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ENCICLOPEDIA MÉDICO-QUIRÚRGICA – 26-280-B-10

26-280-B-10

Úlceras por presión

D. Colin Resumen.– La úlcera por presión (UPP), patología de la inmovilidad, resulta de la con-
junción de factores locales y generales asociados al paciente. Escalas convalidadas
permiten identificar a los pacientes de riesgo y proponer medidas de prevención. La
aparición, demasiado frecuente, de una UPP en el paciente en cama o en la persona
minusválida que utiliza silla de ruedas requiere un tratamiento multifactorial. Sin embar-
go, el mejor tratamiento continúa siendo la prevención.

Introducción Índices de prevalencia y de incidencia


según la modalidad de hospitalización
La UPP es una patología de la inmovilidad de carácter endé- Según las modalidades de hospitalización, la prevalencia y
mico y que se presenta de manera difusa en la población la incidencia son, respectivamente, del 7 % y del 3,2 % en
generando costes financieros y humanos para la comunidad. corta estancia, dejando al margen los cuidados intensivos,
Ya no debe ser considerada como una complicación inevita- del 12 % y del 2,5 % en servicios de continuación de cuida-
ble: el conocimiento de su epidemiología y de su fisiopato- dos, del 10,1 % y del 5,8 % en larga estancia, del 4,3 % y del
logía permite clarificar las decisiones terapéuticas, tanto res- 2,8 % en residencias para ancianos.
pecto a su tratamiento preventivo como a su tratamiento
En las unidades de reanimación, el 22,6 % de los enfermos sufre
curativo. El tratamiento del paciente de riesgo y/o portador
de UPP poco graves (54 % en los estadios I y II). El 44 % se
de UPP se inscribe en un proyecto terapéutico que hace
localiza en los talones y el 26 % en el sacro.
intervenir competencias múltiples y complementarias.
De los enfermos con lesión medular en la fase aguda, el 30 %
presenta UPP en el momento de su admisión en el servicio
de rehabilitación, retrasando de este modo, tres meses en
Epidemiología [2, 8, 11, 20, 39] promedio, el proceso de rehabilitación. La incidencia en
esta población varía entre el 23 y el 30 % según la literatu-
Los estudios epidemiológicos internacionales comunican ra médica y más del 85 % de los pacientes desarrolla al
cifras equivalentes en todos los países industrializados. menos una UPP a lo largo de su vida. Más del 70 % de los
El promedio de edad de los pacientes que padecen de UPP pacientes con UPP presenta localizaciones múltiples.
es de 74 años (el 66 % tiene más de 75 años). En promedio, Los equipos cuyo personal es insuficiente generan más UPP,
el 40 % de las UPP aparece accidentalmente, otro 40 % lo en particular, de tipo accidental.
hace en el marco de una enfermedad neurológica y un 20 %
complica una patología en fase terminal. En cuidados
intensivos, el estado de choque causa la mitad de los casos.
Fisiopatología [13, 22, 33, 36, 55, 79, 82, 94, 95, 100, 104, 118]
El 80 % de las UPP se localiza en el sacro y/o en los talones.
En la clasificación internacional, que consta de cuatro esta-
dios, la distribución es equilibrada con un 25 %, respectiva- La UPP se define tradicionalmente como una necrosis
mente, de enrojecimientos, desepidermizaciones, ulcera- isquémica de los tejidos comprimidos entre un relieve óseo
ciones y necrosis. y el plano de contacto sobre el que se apoya el enfermo.

Mecanismos patogénicos
Factores mecánicos
© Elsevier, París

Situándose en un plano deliberadamente mecánico, el fac-


Denis Colin: Praticien hospitalier, président de PERSE, service hospitalo-
universitaire de réeducation et réadaptation fonctionnelle, CRRRF, rue des tor extrínseco determinante que interviene en la patogenia
Capucins, BP 2449, 49024 Angers cedex 02, France. de las UPP consiste en una presión exagerada o prolonga-

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da de los tejidos blandos comprendidos entre el plano óseo presión oncótica por hipoproteinemia, puede alterar defi-
y el plano de apoyo. Esta presión debe ser apreciada en tér- nitivamente estos intercambios. Se entiende entonces que
minos de intensidad pero también de tiempo. La naturale- presiones inferiores a 32 mmHg, que provocan pocas alte-
za de las zonas de apoyo expuestas a las tensiones mecáni- raciones circulatorias directas, puedan ser peligrosas en
cas también incide. Experimentalmente, una isquemia cutá- determinadas condiciones.
nea en condiciones de normotermia puede ser mantenida
durante 12 horas sin necrosis, mientras que las lesiones Factores clínicos
musculares son más extensas o más precoces. Por otra Si bien resulta indispensable conocer los factores mecáni-
parte, el grosor del revestimiento subcutáneo en las zonas cos y sus repercusiones tisulares, los factores clínicos tam-
de apoyo interviene amortiguando las presiones; ello expli- bién desempeñan un papel determinante en la formación
ca que los puntos donde se forman preferentemente las de una UPP. Pueden dividirse esquemáticamente en dos
UPP sean las zonas cutáneas que cubren las prominencias clases: los que modifican el colágeno y los que intervienen
óseas. El cizallamiento, a menudo definido como una pre- sobre la perfusión tisular.
sión oblicua, constituye igualmente un factor mecánico El contenido de colágeno de la dermis y de la hipodermis
decisivo. La presión de oclusión capilar es inversamente depende de un determinado número de factores que inclu-
proporcional a la importancia del cizallamiento, que multi- yen la edad, la corticoterapia a largo plazo, los aportes
plicaría por tres el riesgo de UPP. nutricionales y determinadas patologías neurológicas, entre
También han sido incriminadas las repercusiones celulares las cuales se hallan las lesiones medulares; estos factores
directas de la presión. La resistencia de la piel a las tensio- afectan la síntesis, la maduración y la degradación del teji-
nes mecánicas dependería de proteínas que entran en la do conjuntivo. La perfusión tisular está alterada por un
composición tisular, tales como la actina, el colágeno o la determinado número de factores intrínsecos: la presión
elastina. En determinadas circunstancias, estas proteínas, arterial, la presión oncótica, que se debe principalmente a
que forman un esqueleto celular o tisular, podrían ser lisa- las proteínas, el drenaje linfático, la temperatura del cuer-
das por proteasas que son sintetizadas en respuesta a las po, la hemoglobina sérica y también los factores que poten-
fuerzas de distorsión. También se ha demostrado que las cian los daños endoteliales y que aumentan la agregación
células endoteliales desarrollan un esqueleto en respuesta a plaquetaria. Finalmente, hay que mencionar el papel deter-
las fuerzas inducidas por el flujo sanguíneo. De este modo, minante de las patologías neurológicas: las lesiones moto-
la rigidez pero también la permeabilidad de las membranas ras, que agravan las repercusiones tisulares de las tensiones
celulares podrían estar directamente alteradas por la acción mecánicas; los trastornos de la sensibilidad, que alteran o
de una presión externa. suprimen la percepción de la señal dolorosa del apoyo; la
La presión repercute igualmente sobre la microcirculación espasticidad, responsable de la instalación de actitudes
cutánea. La isquemia tisular aparece teóricamente cuando viciosas que aumentan los apoyos.
la presión intersticial sobrepasa los valores de la presión De este modo, la UPP consistiría más bien en una anoxia
arteriolar, cuyo nivel medio se sitúa alrededor de 30 mmHg. tisular locorregional de origen multifactorial, que en una
Sin embargo, se han comunicado oclusiones capilares con simple lesión isquémica consecutiva a una presión de
presiones de apoyo inferiores a 20 mmHg. Estas observa- apoyo. Las alteraciones celulares, los mediadores humora-
ciones experimentales han justificado el desarrollo de téc- les puestos en juego por el endotelio vascular lesionado, las
nicas no invasivas que exploran la microcirculación, parti- alteraciones de la vasomotricidad son, de forma evidente,
cularmente, la determinación de la presión transcutánea de factores determinantes de la formación de UPP. La com-
oxígeno (TCPO2) o la fluxometría láser-doppler, que han prensión más completa de la intervención de estos factores
permitido comprender mejor la repercusión vascular de la debería permitir definir mejor las situaciones clínicas de
presión y desarrollar aplicaciones de prevención. riesgo y proponer medidas preventivas innovadoras.
La anoxia creada por la oclusión vascular produce una acu-
mulación de los metabolitos que actúan sobre los esfínteres Cicatrización [14, 42, 103]
precapilares y las metaarteriolas, modificando su funciona- Cuando se rompe la integridad de la barrera cutánea, inter-
miento. Aparecen lesiones definitivas cuando se mantiene viene un proceso de respuesta inflamatoria; la rotura de la
la oclusión y cuando las tensiones mecánicas que se ejercen pared de los pequeños vasos libera células sanguíneas, poli-
provocan lesiones linfáticas irreversibles o un desplaza- nucleares, linfocitos T, monocitos/macrófagos, que permi-
miento significativo de los líquidos intersticiales. Los media- ten la formación de una costra. Las plaquetas sanguíneas
dores humorales liberados durante la fase de hipoxia (sero- también participan en este fenómeno. Las células presentes
tonina, histamina y determinadas prostaglandinas, en parti- secretan y liberan, en el tejido lesionado, factores que favo-
cular) también podrían agravar este proceso inhibiendo la recen la formación del tejido de granulación sobre el que
actividad muscular lisa de los linfáticos. se podrá desarrollar la epidermis.
La acumulación de leucocitos y de plaquetas en la luz veno- Este tejido de granulación está compuesto por una acumu-
sa también interviene. Alteraciones de la pared vascular lación de fibroblastos y de miofibroblastos, rodeados por
favorecen la agregación plaquetaria y alteran las condiciones una importante matriz extracelular en la que se encuentran
hemodinámicas locales; el funcionamiento de las bombas de igualmente vasos neoformados (angiogénesis) y algunas
sodio estaría entorpecido, aumentando de este modo la células inflamatorias. Los fibroblastos se transforman en
osmolaridad celular y favoreciendo la instalación de un miofibroblastos (adquieren particularmente la actina alfa-
edema, generador, por su parte, del enlentecimiento del muscular lisa, isoforma de actina expresada por las células
flujo sanguíneo. Después de una isquemia prolongada, la musculares lisas vasculares contráctiles) cuyas propiedades
reperfusión podría también producir una agravación de los secretorias y contráctiles permiten el cierre de la herida.
daños tisulares por medio de una acumulación de radicales El tejido de granulación, en condiciones normales de cica-
libres que deterioran numerosas estructuras moleculares. trización, desaparece cuando la herida está cerrada tras
Finalmente, la anoxia también provoca alteraciones de los migración de los queratinocitos y reconstrucción de la epi-
intercambios entre los tejidos y el lecho vascular. Un dermis. Una parte de la matriz extracelular es digerida por
aumento de la presión hidrostática venosa, consecutivo, por proteasas y las células del tejido de granulación mueren por
ejemplo, a una compresión distal o a una disminución de la apoptosis.

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Kinesiterapia ÚLCERAS POR PRESIÓN 26-280-B-10

Las células implicadas en los procesos de cicatrización Cofactores


secretan numerosos factores, en particular, el factor de cre-
Es posible definir poblaciones denominadas de riesgo en
cimiento transformador beta 1 (TGF beta 1, transforming
función de situaciones que favorecen la aparición de UPP.
growth factor beta 1) que induce la diferenciación muscular
Se trata más de factores epidemiológicos que de factores
lisa de los fibroblastos. El TGF beta 1 también favorece la
causales: por ejemplo, la edad caracteriza a una población
secreción de la matriz extracelular, aumentando así la cali-
en la que se encuentra de un modo más frecuente una UPP,
dad del tejido de granulación. Contrariamente al TGF beta,
no porque ésta sea por sí sola el elemento determinante,
el interferón beta secretado por los linfocitos T inhibe la
sino porque con la edad disminuye la movilidad, las enfer-
transformación de los fibroblastos en miofibroblastos y dis-
medades son más graves y los motivos de hospitalización y
minuye la síntesis de la matriz extracelular.
de desnutrición son más frecuentes. Algunas patologías,
En las UPP, el tejido de granulación no puede desarrollarse tales como las afecciones ortopédicas o neurológicas, favo-
correctamente debido a las alteraciones de la microcircula- recen la aparición de UPP, ya que provocan una inmovili-
ción cutánea (presión asociada a los factores clínicos que dad que aumenta las presiones de apoyo. Los pacientes
fragilizan al paciente).
internados se ven de este modo afectados con mayor fre-
Existe un equilibrio preciso entre los muy numerosos facto- cuencia. Una intervención quirúrgica prolongada es causa
res que actúan sobre la migración, la proliferación, la de inmovilización, de deshidratación, de hipovolemia, de
maduración y la desaparición de determinadas poblaciones anemia y de tratamientos posiblemente yatrogénicos. Las
celulares, equilibrio que puede alterarse fácilmente. El gra- carencias nutricionales, globales o más limitadas (carencia
nulocyte/macrophage-colony stimulating factor (GMCSF), factor proteínica, vitamínica, etc.) deben ser investigadas sistemá-
que estimula las colonias de polimorfonucleares y de ticamente en las unidades de reanimación o de geriatría.
macrófagos, favorece la maduración de los macrófagos que Existen marcadores más o menos específicos: curva de
van a producir particularmente el TGF beta 1. peso, índice de masa corporal, albuminemia.
La integración de todos estos datos, particularmente de
aquellos que conciernen a la formación del tejido de gra-
Escalas de evaluación
nulación, debería permitir imaginar nuevos tratamientos
(algunos de los cuales se encuentran ya en desarrollo) capa- Deben permitir un análisis objetivo, exhaustivo y rápido de
ces de mejorar la calidad de la cicatrización. los riesgos inherentes al estado del paciente para instaurar
los medios necesarios para la prevención y/o el tratamien-
to. Por lo general, los datos contabilizados para el cálculo
Factores clínicos de riesgo de la puntuación de riesgo son cualitativos o demandan una
y evaluación [ ]
8, 29, 56, 67, 86, 105, 115 respuesta binaria cuyo peso estadístico no siempre ha sido
determinado ni, tampoco, convalidado. Los términos a
menudo utilizados en las escalas que se encuentran en la
Factores de riesgo
literatura médica (bueno, medio, suficiente, satisfactorio,
Existe un consenso a favor del origen multifactorial de la disminuido, etc.) no poseen el mismo valor según el obser-
UPP, en la que se reconocen factores extrínsecos indepen- vador, en función del rol que ejercen en la unidad en la que
dientes del paciente y factores intrínsecos propios a éste, actúan. Los ítems clasificadores deben ser lo suficiente-
que agrupan los elementos que favorecen la menor resis- mente explícitos o remitir a instrucciones que permitan
tencia de los tejidos a los factores extrínsecos. valorarlos con precisión e independientemente del obser-
vador, con la finalidad de que la puntuación obtenida sea
Factores extrínsecos fiable. Por ejemplo: en presencia del ítem «incontinencia»,
La intensidad de la presión ejercida sobre tejidos blandos es necesario precisar si la utilización de sonda o de colector
comprendidos entre el plano óseo y el plano de apoyo, así peneano corresponde a una continencia perfecta o, tam-
como la duración de la aplicación de la presión, provocan bién, si la ausencia de deambulación bipodal no es un equi-
la aparición de una UPP y ello más rápidamente cuando valente de movilidad disminuida. Es más fácil calificar un
existen factores secundarios propios al individuo (edad, estado nutricional en términos de tasa de albúmina que
comorbilidad) y factores asociados al estado patológico y mediante la apreciación subjetiva de la ingesta alimentaria
sus consecuencias (inmovilización, hipotonía, etc.). Las diaria. La calidad de la escala depende de la validación inte-
fuerzas de cizallamiento serían más nocivas que las fuerzas robservador e intraobservador en poblaciones lo más gran-
de compresión verticales, ya que crean amplias zonas de des que sea posible.
sufrimiento vascular; la posición semisentada en la cama — La escala de Norton, establecida en 1962, fue validada en
produce fuerzas de cizallamiento y de roce muy intensas 250 pacientes de geriatría. Está basada en cinco ítems, valo-
sobre el sacro, favoreciendo la oclusión arteriolar y la fragi- rados de 1 a 4, que comprueban las capacidades físicas,
lización de la piel. Por último, la maceración inducida por mentales, de actividad y de movilidad y la continencia de las
la transpiración o la suciedad favorece esta fragilización y personas. Cuando cada uno de los ítems es satisfactorio, se
mantiene las lesiones iniciales. obtiene un total de 20 que caracteriza el riesgo 0 del pacien-
te. Cuanto más baja es la puntuación, mayor es el riesgo de
Factores intrínsecos UPP. A continuación, fue probada en poblaciones variadas,
Asocian características antropométricas (edad, estado gene- con éxito en ortopedia, mientras que los resultados fueron
ral, peso y estado nutricional) y elementos clínicos y anam- menos satisfactorios en unidades de cuidados intensivos
nésicos del paciente: diabetes, tabaquismo, afecciones car- para personas de edad avanzada. La reproducibilidad inter-
diovasculares, pulmonares y neurológicas (alteraciones de observador fue probada con posterioridad a su publicación
la sensibilidad superficial o profunda), factores generales inicial, trabajo que permitió, por otra parte, validar la esca-
tales como la fiebre, una infección, una afección neoplási- la respecto a su objetivo de identificar a los pacientes de
ca, primaria o secundaria, y factores yatrogénicos (antiin- riesgo. Aunque se trata de la escala más utilizada y que sirve
flamatorios esteroideos o no). de referencia, se le pueden hacer algunas críticas: la ausen-

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cia de validación en poblaciones variadas, la ausencia de cri- índices de masa corporal con el fin de suprimir el carácter
terio que se refiera a la calidad de la nutrición, del dolor, de subjetivo asociado a la propia imagen del cuerpo.
la sensibilidad y de los riesgos intrínsecos del paciente. La calificación de los ítems es difícil cuando éstos han sido tra-
Solamente se tienen en cuenta los factores que fragilizan la ducidos del inglés, siendo ésta la razón por la que han apare-
piel. Sin embargo, el trabajo de Norton posee el mérito de cido escalas en otros idiomas, basadas en los principios de las
la originalidad y del nacimiento de una idea: la evaluación primeras escalas que se divulgaron, pero que intentan paliar
del riesgo en una población determinada. los defectos de éstas. Es el caso de la tabla de Gonesse, que
— En 1973, Gosnell retoma la escala de Norton y le asocia incluye seis ítems valorados con cuatro puntos (0, 1, 2 y 3):
factores intrínsecos tales como el peso, el aspecto visual de estado general, nutricional y psíquico, movilización, inconti-
la piel, los signos vitales y los antecedentes quirúrgicos. Diez nencia y estado cutáneo. También se tienen en cuenta la exis-
minutos resultan suficientes para la realización de esta esca- tencia de antecedentes de UPP y la gravedad de la patología
la, cuyo interés principal reside en la importancia que otor- asociada. La tabla de Angers retoma los ítems de la escala de
ga al factor nutricional el cual, con la degradación de las Waterlow, especificando la forma de atribución de los puntos
funciones superiores y la disminución de la movilidad y de para cada ítem y eliminando de este modo la subjetividad rela-
la actividad, parece ser el factor determinante del riesgo de tiva evidenciada en la escala de Waterlow.
UPP. El problema principal radica en la insuficiencia pre- Se han elaborado otras escalas de riesgo específicas de
dictiva de la escala de Gosnell a la entrada en la unidad, ya poblaciones y que conciernen a los enfermos parapléjicos,
que sólo la reducción de la puntuación durante la interna- los niños y las unidades de cuidados intensivos. Su utiliza-
ción se relaciona con la aparición de una UPP. Tras la publi- ción interna resulta interesante ya que está adaptada a la
cación de la puntuación de Gosnell, las escalas de riesgo población referida. Sin embargo, en el seno de un hospital,
fueron integradas en el historial de cuidados. no permiten indicar el grado de gravedad de la patología
— Posteriormente, en los Estados Unidos, Braden (1987) en una unidad con respecto a otra y pierden su carácter útil
tomó en cuenta los factores extrínsecos que evalúan la fric- para la colectividad.
ción y los roces, aunque retoma los factores sensibilidad,
humedad, movilidad y actividad en los cuales se basaban las
escalas precedentes, o sea, seis ítems valorados sobre cuatro
puntos. Cuanto más baja es la puntuación, mayor es el ries- Clasificaciones [5, 91]
go. Siempre es posible realizar una nueva evaluación duran-
te la estancia del paciente, para precisar su valor predictivo. La identificación y la descripción del estadio de la UPP res-
Esta escala posee el mérito de haber sido validada teniendo ponden a la preocupación por el seguimiento de la evolu-
en cuenta el factor «interobservador» para el conjunto de ción, la elección de un tratamiento eficaz, la utilización de
personal que tiene a su cargo a los pacientes con riesgo de instrumentos adaptados en los estudios epidemiológicos de
UPP. Su utilización en las unidades de cuidados intensivos es prevalencia e incidencia. Pueden agruparse las clasificacio-
predictiva del riesgo de UPP en la medida en que el umbral nes según utilicen criterios anatómicos (cuadro I), anato-
de riesgo haya bajado a 11. La utilización sistemática de la moclínicos (cuadro II), clínicos (III) o colorísticos.
escala de Braden, al igual que la de Norton, ha sido reco- — Clasificación colorística o Red-Yellow-Black Color Code (RYB
mendada por la agencia americana Agency for Health Care Color Code): incluye los colores negro, amarillo y rojo corre-
Policy and Research para determinar los factores de riesgo de lacionados con los estadios de necrosis, de exudado y fibri-
un paciente, con el fin de actuar específicamente sobre na, y de proliferación respectivamente. Si es necesario, esta
éstos. En efecto, la insuficiente especificidad y sensibilidad clasificación puede completarse con el color rosa, que se
de cada una de estas escalas anula su carácter predictivo. correlaciona con el estadio de epitelización y con el color
— En Gran Bretaña, Waterlow estableció una escala que verde si hay presencia de pus.
recogía el conjunto de factores intrínsecos y extrínsecos
descritos precedentemente. El valor de los ítems varía de
acuerdo a una ponderación evaluada a priori, lo que
recuerda la susceptibilidad individual de los pacientes en Aspectos clínicos de la úlcera
presencia de un factor de riesgo determinado. La toleran-
cia cutánea resulta de la combinación de los diferentes fac-
por presión constituida [ ] 5, 91

tores de riesgo entre sí. Al igual que en la escala de Gosnell,


Waterlow tiene en cuenta el aspecto visual de la piel, el Lesiones reversibles
peso, la calidad de la nutrición, los factores asociados de
Eritema
comorbilidad medicoquirúrgica: estancia en unidad de cui-
dados intensivos, intervención quirúrgica, tratamiento Consiste en un placa roja, caliente, cuya periferia es ede-
antiinflamatorio y existencia de factores vasculares. Se la matosa y que corresponde a un edema dermoepidérmico.
utiliza corrientemente en Gran Bretaña, en donde forma
Placa de desepidermización
parte del historial de cuidados. Considerada a veces de rea-
lización un poco larga, presenta la ventaja de una relación Se traduce:
proporcional entre la puntuación y el riesgo: cuanto más — en una flictena que produce un desprendimiento de la
elevada es la puntuación, mayor es el riesgo. Parece adapta- epidermis; se localiza más frecuentemente en los puntos de
da a numerosas poblaciones; sin embargo, no se ha llevado apoyo en los cuales el epitelio está muy queratinizado
a cabo la validación interobservador y resulta indispensable (sobre todo, en los talones) (fig. 1);
la formación del personal con el fin de que cada ítem sea — o bien, en una erosión epidérmica y, a continuación,
evaluado con precisión: el término deficiencia cardíaca dermoepidérmica. Su topografía es la de la zona de apoyo;
corresponde efectivamente a la aparición de una insufi- está rodeada por un rodete edematoso y el fondo está recu-
ciencia cardíaca aguda o de un colapso cardiovascular y no bierto por pequeños derrames hemorrágicos y exudado.
a un cuadro de insuficiencia coronaria crónica; la obesidad, Esta placa sucede a una lesión flictenular o se constituye de
así como los criterios «por encima» y «por debajo» del pro- entrada en regiones de menor resistencia (por ejemplo,
medio deben ser cuantificados, si es posible, a partir de los apoyos sacrococcígeos).

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Cuadro I.– Clasificación anatómica.

Estadio Shea (1975) IAET (1988) Yarkony-Kirk (1991)

1 Lesiones limitadas: — Eritema persistente durante más de 30 minutos Zona eritematosa


— a la epidermis — Epidermis intacta — estadio 1A <24 horas
— a la dermis — estadio 1B >24 horas

2 Afectación de la totalidad de la dermis — Afectación de la epidermis — Ulceración de la epidermis y/o de la dermis


— Dermis intacta — Hipodermis indemne

3 Afectación del tejido graso hasta la fascia — Afectación profunda de la dermis hasta el tejido — Afectación de la hipodermis (tejido graso)
subyacente subcutáneo
— La lesión se presenta en forma de cráter o está — Músculo indemne
recubierta por una necrosis

4 El hueso está en la base de la ulceración — Destrucción profunda de los tejidos que alcanza — Afectación de los músculos y de la fascia
al tejido subcutáneo hasta la fascia y que puede
alcanzar al músculo, la articulación y/o el hueso
— Aspecto de cráter profundo — Hueso indemne

5 Amplia cavidad cerrada con un trayecto fistuloso — Afectación del hueso


al lado — Articulación indemne

6 — Afectación de la articulación

IAET: International Association for Enterostomy Therapy.

Cuadro II.– Clasificación anatomoclínica.

Estadio NPUAP (1989) AHCPR (1994)

1 — Piel intacta — Piel intacta


— Eritema reversible — Eritema persistente

2 — Afectación parcial de la piel (epidermis y/o dermis) — Afectación parcial de la piel (epidermis y/o dermis)
— La lesión se puede presentar en forma de: — La lesión se puede presentar en forma de:
— abrasión — abrasión
— flictena — flictena
— cráter superficial — cráter superficial

3 — Afectación profunda o necrosis de la piel que va hasta el tejido — Afectación profunda o necrosis del tejido subcutáneo respetando
subcutáneo pero respetando la fascia subyacente la fascia subyacente
— La lesión se presenta en forma de cráter profundo con o sin afectación — La lesión se presenta clínicamente como un cráter profundo que
del tejido adyacente se extiende a veces bajo los tejidos periféricos

4 — Afectación profunda de la piel con destrucción extensa, tejidos — Afectación profunda de la piel con destrucción extensa, presencia
necrosados o afectación del músculo, del hueso o de las estructuras de tejido necrosado o afectación del músculo, del hueso
de sostén (tendón, articulación, etc.) o de las estructuras de sostén (tendón, articulación)
— Un trayecto fistuloso visible o no, puede también asociarse al estadio 4

NPUAP: National Pressure Ulcer Advisory Panel; AHCPR: Agence for Health Care Policy and Research.

Lesiones irreversibles liza una supuración intensa formada por una capa amari-
llenta o verdosa;
Placa de necrosis o úlcera por presión cerrada
— si es sacrotrocantérea (fig. 3), es siempre más extensa
Revela una desvitalización definitiva de los tejidos subya- en profundidad que en superficie, ya que la necrosis sub-
centes (fig. 2). Su aspecto externo y sus dimensiones son a cutánea y aponeurótica es más importante que la necrosis
veces falsamente tranquilizadores y no permiten juzgar la dermoepidérmica. Se trata de una vasta cavidad cuyo fon-
importancia de las lesiones, mientras que la afectación en do está recubierto por restos aponeuróticos, por músculos
profundidad suele ser masiva. Está adherida al plano pro-
trocantéreos esfacelados o, incluso, por la superficie ósea
fundo por tractos fibrosos y está limitada por un surco puru-
de la cara externa del trocánter mayor. La abertura ine-
lento cuya progresión centrípeta provocará el desprendi-
miento completo de la placa. luctable de la bolsa serosa produce un verdadero despren-
dimiento;
Ulceración o úlcera por presión abierta — si es isquiática, también en este caso los daños cutáneos
Es la cavidad residual que aparece tras la eliminación de la son a menudo poco importantes, mientras que las lesiones
placa de necrosis. Puede presentar particularidades anató- en profundidad son siempre considerables. La ulceración
micas según la localización: concierne a la bolsa serosa y forma una cavidad que des-
— si es sacra, es más extensa que profunda; la grasa, la apo- borda hacia la fosa isquiorrectal internamente y hacia el
neurosis y el músculo son destruidos y en el fondo se loca- canal isquiotrocantéreo externamente (fig. 4).

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Cuadro III.– Clasificación clínica.

Estadio Colin et al (1989) Garches (1991) según Vega et al (1990)

1 Eritema Estadio de destrucción Estadio de reconstrucción

Ausencia de enrojecimiento Detersión biológica:


0 1
y de lesión cutánea eliminación de los tejidos

Flictena Eritema reversible (desaparece Rellenado,


2 1 retirando la presión) 2 granulación hística:
multiplicación celular
Desepidermización

Necrosis, placa negra y seca Eritema persistente con Epidermización:


que afecta a todas las capas o sin flictena o induración reconstrucción
3 tisulares 2 (desprendimiento de la 3 de las células
epidermis, infiltración tisular:
colección serosa o hemática)

Ulceración:

A: antes del desbridamiento, Necrosis tisular, dos


cortezas necróticas con aspectos posibles:
4 depósitos fibrinosos, 3 — forma seca, placa negra
inflamación o infección
B: tras desbridamiento, — forma húmeda,
aparición de los tejidos disgregación de los
de granulación tejidos lesionados con o
sin desprendimiento
(necrosis subcutánea
y aponeurótica)

Úlceras por presión Necrosis con importante


múltiples de todos los pérdida de sustancia
5 estadios 4 (afectación de los tejidos
grasos, aponeuróticos
y musculares)

5 Visualización del hueso con


o sin signo infeccioso; fístula

3 Ulceración sacra.

1 Desepidermización.

2 Necrosis. 4 Lesiones isquiáticas.

Bacteriología [7, 98] flora varía según el estadio de evolución: hacia la cicatriza-
ción, es menos abundante cuantitativa y cualitativamente y
los gérmenes anaerobios desaparecen.
La UPP constituye una localización privilegiada para la Una úlcera por presión «microbiológicamente sana» pre-
invasión por gérmenes. La flora es polimorfa, incluyendo senta una flora polimicrobiana, con especies bacterianas
las bacterias de la piel y de las mucosas, y constituida prin- muy diversas más bien sensibles a los antibióticos. Una UPP
cipalmente, por orden de frecuencia, por estafilococos, que presenta una flora monomicrobiana constituye un fac-
enterococos, enterobacterias, levaduras y bacteroides. La tor de gravedad y de mal pronóstico clínico.

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Kinesiterapia ÚLCERAS POR PRESIÓN 26-280-B-10

El diagnóstico de UPP infectada es difícil. Es principalmen- rios, la relativa frecuencia de esta carencia, la inocuidad de
te clínico a nivel local (enrojecimiento, dolor o edema en dicha vitamina y su bajo coste llevan a proponer la suple-
los bordes, retraso de cicatrización) y general (alteración mentación sistemática en caso de UPP. El oxoglutarato de
del estado general, hipertermia) y biológico (hemograma ornitina desempeñaría un papel propio de cicatrización
[H], velocidad de sedimentación [VS], proteína C reactiva además de la positivización del balance nitrogenado.
[PCR]). El estudio bacteriológico de la UPP permite fun- La evaluación del estado nutricional se basa, en primer
damentar la instauración de una antibioticoterapia por vía lugar, en la determinación del peso (una pérdida reciente
general cuando una flora está constituida mayoritariamen- es la evidencia más sencilla y pertinente de desnutrición).
te por un germen. Deben temerse las descargas sépticas La ausencia de un marcador nutricional suficientemente
repetidas de este germen. sensible y específico otorga un papel particular a las escalas
Los estafilococos dorados, las levaduras y, sobre todo, las multifactoriales de evaluación (del tipo Mini Nutritional
enterobacterias ricas en endotoxina (lípido A), responsa- Assessment). El nivel de albúmina sérica es el marcador bio-
bles de choques sépticos gravísimos (colibacilo, Entero- lógico más sencillo de desnutrición, incluso teniendo en
bacter, etc.), pueden ser considerados como responsables cuenta que no es específico. El número de linfocitos circu-
de la agravación del pronóstico en términos de morbilidad lantes informa sobre la inmunodepresión asociada. La
y de mortalidad, si se encuentran en cultivo casi puro. determinación de las proteínas de la inflamación (CRP)
Ciertamente, la UPP está colonizada por los gérmenes del ayuda a evaluar la situación de hipercatabolismo. Los crite-
paciente pero es también un verdadero espejo y reservorio rios de detección precoz de la desnutrición de base son
del ambiente del paciente, tal como lo demuestra el análisis ingestas inferiores a 20 kcal/kg/d, una pérdida de peso
del porcentaje de gérmenes sensibles y resistentes a los anti- superior al 10 % en 6 meses, una albuminemia inferior a 35
g/l y una linfopenia inferior a 1 200/mm3.
bióticos en las UPP: estos últimos son gérmenes más bien
hospitalarios y responsables de infecciones nosocomiales. Los aportes recomendados en caso de UPP son de 35 a
45 kcal/kg/d desde el punto de vista energético, de 1,5 a
2,5 g/kg/d de proteínas, de 2,5 a 3 g/kg/d de glúcidos, de
50 a 100 mg/d de cinc durante 15 días, de 0,1 a 1 g/d de
Tratamiento preventivo [ ]
9, 10, 16, 24, 27, 28, 32, 41, 45, 48, 66, 76, 83, 111
vitamina C durante 15 días y de 10 g/d de alfacetoglutarato
de ornitina.
La UPP es la expresión localizada de un contexto general
que debe llevar a tratamientos múltiples y complementa- Prevención «local»
rios. En el tratamiento preventivo, deben tenerse en cuenta
Requiere una estrategia pluridisciplinaria que implique al
todos los factores de riesgo definidos precedentemente.
equipo médico (médicos, enfermeros, auxiliares, kinesite-
Incluye dos ámbitos complementarios: por un lado, la pre-
rapeutas, etc.), al enfermo y a su familia.
vención «general» y nutricional y, por el otro, la prevención
«local» a fin de evitar las presiones y, por lo tanto, los pun- La piel y las zonas de riesgo deben inspeccionarse varias
tos de apoyo. veces por día. La higiene es mantenida mediante una ducha
regular, el aseo diario con jabón suave y agua, seguido de un
secado cuidadoso sin fricción fuerte. En los pacientes incon-
Prevención «general» tinentes, deberán realizarse cambios regulares y rápidos.
Comprende el tratamiento de las patologías intercurrentes La aplicación de películas transparentes permite evitar los
o asociadas (incluyendo la anemia, la fiebre y la deshidrata- roces en las prominencias óseas.
ción), la prevención de las complicaciones tromboembóli- Debido a su yatrogenicidad, están proscritas las aplicaciones
cas, en las que participa la kinesiterapia (kinesiterapia respi- de alcohol (que disminuyen la película lipídica protectora
ratoria, lucha contra las alteraciones tróficas, movilización), de la piel), de calor, de frío y de productos coloreados que
la disminución de los fármacos yatrogénicos, el manteni- enmascaran la evolución silenciosa de una eventual UPP.
miento o la recuperación de un buen estado nutricional. Las maniobras de traslado, al igual que los tratamientos
Un mal estado nutricional constituye un factor de riesgo de ortopédicos (yesos, ortesis, contenciones), no deben ser
aparición de UPP. El aporte proteico insuficiente parece ser traumáticos y deben realizarse minuciosamente.
el marcador nutricional más significativo del riesgo de apa- La ropa mal adaptada constituye igualmente un factor de
rición de la UPP; la albuminemia está significativamente hiperpresión (pantalones demasiado apretados, costuras
reducida en los pacientes con UPP. Cuando se constituye sobresalientes en los puntos de apoyo) y deben prohibirse
una UPP, provoca un hipercatabolismo debido al estado en los pacientes neurológicos.
inflamatorio e infeccioso local, agravado por la liberación
de citoquinas. La pérdida proteica acentúa este fenómeno. Masaje y prevención de las úlceras por presión
Aparentemente, el balance nitrogenado debe ser positivo No existen estudios científicos para demostrar su eficacia
para obtener la cicatrización. Por lo tanto, será importante objetiva. Las maniobras lentas y sin presión (rozamiento)
equilibrar el estado nutricional de un paciente con riesgo provocan una elevación significativa de la TCPO2, las manio-
de UPP. La desnutrición proteicoenergética se asocia a bras rápidas y con presión tienen el efecto contrario, al
menudo a una carencia de micronutrimentos (hierro, cinc, menos en una tercera parte de los casos. Los equipos han
cobre, ácido fólico, vitaminas A, B1, B2, B6, C, E y K). En la indicado dolores con las maniobras con presión. Debe
persona afectada por enfermedad crónica con carencia, en excluirse el «amasamiento» ya que genera fuerzas de tensión
particular si tiene una edad avanzada, es lógica una suple- y de cizallamiento que agravan la alteración de la microcir-
mentación con cinc, sin que exista demostración de que culación cutánea. La práctica del masaje-rozamiento debe
ello contribuye a la prevención de la UPP. La carencia de continuarse, no solamente por su eficacia propia, sino tam-
vitamina C interviene también (la vitamina C es necesaria bién para conservar el reflejo de inspección regular de las
para la transformación de la prolina en hidroxiprolina, que regiones expuestas (cada tres horas). Permite finalmente
estabiliza el colágeno). A pesar de los estudios contradicto- una forma de contacto beneficiosa para el paciente.

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Otros medios — Los hidrogeles, en forma de gel líquido o de placa, están
compuestos por un 80 % de agua. Su intenso poder de
La prevención se basa localmente en la colocación en des- humidificación les confiere importantes propiedades deter-
carga de los puntos de apoyo con riesgo. sivas. En relación con los demás biomateriales, son menos
La mejor actitud consiste en reducir el período de decúbi- absorbentes, aunque siempre hidrófilos. Son permeables al
to. Si la motricidad no permite la reanudación de la mar- oxígeno y al vapor de agua pero también a las bacterias.
cha, debe llevarse a cabo la verticalización sobre una mesa
o sobre un aparato de verticalización. Los pacientes en posi- Hidrocoloides
ción sentada prolongada deben aprender los movimientos Todos tienen en común la conservación del exudado y su
de autolevantamiento (en los pacientes neurológicos deben control por gelificación, la impermeabilidad al agua y a las
llevarse a cabo durante 10 segundos cada 30 minutos). La bacterias, la adhesión a la piel sana y no a la herida, la elas-
posición en la silla de ruedas debe ser de calidad, con el ticidad que los hace conformables a los relieves óseos, el
raquis recto para no aumentar las tensiones a nivel sacro- mantenimiento en su sitio en función del estadio y de la
coccígeo, los muslos horizontales para no aumentar la pre- rapidez de la gelificación, es decir, entre 2 y 7 días como
sión isquiática y los pies colocados sobre los estribos. En máximo. Sus propiedades particulares llevan a clasificarlos
caso de decúbito prolongado, el protocolo de cambios de en semioclusivos y oclusivos (la privación de oxígeno favo-
posición cada tres horas permite la alternancia de los apo- rece el crecimiento de la granulación exuberante).
yos entre el decúbito dorsal, el decúbito semilateral oblicuo
Hidrofibras
derecho y el izquierdo; el decúbito ventral es a menudo
muy mal tolerado. No debe utilizarse el decúbito lateral Son formas nuevas de hidrocoloide, más absorbentes y que
estricto ya que pone en peligro la región trocantérea muy se gelifican sin deshacerse.
mal vascularizada y que tolera mal las presiones. La posición Hidrocelulares
semisentada debe limitarse al tiempo más corto posible y a
Son muy absorbentes, controlan el exudado sin deshacerse
30º de angulación de la cabecera de la cama, ya que induce
y favorecen la granulación hística. Son indicadas en la fase
fuerzas de cizallamiento importantes.
de granulación en las UPP huecas y exudativas.
Los apósitos de descarga y los soportes de ayuda a la pre-
vención (colchón, cama, cojín) son eficaces en la preven- Alginatos de calcio
ción de las UPP pero no dispensan de las medidas citadas Producidos a partir de extractos de algas, existen en forma
precedentemente. de placas o de mechas. Su efecto de aceleración de la deter-
El tratamiento preventivo se facilita mediante la educación sión se debe a un efecto de estimulación de los monocitos,
del paciente (aprender a no descuidar el menor enrojeci- seguido de la secreción de citoquinas. Su gran capacidad de
miento y a colocarlo en descarga total inmediata, enseñar absorción permite su utilización en el tratamiento de las
las zonas de riesgo y su control diario, aprender a variar los heridas exudativas.
apoyos en la cama y a levantarse regularmente en el sillón).
Espumas de poliuretano
Debe reevaluarse periódicamente la prevención haciendo
el seguimiento de las diferentes intervenciones del equipo Muy absorbentes, encuentran su aplicación en lesiones exu-
sanitario y del entorno del paciente (diariamente en régi- dativas.
men de internamiento, cada semana a domicilio). Apósitos con carbón
Se utilizan en caso de heridas de olor particularmente desa-
gradable. Son absorbentes en medio seco y parecen tener
Tratamiento curativo [6, 41, 57, 59, 68, 69, 75, 81, 110] un efecto de control de la multiplicación de los gérmenes.

Cuando se constituye una lesión, a pesar de un tratamiento Apósitos cobertores en medio húmedo
preventivo adaptado, deben mantenerse las medidas genera-
les y locales. La estrategia terapéutica incluye tratamientos Apósitos grasos
locales que permiten una cicatrización dirigida en medio Compuestos por una base (tul o gasa, interfaces) y por una
húmedo. El principio consiste en mantener en la herida el impregnación con un producto lipídico con o sin principio
exudado seroso que posee los elementos fisiológicos que favo- activo (vaselina, antibióticos, antisépticos o corticoides), se
recen la cicatrización y la detersión autolítica, respetando la pueden utilizar en todas las fases de la UPP pero controlan
colonización de la herida y las fases sucesivas del ciclo bacte- mal el exudado y requieren cambios frecuentes.
riano. Todos los apósitos actualmente utilizados mantienen el
medio húmedo de la herida, aunque algunos de ellos absor- Películas semipermeables
ben el exudado (apósitos absorbentes en medio húmedo) y Se presentan en forma de hojas delgadas de polímeros de
otros no (apósitos cobertores en medio húmedo). poliuretano, transparentes, flexibles y extensibles. Gracias a
La limpieza de la UPP debe realizarse con cada renovación su estructura, forman una segunda piel sintética que se
del apósito. Se recomienda utilizar agua corriente por su adhiere a la piel sana, pero no a la herida, y que se compor-
efecto tensioactivo o suero fisiológico estéril. El agua estéril, ta como una verdadera barrera microbiológica permeable al
que a veces provoca dolor, no se utiliza. Los antisépticos oxígeno y al vapor de agua pero impermeable a las bacterias
locales, al igual que los antibióticos locales, están contrain- y a los líquidos provenientes del exterior. El exudado seroso
dicados debido a su carácter irritativo y a su citotoxicidad. es mantenido en contacto con la herida pero no es controla-
Según los datos actuales, la polividona yodada sólo induce do. Por esta razón, deben reservarse a las heridas superficia-
poca o ninguna resistencia aunque la presencia de yodo es les en el estadio de reepidermización o de eritema.
un factor de alergia, de distiroidismo y de osteoporosis.
Apósitos más antiguos utilizables
Apósitos absorbentes en medio húmedo
Enzimas proteolíticas
Polímeros absorbentes Permiten la detersión enzimática de los tejidos necrosados
— Actualmente, los polisacáridos son poco utilizados. a los que licuan. Estos productos son agresivos para la piel

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sana perilesional, que debe ser protegida. Su vida media Los demás factores que intervienen en la elección depen-
corta obliga a rehacer el apósito al menos diariamente; su den de las condiciones de utilización del material:
acción está limitada por los derivados mercuriales y por el — comodidad (térmica, acústica, estabilidad, limitación de
propio exudado, que contiene inhibidores séricos de estas los fenómenos de maceración);
enzimas; su renovación es dolorosa. — compatibilidad con los cuidados (tracciones, instalacio-
nes, posiciones, reanimación cardíaca, etc.);
Azúcar y miel
— respeto de la autonomía (posibilidad de incorporarse,
Continúan siendo utilizados por algunos equipos, en asocia- facilidad de los traslados);
ción con duchas diarias a chorro que añaden su efecto de — facilidad de utilización (almacenamiento, transporte,
detersión mecánica. Poseen propiedades antibacterianas por regulación, limpieza, descontaminación, mantenimiento
su carácter hidrófilo, que aumenta la osmolaridad, creando técnico);
así un medio poco propicio al desarrollo de las bacterias. — coste; debe interpretarse teniendo en cuenta el tiempo
Emulsión de trolamina de vida del material, el precio de las fundas, el coste del
mantenimiento; en la práctica, resulta a menudo difícil
Provoca un aumento del flujo sanguíneo cutáneo por acti- obtener modelos costosos fuera de los servicios de alta tec-
vación de la angiogénesis, ayuda a la formación del tejido nología; estudios que evalúen de un modo más preciso la
de granulación, favoreciendo la proliferación fibroblástica, relación coste/eficacia de los diferentes soportes ayudarían
y a la reepidermización, favoreciendo la migración de los a racionalizar la elección.
queratinocitos; limita la pululación microbiana gracias a su Un dispositivo (cojines, colchonetas, colchones, camas,
poder alcalino y disminuye la formación de coágulos y de accesorios) es escogido actualmente de acuerdo a sus carac-
costras. La emulsión de trolamina se utiliza en apósito terísticas mecánicas según que su forma de funcionamiento
semioclusivo en las heridas que presentan un retraso de sea estática o dinámica. Un soporte estático es un dispositi-
cicatrización, en fase de granulación y en fase de detersión. vo que no modifica sus características físicas con el tiempo
y, a priori, la presión de interfaz medible a inmovilidad
Ácido bórico
igual es estable. Por oposición, un soporte dinámico modi-
Se utiliza solamente en las heridas profundas y atónicas con fica sus características físicas con el tiempo y, por consi-
importante pérdida de sustancia; permitiría obtener una guiente, la presión de interfaz.
granulación hística más rápida. No se mencionarán todos los soportes disponibles en el
mercado, sólo se indicarán las características de los más uti-
Indicaciones lizados.
Cada tipo de apósito posee sus indicaciones precisas (cua-
dro IV), con la precaución de un control clínico riguroso. Camas y colchones (cuadro V)
Un mejor enfoque fisiopatológico de la cicatrización abre el En prevención corriente, se proponen habitualmente
camino a los apósitos del futuro, gracias a los trabajos de soportes estáticos tales como un colchón de goma espuma
investigación sobre las anomalías de migración y de prolife- recortada (o moldeada) en forma alveolada, a los que pue-
ración celulares y sobre la secreción de los factores de cre- den asimilarse los colchones de módulos, dirigidos a crear
cimiento y citoquinas. zonas de descarga electiva, o una colchoneta de fibras hue-
cas siliconadas confortable. A veces, se utiliza un soporte
dinámico tal como una colchoneta de inflado alterno de
Soportes [3, 4, 15, 17, 23, 25, 26, 29-31, 34, 37, 38, 43, 47, 49, 50, 54, 60, 61, 63-65, 73, 77, 78, 80, aire, en la que se ha mejorado la textura de su revestimien-
]
84, 96, 104-109 to y el aislamiento sonoro de los compresores.
Para el tratamiento de UPP de estadio III o IV o para la pre-
La gama de soportes destinados a la prevención o al trata- vención en personas con un nivel de riesgo máximo, se
miento de las UPP se ha enriquecido considerablemente proponen soportes dinámicos tales como las camas fluidifi-
durante los últimos años, tanto en lo que respecta a los cadas o las camas de aire que tienden a sustituir a las ante-
materiales utilizados como a la estructura de las interfaces y riores. Para una eficacia y un coste comparables, ofrecen
los conceptos tecnológicos. numerosas ventajas: menor peso, posibilidad de instalacio-
nes ortopédicas, mejor aceptación por los pacientes, man-
tenimiento más fácil, numerosas opciones posibles (medi-
Criterios de elección
ción del peso integrada, ventilación, calefacción, dispositi-
La primera cualidad esperada de un soporte es que sea efi- vos de giro, etc.) (fig. 5).
caz. Esta eficacia solamente ha sido demostrada claramente En situación intermedia, las colchonetas estáticas de células
(mediante estudios clínicos) en una minoría del material neumáticas ofrecen la ventaja de un buen grado de como-
disponible. Los procedimientos de evaluación física del didad y de un mantenimiento fácil; se utilizan en situación
material (captadores de presión, mediciones de la TCPO2, de alto riesgo así como para el tratamiento de UPP de esta-
fluxometría láser-doppler) proporcionan informaciones dios I y II. Los colchones y colchonetas dinámicos tienen
indirectas; la metodología utilizada varía según los estudios, gran éxito en el comercio; innumerables opciones e impor-
lo que complica las comparaciones; por otra parte, los resul- tantes diferencias de coste de un modelo al otro no corres-
tados, habitualmente obtenidos en adultos con buena ponden forzosamente a diferencias de eficacia; este mate-
salud, no son obligatoriamente extrapolables a la situación rial equipa cada vez más los servicios con alto riesgo de
de los enfermos; finalmente, las informaciones obtenidas UPP; por otra parte, se utiliza cada vez con mayor frecuen-
en la evaluación de un soporte no se pueden generalizar a cia en estadio de UPP constituidas. Los colchones y colcho-
la «familia» a la que pertenecen. Actualmente no se dispo- netas de agua (estáticos) tal vez han sido relegados de una
ne de una clasificación validada de los diferentes soportes forma abusiva. Sus inconvenientes son múltiples pero ase-
en términos de eficacia. guran un alivio apreciable del apoyo sacro. Es posible que

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Cuadro IV.– Indicaciones de los apósitos.

Estadio Estrategia terapéutica Apósitos indicados

Eritema — Retirar la presión — Emulsiones


— Adaptar el soporte — Películas-apósito
— Rozamientos — Hidrocoloides transparentes

Desepidermización — En caso de flictena serosa: vaciar sin cortar — Películas-apósito


— En caso de flictena hemática: cortar para visualizar una posible necrosis — Hidrocoloides
— En caso de erosión: favorecer la reepitelización — Hidrocelulares si el exudado es abundante
— Apósitos grasos

Ulceración — En la fase de detersión: — Apósitos de la detersión:


— limpieza de la herida favorecida por el medio caliente y húmedo — polisacáridos
— utilizar la colonización de la herida por una flora gramnegativa polimicrobiana — azúcar
— estar atento a la sobreinfección — alginatos
— hidrogeles
— hidrocoloides mal adaptados a las heridas
muy anfractuosas, excepto las hidrofibras
— apósitos grasos (con apósito de carbón)
— espumas
— En la fase de granulación hística: favorecer la granulación y, a continuación, — Hidrocoloides
la reepidermización — Hidrocelulares
— Apósitos grasos
— Tul con neomicina, polimixina B y
triamcinolona si hay hipergranulación

Necrosis Favorecer la aparición del surco de eliminación para obtener la detersión y, a continuación, — Apósitos húmedos
la granulación hística — Apósitos grasos
— Hidrocoloides que hay que dejar colocados
durante un tiempo suficientemente largo

Cuadro V.– Presentación comparativa esquemática de las camas, colchones y colchonetas más utilizados.

Facilidad-
Respeto Posiciones- Facilidad de
Utilización Bienestar Ligereza descon- Coste Observaciones
autonomía instalaciones utilización
taminación

Colchón de prevención ++ + +++ posibles ++ imposible + — almacenamiento


goma espuma dificultoso
recortada — envejecimiento
rápido

Colchoneta prevención +++ ++ ++ posibles +++ +++ + — lavable a


«superblanda» máquina

Colchoneta prevención ± ++ + posibles + ++ ++ — modelos muy


alternating desiguales
entre sí
— problemas
debidos al
compresor

Colchoneta de prevención ± +++ +++ ++ posibles ± ++ +++ — en cuatro


células tratamiento elementos
neumáticas — regulación
y control del
inflado

Colchón- prevención ± ++ ++ ++ posibles + ++ ++++ — gama


colchoneta tratamiento muy diversificada
«baja presión»

Colchoneta y prevención ± ± - - dificiles - + ± — riesgo


colchón de agua tratamiento maceración e
hipotermia
— mala
protección de los
talones
— ajuste
individual
aleatorio

Cama de aire tratamiento ++ - - posibles + ++ +++++ — numerosas


opciones posibles

Cama fluidificada tratamiento ± --- --- muy difíciles --- --- +++++ — control efectos
térmicos y
pérdidas hídricas
— mareo, efecto
confusiógeno

la mejora de la textura del revestimiento reduzca los riesgos te se ve superado, continúa siendo una alternativa conside-
de maceración; en cualquier caso, se trata de los soportes rable en numerosas situaciones en las que el acceso a un
menos costosos. Cuando un soporte de prevención corrien- material más sofisticado no es posible (fig. 6).

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Kinesiterapia ÚLCERAS POR PRESIÓN 26-280-B-10

Cuadro VI.– Diferentes categorías de cojín.

Materiales Duración

Clase I Goma espuma de una sola densidad <6 meses

Clase II Goma espuma de varias densidades <6 meses

Clase III Gel o gel + goma espuma 1-2 años

Clase IV Células neumáticas Varios años

la necesidad de realizar maniobras periódicas de alivio o de


cambio de las zonas de apoyo, incluso si algunos de ellos
permiten disminuir su frecuencia.

5 Cama dinámica.
Dolor debido a la úlcera
por presión [ ]
18, 19, 35, 62, 71, 89, 90, 112

Entre el 59,1 y el 68,2 % de los pacientes admitidos en hos-


pitalización presentaría una UPP dolorosa, aunque sólo el
2,3 % recibe un tratamiento específico. Los trastornos de la
comunicación y el deterioro mental del paciente con UPP,
a menudo de edad avanzada, participan en la imposibilidad
de reconocer el dolor debido a la UPP.
Este último debe ser investigado, analizado en el nictémero,
medido con la ayuda de un instrumento validado y, a conti-
6 Cama estática de goma espuma con inserciones.
nuación, debe ser tratado. La autoevaluación (escalas de
vocabulario o numéricas) sólo puede aplicarse en una ter-
cera parte de los pacientes. La heteroevaluación es más
Cojines de asiento (cuadro VI) apropiada y hay que buscar los signos indirectos de dolor:
La goma espuma ofrece una comodidad correcta. Sus prin- queja, posición antiálgica, protección de las zonas doloro-
cipales inconvenientes radican en su desgaste y en su defor- sas, mímica, sueño, repercusión psicomotora (movilidad,
mación rápida, así como en problemas de higiene. Los aseo, vestido) y psicosocial (comunicación, vida social, con-
geles, más costosos, constituyen una clase muy heterogénea ducta). Conviene relacionar el dolor con la UPP, pudiendo
(viscosidad, fluidez, estabilidad y espesor del gel). Su efica- coexistir tres situaciones.
cia no es superior a la de la goma espuma. Se ha propuesto — El dolor puede ser crónico, persistiendo al margen de los
la asociación de gel y goma espuma en cojines de forma cuidados o manipulaciones. Se debe a la destrucción tisular,
«anatómica» que poseen el interés de ayudar a la estabiliza- a la inflamación e incluso a la infección de la UPP. Su trata-
ción de la pelvis. Los cojines de aire con celdas neumáticas miento es el preconizado por la Organización Mundial de la
están considerados como los que brindan mejores resulta- Salud (OMS) para el dolor, en tres estadios, según su inten-
dos. Limitan los fenómenos de cizallamiento así como el sidad por exceso de nocicepción. El dolor por desaferencia-
riesgo de maceración. La altura de las celdas (5, 6 ó 10 cm, ción, si bien no está causado por la UPP, a veces está asocia-
según los modelos) condiciona el nivel de eficacia y tam- do, debido al sustrato y a neuropatías periféricas que pue-
bién el grado de sobreelevación del asiento (que puede difi- den favorecer la aparición de UPP. Se utilizan entonces los
cultar los traslados). La duración es correcta, a pesar de los antidepresivos tricíclicos así como los anticonvulsivantes.
posibles inconvenientes (pinchazos, desgarros, porosidad). Los coanalgésicos también resultan útiles debido a la infla-
La eficacia está condicionada por la adecuación del ajuste mación asociada a la UPP (antiinflamatorios esteroideos o
individual (inflado). no esteroideos en tópico o por vía general) o debido a la
infección de la UPP (antibiótico de amplio espectro por vía
general). El tratamiento es asimismo no medicamentoso:
Accesorios
ambiente apacible, soporte adaptado, apósito no molesto.
Se puede utilizar diversos dispositivos para la protección de En caso de manifestación psicomotora (ansiedad, agitación,
zonas de riesgo a nivel de las extremidades (talones, maléo- insomnio), la utilización de fármacos sedantes tales como
los, rodillas, codos, etc.). Una amplia gama de accesorios se benzodiacepinas de corta duración o neurolépticos, puede
encuentra disponible en el comercio: goma espumas imper- procurar el alivio del paciente.
meabilizadas, fibras, placas de gel, dispositivos alveolados — El dolor puede ser agudo cíclico sobre un fondo crónico.
con aire, etc. Es el dolor de la posición o del apósito. Los apósitos de mate-
Independientemente de la sofisticación de un soporte, su rial sin trama tales como los hidrocoloidales, cuya renova-
eficacia depende de la instalación correcta del enfermo, ción se espacia varios días, han dado pruebas de su mejor
tanto en la cama como en el sillón. Los soportes deben ser tolerabilidad. El tiempo del apósito podrá ser completado
controlados regularmente debido a los riesgos de inciden- por un aumento del tratamiento analgésico: aumento de la
tes de funcionamiento y a la alteración constante de las pro- morfina en la administración que precede al apósito o utili-
piedades después de un tiempo variable de utilización. Los zación de benzodiacepinas de corta duración o, también,
soportes solamente constituyen una ayuda: no dispensan de utilización de dextromoramida subcutáneamente antes del

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apósito (acción fugaz de alrededor de una hora). Debe con- casos, será necesario tener en cuenta las posibilidades de
trolarse el dolor debido a las movilizaciones y a las posicio- cuidados de enfermería a mediano y largo plazo con el fin
nes: informar al paciente de la actuación que va a realizarse, de evitar recidivas, siempre mal vividas por el enfermo, su
técnica de la sábana utilizada como «hamaca» para separar entorno y el equipo de cuidados. Asimismo, es necesario
al paciente de la cama, utilizar la mayor superficie de con- tomar en consideración los factores intrínsecos propios del
tacto sobre el paciente (antebrazo, manos planas) para evi- paciente, particularmente, de orden psicológico o psiquiá-
tar la presión y los efectos de los tirones. trico.
— El dolor puede ser agudo no cíclico sobre un fondo cróni- El tipo de anestesia utilizada depende del paciente y de una
co. Es el dolor provocado por el desbridamiento de la UPP. concertación entre el anestesiólogo, el médico rehabilitador
Conviene entonces aumentar las dosis de analgésicos y uti- y el cirujano. Los trastornos sensitivos no indican forzosa-
lizar anestésicos locales tópicos (gel de clorhidrato de lido- mente la ausencia de anestesia. La realización de colgajos
caína al 1 %). implica amplios desprendimientos y, por consiguiente, una
Este análisis en el nictémero permite establecer una estra- pérdida sanguínea importante. La duración y la incómoda
tegia terapéutica dirigida a prevenir la aparición del dolor y posición operatoria, así como la espasticidad pueden ser
a mejorar la comodidad del paciente. argumentos suplementarios a favor de la anestesia general.

Planificación operatoria
La aceptación por el paciente de un tratamiento en un cen-
Cirugía de la UPP [51, 53, 85, 88, 92, 97, 102, 113, 119]
tro especializado constituye una condición sine qua non para
el éxito del tratamiento. Permite además la educación o la
Principios revisión de nociones de base de autovigilancia con el fin de
La cirugía de la UPP ha tenido durante mucho tiempo una evitar cualquier recidiva ulterior.
reputación ingrata a causa de sus complicaciones: desunio- El primer tratamiento consiste en la prohibición de cual-
nes, infecciones postoperatorias y recidivas. Por ello, las indi- quier apoyo sobre la UPP, lo que permite valorar la tole-
caciones han quedado reservadas durante mucho tiempo a rancia del paciente a determinadas posiciones que deberá
situaciones catastróficas que ponían en juego el pronóstico observar postoperatoriamente, particularmente, el decúbi-
vital. El desinterés del mundo quirúrgico por este tipo de to ventral. La prosecución del apoyo provoca la agravación
cirugía séptica, a menudo destinada al fracaso, no ha hecho y la extensión ineluctable de las lesiones. La fase de prepa-
más que retrasar la aparición de conductas terapéuticas ración y de detersión de la lesión es esencial y dura cuatro
medicoquirúrgicas adaptadas. Si se considera que la difícil a cinco días. Consiste en lavados con jeringa e irrigaciones
cirugía de la UPP forma parte de la cirugía reparadora y con suero al que se ha añadido polividona yodada o solu-
que, por lo tanto, debe ser efectuada bajo las mismas nor- ción de Dakin, efectuados dos a tres veces al día. No es reco-
mas, los resultados son a partir de allí satisfactorios y dura- mendable la utilización de pastas hidrocoloides en el preo-
deros, afectados por un número de complicaciones razona- peratorio debido al riesgo de acumulación del producto en
ble, a menudo previsibles y, por lo tanto, evitables. Al diri- el fondo de la herida.
girse la cirugía ante todo a un paciente y no a una lesión,
conviene diferenciar la UPP que aparece en el paciente con Técnicas quirúrgicas
lesión medular (parapléjico o tetrapléjico y en cuya génesis
Los principios quirúrgicos son inmutables, independiente-
intervienen factores neurológicos y ortopédicos estrecha-
mente de la localización de la UPP. La intervención incluye
mente relacionados) y la UPP de decúbito (donde intervie-
la escisión de todos los tejidos necrosados, la abrasión, pero
nen sobre todo alteraciones metabólicas y nutricionales en
no la escisión de todas las prominencias óseas, con el fin de
individuos con las posibilidades funcionales reducidas por la
favorecer la adherencia de los colgajos y evitar la reproduc-
edad o patologías intercurrentes).
ción de fenómenos de cizallamiento, el tratamiento de las
lesiones osteoarticulares asociadas, el rellenado y la cober-
Estudio preoperatorio tura mediante un colgajo.
El estudio preoperatorio incluye el de la UPP, su localización, El tipo de colgajo de relleno y de cobertura debe tener en
sus dimensiones y las eventuales complicaciones, particular- cuenta la localización, el tamaño y la profundidad de la
mente, osteoarticulares y urológicas. Un estudio completo es UPP, la existencia de eventuales UPP asociadas y los antece-
indispensable, el cual estará obviamente orientado de forma dentes de intervenciones anteriores.
diferente según se trate de una UPP de decúbito o de una Se distinguen tradicionalmente: los colgajos locales (colga-
UPP que aparece en un paciente neurológico. jos cutáneos puros), los colgajos regionales (colgajos fascio-
En el paciente neurológico, el interrogatorio debe precisar cutáneos o musculocutáneos), los colgajos sensibles y los
la inserción socioprofesional del paciente y apreciar la acep- colgajos libres.
tación psicológica de la minusvalía y su integración en la
vida corriente, la autonomía y las posibilidades de verticali- Indicaciones en función
zación. A continuación, es necesario establecer el capital de la localización (cuadros VII, VIII y IX)
musculocutáneo disponible, teniendo en cuenta antece- El período postoperatorio requiere un equipo paramédico
dentes de UPP en la misma localización y gestos quirúrgicos perfectamente experimentado, tanto en el posicionamien-
realizados precedentemente. Si se trata de una recidiva, la to del paciente como en la detección de complicaciones del
gestión del capital musculocutáneo debe realizarse de la tipo del hematoma o de la desunión cutánea. La utilización
forma más económica posible e intentando la reutilización de soportes especiales se justifica en pacientes con lesiones
de un colgajo previo. El estudio debe evaluar el estado cutáneas múltiples, en los pacientes muy espásticos o en
general del paciente y su capacidad para soportar una inter- aquellos que presentan deformaciones ortopédicas mayo-
vención quirúrgica. La elección entre el plazo de cicatriza- res. Esto no debe ser considerado en ningún caso como una
ción espontánea o dirigida y la trascendencia de un gesto solución fácil que reduzca la vigilancia de enfermería y los
quirúrgico, en pacientes con un pronóstico vital limitado a cuidados. La reanudación del apoyo deberá realizarse de
algunos meses, constituye un problema difícil. En todos los forma progresiva a partir del 40º día.

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Kinesiterapia ÚLCERAS POR PRESIÓN 26-280-B-10

Cuadro VII.– Indicaciones quirúrgicas de las úlceras por presión Cuadro IX.– Indicaciones quirúrgicas de las úlceras por presión
isquiáticas. sacras.

Antecedentes Tamaño de la Antecedentes Tamaño de la


de úlcera Función úlcera por presión Tipo de colgajo de úlcera Función úlcera por presión Tipo de colgajo
por presión tras escisión por presión tras escisión

marcha moderado colgajo cutáneo moderado — colgajo cutáneo


conservada puro local tipo puro local tipo
rotación o LLL marcha rotación o LLL
Ausentes conservada — injerto de piel
pérdida importante colgajo miocutáneo
de la marcha en islote (V-Y) de glúteo importante colgajo fasciocutáneo
mayor de glúteo mayor
Ausentes
pérdida moderado colgajo miocutáneo moderado colgajo unilateral
de la marcha en islote (V-Y) de glúteo miocutáneo en islote (V-Y)
mayor de glúteo mayor
Recidiva pérdida de
pérdida importante colgajo musculocutáneo la marcha importante colgajo bilateral
de la marcha V-Y de bíceps femoral miocutáneo en islote (V-Y)
de glúteo mayor
pérdida importante — relevantamiento de
de la marcha un colgajo moderado relevantamiento de un
Recidivas músculocutáneo V-Y pérdida de colgajo miocutáneo
Recidiva
múltiples de bíceps femoral la marcha en islote (V-Y) de glúteo
— colgajo musculocu- mayor
táneo de recto interno

Cuadro VIII.– Indicaciones quirúrgicas de las úlceras por presión Por lo general, las UPP en los pacientes con lesión medular
trocantéreas. son lesiones importantes de estadio III o IV (70 % de los
casos) y de localización pélvica. El orden de frecuencia de
Antecedentes de Complicaciones aparición es: isquion, región trocantérea y sacro. Gene-
Indicación
úlcera por presión ortopédicas
ralmente, la UPP isquiática se caracteriza por una bursitis
ausentes colgajo V-Y de isquiática fistulizada, de origen isquémico, con un defecto
Ausentes
fascia lata cutáneo a menudo mínimo que no refleja en absoluto los
ausentes relevantamiento
daños subcutáneos, de carácter mayor. Debe sospecharse
de un colgajo V-Y una artritis coxofemoral ante cualquier lesión trocantérea o
de fascia lata isquiática recurrente o crónica exudativa. Más raramente,
Recidiva artritis coxofemoral o — resección cabeza-
aparecen lesiones perineales: destrucción perineoesfinte-
cuello riana con sonda permanente, fístulas peneanoescrotales, de
luxación neurológica — colgajo V-Y de fascia tratamiento difícil.
lata
— colgajo musculocu- Independientemente de la localización de la UPP, las lesio-
táneo de vasto externo nes de estadio III o IV en el paciente parapléjico obligan a
realizar un tratamiento quirúrgico. Las cicatrizaciones
médicas sólo ocurren al cabo de largos meses de inmovili-
Situaciones clínicas zación y, sobre todo, de cicatrices de mala calidad, que se
adhieren a las prominencias óseas y son fuente de recidiva.
Paciente con lesión medular [20, 36, 39, 44, 72, 82, 87, 99, 114, 116] El tratamiento quirúrgico de las UPP se lleva a cabo en una
unidad especializada de cuidados medicoquirúrgicos. La
La población de pacientes con lesión medular está particu-
hospitalización perioperatoria en una unidad de lesionados
larmente expuesta al riesgo de complicaciones cutáneas
medulares permite la instauración de programas de cuida-
desde la fase aguda y, a continuación, a lo largo de toda su
dos óptimos y estandarizados: descarga estricta de la zona
vida. Más allá de las consecuencias funcionales graves, la
operada durante 4-6 semanas, reanudación progresiva de la
UPP en el paciente con lesión medular es capaz de provo-
carga tras evaluación del asiento (cojín-sillón), reanudación
car, aún hoy, la muerte. A modo de ejemplo, 15 de los 854
de los programas de educación en materia de prevención
fallecimientos de la serie de De Vivo se debieron a una sep-
ticemia a partir de una UPP. cutánea destinados al paciente, a su entorno y a otros cui-
dadores. El tratamiento postoperatorio puede facilitarse
El carácter completo de la lesión, las lesiones torácicas com-
mediante la utilización de camas terapéuticas con pérdida
pletas y la existencia de incontinencia constituyen factores
de aire, más adaptadas a los pacientes con lesión medular
de riesgo. La existencia de un desequilibrio ortopédico pel-
que las camas fluidificadas.
vis-raquis en el plano frontal con pelvis oblicua e hiperapo-
yo lateralizado es un factor de recidiva y puede llevar a esta- La prevención en el ámbito de una unidad de cuidados
blecer la indicación de una corrección quirúrgica. Del especializados de referencia, que incluya neurotraumatólo-
mismo modo, la existencia de una arteriopatía proximal, gos, reanimadores, médicos rehabilitadores, permite redu-
frecuente a partir del segundo decenio después del trau- cir a cero la incidencia de las UPP en la fase aguda, a con-
matismo, puede favorecer la aparición de UPP pélvicas. La dición de practicar una vigilancia constante, mediante la
existencia de trastornos psicológicos, comportamentales y aplicación de programas de cuidados estandarizados.
psiquiátricos es un elemento importante con relación al Es necesario subrayar que la osteosíntesis raquídea de las
riesgo cutáneo. Finalmente, la ausencia de integración lesiones inestables, al acortar el período de decúbito y faci-
social y profesional es un factor de mal pronóstico. litar los cuidados de enfermería, reduce el riesgo de UPP.

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En la fase secundaria, debe llevarse a cabo una transferen- nutridos y con una imposibilidad de expresar de forma
cia de responsabilidad entre el equipo cuidador y el pacien- clara lo que sienten.
te, quien debe aprender a dominar su nueva fisiología. Se La evaluación y el tratamiento de la UPP en el niño mere-
utilizan programas de enseñanza y educación, evaluándose cen el mismo rigor que en el adulto: prevención, instala-
regularmente los conocimientos del paciente y de sus fami- ción correcta, control y alternancia de los puntos de apoyo,
liares en materia de prevención cutánea. El aprendizaje de corrección de los factores de riesgo y tratamiento de las
la autovigilancia de las zonas de apoyo mediante la inspec- lesiones constituidas. Quigley et al sugieren evaluar siste-
ción frente al espejo dos veces al día es indispensable. Debe máticamente mediante escalas el riesgo de aparición de
enseñarse la autopalpación en busca de una bursistis inci- UPP en el niño de riesgo.
piente. Cuando los pacientes son dependientes, esto es lle-
vado a cabo por terceros cuidadores o personal de ayuda a En cuidados intensivos [2, 10, 28, 48, 58, 70, 87, 93, 101]
domicilio. Desde el momento en que se coloca en el sillón,
el paciente debe aprender la práctica de los levantamientos Los enfermos de cuidados intensivos están expuestos a ries-
con el fin de descargar las zonas de apoyo. El aprendizaje gos de origen multifactorial propios de la reanimación,
de los traslados debe permitir que éstos se lleven a cabo con sobre todo, en relación con las alteraciones vasomotoras
total seguridad, sin riesgo de lesión cutánea. debidas a los estados de choque y a los tratamientos vaso-
motores (disminución de la irrigación de las zonas muscu-
locutáneas, a menudo potenciada por los tratamientos
Niño [52, 93, 120] vasoconstrictores), con la inmovilización debida a la pato-
Los niños no escapan al riesgo de UPP. Su aparición está logía causal y a los tratamientos sedantes (paciente poli-
asociada a la edad y al contexto neurológico. traumatizado, lesionado medular, comatoso o sedado), con
la pérdida de los controles esfinterianos, con los trastornos
El recién nacido enfermo, sobre todo si es prematuro o
metabólicos y nutricionales. Grous indica igualmente la
postmaturo, posee una piel fina y un revestimiento subcu-
duración de las intervenciones y la utilización de colchas
táneo delgado. Está particularmente expuesto al riesgo de
calentadoras en peroperatorio como factores de riesgo.
hiperapoyo, en ausencia de movimientos eficaces o de posi-
Los cuerpos extraños en contacto con el enfermo de forma
bilidad de darse vuelta. El peso importante de la cabeza, la
inopinada pueden producir lesiones de necrosis por un
hipotonía axial y la pobreza de los movimientos del cuello
apoyo prolongado (se pueden observar así las UPP del ala
favorecen el apoyo permanente del cuero cabelludo en el
de la nariz a partir de una sonda nasogástrica mal fijada, las
plano de la cama, encontrándose fácilmente UPP en el
escarificaciones debidas a los túbulos de perfusión encaja-
occipucio.
dos bajo el enfermo, el apoyo contra los barrotes de la
Los riesgos están aumentados ante cualquier alteración pro- cama, etc.). Estas lesiones ponen de manifiesto práctica-
longada de la homeostasia, en particular, hipotensión arte- mente siempre una falta colectiva de vigilancia.
rial y colapso, estado séptico, hipotermia, es decir, en gene- El riesgo de UPP está tan presente en el medio de cuidados
ral, en todas las circunstancias que llevan al niño a una uni- intensivos que debe hacer considerar la presencia perma-
dad de cuidados intensivos. La hipoperfusión periférica nente de soportes de ayuda a la prevención de las UPP.
realizada en los períodos de coma o los cuadros de septice-
Al clínico, se le ofrecen dos soluciones:
mia causa un enlentecimiento circulatorio que lleva a la
isquemia y, a veces, a la necrosis cutánea, a nivel o a distan- — el alquiler, aunque este presupuesto nunca resulta sufi-
ciente y frecuentemente se lo excede;
cia de las zonas de hiperapoyo. Es el caso de las meningo-
cocemias fulminantes. Las causas neurológicas vienen a — la compra, pudiendo resultar una buena inversión a
continuación. La UPP es prácticamente ineluctable en el largo plazo el equipamiento mediante camas antiúlceras
niño paralizado, ya sea debido a la ausencia de sensibilidad por presión.
que no le informa de la existencia de una lesión cutánea, o La cama «ideal» es la que permite todos los movimientos
a la ausencia de movilidad voluntaria que le impide prote- necesarios para la instalación del paciente (proclive, declive,
gerse del riesgo de hiperpresión. Necesita también haber ventral, busto incorporado, movimientos de cadera, rotacio-
alcanzado la edad de uso de razón para comprender este nes laterales, piernas y pelvis flexionadas), que funciona con
riesgo y aprender normas de prudencia. El ejemplo tipo es mando eléctrico, que puede aceptar una extensión alta o baja
el niño con espina bífida que sufre su primer episodio de del conjunto neumático para los enfermos de talla alta. Debe
UPP en el pie algunas horas o días después de la colocación permitir, a través del juego de presiones, la ayuda a los cuida-
de un nuevo aparato. La UPP superficial cura a menudo dos y a la colocación del enfermo y debe asegurar, mediante
vibraciones del sistema de presión, la ayuda a la kinesiterapia
bien, aunque su recidiva y su agravación en profundidad lle-
respiratoria. Además, esta cama ha de disponer de una báscu-
van fácilmente a la destrucción de los planos profundos y a
la incorporada. Debe admitir las placas de radiología sin tener
la osteítis. La amputación es a veces la única solución aun-
que levantar o desplazar al enfermo (disminuyendo, por lo
que la decisión nunca es sencilla ya que la cicatrización
tanto, el dolor en el recién operado, el politraumatizado,
resulta problemática en una zona anestesiada. La UPP en
etc.). También debe aceptar los medios de contención y de
las nalgas es particularmente frecuente en el niño y el ado-
tracción de los marcos ortopédicos. Su sistema neumático
lescente parapléjicos; está favorecida por el apoyo, la anes-
debe aplicar al enfermo variaciones de presión que evolucio-
tesia y la maceración provocada por la orina y las deposi- nen en forma de olas, con el fin de mantener, en contacto con
ciones. Otra causa de lesión cutánea potencialmente necro- el revestimiento cutáneo, presiones inferiores a la presión de
sante es la contención rígida: una bota o una manga de yeso oclusión capilar. A nivel del talón, esta presión debe ser infe-
o de resina, un corsé o un aparato importante colocado des- rior a 10 mmHg ya que esta zona resulta la más vulnerable en
pués de una intervención ortopédica causan a veces intole- estos pacientes (Allaert encuentra 26 % de UPP sacras frente
rancia cutánea y UPP, tanto más difíciles de sospechar cuan- al 44 % a nivel de los talones y 10 % a nivel de la nuca).
to menos pueda expresarse el niño. Deberá prestarse espe-
cial atención ante una fiebre en un portador de yeso, ante
En geriatría [16]
un aumento de la espasticidad o ante cualquier cambio de
conducta duradero. Esta forma concierne particularmente En geriatría, la UPP resulta frecuente e invalidante. Tres
al niño y al adolescente con poliminusvalía, a menudo des- cuartas partes de los pacientes hospitalizados con UPP tie-

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Kinesiterapia ÚLCERAS POR PRESIÓN 26-280-B-10

nen más de 75 años. En estos pacientes, se encuentra fre- En hospitalización a domicilio


cuentemente una polipatología ya que induce la restricción
de la movilidad. La motilidad en las fases del sueño no se En hospitalizaciones a domicilio, lo más frecuente es que
encuentra disminuida en el anciano, pero existe a veces, los enfermos sean de edad avanzada, sufran de patologías
penosas (cáncer, enfermedad neurológica) y, a menudo, se
con la edad, un aumento del umbral de nocicepción, favo-
encuentren en el período final de sus vidas. La aparición de
recido por la administración de psicotropos o por la exis-
una UPP a domicilio señala la agravación previsible de la
tencia de enfermedad neurodegenerativa. La UPP se ve
enfermedad. Se distingue entre las UPP del período final
favorecida por una microcirculación empobrecida con el
de la vida, en las que sólo resultan útiles los cuidados que
envejecimiento fisiológico, con adelgazamiento de las pare-
tienden a procurar bienestar y las demás UPP de decúbito
des vasculares. Una angiopatía asociada frecuente (diabe-
que pueden beneficiarse con un tratamiento curativo. Los
tes, arteritis) aumenta la repercusión de la isquemia provo-
procedimientos específicos instaurados deben tener en
cada por la hiperpresión. El envejecimiento también pro- cuenta no solamente el estado del paciente sino también el
voca la reducción de la extensibilidad vertical de la piel y el de su entorno.
retraso del retorno a la posición inicial tras supresión de la
La mejor manera de realizar el tratamiento es a través de un
succión; las fuerzas de fricción aumentan y la piel está some-
equipo pluridisciplinario: médico de familia, médico espe-
tida al «efecto rallador» de forma importante. La redistri-
cialista, si es necesario, y personal paramédico (enfermeros,
bución del tejido graso con pérdida de grosor (6 % por
kinesiterapeutas, dietistas, auxiliares, asistentes sociales,
década a partir de los 40 años) constituye un factor de ries- etc.). Este equipo debe elaborar el proyecto terapéutico
go específico importante; el pliegue cutáneo sacro se hace (incluye prevención y/o tratamiento de las UPP) y preparar
más delgado y constituye un buen indicador del aumento la llegada del enfermo a su hogar en coordinación con el
de la presión de apoyo. La desnutrición, la sensibilidad a las servicio de procedencia.
variaciones microcirculatorias en los estados de choque aso-
Es necesario prever la colocación del material necesario
ciados a una caída rápida de la volemia eficaz, una menor
para el bienestar del enfermo. Una cama eléctrica con alza-
resistencia local a la infección, la sequedad cutánea y el ago- dor del busto, útil para enfermos con movilidad reducida,
tamiento psicológico, constituyen una acumulación de fac- facilita el trabajo de los auxiliares. La elección del soporte
tores de riesgo que habrá que tener en cuenta en la génesis (colchón o colchoneta, estático o dinámico) debe valorarse
de la UPP geriátrica. en función del peso del enfermo, de su capacidad para
Clínicamente, se distingue: moverse y de la localización de la UPP. La posibilidad exis-
— la UPP sintomática, análoga a la del adulto joven pero tente, según los países, de financiación de los apósitos
cuya constitución puede ser rápida, en algunos minutos a modernos a cargo de la sanidad pública, permite adaptar a
veces, salteando las etapas clásicas y evolucionando rápida- cada tipo de UPP un apósito específico. Finalmente, la uti-
mente hacia la necrosis; aparece con ocasión de una pato- lización actualmente bien protocolizada de los analgésicos
logía aguda (traumática, infecciosa, etc.) o crónica mayores favorece ampliamente el tratamiento local de las
(Parkinson evolucionado, demencia); se puede reducir su UPP particularmente dolorosas.
incidencia teniendo en cuenta los factores de riesgo; Existen tres elementos específicos de los tratamientos a
— la UPP pronóstica del anciano de gran edad, manifesta- domicilio:
ción de un agotamiento de las grandes funciones y de un — las mejores posibilidades de alimentación; en su casa, el
próximo final de la vida, frecuentemente explosiva y múlti- enfermo puede escoger sus comidas; el personal de ayuda
ple, impone la instauración de cuidados paliativos al mar- doméstica, asegurando la preparación de las comidas, par-
gen de estos casos particulares. ticipa en el mantenimiento del equilibrio nutricional;
Los giros alternados son a menudo complejos y mal tolera- — muy a menudo, no se llevan a cabo los giros nocturnos,
dos en geriatría. Por consiguiente, la kinesiterapia es indis- lo que no modifica prácticamente nunca la evolución de la
pensable para garantizar el mantenimiento muscular y arti- UPP en un sentido negativo;
cular del paciente. Participa igualmente en la prevención — la frecuencia extremadamente escasa de las sobreinfec-
de las complicaciones tromboembólicas. Debe recurrirse ciones, no existiendo infección nosocomial a domicilio.
muy precozmente a los soportes preventivos o curativos. Al margen de este aspecto técnico, los asistentes deben ase-
Conjuntamente con estas medidas, debe asegurarse el tra- gurar el bienestar psicológico del enfermo y de su entorno.
tamiento del dolor físico y moral (distribución de los cui- El papel educativo del enfermero y del auxiliar cuidador es
dados para no agotar a estos pacientes frágiles, antidepresi- preponderante. Deben tranquilizar, explicar y delegar sus
vos, analgésicos según las normas de la OMS, apósitos conocimientos con el fin de que el entorno pueda garanti-
cómodos). zar cuidados adaptados y sentirse seguro en ausencia del
La prevención de la infección nosocomial constituye un equipo.
problema importante en los servicios de geriatría.
El tratamiento local raramente es quirúrgico (criterios de
selección demasiado restrictivos), incluso para una simple Úlcera por presión y economía
detersión (estado general demasiado precario). Sin embar-
de la salud [ ]
1, 12, 21, 40, 46, 74, 117

go, debe proponerse una revascularización periférica, siem-


pre que sea posible, al paciente con arteritis y una UPP en
el talón. Gasto importante cuya magnitud
La evolución hacia la UPP atónica y crónica es frecuente en es poco conocida
el paciente anciano; por lo tanto debe buscarse una enfer- El envejecimiento de la población y el peso de las UPP
medad general que favorece la cronicidad. como factor de comorbilidad son dos fenómenos cuya exis-
En las fases terminales, es obligatorio el recurso a los cui- tencia conjunta puede incrementar de modo importante el
dados paliativos y a los analgésicos mayores. gasto sanitario. Sin embargo, la evaluación de los costes de

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dicha enfermedad resulta difícil. Las estimaciones avanza- La relación coste-eficacia marginal se presentará en forma
das con relación al coste macroeconómico generado por las de un coste por día sin UPP y se calculará de la siguiente
UPP son aún muy dispares. De este modo, en los Estados forma:
Unidos, en función de las fuentes, las cifras varían entre mil ∆C = Coste (grupo «Prevenir») - Coste (grupo «No prevenir»)
millones y medio y ocho mil millones y medio de dólares al
año destinados al tratamiento de las UPP. En Europa, para ∆E = número de días sin UPP (grupo «Prevenir») - número de días
una UPP constituida, el coste sería de 16 000 a 25 000 dóla- sin UPP (grupo «No prevenir»)
res por cada una. A pesar de la disparidad de estas cifras, el Por consiguiente, los instrumentos de la economía de la
tratamiento de la UPP es muy oneroso. La implantación de salud ofrecerían la posibilidad de valorar la prevención de
la profilaxis de la UPP parece poder producir un ahorro en las UPP en relación con una situación en la que las UPP no
materia de consumo médico, incluso teniendo en cuenta son prevenidas sino que son tratadas cuando aparecen. Sin
que la prevención de las UPP también es costosa. Además, embargo, la evaluación económica resulta un ejercicio difí-
la prevención puede permitir evitar al paciente la agrava- cil, consumidor de tiempo y, por lo tanto, costoso.
ción de su estado general, las molestias y el dolor que pro-
vocan las UPP. En tal contexto parece interesante interro- *
**
garse acerca de la comparación de los costes del tratamien-
to y de la prevención. Las tentativas de evaluación econó- La UPP, afección nosocomial endémica y onerosa, sigue siendo
una situación clínica preocupante pero previsible. Conocer los
mica de las estrategias de prevención de las UPP están poco
riesgos de aparición y reconocer a los pacientes de riesgo
desarrolladas. Sin duda, ello se debe a las dificultades inhe- mediante la utilización de instrumentos de evaluación adaptados
rentes a la adopción de este tipo de enfoque en este campo permite desarrollar estrategias preventivas. La identificación y el
particular. reconocimiento del estadio de la UPP constituida, independien-
temente de la clasificación utilizada, permiten desarrollar estrate-
Instrumentos de la economía de la salud gias curativas. La mejora de los conocimientos, particularmente
de los procesos de cicatrización, abre perspectivas terapéuticas
(aplicados al campo de la prevención nuevas, aunque el tratamiento más beneficioso para el paciente
de las úlceras por presión) continúa siendo el tratamiento preventivo.
El objetivo consiste en comparar la prevención y el trata-
miento; deberá utilizarse un estudio coste-eficacia margi-
Agradecimientos a los autores que han participado en este trabajo: Dra.
nal, que consiste en calcular el coste de una unidad física de
Hermine Artz; Dra. Brigitte Barrois; Dr. Guy Bon; Sra. Suzanne Charvet-
eficacia suplementaria efectuando la relación entre la dife- Protat; Dr. Alain Cormerais; Sr. Alexis Desmoulière; Prof. Vincent
rencia de coste y la diferencia de eficacia entre las estrate- Gautheron; Dr. Jean-Marc Jacquot; Dra. Nelly Kotski; Dra. Nadine Lebastard;
gias «Prevenir las úlceras por presión» y «No prevenir las Dr. Yves Passadori; Dra. Brigitte Perrouin-Verbe; Dr. Pierre Poirier; Dra.
Patricia Ribinik y Dr. Gilbert Saissi.
úlceras por presión».
En este marco, queda por determinar la unidad física de efi-
cacia. Ésta debe reflejar la variación del número de UPP. En
la evaluación de Xakellis et al se selecciona, como unidad,
el día sin UPP, que parece un criterio de eficacia adaptado.
Por lo tanto, deberá observarse, para cada paciente y a lo
largo de un tiempo determinado previamente, el número
de días sin UPP en la estrategia «Prevenir» y en la estrategia
«No prevenir». La diferencia de eficacia se expresa, por lo Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención: COLIN D. –
tanto, en número de días sin UPP: E = número de días sin Escarres. – Encycl. Méd. Chir. (Elsevier, Paris-France), Kinésithérapie-
UPP (grupo «Prevenir») - número de días sin UPP (grupo Médecine physique-Réadaptation, 26-280-B-10, 1999, 16 p.
«No prevenir»).

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Kinesiterapia ÚLCERAS POR PRESIÓN 26-280-B-10

Bibliografía

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26-280-B-10 ÚLCERAS POR PRESIÓN Kinesiterapia

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