece ser la verdadera interpretación; en cuyo caso, el pecado que se describe
en Génesis 6 hubiera sido (1) natural y no monstruoso; (2) bíblico y no mítico (cf. Núm. 25;
Jueces 3:6; Apoc. 2:14, 20-22, que describe pecados de una naturaleza similar); (3) está en
conformidad con la manera en que posteriormente se designa a los seguidores de Dios
(Luc. 3:38; Rom. 8:14; Gál. 3:26); (4) tiene una base histórica en el hecho de que la madre
de Seth le consideró a éste como un (el) hijo procedente de Dios; (5) en la circunstancia de
que los sethitas habían ya comenzado a llamarse por el nombre de Jehová (Gén. 4:26); (6)
finalmente, como hipótesis es suficiente, y por consiguiente debe ser preferida (según
Lange).
Hay otros también que dicen que el pecado de los ángeles fue la soberbia y desobediencia.
Parece bastante cierto que estos p-pecados fueron los que causaron la caída de Satanás
(Ezeq. 28). Si es verdadero este modo de ver, entonces debemos entender que las palabras
“estado” o “dignidad” indican que aspiraron a más alta dignidad, en vez de estar satisfechos
con la que les había sido designada de una vez para siempre bajo el Hijo de Dios.
Las otras 104 ocasiones, o el 87 por ciento, son el Nuevo Testamento.
Los demonios se mencionan en los cuatro evangelios, que usan los términos genéricos
“demonio” “espíritu”, “espíritu inmundo” “espíritu engañador”, “espíritu maligno” ochenta
y tres veces, y es en Lucas donde se mencionan la mayoría de las veces. En Hechos se
habla de ellos nueve veces, siete en las epístolas y cinco en Apocalipsis.
La enseñanza bíblica general sobre el tema de los demonios demuestra el deseo de Dios de
evitar lo extraño y lo increíble. No contiene ninguna de las ideas exageradas ni
espectaculares que se encuentran en la mayoría de la literatura externa a la Biblia.
EL PODER DE LOS DEMONIOS
Los demonios poseen el gran poder de los ángeles (Ro. 8:38; 1 Co. 15:24), mayor que el de
los seres humanos, pero mucho menor que el de su Creador. Tienen el poder de llevar a
cabo las acciones siguientes:
1. Habitan en seres humanos. Mr. 5:1-16
2. Afligen físicamente a las personas. Mr. 9:17,22
3. Aterrorizan a los seres humanos. 1S. 16:14-15; 18:10; 19:9; Hch. 19:13-16; 2Co.
12:7
4. Inician la falsa adoración 1Co. 10:20-21
5. Fomentan las falsas doctrinas. 1Ti 4:1
6. Realizan señales y prodigios falsos. 2 Ts 2:9; Ap. 16:13-14
7. Engañan a los profetas 1R. 22:19-23
8. Alientan la idolatría Dt. 32:17; Sal. 106:37
9. Urden la muerte. Jue. 9:23, 56-57
Sin embargo, por fuertes que pudieran ser los demonios también tienen graves debilidades
y vulnerabilidades:
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del propósito de Dios en la creación, ahora necesitamos dirigir nuestra atención sólo a una
consideración de la fase administrativa de este asunto. Aquí encontramos otra clasificación,
la de providencia ordinaria, por la cual se quiere decir el ejercicio general del cuidado de
Dios a través de principios y leyes establecidas; y providencia extraordinaria, o la
intervención milagrosa de Dios en el curso ordinario de la naturaleza o la historia. Es con la
primera que ahora estamos especialmente interesados. Además, la providencia envuelve la
doble idea de una agencia conservadora y regidora, pero en su aplicación a los objetos de la
providencia, la triple división es más inclusiva y apropiada. Por tanto, trataremos el asunto
de la providencia bajo las siguientes divisiones principales: primero, conservación como
una referencia a la naturaleza inanimada; segundo, preservación como una referencia a la
naturaleza animada y los deseos de la criatura de los reinos subhumanos; y tercero,
gobierno en su aplicación al hombre en su estado probatorio.
También la Biblia nos enseña que las criaturas racionales tienen su ser, viven y se mueven
en Dios. Se enseñan en estos pasajes que:
- El universo como un todo no existe por sí mismo, dejaría de existir si no fuera
sostenido por el poder de Dios.
- Que todas las criaturas, sean plantas, animales en sus diferentes especies, siguen en
la existencia no por ningún principio de vida inherentes sino por la voluntad de
Dios.
- Que esta conservación se extiende no únicamente a la substancia sino también a la
forma; no únicamente a la esencia sino también a las cualidades, propiedades y
poderes de todas las cosas creadas.
BIBLIOGRAFIA
Lacy, G,H.Manual de Teologia Sistematica. Mexico. 1941
Pearlman, Myer. Teologia Biblica y Sistematica. Editorial Vida. Vigésima primera
impresión, 1990
Evans, William. Las grandes doctrinas de la Biblia. Editorial Moody
Wiley, Culberton.Teologia Cristiana Tomo 1. Casa Nazarena de Publicaciones
Ropero, Alfonso. Triviño, Alfonso. Martinez Silvia. Diccionario Enciclopedico Biblico
Ilustrado. Editorial CLIE. 2016.