La psicología de la Gestalt aclaró viejos problemas psicológicos y señaló el camino a
otros nuevos. Ya que rechazó la artificialidad del análisis psicológico tradicional y
comenzó a promover el interés por problemas más cercanos a la experiencia cotidiana. Introdujo las postimágenes y el movimiento aparente. Y aunque muchos de los psicólogos norteamericanos creyeron que la psicología de la Gestalt rechazaba todo tipo de análisis, gracias al libro de Köhler (1947) (pág. 168) señaló que la psicología de la Gestalt no rechaza el análisis en forma general. Desde el punto de vista de J. J. Gibson los sentidos existen para obtener información y han ido evolucionando como sistemas eficaces para prestar esta función. Y para que el organismo funcione a lo largo de un término razonable de vida, se lo debe construir de modo tal que se concentre en las invariables y estas invariantes resultan ser propiedades relacionales, bastantes complejas, de los todos. Es decir, la definición eficaz del estímulo debe ser la definición molar del estímulo.