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MARCO CONCEPTUAL Y NORMATIVO PARA

EL ABORDAJE INTEGRAL DE LAS VIOLENCIAS


SEXUALES
MINISTERIO DE SALUD Y PROTECCIÓN SOCIAL – ORGANIZACIÓN
INTERNACIONAL PARA LAS MIGRACIONES O.I.M.

ACTIVIDAD DE
APRENDIZAJE 1
BOGOTÁ D.C. | Todos los derechos reservados, 2014
TABLA DE
CONTENIDO

1 INTRODUCCIÓN............................................................................................................................. 1
2 MARCO CONCEPTUAL DE LAS VIOLENCIAS SEXUALES.................................................. 2
2.1 ¿QUÉ ES LA VIOLENCIA SEXUAL?....................................................................................... 2
2.2 LA VIOLENCIA SEXUAL EN EL MARCO DE LOS DERECHOS HUMANOS............ 3
2.3 ¿POR QUÉ SE PRESENTAN LAS VIOLENCIAS SEXUALES?........................................... 3
3 CARACTERIZACIÓN EPIDEMIOLÓGICA DE LAS VIOLENCIAS SEXUALES................. 7
4 MARCO NORMATIVO.................................................................................................................... 10
4.1 INSTRUMENTOS INTERNACIONALES.............................................................................. 10
4.2 INSTRUMENTOS NACIONALES........................................................................................... 12
5 ENFOQUES PARA EL ABORDAJE INTEGRAL DE LAS VIOLENCIAS SEXUALES........... 15
5.1 ENFOQUE DE DERECHOS..................................................................................................... 15
5.2 ENFOQUE DE GÉNERO.......................................................................................................... 16
5.3 ENFOQUE DIFERENCIAL....................................................................................................... 16
5.3.1 CICLO DE VIDA............................................................................................................ 17
5.3.2 ENFOQUE ÉTNICO..................................................................................................... 18
5.3.3 ENFOQUE PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD....................................... 19
5.3.4 ENFOQUE PSICOSOCIAL PARA EL ABORDAJE DE LAS VIOLENCIAS
EN EL CONFLICTO ARMADO............................................................................................... 20
6 COBERTURA DE LA ATENCIÓN DE LA VIOLENCIA SEXUAL EN EL
MARCO DEL SISTEMA GENERAL DE SEGURIDAD SOCIAL EN SALUD ....................... 21
7 PROTOCOLO DE ATENCIÓN INTEGRAL EN SALUD
PARA VÍCTIMAS DE VIOLENCIA SEXUAL................................................................................. 24
7.1 PASO 1. PREPARACIÓN DE LA COMUNIDAD PARA ACCEDER A LOS SERVICIOS
INTEGRALES DE SALUD DIRIGIDOS A VÍCTIMAS DE VIOLENCIA SEXUAL........................ 25
7.2 PASO 2.VERIFICACIÓN Y MANTENIMIENTO DE LAS CONDICIONES MÍNIMAS
NECESARIAS PARA BRINDAR UNA ATENCIÓN INTEGRAL A LA VÍCTIMA DE VIOLENCIA
SEXUAL DESDE EL SECTOR SALUD.................................................................................................. 25
8 CIERRE DE LA ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE........................................................................ 28
9 REFERENCIAS..................................................................................................................................... 29
RESULTADO DE
1 INTRODUCCIÓN
APRENDIZAJE
Reconocer las
condiciones para el
abordaje integral a las
víctimas de violencias
sexuales según la
normatividad vigente.

Las violencias sexuales han sido reconocidas como violaciones a los derechos
humanos y como un grave problema de salud pública, dada su magnitud e impacto
en la salud física, mental y social de las víctimas, sus familias y la sociedad en
general, y porque son evitables. Por estas razones, el sector salud cuenta con
desarrollos normativos como la Resolución 412 de 2000, que adopta las Guías
de Atención del Menor y la Mujer Maltratada, y la Resolución 459 de 2012, la cual
adopta el Modelo y Protocolo de Atención Integral en Salud para Víctimas
de Violencia Sexual, que es de obligatorio cumplimiento por todas las personas y
actores que integran el Sistema General de Seguridad Social en Salud –SGSSS–, y
en particular para las instituciones prestadoras de servicios de salud –IPS–.

En 2013 la Resolución 1441, modificatoria de la 1043 de 2006, definió dentro de


los estándares de habilitación del Sistema Obligatorio de Garantía de Calidad –
SOGC– para las IPS que el personal médico de los servicios de urgencias de baja,
mediana y alta complejidad debe tener certificación de formación en atención a
las víctimas de violencias sexuales según lo establecido en la Resolución 459 de
2012.

Es así que en cumplimiento de este mandato, y dada la necesidad de formación


y cualificación permanente de las personas que atienden en salud, el Ministerio
de Salud y Protección Social diseñó este curso denominado: Atención Integral
en Salud a las Víctimas de Violencias Sexuales, el cual le permitirá, luego de su
aprobación, obtener la certificación de formación requerida.

El presente material de estudio es la guía orientadora en temas conceptuales


y normativos para el abordaje en salud en la atención integral a las víctimas de
violencias sexuales. El desarrollo de las actividades propuestas en esta actividad
de aprendizaje se estructura de acuerdo con los aspectos básicos para la atención
dispuestos por la Resolución 459 de 2012.

Este curso ofrece materiales y lecturas complementarias, que se sugiere revisar


cuidadosamente en la sección de Material de Apoyo de la plataforma, y que se
identificarán mediante el ícono . Igualmente, recomendamos explorar los
enlaces a las páginas relacionadas y profundizar en las temáticas que considere
de su interés.

1
2 MARCO CONCEPTUAL DE
LAS VIOLENCIAS SEXUALES

2.1 ¿QUÉ ES LA VIOLENCIA SEXUAL?

La violencia sexual afecta a millones de personas en todo el mundo, principalmente


a niñas, niños, adolescentes y mujeres, generando diversas afectaciones en la salud
física y mental de las víctimas, así como en sus familias y comunidades. Este tipo
de violencia busca humillar, castigar, controlar, vulnerar, atemorizar y destruir a
las personas y genera graves consecuencias en su vida y su salud. La Organización
Mundial de la Salud –OMS– define la violencia sexual como:

“Todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones
sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo
la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente
de la relación de esta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de
trabajo. La violencia sexual abarca el sexo bajo coacción de cualquier tipo incluyendo el
uso de fuerza física, las tentativas de obtener sexo bajo coacción, la agresión mediante
órganos sexuales, el acoso sexual incluyendo la humillación sexual, el matrimonio o
cohabitación forzados incluyendo el matrimonio de menores, la prostitución forzada y
comercialización de mujeres, el aborto forzado, la denegación del derecho a hacer uso de
la anticoncepción o a adoptar medidas de protección contra enfermedades, y los actos
de violencia que afecten a la integridad sexual de las mujeres tales como la mutilación
genital femenina y las inspecciones para comprobar la virginidad” (OMS, 2003).

Las violencias sexuales


se pueden entender
como una relación En Colombia se definió la violencia sexual en la Ley 1257 de 2008 así:
desigual y asimétrica de
poder en la cual unas
personas, generalmente “(…) Violencia sexual: acción que consiste en obligar a una persona a mantener contacto
hombres, consideran sexual, físico o verbal o a participar en otras interacciones sexuales mediante el uso de la
que pueden acceder al fuerza o cualquier otro mecanismo que anule o limite la voluntad personal. Igualmente
cuerpo y sexualidad de se considera violencia sexual cuando la persona agresora obligue a la agredida a realizar
otras, principalmente alguno de estos actos con terceras personas. En este tipo de violencia se incluyen los
niñas, niños, tocamientos y manoseos, obligar a las mujeres a tener relaciones u obligar a las mujeres
adolescentes y mujeres, a llevar a cabo actos sexuales que ellas no quieren” (MDGF; OIM; UNIFEM; UNFPA,
2010).
que son degradadas a
la condición de objeto,
negándoles su dignidad
como seres humanos
y todos sus derechos. Es importante reconocer que los hombres también pueden ser víctimas
de diferentes formas de violencia sexual, principalmente los hombres con
orientaciones sexuales o identidades de género diversas, los que se encuentran
en instituciones carcelarias, entre otros.

2
2.2 LA VIOLENCIA SEXUAL EN EL MARCO
El personal encargado
de la atención en salud, DE LOS DERECHOS HUMANOS
justicia o protección
de las víctimas de
violencias sexuales, Los derechos humanos establecen valores y principios para regular y controlar
como representante las relaciones entre las personas, los grupos, las comunidades y el Estado, al
del Estado, debe tiempo que fijan límites al ejercicio abusivo del poder (Ministerio de la
promover, respetar Protección Social, 2011).
y garantizar los
derechos de las
víctimas y tiene una Todas las personas están obligadas a respetar los derechos humanos, sin embargo,
mayor responsabilidad, a las servidoras y los servidores públicos, así como a las instituciones del Estado,
frente a cualquier les compete además realizar acciones para lograr la prevención, la atención y
posible violación reparación de las violaciones de los mismos.
de los derechos
humanos, sexuales y
reproductivos. Por lo
tanto, está obligado
2.3 ¿POR QUÉ SE PRESENTAN LAS
a actuar de acuerdo VIOLENCIAS SEXUALES?
con la normatividad
vigente (Ministerio
de la Protección Dada la alta prevalencia de las violencias sexuales contra niñas, niños, adolescentes
Social, 2011). y mujeres, se debe revisar la relación entre género y violencias. Las violencias
de género han sido explicadas mediante distintos modelos; la Organización
Panamericana de la Salud –OPS– y la OMS han adoptado el modelo ecológico
feminista propuesto por Heise en 1994 que, a su vez, parte del modelo de
desarrollo humano propuesto por Bronfenbrenner veinte años antes y que
consta de cinco niveles: el individual, las relaciones interpersonales y la familia, la
comunidad, la sociedad y la cultura. En el documento Modelo Ecológico se
pueden identificar estos niveles y los factores que inciden en las violencias de
género.
El modelo ecológico
permite comprender
que la interacción de Las violencias de género se pueden entender como:
factores individuales,
interpersonales,
sociales y culturales
produce y mantiene “cualquier acción, omisión o conducta (así como las amenazas de tales actos) que cause
las violencias, y de igual muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico y/o patrimonial a la
manera, contempla persona, y/o afectaciones a las familias o las comunidades, asociada a un ejercicio de
que el abordaje de poder fundamentado en relaciones asimétricas y desiguales entre hombres y mujeres,
dichos factores se debe donde se produce una sobrevaloración de lo masculino en detrimento de lo femenino,
tener en cuenta en la tanto en el ámbito público como en el privado, para mantener las condiciones de
promoción, prevención, desigualdad y discriminación” (Ministerio de la Protección Social, 2013).
detección y atención de
las violencias de género.

De acuerdo con el modelo ecológico, los factores personales, familiares, sociales y


culturales que producen las violencias están influenciados por las construcciones
históricas de lo que significa ser mujer o ser hombre en la sociedad, es decir, el
género.

3
En otras palabras, se ha encontrado que en las violencias de género inciden los
roles, espacios e identidades masculinas y femeninas tradicionales y las relaciones
de poder desiguales entre hombres y mujeres; en consecuencia, es relevante
revisar algunos desarrollos conceptuales sobre el tema.

La asignación del género masculino o femenino ha sido dinámica a través del


tiempo y de las diferentes culturas. Lo que cada sociedad establece como
apropiado para las mujeres y para los hombres se va aprendiendo a través de
un proceso llamado socialización de género, en el que se interiorizan dichos
modelos culturales de manera que se asumen como la norma y lo natural. Es por
ello que se asume, por ejemplo, que “las mujeres son tiernas por naturaleza” o
que los hombres “tienen deseos sexuales incontrolables”.

El género tiene expresiones culturales, sociales y políticas variadas sin que se


pueda definir un único patrón válido de comportamiento. La historiadora Joan
Scott (1986) plantea que existen cuatro elementos interrelacionados en los que
se manifiesta el género:

1. Los símbolos culturales,


2. Los conceptos normativos que se expresan en doctrinas religiosas,
educativas, médicas, legales, entre otras, y que reafirman el “deber ser” de
mujeres y hombres,
3. Las instituciones y organizaciones sociales, que incluyen además de la
familia, el mercado de trabajo, la educación y la política,
4. La identidad subjetiva de mujeres y de hombres.

En la mayoría de las culturas se espera que exista una concordancia entre el


sexo y el género, de manera que las mujeres y los hombres se comporten de
acuerdo a modelos hegemónicos que establecen qué es lo apropiado para unas y
otros. La cultura patriarcal asigna un valor diferencial a mujeres y a hombres; se
sobrevalora el mundo público y lo relacionado con lo masculino y se subvalora el
Precisión conceptual: espacio privado y todo aquello asociado con lo femenino. Hartman (1978) define
el sexo hace referencia el patriarcado como:
a las características
anatómicas, fisiológicas
y hormonales de
las mujeres, de los
hombres y de las
personas intersexuales; “un conjunto de relaciones sociales que tiene una base material y en la cual hay
mientras que por relaciones jerárquicas entre los hombres y solidaridad entre ellos, lo que les permite
género se entiende dominar a las mujeres. La base material del patriarcado es el control de los hombres
una construcción sobre las mujeres, en la esfera de la producción, negando el acceso de las mujeres a los
cultural y, por ser un recursos productivos económicamente necesarios y restringiendo su sexualidad”.
hecho cultural, dichas
representaciones se
pueden modificar.
Las construcciones históricas y culturales de las masculinidades han estado
marcadas por el mantenimiento del poder patriarcal; para ello se exige que los
hombres tomen decisiones en todos los ámbitos, demuestren permanentemente
su virilidad y el hecho de que “son hombres de verdad”. En correspondencia a

4
estos mandatos los hombres se definen por oposición a todo lo relacionado con
lo femenino, especialmente haciendo una negación de la proto-mujer embrionaria
que fue y de la mujer que le gestó (Badinter, 1992).

Esa exigencia de ser un hombre fuerte, capaz, exitoso y con posesiones materiales,
es cada vez menos alcanzable para los hombres en general (Briceño & Chacón,
2012), al tiempo que tienen que buscar alternativas de nuevas relaciones frente
al conflicto generado por el surgimiento de nuevas feminidades.

Las masculinidades basadas en modelos de género tradicionales son proclives al


ejercicio de la violencia contra las mujeres, las niñas y los niños, como una manera
de control y dominio. Incluso la exigencia de asumir constantemente riesgos y
demostrar que se es fuerte, valiente y conquistador trae consecuencias negativas
para la salud de los propios hombres como, por ejemplo, una alta accidentalidad,
alta prevalencia de ITS/VIH y muertes violentas tanto en riñas callejeras como
en el conflicto armado.

En relación con las mujeres, la cultura patriarcal ha construido modelos de


identidades femeninas centradas en la obediencia, lo doméstico, el ser madres y
el ser para otros. Los mandatos culturales para las mujeres legitiman la idea de
que una mujer por sí misma no tiene valor, ya que necesita de otro (padre, esposo,
Cuando se atiende a hijo) para ser reconocida. También está muy arraigado en nuestra sociedad el
una víctima de violencia concebir el cuerpo de las mujeres como un objeto que puede ser utilizado para
sexual en los servicios diferentes fines comerciales o sexuales.
de urgencias se le debe
tratar como sujeto de Igualmente, el ejercicio de la sexualidad femenina ha estado circunscrita a dos
derechos, en ejercicio ámbitos: el de la procreación y el de dar placer a otros; en ambos el cuerpo es
de su autonomía. para el otro, no para sí misma (Lagarde y de los Ríos, 2012), y estas concepciones
Se debe reconocer traen profundas limitaciones para el ejercicio pleno de la sexualidad de las
que las mujeres y mujeres.
los hombres nacen y
son iguales frente al
A la exigencia de coherencia entre el sexo y el género, se suma el deber ser en
goce y disfrute de los
cuanto al ejercicio de la sexualidad a través de la orientación sexual: heterosexual,
derechos humanos,
homosexual o bisexual. Las concepciones sobre la sexualidad han ido variando
son ciudadanas y
en las últimas décadas. La ciencia médica ha despatologizado la diversidad de las
ciudadanos que
expresiones del deseo humano, es decir, que ya no se considera “enferma” o
viven en un Estado
“enfermo” a una mujer lesbiana o a un hombre homosexual.
Social de Derecho.
Lo que diferencia a
las mujeres de los Si bien es cierto que durante las últimas décadas se han producido transformaciones
hombres es su sexo, importantes en las vidas de las mujeres y los hombres, todavía se presentan
y lo que comparten desigualdades y discriminaciones en diversos espacios tanto públicos como
es la posibilidad de privados, como es evidente en las altas tasas de diferentes formas de violencia. Es
construir subjetividades en este punto donde reside la importancia de incorporar un enfoque de género
que les permiten crear, en las políticas y programas del sector salud y, por supuesto, en los diferentes
recrear, simbolizar y servicios de atención como el de urgencias.
re-significar la vida
de acuerdo a las
experiencias propias.

5
Para finalizar, es importante conocer algunos de los principales hallazgos del
Estudio sobre Tolerancia Social e Institucional a la Violencia basada en Género
en Colombia (MDGF; OIM; UNIFEM; UNFPA, 2010). Este estudio contribuyó a
develar los factores históricos y culturales que favorecen y justifican las violencias
de género, encontrando que la desigualdad en las relaciones de poder entre
hombres y mujeres y la consideración de estas últimas como inferiores, son
fuente primaria de las violencias contra las mujeres.

Los resultados para el sector salud fueron altamente preocupantes y exigen


un esfuerzo individual, institucional y sectorial para transformar los prejuicios,
estereotipos y mitos que naturalizan las violencias y poder garantizar una
atención integral a las víctimas de las diferentes formas de violencias de género,
entre ellas, las víctimas de violencias sexuales.

Algunos conceptos para resaltar:

Sexo: Es el conjunto de características


físicas y hormonales de las mujeres
y de los hombres. Son observables,
tangibles e iguales para las personas de
todo el mundo. El pene y los testículos
en el hombre, la vulva y el clítoris en la
mujer, son las primeras evidencias de
pertenencia a un sexo que se buscan al
momento del nacimiento (MPS, 2014).

Género: Es el conjunto de prácticas


sociales que establecen diferencias
para hombres y mujeres. Es aprendido
culturalmente, es el resultado de la crianza
y la educación y, por lo tanto, se puede
transformar (Glocer Fiorini, 2010).

6
3 CARACTERIZACIÓN EPIDEMIOLÓGICA
DE LAS VIOLENCIAS SEXUALES

Las cifras de las violencias sexuales no muestran la magnitud real de la problemática


debido a que el nivel de sub-registro sigue siendo alto. Las víctimas no denuncian
principalmente por vergüenza de contar lo sucedido, miedo a las consecuencias,
falta de conocimiento de los mecanismos de denuncia, desconfianza ante las
autoridades y por la impunidad frente a los delitos sexuales. En el informe sobre
violencia y salud de la OMS de 2003, se presenta de manera gráfica la magnitud
de la violencia sexual (figura 1): solo conocemos una pequeña parte del problema.
Figura 1. La violencia sexual magnitud del problema
Magnitud de la violencia sexual Agresión sexual seguida de muerte

Violación denunciada a la policia

Violación por un extraño


Violación revelada en las encuesta s
Relaciones
sexuales no deseadas
Relaciones pero aceptadas como
Violación no revelada por
sexuales forzadas resultado de ruegos
verguenza culpa u otros
en el matrimonio Exploración sexual resultant e insistentes, chantaje,
factores
o en una cita amorosa de la vulnerabilidad económic a amenazas o artimañas

Fuente (OMS, 2003)

Con el fin de describir la dimensión y gravedad de las violencias sexuales en


el mundo y en Colombia, a continuación se presentan los datos más recientes
aportados por la OMS y otras fuentes nacionales.

El informe de la Organización Mundial de la Salud (2003) indica que:


Figura 2. Hallazgos Informe OMS, 2003

11 de
decada 3 mujeres
cada en elen
3 muje
res mundo experimentará
el mundo violencia física
experimentará
Las mujeres que han sido víctimas y/o sexual por un
violencia compañero
física y/oo sexual
violencia sexual
por porro alguien
un o
compañe que
violenc
de abusos físicos o sexuales por no es su compañero.
sexual por alguienDe las que
cualesno
el 29.8%
es su serán
o.enDe
rcompañela región
las
parte de su pareja corren un mayor de las Américas.
cuales el9.8%
2 serán en región
la de las Américas.
riesgo de padecer una serie de
problemas de salud importantes.
Así, por ejemplo, tienen un 16% El
El38%38%del del
número
númertotal de homicidios
o total de mujeres sede
de homicidios debe a la
resmuje
se
más de probabilidades de dar a luz violencia de pareja.
debe a la violenciareja. de pa
a bebés con insuficiencia ponderal,
y más del doble de probabilidades
de sufrir un aborto o casi el doble El 7% de las mujeres han sido agredidas sexualmente por una
de probabilidades de padecer una persona distinta de su pareja. Aunque se dispone de menos datos
depresión y, en algunas regiones, son sobre los efectos de la violencia sexual no conyugal en la salud,
1,5 veces más propensas a contraer de los datos existentes se infiere que las mujeres que han sufrido
el VIH, en comparación con las esta forma de violencia son 2,3 veces más propensas a padecer
mujeres que no han sido víctimas de trastornos relacionados con el consumo de alcohol y 2,6 veces
violencia de pareja. más propensas a sufrir depresiones o ansiedad.

Fuente (OMS, 2003)

7
En cuanto a la dimensión del problema en Colombia, en el año 2012 se reportaron
un total de 21.506 informes periciales sexológicos, de los cuales el 84.2%
(18.100) se realizaron en mujeres, frente al 15.8% (3.406) en hombres. Estas
cifras indican claramente que el hecho de ser mujer en nuestro país implica una
mayor vulnerabilidad para ser víctima de delitos sexuales, con una proporción de
1 hombre por cada 6 mujeres.

Igualmente, el 85% de las valoraciones sexológicas fueron hechas en niñas, niños


y adolescentes, de las cuales las más afectadas fueron las niñas entre 10 a 14 años
y los niños de 5 a 9 años. El 59% de los casos se reportó dentro de la vivienda
de la víctima (Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 2012).

La mayoría de las niñas y los niños que son víctimas están expuestos a situaciones
de abuso y explotación que muchas veces no saben identificar y, por lo tanto, no
ponen en conocimiento de otras personas la violencia vivida.

El Ministerio de Salud y Protección Social y el Instituto Nacional de Salud


mediante el Sistema de Vigilancia en Salud Pública de violencia contra la mujer,
violencia intrafamiliar y violencia sexual para el año 2012 reportó un total de
63.256 casos de violencias, de los cuales, el 40% (25.302) corresponde a violencia
física, el 28% (17.712) a negligencia y abandono, el 24% (15.181) a violencia sexual
y el 18% (11.386) a violencia psicológica (figura 2). En relación con la violencia
sexual el 84% de los casos se reportó en mujeres y el 16% en hombres. Las
edades en que más casos se registran están entre los 10 y los 14 años.

Figura 2. Casos de violencias


reportadas en 2012

18% violencia psicológica


En el marco del conflicto armado
las violencias sexuales se agravan
y se incrementan. Al reconocer
esta problemática la Corte
40% 24%
Constitucional identificó, por
violencia física medio del Auto 092 de 2008,
violencia sexual que las mujeres en el marco
del conflicto armado y en el
desplazamiento subsecuente
han sido victimizadas de manera
sistemática a través de diferentes
formas de violencia sexual, entre
28% las que se incluyen:
negligencia y abandono
1. Actos de violencia sexual
Fuente: (Ministerio de Salud
y Protección Social, 2012)

perpetrados como parte integrante de otras operaciones violentas.


2. Actos deliberados de violencia sexual cometidos ya no en el marco de
acciones violentas de mayor alcance, sino individual y premeditadamente
por parte de los actores armados.
3. Violencia sexual contra mujeres señaladas de tener relaciones familiares
o afectivas.

8
4. Violencia sexual contra las mujeres, jóvenes y niñas que son reclutadas por
combatientes.
5. Sometimiento de las mujeres, jóvenes y niñas civiles a violaciones, abusos
y acosos sexuales individuales o colectivos.
6. Actos de violencia sexual contra las mujeres civiles que quebrantan con su
comportamiento público o privado los códigos sociales.
7. Actos de violencia sexual contra mujeres que forman parte de
organizaciones sociales.
8. Prostitución forzada y esclavización sexual de mujeres civiles.
9. Actos de amenaza de cometer las conductas mencionadas.

Con respecto a la población LGBTI, una encuesta reveló que 7 de cada 10 per-
sonas entrevistadas, habían sido víctimas de agresiones, de las cuales el 17% fue-
ron consideradas como violencia sexual (CLAM; GESSAM/UNAL; PROFAMILIA,
2007). En concordancia con lo anterior, la ONG Colombia Diversa presentó el
Informe sobre la situación de Derechos Humanos de la población LGBTI en
WColombia, 2010-2011, que evidenció las graves deficiencias en cuanto a siste-
mas de información y políticas públicas para enfrentar la discriminación y la alta
tasa de homicidios y violencia sexual contra esta población. Entre otras muchas
vulneraciones están las violencias ejercidas por los grupos armados al margen de
la ley, e incluso de la Policía Nacional y de las instituciones que niegan la atención
de esta población para la restitución de sus derechos.

Ahora bien, las diferentes formas de violencias de género también son comunes
en los pueblos indígenas; en palabras de Arelis Uriana, mujer indígena, se evidencia
que:

En conclusión, las
violencias contra las “la mayor, más dolorosa y silenciada situación que viven las mujeres indígenas está ligada
mujeres, los niños, las a la violencia sexual. Los nuevos actores en nuestro territorio, traen consigo –como lo
y los adolescentes, hemos evidenciado en el mismo Cumaribo– la creciente explotación sexual que involucra
las personas LGBTI a niñas indígenas, los embarazos no deseados, las enfermedades de transmisión sexual,
y otros grupos en el involucramiento afectivo y la violencia sexual” (Instituto Nacional de Medicina Legal y
condiciones de Ciencias Forenses, 2012).
vulnerabilidad son
una violación de los
derechos humanos; por
tanto, el personal de Recientemente se ha reconocido en Colombia que algunos pueblos indígenas
salud, como servidoras practican la ablación o mutilación genital femenina –A/MGF–, una violación a
y servidores públicos, los derechos humanos frente a la cual se han desarrollado proyectos que han
debe garantizar el disminuido dicha práctica.
derecho a la salud de
todas las víctimas de La prevención y atención de las violencias de género en pueblos indígenas plantea
violencias sexuales. un gran reto para el Estado y las entidades. Como punto de partida se puede
afirmar que, si bien nuestra Constitución Política protege el bien colectivo de los
pueblos indígenas, este derecho no es absoluto y no puede estar por encima de la
protección de los derechos humanos, especialmente de los niños, niñas y mujeres.

9
4 MARCO NORMATIVO

4.1 INSTRUMENTOS INTERNACIONALES

Los instrumentos internacionales que han sido adoptados por el Estado


colombiano hacen parte del Bloque de Constitucionalidad, lo cual significa
que se incorporan a la Constitución Política de 1991 y que son de obligatorio
cumplimiento.

Entre los principales instrumentos tanto del Sistema Universal como del Sistema
Interamericano de Derechos Humanos cabe resaltar las siguientes declaraciones
y convenciones:

La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, que es


el fundamento para la libertad, la justicia y la paz en el mundo. Establece
treinta derechos fundamentales para todas las personas, afirmando que
son universales, inalienables, interdependientes e indivisibles. Entre estos
derechos se encuentran el reconocimiento de la dignidad intrínseca de todos
los seres humanos, la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, y la
prohibición de cualquier forma de esclavitud, servidumbre, tortura, tratos
crueles, inhumanos o degradantes.

La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación


contra la mujer, CEDAW, 1979, y el Protocolo Facultativo, 1999. Ambos
fueron firmados y ratificados por Colombia, lo que establece la obligación
para nuestro país de adoptar todas las medidas legislativas, de política pública
y de transformación cultural para garantizar el goce de los derechos humanos
para las mujeres en igualdad con los hombres. La Convención insta a los
Estados a eliminar todas las formas de discriminación contra las mujeres en
los ámbitos sociales, económicos, políticos y culturales.

Posteriormente, en 1994, la Organización de Estados Americanos adoptó la


Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra la mujer en Belem do Pará, y fue aprobada por Colombia en 1995.
En su primer artículo establece lo que se entiende como violencia contra la
mujer:

“(...) Cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el
privado (…)”

La Convención de Belém do Pará reconoce que la violencia contra las mujeres


impide el ejercicio de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y
culturales, y por tanto toda mujer tiene derecho a vivir una vida libre de
violencia. Igualmente compromete a los Estados a adoptar las medidas que
sean necesarias para prevenir, sancionar y erradicar toda práctica cultural que

10
tolere alguna forma de violencia contra las mujeres, incluyendo la violencia
política.

Los países que integran las Naciones Unidas también han suscrito varias
conferencias internacionales que, si bien no son de obligatorio cumplimiento,
generan compromisos internacionales para los Estados, principalmente en
materia legislativa y de política pública. Dentro de estas conferencias cabe
resaltar la realizada en El Cairo relacionada con los derechos sexuales y
reproductivos.

La Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo (1994)


establece que:

“los derechos reproductivos abarcan ciertos derechos humanos que ya están reconocidos
en las leyes nacionales, en los documentos internacionales sobre derechos humanos y
en otros documentos pertinentes de las Naciones Unidas aprobados por consenso. Se
basan en el reconocimiento del derecho básico de todas las parejas e individuos a decidir
libre y responsablemente el número de hijas e hijos, el espaciamiento de los nacimientos
y el intervalo entre estos y a disponer de la información y de los medios para ello y el
derecho a alcanzar el nivel más elevado de salud sexual y reproductiva”.

En respuesta a esta conferencia, y gracias a la presión de diferentes


movimientos sociales, en Colombia se reconocen los siguientes derechos
sexuales y reproductivos, que evidencian, además, la separación entre
sexualidad y reproducción (Ministerio de la Protección Social, 2011):

1. Reconocerse a sí mismos y a sí mismas como seres sexuados.


2. Fortalecer su autoestima y autonomía para tomar decisiones sobre su
sexualidad y sobre su reproducción.
3. Disfrutar de una actividad sexual satisfactoria, placentera y sin ningún tipo
de riesgos, miedo, vergüenza, prejuicios o inhibiciones.
4. Estar informadas e informados, así como educadas y educados sobre
todos los aspectos relacionados con la reproducción y la sexualidad,
como son: órganos, funciones y procesos, infecciones y enfermedades,
sobre los métodos anticonceptivos modernos y seguros, así como
sobre los mecanismos judiciales para defender los derechos sexuales y
reproductivos, entre otros temas.
5. Decidir con quién, cuándo y cómo tener relaciones sexuales. Todas las
relaciones sexuales deben ser deseadas y consentidas, exentas de coerción,
amenazas o violencia.
6. Decidir la posibilidad o no de ejercer el derecho a procrear y de esta forma
controlar su capacidad de reproducirse. La posibilidad de un hombre y una
mujer de ser padre o madre, es ante todo una opción libre y autónoma.
Todos los embarazos deben ser deseados y consentidos.
7. Decidir sobre la posibilidad de interrumpir un embarazo.
8. Acceder a métodos anticonceptivos seguros, eficaces y aceptables.
9. Decidir el número y el intervalo entre los nacimientos.
10. No ser sometida o sometido, bajo pretexto, amenaza o chantaje, a ningún

11
tipo de abuso o maltrato sexual, físico o psicológico, dentro o fuera
La Convención de su hogar, por compañeros, esposos, novios, familiares, conocidos o
sobre los Derechos desconocidos.
del Niño (1989), 11. Recibir servicios de salud de calidad que permitan embarazos y partos
estableció la necesidad seguros y disfrutar de una buena salud sexual y reproductiva. Los criterios
de proporcionar básicos de calidad son: buen trato, eficiencia, confidencialidad, accesibilidad
a los niños, niñas geográfica y económica.
y adolescentes
menores de 18 años,
una protección y
cuidados especiales.
4.2 INSTRUMENTOS NACIONALES
Esta convención
fue adoptada por
Colombia, mediante El esfuerzo mancomunado del movimiento de mujeres y de la institucionalidad
la Ley 12 de 1991. permitió visibilizar la problemática de las violencias sexuales, la violencia en
Estos derechos el ámbito de la familia y las violencias contra las mujeres, tanto en ámbitos
deben revisarse en el públicos como en espacios privados en Colombia. A partir de la denuncia, la
documento de apoyo documentación y la evidencia sobre dichas violencias se hizo necesario legislar
correspondiente. para contrarrestar estas graves violaciones a los derechos humanos.

En el cuadro Marco Jurídico Nacional, que encontrará en la sección de


Materiales Complementarios, están relacionadas las principales leyes vigentes en
Colombia para prevenir y erradicar las diferentes formas de violencia sexual, así
como para garantizar la atención integral de las víctimas y el restablecimiento de
sus derechos. Le invitamos a profundizar en cada una de estas leyes consultando
los enlaces a los documentos contenidos en el material de apoyo.

La mayoría de las violencias sexuales están incluidas en el Código Penal


Colombiano, en donde se tipifican los “delitos contra la libertad, integridad y
formación sexuales”, los “delitos contra la libertad individual y otras garantías”,
algunos “delitos contra personas y bienes protegidos por el Derecho Internacional
Humanitario” y algunos “delitos contra la vida y la integridad personal”.

Conocer e identificar los delitos sexuales, como están tipificados en el Código


Penal, es necesario para las y los profesionales de la salud, por varias razones:

• Permite visibilizar algunas formas de violencia sexual que por estar tan naturalizadas
ni siquiera se reconocen, y mucho menos se atienden en el sector salud,
• Porque conocer las dinámicas y características de los delitos sexuales
posibilita tener un abordaje integral en la atención a las víctimas,
• Porque es punto de partida para el diseño de estrategias de prevención adecuadas.

12
Es importante tener en cuenta que los diagnósticos codificados en la Clasificación
Internacional de Enfermedades –CIE-10– que se revisarán en la actividad de
aprendizaje 2, no coinciden con cada delito; en consecuencia, en la historia clínica
se deben registrar todos aquellos elementos que le sirvan a las autoridades para
garantizar el derecho a la justicia y reparación que tienen las víctimas.

Para que esto sea posible, el personal de salud de urgencias, y especialmente la médica o el médico encargado
de la atención, deberá poner estas situaciones en conocimiento de la autoridad competente, en todos los casos.

Igualmente, hay algunas condiciones que el personal de salud encargado de hacer


la valoración integral tiene que identificar porque son causales de agravación de la
conducta delictiva; por lo tanto, es importante que las describa cuidadosamente.
Entre ellas están:

• Niños y niñas menores de 14 años.


• Inconsciencia, incapacidad de resistir o discapacidad cognitiva (Identificar
sustancias sicotrópicas, estados mentales orgánicos, discapacidades o
alteraciones del sensorio).
• Infecciones de transmisión sexual.
• Embarazo producto de la violación y abuso.
• Consanguinidad.
• Vulnerabilidad por razones de edad, etnia, discapacidad física, psíquica o
sensorial, ocupación u oficio.

En Colombia, todo tipo de actividad sexual con niñas y niños menores de 14 años es un delito.
También se comete delito cuando siendo menores de 18 años de edad son explotadas o
explotados sexualmente; es decir, cuando se realiza cualquier promesa de pago económico
o en especie para poder acceder sexualmente al niño, niña o adolescente.

Por estas razones el personal de salud deberá estar atento ante la presencia de embarazos
en niñas menores de 14 años, de infecciones de transmisión sexual o de signos de violencias
sexuales, para realizar un abordaje asertivo y un diagnóstico y tratamiento terapéutico adecuados
que permitan el proceso de restablecimiento de derechos del niño, niña o adolescente.

A pesar de que se incluye el marco normativo completo, es importante destacar


algunas de las leyes relacionadas con la prevención, atención y sanción de
diferentes formas de violencia sexual, entre las que se encuentran:

Ley 985 de 2005: esta ley adopta medidas de prevención, protección y


asistencia necesarias para garantizar el respeto de los derechos humanos
de las víctimas de trata de personas, tanto de la trata interna como externa.
Busca fortalecer la acción del Estado frente a este delito.

Ley 1146 de 2007: tiene por objeto la prevención de la violencia sexual y la


atención integral de niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia y abuso
sexual. Esta ley define la violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes
como:

13
“todo acto o comportamiento de tipo sexual ejercido sobre un niño, niña o adolescente,
utilizando la fuerza o cualquier forma de coerción física, psicológica o emocional,
aprovechando las condiciones de indefensión, de desigualdad y las relaciones de poder
existentes entre víctima y agresor”.

Ley 1257 de 2008: adopta normas que permiten garantizar para todas las
mujeres una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el
privado, el ejercicio de los derechos reconocidos en el ordenamiento jurídico
interno e internacional, el acceso a los procedimientos administrativos y
judiciales para su protección y atención y la adopción de las políticas públicas
necesarias para su realización. En esta ley se definen diversas manifestaciones
de las violencias contra las mujeres, como la violencia psicológica, física,
sexual, económica y patrimonial.

Ley 1336 de 2009: contiene mecanismos de política con el fin de prevenir


y contrarrestar la explotación, pornografía y turismo sexual con niñas,
niños, adolescentes. Adiciona tipos penales e identifica nuevas obligaciones
para el Instituto Colombiano del Bienestar Familiar –ICBF–, el Ministerio
de Telecomunicaciones, el entonces Ministerio de Desarrollo Económico
y otras entidades gubernamentales; igualmente promueve la creación de
fondos destinados a prevención y atención.

Ley 1448 de 2011: esta ley establece un conjunto de medidas judiciales,


administrativas, sociales y económicas, individuales y colectivas, en beneficio de
las víctimas del conflicto armado, dentro de un marco de justicia transicional,
que posibilitan hacer efectivo el goce de sus derechos a la verdad, la justicia
y la reparación con garantía de no repetición. De esta forma, se reconoce
su condición de víctimas y se dignifica a través de la materialización de sus
derechos constitucionales.

Este breve recorrido por los instrumentos internacionales y nacionales permite


concluir dos ideas básicas:

• Primero, que las diferentes formas de violencia sexual han sido


reconocidas como delitos que violan los derechos humanos de las
víctimas.
• Segundo, que el personal de salud, especialmente de los servicios de
urgencias, tiene un papel determinante para garantizar la salud física y
Reiteramos la mental de las víctimas, puesto que una atención oportuna, de calidad y sin
invitación a reconocer ningún tipo de re-victimización, es fundamental para el restablecimiento
e identificar de los derechos de las víctimas.
adecuadamente los
delitos sexuales, para
poder realizar un
proceso adecuado de
prevención y atención.

14
5 ENFOQUES PARA EL
ABORDAJE INTEGRAL DE LAS
VIOLENCIAS SEXUALES

Una atención adecuada a las víctimas de violencias sexuales requiere adoptar


varias miradas o perspectivas que permiten reconocer, promover y garantizar
sus derechos y, de igual manera, realizar los procedimientos adecuados a sus
condiciones y necesidades particulares.

A continuación se plantean las definiciones de los enfoques de derechos, género


y diferencial y su aplicación práctica para la atención de las víctimas.

5.1 ENFOQUE DE DERECHOS

El enfoque de derechos se fundamenta en el reconocimiento de que:

“todas las personas, mujeres, hombres, de todas las edades y nacionalidades, tienen
derecho a todos los derechos y que todos son importantes para el desarrollo pleno y
digno del ser humano durante el transcurso de su vida. (…). Nadie puede renunciar a
sus derechos pese a las circunstancias en que se encuentre” (Ministerio de la Protección
Social; OIM, 2011).

Según la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos,
el propósito del enfoque de derechos es analizar las desigualdades que se
encuentran en el centro de los problemas del desarrollo y corregir las prácticas
discriminatorias y el injusto reparto del poder que obstaculizan el progreso
(Naciones Unidas, 2006).

El derecho a la salud alude al disfrute del más alto nivel de bienestar físico,
mental y social, e implica una interdependencia con otros derechos; se aplica
sin distinción de raza, género, religión, orientación política, orientación sexual o
situación económica o social, y se refiere al nivel de salud que le permite a una
persona vivir dignamente, y a los factores socioeconómicos que promueven la
posibilidad de llevar una vida sana (Ministerio de Salud y Protección Social, 2012).

Incorporar el enfoque de derechos en la atención a las víctimas de violencia


sexual, implica que:

• Siempre se deben respetar, promover y garantizar los derechos humanos


de las víctimas, y en ningún momento, restringirlos o violarlos.
• Se debe informar a las víctimas los derechos que tienen a una atención
oportuna, gratuita y sin ningún tipo de barreras, independientemente de
su afiliación al SGSSS.

15
• Siempre se debe respetar la autonomía de las víctimas para los diferentes
procesos y procedimientos requeridos.

5.2 ENFOQUE DE GÉNERO

El enfoque de género es una perspectiva política, conceptual y metodológica que:

a. Visibiliza las discriminaciones y desigualdades entre mujeres y hombres,


b. Reconoce que estas discriminaciones son injustas y que vulneran los
derechos humanos,
c. Plantea propuestas para construir relaciones justas y equitativas en diversos
ámbitos sociales, económicos y políticos.

En relación con las violencias sexuales, el enfoque de género cuestiona y


transforma los mitos, estereotipos, creencias y prácticas que naturalizan y
justifican las diferentes formas de violencia sexual.

El enfoque de género en la atención en salud de las víctimas de violencia


sexual se puede aplicar a través de las siguientes acciones:

• No cuestionar la veracidad del relato de la víctima.


• No re-victimizar a las víctimas preguntando: ¿Por qué no se defendió? o ¿Por qué iba
vestida de determinada manera? o negándole la atención que requiere.
• No culpabilizar a las víctimas de violencia sexual, ya que el único responsable es el agresor o agresores.
• Hacer explícito que no hay ninguna justificación de las violencias de género y, por supuesto, de las violencias sexuales.
• Respetar los silencios o expresiones como el llanto, la tristeza o la ira.
• Resaltar que la víctima ha sido muy valiente al haber acudido a las instituciones a solicitar ayuda.
• Promover el empoderamiento de las víctimas, esto significa ayudarles a que vuelvan a tener el
control sobre su vida y su cuerpo y, que tomen decisiones autónomas e informadas.

5.3 ENFOQUE DIFERENCIAL

A pesar de que la igualdad de derechos se ha reconocido formalmente, en la


práctica no todas las personas disfrutan de los derechos humanos con las mismas
garantías. Algunas personas se encuentran en condiciones de vulnerabilidad por
su procedencia, edad, creencias, orientación sexual, estrato socioeconómico,
etnia o sexo. El reconocimiento de estas vulnerabilidades obliga al Estado a
implementar mecanismos normativos y de política pública que busquen la
igualdad en la vivencia de los derechos.

Así mismo, a la par del desarrollo legislativo, se deben diseñar e implementar


políticas públicas que se ajusten a las necesidades específicas de las víctimas, ya

16
que partimos del reconocimiento de que las afectaciones por la violación de los
derechos son particulares de acuerdo con las condiciones de las personas, lo
cual requiere una atención diferencial.

El enfoque diferencial:

“tiene en cuenta las condiciones y posiciones de los distintos actores sociales, reconocidos
como “sujetos de derechos”, inmersos en particulares dinámicas culturales, económicas,
políticas, de género y de etnia. Así mismo, tiene en cuenta los ciclos de vida de las
personas y las vulnerabilidades que pueden conducir a ambientes imitantes, como es el
caso de la discapacidad y de situaciones sociales como el desplazamiento” (Ministerio
de Salud y Protección Social, 2012).

El enfoque diferencial en la atención en salud para víctimas de violencia sexual


implica reconocer que las afectaciones en la salud física y mental son específicas
de acuerdo con las particularidades tanto del hecho victimizante, como de las
condiciones de edad, sexo, etnia y discapacidad de las víctimas. Por lo tanto, la
atención en salud se debe realizar de acuerdo a las necesidades específicas de
las víctimas.

Como ya se ha mencionado, las siguientes perspectivas hacen parte del enfoque


diferencial:

5.3.1 CICLO DE VIDA

El ciclo de vida (o curso o transcurso de vida):

“es un abordaje que permite entender las vulnerabilidades y oportunidades de invertir


durante cada una de las etapas del desarrollo humano; reconoce que las experiencias
se acumulan a lo largo de la vida, que las intervenciones en una generación repercutirán
en las siguientes, y que el mayor beneficio de un momento vital puede derivarse de
intervenciones previas en periodos vitales anteriores. El ciclo de vida aborda el continuo
vital y sus momentos, en términos de potencialidades y capacidades permanentes y
adecuadas a las exigencias de cada uno de ellos y al logro de acumulados que les
permitan a cada individuo y a los colectivos tener una vida plena y con las mejores
condiciones posibles de salud” (Ministerio de Salud y Protección Social, 2012)

Incorporar el enfoque de ciclo de vida en la atención a las víctimas de violencia


sexual es fundamental debido a que:

• Los procedimientos médicos y tratamientos terapéuticos tienen


particularidades de acuerdo con la edad de la víctima.
• La activación que se debe hacer desde el sector salud hacia los sectores
de justicia y protección involucra diferentes autoridades competentes,
como se abordará en detalle en la actividad de aprendizaje 4.
• Las implicaciones penales de los delitos sexuales se agravan por la edad
de la víctima.
• El lenguaje, la empatía y la información brindada a las víctimas, se debe
adecuar a su ciclo vital.

17
5.3.2 ENFOQUE ÉTNICO

La Constitución Política de Colombia reconoce la diversidad étnica y cultural


del país y la Corte Constitucional ha aceptado a las comunidades indígenas
y afrodescendientes como sujetos colectivos; como tales, gozan de derechos
que recaen en la comunidad, entendida como una unidad más allá de los
sujetos que la conforman. Por lo tanto, los grupos étnicos gozan tanto de los
derechos individuales como de los colectivos.

El enfoque étnico:

“recoge y visibiliza el pensamiento, la cosmovisión y las visiones de desarrollo de las


propias comunidades y las transforma en acciones concretas. De este modo, se tiene
presente que la visión de armonía de los pueblos está estrechamente relacionada con el
territorio, y por eso la vida en comunidad, el uso de la lengua nativa y el reconocimiento
de la cultura como columna vertebral y elemento vinculante de los habitantes, son
componentes fundamentales para la existencia y continuidad de los grupos étnicos”
(Departamento Nacional de Planeación, 2012).

Incorporar el enfoque étnico en el abordaje integral de las víctimas de


violencias sexuales requiere el desarrollo de un proceso de acercamiento y
establecimiento de confianza para comprender, sin juzgar, las normatividades
culturales que sustentan las diferentes formas de violencia sexual.

“En lo que respecta a la prevención, la atención integral y al restablecimiento de derechos


de las víctimas de la violencia sexual pertenecientes a comunidades indígenas y afro, es
de suma importancia, atender a particularidades culturales tales como la cosmovisión
sobre el cuerpo y la sexualidad, así como el lugar que ocupan, los roles y las funciones
que ejercen las mujeres, niñas, niños y adolescentes al interior de dichas colectividades”
(Ministerio de la Protección Social, 2011).

Cuando llega una víctima de violencia sexual al servicio de urgencias perteneciente a una
comunidad indígena se debe tener en cuenta para el proceso de atención, lo siguiente:

• Conocer o averiguar los usos y costumbres de la comunidad en particular e indagar sobre sus prácticas
sexuales y reproductivas, las formas y dinámicas de violencia sexual, los imaginarios culturales que
sustentan la violencia sexual y la sanción de la violencia sexual según sus propias normas.
• Identificar los espacios/prácticas/integrantes de la comunidad que se pueden potenciar como factores protectores
frente a las violencias basadas en género y la violencia sexual ejercida contra las mujeres, niñas y niños.
• Contar en el servicio de urgencias, en caso de tener cercanía a una comunidad
indígena, con una persona traductora en los casos en los que se requiera.
• Respetar la diversidad cultural y no establecer juicios de valor basados en una visión occidental o colonialista.
• Reconocer que de acuerdo con la Convención Internacional de los Derechos del Niño, los derechos de
niños, niñas y adolescentes tienen prelación sobre los demás derechos, incluidos los culturales.
• Tener en cuenta que los derechos colectivos de los pueblos indígenas no son absolutos y no pueden ser
la justificación para violar los derechos humanos de ningún integrante de sus comunidades, en especial
aquellos que han estado en condiciones de desigualdad como lo son las mujeres, niñas y niños indígenas.

18
5.3.3 ENFOQUE PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD

Las personas que presentan alguna discapacidad y sufren alguna forma de


violencia sexual seguramente no expresan las afectaciones de las violencias
con fluidez, bien sea por su condición, por la exacerbación del miedo, la
vergüenza o la incomprensión de lo sucedido.

Se entiende que:

“el enfoque diferencial en discapacidad orienta la atención, el cuidado y la asistencia


a las personas con discapacidad (PcD) desde la perspectiva de los derechos humanos,
de los enfoques de desarrollo humano y social, de sexo e identidad de género, ciclo
vital, raza, etnia y desde la particularidad de las diferentes limitaciones definidas por
la Clasificación Internacional de Funcionamiento, vale decir la limitación visual, auditiva,
motora, mental, cognitiva y múltiple, generando unas respuestas diferenciadas para la
accesibilidad y la inclusión social de las PcD en la vida política, económica, social, cultural
y ambiental de sus propios territorios” (Resolución 1895 de 2013, 2013).

La atención a personas con discapacidad que han sido víctimas de


violencia sexual, requiere el desarrollo de acciones como:

• Reconocer sus particularidades físicas, sensoriales, mentales, cognitivas


o múltiples para determinar y suplir sus necesidades.
• Determinar los grados de discapacidad. Para determinar la edad de una persona con
discapacidad, se requiere hacer una evaluación especializada para establecer la edad
mental de la persona y no basarse exclusivamente en la edad cronológica.
• De acuerdo con cada caso, se debe contar con un intérprete de lenguaje de señas, brindar información
en lenguaje braille, garantizar que los espacios físicos no tengan barreras de acceso, o la necesidad del
acompañamiento del cuidador o cuidadora o integrante de la familia, corroborando que no sea el agresor.
• Evaluar la red de apoyo: familia y comunidad y su nivel de garantía de protección.
• Garantizar procesos de información, educación-formación y comunicación en lenguajes que incluyan
las diferentes formas de discapacidad: visualización de textos, Braille, comunicación táctil, macrotipos,
dispositivos multimedia de fácil acceso, así como el lenguaje escrito, sistemas auditivos, lenguaje
sencillo, los medios de voz digitalizada y otros modos, medios y formatos aumentativos o alternativos
de comunicación, incluida la tecnología de la información y las comunicaciones de fácil acceso.
• Generar acciones de prevención y protección comunitaria en el marco de la
estrategia “Rehabilitación basada en comunidad” planteada por la OMS1.

1 Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (documento por aprobar).
Se sugiere ver el artículo 16: “Protección contra la explotación, la violencia y el abuso”.

19
5.3.4 ENFOQUE PSICOSOCIAL PARA EL ABORDAJE DE LAS
VIOLENCIAS EN EL CONFLICTO ARMADO

“[La actuación del] sector salud y sus diversas instituciones, así como la actuación de
todos sus servidores, tiene que tener en cuenta de manera permanente y mediante
mecanismos establecidos de verificación, la situación de vulnerabilidad y vulneración
en que se encuentran las víctimas del conflicto armado, para hacer eficaz la garantía
de sus derechos. El sistema de atención debe ofrecer las condiciones para que las
personas sean remitidas de manera inmediata y oportuna a instituciones especializadas
(sin imponer) cargas adicionales que pueden incrementar, profundizar o producir nuevos
daños emocionales y físicos en las víctimas y, por ende, una re-victimización”. (Ministerio
de la Protección Social; OIM, 2011)

En los casos de víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado,


además de las atenciones establecidas para cualquier víctima, se debe:

• Prestar especial atención a los riesgos para la vida, integridad y seguridad de las víctimas
por las amenazas, hostigamientos o atentados que pueden realizar los grupos armados.
Por lo tanto es indispensable conocer y activar los mecanismos de protección locales
y nacionales existentes. Se debe contar con un directorio actualizado.
• Asegurar la confidencialidad, como requisito para salvaguardar la intimidad de las víctimas.
• Informar a las víctimas sobre los derechos que tienen por ser víctimas del conflicto armado.
• Tener en cuenta que muchas víctimas de violencia sexual en el conflicto armado cuentan el hecho
victimizante incluso años después de haber sucedido. A este respecto, es importante retomar la Resolución
459 de 2012 que establece que toda violencia sexual es una urgencia, independientemente del tiempo
transcurrido desde que sucedió el hecho hasta que se pone en conocimiento del sector salud.

Para finalizar, se recalca que aplicar los enfoques mencionados es una manera
para no re-victimizar a las víctimas de violencia sexual por parte del sector salud,
especialmente en el proceso de atención en salud de los servicios de urgencias.

La re-victimización se refiere “al conjunto de hechos” o “al hecho” en que una


persona sea víctima de violencias en dos o más momentos de la vida. Ambas
experiencias son separadas en el tiempo y realizadas por parte de al menos dos
personas diferentes” (Arias, Thompson, & Basile, 2002).

Recuerde que se pueden ejercer violencias con posturas corporales, señalamientos


inadecuados o tratos poco dignos.
Tenga en cuenta que una atención adecuada a las víctimas de violencia sexual es
fundamental para la recuperación de su salud física y mental, el ejercicio de sus derechos
y la reconstrucción de su proyecto de vida.

20
6 COBERTURA DE LA ATENCIÓN
DE LA VIOLENCIA SEXUAL EN EL
MARCO DEL SISTEMA GENERAL DE
SEGURIDAD SOCIAL EN SALUD

El Acuerdo 008 de 2009 aclaró la definición de urgencia como:

“(…) la alteración de la integridad física, funcional y/o mental de una persona por
cualquier causa, con cualquier grado de severidad, que comprometen su vida o
funcionalidad y que requieren acciones oportunas de los servicios de salud, a fin de
conservar la vida y prevenir consecuencias críticas permanentes o futuras”.

La situación crítica y de riesgo inminente y futuro de todas las víctimas de


violencia sexual obliga a entender la atención, dentro de este marco normativo
de urgencias, como inmediata, independiente del tiempo transcurrido desde el
evento.

En cuanto a la atención para niñas, niños y adolescentes, la Ley 1146 de 2007,


establece que:

“(…) las niñas, niños y adolescentes víctimas de abuso sexual, serán atendidos en las
Instituciones Prestadoras de Salud tales como EPS, IPS, ARS previamente mencionadas,
de manera inmediata y en cumplimiento del principio de prevalencia de sus derechos,
clasificando y atendiendo estos casos como de urgencia médica, (…) examen y
tratamiento de enfermedades de transmisión sexual adquiridas con ocasión del abuso
(…), provisión de antiretrovirales en caso de violación y/o riesgo de VIH/SIDA (…)”

Es preciso recordar que esta ley es explícita en las sanciones por parte de la
Superintendencia de Salud en caso de incumplimiento de lo promulgado, y genera
la Resolución 1776 de 2008, la cual resuelve:

La Superintendencia Nacional de Salud, previa solicitud de explicaciones,


podrá imponer, en caso de violación a los preceptos contenidos en el
artículo 9º de la Ley 1146 de 2007, a las Entidades Promotoras de Salud, EPS,
Instituciones Prestadoras de Salud, IPS, y Entidades Promotoras de Salud de
Salud del Régimen Subsidiado, EPS-S, por una sola vez, o en forma sucesiva,
multas en las siguientes cuantías a favor del Tesoro Nacional.

a. Multa de 1 a 2000 salarios mínimos legales mensuales vigentes a la fecha


de la comisión del hecho, a las EPS, IPS, EPS-S, que nieguen la atención de
manera inmediata como una urgencia médica del niño, niña y adolescente

21
víctima de abuso sexual o que durante la atención médica de urgencia
no realicen una adecuada evaluación física y psicológica del niño, niña o
adolescente víctima de abuso, teniendo cuidado de preservar la integridad
de las evidencias.
b. Multa de 1 a 1800 salarios mínimos legales mensuales vigentes a la fecha
de la comisión del hecho, a las EPS, IPS, EPS-S, que incumplan el precepto
de recoger de manera oportuna y adecuada las evidencias, siguiendo las
normas de la cadena de custodia, o de practicar de inmediato las pruebas
forenses, patológicas y psicológicas necesarias para adelantar el proceso
penal correspondiente.
c. Multa de 1 a 1600 salarios mínimos legales mensuales vigentes a la fecha
de la comisión del hecho, a las EPS, IPS, EPS-S, que se nieguen a la provisión
de antiretrovirales en caso de violación y/o riesgo de VIH/Sida, o a la
realización de exámenes y tratamientos de enfermedades de transmisión
sexual adquiridas con ocasión del abuso del niño, niña y adolescente víctima
de abuso sexual.
d. Multa de 1 a 1200 salarios mínimos legales mensuales vigentes a la fecha de
la comisión del hecho, a las EPS, IPS, EPS-S, que se abstengan de dar aviso
inmediato a la policía judicial y al ICBF.

La atención de la violencia sexual es de obligatoria cobertura por el


asegurador y de obligatoria prestación de acuerdo a su nivel de complejidad,
pero sin la posibilidad de negar la atención, a pesar de que la complejidad del
caso, rebase su capacidad resolutiva y deberá prestar los servicios que pueda
de acuerdo a su competencia y realizar la debida referencia para responder
a todas las necesidades.

Por su parte, la Ley 1438 de 2011 tiene por objeto el fortalecimiento del
SGSSS a través de un modelo de prestación del servicio público en salud que
permita la acción coordinada del Estado, las instituciones y la sociedad en el
marco de la estrategia Atención Primaria en Salud. De esta forma, se pretende
el mejoramiento de la salud y la creación de un ambiente sano y saludable, que
brinde servicios de mayor calidad, incluyentes y equitativos, donde el centro y
objetivo de todos los esfuerzos sean las y los residentes en el país.

La Resolución 5521 de 2013, actualiza el POS y deroga los Acuerdos 029 de


2011, 031 y 034 de 2012. Se puede resaltar entre otros apartes los siguientes:

• El cubrimiento de las tecnologías de salud para la atención de urgencias,


así como la garantía de la continuidad del servicio en las urgencias.
• Psicoterapia ambulatoria para víctimas de violencia incluyendo las
violencias sexuales (hasta 60 sesiones de psicoterapia individual y hasta
60 sesiones de psicoterapia grupal, familiar y de pareja).
• Continuidad en el manejo por especialista. No se requiere consultar a
medicina general para requerir evaluación por el especialista cuando el
paciente haya sido diagnosticado y requiera periódicamente servicios
especializados. (Aplica para los casos de violencias sexuales para el
manejo con psiquiatría y otros especialistas).
• Atención preferencial y diferencial para menores de 18 años.

22
La Ley 1257 de 2008 y sus decretos complementarios 4796 de 2011 y 2734
de 2012, así como la Resolución 1895 de 2013, integraron el panorama de la
atención ampliando la garantía de habitación, alimentación y transporte a las
mujeres víctimas y sus hijos e hijas dentro del marco presupuestal para ello.

23
7 PROTOCOLO DE ATENCIÓN
INTEGRAL EN SALUD PARA
VÍCTIMAS DE VIOLENCIA SEXUAL

Mediante la Resolución 459 de 2012 se adoptó el Protocolo y Modelo


de Atención Integral en Salud para Víctimas de Violencia Sexual. Allí se han
identificado 15 pasos a seguir en el proceso de atención integral en salud para
las víctimas de violencia sexual, los cuales se listan a continuación y se pueden
profundizar consultando el material de apoyo correspondiente a cada paso.

Paso 1. Preparación de la comunidad para acceder a los servicios


integrales de salud dirigidos a víctimas de violencia sexual.
Paso 2. Verificación y mantenimiento de las condiciones mínimas
necesarias para brindar una atención integral a la víctima de violencia
sexual desde el sector salud.
Paso 3. Recepción inmediata a la víctima de violencia sexual en el servicio
de urgencias médicas.
Paso 4. Valoración clínica inicial a la víctima de violencia sexual.
Paso 5. Toma de pruebas diagnósticas necesarias para explorar el estado
de salud de la víctima en la evaluación inicial.
Paso 6. Asegurar la profilaxis sindromática para ITS durante la consulta
inicial por salud.
Paso 7. Asegurar la profilaxis para VIH- Sida durante la consulta inicial
por salud.
Paso 8. Asegurar anticoncepción de emergencia y acceso a Interrupción
Voluntaria del Embarazo.
Paso 9. Asegurar una intervención terapéutica inicial especializada en
salud mental para la víctima durante la primera consulta.
Paso 10. Planear los seguimientos clínicos requeridos por la víctima.
Paso 11. Derivar hacia otros profesionales de la salud requeridos para
asegurar la atención integral de las víctimas de violencia sexual.
Paso 12. Derivar hacia otros sectores involucrados en la atención inicial
del caso de violencia sexual.
Paso 13. Efectuar los procedimientos de vigilancia en salud pública de la
violencia sexual que correspondan.
Paso 14. Realizar los seguimientos rutinarios que requiere una víctima
de violencia sexual atendida por el sector salud.
Paso 15. Efectuar un adecuado cierre del caso.

24
7.1 PASO 1. PREPARACIÓN DE LA COMUNIDAD PARA
ACCEDER A LOS SERVICIOS INTEGRALES DE SALUD
DIRIGIDOS A VÍCTIMAS DE VIOLENCIA SEXUAL

Se establecen los temas objeto de información, educación y comunicación que


deben ser brindados a la comunidad, relacionados con el acceso a los servicios
integrales de salud para víctimas de violencias sexuales.

Si bien son actividades cuya responsabilidad recae en los diferentes actores del
Sistema General de Seguridad Social en Salud (Direcciones Territoriales de Salud,
Instituciones Prestadoras de salud, Entidades Promotoras de salud), los médicos y
las médicas de los servicios de urgencias también deben conocerlos para brindar
una atención acorde a las temáticas informadas a la comunidad.

Para profundizar en este paso consulte el material de apoyo correspondiente.

7.2 PASO 2.VERIFICACIÓN Y MANTENIMIENTO DE


LAS CONDICIONES MÍNIMAS NECESARIAS PARA
BRINDAR UNA ATENCIÓN INTEGRAL A LA VÍCTIMA
DE VIOLENCIA SEXUAL DESDE EL SECTOR SALUD.

Las instituciones deben realizar un proceso de adecuación de la infraestructura,


dotación, insumos, contratación, capacitación del talento humano, y definición
de procesos y procedimientos, con el fin de brindar una atención integral a las
víctimas de violencias sexuales en primera instancia en el servicio de urgencias y,
posteriormente, en las unidades organizacionales dispuestas institucionalmente
para ello.

Tabla 1. Preparativos y procesos de tipo institucional para la implementación


del modelo y protocolo de atención integral en salud para víctimas de
violencia sexual.

PREPARATIVOS Y PROCESOS DE TIPO INSTITUCIONAL PARA LA


IMPLEMENTACIÓN DEL MODELO Y PROTOCOLO DE ATENCIÓN
INTEGRAL EN SALUD PARA VÍCTIMAS DE VIOLENCIA SEXUAL

CONDICIONES O RECURSOS CARACTERÍSTICAS


Delegación a una persona responsable Delegado por la autoridad institucional
del tema, profesional de la salud o de las correspondiente
ciencias sociales.

25
CONDICIONES O RECURSOS CARACTERÍSTICAS
Conformación de un equipo institucional Conformado por profesionales de la
básico para la atención de las víctimas medicina, enfermería, trabajo social, de la
salud mental y del área administrativa.
Capacitación y apropiación por parte Las y los profesionales deben cumplir
del equipo del Modelo y Protocolo de a satisfacción con los procesos de
Atención Integral en Salud para Víctimas capacitación que establece el Ministerio
de Violencia Sexual de Salud y Protección Social.
Desarrollo de los flujogramas de atención Elaborados de acuerdo con las
en salud y administrativos. características de cada entidad.
Procesos de información y capacitación Se debe informar y capacitar en el
al interior de la entidad. modelo y las rutas intra-institucionales,
al personal de salud y administrativo que
puede llegar a estar en contacto con la
víctima.
Garantizar insumos y dotación para El responsable es el Gerente o delegado(a)
la atención, en un espacio específico, administrativo(a).
accesible y seguro. En cada institución se debe contar con:
Kit post exposición: 2 para menores de
30 kg y otros 2, para mayores de 30 kg
disponible 24 horas del día, 7 días de la
semana.
Insumos para recolección de
muestras forenses: Sobres de papel
para almacenamiento de evidencias
de diferentes tamaños. Tubos para
recolección de evidencias con tapas lila,
roja y gris.
Se debe asegurar oportunamente la
restitución de dichos insumos.

Garantía de acceso directo a las víctimas, El personal encargado de la seguridad de


evite procesos de re-victimización la institución, del triage y de los procesos
administrativos debe estar capacitado
para brindar la atención integral a las
víctimas de violencias sexuales, en lo
referente a sus funciones.
Garantizar un espacio adecuado para la El lugar debe proveer seguridad,
atención. privacidad y confidencialidad, debe tener
un espacio para la entrevista y el examen.
Registro completo en la Historia clínica La información contenida debe garantizar
el registro de todos los procesos y
procedimientos desplegados para la
atención integral en salud de las víctimas
de violencias sexuales.

26
CONDICIONES O RECURSOS CARACTERÍSTICAS
Activación el proceso de trabajo en red Establecer los mecanismos de referencia
intersectorial e interinstitucional. y contrarreferencia.
Disponibilidad del directorio de las
instituciones de referencia del sector
salud, con los datos de contacto del
enlace institucional.
Establecer las rutas claras del proceso de
articulación intersectorial.
Disponibilidad de un directorio de
actores e instituciones de los sectores
protección y justicia.

Fuente. Resolución 0459. (2012)

El Sistema Obligatorio de Garantía de Calidad en Salud describe los aspectos


generales a atender en las instituciones de salud con referencia a estos preparativos.
Adicionalmente, en la Resolución 1043 de 2006 y en la Resolución 1441 de 2013
y todas sus modificatorias, se encuentran los principales elementos a tener en
cuenta para la habilitación de los servicios a partir de la infraestructura, dotación,
historia clínica, sistema de referencia y contrarreferencia.

A continuación se establecen algunas orientaciones adicionales, acerca de las


condiciones para la atención a las víctimas de violencias sexuales:

Las personas que atienden a las víctimas de violencia sexual deberán


cualificarse continuamente para lograr el mayor conocimiento y experiencia
que permita una atención óptima.

La adecuación de la infraestructura debe permitir contar con espacios


de consulta suficientemente amplios, con mobiliario cómodo, con buena
iluminación, libre de ruido, con control de puertas y ventanas para evitar
interrupciones, con decorado sin elementos distractores.

En los servicios de urgencias se debe contar con el material suficiente para


la obtención de muestras forenses, para su adecuada rotulación y embalaje.
Se deben establecer los mecanismos para la provisión de los medicamentos
para la profilaxis de ITS, VIH y embarazo. No interponer barreras de acceso
tales como: disponibilidad en horarios restringidos, entrega de tratamientos
incompletos, entre otras.

Se deben realizar las gestiones institucionales necesarias para garantizar la


interdependencia con los servicios de laboratorio clínico y farmacia.

27
8 CIERRE DE LA ACTIVIDAD
DE APRENDIZAJE

Para finalizar la presente actividad de aprendizaje debemos recordar que:

• Las violencias sexuales son delitos violatorios de


los derechos humanos y de los derechos humanos
sexuales y reproductivos.
• El Estado colombiano tipifica como delitos, las
violencias sexuales.
• Ninguna víctima de violencias es culpable, ya que nadie
provoca las agresiones. Las personas culpables son las
que agreden.
• Es obligación de quien tiene conocimiento sobre
la ocurrencia de delitos sexuales, ponerlos en
conocimiento de las autoridades.
• Las instituciones del sector salud deben prepararse
para atender de manera integral a las víctimas de
violencias sexuales, acatando la legislación vigente.
• Todas las víctimas de violencias sexuales deberán
ser atendidas en urgencias sin importar el tiempo
transcurrido entre el hecho y la solicitud.
• Existe la cobertura presupuestal para la atención
integral de las víctimas de violencias sexuales de
acuerdo al régimen de afiliación al que pertenezcan.

En el presente material hemos revisado los conceptos y la


normativa relacionada, con las violencias sexuales y la preparación
institucional para la atención en salud de las víctimas. En la
siguiente actividad de aprendizaje se revisarán las características
del talento humano, así como las acciones a desplegar durante la
valoración clínica de las víctimas de violencias sexuales.

28
9 REFERENCIAS

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