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Curso análisis y diseño de presa de tierra

Cimentación y construcción de presas


Cimentación de estructuras hidráulicas
Introducción
Para efectos del presente trabajo, se está entendiendo por “estructura
hidráulica”, aquella que por su ubicación o por el propósito que tenga debe
estar en contacto permanente con el agua.
Siendo tan amplio el aspecto que comprende a este tipo de estructuras,
deberemos por razones obvias en el presente caso, resumirlo a tan solo dos
entre las más importantes: Bocatomas y Presas.
Aunque el enfoque dado al presente trabajo se circunscribe al diseño de
funciones, se hará sin embargo algunos comentarios a los aspectos
constructivos de las mismas.
1.0 GENERALIDADES

Por simplicidad, se enmarcara el problema dentro de las dos siguientes


posibilidades de ocurrencia, en forma independiente una de la otra:
cimentación en terreno suelto o cimentación en roca, porque la situación
intermedia tendrá un tratamiento mixto fácil de imaginar. De otro lado cuando el
basamento rocoso se encuentre tan próximo a la superficie que lo
recomendable sea eliminar el material de cobertura para apoyar la estructura
directamente sobre roca, se estará cambiando la primera situación por la
segunda.
Las investigaciones que se deben llevar a cabo para la evaluación de cualquier
fundación se hacen en etapas progresivas:
A) Las puramente descriptivas de la condición geológica e hidrogeológica
del sitio de implantación de la estructura que nos permitan conocer la
distribución, naturaleza y estado en que se encuentra el terreno en el cual
habrá que cimentarla, trátese de suelo o de roca. En el caso deberá además,
incluir su tectonismo, discontinuidades, caminos de filtración, etc.
Cualquiera que sea finalmente el terreno de fundación encontrado, se
determinara también, el nivel freático así como su condición de permeabilidad
cualitativamente analizada.

Para poder llegar a este conocimiento deberá recurrirse a levantamientos


geológicos de superficie y a algunos procedimientos de investigación
subsuperficial por medio de calicatas, sondeos, trincheras o socavones que
incluso podrán también estar apoyados en trabajos geofísicos.
B) Las que ya conllevan un primer grado de cuantificación tanto a partir de
ensayos “in situ” u otro tipo de investigación, como es el caso del análisis de los
testigos obtenidos en los sondeos o aquellas investigaciones que permitan
determinar las densidades naturales de los suelos, RQD de la roca, velocidad
de ondas sísmicas, etc.
C) Las que corresponden a las investigaciones geotécnicas, que permitirán
encontrar los parámetros de diseño tales como módulo de elasticidad e índice
de Poisson para rocas, cohesión y ángulo de fricción interna de todos los
materiales y su permeabilidad, etc. a partir de ensayos “in situ” o de laboratorio.

A continuación se tratara con más detalle cada una de estas etapas.


2.0 INVESTIGACIONES GEOLOGICAS

De todos los métodos de investigación de cimentaciones, los levantamientos


geológicos de superficie son largamente los que proporcionan la mayor
información a menor costo. Antiguamente fue la única información que se
utilizó en el diseño de cimentaciones.

Hoy día constituye el primer paso de todo estudio de cimentación de


estructuras hidráulicas que permitirán al geólogo en un segundo paso, planear
y luego llevar a cabo conjuntamente con otros especialistas (geofísico,
sismólogo, experto en mecánica de suelos y de roca) la realización de las
investigaciones de los sitios más convenientes para finalmente en un tercer
paso, trabajar en equipo en la interpretación de los resultados obtenidos.
Además del levantamiento geológico general del área involucrada por la
estructura en estudio, serán necesarios otros levantamientos geológicos más
localizados, como el del sitio de la obra y el del área del embalse. Porque si
bien es cierto que los levantamientos geológicos del sitio de implantación de la
bocatoma o presa a escala conveniente, pueden ser suficientes para el caso de
la bocatoma, sin embargo deberán ser complementados con el levantamiento
geológico del vaso a escala menor, en el caso del estudio de una presa de
embalse.

Aunque continua siendo una herramienta útil para la confección de los planos
geológicos la fotointerpretación de pares estereoscópicos de los vuelos
realizados para los levantamientos aerofotogramétricos de la zona,
actualmente se recurre a nuevos procedimientos, como las fotografías
utilizando rayos infrarojos o a imágenes por satélite, los cuales permiten
reconocer los plegamientos tectónicos y otros fenómenos geológicos muy útiles
para los consiguientes estudios sísmicos.

En efecto, partiendo de los detalles sismo-tectónicos, concordando la


proximidad o lejanía de las fallas o placas del sistema, con el registro histórico
de sismos en la zona, será posible efectuar un buen estudio sísmico de la zona
de ubicación de la estructura y su correspondiente riesgo sísmico.

Todo lo dicho es aplicable tanto a estructuras hidráulicas que estén cimentadas


en terrenos sueltos como que lo estén directamente sobre roca.
3.0 INVESTIGACIONES GEOFISICAS
Estas investigaciones son de rápida ejecución y de relativo bajo costo, cuando
se trata de pequeñas áreas a estudiar.

Los parámetros geotécnicos posibles de obtener por correlación a partir de las


investigaciones geofísicas, necesitan ser calibrados en sondeos o calicatas
ejecutados con ese fin. Existen varios métodos geofísicos que se aplican según
sea lo que se pretenda buscar y que fueran ampliamente tratados en el tema
exploración de suelos desarrollado en la primera parte de este seminario.

Sin embargo ahora diremos como resumen lo siguiente:


Los perfiles de resistividad geoeléctrica permiten definir el tipo de suelo
atravesado con la onda, el nivel freático, fallas, cavernas, canales de filtración
de agua, porosidad y permeabilidad de los suelos.

Con las mediciones de velocidad de onda del método de refracción sísmica,


pueden detectarse la profundidad de alteración de la roca, así como la
localización y orientación de las fallas o de los canales de filtración.

El método gravimétrico es especialmente útil para detectar vacíos en la roca


como las cavidades kársticas en calizas rellenas de arcilla o agua.
4.0 INVESTIGACIONES DEL SUBSUELO
Son las que se realizan en profundidad, recurriendo a sondeos mecánicos o a
calicatas excavadas a mano.

Los sondeos pueden ser realizados tanto en material suelto como en roca y en
cualquier de los dos casos permiten:

- La extracción de testigos de roca o muestras alteradas o inalteradas de


suelo, para ensayos de laboratorio y su clasificación.
- Insertar implementos especiales para la observación directa del
subsuelo tales como: cámaras fotográficas o de TV, dilatómetros y en general
diferentes instrumentos que permitan por ejemplo, la identificación de los
suelos o midan la orientación de las discontinuidades de la roca, etc.
- Insertar implementos para la investigación indirecta del subsuelo en el
caso de sondeos de calibración geofísica.
- Ensayos “in situ” de permeabilidad (Lugeon en roca y Lefranc o de
bombeo en suelo) así como para la determinación de: la deformabilidad y la
absorción de lechada en roca; la deformabilidad y resistencia al corte en suelo;
etc. igualmente la determinación del nivel freático en cualquiera de los dos
caso.

Aunque también en la primera parte de este seminario, se dio cuenta de los


métodos de investigación directa de los suelos con excavaciones a mano
(calicatas) y sondeos, en esta oportunidad daremos cuenta de los aspectos no
analizados anteriormente.
4.1 CIMENTACIONES EN ROCA
4.1.1 Metodología de la exploración: La perforación en los sondeos será
diamantina, con muestreo continuo. Está indicada la introducción de barriles
dobles o triples para mejorar la extracción de testigos en rocas friables y/o
blandas, así como para una mayor recuperación de testigo cuando la roca este
altamente fracturada. Se especifica igualmente realizar perforaciones Nx o de
diámetro mayor para garantizar una mejor recuperación de testigos, así como
para tener la mejor recuperación de testigos, así como para tener la posibilidad
de introducir implementos especiales de observaciones o para realización de
ensayos “in situ” especiales.

La perforación por métodos destructivos (percusión o rotativa con broca triple


cono, etc.) solo estará indicada cuando extracción de testigos completos no
sea necesaria porque se procederá a la inspección del sondeo con cámaras
fotográficas o de TV complementada con la realización de ensayos “in situ”. Por
ser más rápida y barata es la que se recomienda en este caso.

Para llevar a cabo los ensayos “in situ” mencionados muchas veces se requiere
además, de la excavación de trincheras, pozos abiertos o socavones, según
sea la profundidad en que se encuentra la formación rocosa a investigar.

Cuando se trata de evaluar la deformabilidad de la roca al margen de ensayos


complicados y costoso realizados con equipos especiales, el módulo de
deformación puede encontrarse de una manera simple y muy aproximada a
partir del módulo de elasticidad en testigos sanos del sondeo, obtenido en la
maquina triaxial, o a partir del módulo dinámico de la masa rocosa obtenido por
métodos geosísmicos. En estos casos la determinación del módulo de
deformación se hará por aplicación del correspondiente factor de reducción que
dependerá de la calidad de la roca, obtenido previamente en otros ensayos “in
situ” a gran escala en la misma roca.

La resistencia y la estabilidad de las deformaciones rocosas se determinan por


la resistencia al corte de las discontinuidades geológicas de la roca y del grado
que ellas tienen. Es decir, que dependerán de la frecuencia con que estas
discontinuidades se presentan, de su extensión y de los intervalos con que son
interrumpidas por otras fracturas. Esta resistencia es obtenida por medio de
ensayos de corte “in situ”.

Como la resistencia al corte depende a su vez, del tipo y origen de la


discontinuidad, su rugosidad y profundidad de la alteración, así como la
naturaleza del material de relleno que pueda tener, los gráficos Esfuerzo-
Desplazamiento variaran de acuerdo a estas condiciones, en los cuales sin
embargo existirá una clara diferencia entre el pico inicial de la resistencia al
corte con la resistencia residual final. Es conveniente optar conservativamente
por el ángulo de fricción residual de la roca en los análisis de estabilidad a largo
plazo y de seguridad de la falla progresiva.

Sin embargo, si fuera posible contar con muestras representativas del macizo
rocoso de tamaño suficiente, estas determinaciones de esfuerzo y
desplazamiento, podrán hacerse en el laboratorio.

Es bueno aclarar que los esfuerzos residuales de la roca son muy raras veces
medios “in situ” para estudios de fundación de presas y bocatomas. Cuando
ello sea imprescindible estas mediciones se harán dentro de los sondeos
llevados a cabo desde la superficie o en varias direcciones desde galerías por
medio de equipos especiales (strain gauge rosettes, doorstipper strain cells,
borehole deformeters, etc.)
4.1.2 Ensayos de Absorción de Agua a Presión: Las pruebas estándar de
medición de la permeabilidad que más se usan en los sondeos en roca, son los
llamados ensayos Lugeon, donde se le mide en unidades del mismo nombre y
que significa lo siguiente: un lugeon es la absorción de un litro de agua por
minuto en un metro de longitud de perforación a 10 kg/cm2 de presión
manométrica. Este ensayo se realiza generalmente en tramos de 5m de
longitud, sea al avance de los trabajos de perforación usando un solo obturador
(packer) o sea en retroceso después de haberse terminado la perforación del
sondeo, usando para el efecto doble obturador. La figura siguiente explica
esquemáticamente el procedimiento de ejecución del ensayo Lugeon tanto al
avance como en retroceso.

A – Ensayo Lugeon al avance

B – Ensayo Lugeon en retroceso


Cuando la prueba Lugeon se ejecuta avanzando la perforación, utilizando un
solo packer se recomienda hacerlo para tramos de 5m de longitud y siempre y
cuando el valor RQD de la roca sea superior al 70%. Después de establecido el
caudal por lo menos durante 5 o 10 minutos, se iniciara el ciclo de prueba con
presiones primero crecientes y después decrecientes, medidas en el
manómetro. Se utilizara siempre cinco valores de presión en el siguiente orden:

Presión en el manómetro en kg/cm2: 0.05 – 0.1 – 0.2 – 0.1 – 0.05 por cada
metro de profundidad del empaque medidos desde la superficie del terreno.

Para cada una de la presiones del ciclo de prueba se esperara la estabilización


del flujo hasta que llegue a un valor constante, valor que se mantendrá por 10
minutos, antes de pasar al otro valor de presión establecido en el ciclo. Se
reportaran los siguientes datos:

 Profundidad del tramo de prueba.


 Diámetro de la perforación y de la tubería.
 Presiones en el manómetro y los correspondientes caudales constantes.

La unidad Lugeon se evaluará con la siguiente fórmula:


10 Q
𝐿=
Dp
Donde:

L = En litros por minuto y por metro


p = Presión medida en el manómetro, kg/cm2
Q = Caudal correspondiente a cada presión en 1/min
D = Longitud del tramo ensayado en metros (= 5m)

Se ha intentado también una correlación confiable entre las unidades Lugeon


con el coeficiente de permeabilidad K de Darcy, la cual por depender del tipo
de roca (blanda o dura) y su deformabilidad, como de la presencia de fracturas
y su densidad y asimismo, de la presión manométrica del ensayo que
distorsiona aún más equivalencia entre ambas para sus valores más altos (de 5
a 10 kg/cm2). Por lo tanto el valor más razonable encontrado por los
investigadores es el de aproximadamente 1.3 x 10 -5 cm/seg por cada unidad
Lugeon. Se da a continuación un gráfico donde puede apreciarse las
correlaciones encontradas por distintas investigaciones para valores de
coeficiente de permeabilidad y unidades Lugeon obtenidas a 10 kg/cm2 de
presión manométrica.

Permeabilidad (k) versus absorción (LU)

Los gráficos Consumo de Agua vs. Presión Manométrica obtenidos de los


ensayos Lugeon, permiten determinar la naturaleza del flujo, así como
interpretar si se produce en la roca del tramo en prueba: deformación elástica,
ruptura o erosión del relleno de las fracturas y colmatación de las fracturas
abiertas.
Ensayos Lugeon Interpretación de Resultados

(Q) Caudal de consumo


(p) Presión manométrica
(A) Flujo laminar
(B) Flujo turbulento
(C) Deformación elástica
(D) Ruptura o erosión del material de relleno
(E) Colmatación de vacíos

Los gráficos D y E que muestran diferencias en los caudales de consumo de


agua durante el ensayo según se trate de aumento o descensos de la presión
manométrica, están indicando que en un caso se trata de colmatación con
sedimentos y en el otro de limpieza de los poros o diaclasas rellenas, que
habrán de producirse al disminuir o al aumentar la velocidad de la circulación
del agua por ellos.

El hecho de que los macizos rocosos deben su permeabilidad principalmente a


las diaclasas y fisuras, hace que el problema de la determinación “in situ” de la
permeabilidad sea muy errático y a veces carente de sentido. De hecho, el
agua que puede filtrarse a través de una formación roca impermeable con
diaclasas horizontales de o.1 mm de abertura y 1 m de separación es la misma
que se puede filtrar a través de un macizo poroso homogéneo con un
coeficiente de permeabilidad K = 0.8 x 10-4 cm/seg.
4.1.3 Ensayos de Absorción de lechadas: Los ensayos Lugeon como criterio
para decidir la cantidad de lechada que pudiera requerir una fundación rocosa
para un conveniente tratamiento de consolidación y/o de impermeabilización de
la misma, fueron usados desde 1930 y se basaron simplemente en la relación
entre carga de agua en el reservorio con la presión manométrica del ensayo
Lugeon, sin tener en cuenta para nada, las propiedades de la roca ni los
sistemas y orientación de fisuras. Es así como se estableció que macizos
rocosos con menos de 2-3 lugeons de absorción de agua no requerían
tratamiento con inyecciones de lechada en el caso de las presas en arco, e
igualmente, que basamentos rocosos con hasta 5 lugeons de absorción de
agua no requerían tratamiento de impermeabilización en el caso de presas de
materiales sueltos con un amplio apoyo del núcleo sobre la roca de fundación.

Criterios de inyección a partir de ensayo Lugeon, según Heitfeld

(Q) Consumo de agua


(p) Presión manométrica
(H) Carga de agua
(A) Necesidad de inyección de lechada en roca soluble
(B) No requiere inyección de lechada

La experiencia adquirida ha permitido recientemente que sea posible


establecer mejores criterios en el aprovechamiento de los ensayos Lugeon
realizados en fundaciones rocosas, para pronosticar de manera más confiable
la necesidad que ellas pudieran tener, de tratamiento con inyecciones de
lechada para su impermeabilización. Estos pueden resumirse como sigue:

 Absorciones de agua menores de 3 – 5 lugeons, indican que la roca de


fundación no requiere de inyecciones de impermeabilización.
 Absorciones de agua mayores de 30 lugeons, indican que la
impermeabilización de la roca de fundación puede ser alcanzada
satisfactoriamente por medio de inyecciones de lechada.
 Absorciones entre 5 y 30 lugeons, indican que el tratamiento de la roca
de fundación por medio de inyecciones de lechada puede resultar cuestionable
y entonces en este caso, se necesitara de ensayos complementarios de
inyecciones de lechada en la fase de estudio, para poder discernir mejor el tipo
de tratamiento que el basamento rocos podrá requerir.

Las consideraciones que entonces habrán de tomarse en cuenta, para el caso


de las absorciones de agua comprendidas entre 5 y 30 lugeons, serán las
siguientes.
El flujo laminar y la deformación elástica de la roca de fundación (curvas A y C
de la Figura Nº 3) se identifican por ensayos Lugeon y la toma de lechada se
determina por ensayos de inyecciones. Si esta toma de lechada es menor de
30 kg/m de perforación, el efecto de las inyecciones resultará insignificante
para mejorar la impermeabilización de la roca. De otro lado y por lo general, el
flujo laminar y la deformación elástica de la roca a alta presión manométrica es
indicativa de que la roca tomará muy poca lechada.

En el caso de flujo turbulento, se requerirá de estudios adicionales para evaluar


la capacidad de toma de lechada por la roca, tales como de abertura y
orientación de fisuras o fracturas y de curvas de flujo (B de Figura Nº 3)
obtenidas en ensayos de absorción de agua a presiones manométricas
moderada (no más de 5 kg/cm2). Porque los ensayos de inyección de lechada
pueden resultar indicando que la capacidad de toma de lechada por el
basamento rocoso resultará inefectiva cuando la toma en el ensayo no llega a
pasar de 30 kg de mezcla/m perforación.
En los casos de erosión del relleno o de colmatación de fracturas de la roca,
mostradas por las curva y E de la Figura Nº 3 es preferible realizar ensayos
de absorción de agua a presión que no sobrepase 5 kg/cm 2 en lugar de los
ensayos Lugeon a 10 kg/ porque de esta manera los ensayos de inyección
lechada realizados a continuación también presiones manométricas
moderadas, podrán ser confiables en la determinación de la capacidad toma
de lechada por la roca.

4.1. 4 La Mecánica de Rocas en Estudios de Fundación:

Es muy útil asimismo, clasificar los macizos rocosos especialmente cuando,


están fisurados, siguiendo cualquiera de los procedimientos siguientes :

 Clasificación de Terzaghi para cualquier macizo rocoso.

 Clasificación de Stini y Lauffer también para cualquier macizo rocoso.

 La del Indice de calidad de la roca según Deere (RQD)

 Clasificación del Consejo de Africa del Sur para la Invetigación Científica


Industrial (CSIR) aplicable a macizos rocosos fisurados, conocida
también como de Bieniawski.

 Clasificación del Instituto de Geotécnica de Noruega (NGI) propuesta por


Barton también para macizos rocosos fisurados.

De estas cinco (5) clasificaciones de roca las de RQD de Deere y la CSIR de


Bieniawski pueden ser aplicadas para estudios de cimentación de estructuras
importantes (v.g. Presas altas),porque en realidad todas ellas están orientadas
más bien al diseño de soportes y revestimiento de túneles.

Se da a continuación una descripción resumida de ambas clasificaciones.

E 1964 Deere propuso un índice cuantitativo de la calidad de la roca basada en


la recuperación de testigos con perforación diamantina. Se llma el Sistema del
Indice de Calidad de la Roca (Rock Quality Designation -RQD). Se ha usado en
todas partes y se ha comprobado que es muy útil en la clasificación de los
macizos rocoso.

El RQD se define como el porcentaje de núcleos que se recuperan en piezas


enteras de 100 mm o más, en el largo total de perforación. Por lo tanto :

RQD(%) = 100 x Longitud de los núcleos mayores de 100 mm


largo de la perforación

Está normalizada la obtención del RQD en núcleos de testigos de cuando


menos 50 mm de diámetro, recuperados con doble barril. El valor RQD se da
para tramos de perforción de cuando menos 2 m de longitud. Esta operación es
sencilla y rápida, y se ejecuta conjuntamente con el registro geológico del
sondeo.
Deere propuso la siguiente relación entre el valor numérico RQD y la calidad de
la roca para uso del ingeniero:

RQD Calidad de roca


hasta 25% Muy mala
25-50% Mala
50-75% Regular
75-90% Buena
90-100% Muy buena

Sin embargo, el criterio de Deere tiene limitaciones en el caso de que la roca


tenga fracturas con relleno de arcilla o de material meteorizado, porque
reducen su resistencia a la fricción a lo largo de los planos de fractura. Esto
genera una roca inestable aunque las fisuras estén muy separadas una
de la otra y el valor del RQD sea alto.

Aparte de esta limitación la relación propuesta por Deere no toma en cuenta


otros factores como por ejemplo la orientación de las juntas, lo que también
tiene su importancia para el comportamiento de la roca de fundación. En
consecuencia, sin quererle restar méritos como método rápido y económico
para dar indicios, también es cierto que no provee información adecuada sobre
el comportamiento de la roca en una excavación.

Por eso Brekke y Howard señalaron que es importante y a veces más aún,
clasificar las discontinuidades según su naturaleza, que indicar sus parámetros
dentro de una escala. Es así que estudiaron siete grupos de relleno en
discontinuidades que tienen una influencia importante sobre el comportamiento
de la roca que los contenga. Aunque su lista no constituye verdaderamente una
clasificación de rocas, se incluye a continuación por las implicancias nefastas
que puede acarrear su desconocimiento en el diseño de una excavación.

1. Las grietas, las fisuras y a veces las fallas menores pueden sellarse
gracias a la precipitación de soluciones de cuarzo o de calcita. En este
caso, la discontinuidad puede quedar "soldada". Estas discontinuidades,
sin embargo, pueden volverse a romper formando nuevas superficies.
También hay la posibilidad que el cuarzo o calcita en una discontinuidad
no la suelde.

2. Discontinuidades limpias, o sea sin relleno. En profundidad se pueden


encontrar muchas fisuras o fracturas de este tipo. Sin embargo, cerca
de la superficie habrá que cuidarse de no confundir. discontinuidades *
limpias con discontinuidades "vacias" de donde el relleno ha sido lavado
por el agua de la lluvia.

3. Los rellenos de calcita, pueden disolverse durante el tiempo de vida de


la obra. Con esta disolución disminuye su resistencia. Éste es un
problema de estabilidad a largo plazo. Los rellenos de yeso pueden
comportarse de la misma forma.

4. Los recubrimientos o rellenos de clorita, talco o grafito lubrican las juntas


sobre todo cuando están húmedas.
5. La arcilla inerte en juntas y fallas representa desde luego un material
muy débil que puede quedar comprimido o lavado.

6. Las arcillas expansivas pueden causar serios problemas sea por. la


expansión libre con pérdida de resistencia o por la alta presión
expansiva que puede desarrollar cuando están confinadas.

7. Un material que por alteración se ha convertido en otro material menos


cohesivo, puede fluir e irrumpir inmediatamente después de la
excavación.

Según el comentario anterior, no existe una clasificación sencilla que pueda dar
idea clara del comportamiento complejo de la roca que rodea una excavación.
Por lo tanto, puede ser necesaria alguna combinación de los factores como el
RQD, la acción de rellenos arcillosos, la meteorización de la roca, etc.
Bieniawski propuso una clasificación de este tipo y aconseja que toda
clasificación de macizos rocosos fisurados debe cumplir con lo siguiente:

1. Dividir el macizo en grupos de comportamiento semejante.


2. Proporcionar una buena base para entender las características del
macizo.
3. Facilitar el diseño de estructuras cimentadas sobre roca proporcionando
datos cuantitativos que permitan la solución de problemas de ingeniería,
y
4. Proporcionar una base común de comunicación a todas las personas
interesadas en problemas de geomecánica.

Para cumplir con estos requisitos, Bieniawski propuso que su "Clasificación


Geomecánica" comprendiera los siguientes parámetros:
1. Resistencia de la roca inalterada, a partir de la clasificación de la
resistencia a la comprensión uniaxial de la roca que proponen Deere y
Miller.
2. Indice de calidad de la roca "según" Deere (RQD).
3. Espaciamiento de fisuras, entendiéndose por fisura a toda clase de
discontinuidades, incluyendo fallas, planos de estratificación y otros
planos de debilidad. Para ello se utiliza la clasificación propuesta por
Deere.
4. El estado de las fisuras. Este parámetro toma en cuenta la separación
o abertura de las figuras, continuidad, la rugosidad de su superficie, el
estado de las paredes (duras ó blandas) y la presencia de relleno en las
fisuras.
5. Condiciones del agua subterránea. Se intento de esta manera medir la
influencia del flujo de aguas subterráneas sobre la estabilidad de
excavaciones en términos del caudal observado que penetra en la
excavación y de la relación que existe entre la presión del agua en las
fisuras y el esfuerzo principal generado.

Por consiguiente, la clasificación geomecánica CSIR de macizos de roca


fisurada quedará circunscrita a los pasos A B y C siguientes

A. Clasificación de los parámetros y su evaluación

Parámetro Escalas de valores

Para esta escala tan baja se prefiere


Resistenc Índice de la
> 8 MPa 4-8 MPa 2-4 MPa 1-2 MPa la prueba de la resistencia a la comp.
ia de la carga de punta
uniaxial.
1 roca
inalterada Resistencia a
> 200 MPa 100-200 MPa 50-100 MPa 25-50 MPa 10-25 Mpa 3-10 PMa 1-3 MPa
comp. uniaxial
Valuación 15 12 7 4 2 1 0
Calidad de corazones
90%-100% 75%-90% 50%-75% 25%-50% <25%
2 exploración RQD
Valuación 20 17 13 8 3
Espacimiento de juntas >3m 1-3 m 0.3-1 m 50-300 mm < 50 mm
3
Valuación 30 25 20 10 5
Superficies muy
Superficies algo Superficies Superficies pulidas
rugosas, sin Relleno blando > 5 mm
rugosas, algo rugosas. o relleno < 5 mm
continuidad, sin o
Estado de las fisuras separación < 1 Separación < Esp. o fisuras
4 separación. Fisuras abiertas > 5 mm
mm paredes de 1 mm paredes abiertas 1-5 mm
Paredes de roca Fisuras continuas
roca dura de roca suave fisuras continuas
dura.
Valuación 25 20 12 6 0

Cantidad por 10 m de túnel Ninguna < 25 litros/min 25-125 litros/min > 125 litros/min

Presión de
Aguas agua en la
5 subterráneas fisura
Relación Cero 0.0-0.2 0.2-0.5 >0.5
Esfuerzo
principal
mayor
Sólo húmedo (agua de Ligera presión de
Situación general Totalmente seco Serios problemas de agua
intersticios) agua
Valuación 10 7 4 0
B. Ajuste en la valuación por orientación de fisuras.

Orientación de rumbo y Muy Favorable Regular Desfavorable Muy


echado de las fisuras favorable desfavorable
Túneles 0 -2 -5 -10 -12
Valuación Cimentaciones 0 -2 -7 -15 -25
Taludes 0 -5 -25 -50 -60

C. Clasificación de rocas según el total de valuación y sus correspondientes


parámetros de resistencia.

Valuación 100-81 80-61 60-41 40-21 < 20


Clasificación Nº I II III IV V
Roca muy
Descripción Muy buena roca Buena roca Roca regular Roca mala
mala
Cohesión de la
roca ángulo de >300 Kg. Pa 200-300 Kg. Pa 150-200 Kg. Pa 100-150 Kg. Pa <100 Kg. Pa
fricción de la >45° 40°-45° 35°-40° 30°-35° <30°
roca

4. 1. 5 Auscultación en la fundación de Grandes Obras Hidráulicas:


Hasta este momento nos hemos referido a los métodos de investigación de la
cimentación rocosa para grandes obras hidráulicas, que deben realizarse
previamente al diseño de las mismas. Sin embargo, es conveniente mencionar
que la investigación de dicha cimentación .debe aún continuar una vez de
puesta en servicio la obra, con la auscultación de su comportamiento por medio
de la instrumentación que para el efecto deberá instalarse durante la etapa de
construcción, a fin de poder hacer factible el llamado "back analysis" como
procedimiento de diseño.

Haciendo un resumen de los principales controles que normalmente deben


realizarse para conocer el comportamiento del basamento rocoso en el cual ha
sido cimentada una presa alta, puede decirse lo siguiente:

 El control geodésico para determinar los movimientos que puedan


producirse en cualquiera de los tres ejes coordenados por medio de la
triangulación y la nivelación respectivas. Este control geodésico por la
forma como se realiza, también es válido para el control de presas de
materiales sueltos cimentadas en suelos.

 Un control que si es especifico para la auscultación de mov. en


cimentaciones rocosas es el péndulo invertido.

 Para proporcionar información sobre las deformaciones que pudieran


producirse en el basamento rocoso, e incluso para detectar las zonas de
cizallamiento que pudieran existir, se utiliza los clinómetros.

 El control de los movimientos autógenos del macizo rocoso se hace por


medio de sismógrafos de alta sensibilidad que permitan detectarlos
mediante los llamados "registros microsísmicos".

 La auscultación hidráulica para detectar la menor modificación interna de


la cimentación rocosa cuando existe agua freática, se realiza mediante
piezómetros.

4.2 CIMENTACIONES EN SUELO

4.2.1 Metodología de Exploración:


Las propiedades físicas, mecánicas e hidráulicas de los suelos que habrán de
sustentar una obra hidráulica importante, (Bocatoma y/o Presas), deberán ser
estudiadas mediante investigaciones directas en calicatas y sondeos con
ensayos "in situ" o los correspondientes muestreos para las pruebas de
laboratorio necesarias.

Normalmente los ensayos "in situ" que se realizan con este fin son:
 Densidades Naturales
 Permeabilidades
 Capacidad de Soporte del Suelo
 Resistencia al esfuerzo cortante, etc.
Últimamente se han hecho muchas innovaciones tanto en los procedimientos
como en el equipo utilizado en los ensayos "in situ" mencionados, de los cuales
los principales pueden ser:

 Permeámetros autoperforantes (self-boring permeameters).

 Dilatómetros planos (flat dilatometers) para obtener información sobre


consistencia del suelo y granulometría predominante del mismo.

 Penetrómetros electrónicos de cono (electronic cone penetrometers)


para llevar el record continuo de la resistencia a la penetración y a la
fricción del suelo.

 Equipos de corte que obtienen la envolvente de falla bajo condiciones de


drenaje libre. Asi como aquellos equipos realizar los llamados ensayos
de fractura hidráulica.

 Presiometros autoperforantes (self-boring pressure-meters) que


proporcionan también información sobre la resistencia al corte y
compresibilidad del suelo.

La tendencia moderna es obtener la mayor información posible de los suelos


donde se cimentarán las estructuras, directamente en el sitio, dejando para el
laboratorio aquellas determinaciones que dependan del factor “tiempo" o en las
que no sea imprescindible que las muestras obtenidas sean garantizadamente
inalteradas. Una rama de la Geotécnia denominada Ingeniería Experimental de
Suelos que ha venido tomando auge desde 1983, ha establecido el siguiente
enfoque moderno en la investigación de los suelos.

En el laboratorio cuando se trate de:


 Determinar la carga de preconsolidación del suelo

 Obtener las características de la resistencia a la deformación bajo un


estado general de esfuerzos.

 Establecer el efecto del tiempo.

 Con ensayos "in situ" cuando se trate de:

 Obviamente, conocer el perfil estratigráfico del terreno

 La evaluación del estado inicial de esfuerzos, especialmente el esfuerzo


lateral "in situ" de los suelos.

 La evaluación de la dureza del suelo y en particular para obtener los


parámetros de deformabilidad bajo condiciones de libre drenaje.

 Evaluación de las condiciones de flujo de agua y de las características


de consolidación del suelo.

C.P. Wroth en la Conferencia Rankine del 13 de Marzo de 1984, hace la


interpretación de estos ensayos "in situ" en un trabajo publicado en la
revista Geotechnique de Diciembre de 1984, que facilita al ingeniero geotécnico
la toma de decisión sobre cuando debe optar por las mediciones directas de
algunas propiedades del suelo en lugar de hacerlo en el laboratorio a partir de
muestras inalteradas o cuando debe proceder a la inversa.

De otro lado, en la Primera Parte de este Seminario dentro del tema


Exploración de Suelos, se han tratado con algún detalle los procedimientos
tradicionales de exploración de suelos como el ensayo de placa, el de
Penetración Standard (SPT), el de la veleta, etc. al igual que los muestreos no
disturbados en calicatas o por medio de implementos especiales en sondeos
(v.g. Shelby tube).

Por lo tanto, en la presente oportunidad se aclararán algunos conceptos


tratados brevemente en la Primera Parte del Seminario, dedicándole más bien
la mayor atención a puntos importantes de la exploración de suelos
mencionados al inicio del punto 4.0 (Investigaciones del Subsuelo).

4. 2. 2 Ensayos de Permeabilidad "in situ":

La prueba Lefranc permite determinar la permeabilidad local de suelos y rocas


muy fracturadas localizados por debajo del nivel freático, y consiste en inyectar
agua a una perforación con una carga hidráulica pequeña y medir el gasto
correspondiente; la carga hidráulica puede ser constante o variable según el
tipo de suelo; en general en suelos permeables (k mayor que 10 -4 cm/seg)
como arenas y gravas la prueba se hace a carga constante y en suelos poco
permeables (k menor que 10-4 cm/seg) como arenas finas, limos y arcillas se
hace la prueba con carga variable.

El equipo necesario para la prueba se muestra en la Figura Nº 5 y consta de :


a) Un tanque para suministrar un gasto constante
b) Un tanque de volumen conocido para medir el gasto
c) Tubería de conducción
d) Una sonda eléctrica para determinar la posición del nivel del agua
e) Ademe Metálico Nx en caso de no haberse usado en la perforación, y
f) Un cono con una válvula de tres vías que permite el paso del agua a la
conducción y la medición del gasto usando el tanque de volumen
conocido.
********
Figura Nº 5

Disposición del Equipo para la Prueba Lefranc de Inyección con carga


constante. ************
Una vez instalado el equipo se sube el ademe a una distancia L del fondo de la
perforación. Esta distancia será cero para obtener la permeabilidad vertical y 40
cm para obtener la permeabilidad horizontal, luego se mide la profundidad del
nivel freático (Ho) respecto a la parte superior del ademe.

En la prueba de permeabilidad a carga constante se llena el tanque y se abre la


válvula de aguja y la de tres vías para introducir un gasto constante en la
perforación; se mide con la sonda eléctrica la variación del nivel del agua en la
perforación (Hi) con el tiempo respecto a la parte superior del ademe y se anota
en la hoja de registro, cuando se haya estabilizado el nivel por 10 minutos se
tendrá el valor de la profundidad (Hi) para el gasto (qi) que se mide haciendo
pasar el agua al recipiente de volumen conocido (V) y tomando el tiempo (t)
que tarda en llenarse. Estos datos se anotan también en el registro.

Una vez medido el gasto se hace pasar el agua nuevamente a la perforación


mediante la válvula de tres vías y se abre más la válvula de aguja para
incrementar el gasto. Se hacen varias pruebas, generalmente cuatro,
que se pueden realizar en unas dos horas.

La permeabilidad a carga variable debería hacerse por extracción de agua por


bombeo hasta un nivel dado y medir el tiempo que demora en recuperarse el
nivel freático. Sin embargo, se acostumbra hacerlo también por inyección,
llenando el ademe con agua hasta la superficie y midiendo el tiempo y las
alturas que va alcanzando antes de recuperar su nivel.
La interpretación de esta prueba se hace basándose en la Ley de Darcy para
las condiciones de flujo y de frontera correspondientes.

En la prueba de carga constante se obtiene la gráfica cargas-gastos. Las


cargas (hi) se calculan con la expresión:

hi = Ho - Hi

Donde:

hi = Carga hidráulica para un gasto qi, en metros


Ho = Posición inicial del nivel freático respecto a la parte superior del ademe, en
metros
Hi = Posición estable del nivel de agua dentro del ademe para un gasto qi, en
metros

y el gasto correspondiente para la profundidad estable Hi se calcula con :

qi = V
ti

q1 = Gasto constante para la profundidad estable Hi, en m3/seg.


V = Volumen del recipiente, en m3
ti = tiempo que éste tarda en llenarse, en segundo

Del gráfico de Figura Nº 6 se puede determinar la permeabilidad aplicando la


siguiente expresión:

k= qi = m
c hi c

Donde:

k = coeficiente de permeabilidad en m/seg


qi = gasto constante inyectado en m3/seg
c = coeficiente de forma (Tabla Nº 1) en m
hi = carga hidráulica, en m
m = pendiente de la recta (Figura Nº 6)

La relación L/D, (Ver Figura 5) define la forma aproximada de la cavidad en


que se genera el flujo y con
ello el valor del coeficiente c (Tabla NQ 1), también define si la permeabilidad
calculada corresponde a la vertical, horizontal o promedio.

************
Figura Nº 6

Grafico Típico de una Prueba Lefranc de carga Constante


Tabla Nº 1
Coeficiente de Forma

Cuando la prueba de carga variable se realiza por extracción de agua por


bombeo deprimiendo el nivel freático, el coeficiente de permeabilidad se calcula
con la expresión:

k=  D2 loge h2
4 c (t2 – t1) h1

Donde:

k = coeficiente de permeabilidad, m/seg.


h1, h2 = recuperaciones en los tiempos t1 y t2 en metros
t1, t2 = tiempos en que fueron hechas las mediciones para determinar h 1 y
h2, en seg
loge = logaritmo natural
c = coeficiente de forma (Tabla Nº 1) en metros
D = diámetro de la perforación. Figura Nº 5, en metros

La prueba Nasberg permite determinar la permeabilidad en materiales no


saturados por encima del nivel freático. Se utiliza en rocas muy fracturadas
y suelos; la medición se debe realizar en una perforación que no haya sido
hecha con lodo.

El equipo que se requiere es el siguiente:

a) Sonda eléctrica
b) Tubería de conducción
c) Ademe Nx
d) Medidor de gastos que puede ser un caudalímetro ó un dispositivo como el
usado en la prueba Lefranc de carga constante, y
e) Tanque para suministro de agua.
Instalado el equipo de manera similar al de la prueba Lefranc se levanta el
ademe una distancia L por encima de la base de la perforación (Figura Nº 7) y
se determina Ho , se suministra agua a la perforación con un gasto constante,
midiendo el nivel del agua dentro de la perforación; se anota en la hoja de
registro la variación del nivel con el tiempo y cuando se haya estabilizado el
nivel del agua durante 10 minutos se tendrá la profundidad de equilibrio (H i)
para el gasto suministrado (qi). Se hacen varias determinaciones con diferentes
gastos para calcular el promedio de permeabilidad.

******
Figura Nº 7
Prueba de Permeabilidad Nasberq
******

La permeabilidad se calcula usando la expresión:

0.423 qi 4h
ki  2
log10 i
hi d

Donde:

ki = coeficiente de permeabilidad horizontal, en m/seg


hi = Ho - Hi = carga hidráulica de equilibrio, en metros
qi = gasto constante suministrado, en m3/seg
D = diámetro de la perforación, en metros

La fórmula anterior es aplicable para:

h
25  100
D

y el radio (R) de influencia de la prueba es:

q
R
k

Si L < D la permeabilidad determinada es la vertical y


si L > D será la horizontal.

4.2.3 Aplicación de los Resultados en el Análisis de Gabinete:


Medidas las permeabilidades de los suelos de cimentación "in situ" que de otro
lado podrían ser confirmadas en el laboratorio, cuando ha sido posible obtener
muestras inalteradas confiables, el modo más preciso de definir el problema de
una cimentación permeable es realizando una serie de análisis basados en
redes de flujo, modelo de filtración, etc.

Es bien conocido el procedimiento de redes de flujo propuesto por


Forchheimer, para encontrar la solución gráfica de la ecuación de Laplace que
gobierna al flujo de agua en un medio poroso, homogéneo e isotrópico. Este
método fue incorporado a la mecánica de suelos por A.

Casagrande y ampliado notablemente por él para su aplicación al diseño de


presas.

El método permite estimar gastos de filtración y gradientes críticos y


proporciona la distribución de presiones neutras, necesarias para el análisis de
estabilidad de la estructura hidráulica correspondiente. Su ventaja principal es
que con poco esfuerzo, un ingeniero entrenado en el trazado de redes de flujo,
puede analizar varias soluciones o los efectos de modificación importantes en
las condiciones de frontera (drenes y pozos de alivio). Últimamente con el
auxilio de computadoras ha sido posible trazar redes de flujo, facilitando
apreciablemente las labores de esta fase de la investigación para lo cual se
dispone incluso del software correspondiente.

La cantidad de agua que fluye por una cimentación permeable, puede


cuantificarse con los procedimientos antes citados, para lo cual se proponen los
gráficos propuestos por Alberro. Las curvas resultantes se aplican a delantales
y pantallas parciales, a cortinas de inyecciones y a diafragmas de concreto o
metálicas con desperfectos, todos ellos sin dren aguas abajo.

Para el caso de una presa con delantal de arcilla, Dachler propuso la siguiente
fórmula para el gasto de filtración:

Qo 1
 (1)
ko H 0.88  B  B´
D
En la que:
Qo = gasto de filtración, en m3/seg
Ko = permeabilidad del terreno de cimentación, en m/seg
H = carga de agua en el embalse, en m ancho de la presa, en m
B = longitud del delantal, en m
B´ = espesor del depósito permeable de la cimentación, en m

La representación gráfica de la expresión (1) aparece en la Figura Nº 8.

Cuando la cimentación permeable es interceptada en todo su espesor por una


trinchera o una pantalla de inyecciones, es posible aplicar la fórmula siguiente
desarrollada por Ambraseys:

Qo 1
 (2)
ko H B k E
0.88    o  1
D k D

en la que los símbolos comunes de la fórmula (1) tienen el mismo significado,


asi como, k es la permeabilidad del terreno inyectado o del material de relleno
de la trinchera impermeable, en m/seg y E, es el espesor de la pantalla o
trinchera, en m.

Finalmente, para la alternativa de una pantalla de concreto o de un


tablestacado de permeabilidad intrínseca despreciable, pero con defectos, v.
g. rajaduras, la expresión del gasto de filtración es también según Ambraseys:

Qo 1
 (3)
ko H B D E
0.88     1
D W D
en la que los símbolos empleados significan lo mismo que en las fórmulas (1) y
(2), yW.es el área total de los desperfectos por unidad de longitud de la pantalla
o tablestacado; por tanto, la magnitud de W está expresada en m. Las
ecuaciones (2) y (3) definen una curva idéntica a la dada por la (1), si se hace
los cambios de variables independientes (abscisas) indicados en la propia

************
Figura Nº 8
Gastos de filtración para delantales, cortinas de inyección y tablestacados.
**************
La Figura Nº 8 permite sacar la siguiente conclusión de, interés práctico. El
gasto de filtración es el mismo en un delantal de arcilla que en una cortina de
inyecciones con tal que B' = (ko /k-1) E. Suponiendo que ko/k=50, lo cual es fácil
de lograr cuando ko es relativamente alto, resulta B´ = 49 E. Con base en datos
de espesores aceptables de E, y de costos, es posible determinar en qué casos
es más conveniente construir una pantalla de inyección que un delantal.

En la Figura Nº 9 se muestra la relación entre el espesor de la cortina de


inyecciones, la longitud del delantal y. el área de defectos de un diafragma para
un mismo gasto de filtración. De esta figura se infiere que un delantal de arcilla
es preferible a una cortina de inyecciones, cuando la permeabilidad ko de la
cimentación es pequeña; esta ventaja relativa resulta acentuada por el hecho
de que el costo de la inyección aumenta notablemente para valores bajos de
ko.

Si la relación B/D es baja para reducir en forma notoria el flujo de filtración se


necesita construir un delantal de gran longitud o una cortina de inyecciones
gruesa y de ko/k alto, o bien, un diafragma de concreto o metálico con área de
defectos, W, pequeña.

**************
Figura Nº 9
******************

B' = Longitud del delantal


E = Espesor de la trinchera o cortina de inyecciones
W = Área de defectos
D = Profundidad de la cimentación
Ko = Permeabilidad de la cimentación
k = Permeabilidad de la pantalla
Relación entre el espesor de la cortina de inyecciones o trinchera, longitud del
delantal y área de los defectos de un tablestacado, para el mismo gasto de
filtración.

La Figura Nº 9 justifica también los motivos por los cuales se ha abandonado


prácticamente el uso de los tablestacados. Los defectos que puedan producirse
durante el hincado (rotura de uniones y disloque de las tablestacas), así como
los que ocurren por interacción con los materiales adyacentes y asentamientos
diferenciales, son causa de que el parámetro W crezca en remedios prometen
incrementar apreciablemente la efectividad de los tablestacados.

Lo dicho sobre el comportamiento relativo de delantales y diafragmas, debe


esperarse que sea también aplicable a pantallas sobre cauces de sección
constante cualquiera. El valor del gasto de filtración, sin embargo, requiere una
corrección, que para el caso de una pantalla de paredes verticales que
intercepta un cañón (Figura N 10), se obtiene mediante la fórmula:

Q = k (M1 – M2) (4)


E

en que M1 es el momento estático del área MNPM con respecto a MN y M 2 es


el de OPRO respecto a OR (Ver Figura Nº 10).

**************
Figura Nº 10
Pantalla a través de un cauce irregular de sección constante.
***************

Cuando en una boquilla estrecha con depósitos aluviales de gran espesor se


decide interceptar el flujo a través de estos últimos mediante una pantalla
vertical y no se realiza un tratamiento especial bajo el contacto, el flujo que
flanquea la pantalla y que pasa a través de la zona de roca alterada o
agrietada, puede ser del mismo orden de magnitud que el que filtra
directamente a través de la pantalla. Su efecto, por tanto, no puede
despreciarse.

El problema fue resuelto, por A. Casagrande, suponiendo que la zona de


alteración de la roca es de espesor T, constante (Figura Nº 11). La expresión
que resulta es:

Q = k (H1 - H2) (SL + 1/2 Su) f (E/T) (5)

Donde:

E = espesor de la pantalla impermeable


H1, H2 = cargas hidráulicas aguas arriba y aguas abajo de la pantalla,
respectivamente
k = permeabilidad de la zona de roca alterada o fisurada
T = espesor de la zona de roca alterada o fisurada
SL = longitud total del contacto pantalla-roca bajo la superficie libre
aguas abajo de la pantalla.
y
Su = longitud total del contacto pantalla-roca comprendido entre las
superficies libres de aguas arriba y aguas abajo de la pantalla.

La función f(E/T) puede calcularse mediante alguna de las siguientes fórmulas:

1
  log  5T / E  para E  T

 1 13   E / T 
2

f(E/T)   log para E  T (6)


 2.54 E / T
 1
 para E  T
 0.88  E / T

El espesor T suele llegar a ser del orden de las decenas de metros. Su


estimación y la de k son posibles a partir de los resultados de las exploraciones
geológicas del sitio. Conviene hacer notar que no es necesaria una estimación
muy precisa de T, pues su influencia en la función f(E/T) es moderada, como se
infiere de las expresiones (6).

Los procedimientos gráficos y los modelos eléctricos carecen de la precisión


necesaria para calcular los gradientes de salida aguas abajo de la presa.
Aunque tediosos por el número de ensayos qué deben ejecutarse, los métodos
numéricos basados en la teoría del camino casual y las técnicas de Monte
Cario ilustradas por la Figura NQ 12, son sumamente sencillos y útiles. Con el
uso de computadoras, es posible obtener los valores de la presión neutra con
buena aproximación en un punto prefijado dentro del depósito terreo a tratar.
Esto permite tomar en cuenta la posible anisotropía de las formaciones,
condiciones de frontera complejas y la estratigrafía, sin mayores dificultades.
*************
Cuando el gradiente (i) así estimado es excesivo (o sea, la subpresión en la
base de un prisma de suelo, aguas abajo de la pantalla, es
aproximadamente igual al peso efectivo del prisma), existe peligro de
tubificación. Para reducir i es necesario disminuir k ó W, o bien aumentar B' o
E, ya, que los valores H, ko y D no son suceptibles de cambio. Si lo anterior no
es factible, deberá protegerse del arrastre al material superficial mediante la
instalación de drenes invertidos o pozos de alivio con filtros adecuados, aguas
abajo de la pantalla.

En cuanto al análisis estructural de la pantalla de impermeabilización puede


decirse, que la efectividad y permanencia de una pantalla está ligada a su
capacidad para resistir sin daño apreciable la interacción mecánica del terreno
circundante por efecto de la construcción y operación de la presa, incluyendo
en esta última fase, la posible acción de un sismo. El análisis de dicha
interacción requiere que se conozcan las características de la relación
esfuerzo-deformación de los materiales componentes de los tres elementos
asociados: pantalla, presa y cimentación. La interacción estática de la
cimentación y la presa con la pantalla puede investigarse mediante elementos
finitos y otro tanto puede hacerse para el análisis dinámico, una vez definido el
sismo de diseño. En cualquier caso, la precisión de los cálculos dependerá
sobre todo de la fidelidad con que los resultados de las investigaciones "in situ"
o en laboratorio representen el comportamiento de los materiales en el
prototipo, aspecto todavía difícil de conseguir.

A fin de investigar cualitativamente la interacción mecánica pantalla-terraplén-


cimentación, se hicieron análisis de esfuerzos por el método de elementos
finitos para los casos mostrados en la Figura Nº 13. Con objeto de que los
resultados fueran comparables, se mantuvieron constantes en todos los
casos analizados, la geometría y las propiedades del terraplén y la cimentación
(Ver Figura Nº 13 y Tabla Nº 2). Se usaron relaciones esfuerzo-deformación
lineales, en vista de que sólo se pretendió obtener información cualitativa. En
esas condiciones, el resultado de mayor interés es la localización y la extensión
de las zonas de tensión que se muestran en la mencionada Figura Nº 13. En
ese sentido, se observa lo siguiente:

1) La pantalla rígida colocada bajo el eje del terraplén (Figura Nº 13a) hace
aparecer una amplia zona de tensión en el tercio superior de ambos
taludes y otra más pequeña en la cimentación, adyacente a la cabeza de
la pantalla. Al ser cambiada la localización de la misma pantalla rígida
hasta cerca del pie de aguas arriba del terraplén (Figura Nº 13b), el área
de las zonas de tensión se reduce considerablemente.
2) En los dos casos de pantalla rígida, pero sobre todo cuando ésta se
encuentra bajo el eje del terraplén, ocurre una gran concentración de
esfuerzos en la parte superior de la pantalla y en la porción del terraplén
alrededor del contacto. Es posible que, dada la naturaleza plástica de los
suelos arcillosos compactos, esas concentraciones de esfuerzo en el
terraplén no tenga mayores implicaciones prácticas; sin embargo, sus
posibles consecuencias en la integridad de la pantalla misma, cuya falla
en general es frágil, ameritan estudio detallado. Para ese estudio no
bastarán estimaciones cualitativas como las presentadas aquí, y será
aconsejable un análisis con relaciones esfuerzo-deformación no lineales.

Tabla Nº 2
Interacción terraplén-pantalla; propiedades de los materiales
Módulo do Young Relación de Peso volumétrico
Material Zona
2 (kg/cm2 ) Poisson (Kg/m3)
A Terraplén y otras 500 0.45 1800
zonas compactadas
B Depósito terreo 1000 0.35 2000
C Pantalla flexible 100 0. 30 1800
D Pantalla rígida 00 - -

3) En el caso de la Figura Nº 13c, se quiso simular una pantalla muy flexible


del tipo "slurry trench". Se ve que ésta da lugar a la aparición de zonas dé
tensión de localización y extensión muy similares a las que resultan
cuando la pantalla es una trinchera amplia rellena de material compactado
(Figura Nº 13d).
4) La distribución de esfuerzos más favorable se presenta en un terraplén
con delantal impermeable aguas arriba. En este caso no aparecen zonas
de tensión ni concentraciones de esfuerzos (Figura Nº 13e).
5) Debe notarse que, en la práctica, el área de las zonas de tensión y la
magnitud de los esfuerzos en ellas deben ser mucho menores que en los
casos estudiados, en vista de que aquí se hicieron los análisis suponiendo
que el terraplén se construya instantáneamente, en una sola etapa. Un
análisis más refinado debe reproducir el programa de construcción del
terraplén por capas a lo largo del tiempo previsto para su construcción.
****************
Figura Nº 13

Efectos del tipo de pantalla en la aparición de tensiones.


******************

4.2.4 Evaluación del Problema:

En un Proyecto de presa de embalse, durante la etapa de estudios se definen


sus características generales tales como el escurrimiento medio del río, la
altura y localización de la presa, la capacidad del embalse y el destino del
agua.

Con la información precedente, el ingeniero está en posibilidad de estimar el


valor del agua para el proyecto. Si se tratara de una presa de regulación de
avenidas, las pérdidas por flujo a través de la cimentación y los
empotramientos tienen significación económica nula. El caso opuesto es el de
la planta de rebombeo en que una filtración de varios litros por segundo puede
resultar inaceptable cuando el agua no abunda en el sitio escogido para esa
instalación. Las fugas en presas para una gran irrigación o embalses
voluminosos destinados a la generación de energía, tienen relativamente poco
valor. La situación es intermedia y menos simple de evaluar, en presas de usos
múltiples y en embalses medianos; pero en cada caso el valor del agua podrá
calcularse atendiendo a los propósitos de la obra y a la potencialidad
hidrológica del lugar, de modo que el proyectista pueda tomarlo en cuenta al
diseñar la presa.

Además del valor que tiene el agua en un determinado proyecto, el


planteamiento completo del problema exige considerar la influencia del flujo a
través de la cimentación o de los empotramientos en la estabilidad de la presa
y la de los taludes vecinos, y en la posible erosión interna de los materiales que
tendrán que soportar la percolación del agua.

La estabilidad de la presa o de los empotramientos pueden analizarse con


relativa facilidad, en problemas bidimensionales, una vez conocida la
distribución de presiones neutras a partir de redes de flujo, modelos eléctricos
u otros procedimientos. En cambio cuando en la cimentación o las laderas
hay estratos susceptibles de erosión interna, la protección contra tubificación
se resuelve en forma conservadora mediante la colocación de filtros de
granulometría apropiada, pues los "detalles geológicos menores" tienen tal
influencia en la distribución local del flujo, que la estimación de gradientes por
cualquiera de los métodos disponibles en secciones necesariamente
simplificadas, puede resultar errada. La investigación de Sherard al respecto,
es una guía valiosa para el ingeniero y pone en evidencia la complejidad del
problema. El tiempo es un factor importante en el fenómeno de erosión interna
y sólo haciendo mediciones en forma sistemática y durante la vida de la obra,
es posible diagnosticar el desarrollo de este tipo de erosión.

En muchas partes del mundo han fallado presas debido a tubificación, en


algunas de las cuales el hecho de haber llegado a una condición de "flujo
estabilizado" por la cimentación no fue índice de que no se desarrollara erosión
interna. Para ello, tratándose de limos aún de alta plasticidad, se requiere
proteger las salidas del agua con filtros invertidos soportados por bermas con
peso suficiente para evitar el crecimiento rápido de la tubificación. Esta medida
es una de las líneas de defensa que deben tenerse siempre en mente, sin
embargo, es probable que deba complementarse con delantales o pantallas,
aguas arriba, para reducir el gradiente hidráulico.

Conocido el valor del agua y analizado el peligro de tubificación, es posible


estudiar la solución que mejor permita satisfacer los requisitos del proyecto y
los de seguridad de la obra.
4.2.5 Tipos de Pantalla de Impermeabilización:

Se describen someramente a continuación los distintos tipo de pantalla que


se usan para interceptar o reducir el flujo de filtración a través de la
cimentación y los empotramientos de una presa. El objeto es destacar sus
características principales, limitaciones constructivas, defectos típicos y dar, al
final, una idea general sobre los costos de las pantallas.

Tablestacados: El tipo más usual es el construido con tablestacas de acero


(Figura Nº 14). Son recomendables cuando el depósito que conforma el terreno
de cimentación, está integrado por suelos que no contienen bolones o
fragmentos de roca de gran tamaño, pues a estos últimos se atribuye
dislocamientos o roturas de las uniones durante el hincado. Este se ha
convertido en una operación menos aleatoria con el desarrollo de martinetes
vibratorios y el empleo de agua a presión para atravesar estratos de arcilla.
Además se ha ensayado, con aparente éxito, el inyectado de bentonita aguas
arriba del diafragma o de otros cementantes más resistentes en las uniones de
las tablestacas.

Los tablestacados, si bien se siguen empleando con profusión en obras


temporales (ataguías), son menos frecuentes en las obras hidráulicas
modernas, debido a la baja efectividad observada en varias presas
importantes.

No hace mucho tiempo se han venido construyendo diafragmas de arcilla-


cemento inyectada en el hueco producido por la hinca previa de una tablestaca
maestra, que se extrae al propio tiempo que se introduce a presión la mezcla
impermeabilizante. El procedimiento puede ser de bajo costo y se ha
ensayado en presas de Austria e Iraq, has profundidades de 10 m
aproximadamente.
En algunas obras antiguas se han usado tablestacas de madera, lo cual es
aceptable siempre que estas permanezcan constantemente bajo agua.

Dentellones: Estos pueden formarse 1) a base de inyecciones de productos


impermeabilizantes, 2) vaciando in situ paneles o pilotes secantes de concreto
y 3) colocando bajo agua, en la trinchera excavada previamente, una mezcla
apropiada de suelo o de mezcla cemento-bentonita.

Los primeros llamados cortinas de inyecciones requieren de barrenos


dispuestos de varias filas, a distancias que varían de 2 a 3 m, con el ademe
correspondiente para prevenir derrumbes. Se usa con preferencia al tubo de
manguitos desarrollado por Soletanche, que permite realizar la inyección a
diferentes profundidades sin importar el orden y de acuerdo con las
necesidades. Las presiones que se aplican son relativamente altas para
provocar grietas en la formación y facilitar su tratamiento por aumento de la
superficie expuesta a la lechada. Esta es, generalmente, una mezcla
estabilizada de arcilla, cemento, bentonita y aditivos; en caso de encontrarse
huecos grandes, se emplea además arena fina. Es usual realizar el inyectado
de confinamiento en las perforaciones exteriores, emplear mezclas menos
viscosas en las intermedias, y reservar la línea central para las lechadas, más
penetrantes de agua-cemento o de geles. La Figura Nº 14 muestra un
esquema de cortinas de inyecciones.

***************
Figura Nº 14

Tipos de Pantallas de Impermeabilización


**************

Las cortinas de inyección se usan generalmente para impermeabilizar


depósitos de aluvión hasta profundidades de 100 m; pero también se han
aplicado a derrumbes de ladera y a ciertas formaciones volcánicas. Con este
método no se pretende construir una valla que impida el paso del agua, sino
reducir la. permeabilidad sustancialmente en la zona de la cortina de
inyecciones. El procedimiento se ha empleado con éxito en un gran número de
problemas y hoy se le acepta sin mayores reservas. El método se torna
costoso cuando la permeabilidad del aluvión es baja (k menor que 10-3
cm/seg). Se requiere equipo adecuado de perforación e inyección, así como
experiencia en el trabajo, el control se lleva por consumo de lechadas, presión
aplicada, observaciones piezométricas, extracción de testigos del suelo tratado,
etc.

La pantalla formada por pilotes secantes de concreto (Figura Nº 14), se


construye excavando agujeros de 60 cm de diámetro; las paredes se
estabilizan mediante el uso de lodo bentonítico y el vaciado de concreto, de
abajo hacia arriba, se realiza con las llamadas trompas de elefante. Los
agujeros se inician con la ayuda de una gula en la superficie; la cuchara trabaja
por percusión y en ocasiones se emplea un trépano para cortar boleos; en
presencia de derrumbes o bloques de roca se recurre al explosivo. Los pilotes
son colados en dos etapas, según ilustra la Figura Nº 14 (series 1 y 2). Se han
alcanzado de este modo profundidades hasta de 100 m. Con equipo adecuado
y personal experimentado, las fallas en las uniones son menores. Una variante
al sistema anterior es la de los paneles de concreto, de 2 a 5 m de longitud y 60
a 90 cm de ancho, con juntas inyectadas, se usa un tubo de acero para formar
una buena superficie de liga entre los paneles y facilitar la excavación del
terreno en los extremos. La extracción del material se realiza con cuchara de
almeja y las paredes se estabilizan con lodo bentonítico. La combinación de
panel y pilote es otra posibilidad que se recomienda para grandes
profundidades, pues resulta más fácil controlar la verticalidad en los pilotes
para después excavar los tramos de paneles con una cuchara especial guiada
por ellos.

Cuando el espesor del depósito terreo de cimentación es de 25 m o menor,


existe la posibilidad de construir una trinchera de lodos. El espesor de esta
pantalla varía de 1 a 3 m y la excavación se efectúa con draga mecánica. Su
limitación en profundidad está condicionada por el peso de la cuchara, la
compacidad del material a excavar y la presencia de grandes bloques. Estos
pueden ser destruidos con explosivos, pero su empleo puede causar
derrumbes en las paredes de la trinchera. La estabilidad de éstas se logra con
lodo bentonítico. El relleno está formado por una mezcla bien graduada de
arena, grava y arcilla o bentonita que antiguamente se colocaba con draga
mecánica desplazando el lodo bentonítico. Actualmente es el propio lodo
bentonítico enriquecido con cemento el que se deja fraguar por varias horas
después de terminada la excavación de la trinchera. La preocupación principal
en esta modalidad de pantalla, es la segregación del material de relleno.

Muros sólidos o celulares: En proyectos de la primera mitad de este siglo, se


han construido muros sólidos o celulares, en excavaciones ademadas hasta de
40 m de profundidad. Salvo por razones de costo y de programa de ejecución
esta alternativa es aplicable siempre que resulten manejables las filtraciones
hacia la trinchera durante la construcción.

Trincheras de material compactado: Se han empleado en profundidades del


mismo orden que el caso anterior. Se requiere en general una excavación de
grandes proporciones, en la que el bombeo de las filtraciones y la estabilidad
de los taludes interiores son los factores determinantes del costo. Tiene la
ventaja de que la construcción se realiza con equipo convencional y que la
roca del basamento se inspecciona visualmente y es susceptible de poder
tratar con inyecciones, o con el correspondiente tratamiento Superficial con
cemento, etc. El material de relleno y su colocación deben cumplir con
especificaciones similares a las del núcleo impermeable de la presa. Por
razones de espacio en el sitio y del tiempo de construcción, este tipo de
pantalla puede resultar inadecuado, no obstante las ventajas de
comportamiento y buena ejecución que ofrece.

Delantales impermeables: En cimentaciones sobre un terreno de cobertura de


gran profundidad y de permeabilidad relativamente baja, la solución más
sencilla y confiable es el delantal de material arcilloso construido sobre el
terreno natural como prolongación del núcleo impermeable hacia aguas arriba
(Figura NQ 14) previa limpia del suelo vegetal y nivelación de regularización de
la superficie. La longitud del delantal depende de la carga en el embalse y la
permeabilidad de la cimentación; se han construido pantallas de este tipo de
más de 1 km de longitud (en la presa Tarbela, Pakistán se llegó a 1700 m).

Para controlar los gradientes de salida en esta solución, frecuentemente se


instalan drenes o pozos de alivio al pie de la presa, en su talud de aguas abajo.

4.2.6 Soluciones Adoptadas y su Costo Aproximado:

Con excepción del delantal de material arcilloso, que constituye una pantalla
parcial las otras soluciones descritas se proyectan generalmente de modo que
intercepten la totalidad del manto permeable bajo la presa. Sin embargo, se
han construido pantallas parciales atendiendo a condiciones particulares del
proyecto. En efecto, en ciertos casos debajo de Un depósito de grava y arena
se encuentra una formación del mismo tipo pero infiltrada por suelos finos
(limos y arcillas), que tiene una permeabilidad apreciablemente más baja que
la superior. Entonces, puede ser aceptable optar por una pantalla parcial para
reducir él gasto de filtración y sobre todo, para proteger la cimentación de la
erosión interna.

Análisis basados en las Figuras Nº 8 y 9 permiten inferir que las pantallas


parciales son poco eficientes para interceptar las filtraciones en depósitos
tórreos homogéneos; pero ciertas condiciones geológicas en la cimentación,
razones de estabilidad de la presa o el riesgo de tubificación pueden hacer
atractiva esta alternativa, desde los puntos de vista de seguridad y economía.

La construcción de pantallas, salvo trincheras de material compactado y


delantales impermeables, es un trabajo que se contrata con empresas
especializadas. Los precios que se registran no sólo varían de un país a otro,
sino que dentro de una región ocurren cambios apreciables, debido a los
materiales presentes en la cimentación y a otros factores como salarios, costos
del equipo, etc. casos de la Presa Poechos (Proyecto Chira-Piura), Tinajones,
Gallito Ciego y Condoroma. Por tanto, es difícil dar una información confiable
sobre esta materia.

5. 0 ASPECTOS CONSTRUCTIVOS

5. 1 TRATAMIENTO DE LA ROCA DE CIMENTACION

Las excavaciones en roca hasta alcanzar la superficie de implantación de una


presa o una bocatoma deberá hacerse cuidadosamente, controlando el disparo
de los explosivos para ho comprometer el estado de la roca donde se
cimentará la estructura. Se tratará por lo general que las superficies de
cimentación sean horizontales salvo en el caso de las presas de gravedad-
concreto y cuando se trate de presas de materiales sueltos, se rellenará con
concreto las irregularidades más notorias para conseguirlo. De otro lado, bajo
los espaldones de las presas zonificadas se deberán transformar artificialmente
las superficies lisas de cimentación en rugosas. En todo caso, es frecuente
realizar el llamado "tratamiento dental" que consiste en remover las partes
débiles de la roca de fundación para ser reemplazadas por concreto. Otras
veces, se realiza una protección temporal de la superficie de apoyo con rociado
de mortero, cuando la roca es susceptible de deteriorarse al quedar expuesta al
medio ambiente.

Así mismo, la estabilidad de taludes permanentes o temporales en


excavaciones en roca, es un problema latente, lo cual implica optar en cada
caso por la medida de estabilización más conveniente, entre las siguientes : a)
mejoramiento de pendientes, b) reforzamiento del talud con pernos, malla y/o
gunitado (shotcrete), c) reducción del peso del material que descansa en el
coronamiento del posible deslizamiento, d) drenaje.

Los estribos rocosos contra los cuales se apoyarán las presas de concreto o
núcleos arcillosos de presas de materiales sueltos, que normalmente se
excavan con pendientes de 4V:1H a 10V:1H, pueden requerir además, no sólo
de pernos de anclaje, sino también de un sistema de consolidación especial
con un emparrillado de vigas de concreto ancladas profundamente dentro de la
roca con barras o cables pretensionados (caso de presas en arco).

En lo que se refiere a la presencia en la roca del basamento, de


discontinuidades horizontales de tamaño apreciable y que no podrán ser
tratadas desde la superficie con inyecciones de lechada, lo serán desde
galerías excavadas con ese fin, o como en el caso de la presa de Itaipú
interceptadas por un emparrillado de galerías que luego fueron rellenadas de
concreto, las que entonces actúan como un sistema amarrado de refuerzos al
corte (shear keys).

Cuando se trata de rocas cavernosas o de rocas muy alteradas (granito


descompuesto) es usual recurrir al relleno con concreto, que para este último
caso habrá que excavar previamente la zanja a rellenar.

Las inyecciones de lechada se usan en el tratamiento de la roca de


cimentación, tanto para consolidarla como para impermeabilizar el macizo,
sellando sus fracturas. Las diferencias de opinión sobre los procedimientos de
inyectado que tienen las varias escuelas existentes, están siendo resueltas
gradualmente, tanto en lo que se refiere a que las perforaciones para la
inyección deben ser a percusión o a rotación; a que la inyección debe ser al
avance o en retroceso; como a que las presiones de inyectado deben ser altas
o bajas.
A continuación se trataran más importantes, así como su que es el drenaje.
los dos tipos de inyección tratamiento complementario

5.1.1. Inyecciones de Consolidación.- Inyectando lechada de cemento en las


fracturas abiertas que afloran a la superficie de los macizos rocosos en el fondo
de las excavaciones donde se implantará una presa, se conseguirá :

 Reducir las deformaciones.


 Aumentar el módulo de elasticidad de la roca.

Sin embargo debe tenerse en cuenta, que paira conseguir estos resultados
será necesario que las fracturas estén abiertas y que la roca sea inyectable a
las moderadas presiones que necesariamente habrán de utilizarse cerca de la
superficie.

El resultado que realmente se busca con las inyecciones de consolidación es


reducir la heterogeneidad en la deformabilidad de la superficie de cimentación,
de forma que las fracturas así rellenadas de lechada de cemento se
comportarán como un todo homogéneo con la parte sana del macizo rocoso.

5.1.2 Pantallas de Impermeabilización y Drenaje.- La


impermeabilización y el drenaje son dos técnicas complementarias de que
dispone el proyectista para controlar las fuerzas de filtración. En el
pasado, la mayor parte de las cimentaciones rocosas se inyectaban
únicamente con el objeto de cortar las filtraciones, especialmente cuando las
fugas se producían desde el embalse. Hasta no hace mucho, la mayoría de las
presas tenían pantallas profundas de impermeabilización, y solamente las de
gravedad estaban provistas con un sistemas de drenaje muy superficiales y
restringidos prácticamente a la zona de contacto con la roca.

Fue necesaria la rotura del estribo de la presa francesa de Malpasset para


comprobar el efecto de la filtración sobre la estabilidad de la cimentación, se
considera por eso que la pantalla de drenaje es el medio de control más
efectivo en la mayoría de los casos y es el único procedimiento disponible para
rocas de conductividad hidráulica pequeña, como son la mayoría de las rocas
muy finamente fisuradas.

Aunque él conocimiento disponible sobre el comportamiento del flujo en las


rocas fisuradas es por el momento cualitativo, sin embargo es suficiente para
orientar el trabajo del ingeniero proyectista.

Las pantallas de inyección, realizadas con una o más líneas de perforaciones,


se proyectan con el fin de cortar las filtraciones y en teoría deberían soportar
todo el empuje hidrostático sobre su cara de aguas arriba, debido a que el
agua no debería atravesarla; es evidente que de esta forma no se producirían
fuerzas de filtración aguas abajo de la pantalla que hicieran peligrar la
estabilidad de la cimentación. Desgraciadamente existen varias razones que
impiden que las pantallas de inyección se comporten de esta manera ideal,
porque la lechada de cemento no puede penetrar en las fisuras más finas ni
desplazar de las más grandes el material arenoso de relleno. Por otra parte, la
utilización de productos químicos y el lavado de fisuras son procedimientos
demasiado caros todavía para ser utilizados en gran escala.

La dificultad que presentan las rocas finamente fisuradas para ser inyectadas
se compensa, afortunadamente, con la eficacia que alcanzan, en este tipo de
rocas, las pantallas de drenaje que permiten rebajar el gradiente hidráulico (y
por tanto las fuerzas de filtración) a un nivel muy bajo en su cara de aguas
abajo.

Las pantallas de drenaje realizan idéntica función que la de inyección, con la


única diferencia dé que la de drenaje aumenta la cantidad de agua percolada,
mientras que la de inyección la reduce; esto no suele tener la menor
importancia én la mayor parte de los macizos rocosos con débil conductividad
hidráulica e inversamente, si la conductividad es elevada deben ejecutarse las
inyecciones que por lo demás, resultan frecuentemente obligatorias, como
tratamiento de consolidación.

Para las rocas fisuradas se pueden establecer en resumen, los siguientes


principios:

a) Cuando la permeabilidad es débil (menos de 5 unidades Lugeon) el


drenaje es generalmente fundamental, mientras que la inyección resulta
inútil.
b) Si la permeabilidad es alta (más de 50 unidades Lugeon) la inyección es
absolutamente necesaria para limitar el caudal de filtración, mientras que
el drenaje no es necesario.
c) Si la permeabilidad tiene un valor intermedio, el drenaje es siempre
útil y generalmente barato. Las inyecciones pueden ejecutarse ya sea
para obturar eventuales grandes huecos o para rebajar las fugas hasta
un valor económico, en función del precio del agua en el embalse.

Si el agua se filtra a través de "caminos preferenciales", una línea única de


drenes no protegerla la zona de aguas abajo y sería mejor en este caso,
ejecutar un sistema de drenaje basado en una distribución racional de las
perforaciones que cubra uniformemente al conjunto del macizo.

Este es un tema que merece una detallada investigación porque puede


conducir a demostrar que muchas de las cimentaciones provistas de una
pantalla de drenaje convencional no están protegidas en absoluto. Se ha
podido comprobar con un determinado número de observaciones
cuidadosamente realizadas, que el flujo a través de estos caminos
preferenciales es bastante frecuente. El factor fundamental para medir la
eficacia de un sistema de drenaje es en este caso, la relación entre el caudal
que fluye a través de "caminos preferenciales" y el que lo hace a través de las
fisuras planas. Relación que es muy elevada cuando tales caminos existen.
Los drenes no tendrán ningún efecto sobre la red de filtración ni en
consecuencia, sobre las presiones, a menos que intercepten los caminos de
agua. Se recomienda por ello, efectuar ensayos previos de drenaje con el
objeto de asegurar que la roca de cimentación se puede realmente drenar.

Por todas las razones mencionadas, el drenaje resulta frecuentemente un


factor esencial para la estabilidad de la cimentación y debe ser
convenientemente auscultado. Los piezómetros, que en realidad forman
parte integrante de la obra, son los únicos instrumentos que garantizan el
descubrimiento inmediato del desarrollo de presiones hidráulicas peligrosas en
el seno de las cimentaciones.. Estos instrumentos permiten por otra parte,
detectar el envejecimiento del sistema de drenaje antes que sea demasiado
tarde.

Los drenes tienen tendencia a obstruirse, mediante partículas finas de suelo o


depósitos químicos. Para mantener el sistema activo es necesario limpiar los
drenes de vez en cuando e incluso algunas veces, perforar otros nuevos.

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