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Que Es El Bienvivir Tres Historias para PDF
Que Es El Bienvivir Tres Historias para PDF
"Nadie se baña en el río dos veces porque todo cambia en el río y en el que
se baña."
(Heráclito)
(Filosofía) “Concebir las especies de las cosas sin hacer juicio de ellas o
sin afirmar ni negar.”
En contraposición con aprender y los matices entre esos dos significados,
parece que aprender tiene una relación más implícita con adquirir conocimientos
a través del estudio o la enseñanza, mientras que aprehender es, más bien,
asimilar conocimientos sin estudiar. Así, lo que se adquiere aprendiendo es muy
posible olvidarlo, como cuando uno aprendió las fases de la mitosis en la célula
para un examen y ya pasados unos días o años ya ni lo recuerda. En
contraste, lo que se adquiere aprehendiendo es más difícil de olvidar ya que
hay un componente de internalización muy fuerte, como cuando uno vuelve
a andar en bicicleta años más tarde desde la última vez lo hizo.
Las tres historias de este artículo serán los marcos claves para intentar
aprehender qué es el bienvivir. Para ello utilizaré un enfoque en pensamiento
negativo. Este es un enfoque que utilizaba bastante Krishnamurti ante muchas
preguntas que le hacían en sus conversaciones y que ponía en práctica en sus
diálogos, como en la siguiente cita cuando una vez le preguntaron sobre cómo
encontrar el verdadero amor:
Por otra parte, en esa dinámica de la vida, el lenguaje también cambia. Las
palabras y los nombres a veces cambian de significado y se impregnan de
nuevos matices o valores que son aceptados primeramente por unos
pocos y luego por una gran mayoría. Así la palabra economía, en su origen
“gestión de la casa”, que Aristóteles diferenciaba claramente de crematística,
“acumulación del dinero por el dinero”, ahora se ha hecho más compleja y lleva
internalizado para mucha gente ese primer significado de crematística.
Ese acuerdo entre los hablantes para darle significados, más o menos concretos
a las palabras tiene su eslabón más débil en cada persona, ya que, gracias a
esa revolución cognitiva, ésta puede imaginar o evocar diferentes significados.
Así palabras como libertad, igualdad, democracia, justicia, bien común,
transparencia, feminismo, masculinidad, derecha e izquierda…generan tanta
controversia en estos tiempos como yo intentando convencerle de que en la
siguiente imagen hay una persona joven mientras que usted me contradice
diciéndome que estoy equivocado y que lo que ve es una persona anciana.
La poesía, las canciones, nuestras conversaciones, la retórica, los medios de
comunicación tienen como base el lenguaje, con sus palabras y
nombres. Dependemos de ello para bien o para mal. Por eso es importante
tener un sentido muy crítico y atender a su contexto para que sus
evocaciones con mala fe no nos hagan creer que son “galletas de perro”.
La posverdad o ciertos valores e intereses no explícitos se pueden
esconder tras ese papel enmarcado que envuelven “esos dulces”. Si en
otros tiempos era muy importante el poder de la tecnología armamentística,
ahora creo que tiene más prevalencia el poder de las palabras. Si antes la lucha
de palos y piedras contra, por ejemplo, arcos podría decantar la balanza hacia
un lado, ahora la posibilidad de usar armas nucleares puede dejarnos sin
balanza. Todos perdemos y nadie gana. Las estrategias comerciales,
económicas, ideológicas y políticas de poder se esconden tras ese punto flaco
de la revolución cognitiva. Al parecer, una estrategia lingüística en Facebook tuvo
mucha más poder decisivo en las elecciones estadounidenses y en el Brexit que
el poder del dinero. En las elecciones de Brasil, la estrategia se apoyó en
whatsApp y parece que esto también tendrá influencia en España. Por ello, como
aquí hemos recalcado, es importante que en los sistemas educativos, el
pensamiento crítico sea uno de sus pilares fundamentales.
Finalmente, ¿Qué es el bienvivir? Hasta hace poco, palabras como existencia,
convivencia, realización y consciencia me guiaban hacia un enfoque positivo
donde una posible definición del bienvivir se evocaba ficticiamente a “personas
realizadas en una convivencia sana en la sociedad dentro de la existencia de un
planeta que se va regenerando”. Sin embargo, contrarrestando ese enunciado,
podemos enfocarnos en el pensamiento negativo que puede allanarnos más el
camino hacia internalizar y aprehender lo que es el bienvivir. Así, a través del
contenido de numerosos textos que he escrito en Autonomía y Bienvivir, podría
simplificar qué no es bienvivir.
¿Qué no es el bienvivir?
“En general, el bienvivir no es matar la vida del planeta donde vivimos, ni
luchar los unos contra los otros ni tampoco un estado hedónico
individual.”
Ahora que ya intuimos algo sobre lo que no es bienvivir, estamos más cerca de
encontrar lo que sí es. Para ello, lo mejor sería tener un mapa para no dar
vueltas en círculo y pasar a cada rato por los mismos lugares…
El mapa no es el territorio
Del rigor de la ciencia
Estas cuatro tipologías podrían formularse a partir de los opuestos del Bienvivir
y del carácter complementario, hedónico y significativo, que lo compone.
Había una vez un hombre que vivía con su hijo en una casita del campo. Se
dedicaba a trabajar la tierra y tenía un caballo para la labranza y para cargar
los productos de la cosecha, era su bien más preciado. Un día el caballo se
escapó saltando por encima de las bardas que hacían de cuadra. El vecino
que se percató de este hecho corrió a la puerta de nuestro hombre
diciéndole:
-Tu caballo se escapó, ¿qué harás ahora para trabajar el campo sin él? Se
te avecina un invierno muy duro, ¡qué mala suerte has tenido!
Pasó algún tiempo y el caballo volvió a su redil con diez caballos salvajes
con los que se había unido. El vecino al observar esto, otra vez llamó al
hombre y le dijo:
-No solo recuperaste tu caballo, sino que ahora tienes diez caballos más,
podrás vender y criar. ¡Qué buena suerte has tenido!
Pasó el tiempo y en ese país estalló la guerra con el país vecino de manera
que el ejército iba por los campos reclutando a los jóvenes para llevarlos
al campo de batalla. Al hijo del vecino se lo llevaron por estar sano y al de
nuestro hombre se le declaró no apto por estar imposibilitado. Nuevamente
el vecino corrió diciendo:
-Se llevaron a mi hijo por estar sano y al tuyo lo rechazaron por su pierna
rota. ¡Qué buena suerte has tenido!
Esta historia complementa muy bien las tres negaciones con las que se
encabezan los tres relatos: la palabra (suerte) no es la cosa, el mapa (de la
suerte) no es el territorio y lamentablemente para guiarnos con una brújula (de
la suerte) debemos marcarle una especie de Norte, pero éste como el polo Norte
de la Tierra, se mueve y hasta con el tiempo se puede producir una inversión
magnética que haga que la aguja apunten a otro lado.
Que sabiduría nos trasmitía el artista Alonso del Río al intentar aprehender que
es la vida:
“No creo que exista un solo vocablo en ninguna lengua que pueda describir
lo que es la vida, pero si tuviera que escoger uno, elegiría la palabra
“paradoja”. Por donde la miremos la vida es una paradoja.”
2) La Utopía