Está en la página 1de 4

Respuestas:

1. ¿Cuáles fueron mis criterios para seleccionar a Gardner, Goleman y Sternberg?


¿Por qué esos y no otros dentro de la propia psicología cognitiva?

Mi criterio para seleccionar estos autores es que yo parto de una continuidad en los
estudios de la inteligencia, en la que estos autores se insertan de manera explícita. Claro
que existen otros autores coma Anderson, Norman, etc, que han trabajado las
capacidades del aparato cognitivo en cuestiones como el aprendizaje, por citar un
ejemplo. Pero estos autores estudian las capacidades de una manera tangencial, no
directa, es decir, no hablan directamente de inteligencia. Su énfasis, por ejemplo
Anderson, radica en demostrar que existe un aparato cognitivo general que subyace a
todos los procesos superiores, pero no se dedica en particular al estudio de la inteligencia.
Sternberg, Gardner y Goleman hacen referencia a toda esta historia, que yo relato y que
parte desde el factorialismo y el conductismo, y se ubican a sí mismo como integrantes de
ella. Además, en el caso de Sternberg y Gardner, son las personas que más han
sistematizado su estudio de las capacidades humanas. En el caso de Goleman, como el
fin es de discutir las aplicaciones en la práctica de las empresas, este autor ha
sistematizado su estudio en este campo y por tanto es de obligada referencia.

2. ¿Es posible integrar a estos tres autores o hay contradicciones que resolver
primero?

En el caso de Goleman y Gardner, considero que la IE es una derivación de los


postulados de Gardner acerca de las Inteligencias Personales. Esto es reconocido por el
propio Goleman, que plantea que Gardner a pesar de proponerlas, se dedica más a las
otras inteligencias que a ésta. Por su parte Gardner en los últimos años ha reconsiderado
el valor de éstas inteligencias y esto lo ha llevado a plantear nociones parecidas a las que
subyacen a la IE.
En mi opinión, la diferencia entre estos dos autores radica más en que una centra su
énfasis en dos de las inteligencias formuladas por Gardner, integrándolas en una, y
Gardner, por su parte otorga igual importancia a otros tipos de inteligencias humanas,
estudiándolas más a profundidad.
En cuanto a Sternberg, la diferencia con la obra de Gardner sí es más palpable. Estos dos
autores parten de una concepción diferente de las capacidades humanas.
En mi opinión, una de las diferencias fundamentales entre estas dos teorías, radica en la
forma en que ellos determinan que operan las inteligencias para lograr el éxito en la vida.

Sternberg propone un tipo de inteligencia, a la que él denomina como inteligencia exitosa,


que contrasta con la inteligencia inerte, que según él estudia Gardner. Esta inteligencia
exitosa es una combinación de tres tipos de habilidades, las analíticas, las creativas y las
prácticas. Este tipo de inteligencia conlleva acción con destino a una meta, y es la que da
cuenta del éxito que se puede o no alcanzar en la vida.

Por su parte, Gardner plantea que existen siete tipos de inteligencias, (las otras todavía
están en discusión), estas inteligencias no se dan en la vida cotidiana
independientemente, sino que aparecen combinadas entre ellas. Es esta combinación la
que propicia que los individuos puedan desarrollarse en un ámbito determinado.

Para Sternberg existen criterios generales, que poseen todas las personas con
inteligencia exitosa, que permiten identificarlas. Para Gardner, lo que permite identificar a
las “personas inteligentes” es que puedan resolver problemas o crear productos en un
ámbito determinado.

Las diferencias entre estos dos autores son amplias y, a pesar que la propia esencia de su
concepto de inteligencia no es tan divergente, el modo en que ambos operacionalizan el
concepto si difiere notablemente. Además no creo que sea interés de ninguno de estos
dos autores realizar aproximaciones en sus respectivas teorías.

3. ¿Dónde están los valores sociales?


Insertar en el artículo puntos de encuentro y de desencuentro entre estas dos teorías. En
cada IM hay IP, IC e IA, lo que de forma diferente. Diferencias más determinada por
lavoluntad que por la realidad teórica.

Ahora bien. En este apartado pasaremos a analizar un problema que se le presentan en


común, tanto a estas dos teorías, como a todas las teorías que abordan el tema de las
competencias humanas en la empresa. Nos referimos al problema de la cultura y los
valores sociales.

Una de las críticas más importantes que se le ha realizado a la psicología cognitiva es que
margina el papel que juega la cultura en el desarrollo de los procesos cognitivos
superiores. En autores como Gardner y Sternberg podemos percatarnos de que hay un
intento de solución de esa deficiencia. En el caso de Sternberg, él intenta resolver el
problema concibiendo que la cultura es la que proporciona los criterios que permiten
evaluar una conducta como inteligente. Del mismo modo, Gardner hace un planteamiento
similar aunque operacionalizado de diferente manera cuando utiliza su tríada ámbito –
campo – inteligencia, la cual está atravesada por un fuerte valor cultural en donde es el
campo el que juzga las conductas como adecuadas o no y juzga a las personas como
competentes o no para determinado ámbito. Por supuesto, el hecho de que estos factores
del ámbito y del campo estén atravesados por la cultura implica que los ámbitos y los
campos van a variar de una cultura a la otra. Así, al igual que Sternberg, lo que se estime
competente en una cultura puede ser irrelevante en otra.

A pesar de que Sternberg y Gardner han logrado proponer estos conceptos, ellos se
quedan aún en propuestas, pues no están bien implementados. Esto se debe a que
ambos autores en su obra, después de plantear estos conceptos, los tratan con
superficialidad y se dedican a desarrollar con profundidad otros aspectos.

Al estudiar la obra de autores como Vigotsky y Bruner, se desprende necesariamente de


ella que los criterios de éxito son elementos culturales, así es imposible elaborar listas de
criterios de éxito que sean útiles y aplicables en diferentes culturas. Siguiendo esta idea,
concebir al hombre como ser social, reviste importantes implicaciones, pues implica que,
estudiar al hombre no puede ser separado de las características de la cultura donde este
se inserta.

Esto tiene importantes repercusiones en el área de la psicología empresarial puesto que


la propia gestión por competencias surge en sociedades capitalistas donde, a pesar de
que se habla de gestionar al hombre en la empresa, lo importante no es el hombre en sí,
sino el producto que del hombre se deriva y las ganancias que esto implica.
Esto queda claro desde el propio Surgimiento de la gestión por competencias cuando
McClelland define las competencias en función de las ganancias que puedan representar
para la empresa. así, estos tipos de modelos se trasladan de una cultura a otra, con sólo
algunos cambios, lo cual nos parece desacertado.

En este sentido, podemos visualizar un problema en el traslado de ese tipo de modelos de


gestión empresarial a nuestra práctica cotidiana. Definitivamente hay que tener cuidado
con los conceptos que se trabajan, puesto que nuestra cultura y nuestro sistema social
tienen peculiaridades que se diferencian notablemente de los sistemas donde son
estudiadas e implementadas este tipo de gestiones.
Un ejemplo de ello es el planteamiento que realizan tanto Goleman, como Sternberg,
como Spencer y Spencer, el cual se refiere a que a pesar de que estas capacidades,
habilidades, tanto cognitivas como emocionales, son desarrollables, es preferible
buscarse individuos que ya las posean. De hecho, las distintas formas de llevar a cabo las
selecciones de personal en esos países, buscan sobre todo las capacidades ya poseídas
más que habilidades a potenciar.

La capacitación sería algo secundario que se implementaría después si hiciera falta pero.
Sobre la base de un desarrollo anterior de capacidades.

En nuestro sistema, por el contrario, no está prevista esa selección de personal que
excluya a las personas, a pesar de que se puede implementar y de hecho se realiza pero
como un formalismo ya que existe todo un sistema de valores sociales y toda una
concepción del ser humano y su prioridad, que posibilita que el énfasis recaiga más en
desarrollar a los seres humanos que en utilizarlos únicamente como fuente de ganancias.
Este último tipo de sistema, a pesar de ser eficiente en una sociedad capitalista, no
tendría éxito en la nuestra.

También podría gustarte