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Golber Carvajal Lavi.

Universidad Nacional de Colombia


Sede Amazonia.
Asignatura: Lecto-Escritura.
Docente: Laura Zamira Rincón Moreno.

El papel de la teoría de la degeneración en la comprensión de las enfermedades mentales,


Colombia primera mitad del siglo XX.

INTRODUCCIÒN.

A finales del siglo XIX y mediados del siglo XX, en Colombia, la medicina jugó un papel
significativo en el ámbito social como factor determinante de los problemas psiquiátricos. En
particular aquellas en la que la medicina, usando los principios de la teoría de la degeneración como
herramienta de investigación logró, clasificar y dar explicaciones sobre el origen de contrariedades
ligadas a las enfermedades del país.
A sabiendas que Colombia siempre ha sido un país con serias dificultades en alcanzar un nivel de
prosperidad como el de los países desarrollados debido a sus características como país
subdesarrollado con serias complicaciones en su avance, estas complicaciones que de otra manera
son problemas, que tienen su origen en una sociedad degenerada. Agrupando todos los problemas,
podemos encontrar en donde está la base para entender el por qué la deficiencia de nuestro país,
el conjunto de deficiencias reside en las enfermedades. En el universo de las enfermedades nos
encontramos casos demasiado peculiares que en este escrito al lector le podrían parecer absurdos
y a la vez convincentes por las posiciones de sus defensores, pues se aborda concepciones drásticas
de los autores que argüían enfocados en las raíces de los obstáculos que se imponían en el avance
de Colombia.
Es indispensable mencionar todo lo que implicó el nacimiento de la teoría de la degeneración, que
nació en Francia, formulada en el año de 1857 por B. A. Morel, su obra titulada “Traité des
dégénérescences phy siques, intellectuelles et morales de I'espece humaine et des causas qui
produisent ces variétés maladives” Caponi (2009), además de las repercusiones que causó en la
sociedad a la que fue presentada, sobre todo en los médicos de ese tiempo, y es que su uso fue
fundamental para ellos. Al ser formulada la teoría, ésta se vio expuesta a una serie aplicaciones en
las que sin lugar a dudas tenía cabida como instrumento de solución o explicación a ciertas
complicaciones en diferentes contextos; a medida que crecía el conocimiento acerca de la teoría de
la degeneración, se vio que, diferentes escenarios fueron acogiéndolo y entrelazándose para
conformar una estructura similar en cuanto a lo común de sus explicaciones, es decir, para cada
contexto en la que fuese utilizado la teoría, la deficiencia anidaba en las enfermedades; de modo
que en diferentes espacios sociales era conveniente y aceptable esta teoría, es necesario recalcar
que el acogimiento fue abordado desde diferentes puntos de vista y en disímiles escenarios.
Para ser preciso, cuatro puntos de vista son los más notorios y con los que trataremos en este
escrito, ellos son: degeneración de la raza colombiana, raza y nación, degeneración y eugenesia,
por último, degeneración e inmigración. Los aspectos mencionados anteriormente son el objetivo
de este trabajo investigativo: la teoría de la degeneración abordada desde diferentes puntos de vista
y en lo común de sus explicaciones, las enfermedades. Específicamente las mentales, el como la
modernización fue clave para el paso de un país viejo a uno nuevo, las repercusiones en la sociedad
y lo que dice la medicina además de sus orígenes en cuanto a los males del país.

DESARROLLO

Para poder sumergirnos en el universo de las enfermedades mentales y llegar a lo que hoy por hoy
conocemos, es necesario comprender que es lo que postula la teoría de la degeneración, su origen
y versatilidad. Pues bien; la teoría de la degeneración de Morel, en su tratado de “degeneración de
la especie humana” que es la traducción al español de la obra del francés, aborda el tema de las
enfermedades mentales desde el punto de vista puramente científico. La rama de la biología que es
la genética, constituye la espina dorsal de la teoría, además la teoría de la degeneración se inclina
también a la idea evolucionista.
Como se afirmó en el párrafo anterior, la explicación científica que ofrece Morel en su tratado es
que las enfermedades mentales son hereditarias, que al ser transmitidas de generación en
generación, estas con el pasar de los tiempos evolucionan haciendo de los individuos unos nuevos
con la misma información genética adaptada al medio en el que están y, en el peor de los casos, los
genes que se le son heredados sufren una alteración llegando al punto denominado mutación, el
resultado de éste último es lo que hoy conocemos como degeneración.

La Teoría de la degeneración en Europa.

La teoría de la degeneración ejerció una gran influencia en Europa a principios del siglo XIX
principalmente en el ámbito médico, de ella se desprende como el campo más influenciado por la
teoría degeneracionista, la psiquiatría, fue acogido principalmente por la fácil solución a los
problemas de las causas que se tenían en la investigación con respecto a las enfermedades.
El degeneracionismo permitía explicar la clínica proteiforme y asistemática del enfermo mental a
través de la tendencia al desequilibrio que tenía el terreno orgánico donde surgía, suministrando
unas claves para el diagnóstico causal de tipo objetivo, ya que la conformación anormal del cuerpo
del degenerado se hacía evidente en determinados caracteres de su morfología exterior -los
estigmas, y justificando sobre supuestos aparentemente científicos la marginación social del
enfermo mental y su distanciamiento cualitativo del sujeto normal. (Huertas.G. 1985).
A principios del siglo XIX ocurrieron importantes cambios el conocimiento científico,
específicamente en el campo biológico. Si bien, Europa también vivía sus contrariedades. Sin
embargo ellas las supieron manejar, de modo que no sufrieron tantas bajas en lo que respecta el
progreso de sí mismo.
Los preludios de la crisis económica y del neocolonialismo ponen en marcha mecanismos
ideológicos que preparan el terreno. Y en este contexto, el médico dirigirá una mirada dura
encaminada fundamentalmente a los criminales y a los enfermos mentales en un intento de dar un
soporte científico e incluso filosófico a las exigencias de la sociedad burguesa finisecular.
(Huertas.G. 1985).
Las enfermedades mentales constituían entonces la razón por la cual muchos países no lograban el
progreso.
Morel en su teoría de degeneración de la especie humana plantea que existen causas por las cuales
se da el degeneracionismo, las de causas internas o hereditarias, y externas provocadas por el
consumo de sustancias toxicas o el ambiente.
Además Morel definía la “degeneración” como una “desviación enfermiza de un tipo primitivo”,
concepto que conformado con un alto contenido religioso, planteaba una desviación morbosa del
tipo humano normal descrito en el libro de génesis, hacia una transmisión hereditaria sujeta a la
evolución progresiva hacia la decadencia. (Vergara.S y Usuga.G. p. 7).
Las causas externas eran por otra parte, eran de adaptabilidad, los medios externos producían
condiciones adversas para el desarrollo de la especie humana, es decir, el ambiente también figura
como factor degeneracionista en estos escritos.
La degeneración que provoca el ambiente se ve reflejado en el color de piel, el color de cabello o
la baja de estatura, son signos inequívocos de degeneración.

Degeneración de la raza colombiana.

Por degeneración entendemos: alteración de los tejidos o elementos anatómicos, con cambios
químicos de la sustancia constituyente y pérdida de los caracteres esenciales y funciones.
Perversión mental o física que, transmitida de generación en generación, puede llegar a la extinción
de la raza. Paso de una forma morbosa a una más grave. (Vergara.S y Usuga.G. p. 7).
Por raza entendemos: subdivisión biológica basada en la semejanza de linaje y el consiguiente
parentesco físico. Grupo de organismos descendientes todas de un solo antepasado o de una pareja
de antepasados, sin la introducción de ningún plasma germinal extraño durante la serie entera de
generaciones.
Se dice tanto de una diferencia social y de la desigualdad política económica como el concepto
taxonómico que clasifica a las poblaciones humanas basándose en diferencias biofísicas y
morfológicas. La palabra raza entraña un conjunto de significados contradictorios y muy
discutidos, con enorme carga ideológica, así como una realidad material de relaciones jerárquicas
socialmente construida. (Vergara.S y Usuga.G. p. 7).
El 12 de octubre de 1920 fue publicada una libro bajo el nombre de “los problemas de la raza en
Colombia” el libro contenía información acerca de una serie de conferencias dictadas por
prominentes de ese tiempo y médicos colombianos, en ésta, se dan a conocer los temores del pueblo
además de sus esperanzas en el progreso nacional.
Con los discursos en las conferencias de años anteriores dictadas por Jiménez López, Psiquiatra
conservador y uno de los prominentes de ese tiempo, autor de la tesis en la cual se describía las
razones por las que el país atravesaba un mal momento; se hace saber al pueblo que ésta “atravesaba
un proceso de degeneración a causa de la influencia negativa del medio ambiente en la zona tropical
y de los ‘vicios’ o deterioro biológico heredado de los ancestros”. (Muñoz. 2011)
En vista de que las elites intelectuales manifestaban sus preocupaciones por primera vez al público
mediante conferencias, se empezaron a generar una oleada de disgustos entre los defensores de la
degeneración y en aquellos que no estaban de acuerdo con las explicaciones expuestas por aquellos
que argüían en pro de enfermedades causadas por las razas que en esos tiempos las denominaban
como razas inferiores o causantes degeneracionistas y, los no degenerados eran aquellas personas
blancas, la raza blanca era sinónimo de progreso.
En palabras de López de Mesa “En su obra De cómo se ha formado la nación colombiana, López
le atribuía al hombre blanco un carácter racional, en contraste con el carácter espontáneo,
emocional y superficial del mulato”. (A. K. Runge, D. A. Muñoz).
La elite de intelectuales o más bien el grupo de personas que analizaban la necesidad de progreso
buscaban entender el atraso del país tomando como referente a los países europeos, su argumento
era que éstos países tenían un desarrollo integral y que por lo tanto, su raza era un modelo a la que
podían aspirar, a ello se sumó el pesimismo hacia la mezcla racial, que era lo que contribuía a la
degeneración de los pueblos.
La decadencia fue el proceso por el cual las instituciones, el control social y los valores culturales
generales, perdieron su fuerza y la sociedad se disolvió en unidades pequeñas. El extremo lógico
de la decadencia social puede concebirse como un individualismo por completo hedonista y
sensual. (Vergara.S y Usuga.G. p. 7).
Dicha decadencia racial era dada por el determinismo geográfico y a la configuración del ambiente,
es decir, quien dicta las reglas es la naturaleza, o eso es lo que postulan los intelectuales, lo que
implica mencionar es que el darwinismo estaba presente en los discursos de los intelectuales; con
esto quiero decir que, dadas las condiciones un individuo, en este caso una población, puede llevar
una vida relativa a las condiciones que ofrece el entorno, eso es lo que llamamos principio de
adaptabilidad, “los más aptos sobrevivirán”. Sin embargo lo que preocupaba a los intelectuales y,
en especial a Jiménez López era el lugar de donde provenían los “degenerados”.
Los degenerados, al venir de lugares tropicales, donde las condiciones no son óptimas para la
especie humana debido a su complejidad en cuanto interrelaciones con el medio, la probabilidad
de contraer enfermedades es mayor, entonces, los habitantes estarían expuestos con mayor facilidad
a los cambios del ambiente; la anterior afirmación de las zonas tropicales esclarecen que los
individuos de aquellas franjas eran a las que en primera instancia se les tildaba de ser inferiores,
luego, ellos eran degenerados.
La explicación que dieron intelectuales del siglo XIX (José María Samper o Manuel Ancízar, por
ejemplo) respecto a la falta del tan esperado progreso económico apuntaba a la población que ellos
clasificaban como indígena o negra; aquellos grupos de personas se les atribuía la falta de
capacidad en todos los sentidos (no poder político, no poder económico, falta de raciocinio, falta
de inteligencia), dicho de otra manera, “incivilizados”. Al imaginar a los degenerados como ociosos
e indiferentes ante las contrariedades de su entorno, estas poblaciones aparecieron no sólo como
culpables de su propia miseria, sino como los principales responsables de atraso nacional.
En relación con lo anterior, los hechos ocurridos a partir de ese momento se encaminaron enfocados
en una perspectiva del mejoramiento de la raza, surgió la necesidad del progreso nacional; para
entonces ya se habían hecho una serie de investigaciones ligados a los problemas de la sociedad en
donde intervenían personajes de distintos ámbitos del saber, abogados, higienistas, educadores,
políticos entre otros; todo se desarrollaba alrededor de la pregunta: Si la población colombiana era
‘degenerada’, ¿cuáles eran las posibilidades de que el país progresara? Si bien, la pregunta por la
posibilidad de proceso no era nuevo.
Las primeras décadas del siglo XX habían traído cambios económicos que aunque todavía
incipientes despertaban entre las élites esperanzas en el progreso; pero también temor por su
sostenibilidad, encausamiento e implicaciones sociales, dada la continuidad de visiones pesimistas
sobre una población que les seguía pareciendo una amenaza. (Muñoz. 2011).
Algunos cambios que se empezaron a dar en la producción colombiana empezaron a volver a
formular la pregunta de si Colombia, el pueblo estaba en la capacidad de progresar, pero esta vez
con una mirada de negación a aquellos que evolucionaban, a las elites no le convenía que el pueblo
se volcara contra ellos, las personas que tomaban conciencia de la situación del país demandaban
mejores condiciones, a ello se sumó la participación de algunas mujeres, buscando se ese modo, su
lugar en la sociedad. Esto último empezó a generar tenciones para las elites.
Volviendo al tema que nos ocupa, con relación al anterior párrafo, el Estado colombiano quería el
progreso, en contraste, ellos restringían a los que estaban en contra de sus mandatos, ¿Qué era
entonces lo que querían las elites? No cabe duda que había degeneración psicológica por parte y
parte, Estado y Nación.

Raza y Nación.

Intrínsecamente relacionado con lo establecido anteriormente, encontramos en el uso generalizado


de la teoría de la degeneración abordado desde otra perspectiva, la degeneración y nación o
degeneración, raza y nación; en esta parte se trata de indagar sobre la función de la degeneración
de la raza en la construcción de identidad nacional durante las primeras décadas del siglo XX.
A pesar del auge de las teorías sobre la globalización y la aparente ubicuidad de los flujos de dinero,
de personas, de imágenes, de tecnologías y de ideologías, la pregunta por los procesos de formación
del Estado y de construcción de la nación sigue siendo central en las discusiones académicas y
políticas contemporáneas. (Villegas.V. 2005), la conformación de un estados no iba ligado a un
proceso de desarrollo en lo que respecta la nación como tal, entre el pueblo como nación y el estado
existía y, aún sigue siendo así, una brecha que separa restringiendo las posibilidades de un progreso
guiado por la nación.
En América Latina, a pesar de la temprana constitución de estos, los estados, nos hemos
cuestionado en repetidas ocasiones sobre su carácter, y parece que no hemos logrado consolidar
una comunidad caracterizada por un compañerismo profundo y horizontal que articule la población
y el Estado. (Villegas.V. 2005), Colombia, por ser un país con temprana edad, después de su
independencia no ocurrieron cambios drásticos en lo que respecta el progreso de sí mismo; las
masas estaban disueltas debido a las guerras que causo su independencia, por lo cual era casi
imposible establecer un orden que de por medio conllevaría al ascenso del país. Hay que mencionar
además, que la búsqueda de un orden político es, desde la Independencia, una obsesión incesante
de las distintas élites latinoamericanas. Vuelve al orden del día cuando quiera que surge la duda
sobre las posibilidades de alcanzar un desarrollo “verdadero” o una modernidad “verdadera”. Más
allá del problema de la organización política, ese afán deja traslucir siempre una incertidumbre más
profunda en torno a la identidad de los pueblos y a la formación del Estado nación, como si uno y
otra quedaran en suspenso. (Villegas.V. 2005).
De lo mencionado anteriormente se puede deducir que, el problema del progreso no era la “mala
organización política” sino que el mismo pueblo era el que impedía su avance; lo que nos lleva a
distinguir entre quienes aportaban al país y quiénes no. De lo anterior nace la pregunta de si existía
una degeneración colectiva. ¿Estaba el pueblo colombiano siendo degenerado?
En Colombia, estas preguntas han sido resueltas frecuentemente apelando a las características
raciales de la población. En las primeras décadas del siglo XX, la óptica del racialismo toma auge
en la élite colombiana en el marco de una reflexión sobre lo nacional, profundamente influida por
la Guerra de los Mil Días y la pérdida de Panamá. (Villegas.V. 2005).
La modernización en la primera mitad del siglo XX cumple un rol muy importante en la sociedad
como factor de cambio, pues ésta; al ser el modo de ser de las personas en los países desarrollados,
incita a los países de Latinoamérica; en especial Colombia, que eran considerados países
inacabados, a tomar como punto de referencia a éstos países, los desarrollados, llevando a las
naciones a promover la re-organización del país apoyados en saberes modernos como son la
biología y la medicina.

A pesar de las ambigüedades que lo moderno suscitaba, dicha noción simbolizó una nueva era, una
ruptura con ese país viejo y tradicional que se había desangrado repetidamente durante el siglo XIX
y que había permanecido inmóvil ante su desmembración. (Villegas.V. 2005).
Con la introducción de costumbres externas a nuestro país, se predice un nuevo comienzo
justificado en la ciencia.
Dada las situaciones de la nación, una nación con muchos defectos, el estado empezaba a
preocuparse de si el pueblo colombiano estaba en la capacidad de asumir el progreso, es decir, el
pueblo no era apto para apropiarse a severos cambios. Por otro lado, no existía una buena relación
entre el pueblo y el estado, lo que nos lleva a suponer es que: el estado “suponía” que el pueblo no
estaba en la capacidad de llegar a ser como los pueblos de los países desarrollados, ahora bien, el
pueblo estaba en desacuerdo con el estado por querer someterlos a cambios drásticos como es el
caso de la modernización ¿puede ser lo dicho anteriormente signos de degeneración colectiva? Sin
duda lo es, un individuo que no quiera el bien para sí mismo es considerado demente, es decir,
enfermo, para este caso, en el pueblo existía una degeneración colectiva.
El paso a la modernidad y todo lo que ello implica, aplicada o implementada a un pueblo no apto
(degeneración colectiva), con antecedentes de defectos psíquicos, morales y físicos, es erróneo,
dicho de otra manera, los signos de degeneración colectiva impedían que el progreso del país se
cumpliese, no obstante, los males sociales, intelectuales, económicos y políticos eran del estado, el
estado en parte era el culpable del no progreso del país.
Dentro de este marco intelectual, la conformación de una nación moderna y civilizada, con una
población considerada bárbara, infantil y enferma, era una tarea poco menos que imposible. Es en
este contexto donde surge la polémica sobre la degeneración de la(s) raza(s) en Colombia.
(Villegas.V. 2005).
En la conferencia de 1920, como se mencionó en “degeneración de la raza colombiana”, los
intelectuales expresaron sus preocupaciones sobre el progreso o desarrollo del país; se desprende
entonces la necesidad de controlar los factores de decadencia, las practicas enfermizas que
conducían a la degeneración de las razas para de ese modo formar ciudadanos útiles que
contribuyeran al progreso.
Jiménez López se apoyó en la teoría de la degeneración de Morel para poder dar explicaciones a
sus preocupaciones. Como intelectual desempeñando una labor en el campo médico, realizó una
serie de investigaciones empíricas y estadísticas, tales como mediciones antropométricas y
búsquedas de enfermedades comunes; más que una búsqueda, era más bien una revisión de las
enfermedades que yacían en la raza colombiana impidiendo su avance, pues Jiménez López estaba
seguro que la raza colombiana estaba degenerado, sus investigaciones se hicieron con el fin de
demostrar lo dicho anteriormente.
Afirma López: la raza colombiana presentaba signos inequívocos de degeneración somática,
psíquica y moral. Según él, la primera de estas degeneraciones se expresaba en baja estatura,
disimetrías cranianas, enanismo, baja longevidad, altas tasas de tuberculosis, lepra y cáncer; la
segunda de ellas en continua imitación intelectual y consecuente falta de ideas propias,
impaciencia, emotividad e inestabilidad mental que provocaban constantes guerras civiles,
reformas constitucionales y una alta tasa de criminalidad, suicidio y locura; y la tercera
degeneración, la moral, se expresaba en el sectarismo, el fanatismo, la prostitución, la criminalidad
infantil, la toxicomanía y las perversiones sexuales. (Villegas.V. 2005).
Los signos de degeneración estaban claramente distinguidas, determinadas por la posición
geográfica y social, los centros urbanos, considerados lugares en donde se encontraban las personas
no degeneradas, el distanciamiento de éstos por parte de los degenerados, el alejamiento de la raza
blanca genotípicamente y, por ende, fenotípicamente, sumado a ello, la extrema pobreza en los
suburbios de los centros urbanos incrementaba el grado de degeneración.
Los factores degeneracionistas entonces ya estaban clasificados, identificados. Se dio el gran paso
en la historia colombiana, sin embargo, hacía falta una cosa ¿Qué hacer con los problemas ya
identificados? Como era de esperarse de un intelectual preocupado por el bien de su país, Jiménez
López no solo saco a la luz los problemas que estaban en la oscuridad, sino que planteo soluciones
que estaban acorde a los diferentes escenarios con deficiencia, dicho de otra manera, identifico lo
que originaba la degeneración, sus causas, y estableció soluciones.
Como en muchos textos que utilizan la teoría de la degeneración de Morel, los problemas
abordados son aquellos de origen biológico y giran en torno a los duros cambios de la sociedad y
el ambiente, en vista de que las contrariedades ya mencionadas tenían cabida en esta restricción,
las soluciones para contrarrestar el degeneracionismo, las planteadas por López, tenían estas
características, de modo que las soluciones estaban en la dimensión de lo somático (hace
referencia al cuerpo humano, a la estructura corporal y a las sensaciones corporales, sentimientos-
incluyendo sentimientos sexuales y la memoria).
La colectiva degeneración de la raza colombiana, ya considerada de esa forma, resulto siendo el
resultado del mismo estado, conviene subrayar, que es culpable el estado sólo en los conflictos
por los que paso Colombia en este siglo, lo cual contribuye también a la degeneración, no
obstante, lo biológico es lo biológico, había entonces poco por hacer, poco por cambiar, es más,
en ese sentido era casi imposible cambiar la situación del país.
Sin embargo, se había delimitado los factores degeneracionistas, los cuales eran, las propuestas
por Jiménez López. (Villegas.V. 2005) las siguientes: “el alcoholismo, la miseria, la alimentación
y la educación inadecuados debían ser resueltos con acertadas políticas sanitarias, educativas y
económicas”. (p.5).
En contraste con lo anterior, las soluciones propuestas por López tendían a ser demasiados
paliativos, no se puede extinguir enfermedades biológicas con soluciones que apelan en un sentido,
por decirlo de otra manera, que tienen impacto solo en el mejoramiento de la sociedad.
Indiscutiblemente, lo más importante era erradicar el mal biológico, por tanto, contrarrestar el
origen de los males era una tarea que tenía que ser ejecutada de inmediato.
Como única solución posible, Jiménez López proponía la inmigración masiva de poblaciones
europeas como la suiza, belga, holandesa y alemana del sur, consideradas fuertes y laboriosas, que
podían transmitir sus cualidades, con el tiempo, a la raza colombiana y revertir el proceso de
degeneración colectiva. (Villegas.V. 2005).
Jorge Bejarano, Lucas Caballero, Calixto Torres Umaña y Simón Araujo figuran como los no
partidarios de los argumentos de Jiménez López, estos últimos discrepan con López refiriéndose a
las degeneraciones de orígenes biológicos, como aquellos que no eran las causas de la decadencia
del país, del deterioro de la raza colombiana, por tanto, no eran las razones del déficit sociopolítico
y económico del país. Ellos defendían su posición basándose en las condiciones de extrema pobreza
por las que atravesaba nuestro país producto de los constantes conflictos armados. Basándose a
partir de lo dicho, las soluciones tenían que ver con las mejoras por parte del estado: invertir en
infraestructura, reforzando las industrias, mejorando el sistema de salud, mejorando la educación;
éstos a juicio de los defensores, llegarían a influir directamente en los estados mentales y de tipo
moral.
Una posición similar defendían Calixto Torres Umaña y Jorge Bejarano, quienes consideraban que
las debilidades de la raza colombiana no se debían a su degeneración biológica como tal, sino a la
ausencia de hábitos alimenticios adecuados; al igual que al chichismo y a la falta de higiene, los
cuales se transferían hereditariamente y favorecían la debilidad racial del pueblo colombiano.
(Villegas.V. 2005).
Como principales alternativas de solución, propuestas por Jiménez López durante sus conferencias
estaban al alcance del estado, el estado como garante de que los procesos de re-animación de la
raza colombiana se diesen de forma eficaz.

Degeneración e Inmigración.

Por inmigración entendemos: movimiento entre dos países en la misma área de cultura
aproximadamente, abandonando uno relativamente más viejo, más densamente poblado y menos
atractivo políticamente, económica y socialmente, para poblar otro relativamente menos poblado,
con atractivos determinados en la senda de la oportunidad económica o en la esfera de la libertad
política, religiosa y social. La verdadera inmigración es voluntaria por parte de los inmigrantes y
en la mayoría de los casos, financiada por recursos privados, aun cuando a menudo existe apoyo
del Estado o subsidio de alguna índole. (Vergara.S y Usuga.G. p. 7).
El estado deplorable de la raza colombiana a causa de los males biológicos, de los vicios heredados,
de la influencia que la sociedad otorga a sus habitantes, también se suma el ambiente como
determinante de la supervivencia de las poblaciones en un hábitat especifico. Los problemas
producidos por los mimos colombianos, los considerados degenerados, cuando se mezclaban entre
ellos degenerándose la raza con mucha mayor facilidad, llegando a posicionarse, el resultado de
degeneración en un nivel de un individuo nuevo mucho más degenerado. Era entonces actuar
rápido y eficazmente.
La inmigración de los pueblos europeos, más generalizado aun, los pueblos de los países
desarrollados, eran parte de la única no paliativo propuesta por Jiménez López solución viable
para revertir el mal biológico, a esto se le llamo la línea dura de la eugenesia.
Al aceptar a las personas que venían de otros países se aseguraba la mezcla entre razas, entonces,
la información heredada a la nueva generación se encaminaba a hacer que éstos, la nueva
generación, diera otra dirección al país, el resulto se vería reflejado en un país desarrollado, lo
heredado por las razas con un desarrollo integral iba a mejorar la raza colombiana, por supuesto,
he aquí el papel de la teoría de la degeneración.

Degeneración y Eugenesia.

Por eugenesia entendemos: estudio y cultivo de las condiciones y los medios más favorables al
mejoramiento físico y moral de las generaciones humanas futuras. Es positiva y negativa según
adopte aquellas medidas sociales que tiendan, respectivamente, a aumentar el número de individuos
de mejor tipo o disminuir el de menor tipo. (Vergara.S y Usuga.G. p. 7).
Las prácticas eugenésicas no son un tema nuevo, estas tomaron fuerza a mediados del siglo XX
cuando el apogeo de las degeneraciones raciales se dio, pues estaba presente en muchos ámbitos,
muchos hablaban del país inacabado, Colombia con muchos problemas estaba siendo rehabilitado;
en las conferencias que a partir de 1920 se establecieron los parámetros para que el país progresase,
se identificaron los problemas y se propusieron soluciones, muchas de ellas biológicas y otras que
tenían que ver con la organización del estado, todas ellas como soluciones utilizando las practicas
eugenésicas.
Ahora quedaba por aplicar las medidas eugenésicas que, como se mencionó en “degeneración e
inmigración” fue llamada la línea dura de la eugenesia y otra, la línea blanda de la eugenesia.
La línea dura de la eugenesia tiene que ver con el mejoramiento de la raza colombiana, denominada
así porque se trata de cambiar la raza. Interviniendo a nivel biológico, en la estructura de un
individuo, cambiando su información feno y genotípico que se le es heredado, todo lo anterior
encaminado con la misión de hacer del individuo uno sin problemas.
Esto implica la extinción de los pueblos degeneradas, todo lo anterior reemplazado por el prototipo
del individuo europeo. La línea blanda se enfoca en el mejoramiento sociocultural de las
poblaciones a través de la educación. La educación como necesidad de enseñar y ejercitar el control
de los instintos de una población bárbara, infantil y enferma, abriendo una brecha hacia la
modernidad.
Las ideas de las prácticas eugenésicas eran abordadas desde el campo médico e higiénico. Todas
las premisas que surgieron a las mejoras del pueblo colombiano estuvieron ligadas por una parte,
al cruzamiento entre las razas degeneradas y las blancas, que como se dijo antes, eran consideradas
las desarrolladas integralmente, por el otro la lado, la educación era la clave para lograr el cambio
en las nuevas generaciones desde el punto de vista de quienes defendían la idea de que los
problemas no eran del tipo biológico.
Desde la educación se podía cambiar los males físicos, morales e intelectuales, a este proceso de
cambio se le representa como el paso de un estado primitivo a uno civilizado, asegurando de ese
modo que los descendientes estuviesen en mojes condiciones de llevar al progreso del país.
El principio de selección natural de Darwin es la base para entender las prácticas eugenésicas,
después de todo, en esto se halla inmerso en la ciencia, ésta última establece que el individuo más
apto sobrevivirá, la eugenesia desde la ciencia, es la manipulación de los caracteres hereditarios,
tiene como fin obtener un individuo que cumpla las características de la selección natural, es decir,
que sea perfecto, esto es lo que busca la eugenesia, el perfeccionamiento de la raza humana, un ser
más fuerte, sin enfermedades, malformaciones, una persona inteligente.
En algunos casos la práctica de ésta puede tomar caminos más extremos, un ejemplo de ello sería
el asesinato en masa, éste es ejecutado con la finalidad de eliminar a los individuos que no cumplan
con un estereotipo de hombre perfecto físico y mental, otro método un poco menos radical es la no
procreación con aquellos individuos que no cumplan con los estándares. Uno de los hechos más
importantes y recordados de eugenesia es el exterminio masivo que propiciaron los nazis a todos
los individuos que ellos no considerasen ideales, asesinando a más de 6 millones de judíos.

Conclusión.
Desde los inicios de su independencia, Colombia estuvo viviendo las complicaciones de lo que
significa ser un país inacabado, las contrariedades con las que se enfrentaban las elites políticas
eran de tipo global, no solo Colombia estaba pasando un mal momento sino que todos los países
del tercer mundo también.
Los cuatro escenarios hasta aquí estudiados tienen en común el problema racial, la degenerada raza
colombiana era la causante del retraso en lo que respecta el progreso de Colombia. Los parámetros
para cambiar el destino de nuestro país, a mi juicio eran demasiado duros, la forma de concebir los
problemas eran primitivas, pues sin pensar en la mayoría carente de poder político, económico, los
consideraban como incivilizados, razón mayor para exterminarlos con las practicas eugenésicas.
Al implantar las prácticas eugenésicas, Colombia se estaba volviendo a como lo fue la Alemania
nazi, un país gobernado por tiranos, sus políticas de exterminio del más débil crearon discrepancia
entre ellos, el estado, y la nación.
Aunque las investigaciones realizadas por los intelectuales demostraron que el obstáculo que
impedía el progreso del país eran las enfermedades del pueblo, discrepo en sus argumentos, arguyo
por la mala relación existente entre la oligarquía y la nación, simplemente el pueblo no estaba de
acuerdo con sus dirigentes, por ello, el pueblo mismo se oponía al progreso de la nación.
Un pueblo que no quiera el bien para sí mismo es también considerado en estado de degeneración,
es decir, enfermo, esta enfermedad es de tipo psicológico, la falta de raciocinio conduce, en
palabras de degeneración, a la locura. No obstante, a tal punto de locura solo unos pocos individuos
fueron identificados con tales patologías, lo que hizo que su influencia no sea de nivel nacional,
sin embargo, sus repercusiones si dieron problemas en algunos ámbitos de lo social.
La primera mitad del siglo XX estuvo rodeado por el rechazo de las razas de otro color que no sea
el blanco, en este siglo el racismo estuvo presente en todos los argumentos de los dirigentes e
intelectuales; por una parte teníamos a la raza blanca como raza superior, desarrollado
integralmente, que en la historia global es caracterizado como los pueblos que siempre tuvieron el
poder, sometiendo a los demás bajo sus órdenes; por otra parte teníamos a la raza “inferior”, a todo
aquel individuo de diferente color que no sea el blanco, en especial a la raza negra, caracterizado
como esclavos, carentes de ideas propias, de autonomía, discernir la verdad por ellos mismos les
era imposible; todo lo anterior fueron características atribuidas por la “raza superior”.
Mi posición con respecto a la degenerada raza colombiana, arguyo que se debe a las elites
colombianas y mayormente al sistema esclavista, a esa forma de vida en donde se somete al de
escasas condiciones favorables. La libertad fue restringida para las poblaciones desfavorables,
entonces, no fue que ellos estaban degenerados, que su especie era incivilizada sino que,
simplemente no se les reconocían lo que después se les llamo derechos humanos, por cual no
podían desempeñarse en su totalidad, ello provocó atraso integral en su desarrollo.
Lo anterior no quiere decir que no existió una degeneración en el país, simplemente me opongo a
la conclusión de que las comunidades negras carecían de intelecto, de la idea de ser catalogados
como incivilizados y abogo a por un atraso como resultado de ser sometidos a ser esclavos.
Con los problemas identificados y las soluciones que se implementaron, Colombia empezó la etapa
de evolución social tomando como referente los países desarrollados, la misión es pues, lograr el
progreso total, pasar de ser un país viejo a ser uno modernizado. Sin embargo, aún no se ha logrado
el progreso anhelado, se ha sumado otros problemas que impiden el progreso del país colombiano,
con esto quiero decir que, así como el evolucionismo social de espeso a dar, de esa misma forma
trajo consigo otros retos aún más preocupantes.

Referencias
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