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RESUMEN

Carla Riccio

El desarrollo familiar y el impacto de la enfermedad crónica de un hijo –


Bernice. L Rosman
Se cree que la enfermedad o una lesión debilitante empieza y termina en el cuerpo del afectado.
Pero esto no es así, esto no solo afecta al que posee la enfermedad sino también a la familia del
afectado, al ciclo vital y al desarrollo de esta (Especialmente si es la enfermedad de un hijo)

Todo el sistema familiar se ve afectado cuando a uno de sus miembros se los diagnostica una
enfermedad crónica. En este diagnóstico, se dan un conjunto de emociones negativas que
vienen acompañadas de exigencias tales como hacer un cambio en la organización familiar; se
rompe la estabilidad.

Depende de la familia el tiempo que les tome lograr un equilibrio nuevamente. Dependiendo de
la estructura previa al diagnostico la misma puede favorecer, como también contribuir a la
experiencia de estrés.

Adaptación óptima

La forma en que la familia afronta la situación es importante a la hora de poder adaptarse. El


cambio no debe hacerse en la estructura, sino en el aumento del apoyo emocional, la flexibilidad
a la hora de ejecutar tareas, una ampliación en la gama de habilidades y la incorporación de las
visitas médicas a la rutina. La clave está en la responsabilidad parental y contar con sistemas de
apoyo sustitutos.

Adaptaciones disfuncionales

Hay otras adaptaciones que no son favorables para cumplir sus funciones y lograr un equilibrio
entre la estabilidad y el cambio. Esto puede consistir en el exceso de respuesta ante la
enfermedad ya que no logran flexibilidad sino el sometimiento rígido a una pauta de
funcionamiento limitada; no se comparten responsabilidades, ni flexibilizar los roles.

También pueden existir las familias desligadas en las cuales no se les da la atención adecuada al
enfermo. Esto puede consistir en descargar toda la responsabilidad en el propio enfermo o
también que tomen la enfermedad como una rutina más.

La enfermedad en distintas etapas

Dependiendo de la edad que tiene aquel que contrajo el mal, los efectos van a ser distintos.

Cuando la enfermedad de un hijo, la contra en su edad temprana es complicado ya que el niño


a esa edad no es capaz de expresar lo que siente, por lo tanto los progenitores deben estar muy
atentos. También pueden surgir inconvenientes a la hora de crías al hijo ya que pueden temer
castigarlo o inhibir el juego fuerte.

La enfermedad de un hijo también afecta la relación de pareja de los progenitores ya que el niño
pasa a ocupar el primer plano y no confían en niñeras que puedan cuidar del mismo. Todo el
tiempo que requiere ocuparse de un niño, puede desgastar la energía y el afecto de la pareja.

Las familias con hijos en edad escolar saben que los mismos entran en contacto con otras
fuentes de autoridad e información aparte de sus padres. Las familias con un hijo de esta edad
que padece una enfermedad desde el nacimiento o temprana edad pueden renunciar a las
funciones de crianza y protección para traspasar esta responsabilidad a “extraños” a quienes no
se ha enseñado como tratar a un niño enfermo.

Cuando la enfermedad se diagnostica en la época escolar, las familias pueden adaptarse de


manera flexible y satisfactoria o las que tienen una organización fronteriza o disfuncional (previo
a la enfermedad) se vuelven más vulnerables al estrés.

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