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1) ¿Cuál es el dilema ético planteado en esta situación?

¿Cuáles son los principios de la


bioética involucrados?

Frente a la pandemia causada por el COVID-19 y la saturación del sistema sanitario, los
profesionales de la salud se enfrentan a un dilema ético; ¿Quién tiene prioridad en el
tratamiento contra el virus? ¿Acaso lo tienen aquellos que llegan primero a recibir asistencia?
¿Aquellos más jóvenes? O ¿Aquellos con mayores posibilidades de ser salvados?

El colapso de los instrumentos hospitalarios condujo a los médicos a tener que decidir sobre la
vida de sus pacientes. Tal como lo plantea Christian Salaroli, especialista en reanimación del
hospital Juan XIII de Bérgamo (Italia) “todos los días estamos decidiendo a quién salvar. Es la
realidad. No estamos en condiciones de hacer milagros”.

A mi parecer, los principios éticos involucrados en esta situación son:

De la corriente Principalista

- Principio de beneficencia: proporcionar beneficio a los demás, hacer todo el bien al


paciente.
- Principio de no maleficencia: no dañar a los demás.
- Principio de justicia: todos los sujetos merecen el mismo respeto y derecho a la vida.
En el caso de la epidemia, por la escasez de recursos, no se estaría proporcionando la
igualdad de tratamientos y la equitativa distribución de recursos sanitarios.

De la corriente Personalista

- Principio de la sociabilidad y subsidiaridad: implica entre otras cosas, que sean


ayudados aquellos que no pueden ayudarse por sí mismos.

2) ¿Cuál cree que debe ser la posición ética del psicólogo frente a la situación de la
pandemia?

Claro está que frente a una emergencia mundial como la de una pandemia, teniendo en
cuenta los cambios a los que nos vimos obligados como sociedad, el ser humano debe
adaptarse a los mismos. Junto con esta adaptación, se pueden generar diferentes sensaciones.
Algunos pueden adaptarse con facilidad, mientras que a otros, les puede llevar más tiempo y a
su vez, sentir malestar.

Aquí, es donde, desde el lugar de psicólogo, los mismos deben intervenir proporcionando
consejos, alivianando el miedo y el estrés que genera el encierro. Dicho de otro modo, es
necesaria la implementación de medidas de contención de la expansión del virus.

Como bien es sabido, exponer al psicólogo a abrir el consultorio al público, sería muy
arriesgado, dadas las condiciones a las que nos enfrentamos. Pero una opción, a mi parecer
acertada, es buscar canales de atención alternativos como podrían ser las plataformas
virtuales.

3) ¿Qué situaciones del ejercicio profesional te generan inquietudes desde el punto de


vista ético y crees que merecen ser pensadas?

Me genera inquietud un dilema ético sobre el que leí hace un tiempo, lo transcribo a
continuación:
“Un matrimonio consulta por su único niño, que presenta un cuadro de enuresis. Al tiempo de
iniciado el tratamiento, en una entrevista a solas con los adultos, éstos ponen en conocimiento
del terapeuta que ellos son infértiles, que en realidad el niño fue apropiado ilegalmente y que
su verdadera familia lo está buscando. Aclaran que es la primera persona que conoce este
hecho y que lo hacen por el bien del tratamiento del niño y confiando en la discreción
profesional del terapeuta.”

¿Cómo debería manejarse el terapeuta en un caso como este?

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