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LA CIUDAD INDUSTRIAL

El nuevo urbanismo de la ciudad "industrial", surgido tras la trasformación


económica intensificó el proceso de urbanización de una manera espectacular.
Sobre todo en las zonas industrializadas y debido a los emigrantes rurales, que
llegaban atraídos por la industria y los servicios. Convirtió a la ciudad en un nuevo
escenario del mundo contemporáneo.

Ya en el siglo XIX, siguiendo modelos utópicos de los griegos, se lleva a la


práctica sus planteamientos ideales, en contraposición a los urbanistas más
funcionales y operativos que dieron lugar a la moderna disciplina urbanística.

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el funcionamiento del sistema


económico mundial experimenta una serie de cambios, cuya influencia se hará
sentir sensiblemente en la nueva imagen que adquirirán las ciudades europeas.

En 1800 sólo el 7 % de las ciudades del mundo tenía más de 5000 habitantes. En
1850 era el 13 % y en 1900 en torno al 25 %. La cercanía a materias primas y por
lo tanto a zonas industriales explican esta situación, ya que había abundante mano
de obra y se construyeron grandes vías de comunicación.

Nacen ahora fenómenos de concentración industrial, que requieren de nuevas


técnicas de gestión empresarial tendentes a reducir gastos corrientes, todo ello en
un marco productivo mucho más amplio, basado en la obtención de nuevas fuentes
de energía, el transporte, la división del trabajo y la mecanización, donde las
funciones directivas y el volumen de actividades comerciales y financieras
adquieren una enorme importancia.
Las ampliaciones de las ciudades se produjeron de forma desordenada, a veces
uniéndose varios núcleos. El centro antiguo era una zona privilegiada y en ella se
comenzaron a construir los primeros edificios de vidrio y acero; dejando en su
contexto proximo las masas del sector obrero.

Hasta la llegada de la Revolución industrial la intervención de los poderes públicos


en el campo urbanístico había sido muy limitada, en su mayor parte se trataba de
medidas orientadas a la sanidad y a la reglamentación de las edificaciones situadas
en los conjuntos monumentales o en áreas centrales de la ciudad. Ahora, el nuevo
entramado de intereses nacido al amparo del “desarrollismo industrial”, convertirá
al urbanismo en una trama social y política, donde los poderes públicos tendrán que
intervenir para reducir las tensiones que se generan en este campo cada vez más
conflictivo.

Estos elementos fueron los que provocaron un cambio profundo en todo lo


referente a la morfología urbana de las principales ciudades, creando espacios
completamente diferentes y que llevaron en pocas décadas a la búsqueda de
soluciones reformatorias en el marco de las teorías políticas del utilitarismo.

Ciudades Industriales:

 Londres
 Nueva York
 Chicago
 Mánchester
 Lieja
 Erfurt
 Monterrey
 Dresd
Revolución industrial:

La Revolución Industrial marca un punto de inflexión en la historia,


modificando e influenciando todos los aspectos de la vida cotidiana de una u otra
manera. La producción tanto agrícola como de la naciente industria se multiplicó a
la vez que disminuía el tiempo de producción. Se produce un cambio rápido y en
profundidad que afecta a todas las estructuras de la sociedad. Los cambios serán
tecnológicos, socioeconómicos y culturales. Los tecnológicos irán desde el uso de
nuevos materiales como el acero a fuentes energéticas como el carbón y
máquinas motrices como la máquina de vapor, considerada como el motor inicial
de la Revolución Industrial. Aparecen las máquinas de hilar y tejer, que consiguen
aumentar rápidamente la producción con poco personal. Surgen técnicas para el
desarrollo del trabajo y la especialización de la mano de obra. El transporte se
desarrolla tanto por trenes como por barcos, lo que junto con otros inventos harán
crecer el papel de la industria y el comercio.

Los cambios culturales se plasmarán en un impresionante aumento de los


conocimientos en todas las ramas, tanto científicas como técnicas y sanitarias. Los
cambios sociales más notables derivan del crecimiento de las ciudades y el
consiguiente éxodo en zonas rurales. Al mismo tiempo se produce un fuerte
aumento demográfico, como consecuencia de la elevada natalidad y el descenso
de la mortalidad catastrófica (gracias a avances sanitarios, como las vacunas, y a
una mejor alimentación de la población). Esto provocará que la población europea
se multiplique en pocos años.

Al tiempo que se desarrolla una clase burguesa, el éxodo de población rural


hacia las ciudades (la revolución agrícola disminuyó las necesidades de mano de
obra en el campo) da lugar a la aparición de una nueva clase trabajadora que se
agrupa en suburbios cercanos a las fábricas, a partir de los barracones en los que
viven los obreros. Las condiciones de vida de estos empleados son penosas, tanto
en las fábricas donde trabajan como en los suburbios en los que habitan. En las
fábricas encontrarán humedad, poca ventilación, ninguna seguridad laboral y
jornadas que superan las doce horas diarias, siete días a la semana. En los
suburbios superpoblados y sucios son víctimas de epidemias de fácil propagación.
La cantidad de personas afectadas por estas condiciones les lleva a organizarse
para la defensa de sus intereses y aparecen los movimientos obreros de protesta.

La revolución industrial en Inglaterra

La ciudad Industrial:

Si bien es cierto que la revolución industrial, iniciada en la Gran Bretaña durante la


segunda mitad del siglo XVIII, significó un gran avance para la economía, la
tecnología, la cultura y la historia de la humanidad, también es importante mencionar
que en el ámbito urbano implicó grandes desajustes en la forma de poblamiento y
desarrollo de las ciudades. El tema principal, sin lugar a dudas, fue la introducción
de la máquina de vapor que propició una concentración de la producción,
particularmente de las industrias textiles, que se alinearon longitudinalmente a lo
largo de los ríos. Y la principal consecuencia: que las ciudades crecieron de manera
acelerada.
La causa de ello fue que la industria y los transportes pesados se apropiaron del
espacio sin respetar las áreas naturales, sin responder a ningún plan o estrategia.
Por su parte, dentro de las ciudades fabriles se construyeron muy a prisa y en
grandes cantidades los barrios obreros que albergarían toda la mano de obra
procedente del ámbito rural.

Al principio, los barrios o Slums alojaron de manera desordenada las viviendas, las
fábricas y las instalaciones del transporte pesado. Su principal característica era el
máximo aprovechamiento del espacio, traducido en pequeñas viviendas, hacinadas,
que carecían de luz y ventilación necesaria, además de que carecían de
infraestructura y equipamiento hidráulico y sanitario. Con estas condiciones, las
ciudades industriales tenían altos índices de mortandad infantil, pues su ambiente
constituía un factor que propiciaba la propagación masiva de enfermedades.

Barrio o Slum industrial en Inglaterra

Bastó poco más de medio siglo para que se diera una demanda social de
mejoramiento, promovida por los sindicatos que aglutinaron la fuerza social obrera.
Además, la clase burguesa fue víctima de las distintas revoluciones que se dieron
durante la primera mitad del siglo XIX.
Ya en la segunda mitad de este mismo siglo, se comenzó a operar una serie de
proyectos que respondía a la regeneración de las condiciones urbanas. Las
primeras propuestas surgieron de los propios industriales, quienes creyeron que era
su deber corregir los grandes defectos que ellos mismos habían causado. Fue así
que en 1816, Robert Owen planteó una ciudad colectiva que estuviera situada en el
campo con el propósito de desarticularla de lo que habían llamado la ciudad
mortífera. Con esto, se lograría combinar a la industria con el campo, de una manera
organizada, colectiva y que además se sostuviera económicamente a sí misma.

Ciudad colectiva en armonía de Robert Owen, 1816

Posteriormente surgieron las ideas reformistas de algunos socialistas utópicos


como el francés Charles Fourier (1772-1837), quien propuso el Falansterio. Se
trataba de comunidades rurales autosuficientes que serían la base de la
transformación social; se crearían por acción voluntaria de sus miembros y nunca
deberían estar compuestos por más de 1,600 personas, que vivirían juntas en un
edificio con todos los servicios colectivos. Todas las personas serían libres de elegir
su trabajo, y lo podrían cambiar cuando quisieran, es decir, que cada individuo
trabajaría de acuerdo con sus pasiones y no existiría un concepto abstracto y
artificial de propiedad, privada o común.
Comunidad autosuficiente de Charles Fourier

Físicamente, el falansterio constaba de una gran plaza rodeada por plantas


industriales, granjas y viviendas para los obreros; todos estos elementos estaban
en contacto con la naturaleza y, en conjunto, funcionaban como una entidad de
producción y consumo de manera que la ciudad era autosuficiente. Cabe mencionar
que esta propuesta no tuvo éxito.

Finalmente, durante el siglo XIX llegaron las propuestas urbanísticas de la nueva


clase social emergente: la burguesía, cuyo principal interés era hacer del espacio
urbano un producto para ganar dinero.

De esta manera, comenzó a verse al espacio urbano como simple mercancía,


surgiendo así la especulación del suelo urbano.

París (Francia) y Viena (Austria), fueron las primeras grandes ciudades que
experimentaron este tipo de transformación con antecedentes en la revolución
industrial.

En el caso de París no puede dejar de mencionarse la labor del prefecto de la


ciudad, Haussmann, quien desde 1853 tuvo la labor de realizar una profunda
remodelación de la ciudad histórica, siguiendo un modelo urbanístico inspirado en
la ciudad del barroco.
El París de Haussmann, siglo XIX

Haussmann conservó en su proyecto las líneas estéticas del Barroco, con sus
alineaciones y sus perspectivas. Para ello, tuvo que derribar algunas casas y
edificios medievales, que en su opinión estorbaban para el trazado de amplias y
rectilíneas avenidas que confluían hacia grandes plazas circulares. Así, el antiguo
París fue trasformado en una especie de traza en estrella como producto de la
convergencia entre las avenidas o bulevares. En cuanto a la perspectiva, destacaba
la visión de los monumentos y edificios. Además, dichas vías de comunicación
contaban con un alto valor estratégico relacionadas con el combate a las
revoluciones urbanas que se manifestaron en el siglo XIX.
Manchester, la ciudad industrial:

Manchester fue la primera ciudad industrial del Reino Unido de Gran Bretaña,
por lo que mucho de su carácter lo debe al legado físico que aportaron las
innovaciones de la revolución industrial y de la era victoriana.

Ubicación de Manchester en el Reino Unido

Está situada en la región noroeste de Inglaterra, entre las ciudades de Liverpool y


Leeds. Al principio, Manchester tuvo una reputación negativa derivada de su pasado
industrial; sin embargo, dicho movimiento también es considerado como un parte
aguas en su desarrollo, por lo que cuenta con importantes elementos históricos
arquitectónicos y urbanos, que hasta la fecha han sido conservados y revitalizados
para crear una ciudad memorable y orgullosa de su patrimonio.

Durante la época romana, fue un centro importante dentro de la red de transporte


regional. En el año 78 a.C. fue construido un fuerte sobre un terreno elevado que
tenía vistas hacia la confluencia de los ríos Medlock e Irwell, en Castlefield.

En la época medieval, Manchester tenía ya cierta importancia regional, la cual


giraba en torno a la Catedral. A finales del siglo XVI y durante todo el siglo XVII,
continuó como un centro regional para el hilado, así como para el tejido de lana y el
lino. Cuando se integró el comercio del algodón, la ciudad prosperó aún más, y
entonces Manchester creció rápidamente hasta convertirse, en el siglo XVIII, en la
primera ciudad industrial.
En 1781-82 se construyó el primer molino de vapor para algodón en Shudehill, por
lo que a partir de entonces comenzó un auge en la construcción de plantas a lo largo
de los valles Irk y Medlock.

Un dato importante es que Manchester duplicó su población entre 1760 y 1800,


alcanzando la cantidad de 70,000 habitantes. Sin embargo, 20 años después de la
llegada del ferrocarril (1850), la ciudad censaba cerca de 400,000 habitantes.

El Canal de Bridgewater que desde 1765 unió a Manchester con Liverpool fue
considerado como la principal vía de comunicación para el comercio mundial. En
1800 el Bridgewater se conectó al Canal de Rochdale y al Canal de Ashton, sobre
el cual se construyó un acueducto comercial que actualmente es el más antiguo y
aún se encuentra en uso; también existe una casa de ladrillo utilizada como caseta
de vigilancia, construida en el mismo año.

Los canales, que tienen la forma en cómo se distribuía la ciudad, fueron elementos
que propiciaron la construcción de muelles y almacenes, ya que funcionaban como
vías de transporte de carbón y materiales pesados, a través de máquinas de vapor.

De hecho, la traza urbana de Mánchester se expandió "a un nivel pasmoso" a


principios del siglo XIX como parte de un proceso de urbanismo no-planificado
causado por el auge en el procesado textil.
Plano de Manchester en 1801

En 1830, se construyó, igualmente entre Liverpool y Manchester, la primera línea


férrea del mundo para el transporte de pasajeros. Debido a que este transporte
requería largas vías y puentes para poder circular, se construyeron cuatro rutas para
cruzar la cuenca del canal en Castlefield, y desde allí, una más que llevaba al tren
a Manchester, Piccadilly, Oxford y Deansgate. En Castlefield hay algunos puentes
de hierro fundido que cruzan el Canal de Rochdale, Castle Street y Chester Street.
Liverpool Road fue la primera de las cuatro estaciones que aún se encuentran en el
centro. Piccadilly y Victoria son las más grandes, con una fachada barroca y una
cubierta larga de vidrio; Piccadilly conserva su forma de tren victoriano y Victoria,
su fachada edwardiana. Deansgate cuenta con una fachada en esquina, curveada
con rastrillo simulando un parapeto almenado. Por su parte, Oxford Road fue
reconstruida en 1960 con hormigón y madera.

En resumen, la revolución industrial hizo de Manchester un lugar próspero, aunque


gran parte de su riqueza se gastó en grandes proyectos que fueron realizados a
expensas de su población. Desarrollos de ingeniería, tales como el canal fluvial de
Manchester, fue uno de los principales símbolos de la era victoriana, que otorgaban
un carácter de riqueza y orgullo para la ciudad.
En el apogeo de la revolución industrial, la ciudad tenía cerca de 2000 almacenes,
de los cuales muchos se han convertido a otros usos, aunque su apariencia
conserva su carácter industrial. Además de ello, Manchester se identifica por la
existencia de vías férreas, fábricas y canales. En el campo de la arquitectura cuenta
con varios ejemplos de la época medieval, dentro de la cual se tiene una amplia
gama de estilos como el Palazzo, el neogótico, el gótico veneciano, el neobarroco,
Art Nouveau, Art Deco y el neoclásico.

La ciudad actual:

Después de la Segunda Guerra Mundial, comenzaron los trabajos de reconstrucción


para la ciudad de Manchester. Este fue un momento clave para llevar a cabo la
transición entre los típicos almacenes por edificios de oficinas, con lo cual se
desvaneció aceleradamente el valor industrial de la ciudad. Fueron pocos los
edificios estéticamente memorables que se construyeron en las décadas de 1950 y
1960, y solo algunos de ellos se convirtieron en puntos de referencia para la ciudad
actual.

El primer edificio que se construyó después de este suceso bélico fue el complejo
de Granada Studios, diseñado por Ralph Tubbs en 1954, cuyos elementos notables
fueron una torre de celosía roja y un letrero de neón.

Cuando se construyó la Torre CIS de 118 metros de altura, en 1962, fue el edificio
más alto de todo el Reino Unido. De hecho, la torre es reconocida todavía como uno
de los mejores edificios modernistas de esa década. En 2005 fue revestido con
células fotovoltaicas y es el edificio más costoso en el Reino Unido. Gateway House,
un edificio modernista de oficinas construido en 1969, estuvo vinculada a la estación
Piccadilly, y es considerada como uno de los edificios más entrañables de
Manchester.

Tres décadas después, como resultado de la destrucción causada por los


bombardeos, la ciudad tuvo la oportunidad de reinventarse. En 1996 se inició un
proyecto de construcción gigantesco, en el que los edificios antiguos están siendo
renovados. Además, muchos edificios altos fueron construidos con fachada post-
modernista de cristal; el rascacielos más destacado es la Torre Beetham de 168
metros de altura, construido en 2006 por el arquitecto Ian Simpson.

El Manchester Civil Justice Centre, fue construido en 2007 en Spinningfields, el


nuevo distrito de negocios de Manchester. Hasta ahora los críticos de arquitectura
han elogiado su estética, sustentabilidad y calidad estructural. Otros edificios de
este tipo son Urbis, Deansgate No. 1, y el Manchester Civil Justice Centre. Cabe
mencionar que a partir de 1990, el Consejo de la Ciudad de Manchester había
adoptado la tendencia hacia los edificios altos.

Manchester cuenta también con un gran número de plazas y calles comerciales,


muchas de las cuales son peatonales con acceso directo al transporte público.

Una de las vías más antiguas es Market Street, originalmente llamada Lane Market
Stede. Gran parte de las características originales de la ciudad medieval que se
encontraban alrededor de la plaza, fueron destruidas en los acontecimientos de
1970 (6). Calles antiguas, como la puerta Smithy se perdieron. Uno de los pocos
elementos que sobrevive es el Long Millgate, un atractivo y tranquilo camino sinuoso
delimitado por jardines, que conduce hacia el norte desde la plaza del mercado
viejo, a través de Fennel Street y hasta Todd Street.

Whitworth Street es una amplia calle del siglo XIX, que va desde Deansgate a
London Road, y que gran parte de su longitud es paralela al Canal de Rochdale. A
lo largo del camino, pueden apreciarse impresionantes bodegas antiguas
convertidas ahora al uso habitacional. Mosley Street corre paralela a Portland
Street, Whitworth Street y Deansgate desde los jardines de Piccadilly hasta la plaza
de San Pedro. Esta calle se encuentra cerrada al tráfico, pues los tranvías Metrolink
son los que dan servicio en este sector. Otra aportación victoriana al modelo de las
calles de la ciudad fue Corporation Street, que se proyectó a través de los barrios
marginales hacia el norte de Market Street, para proporcionar una ruta directa desde
la calle de la Cruz y la Plaza de Albert hasta la zona norte de la ciudad. Por su parte,
Wilmslow Road en la parte sureste del centro de la ciudad que inicia desde Oxford
Road, es el centro neurálgico de la vida estudiantil y el hogar de la zona
restaurantera de Manchester.

Otros lugares notables en Manchester son: Gran Plaza Norte, Plaza Lincoln, Spring
Gardens, los jardines de la catedral, los jardines de Sackville, New Cathedral Street,
el Gay Village y Chinatown.

Estrategias de Desarrollo Urbano:

El Consejo de la Ciudad de Manchester, cuenta con dos instrumentos estratégicos.


Se trata de el Plan Local de Desarrollo Sostenible de Manchester 2030 y más allá,
y la Estrategia Central de Manchester 2012-2027 (Manchester Core Estrategy 2012-
2027). Ésta última, junto con la tendencia del Consejo de la Ciudad de Manchester
por adoptar los edificios altos, es considerada como un desarrollo emblemático que
refleja la falta de conformidad y la singularidad de la ciudad que pueden verse con
mayor simpatía.

Los objetivos del Plan Local de Desarrollo Sostenible de Manchester invocan cuatro
temas: 1) clima fresco y entorno limpio y verde; 2) lugares atractivos, confortables y
seguros para vivir, trabajar, aprender y jugar; 3) oportunidades económicas bajo el
compromiso del desarrollo sostenible; y 4) uso racional de las tierras y generación
de un espacio de decisión común. Existen también varios planes estratégicos que
constituyen un microcosmos en torno al Plan Local.

El PLDS de Manchester adoptó algunos métodos utilizados por la ciudad de


Sudbury, Canadá, que tuvo un reconocimiento para la participación del público y
valoró la planificación sostenible que contribuiría a generar soluciones e ideas
prácticas e innovadoras para resolver los problemas cotidianos.

Según se apunta en el documento, desde la planeación del Plan de Desarrollo


Sostenible que se inició en 2006, se trabajó en las comunidades de Manchester
para que los ciudadanos expresaran, priorizaran e identificaran las tareas fácilmente
realizables.

Una de las principales prioridades es la restauración y conservación del medio


ambiente, como fuente de salud para los ciudadanos. También se crearon
programas sostenibles destinados a mejorar las prácticas agrícolas y piscicultoras.

La zonificación y clasificación de los usos del suelo es otro de los temas


fundamentales, incluso se integró en la zonificación de áreas protegidas con
representación todos los ecosistemas.

Se presenta un plan de trabajo según el cual el Consejo puede lograr sus objetivos.
Cada tema de planificación abarca varias cuestiones identificadas por los
ciudadanos. El plan aborda cada cuestión en detalle y explora soluciones prácticas.
Para cada cuestión, el plan presenta objetivos generales y otros concretos y
medibles, seguidos por las políticas recomendadas y las acciones dirigidas a lograr
los objetivos. Algunas de las estrategias propuestas son soluciones a corto plazo, y
otras a medio o largo plazo. Algunas recomendaciones se refieren a un área
específica, mientras que otras se pueden aplicar de manera universal.La Estrategia
Central de Manchester 2012-2027 es un documento clave en el marco del desarrollo
local de Manchester. En este documento se describe la visión del Consejo para la
ciudad Manchester en el año 2027 y se establecen las políticas de planificación que
permitirán lograrlo. La estrategia básica se acompaña de una evaluación de la
sostenibilidad, la cual establece los posibles efectos sociales, económicos y
ambientales de las políticas y las propuestas.

Se centra en seis objetivos fundamentales: 1) principios espaciales, 2) economía y


ciudad central, 3) vivienda, 4) centralidad, 5) transporte y 6) medio ambiente.
Se acompaña por:

• Una Evaluación de Sostenibilidad, que contiene los impactos económicos, sociales


y ambientales de las políticas. También incluye las evaluaciones el impacto de la
igualdad y la salud.

• Un Plan de Infraestructura en el que se identifican las necesidades de


infraestructura que permitan lograr el cumplimiento de la visión y la estrategia
básica, además de explicar cómo y cuándo pueden ser otorgadas.

• Un Mapa Estratégico que sustituye al mapa que originalmente acompañaba al Plan


de Desarrollo Unitario. En él se muestran las políticas fundamentales de la
estrategia, así como las políticas del plan de desarrollo unitario que no han sido
superadas por la estrategia básica.

La Estrategia Central de Manchester describe la situación actual en la ciudad y pone


de relieve los desafíos clave que enfrenta; resume los elementos clave de la actual
(y emergente) estrategia ambiental como parte del contexto estratégico local de este
territorio, y establece una política general de acuerdo con los objetivos estratégicos.

En términos de conservación de los elementos urbanos, cuyo contexto se ha


descrito antes, se exponen dos tipos de políticas bajo el objetivo de medio ambiente:
tall buildings (rascacielos) y heritage (patrimonio).

Tall Buildings:

Los rascacielos son considerados aquellos edificios que son sustancialmente más
altos que el contexto urbano y/o que representan una alteración significativa en el
horizonte.

Además, justifica su existencia toda vez que las propuestas demuestren que:

• Cuenta con una excelente calidad en su diseño;


• Está debidamente ubicados;

• Contribuye de manera positiva a la sustentabilidad;

• Será un punto de referencia, ya sea visual o simbólicamente; y

• Proporciona beneficios significativos para la regeneración urbana.

Con base en lo anterior, establece las siguientes políticas:

El objetivo de diseño fundamental debe asegurar que los rascacielos


complementen el contexto urbano existente, y contribuyan hacia un desarrollo
único, atractivo y distintivo para Manchester.

Las zonas adecuadas serán dentro de la ciudad central y zonas adyacentes,


particularmente las áreas sin restricciones para la conservación y sitios que pueden
ser fácilmente atendidos por los sistemas de transporte público.

Los rascacielos podrán ser aprobados en otras partes de Manchester cuando


además pueda demostrarse que desempeñará un rol positivo y que requiere de una
zona más amplia. Dichos espacios deberán estar vinculados con centros de distrito
ya existentes. La altura de los rascacielos en dichos lugares debe relacionarse con
el contexto urbano local.

Por su tamaño, los rascacielos pueden tener un impacto significativo sobre el


medio ambiente local y su microclima. Por ello se espera que este impacto sea
prevenido y que el proyecto incluya medidas adecuadas para un entorno peatonal
adecuado.

Los rascacielos proveen un sentido de identidad y distinción, sin embargo, deben


contar con estrategias que permitan mitigar el impacto que causan este tipo de
desarrollos.

Las políticas de intervención no deben ser excesivamente prescriptivas, sino que


deberán guiar sobre la altura, en relación con los edificios vecinos y con el área local
en general. Los directores de planificación deben establecer políticas flexibles que
puedan responder a las circunstancias económicas cambiantes y fomentar
apropiadamente el transporte público, a pie y en bicicleta.

Con la finalidad de asegurar el desarrollo sustentable, el centro de la ciudad es


un lugar que requiere el uso sensato de los recursos de la tierra. Para ello se
requiere de un buen servicio de transporte público y un desarrollo de alta densidad.

Heritage:

Ya se ha mencionado que el Consejo de la Ciudad de Manchester considera a su


propia ciudad como un producto de la revolución industrial, aunque también
reconoce que muchas de sus características son un legado heredado de la era
victoriana. De ahí que la Estrategia Central de Manchester establezca la
preservación de las áreas de conservación y de sus elementos arquitectónicos e
históricos, a la vez que se fomente la creación de una ciudad modernista y distintiva
que esté orgullosa de su patrimonio.

Áreas de Conservación.
Asimismo, se hace énfasis en la importancia regional que tuvo la ciudad en cuando
a las redes de transporte, desde la época romana hasta el auge durante la etapa
industrial.

Señala de igual forma, la existencia de los almacenes como prototipo inmobiliario


para el comercio durante el siglo XIX, y les otorga importancia al decir que “estos
prestigiosos edificios de acero revestidos con piedras, azulejos y vidrio inspirado en
las casas medievales de los comerciantes de Florencia y Venecia se convirtieron en
las salas de exposición para los comerciantes textiles” (7). Además de los
almacenes, durante el siglo XIX se construyeron las estaciones del ferrocarril,
viaductos y canales por toda la ciudad. Con ello se mejoró la comunicación para el
comercio, y permitió el intercambio al exterior.

Por lo tanto, ese contexto histórico forma parte del patrimonio cultural de
Manchester, ya que contribuye a identificar a la ciudad a través de valores estéticos
y eventos relevantes. Los elementos originales de la ciudad durante la era
victoriana, ayudan a crear un sentido de identidad y otorgan calidad en la vida
cotidiana. Además, cada uno de estos elementos se convierte en un catalizador que
permitirá la regeneración de la ciudad.

De ahí que el Consejo de la Ciudad de Manchester, propone las siguientes políticas


dentro del ámbito de la conservación del patrimonio:

El Consejo de la Ciudad de Manchester debe fomentar la conservación de los


elementos históricos y patrimoniales de sus distritos y barrios, incluidos los del
centro de la ciudad.

Los edificios y proyectos nuevos, deben plantearse como parte de la política de


preservación, y de ser posible, dar prioridad al contexto histórico, incluyendo zonas
y edificios relevantes, monumentos antiguos, edificios catalogados, parques y
jardines registrados, así como restos arqueológicos.

Tienen prioridad los proyectos que propongan el re-uso de elementos


patrimoniales, siempre y cuando la propuesta intervención sea consistente.
Los sitios históricos y las áreas de valor patrimonial deben ser protegidos para el
futuro. Las áreas de conservación y los edificios que están legalmente registrados,
están protegidos por la legislación nacional. La reutilización de edificios protegidos
que se encuentran vacíos estará sujeta a la a las particularidades de cada edificio y
su significado.

A fin de garantizar la conservación de los monumentos arquitectónicos e


históricos, el Consejo cuenta con una lista de edificios catalogados en situación de
riesgo, además de que está elaborando la documentación que permita exponer las
características importantes de dichas áreas de conservación, incluyendo la
identificación de aquellas áreas que se conservan y los que necesitan mejora.

Además de lo anterior, la Estrategia Central de Manchester 2012 – 2027, establece


políticas para la atención de: desarrollo económico, vivienda, turismo, transporte,
densidad de población, sustentabilidad, áreas de oportunidad, principios de diseño,
reducción de contaminación, infraestructura, áreas verdes, equipamiento, riesgos,
biodiversidad, conservación geológica, calidad del agua, etc.

Para ello, se vale de once áreas estratégicas a lo largo de la ciudad, las cuales dan
una idea general del carácter de la ciudad de Manchester.

Mapa de Áreas Estratégicas


Cada una de esas áreas puede ser subdividida en el nivel local para dar una
orientación más detallada. De esta forma, cualquier proyecto deberá considerar la
problemática específica del sitio, así como las cuestiones relativas a edificios
catalogados y áreas de conservación, en su caso.

Finalmente, se reconoce que la red vial y ferroviaria interactúa con las distintas
áreas estratégicas, por lo que cualquier desarrollo a lo largo de estas rutas debe
desempeñar un papel importante en la conformación de todo el conjunto, y así lograr
un lugar atractivo para vivir, para visitar o trabajar, así como proporcionar puntos de
referencia fácilmente identificables.

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