Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Disección aórtica
Jaime Calderón Herrer a, MD.; Carlos Andrés Car
Herrera, Carvv ajal TTascón
ascón MD.
La disección aórtica es considerada como una de las enfermedades vasculares más catastróficas
que ocurren en el ser humano. El 21% de los pacientes muere antes de ingresar a un hospital; cuando
compromete la aorta ascendente y no se somete a tratamiento, la mortalidad es alrededor del 25% en
las primeras 24 horas, 70% en la primera semana y 80% a las dos semanas. La mayor parte de las
muertes son debidas a insuficiencia aórtica, obstrucción de vasos mayores o ruptura aórtica.
El diagnóstico de disección aórtica no se realiza hasta en 38% de los pacientes y alcanza una cifra
del 28% en autopsia (1).
Las disecciones de aorta torácica deben distinguirse de los aneurismas (dilataciones localizadas
de la aorta) y de las lesiones secundarias a traumatismos de alta energía.
El cuidado óptimo de pacientes con disección aórtica requiere que el diagnóstico sea realizado
oportunamente y que el sitio afectado de la aorta sea identificado lo más pronto posible, más aún, en
esta época de intervención trombolítica para el manejo del infarto agudo de miocardio; resulta
crucial diferenciar o precisar la coexistencia de estas dos entidades, pues sería catastrófico implantar
una terapia de este tipo en presencia de disección aórtica.
Epidemiología
Su verdadera incidencia es difícil de estimar. En estudios poblacionales en los Estados Unidos, se
presentan 6 casos por 100.000 personas año. Es más frecuente en personas de raza negra y menor en
personas de raza asiática. La relación entre hombres y mujeres es de 3:1. Aproximadamente el 75% de
las disecciones ocurre entre los 50 y los 70 años, con un pico de presentación para la tipo A entre 50
y 55, y para la tipo B entre los 60 y los 70 años. (1, 7).
Clasificación
Por tiempo de inicio de los síntomas, las disecciones aórticas se dividen en agudas y crónicas.
Las agudas tienen menos de dos semanas y las crónicas más de este lapso; casi un tercio de los
pacientes se presentan con cuadros clasificados como crónicos (13).
296 Disección aórtica
La clasificación anatómica se basa en el segmento de - Clase 1: disección clásica con flap intimal entre las
aorta comprometido. La fortaleza de la clasificación anató- luces falsa y verdadera.
mica es su poder para determinar el pronóstico y dirigir el - Clase 2: disrupción de la media con formación de
tratamiento del paciente en forma individual. hematoma o hemorragia intramural.
La clasificación de Stanford que es en la actualidad - Clase 3: disección discreta sin hematoma.
la más utilizada, resume y simplifica la antigua clasifica-
ción de DeBakey y divide a la disección en dos tipos: A - Clase 4: ruptura de placa con ulceración, penetra-
y B (14) (Figura 1). ción de la úlcera aórtica con hematoma por debajo de la
adventicia.
- Tipo A. Compromete la aorta ascendente correspon-
de a los tipos I, II y IIIa de la clasificación de DeBakey - Clase 5: disección iatrogénica o traumática.
- Tipo B. No hay compromiso de la aorta ascendente y
la lesión se localiza después del nacimiento de la
Factores de riesgo
subclavia izquierda. Corresponde al tipo IIIb de Varios factores de riesgo se han asociado a esta
DeBakey. patología. La hipertensión arterial es uno de los más
La rara disección localizada en el arco aórtico antes comunes y se presenta entre 62% a 78% de los casos,
de la subclavia izquierda sin comprometer la aorta as- siendo más frecuente en los casos de disección de
cendente, no se puede clasificar en los tipos de Stanford aorta ascendente.
A o B. Su comportamiento es similar a la disección tipo Las enfermedades aórticas tales como aneurisma, ec-
A y por esto, el manejo es el correspondiente (2). tasia anulo-aórtica, hipoplasia del arco aórtico, arteritis y
De acuerdo con las características anatómicas de la válvula aórtica bicúspide favorecen el desarrollo de la
disección se han subclasificado las disecciones así: entidad.
Por cualquiera de las dos vías anteriormente expues- Las úlceras arterioscleróticas penetrantes ocurren prin-
tas, el resultado final es la formación de una falsa luz, la cipalmente en pacientes ancianos con severa arterios-
cual, al reducir el área de la luz verdadera, disminuye el clerosis e hipertensión; esta penetración puede terminar
flujo a través del vaso, ocluye vasos colaterales y puede en hematoma intramural, disección o aneurisma
sufrir ruptura. arteriosclerótico (7).
La hipertensión arterial está presente en la mayoría La herramienta principal para la confirmación y eva-
de los pacientes y facilita la propagación de la disec- luación de la severidad de la disección aórtica son las
ción. La presencia de hipotensión es un signo omi- técnicas de imágenes. Tiene importancia la disponibili-
noso que puede hablar de complicaciones como rup- dad y la experiencia de cada centro.
tura, infarto de miocardio concomitante, insuficien-
cia aórtica, taponamiento cardíaco o disfunción ven- Rayos X (Figura 3)
tricular severa; el derrame pleural, principalmente iz- Hasta el 18% de los pacientes pueden tener una ra-
quierdo, puede ser signo de disección con extravasa- diografía de tórax anormal y los cambios se presentan
ción de sangre. más frecuentemente, cuando el compromiso es de la
La diferencia de pulsos o la pérdida de ellos (38%), aorta ascendente (9). Los hallazgos sugestivos de disec-
se asocia a compromiso de los vasos de las extremida- ción en la radiografía simple de tórax son: ensancha-
des. La isquemia aguda de extremidades, más frecuente- miento mediastinal (50%), configuración anormal de la
mente en miembros inferiores, se ha reportado en 15% a aorta (66%), ensanchamiento del bulbo aórtico que so-
20% de los pacientes. brepasa la subclavia izquierda, engrosamiento de la pa-
Los predictores clínicos de mayor sensibilidad para red aórtica y separación del calcio en la íntima del borde
el diagnóstico son: dolor torácico súbito e intenso, au- externo de la sombra de la aorta mayor de 5 mm, doble
sencia o diferencia de pulsos y ensanchamiento me- sombra aórtica, hemotórax, desviación de la tráquea, de-
diastinal. presión del bronquio principal izquierdo y desviación
esofágica.
Ayudas diagnósticas
Aortograma (Figura 4)
Los objetivos de las ayudas diagnosticas son:
En el pasado fue considerado el patrón de oro para
- Confirmar el diagnóstico .
el diagnóstico de la disección aórtica. Tiene sensibili-
- Localizar la lesión. dad del 87% y especificidad que varía entre el 75% al
- Evidenciar las complicaciones. 94%. Debido a sus limitaciones ha venido siendo re-
- Definir la conducta terapéutica. emplazado por otras técnicas de imágenes diagnósti-
cas no invasivas.
En el cuadro hemático es frecuente la leucocito-
sis; los descensos en cifras de hemoglobina y El hallazgo que hace el diagnóstico en un aortograma
hematocrito pueden indicar sangrado a nivel de la es la visualización de doble luz o de un flap intimal. Los
disección; BUN y creatinina pueden estar elevados
como resultado del compromiso de las arterias rena-
les. Las enzimas cardíacas y troponinas confirman o
descartan el compromiso miocárdico, como conse-
cuencia de la alteración de arterias coronarias o como
diagnóstico diferencial. Hematuria, oliguria y anuria
(<50 mL/d) también ocurren en caso de compromi-
so de las arterias renales.
Todos los pacientes con sospecha de disección
aórtica deben tener un electrocardiograma (ECG). El ECG
puede mostrar cambios de ísquemia aguda y se debe
mantener una alta sospecha clínica para no incurrir en
una trombólisis mal indicada. La anormalidad más co-
múnmente asociada es la depresión del ST y los cam-
bios inespecíficos de onda T. Figura 3. Radiografía de tórax: ensanchamiento mediastinal.
300 Disección aórtica
Figura 4. Aortograma con flap de disección. Figura 5. Ecocardiograma: nótese el flap intimal y la
falsa luz.
signos indirectos incluyen compresión de la luz verda- examen de elección (10). Su sensibilidad es del 97% al
dera por la falsa, engrosamiento de la pared aórtica, tras- 100% para identificar el flap intimal y de 77% al 87% para
tornos en el patrón de flujo, imágenes de ulceración identificar el sitio de entrada. El ETE está contraindicado
intimal, anormalidades de vasos colaterales y posición en los casos de enfermedad esofágica, várices o tumor y
anormal del catéter en la aorta. El aortograma es incapaz puede no ser tolerado hasta en 3% de los pacientes.
de diagnosticar disección no comunicante, hematoma El ETE provee información sobre el sitio de entrada,
intramural o ruptura de placa. Una de las ventajas de este presencia de trombo en la falsa luz, características anor-
examen, es su habilidad para detectar varios tipos de males del flujo, compromiso de arterias coronarias y va-
complicaciones, como insuficiencia aórtica, lesiones sos del cuello (10, 11). Su principal limitación es ser
de vasos colaterales, trombo en la falsa luz y compromi- dependiente de la experiencia del operador, no observa la
so de arterias coronarias (10). aorta infra-abdominal y tiene un punto ciego a nivel del
arco aórtico.
Ecocardiograma (Figura 5)
Tomografía computarizada (TC)
De todos los exámenes es el de más amplia disponi-
bilidad, no es invasivo y puede ser realizado junto a la
(Figura 6)
cama del enfermo. La combinación de ecocardiograma Es la técnica más utilizada en muchos centros, sobre
transtorácico (ETT) con transesofágico (ETE), tiene un todo con el advenimiento de las técnicas helicoidales y
alto poder diagnóstico. reconstrucción 3D. Una de sus principales ventajas es
La sensibilidad del ETT varía del 35% al 80% y la que no es invasiva. Su sensibilidad es mayor al 90%,
especificidad entre 39% y 96%. Su sensibilidad es mu- con una especificidad mayor al 85%; sin embargo, la
cho mejor para la aorta ascendente (78% a 100%), pero sensibilidad disminuye a menos del 80% en los casos
para aorta descendente es de sólo 31% a 55%. Los ha- de compromiso de la aorta ascendente. Permite docu-
llazgos definitivos son la presencia de un flap intimal mentar otras causas de ensanchamiento mediastinal como
móvil, desplazamiento central de una calcificación y la tumores. El diagnóstico requiere de la identificación de
identificación de la falsa luz. los dos lúmenes y del flap intimal que en ocasiones re-
El ETE optimiza la ventana acústica que es la princi- quiere la aplicación de medio de contraste. Otros signos
pal limitante del transtorácico y se ha convertido en el son: compresión del lumen verdadero por el falso, presen-
Cuidado crítico cardiovascular 301
Ultrasonido endovascular
El uso de transductores de baja frecuencia ha sido de
utilidad en el diagnóstico de disección aórtica. (12). Da
información acerca de la integridad de la pared, presen-
cia de flap intimal y de un lumen falso. Puede demostrar
el origen de vasos colaterales, sin embargo, sus limita-
ciones incluyen la imposibilidad de evaluar posibles
complicaciones como hemopericardio o insuficiencia
valvular aórtica.
Tabla 1
Los pacientes con disección tipo A que tienen El seguimiento debe ser estricto, buscando aque-
comorbilidades significativas, excluyen la posibilidad llas características que indiquen la necesidad de inter-
de un tratamiento quirúrgico inmediato y deben ser trata- vención quirúrgica o endovascular (Tablas 2 y 3).
dos médicamente. - Síntomas persistentes o recurrentes.
- Ensanchamiento de la aorta (Rx de tórax).
Manejo médico
- Compromiso de circulación en órganos o extremida-
El manejo médico está dirigido a disminuir la presión
des (toma de pulsos, evaluación neurológica, pulsos
arterial media y de manera muy importante, a disminuir el
periféricos y creatinina).
aumento de la presión pulsátil que golpea directamente
la aorta (dp/dt). - Complicaciones de sangrado (hematocrito, hemog-
lobina, Rx de tórax).
Las medidas a tomar para este objetivo incluyen:
reposo absoluto, control de las cifras de presión arterial,
administración de oxígeno y monitorización completa
Manejo quirúrgico de la disección
no invasiva. Esta última debe incluir estado hemodiná- tipo A
mico, mental, cambios neurológicos, cambios vascu- La disección aórtica tipo A es una emergencia qui-
lares periféricos y presencia de pulsos centrales satis- rúrgica, y una vez diagnosticada debe realizarse la co-
factorios. rrección de inmediato (17, 18). La mortalidad de la
Los objetivos iniciales de reducción de las cifras de intervención no ha variado en los últimos años y se
tensión sistólica deben alcanzar los 100-120 mm Hg o encuentra entre 12% y 36% (18).
menos, manteniendo la perfusión a los órganos vitales. La cirugía se realiza con circulación extracorpórea o
Los medicamentos antihipertensivos de elección son puente cardiopulmonar, extirpación de aorta ascendente
los beta bloqueadores IV, combinados con nitroprusia- (Figura 8, línea de escisión), obliteración de la falsa luz en
to de sodio. Una terapia alternativa a esta combinación, la porción inicial del cayado aórtico mediante sutura con-
es el uso de labetalol que tiene efecto bloqueador alfa y tinua de polipropileno (Figura 9, cierre falsa luz), reparo o
beta. cambio de la válvula aórtica si está comprometida (Figura
Los medicamentos analgésicos de elección son los 10, reconstrucción anillo aórtico) y reconstrucción de la
opiáceos (morfina meperidina), los cuales además, dismi- aorta ascendente mediante la interposición de un injerto
nuyen el aumento de la presión sistólica (dp/dt). de dacrón suturado en el extremo proximal a la unión
Tabla 2
Tabla 3
Clase IIa
Stent de rama obstruida por obstrucción estática (Nivel de evidencia C)
Fenestración con balón de membrana de disección más stent de la luz aórtica verdadera para obstrucción dinámica
(Nivel de evidencia C)
Stent para mantener fenestración abierta (Nivel de evidencia C)
Fenestración para dar reentrada a una falsa luz (Nivel de evidencia C)
Stent en la luz verdadera para ampliar la luz comprimida (Nivel de evidencia C)
Clase IIb
Stent en el lumen verdadero para sellar la entrada (stent graft) (Nivel de evidencia C)
sinotubular (Figura 11, sutura proximal del injerto) y en el extre- ta o degeneración aneurismática de la aorta disecada.
mo distal al cayado mediante suturas de polipropileno (Figura A excepción del compromiso de ramas y la ruptura, las
12, reemplazo completo disección tipo A) (Figura 13). demás indicaciones se deberán revisar a la luz del de-
Cuando se presenta compromiso de la válvula aórtica sarrollo tecnológico en el campo de la terapia endo-
y está indicado el reemplazo de la misma, la reconstruc- vascular, en donde hay un crecimiento en la evidencia
ción se realiza desde el anillo valvular, mediante un injerto sobre su utilidad.
valvulado y con reimplante de coronarias (19). En presen- Un grupo de pacientes que requiere especial aten-
cia de desgarros en la íntima del cayado, éstos deben ser ción son aquellos que se han controlado médicamente y
reparados. Si el arco aórtico muestra fragmentación de la que progresan a un estado crónico, momento en el cual
pared o ruptura, deberá ser reemplazado, en cuyo caso se la intervención se convierte en electiva. Conociendo el
hace necesaria la técnica de hipotermia profunda, paro pobre pronóstico a largo plazo y la incidencia de com-
circulatorio y perfusión cerebral retrógrada. plicaciones tardías, se recomienda optimizar y estimular
En resumen, cuando la disección compromete la una intervención precoz durante la fase aguda.
aorta ascendente, se debe considerar como una emer- La controversia entre el tradicional manejo médico y
gencia quirúrgica, salvo en casos excepcionales donde quirúrgico, fue resuelta en Stanford en 1970 por Daily y
la presencia de un severo síndrome de mal perfusión, colaboradores (21), quienes concluyeron que no se en-
obliga una conducta conservadora o una fenestración contraban diferencias mayores en el seguimiento tempra-
abierta, en caso de compromiso renal o mesentérico, no de pacientes tratados, en los dos grupos. Algunos
previa corrección del defecto en aorta ascendente (20). grupos, entonces, continuaron reservando el manejo qui-
rúrgico para los pacientes con ruptura, isquemia de órga-
Manejo quirúrgico de la disección nos, dolor refractario, hipertensión no controlada, dilata-
tipo B ción progresiva de la falsa luz y otras condiciones que
La intervención quirúrgica se reserva para los casos comprometen la vida del paciente (22, 23). De otro lado,
de dolor persistente, hipertensión no controlada, he- el grupo de Stanford ha venido considerando la opera-
morragia, compromiso de las ramas arteriales de la aor- ción precoz, para pacientes seleccionados con disec-
Cuidado crítico cardiovascular 305
Figura 10. Reparo o cambio válvla aórtica. Figura 11. Sutura proximal injerto.
306 Disección aórtica
Figura 12. Sutura distal del injerto. Figura 13. Resultado final.
ción aórtica aguda tipo B, quienes son jóvenes y relativa- de la falsa luz. No se recomienda una estrategia de mane-
mente buenos candidatos quirúrgicos, independiente- jo agresiva debido a los altos porcentajes de complica-
mente de la presencia o no de complicaciones (24-26). ciones perioperatorias y de mortalidad.
Apoyando esta corriente de intervención temprana, el gru-
po brasilero de São Paulo, ha considerado el uso de Terapia endovascular
endoprótesis para el manejo de las disecciones tipo B de Es una nueva y revolucionaria terapia, la cual promete
aorta en presencia o no de complicaciones (27). tener gran utilidad, con un nivel menor de complicacio-
Tradicionalmente, las intervenciones quirúrgicas abier- nes. El desarrollo de técnicas percutáneas para el trata-
tas eran necesarias para el reemplazo limitado de la aorta miento de la disección tipo B ha cambiado los
que ha sufrido degeneración o un bypass con injerto o paradigmas terapéuticos de una intervención agresiva.
una fenestración quirúrgica abierta de las ramas compro-
Inicialmente se utilizaron técnicas percutáneas aná-
metidas (28, 29). Surgieron técnicas como el «principio
logas a la cirugía abierta, con fenestración en los casos
del tronco de elefante», originalmente descrito por Borts
donde la isquemia ocurría por colapso de la luz, tratando
(30), que se aplicó a los aneurismas disecantes, pero con
de igualar las presiones entre la luz falsa y verdadera,
alto riesgo de complicaciones técnicas.
normalizando en muchos casos la hipoperfusión de las
El tratamiento quirúrgico actual comprende el reem- ramas colaterales; la gran limitante de esta terapia, sin
plazo con prótesis del segmento que contiene el punto embargo, fue la alta frecuencia en el desarrollo de dege-
de entrada o el flap de la íntima donde se origina el flujo neraciones aneurismáticas.
Cuidado crítico cardiovascular 307
Conclusión
La disección aórtica es una enfermedad grave que
puede afectar a pacientes de todas las edades y género,
siendo más frecuente en las personas ancianas con en-
fermedad arteriosclerótica e hipertensión. La sospecha
clínica de la disección aórtica, es el punto más impor-
tante para diagnosticar la mayor cantidad de pacientes.
Los métodos de ayuda diagnóstica son variados y la
Figura 14. Endoprótesis aórtica. decisión de su uso debe basarse en la disponibilidad y
experiencia del centro tratante.
El manejo médico debe instaurarse en todos los pa-
El reparo endovascular es una técnica atractiva, por cientes, pero en aquellos que tengan compromiso de la
ser menos invasiva, pero aun no se tienen guías precisas aorta ascendente sólo debe usarse como puente inme-
sobre indicaciones o estrategias a seguir. En ausencia diato a una intervención quirúrgica urgente. Las disec-
de urgencia, es prudente reservar las endoprótesis para ción tipo B es de manejo médico en ausencia de indica-
pacientes con dilatación aneurismática significativa, in- ciones de intervención urgente. En instituciones experi-
minencia de ruptura, isquemia distal o de ramas aórticas mentadas se pueden considerar las intervenciones tem-
y para quienes ha fallado el tratamiento médico. pranas, quirúrgicas o endovasculares.
308 Disección aórtica
En pacientes con disección aórtica no complicada 18. Ehrlich M, Fang WC. GrabenwogerM, et al. Perioperative
risk factors mortality in patients with acute type A aortic
permanece gran cantidad de preguntas sin resolver acer-
dissection. Circulatión 1998; 98: 294-298.
ca de quiénes son candidatos a terapias percutáneas,
19. Safi Hj, Miller CCIII, Reardon MJ. Et al: Operation for acute
para lo cual se requiere mayor evidencia. and chronic dissection: Recent outcomes with regard to
neurologic deficit and early death. Ann Thoracic Surg 1998;
Bibliografía 66: 402-411.
20. Cambria RP. Surgical treatment of complicated distal aortic
1. Hagan PG, Nienaber CA, Isselbacher EM, et al. The
dissection. Seminars in Vascular Surgery 2002 15: 97-107.
international registry of acute aortic dissection (IRAD): new
insights into an old disease. JAMA 2000; 283: 897-903 21. Daily PO. Trueblood HW, Stinson ER. Wuerflein RD.
2. Pasic M, Knollman F, Hetzer R. Isolated Non-A, Non-B dissection Shumway NE. Management of descending aortic dissection.
of the aortic arch. N Engl J Med 1999; 341: 23; 1775. Ann Thorac Surg 1999; 10: 237-247.
3. Hirst AE Jr, Johns VJ Jr, Kime SW Jr. Dissecting aneurysm of 22. Elefteriades JA. Lovoulos CJ. Coiady MA. Tellides G. Kopf
the aorta: A review of 505 cases. Medicine 1958; 37: 217. GS. Rizzo JA. Management of descending aortic dissection.
4. DeBakey ME, McCollum CH, Crawford ES, et al. Dissection Ann Thorac Surg 1999; 67: 2002-2005.
and dissecting aneurysms of the aorta: Twenty-year follow 23. Lansman SL. McCullough JN. Nguyen KH, et al. Subtypes of
up of five hundred twenty-seven patients treated surgically. acute aortic dissection. Ann Thorac Surg 1999; 67:1975-8.
Surgery 1982; 92: 1118. 24. Miller DC. Mitchell RS. Oiyer PE et al. Independent
5. Schlatman TJM, Becker AE. Pathogenesis of dissecting determinants of operative mortality for patients with aortic
aneurysm of the aorta. Am J Cardiol 1977; 39: 21. dissection. Circulation. 1984; (70 Suppl 1): 1153-64.
6. Mandel W, Evans EW, Walford RL. Dissecting aortic 25. Miller DC. Surgical management of acute aortic dissection:
aneurysm during pregnancy. N Engl J Med 1954; 251: 1059 new data. Semin Thorac Cardiovasc Surg 1991 :3;225-37.
7. Khan IA, Chandra N. Clinical, Diagnostic, and management 26. Miller DC. Acute dissection of the descending aorta. Chest
perspectives of aortic dissection. Chest 2002; 122: 311-328. Surg Clin North Am 1992; 2: 347-8
8. Eagle KA, DeSanctis RW. Aortic dissection. Curr Prob in 27. Rodrigues A. Palma JH. Marcondes JA. Et al. Endovascular
Cardiol 1989; 14: 225 treatment of thoracic disease: patients selection and a proposal
9. Earnest F, Muhm JR, Sheedy PF. Roentgenographic findings of a risk score. Ann Thorac Surg 2002; 73:1143-8.
in thoracic aortic dissection. Mayo Clin Proc 1979; 54: 43.
28. Panneton JM, The SH, Cherry KJ, et al. Acute fenestration
10. Cigarroa JE, Isselbacher EM, DeSanctis RW, Eagle KA. for acute or chronic aortic dissection: An uncommon but
Diagnostic Imaging in the evaluation of duspected aortic effective procedure. J Vasc Surg 2000 32:711-721
dissection - old standards and new directions. N Engl J Med
29. Lauterbach SR, Cambria RP, Brewster, DC et al.
328; 35-43
Contemporary management of aortic branch compromise
11. Simon P, Owen AN, Havel M, et al. Transesophageal echo-
resulting from acute aortic dissection. J Vasc Surg 2001;
cardiography in the emergency surgical management of
33: 1185-1192.
patients with aortic dissection. J Thorac Cardiovasc Surg
1992; 103: 1113-1118. 30. Borst HG. Frank G. Dchaps D. Treatment of extensive
aortic aneurysms by a new multiple approach. J Cardivasc
12. Ayala K, Chandrasekaran K, Ross JJ Jr, Khoury P, Quinn V, Parris
Surg 1988; 95: 11-13.
T. 12.5 MHz Intravascular ultrasonography in the diagnosis of
aortic dissection: comparison to transesophageal echocar- 31. Orend KH, Scharrer-Pamler R, Kapfer X, Kotsis T, Gorich J,
diography and aortography. Circulation 1993; 88: I-99. Sunder-Plassmann L. Endovascular treatment in diseases
13. Spitell PC, Spittell JA Joyce JW, et al. Clinical features of the descending thoracic aorta: 6-year results of a single
and differential diagnosis of aortic dissection: experience center. J Vasc Surg 2003; 37(1): 91-9.
with 236 cases. Mayo Clinic Proc 1993; 68: 642-51. 32. Nienaber CA, Ince H, Petzsch M, Rehders T, Korber T,
14. Dailey PO, Trueblood HW, Stinson EB, et al. Management of Schneider H, Weber F. Endovascular treatment of thoracic
acute aortic dissections. Ann Thorac Surg 1970; 10:237-46. aortic dissection and its variants. Acta Chir Belg 2002;
15. Miller DC, Stinson EB, Oyer PE, et al. Operative treatment of 102(5): 292-8.
aortic dissections: experience with 125 patients over a sixteen- 33. Haulon S, Koussa M, Beregi JP, Decoene C, Lions C,
year period. J Thorac Cardiovasc Surg 1979; 78: 365-82. Warembourg H. Stent-graft repair of the thoracic aorta:
16. Fann JI, Miller DC. Aortic dissection. Ann Vasc Surg 1995; short-term results. Ann Vasc Surg 2002; 16(6):700-7.
9: 311-23. 34. Umaña JP, Lai D, Miller C, et al. Is mediacal therapy
17. Safi Hj, Miller. CCIII: Thoracic vasculature, in Townsend C still the optimal treatment strategy for patients with
(ed): Textbook of Surgery (16th ed). Philadelphia, PA, acute type B aortic dissections? J Thorac Cardiovasc
Saunders, 2001. p. 1313-1338. Surg 2002; 124: 896-910.