Cuando hablamos de liberación debemos analizar la opresión, para la académica

feminista Kimberlé Williams Crenshaw las diferentes formas de opresión que existen
en la sociedad no son independientes, si no que actúan de forma interrelacionada.
Esto crea un sistema de opresión, no es lo mismo ser pobre, que ser indígena,
discapacitado, extranjero, mujer, etc. Son distintas capas de opresión que se
presentan en una.

''El bien ético es el si-al-otro y, por lo tanto, es justicia; es cumplir la justicia y respetar
al Otro como otro, dejarlo ser'' -Enrique Dussel.

La teología de la liberación además de ser una estructura religiosa, es una ética,

busca liberarse de las ataduras de los opresores, enfocándose en la pobreza.
La teoría de la dependencia, ve un intercambio económico desigual en la producción
económica, la plusvalía no se produce en el intercambio compra y venta, si no en la
macro economía, por ejemplo, empresas que están en chile no son propiamente
chilenas, es decir, que el capital se va para el extranjero. Los oprimidos rinden culto
a los opresores.
Esto puede deberse al individualismo generado por el capitalismo, para hablar de esto
hay que referirse al momento social histórico, ya que el capitalismo nació de una
necesidad histórica, por lo tanto, para llevarlo al momento actual en contexto de la
teología de la liberación. El extremo desarrollo de la técnica capitalista y los medios
de información te hacen creer que siempre tienes la razón y que todo se tiene que
pensar desde sí mismo para sí mismo, no todos piensan en el otro, se olvida el otro
(otredad), creando una sociedad individualista y egoísta. La teología de la liberación
hace una crítica a esto.
Por lo tanto, la teología de la liberación busca sacar la condición de oprimido al pobre.
El gran rescate de los grupos religioso es su idea de comunidad, su pacto económico
es de otra manera, la ayuda a otros, etc. Recurriendo a luchas sociales para los
desprotegidos.