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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA.


CIENCIA Y TECNÓLOGIA
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
PFG. Estudios Jurídicos

ENSAYO
Naturaleza de los Derechos Humanos y su Inscripción Epistémica y su
Proyección Como Proyecto Social Enmarcado en Nuestra Constitución

Elaborado por:

Caracas, 31 de marzo de 2018


Hoy día dar una definición única clara, precisa y que sea aceptada por
todas las personas en todos los niveles sociales, económicos y legales, es una
tarea sumamente difícil y en algunos casos hasta imposible por la gran variedad
de definiciones que se manejan sobre los derechos humanos.
Esta complejidad en comprender y definir a los derechos humanos viene en
gran medida por ser esta categoría susceptible a la percepción particular que tiene
cada individuo de los que son los derechos inherentes todos los seres humanos,
las características históricas y de costumbres propias de la sociedad en los que
sean circunscritos, así como del marco legal que los consagran y promueven. Así
por ejemplo para algunas sociedades el matrimonio igualitario o la libertad de
pensamiento son derechos humanos que las leyes deben proteger, mientras que
para otras sociedades estos derechos son solo concesiones que da el Estado o
simplemente no son tomados como derechos humanos. Por la amplitud de los
derechos que debe agrupar la categoría de “derechos humanos”, es que hasta hoy
día se nos dificulta su definición y que esta sea aceptada universalmente por todos
los seres humanos, estados – nación, sociedades y culturas que forman parte de
nuestro planeta.
En este sentido para definir estos derechos inherentes a todos los seres
humanos, debemos remitirnos en las corrientes epistémicas que se han manejado
históricamente desde que se concibió por el Rey Ciro en la antigua Babilonia de
un derecho relativo a todas las personas sin discriminación. En este aspecto y
como lo señaló el autor Antonio Marlasca López en su texto “Fundamentación
Filosófica de los Derechos Humanos” que analizamos con anterioridad, el busca
explicar las distintas corrientes filosóficas que han tratado dar un basamento
teórico y epistemológico a lo que se conoce como derechos humanos, así el autor
enumera cuatro corrientes filosóficas más utilizadas por las distintas sociedades y
estados nacionales para explicar el origen de los derechos humanos, estas teorías
como lo son: la Iusnaturalista, Iuspositivista, la Corriente Ética Dualista, la
Histórica Relativista, y la Corriente de las Necesidades Básicas, en su totalidad
son las que otorgan el carácter formal y hasta legal a lo que conocemos como
derechos humanos.
En este abanico de teorías tradicionalmente las más comúnmente
aceptadas con el correr del tiempo son la iuspositivista y la iusnaturalista, pues en
una los derechos humanos son todos aquellos derechos que las leyes y cuerpos
normativos mediante el proceso formal de la creación de leyes en un tiempo y en
una nación respectiva aparan, reconocen y especifican como derechos humanos,
así pues, podemos ver como por medio de este basamento epistemológico,
surgen las distintas constituciones como el caso venezolano, leyes y tratados y
convenios internacionales como la famosa Declaración Universal de los Derechos
Humanos, o la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, que buscan dar
un piso jurídico a los derechos humanos, para su reconocimiento por los estados y
los individuos. Pero sin embargo esta concepción se queda corta pues, los
derechos humanos no pueden ser únicamente los que las leyes especifiquen
como tales, pues estos derechos van más allá de las leyes y estas no los pueden
limitar pues los derechos humanos son progresivos y los que hoy no son derechos
humanos mañana si pueden serlos, así por ejemplo en la época de la Alemania
Nazi, era legal y estaba tipificado en las leyes que a los judíos se les detuviera
arbitrariamente y hasta se les asesinara. El solo marco normativo no puede por sí
mismo ser el único sustento y fuente epistemológica de los derechos humanos,
pues las leyes son creación del mismo hombre y de las sociedades en un
determinado tiempo y espacio.
Por otro lado la otra corriente epistémica que ha tenido mucha relevancia en
a nivel mundial es la del iusnaturalismo en la cual los derechos humanos son
todos aquellos derechos propios e intrínsecos a los seres humanos, derechos
estos como la vida, la libertad o la propiedad, que si bien es cierto son derechos
que permiten cubrir las necesidades de las personas para el pleno goce y
desarrollo de su personalidad e identidad, no existen en un ámbito jurídico formal
quedando esta postura, únicamente aceptada en los que las personas mediante
las costumbres y normas sociales acepten como derechos humanos, sin que
exista un mecanismo formal que permita obligar las clases dominantes al gobierno
y a los ciudadanos a respetarlos y defenderlos, no teniendo la postura
iusnaturtalista en derechos humanos la fuerza que la ley brinda a las normas
jurídicas, ni la capacidad sancionatoria, punitiva y obligante que el marco
normativo brinda a los derechos. En base al derecho natural de los hombres que
fue como se conoció en principio el iusnaturalismo ha sustentado situaciones tan
aberrantes como la esclavitud o las monarquías absolutas.
Es por ello que una postura epistemológica emergente que Marlasca López
defiende es la de las necesidades donde los derechos humanos son todos
aquellos que le permitan acceder a los seres humanos a tener una vida digna en
la cual sean capaces de satisfacer sus necesidades más elementales, y que estas
necesidades sean satisfechas de forma incondicional, asimismo sean fácilmente
exigibles por las personas sin ningún tipo de distinción o discriminación por las
personas ante el poder de los Estados – Nación y de los demás individuos de la
sociedad. Esta teoría en mi opinión es más asertiva en cuanto al basamento de los
derechos humanos, pues permite sustentar a los derechos humanos como todos
aquellos permiten a las personas en general satisfacer la dignidad de las personas
y sus requerimientos para su desarrollo como individuos, tales como: vida,
libertad, salud, educación, recreación, cultura, religión, vivienda, propiedad, y
todos aquellos que permitan al ser humanos acceder a una vida acorde con su
condición humana y que le aseguren los más elementales derechos para la
consecución de su proyecto de vida en sociedad.
Así tenemos pues, a autores como Casal Hernández (2009), quien afirma:
“En sentido amplio, los derechos humanos son derechos inherentes a la persona que se
derivan de la dignidad humana y resultan fundamentales en un determinado estadio de
evolución de la humanidad, por lo que reclaman una protección jurídica. En cambio, en su
sentido más estricto, los derechos humanos son esos mismos derechos pero en la medida
en que son reconocidos y protegidos en al ámbito internacional”. (Estudios sobre derechos
humanos y derechos fundamentales p. 16). Entonces pues tenemos que los derechos
humanos son todos aquellos derechos resultan de la realidad humana con el
objetivo de proteger a la dignidad de las personas para que así estas puedan
mantener un nivel de vida acorde que permita satisfacer sus necesidades y el
respeto a su condición de seres humanos.
En consecuencia y como vimos los derechos humanos son los derechos
inherentes a los seres humanos con el objetivo de satisfacer sus necesidades,
pero sin embargo estas necesidades, deben traducirse y plasmarse en un
ordenamiento normativo que permita su implementación, acatamiento, promoción
y respeto por parte de las personas que ostentan el poder tanto político como
económico, entiéndase estados – nación, gobiernos, organismo internacionales,
empresas, y grupos de poder a nivel local, nacional o internacional. Es decir los
derechos humanos necesitan de la norma legal que brinda el iuspositivimo, pero
estos no deben bajo ninguna forma circunscribirse a la norma escrita sino que esta
última trate en la medida de recoger y abarcar todos los derechos que son
considerados naturales y elementales para la subsistencia y realización de las
personas, por ende el obligado en salvaguardar los derechos humanos es el
Estado, por ser este el órgano de representación popular y el que tiene el poder
coercitivo en las sociedades, así como la fuerza para así cumplir las leyes y
castigar al que no las cumpla, siendo de ese modo el responsable por las lesiones
que se cometan contra estos derechos esenciales. Sin embargo, lo anterior no
limita las responsabilidades que en este sentido se observan en grupos
paramilitares, terroristas, narcotráfico; así como también, las que puedan surgir
entre particulares cuando existan relaciones de dominación o de asimetría de
cualquier naturaleza, tal como es el caso de las relaciones patrono – trabajador.
En vista de lo anterior los derechos humanos deben por su naturaleza y
protección tener una serie de atributos que los caracterizan como propios del
hombre y a pesar de estar reflejados en normas y cuerpos normativos que varían
de país en país, los derechos humanos obedecen a una serie de principios
universales, así pues por ejemplo la persona que habita en Caracas, tiene la
misma condición y valor humano, que la que habita en Londres o en la India, es
decir tienen valores intrínsecos a su condición humana universales, que las leyes
que se dicten es dicha materia deben respetar por ende los derechos humanos
para su correcta aplicación en un marco legal como por ejemplo la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, deben tener una serie de principios
rectores como lo son: la universalidad, la irrenunciablidad, la proporcionalidad,
inderogabilidad, la irreversibilidad y la progresividad de los mismos, así como su
carácter inalienable, incondicionales, imprescriptibles inviolables. Entonces
tenemos que cualquier norma legal que cumpla con estos principios seguramente
protegerá y será efectiva en la protección y aplicación de los derechos humanos,
siempre y cuando no interfieran en su creación intereses económicos o burgueses
como hemos podido ver a lo largo de la historia en documentos como por ejemplo
la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, donde la propiedad se
equipara por ejemplo a la libertad como derechos fundamental. Por ello los
derechos humanos deben verse de forma crítica y siempre en beneficio del
hombre y no de una clase social en particular, ni como elemento para la
dominación internacional, como vemos actualmente en la situación que atraviesa
actualmente nuestro país, donde la defensa de los derechos humanos se
esgrimen como argumento para socavar la soberanía nacional.
Por otra parte, en todo cuerpo normativo incluida nuestra Carta Magna, se
puede apreciar la teoría de las generaciones en los derechos humanos, que
pudimos comprender en el texto “La Reinvención de los Derechos Humanos”, del
autor Joaquín Herrara Flores, donde se hace énfasis en la generación de una
serie de categorías que permiten a los derechos humanos evolucionar y poder ser
aplicados en los marcos normativos, para ello señala que los llamados derechos
de primera generación derivan con la estructuración del texto político, es decir la
Constitución y se refieren a los derechos civiles y políticos. Los de segunda
generación son los que se originan a raíz de las luchas de carácter social o
político, y que se encuentran enmarcados en leyes o como en el caso venezolano
el Plan Nacional de los Derechos Humanos, surgiendo lo que podría categorizarse
como “constitucionalismo social” que dio origen al llamado Estado de bienestar y,
posteriormente, al Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, en el
que vivimos actualmente y que se encuentra ratificado en la CRVB. Por último, se
encuentran los derechos de tercera generación, que están referidos a aspectos
independentistas, pro igualdad o no de discriminación, la paz entre los
connacionales y las naciones, la protección del medio ambiente para garantizar la
vida de las próximas generaciones y el acceso a las nuevas tecnologías
comunicacionales. Igualmente, existen otras generaciones que van más alla de
estas tres primeras pero que surgen en la medida de que las primeras se
satisfagan a cabalidad y que la sociedad adquiera un grado de madurez tanto
política como social para su implementación y están referidos a tecnologías,
ciencia, cultura y recreación.
Como resultado de lo antes expuesto, el proyecto social impulsado en
nuestro país a partir del año 1999 con la promulgación de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, sentó las bases de un Estado en el que los
derechos humanos son la columna vertebral del marco jurídico, pues ya desde el
mismo preámbulo de la Constitución se explanan los derechos humanos como la
forma en la que se construye el Estado venezolano, pues podemos observar que
los derechos como la vida, la libertad, la paz, la solidaridad, el bien común, el
trabajo, la justicia social, la cooperación pacífica, los cuales son derechos
humanos, están presentes en la conformación del texto constitucional, lo cual
garantiza que el mismo sea en beneficio de los desprotegidos y los menos
privilegiados, creando un marco legal que garantice la igualdad de las personas
ante la ley y el respeto a una vida digna y productiva.
Igualmente, nuestra Constitución a pesar de ser un instrumento normativista
es decir, basado en la corriente iuspositivista para la protección y enunciación de
los derechos humanos, pues por ejemplo en el Artículo 23, se observa que los
tratados y convenios internacionales en materia de derechos humanos suscritos
por la República tienen jerarquía constitucional y son de estricto cumplimiento,
también abre la concepción de la corriente de las necesidades, pues en los
Artículos 19 y 22, se enuncian y reconocen de manera expresa el principio de
progresividad en la protección de los derechos humanos, según el cual, el Estado
se encuentra en el deber de garantizar a toda persona natural o jurídica, sin
discriminación de ninguna especie, el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e
interdependiente de tales derechos. Tal progresividad se materializa en el
desenvolvimiento sostenido, del espectro de los derechos fundamentales en tres
dimensiones básicas, a saber: en el fortalecimiento de los mecanismos
institucionales para su protección. En este ámbito cobra relevancia la necesidad
de que la creación, interpretación y aplicación de las diversas normas que
componen el ordenamiento jurídico, se realice respetando el contenido de los
derechos fundamentales, en este sentido es que surge el Plana Nacional de los
Derechos Humanos.
Siendo el Plan Nacional de los Derechos Humanos, un instrumento legal,
propuesto, impulsado y decretado por el Ejecutivo Nacional. Dicha norma legal es
el resultado de un proceso de revisión y diagnóstico interactivo y participativo
sobre la situación de Derechos Humanos en el país, y el acatamiento y desarrollo
de lo contenido en nuestra Constitución.
El Plan Nacional de Derechos Humanos, contiene 213 acciones a realizar
para el mejoramiento de mecanismos, impulsar en las instituciones del Estado,
organizaciones comunales y sociales el conocimiento, defensa y protección de los
derechos humanos, siendo el caso que estas acciones se dividen en cinco ejes. El
primero de estos ejes se plantea consolidar la educación y la cultura de los
derechos humanos (segunda y tercera generación), mientras que el segundo está
orientado a fortalecer las instituciones y acercarlas al pueblo. El tercer eje está
enfocado en darle participación protagónica al pueblo y hacer uso de las bases de
misiones para promover la educación en materia de derechos humanos, en tanto
que el cuarto se vincula con los organismos internacionales para tratar este tema.
Por último el quinto en fortalecer el enfoque de derechos humanos en las políticas
de acción y legislación del Estado venezolano.
El Plan Nacional de Derechos Humanos constituye un instrumento de
planificación que permitirá definir y coordinar las grandes decisiones políticas en
materia de derechos humanos, en el marco de un proceso de democracia
socialista que promueve la inclusión, la igualdad y la mayor suma de felicidad
social enmarcado dentro de la Ley del Plan de la Patria 2013 -2019, en su
Segundo Gran Objetivo Histórico “Continuar construyendo el Socialismo
Bolivariano del siglo XXI en Venezuela, como alternativa al modelo salvaje del
capitalismo y con ello asegurar la mayor suma de seguridad social, mayor suma
de estabilidad política y la mayor suma de felicidad, para nuestro pueblo”., y a su
vez en el objetivo nacional 2.2 el cual reza “Construir una Sociedad Igualitaria y
Justa”.
Como puede observarse en Venezuela, los derechos humanos obedecen a una
línea de desarrollo, evolución y progresión, es decir, cualquier modificación de los
elementos reguladores que los contengan debe ser para hacerlos más avanzados,
nunca para restarle efectividad, reprimirlos o menoscabarlos. Álvarez (2005), asevera
que “la tendencia de los Derechos Humanos es una proyección de avanzada y extensión en
lo que a su desarrollo concierne, asimismo, ese progreso no debe agotarse en una simple
disposición regulatoria sino en la propia protección que se debe garantizar a los
individuos”. En este sentido el Estado Venezolano ha sido garante de la protección
e impulso de los derechos humanos no solo en el país sino a nivel internacional,
teniendo en cuenta que los derechos humanos son el vértice mediante cual la vida
de las personas se puede desarrollar.

Para finalizar, cualquier definición que se efectúe de los derechos humanos


tiene una amplia cabida en la postura filosófica con la cual se comulgue, sea esta
iusnaturalista o iuspositivista o la corriente de las necesidades, así como también
en las condiciones históricas y sociales en las que se promulguen. Sin embargo, lo
que no es objeto de discusión es el hecho que esos derechos esenciales emanan
del valor de la dignidad humana, constituyendo al respecto atributos reconocidos
en el orden jurídico que les son inherentes o intrínsecos y valiéndose de los
instrumentos normativos para su aplicación y reconocimiento. Así en
consecuencia la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como
el Plan Nacional de los Derechos Humanos y cualquier otro instrumento legal que
busque relacionar y amparar los derechos humanos, debe en todo momento
respetar todas aquellas necesidades que dignifiquen a las personas en su sin
discriminación y en igualdad de oportunidades, brindando un marco legal que
ajuste los derechos a todas las personas que tengan las mismas condiciones y a
los que no las tienen por ser los derechos humanos los principios universales y
naturales que deben amparar al hombre como ser social y productivo.
BIBLIOGRAFÍA

MARLASCA LÓPEZ, A. (1998). Fundamentación Filosófica de los Derechos


Humanos (Una perspectiva actual. En el 50 aniversario de la proclamación de los
derechos humanos por parte de la UNU: 1948 – 1998). Revista Filosofía
Universidad de Costa Rica XXXVI, (90).

ALVAREZ ALVAREZ, A. (2005). Jurisprudencia Sala Constitucional. Caracas.


Ediciones Homero. Tomo II.

CASAL, J. (2009). “Los Derechos Humanos y su Protección”. En, Estudios sobre


derechos humanos y derechos fundamentales. Universidad Católica Andrés Bello.
2da. Edición. Caracas.

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA. (1999)


Asamblea Nacional Constituyente.

PLAN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS. (2016) Decreto N° 2.254,


publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 6.217
(Extraordinario).

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