Está en la página 1de 2

De Joao Guimaraes Rosa a Glauber Rocha

Alumna: Javiera Alejandra Carvallo Fernández

Muchos son los elementos que unen las narraciones de Guimaraes y Rocha, pero el
elemento central que nos permite dialogar entre ambos creadores es el sertao, que es
aquella región al noreste del Brasil, de características casi desérticas, en las que la
sobrevivencia se centra en la ganadería, principalmente. Por su lejanía a las grandes
metrópolis, se le representa, a su vez, como una zona alejada de la modernidad, en la que
coexiste la realidad y la fantasía, lo humano y lo divino, la civilización y la barbarie. El
sertao se constituye como escenario por excelencia en el que se desarrollan las obras que
hemos revisado, tanto literarias como cinematográficas; El burrito pardo, La hora y la
oportunidad y La tercera orilla de Joao Guimaraes, y, O Dragão da Maldade Contra o
Santo Guerreiro (Antonio das Mortes) de Glauber Rocha.

Las obras de Guimaraes que revisamos las ubicamos hacia mediados de los años cuarenta
y se encuentran contenidas en el libro Sagaranas (1946). Éstas se nutrieron de las
extensas experiencias del autor en su recorrido por el noreste del país, en las que no solo
se ocupó de las costumbres y el folclor de la zona sino también de detalles, tal como
sonidos, aromas, sabores, colores; pero también, gracias a su gusto por la antropología y
la lingüística logró poner atención en aquellos detalles de la vida cotidiana del gran sertao.
Estos elementos son transmitidos a través de su narrativa detallista y pausada, que nos
permite el tiempo necesario para imaginar. Por otra parte, nos describe personajes
alejados de la perfección, que se encuentran en permanente conflicto interno, situación
que se representa en los profundos monólogos interiores, personajes que no siempre son
humanos, pero que adquieren complejidad profunda en su actuar.

Por la importancia y reconocimiento de la creación de Guimaraes, sumado al inquieto y


desbordante apetito literario de Glauber Rocha, es posible suponer que éste último haya
sido un lector acérrimo del primero en cuanto representa en imágenes muchos de los
elementos que el cuentista nos presentó a través de su particular forma de narrar.
Si nos detenemos en Antonio Das Mortes, podemos ver cómo el escenario del sertao
actúa como elemento unificador las obras. Así como podemos reconocer el folclore y
aquellos elementos relacionados con la tensión interior del ser humanos entre el bien y el
mal, entre la civilización y la barbarie, así como su relación con lo espiritual y el debate
entre Dios y el Daiblo en relación con el domino de los instintos más básicos del ser
humano puestos a prueba en un contexto de sobrevivencia.

Entre los elementos que aporta Rocha, podemos distinguir, el interés del director por
incluir la representación de la población afrodescediente con toda su carga cultural, así
como el emplazamiento político que busca hacer frente al espectador en cuanto
representa el contexto de dictadura en el que se encuentra Brasil desde 1964- Antonio das
Mortes se estrena en 1969, en plena dictadura-, contexto que influye de manera profunda
y decisiva la obra de Rocha.

El cangaceiro de Rocha, personaje representativo del sertao y de la literatura brasileña,


logra sintetizar lo político, el misticismo y el folclore, poniendo en relieve las
contradicciones de la realidad, para transformarla.

También podría gustarte