Está en la página 1de 6

2.

Inteligencia Emocional:
La Inteligencia emocional es un concepto ligado a la memoria, pensamiento, emociones,
habilidades matemáticas, etc., esto va muy ligado a las aptitudes de las personas, su capacidad
de desenvolverse para un trabajo o actividad, el desarrollo cerebral y el uso de los hemisferios
tienen mucho que ver con esto, el hemisferio izquierdo es el encargado del pensamiento
analítico, cuantitativo y verbal, mientras el hemisferio derecho se encarga de la imaginación, del
pensamiento holístico, es el hemisferio de las emociones y de la creatividad, el predominio de
uno de los dos influye en el desarrollo de la persona, y de las conductas que tomará para
enfrentar a alguna situación. Si se tiene una educación con un corte meramente científico, el
desarrollo del hemisferio izquierdo será dominante en cuanto al derecho, y por lo contrario si la
educación que se tiene es más enfocada a las artes, el hemisferio derecho tomara el dominio.

La inteligencia emocional es importante en la vida de las personas, ser equilibrado en una


reacción emocional, saber controlar las emociones y los sentimientos, conocerse y auto-
motivarse, eso da la persona la capacidad de ser mejor persona, con mejores relaciones, lo que
hará en su vida personal y profesional. El fin es lograr una personalidad madura, que es el
conjunto existencial y dinámico de rasgos físicos, temperamentales, afectivos y volitivos propios,
que nos hacen ser únicos y originales.

El concepto de inteligencia emocional fue popularizado por el psicólogo estadounidense Daniel


Goleman y hace referencia a la capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos. La
persona, por lo tanto, es inteligente (hábil) para el manejo de los sentimientos.

Dentro de la inteligencia emocional van a estar muy implícitas las emociones entonces:

- Las emociones:
Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a
ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso o
recuerdo importante.
Entonces toda emoción constituye un impulso que nos moviliza a la acción. La emoción,
desde el plano semántico, significa “movimiento hacia”, y basta con observar a los
animales o a los niños pequeños para encontrar la forma en que las emociones los
dirigen hacia una acción determinada, que puede ser huir, chillar o recogerse sobre sí
mismos. Cada uno de nosotros viene equipado con unos programas de reacción
automática o una serie de predisposiciones biológicas a la acción. Sin embargo, nuestras
experiencias vitales y el medio en el cual nos haya tocado vivir irán moldeando con los
años ese equipaje genético para definir nuestras respuestas y manifestaciones ante los
estímulos emocionales que encontramos.
Para Daniel Goleman (1995), las emociones son en esencia impulsos para actuar, son
planes instantáneos para enfrentarnos a la vida que la evolución nos ha inculcado,
emociones como la ira, el miedo, la sorpresa, el amor, el disgusto o la tristeza provocan
cambios físicos en el cuerpo.
Fisiología de la inteligencia emocional:
La inteligencia emocional se comprende como un grupo de habilidades que pueden ser
aprendidas, estas ofrecen mejores posibilidades para mejorar el potencial.

El cerebro juega un papel muy importante, pues su evolución ha permitido estas características,
el cerebro pensante surge del cerebro emocional dando una relación entre sentimientos y
pensamiento, el sistema límbico es el que gobierna las emociones como amor, odio, ira, anhelo
y temor, conforme a su evolución va refinando el aprendizaje y la memoria.

Alrededor del tallo encefálico, que constituye la región más primitiva de nuestro cerebro y que
regula las funciones básicas como la respiración o el metabolismo, se fue configurando el
sistema límbico, que aporta las emociones al repertorio de respuestas cerebrales. Gracias a éste,
nuestros primeros ancestros pudieron ir ajustando sus acciones para adaptarse a las exigencias
de un entorno cambiante. Así, fueron desarrollando la capacidad de identificar los peligros,
temerlos y evitarlos. La evolución del sistema límbico estuvo, por tanto, aparejada al desarrollo
de dos potentes herramientas: la memoria y el aprendizaje.

En esta región cerebral se ubica la amígdala, que tiene la forma de una almendra y que, de
hecho, recibe su nombre del vocablo griego que denomina a esta última. Se trata de una
estructura pequeña, aunque bastante grande en comparación con la de nuestros parientes
evolutivos, en la que se depositan nuestros recuerdos emocionales y que, por ello mismo, nos
permite otorgarle significado a la vida. Sin ella, nos resultaría imposible reconocer las cosas que
ya hemos visto y atribuirles algún valor.

Sobre esta base cerebral en la que se asientan las emociones, fue creándose hace unos cien
millones de años el neocórtex: la región cerebral que nos diferencia de todas las demás especies
y en la que reposa todo lo característicamente humano. El pensamiento, la reflexión sobre los
sentimientos, la comprensión de símbolos, el arte, la cultura y la civilización encuentran su
origen en este esponjoso reducto de tejidos neuronales. Al ofrecernos la posibilidad de planificar
a largo plazo y desarrollar otras estrategias mentales afines, las complejas estructuras del
neocórtex nos permitieron sobrevivir como especie. En esencia, nuestro cerebro pensante
creció y se desarrolló a partir de la región emocional y estos dos siguen estando estrechamente
vinculados por miles de circuitos neuronales. Estos descubrimientos arrojan muchas luces sobre
la relación íntima entre pensamiento y sentimiento.

La emergencia del neocórtex produjo un sinnúmero de combinaciones insospechadas y de gran


sofisticación en el plano emocional, pues su interacción con el sistema límbico nos permitió
ampliar nuestro abanico de reacciones ante los estímulos emocionales y así, por ejemplo, ante
el temor, que lleva a los demás animales a huir o a defenderse, los seres humanos podemos
optar por llamar a la policía, realizar una sesión de meditación trascendental o sentarnos a ver
una comedia ligera. Asimismo, con el neocórtex emergió en nosotros la capacidad de tener
sentimientos sobre nuestros sentimientos, inducir emociones o inhibir las pasiones.
Etapas de la inteligencia emocional:
Según Goleman:

1) Conocer las propias emociones: El principio de Sócrates "conócete a ti mismo" se refiere a esta
pieza clave de la inteligencia emocional: tener conciencia de las propias emociones; reconocer
un sentimiento en el momento en que ocurre. Una incapacidad en este sentido nos deja a
merced de las emociones incontroladas.
2) Manejar las emociones: La habilidad para manejar los propios sentimientos a fin de que se
expresen de forma apropiada se fundamenta en la toma de conciencia de las propias emociones.
La habilidad para suavizar expresiones de ira, furia o irritabilidad es fundamental en las
relaciones interpersonales.
3) Motivarse a sí mismo: Una emoción tiende a impulsar hacia una acción. Por eso, emoción y
motivación están íntimamente interrelacionados. Encaminar las emociones, y la motivación
consecuente, hacia el logro de objetivos es esencial para prestar atención, automotivarse,
manejarse y realizar actividades creativas. El autocontrol emocional conlleva a demorar
gratificaciones y dominar la impulsividad, lo cual suele estar presente en el logro de muchos
objetivos. Las personas que poseen estas habilidades tienden a ser más productivas y efectivas
en las actividades que emprenden.
4) Reconocer las emociones de los demás: Un don de gentes fundamental es la empatía, la cual
se basa en el conocimiento de las propias emociones. La empatía es la base del altruismo. Las
personas empáticas sintonizan mejor con las sutiles señales que indican lo que los demás
necesitan o desean. Esto las hace apropiadas para las profesiones de la ayuda y servicios en
sentido amplio (profesores, orientadores, pedagogos, psicólogos, psicopedagogos, médicos,
abogados, expertos en ventas, etc.).
5) Establecer relaciones: El arte de establecer buenas relaciones con los demás es, en gran
medida, la habilidad de manejar las emociones de los demás. La competencia social y las
habilidades que conlleva, son la base del liderazgo, popularidad y eficiencia interpersonal. Las
personas que dominan estas habilidades sociales son capaces de interactuar de forma suave y
efectiva con los demás.

Según Salovey y Mayer:

1) Percepción emocional:
Las emociones son percibidas, identificadas, valoradas y expresadas. Se refiere a sí mismo, en
otros, a través del lenguaje, conducta, en obras de arte, música, etc. Incluye la capacidad para
expresar las emociones adecuadamente. También la capacidad de discriminar entre
expresiones precisas e imprecisas, honestas o deshonestas.

2) Facilitación emocional del pensamiento:


Las emociones sentidas entran en el sistema cognitivo como señales que influencian la
cognición (integración emoción y cognición). Las emociones priorizan el pensamiento y dirigen
la atención a la información importante. El estado de humor cambia la perspectiva del
individuo, desde el optimismo al pesimismo, favoreciendo la consideración de múltiples
puntos de vista. Los estados emocionales facilitan el afrontamiento. Por ejemplo, el bienestar
facilita la creatividad.

3) Comprensión emocional:
Comprender y analizar las emociones empleando el conocimiento emocional. Las señales
emocionales en las relaciones interpersonales son comprendidas, lo cual tiene implicaciones
para la misma relación. Capacidad para etiquetar emociones, reconocer las relaciones entre las
palabras y las emociones. Se consideran las implicaciones de las emociones, desde el
sentimiento a su significado; esto significa comprender y razonar sobre las emociones para
interpretarlas. Por ejemplo, que la tristeza se debe a una pérdida. Habilidad para comprender
sentimientos complejos; por ejemplo, el amor y odio simultáneo hacia una persona querida
(pareja, hijos) durante un conflicto. Habilidad para reconocer las transiciones entre emociones;
por ejemplo de frustración a ira, de amor a odio.

4) Regulación emocional:
Regulación reflexiva de las emociones para promover el conocimiento emocional e intelectual.
Los pensamientos promueven el crecimiento emocional, intelectual y personal para hacer
posible la gestión de las emociones en las situaciones de la vida. Habilidad para distanciarse de
una emoción. Habilidad para regular las emociones en uno mismo y en otros. Capacidad para
mitigar las emociones negativas y potenciar las positivas, sin reprimir o exagerar la información
que transmiten.

 Modelo de Bar-On

Este modelo combina habilidades mentales (por ejemplo, autoconocimiento emocional) con
otras características diferentes como la independencia personal, el optimismo o la felicidad. De
ahí que este modelo se considere mixto. Contiene 10 factores principales y cinco facilitadores
de dichos factores:5,6

Factores
1. Auto consideración: percepción exacta de uno mismo.
2. Autoconocimiento emocional: consciencia y entendimiento de las propias emociones.
3. Asertividad: habilidad para expresar libremente nuestras emociones sin herir los
sentimientos de los demás.
4. Empatía: ser consciente y comprender las emociones de los demás.
5. Relaciones interpersonales: habilidad para afrontar adecuadamente las situaciones
estresantes.
6. Tolerancia al estrés: habilidad para afrontar adecuadamente las situaciones estresantes.
7. Control de impulsos: autodominio en el control de conductas impulsivas.
8. Evaluación fiable: habilidad para validar los propios pensamientos y sentimientos.
9. Flexibilidad: capacidad de adaptación a condiciones distintas.
10. Resolución de problemas de naturaleza personal y social, de forma eficaz y positiva.
Facilitadores
1. Autoactualización: ser consciente de las propias capacidades y utilizarlas.
2. Independencia: autonomía emocional, autodirección y autocontrol.
3. Responsabilidad social: para comportarse en las relaciones grupales y sociales con los
demás y con el entorno.
4. Optimismo: para mantener actitudes positivas, incluso en la adversidad.
5. Felicidad: sentimientos de bienestar subjetivo con la propia vida.
Importancia de la Inteligencia emocional en el trabajo medico:

La inteligencia emocional en el campo medico será útil para:

1. En la relación médico-paciente, y en aspectos relacionados con la calidad del cuidado y la


satisfacción del paciente.
2. El rendimiento, el nivel de implicación y satisfacción profesional de los médicos
3. El desarrollo de las habilidades de liderazgo del médico para con su equipo de trabajo
(enfermeras, otros médicos, radiólogos, fisioterapeutas…)
4. Los procesos de selección en centros educativos y profesionales médicos
5. El entrenamiento y desarrollo de las habilidades de comunicación clínica.

El médico que posee capacidades emocionales y habilidades de comunicación clínica logra aumentar
también el grado de adherencia de los pacientes al tratamiento prescrito y su nivel de satisfacción
con la consulta. Los médicos durante sus estudios y ya como profesionistas viven cotidianamente
situaciones de muerte y sufrimiento, podríamos decir que “esto es su materia prima” y deben de
afrontarlas de manera adecuada, ayudando al paciente y a la familia, al mismo tiempo que se
protegen del sufrimiento. A su vez, los médicos con más emociones positivas y más felices son más
empáticos con sus pacientes y sufren con menor frecuencia síntomas de depresión y burnout tan
frecuentes en la profesión. Paralelamente, estas competencias emocionales son la base para el
ejercicio de un liderazgo resonante por parte del médico, lo que posibilita la excelencia y la
optimización de resultados por parte del equipo de profesionales que el médico lidera en su actividad
diaria.

Se debe busca que desde la formación los alumnos puedan aprender la autorregulación de las
emociones negativas pero además de las positivas, planteamiento que implica un paso más allá;
consiste en percibir, sentir y vivenciar un estado afectivo sin ser abrumado o llevado por él, y ser
capaz de dominarlo. Si estamos conscientes de que emoción y pensamiento se encuentran
sólidamente unidos, la enseñanza del manejo de las emociones les permitirá a los alumnos utilizar
las emociones al servicio del pensamiento, esto les ayudara a razonar de forma más inteligente y
tomar mejores decisiones.
Referencias Bibliográficas:

- Goleman D. Inteligencia emocional [Internet]. Barcelona(ES): KAIROS,S.A. EDITORIAL¸


1996 ( consultado el 6 de Abr del 2019) . Disponible en:
http://cefire.edu.gva.es/pluginfile.php/520132/mod_folder/content/0/Goleman_Inteli
gencia_Emocional_Format_Aceptable.pdf?forcedownload=1

- Bisquera R. La inteligencia emocional según Salovey y Mayer [Internet]. Barcelona(ES):


Grupo Becerra de orientación pedagógica, 2007 ( consultado el 6 de Abr del 2019).
Disponible en : http://www.rafaelbisquerra.com/es/inteligencia-
emocional/inteligencia-emocional-segun-salovey-mayer.html

- Castro, I. Inteligencia emocional.[ Internet] Revista latinoamericana tecnológica


extracorpórea XIV, 2007 ( consultado el 6 de Abril del 2019). Disponible en:
https://sites.google.com/site/sitiobaselabo5/referencias

También podría gustarte